Cazarabet conversa con... Ana Amado
y Andrés Patiño, autores de “Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje
inventado” (Asimétricas)
Una mirada de
miradas de Ana Amado y Andrés Patiño que Ediciones Asimétricas nos acerca de
una forma sublime…
Se trata de
una especie de paseo desde el instrumento de un libro, con una fotografía
excelente, por la transformación que fue sufriendo el campo español entre 1939
y 1971.
Estos pueblos
de colonización fueron lugares inventados, como bien dice el subtítulo, n los
que la arquitectura que allí se impuso contrastó, para siempre, con la que no
había en un campo agrícola prometedor, pero yelmo…
El libro,
como les explicábamos, lo ha editado Asimétricas junto con el Instituto de
Crédito Oficial.
La sinopsis
del libro:
Los pueblos de colonización, creados entre
1940 y 1971, constituyen una de las más significativas transformaciones
territoriales producidas en la España del siglo XX. La modernidad, siempre
atenta a su ámbito más propio —lo urbano—, encontrará en el territorio rural un
nuevo e imprevisto ámbito de expresión nacido de la imperiosa necesidad de
desarrollo tras la Guerra Civil, pero también del anhelo largamente postergado
de la reforma del campo español. Tras los más de cincuenta años
transcurridos desde la finalización del programa del INC, se vuelve a estos
pueblos con una mirada actual a su origen, su paisaje y sus habitantes.
Ana Amado. Fotógrafa, arquitecta y artista
visual. Los ejes de su obra reciente son el análisis del papel de la
fotografía como creadora de iconos e identidades y la arquitectura como marco
contextual de proyectos de contenido social, donde se da protagonismo a
realidades marginales o insuficientemente visibilizadas. Su trabajo ha
sido distinguido en certámenes o encargos institucionales como Misión Región
(Patrimonio de la Comunidad de Madrid), el XII Premio Pilar Citoler,
el Premio de fotografía Fundación Enaire 2023, the Sony World Photography Awards 2028, IWPA
International Women in Photo
Association award, y ha
sido expuesto nacional e internacionalmente en la Bienal de Venecia, Embajada
de España en Washington, Instituto Cervantes de Chicago, Pratt Institute Nueva York, Sala El Águila Madrid, Copenhague Photo Festival, Encontros da Imagem Braga, PhotoLondon, SIFEST
Savignano PhotoFestival, Bfoto, XIV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, PhotoEspaña, The Royal Academy of Arts
de Londres, International Festival Eme3, Museo Picasso, Museo ICO Madrid o
Madrid Design Festival, entre otros. Actualmente
compagina su labor como free-lance especializada en fotografía de
arquitectura con la docencia de la fotografía en escuelas de arte
madrileñas, el Hamilton College y universidades
como la de Alcalá de Henares, Málaga, la URJC de Madrid o la Tokai University de Tokio.
Andrés Patiño es arquitecto, y miembro del
estudio de arquitectura AJ Arquitectos, con trayectoria profesional en
proyectos de edificación en el campo de la arquitectura y del urbanismo. Ha
centrado su interés en trabajos relacionados con la arquitectura industrial, la
rehabilitación y la vivienda. Coautor del libro Habitar el agua,
junto con Ana Amado, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación y editado por Turner en 2020, con segunda edición en 2022. Ha
recibido el Premi FAD 2021 de Pensamiento y
Crítica el XIX Premio COAG de Divulgación e Investigación y Mención
en la categoría “Difusión” en los Premios COAM 2021. El proyecto ha formado
parte de los contenidos del Pabellón español en las Bienales de Arquitectura de
Venecia 2018 y 2023, del X Congreso Do.co.mo.mo. Ibérico 2018, del V Congreso
Internacional On The
Surface: Photography On Architecture (MAAT, Lisboa, 2019) y ha sido
finalista en el concurso del Mejor Libro de Fotografía del año
PhotoEspaña20. Actualmente continua con su trabajo de investigación,
alternando dicha labor con su estudio de arquitectura.
Cazarabet
conversa con Ana Amado y Andrés Patiño:
-Amigos, ¿por qué sentís la necesidad de
escribir y mostrarnos con imágenes desde vuestras miradas estos pueblos de
colonización que emergieron desde la nada en el pleno franquismo?
-Bueno, este es nuestro trabajo en
realidad. Quisimos visitar estos pueblos y como nuestra herramienta de
comunicación es la fotografía, pues fue nuestra forma de mostrar a los demás la
actualidad de estos pueblos. Segunda pregunta, ¿qué suponen esos pueblos de
colonización que casi podríamos entender como pueblos artificiales? Bueno, los
pueblos de colonización suponen una intervención en el mundo rural, una
intervención moderna por parte de arquitectos, por parte de políticas
hidráulicas que vienen de más atrás del franquismo pero que intervienen de una
forma actual, contemporánea, en un mundo habitualmente apartado de los ámbitos
de la actuación de la arquitectura y del urbanismo moderno.
-¿Quizás
poblados desde otros lares haciendo uso de esa inmigración interior que era
echada por los pantanos o porque las situaciones simplemente en muchos lugares
se hacía insostenible?
-Bueno, no entiendo muy bien esta pregunta.
Realmente los poblados nosotros consideramos que cuando están en la mesa de
dibujo se llaman poblados, después se constituyen como pueblos, son pueblos
actualmente, son pueblos y el término poblados es un término que habitualmente
se utilizaba peyorativamente.
Y bueno, los pueblos se
construyeron, los poblados, que ahora ya son pueblos, se construyeron después
de la guerra civil para alojar a agricultores que se necesitaban como mano de
obra para crear nuevas tierras de cultivo dentro de ese programa integral que
promovió la dictadura, como decís vosotros, también por el tema de los
pantanos. Sí, los pantanos fueron la cara más visible del programa, la que todo
el mundo recuerda, pero la construcción de los pantanos obedece a la necesidad
de llevar agua a estas nuevas tierras de producción. También es verdad que hubo
casos en que a los colonos, bueno, a los pobladores se
les movilizaba forzosamente por la construcción de estos pantanos y esto
también forma parte del programa de colonización.
-¿Se incentivaba que esa ciudadanía fuese a
vivir a estos pueblos de colonización? ¿Cómo y de qué manera?
-Bueno, un poco como acabo de decir, los
colonos se desplazaban a los pueblos de forma voluntaria, excepto en los casos
de la construcción de pantanos en los que se anegaba un pueblo y claro, a esa
gente sí que se la obligaba forzosamente a abandonar su pueblo, pero en general
lo habitual era que los colonos apuntaran una lista para acceder a esas casas y
a esos lotes de casa y parcela y normalmente procedían de pueblos cercanos en
la mayor parte de los casos. Siguiente pregunta, este libro no sería lo que es
si no fuese por la potente presencia de la fotografía, ¿verdad? Bueno, nosotros
hemos hecho una investigación que no es sólo una investigación fotográfica,
pero también es una investigación fotográfica en la medida en que hemos
revisitado con una visión actual pues estos pueblos, unos pueblos que han
quedado un poco olvidados y dejados un poco del mundo vinculados sólo al mundo
académico prácticamente y alejados un poco de la notoriedad que quizás le
corresponda en un momento como el que estamos viviendo, en donde se está
debatiendo sobre qué hacemos con el mundo rural, qué hacemos con la España
vacía, qué posibilidades de desarrollo tienen estos lugares. Entonces pues
realmente volver a estos lugares, hablar con los colonos
sobre todo, fotografiar estos pueblos, sus luces y sus sombras, explicarlos a
un público amplio y divulgar todo este proceso ha sido un poco el trabajo que
nos ha guiado, el espíritu que nos ha guiado para hacer este trabajo.
Y además hay que darse cuenta de
que la fotografía es uno de los medios de comunicación más potentes, como
utilizáis vosotros la palabra potente y es verdad que es el lenguaje que
utilizamos todos hoy en día más, cada vez utilizamos más la imagen, la fotografía
para comunicarnos, entonces utilizar digamos esa herramienta que a todos nos es
familiar pues sí hace que llegue de una forma mucho más directa al público.
-¿Qué
lugares hay, geográficamente hablando, potencialmente señalados o sensibles a
ser potencias en lo de ser pueblos de colonización?
- No entiendo muy bien esta
pregunta, los pueblos de colonización se disponían como hemos dicho en lugares,
en fincas de grandes terratenientes que se expropiaban y que tenían pues algún
pequeño, una pequeña indicación geográfica, dos casitas o un cruce de caminos y
más o menos en lugares que nunca existieron poblaciones, es decir, no entiendo
bien lo que... Bueno, los criterios que se... o sea, cuando un lugar
potencialmente podía ser un pueblo de colonización, bueno, había primero un
estudio por parte de los peritos y sobre todo estaban siempre muy ligados a los
pantanos, a las fuentes de agua, entonces... Y la cercanía de las nuevas
tierras de cultivo especialmente porque todo esto se hacía para cultivar nuevos
regadíos, en lugares donde la tierra pues se explotaba con secano, con cultivo
de secano o donde nunca se había trabajado la tierra pues llegaba el agua a
través de las canalizaciones y entonces se establecían unas nuevas tierras de
cultivo y ahí dominando ese espacio, ese nuevo espacio agrícola se disponía un
pueblo y se colocaba un pueblo.
-Muchos de esos pueblos de colonización eran
como cortados a patrón, hasta parecidos por la disposición y demás, ¿según qué?
-Bueno, esto es un viejo tópico que existe
sobre los pueblos de colonización, realmente los pueblos de colonización son
todos diferentes, diferentes no solo entre ellos, sino también con diferencias
notables en cuanto a su ubicación geográfica, son distintos los pueblos del
norte, de los pueblos de Castilla, de los pueblos de Galicia, de los pueblos de
Andalucía o de Extremadura, hay unas constantes, digamos, en los programas de
los pueblos, la iglesia, el ayuntamiento, la casa del partido, la cooperativa,
había un programa común que había que cumplir, especialmente en los primeros
años 40, que era un poco más duro todo desde el punto de vista ideológico, pero
realmente la formalización de estos pueblos, y ahí está parte del atractivo del
programa de colonización, pues se dejaba un tanto al servicio de arquitectura
dirigido por José Tamés, que precisamente buscaba que
los pueblos fuesen diversos, que fuesen distintos, incluso en su definición
material y física, y los arquitectos que trabajaron en el programa, arquitectos
jóvenes por aquel entonces, pues experimentaron un poco con formas
arquitectónicas, con formas urbanas, para crear algunas obras muy singulares.
No todos los pueblos de colonización son pueblos u obras magníficas, pero sí
son todos ejemplos valiosos de trazado de la época.
- ¿Primaba por encima de cualquier
cosa que fuesen pueblos que cumpliesen ciertas necesidades, que fuesen
prácticos y funcionales?
-Bueno, por encima de cualquier
cosa, realmente todos ellos sí que tenían que cumplir esta condición.
Al final de todo, eran células de
habitar y de trabajo autosuficientes. Tenían que ser funcionales, tenían que
ser prácticos. Se observaba ciertas reglas, por ejemplo, lo que se llamaba el
módulo carro, que era la distancia máxima que podía haber entre la casa del
agricultor y su parcela, para que no perdiesen muchísimo tiempo los
trabajadores en ir a trabajar al campo.
Y sí que se observaba siempre el
tema de la funcionalidad, y se intentaba que la vida de los colonos fuese lo
más, digamos, ponerse la vida lo más fácil posible a los colonos, y sobre todo
en el caso de los pueblos mejor diseñados. Pero luego había más ideas y más
funciones que tenían que cumplir. Pero bueno, sí que es verdad que sean
prácticos y funcionales era una de las principales máximas.
Por otro lado, la funcionalidad es
una de las características y las premisas del proyecto moderno, del proyecto de
arquitectura y de urbanismo. Por lo tanto, estos pueblos nacen precisamente con
esa voluntad de construir pueblos en entornos rurales desde los principios de
la arquitectura moderna. Recordemos que en esa época España era un país aislado
de las corrientes internacionales, pero estos arquitectos jóvenes intentaron
huir de los requisitos que les fijaba el régimen de historicismo, de imperialismo,
de neoherrerianismo en los trazados y buscar unos
trazados modernos que sirviesen al colono, que sirviesen a la vida de la
familia en unas casas que nacen desde el espíritu de la arquitectura moderna.
- ¿Nos puedes hacer un retrato de los
pobladores de estos pueblos de colonización?
-Bueno, nosotros, la verdad es que si hubiese que definirlos con una palabra, diríamos
generosidad. La verdad es que son personas muy abiertas, con un cierto rasgo
como de optimismo, de emprendimiento, de generosidad y de apertura a los demás.
Todos los pueblos que hemos
visitado, que estuvimos en unos 45, nos recibieron de una forma muy amable. No
nos conocían de nada y enseguida nos abrieron las puertas de sus casas, nos
contaron su vida, compartieron con nosotros cosas muy íntimas, memorias de sus
familias y para nosotros es lo que podemos destacar de ellos. Desde luego, la
capacidad de trabajo, porque lo que nos contaron del trabajo tan tremendo y tan
intenso que desarrollaron en el campo durante muchísimas décadas, también es
una característica que hay que destacar.
Esa capacidad de trabajo,
capacidad también de unirse, de crear como una nueva colectividad, una nueva
familia entre todos, una nueva memoria, y eso obviamente se hace solamente con
generosidad y apertura. También es así que los vínculos que establecieron entre
ellos nacen desde la solidaridad, el esfuerzo y ayudaron también a construir
ese otro pueblo, el pueblo inmaterial, el pueblo que no es estrictamente
físico, de ladrillo, sino que es el pueblo que construye los habitantes, los
pueblos de colonización.
-Este libro además de atractivo,
de localizar los principales pueblos de colonización, también es un estudio
sociológico y etnológico….
-Bueno, nuestro libro no pretende
realmente agotar el tema, no hemos abordado nuestro trabajo desde un punto de
vista casi académico, en plan como si fuese un estudio. Nuestro libro, nuestro
proyecto, es fundamentalmente divulgativo, lo que pretende es hacer un mapeado
general del programa de colonización, que es un programa que tiene tantos
subtemas, que agotar cada uno de esos subtemas, entre ellos el estudio
sociológico, nos llevaría mucho tiempo y desde luego no fue el objetivo de
nuestro trabajo, más que nada nosotros pretendemos ofrecer un panorama general
acompañado por imágenes actuales y vídeos también actuales de los pueblos de
colonización.
También repetir que hemos estado
nada más en 45 de los 300, con lo cual sí que nosotros hemos extraído ciertas características
sociológicas, pero están mucho mejor desde el punto de vista de la sociología,
hay tratados y hay tesis muchísimo más completas que lo que nosotros hemos
hecho. Pero sí es verdad que si se quiere mirar desde
la sociología, desde el estudio sociológico, el programa de colonización desde
luego da para mucho, porque si es verdad que dentro de las características
sociales de los colonos hay patrones y hay ciertos rasgos que se repetían, por
ejemplo, que los colonos tenían que ser... Hay normas que están recogidas en
una de las circulares del ENC, normas de selección de colonos, que establecían
ciertas reglas, como que los colonos no podían tener un pasado contrario al
régimen, tenían que estar limpios sus pasados, entre todas las comillas del mundo,
y luego que se favorecía a las familias numerosas. Los colonos tenían que ser
una pareja de hombre y mujer casados, y tenían que tener hijos, y cuantos más,
mejor.
Si hay un perfil común de colono,
podríamos definirlos un poco así, como lo que acabamos de decir.
-¿Cómo es el presente hoy en unos pueblos que
viven mucho del sector primario y que van volviendo a desangrarse, aunque sea
poco a poco?
- Es un presente que no es muy
distinto de cualquier población rural, que depende mucho de su ubicación
geográfica, hay lugares y pueblos que le han ido mejor que a otros, porque a lo
mejor los cultivos de la zona han sido más rentables, se ha variado el cultivo
en muchos casos, y además, en el caso de los pueblos de colonización, se mezcla
también el asunto patrimonial, que también existen los pueblos históricos,
llamémoslo, entre comillas, en cómo se preserva este legado de arquitecturas,
que en algún caso son muy valiosas, que deben de ser conservadas y que deben de
ser protegidas para que sigan manteniendo su naturaleza.
En el caso de los pueblos de
colonización, al ser arquitecturas modernas, todavía parece que no ha calado
esa filosofía de preservar esas arquitecturas, y encontramos algunos casos de
alteraciones notables en algunos pueblos y en otros que están mejor conservados.
Pero el presente de estos pueblos no es muy diferente al presente de cualquier
pueblo en la España rural.
-¿Hay o
se produce un choque generacional?, ¿por qué y en qué consideraciones?
-Bueno, nosotros hemos visto que
generacionalmente es curioso, porque una de las características que hemos
comprobado en los pueblos de colonización es que las distintas generaciones que
se superponen, ya incluso cuarta generación en muchos casos, todas sienten este
orgullo de ser colonos.
Incluso los niños conocen muy bien
la historia del pueblo, cosa que en un pueblo normal y corriente o en una
ciudad, los niños en general no conocen la historia de dónde viven. Y eso se ha
fraguado por este orgullo, esta unión de haber trabajado entre todos, haber
sacado adelante y haber creado entre todo un pueblo. En cuanto a los choques
generacionales, lo que sí hemos visto, como decía Andrés antes, que no en todos
los pueblos se han evolucionado bien, en el sentido de que no en todos ellos se
ve que se haya fijado la población, en muchos casos las generaciones más
jóvenes han emigrado a ciudades o a pueblos más grandes de las cercanías, eso
sí que lo hemos visto.
Realmente no hemos estado en
tantos pueblos que gocen de una salud tal que veas que las parejas más jóvenes
se quedan y siguen trabajando la agricultura, eso lo hemos visto realmente en
pocos. Pero sí que en general los hemos visto habitados y sí que las parejas
más jóvenes vuelven con asiduidad, en el caso de que se hayan ido del pueblo,
vuelven. O sea, que son realmente puntos de atracción, eso sí que lo hemos
visto.
- ¿Cómo ha sido el proceso de colaboración
entre vosotros para llevar a cabo este magnífico libro que parece toda una
enciclopedia de la colonización en España? ¿Cómo lo arreglasteis?
-Nosotros, además de arquitectos y
fotógrafos, somos pareja y también utilizamos durante tantos años, como hemos
establecido este proyecto, que son ocho en este momento, tirando de nuestros
ahorros, tirando de nuestros medios en un principio, y tirando sobre todo de
nuestro tiempo libre y de nuestras vacaciones. Vivimos entre Madrid y Galicia y
entonces también utilizábamos estos pequeños viajes a la España interior como
viajes de conocimiento y como momentos en los que estar juntos.
Tenemos recuerdos maravillosos de
todas estas visitas a los pueblos y vinculados también a nuestra historia
personal, obviamente. En cuanto a cómo lo arreglamos, siempre con... Con mucha
paciencia. Con el cuidado necesario cuando se trabaja con tu pareja, pero
realmente... Además, tenemos nuestros respectivos oficios y profesiones, tanto
en Madrid como en Galicia, y entonces teníamos que ocuparnos de esto en
nuestros tiempos libres, en la investigación, en las fotografías, en el
tratamiento de todos estos documentos, y tuvimos esa fortuna de llegar a
publicar el primer libro, que es Habitar el agua, con el Ministerio de
Agricultura y la editorial Turner, y después interesar al ICO en nuestro
trabajo para hacer esta exposición de Madrid y este catálogo.
Sí, además se une un poco con la última
pregunta que comentáis y cómo fue colaborar con la edición de Asimétricas,
siempre tan rigurosa y pulcra, y con el Instituto de Crédito Oficial. Bueno,
pues se enlaza un poco con esto último que está diciendo Andrés, porque después
de eso, de esta primera parte de nuestro proyecto, hasta llegar a publicar
Habitar el agua, pues eso fue un poco lo que nos abrió las puertas a la
colaboración con el ICO, y de forma que finalmente produjo nuestra exposición y
el catálogo al que os referís, que fue el catálogo que ha coproducido
Asimétricas con el ICO. También en el diseño ha participado Felipe Trillo, que
es un colaborador nuestro habitual, con el que fue el encargado de diseñar el
anterior libro, Habitar el agua.
-Pero en este caso, los editores
fueron Asimétricas, en colaboración con el ICO, y ¿cómo fue?
-Bueno, pues fantástico,
imaginaos. Primero, tener al ICO ahí respaldándote, que es, como decís
vosotros, una institución muy rigurosa y pulcra, y después la experiencia
también y el buen saber de Asimétricas, pues dio como resultado este catálogo,
que nosotros estamos muy contentos. Fue un proceso también que llevó mucho
trabajo, porque tuvimos que reunir nuestras imágenes, o sea, nuestro trabajo de
visita, de trabajo de campo de visita a estos pueblos, con un número bastante
considerable de material de archivo, que es el que podéis ver, el que se pudo
ver en la exposición, y obviamente es una selección solamente de ese material
de archivo, pero en el libro lo que hicimos fue conjugar, en las mismas
páginas, en el mismo espacio, nuestras fotografías, que son el estado actual,
con el mismo material de archivo, un poco como el pasado y el presente están
conviviendo en las mismas páginas, de una forma que el libro sea muy
divulgativo y apoye a lo que se pudo ver en la exposición, que ahí sí que, por
ejemplo, el pasado estaba en la planta baja, el material de archivo, y el
presente estaba en la planta alta.
Sin embargo, en el libro conviven,
así que el catálogo es un apoyo, es como un complemento a la exposición. Bueno,
pues hasta aquí, esperemos que no habernos enrollado mucho, muchísimas gracias
por vuestro interés, disculpad que nos hayamos enviado esto antes, hemos estado
completamente desbordados, nos fue imposible escribíroslo todo, pero bueno,
seguramente podéis extraer vosotros aquellas partes que os interesen más de
esta entrevista.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)