Cazarabet conversa con... Mariano
Gistaín, autor de “Nadie y nada” (Prames)
Nos
sumergimos en la narrativa más directa de Mariano Gistaín.
Un libro de
diálogos entretenidísimos que nos harán reír de inmediato, pero, también, sin
lugar a dudas, nos darán qué pensar.
La sinopsis
del libro:
Dos personas sin recuerdos
descubren que son intercambiables a veces.
No saben dónde están ni de dónde
vienen. Solo tienen palabras y un poco de cultura. Con estos medios intentan
averiguar quiénes son y crear una nueva vida: «Al no ser nada podemos hacer lo
que queramos».
Con Nadie y Nada Mariano Gistaín vuelve a sumergirnos en ese universo límite
construido a través un diálogo permanente entre lo virtual y lo analógico, y
donde, además, resulta imposible una resolución definitiva de lo real. Con un
formato cercano al libreto de una obra de teatro, siempre con humor y avant la lettre, Gistaín se mantiene en la línea de alguno de los grandes de
la ciencia ficción estadounidense, como Ray Bradbury, Philip K. Dick o Douglas
Adams, y también en la de esa exquisitez del absurdo que es Esperando a
Godot, de Samuel Beckett.
Cazarabet
conversa con Mariano Gistaín:
(fotografías
de Javier Cebollada y Antón Castro)
-Mariano,
¿cómo se te ocurrió esta casi delirante—si me permites---historia en la que los
protagonistas no tienen recuerdos y por tanto no saben ni dónde están, ni de
dónde vienen y desde ahí se desgranan todas las historias…?
-Primero,
muchas gracias por entrevistarme, conozco Cazarabet desde el primer día así que
estoy muy contento de responder y de que hayáis leído el libro... Esas dos
personas, que no se conocen, que no saben quiénes son y que descubren que son
intercambiables a veces, pueden ser cualquiera de nosotras o nosotros en este
momento de espanto invisible. El pánico es invisible pero palpable y denso,
aunque a veces, en su nivel más benigno lo llamamos ansiedad.
Le
dije a Antón Castro en una entrevista sobre "Familias raras", el librito
de cuentos que publicó el Instituto de Estudios Altoaragoneses hace unos meses,
que escribo por encargo o desesperación. "Nadie y nada" no fue un
encargo, así que... esta pareja está tan desorientada como la mayoría... Nadie
entiende nada... quizá entendemos el 1/1000 y creemos que manejamos el
universo, incluyendo a los demás y a nosotros mismos. Pero solo tenemos una
certeza... y mejor no nombrarla.
-Pero
lo más imperativo y el denominador común, en ellos, es que quieren averiguar
quiénes son, la falta de identidad es algo que nos puede abrumar, ¿no?… como
que te levantas un día y no sabes quién eres, qué haces allí o aquí; qué pintas
o qué dejas de pintar…
-En
el momento de escribirlo, y ahora más, dos personajes que no saben quiénes son
me parece lo más natural: me parece que "Nadie y nada" es
hiperrealista, siempre que aceptemos que la realidad está entre lo cuántico y
lo cosmológico, o sea, un lío.
-Desde
un primer momento en el libro de la editorial Prames con la colección Las Tres
Sorores me pareció más una obra teatral, por su estructura, que una de
narrativa…¿por qué escoges esa estructura?; ¿buscabas
agilidad, ser directo, ir rápido al corazón del problema?
-El
formato salió solo, sin preguntarme, quizá el escritor es a veces un
instrumento, igual que el ordenador o, ahora, la IA... o sea, el instrumento
siempre mete baza de alguna manera... los mismos personajes de "Nadie y
nada" abordan este asunto más o menos. Así que salió en forma de diálogo
porque ellos iban a toda velocidad... como vamos
todos ahora... Es cierto que intento ir al grano, o, tal como dices, quiero ir
al corazón del problema. Otra cosa es que ellos, o ellas, no sepan cuál es el
problema... y yo tampoco.
-Se
lee a velocidad de vértigo y tiene algo de surrealista, ¿no?; ¿qué nos puedes
decir?
-Lo
del vértigo me lo tomo como un elogio, así que gracias. El surrealismo es
natural, y más en Aragón: debió nacer al mismo tiempo que la gravedad o quizá
antes, en el big bang, que
si fue como lo pintan es bastante surrealista avant
la lettre. Y si fue de otra manera, también.
-Y
está ese “buen toque” de ciencia ficción que es como el motor de la narrativa
que aquí nos muestras…
-Sí,
está por todo, ciencia ficción y surrealismo deben ser intercambiables como
Nadie y Nada. Por cierto,
la portada, una genialidad de los ilustradores y diseñadores de Prames, es
perfecta: es el orbital de un átomo de hidrógeno, la vida misma. La ciencia
ficción, en mi caso, es aparente porque las cosas que salen ya están a punto de
aplicarse o de contarse. La utilizo para no aburrirme ni angustiarme más de la
cuenta con el presente.
-Pero
hay, también, lugar para la reflexión porque los personajes, y es normal, se
preguntan “si no sabemos quiénes somos; al no ser nada, ni nadie… podemos hacer
lo que queramos” y eso abre un amplio abanico peligroso, pero, a la vez, frágil
y vertiginoso……un debate reflexivo casi moral y/o ético…
-Eso
ya son palabras mayores, desde luego a esta pareja se les va la olla de vez en
cuando y yo no me responsabilizo de lo que dicen.
-Es
como si establecieses una conversación contigo mismo o como si escuchases,
“tipo voyeur”, una conversación de dos tipos y nos la hicieses llegar… pareces
un espía que nos cuenta como la vida y la cotidianidad llena de cosas puede
ser, como dices en el título, “Nadie y nada” …
-Eso
debe ser, y te agradezco mucho esa interpretación (que usaré de ahora en
adelante): quizá soy un espía ocasional que ha accedido a la grabación (tal vez
con un software como el Pegasus ese) de estos dos personajes y la he
aprovechado para paliar mi falta de inspiración. En ese caso tendría que haber
dicho que está basada en hechos reales, que es un reclamo que vende mucho.
-La
obra nos hace reír y llorar… ¿es lo que buscabas porque es lo que nos da la
vida en el día a día?
-Ni
idea. Quizá el hacerse preguntas es inevitable, quiénes somos, cuál es la vida
buena, de dónde venimos, etc.
-Amigo
Mariano, ¿cómo fue enfrentarse en lo que me parece eran “esos otros “yo” que
habitan en nosotros”?
-Esos
otros salieron solos, debían de estar agazapados haciendo nervios y miedo y
esperando la ocasión para salir. La primera versión, que es la última, es del
verano de 2021... Creo que fue una liberación dejarlos salir.
-¿Cómo
se documenta uno para este trabajo…me parece que el día a día y las
páginas de sociedad dan para mucho, pero coméntanos…?
-La
documentación es la propia vida, las noticias, cosas que lees o ves todo el día
y que se quedan en los cuadernos, y a veces en la memoria, en forma de frases
ilegibles, apuntes, moñacos, garabatos...
-¿Cómo
fue trabajar con Prames, me da que muy sencillo?
-Sencillo,
amable y veloz. Prames, encarnado en su director Rafa Yuste y en la gente
maravillosa que disfruta en esa empresa, es para mí un milagro. Aprovecho para
destacar que "Nadie y nada" se publica en la colección Las Tres
Sorores a la vez que una obra maestra, y ópera prima, que es "Perro sin
nombre", de Luis Carlos Marco Bruna, que entre otros hallazgos tiene
aforismos como este: “El 99% de la población que habita el paraíso es
feliz".
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)