Cazarabet conversa con... Jorge Cortés Pellicer, autor de “Memoria
de aquel silencio” (Comuniter)
Jorge Cortés
Pellicer escribe un libro de narrativa desde la editorial zaragozana de
Comuniter.
La sinopsis del
libro:
La actividad
guerrillera del maquis, que se prolongó finalizada la contienda, a pesar de
formar parte de nuestra historia reciente está envuelta en la
densa bruma del olvido. Memoria de aquel silencio habla de los anhelos,
las ilusiones, también de las desesperanzas y errores de uno de sus más activos
integrantes. El testimonio que recoge Jorge Cortés, el autor de esta novela,
resulta duro y por momentos sobrecogedor.
Desde el lejano
exilio de Praga, y con la abrumadora distancia de la vejez, Ramiro cuenta y
reconsidera episodios de su lucha antifascista y de las penalidades de aquella
España, de aquel Aragón agreste, y de tantas gentes, hombres y mujeres, a
quienes la represión del franquismo hurtó la libertad, el futuro, y en muchos
casos la vida, pero él también esquiva hechos con consecuencias trágicas y que
pertenecen al silencio. Carmen, su descubrimiento del amor, ayudó a la
guerrilla por él y sufrió las consecuencias, y desde su casa con huerto
recuerda especialmente aquellos meses de 1945 cuando lo ocultó, y sus cuerpos
fueron el refugio frente a la hostilidad que les rodeaba, y ambos, en la
lejanía, intentan reconstruir lo que les unió y separó, aquel silencio que
esconde sus verdades.
Memoria
de aquel silencio
aporta luz a las tinieblas, aporta recuerdos que vienen a rescatar del olvido
en que se han sumido durante tantos años unas páginas imprescindibles de
nuestra historia.
El autor, Jorge
Cortés Pellicer:
Zaragoza,1953.
Licenciado en Derecho. Ha publicado las novelas "La savia de la literesa" (2003), "El brumario de Emilio"
(2009) y con L. Bazán, "Aquellas miradas" (2010), también es autor
del relato "El maestro" (1999) incluido en "Historias de maquis
en el Pirineo aragonés". Entre 1974 y 1992 publicó artículos en Andalán,
Aragón-Exprés y El Día, y más recientemente en Rolde y Criaturas Saturnianas.
Coautor de libros colectivos como "La Charrada" (200ó), "José
Antonio Labordeta: Creación, compromiso, memoria" (2008), "Vicente
Cazcarra y el Aragón de su tiempo" (2010), en el homenaje al escritor
Fernando Aínsa (2010) y "De propio por Aragón" (2022). Coordinador y
autor junto a otros del libro "Casa Emilio: 50 aniversario" (1989,
1996 y 2009). Ha participado en diversas iniciativas culturales aragonesas en
especial en defensa de las minorías lingüísticas de Aragón, con sus
aportaciones en los libros "El aragonés: Identidad y problemática de una
lengua" (1977) y "Los Aragoneses" (1977) y también es autor de
la narración en aragonés "Un emigrán"
(1976). En relación con el poeta Rey del Corral es autor de la monografía
"La ética de la guayabera" (1996) y del artículo sobre su obra
"José Antonio Rey del Corral, poeta" (2005).
Cazarabet
conversa con Jorge Cortés Pellicer:
- Amigo, ¿qué te ha llevado a escribir
esta obra narrativa en primera persona que podríamos llamar narrativa
testimonial sobre los años en la guerrilla? Esa narrativa en primera persona,
esas conversaciones, le dan un ritmo especial a todo…valiosísimo y alentador,
¿no?
-He optado por esta perspectiva, por la
intención misma de la novela. Ramiro, por ejemplo, un personaje literario y
real, también un precipitado de guerrilleros que he conocido, pretendo que
sintetice, décadas de por medio, vivencias, realmente sucedidas, y visiones de
aquella experiencia tan dura. He elegido plantearlo como una especie de
memorias y también con la técnica del reportaje porque así intento aproximar al
lector a cuanto ocurre en el tiempo, espacio y protagonistas que novelo, a
procurar que comprenda aquel tiempo con sus circunstancias, estados de ánimo y
aquella realidad, y no juzgando con los valores y puntos de vista actuales.
.- ¿Crees, de veras que son historias “envueltas
en esa densa bruma del olvido”? ¿Por qué lo crees si se han escrito bastantes
libros que hablan, con ingredientes más o menos de ficción, de la
actividad guerrillera del maquis?
-Del olvido o del
silencio. La elección del título “Memoria de aquel silencio”, apela a ello.
Entiendo que no es comprensible una literatura definitiva sobre el maquis, que
agote este tema, porque en primer lugar son posibles nuevos acercamientos
documentados o testimoniales y en segundo lugar una perspectiva más matizada,
lo que conlleva, en términos literarios, de la literatura que respeta y se
atañe al contexto histórico de la guerrilla, una nueva escritura. Diría que la
memoria contra el olvido, pero también para que el silencio no sea desmemoria.
-
¿Crees que el silencio no se “mitiga” solamente escribiendo, hablando…?
-Las
circunstancias personales y políticas de quienes participaron en el maquis son
distintas, y en algunos casos contradictorias. Claro que la escritura no
subsana, no sustituye, lo que se ha callado, lo que han callado, por las causas
que fueran, quienes estuvieron allí, con todas, todas, las consecuencias de
esas presencias. Pero los años se han ido y con ellos la posibilidad real de
que esos protagonistas nos hubiese contado lo que callaron, o no decidieron
contar, y entonces sí que la literatura, sobre base documentada, constatada por
documentación y analogía, puede, humildemente llenar un poco de ese silencio.
-La
perspectiva que nos da, que te da a ti, también, el paso del tiempo, ¿es lo que
marca un punto diferencial aquí en esta narrativa? No sería el mismo libro
escrito a los pocos años de dejar la guerrilla, ¿verdad?
-Estoy seguro que
Ramiro no contaría lo mismo, tampoco sus énfasis y autocríticas serían iguales
en 1952 que en 2019, claro que no. En 2003, se van a cumplir veinte años,
publiqué “La savia de la literesa” (Prames),
completamente ambientada también en el maquis. Y también mi perspectiva como
escritor a este respecto no es la misma y por consiguiente la escritura de
“Memoria de aquel silencio” no coincide en la apreciación latente, incluso
expresa, de la experiencia guerrillera. Uno se documenta más, conoce de primera
mano más, también el tiempo influye en cada cual y la
resultante es distinta, no opuesta, ni mucho menos, pero sí distinta,
diferente, creo que matizada. En “La savia…” el aspecto épico está realzado, me
parecía exigible, pero en “Memoria…” es la apreciación autocrítica, eso sí, sin
equidistancias vergonzosas, la que gana presencia en las páginas y ello me
parece inevitable, incluso saludable.
- En tus creaciones ¿qué papel quieres
darles a los personajes…; un papel como prioritario frente a la trama y al
escenario de escenarios? ¿Son personajes que muestras y haces desfilar en tu
historia han ido cambiando tal como los pensaste en un inicio bajo el influjo
de la trama? ¿O es más bien algunos rasgos de la trama los que cambian bajo el
influjo, influencia o enamoramiento al que te someten, como escritor, algunos
de los personajes?
-Las voces del narrador y el
protagonista, los protagonistas se superponen, se secundan, pero también me
sirvo con ello para levantar ciertos silencios que por ejemplo Ramiro ha
interiorizado, pero a cuya avanzada edad quiere que alguien, no él, cuente,
aunque sea insuficientemente y su papel es prioritario. Puede ser que los
mismos personajes me influyan en los pasos siguientes de la novela, pero mi guión sostenía esas presencias quizás cambiantes,
necesarias. Me interesa remarcar que se olvida, voluntariamente o no, y lo
olvidado puede desaparecer con los años; sin embargo, otras veces se silencia,
siempre voluntariamente, hechos o comportamientos que no nos agradan, que
ocultamos, pero que no se han olvidado, y el silencio está ahí latente. Y en la
novela es el narrador, eso pretende, quien de la mano
de los protagonistas, quien ayuda a revelarlo, a darle voz, incluso a pesar del
protagonista principal.
- ¿Y sería el mismo libro sobre la guerrilla,
la de los guerrilleros, guerrilleras y aquellos que los ayudaron si estuviese
escrito desde España?
-Si la pregunta
se refiere a si se pudiera haber escrito en la España franquista diría que
sería imposible, pero tampoco durante aquel tiempo en el exilio antifranquista
porque la etapa del maquis no concordaba con las orientaciones políticas y
estratégicas que impulsaba la dirigencia política, años cincuenta del pasado
siglo, que anteriormente había promovido e impulsado la lucha armada contra el
franquismo, el maquis.
-
Amigo Jorge, ¿qué es para ti la narración?
-Contar,
describir, relatar. Ordenar el impulso literario para trasladar al lector,
vivamente, la historia e historias que se cuentan, girando en torno a
biografías incompletas, siempre inacabadas.
-
Porque parece que el papel de la trama siempre es el eje sobre el que gira todo
lo demás---hasta la paciencia, satisfacciones e insatisfacciones del escritor o
escritora--, ¿no?, pero a veces la ósmosis entre personajes y trama es tan
fuerte que interaccionan de una manera muy, muy fuerte…
-Es que, en mi
manera de narrar, hay que intentar que en su conjunto el argumento y los
personajes que lo expresan sean parte conjunta, inseparable. Me resultan
incomprensible unos personajes que no alienten la trama, aunque sea desde una
aportación no destacada, no protagonista y a la inversa el argumento, el fondo
de la novela, sería poco verosímil sin un cuadro humano, protagonista, que lo
galvanice. Por ejemplo, Carmen y Antonio, expuestos con tan diferente
notoriedad y detalle, pero sustanciales como referencia permanente, no solo del
devenir de Ramiro, sino del mismo argumento de la novela.
-
¿Cuál y cómo es el papel que le otorgas al escenario de escenarios en el que se
pasean los personajes y se desarrolla la trama?
-Importantísimo, un protagonista más y no
un protagonista cualquiera. Ramiro nació en la comarca altoaragonesa de La
Galliguera, un paisaje que me exige su descripción, intento que apasionada,
porque es su tierra aunque ya en la fase terminal de
su vida no se reconozca de allí, pero conserva restos de la vieja lengua
aragonesa que habló allí en su niñez. Y allí busco, porque lo hubo, vitalidad,
empeño, su compromiso por amistad, no por otra razón, con Antonio y su
inclusión en el maquis. Después fue Francia, organizándose políticamente, pero
también asumiendo papeles a veces trágicos, bordeando ciertas sordideces junto
al ánimo militante. Y su estancia, más madura en las sierras de Teruel y
Valencia y el encuentro con un contexto brutal, terrible, desconfiado,
sostenido por una disciplina que sustituye unos ánimos que desoyen la realidad.
El regreso al intempestivo refugio francés y Praga, el exilio, que se inició
con la ilusión fundamentada en la vuelta y que con las décadas se tiñe de gris,
conformista, de la decepción de que su vida, el resto de ella, está en suelo
checo.
-
Amigo, ¿qué pretendías al sumergirnos en este ejercicio narrativo…? ¿ponernos en la piel de aquell@s guerriller@s?
-Por lo que el maquis o la guerrilla
antifranquista, como se le quiera denominar, significó durante casi una década
la única oposición organizada frente al franquismo como los estudios históricos
acreditan suficientemente. El Partido Comunista de España (P.C.E.) jugó un
papel fundamental en el impulso y desarrollo de la guerrilla, pero es evidente
que esa estrategia fracasó estrepitosamente y el maquis debió ser desmovilizado
mucho antes, porque sus últimos años de existencia, su subsistencia, les forzó
a actuaciones que incluso desprestigiaron sus objetivos. En todo caso me parece
un tema con muchos silencios y olvidos, muy atractivo para novelarlo,
respetando siempre, al menos en eso he procurado aplicarme, el sustrato
histórico, sin falsificarlo ni distorsionarlo, pudiendo adoptar en la narración
puntos de vista complementarios, incluso opuestos. Y por supuesto, y lo quiero
destacar, he intentado narrar la intrahistoria, la cotidianidad, los detalles
de aquellas convivencias, y también, en el olvido o en el silencio respetar a
quienes sobrevivieron a la expuesta vida en el monte y hubieron de rehacer, ya
con edad, sus biografías, lejos de su tierra y adaptarse a una vida impensada.
-
Amigo, ¿nos puedes hablar del proceso de documentación, búsqueda de fuentes,
lectura de libro y demás que hay detrás de este libro? Período apasionante,
pero muy afanoso y trabajoso que, a veces, incluso nos puede sumergir en cierta
ansiedad. ¿Cómo ha sido, amigo Jorge, el día a día de trabajo, tu metodología
de trabajo para construir este libro de ensayo / narración?
-Comencé a tener información, trazos,
notas, noticia detallada de vivencias en los años setenta del pasado siglo.
Inicialmente había una identificación política e ideológica con lo que
significaron; eran otros tiempos, pero con llegada de la democracia, conocí un
caso muy significativo. En un mitin correspondiente a las elecciones generales
de 1977 tuve noticia de un exilado comunista, un antiguo guerrillero recién
llegado a España, y su emoción durante aquel acto que se mezclaba con su
opinión, que se atrevía a manifestar a unos compañeros, de que lo ocurrido en
el monte, decía, seguirá siendo una historia sin contarse plenamente. Era el
silencio con el que cargaban, lo comprendí con el tiempo, quienes por
disciplina y en aras a la nueva política de reconciliación nacional, años
cincuenta del pasado siglo, y luego por los consensos de la Transición, no
debían exteriorizar cuanto sabían de la existencia que habían protagonizado en
el monte. Eso me influyó, y desde entonces he ido leyendo, investigando,
conversando, consultando, manteniendo correspondencia, viajando y he recabado
testimonios y documentos, alguno de los cuales llegaron a mis manos sin
solicitarlos y que he procurado siempre corroborar, y el transcurso del tiempo,
y los hechos nuevos que este nos revela, obligan a modular, ampliar e incluso
puede variar el punto de vista de lo que he ido escribiendo.
Sí, lo reconozco,
es un asunto que me ha interesado mucho, aunque ya en estos momentos ese
interés no es el que fue. En mis escrituras los datos, los referentes
históricos y sus personajes, como ocurre en el final de “Memoria de aquel
silencio” o aparecen expresamente o el lector puede deducirlos de lo que el
argumento desarrolla. Mi cuaderno de trabajo de esta novela parte de un
bosquejo de argumento y antes de comenzar la escritura voy componiendo aquellos
personajes, sus trazos básicos, que intervendrán, desde luego en una novela,
aunque reconozco que el sustrato documental que aporto creo que es amplio y en
algún caso creo humildemente que novedoso.
-
Este trabajo, Jorge ¿te ha abierto la mente y la curiosidad a indagar más sobre
algunos de los aspectos tratados en el mismo?; ¿nos puedes hablar de trabajos
en los que estás sumergido ahora?
-Cerré la novela
en agosto de 2022 y en días hubo acuerdo con la Editorial Comuniter y desde
entonces no he vuelto sobre este asunto. Literariamente no ando en nada
concreto, pero sí que tomo notas casi a diario, también de ideas que van
surgiendo y después el tiempo dirá, que siempre suele decir algo.
Muchas gracias
amigos de Cazarabet.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)