La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Luis Negró Acedo, autor de "Génesis del ideario franquista o la descerebración de España" (Universitat de València)
Todo lo que
rodea al franquismo está un poco como, todavía, camuflado, pero ahí está
todavía y puede “verse” y analizarse ayudados por estudios e investigaciones
como la que ha llevado a cabo Luis Negró. ¿Cuáles
fueron las raíces de las ideas que llevaron al franquismo más allá de asaltar y
tomar el poder…? Qué argumentos los mantuvieron durante cuarenta años en el
poder?; ¿Qué parte de esa herencia, desde el ideario, nos hicieron como tragar desde la transición
y nos han llegado hasta el día de hoy?; ¿Sabemos lo suficiente del fascismo que
impregnó al franquismo?; ¿Qué discurso, de qué manera y bajo qué formas y
estilos nos envolvieron en una especie de nebulosa año tras año….?; ¿Se
adaptaron las ideas fascista de Franco y del franquismo al paso del tiempo para
controlar siempre las situaciones o siguieron siempre bastante lastrados por
sus principios más inmisericordes…o, quizás organizaron un intríngulis que tenía un poco de cada…?. En este libro, muy
bueno sobre cómo ha ido el discurso fascista en torno a la dictadura fascista
nos encontraremos con argumentaciones y reflexiones muy bien diseñadas para
nuestro entendimiento y que nos acercarán a cómo fue no sólo ese “Génesis” y
origen de la Dictadura franquista….sino, también, a cómo fue su caminar y su
devenir porque las ideas se originan , pero también viajan…
Lo que
nos dice Publicacions de la Universitat
de València sobre el libro:
Luis Negró Acedo analiza la
evolución ideológica del régimen Franquista desde el discurso falangista filonazi hasta la adaptación nacional-católica, a través
del estudio de las tres revistas más influyentes de la época–‘Escorial’,‘Revista de Estudios Políticos’y‘Arbor’.
Una transformación camaleónica que no podía ocultar el fondo antiliberal y reaccionario del pensamiento franquista.
Ciertos sectores mediáticos, políticos y académicos llevan tiempo intentando
desterrar de los análisis teóricos de la historia de España la palabra
fascismo. Como mucho se admite que en la inmediata posguerra el régimen
resultante de la guerra civil, influido sin duda por Alemania e Italia, se fascistizó, pero nunca llegó a convertirse en un sistema
totalitario. Esta obra se adentra en aquella etapa negra y expone qué ideas
sustentaron el primer franquismo y quiénes fueron los encargados de crearlas y
exponerlas. A través del estudio de las tres revistas más..
El autor, Luis Negró:
Este pacense, natural de Villafranca de los Barros, es Doctor
en Letras por la Universidad de la Sorbona. Ha sido lector en esta Universidad
y posteriormente profesor de Literatura e Historia de las Ideas en la España
del siglo XX en la Universidad de Caen (Normandía) hasta el curso 2009-2010. En
este marco ha trabajado y colaborado en revistas universitarias francesas, con
artículos que van desde el empleo del concepto “pueblo” en el discurso político
de Unamuno, hasta la transición cultural y política de la dictadura franquista
a la monarquía parlamentaria, pasando por la generación poética de 1927, el
Madrid de la Guerra Civil o la crítica literaria durante el franquismo. Ha publicado,
también, en la revista Pasajes, un estudio sobre el tratamiento dado
actualmente a Dionisio Ridruejo, en ciertos medios de difusión de ideas. Es
autor, asimismo, de "El diario El País y la cultura de las elites durante
la transición" (2006) y "Discurso literario y discurso político del
franquismo" (2008)
Cazarabet conversa con Luis Negró Acedo:
-Luis, ¿tenemos una buena idea,
valoramos lo suficiente el conjunto de ideas en la España del XX?
-Creo que no, y la razón principal es
el largo paréntesis del franquismo, durante el cual fue imposible debatir sobre
las ideas que habían ido desarrollándose durante el primer tercio del siglo. En
lo que se refiere a algunas corrientes de pensamiento, como por ejemplo el
marxismo, no se tuvo tiempo antes de la guerra civil ni siquiera de
asimilarlas, de ponerlas en perspectiva con respecto a lo que estaba sucediendo
en España.
Lo que se hizo después de la muerte
del dictador solo podía ser una suerte de "recuento, de recorrido
panorámico" por ese conjunto de ideas, ya que estaban fuera del contexto
histórico. El corte había sido demasiado violento y demasiado largo. El ejemplo
de Ortega Gasset es bastante elocuente
al respecto, ya que, a pesar de los esfuerzos del diario El País por traerlo a colación con toda suerte de pretextos, no
creo que sus ideas, a pesar de la importancia que tuvieron en la España
anterior al franquismo, tengan mucha incidencia sobre la realidad actual.
-Y, en
particular, ¿cómo llevamos lo del período, en torno a las ideas, enclavándonos
en el período franquista?
-En lo que se refiere a las ideas en
España durante el franquismo, pienso que, por el momento, es difícil ver claro.
Difícil porque, por razones diferentes aunque siempre interesadas, todo ha sido
manipulado por unos y por otros : unos, como los teóricos del falangismo,
porque se fueron apartando del régimen y “olvidaron” su período fascista,
presentándose como “soldados” del liberalismo ; los aparatos del poder, porque
querían incorporarse al capitalismo occidental y poner en primer plano lo que
definían como permisivo o como “signos de libertad” ; y la oposición, para cumplir con lo que esos
aparatos de poder le imponía para salir de la dictadura, echó tierra al asunto,
al mismo tiempo que a sus propios errores, firmando tácitamente un pacto de
silencio sobre el período.
Es un trabajo difícil, en el que se
avanza paso a paso, cuyos resultados son poco audibles porque los grandes
medios de comunicación difunden la versión oficial que se dio en la transición.
Pero difícil no quiere decir imposible.
-¿Fue una
utopía la instalación de la Institución Libre de Enseñanza….o es a través de
utopías que se construyen los mejores futuros?
-No creo que fuera una utopía. Hay
que pensar que el primero y fundamental objetivo de la Institución Libre de
Enseñanza, era educar a las elites. La Institución fue creada por un grupo de
profesores universitarios, en paralelo a la universidad oficial. A sus clases
asistirían, pues, las elites que debían ponerse al frente de la educación, de
la investigación, de la ciencia, de la cultura, y que a la larga deberían
gobernar el país y modernizarlo. Y uno de los instrumentos de esa modernización
era poner en práctica los medios que permitieran la educación de todos los
españoles (cosa por otra parte que, aunque con deficiencias, tiene hoy una
cierta realidad en Occidente). No pienso que los institucionistas
lo vieran como una utopía. Hay que tener en cuenta que, entre el final del
siglo XIX y la II República, habían logrado llevar a la práctica algunas de sus
ideas desde sus puestos en la Administración estatal o desde el gobierno, en el
período republicano (Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones
Científicas, Instituto Rockefeller, Residencia de Estudiantes, Misiones Pedagógicas....)
- Si te
fijas mucho, haces un punto y aparte en la figura de Menéndez Pelayo. Por
favor, amigo, acércanos un poco, aunque sea brevemente, a su ideario…
-Se puede decir que el núcleo del
ideario de Marcelino Menéndez y Pelayo se resume en dos o tres afirmaciones
categóricas, extremadamente simples, de las que la razón está totalmente
ausente, porque se proclaman como "verdad revelada".
La primera de ellas no deja ningún
lugar a dudas al respecto. En su célebre Historia
de los Heterodoxos españoles se lee : "Católico soy, y como católico
afirmo la Providencia, la revelación, el libre albedrío y la ley moral bases de
toda historia".
Así pues, el catolicismo es el
horizonte insuperable por el que debe concebirse cualquier acto individual o
colectivo, cualquier interpretación de la historia. Se sobreentiende que todo
lo que está fuera debe ser condenado, extirpado del individuo y de la
comunidad, con "fanatismo e intolerancia", para emplear sus palabras
La siguiente afirmación lo
corrobora: "¿Hubiera podido existir
la Inquisición si el principio que dio vida a aquel popularísimo tribunal no
hubiese encarnado desde hace mucho tiempo en la conciencia del pueblo
español".
Un puñado de ideas
"adornado" con una erudición abrumadora, fuente de documentación de
todo tipo de estudios posteriores, no solo franquistas.
Pero Menéndez Pelayo hubiera pasado a
la historia de las ideas como un erudito ultraconservador, como un defensor
ultramontano del catolicismo, que al final del siglo XIX se enfrentó con los krausistas
y más particularmente con Gumersindo Azcárate en un
violento debate sobre la libertad de la ciencia, si el franquismo no lo hubiera
hecho la referencia obligatoria y mayor de la cultura española, una suerte de
quintaesencia de lo que la dictadura llamaba "las esencias de
España".
-¿Qué revistas, de carácter
cultural, rescatarías de la memoria de aquellos años…? ¿Qué “lecturas de la
historia” cobran un valor como de “imprescindibles”?
-Si la pregunta se refiere a todo el
siglo XX, no sabría responder, ya que las revistas culturales son numerosas e
importantes en los años 1920-1930 y, por razones de edad, me son prácticamente
desconocidas.
Si se refiere al período franquista
diría Triunfo, que, en los años 1960,
influyó de manera decisiva, no solamente en mí, sino en los jóvenes que
conocía, en nuestra visión de la cultura
y de la política. Aunque de todo lo que se refería a España tuviera que hablar
con mucha prudencia (a pesar de lo cual tuvo problemas con la censura), nos enseñó a comprender lo que
pasaba en el país, o bien entre líneas, o bien por comparación con los
reportajes que nos ofrecía sobre otros países o situaciones, sobre otro cine,
otra literatura u otras costumbres.
-Por lo
que he podido ir documentándome eres una especie de “especialista” en el
“ideario de Unamuno”…¿Cómo influyó en ti ….y cómo piensas y sientes que el
pensamiento de este humanista ha podido ir influyendo en todos y en “el todo”?
-No creo poder decir que soy
"especialista" de Unamuno. Mis contactos con él, aparte de las
lecturas de juventud, se limitan a las investigaciones tangenciales sobre su
obra que he tenido que hacer para trabajos cuyo eje principal estaba centrado
en su época, o para mi labor de docencia en la universidad.
No obstante, intenté trazar un perfil
del personaje en un artículo publicado en una revista universitaria, titulado El concepto pueblo en el discurso político
de Unamuno, en el cual trataba de mostrar, sirviéndome del concepto pueblo,
cómo Unamuno cambiaba de punto de vista, cómo algunos conceptos cambiaban de
valor y significación en su discurso, a menudo bruscamente y sin que lleve a
ello un razonamiento demasiado riguroso. Su famoso desplante castizo "que inventen ellos"
refiriéndose a Europa, que anteriormente había sido para él un ejemplo que
debía guiar a España, es el caso más flagrante.
La influencia de Unamuno no ha sido
nunca en mí muy profunda. Quizás mis lecturas juveniles de algunos de sus
textos (pienso en La vida de Don Quijote
y Sancho), sus apasionamientos, tal fácilmente contagiosos para un
joven..., no mucho más.
Yo la consideraría como una figura
importante en el contexto cultural español de finales del siglo XIX y
principios del XX, pero no creo que pueda tener mucha influencia en el
pensamiento español actual.
-Con el franquismo y su particular “rodillo” de ideas e idearios,
respaldado por el nacionalcatolicismo….se perdió algo más que la libertad, ¿no?
-Sí, se perdió la facultad de pensar,
partiendo del principio de que pensar quiere decir, en primer lugar, tener la
posibilidad de ejercer, expresándolo, un pensamiento crítico sobre lo que dicen
y piensan los demás, en particular sobre lo que el poder presenta como la
realidad.
El franquismo empezó por suprimir
físicamente, encarcelar, exilar o silenciar por la violencia a todo aquel que
pudiera expresar públicamente un punto de vista opuesto a lo que el régimen
consideraba como "lo que había que pensar". Luego, con el control de
los medios de comunicación y, sobre todo, de la educación a todos los niveles, suprimió del país
cualquier posibilidad de elaboración de un pensamiento crítico. Es lo que yo
llamaría la corrupción sistemática del logos,
de la razón, de la facultad de poner en relación las palabras y los conceptos
unos con otros, que ha sido la base de la civilización Occidental desde los
griegos.
-El
pensamiento único, manipulado, el seguidismo…son tres de las características
que rodean a la cultura del ideario franquista…pero va más allá de ello porque
se cae en el seguidismo y en la manipulación para conseguir un pensamiento
único y “de rebaño” , aún sin dictadura…Coméntanos..- ¿Qué responsabilidad
tienen los ciudadanos de hacer frente a esta manipulación….porque dejarse
llevar es lo más cómodo y la queja es algo gratuito…?
-No se puede culpar al conjunto de
ciudadanos de no hacer frente a la versión de la realidad que le presentaba el
poder durante el franquismo, porque no había muchas, por no decir ninguna posibilidad
de tener acceso a otra, ya que, además de que todos los medios de comunicación
presentaban la misma, la educación, como decía antes, preparaba desde la
infancia a no poner en tela de juicio lo que decía la "autoridad",
todas las autoridades, empezando por la del maestro.
En la actualidad es un poco
diferente, aunque solo en teoría. Si las clases dominantes no impiden por la
fuerza, al menos en Occidente, pensar y expresarse contra el poder, hay una
forma más difusa pero yo diría más poderosa aún que la de la dictaduras, de
imponer una versión de la realidad ; durante las 24 horas del día, la
televisión (las múltiples televisiones que todo el mundo ve) se encargan de
inculcar en la gente la versión de la realidad y de la historia que conviene a esas
clases. Quizás haya que decir que ya no les es necesario dar Golpes de Estado.
La televisión está ahí para decir lo que hay que pensar, para dar al ciudadano
la información "digerida" y presentarles las imágenes convenientes de
la realidad como la realidad. La
gran mayoría de la población, particularmente en el mundo occidental, no tiene
que esforzarse en descifrar lo que pasa en el mundo, ni siquiera en pensar lo que le tiene que
gustar, cómo tiene que vestirse y lo que debe comer o beber. Resulta muy difícil
no oír y no obedecer a unos mensajes que se emiten, continua y machaconamente,
haciendo, además, creer al ciudadano que puede elegir. ¿Existe la posibilidad
de que una gran parte de la población se rebele contra o deje de lado ese
estado de cosas? Creo que, hoy por hoy, es imposible decirlo.
-¿Por qué triunfó tanto y cómo se mantuvo el nacionalcatolicismo?.- ¿Hasta
cuándo el tener el poder que tenía y retenía la Iglesia, sobre todo en las
zonas rurales y entre las mujeres contribuyó a este triunfo, como perpetuo, en
el poder o entre el poder?
-Desde un punto de vista puramente
formal, lo que se llamó nacionalcatolicismo se impuso durante el franquismo en
particular desde el final de la Segunda Guerra mundial, cuando la opción
nazi-fascista perdió la contienda y el franquismo, para difuminar ante los
Aliados su concomitancia con el fascismo y continuar en el poder, empezó a
deshacerse de la fraseología y de la escenografía fascista que había sido la
suya, y adoptó el catolicismo como ideología oficial. Más generalmente, lo que
triunfó en España con el franquismo fue la iglesia católica, que, desde el
principio del golpe de Estado se puso del lado de la rebelión contra la
República y le sirvió de apoyo ideológico. Hay que pensar que incluso el
movimiento fascista español, a diferencia del italiano o de los nazis alemanes,
fue fundamentalmente católico. No hablemos ya del Opus Dei.
Así pues, el triunfo del catolicismo
en 1939 fue militar (y brutal). Hay que tener en cuenta igualmente, que la
iglesia católica era la religión oficial del Estado español hasta 1931 y que
tenía en sus manos la educación desde tiempo inmemorial . El que la República
se declarara laica y quisiera quitar de las manos de la iglesia la educación
fue una de las razones que la hicieron sumarse a los rebeldes. Como era de
esperar, el franquismo le devolvió todos sus privilegios y esa fue la causa
principal, a mi modo de ver, de que el catolicismo siguiera teniendo fuerza en
la España del siglo XX, tanto entre las mujeres como entre los hombres, tanto
en las zonas rurales como en las ciudadanas.
-¿Cuánto
de ese nacionalcatolicismo, de esa herencia, de manera directa o indirecta, nos
estamos, todavía, tragando…?
-Bastante y por las razones que acabo
de aducir. Cuarenta años de educación no
se pueden borrar de un plumazo. Forzosamente, en la forma de hacer y de pensar
quedan rastros, algunos no muy conscientes, de esa educación católica en una
parte importante de la población española. Ya no se trata de
nacionalcatolicismo sino de catolicismo a secas. Empezando por lo que está
escrito en la constitución de 1978, que declara la separación de la Iglesia y
el Estado, pero dice que "es menos laica que la de 1931", lo cual no
tiene mucho sentido fuera del marco de la cooperación del Estado "con la
Iglesia Católica y las demás confesiones". A la vista del artículo que
define esa cooperación, al margen del galimatías con que se expresa, se
entiende bien que aunque la Iglesia Católica (con mayúscula) no "goce de
ningún privilegio", como representa "la gran mayoría comparativa de
sus feligreses", las relaciones Catolicismo/Estado serán privilegiadas en
España.
Sin hablar de las ventajas
económicas, valga como ejemplo las misas y otros actos religiosos que organiza
la iglesia católica en el centro de Madrid, desorganizando el tráfico y con él
algunos sectores de la economía, en la capital de España. Aparte de de las
semanas santas y otras procesiones que, aunque con una buena dosis de folklore,
son aún una muestra evidente del auge del catolicismo en el país.
17777
Génesis del ideario
franquista o la descerebración de España. Luis Negró Acedo
214 páginas 16 x 24 cms.
18,00 euros
Universitat de València
Ciertos sectores mediáticos,
políticos y académicos llevan tiempo intentando desterrar de los análisis
teóricos de la historia de España la palabra fascismo. Como mucho se admite que
en la inmediata posguerra el régimen resultante de la guerra civil, influido
sin duda por Alemania e Italia, se fascistizó, pero
nunca llegó a convertirse en un sistema totalitario. Esta obra se adentra en
aquella etapa negra y expone qué ideas sustentaron el primer franquismo y
quiénes fueron los encargados de crearlas y exponerlas. A través del estudio de
las tres revistas más influyentes -Escorial, Revista de Estudios Políticos y
Arbor- se analiza la evolución ideológica del régimen desde el discurso
falangista filonazi hasta la adaptación
nacional-católica, una transformación camaleónica que no podía ocultar el fondo
antiliberal y reaccionario del pensamiento franquista.
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