Cazarabet conversa con... Miguel
Ángel del Arco Blanco y Claudio Hernández Burgos, editores de “Esta es la España de Franco. Los años cincuenta del franquismo
(1951-1959)” (Prensas de la Universidad de Zaragoza)
El libro de
historia se encuentra dentro de la colección de Ciencias Sociales de Prensas de
la Universidad de Zaragoza.
Se encargan de la
edición Miguel Ángel del Arco Blanco y Claudio Hernández Burgos.
La sinopsis del
libro:
En 1957 el
periodista Herbert Matthews señaló la existencia de
dos planos en la realidad política española de aquellos años: una superficie
marcada por el aparente bienestar social y una creciente “paz cívica” y un
trasfondo de descontento y deseos de libertad creciente. Aquella era “la España
de Franco”. Este libro tiene el objetivo de acercarse a las continuidades y los
cambios experimentados durante los años 50, evidenciando que se trató de un
periodo clave para entender el devenir del franquismo y de la sociedad
española. Entre el atraso y el cambio, aquella España de Franco donde el reloj
parecía haberse detenido, merece no ser abandonada en el olvido.
Los editores (y
autores de la introducción) de este libro:
Miguel Ángel del
Arco: Es profesor titular y Director del Departamento de Historia Contemporánea
de la Universidad de Granada. Ha dedicado sus investigaciones al estudio de la
Guerra Civil, el franquismo y el fascismo. Su último libro es Los años del
hombre. Historia y Memoria de la posguerra franquista, 2020.
Claudio Hernández
Burgos: Es profesor contratado y Doctor de Historia Contemporánea de la
Universidad de Granada. Su investigación se ha ocupado del estudio de la Guerra
Civil, el franquismo y “la historia de la vida cotidiana” bajo las dictaduras.
Su último libro es “Ruptura. The impact
of Nationalism and Extremism
on Daily Life in the Spanish
Civil War 1936-1939”.
ÍNDICE
Introducción:
los años cincuenta, algo más que una década bisagra
Miguel Ángel del Arco Blanco y Claudio Hernández Burgos
I.
DE LOS CUARENTA A LOS CINCUENTA
«Tengo grabado todo aquello». La memoria de los años cuarenta tiene nombre de
mujer
Carlos Gil Andrés
II.
ENTRE EL ATRASO Y EL CAMBIO SOCIAL
¿Se acabó la miseria? La realidad socioeconómica en los años cincuenta
Miguel Ángel del Arco Blanco
El páramo de Franco. La consolidación del régimen vista por la diplomacia
exterior (1950-1960)
Claudio
Hernández Burgos
A Spanish way of life. Consumo y publicidad en la España de los cincuenta
Francisco
Jiménez Aguilar
III.
ECONOMÍAS FAMILIARES Y ESTRATEGIAS FRENTE AL HAMBRE
Domesticando el hambre. El control del gasto en los hogares de los años
cincuenta a través del servicio doméstico
Eider
de Dios Fernández
Vidas en movimiento: migraciones a Barcelona durante el primer franquismo
Enrique
Tudela Vázquez
IV.
EL RÉGIMEN Y SUS POLÍTICAS
Fascismo después del fascismo. El proyecto falangista en los años cincuenta
Julián
Sanz Hoya
Marineros, empleados, funcionarios…, la política de vivienda del franquismo en
la Galicia urbana de los cincuenta y sus beneficiarios
Diego
López-Carcedo Iglesias
V.
CONTROL MORAL Y GÉNERO
«La tranquilidad en los pueblos es un mito». El franquismo como régimen de
control moral en el mundo rural andaluz de los cincuenta
Gloria Román Ruiz
Entre la norma y el deseo. Amor, género y sexualidad en la España de los años
cincuenta
Mónica
García Fernández
Género, clase y religión. Masculinidades, feminidades y militancias encontradas
de la cultura obrera católica, la HOAC y la HOACF (1946-1959)
Sara
Martín Gutiérrez
Entre el taller y el hogar. Las emisiones radiofónicas femeninas durante los
años cincuenta
Sergio
Blanco Fajardo
VI.
DISIDENCIAS Y PROTESTAS
Protesta popular y democratización de las periferias rurales bajo el
franquismo: los años cincuenta en el municipio de Artà
(Mallorca)
Antoni
Vives Riera
La situación política de la juventud universitaria española: los años cincuenta
y el cambio de paradigma
Alberto
Carrillo-Linares
Cazarabet
conversa con Miguel Ángel del Arco Blanco y Claudio Hernández Burgos:
-Amigos, ¿qué es aquello que os ha hecho guardar
cuidado de la edición e investigar sobre cómo fue la España de Franco en los
años cincuenta del franquismo?
-Ante
todo, gracias por llamar la atención sobre el libro mediante esta entrevista.
En Cazarabet estáis haciendo un trabajo excelente. Escogimos estudiar los años
cincuenta porque, salvo alguna excepción, se habían dedicado pocos estudios a
ella. Era, en gran parte, una “década olvidada” del franquismo. Se habían
asumido muchos tópicos derivados de la propia propaganda del régimen, por los
cuales los 50 fueron una “preparación” para el desarrollo económico posterior.
Situados entre los “años del hambre” de los 40 y los del crecimiento económico
en los 60, parecía que fue una década de transición que llevaba al
“progreso". El libro quiere poner esto en cuestión, adoptando una visión
desde abajo, social y cultural, evidenciando que entonces se detectan cambios…
pero también muchas continuidades respecto a la década precedente.
-Y
en pocas palabras, amigos, ¿cómo fue sociológicamente hablando aquella España
que dejaba atrás el racionamiento --1952-- ?
-Fue una España en
la que primaron más las continuidades de los 40 que las renovaciones que
caracterizarían a los 60 y 70. La gente dejó de morir de hambre, pero sin
embargo la pobreza y el atraso fueron brutales, especialmente en los pueblos.
Lo mismo sucedió en la moral: se atisban cambio por ejemplo en el mundo
universitario, pero al mismo tiempo grandes continuidades de la moral nacionalcatólica.
-Me
da la impresión que era una España en gris y negro, pero que tenía que tirar
adelante...como una España en depresión, pero que sabe que no tiene otra que
bregar...
-Sí, desde luego,
era una España en blanco y negro. Pocos colores tenía en su paleta. Sin
embargo, fueron años menos duros que los cuarenta, con más posibilidades (como
la emigración). Muchos españoles tuvieron una sensación de “leve mejoría”
respecto a la posguerra, a pesar de las difíciles condiciones económicas y las
desigualdades.
¿Cuánto
había en esto del escarmiento y del castigo recibidos
directa e indirectamente?
-No pensamos que, a
la altura de los 50, hubiese una determinación en seguir castigando a los
vencidos voluntariamente. Culturalmente el régimen empieza a abandonar
lentamente la “cultura de la victoria” que caracterizó a los cuarenta. Sin
embargo, lo que está claro es que las clases más bajas siguieron sufriendo las
consecuencias del subdesarrollo español: la inflación golpeaba especialmente a
los trabajadores, mientras que la economía crecía vigorosamente, pero la
imposibilidad de sindicación hacía inviable cualquier tipo de protesta. Por no
hablar de la represión del franquismo, que continúa en estos años sobre
cualquier tipo de expresión o disidencia.
-¿Podríamos
hablar de una España definitivamente sumida en el miedo?
-Pensamos que no
tanto como en los cuarenta. Una España que empieza a pasar página y donde
comienzan a llegar nuevas generaciones que no han vivido la guerra. La
dictadura está presente en los hogares, en los pueblos y en las ciudades, y la
oposición es desmantelada una y otra vez. Pero está llegando una nueva
generación que comienza a pensar diferente y que será la protagonista de las
décadas finales del franquismo.
-¿Cómo llegaba la España de la inmediata
posguerra, la de los años cuarenta?
-Completamente
exhausta. Agotada de las cartillas de racionamiento, el estraperlo, la
represión, el hambre. Pero esto se volverá a favor de la dictadura: los
españoles verán los cincuenta como una leve mejora respecto a la década
precedente. Es curioso: muchos se conformaron con una leve mejora de las
condiciones de vida, pero asumiendo las desigualdades brutales entre grupos
sociales. En todo esto, sin duda, jugó un papel la coerción de la dictadura.
-Amigos,
¿el régimen cómo controlaba a sus ciudadanos y ciudadanas?
-El aparato
policial seguía funcionando plenamente. Hasta la fundación del Tribunal de
Orden Público en 1963, no cambian las reglas del juego. La nueva ley de prensa
no se aprueba hasta 1966. Por tanto, el escenario de los cincuenta sigue siendo
muy similar al de los cuarenta. Ausencia total de derechos y libertades,
persecución de toda disidencia o protesta.
-Las
familias, me da, que como se retroalimentaban y se reinventaron para sobrevivir
en tiempos de carestía y hambre...
-Esto sucedió
especialmente en los 40. En los 50, la pobreza y la miseria continúan, pero son
menos extremas. Cambian las tácticas: llega la emigración. Por fin los más
pobres pueden marchar de sus pueblos en busca de un futuro mejor. Tiene algo de
salvación, pero también de resistencia.
-¿Podríamos
definir esos años como años de intensa calma tensa?
-No lo creemos.
Fueron años en los que el franquismo estuvo plenamente consolidado. No vivió
aislado internacionalmente como en parte de los años cuarenta: fue aceptado por
el Vaticano y Estados Unidos. Tampoco sufrió las protestas y movilizaciones de
los años 60. Fue más bien un periodo de calma para el régimen, aunque el
crecimiento de la inflación a finales de la década le hiciese virar su política
económica para evitar males mayores.
-Hubo
incidencias, protestas ¿qué denominadores comunes tenían y /o compartían?
-Comenzaron a
desarrollarse algunas protestas obreras en los 50s. La más importante, que abre
la década, la huelga de tranvías de 1951 en Barcelona, que acaba forzando un
viraje en la política económica autárquica. También hay movilizaciones en
ciudades industriales y cuencas mineras, pero que no alcanzarían la intensidad
y el número de la década siguiente. Pero hay un nuevo tipo de protestas que
horrorizaría al régimen: la estudiantil. Señalaba que el futuro, que las nuevas
elites, las nuevas generaciones, ya no serían afectas a la
dictadura.
-Bueno,
lo del trato a la mujer y el férreo control moral era muy bestia:¿más
en el entorno rural?; ¿qué papel y responsabilidad le podemos dar a la religión
católica?
-La religión
católica fue clave puesto que otorgó la moralidad oficial que asumiría el
franquismo. La desigualdad de género declarada. La imposibilidad de amarse o
conocerse en el terreno de las relaciones personales, por ejemplo, como bien
señaló Carmen Martín Gaite. Fue un freno a los tiempos, un freno a la libertad
y al pensar por uno mismo de manera crítica. Por supuesto, los pueblos fueron
mundos especialmente cerrados, donde la vida había cambiado muy poco desde el
final de la guerra civil: para muchos, marcharse era una liberación. Un ejemplo
de esto pueden ser las muchachas que iban a la ciudad a trabajar en el servicio
doméstico.
-¿Tenía
el ciudadano y la ciudadana como una especie de “complejo de inferioridad” con
respecto a otros conciudadanos y conciudadanas europeas?
-El país llevaba
cerrado más de una década. A cal y canto. Europa era vista como algo ajeno.
Algo que, en el fondo, se deseaba: porque allí estaba el progreso, el
desarrollo económico, las nuevas ideas.
-Me contaba un día
un amigo que nació el año en que finalizó el racionamiento que fueron años de
una intensa tristeza y que el miedo imperaba en los padres de familia que
vigilaban lo que decían y no decías; que vigilaban en exceso a los niños y
niñas....que todo esto se trasladó con el autoritarismo en casa, en la
escuela...
Por supuesto, sigue
la vigilancia del régimen sobre la vida cotidiana, como ya respondimos. Este
miedo no sólo era hacia el régimen: también hacia los propios vecinos.
-Y
ese autoritarismo también debió derivar en las relaciones humanas con una
sociedad patriarcal, en la que el silencio y la callada eran respuesta a lo
político, lo social, lo familiar...y ante lo que la educación podía hacer poco
porque estaba maniatada, vigilada y sacudida por los castigos...
-Sí, tienes razón.
Pero las piezas estaban puestas para algo nuevo. La emigración, como algún
trabajo del libro manifiesta, fue fundamental en cambiar el tejido social del país.
Muchas personas llegaron a las ciudades, escaparon de los mundos cerrados de
los pueblos, y se toparon con emigrantes de otros lugares con experiencias
similares. Aquellos años cincuenta tienen muchas respuestas de lo que fue el
franquismo. Si los miramos de cerca, nos damos cuenta que parte de la
propaganda del régimen sobre aquellos años tenidos como “suaves” o “bisagra”
entre los 40 y los 60, fueron mucho más duros y complejos de lo que quizá hemos
considerado hasta ahora.
_____________________________________________________________________
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069