La
Librería de El Sueño Igualitario
Un ensayo, desde la pluma de Rodrigo Fidel Rodríguez
Borges con el prólogo de Victoria Camps, que edita
Plaza y Valdés en su colección DILEMATA.
El libro analiza y reflexiona sobre la
inmigración y la prensa, en su interacción y encuentro en la frontera sur de la
Unión Europea.
Aquello que nos explica Plaza y Valdés (desde
el prólogo de Victoria Camps):
La llamada
“ética aplicada” se ha desarrollado ampliamente en ámbitos como el de la
medicina o la investigación biomédica, pero muy poco se ha hecho para acercarla
a la información periodística. Por ello es muy encomiable el esfuerzo de
quienes se atreven a analizar los medios de comunicación con una mirada ética,
de una forma sistemática y rigurosa (...)
El mérito de este libro radica en el tema, el
método empleado y la capacidad para exponerlo de una manera clara con la ayuda
de datos que verifican las hipótesis y de argumentos que avalan la perspectiva
crítica desde la que se considera el material analizado (...)
Es muy deseable que los vínculos entre la
reflexión ética y el periodismo se refuercen y que la investigación académica
contribuya a potenciarlos con estudios como este (...)
La inmigración es el fenómeno social de mayor
impacto en la realidad española de la última década. En ese contexto, los
medios de comunicación juegan un papel capital como vehículos informativos y
creadores de opinión. Con demasiada frecuencia, la inmigración aparece en los media como
una catástrofe natural (“oleada”, “avalancha”) o como un fenómeno bélico
(“invasión”, “desembarco”), visiones que criminalizan a los inmigrantes. Este
libro estudia el tratamiento de la inmigración en la prensa española desde la
ética del periodismo, pero sin olvidar las limitaciones que condicionan la
labor informativa. El propósito de este análisis es dilucidar si los medios nos
informan de la realidad inmigratoria con rigor y responsabilidad o si, por el
contrario, contribuyen a alimentar el miedo en la opinión pública. Con la
mirada puesta en esta sociedad mestiza en la que ya vivimos, una reflexión de
esta naturaleza no sólo es necesaria. Es imprescindible.
El autor, Rodrigo Fidel Rodríguez Borges:
Doctor en
Ciencias de la Información y Doctor en Filosofía con la tesis Inmigración, discurso informativo y ética periodística
en la prensa de Canarias. Catedrático
de Filosofía en Enseñanza Secundaria. Es profesor en la Facultad de Ciencias de
la Información de la Universidad de La Laguna, donde imparte las asignaturas
Teoría y Estructura de la Comunicación y Análisis de los Mensajes en Periodismo
Audiovisual. Entre sus publicaciones recientes figuran los libros Radio e información. Elementos para el análisis de los
mensajes radiofónicos y Comunicación mediática y espacio público (en coautoría). Es corresponsable de la sección de
ética de la comunicación en el portal de éticas aplicadas Dilemata.
La escritora
del prólogo, Victoria Camps:
Camps
(Barcelona, 1941). Desde 1972, es profesora de Filosofía moral y política en la
Universidad Autónoma de Barcelona, y Vicerrectora de la UAB (1990 – 1993). Fue
senadora socialista (Presidenta de la Comisión de estudio de contenidos
televisivos del Senado), entre los años 1993-1996, y ha sido consejera del Consell de l’Audiovisual de
Catalunya. Es presidenta de la Fundació Víctor Grifols i Lucas y del Comitè de Bioètica de Catalunya.
Victoria Camps es autora
de numerosos artículos y libros sobre ética, religión, feminismo y educación,
entre sus obras destacan Introducción
a la filosofía política, Ética de la esperanza, Virtudes públicas y Hablemos de
dios, Paradojas del individualismo, El siglo de las mujeres, La voluntad de
vivir, Pragmática del lenguaje y filosofía analítica, Ética, retórica y
política, La mujer en el año 2000, Por una política feminista, y Una
vida de calidad. Su libro Virtudes públicas obtuvo el Premio Espasa de Ensayo y acaba de ser galardonada
con el Premio Internacional Menéndez Pelayo.
Web Personal: www.victoriacamps.es
Cazarabet
conversa con Rodrigo Fidel Rodríguez Borges:
-Amigos, ¿ha funcionado verdaderamente o lo ha
intentado el periodismo “cubriendo” la inmigración o inmigraciones en el Sur de
Europa hacer "buen periodismo"?
-El tratamiento
informativo de la inmigración es un asunto enormemente complejo por distintas
razones. A diferencia de otros países europeos como Francia, Alemania o Gran
Bretaña, la llegada de un número significativo de inmigrantes a España es
relativamente reciente. Prácticamente hasta la última década del s. XX nuestro
país no empezó a recibir un número significativo de inmigrantes. La prensa se
ha visto forzada a tratar este asunto sin contar con muchos precedentes. Hubo
que improvisar y debido a esa improvisación se han cometido numeroso errores.
Posteriormente los periodistas han recibido asesoramiento de las ONGs y organizaciones de apoyo a los inmigrantes y
conjuntamente han ido elaborando guías, manuales y documentos de buenas
prácticas para orientar a los profesionales y las empresas de comunicación.
-¿Por qué no lo ha hecho en muchos casos, salvo excepciones?; ¿Qué poderes
fácticos hay detrás de “cubrir” como muy por encima la tragedia que se esconde
detrás de las pateras en el norte de África cuando pretenden cruzar el Estrecho
de Gibraltar o viajar hacia el archipiélago Canario?—por poner dos ejemplos---
- Esos poderes
“fácticos” que Usted menciona no tienen nada de misterioso. Un determinado
“cupo” de inmigrantes regulares o irregulares es consentido porque vienen a
desempeñar trabajos que los españoles ya no queremos hacer porque son demasiado
duros o están escasamente remunerados. Muchos inmigrantes que permanecen en
nuestro país en situación irregular son los que cuidan de nuestros mayores o
trabajan en la construcción o en los invernaderos agrícolas, pero que cuando la
crisis económica nos llega, se convierten inmediatamente en los responsables de
la tasa de paro entre los nacionales.
-¿Por qué “consentimos” las vallas con concertinas? ; ¿Y qué posible
responsabilidad tienen o nos viene dada desde la práctica del
periodismo?; pero la responsabilidad no está solamente o debería de
quedarse en la tarea y el trabajo del periodismo, debería exigirse más desde el
lector, lectora, espectador, oyente….lo que quiero decir que todos debemos de
asumir nuestra responsabilidad para cómo “se trata” la información y de qué
manera se trata, se asimila y “la procesemos”. ¿Es así?
-En este caso,
hablamos de una responsabilidad que no sólo alcanza a los periodistas, sino al
conjunto de la ciudadanía y a su capacidad para decir No, para oponerse a
actuaciones políticas que conculcan los derechos humanos y, al tiempo,
interpelar a los medios de comunicación que con demasiada facilidad propagan el
discurso "oficial" que nos invita a desentendernos de esta realidad
sangrante.
-Supongo que con la misma “excusa” y “sangre fría” con que consentimos
verdaderos campos de concentración en Crecía, Italia….porque no son campos de
refugiados, las condiciones en que se encuentran hablan por sí mismas, ¿no te
parece?
-Efectivamente,
podemos decir que Europa como ideal, como espacio transnacional para la
democracia y los derechos humanos vive un momento de crisis profunda, de
desconfianza frente al discurso cosmopolita. La política se ha renacionalizado,
cada miembro de la UE parece pugnar por recuperar sus antiguas competencias
como Estado-Nación deshaciendo el camino de unificación recorrido en las
últimas décadas. El resultado está a la vista: el rebrote del populismo y de
las ideologías nacionalistas que encarnan movimientos con el Frente
Nacional francés, la Liga Norte italiana o la derecha xenófoba de Alternativa
por Alemania.
-Se comercia con ellos y con sus “pasajes”, se comercia con las personas
como esclavos en pleno siglo XXI… -Con todo esto:¿cómo
debe actuar el periodismo?; ¿gastando más las suelas y yendo menos a las
tertulias?
-La
crisis económica general ha azotado de forma especialmente dura a los
medios de comunicación, que están padeciendo al mismo tiempo una crisis de su
modelo de negocio por la introducción de las nuevas tecnologías de la
comunicación. El resultado ha sido devastador. En los últimos años han sido
centenares los medios que han cerrado en España y miles los periodistas
despedidos. Como consecuencia, la "info-diversidad"
ha quedado rebajada al mínimo y la pluralidad de la oferta informativa ha
disminuido de forma alarmante. Además, muchos de los medios que sobreviven
padecen enormes problemas económicos y su supervivencia depende de los bancos
(titulares de buena parte de sus deudas) y de un puñado de grandes empresas que
condicionan la libertad informativa del medio. Así se explica, por ejemplo, los
sorprendentes cambios en la línea editorial de algunos grandes medios
-El periodismo, normalmente, tiende a quedarse con la imagen impactante de
un campo devastado de refugiados deambulando; de una patera que se encuentra a
la deriva, de gente que intenta pasar las alambradas y concertinas, de gentes
arrojadas por el mar….¿demasiado sensacionalismo y
como a oleadas, cuando la noticia es constante, para no profundizar en la
realidad, en lo que hay detrás, en las causas y efectos….sobre todo para los
ciudadanos y ciudadanos que sufren en primera persona?
Sí,
efectivamente, el sensacionalismo es uno de los riesgos que se corre cuando se
cubren estas informaciones. No es, sin embargo, un error en sí mismo porque una
información que nos conmueva puede tener el efecto positivo de activar nuestra
sensibilidad "entumecida" por la sucesión de desgracias y tragedias
que nos ofrecen los medios todos los días. Pero junto a esa apelación a nuestra
emociones, los medios deben también ofrecernos un relato fiable de los que
ocurre y análisis rigurosos para que la opinión pública pueda adoptar
posiciones con conocimiento de causa. ¿Más suela y menos despacho? Sí, sin
duda, y también vencer los efectos de la rutinización
de las informaciones, evitar aplicar la misma plantilla a cada una de las
informaciones que se ocupan de la inmigración. Y dos buenas prácticas más:
resistirse a cumplir con el "copia y pega" del comunicado emitido por
las fuentes oficiales (Gobierno, policía, Administración de Justicia) y buscar
siempre dar la voz a los inmigrantes, a las organizaciones que los representan
y a las ONGs que trabajan en favor de sus derechos.
26554
El discurso del miedo.
Inmigración y prensa en la frontera sur de la Unión Europea. Rodrigo Fidel Rodríguez Borges.
Prólogo de Victoria Camps
368 páginas 14,5 x 21 cms.
21.50 euros
Plaza y Valdés
Del prólogo de Victoria Camps:
La llamada “ética aplicada” se ha desarrollado ampliamente en
ámbitos como el de la medicina o la investigación biomédica, pero muy poco se
ha hecho para acercarla a la información periodística. Por ello es muy encomiable
el esfuerzo de quienes se atreven a analizar los medios de comunicación con una
mirada ética, de una forma sistemática y rigurosa (...)
El mérito de este libro radica en el tema, el método empleado
y la capacidad para exponerlo de una manera clara con la ayuda de datos que
verifican las hipótesis y de argumentos que avalan la perspectiva crítica desde
la que se considera el material analizado (...)
Es muy deseable que los vínculos entre la reflexión ética y
el periodismo se refuercen y que la investigación académica contribuya a
potenciarlos con estudios como este (...)
La inmigración es el fenómeno social de mayor impacto en la
realidad española de la última década. En ese contexto, los medios de
comunicación juegan un papel capital como vehículos informativos y creadores de
opinión. Con demasiada frecuencia, la inmigración aparece en los media como
una catástrofe natural (“oleada”, “avalancha”) o como un fenómeno bélico
(“invasión”, “desembarco”), visiones que criminalizan a los inmigrantes. Este
libro estudia el tratamiento de la inmigración en la prensa española desde la
ética del periodismo, pero sin olvidar las limitaciones que condicionan la
labor informativa. El propósito de este análisis es dilucidar si los medios nos
informan de la realidad inmigratoria con rigor y responsabilidad o si, por el
contrario, contribuyen a alimentar el miedo en la opinión pública. Con la
mirada puesta en esta sociedad mestiza en la que ya vivimos, una reflexión de
esta naturaleza no sólo es necesaria. Es imprescindible.
Índice y primeras páginas
Rodrigo Fidel
Rodríguez Borges
Doctor en Ciencias
de la Información y Doctor en Filosofía con la tesis Inmigración,
discurso informativo y ética periodística en la prensa de Canarias. Catedrático
de Filosofía en Enseñanza Secundaria. Es profesor en la Facultad de Ciencias de
la Información de la Universidad de La Laguna, donde imparte las asignaturas
Teoría y Estructura de la Comunicación y Análisis de los Mensajes en Periodismo
Audiovisual. Entre sus publicaciones recientes figuran los libros Radio e información. Elementos para el análisis
de los mensajes radiofónicos y Comunicación mediática y espacio público (en
coautoría). Es corresponsable de la sección de ética de la comunicación en el
portal de éticas aplicadas Dilemata.
Camps (Barcelona, 1941).
Desde 1972, es profesora de Filosofía moral y política en la Universidad
Autónoma de Barcelona, y Vicerrectora de la UAB (1990 – 1993). Fue senadora
socialista (Presidenta de la Comisión de estudio de contenidos televisivos del
Senado), entre los años 1993-1996, y ha sido consejera del Consell
de l’Audiovisual de Catalunya. Es presidenta de la Fundació Víctor Grifols i Lucas y
del Comitè de Bioètica de
Catalunya.
Victoria Camps es autora de numerosos artículos y
libros sobre ética, religión, feminismo y educación, entre sus obras destacan Introducción a la filosofía política, Ética de
la esperanza, Virtudes públicas y Hablemos de dios, Paradojas del
individualismo, El siglo de las mujeres, La voluntad de vivir, Pragmática del
lenguaje y filosofía analítica, Ética, retórica y política, La mujer en el año
2000, Por una política feminista, y Una
vida de calidad. Su libro Virtudes
públicas obtuvo el Premio Espasa de Ensayo y acaba de ser galardonada
con el Premio Internacional Menéndez Pelayo.
Web Personal: www.victoriacamps.es
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