Asómbrate
Mariano Coronas, gurriones y macocadas entre pizarras
Hoy nos asombramos acercándonos a la figura de
un maestro que se proyecta más allá de sus clases y aulas que, por motivo de su
jubilación, ya ha dejado atrás…hoy nos asombramos por la faena ingente que es
capaz de abarcar el maestro de la vida y el idealista que además, hace bueno aquello de: “el movimiento se demuestra
andando…”. Es, eso sí, una figura humana que hace cosas especiales, por eso es
también él muy especial. En nuestros apartados de kilómetros podría estar
también en el rincón de personajes o en el de ediciones…es todo un personaje y
todo un dinamizador dentro del mundo de la edición…lleva editados muchos
magazines, libros de poemas, boletines especiales y es el “alma mater” de la
revista de Labuerda, El Gurrión.
A Mariano Coronas, ¡por fin decimos su
nombre! Le queremos dedicar este asómbrate porque es motivo de ello y porque es
motivo de inspiración. Esperamos estar a la altura, amigo…aunque estamos
seguros que no es ni será la primera vez que nos
acercamos a él…
El hombre que suelta cada tres meses
Gurriones…
Nos acercamos Mariano Coronas, a la
revista El Gurrión y a otras publicaciones
Mariano Coronas Cabrero es un maestro
comprometido con la tierra que pisa y un maestro de vocación….conjunción que le
ha llevado y le lleva, todavía, a ser docente más allá de las aulas porque es
un enamorado de compartir conocimientos y curiosidades. Es quizás por eso que
Mariano siempre nos mira y remira como un niño travieso y atrapado en la más
preciada de las telas de araña, la de la curiosidad…desde esa curiosidad
Mariano se hace, como una hormiguita, con muchas pequeñas informaciones con las
que él, minuciosamente, construye puzles narrativos que nos llevan a paseos,
lugares casi olvidados, profesiones que casi están extinguidas, palabras no
pronunciadas en estos tiempos, pero que eran del uso diario en otros días; fotos polvorientas. Nuestro protagonista lo
coge todo y cada tres meses lo agita y lo derrama para después componerlo en
una revista, El Gurrión, que nos llega , ya no con las cigüeñas o palomas
mensajeras desde el buzón de cada casa….Mariano tira del trabajo alado de Los
Gurriones y ya van cuarenta años soltando gurriones…empezó en el año 1980 y
desde entonces puntual llega El Gurrión tocando la aldaba, el timbre o el
interfono…todos los trimestres la generosidad en el trabajo y en los
conocimientos punteados por Mariano ,y algunos duendes más, llegan a nosotros..
Esto es lo que nos explica de esta
publicación: “La revista nació en noviembre de 1980 como un modesto boletín,
impreso con multicopista y así fue saliendo cada trimestre hasta el número 19,
impreso en la imprenta, pero montado a mano, cortando y pegando... Fue, a
partir de ese número cuando me ocupé ya directamente de coordinar la revista,
aunque desde el número 10 ya andaba en ello. En mi caso, además de cumplir
años, “cumplo gurriones”. Eso resulta divertido porque cada año que cumplo,
celebro cuatro “cumplegurriones”... http://macoca.org/e-gurrion-representa-muy-bien-el
Nos
queremos acercar a las raíces de esta publicación y él nos explica: “Unos años
antes de que apareciese el boletín o revista El Gurrión, habíamos estado
intentando crear una asociación sociocultural, pero los trámites burocráticos
(nos devolvieron dos veces los estatutos para rectificar o añadir) y la
dispersión geográfica de quienes la impulsaban, hizo que la intención no pasara
de ahí. Una de las propuestas, si hubiera salido adelante, era la de publicar
un boletín informativo para los socios. Pasados tres años, nace El Gurrión y lo
hace tratando de ir recuperando y fijando rasgos folclóricos, culturales, la
vida cotidiana, lo que recuerdan las personas mayores, reivindicando mejoras,
etc. Nada que no se hubiera hecho ya en otros sitios... Con el paso del tiempo,
aquello se mantuvo, pero la revista se fue abriendo a la comarca de Sobrarbe y
a otras geografías, rompiendo todas las barreras y pensando en una idea
universal de la cultura y, desde luego haciendo bueno, con el tiempo, el axioma
de “piensa globalmente, actúa localmente”. Esa rotura de límites geográficos
para abordar temas, se produce también porque hay una incorporación de personas
colaboradoras que no son de Labuerda ni siquiera de Sobrarbe, pero a quienes
les gusta escribir y responden afirmativamente a la invitación de participar.
Ellos y ellas traen un bagaje cultural propio y la revista se enriquece con sus
aportaciones”. Sobre las secciones y las colaboraciones de esta publicación
trimestral nos cuenta lo siguiente:” A lo largo del tiempo, algunos
colaboradores y colaboradoras definieron secciones, que alimentaban cada
trimestre con nuevos artículos. El fallecimiento de algunos de ellos, el hecho
de abandonar la colaboración, por parte de otros, o el agotamiento temático
hizo que esas secciones terminaran. Como estamos hablando de cuarenta años,
otras nuevas se incorporaron y siguen en la actualidad y cada poco un nuevo
colaborador, una nueva colaboradora, inventa una nueva... De las más antiguas:
“Así lo cuentan”, “Lo que queda en la memoria”, “Pilas bautismales”, “El pasado
de nuestros pueblos”, “Paseos por el Sobrarbe”, “Medio en serio, medio en
broma”, “Noticias d´o Lugar”, “La cazuela”, “Tras el
muro”, “Entrevistas”, “Libros”, “La biblia en verso”, “Actividades y oficios
tradicionales de Sobrarbe”, “El pasado esplendor de Labuerda...Posteriormente,
surgieron otras que continúan en la actualidad: “Rincones con magia”, “Galería
de lectoras y lectores”, “Y tú..., ¿qué coleccionas?”, “Libros de Sobrarbe”,
“Historias de vida”, “El fotógrafo y los pajaricos”, “Los libros que me
cambiaron la vida”, “Fuentes de agua”, “A la búsqueda de molinos”, “Romances de
actualidad”, “Viajando por la provincia de Huesca”, “Comunicaciones
electrónicas recibidas”, “El aragonés, lengua literaria”, “Historias que cuenta
la naturaleza”, “Desde el Ayuntamiento”, “Observaciones rurales o no de Antonio
Revilla”, “Noticias de amistades, suscriptores y
demás”, “En El Gurrión...”, “Piedras con memoria”, “Antes de que se me
olvide”... Y en el futuro irán surgiendo otras nuevas a medida que nuevas
personas, que ahora no conocemos, se acerquen
a gurrionear con determinación.(...) Desde hace ya muchos números (pueden verse en la web:
http://www.elgurrion.com) la revista sale
con sesenta páginas por número, sin publicidad y con un montaje “preto” de cada página. Al finalizar el año, cuatro números
de 60 páginas conforman un libro de 240 páginas. Para llegar a ese número y
mantenerlo en el tiempo, es necesaria la aportación de un elevado número de
personas, que supera siempre la treintena. Este dato de colaboración entusiasta
y desinteresada a la vez, explicaría la lozanía de la publicación y la estricta
puntualidad en su salida: febrero, mayo, agosto y noviembre”.
El
Gurrión es la publicación de Labuerda, este pueblo enclavado en el valle del Sobrarbe
desde donde avistan Peña Montañesa y esto es lo que nos dice Mariano sobre su
pueblo: “Labuerda está situado en el centro de la comarca de Sobrarbe, muy
cerca de las dos capitales comarcales, la administrativa (Boltaña) y la
comercial (Aínsa). Vivimos poco más de cien personas en temporada normal y
acude un importante número de personas a ocupar segundas residencias en fines
de semana y vacaciones. Hay una zona de expansión razonable, de casas nuevas,
casi todas segundas residencias. Dos concurridos y afamados centros
gastronómicos: uno es una fonda y el otro un hotel, además de ser bares
restaurantes. Hay panadería y tienda. La carretera que une Aínsa con la
frontera con Francia pasa por en medio del pueblo. Estamos a 35 kilómetros del
país vecino. Tiene su sede en Labuerda, la emisora comarcal de Radio Sobrarbe.
El municipio de Labuerda comprende también el núcleo de San Vicente de Labuerda
y el despoblado de Fontanal. Las fiestas Mayores se celebran alrededor del 16
de agosto (San Roque) y la fiesta de invierno, el 20 de enero, San Sebastián.
El 15 de mayo, con los vecinos de San Vicente, Labuerda, Banastón
y los franceses de Cadheilan-Trachére se celebra la
romería de San Visorio y hay un hermanamiento oficial con ese pueblo francés.
Ganado vacuno y lanar; agricultura extensiva, y unos pocos huertos. Monte común
y montes particulares con una población arbolada importante. Hay,
probablemente, más personas jubiladas que trabajadores en activo. Cerca del
pueblo discurre el río Cinca, por donde bajan anualmente las nabatas desde Laspuña. Labuerda
es un espléndido lugar para vivir, por su situación, climatología y entorno
privilegiado”. http://macoca.org/labuerda
- http://macoca.org/mi-pueblo.
Nos preguntamos a cúanta gente llega El Gurrión o
cuántos gurriones salen volando cada trimestre:” Hacemos tiradas que van de 350
a 400 ejemplares de cada número. Eso supone que habremos “soltado” más de
cuarenta mil “gurriones” a volar. Se distribuye por suscripción. Ya he
comentado más arriba que no admite publicidad. Solamente se recibe una
subvención de la Comarca de Sobrarbe que no da para pagar uno de los cuatro
números anuales. Se mandan trescientos, trescientos veinte sobres, con otros
tantos ejemplares de cada número, por correo a toda la geografía peninsular y
una decena de ejemplares al extranjero. Además, tres semanas después de la
distribución en papel, se cuelga el pdf en la web de
la revista, en abierto para que pueda leerlo quien quiera o quien encuentre el
enlace correspondiente. No sé qué podría decir de esta distribución, la OJD
(Oficina de Justificación de la Difusión). je, je…”
Mariano
es también un andarín que encuentra en su familia—su mujer Mercè
Lloret, su hijo Daniel—por cierto, coleccionista de
chapas, https://www.flickr.com/photos/130224641@N03/albums -- y su hija Ana Coronas…- que ha
participado y forma parte de la Sala de Exposiciones de Cazarabet con: http://www.cazarabet.com/exposiciones/anacoronas/index.htm
- son tres de sus más asiduos
acompañantes por esas tierras prietas y agarradas al frío y que retienen una manera muy particular de
admirar y convivir con el Pirineo …sus fotos y reflexiones sobre lugares que
pasea, descubre y redescubre nos acompañan desde su perfil face--
también desde El Gurrión-- y nos hace enamorarnos más de esta tierra para
reencontrarnos o reconciliarnos con la sencillez y nuestras primeras preguntas
sobre lo bello que es tener estos pequeños, pero grandes tesoros naturales en
el inmenso patio de casa…
Durante gran parte de los 40 años que
estuvo en la escuela, dedicó tiempo y energías al fomento de la lectura y al
impulso de la biblioteca escolar, junto con otras personas. Por todo ello, el
Colegio Público Miguel Servet de Fraga, recibió el primer Premio Nacional a las
Buenas prácticas para la Dinamización e Innovación de las Bibliotecas de los Centros
Escolares 2006 y también el Premio Félix de Azara 2012.Desde 1980 viene
impulsando y coordinando una revista trimestral en Labuerda, Sobrarbe,
denominada EL GURRIÓN—Premio Félix de Azara 2008 y ha publicado, entre otros,
Mirando alrededor y Columnas de humor.
Es el responsable de enviar, como os
decíamos, desde Labuerda, --en el Sobrarbe--- unos gurriones cada mes… llenos
de noticias, haceres y quehaceres de personas
vinculadas a este pueblo que es Labuerda de esta comarca pirenaica que es el
Sobrarbe y sus alrededores. Un maestro
que, desde Fraga, se vuelve sobre sus pasos cada vez que puede hacia su
Labuerda natal para desde allí explorar, investigar, preguntar y reconstruir
pasajes históricos, personales y avatares que le palpitan como ser curioso que
es… Así, cada mes, nos puede enviar esos gurriones que vuelan alto y migran
hacia lares bien dispersos y diseminados por la geografía de Aragón, por la
Península, Europa o cruzar océanos para visitar otros continentes y dar a
acertar en la lectura de gentes igualmente variadas, porque en eso está la
recompensa a la tarea ingente de Mariano de ser generoso con las cosas que le
cuentan, pregunta e investiga…desde El Gurrión nos llegan noticias y reportajes
tan diferentes como enriquecedores de nuestro paso por los pueblos y nuestro
arraigo a las tierras…
Para
celebrar una manera, otra, de encontrarnos en el cuarenta aniversario de El
Gurriones nos llegan: pegatinas conmemorativas, marca páginas, láminas que nos
muestras en un blanco y negro cómo era Labuerda hace…
Pero Mariano una vez al año, más o menos cuando, las tierras vienen a cambiar las hojas nos
envía un Cuaderno especial “su Macoca”…el último el nº 8 nos vienen a
reconciliarnos con una de las pasiones de Mariano , la lectura y la animación a
la lectura que se debe de hacer “invitando” a leer, enseñando más allá de
proponer lecturas… saber acercarnos lecturas diferentes, variadas y que
estimulan tanto nuestras pasiones como nuestras curiosidades que, seguro,
aunque no lo sepamos, no son pocas…
Seguimos con nuestra conversación con
Mariano Coronas para que nos vaya despejando dudas y afianzando en su trabajo:
-Mariano, vas editando tus propias
publicaciones como los Cuadernos de Macoca... ¿Nos puedes hablar un poco de
ellos?, de los que ya están editados..., ¿a qué los has dedicado?
-En septiembre de 2004, comencé a
escribir en un blog, que aún sigue activo, aunque a ralentí (http://gurrion.blogia.com).
Allí dejaba constancia de actividades de clase, de acciones dinamizadoras de la
biblioteca escolar, de viajes a distintos lugares a impartir ponencias, de
textos reflexivos sobre aspectos de mi vida, de salidas al monte, de lecturas,
de textos colectivos con el alumnado... El año antes de jubilarme (2013) pensé
que podía empezar una línea de publicaciones en las que fuera recuperando
algunas propuestas de las que aparecían en el blog y repartirlas entre las
amistades. Creí que podría hacer un Cuaderno de Macoca cada año y que mi
economía no se iba a resentir; de hecho, era una manera de devolver una
pequeñísima parte de lo que me iba a pagar el ministerio, una vez jubilado, a
la sociedad más próxima a mí. Empecé con tiradas de 250 ejemplares y ahora me
he quedado en 200. De momento, he cumplido con las previsiones y ya voy por el
número 8 de la colección Cuadernos de Macoca. El número 8 lo he compuesto con
60 páginas, pero los siete anteriores estaban entre 44 y 48 páginas para que su
peso no excediera los 100 gramos porque entonces resulta más caro enviarlo que
lo que me cobra la imprenta por cada ejemplar... El primero (“Modelos de
escritura para el alumnado” – 2013) recoge 8 textos sobre diferentes temas
publicados en aquel blog y los comentarios del alumnado o de otras personas que
escribieron en el mismo blog. El segundo (“La senda de las palabras” – 2014)
recoge nueve artículos o columnas que publiqué en la revista Cuadernos de
Pedagogía, en 2012, dentro de una sección denominada “Historias mínimas”. Los
artículos hacían referencia a la lectura, la escritura, la biblioteca escolar,
etc. El tercero (“Diarios intermitentes: en verso y en prosa” – 2015), recoge
la vida cotidiana en formato diario: “24 días de agosto de 2014”, en prosa; “Febreverso 2015” y “Juliverso de
2015”, en verso. Un reto que me resultó muy atractivo. El cuarto (“Repertorios
alfabéticos y Tautogramas” – 2016). Los primeros,
sacados de las publicaciones del blog y los tautogramas
realizados expresamente: “Colección alfabética de tautogramas”.
El quinto (“Cartas al director” – 2017). Se trata de una colección de 36
cartas, publicadas en diferentes medios de comunicación, denunciando
situaciones concretas o comentando socarronamente medidas adoptadas por
distintos entes; otras de celebración de acontecimientos, etc. El sexto
(“Palabras para la biblioteca escolar – I” – 2018), recoge tres ponencias que
no se publicaron en su momento, aunque fueron impartidas, y otras reflexiones y
documentos relacionados con la biblioteca escolar. La séptima (“El bardo Corónix y sus crónicas rimadas” – 2019); pues eso, las
crónicas en verso de 12 acontecimientos educativos, literarios, festivos en los
que estuve presente y delegué en un ayudante (el bardo Corónix)
para que los contara con gracia, je, je. El octavo (“Leo y escribo – I” – 2020)
es una selección de veinte libros comentados y reseñados que he ido leyendo y
que “me invitaron” a escribir sobre ellos...A la vez, he abierto otras dos
líneas de publicaciones pequeñas, con la misma filosofía, de reparto gratuito
entre las amistades. La primera son las “Macocadas”,
publicaciones en color, de 32 páginas y de tamaño (10,5 x 15,5). Una “macocada” sería una sentencia, una reflexión, un punto de
vista, una metáfora, un poema breve que canta con alegría o que denuncia con
fundamento, que promueve una reflexión o que se toma con humor la vida. De
momento he publicado tres: “Maco..., ¿qué? ¡Macocadas!”
(2017); Macocadas 2: “20 poemas de humor y una
canción inesperada” (2018) y Macocadas 3: “NATURALmente” (2020). Por último, me referiré a los
Desplegables, de los que también hay tres editados: “Merme..., ¿qué?
¡Mermelada! (2016), en color; “Bestiario feisbusero”
(2017), en blanco y negro y “Otoño” (2020), en color. Todo lo anterior, si se
me permite, vendría a ser diferentes maneras de vivir en lo que he llamado
“Territorio Macoca”. Igual que hay un maravilloso “País de Cazarabet”, hay
también un pequeño País de Macoca.
NOTA:
Los ocho Cuadernos de Macoca, las tres “Macocadas” y
los tres Desplegables (y otras publicaciones mías), se pueden leer sin
problemas en mi página web: La cadiera de Macoca, clicando en este enlace: http://macoca.org/publicaciones-individuales
-Pero has
publicado otras cosas, recuérdanos por favor...
-En La cadiera de Macoca, en el enlace
que acabo de poner al final de la pregunta anterior, se encuentran relacionadas
todas mis publicaciones individuales. De algunas de ellas también hay PDFs para poder descargarlos y leer sin problemas (“La hora
del recreo”, “Anverso y reversos”, “Postales de agosto”). “Diario de un
maestro” es una publicación digital, que se puede leer aquí: (http://macoca.org/diario-de-un-maestro-septiembre).
Hay otros enlaces si se quiere consultar artículos publicados en diferentes
medios http://macoca.org/algunos-articulos-de-revistas
o colaboraciones en libros colectivos: http://macoca.org/colaboraciones-en-libros, por
ejemplo.
-También te gusta
publicar láminas fotográficas como la que nos acabas de hacer llegar o los
"marcapáginas", conmemorativas del 40
aniversario de "El Gurrión"...
-Bueno sí.
Se han publicado tres láminas para enmarcar, de fotografías antiguas de
Labuerda, para regalar a las personas suscritas, la primera cuando editamos el
número 50; la segunda para celebrar los 25 años y la tercera al cumplir los 40.
También se han editado varias pegatinas y varios marcapáginas.
Durante ocho años consecutivos organizamos, desde la revista El Gurrión, una
muestra de coleccionismo (relacionada con esa sección permanente en la revista
que se viene publicando desde el número 89, de noviembre de 2002) coincidiendo
con las fiestas de agosto (2009-2016). De los cinco últimos años se editaron
trípticos informativos, en color que también son elementos que contienen
información relevante y curiosa.
-¿Por qué esa
necesidad de escribir? ¿Va más allá de las ansias de difundir, dar a conocer
que puede tener todo maestro?
-Es una
buena pregunta. En mi caso no todo acaba en difusión. Llevo más de veinte años
(por poner una fecha así a vuela pluma) escribiendo diarios a mano, en
diferentes cuadernos. Cuadernos de tamaño folio; otros de tamaño cuartilla.
Cuadernos que me regalan o que compro en los viajes. Escribo prácticamente
todos los días: una reflexión sobre lo que acontece, el comienzo de la lectura
de un libro, la recepción de una carta o el envío a varias personas de
publicaciones; si he salido a caminar, una llamada telefónica, la recepción de
un paquete, el tiempo que está haciendo... Lo que se me ocurre, lo que vivo y
observo. Nada de un plan preestablecido. Cuando termino un cuaderno, empiezo
otro al día siguiente y así llevo ya decenas de cuadernos que igual no lee
nadie nunca. Yo los consulto, en ocasiones, para confirmar una fecha o un
acontecimiento de índole familiar o personal. Escribir es una liberación, un
vaciado del departamento de mi cabeza que se ocupa de pensar y fabricar
propuestas. Si escribo lo que pienso, descanso. Por otra parte, tener espacios
donde poder escribir es importante: las revistas, las redes sociales, los
diarios, los cuadernos de poesía, los archivos en el ordenador que algún día
conformarán algo concreto... De modo que lo que me viene a la cabeza lo puedo
ir derivando a alguno de esos “cajones”, para que más adelante pueda retomar la
idea y darle una nueva forma o desecharla o reescribirla. Precisamente, esa
afición o necesidad de escribir, la transformé en un “cuaderno de escritura”
que llevé a la escuela para motivar a los chicos a hacerlo también. Yo también
llevaba el mío en ese caso. Regalaba un cuadernillo y nos poníamos de acuerdo
en la frecuencia de escribir. También para que ellos y ellas empezaran a dar
importancia a los acontecimientos que vivían y los dejaran fijados por escrito.
De ahí también, la invitación a que me escribieran una carta en vacaciones,
contando pinceladas de su vida, que yo contestaba a vuelta de correo... Hicimos
muchos “libros libres” sencillos, como resultado de pequeñas investigaciones o
después de algunos experimentos creativos. Escritura y lectura o viceversa,
siempre juntas.
-¿Qué relación
guarda esa necesidad con el ejercicio de la escritura creativa?
-No sabría precisar con exactitud,
pero sí que creo que puede tener mucha relación. De hecho, según en qué modo te
coloques, lo que acabas de vivir puede pasar al cuaderno-diario como una
anotación o convertirse en un texto más reflexivo, cuasi literario o en unos
versos que desarrollan aquel acontecimiento de una manera más literaria y
creativa.
-Háblanos un poco de tu faceta fotográfica,
afición que además has transmitido a tu hija Ana...
-Desde que me jubilé, cada vez que
salimos a caminar (casi todos los días), llevo siempre la cámara fotográfica
conmigo. De hecho, si algún día la dejo en casa, seguro que me arrepentiré de
haberlo hecho porque ese día saldrá a mi encuentro una situación, un animal, un
cielo especial o veré algo que no había visto antes... Cuando trabajaba en la
escuela, antes de las cámaras digitales ya, solía llevar la analógica conmigo
con frecuencia para documentar fotográficamente las salidas, las excursiones,
las visitas, pero también las exposiciones que hacíamos o las actividades que
tenían como resultado interesantes materiales. Cuando aparecieron las cámaras
digitales, la llevaba siempre en el bolso. Documentaba lo que hacíamos. Guardo
múltiples ejemplos de los resultados de las actividades realizadas. En el plano
familiar, desde que nacieron mis hijos y los sobrinos, les fui haciendo fotos
que ahora valoran mucho, claro. Cuanto más mayor se hace uno, más valor da a
elementos que le permiten reconstruir un tiempo pasado. De todos los viajes que
hemos hecho guardo potentes reportajes. Ahora mismo, con el tema digital, soy
de los que hago cada cierto tiempo una selección de 150 o 200 fotografías, las
paso a papel y las llevo a un álbum. Si tengo unas 150.000 fotos digitales eso
no hay quien lo vea, pero sentarse con un álbum y pasar hojas y comentar, sigue
siendo muy agradable. Mis dos hijos también hacen fotos, pero sobre todo mi
hija Ana es la que maneja el iphone con maestría y es
poseedora de un interesante ojo fotográfico. Hace unas fotos espectaculares.
Algo de culpa habré tenido yo en que hayan heredado esa afición, je, je.
-Coméntanos de
otras aficiones tuyas que tengan ósmosis con tus publicaciones, con El
Gurrión...
-La lectura, sin duda. Mi afición
nació justamente de la carencia de libros en mi casa y en mi infancia. Los
primeros, los encontré en la escuela. Y a los libros escolares, añadí con
rapidez los álbumes de cromos que salían en las tabletas de chocolate. Álbumes
con pequeños textos informativos en los que, antes de conseguir el cromo ya
podías leer la historia impresa en el álbum; además, los álbumes eran en color,
en un tiempo de libros en blanco y negro. El bagaje lector que uno ha ido
generando me ha servido y mucho para planificar y aportar contenidos a las
revistas. El coleccionismo también ha tenido una incidencia directa en algunos
contenidos de la revista. Yo soy pluricoleccionista y
guardador de muchas cosas, algunas más o menos insólitas: marcapáginas,
fósiles, libros de juegos y juguetes, sellos, posavasos, pegatinas, placas de
cava, revistas comarcales, etc. Mi afición a la montaña, a las caminatas, ha
dado mucho juego para algunas secciones de El Gurrión. De la fotografía ya he
hablado. La escritura de cartas y el hecho de guardar todas las que he recibido
desde pequeño o el haber encontrado cartas familiares de hace decenas de años
me han proporcionado material de reflexión y artículos para El Gurrión...
-Luego está el compromiso, tus ideas e
idealismo que se vislumbra en muchas, muchas de tus publicaciones, sobre todo en
tu actividad en las redes sociales...
-Hay algunos principios que orientan
mi vida; unos tomados directamente del ejemplo que supuso tener unos padres
agricultores, humildes, pero extraordinariamente dignos, respetuosos y
honestos; trabajadores incansables para que sus cuatro hijos pudieran tener una
formación que nos permitiera dejar la esclavitud de la tierra y de los
animales. Otros que se han ido generando con el ejercicio de la vida, las
lecturas, la militancia educativa en un MRP—Movimiento de Renovación
Pedagógica-- y la actividad escolar directamente con niños y niñas: la
cooperación; el orgullo docente; el respeto; el cultivo de la amistad; la
relación igualitaria con la mujer; el interés por el estudio, conocimiento y
conservación de la naturaleza; la divulgación del trabajo en la escuela
pública, promoviendo publicaciones para generar hemeroteca y dejar constancia
de lo que se fue haciendo...
-Por cierto,
¿qué concepto tienes de las redes sociales que utilizas? ¿Piensas que son
compatibles para lo que desarrollas, editando mucho como editas en papel?
-Por un lado, me parece inevitable esa
dimensión que han adquirido, Si se han creado dispositivos que facilitan
participar en ellas, lo lógico es que las utilicemos. Yo solo participo en
Facebook. Creo que aquí lo que tienes que hacer es ver cómo te colocas frente a
esa red y sus posibilidades. Yo, desde un principio decidí utilizarla para
publicar mis fotos y mis comentarios. Y ahí sigo después de diez o doce años.
No me importa lo que hagan ni con mis fotos ni con mis comentarios. De hecho,
ahora mismo, la posibilidad de publicar diariamente algo en F es una motivación
extra que tengo para escribir. Algunas de las publicaciones que he nombrado más
arriba, están dispersas en mi muro de Facebook. Otros aspectos me parecen
lamentables; los comentarios onomatopéyicos reiterados son insufribles; los
bulos que se propagan, lamentables y todo lo que genera insultos, odio y
ataques directos contra personas por su orientación sexual o por otras razones,
de intervención judicial. Hay mucha basura, pero toda actividad humana genera
basura, ya lo sabemos. Pero también es un espacio para compartir artículos de
ediciones de prensa digital, para acceder a recomendaciones lectoras de las
amistades o para disfrutar del sentido del humor de algunos participantes y una
manera -tal vez no la mejor- de combatir algunas soledades para algunas
personas...
-Pero
en todo esto tu vinculación a la tierra es más que fundamental...
-Por supuesto. A la tierra, a la
naturaleza y a mi tierra, a mi país de Sobrarbe. Yo nací en esta comarca y aquí
viví hasta los quince años. Luego estuve cinco años estudiando en Huesca, con
largas estancias en Labuerda, dedicado a realizar las más diversas labores
agrícolas y ganaderas ayudando a mis padres. Nunca perdí el contacto con mi
pueblo, con mi tierra, aunque el trabajo me llevó fuera de ella. De hecho,
coordinar la revista El Gurrión era y es también una manera de honrar al lugar
que me vio nacer y era y es mi contribución desinteresada y mi prueba de amor a
esa tierra. Desde que me jubilé, las estancias se han hecho más largas y con la
pandemia es posible que este sea ya el destino definitivo, el campamento base,
desde el que haré, haremos salidas a otros lugares.
-¿Tu paso por el
mundo de la docencia te habrá aportado no poco músculo --me refiero al mental--
y al llenarte de más ganas de llevar a cabo todo esto?
-Estuve cuarenta años trabajando en la
escuela y, excepto dos licencias por estudios de un año cada una, siempre con
docencia directa con el alumnado y como tutor de un grupo. Tuve la suerte de
verme enrolado en experiencias de mucho interés desde el principio y de
encontrarme con Mercè, compañera de vida y trabajo.
Cuatro años de funcionamiento con una “Dirección compartida” entre todos los
miembros del claustro en Canovelles (Barcelona).
Luego, al llegar a Fraga, ayudar en la refundación del Movimiento de Renovación
Pedagógica “Aula Libre” y coordinar sus publicaciones durante más de veinte
años...Siempre procuramos que nuestro trabajo en la escuela huyera de la
reproducción mecánica de contenidos sin ninguna conexión con el entorno ni la
realidad de las criaturas e incidiera directamente en la imaginación, en la
cooperación, en la creatividad, en la participación, en la aproximación a los
intereses de niños y niñas y en la generación de acciones globales, en la
fundación e implementación de la biblioteca escolar; en la promoción de la
lectura y de la escritura, en la realización de revistas escolares o de
publicaciones monográficas... De algún modo, el trabajo escolar difería poco en
la orientación de los intereses que uno cultivaba en su vida familiar y
cotidiana.
-Eres de los que
piensa y reivindica que la educación pública, de todas y para todas y todos, es
la piedra angular de toda sociedad que se precie...pero ¿por qué hay tanto
ruido alrededor de algo que es fundamental?; ¿cuál sería el mundo ideal de
Mariano Coronas en cuanto a la educación?
-Hay ruido porque hay un negocio
extraordinario. La enseñanza concertada es un invento diabólico. El estado paga
los gastos y los dueños del colegio solo recogen beneficios e imponen criterios
educativos nada universales. A estas alturas, es una enorme anomalía. Los niños
y niñas de los núcleos rurales de todo el país, ¿pueden acceder a ese derecho
inventado de elección de centro? Porque los concertados ni se acercan por el
medio rural... La enseñanza debería ser o pública o privada y se acabó. Que
quieres un centro privado, perfecto, pagas íntegramente la cuota y los gastos y
a otra cosa. Pero el estado debe ofertar una escuela pública de alta calidad,
universal, cuidada y cuidadora, que promueva la igualdad, que respalde todas
las inteligencias y las potencie. Que facilite la integración de todas y todas
y posibilite la convivencia de niños y niñas de distintas procedencias,
culturas, etc. Una escuela lectora, ecológica, científica, literaria... Una
escuela en la que la enseñanza religiosa desaparezca de sus aulas y quede a
merced de quienes están interesados en ella, en parroquias, iglesias, mezquitas,
sinagogas, etc.
Dice el sociólogo e investigador César
Rendueles: “Si la
educación es importante para un proyecto igualitarista es porque la
educación pública universal desempeña un papel irremplazable como instrumento
de socialización democrática. En nuestras sociedades el único espacio en el que
los niños, los jóvenes y sus madres y padres tienen la oportunidad de mezclarse
cotidiana, prolongada y masivamente con personas procedentes de otros grupos
son los centros educativos obligatorios”. Comparto totalmente las palabras de
César.
El
Coronas de Anversos y Reversos, una
colaboración con el ilustrador, Antonio Santos.
Sobre este libro de poemas que nos
hizo llegar ,en su día, Mariano Coronas nos concedieron, Mariano y Antonio, una
entrevista para El Cazarabet conversa con.. y nos venía a decir sobre lo que nos encontramos en este libro poético o de poemas
con el trazo ilustrativo de uno de los ilustradores más admirados, Antonio
Santos..pues nos venía Mariano a explicar lo
siguiente: Imagino que si los lee alguien que no me conoce, ni conoce a
Antonio, hará una lectura diferente a quien sepa de nuestra manera de pensar,
nuestras aficiones o conozca trabajos anteriores de uno y de otro. Desde luego,
no son versos para marcianos. Son sencillos de interpretar y retratan el
entorno personal y ofrecen una geografía amplia de intereses o preocupaciones
que mucha gente podría compartir. Finalmente está la interpretación que cada
cual hará al leer un poema y pasarlo por su filtro personal.(….)
Cuando escribía esos versos, no pensaba en que pudieran tener ningún recorrido
especial. Uno escribe en base a motivaciones provocadas por un estado de ánimo,
un pensamiento recurrente, una sensación alegre o angustiosa, una noticia, una
fotografía, una conversación… La escritura te permite sacar de dentro algo que
te intranquiliza, que te conmueve, que da vueltas en tu cabeza… Es una descarga
que libera “memoria emocional” (si es que eso existe). Luego, si alguien lo
lee, él o ella sabrá qué emociones le transmite o le
despierta.
Nos preguntamos sobre qué significa la
poesía en Mariano y en su manera de “asumirla” o “acogerla”: las canciones
infantiles fueron las primeras rimas que escuché. Las siguientes tuvieron que
ver con la escuela, leídas en voz alta (cantadas a coro, casi). Los versos de
mayo también crearon afición o hartazgo (no sé muy bien). En el instituto, en
la primera juventud (en mis tiempos no existía la adolescencia, creo) leíamos a
los poetas románticos y plagiábamos su intencionalidad y sus registros, escribiendo
también con alguna intencionalidad definida, je, je. Luego, en mi caso, ha
habido un cultivo continuado de la rima para contar eventos familiares o de
amistades, con largas retahílas de versos y, por supuesto, siempre la tuve
presenté en la escuela, buscando que chicos y chicas se acercaran a la poesía
de una manera natural, ayudando a desmontar el inicial rechazo que solía
producirles, con más o menos éxito. He leído poesía desde siempre y he escrito
versos casi desde siempre, también.(…) -Con la poesía se pueden transmitir
mensajes como más sutiles, pero que “calan” más…
Además entendemos que hay una
retroalimentación especial entre la poesía y la ilustración: -¡Claro! Imagino
que el ilustrador o la ilustradora lo que hacen es desarrollar un discurso
paralelo, al que ofrece el poema y complementan, de algún modo, el mensaje que
transmite. Un poema es, o puede ser, un texto muy plástico, que invita a ser
ilustrado. En la escuela, la ilustración de poemas daba siempre mucho juego y,
en ocasiones, resultados muy sorprendentes.
Además añadía sobre la selección para
Anversos y reversos:”... intenté seleccionar ejemplos que dieran cuenta de los
intereses en los que me muevo o que mueven mi pensamiento y mi comportamiento
como persona: relacionados con la tierra, con la infancia, con el mundo, con el
trabajo, con la naturaleza, con las personas, con la injusticia, con la
inmigración, con las guerras, con la memoria, con el humor… Al final, añadí
algunas pequeñas composiciones para completar el libro...”.
Y sobre la elección del título nos explicaba:
“En julio de 2016 coincidimos, Antonio y yo, en un Curso de Verano, organizado
por la Universidad de Almería. El título del curso era: “La recepción de la
LIJ. El álbum ilustrado y la poesía infantil en la formación lectora”. Los dos
fuimos “reclutados”, como ponentes, por un amigo común tristemente desaparecido
hace un año: Pedro C. Cerrillo y cada uno desarrollábamos un taller. Cuando
Pedro me pidió un título para mi taller, le ofrecí dos para que eligiera y se
inclinó por el de “ConVersos y ViceVersos”.
Posteriormente, cuando fantaseaba con la posibilidad de editar un libro de
poemas, decidí que se llamaría –contuviese lo que contuviese- “Anversos,
reversos y viceversos”. Al final, lo dejé en
“Anversos y reversos” (los “viceversos”…, para el
siguiente, je, je). Con ello quería quitarme presión. No soy poeta, escribo
versos y también hace referencia el título a la vida misma, que tiene cara A y
cara B en cada aspecto o situación que contemplemos… Algunos de los poemas del
libro muestran esa dualidad: los pueblos tiene paisajes hermosos, tranquilidad,
son lugares sanos…, pero se están vaciando, la soledad asfixia… El anverso, la
cara A y el reverso, la cara B”.
El Mariano fotógrafo, la mirada desde la cámara
de este aragonés…
La exposición que nos dejó en nuestra
Sala de Exposiciones de Cazarabet---
http://www.cazarabet.com/exposiciones/chamineras/index.htm ---... en ella
Mariano se acerca en sus paseos por los pueblos y rincones de El Sobrarbe
cámara en mano deteniendo la mirada como una “ave de presa”..
Su hija Ana y su hijo Daniel, también han heredado esas curiosidades….herencias
del convivir que arañan al suelo porque se pegan a la tierra.
Mariano Coronas es un maestro jubilado
que fue y es un apasionado de su oficio, el de aprender enseñando. Ahora
aprovechando más las horas del tiempo de jubilado lo invierte en auto editar
verdaderas joyas algunas de las cuales estaban ya pre editadas en un cajón
empolvándose o en proceso de colaboración. La hora del recreo, por
ejemplo, es el resultado de sus
artículos en el Heraldo Escolar. Mariano, disfruta difundiendo lo vivido y
reflexionando sobre ello para hacer de la escuela algo más integral e íntegro. La presente monografía, la del Recreo y
juegos, viene a completar el estudio y
la investigación de Coronas sobre el tiempo lúdico y en qué era invertido o
utilizado, abriéndonos en plena era de la tecnología un abanico de
posibilidades a cumplir, a soñar o a invertir en los ratos libres que
deben—fijaros en el verbo—ser sumergidos entre juegos en la calle, patios, parques y con la imaginación y
la comunicación como elementos integradores entre los y las participantes. Así,
el presente trabajo viene a cumplimentar otros trabajos anteriores como: “Juegos y otras actividades, así nos
divertíamos, así jugábamos… (Labuerda, recopilación de juegos infantiles)”.
Mariano se ha visto influenciado y animado por compañeros de aula que
compartieron durante muchísimos años su afición, como es el caso del malogrado
maestro Josep Galán que , en más de una ocasión, animó
al maestro Coronas a escribir sobre los juegos tradicionales de Fraga.
..Trabajo de una inmensidad que le hizo, de alguna manera, desistir en toda su
magnitud, pero, de alguna manera sí se acercó, mediante la publicación en Aula Libre de un monográfico sobre
juegos infantiles en Fraga. Aquella aventura fue en 1997. Coronas en un marco
de conferencias dedicadas a Desafíos del
juguete en el siglo XXI: Juegos y juguetes para los contenidos escolares—que
tuvo lugar en la Feria Internacional del Juguete de Valencia en el 2002— y allí
pronunció su ponencia bajo el título de “Juegos
con el lenguaje: el humor y el juego fomentan el ingenio y la creatividad”.
En Labuerda, su pueblo natal durante unos ocho
años este maestro ha ido organizando una muestra de coleccionismo donde se
reunían y se podían contemplar colecciones de objetos varios. El año pasado el
tema fue “Juguetes y juegos antiguos y libros sobre ellos”…eso ha alimentado
más ese proyecto que se iba depositando en este maestro divulgador el de
acercarnos al juego, al juguete, al tiempo lúdico y de entretenimiento…Así hizo
un rincón también de todo esto desde la escuela y empezó a trabajar en ello
desde su Colegio el Público Miguel Servet de Fraga desde donde empezó a
publicar y difundir publicaciones que se
repartían entre los alumnos, alumnas y sus familias. Así surgieron: “Un bolita
de algodón”; “El patio de mi casa”; “Cinco lobitos…tiene el recuerdo”, “Debajo
del puente hay una serpiente” o la recopilación, “La Luna se llama Lola”. En el
curso 2011-2012 surge desde el Colegio una actividad que titularon “Cada cual
traiga su juego” y resultó un éxito del
que surgieron exposiciones; como la que todavía puede verse en el vídeo
siguiente como un “Museo virtual del juguete reciclado”—si lo ponéis en youtube lo podréis visionar—. Todo esto, recordamos,
retroalimentaba las otras facetas de escritor, poeta, divulgador y maestro de
este Labuerdense que habitaba las aulas del Colegio
Público Miguel Servet de Fraga.
Como decíamos más arriba este maestro
se jubiló y esto da un poco más de tiempo para interrogar e interrogarse en sus quehaceres pasados, presentes y
futuros…de esta manera, recordaba, rescatando, una llamada telefónica de Pilar Basiega—coordinadora en los 90 del Heraldo Escolar--- que
le propuso escribir sobre los juegos infantiles y así empezó la aventura que,
ahora, nos traslada, con otro formato, aquí. Con aquella propuesta y carrete en
mano, Mariano se puso esa capa invisible que llevan algunos héroes del presente
e invitó a jugar a sus alumnos y se puso a jugar con ellos. Los carretes con
imágines viajaban de retorno a la redacción del Heraldo como lo hacían antaño
casi todos los colaboradores, gracias a la complicidad y generosidad de los
cobradores o conductores de las líneas de bus. Era lo más seguro. Ellos eran un
mensajero hasta la acera de Zaragoza. Las escrituras de los artículos, todavía
guardan su eco en el tecleo de una vieja Olivetti “Dora”—que no tenía, por
cierto, nada de exploradora--. Él enviaba el original y un calco le hacía una
copia. Al final de aquel curso. Él mismo se hizo una tirada que repartió entre
amistades y personas que querían o mostraban interés en los juegos infantiles y
populares…fue una tirada de medio centenar de ejemplares. Al reencontrarse con
este material decidió condensarlo todo en este monográfico que hoy les
presentamos, añadiéndole la presentación y una interesantísima bibliografía
sobre el tema porque el maestro Coronas es, también un excelente lector. En el
índice podemos contemplar los temas tratados sobre los juegos infantiles en la
escuela y la fecha en que eran publicados, recordemos entre 1990 y 1991. Un
total de 35 participaciones en la atención al juego y a jugar en esa “sagrada”
hora del recreo. Los temas que abordó son: Fórmulas para “elegir”; Jugar a la
pelota; Con la pelota entre manos; Con un pañizuelo; De las caricias al “veo
veo”; A la una, mi mula; ¿Qué será…? ¡Churro!; Saltar a la comba; El juego de
la goma; El otoño trae canicas; ¿Construimos juguetes?; Para “quitarnos el
frío”; Juegos de fuerza; La magia del escondite; “El corro de la patata…”;
Juguemos en paz; Palmadas y canciones; Juegos para días de lluvias; Juegos para
después de llover; Jugar a “carpetas”; “Adivina, adivinanza…”; Juegos de fuerza
y habilidad; Canciones para jugar; “A tapar las calles…”; “¡Corre, corre, que
te pillo!; Jugar con el mundo verde; “Juegos para chicos y grandes”; Canciones
infantiles; “Tres en raya, marro…”; “Patacones y escampilla”;”Golpe a golpe,
verso a verso…”; Algunos libros de juegos; Juegos y literatura...Antes de
añadir la bibliografía; hay una interesante recopilación—a modo de
hemeroteca—aleatoria de artículos que hablan del juego, de los juegos
(infantiles y tradicionales) y de los juguetes.
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