Aldo Morandi en España
Ricardo Formica más conocido como Aldo Morandi
fue un militar antifascista italiano que nació en la isla de Sicilia, más
concretamente en la localidad de Traponi y en sus 79
años de vida se caracterizó y mucho por el compromiso antifascista que le llevó
a España durante la Guerra Civil Española. En estos setenta y nueve años de
trayectoria vital hasta su muerte en Milán destacó con su presencia en las dos
Guerras Mundiales, pero sobretodo en el conflicto español, formando parte del
Ejército Popular de la República, desde su vinculación en las Brigadas
Internacionales. Su paso por la Guerra Civil y las BBII es importante porque es
muy destacado desde un primer momento, formando parte destacadísima de la XIV
Brigada Internacional.
Cronología de su paso antifascista por España:
El 30 de noviembre de 1936 llegó a España y
se afilió al Partido Comunista.
En la base de las Brigadas Internacionales en Albacete fue nombrado capitán y comandante del Batallón Mixto
de Educación. El 23 de diciembre se convirtió en jefe del Estado Mayor de la XIV Brigada
Internacional.
El 14 de febrero del 37 fue nombrado
comandante de los batallones 21 y 24 que lucharon en la batalla del Jarama donde fue
herido en el muslo. Posteriormente asumió el mando de la 86.ª Brigada Mixta2 y la 63.ª División, en el
frente de Córdoba.
En febrero de 1938 pasó a mandar la recién constituida división
«Extremadura», con la que llegó a operar en el frente de Levante.
Enlazamos la presencia de este destacado oficial italiano con la “memoria”
de la presencia de estos en la Batalla de Levante, mucho más vinculada al
resultado en el Frente de Aragón, recordando este libro y lectura.
Italianos en la Batalla de Levante. Operazione
Levante. 13-25 de julio de 1938. Blas Vicente Marco, Carlos Mallench
Sanz, Ángel Salvador Pastor, Giancarlo Francone, Vittore Francone.
editado por Dobleuve, un libro con másde
270 fotografías, muchas de ellas, inéditas y más de 80 planos e ilustraciones
originales.
Recordamos, ahora, la memoria y lectura de esta entrevista y del libro,
La guerra fascista de Javier Rodrigo: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/guerrafascista.htm
O con el libro de José María Maldonado, Alcañiz 1938, el bombardeo
olvidado: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/alcaniz1938.htm
Pero vayamos, ahora al libro-catálogo sobre Aldo Morandi,
desde una entrevista con Francisco Moreno.
Estamos ante un libro-catálogo muy
bien elaborado con una selección de fotos inéditas.
Francisco
Moreno Gómez, este historiador que tanto se fija en la Guerra Civil Española se
acerca a este antifascista italiano que se encontraba en Francia, durante el
golpe militar y que , en poco tiempo, acabó por sumarse a la lucha dando
respaldo a la II República bajo el reclutamiento del Partido Comunista Francés
y con el impulso del PCUS. De parís viajó en tren, junto con otros voluntarios,
a Figueras y de allí pasaron a la base general para los internacionalistas,
Albacete. A este brigadista le esperaban batallas decisivas como las de Lopera
y Porcuna en Córdoba ;la del Jarama; estuvo en tierras
de Teruel...el exilio, después de que tuviese que dejar la lucha en España, no
le pudo llevar a Italia porque allí reinaba el fascismo…acosado por la Gestapo
huye a Suiza. Es en 1945 cuando regresa a Suiza
Aquello que cuenta el libro-catálogo:
Este libro-catálogo presenta una selección de fotos inéditas de la guerra
civil, sobre todo de Córdoba, conservadas 80 años en el Álbum particular del
jefe brigadista internacional Aldo Morandi, que
mandó en Córdoba la 86 BM. y la 63 División. Gracias a
su sobrina Miuccia Gigante (Milán) y al
tutor de las fotos, Pietro Ramella (Turín),
este testimonio gráfico inédito ve ahora la luz por primera vez. Esta
publicación es un homenaje inexcusable a las Brigadas Internacionales, por su
generosidad impagable y por el heroísmo de su lucha antifascista en España.
Aldo Morandi en Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Aldo_Morandi
Biografía de
Aldo Morandi (Riccardo Formica),
por Pietro Ramella
http://www.storiaxxisecolo.it/antifascismo/biografie%20antifascisti112.html
Lo que nos dice el autor, acercándose al
libro-catálogo
Uno de los
fenómenos colaterales de la guerra civil fue el de las Brigadas
Internacionales, uno de los casos de voluntariado internacional más importantes
de la historia en la lucha contra el fascismo. Al mismo tiempo, en torno a la
guerra civil surgió, entre tantos otros temas, la colateralidad del
fotoperiodismo, cuya máxima expresión fue Robert Capa. Pero no sólo los
periodistas ejercieron de notarios de la realidad traumática, sino también los
propios protagonistas de aquellos años de lucha y sangre. Este fue el caso de
Aldo Morandi, suboficial italiano antifascista,
llegado a España a primeros de diciembre de 1936, con un buen número de
voluntarios italianos. Morandi llegó al
frente de Lopera-Porcuna como capitán a finales de 1936, apareció como
comandante en el frente Sur (Pozoblanco), a finales
de marzo de 1937, al mando del 20 Bon. Internacional. En mayo del mismo año fue
ascendido a teniente coronel en el mismo frente Sur, al mando de la 86 Brigada
Internacional. A finales de octubre de 1937 mandó en el mismo frente la 63
División, y en marzo de 1938 fue puesto al mando de la División de Maniobras,
al Bajo Aragón, con las mejores tropas cordobesas, para tratar de contener, sin
éxito, la avalancha de los franquistas hacia el mar, según consta en su libro
de memorias In nome della libertá (Milán,
2002). De toda su gran experiencia heroica trató de salvar para la posteridad
una muestra de campaña a través de la fotografía.
Este libro-catálogo, Aldo Morandi en España (103 pp.), con elaboración,
estudio y edición de Francisco Moreno Gómez, muestra una selección de fotos
inéditas de la guerra civil, sobre todo en el Norte de Córdoba, conservadas en
el Álbum particular de Aldo Morandi, en manos de
su sobrina Miuccia Gigante (Milán) y de su
estudioso Pietro Ramella(Turín), que han tenido a bien ceder una buena selección
para esta edición en España. Dar con estas fotografías ha sido un verdadero
azar. A manos de Pietro Ramella llegó el
libro de Francisco Moreno Trincheras de la República (Córdoba,
2013), y la familia de Morandi se ofreció
altruistamente para esta cesión. Las fotografías de esta edición son muy
significativas de lo que fue la vida bélica detrás de las trincheras, con
múltiples aspectos como el suministro, reclutamientos, refugiados o la sanidad,
a través del hospital americano del Dr. Friedman.
La salvación de estas fotos, ahora descubiertas para la posteridad, fue en su
día otro azar, en 1939, cuando a primeros de febrero Aldo Morandi, con sus garibaldinos, pasó la frontera de Francia.
Su máquina de fotos le fue robada por los esbirros franceses (Cuánto recuerda
esto al calvario actual de los refugiados sirios, ante la farisaica Europa de
los banqueros), pero los negativos los había salvado antes, entregándolos a su
compañera Vincenzina Fonti,
de nacionalidad suiza, que pudo pasar la frontera sin dificultad. Así pues,
toda una cadena de casualidades nos permite hoy recibir la pedagogía de la
historia a través de fotos curiosísimas y significativas, como la única
existente en el frente del militar artillero republicano don Joaquín Pérez
Salas (en portada), heroico defensor del frente cordobés, fusilado por Franco
en 1939, como no podía ser de otra manera, ante el gran perpetrador de crímenes
contra la humanidad, que ahora pretende blanquear la corriente negacionista.
LA LABOR HISTÓRICA DE FRANCISCO MORENO GÓMEZ
Francisco
Moreno Gómez, doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de
Madrid, catedrático de Instituto, inició su labor historiográfica en 1978, bajo
el estímulo de don Manuel Tuñón de Lara. A partir de 1982 fue apareciendo,
entre las primeras monografías territoriales que se hicieron en España, su
Trilogía sobre Córdoba: La República y la guerra civil en Córdoba (1982,
premio “Díaz del Moral”, del Ayto. de Córdoba), La guerra civil en
Córdoba, 1936-1939 (1985), y Córdoba en la posguerra (La
represión y la guerrilla) (1987). En 1985 publicó también La
Masonería en Córdoba, junto con Juan Ortiz. En 1992 obtuvo, junto con sus
alumnos de COU, el premio Espasa-Calpe, por un guión radiofónico sobre Miguel
Hernández. En agosto del mismo año impartió conferencia en la Universidad de
Monterrey (México), con motivo del V Centenario. En 1995 publicó La
última utopía, sobre la III Internacional en Andalucía. En 1996 aparecieron
dos libros a partir de su tesis doctoral: Pedro Garfias, poeta de la vanguardia, de la guerra y del exilio,
así como Poesías Completas, del mismo autor. En 1997 publicó para
McGraw-Hill la antología comentada Generación del 27. Vino luego el
libro conjunto Víctimas de la guerra civil (1999), en el que
redactó la 3ª parte. En La Aventura de la Historia publicó el
trabajo “El terrible secreto del franquismo” (núm. 3, 1999). Junto con una
amplia labor de conferenciante, en 2001 publicó un extenso libro: La
resistencia armada contra Franco. Sobre el mismo tema participó en el libro
conjunto Morir, matar, sobrevivir (2002), y la obra
individual Historia y memoria del maquis (1996). En 2008
inicia una tetralogía exhaustiva sobre la guerra civil y el franquismo, desde
el observatorio de Córdoba, pero con visión generalista sobre España, con los
siguientes títulos: 1936, El genocidio franquista en Córdoba (2008),
seguido deTrincheras de la República, 1937-1939.
Desde Córdoba al Bajo Aragón, al destierro y al olvido (2013). En
2014, La victoria sangrienta, 1939-1945. Un estudio de la gran
represión franquista para el Memorial Democrático de España, una obra
que ha sido declarada (El País, 10-12-2014) entre “Los mejores
libros de historia de 2014”. Para 2015 está previsto el final de
esta serie con Los “Desaparecidos” de Franco.
Cazarabet
conversa con Francisco Moreno Gómez:
--Francisco, ¿qué es lo que te motivó a
acercarte de esta manera, con un libro-catálogo, al brigadista Aldo Morandi?
--La historia es un poco larga. En 2007 tuve noticia de la publicación
en Italia (Ugo Mursia,
Milán, 2002) del Diario de guerra de Aldo Morandi en
España, In nome
della libertá. A través
de un amigo fui recibiendo algunos capítulos, que traducíamos macarrónicamente.
Pero fue en 2008, cuando, a través de un familiar, conseguí un ejemplar del
libro, que me resultó apasionante, sobre todo: lo ocurrido en el Norte de
Córdoba y en la retirada del Bajo Aragón. En mi libro Trincheras de la República (El Páramo, Córdoba, 2013) di entrada a
muchos hechos narrados por Aldo Morandi, siempre con
una exactitud pasmosa. Luego, mi libro acabó aterrizando en Italia, no sé cómo,
y cayó en manos de los familiares de Aldo Morandi. Un
día recibo un correo de Pietro Ramella, acompañado de
varias fotos. Quedé asombrado, y empecé a pedirle más fotos, que él me iba
remitiendo generosamente. Existía el problema de que las fotos eran muy
pequeñas, cosa propia de la época. Entonces, Pietro, con mi consejo las fue
sometiendo a un tratamiento técnico en un estudio de Turín. De esta manera me
facilitó 80 fotografías inéditas sobre la guerra civil, que yo considero de un
enorme valor. A partir de ahí empecé los preparativos para publicar estas
fotos, así como un estudio sobre la figura del gran personaje Aldo Morandi, todo lo cual cuajó en una Exposición (2014), que
ahora he pasado a la Diputación de Córdoba (2015).
--Qué
tenía de particular para ti este antifascista italiano?
--Conocí a este jefe interbrigadista a través
de su libro de memorias citado (In nome della libertá)
y me resultó de una personalidad extraordinaria, por su entrega a la causa
republicana, por su capacidad militar, por su carácter responsable y por la
exactitud de sus observaciones, incluso de tipo geográfico. Fue una de esas
grandes personalidades que puso en acción la lucha por la República española.
Su alta moral de lucha se refleja en sus breves discursos de campaña, así como
su alta estima para sus “garibaldinos” italianos.
--Dentro
del Partido Comunista, ¿Cómo se fue moviendo Aldo Morandi
más allá de ocupar cargos militares?
--Morandi, además de antifascista italiano
(PCI), era sobre todo militar, suboficial (guardamarina)
de la Escuela Naval de Livorno. Pero hubo de salir huyendo en 1927 por la
persecución de Mussolini. Vagó por Europa, recaló en la Escuela Leninista de
Moscú y acudió a España, a finales de noviembre de 1936, con un gran grupo de
“garibaldinos”. Entonces ingresó en el PCE, durante toda la guerra, pero en sus
escritos lo que más aparecen son sus preocupaciones militares, y por supuesto,
sus críticas a la incompetencia de algunos mandos. A comienzos de los 40’s,
refugiado en Suiza, ingresó en la Federación Socialista Italiana, donde parece
que no brilló. En 1947 se sumó al Movimiento Federalista Europeo, de Altiero Spinelli, pero su
estrella se fue apagando, porque Morandi, más que
político fue luchador antifascista, y la gran obra de su vida fue la guerra de
España. Dice Pietro Ramella que “per tutta la vita portó sempre la Spagna nel cuore”.
--¿Cómo ha sido documentarte sobre este
brigadista?
--El tema de las Brigadas Internacionales ya es de por sí apasionante,
no sólo ahora, sino ya en su época. Es uno de los grandes temas colaterales del
universo cognitivo de la guerra civil
española. Hay todo un romancero dedicado a los brigadistas. Fue un fenómeno de
voluntariado internacional impresionante en pro de la libertad, del que no
hallo otro precedente que el del grupo de Lord Byron, en el siglo XIX, que
marchó a luchar y a morir por la libertad de los griegos. Para mí, seguir ahora
las huellas de Aldo Morandi, en el aspecto militar y
fotográfico, responde a mi afán de siempre por investigar, primero, los hechos,
y luego, el análisis. Tiene poco seguimiento hoy en España la historia de
reconstrucción y recuperación de los hechos, y predomina la historia de
análisis. Como decía nuestro llorado Antonio Mª Calero (profesor de la
Autónoma, UAM), “Antes de analizar, primero hay que saber lo que pasó”. Si se
siguiera este camino, se sufriría menos el azote de la equidistancia, el
blanqueamiento, la equiparación y el negacionismo. Esta plaga se debe a que los
hechos están pillados con alfileres.
--Explícanos
la metodología de trabajo que has seguido en la confección de este libro-catálogo.
--Todo ha girado, lógicamente, en torno a las 80 fotografías. Primero
fue hacerse con el material donado y someterlo a un tratamiento técnico en un
laboratorio fotográfico de Turín, cosa que me solucionó Pietro Ramella, porque las fotos son muy pequeñas, algo propio de
la época (Recuérdense las de Robert Capa). Luego vino el trabajo de la
clasificación cronológica y geográfica, desde Figueras a Barcelona, pasando por
Albacete, Lopera, El Jarama y el Norte de Córdoba (que es el núcleo principal).
Después, la clasificación temática: la XIV B. I., el 20 Bon. Internacional, la
86 B. M., el Hospital Americano (muy interesante), la 63 División y la División
de Maniobras.
Otro problema fueron los pies de fotos, bastante detallados por Morandi, pero con algunos lógicos errores, que sólo los
autóctonos podemos dilucidar. Por último, vino la consecución de algunos
papeles de la familia de Morandi, y cierta
bibliografía auxiliar. Así hemos logrado un catálogo de 103 páginas y buena
impresión, creo que muy interesante, porque son fotos inéditas, y esto no se da
todos los días.
--Todos o casi todos los brigadistas tienen
muchos puntos en común. Háblanos de ellos.
--El principal punto en común era el antifascismo, no sólo sentido, sino
también vivido, porque muchos brigadistas eran ya fugitivos de sus países
doblegados (Austria, Alemania, Italia, etc.). Todos tenían el convencimiento de
que la guerra de España era la primera batalla europea contra el fascismo, y
estaban en lo cierto. La mayoría eran comunistas, pero no más del 60 %, porque
estaban los socialistas de Austria, entre otros. Los comunistas ingleses no se
hallaban bajo la órbita de la Komintern. Los norteamericanos también eran
diferentes. El elemento unificador fue el PCF, en su papel de reclutador
general. Al final, todos tenían en común el amor a España, a pesar de lo
ingrato que han sido el Estado democrático español y todos los enemigos de la
memoria histórica. Dice González de Miguel (en El Álbum Fotográfico del general
Walter) que “La guerra de España fue la aventura de sus vidas… Les marcó para
siempre, y año tras año volvieron al escenario de sus luchas… Todos quisieron
ver de nuevo la luz de España y estrechar la mano de aquellos hombres por los
que combatieron y a menudo murieron” (Al menos 10.000 muertos, de los casi
50.000).
--Pero
también presentaron divergencias, ¿en torno a qué giraron éstas?
--A las diferencias políticas ya he aludido. No se dieron diferencias polémicas.
Sólo les movía un punto de mira: el antifascismo. Las diferencias geográficas
se plasmaban en las diferentes nacionalidades, nada menos que oriundos de 52
países. Las diferencias idiomáticas eran casi insalvables, para lo que se
utilizaron varias docenas de intérpretes, y las unidades se diseñaban con
criterios idiomáticos: angloparlantes por un lado, franceses por otro, etc.
Sobre las diferencias culturales o de temperamento escribió con ironía José Mª Massons, médico de las Brigadas: “La nobleza la
representaban los yankees, lo criticaban todo, desde
la alimentación a la atención a los enfermos… Después venían los ingleses, que
se hacían perdonar por su simpatía, buenas maneras y sentido del humor. La
burguesía estaba formada por los franceses, alemanes, italianos, etc. Y los
proletarios eran los eslavos y balcánicos. Polacos que habían trabajado en las
minas del norte de Francia, montañeros yugoslavos, etc. Nunca conocí gente más
valiente afrontando la muerte” (Archivo Gral. Walter, p. 147).
--¿Por qué crees que Aldo Morandi
no participó directamente en la II Guerra Mundial?
--Puede que haya razones que se nos escapen. Quizá no encontró la unidad
ni el hueco para alistarse. De todas formas, Morandi
era ya veterano de dos guerras: de la I Mundial, en la que participó como
teniente, y la española, en la que empezó como capitán de E. M. con el general
Walker, luego comandante con el 20º Bon. Internacional, y por fin teniente
coronel, con la 86 BM., con la 63 División y con la División de Maniobras.
Cuando transcurría la II Mundial, Morandi se hallaba
refugiado en Suiza, perseguido por la Gestapo.
--La
recopilación de fotos creo que habrá supuesto una tarea muy laboriosa.
Explícanos. Aunque también nos parece que habrás gozado mucho como investigador
e historiador.
--Sobre lo laborioso de la organización de las fotos ya te dije algo
antes. Lo más gratificante fue su hallazgo. Es el Eureka para todo investigador. Ver esas estampas de la retaguardia
del frente, y además inéditas, es un verdadero asombro. En la etapa madura de
un investigador ocurren estos hallazgos, porque en esa etapa abundas los cabos
sueltos, tiras y ¡zas! ¡el hallazgo! En cambio, en la
primera etapa todo es más difícil, porque cuesta mucho tener cabos sueltos. Y
te vuelvo a insistir en esto: que el historiador debe afanarse en dos campos:
no sólo en el análisis, sino también en la reconstrucción de los hechos, para
salvarlos del olvido. Esta desgracia ocurrió mucho en la España de la
Transición: cuando era posible la reconstrucción, se prestó poca atención a los
hechos (ni a casi nada). Ahora estamos llenos de lagunas irreparables. Te pongo
un ejemplo: alguien quiere hablar de genocidio en el franquismo, pero no sabe
poner ejemplos ni hechos a los que poder aplicar esa categoría. No conoce los
hechos. Y así caminamos en las historias de la guerra civil, a trancas y
barrancas, en medio de los energúmenos, bajo tormentas de mitos y falacias.
Sabemos muy poco de lo que ocurrió en la guerra civil, lo cual debemos
reconocer con toda humildad.
PRESENTACIÓN
Uno de los fenómenos colaterales de la guerra civil fue el
de las Brigadas Internacionales, uno de los casos de voluntariado internacional
más importantes de la historia en la lucha contra el fascismo. Al mismo tiempo,
en torno a la guerra civil surgió, entre tantos otros temas, la colateralidad del fotoperiodismo, cuya máxima
expresión fue Robert Capa. Pero no sólo los periodistas ejercieron de notarios
de la realidad traumática, sino también los propios protagonistas de aquellos
años de lucha y sangre. Este fue el caso de Aldo Morandi,
suboficial italiano antifascista, llegado a España a primeros de diciembre de
1936, con un buen número de voluntarios italianos. Morandi llegó al frente de Lopera-Porcuna como
capitán a finales de 1936, apareció como comandante en el frente Sur (Pozoblanco), a finales de marzo de 1937, al mando del 20
Bon. Internacional. En mayo del mismo año fue ascendido a teniente coronel en
el mismo frente Sur, al mando de la 86 Brigada Internacional. A finales de
octubre de 1937 mandó en el mismo frente la 63 División, y en marzo de 1938 fue
puesto al mando de la División de Maniobras, al Bajo Aragón, con las mejores
tropas cordobesas, para tratar de contener, sin éxito, la avalancha de los
franquistas hacia el mar, según consta en su libro de memorias In nome della libertá (Milán, 2002). De toda su gran
experiencia heroica trató de salvar para la posteridad una muestra de campaña a
través de la fotografía.
Este libro-catálogo, Aldo Morandi en España (103 pp.), con elaboración,
estudio y edición de Francisco Moreno Gómez, muestra una selección de fotos
inéditas de la guerra civil, sobre todo en el Norte de Córdoba, conservadas en el
Álbum particular de Aldo Morandi, en manos de su sobrina Miuccia Gigante (Milán) y de su estudioso
Pietro Ramella(Turín), que han
tenido a bien ceder una buena selección para esta edición en España. Dar con
estas fotografías ha sido un verdadero azar. A manos de Pietro Ramella llegó el libro de Francisco Moreno Trincheras de la República (Córdoba, 2013), y la familia de Morandi se ofreció altruistamente para esta
cesión. Las fotografías de esta edición son muy significativas de lo que fue la
vida bélica detrás de las trincheras, con múltiples aspectos como el
suministro, reclutamientos, refugiados o la sanidad, a través del hospital
americano del Dr. Friedman. La salvación de estas fotos, ahora descubiertas
para la posteridad, fue en su día otro azar, en 1939, cuando a primeros de
febrero Aldo Morandi,
con sus garibaldinos, pasó la frontera de Francia. Su máquina de fotos le fue
robada por los esbirros franceses (Cuánto recuerda esto al calvario actual de
los refugiados sirios, ante la farisaica Europa de los banqueros), pero los
negativos los había salvado antes, entregándolos a su compañera Vincenzina Fonti, de
nacionalidad suiza, que pudo pasar la frontera sin dificultad. Así pues, toda
una cadena de casualidades nos permite hoy recibir la pedagogía de la historia
a través de fotos curiosísimas y significativas, como la única existente en el
frente del militar artillero republicano don Joaquín Pérez Salas (en portada),
heroico defensor del frente cordobés, fusilado por Franco en 1939, como no
podía ser de otra manera, ante el gran perpetrador de crímenes contra la
humanidad, que ahora pretende blanquear la corriente negacionista.
Francisco Moreno Gómez, doctor en Filosofía y Letras por
la Universidad Complutense de Madrid, catedrático de Instituto, inició su labor
historiográfica en 1978, bajo el estímulo de don Manuel Tuñón de Lara. A partir
de 1982 fue apareciendo, entre las primeras monografías territoriales que se
hicieron en España, su Trilogía sobre Córdoba: La República y la guerra civil en
Córdoba (1982, premio “Díaz
del Moral”, del Ayto. de Córdoba), La
guerra civil en Córdoba, 1936-1939 (1985),
y Córdoba en la posguerra (La
represión y la guerrilla) (1987).
En 1985 publicó también La
Masonería en Córdoba, junto con Juan Ortiz. En 1992 obtuvo, junto con sus
alumnos de COU, el premio Espasa-Calpe, por un guión radiofónico sobre Miguel
Hernández. En agosto del mismo año impartió conferencia en la Universidad de
Monterrey (México), con motivo del V Centenario. En 1995 publicó La última utopía, sobre la III
Internacional en Andalucía. En 1996 aparecieron dos libros a partir de su tesis
doctoral: Pedro Garfias,
poeta de la vanguardia, de la guerra y del exilio, así como Poesías Completas, del mismo autor.
En 1997 publicó para McGraw-Hill la antología comentada Generación del 27. Vino luego
el libro conjunto Víctimas de
la guerra civil (1999), en el
que redactó la 3ª parte. En La
Aventura de la Historia publicó
el trabajo “El terrible secreto del franquismo” (núm. 3, 1999). Junto con una
amplia labor de conferenciante, en 2001 publicó un extenso libro: La resistencia armada contra Franco.
Sobre el mismo tema participó en el libro conjunto Morir, matar, sobrevivir (2002), y la obra individual Historia y memoria del maquis (1996). En 2008 inicia una tetralogía
exhaustiva sobre la guerra civil y el franquismo, desde el observatorio de
Córdoba, pero con visión generalista sobre España, con los siguientes títulos: 1936, El genocidio franquista en
Córdoba (2008), seguido deTrincheras de la República, 1937-1939. Desde
Córdoba al Bajo Aragón, al destierro y al olvido (2013). En 2014, La victoria sangrienta, 1939-1945.
Un estudio de la gran represión franquista para el Memorial Democrático de
España, una obra que ha sido
declarada (El País, 10-12-2014)
entre “Los mejores libros de historia de 2014”. Para 2015 está previsto el
final de esta serie con Los
“Desaparecidos” de Franco.
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