Masicos y tapiales
La tierra
levanta el polvo al paso del aire envalentonado. El calor quiebra este
territorio que, meses atrás, veía las sombras acompañadas de un frío tardío,
pero a días intenso. Las masías, masicos, corrales y
casetas se encuentras impolutas
presenciando el paso del tiempo y anotando entre sus grietas, goteras, paredes
y tapiales… lo que el tiempo va deshilachando, tanto si hace calor o frío, con
esos días templados, cada vez más añorados porque pasamos del calor al frío y
del frío al calor con una pasividad y elegancia, carentes de humildad. Tapiales
que pierden su propio polvo que se esparce por el aire… abandonos que algún día
fueron habitados.