Los vínculos entre Aragón y Cataluña: Amar en
tiempos revueltos
En esta parada en el “evento” del Km. 36
nos queremos parar en los hilos que unen a comunidades vecinas, tomando el
pulso de lo que acontece a la vecindad y a los hilos que unen a Catalunya con
Aragón y a Aragón con Catalunya.
Establecer vecindad entre Aragón y
Catalunya, se puede hacer de muchas maneras, pero hoy buscamos esos lazos
gracias a un conjunto de firmas y de reflexiones que se unen formando un libro,
Tejidos de vecindad, todo está está coordinado por Alberto
Sabio.
Cazarabet conversa con... Alberto
Sabio Alcutén, coordinador del libro “Tejidos de vecindad. Los vínculos históricos
entre Aragón y Cataluña, siglos XVIII-XX” (Institución Fernando el
Católico)
Un libro que desvela y refleja las relaciones
entre Aragón y Catalunya entre los siglos XVIII y XX.
El libro es un libro de muchas plumas y
reflexiones, coordinado por Alberto Sabio.
El libro tiene como dos partes: Los vínculos
económicos y sociales y una segunda parte dedicada a los vínculos políticos y
culturales.
Lo que nos dice el libro:
Las plumas que integran el libro: Jaume Torras
Elías, nos escribe acerca de El encaje de Aragón en la escena catalana durante
la Edad Moderna; María José Villalba, lo hace sobre
la Micromovilidad
sin fronteras. Movimiento de población entre Aragón y Catalunya en época
moderna (siglos XVI y XVIII); José Ignacio Gómez Zorraquino
lo hace sobre Los anhelos y desvelos de los aragoneses en los siglos XVI y
XVII: el Ebro y el Mediterráneo; Marc Prat escribe sobre el Caso Fortea : lana aragonesa y tejidos catalanes; Vicente
Pinilla y Javier Silvestre escriben sobre La emigración de aragoneses a
Cataluña: desde la Revolución Industrial a nuestros días; Luis Gonzalo Zubero y Vicente Pinilla—que repite—también reflexionan
sobre Las relaciones comerciales contemporáneos de Aragón con Cataluña: de la
complementariedad al modelo intraindustrial; Carlos Sudriá nos escribe indagando sobre Las transferencias de
energía eléctrica entre Aragón y Catalunya en el segundo tercio del siglo XX;
Àlex Martín Sanz ha colaborado en esta “obra coral” con la reflexión La Casa de
Aragón en Barcelona : el asociacionismo de la migración aragonesa en la Edad
Contemporánea; José Javier Rueda se sumerge y nos sumerge en El proceso
secesionista en Cataluña y algunos de sus efectos económicos vistos desde
Aragón y esta primera parte, la dedicada a los vínculos económicos y sociales
termina con la pluma de Josep Borrell que escribe titulando su reflexión Entre
dos Nogueras.
La segunda parte que , como hemos dicho, va
dedicada a los Vínculos políticos y
culturales cuenta, también, con una buena “dosis” de plumas que nos van dejando
“sus sentires”: Eliseo Serrano Martín nos habla de Intercambios culturales en
el siglo XVIII entre Aragón y Cataluña y pensamiento político austracista; Antonio Peiró Arroyo
nos enseña con su pluma a La actitud
política de los aragoneses en Cataluña durante la Segunda República; Carlos
Serrano Lacarra escribe también aquí sobre Cataluña y lo catalán desde el
aragonesismo del siglo XX; el propio coordinador de este libro escribe : De
López Raimundo a Comín: integración social y liderazgos aragoneses durante la
transición en Catalunya; Joaquín Parellada
y Fernando Valls lo hace sobre :Los Blecua, dos generaciones de aragoneses
en Cataluña; Ignacio Peiró Martín reflexiona y
escribe sobre Cultura e Historia en Aragón y Cataluña(precipitado de diálogos y
amistades, rechazos y desencuentros) ; Manuel García Guatas escribe sobre
Barcelona como meta(Artistas aragoneses en la encrucijada catalana); Javier
Sebastián se adentra en : Algunos
escritores Aragoneses en Cataluña; la pluma de Ramón Acín
se adentra en Moncada y su universo creativo; Vichy Calavia
nos acerca a Los vínculos cinematográficos de Aragón con Cataluña(del pionero
Segundo de Chomón a Luis Buñuel y Antonio Maenza. Conexión Pere Portabella);
Luis Antonio González Martín nos escribe
sobre Músicos de nostra terra;
Matías Uribe lo hace también sobre música, pero desde la perspectiva de: La
héjira de los músicos populares aragoneses a Cataluña entre 1960 y 2016
(Asentamientos, grabaciones, conciertos, discos y flujos recíprocos) ;Javier Giralt Latorre escribe sobre : La franja de
Aragón. Un vínculo lingüístico indefectible con Cataluña. Finalmente Inmaculada
Real López nos adentrará en: Escenarios artísticos de Aragón y Cataluña
(Paralelismo y confluencias en los espacios territoriales y lugares
transfronterizos)
Cazarabet
conversa con Alberto Sabio:
-Alberto, cuéntanos, ¿qué es lo que os llevó a “pensar” este “magno” libro sobre los
vínculos entre Catalunya y Aragón, o viceversa? En otras palabras: ¿qué os
inspiró?
-Pensábamos que, más allá del recalentamiento político y de la
polvareda de estos meses atrás (o ya años…), frente a determinados delirios y
mitos, un buen antídoto, aunque fuese modesto,
podía ser el trabajo de los historiadores, de ahí que apostemos en el
libro por el enfriamiento histórico, por ver las cosas con perspectiva. Porque
la perspectiva histórica ayuda a conocernos mejor y a crear espacios compartidos,
a no practicar la ignorancia recíproca, origen de no pocas actitudes
chauvinistas y de relatos nacionales construidos ad hoc para satisfacer los propósitos del presente. En otras palabras,
subrayamos la necesidad “pensar históricamente”, como indicaba Pierre Vilar. Hacemos nuestra su afirmación para analizar las
relaciones recíprocas entre Aragón y Cataluña desde las perspectivas de la
historia, la economía y la cultura compartidas en un tracto
cronológico que abarca desde el siglo XVIII hasta finales del siglo XX. Tres
siglos de una historia compleja que no puede resumirse con simpleza en esa idea
de España contra Cataluña, de Cataluña contra Aragón, o viceversa.
- Vínculos que como habéis titulado son “Tejidos de vecindad”….hay mucho,
nunca mejor dicho, “de tejido” entre esta sociedad y la catalana, ¿no?; ¿somos
algo más que vecinos?; ¿dirías que nos unen muchas más cosas que con el resto
de tierras fronterizas?
-Para empezar, más de medio millón de aragoneses emigraron a
Cataluña en un siglo, entre 1880 y 1980. Y hoy, en pleno siglo XXI, ninguna
autonomía española compra tanto en otra como la aragonesa en la catalana. Hubo,
desde luego, vínculos con otros territorios pero con Cataluña priman las
complementariedades históricas y las amplias influencias habidas con esas
“tierras al Este” a las que se refiere la canción de José Antonio Labordeta y
desde donde llegaron a menudo aires de renovación. Eso sí, no podemos ser
ingenuos ni rehuir las fricciones habidas en el camino. Es ineludible que la
convivencia vaya salpicada en ocasiones de conflictos, como suele ocurrir entre
viejos vecinos de territorios colindantes; pero, como hicieron nuestros
antepasados, hemos de encontrar vías de colaboración y caminos que aviven
diálogos cuando bajen los decibelios políticos y los discursos que se
retroalimentan.
-Amigo Alberto, coordinas el libro de artículos, reflexiones varias de
muchas plumas:¿cómo ha sido coordinar todo este
inmenso trabajo?; ¿cómo ha sido coordinar las diferentes plumas?; ellos o o ellas elegían los temas a tratar y a escribir?
-En el libro participamos profesores y expertos tanto aragoneses
como catalanes y nos hemos afanado en realizar un uso de la historia avalado
por fuentes documentales y sin convertirla en arma arrojadiza. El lector
juzgará si lo hemos conseguido. Todos los autores tienen una obra detrás que
respalda lo que han escrito en cada capítulo. Nos interesaba mucho que hubiese
presencia de los dos territorios y quiero agradecer muy especialmente la
participación de especialistas catalanes. En la coordinación nos ha ayudado la
Institución Fernando el Católico.
-Vamos a “hacerle un guiño” a la persona que ha coordinado “lo gráfico” y “lo
documental” del libro, indispensable e imprescindible el intenso trabajo de
Víctor Lahuerta, ¿no?…
-Aparte de los
contenidos, el libro es en sí mismo una obra de arte. Y ello se lo debemos a la
maestría, destreza y profesionalidad de Víctor Lahuerta,
que trabaja con la meticulosidad de los antiguos orfebres. Hay fotografías
espectaculares, algunas de ellas inéditas, así como un esfuerzo buscado por
insertarlas en la página exacta donde refuercen los contenidos temáticos. Por
otro lado, el material gráfico resultaba imprescindible para subrayar el
territorio común de las artes plásticas entre Aragón y Cataluña, es decir, el
lema “Barcelona como meta”, que estuvo en la cabeza de muchos pintores y
escultores aragoneses durante los siglos XIX y XX.
-Estos “Tejidos de vecindad”, querido amigo, ¿han ido
variando y evolucionando a lo largo de
los años?
-Opera como ejemplo de
esas relaciones cambiantes, pero siempre intensas, lo sucedido con los vínculos
universitarios y académicos. Verás, hasta su clausura en 1707, el Studium Generalis ilerdense fue polo de
atracción de estudiantes del viejo Reino de Aragón. Personajes tan renombrados
como José de Calasanz o Pedro Cerbuna, fundador de la
Universidad de Zaragoza, recalaron en las aulas de Lérida. Y, a la inversa,
durante el siglo XVIII y primer tercio del XIX, la Universidad de Huesca
registró una importante afluencia de alumnos catalanes. La circulación del
talento no cesó en las décadas siguientes, con profesores y estudiosos que
transitaban desde Aragón a Cataluña, o viceversa. Así, muchos catedráticos
aragoneses ejercieron en Barcelona (Castro y Calvo, Odón de Buén,
Sánchez Sarto) o desempeñaron su labor en Zaragoza para después trasladarse a
Barcelona, como Vicens Vives o Fabián Estapé. Hemos de recordar también al Rector Badía Margarit, estudioso del
catalán en la parte oriental de Aragón o, más cercano a nosotros en el tiempo,
al periodista Joaquim Ibarz, nacido en Zaidín (Huesca) y corresponsal de La Vanguardia en América Latina durante 25 años, quien tanto
escribiese contra el intento de construir una central nuclear en Chalamera, pero también en Ascó o
en Lemóniz. Los Blecua encarnan dos generaciones muy
brillantes de aragoneses en Cataluña, sin que podamos pasar por alto a otros
estudiosos catalanes que han analizado Aragón, como Víctor Balaguer, Ramón d´Abadal y sus estudios sobre la expedición de Carlomagno a
Zaragoza, Bosch Gimpera y sus excavaciones de
cerámica ibérica en Calaceite, Feliu
y sus escritos sobre “La Dolores”… El propio Ramón y Cajal subrayó, en cita
autobiográfica, sus éxitos investigadores en la Cátedra de Histología de
Barcelona.
-Me da que entre Aragón y Cataluña ha habido siempre una especie de ósmosis
constante, pero mucho más en lo humano que en otra cosa la gente se ha movido mucho de aquí para allá
y en el viaje de retorno más o menos permanente…..- Además el que va y viene
deja “huella”…
-La circulación del
talento, por fortuna, no conoce fronteras. Desde Javier Tomeo a Ignacio Martínez de Pisón, desde José María
Latorre a Carlos Castán y Javier Sebastián, la
importancia de los escritores aragoneses en Cataluña ha sido y es evidente.
Especial relevancia concedemos en el libro a un autor de frontera, integrador y
tolerante, como Jesús Moncada, exponente máximo de esa dualidad catalano-aragonesa llevada a la excelencia desde
Mequinenza, “esa isla proletaria en medio de un mundo agrario” tan bien trazada
en Camí de sirga. Mocada se refugiaba en su
silencio y, como ha indicado Ramón Acín, “propendía a
una ocultación casi espartana, dando la callada por respuesta en el guirigay de
la olla de grillos que, muchas veces, parece ser la literatura”. No menos
relevante fue la héjira de los músicos populares aragoneses hacia Barcelona a
partir de 1960. Los primeros rockers de Zaragoza, pioneros en España merced a las
influencias musicales que llegaban desde la base americana, emprendieron el
camino hacia Barcelona, centro neurálgico entonces de la industria musical y
discográfica española. Y lo mismo hicieron algunas cantantes femeninas, esas chicas
ye-yés “con el pelo alborotado y las medias de
color”, o Elia Fleta, hija del gran tenor, a quien el investigador Matías Uribe
describe como “la primera dama del jazz en España”.
Los cantautores aragoneses tuvieron también fuertes nexos con
Cataluña. El propio Joan Manuel Serrat, de madre belchitana, “hija del viento
seco y de una tierra enjuta”, como canta en Canción
de cuna, siempre se ha sentido muy cerca de Aragón. En realidad, el
trasiego de músicos entre Aragón y Cataluña se había iniciado mucho antes,
incluso siglos atrás: por ambos territorios circularon compositores, cantores,
instrumentistas y constructores de instrumentos. Sin ir más lejos, todo un
elenco de músicos catalanes ejercieron su actividad en
iglesias y catedrales aragonesas, también en bandas musicales y, más tarde, en
la Sociedad Filarmónica de Zaragoza.
Y qué decir de los vínculos cinematográficos de Aragón con
Cataluña, que se trazan ya desde el pionero Segundo de Chomón
para seguir después con Luis Buñuel, Antonio Maenza y
la “conexión” Pere Portabella. Sorprende la
fecundidad de esos nexos entre los soñadores de imágenes en movimiento. El
turolense Segundo de Chomón, iniciador mundial del
cine de animación y de los trucajes, se instaló en Barcelona en 1902. Allí
comercializa el sistema de coloreado y perfecciona diversas técnicas, como el
uso del travelling, además de filmar
vistas de Barcelona o de Montserrat. Años más tarde, la Guerra Civil llevaría a
varios cineastas aragoneses a Barcelona. Fue el caso de Antonio Sau quien, bajo los auspicios de la CNT, guionizó y dirigió la película Aurora de Esperanza (1937), “un cine de reivindicación social
influenciado por la escuela soviética de Serguéi Eisenstein
y Vsévolod Pudovkin”, como
ha señalado Vicky Calavia. Desde luego no podía faltar
la especial relación de Luis Buñuel con Cataluña, de la mano no tanto de Dalí
sino sobre todo de Portabella, el productor de Viridiana (1961), con guión del oscense
Julio Alejandro. En sentido inverso, resulta innegable el fuerte nexo del
barcelonés Bigas Luna con Aragón, tanto por motivos familiares como
cinematográficos -quién no recuerda Jamón, jamón (1991), rodada en plenos Monegros- y, en general, sociales, pues Bigas inspiró la
reconversión del viejo café cantante El
Plata y, palabras mayores si hablamos de arraigadas tradiciones, acertó a
cambiar el lugar de la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar. Ahí es nada.
-Y la Cordillera Pirenaica, creo, que es y ha sido
como un lazo inquebrantable de unión…con respecto a Catalunya, pero también, amigo,
creo que a la Francia transpirenaica… ¿cómo lo ves?
-Precisamente el Pirineo, pero también las sierras
ibéricas, quedó plasmado en el objetivo de los fotógrafos del Centro
Excursionista de Cataluña. Llevaron sus pesados aparatos fotográficos, transportados
a lomos de caballerías, a las cumbres pirenaicas. La primera excursión a
tierras aragonesas tuvo lugar, según Josefina Roma, en 1876 para ascender el
Pico Gallinero; en 1879 haría lo propio Maurici Gourdon con el Aneto. Fotógrafos como Juli
Soler Santaló tenían un indudable interés etnográfico
por los paisajes aragoneses y Albert Oliveras retrató Ordesa, Benasque, la Virgen de la Peña, el esquí, Panticosa, Pineta, Bielsa o
Broto, pero también Valderrobres o los puertos de Beceite.
Hoy se conservan negativos, positivos o tomas estereoscópicas de más de 180
municipios de Aragón. No demasiado conocidas, estas fotografías forman parte
fundamental del patrimonio cultural aragonés.
-Eso es como el “efecto Ebro”. No sé si valoramos lo que ha unido y une
este río…no sé si, verdaderamente, somos conscientes…
-Tienes toda la razón. Con el Ebro de por medio, Aragón fue
ciertamente relevante en la especialización textil catalana, como Cataluña lo
fue en la orientación agropecuaria aragonesa. A este respecto, la construcción
del Canal Imperial de Aragón facilitó el transporte de cereales a partir del
inicio de su navegación en febrero de 1789. Tampoco faltaron planteamientos,
durante la década de 1850, en un contexto de fuerte crecimiento de la demanda
de grano, para que el Ebro fuese canalizado, propuesta que acabó desestimada
ante la inexorable competencia del naciente ferrocarril. Con posterioridad,
Cataluña se benefició muy notablemente de la articulación de un mercado
interior español, un mercado casi catorce veces mayor que el catalán y sometido
a un severo proteccionismo comercial e industrial en favor de los intereses de
la burguesía catalana. Es cierto que el proteccionismo no fue un hecho único de
España, pero fue en nuestro país donde las barreras aduaneras alcanzaron
niveles más elevados, en buena medida como resultado de la alianza entre
cerealistas castellanos, textiles catalanes y siderúrgicos vascos. Pocas
razones para el victimismo tiene en este punto el nacionalismo catalán. Es más,
los independentistas actuales, cuando observan la alta dependencia de las
exportaciones catalanas del mercado del resto de España, responsabilizan a una
legislación muy restrictiva y al Gobierno español de una situación que, en todo
caso, fueron sus antepasados (sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos…) quienes
construyeron para garantizar su desarrollo económico.
-Este “trasvase”, ahora me refiero al
humano, viene ya, en todos los planos, desde seguro, y al menos, la Edad
Moderna…
Sí, hasta el siglo XVIII se produjo entre Aragón y Cataluña una “micromovilidad sin fronteras”, lenta y gradual, con
predominio de artesanos y de campesinos, y con importancia destacadísima de los
desplazamientos de corta y media distancia, influidos por las redes familiares,
la estacionalidad de las tareas o por los propios límites de las economías
campesinas. Esa “diáspora mercantil” se incrementará notablemente en el siglo
XIX, tras la crisis del Antiguo Régimen y con la consolidación del Estado
liberal. No parece que la llegada de estos catalanes provocase reacciones de
rechazo especialmente reseñables, tal vez porque sus negocios no entraban en
conflicto ni en competencia con los sectores mercantiles locales previamente
establecidos en esas regiones o comarcas.
-En este “tejido de relaciones”, en todos los “campos” y en todas y cada
una de las perspectivas. ¿Cómo ha ido evolucionando?....
-Hasta la propia conciencia aragonesista
debe mucho a personalidades como Gaspar Torrente o Julio Calvo Alfaro, ambos
emigrantes en Barcelona, y a la revista El
Ebro, publicada en la Ciudad Condal a partir de 1917. Ha de subrayarse
también la importancia de personajes aragoneses en la Cataluña de la década de
1920, como Sánchez Sarto, Minguijón, Giménez Soler,
Pío Zabala o Ibarra, varios de ellos en la editorial Labor. Y, ya durante la
Segunda República, no por casualidad el Centro Obrero Aragonés de Barcelona
alcanzó los 3.500 asociados en diciembre de 1931. Formaban parte de él, o se
sentían cercanos, personajes como Joaquín Maurín, Ángel Samblancat
o Felipe Aláiz. Las organizaciones de emigrantes
incidieron en el debate autonomista aragonés, hasta culminar en el Congreso de
Caspe de mayo de 1936. Luego llegó la guerra y lo cambió todo. A estas gentes
les esperaba el exilio, la represión o la adaptación (más o menos acomodaticia)
al nuevo régimen franquista.
-No sé entre Aragón Y Catalunya hay mucha relación socio económica…en los
últimos años, aún con la dichosa crisis, ha ido a más; la ha sufrido también…
-Cataluña es hoy, con gran diferencia, el principal mercado
exterior de Aragón y, desde finales del siglo XX, Aragón ha pasado a ser el
principal destino de las exportaciones catalanas, tras Francia. Y, por mucho
que se empeñen en negarlo, una frontera política, sobre todo si en un lado se
estuviese en la Unión Europea y en otro no, es un poderoso desincentivo a los
intercambios. Por tanto, nada de lo que suceda en Cataluña le
resulta ajeno a los aragoneses... El Aragón del siglo XXI, con Cataluña cerca
en todos los sentidos, tiene más posibilidades de robustecerse desde un
aragonesismo que enaltece lo propio que vale la pena, que es mucho, y no
precisamente por ser propio, pero al mismo tiempo defiende la necesidad de
vigilar un trato equitativo entre territorios. Los aragoneses estamos muy
interesados en este proceso, como demuestra la dilatada interacción histórica
que subraya este libro.
26483
Tejidos de
vecindad. Los vínculos históricos entre Aragón y Cataluña, siglos XVIII-XX. Alberto Sabio Alcutén
(coord.)
555 páginas 23,5 x 28,5 cms.
25 euros
Institución Fernando el Católico
CONTENIDO:
Alberto Sabio Alcutén, "Introducción", pp. 12-51.
1. VÍNCULOS
ECONÓMICOS Y SOCIALES:
- Jaume Torras Elias, "El encaje de Aragón en la economía catalana
durante la Edad Moderna", pp. 52-69;
- María José Vilalta, "Micromovilidad sin
fronteras. Movimientos de población entre Aragón y Cataluña en la época moderna
(siglos XVI-XVIII), pp. 70-85;
- José Ignacio
Gómez Zorraquino, "Anhelos y desvelos de los
aragoneses en los siglos XVII y XVIII: el Ebro y el Mediterráneo", pp.
86-107;
- Marc Prat,
"Casa Fortea: lana aragonesa y tejidos
catalanes", pp. 108-131;
- Vicente Pinilla
y Javier Silvestre, "La emigración aragonesa a Cataluña: desde la
Revolución Industrial a nuestros días", pp. 132-149;
- Luis Germán Zubero y Vicente Pinilla, Las relaciones comerciales
contemporáneas de Aragón con Cataluña: de la complementariedad al modelo intraindustrial", pp.150-173;
- Carles Sudriá, "Las transferencias de energía eléctrica entre
Aragón y Cataluña en el segundo tercio del siglo XX", pp. 174-193;
- Alex Martín Sanza, "Las Casas de Aragón en Barcelona: el
asociacionismo de la migración aragonesa en la Edad Contemporánea", pp.
194-219;
- José Javier
Rueda, "El proceso secesionista en Cataluña y algunos de sus efectos
económicos vistos desde Aragón", pp. 220-239;
- Josep Borrell Fontelles, "Entre dos Nogueras", pp. 240-251.
2. VÍNCULOS
POLÍTICOS Y CULTURALES:
- Eliseo Serrano
Martín, "Intercambios culturales en el siglo XVIII entre Aragón y Cataluña
y pensamiento político austracista", pp.
252-265;
- Antonio Peiró Arroyo, "La actividad política de los aragoneses
en Cataluña durante la Segunda República", pp. 266-291;
- Carlos Serrano Lacarra, "Cataluña y lo catalán desde el aragonesismo
del siglo XX", pp. 292-321;
- Alberto Sabio Alcutén, "De López Raimundo a Comín: integración
social y liderazgos aragoneses durante la Transición en Cataluña", pp.
322-343;
- Joaquín Parellada
y Fernando Valls, "Los Blecua, dos generaciones de aragoneses en
Cataluña", pp. 344-361;
- Ignacio Peiró Martín, "Cultura e Historia en Aragón y Cataluña
(precipitado de diálogos y amistades, rechazos y desencuentros)", pp.
362-387;
- Manuel García
Guatas, "Barcelona como meta. Artistas aragoneses en la encrucijada
catalana", pp. 388-409;
- Javier
Sebastián, "Algunos escritores aragoneses en Cataluña", pp. 410-425;
- Ramón Acín, "Moncada y su universo creativo", pp.
426-449;
- Vicky Calavia, "Los vínculos cinematográficos de Aragón con
Cataluña. Del pionero Segundo de Chomón a Luis Buñuel
y Antonio Maenza. Conexión Pere Portabella",
pp. 450-471;
- Luis Antonio
González Marín, "Músicos de nostra terra", pp. 472-487;
- Matías Uribe,
"La héjira de los músicos populares aragoneses a Cataluña entre 1960 y
2016. Asentamientos, grabaciones, conciertos, discos y flujos recíprocos",
pp. 488-507;
- Javier Giralt
Latorre, "La Franja de Aragón: un vínculo lingüístico indefectible con
Cataluña", pp. 508-527;
- Inmaculada Real
López, "Escenarios artísticos de Aragón y Cataluña. Paralelismos y
confluencias en los espacios territoriales y lugares transfronterizos",
pp. 528-555.
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Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
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