País de Cazarabet
Más escritores que, desde
la ficción o la no-ficción novelada, nos aproximan a aquellos españoles que
liberaron París.
Cazarabet conversa con... Basilio Trilles, autor del libro "El español de la
foto de París" (Inédita)
La
sinopsis: una novela basada en hechos reales que
narra la epopeya bélica y personal del oficial que el 24 de agosto de 1944
liberó la capital de Francia, ocupada por el Ejército nazi. El teniente
Amado Granell, al frente de ex combatientes de la República española fue
el primero en llegar a la Ciudad de La Luz y ocupar el ayuntamiento, bastión de
la resistencia. La propaganda aliada laminó la figura del héroe español y sus
compatriotas: nadie podía admitir que los españoles habían liberado París.Desde
el asedio al Alcázar de Toledo hasta la liberación de Estrasburgo, el autor
cuenta las hazañas de Amado Granell, fundamentadas en una rigurosa
investigación que nos traslada, con minucioso detalle, a los diferentes campos
de batalla en los que combate y los momentos históricos que le toca vivir. A lo
largo de los capítulos surgen personajes como Hemingway, Dos Pasos, Alberti,
Capa, Gerda Taro, Gustavo Durán, Vela Zanetti, que comparten
momentos decisivos con el protagonista. Sargento de la Legión Española, mayor
del Ejército Popular de la República y teniente de la
División Leclerc, Granell participa activamente en importantes
escenarios de la Guerra Civil española y de la Segunda Guerra Mundial, sin
dejar de alimentar ni un solo día los ideales políticos por los que lucha:
democracia y libertad. En la trama aparecen detalles como las conversaciones y
correspondencia del embajador de España en París y Vichy durante las semanas
anteriores y posteriores a la liberación, así como la actividad de los
servicios de inteligencia franquistas y Falange Exterior, en colaboración con
las SS y la Gestapo.Hombre de acción, apasionado y apasionante, en París
Amado Granell vive una historia de amor con una mujer muy especial,
colaboradora de la Resistencia. Un amor desbocado, de aventura y guerra, que lo
atrapa al instante, llevándole en una permanente montaña rusa mientras ejerce
como enlace entre Largo Caballero y Don Juan de Borbón, en el intento de
derrocar a Franco desde el exilio. A la muerte de Largo, rechazadas las prebendas
del ejército Francés, sigue empeñado en intentar un acuerdo entre socialistas y
monárquicos, de la mano de Indalecio Prieto. En 1952, cansado y desengañado,
cruza los Pirineos en un regreso imposible.
Nuestro escritor: Basilio
Trilles. Periodista. Ha sido redactor en varios diarios de Levante, fue
jefe del Gabinete de la Alcaldía del Ayuntamiento de Castellón, y director del
Heraldo de Castellón. Desde noviembre de 2005 es director
deAltavista Comunicación S.L.. Colaborador de las
tertulias de la Cadena Ser. Obtuvo el I premio de Periodismo Fuerzas Armadas
del Ministerio de Defensa y el I Premio Periodismo “Día del Mar” del Ministerio
de Cultura.
Otra novela, basada y pensada
desde una investigación minuciosa, es Cuando
los pingüinos entraron en París. Una excelente novela de Raúl Monteagudo
sobre los republicanos españoles que liberaron París
Este escritor, afincado en Sevilla,
pone las tildes allí donde la historia las había omitido…
Una
novela cargada de una tarea ingente de documentación e investigación,
con un trabajo bien trazado y contado y
eso se nota mucho….Se nota, como en pocas novelas, que el escritor es
historiador y “bebe” de una metodología muy rigurosa y eficiente. La narrativa
de Monteagudo está, además muy cuidada y lograr tener al lector muy atrapado,
desde un primer momento…
Desde El Sueño Igualitario nos
ponemos en contacto con Basilio Trilles autor de "El español de la foto de
París" y "Tiempo de valientes", de Inédita y Planeta
respectivamente.
El autor castellonense nos aproxima a
las figuras de hombres como Amado Granell el republicano español que
liberó París, (componente de la mítica Compañía La Nueve del
general Leclerc) y de Vicente Blasco Ibáñez, al que el autor define como
un “valor que no hemos sabido “mimar” “.
Cazarabet conversa con
Basilio Trilles
-Basilio. ¿Por qué un libro
sobre Amado Granell?
-Descubrí a
Amado Granell con ocasión de unos homenajes póstumos realizados por
el ayuntamiento de Burriana y un aula militar de Castellón, entonces yo
era director de Heraldo de Castellón. Enseguida me cautivó el personaje y
decidí investigar. A medida que avanzaba en los difíciles trabajos de
investigación, difíciles por el escaso rastro de Granell en los
archivos españoles y franceses, valoraba cada vez más la dimensión del
personaje y su epopeya. Me convencí de que había que dar a conocer al español
que encabezó la histórica liberación de París, en la tarde noche del 24
de agosto de 1944, al frente de otros ex combatiente del Ejército Popular
de la República Española, donde el propio Granell había servido con
el grado de mayor, equivalente a comandante.
-¿Y por qué has
recuperado, casi de las cenizas, a Vicente Blasco Ibañez?
-Blasco, sigue siendo el
gran olvidado de la literatura española. Sin embargo es el escritor más
internacional, después de Cervantes, y sus obras son de obligada lectura en los
sistemas educativos de países como Francia y los Estados Unidos. Siempre he
admirado al autor valenciano, cuyos libros comencé a leer a muy temprana
edad. Nunca nadie había escrito una novela sobre Blasco Ibáñez y adquirí el
compromiso de hacerlo. Para ello entendí que la historia que envuelve a la
escritura de ‘Los cuatro jinetes del Apocalipsis’ era inmejorable eje
central para estructurar una novela que pudiera contar el importante papel
del escritor y periodista en la I Guerra Mundial, así como su arrolladora
y poliédrica personalidad. Así nace ‘Tiempo de valientes’
(Planeta, 2012)
-¿Qué te ha movido, desde las
tripas, en ambos casos, a ello?
-Bueno, aunque son personajes muy
diferentes, sin embargo tienen a la República y la defensa de las
libertades como nexo de unión común, además de ser dos grandes olvidados
en su propio país. Yo he intentado aportar un granito de arena, pero aún sigue
siendo totalmente injusto el menoscabo institucional y social del
que ambos son objeto.
-Preséntanos en unos
rasgos a ambos personajes.
-Blasco Ibáñez es un personaje
apasionante y apasionado, novelesco, muy poliédrico, que pasa por el
periodismo, la política y la literatura, sin dejar indiferente a nadie. De
personalidad arrolladora, no conoce las medias tintas, y como escritor es
enorme. Muy influenciado por Víctor Hugo, al que profesa más que admiración, y
por Emilio Zola, a quien conoce en sus primeros exilios en París. Y sobre
todo, es un gran defensor de las libertades, desde los preceptos de la
República. Su papel en la Gran Guerra fue decisivo para Francia, desde dónde
ejerció como periodista, difundiendo por todo el orbe sus crónicas en
defensa de los valores republicanos y en dura oposición al expansionismo
belicista de la Alemania imperial del káiser Guillermo II. Después de la
guerra, en los Estados Unidos fue recibido como un héroe, e investido Doctor
Honoris Causa en la Universidad George Washington, en cuyo acto su
rector pronunció unas históricas palabras: “ Vicente Blasco Ibáñez,
su pluma tiene más fuerza que diez mil espadas”. En España le dieron la
espalda, al igual que ahora.
Amado Granell es
un autodidacta con experiencia militar. Participó en la fundación del Tercio de
Extranjeros, o sea La Legión, de Millán Astray, donde alcanzó el grado de
sargento. Muy interesado por el mundo de la cultura, y activista político, el
18 de julio de 1936, día del golpe militar a la II República, Granell era
concejal por Izquierda Republicana en el ayuntamiento de Orihuela. Incorporado
a la defensa de la legalidad, acabó la guerra civil española al
mando de la 49 División. Exiliado en Orán colabora con los aliados en el
desembarco del Norte de África. Incorporado a los Cuerpos Francos de la Francia
Libre, tras la conquista de Túnez se alista en la División Leclerc.
Desembarca en Normandía como teniente de ‘La Nueve’, compañía integrada en
su mayoría por españoles, que es la punta de lanza de la mítica 2ªDB. Tras
superar encarnizados combates, Granell protagoniza la liberación de
París. Finalizada la II Guerra Mundial, rechaza la oferta de De Gaulle para
ascenderlo a comandante profesional del ejército francés y decide trabajar en
el exilio para luchar políticamente contra el gobierno de Franco. Es persona
clave en las conversaciones de los socialistas con Don Juan de Borbón, en
el intento de crear un gobierno español en el exilio en el marco de
la monarquía. Primero con Largo Caballero y después con Indalecio
Prieto, Granell es el enlace con Don Juan y su entorno. En
definitiva, un luchador ejemplar por las libertades.
-¿Por qué te centras en
personajes de la República. Diría más muy arraigados a sus valores?
-Ha sido casualidad que ambos
personajes, protagonistas de dos de mis novelas, sean insignes republicanos.
Aunque, debo reconocer que comparto los valores de la República y siento que
hace doscientos años no arraigaran en España, y más tarde tampoco. Ha
sido y es una gran losa para los españoles.
-¿Por qué los republicanos
españoles fueron tan maltratados por las autoridades de la Francia Republicana?
-Vergonzoso fue el
recibimiento a los refugiados, instalados en campos de concentración en los que
muchos perdieron la vida. Las autoridades del momento no veían con buenos ojos
a los combatientes españoles a los que consideraban altamente contaminantes por
el papel que tuvo la Unión Soviética en el ejército republicano, y parecía que
todos eran comunistas, rojos peligrosos. Los franceses ya se habían comportado
igual de mal durante la guerra civil negando ayuda a la República española.
-Había en Francia tantos
simpatizantes con los nazis o eran más bien claros acérrimos a Pétain al que,
años antes “endiosaron”?
-Es un hecho, que los franceses siempre
tratan de ocultar, que la ocupación alemana no incomodó en exceso a las clases
sociales francesas, incluso al ejército. Los resistentes fueron cuatro, y los
más importantes embriones de los partisanos contra los ejércitos de Hitler
estuvieron integrados por ex combatientes españoles que aportaron su
experiencia en combate y guerrilla urbana. En general, todo parece indicar que
la mayoría no estaba tan mal.
-¿Por qué una
acogida tan fría a los aliados en Normandía?
- Como ya he dicho, para muchos
franceses la ocupación era asumida con complacencia, incluso algunos sacaban
beneficio, caso de los granjeros y agricultores normandos, a los que los
alemanes pagaban bien. Además hay que pensar que para desembarcar en
Normandía la artillería naval y aérea tuvo que emplearse a fondo en
la región, causando muchos daños personales y materiales.
-En el primer libro-novela
retratas a la figura de Amado Granell y éste ya hacía claras
referencias a Vicente Blasco Ibáñez, después, en el segundo libro, ya te acercas
a la figura de Vicente Blasco Ibáñez, ¿cuándo escribías sobre Granell, ya
pensabas en escribir sobre Blsaco Ibáñez?
-Desde siempre tuve en mente
escribir una novela sobre Blasco Ibáñez, pero fue primero el libro sobre
Amado Granell. Y resultó que el teniente Granell era un
republicano ‘blasquista’, lo cual me permitió hacer alguna referencia a
Blasco. Incluso está la anécdota de que el barco que traslada
a Granell y su unidad desde las costas del norte de África a
Inglaterra es el trasatlántico ´Franconia´ el mismo en el que Blasco
Realiza su último gran viaje para escribir ‘La vuelta al mundo de un
novelista’.
-¿Cómo y de qué manera te llevó en
documentar toda la vida, el periplo de Amado Granell?
-Resultó una tarea bastante ardua,
por la escasa información oficial. Su hija, Aurora, fue de gran ayuda. Durante
varios años escruté los archivos de Salamanca, del Ministerio de Asuntos
Exteriores y del Ejército. Visité el archivo
de l’Armée en Vincens, el Memorial Leclerc de París,
así como los museos del desembarco en Caen y en Saint Laurent-sur-Mer.
Solicité información a la Legión Extranjera, Ministerio de
Defensa francés, Consulado de Francia en Valencia y un largo etcétera
de fuentes que me permitieron documentar mi novela ‘El español de la
foto de París’(Inédita, 2009), que yo defino como una crónica novelada.
-¿Qué te sorprendió más
de este personaje?
-Es un auténtico ejemplo del
caballero romántico, épico, que supedita los valores y convicciones políticas
al propio beneficio personal. Reúne todos los ingredientes de un héroe natural,
que sin estridencias siempre llega a todos los sitios sin dar ni un solo paso
atrás. Granell es un ejemplo de integridad, valentía, compromiso y
generosidad.
-Me decías que en el museo
de la liberación en París ni una foto, ni una palabra, ni una frase a los
libertadores españoles…..no me lo explico, ¿nos puedes tú decir algo?
-La liberación de París fue
una jugada con más carga política que militar, habían muchos intereses en
juego. De Gaulle no podía permitir que el mundo supiera que un oficial español
al mando de un puñado de republicanos españoles habían sido los primeros en
llegar a la capital del Sena y ocupado el ayuntamiento, escenificando el primer
acto de la liberación. Si a eso unimos el chovinismo natural de los franceses,
es evidente que, por injusto que parezca, la gesta de Granell y sus
compañeros tenía que ser eclipsada. Pero lo más lamentable es que, setenta años
después, en España tampoco se reconozca, con la resonancia que merece,
el histórico papel de Granell. En cualquier otro país europeo el
oficial español estaría considerado un héroe nacional y su historia
divulgada con profusión.
-Porque ya me dirás que tenga que
ser un conservador como Jacques Chirac quien les recordase….
-Recordarlos de aquella
manera, de tapadillo. Y también el alcalde de París, Bertrand Delanoe, en
el 2004 reivindicó unos momentos de gloria merecida y colocó una placa
conmemorativa. Poca cosa para los libertadores de París. Así se escribe la
historia.
-De todos esos años de lucha,
desengaños y ver de todo: hasta traiciones y golpes bajos. ¿Qué crees que fue
lo que más dolor y daño le causó a Granell?
El desengaño de no conseguir
un acuerdo entre socialistas y monárquicos, para formar un gobierno en el
exilio entre ambas opciones, con el reinado de Don Juan de Borbón, que
pudiera haber presionado a los aliados para obligar a Franco
renunciar de su mandato, conseguido por las armas.
-Basilio, ¿en qué estás trabajando
actualmente?
Mi agente literario,
Antonia Kerrigan, está gestionando una novela que terminé recientemente.
Se trata de una radiografía social del momento que vivimos, escrita en forma de
thriller. Política, periodismo, corrupción, se dan la mano. Suelo decir
que, en ocasiones la realidad, supera la ficción.
Cazarabet conversa con...
Raúl Monteagudo, autor de “Cuando los republicanos liberaron París”
(Libros.com)
Una excelente novela de Raúl Monteagudo sobre los
republicanos españoles que liberaron París
Este escritor, afincado en Sevilla pone las tildes allí
donde la historia las había omitido…
Una novela cargada de una tarea ingente de
documentación e investigación, con un trabajo bien trazado y contado
y eso se nota mucho….
Se nota, como en pocas novelas, que el escritor es
historiador y “bebe” de una metodología muy rigurosa y eficiente.
La narrativa de Monteagudo está, además muy cuidada y lograr
tener al lector muy atrapado, desde un primer momento…
Otro escritor “desconocido” que llega a nosotros para
sorprendernos, gustarnos y quedarse con nosotros…
Cazarabet conversa con Raúl
Monteagudo:
-Raúl,
¿por qué un libro que se acerca a los Republicanos españoles que liberaron
París, Francia?
París, Francia y el mundo, pues su lucha no era nacionalista.
"Cuando los pingüinos entraron en París" pretende ser un homenaje
dedicado a todas las personas que durante los años 30 y 40 dieron lo mejor de
su vida por librarnos del fascismo. Hay muchas historias que contar sobre esas
mujeres y hombres. Esta es solo una de ellas.
-¿Puede que el olvido al que han
estado sometidos durante mucho, muchos años sea una de las causas causa…?
A quienes, como dije antes, se dejaron la vida para
librarnos del fascismo, les debemos nuestro agradecimiento para siempre. Sin
embargo, en este país, significativamente, se les ha hecho luz de gas primero
por el franquismo y posteriormente en la Transición a la Democracia. Debido a
las servidumbres del nuevo régimen nacido de la muerte de Franco, buena parte
de las personas que se había significado en defensa de la República o en contra
del fascismo, fueron ninguneadas y olvidadas. La memoria creada por los
demócratas del 78 pasaba de puntillas por las hazañas de las clases populares.
Las mismas clases que propiciaron la caída de una monarquía alejada del sentir
del país, trayendo la República. De nuevo durante la Guerra Civil, armados con
más ilusión que fusiles, plantaron cara durante tres años a las fuerzas que
posteriormente harían añicos el continente. Esas gentes son hoy un orgullo para
toda Europa, a excepción de su país: España, que las sigue ignorando, en el
mejor de los casos.
-¿Fueron, en conjunto, los
republicanos españoles los vencidos entre “los vencedores” de la II
Guerra Mundial?
Los republicanos experimentaron una victoria agridulce. Por
un lado, derrotaron a un enemigo que parecía inexpugnable, Hitler; pero fueron
incapaces de derribar al achaparrado dictador de voz aflautada, Francisco
Franco. Esta victoria no culminada, se ha convertido en una especie de malditismo entre
las filas del antifascismo, en el que muchos se han regodeado durante demasiado
tiempo. Por eso, es hora de que empecemos a restituir el nombre y conocer las
proezas los primero que crearon la resistencia en Francia, liberaron París o llegaron
al Nido del Águila de Hitler. Modestamente "Cuando los pingüinos entraron
en París", quiere vencer esa tendencia manifestada desde la Guerra Civil
en la que solo nos hemos fijado en la pérdida sin darnos cuenta de que la obra
titánica de encararse a los poderosos es, en sí mismo, algo positivo digno de
ser celebrado.
-Cuéntanos la mayoría de ellos,
después de entrar en París y proseguir con los avatares de La Nueve…a la
mayoría, ¿qué les esperó?
Los pocos integrantes que acabaron la guerra en tierras alemanas
tuvieron una existencia en el anonimato pues el país de acogida, Francia, no ha
recuperado su nombre hasta hace una década. Por eso, aunque fueran condecorados
y tuvieran pensiones del estado francés, nunca obtuvieron el estatus de grandes
héroes que debieron haber merecido. Que unos españoles republicanos y de
izquierdas liberaran su capital ha sido una especie de realidad incomoda que
merecía ser velada por la propaganda nacionalista francesa que refundó el país
después de su vergonzante respuesta al nazismo. El mito de la resistencia
francesa, que tanto juego ha dado a la literatura y al cine casaba muy mal con
los grupos de antifascistas españoles que aquí y allá se opusieron desde la
primera hora al nazismo. Los integrantes de La Nueve emergieron en la historia
de forma sorprendente y de igual modo volvieron a entrar en el anonimato. Solo
unos pocos refugiados españoles en Francia eran conocedores de la verdadera
importancia de aquellas personas.
-Bueno, hasta no hace mucho, menos
especialistas, historiadores y los típicos lectores que gustan de leer
historia…ignoraban qué era La Nueve, qué hicieron y en qué se convirtieron.
Explícanos algo, por favor, para que nuestro lector pueda ir haciendo boca…por
ejemplo, empezando,¿ de dónde salieron?
Cuando uno se pone a analizar las historias de los
integrantes de La Nueve y su considerable aporte a la lucha contra el fascismo,
se da cuenta de que si no hubieran sido ellos, se habría tratado de otros
españoles que en los años 40 abundaban en las luchas contra Hitler y Petain. El
pueblo francés era incapaz de reaccionar ante lo que se le venía encima. Bien
por complacencia -la derecha- o por estrategia -los comunistas debido al
Tratado Ribbentrop-Molotov-, la sociedad francesa se vio sumida en la parálisis
que fue rota, en buena parte, por las actividades antifascistas del exilio
español. Por eso, no es extraño pensar que fueran los republicanos derrotados
del 39 los que primero se alzaran contra la invasión nazi y se enrolaran en las
filas de las fuerzas de la Francia Libre. En realidad, es imposible que la
resistencia no se aglutinara en primer momento entre los exiliados españoles,
pues desde febrero del 39 ya estaban organizados.
-Creo
que en la guerra y en los conflictos…no existen los héroes tal como la sociedad
actual los tiene conceptuados…Creo, más bien, que existen las personas que, en
determinados momentos, toman las decisiones acertadas….a menudo, impregnadas de
influencias o de casi casualidades o de según cómo te coja el cuerpo
cualquiera de las situaciones…¿Qué piensas?
En mi novela los héroes y heroínas son a su pesar. Ninguno
de los personajes, como es lógico sabía que un día pasearía por las calles de
París desfilando delante de los grandes mandatarios franceses. Siempre, ellos y
cualquiera de nosotros, va dando palos de ciego hacia un avenir incierto. Lo
importante de las personas que se declararon insumisas a la realidad que se les
presentaba por delante fue que eligieron el camino que esos individuos creyeron
el correcto, el justo. Otros prefirieron unirse al bando fascista, pero los
republicanos españoles fueron desde un primer momento conscientes de quienes
eran ellos y quienes sus enemigos. Creo que en términos generales no se puede
dudar de sus acciones. Otra cosa es que se les tenga en consideración todos sus
actos. Por eso escribí esta novela.
-Construyes una novela, pero la base
se sustenta, toda ella, en hechos reales, se nota mucho que te has empapado de
los hechos históricos, que has investigado…cuéntanos, un poco, esta faceta…
La novela surge de una tesis doctoral nunca terminada.
Quizás mi alma ácrata no me haya permitido ajustarme a las contriciones de la
academia. También es verdad que desde que estudie una asignatura de cine en la
facultad, me di cuenta de la importancia del texto literario o la ficción para
acercar la verdad histórica. En muchos casos los libros d historia dicen
palabra pero no trasmiten emoción. La literatura, en cambio, es como meterte en
la piel del personaje. No obstante, pienso que la rigurosidad es fundamental
por eso, a la hora de hacer una novela histórica es preciso que no parezca como
en esas películas de época en las que se ve el pelucón. Uno debe leer bastante
y tener buena base. En mi caso me he ido haciendo a lo largo de mi vida con una
buena colección de lecturas sobre el tema en las que no faltan libros como el
de Evelyn Mesquida, Dreufuss-Armand o Preston. Es igualmente
necesario tener un cierto dominio del marco histórico por lo que recurrir a
Eric Hobsbawm es siempre necesario. Creo que cualquiera que quiera
escribir sobre el s.XX debe de haber leído antes este
autor.
-Este libro, amigo Raúl, quiere
rendir homenaje a los miembros de la Nueve…a aquellos que estuvieron “in situ”
allí, pero, creo, que también mira a todos los republicanos españoles que,
exiliados o no…formando o no formando parte de la lucha activa, directa y
demás…vieron sus libertades sesgadas en todos los sentidos…
Si bien La Nueve es uno de los ejes más importantes, o el
que más, de la novela, he pretendido extenderme en lo que he podido y sabido
para tocar los distintos puntos de esa resistencia que tanto en Europa como en
España se ofreció al fascismo. La novela recorre un periodo de tiempo de unos
80 años -el siglo corto de Hobsbawm-centrándose más en el periodo de
entreguerras, Guerra Civil Española y 2ª GM. Se pretende dar una panorámica lo
más extensa posible de la situación que desemboca en la guerra mundial en la
que nuestra guerra forma una pieza clave. De igual modo, se pretende explicar
cómo personas que no estaban llamadas a entrar en la "Gran Historia"
acabaron formando parte de la foto y primer plano. Es importante que los
lectores sepan que detrás de los que pasaron la frontera a Francia en el 39 hay
una historia que explica su comportamiento y dedicación sincera y tenaz para
derrotar al fascismo. Ellas y ellos, en la medida de sus posibilidades, fueron
los que mejor encarnaron la lucha contra el monstruo Nazi. Es cierto que
perdieron nuestra guerra, y que los que se quedaron en el interior lo pasaron
extremadamente mal, pero no es menos cierto que pudieron ver el fin al menos en
el resto del mundo de Hitler y Mussolini.
-En realidad el libro es un canto a
la libertad y casi diría que pretende ser un grano de arena en la recuperación
de la Memoria Histórica
Tienes toda la razón. La libertad en tiempos turbulentos
como los años 30 y 40 del s. XX se convierte en rebeldía. Las luchas sociales
de la época mostraron la rebeldía de los pueblos ante los que les quisieron
imponer el dogal. Si te das cuenta el libro está lleno de fugas, escapadas,
clandestinidad, etc. Ese es una de las lecciones que debemos sacar de este
tiempo, y es que, el espíritu de aquellas personas nunca fue completamente
doblegado, fueron unos "espartacos" que, aunque en ocasiones perdieron
la vida, no perdieron la dignidad plantando cara al totalitarismo. Incluso en
los peores años de la España Franquista había organizaciones de resistencia o
de apoyo al interior. La red de enlaces de Francisco Ponzán se
distribuía desde Gibraltar hasta Calais. Esas hazañas y heroicidades han sido
durante décadas negadas, desdeñadas y olvidadas, por eso como dice Celaya:
"¡A la calle!, que ya es hora/de pasearnos a cuerpo/y mostrar que, pues
vivimos, anunciamos algo nuevo".
-Por cierto, para
ti qué significa el concepto de Memoria Histórica y luchar, trabajando por ella
y por su recuperación y reivindicación…
La Memoria Histórica no es ni más ni menos que un acto de
justicia, es un deber hacia nuestros antepasados, pero también para con
nosotros y las generaciones venideras. ¿Qué democracia se puede construir sobre
los cimientos de una dictadura fascista? Yo digo que no, que los cimientos de
la democracia española en el 78 se cimentaron de forma endeble y errónea
dejando de lado nuestra valiosísima herencia democrática
del antifranquismo. Mientras en el resto de Europa después de la guerra se
ensalzo el coraje de partisanos y resistentes, en España se ninguneó a aquellos
que lucharon para traer la democracia a nuestro país. Es hoy día sangrante que
después de que se promulgara hace casi una década una ley de memoria histórica
sigan existiendo calles con nombres de los asesinos del franquismo. Es hoy día
sangrante que torturadores y jefes de torturadores del régimen franquista sigan
paseando por la calle impunemente, o que incluso ocupen puestos de
responsabilidad en algunas compañías señeras de nuestro país. Todo esto es
consecuencia de una Transición en la que el pacto de silencio se enseñorea de
la vida pública, cuando lo que debió haber habido era una ruptura democrática.
Es posible, por la amenaza militar, que no se pudiera hacer de otra manera,
pero es hora de romper las ataduras que el franquismo nos ha puesto durante 40
años y desenmascarar un proceso de Transición nada modélico, como diría el
profesor Francesç Navarro.
-Volvamos un poco hacia una cuestión
que habíamos tratado anteriormente…el proceso de investigación y documentación.
En nuestros cuestionarios hablamos mucho sobre estas cuestiones… ¿cómo
fue?( creo que , aunque ingente, debe de tratarse de una labor muy
gratificante). ¿Qué nos puedes decir?
He tenido que consultar muchísimas fuentes escritas y
audiovisuales. También he incluido alguna investigación propia. Anteriormente
he esbozado algunas de las más importantes pero como te puedes imaginar las
referencias son muchísimas. Para empezar lo que hice fue escribir todas las
notas que pude en un cuaderno que me guió para dar la mayor veracidad posible a
las situaciones que se relatan. Por supuesto, hay licencias y dramatizaciones,
pero en todo momento me he querido ceñir a la realidad histórica relatada por
los que vivieron los acontecimientos siempre apoyada en el trabajo profesional
de historiadores. En este sentido es necesario tener cuidado con las versiones
que en los últimos años se vienen dando por seudohistoriadores o
auténticos publicistas del franquismo.
-Me gustaría hablar, también, de los
personajes, de cómo has ido integrando la ficción en la trama de no
ficción…
La verdad es que los personajes no me ha sido muy difícil
encauzarles dentro del relato literario e histórico. Si partimos de la base de
que la historia es una construcción social en la que intervienen todos los
seres humanos que viven en un tiempo y un lugar determinado, no es difícil ir
colocando a los personajes en cada uno de los escenarios. Entresacando de las
notas de los textos manejados anécdotas e ideas, es fácil pergeñar un
personaje. En todo momento he intentado ceñirme a la Historia y a los lugares.
Tanto la una como la otra te van guiando de forma que la novela se escribe
sola. Eso sí, la documentación histórica debe ser mínimamente sólida.
- Y de la metodología de trabajo,
¿qué nos puedes contar?
Yo soy de ese tipo de personas que para llevar un hueso de
aceituna necesita un camión de 18 ejes. Con esto quiero decir que es
importante empaparse de la época en cuestión lo mejor que se pueda. Una vez que
se ha hecho un intenso y extenso trabajo de documentación se van hilando cabos
para sacar tramas y situaciones. Al final acabas conviviendo con los personajes
día y noche intentando resolver situaciones y obstáculos que se ponen delante
de ellos y de ti.
Cazarabet conversa con... Jordi
Siracusa, autor de “Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)” (Comuniter)
Una
novela exquisita y minuciosa de Jordi Siracusa con prólogo de
Evelyn Mesquida.
Nos
llega desde la pluma de un autor que te atrapará, tiende artimañas para hacerlo
y lo hace…
Una
historia que se lee de manera amena y que se despacha en poco tiempo con agilidad,
rapidez…es de las novelas entretenidas y más coloquiales.
Lo
edita Comuniter dentro de su colección de narrativa. Se trata de una
historia de historias, repleta de personajes conocidos y que reconoceremos…de
historias que, también, de alguna manera están ahí como flotando en el aire
espeso y denso de una historia que necesitaba de aire y ventilación...
Prólogo
de Evelyn Mesquida:
Agosto
de 1944. Las tropas aliadas liberan París en lo que supondría el principio del
fin de la guerra en Europa y del IIIReich. A la vanguardia de los libertadores,
la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre o División
Leclerc. A bordo de los semiorugas y los Sherman, un puñado de hombres, los
hombres de la Nueve, combatientes republicanos españoles que habían
bautizado sus vehículos con nombres tan familiares y sugestivos como Ebro,
Guernica, Teruel, Don Quijote, Madrid, Guadalajara...
Pingüinos en París narra la
apasionante peripecia vital de diferentes hombres y mujeres con sus grandezas,
sus vicios y sus miserias, cuyos destinos, partiendo de puntos tan distantes
como Barcelona, Roma, Livorno, Budapest o La Habana, convergerán finalmente en
aquel París liberado y en aquel momento histórico. De que así ocurra se encarga
Jordi Siracusa, un especialista en Historia contemporánea, un narrador ágil y
brillante.
Se
trata de una novela coral por la que desfilan algunos personajes históricos y
otros frutos de la fértil imaginación de Siracusa. Está construida como un
perfecto engranaje en el que todas sus piezas encajan con precisión
milimétrica. La fuerza y el atractivo de sus personajes atraparán al lector
desde las primeras páginas, y lo conducirán a un final luminoso y por momentos
emocionante.
Lo
que nos explica la editorial del libro:
Es una
historia sobre protagonistas dentro de un momento y un contexto histórico
apasionante, que recrea importantes episodios de la Guerra Civil
Española y de la II Guerra Mundial. Protagonistas reales como Robert
Capa, Gerda Taro, Luise Rainer, Martín Bernal, Raymond
Dronne o Alfonso XIII y los tal vez ficticios como Hugo, Nicoletta,
Pietro, David o Fiorella, conquistarán nuestros corazones. Lugares como
Barcelona, Madrid, Teruel, Brunete, Londres, Livorno, Roma, Berlín,
Sicilia; la Olivetti barcelonesa o la maternidad de Elna y
especialmente París, son también actores de la novela. Porque durante muchos
años se "olvidó" que la liberación de París del yugo nazi tuvo como
protagonistas principales a los hombres de La
Nueve.
Integrada
en la 2º División Blindada, al mando del general Leclerc, La Nueve estaba
compuesta casi exclusivamente por republicanos españoles - los Pingüinos -,
que conduciendo sus half-track con nombres tan inequívocos como España Cañí, Guadalajara, Brunete,
Santander, Teruel, Ebro o Almirante Buiza, fueron los primeros en desafiar
a la numerosa guarnición alemana, penetrar por la antigua Puerta de Italia y
atravesar toda la ciudad hasta llegar al ayuntamiento de la capital la tarde
del 24 de agosto de 1944. Esta novela, como dice Evelyn Mesquida en
su prólogo, rinde homenaje a ese combate y a todos los republicanos que
lucharon bajo dos tricolores para liberar a Europa.
Enlaces
que te pueden interesar:
https://es.wikipedia.org/wiki/La_Nueve
Imágenes
de estos republicanos que, después de luchar por la república española,
lucharon por salvar a Francia, Europa y el mundo del fascismo y del nazismo:
Un
documental que vale la pena ver:
https://www.youtube.com/watch?v=RBDxOePswng
Cazarabet conversa con Jordi Siracusa:
-Amigo
Jordi, qué te ha hecho aproximarte a rendir, a mi parecer, homenaje
a la Memoria Histórica de todos los que cimentaron, defendieron marcharon al
exilio y lucharon contra el fascismo en Europa hasta llegar a luchar
contra él de manera tan directa que fueron los primeros que entraron en París
para liberarlo…
-Era un tema apasionante y que debía ser contado. Miles de
republicanos españoles cayeron en Europa después de haber sido derrotados – no
vencidos – en nuestra incivil guerra; devolverlos del olvido, en particular los
de La Nueve, ha sido un placer, aunque no solo es mérito mío.
-Todos preguntan siempre el por
qué de llamarles “pingüinos”, explícanos..
-En general a los españoles que combatían en las filas francesas
se les llamaba “pingüinos”. La razón es semántica. El gentilicio
“il est espagnol” en francés, suena parecido a
“il est pingouin” y así les bautizaron.
-¿Cómo era la vida de estos
componentes de La Nueve antes de liberar París y cómo les fue después de ello
con la desilusión, imagino, de ver cómo se volvía a abandonar a España a la
suerte del particular fascismo de Franco..?
-Eran luchadores republicanos, la mayoría prisioneros en los
feroces campos de exiliados en las playas francesas, o huidos a
África durante la diáspora republicana. Por ese motivo se alistaron en el
ejército francés, en su legión extranjera o en las unidades de trabajo; algunos
forzados por las circunstancias y otros por seguir combatiendo a las
dictaduras. Lucharon en muchos lugares de Europa y de África antes de converger
en la División Leclerc. Concretamente, la novena compañía del Regimiento de
Marcha del Chat, la famosa Nueve, estaba formada casi exclusivamente por
españoles. Combatieron desde las costas de Normandía hasta el Nido del Águila
de Hitler con la ilusión de que el conflicto continuara en España hasta derrocar
al dictador. No fue así, al final de la contienda europea tuvieron que quedarse
en Francia, frustrados por la actitud de los Aliados. Unos pocos regresaron
para combatir a Franco como maquis y murieron en el intento; otros se alistaron
en el ejército francés de Indochina y los más, se dedicaron a distintas
profesiones en Francia a la espera de un regreso que tardó en llegar y no en la
forma que ellos imaginaron.
-Bueno, ha costado y mucho que a
estos luchadores se les reconociese, por qué lo cree?
-El chauvinismo francés ha tratado de “olvidar” que los primeros
en París aquel 24 de agosto de 1944 fueron españoles en su mayoría, conduciendo
semiorugas con nombres tan significativos como Guadalajara,
Teruel, Belchite, Don Quijote, El Ebro o España Cañí, por citar algunos.
Durante más de 60 años lo ocultaron. E el 2008 una periodista y
amiga, Evelyn Mesquida, que prologa mi novela, escribió un libro sobre
estos hombres titulado: La Nueve (Los españoles que liberaron
París), en el que entrevistaba a ocho de los supervivientes y que sacó de ese
olvido a los héroes de La Nueve. Más tarde, con el apoyo de la actual alcaldesa
de París Anne Hidalgo, nacida en Cádiz, el reconocimiento se hizo
público y notorio.
-Pero este es un libro con
muchas más historias, con multitud de personajes. Una novela de novelas. ¿Lo
ves también así?
-Sí, se trata de una novela coral. La conquista de París es un
hecho final muy significativo. Pero antes viviremos con los
protagonistas del libro, amores, desamores, miedos y luchas en la búsqueda de
la libertad y de la felicidad, tanto social como particular. Cada uno de los
personajes que aparecen merecería su propia novela. Por eso se me ha ido el
texto a 650 páginas, contando con la benevolencia, el entusiasmo y las ganas de
saber y compartir vivencias de las lectoras y de los lectores.
-Lo
concebiste como, no sé… ¿con la intención de una gran novela, con la caricatura
de un best-seller?
-Es una creación íntima y sincera. No tengo intención de que sea
un best-seller, solo que la lean los que quieran sentir. Los primeros
lectores dicen que se trata de una gran obra, yo prefiero que me digan que
rieron o lloraron leyéndola. Que se emocionaron con los paisajes de la Toscana
o de Barcelona, que vibraron en el Madrid republicano, que sintieron el
frío de los combatientes de Teruel, la sed y el miedo en las sierras del Ebro.
Que llegaron A París antes que nadie acompañando a La Nueve.
-¿Qué cree que debería
significar La Nueve para todos nosotros?
-Es un hito importante. No por su significación militar, que la
tuvo, lo es porque recupera la memoria de aquellos que jamás se rindieron en un
tiempo y un momento en el que las dictaduras trataron de denominar el mundo. Y
esa lucha continua, tal vez sin la presencia de dictadores de opereta, pero sí
con la utilización que hacen los poderosos de todos nosotros. Se pueden volver
a liberar París de los opresores, aunque nuestro París hoy se llame con mil
nombres distintos.
-Pero volvamos a esa atmósfera
tan absorbente de personajes, vivencias, entresijos, tramas, vicios, miserias.
¿Cómo te lo has hecho para poder retratarlos, darles como una tercera dimensión
a todos y a cada uno de ellos?;¿Qué te apasiona de estos personajes?(creo que
la palabra fundamental es “pasión”)
-Pasión elevada al cubo. Porque, como dices, cualquiera de los
personajes retratados se multidimensiona y no entenderemos la pasión
de Hugo por Nicoletta sin aceptar el amor sin reservas; tampoco la de
Pietro por Claudia aunque desafíe todos los convencionalismos. Ni la de Robert
Capa por Gerda Taro, hasta que ella murió aplastada por un tanque
en Brunete o la de Alfonso XIII por el tabaco y por todas las mujeres
que se cruzaban en su camino. Mezclar dos docenas de estas historias sin
artificios para que suenen a realidad ha sido como dirigir una gran orquesta de
muchos instrumentos y conseguir que ninguno de los sonidos oculte a otros y que
suene armonioso y bello.
-Bueno es, además de
apasionante, un compromiso acercarse a personas como Gerda Taro,
Robert Capa…
-Lo es, tratar a personajes que han dejado huella en la historia
como los mencionados y tan complejos como madame Sitrì, Martín
Bernal, Patton, John Huston, Ernest Hemingway,
Elisabeth Eindebenz o el espía Joan Pujol, compromete. Porque cuento
episodios de sus vidas que no aparecen en las biografía oficiales y eso es
fruto de la lectura y de la investigación… y de un poquito de osada
imaginación.
-Y luego están los diferentes
escenarios de Barcelona a París, pasando por Budapest, Roma, Livorno, La
Habana. Creo que siempre debe ser de lo más difícil saber situar escenarios,
describirlos lo que es más importante, humanizarlos. ¿Qué nos puedes comentar y
reflexionar al respecto?
-Ha sido un placer personal seleccionar esos escenarios. La
mayoría visitados antes o durante la creación de la novela, imaginando paisajes
y enclaves de setenta años antes. Como un cineasta he procurado
seleccionar exteriores para contarlos al lector y dar la mayor veracidad a la
obra. La totalidad de los lugares descritos son reales y todavía conservan las
huellas de mis personajes.
-Lo de las novelas corales me
recuerda mucho a las novelas que me guardaba a leer en tiempo de vacaciones,
sean invernales o veraniegas, y de plumas muy diversas y con estilos también
muy dispares desde García Márquez a Tolstoi o al contemporáneo
Ken Follet…¿Qué te ha inspirado a escribir una novela tan densa, casi
barroca, de personajes?
-Un momento de la historia como el que cuento precisa de muchas
esencias, porque es un homenaje a las que se perdieron en aquellos años. Has citado
tres de mis escritores preferidos, muy dispares como dices, pero todos
obligados e interesados en retratar almas y personalidades. He querido que los
lectores puedan conocer y elegir sus personajes favoritos, porque así les
rescatan del olvido o del anonimato y que no los imaginen como lo cuentan los
libros de historia, sino como ellos se sintieron en algún momento de sus vidas.
-¿Cómo y de qué manera te has
documentado con la gran cantidad de acontecimientos históricos?
-He tardado cuatro años en documentarme a pesar de que solo se
trata de una novela. Sin embargo, pretendo que los lectores, mientras imaginan
paisajes, disfrutan o sufren con los personajes, conozcan o contrasten pasajes
de la historia de Europa para que no vuelvan a repetirse. Hablar de
la Rafle del Velòdrom d’Hivern, los campos de exiliados
como el de Argelès-sur-Mer, la maternidad de Elna, la batalla
de Écouché, la Noche de los cristales rotos o la propia liberación de
París, precisaron de una investigación personal al margen de los escritos
“oficiales”, interesados en contar las cosas según convenga. Buscar a los
familiares de algunos de los personajes para que me facilitaran datos,
anécdotas y documentación ha sido emocionante.
-¿Cómo fue y desarrollaste la
metodología de trabajo?
-Eso sí fue duro y aquí me gustaría contar con la indulgencia
del lector. Imaginé primero el tiempo y los lugares, luego la situación de los
protagonistas en ese marco y más tarde lo llené de personajes, históricos y
supuestamente ficticios, que fueran interesantes y que encajaran en el
contexto. Fue tan abrumadora la cantidad de lugares y acciones que tal vez
alguna de ellas despierte dudas sobre la veracidad de lo escrito. Por ello
quedo a la disposición de cualquier lectora o lector interesados que precisen
de aclaraciones o de fuentes. Siempre teniendo en cuenta las oportunas y
necesarias licencias literarias.
-Pero creo que no deja de ser,
ésta, una novela de “vencidos” entre vencedores ¿cómo se desarrolla esto?;
¿cómo te apañas ante esta dicotomía?
-Como te decía antes, ninguno de mis personajes está vencido.
Como todos nosotros, cargan con algunas derrotas a sus espaldas, pero todos
tratan de superar sus miedos y sus descalabros con mayor o menor fortuna.
Quizás alguien vea, en la imposibilidad del regreso a España, una derrota
después de tantas luchas, pero el tiempo ha superado esta vez al olvido y la
memoria y la reparación han llegado, tal vez tarde, pero han llegado, a pesar
de ser, mis protagonistas, los olvidados de aquella victoria.
-Aunque les respaldaban dos
banderas, las dos tricolores con los valores de fraternidad, igualdad y
solidaridad…
-Sí, pero el agradecimiento es solo patrimonio de los generosos
y a pesar de haber defendido la tricolor francesa en los campos de África y
Europa el chauvinismo no fue ni fraterno ni solidario. En su discurso
radiofónico del día 25 de agosto, De Gaulle, quiso dejar muy claro que París
había sido liberado por Francia y por los franceses, olvidando no solamente a
los españoles de la División Leclerc, también a los cientos de combatientes no
franceses de la Resistencia. Sin embargo, rectificó al día siguiente y pidió
que, durante el desfile de la liberación, le escoltara la ya famosa novena
compañía, es decir: La Nueve. Numerosos reportajes cinematográficos y fotográficos
dejaron para la historia los nombres de “Les Cosaques”, el nombre
que recibían los de La Nueve; “Les Pingouins”, el adjetivo de todos
los españoles de la División; el Madrid y el Don
Quijote, seguidos por el Admiral Buiza, el
nombre del último almirante republicano y los Guadalajara, Teruel,
Santander, España Cañí, Brunete, Ebro y muy probablemente Belchite.
Algunos de ellos llevaban durante este desfile la bandera republicana, otros la
tricolor francesa.
-¿Cuánto tiempo, amigo, has invertido
en esta “gran novela” de historias que se unes, enlazan, entrelazan…?
-Como te decía he tardado cuatro años en recopilar los datos, y
he ido compaginando este tiempo con el desarrollo de la novela, luego he
necesitado un año más para perfeccionar y corregir; y media hora para convencer
a mi editor.
-En estos momentos creo que
estás en plena difusión y promoción de la novela, pero también, seguro, que
pensando en alguna otra trama o tramas, con multitud de personajes para
convertir en novela ¿nos puedes avanzar algo o dar alguna pista?
-Te voy a dar una pequeña pista. Para descansar de tanto dato
histórico y de tantos personajes que deben encajar, estoy pensando en escribir
una novela contemporánea, de pocos personajes y de muchos sentimientos… Algo
tan simple y a la vez tan complicado como el amor.