País
de Cazarabet
En este kilómetro acariciamos a la
naturaleza, acercándonos a uno de los naturalistas aragoneses con más solera,
Odón de Buen.
Ediciones 94, una editorial afincada en
la ciudad por excelencia del Ebro, Zaragoza, acaba de editar desde el buen
gusto de Heriberto J Navarro , un libro más que elemental….uno de esos que
rescata a un hombre del casi anonimato y del olvido para sacarlo a la luz y
ponerlo, en el lugar que la historia y que el paso del tiempo le deben….para
ello cuenta con la pluma de Antonio Calvo Rey, del que contamos algo de él más
abajo…..
Por cierto,
la web de Ediciones 94 vale más que la pena, así que no puedes más que darle un
vistazo:
http://www.ediciones94.com/index.php/editorial
Sobre la
figura de Odón de Buen, para hacerte una idea está bien:
http://es.wikipedia.org/wiki/Od%C3%B3n_de_Buen
Un bocadito para hacernos una idea de qué va la publicación, ya nos la dan
desde Ediciones 94:
Ésta es la
historia de un hombre apasionado, una persona a caballo entre dos siglos, y
justo entre las dos repúblicas españolas, que se dejó la piel primero en ser él
mismo y luego en ayudar a otros a ser ellos mismos, cuando cambió la
investigación científica por la gestión de la ciencia. Nacido en 1863 en Zuera,
un pequeño pueblo de la estepa zaragozana, murió en 1945, exiliado en México,
tras una vida larga y fecunda, extraordinariamente interesante. Alumno
brillante, catedrático en Barcelona y Madrid, concejal del ayuntamiento de
Barcelona y senador, impulsor de la oceanografía en España, figura de
relevancia internacional y preso político canjeado. Su manera de estar en el
mundo, activo y despierto, hacen de él un excelente testigo de su tiempo. Ésta
es la historia de su voluntad, de sus luchas, de cómo fue posible enamorarse
del mar desde la estepa aragonesa y, sobre todo, enamorarse del conocimiento
del mar. Odón de Buen es un personaje desconocido y olvidado, injustamente
desconocido y olvidado. Su apuesta política, su muerte en el exilio, su
republicanismo insobornable ha impedido que en España su recuerdo esté vivo. Es
hora de poner un granito de arena para sostener su memoria, su obra, su paso
por la vida. Para saber cómo y por qué hizo lo que hizo. Por eso, a los ciento
cincuenta años de su nacimiento, su historia merece ser recordada, merece ser
conocida porque la vida de Odón de Buen, una vida de novela, es también una
vida ejemplar.
Saber un poco más sobre el autor,
Antonio Calvo Roy:
Antonio
Calvo Roy, Madrid, 1960, periodista científico, es presidente de la Asociación
Española de Comunicación Científica. Entre 1982 y 1992 trabajó como colaborador
en diferentes revistas y periódicos, casi siempre escribiendo de política
científica, ciencia y salud, aunque también de temas culturales no científicos.
Desde 1992 hasta 1999 ha trabajado en los gabinetes de prensa del Ministerio de
Agricultura, de la Secretaría General de la Energía y del Consejo de Seguridad
Nuclear. En el año 2000 creó la empresa de comunicación científica y ambiental
Divulga, desde la que colaboró con artículos científicos para periódicos y
revistas y otros proyectos de difusión de la ciencia, como la redacción de
guiones para exposiciones de museos de ciencia y documentales de televisión y
dando cursos y talleres sobre periodismo científico en diversas universidades
de España. Entre septiembre del 2004 y abril del 2012 ha sido director de
Comunicación de Red Eléctrica de España. Es autor de los libros Antártida, la
catedral del hielo, (McGraw-Hill, Madrid, 1992, segunda edición, 2000); Cajal,
triunfar a toda costa (Alianza Editorial, Madrid 1999); Lucas Mallada, biografía
de un geólogo regeneracionista, Caja de Ahorros de Madrid, Madrid, 2000.
Además, y en colaboración con Ignacio Fernández Bayo, ha publicado Una historia
de 20 años. CSN 1980-2000 (Consejo de Seguridad Nuclear, Madrid, 2000);
Enchúfate a la energía (Editorial SM, Madrid 2001) y Misión verde: ¡salva tu
planeta!, (Editorial SM, Madrid 2002).
Si quieres
leer más sobre Calvo Roy:
http://elpais.com/autor/antonio_calvo_roy/a/
http://prensa.unizar.es/noticias/1303/130319_z0_antonio.pdf
Cazarabet conversa con Antonio Calvo Roy:
-Antonio, la primera pregunta es un poco
“plomiza” o, mejor dicho, que te la habrán hecho muchas veces: ¿Por qué un
libro sobre este personaje?
- Me encontré con Odón de Buen cuando,
en 1997, estaba escribiendo una biografía sobre Ramón y Cajal. (Cajal, triunfar a toda costa. Alianza
Editorial). Allí Cajal describe en un momento determinado a sus compañeros de tertulia
y cita entre ellos a un “joven naturalista de mucho mérito, republicano
exaltado y librepensador militante”, definición que me pareció estupenda y de
la que me he acordado todo este tiempo hasta poder llegar a saber quién era ese
tipo que merecía esas palabras por parte de Cajal.
-¿Qué te atrajo de él?
- Primero, la definición de Cajal.
Luego, que era el introductor de la oceanografía española, lo que, como
periodista científico, me interesaba. Y, después, según he sabido más de él, su
manera de estar en el mundo, que me ha parecido apasionante.
-¿Por qué ese tupido velo de olvido sobre esta
figura tan transcendental?
- Probablemente por la muerte en el
exilio y por su gran significación política y masónica. Luego, como es en
cierta medida lógico, el olvido hace que ya nadie lo recuerde, lo valore, lo
ponga nuevamente de relieve. Afortunadamente el Centro de Estudios Odón de Buen
y el ayuntamiento de Zuera, su pueblo natal, han hecho mucho por recuperar su
figura, sobre todo gracias a la edición de sus memorias y de otros libros.
-¿Se podía decir eso de: “este hombre es que
nació demasiado pronto o si, por lo contrario y con la que está cayendo más
vale pensar: que hoy en día con los adelantes tecnológicos que tenemos,
pensaría que por culpa de cómo se gestionan éstos….qué triste es que se
malgaste tanto talento y demás….”?
- Creo que fue un hombre de su tiempo y
hoy sería, igualmente, un hombre de este tiempo. No dudo de que estaría en Facebook, en Twitter y
en todas las redes sociales como estaba en los periódicos de su época, en la
radio y en los adelantos técnicos para la enseñanza, como el cine, las filiminas o cualquier otro. Sabía que lo importante era qué
se decía, y buscaría la manera de hacerse oír.
-Odón de Buen
fue un hombre que pasó de ser un
científico, un hombre de ciencia…activo dentro de este campo a ser un gestor de
ella: ¿Qué nos destacarías de su faceta como científico?; ¿ y
cómo gestor?
- Sí, cruzó ese Rubicón
y fue mucho más importante por crear un marco adecuado para la investigación
que por sus propias investigaciones. Y esa decisión también le define, porque
era un organizador, alguien dotado de una visión de largo plazo que supo poner
en pie. Que, 100 años después, el Instituto Español de Oceanografía siga
funcionando con el mismo nombre y el mismo propósito con el que fue creado deja
bien claro que fue una decisión acertada, bien elaborada y sólidamente
construida.
-Estamos ante un personaje polifacético, un abanico
más que reseñable……ya que además fue el impulsor del Instituto de Oceanografía.
Cuéntanos un poco…
- Sí, la
verdad es tocó muchos palos. Por ejemplo, fue periodista científico mientras
era estudiante universitario. No divulgador, que eso lo fue toda su vida, sino
periodista, es decir, tenía una sección en Las
dominicales del libre pensamiento, el periódico de quien luego sería su
suegro, Fernando Lozano, en donde escribía noticias de ciencia. También, como
catedrático, fue uno de los introductores del darwinismo en España y el único
cuyos manuales fueron metidos en el índice de libros prohibidos de la Iglesia
católica. Además, fue concejal en ayuntamiento de Barcelona, senador, viajero
notable, polemista fecundo, escritor de éxito…
-¿Consideras a este libro como una especie de
ladrillo de una gran pared que son los hombres y mujeres que han ido
construyendo una historia casi invisible, de anónimos….un libro que constituye
a que no se venga abajo la pared de importantísimos mentes y trabajos de hombres y mujeres?
- Sí es una buena manera de verlo. Lo
malo es que aún faltan muchos ladrillos en esa pared. Hay muchas personas en la
historia de España que se han dedicado a la ciencia y que están completamente
olvidados. Tengo la impresión de que una parte de eso que llamamos el atraso
científico de España es más bien una falta de conocimiento de la historia y una
falta de publicaciones de la ciencia que se hizo y de quienes la llevaron a
cabo.
-¿Cuántos
Odón de Buen pueden haber todavía desconocidos, olvidados o semiolvidados
en España?
- Muchos. Sin ir más lejos al menos uno
de sus hijos, Sadí de Buen, que fue un importante
parasitólogo y médico epidemiológico, que erradicó el paludismo en España y que
murió fusilado en 1936 porque era secretario general del ministerio de Sanidad.
Es un completo desconocido, aún más que su padre y, para algunos historiadores
de la medicina, por lo que había hecho ya, por su juventud y por la capacidad
que sin duda tenía, así como por su fusilamiento temprano, es considerado el
García Lorca de la medicina española.
-¿Cómo fue el Odón de Buen político?
- Pues, como decía Cajal, republicano
exaltado y librepensador militante. Siempre pensando en la educación como vía
necesaria para mejorar la cultura y, por tanto, el bienestar del pueblo. Era un
hombre muy avanzando, que ni se casó ni bautizó a sus hijos, con ideas sociales
modernizadoras pero, al mismo tiempo, un hombre muy educado el trato y
pragmático. Como decía de sí mismo, moderado en las formas y extremista en el
fondo.
-Si no hubiese pasado al campo de gestor de la
ciencia y de la política, ¿en qué campo crees que Odón de Buen hubiese podido
ser más destacable?
- Tal y como era de tenaz, de
inteligente y de trabajador podría haber destacado en cualquier campo en el que
se lo hubiera propuesto.
- Hoy por hoy en que la enseñanza está en el
punto de mira, de manera permanente, porque peligra que sea pública y de
calidad… ¿cómo crees que reaccionaría Odón de Buen?
- Tronaría sin duda en los periódicos, en las
radios y en las redes sociales sobre estos asuntos, pero con criterio propio.
Era sin duda un reformista que creía que había que cambiar cosas y trató de
cambiarlas en su época y las trataría de cambiar ahora. No era un conformista
ni seguía la corriente general como un borrego, sin criterio. Criticaría lo que
está mal y propondría cambios y mejoras.
-Es Odón de Buen: otro republicano, otro
pensamiento privilegiado, otra mente despierta, e inquieta, otro personaje de
privilegio y privilegiado, pero que tiene que marchar fuera de su país, al
exilio donde se encuentra con la muerte y es México donde se le acoge. ….Desde
tu perspectiva, desde tus estudios ¿cómo acogió México, en concreto, a estos
científicos, gentes inquietas y demás porque fue un país que abrazó a muchos españoles
que escapaban del fascismo y la dictadura?
- España sigue teniendo una deuda de
gratitud con México, que acogió a miles de refugiados y, además, lo usó en
beneficio de todos, es decir, aprovechó las mejores cualidades de todos y
muchísimos encontraron trabajo en las universidades y en otros lugares. Qué
pena que ahora la postura de España, y de la UE con la emigración sea tan dura
y qué suerte la de aquella generación que encontró allí acogida y posibilidades
de progreso.
--Antonio, ¿cómo ha sido el trabajar con la
Editorial 94?
- Bien, una buena experiencia. Desde que
tuvo noticias del libro se interesó en el proyecto y encontró la manera de
sacarlo de adelante. Y creo que ha hecho una edición muy cuidada y muy bonita.
Cazarabet conversa con Heriberto J. Navarro Sánchez, responsable de
Ediciones 94:
Heriberto, ¿cómo es que te lanzas a fundar y trabajar en una editorial
pequeña como Ediciones94?
Tras dieciséis años en el mundo editorial,
primero en la editorial Luis Vives de corrector (12 años) y después en Ibergesa, de director de ediciones (4 años), me animé a
fundar mi propia empresa.
Por cierto, ¿por qué Ediciones 94?,
¿qué significa para ti el haberle dado ese nombre a la
editorial?
Empezó como una broma, ya que eran los dos
últimos dígitos de su fundación (1994), pero el equipo de diseñadores me
realizó el logotipo y me gustó, así que dejé el nombre tal cual.
¿Con qué ilusión partes para hacerlo, porque no debe ser nada fácil?
El único objetivo es apostar por obras que
permitan compartir emociones con los lectores.
¿Cuál es el equipo humano de Ediciones 94?
Desde su fundación, somos dos socios, pero en
trabajos concretos, contando con empresas auxiliares, podemos llegar a ser más
de quinientos.
¿Desde qué filosofía surge Ediciones 94? , o sea: ¿cuál es tu idiosincrasia, vuestra razón de ser?
Nuestro comportamiento fue, desde el principio,
realizar coleccionables para periódicos y libros para aniversarios de empresas,
aparte de nuestra producción propia. Después nos ayuda a seguir adelante: la
tenacidad, la pasión y el entusiasmo.
Heriberto, ¿se miró, Ediciones 94, en alguna otra editorial a la hora de
recoger este testigo? Pues no, porque para
realizar los trabajos que te he comentado en la pregunta anterior; hay que tener
ideas que puedan encajar a tus clientes.
Cuéntanos, Heriberto, ¿cómo ha sido
(desde vuestra fundación) vuestro camino como editores y cómo está siendo, en
estos tiempos en que esto del libro y el oficio de ser editor están siendo
“harto difíciles”?
Normalmente
Ediciones94, suele editar un libro al año sobre temática aragonesa. Lo que peor llevamos es la distribución de
nuestras obras, ya que muchas veces no ves tus ejemplares en algunas librerías,
pero no por nosotros, si no por la Distribuidora. En estos tiempos, el panorama
editorial es cambiante, desalentador y caótico, aunque podría ser peor si
subieran el IVA.
¿Qué tirada tenéis,
más o menos, por cada título?
En producción propia, unos 1.000 ejemplares.
Ya sabemos cómo los peces grandes se van comiendo a los chicos y en esto
del mercado editorial y de los medios de comunicación, con los grandes grupos,
además, es bestial,… aquí la prensa y los medios deberían, deberíamos,
desempeñar un papel más importante. Dime, Heriberto, ¿cómo os trata la prensa?
Normalmente, muy bien; no nos podemos quejar, ya
que por nuestra experiencia con los medios, siempre tenemos algún colaborador
que trabaja allí, y otros autores, en la Universidad.
¿Cómo te vas acercando a las obras que vas publicando: más bien como editor
o más como lector?
Primero como lector, ya que los originales hay
que revisarlos; aún así piensa que, normalmente, la temática la solemos seleccionar nosotros, ya que muchas
veces realizamos los libros a la “carta”.
¿Qué te motivó, en el caso que nos ocupa hoy?, ¿trabajar con Antonio Calvo
Roy?
Una experiencia maravillosa, pues aunque
tardamos dos meses en conocernos “in situ”, teníamos contacto todos los días,
vía teléfono y correos electrónicos.
¿Con qué
perspectivas y con qué objetivos estáis trabajando a corto y medio plazo?
Nuestro objetivo principal es resistir la crisis a través del fondo editorial y, de momento, unas cuantas
novedades muy seleccionadas. Seguimos arriesgando, pero medimos más los gastos
y la posibilidad de beneficios con la intención de que ninguna novedad se
convierta en un lastre para el resto del catálogo.
¿A quién van destinados, querido editor, los libros de Ediciones 94, tenéis
algún premio?
Nuestra producción se basa, sobre todo, en Aragón, para
refrendarlo se pueden meter en la página web: ediciones94.com. Entre nuestros libros tenemos la obra de “Historia
Postal de Aragón”, que en tan solo tres años y medio, recibió once premios
(cinco nacionales y seis internacionales). Después realizamos un coleccionable
para el Periódico de Aragón (El Agua
y Aragón) y nos otorgaron el Premio Ramón Pignatelli.
15644
Odón de Buen: toda
una vida. Antonio
Calvo Rey
280
páginas 20,5 x 26 cms.
30,00 euros
Ediciones 94
Ésta es la historia de un hombre apasionado, una persona a caballo entre dos
siglos, y justo entre las dos repúblicas españolas, que se dejó la piel primero
en ser él mismo y luego en ayudar a otros a ser ellos mismos, cuando cambió la
investigación científica por la gestión de la ciencia. Nacido en 1863 en Zuera,
un pequeño pueblo de la estepa zaragozana, murió en 1945, exiliado en México,
tras una vida larga y fecunda, extraordinariamente interesante. Alumno
brillante, catedrático en Barcelona y Madrid, concejal del ayuntamiento de
Barcelona y senador, impulsor de la oceanografía en España, figura de
relevancia internacional y preso político canjeado. Su manera de estar en el
mundo, activo y despierto, hacen de él un excelente testigo de su tiempo. Ésta
es la historia de su voluntad, de sus luchas, de cómo fue posible enamorarse
del mar desde la estepa aragonesa y, sobre todo, enamorarse del conocimiento
del mar. Odón de Buen es un personaje desconocido y olvidado, injustamente
desconocido y olvidado. Su apuesta política, su muerte en el exilio, su
republicanismo insobornable ha impedido que en España su recuerdo esté vivo. Es
hora de poner un granito de arena para sostener su memoria, su obra, su paso
por la vida. Para saber cómo y por qué hizo lo que hizo. Por eso, a los ciento
cincuenta años de su nacimiento, su historia merece ser recordada, merece ser
conocida porque la vida de Odón de Buen, una vida de novela, es también una
vida ejemplar.
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