Ediciones
La revista de
crítica cultural Crisis
Se
trata de una revista de Crítica Cultural de Zaragoza que apunta muy alto y que
sale dos veces al año publicada por Erial Ediciones.
Sus
contenidos son tan variados como “de peso”. Vale la pena, y mucho, una lectura
de la misma donde te puedes encontrar artículos, reflexiones y divulgaciones
sobre el mundo cultural que, seguro, te interesan…
http://www.erialediciones.com/
-Fernando, para aquellos que conozcan poco esta
publicación ¿nos la puedes presentar, dar a conocer un poco?
-Crisis se publica semestralmente (aproximadamente). Tal
como indica su nombre completo, Crisis.
Revista de crítica cultural, la publicación es eso, una revista de crítica
cultural que quiere abrir espacios de encuentro y de debate, un instrumento que
nace con la idea de intercambiar ideas, para mezclar las preocupaciones
culturales de quienes crean, investigan, potencian el arte, las ciencias, la
industria cultural y, cómo no, las de todas las personas que se preocupan por
la cultura y que nos leen.
-¿Quién forma parte de Crisis? ¿Quiénes la componéis? ¿Cómo es vuestra metodología de
trabajo?
-Crisis es una creación de la asociación Erial Ediciones.
De ella, evidentemente, forman parte personas relacionadas con el mundo de la
cultura: la universidad, las ciencias, la literatura, el arte y profesionales
del derecho y la gestión. El Consejo de Redacción de la revista está compuesto
por el Consejo de Dirección de Erial ampliado con otros asociados. Es, pues, un
Consejo amplio y muy participativo. En él están presentes personas muy
relacionadas y reconocidas en el mundo cultural zaragozano y aragonés, además
de otras cuyo trabajo no ha sido tan conocido hasta el momento: Escritores,
periodistas, artistas, catedráticos, profesores, abogados, gestores… Sus
nombres pueden leerse en la mancheta de cualquier
número de Crisis.
La
edición de cada número de Crisis comienza,
como es lógico, con la elección de temas. Primero se elige una palabra con la
que deben relacionarse los artículos de nuestra sección crítica. Además, para
el cuadernillo monográfico, escogemos un tema que desarrollamos organizando una
mesa redonda o unas jornadas cuyo contenido acabamos plasmando en la revista
con nuevas aportaciones. La portada está diseñada cada vez por un artista
distinto, suelen ser artistas con renombre. Además, contamos con una forma
invitada; con la entrevista a un personaje, hasta ahora aragonés, de dilatada
carrera y prestigio reconocido; otra sección de creación en la que mezclamos
escritores y poetas noveles con otros muy conocidos; la sección de reseñas y eventos suele hacerse por encargo;
finalizamos con dos minisecciones: “La biblioteca de
la crisis” en la que aparecen pequeñas reseñas escritas por estudiantes de
bachiller y “El arte en Crisis” en
las que damos noticia de actividades que han realizado algunos artistas
asociados y amigos.
-Por qué después tenéis un nutrido elenco de
colaboradores que aportan, número a número artículos, reportajes y demás…
-Naturalmente,
los miembros del Consejo de Redacción suelen escribir en casi todos los
números, pero, como ya he dicho, la revista quiere ser un lugar de encuentro para
la gente de la cultura y la aportación de colaboraciones externas contribuye al
enriquecimiento de la revista, sobre todo, en el contraste de ideas y de
visiones distintas sobre temas comunes.
-El ser también revista a papel, en los tiempos que
corren, tiene un mérito extraordinario…
-Para
nosotros, ser revista en papel no es un merito, sino una necesidad. Crisis no podría existir, tal como es,
únicamente en las redes. Las redes son necesarias porque nos ayudan a descubrir
miles de caminos que nos dan una idea abstracta de los contenidos; pero el
papel nos obliga a pensar en un solo camino, el de la obra completa. El papel
tiene un volumen, una primera página y una última página que nos obliga a crear
y a leer en un solo espacio; esa es su misión. No está contrapuesto a las
nuevas tecnologías y, desde luego, no serán estas (las actuales nuevas
tecnologías) las que lo hagan desaparecer.
-Cuando surge Crisis
seguro que lo hace con unas perspectivas, una especie de metas…¿cuáles son?
-Crisis nace desde la iniciativa de la asociación,
entonces recién creada, Erial Ediciones. Para ello reunió un grupo de personas
muy interesante que estaban totalmente implicadas en
el movimiento cultural zaragozano. Allí se mezcló la literatura, el arte, la
escena, la música, el diseño… y nos llevó casi dos años definir y poner en
marcha nuestro proyecto. Nuestra conclusión, de alguna manera, fue que el
conjunto de las disciplinas culturales precisaba de una herramienta crítica que
sirviese, además, de lugar de encuentro para todas ellas. En estas reuniones
fueron fundamentales la participación de Luis Beltrán, Juan Domínguez Lasierra, Mariano Anós, Óskar Díez, Fernando Gracia Guía, José Tomás Martín, Víctor
Herráiz, Juan Carretero, Sergio Abraín,
Mario Sasot, Isabel Rosado, Antonio Villas, Eugenio
Mateo y yo mismo. Digamos que ese fue el primer núcleo, el embrión del
proyecto; después se unieron otros como Fernando Aínsa,
Pilar Catalán, Lucía Calavia, Encarnación Ferré,
Francisco J. Serón, Sergio Gómez, Pablo Iruzubetia,
Miguel Brunet y muchos otros.
Digo esto, para dejar claro que nacimos con mucho esfuerzo y con la perspectiva
humilde de ver materializada nuestra idea para, desde allí, trabajar cada día
en la creación de esa voz crítica y de ese lugar de encuentro para todos los
espacios culturales. Además, queremos que esa voz llegue cada vez a más
personas y a más lugares. De momento, lo vamos consiguiendo.
-¿Y qué tipo de lector/a veis que son los que más
regularmente se han ido acercando a esta publicación?
-Pues,
gente relacionada con la Universidad, la enseñanza, el arte, la literatura, el
teatro, el cine, la industria cultural, con actividades sociales e inquietudes
culturales en general.
-En los tiempos que corremos, más que nunca, hace
falta una crítica al sistema y todo aquello que de alguna manera, directa o
indirecta, gestiona “lo cultural”…
-Los
sistemas siempre han necesitado de la cultura; pero siempre la han maltratado
porque la temen; por eso las críticas nos les hacen mella (les entran por un
oído y les salen por el otro). La principal misión de la crítica cultural debe
ser la de producir debates capaces de transformar el pensamiento, de desterrar
la cuadrícula de la ideología oficial. Hay que poner todo en cuestión, hay que
preguntárselo todo. Solo así podría cambiar algo alguna vez.
Por ello,
la intervención directa o indirecta de las instituciones o de las empresas, de
los intereses políticos o del mercado no puede gestionar “lo cultural”. Lo
cultural no es dinero (eso se produce después), lo cultural no es industria ni
mercado ni poder. Lo cultural debe ser lo que cada persona es capaz de poner en
la vida en beneficio de los demás. Lo cultural, como la estética, es un
posicionamiento contra la destrucción.
-No crees que el mundo de la creación cultural, del
trabajo cultural, de su difusión…nunca debe depender de organismos que vigilen
demasiado los números…me refiero que debería ser lo más libre posible y ya
sabemos que la libertad está muy reñida con la economía… ¿Qué nos podéis
reflexionar al respecto?
-Que estamos
de acuerdo. Nacimos con la idea y el compromiso de no hacer nada que no
pudiésemos pagar. Ingresamos dinero de las cuotas de nuestros asociados, de
colaboraciones de unas pocas empresas (pequeñas y medianas), no renunciamos a
las subvenciones pero no contamos con ellas para nuestros proyectos. Esto es,
si no tenemos el dinero en nuestra cuenta no podemos hacer la revista, los
debates, editar libros, etc. La independencia en la cultura, como en muchas
otras cosas, es vital. No resulta difícil acabar siendo lacayo del señorito.
-Volvamos
un poco al principio ¿Cuánto tiempo lleváis de andadura?; aunque esta pregunta,
esta siguiente cuestión os pueda parecer un poco recurrente me gustaría que me
explicaseis si os sentisteis en la necesidad de salir a la calle como una
especie de revulsivo…
-Fundamos la asociación en noviembre de 2010; pero
el número uno de Crisis no vio la luz
hasta julio de 2012. Desde entonces hasta hoy hemos editado ocho números de
nuestra revista y tres libros (tenemos en cartera otros tres). Estamos
orgullosos porque en este tiempo han colaborado con la revista más de 350
personas, por lo que empezamos a creer que, verdaderamente, somos un lugar de
encuentro.
En relación a la segunda parte de la pregunta, te
diré que pensamos mucho en las necesidades que podía tener la cultura y la
sociedad, pero no soñamos siquiera con ser una especie de revulsivo ante nada;
a nosotros, más que una acción brusca que produzca un efecto inminente, nos
interesa colaborar en la creación de una sociedad con verdadero sentido
crítico. Y eso lleva tiempo.