Ediciones
Periodistas
(I). “El oficio más hermoso del mundo”: José Martí Gómez
Nos
acercamos al periodismo, el trabajo de contar historias… el oficio más bonito
del mundo según algunos. Lo vamos a hacer de la mano de libros recientes
escritos por varios periodistas.
El
primer protagonista, vinculado a Morella, es uno de los periodistas más
veteranos del Estado y ofrece con su libro de “crónicas propias” un entretenido
paso por la historia de esta profesión.
El periodista José Martí Gómez nos
ofrece un apasionante relato de cómo es este oficio en el presente; de cómo fue
hasta hace poco y de cómo, pase lo que pase, algunos nunca lo dejarán de
sentir….como “el oficio más hermoso del mundo”.
Editorial Clave Editorial edita este
libro con mucho mimo y con especial esmero.
El autor, agudo y perspicaz, pone el
dedo en la llaga en más de una ocasión….lo que aprieta y apretará las tuercas a
más de un periodista, pero, sobre todo, a los que se aprovechan del trabajo y
de la vocación del periodista, del cronista porque es éste un oficio que se
lleva, de manera especial, en la piel y entre la sangre como si fuese parte del
plasma o una de sus células…quizás los ricos hematocritos cargados de
hemoglobina bien pertrechadas de hierro. Martí Gómez da, en este libro de
crónicas sobre su vida periodística, una lección magistral de cómo es el oficio
del periodista porque de sus propias experiencias se van sacando lecciones de
ética profesional, de reflexión o, por qué no…de la propia vida.
Martí Gómez sigue apegado a ese oficio
que le vio crecer, superarse y “medirse”
en “fuerzas y carácter”….leer este libro: te hará reír, pensar, reflexionar, te
enseñará a leer mejor los titulares y las noticias y, también, seguro que
detrás de cada noticia casi siempre hay otra…y, por supuesto, a que nada es lo
que parece, ni muchísimo menos.
Un libro necesario e imprescindible
para la profesión periodística.
Aquello que nos dice la editorial Clave
Intelectual del libro:
Una muestra:
Cazarabet
conversa con José Martí Gómez:
-José contar aquello
que pasa de manera clara y plácida, pero al mismo tiempo haciéndose las
preguntas directas, precisas y demás es lo pertinente, pero hacerlo con minuciosidad,
rigor…todo esto bien conjugado, sí, engrandece y hace del “oficio de
periodismo” el más bello…tener el placer de contar todo y de todos…Ver,
oír y escuchar (que es diferente) y después escribir…
-Siempre he dicho que el periodismo me
ha permitido vivir muchas vidas: la de las muchas gentes que he conocido.
Triunfadores y perdedores. Gente decente y gente golfa. Creo que muchas veces
más que preguntar el periodista lo que ha de hacer es escuchar, dejar fluir la
conversación en la voz de la persona que tiene enfrente. Hay en muchos periodistas un exceso de
protagonismo. El periodista se ha de acercar al personaje con humildad. Si es un científico, diciéndole
que sabes poca cosa del tema y agradecerás su ayude. Eso funciona más que se
vas de experto. Si no sabes nada o poco del tema te lo descubre el entrevistado
a los cinco minutos de conversación.
-
Escribir, primero contador la historia, pero también abriendo interrogantes,
dudas que el periodista deberá tratar de resolver, investigando, sabiendo
preguntar y a quién preguntar…
-El reportaje, te permite a través del
relato de muchas voces, reconstruir con cierta exactitud una historia. La
entrevista es un género en el cual el
entrevistado solo dice lo que le interesa decir. Siempre he dicho que no hay
buena entrevista si no hay buen entrevistado. Los buenos entrevistados
agradecen que no vayas con cuestionario y menos todavía con preguntas extraídas
de entrevistas ya publicadas. Agradecen la conversación que fluye con
naturalidad.
-Pero
el cronista, el periodista, sea cual sea su estilo, más “contador puro” o un
poco más literario deberá ofrecer salidas al propio lector para que éste
también realice cierto trabajo intelectual, ¿no crees?….
-Claro. Sea el género que sea que
practique el periodista lo que ofrece al que sigue su trabajo es la opinión del
entrevistado, el ambiente del reportaje, la opinión en la columna... de forma
bien estructurada. La objetividad no existe pero si debe existir el rigor en
los datos. Luego, el ciudadano debe completar el trabajo.
-Porque
no hay que “tratar” nunca como de “tontos” a los lectores, ¿no? Se trata de
tratar con dignidad como querrías ser tratado tú…
-Ocurre que el lector que compra un
diario suele leerlo en un 50% y muchos periodistas solo leen de su diario lo
que ellos han escrito y otros diarios ni los miran. La dignidad hacia el
lector, el oyente o el televidente debería ser una práctica común.
-Pero
hoy en día, aunque hay muchas excepciones….con todo lo de las tertulias de
radio, de programas de televisión en “prime time” o de las columnas en
diferentes medios de prensa digital o escrita…bueno, te diría que me da que hay
mucho “divismo”, muchos periodistas que se miran al ombligo, mucho
corporativismo entre ciertas familias cuando conviene….Eso, además de poco
edificante es triste, genera como un “poso” de adrenalina acumulada en la
garganta….(creo que, en la actualidad es lo que más está carcomiendo al
periodista como persona)
-Como otros muchos profesionales, el
periodista es un reflejo de la sociedad. Y como en todo colectivo, hay de todo.
Imbéciles hay bastantes. Corruptos, un montón. Honestos también los hay. Como
en todas partes. El periodista que va de
divo es mal periodista. Otra cosa es que por su repercusión mediática haya
periodistas estrella. Los buenos
son estrellas sin comportarse
como tales.
-Porque
al periodismo como tal, la profesión como depende de las empresas y estas
del capital, de las “ventas”, de la publicidad y, en definitiva, de quien las
sostiene…pues es que hay cosas que el periodista, por bien que cuente las
noticias y por digno y ético que sea, siempre dependerá de la empresa…y eso sin
contar con la “línea editorial” del medio que cada vez, la verdad, ésta se
comporta como un bipolar…
-Siempre ha sido así. La cuestión estriba en saber a qué ideología
responde a cada medio y que cada lector o cada oyente compre el periódico o
escuche la radio afín a sus ideas. Lo que ese medio debe respetar es que la
información sea veraz. Sus opiniones deben ir en la línea editorial. Una vez pescaron
en un pub al premier laborista Harold Wilson leyendo el diario conservador.
Usted leyendo este diario, le dijeron. Leo la información porque es muy buena y
los editoriales me los salto porque ya sé que me atacan, respondió. Es bueno,
en una sociedad democrática, que haya medios de información de distinta
ideología y que cada ciudadano pueda elegir.
-Es que la incursión política,
utilizando a las empresas (que se entrelazan con políticos y propietarios de medios)
y a la publicidad (tanto institucional como privada) está presente en la prensa
de las pequeñas, medianas ciudades, comarca, provincia….hasta en las grandes
ciudades en las que se cubre la información de todo un Estado… Así, lo que
debería ser “anormal” (como las llamadas de presidentes de Diputación,
Comunidades…etc.) se asume como algo “normal”. Es lo que hay, aunque se
remuevan las tripas…
-Pues sí: eso es lo que hay pero
también es cierto que hay excepciones. En el epílogo de mi libro Javier del
Pino y Jordi Évole explican bien como se pueden abrir
brechas en medios de comunicación proclives
a lo que tú dices. No es fácil, pero es posible.
-Las
nuevas tecnologías fueron la puntilla para ciertos medios, sobre todo los de
prensa escrita y por pura lógica. La gente quiere inmediatez y quien paga el
día siguiente por lo que puede ir leyendo, de manera inmediata, en casa
cómodamente…
-De todos los medios de información
barrunto que la prensa escrita es la que está viviendo un momento más grave. En
este país que se ha habituado a la gratuidad informativa no será fácil hacerle
pagar a la ciudadanía cuando la prensa en papel se recicle. Creo que solo
sobrevivirá la prensa de mucha calidad (además de la prensa muy local) con
tirajes bajos pero anuncios caros dirigidos a un lector culto y con capacidad
de consumo.
-De
todas maneras, el oficio periodístico también se ha caracterizado, tristemente,
por “hacer leña” de numerosos árboles caídos….Por ejemplo llama mucho la
atención que, en torno a ciertos casos de corrupción, ahora todos lo saben todo
y dicen saberlo desde hacía tiempo….
-Es lo más cómodo. El caso Pujol es lo más paradigmático pero
hay otros muchos casos como él, sin ser tan de primera página. El periodista
veterano con agallas para enfrentarse al poder va desapareciendo de las
redacciones y la gente joven en precario no está para el martirio.
-Sobre
las “vendettas”, también se debería de hacer examen de conciencia,
¿no? Entiendo que un/a periodista se pueda cabrear y mucho si te intentan
ridiculizar en una rueda de prensa, pero no me parece lo más elegante ponerse a
increpar con “seguidillas” a la persona “X” la que sea al menos en los
informativos, tertulias y demás…otra cosa son los “programas o medios
satíricos”…
-El tertuliano es nefasto. De mis años en Londres retengo la anécdota
del día que telefonea un especialista en
la India para pedirle su opinión sobre una masacre en un templo sijh. Había escrito veinte libros sobre la India pero me
dijo que no podía opinar porque el incidente era religioso y ese tema no lo
había estudiado. Recuerdo a ese especialista siempre que escucho a tertulianos
opinar o insultar a sus oponentes hablando de terrorismo, el precio del petróleo, la crisis o la caza de ballenas.
-Aún
con esto es un oficio preciso que te ha llevado a vivir experiencias
profesionales y vitales de excelencia, ¿no es así?
-Siempre digo que al periodismo le
agradezco el haberme permitido vivir muchas vidas. Si te acercas a las personas
o a las situaciones con el folio en blanco, dispuesto a escuchar, aprendes
mucho y maduras mucho porque tanto en las vidas “sabias” como en las vidas
humildes se esconde mucha riqueza (y mucha
miseria humana también)
-Creo humildemente que si puedes
estudiar Periodismo o Ciencias de la Información o alguna filología,
perfecto…cualquier licenciatura que te ayude a saber contar lo que ves, oyes y
escuches mucho mejor…mejor que mejor, pero yo creo que el periodista más que
nacer, por encima de todo, se hace…
-No tengo nada más que añadir. Estoy
absolutamente de acuerdo
-Otra
cosa son los que estudiando, por ejemplo, economía o derecho quieren desde ahí
contar lo que pasa en estos campos…eso es otra cosa creo imprescindible y
que, en ciertas áreas le da al medio un prestigio y la rigurosidad que
necesita…
-Es gente necesaria en todos los medios
más como especialistas que como periodistas en la batalla del día a día que,
eso sí, en áreas muy concretas como ciencia, economía o religión, por poner
tres ejemplos, deben contar con
periodistas que sepan del tema.
-También
está la gente que sin tener estudios relacionados con el periodismo se
meten en él desde las revistas de los colegios, institutos, pueblos, barrios y
que van haciendo….se les suele tratar entre lo que el colectivo de periodistas
llaman “tribu” como “intrusistas”… ¿cómo ves esto?. Por otra parte, creo que esto, en manos según de qué
persona, es muy bueno porque uno/a aprende a “contar noticias” desde
abajo, desde casi el subsuelo y va subiendo y aprendiendo poco a poco y de todos
los sitios. Esto también tiene mucho de positivo…
-No creo en los estudios de periodismo.
Creo que el periodismo se ha de aprender en las redacciones. El periodismo al
que tú te refieres, el del periodismo ciudadano, es positivo porque acerca a
las redacciones hechos que pueden pasar desapercibidos. Ese periodismo necesita
del filtro del profesional. Muchas buenas redacciones de los años 70 se
formaron a partir de gente joven que empezó colaborando como corresponsal de
pueblo. Por poner un nombre conocido, Xavier Vinader.
-Periodismo
a pie de calle, el que conversa, el que dialoga, escucha , sabe mirar y que al
final sabe elegir y acercarse al área que mejor se le da… esto hace mucha
falta, pero para ello la humildad debe estar muy, muy presente…
-La humildad debe estar siempre
presente en el trabajo del periodista.
No puede ir de sabio ni prepotente pero tan importante como eso es tener ganas
de trabajar. Todos los periodistas dicen que quieren hacer reportajes pero un
90% de ellos hacen un par y lo dejan porque el reportaje es duro de pelar.