Tras los pasos
La Cerollera en la ruta de las neveras del Bajo Aragón
Seguimos
andando por los alrededores de esta población del Bajo Aragón con recorridos y
caminatas muy recomendables; esta vez andaremos por la ruta de las neveras de
La Cerollera.
Recordemos, muy brevemente, ¿qué son las
neveras?:
Las estructuras de las neveras en el monte,
antiguas estructuras de piedra en seco que almacenaban, de forma artesanal,
hielo para utilizarlo en épocas más cálidas ha sido motivo de no pocos
estudios…la mayoría de ellos de gran valúa. Hoy les queremos acercar a un libro
sobre estas estructuras en la provincia de Castellón porque, además, esta
tierra es vecina y, de alguna manera, también forma parte de nuestro particular
País de Cazarabet. Nos vamos a ver cómo son estas estructuras tomando nota de
un libro que lo podéis conseguir, seguramente, mediante la Red de Bibliotecas
(hay un acuerdo que permite que de unas provincias si aquí no tienen el libro
te lo puedan prestar…). Además, si alguien de vosotros está muy, muy interesado,
el Grupo de Estudios Masinos tiene uno en su magnífica biblioteca.
El recorrido…
El punto de salida se encuentra en el propio
pueblo de La Cerollera, así que lo primero es recomendar un paseo por esta
pequeña, pero curiosísima población tan bella como bien cuidada....por eso la
complicidad del ciudadano se denota a cada paso. Tenemos que ir a parar al
Merendero, lugar situado frente a las piscinas y junto a la carretera comarcal
TE-53 .Aquí veremos el cartel de los senderos. Habría que hacer una foto. Hay
que iniciar el camino por el PR que discurre por La Cerollera y Belmonte, lo
hacemos bordeando por la parte izquierda. Hay que llegar a la Iglesia de San
Cristóbal.
Y es que el primer
poste con las indicaciones lo encontramos a unos cinco minutos de la salida del
merendero, justo a pie de la ermita. Desde allí se nos guía hacia la primera
nevera que encontraremos en este recorrido, aunque esté un poco apartado de la
ruta en sí….se encuentra a unos 100 metros de la señalización. Hay que subir un
poco, pero esto nos proporciona una posición muy acertada para visualizar,
desde nuestra propia atalaya, una panorámica bella del entorno. Por eso los
amaneceres son los mejores momentos para salir a realizar estas andadas, aunque
los atardeceres no se le quedan lejos…podremos ver las puntas de Torremiró en el País Valencià y
Sierra Palomita en el corazón del Maestrazgo Turolense.
Hay que dejar a las espaldas la Ermita de San
Cristóbal y seguir el camino hacia Belmonte. A unos 150 metros deberemos de ver
un nuevo poste de señalización y hay que ir hacia la derecha para tomar el
camino que discurre a lo largo de la solana hasta alcanzar una balsa, la de Cantagallos, normalmente hoy se encuentra siempre seca,
pero sigue siendo un enclave conocido, y de referencia, para la gente del
pueblo. También, desde aquí hay una buena vista.
Desde la balsa de Cantagallos
hay que dirigirse al Paso de la Nevereta y para ello hay que tomar una amplia
pista a la izquierda, justo frente a la carretera. Desde la balsa y a paso
normal en poco más de cinco minutos nos hallamos frente a un camino de
herradura…Hay que andar por él atentos a las señalizaciones. Pronto el
recorrido se adentra por una senda cubierta por los “despojos” que dejan caer
los pinos…pero el resto de los sentidos también gozarán, dado que el ambiente
huele a pino, el frescor nos da en la cara, los pasos se amortiguan y podemos
gozar del silenciop.la zona, el camino, discurre y se pasea por una zona de
umbría por un kilómetro, aproximadamente y al final de la misma senda nos
topamos con la N-232. La debemos cruzar y al hacerlo veremos la segunda nevera.
También está llena de escombros, como la primera, pero puede intuirse.
Tras la visita breve a la nevera nos proponemos
subir al punto más alto del recorrido y, también, al más alto de La Cerollera,
La Punta de la Llobatera, con casi 100metros sobre el
nivel del mar…esta subida nos ocupará entre 10 y 15 minutos, pero no es pesado
porque la senda o camino discurre como serpenteando por la ladera del monte.
Desde La Punta de
la Llobatera se pueden ver a los cuatro puntos
cardinales panorámicas que nos amplían la vista y hasta esa libertad que da el
saberse rodeado por belleza: al Norte, el Valle del Ebro; al Sur, las montañas
del Maestrazgo; al Este y al Oeste, más Sierra del Maestrazgo…
Hay que seguir crestando hasta encontrarnos por un pilón geodésico y a
unos metros un mojón que, como todos los mojones, marcan los límites de los
términos municipales.
Hay que continuar crestando
y pronto aparece una construcción del siglo XVIII que, seguro, llama nuestra
atención, una Torre de Vigilancia y de comunicación entre otras torres
parecidas y que, realizando señales por bandeas o espejos, sabían de la entrada
de intrusos y de otras comunicaciones….
Es una torre, como de corte medieval, de planta
cuadrada y que se encuentra rodeada por un foso…por ventanas tiene
aspilleras…todo esto le da y le confiere el aspecto de ser, también una torre
de defensa…pero más bien, como explicábamos, estas edificaciones se dedicaban a
vigilancia y comunicación.
Ahora deberemos dar marcha atrás, desandamos
hasta regresar a la Punta de la Llobatera, tomando el
camina, también, que conduce a la carretera…pero ahora descendemos por la
ladera opuesta a la que antes subimos.
Hay
que cruzar la carretera nacional y debemos encontrarnos con un nuevo poste que
nos marca tres direcciones: una el lugar por el que hemos llegado hasta allí,
La Nevereta; otra indica cómo ir al pueblo, La Cerollera, y otra nos señala el
Mas de Cauvet y es por aquí por donde debemos seguir.
Este camino nos lleva a una pista y ésta
al citado Mas, desde el que se divisa La Cerollera, esta masía está en ruinas,
pero las ruinas tienen su encanto. Aquí encontramos señalizaciones que nos llevan
a la otra nevera, la tercera…y vale la pena ir porque podemos disfrutarla
bastante bien, ya que se encuentra en mejor estado que las dos anteriores.
Hay que volver al Mas del Cauvet
y desde su era se inicia el descenso que nos llevará al Mas de la Parra…son
más, pero poco más de quince minutos por una pista. Llegamos a la Fuente del
Mas de la Parra que es vistosa y singular, ya que aprovecha las aguas de un
manantial que surge desde la val…Desde allí podremos contemplar un pozo que
facilita que se recoja y suba el agua para la balsa y las acequia y así regar
mejor los huertos .
Desde la fuente surge un camino a la derecha
que es el que se tiene que coger…nos llevará, otra vez, a la era del Mas de la
Parra. Desde este punto hay que tomar el camino, sin apenas desnivel, entre los
pinares. Aquí andaremos a ver el otro punto que merece un alto en el camino, la
Font de Dalt…actualmente como el nivel freático ha
bajado se ha canalizado el agua hasta la Font de Baix,
pero queda la construcción de los
lavadores.
Hay que seguir andando unos 10 minutos
más…tiempo que nos lleva desde la Font de Dalt al Carretonet. En tiempos, tampoco tan lejanos, en los que La
Cerollera no tenía servicio de agua corriente, mujeres y niños acarreaban agua
diariamente de este lugar a sus casas.