La caja 121
Toni Losantos
Fuente: Diario de Teruel
De modo que la metrópolis no le pide nada a los
archiveros de Salamanca, ni a su atusado alcalde –que tiene nombre de caballero
artúrico, al menos de nombre sí puede presumir–, la metrópolis es que no pide
nada, un poco de sal cuando hiela, lucecitas por navidad, barras por la Vaquilla y poco más, la
metrópolis tira a todo trapo con su toro y su estrella y un jamón de lujo para
la princesa, con eso basta, por lo visto no hay cajas nuestras en aquel
archivo, que aquí, cuando la guerra, los papeles volaban por los aires como
palomas entintadas, y los legajos qué bien iban para las hogueras, con la que
estaba cayendo, así que entonces, por estas fechas día arriba día abajo, los
nacionales la emprendieron con el Alfambra y después
tomaron la capital, no encontraron documentos que llevarse a Salamanca, sino
cadáveres helados y el viento favorable de la guerra, pero cajas no, cajas con
documentos comprometedores o sólo prometedores es que por lo visto no había, de
forma que casi setenta años después podremos pedir otras devoluciones
–mayormente imposibles, como los muertos de los pozos–, pero no las cajas de la
discordia, y eso que le ahorraremos a la ministra, el desgaste de sacarlas con
la penumbra de la alborada o la esquizofrénica decisión, a ti sí te los doy y a
ti no te los doy, tú tienes un cesto de votos y una Comisión por la Dignidad y tú no tienes
ni lo uno ni lo otro, que ni dignidad te va quedando, total, para qué leches
queréis esos papeles, pero mira tú que los concejales del Mas de las Matas es
que no reblan y siguen pidiendo su caja 121, papelicos
del Ayuntamiento, tan dignos como los que ya habrán llegado a Barcelona, pero
una caja, solo una, una humilde caja criada en un pueblo, que ahora siguen erre
que erre, y el acta municipal la firman todos, esto sí que es la coña bajoaragonesa, la sombra expresionista de Buñuel, la firman
todos, qué curioso, también los disputantes, los que
han enviado los papeles para Cataluña y han decidido que no habrá para los
demás, y los que han puesto el grito en el cielo por lo de Salamanca y
equiparan la unidad de España con la de ese archivo, los dos, a la greña en los
telediarios y de acuerdo en el salón de plenos de Mas de las Matas, menos mal
que en la metrópolis no les ponemos en este aprieto y sólo pedimos una miaja de
sal para hacer transitables las aceras. Y eso cuando hiela, que si no, ni sal
pedimos.
Perseverar en el expolio
Luis Rajadel
Fuente: Heraldo Teruel
El Ayuntamiento de Mas de las Matas aprobó ayer
otra moción, y ya van tres, para reclamar la devolución de los documentos que
le fueron incautados por las tropas franquistas tras la conquista de la
localidad durante la
Guerra Civil para ser depositados en el Archivo de la Guerra Civil de
Salamanca. Tras la aprobación por la Audiencia Nacional
del traslado de los documentos que se devuelven a la Generalitat, el consistorio
masino considera que ya es hora de recibir el mismo
trato. Como en el caso de particulares, asociaciones, partidos o instituciones
republicanas, los documentos fueron saqueados.
No se trata de apuntarse a privilegios, porque
devolver a su propietario -sea la Generalitat o el Ayuntamiento de Mas de las
Matas- lo que un día se le arrebató bajo la coacción de las armas no es un
regalo sino un acto de justicia. Por otro lado, copias de los documentos
devueltos a la Generalitat
y los que, en justicia, deberían devolverse a quienes acrediten derecho a la
reversión, permanecerán en el Archivo de Salamanca, que, de este modo, a
efectos de fuente para el estudio de la historia, conservará todo su valor.
Pero hay quien defiende por encima de todo la “unidad del archivo”, aunque sea
a costa de perseverar en un expolio. Una actitud que sólo se entiende bajo la
premisa de que en España todavía hay vencedores que disfrutan de los frutos del
saqueo de tierras conquistadas y vencidos, que tienen que resignarse a la
pérdida de su patrimonio convertido en botín de guerra.