Cuestionario de la entrevista
original de Luis Rajadel (HERALDO DE ARAGÓN )
-Usted nació en La Ginebrosa, pero
donde tiene la familia y los vínculos afectivos es con Mas de las Matas. ¿Por
qué?
Yo nací en la masada Casa de Campo, perteneciente al término municipal de La
Ginebrosa, pero la comunicación era siempre con el Mas de las Matas de donde
eran mis padres y donde tenían toda su familia y donde yo fui a la escuela de
los 11 a los 14 años. Hasta esa edad quien nos enseñaba era mi padre,
agricultor, pero que él había ido a la escuela hasta los 12 años, le gustaba
leer y estaba suscrito al periódico (El Heraldo).
-¿Qué recuerda de su infancia?
Mi infancia en la masada de la Ginebrosa: La vida libre corriendo por el
campo, tratando de cazar mariposas y contemplando con gran admiración el
revoloteo de las libélulas de múltiples colores, había una balsica
delante de la puerta y ellas venían a beber. Los árboles florecían y luego
surgía el fruto que nos gustaba coger.
-¿Donde cursó la carrera de
magisterio?
En 1928 mi padre alquiló una huertica en
Zaragoza, en la avenida de Madrid, cerca del término del tranvía de las
Delicias. Allí nos instalamos y desde el 28 al 32 cursé la carrera de
Magisterio.
-¿En que años ejerció como maestra y
en qué poblaciones?
En el 32 hice el reingreso en la escuela pedagógica para cursar y seguir
los tres cursos de carrera profesional después de los cuales ya se salía con
plaza fija pero en el verano del 33 se convocaron oposiciones ordinarias y las
aprobé y en marzo del 34 me destinaron provisionalmente a Tauste/
Zaragoza, y el 13 de noviembre del 34 me
adjudicaron mi puesto fijo en Juslibol/ barrio de
Zaragoza, donde ejercí hasta junio del 36. La guerra me cogió en el Mas de las
Matas que quedó siempre en territorio de los republicanos y por consecuencia
allí ejercí desde agosto hasta Navidad, como maestra y luego me fui a Alcañiz.
Allí me incorporé al sindicato FETE (Federación de Trabajadores de la Enseñanza).
Y como siempre consideré que la república era el gobierno legal de España, en
marzo cuando las tropas de los sublevados avanzaban, después de un bombardeo
horrible de Alcañiz, con muchos de los compañeros de la FETE salimos hacia
Cataluña, en marzo del 38.
-¿Cómo era la enseñanza con la II
República?
La enseñanza era laica y lo bueno fue que se construyeron muchísimas
escuelas.
-¿Militó en algún partido o
sindicato?
Milité en la FETE, partido no.
-Creo que fue testigo del bombardeo
de Alcañiz. ¿Qué es lo que más le impactó de ese episodio?
Antes de las dos de la tarde… Desgraciadamente fui testigo del bombardeo. Todo se quedó oscuro como
si fuera de noche. Me desplacé rápidamente hacia la escuela y el portero me
dijo: que acababan de llevar al hospital a una maestra joven, Bonilla, a la que
fui a visitar inmediatamente, ella estaba muy mal pero consciente y preguntando
qué había sido de sus alumnos “era maestra de párvulos” con los cuales estaba
en un bosquecillo junto a la escuela. Muchos niños murieron. En la noche la
maestra murió y ese mismo día me dijeron que otra maestra ya de mucha edad que
impartía clase en las afueras de Alcañiz, también había muerto del bombardeo.
Se llamaba Anastasia Rodríguez y había
sido maestra del Mas de las Matas y yo fui a reconocerla a la morga, porque sus
hijas me lo pidieron. Excepto el salir de España, este fue el episodio más
triste de la guerra.
-¿Por qué se marchó de España en
1939?
Me marché en el 39, porque pensaba
que mi suerte debía ser la de la República. Me fue fácil salir porque desde
abril del 38 estuve ejerciendo en Llançà / Gerona.
-¿Cómo vivió la ocupación nazi?
Afortunadamente viví la ocupación nazi en el exilio. Tuve muchísima suerte
en el sentido de que fui acogida en una familia francesa, de Laroque d´Olmes/ Ariége, un matrimonio extraordinariamente buenos, a los que
consideré siempre y sigo considerando como si hubieran sido mis segundos
padres: los Roudiere, con los que viví tres años,
hasta que el que había sido mi compañero Felipe Serrano (también maestro) desde
el 38 en España, llegó y nos constituimos en familia, en la cual nacieron mis
dos hijos –Dely y Felipe-
-¿Cómo fue tratada en Francia durante
el exilio? ¿Por qué se marchó a Praga?
En el 50 expulsaron de Francia a mi esposo que con otros muchos españoles
también expulsados, fueron acogidos en Checoslovaquia y destinados a una ciudad
del norte de Bohemia –Ústí nad
Labem-. En diciembre de 1951 mis hijos y yo y los
familiares de otros españoles nos reunieron en Toulouse y en tren, toda una
noche, destino Praga. Ahí no nos quedamos y nos marchamos a Ústí,
donde ya estaba Don Felipe.
-¿Cuál fue su papel en la Federación
Sindical Mundial?
En la Federación Sindical Mundial trabajé
desde el 61 hasta el 79 como secretaria del Secretario Latinoamericano y
trabajando también como intérprete –francés – español-
-¿Qué relación tuvo con Comisiones
Obreras a través de la Federación Sindical Mundial?
Con CC.OO. teníamos relaciones
solo en los Congresos, en los que siempre participaban con algún delegado y
también si los sindicatos checos invitaban a personalidades de Comisiones,
siempre pasaban luego por la FSM.
-¿Qué le parece la situación actual
del sindicalismo español, cuestionado por los escándalos de financiación?
La situación de los sindicatos en España me duele en el alma que casi no lo
puedo creer y las investigaciones y la justicia, espero que lo aclaren y que el
que deba algo lo pague. Pero pienso que la labor de los sindicatos es necesaria
para la clase obrera.
-¿Cuándo regresó a España y qué país
se encontró?
Regresamos a España mi esposo y yo (porque él lo quería) en marzo de 1980.
La encontré muy cambiada y muy bien y recordaba como la había encontrado en
1963, que regresé por primera vez, después de 25 años, y que me pareció aquella
vez que estaba como en el 36. Me refiero a la situación en el campo, que es lo
que más recordaba.
-¿Cómo valora la evolución de Mas de
las Matas y de Teruel desde su primera visita hasta hoy?
Mas de las Matas, desde mi primera visita hasta el momento, ha realizado un
cambio fenomenal. Un alumbrado excelentísimo, un centro de salud y una
residencia que es como un hotel de cuatro estrellas y prácticamente todas las
casas con calefacción, aire acondicionado, cuartos de baño e incluso dos
grandes edificios con ascensor. Quiero decir que siempre Mas de las Matas fue
un sitio privilegiado por la cantidad de agua que lo circunda… sus buenos
lavadores y sus magníficas huertas en las que en algunos sitios cantan los
ruiseñores, tan bonito, en el Martinete, y tantos árboles frutales y toda clase
de legumbres y verdura. Y en el monte olivos, cuyo aceite es el mejor del mundo
–elaborado en su tradicional “almazara”- y los almendros en gran producción de
mi sobrino Gil Gil Gil,
maestro jubilado. Teruel solo lo conozco de visita pero es digno de que la
gente lo vaya a ver, su Óvalo, los Amantes
y el Torico.
-Sus hijos han
nacido fuera de España. ¿Hablan español y se sienten, de algún modo, españoles?
Mis hijos hablan y escriben y traducen (los dos). Han estudiado filología
en la Universidad Carolina. (Mis hijos y mis cuatro nietas, todos son titulados
por la Universidad Carolina de Praga. Mi hija y mi nieta Teresa tienen el
doctorado, la primera en hispánicas y la segunda médica/neuróloga). Yo pienso
que todos se sienten –más o menos- españoles
aunque no tanto como yo, porque naturalmente sus raíces, ni saben ni donde
están… mientras que las mías están muy hundidas en la Vega Camarón de la
Ginebrosa y muy trasplantadas al Mas de las Matas.
-¿Cómo valora que un gobierno
conservador reconozca la trayectoria de una maestra republicana y de izquierdas?
El haberme concedido la Encomienda de Isabel la Católica, es un gran mérito
del personal de la Embajada de Praga, a quienes les estoy muy agradecida y
sobre todo, la generosidad y el deseo y hecho de concordia del gobierno, que a
pesar de derechas, siempre nos han tratado con respeto a los exiliados de
Praga. Y el embajador de Aznar, el que mejor nos trató a todos y todas.
-¿Qué le parece
que en Mas de las Matas se han puesto en marcha una iniciativa ciudadana para
concederle un reconocimiento oficial del Ayuntamiento?
El hecho de que mis compatriotas socialistas del Mas quieren que el pueblo/
el Ayuntamiento como tal, me homenajée, me parece una exageración pero como son
tan tenaces, por no decir tozudos, se
empeñan en que además de la medalla tenga, qué se yo lo que me querrán hacer… y
que se los agradezco. Y nada más. De todas formas el homenaje –a los 101 años- no podré ir a gozarlo.