Cazarabet |
Sala de Exposiciones Virtual |
Lola
García Cantús |
Miradas sobre el Mediterráneo
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[1] Siluetas dispersas, vestidas de escenarios
de calor y otras de frío, juegos cromáticos y de tonos que vuelven para quedarse entre nuestras memorias…las
de los juegos de nuestras mentes traviesas. Por cierto, somos frágiles, más
frágiles que nunca. [2] Una tarde estallaron unas flores de sus
capullos y lo hicieron con sus colores vivos, casi violentos y yo los retuve
presentes en mi memoria porque nada se rompe sin cierta intención y yo quería
abrazar y retener el color para cuando éste desapareciese…porque
desaparecerá… [3] El Mediterráneo contemplado con los ojos
infantes de una niñas engalanada entre un poco de bravura, calmada por la
mirada de la niña que está desafiante, casi entretenida porque muchas veces,
a esas edades, la curiosidad le puede al miedo….y las salpicaduras de
salitres, todavía nos entretienen… [4] El sol se ha quedado tan plano de tanto ser
usado y todo se dibuja mejor…las siluetas, las playas, su arena y su color y
sus cielos…esos azules, esos ocres y esa conjunción de todo junto, pero nunca
mezclado…. [5] Estuvimos en un viaje incógnito….hasta nos
vestimos como ellos se visten y hablamos el idioma de los que hoy casi no
hablan, quizás por miedo….por eso la palabra libertad es cada vez más bonita. [6] Desde lo alto, nadie me ve, pero quizás todo
se dibuje mejor….sobre todo se captan mejor los colores y ese mar que siempre
llevo conmigo como la sangre al cuerpo, como el poro que surge de la piel… [7] La niña, curiosa, se asoma y encontrará,
seguro, respuestas a sus muchas preguntas porque las tiene y las retiene
desde un día y hasta el final de la escapada de su infancia… [8] Y todo queda quieto, desde un momento y en
un instante, ante nuestros ojos, sentidos y miradas porque nos conviene
sumergirnos en cada segundo por un momento desde hoy hasta el
mañana…..rebañándonos en el pasado. [9] Minúsculo barco que se meneaba en el
horizonte de la mar…sus velas se mecen como si fuese una cuna y el mar ayuda
a su deriva .dejando que lo podamos contemplar. [10] Hasta con los cielos preñados de tirabuzones
la gente se mantiene quieta en la playa, bajo un sol que no existe y entre
una arena que se impregna……es el calor que se condensa….es la playa de una
tarde aturdida por los albores de la tormenta…..la que de repente se sacude y nos manda a todos corriendo tras
las barricadas de los techos…. [11] Siluetas de gentes que aparecen como sombras
en un día azul….un lugar más que especial para ir, deambular y encontrar una
paz que ya nunca existe en otros lugares…. [12] En el
umbral de mi ventana, puse un día dos flores que encontré y allí viendo el
sol del Mediterráneo….resurgieron como si cobrasen vida…mañana se secarán y
serán parte de las páginas de los grandes tomos de mis libros de plantas ,
aguas, cielos y soles que adornan la vida de una ciudad del Mediterráneo. [13] Cielo púrpura ante una ciudad inundada de
algo más que aguas, quizás también sueños y malabares de otros tiempos….así,
con ese vaivén viaja la góndola y cuando las miro mi equilibrio se debate
entre la vida y mi suerte… [14] Y si el atardecer se vuelve de más
colores….sigo mirando la góndola y a sus habitantes y al perfil de la bella
ciudad que se levanta flotando entre un silencio casi oscuro….ruidos de otras
memorias. [15] Tarde roja entre los que deambulan en
Venecia….lo demás va ensombreciéndose….mientras todo vuelve a la normalidad
de las manecillas del reloj…un reloj que hace su particular viaje sin colores
ni sombras…. [16] Una estampa, una postal lejana donde el sol
se levanta, al cielo, amarillo blanco
como la leche y desafía al sinfín de los otros colores…..La paz nos
invade al saber que estamos rodeados de lugares donde encontrarla y, quizás, solo quizás, nuestro particular
lugar en el mundo. [17] Pasos hacia una ciudad de escenarios que
hablan, bajo un cielo cálido, casi esférico…..pasos pequeños, pero
acompasados….charla serenas, pero preñadas de sueños…con la luz y el párpado
que la mitiga, mientras la capta. [18] Quietud que me recuerda el Oriente donde, a
menudo, algún mar quieto se conjuga con los caparazones vestidos de
nieve….éstas cúpulas nos vigilan y, quizás nos acojan, si el mar se encoge
para luego encabritarse. [19] Soledad de una tarde que viaja hacia la
noche. Muros que son edificios que nos vigilan…un coche solitario y una
farola, solitaria, pero también solícita porque allí me encontraré conmigo,
también contigo….quizás con todos o con nadie. [20] Tarde que amenaza lluvia y que todo lo
ensombrece, así las personas son siluetas negras de lugares diversos, pero
que todos convergen en la África de una tarde sin nombre y sin tregua… [21] Trabajan de la salida del sol a su puesta
como si con ello se les fuese la vida….porque, seguro, se les va…..y todo con
aquello que nosotras perdemos tan fácilmente ante la más mínima dificultad,
la sonrisa. Su día, sus días, están repletas de dificultades, en cada minuto
y segundo, y ellas se plantan y le hacen frente…quizás sean más mujeres que
nosotras… [22] La mujer es mujer ante todo…mujer de África,
mujer de la tierra---mujer luchadora y defensora…mujer que quiere y estima y
que desea ser querida y estimada…mujer que quiere y trabaja por un futuro
mejor…mujer que mira a los ojos de
cualquier otra mujer y que es capaz de sacarle los ojos, pero sin
violencia…más bien de vergüenza. [23] Cuidado si se escapa el agua, cuidado porque
aquello es un drama, una tragedia ¿Nos hemos parado a pensar un vasito de
agua cuánto puede hacer por la sociedad sedienta de África? [24] También sembramos en los pocos terrenos y tierras
fértiles que hay….y, aunque, no creamos en vuestros dioses, le rezamos al
cielo para que llueva o a la tierra para que mime a las semillas…y esperamos,
con el alma en vilo, ver brotes para no tener que mendigar, ni que el brillo
de nuestras ilusiones se vayan apagando. [25] La mujer, la silueta a la que no pongo ni
cara ni nombre de una mujer que sostiene cántaro y vasija se presenta para
irse y volver….el agua que sale del barro tiene más sabor a agua… [26] No hemos hablado de los colores de África,
esos colores que adoptan sus mujeres y sus hombres y que se diseminan por
nuestras miradas, por nuestros rincones de paciencias continuidad y de
reservas hipócritas…esos colores que nos dan vida y que, para ellos, son
parte de su piel. [27] África es lo más puro que nos queda y lo más
castigado….menos mal que ahí está la mujer que mientras cría a sus hijos,
recoge el bien más preciado, lo mima y lo estima…casi como a l “fardo”
anudado a la espalda. [28] Soledad de una pluma en la arena de una
playa..arena de lecho ; sol de techo, un fondo que invita a un paseo a una
visita y aquello que ve la que retiene la pluma y que no nos deja que
veamos….la mujer esconde su futuro…desde lo que escribe y dibuja hasta lo que
ve…para eso está nuestra mente. [29] Un día me sentí como más mujer….aunque no
sea la definición adecuada…me sentí descaradamente más desafiante, pero a, a
la vez, y por contradictorio que parezca, contrariada porque este no es
tiempo de “glamour” para las mujeres ni para la
sociedad……aún así, me disfracé para sumergirme entre quienes habitan las
sociedades más hipócritas… [30] Por primera vez en muchos días he recobrado
la dignidad como mujer para mirarme y contemplarme….había pasado tanto tiempo
desde la última vez….que nunca me acabaló de reconfortar que todo se
superaría, pero llegó una mañana y, después del baño, casi sin querer: me miré
y ya no sentí asco de mi misma…porque mi asco solo tenía un nombre, el de él… [31] Me protejo bajo mi melena para esconderme de
mi pasado, doloroso…no quiero cruzarme y que me reconozcas…no quiero saber
más de ti porque tu mirada me envenena aquel odio recogido y escondido. [32] Figuras y mujeres que resisten entre una
marea que sube, que desafía a la
tierra que nos desafía a todos, que nos quiere, pero que nos aprieta, que nos
detiene, sin más…como en una instantánea. [33] Lees, oscura dama, con la elegancia del que
tiene asumido tanto el dolor como la alegría….tanto los deseos como los
fines...Algún día verás claro que el viaje es más corto que largo,
siempre…porque siempre se queda corto el viaje…porque ¿y si el viaje es la
vida?...No, quizás sea al contrario, quizás sea la vida el viaje a recorrer,
sin desfallecer. [34] La mesa inmensa, de fría piedra, que algún
día alojó tertulias..Palabras subidas de tono….palabras que se
pisaban…palabras y frases que no se dejaban ni oír. Ahora y hoy, están
contigo a solas y hablan contigo a solas, pero sin más porque no quieren
saber nada de nadie ni nada de los demás…tu quieres estar sola y lo has
conseguido…el silencio es hoy tu aliado. |
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Lola García Cantús Profesora Titular del
Departamento de Historia Contemporánea de la Universitat
de Vàlencia. Hoy jubilada. Fundadora y presidenta
ejecutiva del 91 al 94 del Patronato "Sud-Nord, Solidaritat
i Cultura" de la Universitat de València y también fundadora de la Càtedra
UNESCO de dicho Patronato. |
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