El Sueño Igualitario

Recuperar la memoria de quienes soñaron con un mundo mejor para todos

 

7

julio      2004

 SUMARIO

 

- La tabla de noticias

- Sobre el monumento de La Vajol (Girona) a los exiliados de 1939. Una estatua con dos montisonenses

- “Lugares de la guerra. 35 itinerarios por la Batalla de Teruel”

- ¿Un museo de la Batalla de Teruel en Concud?

- La Ruta de la Bolsa de Bielsa, un recorrido para recordar y descubrir

- Cine anarquista en el Festival de Huesca. La revolución traicionada, la revolución recordada

- La segunda patria del exilio minero turolense

- Polémica por las calles franquistas en María de Huerva

- El 3 de julio: aniversario del triunfo de la ciudadanía turolense ante los carlistas

- Fallece el histórico dirigente comunista Sixto Agudo, ex alcalde de Alcampell

- La biografía del ´maqui´ de Azuara, Doroteo Ibáñez

- “La razón en marcha. Crónica del Frente Popular de Zaragoza”

- Alejandro Díez Torre: el costismo en el origen del Consejo de Aragón

- Enrique Domingo Rosich: el defensor del capitán Salvador Sediles

- Homenaje al piloto ribagorzano de la República, Gerardo Bielsa Lacorte
- La exposición de Kati Horna en México. Imágenes de la guerra civil en Teruel y en Aragón

- En torno a la presentación de “Memorias de una vida” de Palmira Pla

- “Camino de Huesca, en el último tramo”. Diario de guerra de la enfermera Agnes Hodgson

- Presentado en Zaragoza un libro sobre el general republicano Vicente Rojo

- Un nuevo libro sobre Ramón J.Sender y su estancia en Melilla

- El Camp de la Bota en Barcelona: la memoria fusilada
- El gobierno catalán exhuma la primera fosa común de la Guerra Civil
- El Defensor del Pueblo y la exhumación de las fosas de la Guerra Civil
- La Conselleria de Cultura catalana impulsará un proyecto de recuperación de la memoria histórica

- El castillo de Montjuïc: un museo de guerra y paz
- Mollet expone 150 carteles recopilados por un excombatiente republicano
- Un rodaje recupera la memoria de una película de 1937
- El Parlament catalán pide anular todas las sentencias represivas del franquismo

- Forum 2004. Historiadores del franquismo piden una Comisión de la Verdad

- La Universidad Complutense de Madrid crea la cátedra de la 'Memoria Histórica del siglo XX'
- Los gobiernos autonómicos podrán unirse a los actos del 60 Aniversario de la liberación de París
- Homenaje en Navarra a los 'esclavos' del Pirineo

- Moción sobre Memoria Histórica aprobada en el Ayuntamiento de Miranda de Ebro
- El primer alcalde republicano de Córdoba regresa a su tierra
- La 'Amical de Mauthausen' desearía que se enseñara a los jóvenes los campos de concentración de España
- Curso “La guerrilla de la memoria y la memoria de la guerrilla”. Llanes (Asturias), 23 al 25 de agosto

- V Jornadas “El Maquis. Crónica rural de la guerrilla española”. Santa Cruz de Moya (Cuenca), 30-IX / 3-X

- “Recuperando la Memoria Histórica II. Guerra Civil y Revolución Española”. Almedinilla (Córdoba), 5-20 julio

- “El invierno de las almas desterradas”. Abel Caballero indaga en los sentimientos de la Guerra Civil
- Una antología ‘descubre’ a los escritores alemanes que lucharon por la República

- “Con voz y voto”: rescatar del olvido a las mujeres de la República

- “Durruti en la revolución española”

- “Una lealtad entre ruinas. Epistolario Azaña-Esplá, 1939-1940”

- “Los naúfragos del Stanbrook”

- Los barcos del exilio: el Stanbrook

- La voz de Pablo Neruda narra la salvación de 2.500 exiliados españoles
- TVC graba dos capítulos de «Zona roja» sobre la guerra civil en Baleares

- El archivo de Salamanca. Cuáles son y qué contienen los papeles de la discordia

- El Patronato del Archivo de la Guerra Civil nombrará en septiembre los expertos

- Presentado el centenario del escritor Juan Gil-Albert

- Recuperación, reconocimento y difusión de Juan Gil-Albert

- Sin pasado no hay mañana, por José Antonio Martín Pallín

 

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La tabla de noticias

 

Alcover (Tarragona)

El Butlletí del Centre d'Estudis Alcoverencs de Alcover (Tarragona) ha publicado el númerp 97-100 que recoge un dossier dedicado a la Guerra Civil en Alcove con artículos sobre la vida cotidiana, colectivizaciones, educación y cultura...

 

ARMHC

Víctimas de los genocidios

El divendres 16 de juliol, va tenir lloc a Barcelona l'acte "El dret a la memòria: la recuperació de les víctimes dels genocidis", amb l’intervenció del coordinador del CSIC a Catalunya, un representant de la UAB i la Dra. Dawnie Steadman (State University of New York at Binghamton) i en Manel Perona, president de l'Associació per a la Recuperació de la Memòria Històrica de Catalunya. L'acte s'insereix en la visita de la Dra. Steadman (amb una àmplia experiència d'antropologia forense a Argentina, Xipre i Estats Units) a Catalunya per a formar en antropologia forense als futurs integrants dels equips d'arqueòlegs que, en el marc del conveni que l'ARMHC té amb vàries institucions de recerca, en un futur proper iniciaran l'excavació de foses comunes de la Guerra Civil Espanyola. Alhora, vol ser una reflexió sobre el paper dels centres acadèmics i de recerca en els processos encetats per diferents àmbits de la societat civil de reivindicació de les víctimes de crims contra els drets humans a Catalunya i arreu. Finalment, es va presentar a l'acte el manifest que diferents investigadors/es i ciutadans/es catalans/es han signat en aquesta direcció. Fuente: ARMH de Catalunya

 

“Los días de llamas de la revolución”

Caspe

Caspe fue el lugar elegido por el joven historiador José Luis Ledesma para presentar su nuevo libro Los días de llamas de la revolución , un trabajo de investigación que aborda el tema de la violencia en la retaguardia republicana de Zaragoza durante la Guerra Civil. El acto, presentado por el nuevo presidente del Centro de Estudios Comarcales del Bajo Aragón-Caspe (CECBAC), Salvador Melguizo, y por la alcaldesa de Caspe, Teresa Francín, tuvo lugar el pasado sábado ante un abarrotado salón de plenos del ayuntamiento de la localidad. El autor afirmó que su objetivo es "contribuir al conocimiento de la contienda civil en una parte de Aragón", concretamente en un tercio de la provincia de Zaragoza. Un espacio que según Ledesma "no es un marco cualquiera" porque fue la zona con una represión más intensa en toda la España republicana, hasta llegar a un porcentaje del 8´7 por mil en cuanto a fusilados y asesinados. El autor asegura que en su libro ofrece "un relato riguroso, que no soslaye la importancia y gravedad del fenómeno, pero depurado de las tergiversaciones y manipulaciones típicas del franquismo". Ledesma anunció su deseo de continuar trabajando esta parcela de la contienda civil. Espera recabar nuevos testimonios y anécdotas gracias al apoyo de personas voluntarias y, sobre todo, de los historiadores caspolinos.

 

El exilio de los niños

El Museo Extremeño de Arte Contemporáneo de Badajoz muestra hasta el próximo 19 de septiembre la exposición ´El exilio de los niños´, que próximamente podrá verse en Zaragoza.

 

Louis Blesy-Granville

A.C.E.R.

Ha fallecido en Francia Louis BLESY-GRANVILLE, presidente de la A.V.E.R., Amicale des Volontaires en Espagne Républicaine y de la A.C.E.R, la Asociación de brigadistas e hijos de brigadistas y de republicanos españoles http://asso.acer.free.fr/index.htm .
Louis Blesy-Granville contribuyó a la defensa de la II República española y a la Liberación de Marsella. Fue Comisario político de la  XIV Brigada Internacional. Participó en la Batalla del Ebro, Teniente-Coronel de las F.F.I. (las Fuerzas Francesas del Interior).

Biografía de L. Blesy-Granville  http://www.ordredelaliberation.fr/fr_compagnon/110.html

 

Maquis.

Reconquesta de la Memòria

Los días 9 y 10 de julio se celebraron en las localidades leridanas de Castellserá y Baro unas jornadas “Maquis. Operació Reconquesta de la Memòria” organizadas por el Col.lectiu Les Trinx y Autònoms Compinxats de Ponent. Entre los actos destacan las conferencias del historiador Ferran Sánchez Agustí.

 

Bolsa de Bielsa

Los restos humanos hallados el 13 de julio en la Sierra de Chía podrían pertenecer a un combatiente fallecido en la Batalla de la Bolsa de Bielsa librada en esa zona durante la Guerra Civil Española. Así lo explicó ayer el alcalde de Chía, Julio Nerín, que recuerda incluso haber visto cadáveres de milicianos en la zona varios días después de la contienda. Los restos humanos fueron encontrados por un médico cirujano de Madrid que se encontraba dando un paseo por la Sierra de Chía, según informó la Subdelegación del Gobierno en Huesca.

 

Consejo de Ministros

Memoria de las víctimas

El Consejo de Ministros, reunido en León el 23 de julio ha aprobado un Acuerdo por el que se encomienda a la Vicepresidenta Primera y Ministra de la Presidencia la creación de una Comisión que tiene por objeto reparar la dignidad y restituir la memoria de las victimas y de los represaliados que, desde el inicio de la Guerra Civil y la recuperación de las libertades, sufrieron cárcel, represión o muerte por defender esas mismas libertades y asumir esa defensa como objetivo fundamental su compromiso ciudadano.

La citada Comisión, en la que estarán representados todos los Ministerios afectados, tendrá las siguientes funciones:

1.- Realizar un estudio de carácter general de la situación de las víctimas de la Guerra Civil y de los perseguidos por el régimen franquista.

2.- Elaborar un informe sobre los datos existentes en archivos públicos y privados, formulando las recomendaciones precisas para que el Gobierno garantice el acceso a los mismos por los interesados.

3.-Elaborar un Anteproyecto de Ley de Solidaridad en el que se regulen las medidas necesarias para ofrecer un adecuado reconocimiento a las víctimas y lograr su rehabilitación moral.

En todas estas actuaciones la Comisión contará con la participación de las asociaciones representativas de los afectados o que estén vinculadas con su objeto.

 

Mas de las Matas

II República en el Bajo Aragón

El Grupo de Estudios Masinos ha otorgado sus ayudas dentro del IX Concurso de Ayudas a la Investigación “Museo de Mas de las Matas” 2004. Entre los proyectos apoyados figura el titulado “Los procesos electorales en la comarca del Bajo Aragón durante la Segunda República” de Silvia de la Merced Gómez. Por otra parte se ha propuesto el estudio de una posible modificación de las bases del Concurso en la próxima convocatoria de tal forma que se concrete una temática para cada uno de las ayudas concedidas vinculada a eventos organizados por la entidad como es el caso del coloquio “El republicanismo en la historia de Teruel”.

 

Pozos de Caudé

Teruel

El monumento de los pozos de Caudé en Teruel ha aparecido cubierto de pintadas insultantes. La Asociación Pozos de Caudé ha presentado la correspondiente denuncia.

 

Aragonesas del 36

Canal de Berdún

En el marco de la V Semana Cultural de la Asociación de Amas de Casa y Consumidores “Canal de Berdún” se ha expuesto en la sede comarcal de Puente la Reina la muestra “Aragonesas del 36, una época, unas vidas”. Asimismo tuvo lugar una conferencia sobre el contenido de la exposición a cargo de Régine Illion, promotora en la recuperación de la memoria histórica de las mujeres, quien en este momento está recogiendo testimonios en diversos ámbitos más allá del territorio aragonés pero también sobre la antigua prisión de mujeres de Predicadores en Zaragoza.

 

De l’exil à l’intégration

Escaladieu

Se prolonga durante todo el verano en l'Abbaye de l'Escaladieu (Hautes-Pyrénées) la exposición “Les Républicains espagnols dans les Hautes-Pyrénées 'De l'exil à l'intégration’”. Ha sido organizada por el Conseil Général des Hautes-Pyrénées.

 

Les Biblioteques populars en la pau i en la guerra

Diputación de Barcelona

Fins el 24 de desembre es pot contemplar a diverses biblioteques catalanes la exposició itinerant "Les Biblioteques populars en la pau i en la guerra" produïda pel Servei de Biblioteques de la Diputació de Barcelona sobre el paper de les biblioteques catalanes des de la Mancomunitat fins a la democràcia, fent especial emnció a l'època de la 2a República i la Guerra Civil: el Servei de Biblioteques del Front, el Bibliobús, etc. Aquesta exposició ens mostra especialment l'esforç fet pel "Servei de biblioteques del front" mantenint una xarxa de distribució de llibres durant el temps dela guerra civil per tal de fer arribar el llibre i la cultura a tota la població, els textos s'acompanyen de molta informació gràfica, també llibres dels que formaven part d'aquest servei i reproduccions de la correspondència creuada entre els soldats a peu de trinxera i les bibliotecàries que els subministraven les lectures.

- Canet de Mar 30-jul-04 22-ago-04

- Esplugues de Llobregat 01-sep-04 19-sep-04

- Centelles 23-sep-04 12-oct-04

- Sallent 15-oct-04 05-nov-04

- Caldes de Montbui 09-nov-04 30-nov-04

- Pineda de Mar 03-dic-04 24-dic-04

 

Robert Capa

Salamanca

Con motivo del 50 aniversario de la muerte de Robert Capa, el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca ha abierto al público un espacio dedicado a este fotógrafo. Bajo el título Robert Capa: reportero en España , la muestra exhibe cerca de 20 documentos que ilustran la repercusión alcanzada por su obra entre las principales publicaciones internacionales de la época, informan fuentes del organismo nacional. Esta exposición permanecerá abierta en el edificio de la calle Gibraltar todo el verano, hasta el 26 de septiembre. La apertura de esta serie ha supuesto la remodelación de la que el Archivo dedica con carácter permanente a la guerra civil; algunos documentos han sido sustituidos por otros nuevos y se han añadido objetos no exhibidos con anterioridad. La parte dedicada a la masonería permanece, en cambio, igual.

 

Gandesa

Batalla de l’Ebre

Los días 13 y 14 de julio se celebraron en Gandesa las jornadas "Passat i present dels conflictes bèl.lics". En las mismas tuvo lugar la presentación del proyecto de construcción del memorial y centro de interpretación de la Batalla de l'Ebre, a cargo de UB Projects, Universitat de Barcelona.

 

Juan Gil-Albert

UIMP Valencia

Está anunciada la próxima celebración del curso "Juan Gil-Albert: exilio interior-exilio exterior" que tendrá lugar del 6 al 10 de septiembre en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Valencia. Más información:   http://www.uimp.es/docs/sedes/valencia/informacion/7021.htm

 

Cartes d’un condemnat a mort

Llança (Girona)

Editorial Moll ha publicat el llibre “Cartes d'un condemnat a mort. Antoni Ferrer Tramunt (1913-1939)” amb el número 162 de la seva col.lecció Raixa. Antoni Ferrer Tramunt va néixer a Llançà (Girona) el 1913 i va morir afusellat el 1939. Molts d'anys més tard, el seu nebot Josep Suàrez Ferrer va trobar dins un calaix aquestes cartes, que constitueixen el testimoni impressionant d'un destí individual, compartit per tants d'altres, però que destaca per la seva emotivitat austera, i per la serenitat i enteresa amb què un jove de vinti-cinc anys s'enfronta a una mort injusta. L’edició ha estat a cura del seu nebot que ha cedit l'import dels drets d'autor a "l'Associació per la Recuperació de la Memòria Històrica de Catalunya".

 

Paisatges desprès de la Guerra

Lleida

Del 29 de junio hasta el mes de septiembre se muestra en Lleida la exposición "Paisatges desprès de la Guerra" en el centro de arte de la Panera. Dentro de esta exposición se ofrece el trabajo audiovisual "El Camp de la Bota" de Francesc Abad.

 

Guerra Civil al Pallars (Lleida)

El Servei d’Història i Documentació de la Universitat de Lleida ha editado el DVD “Trinxeres i Guerra Civil: el Pallars (1936-1939)” dirigido por Conxita Mir y coordinado por Carme Agustí.

 

El maestro de Agüero

Rolde

La Revista de Cultura Aragonesa “Rolde” que edita el Rolde de Estudios Aragoneses ha publicado en su número 108-109 correspondiente a abril-septiembre un artículo titulado “El maestro de Agüero” escrito por Jorge Cortés Pellicer autor del libro “La savia de la literesa”. Ambas hacen referencia a la trayectoria de Ángel Fuertes Vidosa dirigente guerrillero aragonés.

 

Archivo Guerra y Exilio

AGE

La Asamblea anual de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE), reunida en la localidad vasca de Durango, acordó mostrar su "apoyo incondicional a la demanda del magistrado del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín acerca de la declaración de nulidad de los consejos de guerra y juicios sumarísimos que sufrieron los republicanos ejecutados tras la guerra civil", informó a Europa Press la secretaria general de dicha organización, Dolores Cabra. Entre otras propuestas aprobadas por la Asamblea de la AGE figura la de reclamar en toda la Administración "la protección, como patrimonio histórico, de los lugares significativos referentes a la recuperación de la memoria histórica de la guerra civil y la dictadura franquista". Dolores Cabra añadió que la Asociación también instará "a las administraciones correspondientes para que se revise la documentación de la Causa General, de la que se concluye el plan sistemático de exterminio organizado por el franquismo". La AGE, que abrirá delegaciones internacionales (la primera en el sur de Francia), mantendrá como objetivos inmediatos los de "las demandas de justicia y dignidad mediante proposiciones de ley para guerrilleros antifranquistas, los niños de la guerra y la apertura y protección de los archivos militares de la represión".

 

Campos nazis

La parte 3 del anexo I de la Decisión no 792/2004/CE (1) del Parlamento Europeo y del Consejo establece un programa comunitario para apoyar acciones destinadas a preservar y conmemorar los principales escenarios y archivos relacionados con la deportación, simbolizados por los monumentos conmemorativos erigidos en los emplazamientos de los antiguos campos nazis y otros sitios donde han tenido lugar el martirio y exterminio masivos de civiles, así como conservar el recuerdo de las víctimas en ellos. Podrán presentar propuestas los organismos sin fines de lucro y los organismos no gubernamentales con personalidad jurídica, activos en el ámbito de la cultura y que tengan un objetivo de interés público, en particular en el ámbito definido en el punto 1. Estas organizaciones deben estar basadas en uno de los 25 Estados miembros de la Unión Europea desde el 1 de mayo de 2004. El presupuesto total disponible para 2004 asciende a 800 000 euros. La financiación solicitada para un proyecto deberá situarse entre 10 000 y 40 000 euros y no exceder del 75 % de su presupuesto total financiable. El proyecto deberá iniciarse no más tarde del 1 de diciembre de 2004 y estar concluido para el 30 de septiembre de 2005. El plazo de presentación de las solicitudes finaliza el 10 de septiembre de 2004. El pliego de condiciones y los formularios de solicitud están disponibles en el sitio Internet de la Comisión siguiente: http://europa.eu.int/comm/culture/eac/index_en.html .

Las solicitudes de financiación deberán respetar las condiciones establecidas en el pliego de condiciones y presentarse en el formulario facilitado con dicho pliego.

 

Veruela

Neruda

DPZ

El Monasterio de Veruela alberga hasta el próximo 5 de septiembre, una exposición con la que la Diputación Provincial de Zaragoza quiere rendir homenaje al poeta chileno Pablo Neruda en el centenario de su nacimiento. Corría el año 1924 cuando el poeta chileno, Pablo Neruda, publicó sus "20 poemas de amor y una canción desesperada". Comenzaba, pues, con un estilo neorromántico, que aunque evolucionaría hacia tendencias más vanguardistas, se dejaba impregnar, al igual que hiciera Bécquer en Veruela, por el paisaje. De esta forma, y coincidiendo con el centenario de su nacimiento, esas dos soledades románticas se darán la mano, tal y como ha señalado la presidenta de Cultura de la DPZ, Cristina Palacín, en “Homenaje planetario a Neruda”, una exposición en la que colaboran la DPZ, el Consulado Honorario de Chile en Zaragoza, la universidad de Valparaíso de Chile y la Casa Indoámerica de Chile. Según el agregado Cultural de la Embajada de Chile, “Homenaje Planetario a Neruda” es un título muy adecuado porque “da una idea de lo que algunos han denominado un poeta multiusos”. Multiusos porque “su obra es tan amplia que va desde lo más azucarado, en el mejor sentido posible de lo romántico, hasta el atrevimiento máximo de sus últimas obras, algo que ha permitido que muchas personas se inspiraran en ellas”, ha añadido. El Comisario de la exposición, Héctor Gónzalez, ha explicado que se trata de una “gran exposición que cuenta con la presencia y participación de artistas de prácticamente todo el continente”. González ha recalcado que se trata de “artistas que se han inspirado, todos, sin excepción, en la obra de Neruda” y que “las obras no han sido adaptadas, sino que han sido realizadas e inspiradas en la temática del autor”.

 

Republicanos en París

Colectivo Tercer Milenio

El día 24 de agosto se celebrará en Paris el sesenta aniversario de la Liberación de esa Villa, ocupada durante más de cuatro años por los ejércitos del nazismo agresor. Como todo el mundo sabe, los primeros en entrar en la ciudad y detener al jefe de las fuerzas alemanas, general Von Choltitz, fueron los heroicos combatientes republicanos españoles encuadrados en la IX Compañía de la II División Acorazada del general francés Leclerc (la célebre “Nueve”). En sus tanques enarbolaban la gloriosa bandera tricolor de la República Española. A fuer de agradecidos, los franceses no han olvidado ese hecho y en la tarde de dicho día 24 van a celebrar un acto multitudinario en honor de aquellos valientes republicanos que realizaron hazañas asombrosas por los campos de batalla de toda Europa, sin renunciar a sus convicciones, ni a la legalidad republicana, todavía vigente en 2004. Los primeros republicanos españoles que notifiquen su asistencia ocuparan lugares preferenciales. El Colectivo Republicano Tercer Milenio informa de este evento a todos cuantos puedan estar interesados en asistir y en el que estarán presentes, entre otras organizaciones, el Ateneo Republicano de Asturias  y el Ateneo Republicano de Galicia.

VIAJE EN AUTOBUS: Empresa ALSA.

IDA.- Salida de Madrid (Estación Sur). Día 23 a las 6 h. de la tarde,         llegada a Paris a las 12 h. de la mañana del día 24.

VUELTA.- Salida de Paris. Día 25 a las 2,30 h. de la tarde, llegada a       Madrid a las 7 h de la mañana del día 26.

Precio ida y vuelta: 160 euros; (aparte hotel y comidas).

Se están localizando hoteles adecuados. Coordina, Placido: reggio@arrakis.es 

Para otras informaciones dirigirse al e-mail de este CRTM. info@crepublicano3m.com

 

Refugi antiaeri del Poble Sec

Barcelona

Amb el títol "Històries per a no oblidar", el Museu d'Història de la Ciutat de Barcelona organitza un itinerari pel refugi antieri del Poble Sec a partir del qual ens aproximem a un període clau de la història de Barcelona: la Guerra Civil de 1936-39. L’activitat inclou un reportatge audiovisual i una visita al refugi antiaeri del carrer Nou de la Rambla.

 

Ramón J. Sender

Melilla

El 24 de junio tuvo lugar la presentación en Huesca la sede del Centro de Estudios Senderianos del Instituto de Estudios Altoaragoneses del  libro El soldado occidental. Ramón J. Sender en África (1923-1924), de Vicente Moga Romero, editado por las Consejerías de Cultura de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y por la UNED de Melilla. En este libro se considera fundamental la presencia de Melilla y Marruecos en la obra de Ramón J. Sender (Chalamera, 1901 – San Diego, 1982). En sus páginas se sostiene que la experiencia africana dotó al escritor de Chalamera de unas coordenadas inesperadas que lo acompañaron durante toda su vida. Vicente Moga es director del Archivo Central y del Servicio de Publicaciones de la Ciudad Autónoma de Melilla y profesor de historia y etnografía en el centro asociado de la UNED.

 

Quinta del Biberón

Batalla del Ebro

Pasaron, probablemente, los momentos más difíciles de sus vidas en los cruentos combates que tuvieron lugar allí justamente hace 66 años. Cerca de 80 supervivientes de la quinta del biberón y sus familiares (unas 200 personas en total) volvieron ayer a la cota 705 de la sierra de Pàndols, también conocida como Punta Alta, donde se vivió uno de los choques más brutales y sangrientos de la batalla del Ebro. Este fue el cuarto encuentro consecutivo en la cota 705 que organiza la Agrupació de la Lleva del Biberó con veteranos de los dos bandos de la provincia de Tarragona que participaron en la lucha, con motivo del aniversario del inicio de la batalla. “Cada vez son menos”, señalaba el alcalde de Gandesa, Miquel Aubà, recordando la avanzada edad de los participantes. Tras desayunar en Corbera, los veteranos se desplazaron en autobús hasta la cota 705. Allí celebraron una misa y una ofrenda floral al Monument a la Pau. Cuatro avionetas del Aeroclub de Reus ofrecieron vuelos de homenaje en honor a los asistentes, tras los cuales tomó el relevo un caza F-18 perteneciente al ala 15 de la base aérea de Zaragoza, que durante 15 minutos efectuó una exhibición aéreas. “Era una celebración un poco anónima. Queremos resaltar la iniciativa de hacer un monumento a la paz y la fraternidad. Los biberones buscan la asepsia política de la celebración. Hacer un concurso de buenos y malos no tiene lugar”, señala Antonio Calvo, organizador del encuentro.

 

Benicàssim

Brigadas Internacionales

El Ayuntamiento de Benicàssim en colaboración con la Asociación republicana González Chermà inauguró ayer una placa conmemorativa en el cementerio municipal como homenaje a los brigadistas internacionales que combatieron en el municipio durante la Guerra Civil. Desde la asociación, su presidente Francisco Durà indica que el acto es un homenaje «ínfimo para unas personas que lo dejaron todo para venir a luchar contra el fascismo». Además el presidente de la asociación, constituida hace aproximadamente cuatro años, añade «es lo menos que podemos hacer porque todo homenaje es poco para medir la generosidad de los brigadistas». En la placa que era descubierta a las siete de la tarde, se podía leer: «En memoria de los brigadistas internacionales enterrados en Benicàssim que dieron su vida contra el fascismo por la república y la libertad». A este respecto Durà ha señalado que el municipio «sin duda cuenta con fosas comunes donde hay mucha gente enterrada». En este sentido el concejal de Esquerra Unida en el Ayuntamiento de Benicàssim, Sebastián Esparducer, ha destacado el valor de la placa como «reflejo de la memoria histórica».

 

Radio France Culture

La memoria de los vencidos

La cadena de la radio pública francesa FRANCE CULTURE ha iniciado hoy la emisión de 25 programas, de media hora cada uno, que abordaran la recuperación de la memoria histórica en España. Bajo el título: "LA MEMORIA DE LOS VENCIDOS: HISTORIAS PERSONALES DE LA GUERRA DE ESPAÑA" ha comenzado hoy 26 de julio la emisión de los programas con un capítulo que parte del homenaje a los republicanos RECUPERANDO MEMORIA que tuvo lugar el pasado 25 de junio en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid. La emisiones se realizaran todos los días, de lunes a viernes, entre las 13:30 y las 14:00 horas de España. Y finalizarán el próximo 27 de agosto, dos días después de las celebraciones del 60 aniversario de la liberación de París, en la que los republicanos españoles tuvieron un papel fundamental. El programa ha sido dirigido por Patrick Pépin y realizado por Christine Christine Diger. Durante su estancia en España han realizado numerosas entrevistas a historiadores, resistentes antifranquistas, familiares de desaparecidos durante la guerra civil e intelectuales con los que han tratado de analizar la relación de la sociedad española con su pasado reciente y el proceso de recuperación de la memoria que se está dando en España en los últimos años. Parte de las emisiones están relacionadas con familiares y personas relacionadas con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que desde hace cuatro años busca a los desaparecidos de la guerra civil. Las emisiones pueden seguirse a través de internet, donde permanece un día a disposición de los internautas el promgrama emitido en el día. La dirección en la que se puede escuchar es: http://www.radiofrance.fr/chaines/france-culture2/ete2004/espagne/

 

Todos los nombres

Andalucía

'Todos los nombres' es un proyecto de web con el que la Asociación para la Memoria Histórica y Justicia, AMHyJA, y la Confederación General del Trabajo en Andalucía en la que se podrá buscar información sobre el paradero de desaparecidos, fusilados, exiliados o que estuvieron en los campos de concentración repartidos por España y el norte de Africa, además de los asesinados en los campos de concentración nazis. El coordinador del proyecto, Cecilio Gordillo, ha explicado en un comunicado que presentará la propuesta a la convocatoria de la Consejería de Justicia y la Administración para desarrollar el decreto 334/2003, de 2 de diciembre, sobre Recuperación de la Memoria. Un grupo formado por representantes de las promotoras Gonzalo Acosta (AMHyJA) y Cecilio Gordillo (CGT-A), además del historiador Francisco Espinosa y el ingeniero Manuel López, liderarán el proyecto en el que colaborarán historiadores, archiveros, organizaciones e instituciones para disponer de la máxima información disponible sobre el paradero de los andaluces desaparecidos. Estas asociaciones, con la ayuda de otras entidades y colaboradores, han recopilado hasta el momento más de 20.000 nombres de víctimas. Fuente: ELPAIS.es - Sevilla - 16-07-2004

 

Londres

Luis Buñuel

Un ciclo de documentales españoles, que incluye cortometrajes, largometrajes y mesas redondas, se ha desarrollado en Londres con la proyección de dos películas de Luis Buñuel, “Tierra sin pan” y “Espagne 1937”. Organizado por el Instituto Cervantes de Londres, las proyecciones tuvieron lugar en el cine The Other Cinema, en el centro de la capital británica, hasta el 24 de junio, con una gran variedad de trabajos documentales realizados por españoles. “Tierra sin pan” (1933) mostró la dramática visión de Buñuel sobre Las Hurdes, una de las regiones más áridas y menos desarrolladas de España. También realizado por el cineasta aragonés cuando era asesor de la embajada de España en París, el filme de posguerra “Espagne 1937” transmitió al público una visión favorable a la República española. El festival de documentales españoles incluyó además el cortometraje “Murcia: fiestas cristiana/fiestas profanas” del cineasta José Val del Omar, vinculado con la estética experimental española.

 

 

Sumario

 

 

 

Sobre el monumento de La Vajol (Girona) a los exiliados de 1939.

Una estatua con dos montisonenses

 

 

Fuente: Diario del Alto Aragón

Hoy, excepcionalmente, la página de “Tierra nuestra” viaja a parajes catalanes y se adorna con imágenes de una estatua de piedra que se levanta en un pueblecito gerundense del Pirineo Oriental llamado La Vajol, de apenas cien habitantes, no muy alejado de La Junquera y cobijo de los Gobiernos de Azaña y Companys en tiempos aciagos y de República moribunda. El monumento, al menos a primera vista, sorprende a quien desconoce su historia: un hombre alto y taciturno, con boina calada y manta al hombro, que da la mano a una niña a la que le falta una pierna. El curioso se acerca y comprende: es una creación artística que rinde homenaje a los exiliados de la Guerra Civil que pasaron a Francia cruzando la frontera por diversos pasos de montaña. Alguien del lugar aporta un poco más de información: “Es obra de la escultora catalana Lola Reyes, que se inspiró en una fotografía de 1939; y corrió con los gastos la Asociación de Ancianos Combatientes y Víctimas de la Guerra de la República Española. De hecho, es el único monumento a los exiliados que existe”.

El viajero de paso, salvo que tenga ánimo investigador, se da por satisfecho con la lectura de una placa que, en varios idiomas, informa de que por allí pasaron muchos españoles camino del exilio, y que la pareja de inmortalizados era de “Monzón (Huesca)”; y continúa camino: al norte, la cumbres que se asoman a Francia; al este, el Mediterráneo que en Gerona es bravo; al oeste, la cadena montañosa que lleva a Lérida y el Alto Aragón. Los personajes que resucita la estatua le despiden calladamente. Pero, ¿quiénes son?, ¿tienen nombre?. Pues sí, lo tienen: él, Mariano, y ella, Alicia. Padre e hija, y, como bien dice la placa, naturales de Monzón, allá en el relativamente lejano valle del Cinca.

LA FAMILIA GRACIA

 

Un día de finales de enero de 1939, un grupo de varios cientos de exiliados transita por Coll d’Ares camino de la frontera y del primer pueblo francés, Prats de Molló (área alejada unas decenas de kilómetros de La Vajol). La fatiga, el frío y el hambre les tienen contra las cuerdas, y los que más sufren son los niños. Los primeros que llegan al pueblo dan noticia de los que están arriba, y los franceses acuden a socorrerlos. Entre ellos, un fotógrafo capta a la entrada del pueblo una imagen que el tiempo hará famosa y es el origen de la estatua esculpida por Lola Reyes: en primer plano, Mariano Gracia y su hija Alicia; detrás, el hermano pequeño, Amadeo, de la mano de Thomas Coll, un vecino de Prats de Molló que subió a prestar ayuda; y en un tercer plano, el hermano mayor, Antonio, que en la década de los ochenta del pasado siglo fue concejal del Ayuntamiento de Monzón y falleció hace unos años.

 

Otro detalle trágico y emotivo de la fotografía: Amadeo perdió un pie en el bombardeo sobre Monzón en el que murió su madre, y Alicia, la pequeña, todavía resultó peor parada que él, y lo curioso es que quien le ayuda a caminar –el citado Thomas Coll- también había sufrido la amputación de una pierna a consecuencia de una herida en la guerra de 1914. Compañeros en el dolor.

 

La fotografía de la familia Gracia fue publicada por primera vez el 19 de febrero de 1939 en la revista “L’Ilustration” y con el título “El caminante lastimoso”, y luego se ha visto en libros y carteles. El dominical de “El País” la incluyó en enero de 2003 en un reportaje sobre el exilio republicano , y a los pocos días llegó a la redacción una carta de Amadeo Gracia, residente en Alcalá de Henares, en la que decía: “El niño de la segunda fila soy yo, y los de delante, mi padre y mi hermana”. Asimismo, el periódico recibe algunas cartas de Prats de Molló, y una de ellas identifica a Coll e informa de que sus hijos viven en la zona.

 

El 18 de enero de 2004 la portada del dominical de “El País” es una fotografía de Amadeo Gracia. Los periodistas le han invitado a un viaje por las tierras que le traen a la memoria tan amargos recuerdos, y el montisonense vuelve a Prats de Molló, habla con los supervivientes de aquellos días de tragedia y con Jean, hijo de Thomas, y por último se acerca a La Vajol, donde le reciben los callados bronces de su padre y su hermana...

 

El reportaje de “El País” reproduce unas palabras de Enrique Líster, hijo del coronel del V Cuerpo del Ejército Republicano y a la sazón profesor de la Facultad de Letras de la Universidad de Poitiers y estudioso de la “emigración comunista” entre 1939 y 1950: “Para mí, la imagen de la familia Gracia es tan simbólica como la de la niña corriendo por la carretera durante la guerra de Vietnam que todo el mundo ha visto alguna vez”. Amadeo –cuenta “El País”- se acercó al monumento y, dejando correr las lágrimas, se dejó retratar y grabar por fotógrafos y cámaras de Francia, Cataluña, Alemania..., y se permitió una broma: “Ni a mi admirada Marlene Dietrich le han hecho tantas fotos como a mí estos días”.

 

En abril, en la feria de arte contemporáneo “Arteria”, un cuadro del montisonense Manuel Moret inspirado en la fotografía de la familia Gracia llamó la atención del público. Días atrás, el pintor regaló su obra al Ayuntamiento. En La Vajol y en Monzón, y en todas las publicaciones y álbumes que han hecho hueco estos años a la triste e impactante instantánea, Mariano y Alicia invitan a la reflexión, a hacer votos a favor del consabido “nunca más”. Para que no haya parejas como Amadeo y Thomas, compañeros de dolor...

 

 

 

Una emotiva escultura recuerda en La Vajol el éxodo de los republicanos


Fuente: La Vanguardia Digital


Sesenta años después, una emotiva escultura recuerda en las montañas de La Vajol a los centenares de miles de personas que cruzaron la frontera hispanofrancesa huyendo de las tropas franquistas, al final de la Guerra Civil. La escultura, de grandes dimensiones, fue iniciativa de la comisión promotora del museo del exilio, con sede en esta localidad, y se creó para conmemorar el éxodo masivo que precedió a la derrota republicana.

 

Joan García y Lola Reyes levantaron en su taller de La Bisbal las piezas fundamentales de esta obra conmemorativa: un hombre --con el semblante grave y una manta al cuello-- coge de la mano a su niña de pocos años y la acompaña hacia un mundo desconocido. A la niña le falta una pierna cuyo lugar ocupa una cruda pata de madera. Las dos figuras salen de un escenario desolado que forman las piedras procedentes de los edificios destruidos por las bombas, y se adentran en un nuevo espacio frío, futurista y metálico.

 

La simbólica escultura nada tiene de inventado. Es la reproducción de una fotografía tomada a la entrada de Le Perthus hace sesenta años. Su autor es el holandés Roger Violet, reportero en la guerra civil española, quien fue testigo del duro camino que hubieron de realizar más de 500.000 personas durante los últimos días de la guerra.

 

El éxodo lo protagonizó una masa heterogénea de militares republica nos, intelectuales, agricultores y trabajadores vincu lados de algún modo con la República, que huían del país, sin un destino fijo, por miedo a las represalias franquistas. La mayoría cruzó la frontera por el Coll de Lli y el Coll de la Manrella, los dos situados en el término municipal de La Vajol.

 

Desde allí llegaban a la localidad francesa de Les Illes, un pueblecito de un centenar de habitantes que a primeros de enero de 1939 llegó a acoger a más de 50.000 personas. Entre ellos se encontraban el presidente de la República, Manuel Azaña; los presidentes de la Generalitat y del Gobierno vasco, Lluís Companys y José Aguirre; el presidente del Gobierno español, Juan Negrín, y el del Parlamento, Diego Martínez Barrio.

 

La escultura de García y Reyes quedó instalada en el paraje conocido como "Sota la Quadra", de cara a la espectacular panorámica de las montañas del Pirineo que se divisa desde ese punto.

 

 

 

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“Lugares de la guerra. 35 itinerarios por la Batalla de Teruel”

 

 

Fuente: Diario de Teruel


Lugares de la guerra. 35 itinerarios por la Batalla de Teruel es la última apuesta de la editorial turolense Tirwal con la que inicia su colección de obras históricas Tiempo. Su autor, Alfonso Casas, ha tratado de narrar la contienda bélica en tierras turolenses a través de los restos que quedan en la provincia.

Este miembro fundador de la Asociación Abate reconocía ayer, durante la presentación de este trabajo a los medios de comunicación, que la idea de esta obra surgió “a raíz de andar siempre por los lugares de la batalla de Teruel, hay kilómetros y kilómetros de trincheras que recuerdan los hechos históricos que se vivieron aquí”.

Casas explicó que “éste no es un trabajo de investigación que trate de aportar muchas novedades sobre el tema sino que la idea es contar la Guerra Civil en Teruel usando para ello los restos que quedan todavía hoy, explicar lo que pasó desde los escenarios donde ocurrieron los hechos”.

Asimismo, el autor de Lugares de la guerra señaló que “el libro quiere servir de excusa para que la gente salga al campo a conocer estos parajes, que disfrute de la naturaleza y reflexione sobre la Guerra Civil”.

La responsable de la editorial, María Luisa Perruca, destacó que “la originalidad de esta obra es que está estructurada en itinerarios que incluyen fotografías y croquis de situación de los distintos escenarios de la batalla. Podemos decir que esta publicación se encuentra a caballo entre la historia y la guía de campo”.

Alfonso Casas aseguró que “durante mucho tiempo no se ha hablado de este tema, sin embargo, en los últimos 25-30 años han empezado ha surgir estudios más profundos y serios sobre la guerra y hay mucho interés entre la gente”.

Este especialista también indicó que a través de este tipo de publicaciones se puede contribuir a evitar la desaparición de esos restos que la contienda militar que quedan en la provincia (refugios, aljibes, lápidas, trincheras o polvorines, entre otros) y recordó que desde Abate se está trabajando para la creación de un futuro museo de la batalla, aunque reconoció que “es un proyecto que aún está en pañales” pero destacó que algunos otros lugares de España ya tienen.


Fotos, mapas y poesía

 

Tirwal ha editado 1.000 ejemplares de Lugares de la guerra, ya que se trata de una obra costosa económicamente para la que además la editorial no ha contado con financiación externa.

El libro comienza con una introducción que recoge los principales aspectos históricos de la Batalla de Teruel. Posteriormente, se incluyen los 35 itinerarios con medio centenar de fotografías y 30 planos de situación que permiten realizar un completo recorrido por toda la geografía turolense.

La publicación finaliza con cuatro poemas de Jane Duran, hija de Gustavo Durán, que luchó con el ejército republicano y participó en la Batalla de Teruel.

 

 

 

Alfonso Casas: “Teruel, privilegiada en restos de la Guerra Civil”

 

Fuente: Heraldo de Teruel  (Luis Rajadel)

 

Este estudioso de la Batalla de Teruel, acaba de publicar un libro que recoge 35 itinerarios por lugares que conservan restos de aquel cruento y trascendental episodio bélico

 

¿Qué hace un abogado como usted pateándose las trincheras de la Batalla de Teruel?

Mi afición por la Historia se remonta a la escuela y Teruel es un lugar privilegiado en este sentido. Allí donde vayas te encuentras restos de la Guerra Civil.

 

¿Qué es “Lugares de la Guerra”, un libro de historia, una guía o un inventario?

Es un libro de historia, pero con formato de guía. Cuenta la Guerra Civil a través de los restos  conservados, que sirven de excusa para narrar distintos episodios.

 

¿Los vestigios de una guerra pueden tener interés turístico?

Dentro de cuatro días no quedarán testigos vivos de la Guerra Civil, y lo único palpable de aquella etapa serán los restos materiales. Mi pretensión es que la gente se desplace hasta los lugares que describo. No es un libro para leer en un sillón, sino para salir y ver restos de un episodio histórico decisivo. En otros lugares se explotan turísticamente recursos similares, como las playas de Normandía o los campos de batalla de la I Guerra Mundial.

 

¿Qué queda de la Batalla de Teruel?

Hay vestigios muy bien conservados y otros completamente deshechos. Algunas construcciones se destruyeron para recuperar la chatarra o desaparecieron durante la contienda.

 

¿La Administración se ha preocupado de conservarlos?

No ha habido ningún interés. Con motivo de la revisión del Plan General de Teruel hemos propuesto que se inventaríen y se protejan.

 

¿Están amenazados?

El mayor deterioro es el motivado por el paso del tiempo. Ha habido también expolios y destrozos por reformas de carreteras.

 

¿Los visitantes pueden hacerse una idea del sufrimiento del que fueron testigos estos lugares?

Los turistas pasamos corriendo por los monumentos. Falta tiempo para reflexionar sobre lo que vemos. Por ejemplo, la Batalla de Teruel, con 200.000 combatientes, fue una tragedia humana tremenda. Mi libro quiere informar de los hechos terribles ocurridos en torno a esos restos.

 

¿Las casamatas claustrofóbicas que salpican los alrededores de la ciudad pueden trasladarnos a aquellos momentos trágicos?

Es complicado. Tendríamos que imaginarnos en medio de un frío mes de febrero, con un paisaje nevado, con hambre y calzados con alpargatas para hacernos una pequeña idea de las condiciones en las que se combatía.

 

¿La abundancia de restos refleja la trascendencia de la batalla?

Fue la más importante de la Guerra Civil después de la del Ebro. Se enfrentaron dos grandes ejércitos en unas condiciones meteorológicas extremas. Fue clave en la historia de España.

 

 

 

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¿Un museo de la Batalla de Teruel en Concud?

 

 

Fuente: Luis Carlos Rodríguez (Heraldo de Teruel)

 

Hace unas semanas el alcalde pedáneo de Concud, José Gómez, proponía la creación de un museo de la Batalla de Teruel en su localidad, en un edificio amplio y desocupado que existe en el centro del pueblo. Por mi parte ya propuse hace unos meses, en estas mismas páginas del Heraldo de Teruel, que se dedicara el antiguo Banco de España a este fin, pero sin éxito; al final, seguro que este soberbio edificio se dedica a dependencias de la insaciable Administración, perdiéndose así la oportunidad de que una edificación tan emblemática, situada en plena plaza de San Juan, tenga un uso más general y no para oficinas que sólo abren de ocho a tres.

 

En cualquier caso, sigo opinando que Teruel todavía tiene una deuda pendiente con su historia, aunque sea trágica, y la mejor forma de saldaresta deuda es creando un museo que conmemore de forma permanente los acontecimientos y la memoria de los que intervinieron en aquella batalla, además de guardar y exponer fotografías, útiles, materiales, maquetas, documentos y otros objetos relacionados con aquellos históricos hechos, hoy día dispersos o en manos particulares. También sería un gran reclamo turístico capaz de competir con Dinópolis y con los mismísimos Amantes. Un parangón, uno de los edificios más visitados en Toledo, con todas las riquezas que esta ciudad posee, es su famoso Alcazar, bastión defensivo de uno de los bandos durante la Guerra Civil. Y es que no sólo atrae lo más antiguo.

 

Por eso, desde mi modesta aportación, apoyo la propuesta del seño alcalde de Concud. Su pueblo podría ser un lugar idóneo para acoger este museo, por proximidad a la capital y porque Concud fue epicentro de la famosa batalla, que conserva muchos restos de fortificaciones y trincheras y dispone de unas vistas panorámicas inmejorables, que, sin duda, son el perfecto complemento para ese museo. Así que ánimo, señor alcalde, no reble y que le apoye Vicente Larred desde la DGA, que para eso es del pueblo.

 

La misma invitación transmito a la Asociación “Batalla de Teruel”. El caso es que ese museo se convierta en una realidad lo antes posible.

 

 

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La Ruta de la Bolsa de Bielsa, un recorrido para recordar y descubrir

 

Fuente: Diario del Alto Aragón

Con el nombre Ruta de la Bolsa de Bielsa, el Plan de Dinamización Turística de Sobrarbe ofrece al visitante un atractivo recorrido por varios pueblos de la comarca pirenaica de Sobrarbe, en el que se aúna historia, naturaleza, patrimonio y etnología. Este ‘viaje’ por el importante episodio histórico que supuso la llamada Bolsa de Bielsa en tiempos de la Guerra Civil española arranca en la localidad de Labuerda, para seguir avanzando por Puyarruego, Lafortunada y concluir en Bielsa, donde el museo de esta villa dedica un espacio específico a la Bolsa, en el que no faltan proyecciones de audiovisuales o la propia recreación de una trinchera.

“Estalla la Guerra Civil: primeros acontecimientos en Sobrarbe (17 de julio de 1936 al 6 de abril de 1938)” es el título del primer panel que se dispone en Labuerda, primera etapa de este recorrido. En Labuerda se relatan aspectos generales de la Guerra Civil y de los primeros incidentes en el comarca de Sobrarbe. “El día 6 de febrero las tropas fieles a Franco avanzan y ocupan definitivamente Labuerda y San Vicente. Aquí permanecerán hasta los últimos días de la Bolsa de Bielsa. Cada panel incluye un epígrafe denominado ‘Ruta por el patrimonio del lugar’, que invita a disfrutar de los encantos y fiestas del municipio de Labuerda. Merece especial atención las iglesias de Labuerda y la de San Vicente, ésta última abierta al público durante los meses de verano mediante visitas guiadas.

Siguiendo el eje de la A-138, en Escalona se toma un desvío en dirección a una de las entradas más espectaculares del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Cañón de Añisclo, que conduce hasta el vecino pueblo de Puyarruego, bien conocido por su tradición navatera. Bajo el título “¡Resistir! (7 de abril al 15 de mayo de 1938) este panel relata cómo el 7 de abril del 38 se inició la evacuación voluntaria de la mayor parte de la población civil de la zona. Más de seis mil personas atravesaron el Puerto de Bielsa en dirección a Francia, no exentos de avatares. Según los datos recogidos por la empresa sobrarbense Pirinei, se explica que “el 15 de mayo Negrín, jefe de gobierno de la República, y Rojo, Jefe del Estado Mayor, visitaron a los hombres de la 43ª División. Durante su estancia hubo recompensas y ascensos. Visitaron las avanzadillas y dicen que en los parapetos de Escalona un sargento cayó herido por el enemigo al lado de Negrín”. Sin salir de Puyarruego se puede disfrutar de un agradable sendero etnobotánico que llega hasta Escalona. A lo largo del trayecto, varios paneles explican el uso tradicional de las plantas y los árboles del entorno.

Retomando la A-138, y siguiendo siempre en dirección a Bielsa, se accede a Lafortunada, donde se narran los “Últimos acontecimientos (15 de mayo al 15 de junio de 1938)”. En este cartel se cuenta que “el 6 de junio Manuel Irujo, accionista de la sociedad explotadora de la central hidroeléctrica de Lafortunada, se reúne en Bielsa con Antonio Beltrán, “el Esquinazau”, jefe de la 43º División, para ofrecerle dinero a cambio de salvar a la central de la esperada voladura. Tras este encuentro, Beltrán ordena la inmediata voladura alegando que “la vida de un soldado mío vale más que todas las centrales del mundo”. Aunque no supuso grandes desperfectos, impidió su funcionamiento”. En Lafortunada, el Museo Pirenaico de la Electricidad recoge la historia de las obras hidroeléctricas de montaña, incluida la propia central que el Esquinazau mandó volar, y que hoy todavía sigue funcionando. Monumentales piezas originales de la central se exhiben al aire libre y en el edificio del casino se proyectan audiovisuales, que se complementan con una colección de fotografías antiguas.

 

La última parada de la Ruta de la Bolsa se encuentra en Bielsa. En la fachada renacentista del Ayuntamiento, edificio que acoge el museo, con un amplio apartado dedicado a la Bolsa de Bielsa, además del carnaval de montaña más genuino de España, se halla el panel que habla de “La retirada final de la guerra (15 de junio de 1938 a 1 de abril de 1939)”. Aquí se narra que “tras 166 días de tenaz resistencia, los diferentes batallones de la 43ª División se retiran el 16 de junio, después de que nueve Heinkel-51 bombardearan las posiciones de primera línea y las localidades de Bielsa y Hospital de Parzán sobre las que arrojan bombas incendiarias, que convierten a estas poblaciones en dos gigantescas hogueras”. En el interior del espectacular Museo de Bielsa, y dentro del espacio dedicado a la Bolsa se ofrece una amplia información sobre este episodio histórico, con proyecciones de audiovisuales o la recreación de una curiosa trinchera.

 

 

 

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Cine anarquista en el Festival de Huesca.

La revolución traicionada, la revolución recordada



Fuente: Diario del Alto Aragón

Del 15 al 18 de junio se proyectó en la Diputación Provincial, dentro de la programación paralela del Festival de Cine de Huesca, el ciclo “Anarquistas: la revolución traicionada”, un repaso a algunas de las obras cinematográficas que se llevaron a cabo en España durante el gobierno del Frente Popular y en plena Guerra Civil con fines puramente propagandísticos.

Son películas muy raras de ver de no ser por retrospectivas como esta, y un cine que todavía hoy sorprende y guarda similitudes con la época actual. Además, está plenamente de actualidad gracias al hallazgo en fechas recientes en México de una cinta hasta ahora perdida de este tipo, titulada “Aragón trabaja y lucha”.

Además, y relacionado con este ciclo, hoy se presenta el libro “El cine anarquista, el inicio de una ilusión”, del periodista y crítico de cine Óscar Peyrou.

 

Peyrou explicaba acerca de esta retrospectiva que “son películas curiosas, rarezas históricas, y que no deben valorarse desde la técnica, ya que se atravesaba un período difícil como es una guerra. Además, son títulos con un único fin, la propaganda”.

 

Sus directores no son muy conocidos en el mundo del séptimo arte, y de todas ellas, Peyrou destaca “Nuestro culpable”, una película en la que “se trastocan los papeles de la autoridad y el que está debajo. El juez es un delincuente, el preso cae simpático y resulta que en el fondo es bueno, es una película muy fresca y entretenida”.

 

El ciclo nació de las conversaciones entre Peyrou y el crítico afincado en Huesca Ángel Santos, quienes coincidieron en el interés por el cine de esta época histórica.

 

Su objeto propagandístico, según reconoce Peyrou, es algo común a todo el cine de esos años. “Es un instrumento de propaganda, los dos bandos, tanto franquistas como republicanos, incluso diferentes colectivos del bando republicano, como pueden ser socialistas, comunistas y anarquistas, lo usan con profusión. En el caso de los anarquistas, lo que quieren es una revolución dentro de la guerra, cambiar las costumbres de arriba abajo y acabar con las jerarquías; los demás sólo querían ganar la guerra. Sin embargo, alguna de las películas, con pequeños cambios, podrían haber sido hechas por cualquiera de los dos bandos de manera indistinta”.

 

“El cine anarquista, el cine de una ilusión”

 

Oscar Peyrou presentó además el 15 de junio su libro “El cine anarquista, el cine de una ilusión”, que sirvió de aperitivo para el ciclo de películas “Anarquistas: la revolución traicionada”. Sobre el libro Peyrou concluye que el cine anarquista deja ver un trasfondo de “utopía e ingenuidad, pero con valores como la generosidad y la solidaridad”. El libro explica como durante esta época, y tras la revolución rusa y las películas de Eisenstein, el cine pasó el principal instrumento propagandístico, utilizado con profusión posteriormente en todos los conflictos, incluida la Guerra Civil.

 

 

Rarezas cinematográficas cargadas de utopía e historia

 

Fuente: Diario del Alto Aragón

En pleno comienzo de la Guerra Civil, cuando España se dividía en dos bandos que se odiaban a muerte, el cine resultó un arma eficaz para hacer llegar a la población los valores ideológicos de unos y en muchos casos atacar los de los otros.

 En este sentido, los anarquistas, integrantes del bando republicano, también quisieron hacerse oír y produjeron varios títulos. La dictadura posterior hizo que muchos se perdieran o tuvieran que salir del país, pero el Festival de Cine de Huesca ha recuperado varios de estos títulos para dar forma a un ciclo cargado de historia.

Ángel Santos Garcés, crítico de cine oscense, aseguraba en la presentación de estas cintas, que se proyectaron en la Diputación, que “es un ciclo muy interesante, que habla del cine de la retaguardia, ese del que mucho se ha hablado pero poco se ha visto”.

Por su parte, Óscar Peyrou, autor del libro “El cine anarquista, el inicio de una ilusión”, que completa a esta sección, explicó que “es la primera vez que se hace un ciclo tan completo en el mundo. Son rarezas cinematográficas. Al verlas también queda la sensación de que la República, que fue un gobierno legalmente constituido y vigente, ha estado y sigue estando marginado por la historia”.

 

Y para reafirmarse en esos argumentos, puso como ejemplo la reciente conmemoración del desembarco de Normandía, en el que participó un contingente importante de republicanos, los cuales no tuvieron su representación en las celebraciones.

 

En cuanto a los contenidos, Peyrou habla de “contenido utópico, es cierto. Pero un pueblo que ignora su pasado, y esto también lo es, tiene difícil su futuro.

 

En cuanto al interés de este ciclo, Peyrou destacó el hecho de que “el atractivo histórico es enorme, debería estudiarse en los colegios. Es muy diferente al cine tradicional, fue un instrumento masino de publicidad, como lo es ahora la televisión”.

 

Entre las cintas que se pudieron ver, Peyrou destacó “Nuestro culpable”, que se proyecta mañana, en la que el cambio de los papeles hace que los malos sean buenos, y al revés. Asimismo, incidió en los valores que estos títulos defienden, tales como la solidaridad, la generosidad, algo no muy normal para la época.

 

Por su parte, Pablo Nacarino, de la Fundación Anselmo Lorenzo, de la que provienen la mayoría de los títulos, hizo hincapioé en las personas que supieron conservar tras la guerra estas películas, y en muchos casos las llevaron a otros países como México, donde se han guardado hasta ahora, como es el caso de la cinta “Aragón trabaja y lucha”, encontrada recientemente en los archivos de la Universidad Autónoma de México.

 

 

 

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La segunda patria del exilio minero turolense

 

 

Fuente: Luis Rajadel  (Heraldo Teruel)

 

Tras la Guerra Civil, decenas de republicanos procedentes de las cuencas mineras turolenses tomaron, como varios cientos de miles de españoles, el camino del exilio. Después de una penosa estancia en los campos de concentración franceses, muchos de ellos terminaron recalando en las minas de carbón de Decazeville, al sur de Francia. Allí tendrían la oportunidad de rehacer sus vidas de la mano también de la minería carbonífera, entonces en plena producción.

 

Sesenta años después, los descendientes de aquellos exiliados han creado la asociación Memoria Andando para recuperar aquel episodio histórico y también el pasado de buena parte de los vecinos de Decazeville, cuyo alcalde, por ejemplo, es descendiente de republicanos españoles. Para sellar este acercamiento histórico y también los múltiples vínculos de todo tipo entre esta pequeña localidad francesa y Utrillas -la historia reciente de ambos núcleos está indisolublemente unida a la minería del carbón y a su azarosa trayectoria durante el siglo XX-, las dos poblaciones acaban de formalizar su hermanamiento.

 

El alcalde de Utrillas, José Luis Alegre, explica que en Decazeville los hijos de los exiliados españoles constituyen un grupo con gran influencia social, plasmada en la reciente creación de Memoria Andando. Uno de sus promotores, Jean Vaz, se reivindica “hijo de un cenetista español”. Algunos de los exiliados todavía residen en la localidad francesa con edades que rondan los noventa años o los superan. Es el caso de viejos republicanos de Montalbán, Escucha o Valdeconejos que mantienen vivo el recuerdo de este capítulo poco conocido del exilio turolense tras la Guerra Civil.

 

Otros muchos han fallecido. Por ejemplo, un dirigente minero de UGT de Montalbán, que, como explica un familiar, “tras pasar por un campo de concentración en una playa francesa, fue reclutado para trabajar en las minas de Decazeville. Eran las vísperas de la II Guerra Mundial y Francia ponía a pleno rendimiento sus recursos mineros. Pasó allí 20 años y no pudo regresar a España porque falleció antes de morir Franco”.

 

El alcalde de Utrillas señala que tras una penosa estancia en el campo de concentración de Argelès sur Mer, al sur de Francia, “el gobierno francés derivó a los republicanos hacia las poblaciones en las que podían encontrar trabajo por su profesión. A los procedentes de las cuencas mineras les tocó ir a Decazeville”.

 

Como si de un hado fatal se tratara, los exiliados españoles acabaron sufriendo en sus propias carnes un proceso de reconversión minera tan traumático como el registrado en Utrillas, aunque con unos años de antelación. Las minas de interior cerraron sus puertas por falta de rentabilidad y por su carbón de baja calidad, las actividades alternativas se retrasaron y los desmontes dejaron como secuela paisajes lunares difíciles de recuperar.

 

Los vínculos del carbón

 

Un joven profesor de Decazeville -localidad francesa de siete mil habitantes- explica que la propuesta de hermanamiento con Utrillas -con cuatro mil residentes- cuajó “de inmediato”, porque las dos localidades “tienen muchas similitudes, en gran parte vinculadas al carbón. Son casi gemelas”. La ceremonia de confraternización se concretó el pasado día 16 en Utrillas, hasta donde se desplazó una numerosa expedición de ciudadanos franceses, muchos de ellos descendientes de exiliados republicanos españoles. George Couderc, teniente de alcalde de Decazeville, afirmó que el intercambio de delegaciones y de actividades entre los dos pueblos mineros “seguirá adelante y será duradero”. Añadió que las relaciones se estrecharán en todos los ámbitos. El alcalde de Utrillas, José Luis Alegre, explicó por su parte que los contactos se iniciaron a raíz de los intercambios escolares con una ciudad próxima a Decazeville, que permitieron conocer, de rebote, las estrechas relaciones de todo tipo con este pueblo minero. En la primera visita de una delegación turolense a la población francesa el recibimiento fue “muy emotivo”, lo que propició el estrechamiento de lazos que ha culminado con el hermanamiento.

 

 

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Polémica por las calles franquistas en María de Huerva

 

 

Fuente: El Periódico de Aragón

 

El grupo de Chunta Aragonesista (CHA) en la localidad zaragozana de María de Huerva ha criticado la postura del alcalde de este municipio, José Luis Jaime, al que acusan de haber tenido una actitud "poco democrática". Tras haber decidido en un pleno el pasado mes de enero que el cambio de los nombres de calles con referencias franquistas se sometería a consulta de los vecinos afectados, finalmente, y una vez realizada dicha consulta, el alcalde optó por llevar la propuesta a pleno, donde finalmente se rechazó.

 

Según explicó Pedro Ibáñez, portavoz municipal de CHA en María, el pasado mes de enero se propuso el cambio de nombre de cinco calles con referencias franquistas: General Sanjurjo, General Mola, Queipo de Llano, Calvo Sotelo y José Antonio.

 

La corporación decidió someterlo a consulta de los vecinos afectados y una vez realizada ésta, el resultado fue que la mayor parte de los vecinos quería esa modificación, mientras que no se aceptó el cambio en el caso de los vecinos que viven en la calle Queipo de Llano.

 

Sin embargo, "esa votación no ha servido de nada, ya que finalmente la propuesta se ha llevado a pleno y ha sido rechazada con los votos de PP, PAR y PSOE y sólo CHA y una concejal del grupo socialista votamos a favor".

 

Ante esta situación, CHA se pregunta sobre el sentido de la consulta ciudadana y el por qué de no aceptar esas votaciones que resultaron favorables al cambio del nombre de determinadas calles.

 

Asimismo, señala Pedro Ibáñez, "nos sorprende y nos parece lamentable que se haya actuado de esta forma no sólo conociendo el deseo de los vecinos, sino también teniendo en cuenta la postura de las Cortes de Aragón". Ibáñez se refiere que las Cortes aprobaron por unanimidad el pasado 12 de febrero una Proposición No de Ley en la que se mostraba la preocupación por la pervivencia de símbolos vinculados al régimen franquista y se instaba para que se llevaran a cabo las acciones pertinentes de forma que en los municipios esos símbolos o calles pudieran ser sustituidos.

 

 

 

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El 3 de julio:

aniversario del triunfo de la ciudadanía turolense ante los carlistas

 

 

Fuente: Diario de Teruel


Coincidiendo con el inicio de las Fiestas del Ángel se conmemora hoy el 130 aniversario de la defensa heroica que los turolenses hicieron de su ciudad ante la ofensiva carlista. Una fecha que hoy en día está olvidada, pero que hasta la Guerra Civil fue conmemorada con una celebración cívica. A diferencia de la cincomarzada zaragozana, que recuerda un hecho de armas similar, esta fiesta ciudadana no se recuperó con la llegada de la Democracia.

El historiador alcañizano José Ramón Villanueva ha estudiado profundamente el republicanismo turolense y la figura de Víctor Pruneda, que estuvo al frente de la Milicia Nacional aquel 3 de julio. Villanueva ha encontrado recientemente una ilustración que plasma aquella proeza de los turolenses en una publicación inglesa, The illustrated London News (Noticias ilustradas de Londres), que se publicó el 8 de agosto de 1874.

Villanueva apunta que este grabado es “inédito” y que lo halló hace quince días entre un legado cedido al centro de documentación del Instituto Bibliográfico Aragonés. La imagen muestra una de las batallas que se libró en el entorno de Los Arcos y la Bombardera, entre los carlistas y los republicanos turolenses en la noche del 3 de julio de 1874.

Según explica este historiador, hacia las diez de la noche el ejército carlista se lanzó sobre la ciudad. El asalto comenzó en la Bombardera y se extendió hacia el Arrabal. En el otro bando, el comandante de la Milicia Nacional, Víctor Pruneda, organizó la defensa de la capital.

Los carlistas llegaron a tomar una manzana de casas, conocida como el corral de Roquillo, con la ayuda de los carlistas locales. Para contraatacarles el gobernador civil y militar y Pruneda enviaron refuerzos a la zona de la iglesia de San Miguel. Allí se produjo un violento tiroteo y el enfrentamiento pasó a las casas de Corralejos, que se aisló del resto de la ciudad.

Mientras tanto, el grueso de la fuerza atacante había ocupado todo el Arrabal e inició el asalto definitivo por la Cuesta de la Jardinera y alrededores. Desde allí, ocuparon diversas casas e incluso colocaron escalas sobre la muralla, pero fueron repelidos por el fuego de fusilería de los defensores turolenses.

Los carlistas se desconcertaron con la respuesta ciudadana. Mientras, en el otro frente se rindieron a cañonazos. Al amanecer, los carlistas evacuaron el Arrabal; en su abandono incendiaron casas y atropellaron a vecinos.

Como consecuencia de aquella noche, los carlistas perdieron 700 hombres, y en tre sus filas hubo cerca de 200 prisioneros. Entre los defensores de Teruel, se registraron numerosos heridos y 33 muertos, que desde entonces fueron honrados como mártires en defensa de la libertad, destaca el historiador.

Los carlistas volvieron a atacar la ciudad el 4 de agosto, pero el resultado fue el mismo: la derrota ante los republicanos turolenses.
Desde 1874 la ciudad lleva los títulos de “heroica y siempre heroica”, como atestigua su escudo.


Hasta la Guerra Civil varios actos cívicos recordaban la fecha

 

Hasta la Guerra Civil varios actos cívicos conmemoraban cada 3 de julio la defensa de Teruel contra el ejército carlista y un monumento, que estaba ubicado en la actual plaza Anselmo Polanco, rendía permanente homenaje a los mártires de la libertad.

Tras la contienda del 36 la fiesta no se volvió a recuperar y nada recuerda ya a aquellos turolenses que cayeron por defender su ciudad. El obelisco, que ocupaba el centro de la plaza conocida ahora como de La Marquesa desde 1895 y cuya construcción había sido promovida por Víctor Pruneda veinte años antes, fue destruido a golpe de piqueta por los requetés carlistas a las órdenes de Franco.

La última vez que se celebró la fiesta del 3 de julio faltaban quince días para el inicio de la Guerra Civil y la ciudad se encontraba ya dividida. Hasta entonces la fiesta paso por diferentes vicisitudes según la etapa política.

Los actos del 3 de julio se iniciaban con un replique del campanico del Ángel. Posteriormente, una procesión cívica recorría las calles desde la plaza de la Libertad -hoy Anselmo Polanco o Marquesa- hasta el corral de Roquillo, uno de los principales puntos de la defensa de la ciudad en 1874. Allí se rendía homenaje a los milicianos muertos en el ataque carlista. A este acto acudían las autoridades locales y la participación ciudadana era importante. La jornada concluía con una merienda en el campo.

El historiador José Ramón Villanueva ha profundizado en los hechos acaecidos en el verano de 1874. “Fue una página gloriosa de la historia de Teruel”, asegura este experto que se lamenta de que la memoria colectiva lo tenga hoy en día olvidado. “Fueron unos hechos que honraron a los ciudadanos” apunta y considera que podría recordarse de alguna forma.

“Igual que el Ayuntamiento de Teruel saldó la deuda moral que tenía con Víctor Pruneda dedicándole el pasado mes de abril una calle, también las instituciones y la ciudadanía turolense deberían recordar de algún modo la memoria del espíritu del 3 de julio y del 4 de agosto de 1874”, opina.

 

 

 

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Fallece el histórico dirigente comunista Sixto Agudo,

ex alcalde de Alcampell

 

 

Fuente: Franja Digital - 29/06/2004

 

La Litera. Sixto Agudo, el histórico dirigente comunista y alcalde de Alcampell por el PCE e IU durante dos legislaturas ha fallecido esta madrugada en un hospital de Lérida, donde fue ingresado el domingo.

 

Sixto Agudo, de 88 años, residía con su hijo menor en Reus pero se encontraba pasando unos días en Alcampell, donde su ya de por sí delicada salud empeoró el domingo.

 

El funeral civil de este referente republicano y comunista tendrá lugar a las 18:30 horas en el cementerio de Alcampell. Allí será enterrado en la fosa donde se encuentra el cuerpo de su compañera Ángeles Blanco, también alcaldesa de esta población.

 

Previamente al funeral civil, su cuerpo permanecerá, por expreso deseo de la familia, en el pabellón municipal para que sus familiares, camaradas y amigos le den el último adios.

 

El Ayuntamiento de Alcampell estudiará en próximas fechas realizar un homenaje a este hijo adoptivo de esta población literana.
Sixto Agudo Blanco nació en Toledo pero la contienda civil le llevó hasta tierras aragonesas. Sixto Agudo se forjó en una vida de compromiso político y lucha por las libertades hasta sus últimos días. Fue sindicalista, soldado, resistente, exiliado, preso, dirigente comunista y alcalde, desde donde impulsó su formación ideológica adquirida en la II República.

 

Participó, al abrigo del Frente Popular, en la unificación de las juventudes Socialistas y Comunistas, histórica unidad de la izquierda que apenas si ha tenido continuidad, mientras el curso de los acontecimientos le iba acercando progresivamente al PCE. Precisamente en esta unida creyó hasta el final de sus días, como afirma Josep Antón Chauvell, alcalde de Alcampell, quien recuerda que en la presentación de una biografía de su mujer hace unos meses, proclamó su deseo de una unidad entre todas las fuerzas de izquierdas.

 

Durante la Guerra Civil fue comandante de brigada con 21 años (los mayores de entre sus voluntarios no sobrepasaban
los 17). Intervino en episodios decisivos de la Guerra Civil: el sitio al Alcázar toledano, las batallas del Jarama y Guadalajara, el frente de Madrid, el frente de Teruel en lo más crudo de la Batalla del Ebro, la pérdida de Cataluña como preludio de la derrota final...
Tras la guerra fue el enlace del Partido Comunista en Aragón y Francia.

 

Sufrió la represión de la dictadura y estuvo varios años en la carcel.

 

Con la llegada de la democracia se convertiría en alcalde, tras tomar el relevo de su mujer, diputado provincial y diputado en las Cortes de Aragón.

 

El alcalde de Alcampell destacaba la coherencia ideológica de Agudo: "Sixto es un personaje que toda su vida defendió unas ideas y ha muerto defendiendo las mismas ideas por las que luchó. En la presentación del libro de su mujer todavía defendió la unidad de la izquierda, y creo que ha muerto siendo fiel a sus ideas".

 

La noticia de la muerte de Sixto Agudo ha causado gran dolor en Izquierda Unida, formación en la que militaba. Francisco Víu, ex alcalde de Barbastro, concejal de IU y amigo de Sixto Agudo lo definía de la siguiente manera: "Era un gran luchador por las libertades, un gran defensor de los derechos humanos, un gran demócrata. Su lucha antifranquista se caracterizó por el objetivo de recuperar las libertades por lo que el prácticamente entregó su vida, tanto en prisión como la represión que sufrió durante la dictadura. Fue un hombre entregado al bien en general, luchando contra las desigualdades, y en las instituciones públicas, donde tuvo gran actividad también, trabajó siempre por el bien en general".

 

También desde Monzón expresaban ayer su dolor por la perdida del camarada Agudo. Miguel Aso, concejal de Izquierda Unida Los Verdes en el Ayuntamiento de Monzón lamentaba la pérdida de "uno de los más destacados referentes de la izquierda, luchador por las libertades y la igualdad".

 

 

 

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La biografía del ´maqui´ de Azuara, Doroteo Ibáñez

 

 

Fuente: El Periódico de Aragón

 

"En la guerra civil hubo perdedores, y estos también tienen derecho a contar su historia". Con esta premisa abordó Miguel Marco la redacción de Senderos de lucha. Vida de un guerrillero de Azuara: Doroteo Ibáñez , en el que recupera la memoria de este hombre al que el golpe de estado fascista del 36 transformó "de ciudadano pacífico a guerrero".

 

La vida de Doroteo Ibáñez fue similar a la de otros compañeros que se alistaron en el maquis "llevados por un idealismo utópico que poco tenía que ver con la realidad", dice Marco, quien asegura no entender "la poca verguenza" de los mandos del PCE en el exilio "que convencían a la gente de que mantener un lucha armada en el interior del país iba a contar con el apoyo del pueblo, cuando la realidad era distinta, pues ese apoyo ya no existía".

 

Pero lo realmente encomiable de estos guerrilleros era el desapego de sus vidas en defensa de unos ideales políticos que habían sido machacados. Doroteo Ibáñez, cuenta Miguel Marco, era antes de la guerra un jornalero con cierta inquietud cultural, ya que tomaba clases nocturnas. "Se fue politizando con la República, formó parte del primer sindicato de UGT y, en la mili, se acercó al comunismo", explica el autor.

 

Durante la contienda, participó en las batallas de Belchite y Teruel y vivió la ruptura del frente de Aragón y Cataluña, aunque fue su participación como brazo represor del Consejo de Aragón el episodio que lo puso en el disparadero de las fuerzas franquistas. En 1939 se exilió en Francia, donde participó también de forma activa en la lucha de la resistencia contra los ocupantes nazis.

 

Tras la segunda guerra mundial su lucha sigue en España. "Vive en el monte un año y medio y en 1947 se convierte en enlace general con Francia, llegando a atravesar de forma clandestina Aragón 16 veces, desde Javalambre y la Serranía de Cuenca hasta Francia. El llevaba armas, mensajes, propaganda, dinero, era persona de confianza del PCE", explica Marco.

 

Pero esa fe ciega en el partido acabó jugándole una mala pasada. Por un lado, como ya se ha dicho, porque en España ya nadie osaba enfrentarse a Franco y los maquis habían ido perdiendo el apoyo activo, si bien su vida en el monte sólo podía sobrellevarse gracias a la ayuda que recibían "a escondidas" por parte de la gente. Así, Doroteo, en uno de sus viajes clandestinos, se acerca a su pueblo, Azuara, y ahí le avisan de la realidad. Eso le haría mella, pues dos años después, en 1950, deja la guerrilla y regresa a Francia, donde vuelve a llevarse otra desilusión. "El partido lo abandona y lo traiciona hasta entregarlo a los gendarmes".

 

Devuelto a España, sufre dos consejos de guerra en Zaragoza, en los que es condenado a 30 años en cada uno; y un tercero en Valencia, en el que es condenado a muerte y ejecutado en 1956. Sin duda, su participación en la represión, le pasa cuentas. "Posiblente participó en muertes, pero en esos momentos dramáticos era matar o morir y nadie podemos decir cómo hubiésemos actuado; Doroteo no era ningún villano, sino que vivió unas circunstancias muy fuertes para cualquiera", concluye Marco.

 

 

 

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“La razón en marcha. Crónica del Frente Popular de Zaragoza”

 

 

“La razón en marcha. Crónica del Frente Popular de Zaragoza (Homenaje a Victoria Martínez)”. Manuel Ballarín Aured

Fundación “Rey del Corral” de Investigaciones Marxistas. Zaragoza. 2004.

 

Fuente/Autor: Manuel Ballarín Aured (texto de la presentación del libro)

 

Como señalo en la Introducción del libro, cuando los promotores de éste me plantearon la edición de una publicación que, además de servir de homenaje a Victoria Martínez, supusiera alguna aportación al estudio de un período reciente de nuestra historia en el que Victoria hubiera dejado su solidaria huella, les propuse un trabajo que versara sobre el Frente Popular por ser un momento histórico que, pese a su brevedad –o tal vez por ello-, había sido estudiado parcialmente, atendiendo solo a algunos de sus aspectos (el proceso electoral de febrero, la conflictividad social, la actividad desplegada por la CNT o las jornadas previas al golpe), y, en mi opinión –como apreciarán los lectores del libro- desde planteamientos y ópticas bastante discutibles.

 

Los meses desarrollados bajo el mandato del Frente Popular de Izquierdas fueron algunos de los más intensos de la historia contemporánea española. En cinco meses hubo tiempo para unos comicios generales y para una elección de compromisarios que, a la postre, daría la presidencia de la República a don Manuel Azaña; hubo tiempo también para una profunda campaña de “republicanización” que trató de rescatar el espíritu del 14 de abril; para una intensísima actividad política, social y sindical, a cargo, sobre todo, de las formaciones de izquierda; para una conflictividad social sin precedentes, debido a la profunda crisis imperante y al retroceso experimentado en las conquistas sociales tras la etapa radical-cedista; y para un gran despliegue de iniciativas institucionales, políticas, sindicales y ciudadanas encaminadas a combatir el terrible azote del paro. También hubo tiempo, eso sí, para boicots patronales y para conspiraciones facciosas.

 

Después de este necesario preámbulo, he de hacer notar que el libro en cuestión (que, por cierto, se nutre, fundamentalmente, de fondos bibliográficos y hemerográficos provenientes de las Cortes de Aragón, del excelente Fondo sobre la II República, la Guerra Civil y el Franquismo) consta de un apartado destinado a la figura de Victoria Martínez, de una mínima introducción, de seis capítulos donde se condensa el meollo de la publicación y de unos anexos destinados a reproducir textos y documentos.

 

Como quiera que de la personalidad de Victoria Martínez se han ocupado en la presentación Emilio Manrique y Carmelo Rosel, pasaré a glosar directamente el contenido de los seis capítulos aludidos. El capítulo I está destinado a estudiar, someramente, la génesis, la formación del Frente Popular. Un Frente Popular que, como señaló Guillermo Cabanellas, por una de esas raras paradojas frecuentes en España, había sido inspirado por el Partido Comunista (siguiendo las consignas de alianzas con los partidos burgueses, emanadas del VII Congreso de la III Internacional) y llevado a la realidad por el grupo más conservador de los que en principio deberían integrarlo, el Partido Nacional Republicano de Sánchez Román, que, a última hora, se desligaría del pacto, al entender que se había radicalizado con la presencia de los partidos a la izquierda del PSOE.

 

Este primer capítulo del libro, al que titulo, significativamente, “El Frente Popular: algo más que un acta de desacuerdos”, sirve también para disentir sobre alguna de las conclusiones que, en sus respectivos trabajos sobre el Frente Popular, extrajeron los prestigiosos historiadores Santos Juliá y Javier Tusell; para ofrecer una panorámica de la campaña electoral de febrero de 1936 (en la línea de los veteranos trabajos realizados por los historiadores aragoneses Concha Gaudó y Luis Germán); para dar cuenta de la combativa campaña llevada a cabo para imponer la amnistía en favor de los presos políticos que abarrotaban la cárcel de Torrero; y para dar a conocer el farragoso proceso de aprobación de las protestadas actas electorales correspondientes a la circunscripción de la provincia (las que habían otorgado el triunfo a las derechas, al Frente Antirrevolucionario).

 

En el capítulo II me ocupo de describir y analizar las formaciones que suscribieron el Frente Popular a nivel estatal y tuvieron presencia activa en Zaragoza; es decir: Izquierda Republicana, Unión Republicana, Partido Socialista Obrero Español, Unión General de Trabajadores, Partido Sindicalista y Partido Comunista de España.

 

En cuanto a la primera de las formaciones, Izquierda Republicana, cabe señalar que fue el partido que mayor provecho obtuvo de la crisis padecida por el Partido Republicano Radical Socialista, al fusionarse una de las ramas del radical-socialismo (la afín al sector de Marcelino Domingo) con una débil –en la provincia de Zaragoza- Acción Republicana, el partido de Azaña. Como señalamos en el libro, debido a la efímera vida de su portavoz, el periódico Resurgir, nos es difícil discernir si las dos corrientes que aprecia en el partido el historiador Juan Avilés Farré tuvieron manifestación en Zaragoza; si Izquierda Republicana era solamente un partido “reformista en el orden social, pero no socialista ni socializante”, como había advertido Azaña en el famoso mitin de Comillas, o si predominaba en su seno una línea más radical, frontalmente opuesta a cualquier entendimiento con la derecha (en la línea del sector más proclive a Casares Quiroga), que encontraba su expresión en el órgano del partido Política. Lo que si está claro es que el partido contaba en 1936 con numerosas y nutridas agrupaciones en la provincia, y que, a partir del triunfo del Frente Popular, registró un verdadero aluvión de incorporaciones; algunas, al parecer, poco claras. No obstante, Izquierda Republicana, a pesar del oportunismo achacable a muchos de sus afiliados de última hora y de su componente claramente interclasista, fue un partido decididamente antifascista, leal con los correligionarios del Frente Popular y muy castigado por la represión desatada tras el golpe faccioso. Decididamente autonomistas, algunos de sus hombres fueron los mayores impulsores del Congreso autonomista de Caspe, y sus agrupaciones rurales, las que más efectivos y adhesiones enviaron al acto.

 

Por su parte, Unión Republicana, en los primeros meses de 1936, parece atravesar por momentos delicados, debido a las discrepancias políticas en su seno y a actitudes personalistas que, al salir a la luz, dañaban la imagen y credibilidad del partido. Esta crisis se hará patente también en la atonía que padeció en este período su, en otros momentos, potente sindicato agrario, la Alianza de Labradores. Como en el caso de Izquierda Republicana, algunos de sus militantes, como José Lozano Berlín o Ricardo La Rosa, se encontraron entre los más activos propagandistas en favor de la autonomía. Unión Republicana, que fijó su política a raíz del congreso provincial de mediados de junio, estuvo dirigida hasta la guerra civil por personalidades como Antonio Guallar, Carmelo Esqués, Saturnino Fustero o Joaquín Centelles.

 

En enero de 1936, tras largos meses de suspensión de las garantías constitucionales, reaparecía el semanario Vida Nueva y los socialistas zaragozanos volvían a retomar la actividad política legal. Y no sin ciertas dificultades, a juzgar por las palabras de uno de sus dirigentes, Eduardo Castillo, quien se dirigiría a los “camaradas de los pueblos” pidiéndoles que despertaran del letargo en que habían estado sumidos durante quince meses y aportaran el máximo sacrificio para la contienda electoral de febrero.

 

Durante los meses anteriores a la guerra, los socialistas, agrupados en tres corrientes (caballeristas, prietistas y besteiristas) vivieron, en expresión de Luis Germán, su particular “guerra civil”, y a punto estuvieron de consumar una escisión en el partido. Esta división, que tuvo una primera escenificación a través de un importante mitin de Indalecio Prieto en Ejea de los Caballeros, fue contestada, poco después, por medio de un gigantesco acto público (probablemente el mayor de los celebrados nunca en Aragón) que tuvo lugar en la plaza de toros de Zaragoza, y que contó con la presencia de los tres principales líderes de la izquierda marxista española: el socialista Largo Caballero; el secretario general de los comunistas, José Díaz; y el líder de las Juventudes Marxistas, Santiago Carrillo.

 

Con respecto a la Unión General de Trabajadores, cabe señalar que, como el partido, también sufrió importantes luchas intestinas y que su federación provincial, alineada con el sector centrista (o prietista), estaba presidida por Eduardo Castillo, siendo su vicepresidente Mariano Campillos, y su secretario general, Bernardo Aladrén.

 

En cuanto al Partido Sindicalista, el partido que lideraba el histórico Ángel Pestaña, hay que decir que, en Aragón, aunque estaba constituido por un reducido grupo de militantes provenientes de la CNT, con apenas presencia en Zaragoza y Fuentes de Ebro, contaba con la importante adhesión del diputado frentepopulista Benito Pabón.

 

Respecto al Partido Comunista, también en las páginas de este libro me permito polemizar sobre algunos tópicos vertidos sobre su trayectoria por historiadores próximos a planteamientos libertarios, o desde posiciones socialistas abiertamente anticomunistas. En mi opinión, el PCE, en los meses anteriores a la guerra civil, ya no será aquel partido minúsculo y sectario de la primera etapa republicana (aquella “Sagrada Familia”, como lo describiera José Antonio Balbontín), sino una organización bien estructurada y con importante influencia en la sociedad zaragozana.

 

Un ejemplo claro de esta influencia lo encontraremos a lo largo del tercer capítulo, en el seno de las entidades, asociaciones y comités, ya existentes o creadas ex novo, que he dado en llamar “el otro Frente Popular”. De índole cultural, solidaria, asistencial, feminista, universitaria o deportiva, estas entidades (el Ateneo Popular, la Federación Universitaria Escolar –la célebre FUE-, el Socorro Rojo Internacional, el Comité Nacional contra la Guerra y el Fascismo, la Asociación pro Infancia Obrera o el Comité pro Olimpiada Popular de Barcelona), aunque tuvieron un componente unitario, no sectario, y en el tuvieron cabida elementos republicanos, socialistas e independientes, lo cierto es que, las más de las veces, fueron propiciadas y dirigidas desde el Partido Comunista.

 

En referencia al capítulo IV hay que señalar que, a los pocos días de las elecciones generales de febrero de 1936, desde amplios sectores del Frente Popular se empezó a propugnar la realización de una campaña que, además de aplicar un notable viraje al rumbo político seguido hasta entonces, incidiera en el saneamiento de las instituciones y desbancara de estas a los elementos de dudosa afinidad al régimen. En esta campaña, que dio en llamarse de “republicanización”, y que afectó tanto al modesto empleado municipal como, a la postre, al propio presidente de la República, pueden inscribirse los cambios en las tres instituciones civiles más importantes de la provincia (el Gobierno Civil, la Diputación de Zaragoza y el ayuntamiento de la capital); el proceso de consolidación de las fiestas “republicanas” (la Cincomarzada, la Fiesta del 14 de abril y el Primero de Mayo: las tres –recuérdese-, prohibidas durante décadas por el franquismo); la campaña pro estatuto de autonomía de Aragón (con su histórico colofón de las jornadas de Caspe); la destitución de la presidencia de la Republica de Niceto Alcalá Zamora y su sustitución por Manuel Azaña; y la diaria lucha contra los saboteadores del régimen.

 

El capítulo V, que consta de casi cien páginas, es el más extenso del libro, y está destinado a describir la situación de gravísima crisis por la que atravesaban tanto la capital como las localidades de la provincia, y a analizar las causas y efectos de esta crisis.

Una de las primeras personalidades en reconocer el alcance de la crisis fue el propio presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña, quien el 15 de abril, ante el pleno del Congreso de los Diputados, llamó la atención sobre la gravedad y la acentuación de la crisis económica en España, a pesar –decía Azaña- de haber tenido la “suerte” (entre comillas) de que la crisis universal, la del año 1929, tardara más en sentirse en el país.

 

Como apuntamos en nuestro libro, en la ciudad de Zaragoza, donde la crisis era tan pavorosa (este será el calificativo más recurrente del momento), y la situación social tan insostenible, el estado de la macroeconomía nacional debía de preocupar mucho a sus gestores, pero más, mucho más las legiones de parados discurriendo por las calles de la ciudad y el grado de paciencia (o de presión) asumible por las centrales sindicales que los representaban.

 

Una reveladora prueba de cuál era el verdadero calado de la crisis padecida por un sector productivo fundamental, el de la construcción, eran los datos estadísticos ofrecidos por el dirigente de la CNT Francisco Foyos en el transcurso de una asamblea informativa llevada a cabo por la organización confederal en la plaza de toros de Zaragoza a primeros de abril. Según Foyos, en aquellos momentos, más de la mitad de los afiliados del potente Sindicato de la Construcción cenetista se hallaban en paro. En parecida situación de precariedad se encontraban otros sectores industriales zaragozanos, como el metal, la piel o el textil, y fábricas tan emblemáticas como La Montañanesa, Material Móvil y Construcciones (la antigua Carde y Escoriaza), Maquinista y Fundiciones del Ebro o Industrias Pinasar, trabajaban con jornada reducida o se encontraban cerradas. Para colmo, la instalación en Zaragoza de una destiladora de hullas y lignitos, a cargo de la Sociedad de Minas y Ferrocarril de Utrillas, que hubiera proporcionado muchos puestos de trabajo y evitado que muchas de las minas aragonesas se encontraran cerradas o semiparadas, no fue posible, al ser boicoteada su instalación –en opinión de algunas fuentes republicanas- por sectores próximos al caciquil Sindicato Central de Aragón.

 

Ante esta situación, no era extraño que, como había reconocido el dirigente cenetista Miguel Abós en el transcurso de un mitin en la plaza de toros de Zaragoza, las procesiones de parados por las calles de la ciudad, procedentes de los pueblos, fueran un triste y cotidiano espectáculo, y que la Comisión Pro Solución del Paro, creada por la UGT y la CNT, pidiera a los obreros de todo el país que se abstuvieran de venir a Zaragoza en busca de trabajo, dado el gran número de los existentes en la ciudad.

 

Y es que la situación en el medio rural zaragozano todavía era peor. Tres de los principales cultivos agrícolas (la remolacha, la vid y el cereal) atravesaban por uno de sus peores momentos. En la campaña 1935-1936 se había cosechado apenas un tercio de la remolacha obtenida en 1931; la potente Azucarera de Aragón había sido cerrada en 1933, debido a la existencia de enormes stocks en sus almacenes; y, además, el cupo de remolacha asignado a Aragón para la campaña 1936-1937, se encontraba muy lejos de satisfacer las pretensiones de los cultivadores. También el sector vitícola atravesaba por graves problemas, debido a las heladas, a los efectos del mildiu y a la bajada de precios ocasionada por las maniobras de los acaparadores; mientras que el sector triguero, con miles de vagones sin vender, veía cómo, en época de recolección, se le endosaban 700 vagones más, procedentes de otras provincias, en virtud de un cupo emanado de una polémica orden procedente del ministerio de Agricultura.

Por si las dificultades parecieran pocas, tres de las peores riadas del siglo (en los meses de abril, mayo y junio) acabarían por ofrecer un panorama absolutamente desolador del agro zaragozano.

 

En estas circunstancias es explicable que la situación de los medieros, arrendatarios y, sobre todo, jornaleros sin tierra, fuera estremecedora. Aunque en nuestro libro se ofrecen decenas de testimonios, podemos señalar algunos de ellos suficientemente explícitos: En Épila, por ejemplo, el corresponsal del Heraldo pedía medidas urgentes antes de que los más de 400 parados que siempre se quedaban sin trabajo perecieran de hambre. En Aguilón, el corresponsal de Diario de Aragón, hablaba de la desastrosa situación económica del ayuntamiento, que le impedía ofrecer a los obreros más necesitados dos jornales por semana para evitar que sus hijos falleciesen de hambre. Según el corresponsal de ese mismo diario en una localidad que todavía padecía las condiciones feudales impuestas por su conde, Sobradiel, los colonos desahuciados por este noble se encontraban en la más absoluta miseria e implorando la caridad. Desde Torrijo de la Cañada, el corresponsal de Vida Nueva, el ugetista Eusebio Cid, después de informar de que, debido a la crisis, habían tenido que emigrar 355 vecinos, escribía, con una irónica y excelente prosa que no me resisto a transcribir: El hambre en este pueblo va en aumento. No ha de extrañar que habiendo en el pueblo terreno sin cultivar, lo tomemos por la violencia, pues tenemos un estómago y lo tenemos desalquilado; no somos pocos los que muchos días no tomamos caliente si no es el sol.

 

Y como último ejemplo (los testimonios son inagotables, ya digo), podemos citar al corresponsal del Diario de Aragón en Ateca, quien, también con magnífica pluma, escribía el 1 de mayo: El jornalero de Ateca, sufrido como el que más, resiste días y días con pan escaso y hierbas y caracoles, que la Naturaleza, más compasiva que los hombres, le proporciona para no verle morir de hambre.

 

Ante esta situación de profunda crisis económica y social y sus manifestaciones (paro obrero, precariedad laboral, jornadas reducidas, despidos, boicots patronales, bases de trabajo sin revisar durante años, retrocesos en la legislación social heredados desde el bienio negro, lentitud en la aplicación de las reformas previstas en el pacto-programa del Frente Popular, etc., etc.), parece lógico que la conflictividad social desatada durante este período fuera fortísima, sin parangón hasta entonces (más de un centenar de conflictos; de huelgas, sobre todo, según nuestras estimaciones) y que las alteraciones del orden público registradas resultaran muy frecuentes, solo que, si hasta entonces, estas alteraciones habían sido protagonizadas, fundamentalmente, por las frecuentes intentonas insurreccionales de la CNT, por los episodios de “gimnasia revolucionaria” practicados por la central anarcosindicalista, en la etapa de gobierno del Frente Popular, detrás de casi todas las provocaciones encontraremos la mano de boicoteadores, de elementos falangistas y tradicionalistas, embarcados en una guerra sin cuartel contra el régimen republicano.

 

Para combatir la crisis en la ciudad se realizaron cuatro importantes asambleas. Dos, protagonizadas por las “fuerzas vivas”, en el Ayuntamiento de Zaragoza (en las que participaron las primeras autoridades, representantes de los sindicatos obreros y de la patronal, colegios profesionales, Banca, Universidad, etc.), y otras dos, promovidas por la CNT (pero con participación de representantes del Frente Popular), en la plaza de toros de Zaragoza, adoptándose como principales medidas contra el paro la realización de 500 casas baratas, la prolongación de la calle de la Yedra (actual San Vicente de Paúl) y del paseo de la Independencia, la continuación de las obras de la Ciudad universitaria o la construcción de un muro de protección en la margen izquierda del Ebro. En el medio rural, la lucha contra la crisis fue combatida con arrojo, pero con una terrible escasez de medios, y en ella se vieron implicados los ediles, los diputados del Frente Popular, el gobernador Vera Coronel, los diputados provinciales y las organizaciones obreras. Las medidas ensayadas fueron de lo más variopinto: subidas de las contribuciones, reparto de parcelas municipales entre los más necesitados, construcción de una vasta red de caminos provinciales o aceleración de los procesos de aplicación de la reforma agraria o del rescate de bienes comunales.

 

Pero, sin embargo, como ya indico en la Introducción del libro, hubo poco, muy poco tiempo para resultados, ya que las Cortes tardaron mes y medio en constituirse, debido al complicado proceso de aprobación de las actas de diputados; y las iniciativas emprendidas contra la crisis, tanto desde las instancias regionales y provinciales como desde el Gobierno, necesitaban de algunos meses más para su materialización. Necesitaban algo más que esos cinco meses de cortesía que la “oposición” (entre comillas) otorgó al Frente Popular.

 

En la madrugada del 19 de julio, el taimado general Cabanellas, el masón que días antes del golpe fascista había realizado vehementes muestras de adhesión al régimen republicano, por medio de una “moción de censura” un tanto sui géneris (el bando de guerra), proponía otra forma de hacer política, otra forma de lucha contra la crisis social: contra el paro, Movimiento. Movimiento Nacional, por supuesto.

 

A partir de entonces, desdichadamente, la razón en marcha daría paso a la marcha de la sinrazón. Pero esa ya es otra historia.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Alejandro Díez Torre: el costismo en el origen del Consejo de Aragón

 

 

Fuente: Diario del Alto Aragón

El historiador Alejandro R. Díez Torre ha revisado la historia de Aragón de principios del siglo XX, hasta el final de la Guerra Civil. Según dice este aragonés de Benasque, el papel de los obreros en los cambios sociales ha estado excluído hasta ahora de la historia oficial. Una omisión que intenta reparar con su libro “Confederados Solidarios”. El texto aborda aspectos como la figura de Joaquín Costa entre los obreros y el Consejo de Aragón. Díez Torre es el presidente de la Sección de Historia del Ateneo de Madrid.

La historia de Aragón que nos cuentan los libros ha excluído de sus páginas movimientos sociales como los liderados por UGT y CNT, según dice Alejandro R. Díez Torre. Una deuda que el historiador quiere saldar con la obra “Confederados Solidarios”.

Díez Torre ha investigado sobre este asunto durante casi 25 años. Su libro es un estudio sobre “el Aragón popular” desde finales del siglo XIX hasta el final de la Guerra Civil.

El texto recupera la figura del obrero y, sobre todo, la influencia que sobre él ejercen corrientes de pensamiento como la de Joaquín Costa.

 

Díez Torre llama “Aragón popular a los aragoneses de la calle, a los que no tienen cargo público”. El historiador concreta que se trata de un sector que se fue preparando para sumir la gestión de Aragón al mismo tiempo que los partidos dinásticos caían en la corrupción”.

 

El autor defiende que la Historia se ha manipulado porque “los historiadores de los 80 han negado, por ejemplo, la influencia del cenetismo en el Aragón rural”.

 

En este punto, se lamenta de que la documentación sobre los medios obreros aragoneses se mantuvo “apartada en los archivos durante demasiado tiempo”.

 

En la primera etapa de la Transición, “los archivos eran fortalezas custodiadas por archiveros públicos que se creían en la obligación de preservar esa memoria fuera del alcance de los estudiosos”.

 

Algunas de las corrientes, como el Costismo, “estuvo dispersa en medios educativos y agrarios, pero no se conocía en los medios obreros”. También UGT y CNT introdujeron corrientes culturales y sociales en estos medios, añade.

 

De esta forma, “hemos perdido un Costismo constructivo, que creó fórmulas de identidad social y cultural entre los campesinos y los obreros, que la pusieron en práctica cuando pudieron, en la Guerra Civil”.

 

El historiador relata que “el pueblo estaba entonces preparado para formar  el primer gobierno  autónomo de la edad contemporánea”, el llamado Consejo de Aragón.

 

Díez Torre destaca que este órgano político nunca se ha vinculado hasta ahora al Costismo y a sectores populares como el ugetista y el cenetista. “Es la ideología de Costa transmitida de generación en generación, incluso por la vía oral”.

 

 

 

El turno de Aragón.

“Orígenes del cambio regional y turno del pueblo. Aragón, 1900-1938”

 

Fuente: Enrique Moradiellos. Universidad de Extremadura

 

El texto escrito que sigue corresponde, básicamente, a la intervención oral del autor en el acto de presentación del libro reseñado, que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el 6 de noviembre de 2003.

 

Alejandro Díez Torre, Orígenes del cambio regional y turno del pueblo. Aragón, 1900-1938, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia–Prensas Universitarias de Zaragoza, 2003, 2 vols.

 

No cabe ninguna duda de que la historia regional goza de muy buena salud en el seno de la historiografía española. Quizá cabría decir incluso que estamos sobrados de ella porque una parte de sus frutos no acierta a superar la visión del árbol para alcanzar el bosque y deviene así en un ejercicio de parroquialismo inútil a efectos historiográficos.

 

No es éste el caso, desde luego, de la densa y exhaustiva obra en dos volúmenes publicada por el profesor Alejandro Díez Torre sobre la historia de Aragón en los cuatro primeros decenios del siglo XX recién concluido (primer volumen, años 1900-1936; segundo volumen, 1936-1938). Por el contrario, se trata de un trabajo de indudable alcance nacional/estatal español (táchese libremente lo que se estime oportuno) y de indudable valor general para el conjunto de la historiografía contemporaneísta española. Dicho esto sin merma alguna de la ponderación de su calidad e importancia para la historiografía regional aragonesa, aspecto que escapa a nuestra competencia por razones evidentes: ni somos aragonés (sino asturiano), ni vivimos en Aragón (sino a caballo entre Madrid y Cáceres), ni estamos especializados en historia aragonesa (sino española y del período de la guerra civil, particularmente).

 

Habida cuenta de esos factores que revelan nuestra falta de preparación aragonesista, nos atrevemos empero a señalar unas consideraciones historiográficas de orden general suscitadas por la lectura atenta de la dos volúmenes escritos por el profesor Díez Torre. Se trata de unas observaciones, excusamos reiterar, hechas desde una perspectiva de análisis historiográfico de amplio espectro y que podrían concretarse en cuatro aspectos fundamentales.

 

En primer lugar, a nuestro leal pero falible saber y entender, el trabajo reseñado presenta una característica muy destacada y poco habitual en la producción historiográfica reciente: se trata de una obra que aborda una temática muy amplia y compleja y durante un lapso cronológico también muy extenso y variado. No en vano, el estudio constituye una completa revisión de la historia de Aragón desde las postrimerías del Desastre Colonial de 1898 hasta el final de la guerra civil en la región a medidados de 1938.

 

De hecho, a lo largo de esos cuatro decenios, los dos volúmenes pasan revista a las bases geográficas de Aragón, su estructura demográfica, la dinámica de su poblamiento rural y urbano, la composición de su población activa laboral, el perfil de su evolución económica y la naturaleza de sus movimientos socio-políticos. Prácticamente no queda nada fuera de su ámbito de atención y, por lo que respecta a los movimientos socio-políticos, el texto ofrece un informe completo de casi todos ellos: desde la implantación del anarquismo hasta el funcionamiento del caciquismo restauracionista, desde la génesis del movimiento regionalista de inspiración costista hasta el proceso revolucionario que tiene lugar en la zona oriental durante la guerra civil y a la actuación del Consejo de Aragón en esa misma etapa bélica.

 

Esta amplitud temática y cronológica convierte al trabajo del profesor Díez Torre en una verdadera historia general de Aragón durante los primeros decenios críticos del siglo XX. Y esta es, sin duda, la primera virtud que cabe atribuir a la obra desde el punto de mira de quienes no somos aragoneses ni estábamos duchos en historia aragonesa (antes de su lectura).

 

La segunda característica relevante del trabajo no es menos importante desde una perspectiva historiográfica general, según nuestro particular criterio profesional. Se trata, en este caso, de la excelente base archivística, documental, bibliográfica, hemerográfica y fotográfica que soporta y vertebra la síntesis histórica ofrecida. De hecho, en este plano, creemos sinceramente que nada cabe objetar a la obra reseñada.

 

Como demuestra el aparato crítico de las notas y el apéndice final de fuentes documentales, el autor ha consultado con sumo provecho casi una decena de archivos regionales, nacionales y extranjeros, amén de una colección hemerográfica de diarios y revistas que supera ampliamente la media centena de títulos diferentes. Por lo que respecta a la bibliografía, cabría decir que ha sido utilizado todo libro, artículo y trabajo pertinente para la materia. Y así lo demuestra el considerable volumen de las notas a pie de página existentes, donde se da cuenta de todos esos estudios con una pormenorizada evaluación de su importancia y transcendencia.

 

En cuanto al apartado fotográfico, sólo cabe decir que el número y calidad del repertorio incluido es sencillamente impresionante y constituye un poderoso aliciente para la lectura y consulta de esta obra. De hecho, la acertada combinación de texto narrativo e imagen visual es una de las virtudes más meritorias del libro porque contribuye a proporcionar una idea mucho más precisa y cabal de los procesos históricos descritos y analizados.

 

El tercer rasgo definitorio del trabajo remite ya al modus operandi del profesor Díez Torre en su calidad de historiador ducho en el oficio. Porque se trata del estilo narrativo adoptado, que combina con bastante destreza la mera exposición descriptiva, el juicio valorativo personal y la ocasional vis polémica y beligerante. En realidad, las muchas páginas que conforman la obra se hacen mucho más legible gracias a ese peculiar estilo que se filtra por el texto central, por las notas a pie de página y por las leyendas de las fotografías.

 

A este respecto, queremos subrayar que no se trata sólo de que el autor escriba bien y bellamente, con marcada calidad literaria, como sería en todo caso de esperar de cualquier profesional de la historia (aunque esta esperanza no siempre se cumpla, por desgracia). Se trata de que escribe con una evidente pasión y emoción por la temática. Una pasión que tanto le lleva a ponderar elogiosamente la obra de unos colegas (y es el caso del hispanista Graham Kelsey) como a criticar resueltamente la obra de otros (y viene a la memoria las muchas notas dedicadas a Enrique Montañés, a título de ejemplo).

 

Esta pasión desplegada en el texto nos remite a la cuarta de las características discernibles en este trabajo, según nuestro falible juicio. Se trata de lo que podríamos llamar las premisas hermenéuticas subyacentes que están en la base de la interpretación histórica hecha por el profesor Díez Torre.

 

Aún a riesgo de equivocarnos y errar en el diágnostico, nos atreveríamos a decir que la visión del autor responde a un planteamiento “costista”, a un aragonesismo enraizado en la visión de Joaquín Costa, de claras resonancias regeneracionistas y autonomistas y de muy evidente afinidad electiva con el movimiento libertario. El propio título de la obra evoca ya esas características que luego se reflejan en el conjunto del texto. Así, la apelación al “turno del pueblo” es ya un claro homenaje a la demanda de Costa sobre el necesario “turno del pueblo” que habría de acabar con el turno de los partidos dinásticos de la Restauración para despejar la vía de la democratización del sistema político español. Del mismo modo, todo el análisis de la labor del Consejo de Aragón durante el trienio bélico está penetrada de esta concepción regionalista y autonomista.

 

Por supuesto, estas premisas hermenéuticas y su materialización escrita constituyen el apartado más personal y subjetivo de la obra reseñada. Y cabe decir que este componente de afinidad personal e ideológica resulta inevitable en todo trabajo histórico por razón de la propia naturaleza de la disciplina histórica, en la que no es posible eliminar el aspecto valorativo de la interpretación científica. El autor asume ese riesgo subjetivista con honestidad y proporciona suficientes elementos de filtro crítico para contrarrestar su propia interpretación y diferir de sus lecturas, lo que le honra como profesional. Nosotros, en particular, confesamos que no acabamos de compartir su aprecio por el trayectoria del movimiento libertario ni por la actuación del Consejo de Aragón. Pero, en todo caso, también debemos señalar que las razones y argumentos avanzados por el profesor Díez Torre nos han obligado a pensar y revisar nuestras propias ideas sobre todos estos temas.

 

Ciertamente, ése es el mejor homenaje que cabe rendir a un trabajo histórico: reconocer que obliga a pensar y revisar los propios planteamientos. Por eso mismo merece la pena proceder a leer con atención la densa y estimulante obra de Alejandro Díez Torre. Por eso mismo debe recomendarse su lectura, en Aragón y fuera de Aragón.

 

 

Sumario

 

 

 

 

Enrique Domingo Rosich: el defensor del capitán Salvador Sediles

 

 

Fuente: Víctor Pardo Lancina (Heraldo de Aragón)

 

CRÓNICA DE UN MILITAR DEL EXILIO REPUBLICANO NACIDO EN ZARAGOZA, QUE EXIGIÓ UN JUICIO PARA EL DICTADOR PRIMO DE RIVERA

 

El domingo 15 de marzo de 1931 se abría la sesión vespertina de los juicios a los sublevados en Jaca con la defensa del capitán Sediles, para quien el fiscal solicitaba la pena de muerte. La tensión era máxima en la sala habilitada al efecto en el Cuartel de la Victoria, donde presidía las sesiones desde el día 13 el gobernador militar de Huesca, general de división Agustín Gómez Morato, contando entre los vocales del consejo con el general de brigada y director de la Academia General Militar de Zaragoza Francisco Franco Bahamonde. Sentada en un banco del público, con gesto de extrema preocupación se encontraba la esposa de Salvador Sediles, Julia Sampelayo. El recuerdo del juicio sumarísimo e inmediato fusilamiento de los capitanes Galán y García Hernández el 14 de diciembre en Huesca, está también presente en la sala y nadie confía en la generosidad del implacable tribunal castrense.

 

Sediles había tenido muchos problemas para encontrar un defensor no mediatizado por el capitán general de la Región, Jorge Fernández Heredia, quien puso especial empeño en nombrar “de oficio” a un militar afín al sector monárquico más recalcitrante. “Desalentado, sin saber qué hacer –cuenta el propio Sediles en su libro “Voy a decir la verdad!” (Zeus, 1931)– elegí al capitán Domingo como podía haber elegido a otro cualquiera. Yo no conocía a Domingo. El capitán general creyó, sin duda, que la modesta jerarquía militar del capitán y su incógnita actitud dentro del ejército le coaccionarían en el sentido de no atreverse a decir nada contra el Gobierno”. Fernández Heredia se equivocó.

 

El orfanato de artilleros en Segovia

 

Enrique Domingo Rosich había nacido en Zaragoza, en la calle Cerdán, el 30 de marzo de 1902. Era el mayor de tres hermanos que muy pronto quedaron sin padres, al cuidado de la abuela y más tarde fueron internados en el Colegio de huérfanos de Artillería, en Segovia. Enrique, Antonio y Luis Domingo Rosich eligieron la misma carrera militar y arma que su padre, si bien Antonio, una vez acabada la guerra, abandonó el ejército y se hizo policía. Concluidos los estudios en la Academia, donde llegó a licenciarse en ingeniería industrial, Enrique aprendió a volar en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos y después fue destinado a África, participando como piloto en arriesgadas acciones de apoyo a las fuerzas de tierra que combatían en Marruecos.

 

Republicano de firmes convicciones democráticas de las que nunca abjuró, masón de la Logia Constancia donde figura con el nombre clave de “Marat”, Domingo Rosich contaba con un brillante historial como oficial de Artillería, pero no se vio involucrado en movimiento sedicioso alguno contra la Dictadura de Primo de Rivera, de ahí que la elección como defensor en Jaca dejó de todo punto indiferente al severo tribunal. Seis procesados acordaron nominar a Enrique Domingo, el capitán Salvador Sediles y el teniente Eustaquio Mendoza para los que el fiscal solicita pena de muerte, mientras pide cadena perpetua para los otros cuatro, los tenientes Guillermo Marín –otro interesante personaje del exilio, casado en septiembre de 1935 con la hermana de Ramón J. Sender, Maruja– y Antonio Romero, y los maestros armeros Rogelio Segovia y Telesforo Urdongaray.

 

Sin duda, el procesado sobre el que pesan más cargos y en los que el acusador hace mayor hincapié es Sediles, quien sublevó en la madrugada del 12 de diciembre al batallón de la Palma, alojado en el Cuartel del Estudio y se dirigió al mando de una columna de doscientos hombres por ferrocarril hasta Huesca, aunque no pudo alcanzar su objetivo. El capitán Sediles logró huir durante unos días tras el enfrentamiento de Cillas, pero es muy probable que de haber sido apresado de inmediato hubiera muerto en las tapias del polvorín de Fornillos junto a su admirado Fermín Galán, y quién sabe qué suerte hubiera corrido Ángel García Hernández, cuya muerte fue, dicho en este contexto, de todo punto innecesaria.

 

El defensor invoca, en primer término, el “sagrado derecho de defensa” y comienza un alegato en el que tratará de probar que la auténtica rebelión fue el golpe de estado de Primo de Rivera, y es precisamente a este militar al que habría que sentar en el banquillo de los acusados. Cita Domingo la frase histórica pronunciada por Malesherbes en la defensa de Luis XVI (diciembre, 1792): “Traigo a la convención la verdad y mi cabeza. Podréis quitarme ésta, pero no será sin antes haber oído aquella”. El presidente y los vocales del consejo están confundidos.

 

Ruido de sables: Franco se agita

 

“El 13 de septiembre de 1923 se cometió un delito –transcribe el cronista de ‘El diario de Huesca’ acerca del alegato de Domingo–. Ocho años hace que España vive sin Parlamento, sin Gobierno legítimo, sin libertades públicas, y con la constante dejación de llamar espíritus no conformes, escoria de la raza e hijos espurios y malos ciudadanos a quienes así piensan”. Enrique Domingo afirma que el directorio militar es “anticonstitucional” y ha llevado a España a un “vergonzoso estado” con el que los sublevados querían acabar. “Llevar a la presidencia del Gobierno al rebelde victorioso y matar al supuesto rebelde vencido, es algo que repugna a todo sentimiento limpio y no se concibe que tamaña injusticia pueda cometerse por un tribunal de justicia”. El final de cada párrafo dejaba respirar a la sala, al tiempo que el tribunal se agitaba en sus asientos y el presidente trataba de poner orden a golpe de campanillazos apenas audibles.

 

Domingo fue llamado a capítulo y apercibido por Gómez Morato, pero continuó imperturbable: “Si se quiere juzgar a los hoy procesados, júzguese también a quienes se revelaron contra la Constitución del Estado en compañía de Don Miguel Primo de Rivera”. Franco no pudo contenerse, su sable golpeaba con ira la mesa presidencial mientras clamaba fuera de sí, que cesara el ataque contra el dictador e implícitamente contra el monarca. El presidente ordenó a Enrique Domingo que entregara los folios que estaba leyendo y concluyera la puesta en escena. Se acercó al estrado y los arrojó ante Franco mientras pedía la libre absolución de todos sus patrocinados. El periodista del “Diario de Huesca” sortea las dentelladas de la censura y escribe: “La sesión ha resultado interesantísima por los incidentes que ha provocado con la presidencia la defensa de Sediles”.

 

El 17 de marzo el tribunal militar comunica las sentencias: el capitán Salvador Sediles es condenado a muerte, Mendoza y Marín cadena perpetua, Romero y Segovia doce años y otros tres para Urdongaray. “Y como si no se tratase de él –confiesa Julia Sampelayo a la revista ‘Crónica’ una semana más tarde– cogió un pastel y se lo puso a comer. Yo rompí a llorar, y él, para consolarme rió y me gastó bromas. Ni un solo momento decayó su espíritu. Por la noche llegaron unas visitas. Salvador estaba sereno. Acudió el capitán Domingo, abatido y pálido. Pretendía disimular su estado. La reducción a una sola condena a muerte hacía presumible que el fallo se ejecutaría”. Sin embargo, la calle, las calles de media España eran un auténtico clamor exigiendo el indulto y la amnistía general. Esteban Gómez, en su obra ya clásica sobre la sublevación, “La insurrección de Jaca” (Escego, 1996), recuerda las frases voceadas por los vecinos de Jaca en una gran manifestación: “¡Así se habla! ¡Así se piensa! ¡Así se hace una defensa!”.

 

El rey, ante el estado de agitación general y las innumerables solicitudes de clemencia, se ve obligado a firmar el indulto y Sediles accede a la pena inferior, cadena perpetua. Pero la actuación de Enrique Domingo ha ido demasiado lejos, y su conducta levantisca y el tono político de la defensa –“aquí existe” afirmó, “un estado de opinión favorable a la República, cuya mayor o menor extensión podrá discutirse, pero cuya certeza o importancia no cabe desconocer a menos de estar espiritualmente ciego”– han encendido al consejo de guerra, el general Agustín Gómez Morato lo arresta enviándolo a cumplir el castigo al palacio de la Aljafería.

 

El aeródromo de Sariñena

 

La proclamación de la República en abril sacó a los presos de las cárceles. Manuel Azaña, ministro de la Guerra en el Gobierno Provisional promulga el día 23 la que se conocerá como “Ley Azaña”, en virtud de la cual, los militares que lo desearan podían abandonar el ejército. Enrique Domingo, probablemente desengañado y dolido por la previsible falta de solidaridad de sus compañeros, se acoge al decreto y deja la milicia. Se queda a vivir en Zaragoza. En 1933 se casa en Cardona (Barcelona) con Luisa Aramburu, que sólo tiene 16 años. Luisa es hija del administrador de una mina de potasa propiedad de la Unión Española de Explosivos. La Guerra Civil sorprende a Domingo Rosich en Cardona, viaja a Barcelona y se presenta a la Generalitat poniéndose al servicio del Gobierno.

 

Su primer destino lo lleva a Sariñena, al aeródromo que en las cercanías del término de Albalatillo se ha inaugurado en agosto y que está dirigido por fuerzas del PSUC al mando del comandante Alfonso Reyes. Durante estos meses se produce un terrible episodio, ya que su hermano Luis, quien combate en el bando franquista en las inmediaciones de Huesca, ha sido apresado y va a morir fusilado. Enrique lo salva y lo lleva a la frontera con Francia por donde huye, aunque volverá a combatir de nuevo con los suyos. En diciembre de 1936 asciende a comandante y dos meses después a teniente coronel, siendo nombrado jefe de estudios de la Academia para Oficiales y Clases del Instituto de Carabineros, donde pasó casi toda la guerra, no sin antes haber combatido en la defensa de Madrid coincidiendo con Durruti en la fecha de su muerte.

 

En el duro invierno de 1939, Luisa, la esposa de Enrique, está embarazada pero junto a su hija María Luisa y su padre, atravesarán los Pirineos nevados camino del exilio, donde nacerá María Patrocinio y más tarde el tercer y último hijo del matrimonio, Enrique. Trabajan en una granja y han podido eludir los campos de concentración, pero Enrique colabora con el maquis y es descubierto, debiendo abandonar la vida en la granja y marchar a París, empleándose en una industria metalúrgica. Al final de la Segunda Guerra Mundial Europa ha quedado arrasada, y Enrique Domingo decide viajar con los suyos a Venezuela, en cuya Universidad Central de Caracas dará clases al tiempo que es profesor de balística en la Academia Militar.

 

Enrique Domingo Rosich regresó a España en la década de los setenta, a punto de morir el dictador. Celebró en Zaragoza su 80 cumpleaños rodeado de toda su familia y falleció poco más tarde, el 15 de abril de 1982. Está enterrado en el cementerio de Torrero.

 

 

En la muerte de Durruti

 

Patricia Romero Domingo, periodista, nieta de Enrique Domingo, trabaja en la redacción de un libro que recupere la memoria de su abuelo, “una persona noble, de apariencia y de espíritu –sostiene–, consecuente con sus ideas y que, por circunstancias se vio separado de su tierra, que llevó siempre en el corazón”. La tarea no es sencilla, dado que no hay una documentación demasiado abundante en torno al personaje, y además era un hombre discreto, de poco hablar. Hasta tal punto, que sólo muchos años después de ocurridos los hechos reveló que él mismo había estado presente en la muerte de Durruti en la Ciudad Universitaria de Madrid. “Lo sostuvo en sus brazos”, dice Patricia, relatando el oscuro episodio acerca del que tanto se ha especulado y en torno al que se estableció un ominoso pacto de silencio. La muerte del carismático dirigente anarquista no tuvo tintes heroicos, y de acuerdo con el testimonio posterior de su chofer, Clemente Cuyás, fue consecuencia de un desgraciado accidente, ya que el tiro mortal que le atravesó el pecho salió de su propia arma al golpearse contra el suelo.

En aquel momento pareció más oportuno lanzar acusaciones contra el enemigo comunista, o los francotiradores, de manera que el hecho quedó, desde ese mismo instante, contaminado de sospechas y sembrado de incertidumbres. Enrique Domingo confesó este episodio a algunos familiares, y también a su amigo oscense y pariente lejano Julio Nogués: “Durruti murió en sus brazos, me aseguró Enrique, aunque sin precisar muchos detalles”.

 

Los Domingo Rosich aparecen ligados con Nogués en circunstancias dramáticas. Luis Domingo, capitán del bando “nacional” fue a Huesca el 17 de noviembre de 1936, a requerimiento de la esposa de Julio Nogués Sánchez, inspector de correos de 42 años y secretario en la ciudad de la agrupación de Izquierda Republicana. Había sido detenido a mediados de agosto y todo hacía presagiar que iba a ser fusilado. Domingo Rosich llegó demasiado tarde. Julio, el hijo, recuerda cómo desde el balcón de su casa en el Coso Alto, ubicada frente a la comisaría, vio discutir acaloradamente a Domingo y al capitán Adrados, jefe de las defensas de la ciudad, y entonces supo que su padre había muerto. Probablemente tras este viaje, el libro de Patricia lo aclarará, Luis es detenido por el ejército gubernamental y a punto ser fusilado, su hermano Enrique lo salva y lo saca de España.

 

A lo que se ve, todavía hay muchas historias de vida y de muerte por escribir.

 

 

 

Sumario

 

 

 

 

Homenaje al piloto ribagorzano de la República, Gerardo Bielsa Lacorte

 

 

Fuente: Diario del Altoaragón

Se disputó en Castejón de Sos el Trofeo Bielsa-Lacorte, una competición de aterrizajes de precisión en pista para ultraligeros, de ámbito internacional.

Esta prueba ha sido creada por el Club de Aviadores de Montaña de Aragón en honor a la memoria del legendario piloto de caza de la Guerra Civil española, Gerardo Bielsa Lacorte (1918-2000), hijo de Castejón de Sos.

Esta modalidad competitiva tiene su origen en la “Coupe Geiger”, creada en 1979 por la asociación suiza de pilotos de glaciar en memoria de Hermann Geiger, legendario piloto pionero del vuelo en montaña en Europa, que creó las bases de la técnica de aterrizajes y despegues en pendiente utilizada hoy en día por miles de pilotos.

 

 

Gerardo Bielsa Lacorte

http://www.aire.org/gce/pil_rep/bielsa.htm

 

Nacido en Castejón de Sos, Pirineo Aragonés, el 18 de febrero de 1918.

 

En los primeros meses de la guerra acudió a una de las, también primeras, convocatorias para pilotos en la Base Aérea de San Javier en Santiago de la Rivera. Ingresó en la academia el 8-12-1936. Superado el curso, fue enviado con un grupo de treinta pilotos a Esbly (Francia) cerca de París, para formarse bajo la disciplina de pilotos franceses de la primera guerra mundial.  Regresó a España donde completó la especialidad de   piloto de Polikarpov  I-15  (Chato) y Polikarpov  I-16 (Mosca) en la base de el Carmolí, siendo uno de los primeros pilotos españoles que volaron el I-16.Ascendido a Sargento el 6-7-1937 y a  teniente el 11-3-1938.

 

Durante la guerra participó en numerosas misiones, desde aeródromos de Aragón, Levante y Cataluña. Fue herido en combate el 20-1-1938, volando con un Chato sobre la sierra de Teruel, al ser ametrallado por un Messerschmitt Me-109 que descendía en picado desde gran altura donde estaba combatiendo con los Moscas.  Aterrizó en la ladera de una montaña, salvando el avión, que tuvo que ser desmontado a piezas para bajarlo. Terminada la guerra fue condenado a 20 años de prisión, pero salió en libertad al cabo de dos años.

 

 

Más información sobre la aviación republicana en el frente de Aragón

http://www.barranque.com/guerracivil/aviacion.htm

 

 

 

Sumario

 

 

 

La exposición “Kati Horna: Una experiencia de vida” en México.

Imágenes de la guerra civil en Teruel y en Aragón

 

 

Fuente: http://www.arts-history.mx/Noticiario/index.php?idNoticia=1163

 

Una significativa selección de 30 imágenes en blanco y negro, que conlleva a la lectura certera de la amplia temática asociada con un movimiento social extremo en el que convivieron la vida y la muerte como lo representó la Guerra Civil Española (1936-1939), es lo que el público podrá apreciar en la exposición itinerante Kati Horna: Una experiencia de vida, que se exhibirá del 2 al 23 de julio en La Tallera, Museo Casa Estudio de David Alfaro Siqueiros de Cuernavaca, Morelos.

La muestra, la cual formó parte de Fotoseptiembre 2003, recoge imágenes en plata sobre gelatina realizadas por la fotógrafa de origen húngaro, Kati Horna (1912-2000), para dejar ver una tendencia claramente documental, sin hacer a un lado algunos tintes surrealistas.

Se trata, en otras palabras, de un reflejo humano sobre los acontecimientos en Aragón, Valencia, Madrid, Barcelona y Lérida durante la contienda, y el testimonio de la vida diaria de una población que transitaba hacia la democracia por medio de las armas.

Para Olivier Debroise, investigador y crítico en artes visuales, Kati Horna fotografió la guerra que quebró a su país adoptivo, España, evitando el tono épico y la lírica fúnebre de los fotorreporteros profesionales que estaban en busca de un impacto mediático.

“Su condición de mujer, tal vez, no le permitió llegar a la línea de fuego; no por ello, las imágenes de ancianas recluidas en un sótano, las de niños abandonados en pueblos arrasados, o bien, la del brigadista suspirando a pleno sol, y la del muchacho disparando entre las casas de adobe, llegan a ser menos atroces en tanto que representan la guerra”.

En este sentido, se puede afirmar que la fotógrafa atrapó el rostro de los civiles transformado por el sufrimiento; las miradas y las expresiones de personas que frente a sus ojos tuvieron un panorama de destrucción, como la nodriza amamantando en un centro de refugio, o bien, a la campesina en Madrid, la última civil evacuada de Teruel; y algunos otros retratos que será posible apreciar durante su paso por La Tallera.

Lo relevante, entonces, es que para la fotógrafa la visión profunda de los acontecimientos, aparentemente cotidianos pero capaces de reflejar una magia interna, convertía la realidad en un sueño o en una realidad distinta y fantástica.

De acuerdo con su propia hija, Norah Horna, Kati, discreta y con rigor en el oficio, talento y amor por la imagen adquiridos a lo largo de más de 60 años de trabajo ininterrumpido, creó un legado de más de treinta mil negativos, cuatro mil fotografías de época, carteles, fotomontajes y objetos que penetran en el alma de cada uno de sus personajes.

“Ella siempre fue coherente con el planteamiento de que la materia la dicta el tiempo y es el tiempo el que nos muestra que tenía razón. La herencia más importante que nos deja a todos trasciende al recuerdo de una vida cotidiana irrepetible, donde el amor, el conocimiento y la tenacidad fueron la base de su realización. Al observar sus trabajos, comprendo mejor aquella frase suya, que siempre decía: lo único importante es lo inolvidable”.

Kati Horna nació el 19 de mayo de 1912, iniciándose en la fotografía desde temprana edad y estudiando en el Taller de Jósef Pécsi en Budapest. En 1932 realizó en París importantes series fotográficas para la agencia francesa Agence Photoç Aluhgas, las cuales recuerdan actitudes de carácter surrealista que la sitúan como una simpatizante cercana de este movimiento intelectual, del que por cierto nunca aceptó formar parte.

Sus primeros reportajes gráficos: El mercado de las pulgas (1933) y Los cafés de París (1934) los realizó para la compañía francesa aludida; a partir de ese momento enfocó su creatividad para detectar lo “insólito cotidiano”. Construyó sus propias historias visuales donde puso de manifiesto su creatividad al producir escenas fantásticas llenas de símbolos, dejando ver su expresividad y su propia realidad.

Su llegada a México la hizo cuando había alcanzado ya los 27 años junto con su esposo José Horna. Desde ese momento nuestro país se convirtió en su segunda patria y permaneció en él hasta su muerte el 19 de octubre de 2000. Su actividad como docente marca sin lugar a dudas un importante papel en el desarrollo de la fotografía en México, además de evidenciar un trabajo de un profundo intimismo conceptual.

Impartió clases en la Escuela de Diseño en la Universidad Iberoamericana (1958-1964) y posteriormente en la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA (1965-1968), para después ingresar al Taller de Fotografía de la Antigua Academia de San Carlos desde 1973 hasta el año en que falleció.

A lo largo de su trayectoria, las tomas de sus fotorreportajes son diversas, sin embargo el retrato fue uno de los géneros que produjo con mayor frecuencia y eficacia. El rostro siempre fue el punto central, los demás elementos que aparecían permitieron enfatizar la intención de la toma apropiándose de sus personajes para entregarlos al espectador.

En esta exposición se pueden ver imágenes que “transportar lo insólito cotidiano a la realidad”: el rostro de la población que vivió la Guerra Civil Española, y a través de ellas se vislumbra la mirada esencial de Una experiencia de vida.

La muestra Kati Horna: Una experiencia de vida llega a La Tallera, Museo Casa Estudio de David Alfaro Siqueiros de Cuernavaca, Morelos, donde se inaugurará el viernes 2 de julio, con el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, la Fundación Kati y José Horna, A.C.

 

 

 

Sumario

 

 

 

En torno a la presentación de “Memorias de una vida” de Palmira Pla

 

 

Fuente: Víctor Juan Borroy

 

Hay acontecimientos que sólo pueden interpretarse desde la dimensión moral que indudablemente encierran. Éste es el caso de la presentación de Memorias de una vida,  de Palmira Pla Pechovierto (Cretas, Teruel, 1914), el jueves 27 de mayo en la Fundación Bernardo Aladrén de Zaragoza. Palmira Pla era una joven y entusiasta maestra a quien sorprendió la guerra incivil en Teruel. Durante la guerra fue la delegada de Colonias Escolares en Aragón. En 1939 cruzó la frontera francesa en compañía de Pilar Ponzán, Manuel Latorre, y de Caridad Olalquiaga, maestros de Jaca (Huesca). Después de la segunda guerra mundial se exilió con su marido en Venezuela, donde fundaron el Instituto Calicanto. A principios de los años setenta volvieron a España. Palmira Pla fue diputada en las Cortes Constituyentes. Con el dinero que obtuvieron de la venta del instituto Calicalto crearon la Fundación Adopal, con sede en la Universidad Carlos III, que concede unas becas que permiten que jóvenes venezolanos vengan a estudiar a universidades españolas.

 

Palmira Pla estará en Zaragoza el próximo jueves con Enrique Satué y con Hermino Lafoz -las personas que más han trabajado para recuperar el testimonio de esta maestra- y con todos aquellos que quieran participar de esta fiesta de la inteligencia y de la memoria.

 

 

“Momentos de una vida” de Palmira Pla

 

Todo el mundo estaba haciendo tiempo, desgranando banalidades con la mirada puesta en la entrada del Centro de Formación Arsenio Jimeno. Cuando ha llegado Palmira Pla (Cretas, Teruel, 1914), se ha hecho un respetuoso silencio. Los ojos de Palmira Pla reflejaban la serena emoción de quien vuelve a casa después de haber vivido largo y extenso.

 

Lo primero que hago con los libros, antes de leerlos, es acariciarlos. No he tenido tiempo de leer, ni siquiera un poco, Momentos de una vida. Lo haré mañana. No me importa esperar. A veces los más intensos placeres son, precisamente, los placeres demorados. 

 

 

Palmira Pla: un compromiso irrenunciable

 

Fuente: Víctor M. Juan Borroy, en “Artes & Letras” suplemento de Heraldo de Aragón.

 

Palmira Plá Pechovierto, Momentos de una vida, Zaragoza, Fundación Bernardo Aladrén, 2004, pp. 454.

 

Hubo en España una generación irrepetible de maestros en la edad de oro de la Pedagogía, que fueron las luces de la República, como decía el padre de Moncho en La lengua de las mariposas, el estremecedor cuento de Manuel Rivas. Palmira Plá Pechovierto (Cretas, 1914) hizo frente a las mil caras de la adversidad, desde la poliomielitis que sufrió a los dos años, hasta la serenidad con la que aguantó las provocaciones de los partidarios del general Franco durante los momentos más difíciles de la Transición, pasado por su firme voluntad de cursar los estudios de maestra, la convicción con la que trabajó para levantar su escuela en Venezuela, o su manera de “no mirar atrás” después de superar las dificultades de las guerras y del exilio. Quizá nazca del compromiso irrenunciable de Palmira Plá con la educación y con la libertad, la dignidad que proyecta hoy su mirada.

 

Siendo estudiante de magisterio en Teruel, Palmira Plá acudía a la Casa del Pueblo para enseñar a leer a mujeres que, como era frecuente, no habían asistido durante su infancia a la escuela. Allí inició su relación con el Partido Socialista Obrero Español y con la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE).

 

Durante la II República, fue alumna del Plan Profesional, el mejor plan de formación de maestros del siglo XX, pero apenas tuvo tiempo de ejercer el magisterio y de poner en práctica las ideas que en la Escuela Normal de Teruel le transmitía Rodolfo Tomás y Samper, el profesor que más influyó en ella, porque la sublevación militar de julio de 1936 le robó la juventud y la posibilidad de seguir trabajando en un oficio que la cautivaba.

 

La dimensión moral de la palabra

 

Más allá del valor literario de estos textos en los que una persona recrea, dibuja o inventa parte de su vida, lo que importa es el testimonio que el autor proporciona de hechos y acontecimientos que han sido significativos en su vida. Conocemos de esta manera episodios que no conoceríamos de otro modo. Aunque hay una gran diferencia entre diarios, memorias, dietarios, epistolarios, etc., todos ellos son documentos que iluminan una parcela de la realidad, narraciones que sirven de refugio al yo.

 

En el caso de Palmira Pla, Momentos de una vida tiene, además, una evidente dimensión moral porque se trata de la recuperación del testimonio de una mujer a quien una guerra injusta llevó lejos de su familia, de su casa y de su patria. Este libro es la celebración de la recuperación de la memoria arrebatada.  Afortunadamente, en Aragón disponemos del testimonio de maestros como Santiago Hernández Ruiz (Una vida española del siglo XX. Memorias (1901-1988), Zaragoza, Instituto de Ciencias de la Educación) o María Sánchez Arbós, (Mi diario, Zaragoza, Consejería de Educación del Gobierno de Aragón, 2001).

 

En Caspe, Palmira Plá fue la responsable de las colonias escolares que se organizaron para proteger a la infancia de los horrores de la guerra, como ha estudiado Enrique Satué, autor del prólogo de estas memorias, en Los niños del frente (Huesca, 2003). Cuando la situación se hizo insostenible en Aragón, Palmira Plá se dirigió a Cataluña y de allí al exilio.

 

En Francia -donde los republicanos españoles eran considerados como rien, nada, niente-, esta joven maestra conoció la solidaridad de los perdedores, de los perseguidos porque recibió el amparo y la protección de judíos, de polacos o de rusos que compartieron con ella cuanto tenían. También sintió de cerca el odio y el desprecio por la vida que pueden anidar en el corazón del ser humano cuando el maestro Francisco Ponzán Vidal le pidió que acudiera a Toulouse para ayudarle. Ella le llevaba ropa limpia y comida a la cárcel hasta que, dos días antes de que los alemanes abandonaran la ciudad, el 17 de agosto de 1944, asesinaron de una manera brutal a Ponzán.

 

En noviembre de 1946 Palmira Plá se casó con el Adolfo Jimeno Velilla, un joven socialista de Zaragoza a quien conoció durante la guerra civil. Unos meses más tarde, embarcaron en el “Colomby” rumbo a Venezuela. Salvadas las dificultades iniciales, comenzaron a dar forma al sueño de su vida: el Instituto Escuela-Calicanto, que empezó a funcionar en Maracay con quince niños, pero que multiplicaba anualmente la matrícula.

 

En 1974, una grave enfermedad de su marido hizo que regresaran a España, buscando un clima más favorable. Ella solicitó el reingreso en el magisterio y le adjudicaron la escuela de Valdealgorfa (Teruel) y después la de Almazora (Castellón). Invitada por Felipe González, se presentó a las elecciones y fue diputada por el PSOE en las Cortes Constituyentes.

 

Con el dinero que obtuvieron de la venta del Instituto Escuela Calicanto, Palmira Plá y Adolfo Jimeno crearon una fundación, Adopal, con sede en la Universidad Carlos III de Madrid, que concede las becas “Palmira Plá” para que universitarios venezolanos puedan estudiar es España.

 

Sólo han pasado unas semanas desde que Palmira Plá estuvo en Zaragoza presentando Momentos de una vida, un libro que nos permite recuperar la trayectoria de una maestra aragonesa, y que nos acerca al ambiente pedagógico de una época. Además de la propia vida de Palmira Plá, estas memorias están tejidas con retazos de otras vidas, de otros sufrimientos y de otras pasiones como las de los maestros Paco Ponzán, Caridad Olalquiaga o Manuel Latorre; la de su propio padre, Miguel Plá, guardia civil fiel al gobierno de la República; la del líder socialista Arsenio Jimeno. Junto a las historias de exiliados, de víctimas y de supervivientes, desfilan por las páginas de esta obra crónicas de compromisos, de lealtades y de amores imposibles. Lean este libro porque la lectura de Momentos de una vida es un alegato contra el olvido.

 

 

 

Sumario

 

 

 

“Camino de Huesca, en el último tramo”.

Diario de guerra de la enfermera Agnes Hodgson

 

 

Fuente: Víctor Pardo

 

La doctora Judith Keene, especialista en estudios sobre la Guerra Civil española y profesora de Historia Moderna de Europa en la Universidad de Sydney, anotó y editó en 1988 el interesante diario de la enfermera también australiana Agnes Hodgson, quien durante todo el año 1937 trabajó como voluntaria en los improvisados hospitales de los pueblos monegrinos de Grañén, Poleñino o Sariñena, y también algunas semanas en Fraga y Boltaña. El libro, actualmente en fase de edición en español, lleva por título The last mile to Huesca (Camino de Huesca, en el último tramo, de acuerdo con la traducción de José Agustín Goytisolo), que se corresponde con un hermoso verso del escritor inglés John Cornford, muerto en la batalla de Lopera (Jaén) en diciembre de1936, tras su paso por el frente de Huesca unos meses antes. El diario recrea con precisión y descripciones que a menudo sobrecogen, la densa atmósfera de los hospitales del frente y la retaguardia, sujetos a penurias económicas y materiales que la solidaridad internacional, el idealismo de médicos y enfermeras, o el apoyo de las gentes sencillas de los pueblos altoaragoneses, apenas podían paliar.

 

 

Cuatro enfermeras australianas, dos de ellas militantes comunistas, partían del puerto de Sydney el 24 de octubre de 1936. Con la intervención del Comité Victoriano Contra la Guerra y el Fascismo, que recaudó fondos de ayuda a España en Melbourne, Adelaida y otras ciudades australianas solidarias con la causa de la República, las mujeres voluntarias iniciaron un largo viaje hasta Nápoles donde hicieron la primera escala el 25 de noviembre, Toulon y Marsella, puerto al que arribaron el día 28 y donde establecieron contacto con los representantes del Partido Comunista Español y el Frente Popular. El cónsul español facilitó los trámites para viajar hasta Barcelona y a través de la Unidad Británica de Ayuda Médica y el Socorro Rojo Internacional, hacer acopio de material sanitario e incorporarse al destino de guerra que se les asignara. Agnes Hodgson se alojó en el Hotel Colón, sede del PSUC, la mayor parte del tiempo que hubo de permanecer en la ciudad Condal. Sus tres compañeras fueron enviadas a Albacete, al cuartel general de las Brigadas Internacionales. Nuestra diarista Hodgson, a finales de diciembre entró en contacto con una enfermera que trabajaba en Grañén, y a partir de este momento solicitó este destino que le fue asignado el 11 de enero.

 

La localidad de Grañén se encontraba a escasos diez kilómetros del frente, y en un punto de conflicto no sólo por la influencia del cerco de Huesca, también a causa de la muy disputada posición de Tardienta, donde los bombardeos eran constantes y cruentos. El hospital, como en todos los pueblos donde se establecían centros sanitarios, no era sino una casa principal incautada y adaptada a las labores sanitarias. Al tiempo, se utilizaba un tren como hospital móvil recorriendo la línea entre Grañén y Lérida. Las condiciones de trabajo, con todo, eran siempre difíciles, y el hecho de que el personal sanitario estuviera bajo la tutela de la columna comunista Karl Marx mientras en los pueblos colectivizados gobernaran los anarquistas, dificultaba la convivencia. Agnes Hodgson nos habla del temible responsable del Comité de Grañén, al que apodaban «Pancho Villa» y cuyo carácter atrabiliario agriaba las relaciones con más frecuencia de la que era aconsejable en las duras circunstancias de la contienda.

 

El libro a que nos referimos es un fresco en el que hallamos referencias a personajes muy importantes en el mundo de la sanidad, como el doctor Norman Bethune, pionero en las transfusiones de sangre que tantas vidas salvaron y célebre en su caso, por la ayuda prestada en la evacuación de Málaga. Igualmente son citados los políticos más significados y los militares responsables de las campañas de Huesca, Tardienta y el amplio frente de Aragón durante el año 1937.Asimismo, detalla el ambiente en Poleñino, donde se establece un gran centro al que son evacuados milicianos mutilados, otros gravemente heridos por la metralla fascista o simplemente enfermos de fiebres derivadas de la deficiente e insalubre alimentación.

 

Pero no todo son penurias en el diario de Agnes, también describe sus jolgorios en los bares de Sariñena o en las fiestas particulares que médicos y enfermeras organizan para rebajar el ambiente de tensión a que se ven sometidos apenas sin sosiego. Vino, cerveza, anís o coñá alegran el espíritu y hacen soportable el olor de la sangre, las carencias e incomodidades de toda índole.

 

Agnes Hodgson abandona España el 19 de octubre de 1937, tras haber permanecido las últimas semanas en Fraga y Boltaña, y luego de constatar las grandes dificultades que enfrentaba el Gobierno de la República para hacer frente a una guerra cruenta y desigual. The last mile to Huesca es un testimonio de primera mano, veraz y lúcido, escrito con pasión y coraje.

 

(NOTA: Agradecemos al estudioso hispanista Paul Adkinson la primera traducción de este diario, editado en Australia por New South Wales University Press)

 

 

 

 

Sumario

 

 

 

Presentado en Zaragoza un libro sobre el general republicano Vicente Rojo

 

 

Fuente: El Periódico de Aragón

 

"Este es el último libro de un ciclo sobre una tansición democrática española en la que tuvieron un papel muy destacado (a favor o en contra), los militares. Yo viví eso desde dentro". Javier Fernández López, militar, profesor universitario, escritor y actual delegado del Gobierno en Aragón presentaba ayer en el Paraninfo de Zaragoza su último libro: General Vicente Rojo: Mi verdad (Mira Editores). En el acto, presidido por Marcelino Iglesias, intervinieron la vicerrectora, Natividad Fernández; el decano de Filosofía, Miguel Angel Ruiz; y el editor, Joaquín Casanova.

 

Se trata de una biografía del militar nacido en 1893 y fallecido en 1966 que "en la guerra civil representó la dignidad y el sentido del deber frente a la barbarie militarista", según indica el propio autor desde la portada. Tras haber publicado obras como El Rey y otros militares , la Biografía de Sabino Fernández Campo , 17 horas y media sobre la ocupación del Congreso el 23-F y su ensayo sobre la Unión Militar Democrática (UMD), Fernández López dio este "giro" retrospectivo hacia la investigación sobre un militar de la guerra civil "por coherencia".

 

El decano explicó como el autor, "en busca de reconstruir la razón democrática en el ejército" en el tardofranquismo y la transición, tuvo que mirar atrás, hacia "los militares barridos por la guerra". Y explicó cómo la jubilación de una primera oleada de militares de carrera dio paso a los alféreces provisionales muy ideologizados. "Por eso costó democratizar al ejército --dijo, en la transición".

 

Fernández López declaró que vio abierto el camino para esta biografía cuando hace tres años la familia de Rojo autorizó la investigación de su archivo: "He estudiado la vida de un hombre ejemplar, uno de los hombres más importantes de nuestra historia; honrado y decente, que antepuso los principios a las conveniencias", indicó el autor.

 

Su libro explica la dura formación del Vicente Rojo niño, que no llegó a conocer a su padre, internado en el colegio de huérfanos de Militares, la pérdida de la madre a los 13 años, alumno aventajado de la Academia de Toledo cuatro cursos más joven que Franco. El interés del joven oficial por poner al día una enseñanza militar obsoleta. Su despego del arribismo africanista del que se aprovecharon otros compañeros de profesión. El hombre católico que permaneció fiel a la República, que dirigió batallas y se mantuvo leal hasta el final. Su exilio, su vuelta a España donde quería morir y su juicio y condena. Y los nueve años en los que se le hizo el vacío más absoluto hasta que murió.

 

 

 

Vicente Rojo, el general marcado por el sentido del deber


Fuente: Heraldo de Aragón

 

Al hablar del general Vicente Rojo, durante muchos años se ha empleado el término "contradictorio". Pero no lo fue o, al menos, no más que cualquiera otro de sus contemporáneos. Rojo fue un estratega de primera fila -sepultado por la historiografía franquista- que, antes que nada, quiso que su vida estuviera regida por la dignidad, el sentido del deber y la lealtad a la palabra dada. Javier Fernández López, investigador de temas militares y delegado del Gobierno en Aragón, acaba de publicar una biografía sobre Vicente Rojo, militar de vida apasionada y apasionante, que llegó a ser Jefe del Estado Mayor Central del Ejército Republicano durante la Guerra Civil. Se titula "General Vicente Rojo: mi verdad", y acaba de publicarla Mira editores.

"Rojo era un hombre ejemplar -señala Javier Fernández-, un hombre honrado, decente, que antepuso siempre los principios a las convivencias". Y quizá ahí resida el por qué de su "carácter contradictorio". Y es que Rojo "hubiera tenido muy fácil triunfar en el otro bando. Por sus creencias, católicas, que estaban en el lado franquista; o por la mayoría de sus amigos, que también peleaban con los insurgentes; o por la familia de su mujer, que estaba claramente del lado de los sublevados... A lo largo de la guerra civil tuvo muchas oportunidades de pasarse al otro bando, y todas las desechó: quiso cumplir hasta sus últimas consecuencias el juramento de fidelidad que había hecho con la República. Y no le faltó humanidad: en los primeros días de la contienda ocultó en su propio domicilio a mujeres e hijas de compañeros militares que se habían pasado al bando de Franco".

El libro recorre toda la vida de Vicente Rojo, desde su infancia dura y difícil -su padre murió antes de que naciera y su madre cuando aún era muy niño-, hasta su muerte en 1966. Entre ambos momentos, su carrera militar, su participación en la Guerra Civil, el exilio en Francia, Argentina, Bolivia... Y el regreso a España 18 años después de que la abandonara, para ser juzgado y condenado prácticamente de inmediato. Sobre la vuelta de Rojo a España se ha escrito mucho y mal. Javier Fernández López asegura que "Franco no le permitió volver a nuestro país, contra lo que muchos piensan aún. Se le concedió permiso para ello tras la intercesión de varios personajes afectos al régimen franquista, principalmente por la mediación de un sacerdote, y atendiendo a su estado de salud. Cuando Rojo regresa a España se pensaba que le quedaba muy poco de vida. Tanto es así, que en el trayecto de Cochabamba a Buenos Aires el capitán del barco en el que iba a viajar no quería admitirlo porque pensaba que se iba a morir en plena travesía. Paradójicamente, luego, al poco de llegar a nuestro país, su salud empezó a mejorar y aún logró vivir diez años más". No fueron, en cualquier caso, fáciles. Le volvieron la espalda incluso aquellos a quienes había salvado la familia en los primeros días de la guerra, y tuvo que enfrentarse a un consejo de guerra. Fue procesado por rebelión militar, él, que permaneció fiel al Gobierno legítimamente constituido. Y acabó condenado y beneficiándose de un indulto que no había solicitado. "Sólo me preocupa España y su libertad -escribió-, su independencia, su jerarquía y respeto en lo internacional, su bienestar y su progreso, y, en suma, su soberanía y su dignidad, que sean también las mías y las de mis hijos.. Eso es lo que seguirá definiendo mi deber".


 

 

Sumario

 

 

 

Un nuevo libro sobre Ramón J.Sender y su estancia en Melilla

 

 

Fuente: Europa Press

 

El historiador Vicente Moga ha publicado un libro que repasa el paso del intelectual y escritor Ramón J. Sender por la ciudad de Melilla en los últimos tiempos de la República del Rif cuando realizaba en esta ciudad su servicio militar. El volumen, titulado "El soldado occidental, Raúl J. Sender en África (1923-24)", analiza el impacto que causó en este aragonés universal el encuentro con la miseria que se vivía en el norte de África y la tensión política del lugar tras el "Desastre de Annual".

 

"Para el escritor significó un choque tremendo como soldados analfabetos luchaban por lo que él llamaba las tres castas: los generales, los banqueros y los curas", declaró Moga durante la presentación de este libro.

 

El autor ha realizado este análisis de la vida de Sender en el norte de África a través de las colaboraciones del escritor con el periódico "El Telegrama del Rif", en las que escribió una serie de ocho artículos titulados "Arabescos" y otros dos textos llamados "Impresiones del carnet de un soldado".

 

"En estos artículos" --destacó Moga-- "encontramos los esbozos de libros como 'Imán', en el que hay frases textuales". El historiador, que también se encarga de la gestión del Archivo Central de la Ciudad Autónoma de Melilla, argumenta que la experiencia marroquí del oscense "le marcó de tal manera que nunca abandonó el tema".

 

"El soldado occidental" va más allá a repasar el pasaje biográfico melillense de Ramón J. Sender, sino que hace un análisis de aquel momento histórico de los últimos años del protectorado español. "El libro realiza juicios contra el ejército y la política de la época, que conllevó mucho sufrimiento, miles de muertes y un sacrificio inútil", valoró el jefe de la sección de Cultura de Heraldo de Aragón, Juan Domínguez Lasierra.

 

"El libro conforma un testimonio de la historia de España por la que se ha pasado de puntillas y que fue determinante para la declaración de la Guerra Civil", prosiguió el periodista durante el acto de presentación. Domínguez Lasierra señaló que Sender veía muchas similitudes entre los aragoneses y el pueblo bereber y llegó a declarar que "Todos los aragoneses tienen sustancia bereber, y quienes no la tienen son unos sin sustancia".

 

Este documento contiene asimismo una completa colección de ilustraciones, fotografías, estampas y cuadros, en su mayoría inéditos, que permite al lector contextualizar la acción. "He huído de las fotografías sangrantes, creo que es el texto es más duro", dijo el autor.

 

El paso de Ramón J. Sender por Melilla no sólo marcó huella en el autor, sino que el autor también dejó huella en la ciudad. "La asociación de vecinos del barrio de las Cabrerizas Altas --donde se erigían varios de los cuarteles donde el escritor aragonés prestó servicio-- lleva el nombre del escritor", dijo Vicente Moga.

 

Ramón J. Sender nació en Chalamera (Huesca) el 3 de Febrero de 1901. Tras una adolescencia marcada por unos ideales ácratas que le provocaron problemas en el instituto donde cursaba los estudios, Sender se aclimató a la vida burguesa de Huesca cuando comenzó a trabajar en el periódico oscense "La Tierra".

 

Fue su paso por Marruecos el que le hizo despertar de manera radical aquella vena anárquica que marcó su primera juventud. Tras volver del norte de África, Sender se estableció en Madrid y comenzó a trabajar en el periódico "El Sol". Cuando estalló la Guerra Civil llegó a Jefe de Estado Mayor de las tropas republicanas y en el tramo final de la contienda bélica decidió exiliarse a México donde se encontró con una miseria muy semejante a la que vivió durante su año de servicio militar.

 

A pesar de que volvió a España en el tardofranquismo en varias ocasiones nunca llegó a establecerse en su país y falleció en California en el año 1982.

 

 

"El soldado occidental. Ramón J. Sender en África"

 

Fuente: Heraldo de Aragón

 

El melillense Vicente Moga está estos días en la tierra del protagonista de su última obra, Ramón J. Sender, cuya experiencia africana como soldado ha investigado. Ayer presentó este libro en Zaragoza, acompañado por su "contacto" aragonés: el periodista Juan Domínguez Lasierra.

 

P: En "El soldado occidental. Ramón J. Sender en África" ha historiado un tiempo breve en la vida del escritor de Chalamera, pero que la marcó definitivamente. ¿Cómo llegó al personaje? .

R: Sobre todo, el descubrir la novela de Sender "Imán" me llevó a querer conocer más sobre este autor. Descubrí que había tenido una fuerte relación con Melilla, que llegó allí en 1923 y estuvo casi un año haciendo el servicio militar y, además, publicó diez artículos en el periódico local, "El telegrama del Rif". Eso me picó el gusanillo de querer saber aún más. Y surgió la pregunta clave del libro: ¿hasta qué punto Sender quedó impresionado por Melilla y por la región marroquí que conoció, de un radio de unos 125 kilómetros en torno a Melilla?.

P: ¿Y cuál es la respuesta?.

R: Conforme investigaba me di cuenta de que la estancia marroquí había sido muy importante para él, pese a ser muy cortita y a no poder competir teóricamente con el episodio de la guerra civil, tan cruento para Ramón, el de los campos de concentración en Francia o el del exilio. Ayer pude constatarlo en Huesca en algo que parece anecdótico: cuando visitamos en el Instituto de Estudios Altoaragoneses lo que se conoce como Espacio Sender apareció un reloj suyo que nadie sabía dónde había comprado, pero que lo llevaba siempre. Yo vi que era un Cauni, un reloj que se vendía a los soldados en Melilla en la época. Con lo cual el tiempo de Sender fue siempre el tiempo de Melilla. Creo que cuando tienes veintitantos años y eres una especie de torbellino de ideas, cuando llegas a una guerra tan cruenta y eres una persona con una enorme sensibilidad como Ramón J. Sender, esa huella, queda ya para siempre. Ésa es la tesis central que defiendo en el libro.

P: ¿Qué Melilla y qué Marruecos conoció Sender?.

R: Es una Melilla que se concibe como la gran capital del norte de Marruecos, que se la define como la Bilbao del Mediterráneo o la Marsella española. Era una Melilla efervescente, en la que sobre todo lo que Sender llama las castas -los banqueros, los generales y los curas- ganan un protagonismo muy fuerte porque se supone que van a recuperar el prestigio imperial que perdió España en Cuba. Y el Protectorado era realmente hasta el año 26 una línea de contacto, un frente que no estaba consolidado, que iba y venía, como una trinchera de las guerras mundiales. He reflexionado sobre lo que pudo apreciar Sender, sobre todo para el discurso antibelicista que hace en "Imán". Algunas cosas que publicó en "El telegrama" las copió literalmente en "Imán". Personajes, situaciones, diálogos, le impactaron.

P: ¿Desembarcó en África con muchos prejuicios?.

R: Llegó a una Melilla y un Marruecos imaginarios, totalmente deformados. Había leído historietas de África en bibliotecas de Zaragoza y de Huesca. Cuando llega se encuentra un mundo exótico, pero también brutal. Esa conjunción le impacta. Lo tuvo que haber vivido con mucha expectación, como alguien que no conoce y que realmente no llega a conocer. Una de las cosas de Sender que critico en el libro es que nunca traspasó la otredad. Es decir, que no reconoció en el otro a un ser humano con las mismas circunstancias sino que se quedó siempre en la superficie. Eso lo mantuvo hasta el final de la vida.

P: ¿Llegó a combatir?.

R: Sí, tuvo experiencias de guerra, aunque realmente estuvo en líneas de retaguardia. Pero hizo marchas, estuvo en contacto con el enemigo. Cuando lees "Imán" detenidamente te das cuenta de que él ha visto y ha vivido la guerra. Además, en Melilla estaba muy presente. El tráfico de heridos era continuo por las calles.

P: Su libro es también el relato, y documentado, de una época en la historia de España.

R: Sí, esta lleno de notas a pie de página y de referencias exactas.

P: Una historia muy desconocida, al menos por los peninsulares.

R: Totalmente. Sobre todo las nuevas generaciones no tienen ni idea de lo que representó, a pesar de que es fundamental. Una de las tesis del libro es que la guerra civil española fue la última de las campañas africanas. Se inauguraron a finales del siglo XIX y se desarrollaron sobre todo en la campaña de Annual, donde hubo más de 13.000 muertos españoles y que precedió la llegada de Sender. Pues ahí tuvo su campo de entrenamiento el Ejército africanista. El propio Franco dijo que las guerras de Marruecos sacaron al Ejército de una hibernación. En apoyo de esta tesis está que casi 100.000 marroquíes lucharon en la guerra civil con Franco.

P: ¿Atribuye la ignorancia a la falta de interés, la mala conciencia...? .

R: Hay un poco de todo. Yo lo llamo tabú. En mi ciudad, como les pasó a los generales, realmente no admitieron la derrota. Ahora se ha intentando hacer una especie de epifanía a los héroes. Sender dice que no hay nada más trágico y ridículo que el héroe. Los libros de historia no tratan esto, no lo analizan, no lo critican, para poder hacer luego una especie de lavado moral. Eso nos aproximaría más a la gente de la otra orilla, pero, al desconocer tanto nuestra historia, es difícil superarla.

P: ¿El desconocimiento afecta también a la obra de Sender?.

R: Está muy poco valorado. Debieran estar en las librerías sus obras capitales y no lo están. Se le ha menospreciado por ser tan prolífico. Es verdad que tiene obras menores, pero sobre todo tiene obras geniales como "Crónica del alba", fundamentales para la historia de España.

P: En Melilla su libro ha renovado el interés por el escritor.

R: Sender, que estuvo casi un año, es adoptado como un personaje melillense. Incluso, una asociación de vecinos lleva su nombre.

 

 

Sumario

 

 

 

El Camp de la Bota en Barcelona: la memoria fusilada

 

 

Fuente: El Periódico de Catalunya

 

Joan Codina Fradera, un payés y tratante de ganado de Llinars del Vallès (Vallès Oriental) fusilado en el Camp de la Bota el 4 de marzo de 1939 por estar afiliado a ERC, nació tal día como ayer de hace 108 años. Dos de sus tres hijas, Montserrat, de 77 años, y Àngels, de 75, acudieron ayer al macabro escenario de su asesinato para homenajear a "un hombre bueno, generoso, alegre y con mucho empuje, que respetaba los ideales de los demás". Era una forma de reclamar que se restituya el honor a los miles de ajusticiados en aquel enclave entre 1939 y 1952 que hoy forma parte del recinto del Fòrum.

 

Las hermanas Codina acudieron al llamamiento de la Associació Promemòria als Inmolats per la Llibertat a Catalunya que persigue que la democracia española deje de responder a sus requerimientos con "el silencio o la indiferencia", según denunció el vicepresidente de la entidad, Pere Fortuny, que dijo sentir "pena y verguenza" por el trato que los distintos Gobiernos democráticos les han dispensado. Fortuny exigió que se reconozca "la injusticia que se cometió con los masacrados", anulando la validez de los procesos sumarísimos que padecieron.

Ofrenda floral

 

Junto al monumento que se levanta en la plaza de la Fraternitat del Fòrum, instalado allí en 1992 para honrar a los fusilados en la playa del Camp de la Bota, se congregaron ayer más de un centenar de familiares y amigos de las víctimas del franquismo, para realizar una ofrenda floral, a los que acompañó el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

 

Las hermanas Codina depositaron unas flores al pie del monumento y finalizado el acto, mientras trataban de contener las lágrimas, explicaron que ellas y su hermana han vivido "traumatizadas" por la desaparición de su progenitor. "Tras una infancia feliz, hemos padecido siempre depresiones", confesó Ángels.

 

Montserrat se esforzó por contar que a su padre se lo llevaron en un camión a Granollers, donde pudo darle un beso un día antes de que lo matarán gracias a la benevolencia de un guardián conmovido por la presencia de la niña a las puertas del presidio. Recordó que su madre buscó infructuosamente la mediación del cura, al que el apresado protegió en los primeros días de la guerra civil, y que el cacique del pueblo acabó por condenarlo a muerte.
Después, siendo ya una niña triste tuvo que comparecer periódicamente en el Ayuntamiento porque querían encarcelar a la madre. A la viuda, con 37 años, le acusaban de señalar a los "criminales" que acabaron con la vida del marido cada vez que, acompañada de las hijas, se cruzaba con ellos en la calle.

 

Los restos de Joan Codina fueron arrojados al Fossar de la Pedrera del cementerio de Montjuïc y la presión de los falangistas de Llinars expulsó a la esposa y a las hijas a Barcelona, donde Àngels, con 10 años, y Montserrat, con 12, se pusieron a trabajar, mientras la madre iba de casa en casa a planchar. Medio siglo después, Clos admitió que la democracia aún no ha hecho los deberes: "Hay que recuperar la dignidad y la memoria de los que dieron su vida por la democracia y la libertad". Justo lo que Àngels y Montserrat hicieron ayer.

 

 

 

Homenaje a los fusilados en el Campo de la Bota en Barcelona

 

Fuente: Forum Barcelona 2004   http://www.barcelona2004.org/esp/actualidad/noticias/html/f042877.htm

Un emotivo homenaje recordó a los miles de personas que murieron fusiladas en el Campo de la Bota entre los años 1939 y 1952, justo después de acabar la Guerra Civil y durante los primeros trece años de dictadura franquista. El acto, organizado por la Asociación Pro-memoria a los Inmolados por la Libertad en Cataluña, contó con la presencia de unas 200 personas, muchas de ellas familiares y amigos de los fusilados en este lugar. Los asistentes, que portaban sendas señeras y banderas republicanas, pidieron que no se olvide a las personas que lucharon y murieron por defender las libertades. También reclamaron que se anulen los juicios sumarísimos militares a los que fueron sometidos miles de republicanos de toda España.

El acto, que se celebró ante el monumento de la Fraternidad (dentro del Recinto Fórum), se inició con la actuación de la coral El Clavell de Mollet del Vallès. A continuación, decenas de personas depositaron ofrendas florales a los pies del monumento mientras un trío de cuerda interpretó una pieza de Johan Sebastian Bach, en uno de los momentos más emotivos del acto.

El vicepresidente de la asociación, Pere Fortuny, fue el primero en dirigirse al público para recordar las gestiones que se han realizado en los últimos años con el fin de que se anulen lo que consideran «injustos procesos abiertos» contra los republicanos. De momento, según explicó Fortuny, un centenar de ayuntamientos catalanes han aprobado una moción con esta petición; el PSOE prepara una proposición no de ley para presentarla al Congreso de los Diputados, y PSC, ERC e IC-Verds plantearán una iniciativa similar en el Parlamento de Cataluña. «Es más urgente dar agilidad a las peticiones para conseguir la anulación de los juicios que las iniciativas para recuperar la memoria histórica. Sin anulación, la memoria no se puede recuperar», se lamentó Fortuny que reclamó a los políticos una rápida resolución de este agravio. Por su parte, el presidente de la entidad, Xavier Navarro, también se dirigió a los asistentes para recordar a los fusilados. «Pensad en el simbolismo de sus muertes. Eso nos fortalecerá», remarcó.

Por último, el presidente del Fórum y alcalde de Barcelona, Joan Clos, destacó que la ciudad ha iniciado un proceso para recuperar espacios significativos de la ciudad que fueron tristemente famosos durante la Guerra Civil y los años posteriores, como fueron la Ciudadela, el Fossar de les Moreres, Montjuïc o el propio Campo de la Bota. «Recuperar la memoria histórica es un deber, y debemos recuperar la memoria de los que fueron injustamente asesinados, entre otros lugares aquí mismo, en el Campo de la Bota», explicó. La interpretación de El cant dels ocells y Els Segadors pusieron punto y final al acto.

La Asociación de Vecinos Suroeste del Besòs y del Distrito de Sant Martí, encabezados por el regidor Francesc Narváez, también realizaron una ofrenda floral en el monumento.

 

 

 

Sumario

 

 

 

El gobierno catalán exhuma la primera fosa común de la Guerra Civil

 


http://www.memoriacatalunya.org/not360.htm

 

El govern ha exhumat una primera fossa comuna de la Guerra Civil a la comarca d'Osona, a prop d'una masia, segons ha pogut saber Catalunya Informació. La rasa es va obrir al juny i s'hi van trobar les restes de 7 soldats republicans, que ara s'estan identificant. La prova pilot s'ha fet amb motiu de la moció aprovada al Parlament el 27 de març de l'any passat, que instava l'executiu català a elaborar un cens de desapareguts pel franquisme, i la localització i exhumació de fosses comunes.

Els treballs d'exhumació d'aquesta primera fossa prop d'una masia a la comarca de l'Osona el juny passat van anar a càrrec de Josep Arimany, director de l'Institut de Medicina Legal de Catalunya. Arimany ha explicat que dels resultats d'aquesta prova pilot se'n despendrà un protocol d'obertura de fosses comunes.

 

Els cossos correspondrien a set soldats republicans en retirada. L'informe final d'aquesta prova pilot, que s'espera tenir al setembre, servirà de base per elaborar un protocol que reguli el procés d'obertura de les fosses comunes. A hores d'ara, el govern ja hi està treballant i preveu tenir a punt aquest protocol d'exhumacions a finals d'any o principis de l'altre.

 

Una moció aprovada al Parlament el 27 de març de l'any passat va instar a l'executiu català a eleaborar un cens de desapareguts pel franquisme i a localitzar i exhumar les fosses comunes.

 

Segons que ha explicat el conseller en cap, Josep Bargalló, el Govern espera disposar de l'informe complet el mes que ve de setembre i, a partir dels seus resultats, elaborarà un protocol que es podrà aplicar a partir de l'any vinent per obrir altres fosses comunes.

 

A Catalunya hi ha localitzades 150 fosses comunes de la Guerra Civil, que contenen les restes d'entre dos i 600 persones cadascuna i, segons que ha dit Bargalló, la intenció de la Generalitat "no és obrir-les totes", sinó "disposar d'un protocol que aclareixi quins requisits cal complir perquè les empreses privades, municipis o universitats que ho sol·licitin obtinguin el permís per exhumar els cadàvers".

 

Aquest protocol protegirà les fosses comunes, "com es fa amb el patrimoni arqueològic, de manera que si s'ha de fer obres en una zona on hi ha restes humanes l'empresa estigui obligada a exhumar els cadàvers i realitzar les proves pertinents", ha aclarit Bargalló.

 

El protocol establirà també la forma d'exhumació i el mètode d'identificació dels cadàvers que s'ha d'utilitzar. "Abans hi havia una comissió que donava els permisos de manera aleatòria, però des que vam arribar al poder s'han paralitzat els permisos a l'espera dels resultats d'aquesta prova pilot, que fins ara hem mantingut en secret perquè és un tema que aixeca moltes sensibilitats", ha explicat el conseller en cap.

 

 

 

El Govern catalán recela de abrir más fosas de la guerra civil

 

Fuente: El Periódico de Catalunya

 

La primera fosa común de la guerra civil abierta por la Generalitat en la comarca de Osona podría ser también "la última". Así lo reconoció ayer a este diario el secretario de coordinación interdepartamental del Govern, Apel.les Carod, que recalcó que esta exhumación no presupone en absoluto que la Administración haya decidido desenterrar nuevos restos, aunque tampoco lo descarta por completo en casos concretos.

 

La Generalitat comunicó el lunes que había recuperado, a modo de prueba piloto, huesos de seis soldados republicanos y un civil enterrados en una zanja junto a una masía de Osona. Carod, responsable de la comisión interdepartamental de fosas comunes del Govern, subrayó ayer que la Generalitat "no llenará Catalunya de agujeros" buscando desaparecidos y que sólo está dispuesta a "estudiar" y quizá autorizar exhumaciones cuando exista un protocolo, una petición formal de familiares y la fosa esté perfectamente documentada. Estos requisitos ya se dan en varios casos, según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Catalunya (ARMHC).

FAMILIARES MOLESTOS


Carod destacó que, en Catalunya, la mayoría de fosas son de soldados anónimos y no de "vecinos fusilados" y perfectamente identificados, y que ello aconsejará en muchos casos "dignificar" los lugares de enterramiento en vez de recuperar restos.

 

El presidente de la ARMHC, Manuel Perona, adelantó ayer que pedirá una entrevista con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, para conocer de primera mano si las afirmaciones de Apel.les Carod responden a "una opinión personal" o al criterio oficial de la Generalitat.

 

Perona recordó que su asociación ha aportado casi la mitad de los 700 nombres que figuran en el censo de desaparecidos de la Generalitat, aunque, según Carod, eso no presupone que deba influir en las actuaciones de la Administración.

 

 

 

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El Defensor del Pueblo y la exhumación de las fosas de la Guerra Civil

 


Fuente: EFE

"Desalentadora" es a juicio del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, la respuesta política a las solicitudes -"tanto individuales como colectivas"- de exhumar las fosas comunes de la Guerra Civil, según se recoge en su informe anual correspondiente a 2003. Por eso Múgica considera "imprescindible" el apoyo de las instituciones para identificar a las víctimas. "Aún son decenas de miles los cadáveres de personas que perdieron la vida en la guerra y que permanecen en fosas comunes", explica el informe.

El Defensor pide a quien corresponda "exhumar, identificar, practicar las pruebas forenses necesarias y entregar a las familias los restos de las víctimas para que puedan recibir digna sepultura", que se realice "con la máxima urgencia", y aconseja que se les den facilidades a las familias de las víctimas, mediante el acceso a los archivos históricos.

Múgica critica la respuesta que le dieron los ministerios de Justicia, de Educación, Cultura y Deporte e Interior cuando pidió información sobre este asunto ya que, revela, se limitaron a transmitir su "parecer". El informe anual recoge además la presentación de una proposición no de ley registrada en el Congreso de los Diputados y destaca que no haya tenido "por el momento la
repercusión que precisa su observancia".


 

 

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La Conselleria de Cultura catalana impulsará

un proyecto de recuperación de la memoria histórica

 

 

Fuente: Avui

 

Cultura prepara un projecte de recuperació de la memòria de la guerra dins el qual emmarcarà el retorn dels 'papers de Salamanca'. "No n'hi ha prou de recuperar-los", diu la consellera Mieras.

 

El projecte ja s'està preparant i es posarà en marxa en paral·lel a la negociació per al retorn dels documents catalans espoliats per l'exèrcit franquista al final de la Guerra Civil. Sense donar per feta la recuperació, des de la conselleria es respira optimisme i se situa l'afer dels papers de Salamanca com un dels projectes estrella del departament per a la tardor vinent, juntament amb la conclusió de l'informe per a la Creació del Consell de les Arts.

 

La idea de la conselleria és tirar endavant una campanya que inclogui des de la difusió dels documents i l'explicació del seu significat fins a la posada en marxa de noves infraestructures tant bibliogràfiques com museístiques lligades a la recuperació de la memòria de la Guerra Civil.

 

L'afer dels papers és un dels primers de la llista d'assumptes pendents amb què Mieras acudirà el 17 de juny a la primera trobada dels consellers de Cultura autonòmics amb la ministra Carmen Calvo, a l'espera d'una reunió bilateral. També plantejarà la necessitat d'asseure en una única taula els governs català, valencià, aragonès i balear, juntament amb el ministeri, per desencallar la constitució del patronat de l'Arxiu de la Corona d'Aragó.

 

D'altra banda, la conselleria reunirà abans de finals d'estiu, en taules sectorials, els agents culturals de dansa, teatre, cinema, arts visuals i música.

 

 

 

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El castillo de Montjuïc: un museo de guerra y paz

 

 

Fuente: La Vanguardia Digital


La cesión del castillo de Montjuïc anunciada anteayer por Rodríguez Zapatero ha sido acogida con entusiasmo por el equipo de gobierno municipal. Todos los partidos se han congratulado del anuncio, aunque con matices, pues PP y CiU critican que “se explicara en un mitin y no en un Consejo de Ministros”. El protavoz municipal, Ferran Mascarell, dijo que Barcelona encontrará financiación “catalana, española y europea” para construir el futuro museo de la paz en que habrá de transformarse el actual Museo Militar, y matizó que si bien Barcelona tenía ya la propiedad del castillo –se la dio Franco en 1960–, no tenía “la posesión”, que sí conseguirá ahora, tras el acuerdo del alcalde Clos y el ministro Bono, primero, y el anuncio de Zapatero, después.

El traspaso de la titularidad, sobre la que trabaja Defensa, según dijo ayer la vicepresidenta del Gobierno, Fernández de la Vega, se dará a conocer en breve. Tendrá que reconsiderarse antes el borrador elaborado en el 2002 con el gobierno del PP en el que se señalaba que se procedería a la cesión de todo el castillo, pero la institución militar conservaría el Museo Militar. Este museo ocupa sólo la parte izquierda y frontal y la galería inferior del patio de armas.

Según se establecía hace dos años en un protocolo, el castillo y su entorno pasarían definitivamente a la ciudad y la entrada en él sería libre y gratuita para todos los ciudadanos y visitantes. Pero las personas que quisieran acceder al Museo Militar deberían pagar la entrada para ver ese espacio en concreto. En la actualidad, la persona que accede al castillo paga una entrada que le da derecho también a visitar el museo.

El castillo de Montjuïc ya fue cedido a Barcelona a partir de la ley del 6 de mayo de 1960, pero no así el Museo Militar. El castillo se cedió gratuitamente al Ayuntamiento con la condición de la creación de un museo militar en él, según documentos oficiales. El museo se inauguró el 24 de junio de 1963 tras las obras de restauración y adecuación correspondientes dirigidas por los arquitectos municipales Antonio Lozoya y Joaquín de Ros.

La construcción del castillo, instalado en lo alto de la montaña de Montjuïc, tuvo diversas etapas. De 1694 datan las obras que convirtieron el fortín inicial en un castillo. Entre finales del siglo XVII y primeros años del XVIII sufrió diversos ataques, primero por las tropas francesas, después por las del archiduque Carlos y posteriormente por Felipe V. En 1753 se iniciaron las obras para remodelar el castillo, que acabaron en 1779 y le dieron el aspecto que conserva en la actualidad, con ligeras modificaciones. Desde allí el general Espartero bombardeó la ciudad de Barcelona con 1.014 proyectiles. Al año siguiente, en 1843, el general Prim hizo lo mismo desde el castillo y con la artillería ubicada en la Ciutadella: un total de 2.500 bombas cayeron sobre la ciudad. Durante la Guerra Civil se convirtió en prisión de afectos a los que se levantaron contra la república. Acabada la guerra, fue prisión militar. Allí fue ejecutado el presidente de la Generalitat Lluís Companys.

Estos datos están recogidos en un estudio editado en el 2003 por el Patronato del Castillo de Montjuïc, que presidía y preside el teniente general Francisco Boyero, actual capitán general de Catalunya. Sigue este militar algunos de los pasos del antiguo jefe de la región, el actual jefe de Estado Mayor del Ejército, Luis Alejandre, quien logró una aproximación con las instituciones catalanas y mantuvo buenas relaciones con sus representantes.

El Museo Militar sufrió una transformación en los últimos años: de pasar a vender en alguna de sus tiendas símbolos nazis se convirtió, gracias a la dedicación de su director, el coronel Francisco Segovia, en un museo abierto a todas las tendencias. Primero fueron exhibidas las obras de Cusachs, más tarde una exposición conjunta sobre cuerpos, símbolos y documentos del ejército franquista y del republicano, todos en la misma sala y en las mismas fechas. En verano del 2002 un grupo de teatro contratado por la dirección del museo militar escenificaba la historia del castillo, desde la construcción por el ingeniero Juan Martín Cermeño hasta nuestros días. Y no olvidaba ninguno de los trágicos acontecimientos registrados entre sus muros. Se presentó también una gran exposición sobre los castillos o baluartes militares de Montjuïc y de Sant Ferran, en Figueres. Esta última exposición, ampliada, se ha repetido hace pocos días en las Drassanes al presentar la muestra titulada “La Academia de Matemáticas de Barcelona, 1720-1803”. Por primera vez una exposición patrocinada por los ministerios españoles de Defensa, Fomento y Cultura, pero organizada por el Museo Militar de Montjuïc, se presentaba fuera del recinto de Montjuïc. El presidente de la Diputación, Celestino Corbacho, presidió la inauguración, acompañado por los generales Boyero y Alejandre. El alcalde de la ciudad no asistió. El Ayuntamiento de Barcelona ha mantenido en los últimos años tensas relaciones con el estamento militar por culpa, en parte, del tema del museo militar y la cesión de todo el castillo a la ciudad. El alcalde, Joan Clos, se negaba a asistir a las reuniones del patronato y evitaba su presencia en las inau-guraciones culturales y actos oficiales organizados por las autoridades militares.

La promesa de ubicar un museo sobre la paz en el castillo en el espacio que ocupa hoy el Museo Militar es, según fuentes oficiosas, una nueva dificultad para el entendimiento. Si los militares deben irse del castillo, habrá que buscar otra ubicación para el Museo Militar.

 


EL ACTUAL JEFE DEL ESTADO MAYOR ABRIÓ EL MUSEO AL EJÉRCITO REPUBLICANO


El entonces teniente general Luis Alejandre, ahora jefe del Estado Mayor del Ejército, se propuso un día, al llegar a Barcelona para asumir el mando de capitán general, reconciliar a la ciudad con el ejército, que había sido abucheado en algunas ocasiones en la calle. El general hablaba catalán, era un buen comunicador y sabía crear equipo. Uno de ellos fue el coronel Francisco Segovia, que fue encargado de dirigir el Museu Militar de Montjuïc.

Ambos iban inaugurando exposiciones. Un día se les cruzó una buena idea y organizaron, con notable éxito de crítica y público, una sobre la guerra civil española. Y en el amplio espacio subterráneo de exposiciones temporales del museo de Montjuïc consiguieron reunir recuerdos y banderas del ejército franquista y también del republicano. Así, se exhibieron elementos y material del tercio de requetés Vírgen de Montserrat, del grupo 26 de la aviación de caza de la República y del regimiento pirenaico n.º 1 del ejército popular de Catalunya. Y todos con sus correspondientes banderas y sus inevitables cicatrices. El coronel Segovia explicó en su momento que en EE.UU. todavía no se habían curado por completo las heridas de la guerra civil americana. Y que en el derrotado sur aún se mira actualmente de reojo a los vencedores del norte.

El general Alejandre señalaría después en el catálogo de la exposición, que se tituló Recuerdo a la sombra de las banderas, que “estamos en una época en que la madurez y cultura popular permiten afrontar la recuperación de la memoria histórica de periodos de tiempo que hasta ahora estaban cubiertos por una especie de niebla”. Y añadía: “Una guerra es siempre un suceso no deseable, pero si es civil cobra mayor realce por lo que significa de incomprensión entre las ideologías, los políticos y las personas, además de por lo difícil que es la cicatrización de las heridas que provoca. En el caso de la guerra civil 1936-39 fueron tan profundas que hoy en día parece que duelen”.

El general y el coronel, nombrado este último director del museo en el mes de octubre de 2001, sumaban en el año 2002 nuevas ideas para mejorar la calidad del contenido del museo militar y para adecuarlo a las necesidades de la ciudad. Y el general pensaba que había tres piezas militares valiosas en la ciudad a las que el ejército no debía renunciar. Y que siempre, general y coronel, hablaron de ir más lejos y nunca de ceder ni un palmo del espacio del museo militar.

Pero con la misma disciplina que asumió, con unos, la orden de enviar tropas a Iraq y luego, con otros, de retirarlas, asumirá él y todos los militares la orden de retirar las piezas militares del museo de Montjuïc si así lo mandan los políticos del actual Gobierno.

 

 

 

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Mollet expone 150 carteles recopilados por un excombatiente republicano

 


Fuente: El Periódico de Catalunya

Un joven toca el acordeón a cambio de unas monedas en la céntrica rambla de Fiveller, en Mollet del Vallès. El sonido transporta al paseante en el tiempo, hasta la que podría ser la terraza de un café francés en el que se reúnen republicanos exiliados tras la guerra civil (1936-1939). Pero entre ellos no está Tàrio Rubio, porque cuando sus compañeros de filas emprendían el camino de la frontera, él ya hacía más de un año que estaba entre rejas.

 

Rubio, que ahora tiene 84 años, expone hasta finales de este mes 150 reproducciones de carteles de la Segunda República y de la guerra civil en seis locales de Mollet: el Casal Cultural, el centro cívico de Can Pantiquet, el ateneo La Maketa, el Casal Tío Canya y las librerías La Casa Blava y L'Illa. El excombatiente republicano comenzó a coleccionar carteles en 1947.

Difundir mensajes

 

Rubio vivía entonces de la calle de Tallers de Barcelona. Allí entabló amistad con dibujantes que diseñaron carteles propagandísticos como Lluís Perotes, Jaume Solà, Francesc Nel.lo y Carles Fontserè.

 

En una época en que la televisión era ciencia ficción y muy poca gente tenía radio, los carteles propagandísticos eran el mejor sistema para difundir mensajes cortos, sencillos y directos. Rubio resume la esencia del cartelismo con emoción citando a un dibujante valenciano de la época, Josep Renau: "Un cartell és un crit enganxat a la paret".

 

De familia republicana y nacido en una pequeña localidad de Castellón, Rubio militaba en la Juventut Socialista Unificada, la rama juvenil del PSUC, cuando en el otoño de 1937 se alistó voluntario para ir al frente. Le tocó bailar con una de las más feas lides de la guerra, los ataques y contrataques que en los siguientes meses se llevaron a cabo en el frente de Teruel.
Herido en una pierna por la metralla de una bomba, a Rubio le hicieron prisionero en la primavera de 1938, junto a una veintena de compañeros, el teniente y el comisario político de la compañía. A los dos últimos los mataron inmediatamente tras "una pantomima de juicio y un soldado malherido recibió dos disparos en la cabeza porque no podía caminar".

Una larga odisea

 

Comenzó entonces una odisea de ocho años durante los que estuvo en cuatro campos de concentración, nueve prisiones y un batallón disciplinario, incluyendo una temporada "en el valle de las lágrimas" (las obras del Valle de los Caídos). "Ninguna guerra es civil, todas son inciviles", asegura.

 

Rubio sostiene que "un pueblo sin historia no es nada". Por eso, y "para homenajear a quienes en momentos tan difíciles defendieron unas libertades conquistadas en unas elecciones democráticas", expone sus carteles.

 

 

 

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Un rodaje recupera la memoria de una película de 1937

 

 

Fuente: El Periódico de Catalunya


El colegio El Roser de Sant Julià de Vilatorta (Osona) rememora estos días unos hechos que sucedieron en el verano de 1937, cuando Felip Sagués rodó con los alumnos del entonces orfanato y con niños del pueblo la película Imitando al faquir. El crítico de cine Esteve Riambau y la periodista Elisabet Cabeza han iniciado esta semana el rodaje de una película que, a medio camino entre el documental y la ficción, recupera la vivencia de aquellos niños.

 

La idea fue de la propia Elisabet Cabeza, ya que su padre, interno en el orfanato durante la guerra civil, apareció en la película de Sagués. La periodista reconoce que cuando vio aquellas imágenes por primera vez, hace dos años, pensó enseguida "que había una película detrás de la película". A partir de ahí habló con Riambau y ambos empezaron a trabajar en el proyecto. Se propusieron buscar a los protagonistas del filme de 1937 para que contaran sus historias ante las cámaras en el colegio donde estudiaron.

CINE EN EL ORFANATO


Los niños protagonistas de la película de Sagués tenían entre 9 y 14 años en 1937, y ahora rondan o superan los 80 años. Algunos de ellos ya murieron. Los responsables de La doble vida del faquir han escogido a cinco exalumnos para rememorar la vida en el colegio durante la guerra civil, además de contar con el testimonio de Carmina Sagués, hija de Felip Sagués, y de Maria Teresa Pascual, hija de un marqués de veraneaba en Sant Julià y que fue la protagonista de aquella película.


Feip Sagués llegó a Sant Julià de Vilatorta durante la guerra civil, huyendo de Barcelona. En el pueblo, entabló relación con los curas que regentaban el orfanato de El Roser y organizó proyecciones de cine para los niños internos. Según recuerda uno de ellos, Lluís Ros, cada semana veían Miguel Strogoff.

 

En el verano de 1937, Sagués rodó en el colegio su primera película de ficción, Imitando al faquir, en la que los pequeños se disfrazaban de faquires, sultanes y exploradores para explicar una historia de aventuras. La película tenía una duración de 28 minutos, y Sagués introdujo insertos de otros filmes para dar más juego visual a la historia. Los protagonistas de aquella película fueron Artur Pous y Maria Teresa Pascual, que interpretaban a un explorador y su hermana y que no se han vuelto a ver desde entonces. El rodaje de La doble vida del faquir será, pues, el punto de reencuentro.

 

 

 

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El Parlament catalán pide anular

todas las sentencias represivas del franquismo

 

 

Fuente: Europa Press

 

Los grupos parlamentarios catalanes aprobaron hoy por unanimidad reclamar la nulidad de todos los juicios y sentencias dictadas en el emparo de la denominada Instrucción de la Causa General y de la del Tribunal del Honor y Jurisdicciones Antimasónicas y Anticomunistas durante el franquismo.

 

En la proposición no de ley, presentada por PSC, ERC e ICV y que recibió el apoyo de los grupos de CiU y PP, el Parlament insta a la Generalitat a trasladar al Gobierno central la necesidad de "adoptar medidas adecuadas" para decretar "la nulidad de estos juicios" y que se declare el carácter "ilegítimo" de dichos tribunales.

 

La iniciativa también reclama conservar y catalogar los archivos de los expedientes y sumarios instruidos por "el bando insurrecto" y posteriormente "por la dictadura" contra "los represaliados de la Guerra Civil y la posguerra".

 

Pide garantizar "el acceso, la consulta y la obtención" de copias de dichos sumarios y expedientes "a las familias" de los afectados, "expertos y a todos aquellos que tengan un interés legítimo".

 

El diputado del PSC David Pérez recordó que el Parlament, a través de otras iniciativas similares, "ha ido cerrando las heridas que todavía quedaban abiertas". "Todavía quedaba una pequeña herida: la de aquellas personas que fueron inhabilitadas de su profesión y declaradas desafectas al régimen franquista", señaló.

 

En el mismo sentido se expresó el diputado de ERC Joan Ridao quien recordó a las 150.000 personas que fueron fusiladas en España por el régimen franquista, los otros 500.000 que fueron encarcelados y los 110.000 juicios sumarísimos que se realizaron.

 

Ridao destacó la necesidad de "conservar y catalogar" estos archivos, medida "importante" para que los represaliados por el franquismo "puedan presentar documentos que acrediten su situación" y poder "cobrar sus indemnizaciones".

 

Por su parte, el diputado ecosocialista Jaume Bosch, destacó el carácter "simbólico" pero también "real" de la iniciativa. "El hecho que en su momento apostáramos por la reconciliación no quiere decir que este tipo de cosas caigan en el olvido", señaló.

 

Para Bosch, "los dos bandos que se enfrentaron durante la Guerra Civil no pueden igualarse porque uno de ellos defendía la sublevación militar y el otro luchó a favor de preservar la democracia".

 

El diputado de CiU Jaume Camps respaldó la iniciativa, aunque al igual que la representante del PP Maria Angels Solano, lamentó no haber podido suscribir la propuesta con anterioridad a su presentación, lo que "le habría dado más fuerza", señaló Camps.

 

Camps recordó "la sangre, sudor y lágrimas" que durante su carrera como abogado "me costó recuperar un expediente de un catalán que fue sentenciado a muerte". Al obtener el expediente "había una declaración conforme le habían visto subir a un camión del bando republicano, el informe del juicio, que no decía nada y la sentencia de muerte", precisó.

 

 

Resolució 89/VII del Parlament de Catalunya, sobre l'actuació davant el Govern de l'Estat per a la conservació dels expedients i els sumaris instruïts contra els represaliats de la Guerra de 1936-1939 i la postguerra consegüent, i el lliure accés a aquells, i sobre la declaració de nul·litat de les causes corresponents

 

La Comissió d'Organització i Administració de la Generalitat i Govern Local, en sessió tinguda el dia 18 de juny de 2004, ha estudiat el text de la Proposició no de llei sobre l'actuació davant el Govern de l'Estat per a la conservació dels expedients i els sumaris instruïts contra els represaliats de la Guerra de 1936-1939 i la postguerra consegüent, i el lliure accés a aquells, i sobre la declaració de nul·litat de les causes corresponents (tram. 250-00115/07), presentada pel Grup Parlamentari Socialistes - Ciutadans pel Canvi, el Grup Parlamentari d'Esquerra Republicana de Catalunya i el Grup Parlamentari d'Iniciativa per Catalunya Verds - Esquerra Alternativa.

 

Finalment, d'acord amb l'article 135 del Reglament, ha adoptat la següent

 

RESOLUCIÓ:

 

El Parlament de Catalunya insta el Govern a traslladar al Govern de l'Estat la necessitat que:

 

a) Adopti les mesures necessàries encaminades a la conservació i la catalogació en els arxius que correspongui, d'acord amb l'origen, dels expedients i els sumaris instruïts pel bàndol insurrecte i, posteriorment, per la dictadura contra els represaliats de la Guerra Civil espanyola i de la postguerra, i a la garantia d'accés, consulta i obtenció de còpies dels dits sumaris i expedients a les famílies, als estudiosos i a tothom que hi tingui un interès legítim.

 

b) S'adoptin les mesures adequades per a decretar la nul·litat de tots els judicis i les sentències subsegüents dictades a l'empara de l'anomenada Instrucción de la causa general i del Tribunal del Honor y Jurisdicciones Antimasónicas y Anticomunistas, i que es declari el caràcter il·legítim d'aquells tribunals i de les normes en què s'emparaven.

 

 

 

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Forum 2004.

Historiadores del franquismo piden una Comisión de la Verdad

 

 

Fuente: Europa Press

 

Historiadores y representantes de las víctimas del franquismo y de la Guerra Civil reclamaron hoy en el Forum 2004 la creación de una Comisión de la Verdad que investigue lo sucedido entre 1936 y 1939 y durante los 40 años de dictadura, al tiempo que acusaron a la Iglesia de "humillar" a los perdedores republicanos con la recuperación de la memoria únicamente de sus víctimas.

 

El recinto del Forum fue escenario de dos mesas redondas sobre la transición española en el marco del diálogo 'Conflictos: prevención, resolución, reconciliación'. La inclusión de este aspecto de la historia de España se produce a petición de ponentes procedentes de Africa o de la ex Yugoslavia que se encuentran gestionando sus propios procesos de transición a la democracia y que, en algunos casos, toman los sucesos españoles como una referencia.

 

El primero de los debates acerca de la transición se centró en la visión que tienen las nuevas generaciones de historiadores y periodistas, con la presencia del catedrático de Historia de la Universidad de Zaragoza Julián Casanova, del representante de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, y de la periodista de TV3 Montserrat Armengol.

 

En su exposición, Casanova afirmó que "la gran excepción en la historia de España no es la Guerra Civil, que ha habido muchas, sino la larga dictadura, que ha mantenido intacta la división entre vencedores y vencidos". Este catedrático recordó que, tras la muerte de Franco, "no hubo debate sobre la responsabilidad del franquismo" porque "no se hablaba de los Derechos Humanos y los historiadores tampoco tenían interés por las víctimas".

 

No fue hasta mediados los 80 cuando "se empezó a trabajar en el recuento de víctimas", con 100.000 asesinados por los falangistas durante la guerra y otros 50.000 entre 1939 y 1946, "que estén registrados", mientras que otros 60.000 habrían muerto a manos de los republicanos en los tres años de conflicto. Sin embargo, en esta etapa, "los verdugos no aparecían porque no había posibilidad de acceso a los archivos militares", recordó Casanova.

 

Es ahora, a principios del siglo XXI, cuando se da una "proyección social" de las investigaciones sobre las víctimas y los ejecutores del franquismo "y nos preguntamos por qué no ha habido una política de retribución" a las familias.

 

EL PAPEL "SANGRIENTO" DE LA IGLESIA.

 

Para este historiador, aún hoy se da un "desequilibrio en la recuperación de la memoria", entre las víctimas del franquismo y "sus verdugos", entre los que citó al Ejército, y denunció "la implicación sangrienta de la Iglesia".

 

Casanova denunció que "quienes ganaron la guerra aparecen beatificados en el Vaticano con el consentimiento de la Iglesia católica" que "practica la recuperación de la memoria histórica sólo de las víctimas del anticlericalismo". Sin embargo, consideró que esta institución "ha sido una víctima, pero durante más tiempo ha sido verdugo", por lo que pidió que "deje de reconocer a sus víctimas, porque cada vez que lo hace humilla a las otras".

 

Tras ello, matizó que "no acosamos a nadie, analizamos el pasado con rigor", ya que "en la historia hay personas más asesinas que otras, y a la cabeza está un señor", en referencia a Franco, "que fue beatificado".

 

El historiador reclamó que la Guerra Civil y el franquismo entren en el currículum escolar, en especial universitario. También el representante de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, denunció que este periodo, "que representa el 44 por ciento de la historia española del siglo XX, sólo ocupa entre el dos y el siete por ciento en los libros de texto", lo que equivale a “construir un embudo de silencio".

 

COMISION DE LA VERDAD.

 

Silva pidió una "Comisión de la Verdad" en España sobre los sucesos iniciados con la Guerra Civil, a semejanza de las que funcionan en países de América Latina, así como "que se abran todos los archivos y se unifique toda la información" de este periodo, porque "no hay censos de víctimas de la Guerra Civil y el Estado no da ninguna facilidad" a las familias que buscan a sus desaparecidos.

 

Este periodista denunció que la Ley de Amnistía aprobada por el Congreso de los Diputados en octubre de 1977 "consagró la impunidad política y jurídica para los franquistas", mientras que el intento de golpe de Estado de 1981 "fue la conquista de la impunidad social", por el miedo que suscitó entre los supervivientes de la guerra, que habían comenzado a exhumar algunas fosas comunes.

 

Para Silva, "la transición ha sido muy injusta con las familias que perdieron la guerra, que no han visto ni una gota de compensación". Mientras que "el Gobierno ha financiado la búsqueda de los caídos de la División Azul, a nosotros se nos dice que no hay que remover el pasado", criticó. En su opinión, "entre ciertos sectores de la izquierda" española "aún hay miedo a recuperar este tema".

 

En tres años y medio, esta asociación ha conseguido exhumar 300 cuerpos de fosas comunes, aunque hay otros 3.000 desaparecidos reclamados por sus familias, una tendencia al alza. "Es como un duelo, una terapia colectiva que este país no ha podido hacer", señaló.

 

Después de llevar ante la ONU 64 casos de represaliados por el franquismo, "de los cuales el Gobierno sólo ha respondido por dos", la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica presentará este mes de agosto ante la misma instancia otros 400 casos.

 

 

 

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La Universidad Complutense de Madrid

crea la cátedra de la 'Memoria Histórica del siglo XX'

 

 

Fuente:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1548


Analizar, investigar y enseñar es el objetivo de la nueva cátedra 'Memoria Histórica del siglo XX', que la Universidad Complutense centrará a partir del próximo año en mantener viva la historia del siglo pasado, de acuerdo con un convenio firmado con la Asociación de la Memoria Social y Democrática (Amesde).

El convenio, que establece una duración d tres años, ha sido firmado por el vicerrector de Relaciones Institucionales y Ayuda al Desarrollo de la UCM, Rafael Hernández Tristán, y el presidente de la Asociación de la Memoria Social y Democrática, Miguel Núñez González, en presencia del rector Carlos Berzosa.

Entre las actividades de la cátedra figurará la organización de seminarios, ciclos de conferencias, proyectos de investigación, exposiciones y jornadas, así como la creación de becas para la realización de Tesis Doctorales para investigar en ese campo.

La cátedra, a la que Amesde contribuirá con 6.000 euros anuales, colaborará con otras instituciones y con personalidades de reconocido prestigio en la materias que proponga una Comisión Mixta de seguimiento.

Actividades conjuntas

El vicerrector Rafael Hernández manifestó que el proyecto prevé la realización de actividades conjuntas, una de las cuales será traer a Madrid la exposición que actualmente tiene lugar en Barcelona sobre la guerra y la posguerra.

El presidente de Amesde señaló que muchos de los jóvenes españoles no conocen la historia real de su país y que para muchos nuestro pasado se ha convertido en un enigma, pues sus preguntas sobre lo sucedido han sido respondidas con el silencio o con una tergiversación de lo ocurrido.

Consideró que existe una corriente revisionista del franquismo que lleva a cabo una descarada apología de la dictadura, y que su actitud encuentra una benévola aprobación de parte de los medios de comunicación y de la industria editorial española.

"El holocausto español"

La historia de la resistencia franquista está por escribir, agregó, desde la represión de los años cuarenta, llamada por Paul Preston "el holocausto español", hasta la lucha armada contra la dictadura, el renacer del movimiento obrero de los años sesenta o la rebelión estudiantil.

Como ejemplo de la situación el presidente de la Amesde recordó que en las conmemoraciones del 60 aniversario de Normandía nadie ha recordado a los antiguos miembros del Ejército Popular republicano que combatieron en la resistencia europea, como tampoco lo han sido los exiliados y su aportación al desarrollo de las culturas hispánicas.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Los gobiernos autonómicos podrán unirse

 a los actos del 60 Aniversario de la liberación de París
 


Fuente: Europa Press

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, anunció hoy en el Pleno del Senado la voluntad del Ejecutivo de, con el acuerdo de las autoridades francesas, sumarse a los actos de conmemoración del 60 Aniversario de la liberación de París "junto a los gobiernos autonómicos que así lo deseen".

El jefe de la Diplomacia española respondía así al senador del PNV Iñaki Anasagasti, quien le preguntó sobre la intención del Gobierno de gestionar su presencia y la de los representantes de los Ejecutivos autonómicos de Cataluña y País Vasco en los actos conmemorativos de este aniversario, recordando la postura "beligerante" que mantuvieron en su momento el presidente de la Generalitat Lluis Companys y el lehendakari José Antonio Aguirre.

Moratinos explicó que el próximo mes tendrán lugar las reuniones de coordinación y preparación para este aniversario. "Sería un honor para el Gobierno recordar a aquellos españoles y sumarse a las mismas, con el acuerdo de las autoridades francesas y, como no, junto a los gobiernos autonómicos que así lo deseen", manifestó.

Avanzó que las modalidades concretas de esa participación serán discutidas en las próximas semanas y se comprometió a informar de ello a la Cámara Alta "para demostrar la voluntad de este Gobierno de tener una representación española y de las Comunidades Autónomas en esa conmemoración".

Asimismo, Moratinos destacó que, además de la representación institucional, hay que subrayar "sobre todo" la participación de las asociaciones de ex combatientes republicanos, la Federación Española de Deportados e Internados políticos y otras organizaciones para la recuperación de la memoria histórica. En este sentido, abogó por dar "el protagonismo" a los supervivientes "de aquella gesta y a sus descendientes". Con ellos, agregó, se sigue teniendo "una deuda histórica y democrática"

MISIVA DEL EMBAJADOR ESPAÑOL.

El ministro de Exteriores explicó que el Ejecutivo tiene el maxinmo interés en recuperar la memoria histórica dado que lo cree una "obligación para con los españoles que lucharon por la libertad y la democracia".

Por ello, dijo que el embajador español en París, Francisco Javier Elorza, "acaba de enviar" una carta al ministro delegado de Antiguos Combatientes, Hamlaoui Mékachera, recordando "la importante participación de los republicanos españoles en la liberación de París encuadrados en la Segunda División Blindada del general Leclerc a bordo de tanques con nombres como Ebro, Guadalajara o Belchite y oficiales con apellidos como Montoya, Moreno, Bernal, Elías, Montero o Campos".

El ministro agregó que no fueron los únicos y que también hubo españoles encuadrados en distintas agrupaciones de la resistencia que lucharon aquellos días en París. "Lo hacían continuando el combate por la libertad y la democracia iniciado en España y que pensaban proseguir para poder restablecer en nuestro país esos valores esenciales que hoy disfrutamos plenamente", resaltó.

En su réplica, Anasagasti agradeció al ministro su respuesta y le recordó que entre los tanques que entraron en París "había uno que se llamaba Guernica". Señaló que fue "anómalo" que el Gobierno español no estuviese presente en los actos de Normandía y destacó que la actual Europa no se entiende si no se tiene en cuenta la Segunda Guerra Mundial.

 

 

 

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Homenaje en Navarra a los 'esclavos' del Pirineo

 

 

Fuente:  EL PAÍS | País Vasco - 20-06-2004


Cientos de personas rindieron homenaje ayer a los dos mil prisioneros republicanos que la dictadura franquista empleó como trabajadores forzados en Navarra en los años de posguerra. El alto de carretera que une Igal y Vidángoz, entre los valles de Salazar y Roncal, fue el lugar elegido porque ellos la construyeron a pico y pala.

Una treintena de supervivientes, viudas y familiares recibieron los aplausos y la bienvenida de los congregados. Dos años de investigación han permitido determinar que Vizcaya, con 245 personas, fue la provincia que mayor número de prisioneros aportó a los batallones de trabajadores del Pirineo, seguida de Granada (211), Jaén (165), Asturias (126) y Córdoba (78).

En total y desde 1937 a 1945, casi 10.000 prisioneros fueron obligados a construir proyectos de obra pública en Navarra. La carretera de Lesaka a Oiartzun, entre otras muchas, así como vías férreas, regadíos o fortificaciones en la frontera con Francia fueron levantados con su trabajo. Entre Igal y Vidángoz murieron tiroteados tres de ellos. Cinco más por enfermedad.

"Recorrí media España gratis invitado por el Caudillo", señaló ayer el bilbaíno Félix Padín, superviviente de aquellos batallones. El testimonio irónico de Padín fue el primero en escucharse. Relató su apresamiento en Bilbao por requetés navarros siendo teniente del Ejército republicano, sus tres años de campos de concentración, su llegada a Navarra el 18 de julio de 1940, "el hambre y los palos" y su esfuerzo para construir "esta trinchera que veis aquí", indicó señalando la carretera.

Rodeado de ikurriñas y alguna bandera republicana, sus recuerdos se unieron a los del también bilbaíno Benjamín Quintana Armendáriz, de 88 años, padre del lingüista Xabier Quintana; al poema de su padre, Antonio, que Nati Martínez leyó, a la carta emocionada que el sestaotarra Francisco Alonso envió al no poder acudir en persona, a la misiva de Luis Ortiz, también desde Bilbao y a otros muchos. Todos escucharon emocionados un manifiesto que rescata 65 años después su "esclavitud" de una democracia demasiado "amnésica". El republicano Vicente Lacasia, superviviente de aquellos batallones inauguró el monolito de 2.700 kilos de peso diseñado por el escultor Xabier Díaz de Zerio que conmemora la gesta de los batallones de trabajadores 106 y 127 y de los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores números 6 y 38.

El historiador Fernando Mendiola, se refirió al conflicto surgido en Euskadi. "Se ha escrito mucho sobre el largo recorrido de las ayudas prometidas por el Gobierno Vasco a los represaliados por el franquismo", indicó Mendiola. "Han sido muchos los retrasos, las dificultades para obtener la documentación... También es verdad que la propia convocatoria de las indemnizaciones es un avance. Sin embargo, la decisión de rechazar gran parte de las solicitudes de indemnización alegando que los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (BDST) equivalían al servicio militar es especialmente grave, y esperemos que pueda ser rectificada", subrayó.

Sesenta y cinco años después, se recordó el poema del bilbaíno Antonio Martínez: "Ya se van, madre, los prisioneros/ cargados con su pico al hombro/ la larga fila se pierde al fondo/ entre los riscos del Pirineo".

Deuda pendiente

"La transición supuso un pacto de olvido sobre los prisioneros, pero el aparcamiento de estas brutalidades no ha supuesto la desaparición de su recuerdo", indica José Miguel Lana, profesor de la Universidad Pública de Navarra y presidente del instituto Gerónimo de Uztariz. "Sus víctimas padecieron una doble derrota. La de la guerra y, después, la del ocultamiento", añade el historiador.

Exiliados, familiares de fusilados, maquis, luchadores republicanos en la II Guerra Mundial. Todos sus protagonistas han sido, en alguna medida, resarcidos social y legalmente de las consecuencias del alzamiento fascista de 1936. Pero la ignominia de los prisioneros obligados por Franco a trabajar en España en un régimen de explotación inhumana es aún una asignatura pendiente.

Marcelino es uno de los vecinos más ancianos de Vidángoz. Aún recuerda aquellos años. "Mataron a uno al ladico de casa, y el padre y la madre nos decían: ¡no salgáis¡. La sangre bajaba por la calle, bajaba al agua, y no nos dejaban que miráramos por la ventana porque... En fin, ¡Oye, no miréis, no miréis, no salgáis¡", relata.

Los recuerdos rescatados del olvido por quienes han trabajado desde hace más de dos años en la investigación de lo ocurrido han permitido localizar a los supervivientes. Andrés Millán (Huescar, Granada), explicó cómo se construyeron los precarios barracones donde estaban custodiados por la noche. "Cuando nevaba, el aire metía la nieve entre las mantas, y así aguantábamos...", Manuel Soriano, también granadino, a quien por detenerse un instante le mandaron ocho días al pelotón de castigo. Domingo Martínez, que relató el terrible destino de los "desafectos" al régimen. "Éramos ambulateros, obreros o eventuales y en aquellos tiempos si te tomaban por no adicto al régimen, desafecto, te mandaban al batallón de forzados".

Cecilio Gordillo, investigador que ha analizado la construcción con mano de obra forzada del canal del bajo Guadalquivir, estaba ayer en Vidángoz, admirando la belleza de los bosques de coníferas de Salazar entre los que se desarrolló la cruel esclavitud de aquellos hombres. "El silencio ha sido una forma de complicidad. Ya es hora de desterrarlo", subrayó.

 

 

 

 

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Moción sobre Memoria Histórica

aprobada en el Ayuntamiento de Miranda de Ebro

 

 

Fuente: Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Miranda de Ebro - 8 de julio de 2004


Miranda de Ebro a 10 de Junio de 2004

AL AYUNTAMIENTO PLENO

PARA QUE EL AYUNTAMIENTO APOYE LAS INICIATIVAS DE ACTUACIÓN PROPUESTAS POR LA ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA HISTÓRICA DE MIRANDA DE EBRO EN EL SENTIDO DE:

 

REALIZAR UN ACTO DE RECONOCIMIENTO MORAL A LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO EN EL QUE SE APRUEBE UNA DECLARACIÓN INSTITUCIONAL.

 

RESERVAR LA DENOMINACIÓN DE ALGUNAS DE SUS CALLES, PLAZAS, JARDINES O EDIFICIOS PÚBLICOS, EN MEMORIA DEL QUE FUE ALCALDE DE LA ÚLTIMA CORPORACIÓN DEMOCRÁTICA Y REPUBLICANA DE LA CIUDAD Y DE LOS OTROS CINCO MIEMBROS DE LA MISMA QUE FUERON TAMBIEN ASESINADOS EN 1936.

 

PRESTAR SU APOYO Y COLABORACIÓN A LA ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA HISTÓRICA DE MIRANDA DE EBRO PARA QUE SE PUEDA REALIZAR UN MONUMENTO COMO HOMENAJE MEMORABLE A TODAS LAS PERSONAS QUE PADECIERON LA GUERRA CIVIL Y FUERON AFECTADOS POR LA REPRESIÓN DE LA DICTADURA FRANQUISTA.

 

La Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados en su sesión de 20 de noviembre de 2002 aprobó, por unanimidad de todos los partidos políticos, cinco Proposiciones no de Ley en cuya declaración, en su apartado tercero dice: “El Congreso de los Diputados reafirma una vez más, el deber de nuestra sociedad democrática de proceder al reconocimiento moral de todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de la Guerra Civil Española, así como de cuantos padecieron más tarde la represión de la dictadura franquista. Instamos a que cualquier iniciativa promovida por las familias de los afectados que se lleve a cabo en tal sentido, sobre todo en el ámbito local, reciba el apoyo de las instituciones evitando, en todo caso, que sirva para reavivar viejas heridas o remover el rescoldo de la confrontación civil".

El pasado 6 de diciembre hemos celebrado el XXV aniversariode la ratificación por el pueblo español en referéndum de la Constitución Española. Como de todos es sabido, esta norma fundamental contempla en su artículo 1.1 que “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".

Así mismo, el 3 de abril de 2004, se ha conmemorado también en muchas corporaciones de España, incluida la de esta ciudad, el XXV aniversario de la constitución de los Ayuntamientos democráticos, lo que supuso el inicio de la generalización del funcionamiento de la democracia para todos los ciudadanos de este país.


Transcurridos sesenta y siete años desde el comienzo de la Guerra Civil, el pueblo español, en especial las nuevas generaciones, desconoce muchos aspectos de su historia reciente. La recuperación de la memoria histórica tiene por objeto el que los pueblos afronten su futuro bajo las enseñanzas del pasado convirtiéndose así en un ejercicio didáctico de formación y educación para la democracia, la paz y contra las guerras. Por todo lo anteriormente expuesto, la Asociación por la Memoria Histórica de Miranda de Ebro estima que ya es momento para que esta ciudad rinda un homenaje a todas las personas que sufrieron la represión franquista y paliar así, en parte, la deuda histórica que la sociedad mantiene con ellas. Por ello, solicita de los actuales grupos municipales que apoyen la siguiente:


MOCIÓN

1.-El Ayuntamiento de Miranda de Ebro acuerda aprobar la siguiente declaración como reconocimiento institucional, moral y social a las personas desaparecidas y afectadas durante la Guerra Civil Española en esta ciudad.

DECLARACIÓN INSTITUCIONAL EN HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO DE MIRANDA DE EBRO

El Ayuntamiento de Miranda de Ebro consciente de la deuda histórica que la sociedad mantiene con todas las víctimas del franquismo y sus familias, y en concreto con las de esta ciudad, con el deseo de rescatar del olvido y restaurar la verdad histórica en la memoria de los ciudadanos de ahora y para futuras generaciones quiere, mediante esta declaración institucional, rendir homenaje y expresar su mayor reconocimiento moral a todos los hombres y mujeres que padecieron de una u otra forma la represión del régimen franquista por defender la libertad y por profesar convicciones democráticas. Así mismo, este Ayuntamiento declara su repulsa y condena a la utilización de la violencia como legitimación para imponer ideas políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y a la dignidad de todos los ciudadanos, como ocurrió con el golpe de Estado y la dictadura del General Franco.

En Julio de 1936 una conspiración sediciosa acabó con la democracia en España y con el régimen legalmente emanado de las urnas. Miranda de Ebro sufrió la pérdida de más de mil personas como consecuencia de la guerra y la represión de la dictadura implantada con posterioridad. Hombres y mujeres, todos ellos que anhelaban una forma diferente de convivencia, fueron asesinados sin que aún hoy, después de más de 67 años, tengamos noticias de su paradero ni su nombre rehabilitado. Entre ellos se encuentran varios miembros de la última corporación municipal democrática y republicana legalmente constituida. Personas en aquel entonces representantes legítimos del pueblo de Miranda y a los que, como a todos los demás desaparecidos, su lucha por la defensa del poder legítimamente establecido y de los valores de libertad y democracia que hoy disfrutamos todos, les costó el bien más preciado que posee cualquier individuo, su propia vida.

La Guerra Civil Española desencadenó una serie de hechos extraordinariamente crueles. Muchos españoles perdieron su hogar, familia, amigos y profesión. Horrorizados por el entonces escaso valor que tenía la vida, vieron como sus familias eran encarceladas o asesinadas, con lo que su existencia quedó profundamente quebrada. A algunos, la dictadura de Franco les reparó los daños causados, a otros, la sociedad les sigue debiendo el recuerdo y la dignidad. Los que fueron arrancados de sus hogares, algunos para ser llevados al frente, y sus familias nunca volvieron a saber de ellos, desaparecieron dos veces. La primera al morir y ser abandonados sus cuerpos en cunetas y campos. La segunda tras el final de la dictadura, durante estos años en que la instauración de la desmemoria supuso un déficit de la Transición democrática que les condenó a permanecer en el olvido. El sentimiento que ha caracterizado a las familias de las personas desaparecidas durante la guerra y durante la dictadura ha sido el de la incomprensión y el miedo por las consecuencias que para ellos pudiera tener denunciar tal situación. Las voces de todas estas personas estuvieron obligadas a un sueño triste y largo. Aún hoy quedan muchas voces dormidas e incluso hay quien baja su tono para hablar de estos hechos.

El 1 de abril de 1939, acabada la contienda, cuando España necesitaba más que nunca de “Paz, piedad y perdón", como inútilmente reclamó el presidente constitucional Manuel Azaña abrumado por la magnitud de la tragedia, el régimen implantado sobre las cenizas de la democracia española desató una brutal campaña de represión contra el opositor político tan sórdida y cruel como la propia conflagración bélica. En esta represión, que en distinto grado no cesó hasta el final de la dictadura, el derecho quedó postrado y la libertad conculcada. Centenares de miles de ciudadanos españoles se vieron sometidos a la muerte, el exilio, la cárcel, el extrañamiento, la depuración profesional o la tortura, por el simple hecho de haberse posicionado a favor del gobierno democráticamente elegido. Aquel triste lamento del poeta Antonio Machado “Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón" era el fiel reflejo de la dramática realidad existencial española.

Debemos proscribir cualquier tentación de emplear el pasado como arma arrojadiza entre los españoles y reiterar la conveniencia de mantener el espíritu de concordia y de reconciliación que presidió la elaboración de la Constitución de 1978 pero, con la misma firmeza y determinación, hemos también de rendir con toda solemnidad y gratitud, honor y reconocimiento a quienes se entregaron a la causa de la libertad, en la seguridad que de este modo contribuiremos a cerrar con justicia esa triste página de la historia de España.

Desde la celebración de las primeras elecciones democráticas muchos han sido los cambios que se han producido en nuestros municipios, cambios basados en valores de libertad y progreso que, entre otras cosas, han supuesto la consolidación de la cultura democrática. Esta madurez democrática no hubiera sido posible sin el esfuerzo y dedicación de muchos ciudadanos y de los alcaldes y concejales que, a lo largo de estos últimos 25 años, han trabajado para conseguirla pero, no olvidemos nunca que tampoco hubiera sido posible sin la referencia que supusieron los últimos Ayuntamientos democráticos de la II República y sin el compromiso de todas las personas que en aquellos años sin luz,fueron todo un ejemplo de generosidad. Sin su esfuerzo, que mantuvo viva la llama de la libertad, sencillamente no hubiera sido posible la España que hoy conocemos. Si ellos fueron entonces condenados a la muerte o al silencio y mas tarde al olvido, hoy, con la recuperación de su memoria, son testimonio de su tenaz lucha por mantener su dignidad de hombres y mujeres libres.

2.- El callejero de una ciudad así como los elementos que ilustran sus diferentes parques, jardines, plazas o edificios públicos, constituyen las opciones de una comunidad para dejar constancia de sus recuerdos, homenajes, dedicatorias o conmemoraciones. El conjunto de todas ellas forman al final el reflejo de su propia idiosincrasia.

El callejero de Miranda de Ebro está dedicado a nombres relacionados con personajes y hechos históricos (15), a nombres relacionados con el hecho religioso (hasta un total de 22), a nombres relacionados con personajes provinciales, nacionales e internacionales (17), a nombres relacionados con países, territorios, ciudades, accidentes geográficos y pueblos de los alrededores (47), a nombres relacionados con la naturaleza (27) y otros de carácter vario (49), además, a nombres relacionados con personajes de Miranda (12). Entre estos últimos, de los que cinco son naturales de la ciudad, se encuentran dos obispos, un fraile, dos maestres de campo, un empresario, un músico, un pintor, un escultor, un ingeniero, un genealogista y un académico de la historia doctorado en Filosofía y Derecho.

Ante la expectativa del crecimiento que la ciudad va a experimentar en desarrollo del nuevo Plan General Municipal de Ordenación Urbana, este Ayuntamiento se compromete a reservar la denominación de algunas de sus calles, plazas, jardines o edificios públicos para que lleven el nombre del que fue alcalde de la última corporación democrática republicana de esta ciudad y de los cinco miembros de la misma que, por defender el orden establecido y los valores de democracia y libertad, fueron asesinados en 1936. Además ello se haría como símbolo de los más de mil mirandeses asesinados de los cuales eran sus representantes legítimos elegidos democráticamente. Los nombres propuestos, por orden alfabético, serían los siguientes:

“Emiliano Bajo"
En memoria de Emiliano Bajo Iglesias, nacido en Miranda de Ebro el 20 de Julio de 1889. Sastre. Alcalde de la Corporación. Afiliado a Izquierda Republicana. Sufrió un atentado terrorista el 24 de Mayo de 1936 y fue fusilado en Burgos tras Consejo de Guerra sumarísimo el 18 de Septiembre de 1936.

“Ricardo Barrio"
En memoria de Ricardo Barrio Osaba. Operario de carpintería. Concejal de Policía Rural. Afiliado al PSOE y UGT. Asesinado; se cree que en la zona de Armiñón hacia el 20 de Julio de 1936.

“Isidoro García de Albéniz"
En memoria de Isidoro García de Albéniz Martínez de la Hidalga, nacido en Bilbao el 4 de Abril de 1897. Ferroviario, montador mecánico. Concejal de la Corporación, miembro de las Comisiones de Hacienda y Policía Rural. Afiliado al PSOE. Fusilado en Vitoria tras Consejo de Guerra sumarísimo el 13 de Agosto de 1936.

“Miguel Giral"
En memoria de Miguel Giral Arbáizar. Abogado. Concejal de Festejos y Procurador Síndico. Llegó a ser Alcalde por unos siete meses en el año 1934. Afiliado a Izquierda Republicana. Fusilado en Burgos tras Consejo de Guerra sumarísimo el 18 de Septiembre de 1936.

“Francisco Mardones"
En memoria de Francisco Mardones Madrid. Industrial chatarrero. Concejal de la Corporación, miembro de las Comisiones de Gobierno, de Tributos, de Arbitrios, de Limpieza y Obras, de Mercados y Subsistencias y de Festejos. Afiliado a Izquierda Republicana. Asesinado; se cree que en la zona de Armiñón hacia el 20 de Julio de 1936.

“José Trueba"
En memoria de José Trueba Pérez, nacido en Miranda de Ebro el 6 de Febrero de 1874. Industrial carpintero. Teniente de Alcalde, Presidente de la Comisión de Gobierno y Concejal de Limpieza y Obras y de Mercados y Subsistencias. Afiliado a Izquierda Republicana. Fusilado en Burgos tras Consejo de Guerra sumarísimo el 18 de Septiembre de 1936.

3.-El Ayuntamiento de Miranda de Ebro se compromete a colaborar activamente con la Asociación por la Memoria Histórica de Miranda de Ebro, para que se puedan llevar a cabo las actuaciones que sean precisas con el objetivo de poder conseguir erigirun monumento, colocado en el lugar que se crea mas conveniente, en homenaje a todas las víctimas y represaliados de la guerra civil y del franquismo en nuestra ciudad.

 

 

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El primer alcalde republicano de Córdoba regresa a su tierra

 

 

Fuente : ABC Córdoba - 25/07/2004

http://cordoba.abc.es/cordoba/pg040725/prensa/noticias/Cordoba/Provincia/200407/25/COR-COR-014.asp

 

El primer alcalde con que contó la capital cordobesa en el periodo de la II República española fue un montalbeño, Eloy Vaquero, que más tarde, entre los años 1934 y 1935, ostentó dos carteras ministeriales, la de Gobernación y la de Trabajo, Sanidad y Previsión Social.

Ahora, una comisión ciudadana constituida en su pueblo natal, quiere recuperar la figura histórica de un hombre que además de político fue poeta, maestro y traductor durante su etapa de exilio en Nueva York, donde murió en 1960. Uno de los objetivos más ambiciosos que se han planteado es traer a Montalbán (Córdoba) los restos mortales de Vaquero para que descansen junto a los de su mujer, Carmen Ruz, que sí falleció en España. El alcalde de Montalbán, Florencio Ruz, explicó que la comisión también se plantea recuperar parte de su obra escrita con el apoyo de la Diputación de Córdoba, como su diario personal y el facsímil del libro «Escuelas al aire libre».

La comisión ciudadana tiene como presidente de honor a Odón Betanzos, director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, que cuenta en su haber con gran parte de la bibliografía de Vaquero y su biblioteca personal. Según el alcalde de Montalbán, Vaquero legó a Betanzos un importante patrimonio porque durante su exilio en Estados Unidos hicieron una gran amistad «y Betanzos depositó este legado en la Fundación Odón Betanzos, en la localidad o­nubense de Rociana».

En Montalbán, se conserva la casa natal del político republicano donde nació en 1880, y allí el Ayuntamiento pretende levantar una casa museo donde recopilar buena parte de la obra y la trayectoria de Vaquero, «ya que fue una figura política importante y merece un reconocimiento público». Con el tiempo, se constituirá una Fundación o Patronato que se encargue de ordenar y catalogar toda la documentación que se consiga en torno tanto a la figura de Vaquero, como al período histórico en el que desempeñó sus cargos políticos y a su exilio que lo llevó desde febrero de 1936, una vez que ganó las elecciones el Frente Popular, por Gibraltar, Inglaterra y Venezuela antes de recalar en Estados Unidos donde fue profesor en la Universidad de Columbia.

 

 

 

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La 'Amical de Mauthausen' desearía que se enseñara a los jóvenes

los campos de concentración de España

 

 

Fuente: Europa Press

"Qué no daría yo por que un gobierno, del signo que fuera, llevara a los jóvenes a ver los campos de concentracón que hubo en España, com se hace en otros países", afirma el presidente de la 'Amical de Mauthausen y otros campos de concentración nazis', Enric Marco, en una entrevista concedida a Europa Press.

Para Marco, un exdeportado del campo de concentración alemán de Flossenburg, "conocer la historia es la única manera de no volver a cometer los mismos fallos, pero en España ésto no se quiere ver, y los jóvenes no saben por qué tantos españoles acabamos en los campos alemanes".

Marco es un historiador que ya ha cumplido los 83 años y sigue dedicando su vida a narrar su experiencia a los demás para cumplir dos objetivos. "Mantener vivo el recuerdo es importante para recuperar la dignidad de las personas que perdieron la vida luchando contra el totalitarismo, y para aprender y conseguir que no se repita nunca más esa situación".

LOS CAMPOS DE HOY.

"Los jóvenes de hoy también tenéis vuestros campos de concentración, quizá no en Europa, pero sí en Ruanda, Afganistán, Guantánamo o Irak, por eso es importante que conozcáis lo que fue el siglo XX", opina Marco, y añade que tanto él como los pocos supervivientes españoles de los campos de concentración nazis que aún viven son "muy útiles, porque no es lo mismo leer un libro de texto frío que escuchar y ver a un testigo y víctima de esa barbarie".

Marco visita, "cada día durante el curso escolar", institutos y colegios para dar conferencias sobre la persecución de los republicanos en la guerra civil y después de ella, y su deportación a campos nazis, es decir, sobre su vida.

"En otros países europeos, estas conferencias en escuelas, ateneos e incluso prisiones se pudieron dar hace sesenta años, cuando acabó la guerra y los prisioneros regresaron a su hogar y fueron escuchados y bienvenidos, pero los deportados españoles no encontramos ningún gobierno que nos cuidase y tutelase. Simplemente nos dejaron allí, no nos quisieron recuperar ni nos dejaron hablar", recuerda el historiador, "por eso, aunque tarde, tenemos que explicar lo que pasó".

Montserrat Roig recoge en su libro 'La lucha contra el olvido' que "la deporatción no morirá porque pretendamos olvidarla. Los crímenes se borran de otra manera, se borran con la palabra".

Para Marco, contar su experiencia no es sólo una necesidad personal y una deuda histórica, sino también un deber moral. "No podemos ver lo que pasa en el mundo, tantas guerras inventadas y tantas paces injustas, y callar, sin ser cómplices", afirma.

TAREA INACABABLE.

"La nuestra es una tarea inacabable, porque siempre surgen nuevas clases de totalitarismo, por eso hay que continuar. Las asociaciones como la 'Amical de Mauthausen' están desapareciendo, porque los fundadores fallecen. Pero nosotros hemos apostado por el cambio generacional, hemos comprado nuestro nuevo local, que estará pagado en diez o quince años, y pretendemos que nuestros testimonios nos sobrevivan".

Por eso, el pasado 10 de mayo la 'Amical' y la Generalitat firmaron un convenio para impulsar la creación del Institut Memorial Democràtic. "Con la transición española, llegó la amnistía para todos. Pero, ¿qué nos tienen que perdonar a nosotros?", se pregunta Marco.

"No se puede perdonar si no hay justicia, y eso pasa por sacar a la luz las fosas en las que perdieron la vida y la dignidad aquellos que fueron enterrados como animales", afirma.

CAMPOS EN BARCELONA.

"En Barcelona también hubo campos de concentración, como el de Horta. ¿Alguien sabe que en lo que es ahora la Vila Olímpica hubo un tiempo en que se fusilaba a gente inocente? ¿Y que en los terrenos del Palau Sant Jordi, en el que hoy saltan los jóvenes en cualquier concierto, se hacinaban las mujeres y los niños, comidos por las pulgas y las chinches?", se interroga Marco, indignado y apenado por la falta total de memoria histórica.

A los neonazis y cabezas rapadas que se encuentra en sus visitas a los institutos, Marco les pregunta si "conocen la historia, si saben siquiera lo que significa una esvástika. La ignorancia es la causa de que los jóvenes equivoquen su camino".

Marco nunca ha entendido "cómo alguien se puede identificar con un símbolo de la muerte y la destrucción, como la esvástika, ese símbolo con forma de garra al cual sólo puede acompañar un 'Muerte' o un 'Abajo'".

"Si los chicos supieran cuánta sangre hay detrás de una esvástika, muchos no la llevarían como si fuera una marca de tomate frito o de ropa", asegura el historiador.

Enfrente de la sede de la 'Amical', alguien ha pintado el símbolo de la Falange Española. Marco la observa con una mezcla de rabia, pena y resignación. "Ni siquiera la he intentado borrar. Si ladran, es que cabalgamos. Por lo menos sabemos que nos tienen en consideración, aunque sea en mala consideración", bromea.

Si se encontrase con un nacionalsocialista de la época de Hitler, el exdeportado de Flossenburg le preguntaría si "se ha dado ya cuenta de lo que hizo. De que aplicar una ideología por encima de los sentimientos de las personas es cruel e inhumano". Según Marco, "la deshumanización es lo que permite entender lo que pasó, lo único que explica cualquier crimen".

NIÑOS SILENCIOSOS.

"Si un niño me pregunta qué es un campo de concentración, le explicaría que es un lugar adonde llevaban a mucho niños como él, por el simple hecho de nacer judío, eslavo o polaco. Niños que sólo se escondían. No reían, no lloraban, niños muy silenciosos", explica Marco. "Los niños eran las víctimas preferidas de los nazis, porque no rendían, sólo molestaban", añade con la mirada perdida.

Las otras grandes víctimas en los campos de concentración fueron, según cuenta Marco, las mujeres. "A las mujeres se les pide que sean limpias y dignas, dos cosas muy difíciles en un campo de concentración, en el que tenían que aprovechar un trozo de cartón de embalaje para fabricarse una compresa", explica.

RECONOCIMIENTO.

Marco lamenta que "los niños alemanes sepan mejor lo que significaron los republicanos españoles que terminaron en los campos que los niños españoles", y pide que en España se les dé el mismo reconocimiento que se les da en el extranjero.

"Nuestro máximo orgullo es que nos presenten al desfilar en los homenajes a los deportados a Mauthausen y las víctimas del nazismo como 'los primeros que defendieron la libertad y la democracia en Europa'", afirma emocionado.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Curso “La guerrilla de la memoria y la memoria de la guerrilla”
Llanes (Asturias), 23 al 25 de agosto



 

Casa  Municipal  de  Cultura de  Llanes (Asturias)
Curso de Verano  de la Universidad de Alcalá:  15 horas

OBJETIVOS DEL CURSO

 

Se trata de estudiar la memoria de la guerrilla antifranquista en España en especial en Asturias y  Picos de Europa y los discursos sobre  la memoria del exilio en la España actual. En el sesenta aniversario de la liberación de Francia de la ocupación nazi, también se recordará el importante papel de los maquis de republicanos españoles.

Director:  José María Naharro Calderón
University of Maryland at College Park, EE. UU.
Universidad de Alcalá
AEMIC

Programa:

23 de agosto

18 h Presentación del curso
18:15  La guerrilla en España
Secundino Serrano
19:30
Proyección y  discusión sobre "Los maquis de la imposible esperanza"
de Dominique Gautier  y Jean Ortiz  (Université  de Pau)

24  de agosto

Mañana: Itinerario  guerrillero por los Picos de Europa

18:00  La   guerrilla en Asturias
Nicanor Rozada García
19:30 La guerrilla de la memoria
José María Naharro-Calderón

 

25 de agosto

Mañana: Itinerario  guerrillero por  el Oriente de Asturias

18:00 Novela y guerrilla Alfons Cervera, Julio Llamazares
19:30  La guerrilla y la  liberación de Francia  (1944-2004)
José Antonio Alonso,  Comandante Robert
20:30 Homenaje a la guerrilla  y  clausura del curso
María Dolores Cabañas, Vicerrectora de Extensión Universitaria, U de Alcalá
Dolores Alvárez Campillo,  Alcaldesa de Llanes

ORGANIZA
Universidad de Alcalá
Vicerrectorado de Extensión Universitaria

PATROCINA
EXCMO. AYUNTAMIENTO DE LLANES

COLABORAN
Cajastur
Department of Spanish & Port., School of Languages  Literatures and
Cultures,  University of Maryland-College Park (EE. UU.)
Departamento de Filología, Universidad de Alcalá
Asociación para el Estudio de los Exilios y Migraciones  Contemporáneos (AEMIC)
Red de Estudios y Difusión del Exilio Republicano de 1939 (REDER)


PARA MÁS INFORMACIÓN:
Casa Municipal de  Cultura de Llanes
C/Posada Herrera s/n
33500 Llanes ASTURIAS
Tef 985400174/400102/Tef/Fax: 985400991
Fax: 985402858/985400991
Correo electrónico: ccllanes@netcom.es
Derechos de inscripción: 20 euros


La asistencia al curso  da derecho a la obtención de un diploma acreditativo y de un Certificado de 15 horas lectivas.

 

 

 

Sumario

 

 

 

V Jornadas “El Maquis. Crónica rural de la guerrilla española.

Memoria histórica viva”

Santa Cruz de Moya (Cuenca), 30 de septiembre-3 de octubre

 

 

Fuente: La Gavilla Verde  http://www.lagavillaverde.org/

 

PROGRAMA PROVISIONAL

(Este programa es un avance y está sujeto a variaciones. El 15 de septiembre de 2004 se facilitará el definitivo)

 

Estas jornadas quieren rendir homenaje a Dulce Chacón, Pedro Galindo y Sixto Agudo. 

 

JUEVES, 30 DE SEPTIEMBRE 

 

12 H. SESIÓN INSTITUCIONAL

 

José Valverde Serrano. Consejero de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Virgilia Antón Antón. Vicepresidenta 1ª de las Cortes de Castilla-La Mancha.

José Ignacio Albentosa Hernández. Vicerrector de Extensión Universitaria y Campus de Cuenca de la UCLM.

Julián Antón Moliner. Alcalde de Santa Cruz de Moya.

Pedro Peinado Gil. Presidente de La Gavilla Verde.

 

16 H. MESA REDONDA LA GUERRA CIVIL EN CASTILLA-LA MANCHA.

 

Francisco Alía Miranda. Universidad de Castilla-La Mancha

Vicente Camarena Merino. Universidad de Alcalá de Henares.

Manuel Ortiz Heras. Universidad de Castilla-La Mancha

Ana Belén Rodríguez Patiño. Historiadora

José Manuel Sabín Rodríguez. Historiador.

 

Modera: Ángel Luís López Villaverde. Universidad de Castilla-La Mancha

 

19 H. PRESENTACIONES DE LIBROS.

 

José María Ruiz Alonso: La Guerra Civil en la provincia de Toledo. Utopía, conflicto y poder en el sur del Tajo (1936-1939). Ciudad Real, Almud, 2004, Profesor de Instituto e historiador.

 

Ángel Luís López Villaverde e Isidro Sánchez Sánchez: Honra, agua y pan. Un sueño igualitario de Cipriano López Crespo (1934-1938). Ciudad Real, CECLM-La Gavilla Verde-FIM, 2004. Profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha.

 

Con la asistencia de Plácido López Barajas, hijo de Cipriano López Crespo.

 

Benito Díaz Díaz (coordinador): La guerrilla en Castilla-la Mancha. Ciudad Real, Almud, 2004. Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha.

 

23 H. PROYECCIÓN DEL DOCUMENTAL: MEMORIA DEL TIEMPO DEVASTADO. JORGE PÉREZ TROYA.

Una producción de Ignacio Oliva y Domingo Ruiz.


 

VIERNES, 1 DE OCTUBRE

 

10,00 H.: LA MUJER EN LA II REPÚBLICA, LA GUERRA CIVIL Y LA POSTGUERRA

 

María del Carmen Agullo Díaz. Profesora de la Universitat de València.

Dolors Marín. Historiadora.

Irene Abad. Historiadora.

Pilar Molina. Investigadora.

María Salvo. Dones del 36.

Carme Casas. Amical de Catalunya.

Isabel Moreno. Testimonio.

Esperanza Martínez. Archivo Guerra y Exilio.

 

Modera. Isabel Rosas. La Gavilla Verde

 

15,30 H.: DESAPARECIDOS EN EL TIEMPOS DEL MAQUIS.

 

Dr. José Delfín Villalaín. Profesor Universidad de Valencia.

Manuel Perona: Presidente Associació Recuperació Memòria Històrica de Catalunya.

Marina Boj Bayot. Hija de Josefa Bayot, represaliada y desaparecida. 

Ernesto Ibáñez Adell. Represaliado.Yerno de Josefa Bayot Ribas.

Máximo Molina. Asociación Recuperación Memoria Histórica. Cuenca.

Ivan Delicado. Hijo de Juan Ramón Delicado.

 

Modera. Adolfo Pastor Monleón. Hijo de Adolfo Pastor Jarque, represaliado. La Gavilla Verde.

 

17,30 H.: EL PIRINEO. LA ÚLTIMA FRONTERA.

 

Daniel Arasa. Periodista e Historiador.

Fernando Martínez Baños. Historiador e Investigador.

Ferran Sánchez Agustí. Historiador y escritor.

Janine Pascal. Presidenta de Resistentes, Memories et Fraternité.

 

Modera. Fernando Antón. La Gavilla Verde.

 

19.00 H.: AL PASAR EL EBRO

 

Miguel Marco. Investigador.

Carles Llauradó. Investigador.

Josep Sánchez Cervelló. Profesor de la Universitat Rovira i Virgili.

 

Modera. Teodoro Baeza. La Gavilla Verde.

 

23,00 H. PROYECCIÓN DEL DOCUMENTAL

“SEVERO”

Una producción de TRISTANA FILMS

Director: César Fernández

Asesor histórico: Benito Díaz.

 

SÁBADO 2 DE OCTUBRE

 

10,00 H LA REPRESIÓN

 

Paul Preston. Profesor de la London School of Economics and Political Sciencie

Marc Carrillo. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat Pompeu Fabra.

Francisco Espinosa. Hsitoriador.

Luís Alberto Arroyo Zapatero. Catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha.

José Luís Ledesma. Investigador. Universidad de Zaragoza.

Miguel Núñez. Exdiputado del PSUC.

Leandre Saún.  Amical de Catalunya.

Enric Pubill. Associació de Expresos Politics de Catalunya.

Lluís Martí Bielsa. Amical de Catalunya.

Joan García Tristany. Associació de Expresos Politícs de Catalunya..

Gervasio Puertas. Asociación de Expresos de España.

Eulalio Barroso. «Carrete». Asociación de Exguerrilleros del País Valenciano. AGLA.

 

Modera: Diego Carcedo. Periodista.

 

15,30 H. HABLEMOS DE LA GUERRILLA.

 

Jesús Núñez. Historiador. Vida y muerte del Guardia Civil Bernabé López Calle, jefe de la Agrupación de Guerrilleros “Fermín Galán ".

Santiago Macias. Historiador. Las agrupaciones guerrilleras en el noroeste.

 

16,30 H. REFLEXIONES SOBRE LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA

 

Emilio Silva. Asociación Recuperación Memoria Histórica.

José María Pedreño. Foro por la Memoria.

Pedro Peinado. La Gavilla Verde.

Ricard Pérez Casado. Historiador. Institut Català d’Estudis de la Mediterrànea.

Julián Antonio Ramírez. Archivo Guerra y Exilio.

Carme Casas. AMICAL de Catalunya.

Javier Rodrigo. Historiador. 

 

18,30 H. LA EVACUACIÓN DE LA AGRUPACIÓN GUERRILLERA DE LEVANTE Y ARAGÓN.

 

Salvador Fernández Cava. Historiador

Jose Manuel Montorio. «Chaval»

Adelino Pérez. «Teo»

Florián García. «Grande» Asociación de Exguerrilleros del País Valenciano. AGLA.

Manuel Pérez Cubero. «El Rubio»

Remedios Montero. «Celia» Asociación de Exguerrilleros del País Valenciano. AGLA.

Pedro Alcorisa Peinado. «Matías»

Esperanza Martínez. «Sole» Archivo Guerra y Exilio.

 

21,00 H. LA DESPEDIDA

 

 

HOMENAJE A DULCE CHACÓN.

SÁBADO 2 DE OCTUBRE

 

23 h. Entrega de premios del I Certamen Literario y de la Memoria Dulce Chacón.

24 h. Homenaje de La Gavilla Verde a Dulce Chacón.

 

 

HOMENAJE AL GUERRILLERO ESPAÑOL.

DOMINGO, 3 DE OCTUBRE

 

Lugar: Frente al Monumento de Homenaje. Santa Cruz de Moya.
Hora prevista: 12 h.

Comida de Hermandad
Lugar: Centro Social Polivalente.
Hora prevista: 15 h.

Teatro. El Cerco de Max Aub.
Companyia de Teatre del Galliner - Escola Municipal de Teatre de Picassent.
Lugar: Centro Social Polivalente.
Hora prevista: 18 h.


Desde el 30 de septiembre al 3 de octubre se podrán visitar diversas exposiciones, asistir a varias presentaciones de libros y la proyección de películas y documentales relacionados con el tema. Oportunamente se publicará el calendario de los actos paralelos de las Jornadas de libre acceso.

 

Organiza La Gavilla Verde en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, el Departamento de Historia y el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha. Con el apoyo institucional de la Consejería de Educación y Ciencia, la Consejería de Cultura y la Consejería de Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Ayuntamiento de Santa Cruz de Moya.

 

 

 

Sumario

 

 

 

“Recuperando la Memoria Histórica II.

Guerra Civil y Revolución Española (1936-1939)”
Almedinilla (Córdoba), 5 al 20 de julio

 

 

Organizan:

 

- Ecomuseo del Río Caicena-Museo Histórico de Almedinilla

- Instituto Andaluz de la Juventud

 

El Ecomuseo del Río Caicena, proyecto municipal de desarrollo, pretende investigar, conservar, divulgar y mostrar  al propio río Caicena  (vertebrador del término municipal)  y todo lo que ha visto y ve en su transcurrir: la Sierra de Albayate (Complejo Serrano de Interés Ambiental) que el río flanquea; los yacimientos arqueológicos del Cerro de la Cruz y El Ruedo que surgen a sus pies; las industrias tradicionales (almazaras y molinos harineros) que movió su fuerza; las construcciones populares (lavaderos, minas de agua, acequias, viviendas, ermitas...), y en definitiva un acervo cultural rural,  tan rico como amenazado.

Todo ello se  materializa a partir de una serie de núcleos museísticos: Museo Histórico, Aula del Caicena, Centro de Recepción y de Exposiciones Temporales, yacimientos arqueológicos, rutas senderistas y diferentes actividades y talleres de animación.

El proyecto de Ecomuseo está recibiendo el  apoyo de distintas administraciones  autonómicas, Diputación de Córdoba y  también se cuenta con  la participación  de la población a través de asociaciones (SURCOS, MAQUICA, INTRO...), habiendo recibido en el año 2001 el Premio Juan Bernier.

 

ACTIVIDADES:

 

Actividades principales:

 

1.Limpieza y consolidación de estructuras de las trincheras del Cerro de la Cruz.

 

Limpieza y consolidación de estructuras en las trincheras y puestos de vigilancia del Frente de Guerra situado en el Cerro de la Cruz.

Estos trabajos serían dirigidos, con criterios arqueológicos, por Ignacio Muñiz Jaén (arqueólogo y director del Ecomuseo del Río Caicena-Museo Histórico de Almedinilla).

La zona a intervenir en el Cerro de la Cruz se encuentra en la cima del susodicho cerro, junto a la ermita que da nombre al lugar, en donde se puede apreciar con claridad el trazado de las trincheras y el puesto de vigilancia. Ambas estructuras están rompiendo otras anteriores del periodo ibérico (en concreto las trincheras rompen y reutilizan en su trazado un aljibe ibérico; y el puesto de mando realizado de mampostería se asienta sobre estructuras ibéricas), así como afectando en menor medida a otras, también ibéricas, que corresponden con habitaciones rupestres (posiblemente silos).

También con criterios arqueológicos se llevará a cabo una prospección en el arroyo de los Conejos, con la intención de localizar y situar en plano una fosa  común.

 

2. Inventario y catalogación de la colección Francisco Jurado.

 

Inventariado y catalogación, a través de un registro informatizado, de la colección sobre la Guerra Civil de Francisco Jurado, que adquiere el ayuntamiento de Almedinilla para constituir un nuevo núcleo museístico estable sobre este periodo histórico dentro del proyecto de Ecomuseo.

Más de 800 items, entre documentos, periódicos, objetos... para cuyo inventario y catalogación se empleará una Base de Datos específica y una ficha informatizada.

Esta labor se hará en colaboración con el Aula de Patrimonio de la Universidad de Córdoba, dentro del Convenio de Colaboración que se va a establecer próximamente con el ayuntamiento de Almedinilla.

 

3. Recogida de información oral y gráfica.

 

Se ultimará  de recoger información del Archivo Municipal (que quedó pendiente en 2003), así como acudir a los archivos de Priego.

Por otro lado se acudirá a recoger la información oral que quedó pendiente en el 2003 (por escrito y en grabadora), así como documentar audiovisualmente  todos aquellos testimonios que se consideren más interesantes.

Para esta labor se contará con  la colaboración de la Oficina de la Juventud de Almedinilla.

 

4. Documentación del Paisaje bélico y realización de un CD interactivo.

 

Topografía y planimetría de los puntos de vigilancia y de trincheras que quedaron sin documentar en el 2003. Con la información del 2003 y la generada en el 2004 se elaborará un CD de consulta en la biblioteca del Ecomuseo en donde se agrupen planos, fotografías, documentos...

Esta actividad se hará en colaboración con el Aula de Patrimonio de la Universidad de Córdoba.

 

5. Realización de un documental e iniciación al lenguaje  audiovisual.

 

Con las imágenes tomadas en el 2003, y las que se recogerán en el 2004, nos planteamos realizar un documental de 20 minutos de duración.

Este taller se llevaría a cabo con la colaboración de la empresa Sphera Sur.

 

Actividades complementarias:          

 

1.Visitas.

Se visitarán la villa romana de El Ruedo, poblado ibérico del Cerro de la Cruz, Museo Histórico, y la aldea de las Sileras (Almedinilla);  Casa-Museo de la vivienda tradicional campesina de Castil de Campos (Priego), Casa-Museo de Niceto Alcalá-Zamora, y casco histórico (Priego), Cooperativa agrícola  (Marinaleda), Canal de los Presos, campo de concentración de Los Merinales y barrio de Triana (Sevilla), Casa-Museo de García Lorca (Fuente Vaqueros),  y fosa común del barranco de Víznar.

2. Excursiones.

Senderismo nocturno Almedinilla-Sileras (con teatralizaciones y recreaciones); cauce del río Caicena (Salto del Caballo).

3. Conferencias.

Un conjunto de conferencias-charlas-debates:

*Conferencia-visita: “Dependencias del campesinado y conflictividad social en época romana”  a cargo de Ignacio Muñiz Jaén, Director del Ecomuseo del Río Caicena-Museo Histórico de Almedinilla y Director del Campo de Trabajo).

*Conferencia-visita: “La comarca de Priego durante la República, Guerra Civil y posguerra” a cargo de Francisco   Durán (presidente del Patronato Alcalá-Zamora e historiador).

*Conferencia: “Las Brigadas Internacionales y la intervención extranjera en la Guerra Civil” a cargo de Ignacio Muñiz Sanz (comandante de la Brigada Internacional Garibaldi).

*Conferencia:  “La situación del campesinado en Andalucía  y la respuesta revolucionaria ” a cargo de Antonio Luna (abogado y miembro del sindicato CNT).

*Conferencia: “El Canal de los Presos” a cargo de  Ángel del Río y José Luis Gutiérrez ( antropólogo e historiador respectivamente-Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Sevilla).

*Conferencia: “La Iglesia de Franco” por Hilari Ragüer (Monje del monasterio de Montserrat, historiador y Ldo. en Derecho).

*Conferencia: “18 de Julio de 1936, plan de exterminio”  por Francisco Espinosa (historiador).

*Conferencia: “los niños de la Guerra” por Isabel Rodríguez (poetisa y profesora de literatura).

*Conferencia: “El precio de la Libertad” por Antonio Pastor Martínez (superviviente del campo de concentración nazi de Mauthaussen).

*Charla con “Pepita”......(represaliada por el franquismo): “las mujeres en el régimen penitenciario franquista”.

*Conclusiones de un trabajo de investigación” (jóvenes participantes en el Campo de Trabajo).

Conferencia: “La difusión pública de los trabajos sobre la represión franquista: entre el olvido y la sospecha” (Montserrat Armengou-TV3 Catalunya) (*)

Presentación y comentario del trabajo sobre las noticias referidas a Almedinilla en la prensa provincial desde finales del siglo XIX a mediados del XX, a cargo de Enrique Alcalá (investigador y Cronista Oficial de Priego) (*).

(*) a falta de confirmación

4. Cine-forum: “Cine Social”

Se visionarán y debatirán una serie de películas: “Tierra y Libertad”, “Soldados de Salamina”, ”El efecto Iguazú”, ”Bowling for Colombine”, ”Raza”, ”Tiempos Modernos”...así como un conjunto de documentales (Los 5 documentales sobre la Guerra Civil de la televisión inglesa TV Granada), “Durruti” (Els Joglars), “La Guerrilla de la Memoria” (Canal +), “El canal de los Presos” (Universidad Pablo de Olavide-CGT), “Los niños perdidos del Franquismo” (TV3), “Las fosas del Franquismo” (TV3), con debates posteriores.

5. Actividades de animación y taller de educación en la Paz.

*Actividades y juegos de animación donde se analicen los conceptos de territorialidad, violencia, cooperativismo...

*Actividades de animación para llevar a cabo el senderismo nocturno: teatralizaciones, lecturas de poesías, performance (para ello se contará con la colaboración del grupo de teatro de Almedinilla INTRO).

*También se llevará a cabo un Juego de Rol que recree el ambiente prebélico con la colaboración de la asociación Poder Oscuro, de Cabra.

*Cena romana, habituales dentro de la actividad “Un Día en la Bética Romana” que organiza el Ecomuseo, con platos del recetario de Marco Gavius Apicius (siglo I) y recreaciones teatrales a cargo del grupo INTRO (en un local que sugiere la “domus”  o casa romana) de temática antibelicista y social de textos clásicos.

6. Taller sobre la Memoria.

Actividades, propuestas, técnicas... para desarrollar trabajos sobre la memoria histórica, que correrá a cargo de Ángel del Río y José Luis Gutiérrez ( antropólogo e historiador respectivamente-Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Sevilla).

 

ORGANIZACIÓN Y COLABORACIONES

 

El Campo de Trabajo de Servicio Voluntario, 2004: “Recuperando la Memoria Histórica II: Guerra Civil y Revolución Española (1936-1939)” es solicitado por el Ayuntamiento de Almedinilla (Córdoba) y organizado por el Ecomuseo del Río Caicena - Museo Histórico de Almedinilla (como IX propuesta en Campos de Trabajo en Almedinilla), aprobado y financiado por el Instituto Andaluz de la Juventud.

 

Para llevarlo a cabo se cuenta con las siguientes colaboraciones:

- Almedinilla: Oficina de la Juventud, Radio Almedinilla, Grupo de teatro INTRO, Mesón Rural La Era; Salón Ramírez.

- Asociación Amical de Mauthaussen y otros campos de concentración.

- Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

- Asociación de Mujeres de Castil de Campos.

- Patronato Municipal Niceto Alcalá –Zamora (Priego de Córdoba).

- Ayuntamiento de Priego de Córdoba.

- Museo de Herrera (Sevilla) y colección Francisco Jurado.

- Sindicato de Obreros del Campo, Ayuntamiento de Marinaleda (Sevilla).

- Sindicato CNT, Córdoba.

- Aula de Patrimonio de la Universidad de Córdoba.

- Diputación Provincial de Córdoba.

- Centro cultural Bellavista (Sevilla).

- Ayuntamiento de Víznar (Granada).

- IU-Córdoba.

- TV3-Catalunya (*)

- Consejería de Justicia y Administración Pública (*)   

 

(*) a falta de confirmación

 

PROGRAMA DIARIO:

 

Lunes, 05 de Julio

*A lo largo del día: recepción y alojamiento de los participantes. Información sobre instalaciones del Campo de Trabajo y las de uso común: piscina, polideportivo, etc.

*15,00 h. : Almuerzo  en la piscina Municipal (reparto de pases)

*18,00-20,00 h.: Resumen de las conclusiones del Campo de Trabajo de 2003 sobre la Guerra Civil (documentales). Presentación e información de los objetivos, organización, tareas, horarios y  plan de actividades, creación de grupos.

*20,30-21,30: Juegos de presentación.

*22,00-24,00 h.: Cena y fiesta bienvenida. Lugar: Museo Histórico.

Martes, 06 de Julio

*10,00-14,00 h.: Taller para la recuperación de la memoria histórica (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica-Sevilla).

*Comida 15,30.

*19,00-20,00 h.: Taller para la recuperación de la memoria histórica.

*21,00 h.: Cena.

22,15-23,00 h. : Presentación y comentario del trabajo sobre las noticias referidas a Almedinilla en la prensa provincial desde finales del siglo XIX a mediados del XX, a cargo de Enrique Alcalá (investigador y Cronista Oficial de Priego) ().

(*) a falta de confirmación

*23,00-1,00 h.: Cine-Forum. “Soldados de Salamina”.

Miércoles, 07 de Julio

*8,00-14,00 h.: Actividades principales. Subida al Cerro de la Cruz y explicación general del Frente de Guerra. Trabajos de limpieza. Bajada  del Cerro en excursión a pie.

*Comida: 15,30 h.

*18,00-20,00 h.: Visita-conferencia a la villa romana de El Ruedo y al Museo Histórico bajo el tema: “Dependencias del campesinado y conflictividad social en época romana” (I. Muñiz Jaén, Director del Ecomuseo del Río Caicena-Museo Histórico de Almedinilla y Director del Campo de Trabajo).

*21,00-24,00 h.: Cena romana, habituales dentro de la actividad “Un Día en la Bética Romana” que organiza el Ecomuseo, con platos del recetario de Marco Gavius Apicius (siglo I) y recreaciones teatrales a cargo del grupo INTRO (en un local que sugiere la “domus”  o casa romana). Se representarán fragmentos teatrales clásicos de temática pacifista y social.

Jueves, 08 de Julio

*8,00-14,00 h. Actividades principales.

*Comida: 15,30 h.

*17,00-18,00 h.: Documental Guerra Civil (TV Granada): antecedentes

*18,30 (Salida a Castil de Campos)

*19,00-20,00: Visita a la Casa-Museo de la vivienda tradicional campesina en la aldea de Castil de Campos (Asociación de Mujeres de Castil de Campos).

*21,00-24,00 h.: visita al casco histórico de Priego de Córdoba. Asamblea (en Fuente del Rey).

*Cena: bocadillos.

Viernes, 09 de Julio

*8,00-14,00 h.: (Actividades principales).

*Comida 15,30 h.

*20,00-21,00 h.: conferencia “La Iglesia y el franquismo”   a cargo de Hilari Ragüer (monje benedictino del monasterio de Montserrat, Ldo. en Derecho e Historiador).

*Cena 21,30.

*23,30-1,00 h. Cine-Forum: “Raza”.

Sábado, 10 de Julio

*Salida a  Marinaleda: 10,00 h.

*11,30 h.: Marinaleda (conocimiento de experiencia colectivista agraria-S.O.C.).

*15,00 h.: Comida (Marinaleda).

*17,00 h.: Salida a Sevilla (en el trayecto: documentales)

*19,00-20,00 h.: Centro Cultural Bellavista: película “El Canal de los Presos” y charla con personas supervivientes del  campo de concentración de Los Merinales.

*20,30-21,30 h: visita al campo de concentración de Los Merinales.

*Cena: Bocadillos

*22,00-1,00 h.: visita nocturna a Sevilla (barrio de Triana). Asamblea

Domingo, 11 de Julio

*13,00-14,30 h.: “El Caicena, frontera entre “las dos españas”: Excursión por el río Caicena, remontando el río hasta la cascada del Salto del Caballo (en la aldea de Fuente Grande).

*Comida: 15,30

*17,00-18,00 h.: Documental sobre “Durruti” (El Joglars).

*20,00-21,00 h.: conferencia  “la situación del campesinado en Andalucía y la respuesta revolucionaria” a cargo de Antonio Luna (abogado y miembro del sindicato CNT).

*21,30: Cena

*23,00-1,00: Cine-forum. “El Efecto Iguazú”.

Lunes, 12 de Julio

*Mañana: Actividades principales.

*19,00-20,00 h.: Taller de educación en la Paz

*Cena: 21,00 h.

*23,00-1,00 h.: Cine-Forum. “Bowling for Colombine”. 

Martes, 13 de Julio

*8,00-14,00 h. : Actividades principales.

*15,30 h. : Comida.

*18,00-19,00 h.: Documental “Las Fosas de Franco” (TV3).

*20,00-21,00: Conferencia.”18 de Julio de 1936, plan de exterminio”  a cargo de Francisco Espinosa-historiador.

*23,00-1,00: Cine-forum “Caudillo”.  

Miércoles, 14 de Julio

*9,00-14,00 h.: Actividades principales

*Comida 15,30 h.

*20,00-21,00 h.: Charla con Pepita, “las mujeres en el régimen penitenciario franquista”.

21,00-22,00 h.: Conferencia: “La difusión pública de los trabajos sobre la represión franquista: entre el olvido y la sospecha” (Montserrat Armengou-TV3 Catalunya) (*)

*22,30 h.: Cena

*24,00-1,00 h.: Cine-forum “Los Niños Perdidos del Franquismo” (TV3)

(*) a falta de confirmación

Jueves, 15 de Julio

*8,00-14,00 h. : Actividades Principales.

*18,00-19,00 h.: Documental “la intervención extranjera en la Guerra Civil” (TV Granada)

*20,00-21,00: conferencia-debate sobre las Brigadas Internacionales a cargo de I. Muñiz Sanz (comandante de la Brigada Internacional Garibaldi).

*21,30: Cena.

*23,00-1,00: Cine-Forum. “Tierra y Libertad”.

Viernes, 16 de Julio

*8,00-14,00 h. : Actividades Principales.

*19,00-2,00: visita a Etnosur (Exposición sobre la inmigración en el palacio abacial y conciertos).

Sábado, 17 de Julio

*12,00-14,00 h.: visita a la casa natal-Museo de Niceto Alcalá- Zamora (Priego) guiados por Francisco Durán (historiador y presidente del Patronato Alcalá-Zamora).

*15,30 h.: Comida.

*23,00-2,00 h.: Senderismo nocturno “El Camino de la Memoria”. De Almedinilla a las Sileras (con recreaciones, lecturas poéticas, músicas, documental “La Guerrilla de la Memoria” -Canal Historia-...).

Domingo, 18 de Julio

*9,00 h. Salida a Fuente Vaqueros.

*11,00-13,00: Visita a la Casa-natal de García Lorca.

*16,00: Comida junto al barranco de Víznar (visita a la fosa común).

*17,00-18,00: Asamblea.

*20,00-21,00: conferencia “el precio de la Libertad” a cargo de Antonio Pastor Martínez (superviviente del campo de concentración de Mauthaussen). Casa de Cultura de Víznar.

*Documental sobre los españoles en los campos de concentración nazis (TV3).

*Cena: 22,30 h.

Lunes, 19 de Julio

*9,00-14,00 h.: Ultimación del montaje de la exposición.

*15,00: Comida.

*17,00-20,00 h.: Juego de Rol.

*20,00-21,00 h.:  Inauguración de la exposición y conclusiones del Campo de Trabajo (campistas).

*21,30-22,30: Conferencia “Los niños de la Guerra: una experiencia personal” a cargo de  Isabel Rodríguez (poetisa y profesora de literatura).

*22,30-23,00 h.: Visionado del video sobre la Guerra Civil en Almedinilla, elaborado por campistas.

*23,00: Cena-fiesta de despedida.

Martes, 20 de Julio

Regreso de los campistas.

 

 

Sumario

 

 

 

“El invierno de las almas desterradas”

Abel Caballero indaga en los sentimientos de la Guerra Civil

 

 

Fuente: Heraldo de Aragón

 

El novelista, profesor universitario y ex ministro socialista Abel Caballero (Ponteareas, Pontevedra, 1946) se enfrenta a su tercera novela, "El invierno de las almas desterradas" (Belaqua), una obra coral donde sucesivos personajes van retratando el cruel escenario de la guerra civil.

"Se han escrito muchos libros sobre nuestra contienda, pero hay pocos que reflejen los sentimientos de las personas, qué es lo que les ocurría por dentro, y eso es lo que he intentado plasmar en esta historia", explicó el novelista gallego. "He construido algo así como un mapa de sentimientos, un mapa en que están marcadas las heridas, los sueños y las frustraciones de cada uno de los personajes que desfilan por ella", subrayó.

Ex ministro de Transporte, Turismo y Comunicaciones durante la etapa de Felipe González, Abel Caballero ha publicado otras dos novelas de contenido histórico: "La elipse templaria" (ambientada en el siglo XIII) y "El hombre que tenía miedo al mar" (sobre la figura de Carlos V). "Yo hago narrativa, hago ficción y narro episodios sobre nuestra guerra que, si no son verdad, pudieron haberlo sido".

Los protagonistas de "El invierno de las almas desterradas" lo forman una mujer de familia monárquica que se enamora de un republicano, una joven judía alemana cercada en el gueto de Munich, un alférez provisional que se incorpora a la División Azul; un joven gallego, de origen obrero, que llega a ayudante de Azaña; la propia mujer de Azaña, quien va desgranando recuerdos... Todos estas voces aparecen en escenarios como la tragedia de Casas Viejas, el asalto al cuartel de de la Montaña, la sublevación del 18 de julio, la guerra civil, el exilio o el nazismo en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial.

 

El autor rechaza que haya trazado una novela maniquea donde los buenos son los "rojos" y los malos los "nacionales". "No; no lo he hecho, porque no creo que fuera así. Y puedo poner algunos ejemplos: el alférez provisional tendrá que padecer el drama de la persecución nazi, hay republicanos que conspiran contra la propia República... En la guerra hubo traiciones y violencia por ambos bandos, pero tampoco debemos olvidar que quien se sublevó contra el poder legítimamente constituido fue Franco".

Para el autor gallego, Manuel Azaña, Felipe González y el rey Juan Carlos han sido "las tres figuras políticas más importantes del siglo XX". Según dijo, González, "a pesar de sus errores modernizó España en diez años. Y, además, la modernizó para siempre".

Admirador del hispanista británico Paul Preston, critica a historiadores como Pío Moa, a quien califica de "oportunista y morboso". A juicio de Caballero , la guerra civil tuvo algo bueno. "Nos ha servido de vacuna y yo veo imposible que se repite una cosa así; hay tensiones políticas, quizá como en ningun otro país de Europa, pero todos estamos comprobando que esas tensiones tienen cauces políticos que las asimilan sin mayores traumas. La vida democrática, en nuestro país, no tiene posible marcha atrás".

 

 

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Una antología ‘descubre’ a los escritores alemanes

que lucharon por la República

 

 

Fuente: La Vanguardia Digital  (Marc Bassets)


La Guerra Civil también fue una guerra alemana. Y no sólo por el bombardeo de Gernika con los aviones de la Legión Cóndor. Escritores, periodistas y políticos alemanes en ciernes combatieron en España. Hasta ahora, sin embargo, los testimonios escritos habían quedado dispersos y ocultos tras la cantidad de literatura que la guerra inspiró en lengua inglesa y francesa, desde Orwell hasta Malraux, pasando por Hemingway.

Este relativo anonimato, con excepciones como la de Arthur Koestler, puede estar tocando a su fin. La editorial berlinesa Aufbau acaba de sacar a las librerías Die Kinder von Guernica (Los niños –o los hijos– de Guernica), la antología más completa publicada hasta la fecha de escritores alemanes que entre 1936 y 1939 pasaron por España. Son 35 textos de 35 autores de ideologías distintas: comunistas, anarquistas, trotskistas, socialistas, católicos... Si algo caracteriza la antología, editada por Wilfried F. Schoeller, es que los autores, todos exiliados de la Alemania hitleriana, tienen una conciencia plena de luchar en tierras españolas por su país. En los textos de la familia Mann, en el reportaje del legendario Egon Erwin Kisch o en los textos del futuro canciller Willy Brandt, el enemigo está claro y no es sólo Franco.

CONTRA HITLER. Acababa de comenzar la guerra y un barco transportaba de Marsella a Alicante a combatientes alemanes. “La mayoría llevaba tiempo sin ver su país, habían tenido que marcharse”, escribe Bodo Uhse, un escritor y periodista comunista que en los años 20 perteneció al ala izquierda del partido nazi. “En sus corazones llevaban un deseo: vengarse por la derrota que habían sufrido. Golpear a Hitler en España, como decían ellos”.

LOS MANN. Thomas Mann era un hombre de orden, un conservador, todo menos un revolucionario. Pero también era un enemigo declarado del nacionalsocialismo, que le llevó al exilio. El autor de La montaña mágica denuncia, en un artículo publicado en Suiza, la indiferencia de los gobiernos europeos ante una guerra “que ellos mismos mantienen, si es que no la han desencadenado”. De hecho, España unió a una de las familias literarias más célebres del siglo XX. Heinrich Mann, hermano de Thomas, está representado con el texto Lecciones españolas, en el que sostiene que la Guerra Civil será el principio del fin del fascismo. La hija de Thomas Mann, Erika, hace un llamamiento para ayudar a los niños víctimas de la guerra. Y el hijo, Klaus, describe una visita a dos aviadores alemanes prisioneros en Montjuïc. “¡Qué extraños se han vuelto nuestros hermanos!”, se exclama.

PERIODISMO DE COMBATE. La antología está compuesta, en gran parte, de artículos publicados durante la guerra. Los periodistas son activistas. A España fueron los mejores. Como el praguense Egon Erwin Kisch, que, en el vibrante texto Los ‘disimulantes’ de Benicasim, explica cómo los heridos de las Brigadas Internacionales disimulan sus males para poder regresar al frente. El anarquista de origen judío Carl Einstein, que se suicidó en Francia en 1940, exalta la columna Durruti: “Durruti, este hombre extraordinariamente justo, nunca hablaba de sí mismo, de su persona. Había desterrado la palabra prehistórica ‘yo’ de la gramática. En la columna Durruti sólo se conoce la sintaxis colectiva”.

BARCELONA, UNA OPERETA. Un joven Willy Brandt viaja a España enviado por el Partido Obrero Socialista para establecer contactos con el POUM, del que lamenta que “se aferre a la definición la guerra como una guerra de clases”. En abril de 1937, Brandt llega a Valencia procedente de Barcelona. Y constata: “La atmósfera es aquí mucho, mucho más grave (un amigo me comparó el ambiente de Barcelona con el de una opereta)”.

ADIÓS A STALIN. El autor de la antología sostiene que en España nació una nueva figura entre los voluntarios alemanes: la del “doble disidente, contra Hitler y contra el estalinismo”. El libro contiene dos casos ejemplares: el de Arthur Koestler y el del menos conocido Gustav Regler. En una narración novelada, Regler narra cómo el protagonista tiene noticia de los procesos de Moscú durante una batalla en España.

SIN NAZIS. No hay ningún nazi en la antología, y no porque no hubiese escritores de calidad entre ellos. “Reparos morales y la certidumbre de ser malentendido como alguien que quiere poner a un mismo nivel a los criminales y a las víctimas han impedido esta confrontación”, justifica en el epílogo Schoeller. Pero también señala que “algún día será necesario confrontar en la literatura” a los alemanes que lucharon entre ellos en España.

 

 

 

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“Con voz y voto”: rescatar del olvido a las mujeres de la República



Fuente: El Periódico de Catalunya

 

Carmen Domingo ha recuperado un centenar de voces femeninas, figuras silenciadas de la historia que, afirma, "escriben los hombres". La autora quería dejar constancia de la categoría intelectual de algunas mujeres, de los deseos de cambio de otras y del espíritu de rebeldía de casi todas contra una sociedad que no las trató con equidad. El resultado de ese empeño es Con voz y voto, un ensayo que retrata el papel de la mujer en la política entre 1931 y 1945, quizá los 14 años más intensos de la historia de España, con una monarquía que dice adiós, la república que llega, una guerra civil y el inicio de una dictadura que iba a durar 40 años.

 

Domingo (Barcelona, 1970), licenciada en filología hispánica y autora de varios libros --Cada oveja con su pareja y No te quedes off-line, entre otros-- considera que los historiadores de la Segunda República española sólo han dado relevancia al papel de los hombres y han olvidado la capacidad de sus compañeras. Con voz y voto (Lumen), que no pudo prologar la escritora Dulce Chacón, fallecida el 3 de diciembre pasado, incluye una larga introducción histórica, fotografías, extensas notas y biografías de 58 mujeres.

LA ESPOSA DEL MILITAR LEAL


Las opiniones de las voces femeninas surgen a partir de diversos temas --la situación laboral, la guerra, las asociaciones, la iglesia, etcétera-- que dan pie a reproducir la opinión al respecto de las mujeres seleccionadas por Domingo. El periodo que acota el libro debía ser en un principio más amplio, pero la autora decidió reducirlo para evitar que la extensión del trabajo obligara a suprimir nombres de la época que registró el papel más activo de la mujer. Acotó al final el trabajo entre 1931 --salida de Alfonso XIII y proclamación de la república-- y 1945, cuando acaba la segunda guerra mundial y queda claro que el fin del nazismo no iba a suponer el de Franco.

 

Algunas de las mujeres que aparecen en Con voz y voto tuvieron un papel destacado en la Segunda República --Dolores Ibárruri, Pasionaria; Juana Doña, Margarita Nelken, María Teresa León, Federica Montseny, Rosa Chacel--, otras mantuvieron una actividad hoy ignorada, como Constancia de la Mora --autora de una única obra--; la anarquista Ana Delso; Benita Asas Manterola, directora de El Pensamiento Femenino en 1913 y maestra depurada tras la guerra civil; Lucía Sánchez-Saornil, telefonista y fundadora de la asociación Mujeres Libres, y Carlota O'Neill, 20 años en la cárcel por cometer el delito de ser la esposa de un militar fiel a la república.

 

La autora dice estar convencida de que el olvido con el que el franquismo sometió a las mujeres de la república ha tenido un precio muy caro. "Si no analizamos qué pasó entre 1940 y 1975 --añade--, no se puede entender, por ejemplo, por qué hoy muchas mujeres sufren maltratos. O se educa a la sociedad de una manera muy concreta o no se acabará con esa violencia".

 

 

 

 

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«Durruti en la revolución española»

 

 

Fuente: Angel Vivas (El Mundo)

 

Demasiado olvidado, como todo lo referido al anarquismo, Buenaventura Durruti es uno de los grandes mitos de la guerra civil (aunque murió en sus comienzos, en noviembre del 36) y del siglo XX español. Abel Paz le dedicó una monumental biografía, “Durruti en la revolución española”, que desborda sus aspectos personales para analizar los avatares políticos de las primeras décadas del siglo. Constantemente reeditada y traducida a diversas lenguas, la obra sale ahora en La Esfera de los Libros.

 

Buenaventura Durruti es, quizá, el ejemplo más acabado y radical del anarquismo español. Apolítico e incansable hombre de acción, no fue un revolucionario profesional en el sentido de liberado, de vivir pagado por la organización, ya que trabajó toda su vida.Pero sí lo fue en cuanto a que dedicó todas sus energías a la revolución y al ideal de la anarquía, meta en la que siempre se mostró intransigente.

 

Abel Paz sostiene lo que él mismo considera una teoría muy especial: que «el anarquismo español es la síntesis de Bakunin, Kropotkin y Malatesta; y Durruti es un representante de esa síntesis, por su ideario y por su forma de actuar». En todo caso, en Durruti predomina la acción.

 

Nacido en León en 1896, entra a trabajar en un taller mecánico a los 14 años, participando de las ideas socialistas y de las actividades del movimiento obrero. El socialismo «activo, revolucionario y finalista» que defendía lo identificó pronto con el anarquismo.Se integra en diversos grupos -Los Justicieros, Los Solidarios- con los que participa en atracos para proveerse de fondos. Estando él detenido, sus compañeros asesinan al gobernador de Bilbao, José Regueral, y al cardenal arzobispo de Zaragoza, Juan Soldevila.La policía habla ya, en los primeros años 20, de la banda de Durruti.

 

En 1924 está en París, y allí el grupo planea una acción guerrillera desde los Pirineos que acabará en fracaso. A finales de año, Durruti y su ya inseparable Francisco Ascaso embarcan hacia América.En Cuba, trabajando en una plantación de caña, matan al propietario como represalia y escarmiento por el apaleamiento de tres huelguistas.Firman su acción como Los Errantes, nombre que les hace plena justicia en ese tiempo. Asaltan bancos en México, La Habana y Valparaíso; participan del agitado movimiento anarquista argentino de la época.

 

De vuelta en París, Durruti y Ascaso preparan un atentado contra el rey Alfonso XIII, pero son detenidos; pasarán un año en la cárcel. Al siguiente, 1928, pasarán seis meses más. Con la llegada de la República, Durruti entra en una nueva etapa, encaminada directamente a la revolución. El período 1931-36 es de hiperactividad y de constantes entradas y salidas de la cárcel. Todos los años del período republicano pasa algunos meses en prisión, hasta un total de 33.

 

Se trataba de mantener una constante situación prerrevolucionaria, practicando lo que el grupo de Durruti -Nosotros es el nombre en ese momento- llamaba «gimnasia revolucionaria». Así, participa en un levantamiento anarquista en enero del 32 y, un año más tarde, en una nueva insurrección. El sindicalismo le parecía sólo un instrumento de lucha «en defensa de la peseta más y la hora menos», pero la meta final rebasaba esas reivindicaciones coyunturales. Por eso le parecía difícil que se entendieran «los sindicalistas a secas y los anarquistas». Le parecía que cualquier programa ponía límites a la revolución.

 

A esas alturas, Durruti es un prototipo anarquista, cuyas peripecias mejoran las ficciones de Chesterton o Conrad. ¿O no parecen sacados de sus páginas hechos como el que dos anarquistas fueran detenidos en la víspera del levantamiento y llevados a la jefatura que sus compañeros iban a volar al día siguiente? ¿O que un jefe de policía hubiera pertenecido a las filas anarquistas años antes y persiguiera a sus antiguos compañeros con especial saña?

 

Durruti vive entonces entregado a la causa; durante meses, duerme en una cama sin colchón, hace las tareas domésticas cuando no tiene trabajo y espera una hija. Por fin, la victoria del Frente Popular en febrero del 36. Durruti interviene activamente en la lucha por abortar el golpe militar en Barcelona. Si su nombre ya es famoso, ahora se agiganta con la creación de su Columna.En esos días, en una entrevista, pronuncia una frase que se hizo célebre: «Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones». La Columna Durruti cruza Aragón, camino de Zaragoza, y se va engrosando como se engrosaron las fuerzas de Espartaco cuando se dirigía a Brindisi.

 

En noviembre, la Columna se incorpora a la defensa de Madrid.Allí, una bala misteriosa acaba con su vida. Su muerte sigue siendo aún un enigma, aunque Abel Paz no tiene dudas. «Murió porque estorbaba a la gente, y más a Stalin; y Stalin se lo cargó».

 

«Fue pueblo de nacimiento/ y fue pueblo hasta el final,/ sin sombras, como el cristal,/ sin grietas, como el cemento./ Y no fue su esfuerzo vano,/ ni su ejemplo, ni su lucha;/ queda en esta tierra mucha/ siembra que sembró su mano». Son versos de un poeta, entonces comunista (Jesús Munárriz), escritos en 1966.

 

 

Abel Paz: una biografía de novela

 

Abel Paz (seudónimo de Diego Camacho) le ha dedicado a Buenaventura Durruti muchos años de investigación, los cuales han cuajado en las más de 700 páginas de su libro. Un trabajo riguroso y, sin embargo, poco académico desde otros puntos de vista.

 

Abel Paz no peca de la imparcialidad que se espera de un historiador.Escribe, por ejemplo: «Estaba visto que Alfonso XIII no podía dar un paso sin que algún español sintiera el deseo de suprimirlo de la lista de los vivos», frase impensable en historiadores como Javier Tusell o Carlos Seco, por citar a dos especialistas en Alfonso XIII. O que «los hechos más importantes en materia de expropiación que conocemos de Durruti se relacionan con entidades bancarias y, en todos ellos, se evidenció cierta maestría». O, en fin, que «por desgracia» un anarquista falló en un atentado.

 

Nacido en 1921, Abel Paz comparte plenamente las ideas de Durruti.Incluso, sin llegar a la altura de éste, su vida es también la de un revolucionario. Relacionado con círculos anarquistas desde la adolescencia, vive la efervescencia revolucionaria de la Barcelona del 36 y, entre 1937 y 1938, la nueva vida en una colectividad agraria.

 

Sufre la derrota, el exilio y los campos de concentración franceses.Vive a salto de mata en la Francia ocupada por los nazis hasta que es detenido. Se escapa, y en junio del 42 entra en España con identidad falsa. Detenido en diciembre de ese año, pasará más de nueve años en la cárcel, de los 21 a los 31 de su vida, con apenas 114 días de libertad entre medias.

 

Siguió trabajando con la CNT y, más tarde, escribiendo libros como éste, que se ha convertido casi en un clásico, todo lo clásico que puede ser un libro dedicado a Durruti.

 

 

 

 

 

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“Una lealtad entre ruinas. Epistolario Azaña-Esplá, 1939-1940”

 

 

Fuente: La Vanguardia Digital


Si los catalanes y vascos quieren continuar en la emigración (por el exilio) los costosísimos dislates que han cometido durante la guerra, allá ellos; si piensan recobrar la República y la posibilidad de hacer la burra nuevamente, sobre la base de las nacionalidades y dels pobles ibèriques (sic) están lucidos”.

Manuel Azaña Díez, presidente de la República, expresaba así su decepción personal por el nacionalismo vasco y catalán desde su exilio en Colonges, el 25 de abril de 1939. Lo hacía en una carta a su correligionario y amigo, Carlos Esplá, que fuera gobernador civil de Barcelona cuando la redacción del Estatut de Núria. La misiva era para rechazar formar parte de la Asociación Republicana de Amigos de Francia por contar con tres secciones: la española, la catalana y la vasca.

“Yo no paso por eso, y aunque no tuviera otras razones (que las tengo), para abstenerme, me bastaría esa división inadmisible para negarme a firmar (...). Como ya no tengo obligación de soportar sandeces y soy, al cabo del tiempo, dueño de mis actos y único administrador de mis ideas, me he negado terminantemente a autorizar con mi aquiescencia este proyecto”, concluía Azaña.

Esa revelación se incluye en las 21 cartas inéditas de Azaña a Esplá que aparecen en Una lealtad entre ruinas. Epistolario Azaña-Esplá, 1939-1940. El autor de este trabajo, editado por Publicaciones de la Universitat de València (PUV), es el historiador alicantino, Pedro Luis Angosto, biógrafo de Carlos Esplá (1895-1971), el político alicantino que presidió la Comisión de Traspasos a la Generalitat republicana y que mantuvo una fiel amistad con Amadeu Hurtado, Pere Coromines, Bosch Gimpera y Ventura Gassol.

Este epistolario, que empieza en febrero de 1939, en el exilio, es un extraordinario documento sobre el último pensamiento de Azaña, así como su obsesión por los que consideraba desleales, entre ellos los nacionalistas vascos y catalanes, el último presidente del Gobierno, Juan Negrín, y militantes de su partido, Izquierda Republicana. En junio de 1939 escribe que “no me indigna tanto la animadversión conocida de algunos personajillos (...) como la repugnante hipocresía de otros, a quienes siento no haber dado de bofetadas la última vez que los tuve a mi alcance”.

Volviendo a la animadversión contra políticos catalanes, escribe Azaña a Esplá en junio de 1939 si “¿ha visto usted el manifiesto de Casanovas (se refiere Joan Casanovas, que fue presidente del Parlament), proclamando la independencia de Catalunya? Me dirá usted que no debe tomarse en serio a Casanovas. Según. Su descrédito personal no le quita significación al hecho. Sus eminentes compatriotas no le han desautorizado que yo sepa. Estos catalanes se tienen muy merecido lo que les pasa. Lo malo es que su locura ha dañado a todos”. Entre las revelaciones contenidas en estas cartas inéditas, está la que Azaña menciona “cuando Negrín hablaba de fusilar a Largo y Araquistáin”, refiriéndose a las profundas divergencias en el socialismo español en los últimos meses de la guerra. También se refiere Azaña a la oscura muerte de Marianet, el sobrenombre con que era conocido Mariano Ramón Rodríguez Vázquez, albañil de raza gitana que fue secretario general de la CNT de Catalunya y que nunca gozó de prestigio en la FAI. Marianet se exilió en Francia tras la guerra y murió ahogado en el Marne en extrañas circunstancias. “Tengo otra versión de la muerte de Marianet. Dicen que lo han matado sus camaradas. Esto es más verosímil, porque, ¿cree usted que el Marianet se ha bañado nunca en ninguna parte?”.

En cambio, muestra su extrema simpatía por quienes le han sido leales, entre ellos el socialista Indalecio Prieto (Don Inda le llama en una ocasión y de él dice que “además de inteligente es honrado”), José Giral y el propio Carlos Esplá, entre otros. Pero en el epistolario se trasluce sobre todo su desánimo: “No hay que forjarse ilusiones –escribe en julio del 39–. El porvenir de una política liberal y republicana en España, única que me interesa, es nulo”.

En ese espistolario apenas hay referencias a lo que ocurría en la España de Franco, de la que confiesa que sabe muy poco. En una carta sin fecha, probablemente de agosto de 1939, escribe que “además de las crueldades, la estupidez pura. En la huerta que mi cuñado (Cipriano Rivas-Cherif) tenía en Totana, le han arrancado de raíz los naranjos”.

La última carta de Azaña a Esplá, del 9 de marzo de 1940, es la penúltima que escribió en su vida; la última fueron unas pocas líneas a José Giral. Azaña murió en Montauban (Francia) el 3 de noviembre de 1940, a los 60 años de edad. En la penúltima misiva, dirigida a Esplá, menciona su falta de salud. “No puedo apenas hacer estos garabatos y me es imposible escribir a máquina. Una gripe mal cuidada me ha traído complicaciones respiratorias y cardiacas muy penosas. No sirvo para nada. Carezco de aliento hasta para vestirme (...). Estas cuatro líneas me han dejado reventado para toda la tarde”.

El mejor archivo en el exilio

Estas cartas inéditas de Azaña las halló Pedro Luis Angosto cuando trabajaba en la tesis doctoral sobre Carlos Esplá, de la que Juan Marichal dijo que es uno de los mejores trabajos de investigación histórica del siglo XX. Angosto supo que el archivo de su biografiado, considerado ya entonces el mejor del exilio, estaba en manos de una sobrina política de Esplá en México.Tras fracasar en su intento de obtener ayuda oficial, Angosto se puso en contacto con la ciudadana mexicana para negociar con éxito la compra, y llegaron a poder del doctorando murciano unos 100.000 documentos. Cuando la prensa de Alicante y Murcia se hizo eco del hallazgo de Angosto, actuó la Dirección General de Archivos. Según confiesa Angosto, “en mi casa no cabía todo aquel material”. Finalmente fue a parar al Archivo de Salamanca.

Pedro Luis Angosto, que compagina la historia con el periodismo en Información de Alicante, es autor de Sueño y pesadillo del republicanismo español. Carlos Esplá Rizo, una biografía política (Madrid. Biblioteca Nueva, 2001) y de Unamuno, Blaco Ibáñez y Sánchez Guerra en París (2002). En Una lealtad entre ruinas. Epistolario Azaña-Esplá, 1939-1940 ha colaborado con Angosto, la historiadora Pilar Puig, responsable de la edición electrónica del Archivo Carlos Esplá, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

 

 

 

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“Los naúfragos del Stanbrook”

 

 

Fuente: El Periódico de Aragón

 

El escritor y periodista Rafael Torres (Madrid, 1955) recibió hoy el XXXVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla, galardón dotado con 42.000 euros y la publicación de la obra en la editorial Algaida, por la obra Los naúfragos del Stanbrook .

 

Asimismo, Nerea Riesco (Sevilla, 1974) resultó galardonada con el IX Premio Ateneo Joven de Sevilla de Novela, dotado con 12.000 euros, por la novela El país de las mariposas . Además, el jurado ha recomendado la publicación de la obra finalista dado su calidad e interés titulada El manuscrito de Omniun Sanctorum del sevillano Juan Rey.

 

Rafael Torres, columnista desde 1987 de la agencia OTR/Europa Press, señaló que con Los naúfragos del Stanbrook cierra el ciclo dedicado a la Guerra Civil y a sus consecuencias, iniciado en 1998 con la publicación de Ese cadáver y al que ha contribuido con cinco títulos más.

 

Torres, quien aseguró recibir "con gran satisfacción y alegría" el premio, explicó que la novela se ubica en los tres últimos días de la Guerra Civil y, concretamente, en el puerto de Alicante, "donde confluyeron una masa desesperada de republicanos con sus familias que esperaban ser trasladados por los barcos ingleses y franceses para escapar de la salvaje represión franquista".

 

"Pero esos barcos no llegaron nunca --continuó Torres-- y estos tres últimos días expresan todo el horror de aquella situación". No obstante, matizó que tan solo uno de aquellos deseados barcos, el viejo carbonero inglés Stanbrook comandado por el capitán Dickson, consiguió superar las batidas de alemanes e italianos el 28 de marzo de 1939 para rescatar a algunos españoles y llevarlos al puerto de Orán.

 

 

 

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Los barcos del exilio: el Stanbrook

 

 

Fuente: Diario de Levante

A lo largo del mes de marzo de 1939, el puerto de Alicante se convirtió en el punto de salida más importante para los republicanos que habían quedado atrapados al sur del Ebro. Allí empezó para muchos un largo exilio: más de 2.600 personas consiguieron escapar, hacinadas, en el mítico «Stanbrook».

En el trágico escenario del final de la guerra, los puertos del Mediterráneo, y especialmente Alicante, se convirtieron en el centro de gravedad hacia el que confluyeron las esperanzas de salvación de todos los republicanos, que ya vencidos, pretendían exiliarse de España para escapar de las represalias franquistas.

El gobernador civil de Alicante, Manuel Rodríguez, nombrado el día 4 de marzo de 1939, era un veterano militante socialista ilicitano, que ordenó proporcionar pasaportes y billetes de transporte a quienes fueran designados por las organizaciones políticas y sindicales, sin exclusiones; de esa forma fueron expedidos miles de pasaportes desde el Gobierno Civil y desde el Consulado de México en Alicante, firmados en este caso por el cónsul, Lorenzo Carbonell, que había sido alcalde de la ciudad en la República.

A lo largo del mes de marzo, habían conseguido salir del puerto alicantino los barcos «Winnipeg» y «Marionga», en la primera semana de marzo, con un número indeterminado de exiliados; el 12 de marzo lo hizo el «Ronwyn» con 716 pasajeros (mercante inglés con matrícula de Malta que recaló en el puerto de Tenès), el 19 de marzo el «African Trader» (carbonero inglés, arribó al puerto de Orán), con 859 personas. Los barcos pertenecían a France Navigation y la Mid. Atlantic Co., navieras con las que el gobierno de Negrín tenía firmados contratos para el abastecimiento de la zona republicana. Está también constatado, aunque es difícil de cuantificar, la partida de numerosos barcos pesqueros desde los puertos de El Campello, La Vila Joiosa, Santa Pola y Torrevieja. Después del golpe de Estado de Casado, de principios de marzo, Negrín, parte de su gobierno y altos dirigentes comunistas salieron desde el improvisado aeródromo de Monóvar.

Todo ello explicaría que al producirse la desbandada final, a partir del 27 de marzo, se produjera una caótica avalancha hacia Alicante de decenas de miles de fugitivos, muchos procedentes de Valencia, con la esperanza de encontrar barcos para el exilio. La agónica espera de esos barcos, desde 28 al 31 de marzo, es el epílogo, el acto final de la cruenta guerra fratricida y un episodio imborrable para la memoria histórica valenciana.

La realidad es que el 28 de marzo de 1939 sólo había dos barcos atracados en el puerto de Alicante, el «Stanbrook» y el «Marítime». Mientras que en el primero embarcaron todos aquellos a los que el barco pudo admitir, más allá incluso de lo razonable, en el «Marítime», que zarpó después, pasada la media noche del 28 de marzo, sólo embarcaron 32 personalidades republicanas de la zona, dejando ya en los muelles del puerto a una multitud desesperada, atrapados en la ratonera del puerto alicantino. Todavía hoy debemos preguntarnos qué impidió que otros cientos de compatriotas pudieran exiliarse en el «Marítime». Lo cierto es que tras la ocupación militar de Alicante, por el cuerpo expedicionario italiano, los refugiados serían hechos prisioneros, comenzando un terrible calvario de campos de concentración, cárceles y el otro exilio, el interior.

El «Stanbrook» sí lo hizo y por ello es una referencia mítica del exilio español. Se merece que le dediquemos unas palabras. Se trataba de un pequeño barco carbonero, de 1.383 toneladas, construido en 1909 y remozado en 1937. Parece ser que su verdadero propietario era la Cía. France Navigation, creada por la República con el oro enviado a Moscú y el apoyo logístico del Partido Comunista francés. Por motivos de seguridad el barco viajó con distintas banderas en tareas de abastecimiento de la zona republicana. El barco fue fletado por la Federación Provincial Socialista de Alicante para organizar la evacuación final, encargándose Rodolfo Llopis (que se encontraba ya fuera de España) de todas las gestiones para la organización y financiación del viaje.

Cuando a las 23 horas del día 28 de marzo el capitán del «Stanbrook» ordena levantar las amarras, con rumbo desconocido para la mayoría de los pasajeros, «el barco iba lleno hasta el palo mayor. En todos los lugares había alguien; en las bodegas, en el puente y sobre el techo de las cocinas y las máquinas; la línea de flotación estaba sumergida y se empezaba a levantar el ancla. Seguían llegando por miles los desesperados que no cesaban de gritar o llorar...» (Testimonio del dirigente socialista Cruz Merino).

Con 2.638 pasajeros a bordo inició el «Stanbrook» una singladura con rumbo a Orán, navegando -como dice el testimonio- en zig-zag por encima de la línea de flotación. De ellos, 2.240 eran hombres y 398, mujeres; 147 eran niños, de los cuales 15 no habían cumplido el primer año de edad, y de entre éstos, algunos eran recién nacidos.

El barco arribó al puerto de Orán el día 30 de marzo, anclando a la entrada del puerto sin atracar en los muelles, hasta el 6 de abril, día que amarró en el muelle Ravín Blanc (Barranquillo blanco), pero aislado del resto por alambradas y soldados senegaleses. Las autoridades franceses no autorizaron el desembarco de los refugiados de la hora final (en su mayoría a los puertos de la Argelia francesa y especialmente a Orán), añadiendo en el caso del «Stanbrook», una enorme cota de dramatismo, debido al hacinamiento y las imposibles condiciones de vida de estos miles de expatriados dentro del buque. Si bien en los primeros días fueron desembarcados mujeres, niños, enfermos y ancianos, por increíble que parezca, estos miles de expatriados tuvieron que sobrevivir (en gran parte debido a la solidaridad de los españoles de Orán y de las organizaciones humanitarias internacionales) sobre los muelles del Orán durante treinta días más, una penosa cuarentena, hasta que por fin se autorizó el desembarco. Y después vendrían los largos días de un todavía más largo exilio.

¿Qué fue del destino del «Stanbrook»? Siguió después prestando servicio en la marina mercante hasta que el 3 de diciembre de 1939 se hundió al chocar contra una mina o alcanzado por un torpedo alemán a la entrada del puerto de Amberes. A pesar de la amarga singladura, de Alicante a Orán, uno de aquellos exiliados escribió más tarde que en los campos de concentración de Argelia se le rindió un minuto de silencio. «Aquel navío se lo merecía».


«Fue la noche más larga de mi vida»

La alteana Ventura Martí Pérez fue una de las últimas personas que zarparon desde Alicante el 28 de marzo de 1939 hacia el exilio a bordo del barco inglés «Stanbrook» huyendo de las tropas de Franco, cuando faltaban tres días para que se diera por finalizada la Guerra Civil. Ventura, de 89 años, recuerda con absoluta lucidez aquellos días trágicos de su existencia «porque teníamos miedo a morir». La subida al barco y la travesía «hacia un lugar desconocido entonces para nosotros», añade, «fue una auténtica odisea» porque «el barco iba escorado por el exceso de peso, estábamos todos apiñados, apenas teníamos comida, y existía el miedo a ser hundidos por los submarinos alemanes o por los aviones que nos sobrevolaban». En aquellos días, la joven y atemorizada alteana de 26 años, con un hijo creciendo en su vientre, y con una pequeña lesión en el corazón, que todavía le perdura en la actualidad, sacó «fuerzas de donde no las tenía» para salir de España «donde ya habíamos perdido nuestras libertades» y buscar un país libre «en el que mi hijo pudiera vivir sin mordazas». En esta aventura se embarcó, aunque pasados dos años retornaba a su hogar «porque mis padres me tranquilizaron por carta, además de que necesitaba sus cuidados al contraer unas fiebres tifoideas».

Para Ventura Martí, el recuerdo del «Stanbrook» estará siempre en lo más profundo de su corazón, pues, aunque sólo estuvo un día a bordo, «con la noche más larga de mi vida» -apostilla- «fue muy importante para mí». Con emoción apenas reprimida, Ventura cuenta que el pasado mes de octubre, cuando recibió en casa el periódico «El Socialista», sus vivencias de 63 años atrás «rebrotaron muy vivos cuando vi el reportaje que se publicaba sobre la exposición ÔExilio´ que ha organizado la Fundación Pablo Iglesias en el Palacio de Cristal del madrileño Parque del Retiro, con la colaboración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía». En ese reportaje aparece una foto del «Stanbrook» lleno de gente antes de zarpar desde Alicante, y Ventura señala con el índice sobre una imagen de mayores dimensiones «que me hice nada mas verla en el periódico para tenerla en un lugar preferente de mi casa» la zona en la que se encontraba, a estribor y cerca de la proa.

De sus recuerdos, Ventura Martí nos dice que el mismo 29 de marzo de 1939, siendo todavía secretaria de la sección femenina de la CNT en Altea «a la que me afilié para ayudar a los más necesitados, porque había muchas familias que pasaban hambre», subió por la mañana junto a otro matrimonio del pueblo a la caja descubierta de un camión que pasaba por los pueblos de la costa para llevarlos al barco, marchándose «con lo puesto, mas una muda, y unas pocas monedas de oro que me dio mi tía Ventura, además de una toquilla que me echó ella cuando ya estaba el vehículo en marcha... Ôpara arropar a tu hijo´, me dijo». Llegó a Alicante con el tiempo justo de subir al barco «con apretones y empujones», y cuando zarpó «me entró una gran pena de ver que el puerto seguía abarrotado de gente que no había podido entrar en el barco». Según relata, el barco tomó rumbo hacia Valencia «para despistar al enemigo, nos dijeron», pero cuando llegaron frente a la costa de Altea «con el sol poniéndose por Puig Campana mientras sus rojizos rayos iluminaban a mi pueblo y nuestras esperanzas» cambió de rumbo hacia alta mar. Cuando divisaron al día siguiente las costas africanas, supieron que desembarcarían en Orán, «pero antes no nos habían dicho nada, y yo estaba dispuesta a irme a América si hacía falta», señala al tiempo que recuerda con cariño «el gran recibimiento que nos hicieron los franceses de Argelia».

En Orán trasladaron a los exiliados a una antigua cárcel con funciones de albergue, y a los tres días fueron repartidos por varias casas de la ciudad. Ventura fue ingresada en un hospital, con un corazón débil y soportando el peso del crecimiento de su hijo en el vientre. Después encontraría trabajo limpiando casas y ventanas, pero, según cuenta «tras nacer mi hijo volví a ser ingresada aquejada de una grave cistitis».

Durante su estancia en Orán, tanto ella como el resto de españoles se informaban sobre los acontecimientos que pasaban en España a través de la radio, y ella, particularmente cuando estaba hospitalizada, por lo que le decía una de sus enfermeras. El tiempo pasó, y a los dos años de su huida volvió a Altea «con unas altas fiebres tifoideas», señala, y con un periplo que le llevó desde Orán a Melilla por carretera, de aquí a Málaga por barco, y de ahí a Alicante en tren, hasta volver a Altea en un taxi fletado por sus seis hermanos, «y con sólo dos reales de las monedas de oro que me dio mi tía dos años antes». La llegada a Altea la hizo «con cierto temor a represalias y a que me metieran en la cárcel», pero «todos se portaron muy bien, y en especial el alcalde de entonces, Joan Batiste Orozco, al que conocía desde pequeño». Cuando se curó del tifus, estudió el Bachillerato y posteriormente se hizo comadrona, alentada por la comadrona de Altea después de que la ayudara en el parto de una cuñada de su hermana. Nos cuenta que esta profesión «me ha dado muchas satisfacciones», y muestra su orgullo de haber ayudado a nacer a miles de alteanos, además de que se siente satisfecha «de que a mis 89 años todavía la gente me recuerde y me pare en la calle para saludarme y darme un beso». - j. martinez


«Pasamos dos días en la cubierta del "Stanbrook"»

La ilicitana Helia González tenía cuatro años cuando, junto a su hermana Alicia, de dos años, su padre, Nazario González, el que fuera presidente de Acción Republicana Democrática Española (ARDE), y su madre, Isabel Beltrán, partía el 28 de marzo de 1939 desde el puerto de Alicante en el «Stambrook», el último buque de exiliados republicanos con destino a Orán (Argelia). «Aquello es algo que no se te olvida. Salimos en un barco de carga que llevaba 2.638 pasajeros. Estaba tan abarrotado que mi madre, mi hermana y yo tuvimos que entrar por una ventanilla», comenta.

Para el viaje la madre de Helia sólo llevaba un pequeño maletín con ropa interior y unos cubiertos de alpaca bañados en plata «por si acaso». Ese «por si acaso» al que aludía su madre era por si en una situación de extrema necesidad había que vender los cubiertos para obtener dinero. «El viaje lo tuvimos que hacer subidos encima de un baúl en la cubierta. Yo intenté ir a orinar y no pude llegar a ningún aseo. Hasta el segundo día por la mañana no nos desembarcaron, pero lo hicieron sólo a las mujeres y los niños. Así que nos separaron de mi padre, ya que a nosotras nos llevaron a una especie de colonia de vacaciones», explica.

Nazario González estuvo «desaparecido» varios días hasta que pudo reencontrarse con fu familia. Todos se asentaron finalmente en la ciudad de Sidi-Bel Abbès, donde nació otro miembro de la familia, Antonio. Tras diez años en Argelia, conviviendo en una casa de un primo de la madre, la familia volvió a Elche el 23 de julio de 1949. «Lo pasamos muy mal porque la gente no entendía que hubiéramos tenido que salir de España sin haber hecho nada malo. Mi recuerdo es el de una vivienda pequeña, muchas incomodidades, sin luz, muchas veces sin agua y algunos días de Reyes Magos sin ningún juguete. Pero nunca he sentido la verdadera pobreza porque mis padres no me lo hicieron sentir». .- N.J. Martínez Leal

 

 

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La voz de Pablo Neruda narra la salvación de 2.500 exiliados españoles

 

 

Fuente: Heraldo de Aragón

 

La actriz catalana Monserrat Julió es uno de los personajes de la obra dramatizada "La travesía", que estrenó RNE (Radio 1) para conmemorar el centenario de Pablo Neruda. Esta pieza, escrita por el autor chileno Jorge Díaz, recrea la hazaña vivida por los integrantes de un barco con exiliados republicanos españoles que el poeta, por aquel entonces diplomático, mandó fletar para recoger a los huidos. Nada tendría de particular esta veterana artista de 75 años, que en la obra interpreta el papel de Gabriela Mistral, si no fuera porque ella era una de las niñas pasajeras de aquel buque.

La voz de Neruda, interpretada por el actor chileno Pablo Krög, narra aquel hecho histórico. El poeta promovió la peripecia del Winnipeg, un barco de carga que zarpó del puerto francés de Trompeloup, el 4 de agosto de 1939. A bordo, 2.500 exiliados españoles que se habían refugiado en Francia, donde no tardaría en estallar la II Guerra Mundial.

Montserrat Julió es hija de un tornero miembro del PSUC en tiempos republicanos. Tenía 9 años cuando salió junto a sus padres de su Mataró natal, en enero de 1939, con rumbo a Francia. Fue un duro trayecto, como para el resto de los millares de exiliados españoles que huían ante la inminente victoria de los nacionales. Las tropas nazis estaban a punto de bombardear Francia y en el puerto de Trompeloup ya habían pintado las argollas de azul, para eludir el fuego, cuando la familia estaba a punto de embarcar en el Winnipeg.

"Francia se vio desbordada por la cantidad de personas que llegaban de España y nos ayudó el Servicio de evacuación de los refugiados españoles", recuerda Montserrat Julió. "Al llegar al puerto, mi madre y yo no estábamos en la lista, pero Pablo Neruda lo arregló todo y le aseguró a mi padre que "ese barco no se va sin su familia".

 

Recibidos "como héroes"

 

"Íbamos muy hacinados. Pero la alegría de ir a América era tremenda. En la travesía murió un niño, aunque yo apenas me daba cuenta porque era muy pequeña y estaba todo el día saltando a la comba con una amiga", relata.

"La llegada a Chile fue apoteósica. Nos recibieron como héroes. No parecía que fuéramos los vencidos. Conocí a Pablo Neruda allí, pero yo era muy tímida, muy niña. Recuerdo que hubo un presidente, González Videla, a quien Neruda ayudó a subir al poder, y que luego éste le traicionó al prohibir el Partido Comunista, momento en que Neruda tuvo que exiliarse".

Al cabo de un tiempo, la familia Julió volvió a España, donde se asentó en 1960. Montserrat había hecho una carrera brillante como actriz en Chile, después de estudiar en la universidad. En España no fue tan sobresaliente, pero sí consiguió varios papeles como en la película de Isasi Isasmendi "Tierra de todos", de la que fue prácticamente protagonista.

La emigración que llega ahora a España es bien distinta a las circunstancias que esta mujer vivió. "Aquí vienen porque pasan hambre en sus países. No sé si Europa hace todo lo que puede. El problema ahora es mucho más grande, universal. Algún día la situación estallará de una manera brutal. Cuando veo las imágenes de las pateras, con esos niños que llegan muertos de hambre, me acuerdo de que nosotros nos fuimos por motivos políticos. Además, llegamos a un país que necesitaba gente para trabajar. Fuimos creativos, y casi unos privilegiados".

Montserrat Julió ha escrito y publicado su "travesía" en una edición en catalán que, próximamente, será editada en castellano.

 

 

 

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TVC graba dos capítulos de «Zona roja» sobre la guerra civil en Baleares

 

 

http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+10+283411

 

Un equipo de Televisió de Catalunya se encuentra estas semanas grabando en Balears cuatro episodios de la serie documental «Zona Roja» sobre la Guerra Civil. La serie, que se inició el año pasado con el rodaje y emisión de los capítulos centrados en Catalunya y la franja de Aragón, amplía ahora sus fronteras y prepara una nueva entrega de dos programas dedicados a Balears y dos al País Valencià.

 

En los capítulos se exponen por primera vez las diversas y complicadas circunstancias en que se vieron inmersos los isleños durante la Guerra Civil. Así, el equipo de TVC llegó la semana pasada en Mallorca para buscar localizaciones y entrevistas testimoniales que rodarán a partir de mañana en Palma, Manacor, Porto Cristo, Pollença, Inca, Maó, Ciutadella, Eivissa y en otras poblaciones significativas.

 

El equipo de investigación ha contado con la colaboración de algunos asesores históricos, conocedores del tema en profundidad. Entre ellos se encuentran David Ginard, Josep Massot y Muntaner, Llorenç Capellà, Miquel Duran o Sebastià Serra.

 

El capítulo séptimo de la serie, y primero dedicado a Mallorca, se titula «L'expedició de Bayo». Es una crónica de la aventura marítima que, a principios de agosto de 1936, llevó al capitán Bayo a intentar recuperar Mallorca, Eivissa y Formentera, que estaban en manos del bando franquista. Un episodio donde se exponen los motivos de esta expedición y las dificultades que encontró para cumplir su objetivo.

 

El segundo capítulo se dedica a Mallorca. En el mismo se explica el triunfo de los militares fascistas y las vivencias de los mallorquines, distintas a las de los habitantes de las otras islas. Con el levantamiento llegó a Mallorca Arconovaldo Bonacorsi, más conocido como el conde Rossi, enviado por los aliados italianos de Franco con la misión de crear los cimientos de una sociedad basada en los mismos postulados fascistas que Mussolini aplicó a Italia. El capítulo explica las vivencias de los mallorquines, víctimas de la imposición fascista y de los bombardeos republicanos.

 

Uno de los aspectos destacados de la aportación documental de la serie es la especial atención a todas las personas encerradas en prisiones, escondidas o que intentaron huir de la Isla, manteniendo el espíritu y los ideales republicanos, en un último reducto de la resistencia de la zona roja en Mallorca. Un movimiento poco estudiado y desconocido para la mayoría.

La serie «Zona roja» se emitirá a partir de octubre y, además de la nueva entrega, se repondrán los emitidos el año pasado.

 

 

 

 

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El archivo de Salamanca.
Cuáles son y qué contienen los papeles de la discordia

 

 

Fuente: Nuria Azancot    http://www.elcultural.es/HTML/20040701/Letras/LETRAS9878.asp

 

El Patronato del Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca se reunirá próximamente para decidir su futuro. Desde hace años la Generalitat exige la devolución de los papeles catalanes expoliados por las tropas franquistas durante la guerra, y parece que ahora, gracias a la política y sus pactos, pueden conseguirlos. Mientras, el Ayuntamiento de Salamanca reúne más de 29.000 firmas para impedir que se desmembren los fondos, y ya han ido a la ciudad autobuses de intelectuales catalanes que posan ante el Archivo reclamándolos. Pero, ¿quién puede negarse a que vuelvan a sus legítimos dueños documentos así conquistados? ¿O, por el contrario, se puede (o se debe) desguazar el patrimonio histórico nacional? Estamos cruzando una noche oscura que son varias, porque además a esta ceremonia de confusiones múltiples se une el Ministerio de Cultura, que parece no saber muy bien qué tiene el Archivo de Salamanca, y apuesta por crear un gran Museo de la Memoria Compartida.

 

Lo primero que hay que aclarar es que el Archivo de Salamanca no es, “ni puede ser”, proclama su director, Miguel Ángel Jaramillo, el Archivo de la Guerra Civil, “no sólo porque no existen archivos temáticos dedicados, por ejemplo, a la Guerra de Cuba, sino porque lo concerniente a la guerra está repartido en una decena de archivos públicos”. Por eso, en Salamanca están los papeles de partidos políticos, sindicatos, ayuntamientos; en Madrid, en el Archivo Histórico Nacional, los papeles de la llamada “Causa general”; en el Archivo General Militar de Ávila, datos de las unidades del ejército republicano; los datos de los campos de trabajo franquistas se conservan en el Archivo General Militar de Guadalajara. Por no mencionar los documentos custodiados en el Archivo de Presidencia de Gobierno, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, los de las Audiencias Territoriales, el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, los Históricos-Militares de Barcelona y Segovia, el de Viso del Marqués...

¿Por qué, entonces, es tan importante Salamanca? ¿Qué tesoros custodia? Para empezar, tres millones de fichas y más de 300.000 expedientes de miles de ciudadanos afiliados a un sindicato o un partido político, que se habían significado a favor de la República o eran masones. Salamanca es el archivo de la represión franquista, aunque no exactamente policial sino, como matiza Jaramillo, “de los servicios de información ligados a la cadena represiva del régimen franquista. No era policial en el sentido de que no era una actividad de la Dirección General de Seguridad, sino un organismo ligado a la Presidencia del Gobierno y muy directamente a Carrero Blanco, que tenía la función de informar a la cadena represiva, fundamentalmente al Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo pero también a cualquier otro organismo público que pidiera información de antecedentes político-sociales y masónicos. Es el archivo de la represión sobre los que perdieron la guerra, gente muy de a pie, porque los grandes personajes ya habían salido al exilio o habían sido fusilados o depurados”, subraya.

 

Tierra quemada

 

Lo cierto es que, a partir de junio de 1937, las tropas de Franco, a medida que iban conquistando la zona republicana requisaban cuanto documento encontraban en las sedes de los partidos políticos, sindicatos, casas del pueblo, asociaciones y organismos de la República. Se llevaban lo que podían y quemaban el resto sin demasiado criterio. “Sólo fueron sistemáticos de verdad –apunta Jaramillo– en el caso de los masones, uno de los colectivos que más sufrió la represión. En la zona sublevada en el primer momento, como Salamanca o Cádiz o Galicia, no sólo no se incautó documentación, sino que en algunos casos se destruyó en auténticos autos de fe”. Hay quien incluso apunta una audaz teoría: que pudo ser el general Mola quien comenzó a apoderarse de los papeles republicanos que iba encontrando al paso de sus tropas, mientras que las de Franco arrasaban las sedes del “enemigo”. A la muerte de Mola, Franco descubriría este archivo vital para la represión y encargaría su organización a un carlista muy vinculado a Mola, que acabó dirigiendo la Delegación Central de Recuperación de Documentos de Salamanca.

Las incautaciones siguieron el recorrido del ejército de Franco, pero, aunque se dice desde Cataluña (para reclamar sus fondos) que sólo hay documentación de 17 provincias lo cierto es que a medida que iban perdiendo la guerra, los republicanos se llevaban sus archivos con ellos, por lo que la documentación de Madrid, Barcelona y Valencia cubre casi todo el territorio nacional. Por eso no aparece documentación incautada, por ejemplo, en Zamora, pero sí que se encuentra información de esta provincia en Madrid o Barcelona. Más aún, el Tribunal Popular de Euzkadi se incautó en Santander; en la documentación de Vinaroz aparecen documentos de Tarazona o Lérida, y en Barcelona aparece todo lo relacionado con el movimiento libertario de Aragón o las cartas que un puñado de niños de la guerra enviaron a Stalin al llegar a Rusia en 1938. Claro que de Barcelona, las tropas franquistas se llevaron mucho más: los papeles de la Generalitat, para empezar. La documentación requisada acabó en Salamanca porque era, en esos momentos, la sede del Ejército franquista y capital de la España sublevada. Allí no se llevaron archivos completos, sino documentos o fragmentos seleccionados que iban desde actas judiciales a fichas de partidos políticos y numerosos documentos privados que se requisaban en domicilios particulares. Tras la selección, venía el reparto: la que tenía informaciones personales o judiciales se quedó en Salamanca; la que tenía valor administrativo, se remitía al respectivo organismo franquista, como los planos de carreteras, etc. También se devolvieron los papeles encontrados en la Dirección General de Seguridad Republicana sobre gentes de derechas. Y una parte esencial se destruyó, convertida en papel reciclado, como el 90 por ciento de las 160 toneladas requisadas en Cataluña según Josep Cruanyes.

Más aún, recientemente la ministra de Cultura aseguraba que Fraga se había llevado del Archivo todos los papeles relativos a Galicia.

 

El misterio gallego

 

Insinuaba Carmen Calvo un trato de favor a los gobernantes del PP, algo que Jaramillo niega: “Desde que esto es Archivo Histórico del Estado, es decir, desde 1979, no se han producido movimiento de documentos salvo para exposiciones temporales. Entregas de documentación no ha habido. Qué barbaridad, si no se incautó ningún documento en Galicia porque fue zona sublevada, si en el archivo sólo aparece Galicia a través de algunos personajes de Madrid que tenían vinculación con los partidos gallegos. ¿Qué quiere?, es una campaña de propaganda, pero en esto de Galicia no hay matices, o es verdad o es mentira, y es mentira. No sé, alguien se está confundiendo con otra cosa, no puede haberlo dicho con otra intención siendo del Ministerio”.

Pero eso es otra historia, una historia que comenzó en 1977, al pasar a depender del Ministerio de Cultura, y más aún cuando en el 79 un Real Decreto dispuso que la Delegación para la Recuperación de Documentos se adscribiese a la Sección Guerra Civil del Archivo Histórico Nacional. Desde 1999 es el Archivo General de la Guerra Civil.

Con un presupuesto para el pasado ejercicio de 160.000 euros, el Archivo de Salamanca cuenta con plantilla estable de 30 personas, cinco de ellas archiveros, y este año van a disponer de diez contratos temporales de cinco meses y dos becarios. Otra de las acusaciones que se formulan contra el Archivo desde Cataluña es que está desordenado por desidia, algo que niega el historiador Julián Casanova, que frecuentó el archivo en 1979-80, “en un momento en el que el archivo estaba militarizado, había una pareja de la guardia civil a la entrada, y la consulta de documentos dependía de la benevolencia del regente de turno. Volví después en muchas ocasiones y el archivo ha cambiado: está regido por profesionales y se ha hecho una notable labor de catalogación”. Quizá por eso, en 2003 acudieron al archivo 1094 investigadores procedentes en su mayoría de España, y 2237 más hicieron consultas por fax o email. Aunque cualquiera puede acceder físicamente a documentos muy deteriorados, y parte de la catalogación sigue sin actualizar.

 

180.000 fichas de masones

 

El archivo está dividido en dos secciones, una especial o masónica, y otra político-social, formado por los fondos existentes en el momento de constituirse como Archivo Histórico Nacional (los de los Servicios Documentales de Presidencia de Gobierno y los del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo), al margen de las adquisiciones posteriores a 1977.

La Sección Especial, también denominada “masónica”, recoge la documentación incautada a las instituciones masónicas y la que se elaboró sobre las mismas, estructurada en tres tipos de expedientes: personales, de logias y de asuntos, complementados por el denominado Fichero General Masónico, que resume su contenido en unas 180.000 fichas, algunas referidas a documentos estremecedores, como una carta en la que un antiguo masón escribe el 17 de junio de 1940 al reverendo José M. Borrás que está “profundamente contrito” y delata a quien le llevó a la logia por primera vez. Claro que también se conserva un informe de la Fiscalía del año 42 denunciando la maldad de los masones porque siempre delataban a quienes ya tenían fichados. El Archivo, que reúne información sobre la masonería en España desde 1869, cuenta con una biblioteca de más de 5000 volúmenes y con una logia masónica con objetos reales confiscados por el franquismo, los mapas de la masonería en España, objetos, símbolos, una Historia de la masonería inédita. El archivo del Tribunal Especial conserva los procesos por los delitos de Masonería y Comunismo desde su creación, en 1940, hasta su desaparición, en 1963.

Por su parte, la sección Político-Social, de mucho mayor volumen, conserva documentación recogida en todo tipo de instituciones u organizaciones republicanas, estructurándose por la zona de procedencia: Alicante 1904-1939 (180 cajas); Aragón, 1938 (145); Barcelona 1939 (1879); Barcelona-Generalitat 1921-39 (507); Bilbao 1797-1939 y 1877-1938 (260); Cádiz, 1910-1939 (6); Cartagena 1936-1938 (60), Castellón 1938 (365), Extremadura 1938 (37); Gijón 1902-1937 (742), Jaén 1936-1949 (33); Lérida 1938 (65), Madrid 1874-1939 (2.783); Santander 1907-1937 (839); Valencia, 1932-39 (220) y Vinaroz 1902-1938 (13 cajas). Hay además 2939 cajas referidas a Prensa y propaganda (1896-1939), 460 con los expedientes político-sociales de correos; 1939 de Información Militar (1913-39), documentación particular (658 cajas); fotografías 1914-1939 (20.067 unidades); biblioteca (19805) y hemeroteca (2.349).

¿Y qué hay en esos cientos de cajas? De todo y nada, si no se sabe buscar, porque siguen catalogadas como en el franquismo, por el lugar de procedencia. Con un problema añadido: la mitad del archivo está microfilmado (toda la documentación asturiana, la del País Vasco, buena parte de Cantabria, toda Andalucía, casi el 90 por ciento de Valencia, parte de Madrid, la relativa a la Generalitat de Cataluña, los carteles, las fotografías), pero para digitalización no hay personal de plantilla. “Nosotros”, reconoce Jaramillo, “digitalizamos durante medio año, que es cuando tenemos contratos. Uno de nuestros proyectos es pasar toda la documentación microfilmada a soporte digital, porque permite volcarla en el portal de los archivos estatales”. También están digitalizadas los 3 millones de fichas onomásticas, aunque sólo están en uso medio millón. Por eso, quien quiera consultar algo puede perderse entre las viejas fichas, con una nomenclatura, y el sistema informático, con otra. Así, si nos interesa el tema de las mujeres en la guerra civil, además de buscar en las cajas de cada zona, deberemos consultar hemeroteca, fotografía, carteles y postales, la biblioteca, buscar por personajes...

 

Oscuro objeto de deseo

 

Se trata de un fondo casi inabarcable y desigual, que ahora reclama la Generalitat de Cataluña. Conviene precisar que en 1982 se estableció un convenio entre el Estado y Cataluña para la microfilmación de los documentos conservados en Salamanca procedentes de la Generalitat: además de la selección de lo que estaba en Salamanca, de su clasificación, ordenación y descripciones se hizo un inventario y se microfilmó, y una copia microfilmada está hoy en el Archivo Nacional de Cataluña. Y de esos originales, nada más interesante que lo concerniente al Estatuto de Autonomía. Por ejemplo, se conservan las actas de las sesiones celebradas antes y después de su proclamación, los debates sobre la lengua y los límites de la libertad y el comercio; también las de la comisión mixta creada en noviembre de 1932 para inventariar los bienes del Estado central cedidos a la autonomía o la adaptación de los servicios que habían de pasar a la Generalitat. Además, en el apartado de Presidencia se conserva la correspondencia de Francesc Macià desde 1931 como Presidente provisional, las adhesiones que recibió tras el alzamiento del 10 de agosto de 1932, la letra pequeña de la administración de la zona, la correspondencia de Lluis Companys tras la crisis de abril del 37... Por su parte, la documentación del Consell de Gobern permite conocer la organización de los distintos servicios públicos entre 1936 y 1938, lo que sitúa, según los responsables de su catalogación, “en su contexto político, social y económico los problemas de Cataluña en ese periodo, relativos, por ejemplo, a los refugiados españoles en otros países, los castigos a los rebeldes y desertores,”. La mayor parte de los documentos de la Generalitat se refieren a Justicia (213), Defensa (170) y Seguridad Interior (49), mientras que de cultura se guardan 16, y 6 de sanidad.

Pero la situación no es nada sencilla. Así, mientras que Julián Casanova considera “legítimas”las reclamaciones de Cataluña, aun cuando “la documentación está muy dispersa, mezclada y separar lo que pertenece a cada comunidad autónoma u organización política supondría la desaparición del archivo”, para Stanley Payne es “extraño creer que documentos historicos pueden ‘pertenecer’ a ciertas entidades políticas”. Y para Ucelay-Da Cal, “los ‘papeles de Salamanca’ no son más que una pugna por la posesión simbólica del objeto físico, dado que su contenido, las palabras, están ya microfilmado en el caso de la documentación confiscada en Cataluña por las fuerzas franquistas y la misma reproducción (u otras técnicas) se pueden extender al resto, si existe la voluntad del poder público de pagar el esfuerzo . El debate, pues, no es historiográfico, sino político: ¿que vale más, la esencia de la Generalitat de Catalunya republicana o la troncalidad estatal del Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo y sus objetivos en una Salamanca que fue capital del Caudillo? Los ‘papeles’ son una reliquia, en su sentido más literal y religioso”.

Reliquias o no, volvamos a ellos, a los fondos del archivo. En la sección político-social aguardan miles de fichas de personajes anónimos, como Eugenio Rodríguez, que tuvo la mala idea de dar un pollo al Socorro Rojo, o Américo Meana González, cuya ficha figura al dorso de la de Pablo Picasso, y que con 23 años estaba afiliado al PSOE, a JSU y a UGT. De sus pequeñas historias apenas se sabe nada, pero tiznan de pena y muerte. Nada que ver, por ejemplo, con Rafael Alberti, del que se conservan once fichas, en una de las cuales se dice que escribe poesía y que publicó una en “Nuestra bandera”, órgano del PC de Alicante, en 1938 (cp. B-30, fol.121) y en otra, que firmó el manifiesto de los intelectuales antifascistas en solidaridad con el pueblo chino en abril de 1938. En cambio, Azaña sólo tiene 6 fichas. Picasso sólo tiene una, referente a su nombramiento como director del Museo del Prado: “CNT”, núm. 410, pág. 1, 22 de septiembre de 1936. Como el mismísimo general Franco: “General de las Fuerzas Militares de Marruecos, figura en la correspondencia dirigida a Florian Huertas en el año 1935” (leg. 447, exp. 9, fol. 1) De Sánchez Albornoz se guardan dos fichas y Unamuno tiene 5 entradas, aunque la más curiosa sean la primera: “Aparece su nombre en una carta de recomendación a la señorita Natividad Jambrina”; Nin tiene 9 fichas, Bergamín 13 fichas, alguna muy descriptiva de su compromiso con la república, y otra dando cuenta de que ha publicado en una revista un verso provocador, “El mulo de Mola”. Durruti tiene dos fichas, las mismas que Pedro Sainz Rodríguez y una menos que Carrillo y Gregorio Marañón, del que se consigna: “Pronunciará una charla desde la emisora del partido comunista”. Por su parte, de Ramón Pérez de Ayala se conservan 7, que van desde “Escribe una novela en la revista ‘Estudios’, órgano del PC de Valencia (‘Estudios’, car. 91, num. 72, ag. 1929) a “Aparece una copia de oficio dirigido al Sr. Magistrado Juez Especial D. Salvador Alarcón” (leg. 1,741. Tomo 5, folio 455, PS Madrid)

 

Ridruejo, Armero, Esplá

 

Dentro del laberinto salmantino, sin la ayuda de los ángeles-conserjes lo más fácil es no reparar en el original de “Vigésimo aniversario de la Unión Soviética” de Antonio Machado, que duerme en la carpeta 87 de Barcelona. Escrito para la radio de Valencia, el poeta, seriamente enfermo, lo dictó a su hermano José aunque tiene correcciones de su puño y letra, y nos muestra un Machado combativo: “Moscou [sic] es hoy el foco activo de la historia”. También de Machado se conserva un poema “A Méjico”, parte del legado de Carlos Esplá.

Porque, en efecto, a los fondos de Salamanca hay que añadir los comprados en la transición, como el de Dionisio Ridruejo (63 cajas) o el de Esplá, amigo de Blasco Ibáñez y Unamuno, periodista y político que murió en México en 1971. A su muerte, sus documentos fueron adquieridos por el Estado español. Y allí apareció parte de la correspondencia de Indalecio Prieto con el presidente mexicano Lázaro Cárdenas o con Roosevelt “para traer de Francia a todos los españoles que quieran venir, sin distinción de edad, sexo, ni mucho menos, de ideología. ¡Todos, todos!”El Estado también adquirió la colección de José Mario Armero, estructurada en dos partes: distintivos, banderas, carteles y simbología por una parte; y entorno social, ambiente y mundo infantil, con juegos, carteles, tarjetas y fotos de las dos zonas en guerra por otra.

Otros fondos han sido donados, como el archivo de Robert Capa: en 1979 el embajador de Suecia en Madrid hizo entrega al subsecretario de Asuntos Exteriores de España de una pequeña maleta con documentos del presidente Negrín que se había depositado durante la guerra en la legación sueca en Vichy (Francia). Junto a los documentos de Negrín, aparecieron 97 originales de la guerra civil de Capa, depositados desde 1992 en Salamanca, y que constituyen la segunda colección más importante del fotógrafo en el mundo. También la Federación Española de Deportados e Internados Políticos, creada en el exilio tras la guerra, donó sus fondos en 1988. Está el manuscrito de Manuel Alfonso (1935-1945), sobre lo vivido en un campo de prisioneros nazis. Y los documentos de la Sección de Información del Estado Mayor Central del Ejercito de la República, y el archivo del Comisario General de la Flota Republicana, Bruno Alonso, con correspondencia con Indalecio Prieto. Y los de la Liga de Mutilados, Inválidos y Viudas de la guerra civil, cedidos a España en 1977.

Por el contrario, sí se compraron los 270 negativos de la fotógrafa Kati Horna, que apenas pudo llevarse al exilio una caja de hojalata con una selección de su obra; los 1032 negativos de Louis-Albert Deschamps, o 3861 imágenes relacionadas con los españoles republicanos en México reproducidas de la colección de los hermanos Mayo. Además, el archivo de Salamanca cuenta con una colección fotográfica de 1010 unidades de la Legión Cóndor; una buena colección de hojas de propaganda de la guerra civil en Cataluña (2120) y un apasionante apartado de fuentes orales, con 127 entrevistas en vídeo y 63 en audio con veteranos americanos de la Brigada Lincoln, así como 515 cintas con 116 entrevistas sobre el exilio español en México. Y los expedientes de depuración de los empleados de Correos, y 99 rollos para la recuperación de archivos del exilio filosófico español en México, y el archivo de José Gaos microfilmado.

 

Un futuro incierto

 

En breve se reúne el Patronato, con el futuro del Archivo en juego. Su director, que parece confiar poco en la política, asegura que “primero el Gobierno tendrá que decidir qué es el archivo, si es una simple acumulación de papeles que al repartirlos no pasa nada, o un archivo fruto de la actividad de un organismo, y por tanto un testimonio histórico que guarda la memoria de los españoles, qué es más importante. Una vez respondida esta cuestión todo es posible...”. ¿Y el Centro de la Memoria Compartida? Aunque asegura que “No debería decir mucho. Hay que hacer distinguir por una parte el archivo actual, y proyectos espléndidos como el Museo de la Memoria Compartida, que no deberían estar ligados a la muerte del archivo actual”. Julián Casanova sí es partidario de “crear un Museo Nacional de la Guerra Civil y no sólo un archivo estimularía un mejor y más amplio conocimiento de la guerra civil. Y lo que sí que debería hacerse de forma inmediata es poner al servicio de los investigadores, como un archivo público más, la documentación conservada en la Fundación Francisco Franco, un asunto mucho más serio y urgente que lo relacionado con el Archivo de Salamanca. Imaginemos que los archivos con documentación sobre Hitler o Mussolini estuvieran en manos de sus familias y al servicio de la ultraderecha”.

 

 

 

Sumario

 

 

 

 

El Patronato del Archivo de la Guerra Civil

nombrará en septiembre los expertos

 

 

Fuente: Europa Press

 

El pleno del Patronato del Archivo de la Guerra Civil, con sede en Salamanca, decidió hoy nombrar, el próximo mes de septiembre, a los expertos que analizarán las peticiones formuladas por distintos organismos catalanes para que vuelvan a esta Comunidad Autónoma documentos incautados durante la contienda de 1936-1939.

 

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, presidió hoy, durante casi tres horas, la reunión del pleno del Patronato de la Guerra Civil, formado por dieciocho miembros, entre los que figuraban la consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente; el subsecretario de Cultura, Antonio Hidalgo, y el alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote.

Excusaron su asistencia Gregorioi Peces Barba y José Félix Tezanos.

 

Al finalizar la reunión, la consejera de Cultura de Castilla y León, Silvia Clemente, en declaraciones a los periodistas, pidió que se respete el acuerdo de 22 de julio de 2002 de mantener la unidad del Archivo de la Guerra Civil, frente a las peticiones catalanas. Secundaron la petición el rector y el alcalde de la ciudad de Salamanca.

 

Silvia Clemente se mostró abierta a que salgan documentos que anteriormente no fue autorizada su salida, como el Estatuto de Autonomía de Cataluña o los acuerdos de las comisiones mixtas antes de la II República Española. "Lo que se está volviendo a revisar es un acuerdo que fue tomado", declaró la consejera.

 

Durante la reunión de hoy, según la consejera, se pusieron sobre la mesa nombres de expertos. La Comisión Permanente del Patronato del Archivo de la Guerra Civil decidirá en septiembre los nombres de historiadores, juristas, científicos y archiveros. Silvia Clemente rogó que exista un equilibrio entre los distintos expertos a la hora de tomar una "decisión objetiva". La Comunidad de Castilla y León y la Universidad de Salamanca han propuesto el nombre de Julio Valdeón, académico de la Historia e historiador, que ha sido aceptado.

 

Los miembros del Patronato presentaron quince nombres, que no han sido revelados, pues falta que acepten. "Ha sido --dijo la consejera-- una tormenta de ideas, a la hora de definir los nombres de este comité de expertos. Como patrona deseo que haya equilibrio en el conocimiento y en la composición para que la propuesta final sea objetiva y científica", dijo.

Aclaró la consejera que por "tormenta de ideas" entendía que se habían puesto sobre la mesa muchos nombres, desde la propuesta que cada patrono presentó.

 

Para la consejera, "es un asuntos muy delicado, porque estamos hablando de un patrimonio que pertenece a todos los españoles. Patrimonio de todos los españoles, reunido legalmente, hay en muchas instituciones culturales del territorio español. La decisión que se tome sobre este asunto es un precedente que va a ser tenido en cuenta en la documentación y en el patrimonio de todo tipo que existe en otros lugares de España".

 

"Por lo tanto --agregó la consejera--. la decisión ha de ser muy cuidada, porque también hay en el archivo del Ministerio de Defensa de Ávila de la Guerra Civil documentos que pertenecen a Cataluña y al País Vasco, pero también los hay de Valencia en el Archivo de la Corona de Aragón que está en Barcelona. Igualmente hay patrimonio histórico-artístico de Castilla y León , como la 'Biblia de Ávila' que se encuentra en la Biblioteca Nacional, y que también fue 'sacada' de Ávila en unas condiciones dudosas".

 

Insistió a los periodistas que se trata de un asunto delicado. Recordó que el Presidente de Castilla y León propuso al Presidente de la Nación, José Luis Rodríguez Zapatero un pacto de Estado sobre las instituciones culturales para garantizar el patrimonio que pertenece a todos los españoles.

 

 

Una comisión de expertos decidirá el futuro del Archivo de Salamanca


Fuente: Heraldo de Aragón

 

Una comisión de expertos analizará la reclamación, por parte de la Generalitat, de algunos documentos de la guerra civil -todos ellos relacionados con la historia y las instituciones catalanas- que se conservan en el Archivo de Salamanca. El Gobierno catalán los considera "botín de guerra" y exige que se los devuelvan. Tras una reunión ordinaria celebrada el martes, y que estuvo presidida por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, la Comisión Permanente del Patronato del Archivo General de la Guerra Civil acordó la creación de una comisión de expertos que estudiará la solicitud de la Generalitat. Los miembros de la comisión se darán a conocer en un pleno del próximo 12 de julio. Su composición tendrá un carácter plural y estará formada, entre otros, por expertos en archivos, académicos de la Historia y de Ciencias Sociales y también de la Universidad de Salamanca. Actualmente, el Pleno del Patronato es el único organismo facultado para el eventual traslado de documentos del Archivo de Salamanca a otras comunidades.

La consejera de Cultura del Gobierno autonómico de Castilla y León, Silvia Clemente, apuntó la posibilidad de que Carmen Calvo apruebe una ley que zanjaría la polémica y en la que no se descarta la salida de los documentos reclamados por la Generalitat, muchos de ellos relacionados con el PSUC (Partido Socialista Unificado de Catalunya, creado en julio de 1936). "No sé qué es lo que hará la ministra ni cómo lo hará, pero contempla la posibilidad de adoptar una ley que resuelva este contencioso". Silvia Clemente no precisó cuál sería el contenido de la ley ni la opinión de la ministra respecto al polémico asunto. "Hasta que se promulgue esa ley nos queda mucho camino por recorrer", afirmó.

Clemente sí dejó constancia de su "firme" e "inamovible" postura. "Es un patrimonio colectivo, basado en documentos originales, que proceden de muchos puntos geográficos y que pertenece a todos los españoles". Castilla y León, dijo, "luchará para preservar su unidad, una unidad que, además, está avalada por la mayoría de los informes técnicos que hasta ahora se han realizado".

 

La reunión del martes confirma el cumplimiento del programa fijado en la proposición no de Ley aprobada en el Congreso el pasado 18 de mayo. En ella se instaba a iniciar un proceso de diálogo "con el fin de alcanzar un acuerdo que permita resolver el contencioso planteado en relación con la documentación incautada que en la actualidad se halla recogida en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca".

La proposición establece que el que el inicio de las conversaciones tendría lugar en el plazo de un mes, y que en las mismas ha de tenerse en cuenta la opinión de los organismos del estado, singularmente del Patronato del Archivo y de la Junta de Archiveros, así como de las Universidades e instituciones que las partes consideren oportuno consultar.

En el transcurso de la reunión, Carmen Calvo informó a la Comisión Permanente del nombramiento de María Ángeles Valle como nueva vocal, en sustitución de Pedro Schwartz. La nueva vocal es licenciada en Filosofía y Letras, jefa del servicio de archivo del Senado y académica de la real Academia de la Historia por la Comunidad de Madrid.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Presentado el centenario del escritor Juan Gil-Albert

 

 

Fuente: Europa Press

 

El presidente del Consejo Valenciano de la Cultura, el científico Santiago Grisolía presentó en Madrid los actos del centenario del nacimiento del escritor Juan Gil Albert, en el que se incluyen dos congresos (uno en Alicante y otro en Valencia), y varias exposiciones, entre otras actividades.

 

Al acto, celebrado en la Casa de Valencia en Madrid, asistieron Ricardo Bellveser, director de la Institución Alfonso el Magnánimo y presidente de la comisión que organizará este centenario; Jesús Huguet, miembro del Consejo Valenciano de Cultura; la ex ministra y diputada socialista Carmen Alborch, y Cipriá Ciscar, ex presidente de la Generalitat Valenciana, que ideó el citado consejo, que en su día estuvo presidido por el propio Juan Gil Albert.

 

En el centenario de Juan Gil Albert (Alcoy, Alicante-1904-Valencia, 1994) colaborarán la Generalitat Valenciana, por medio de la consellería de Cultura y EDucación; el Consejo Valenciano de Cultura; las diputaciones provinciales de Valencia, Castellón y Alicante; la Institución Alfonso el Magnánimo; el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert; los ayuntamientos de Alicante, Valencia, Alcoy y Játiva; Bancaixa, CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo), la Asociación de Escritores y Críticos Valencianos, la UGT, la Real Sociedad Económica de Amigos del País y muchas otras entidades.

 

Santiago Grisolía resaltó que Gil Albert "es algo más que un hombre creador de una obra singular. Es un personaje que figura en el espíritu colectivo de los valencianos como ejemplo de exquisitez literaria, compromiso cívico, estima de la belleza y bondad personal. UN paradigma de aquellas virtudes que tanto respetamos".

 

El congreso de Alicante estará dirgido por el profesor Guillermo Carnero, y el encuentro de Valencia por por Pedro de la Peña. La exposición de Valencia se celebrará en el propio Consejo Valenciano de Cultura. Habrá una muestra sobre la personalidad íntima de Gil Albert y otra más amplia en la Biblioteca Valenciana.

 

Están previstos recitales poéticos (en muchas localidades alicantinas ya se han celebrado), concursos escolares y manifestaciones didácticas; conferencias y mesas redondas; publicaciones; reedición de sus obras completas poéticas y en prosa y muchas otras actividades.

 

El presidente del Año Gil Albert dijo que éste era un poeta puro, ético y leal; con compromiso masculino pero no viril, pues era homosexual, condición que no ocultaba en su vida y escritos. Nunca fue poeta social, pero sí un escritor raro que no fue entendido hasta 1972, en que fue incluido en una antología poética, que hizo Luis Jiménez Martos.

 

Jesús Huguet, miembro del Consejo Valenciano de la Cultura, se refirió al hecho de que nunca una personalidad como la de Juan Gil Albert había provocado tantas adhesiones para celebrar un centenario en esta Comunidad Autónoma.

 

Cipriá Ciscar se felicitó por haber conocido a Gil Albert y haber creado el Consejo Valenciano de la Cultura que con el tiempo presidió este escritor.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Recuperación, reconocimento y difusión de Juan Gil-Albert

 

 

Fuente: José Ferrándiz Lozano  http://usuarios.lycos.es/ferrandiz/rp040325.htm

 

Juan Gil-Albert, que en realidad se llamaba Juan de Mata Gil Simón y prefirió firmar sus escritos con los dos apellidos de su padre unidos por un guión, tuvo en vida dos momentos esenciales de reconocimiento a su obra. El primero, en los años setenta, registró su punto álgido en 1974, el año en que aparecieron cuatro títulos que le recuperaban de un olvido prolongado durante décadas: "La Meta-Física", "Valentín", "Crónica General" y "Los días están contados". Cierto que la edición en 1972 de su antología "Fuentes de la constancia" había anticipado el interés de no pocos lectores por su poesía, "en gran parte –manifestó a Jaime Millás en la revista Triunfo– por tratarse del primer libro que aparecía protegido por el prestigio de una editorial y, tal vez, en parte menor, porque los tiempo estaban maduros"; pero no hay duda de que el año 74 vino a consolidar esa consagración que parecía resistírsele antaño. Él mismo fue consciente de ello en la extensa entrevista que le concedió en diciembre de 1983, en su domicilio de Valencia, a Luis Antonio de Villena: "Hubo quien dijo que, en literatura, ese año se llamaría el año Gil-Albert".

 

Rescatado del que tantos han llamado su "exilio interior" –el que vivió desde 1947 en España tras regresar de México–, Juan Gil-Albert fue en los años setenta un hallazgo para las nuevas hornadas de poetas. Algunos nombres de la generación del cincuenta –especialmente Francisco Brines– ya le conocían y fueron decisivos en su recuperación; mientras que otros, más jóvenes, como los valencianos Jaime Siles y Guillermo Carnero no tardaron en aceptarlo como uno de sus antecedentes estéticos. Es curiosa la escena que sobre ambos le contó el autor alcoyano a Luis Antonio de Villena: "Ellos me habían conocido a través de Paco Brines.

Recuerdo que un día Paco citó aquí, en mi casa, en esta misma habitación, a Guillermo Carnero y a Jaime Siles. Jaime aún no había publicado nada, y acababa de salir ese libro de Carnero, 'Dibujo de la muerte'. Entonces yo les leí un poema de 'Las ilusiones', ese que termina citando San Petersburgo titulado 'El lujo'. Noté que les gustaba, y cuando yo terminé de leer, Carnero le dijo a Paco: ¡Entonces todo esto estaba ya hecho!"

 

El segundo momento de su proyección pública comenzó a finales de los setenta y se prolongó con intensidad en la primera mitad de la década de los ochenta. Fue el turno de los honores, los premios, los homenajes; fueron los días en que a Gil-Albert se le elevó a categoría de icono literario, especialmente en su "habitat" natural: la Comunidad Valenciana. Nacido en Alcoy y residente en Valencia desde niño –salvo en el paréntesis del exilio–, fue objeto de varios reconocimientos en las provincias de Alicante y Valencia.

 

Para empezar, el periódico "Ciudad" de Alcoy le distinguió con el Premio Peladilla de Oro en 1978; en 1982, el mismo año en que se le concedía el Premio de las Letras Valencianas, el Ayuntamiento de Valencia le declaraba Hijo Adoptivo; un año después su ciudad natal le concedía nuevos honores con la Medalla de Oro y el nombramiento como Hijo Predilecto; en 1985 la Universidad de Alicante le investía Doctor honoris-causa; y en enero de 1986, tras constituirse el Consell Valencià de Cultura, fue elegido como su primer presidente. Entretanto, la Institució Alfons el Magnànim, de la Diputación de Valencia, editaba su obra completa en varios volúmenes desde 1981, mientras que en 1984 la Diputación provincial de Alicante adoptaba una decisión que, a la larga, ha mantenido su nombre en los ambientes culturales y académicos: la decisión de sustituir la denominación del Instituto de Estudios Alicantinos (IEA), fundado en 1953, por la de Instituto de Estudios Juan Gil-Albert, que posteriormente pasó a llamarse Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y actualmente se denomina Instituto alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. Parecía, pues, que con todos estos reconocimientos públicos el escritor alcoyano consumaba como octogenario una antigua sospecha confesada por aquellos días: "Yo esperaba que algún día se me leería, pero no sabía cuándo".

 

Independientemente de las sucesivas mutaciones de la denominación del Instituto, lo cierto es que, hoy por hoy, aquella iniciativa se ha convertido en la que más ha contribuido a popularizar su nombre. Es obvio que el citado organismo adquiría con ello un compromiso no escrito con el autor; y de ahí que en diferentes períodos y bajo mayorías políticas distintas se haya mantenido la costumbre de reeditar títulos suyos, tanto en ediciones propias como en colaboración con Pre-Textos, editorial radicada en Valencia.

 

En esta secuencia de recuperación literaria, ya es curioso que uno de los últimos libros que llevó sello del IEA fuera "Juan Gil-Albert. De su vida y obra", de su primo el poeta César Simón, conocedor de su itinerario biográfico y de las claves de su literatura, volumen de rara localización en la actualidad que en su día fue para muchos una oportuna guía sobre los textos del alcoyano. El mismo año en que apareció este libro se recuperaron en facsímil –bajo el sello, ya, del Instituto de Estudios Juan Gil-Albert– los dos primeros libros del escritor: "La fascinación de lo irreal", de 1927, y "Vibración de estío", de 1928, con ilustraciones de Manuel Redondo.

 

Los buenos propósitos tuvieron continuidad en el terreno de la creación y la investigación; y de hecho el Instituto ha promovido junto a Pre-Textos la edición de obras como "Tobeyo" (1990), recreación del México que conocieron los exiliados de la posguerra española, y la reedición de "Crónica General", en cuyas páginas dejó escritas diversas experiencias de su vida junto a reflexiones sobre cuestiones literarias y artísticas, "Breviarium vitae" (1999), colección de pensamientos elaborada durante treinta años y publicada en 1979 que Gil-Albert consideraba "apuntes desiguales de tamaño y color", "Heraclés" (2001), ensayo escrito en 1955 sobre la homosexualidad –"el último tema escabroso que queda en pie", decía en 1975, cuando vio la luz–, o "Las mentiras de las sombras" (2003), que reúne sus artículos sobre cine de la revista mejicana "Romance". En el ámbito de la investigación destaca el número monográfico de la revista "Canelobre" que se le dedicó en 1996, a los dos años de su muerte. Dirigido por Miguel Ángel Lozano, constaba de diecisiete trabajos y una oportuna y amplia documentación gráfica, con un retrato en la portada realizado por Ramón Gaya; colaboraron César Simón, Cecilio Alonso, Manuel Aznar, Guillermo Carnero, Javier Carro, Francisco J. Díaz de Castro, Annick Allaigre, Adrián Espí, Antonio Gracia, Adrián Miró, Antonio Moreno, Pedro J. de la Peña, Ángel L. Prieto de Paula, Evangelina Rodríguez, José Martín, José Sánchez Reboredo, José Luis Ferris y Carlos Palacio. Hay que mencionar, además, el libro "Gil-Albert, desde Alcoy", de Adrián Miró, que había salido en 1994 en colaboración con el Ayuntamiento alcoyano, y más recientemente "El culturalismo en la poesía de Juan Gil-Albert" (2000), versión revisada de la tesis doctoral presentada en Estados Unidos por María Paz Moreno.

 

Cien años para recordar

 

El centenario del nacimiento del escritor en Alcoy el 1 de abril de 1904 ha sido la ocasión propicia para la programación, por parte del Instituto Gil-ALbert, de actividades conmemorativas que pretenden impulsar la obra y homenajear al personaje. Entre las publicaciones previstas es referencia obligada la inminente puesta en circulación de una nueva edición de la "Obra poética completa" en colaboración con Pre-Textos, precedida de una introducción de María Paz Moreno, y el estudio "Concertar es amor de Juan Gil-Albert. Por amor al concierto", del que es autora la profesora francesa Annick Alleigre, directora del departamento de Filología Española de la Universidad de Pau.

 

Sin embargo, no sólo las publicaciones centran el interés de este centenario. El 30 de enero se inició en el Círculo Industrial de Alcoy una serie de actos por distintas localidades de la provincia de Alicante. Se contó en aquella ocasión con la participación, entre otros, del poeta y académico Francisco Brines, quien brindó una lectura comentada de varios poemas de Gil-Albert. Desde entonces se viene celebrando un ciclo de encuentros poéticos –en Elche, Benidorm, Almoradí, Novelda, Villena, Orihuela, Elda, Guardamar, Villajoyosa– bajo el título "Voces y versos para un centenario", actos en los que habitualmente interviene un poeta o dos y que cuentan con la participación de José Luis Vidal, Gaspar Jaén, Pilar Blanco, Ramón Bascuñana, José Luis Ferris, Antonio Gracia, José Luis Zerón, Ada Soriano, Rosa Martínez Guarinos, Juan Ramón Torregrosa y Vicente Valls. Algunos de estos poetas rindieron visita a la casa de El Salt, donde la familia de Gil-Albert pasaba los veranos y donde el escritor redactó algunas de sus obras más conocidas. Uno de los momentos culminantes será, en cambio, el Congreso internacional que tendrá lugar en noviembre en Alicante, organizado por el Instituto y la Caja de Ahorros del Mediterráneo y dirigido por Guillermo Carnero, catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante. En estos momentos se estudia, además, la puesta en escena y próximo estreno de "El enigma de Juan Gil-Albert", pieza teatral de Pedro Montalbán.

 

Gil-Albert en revistas y periódicos

 

En el Alcoy de primeros del siglo XX vino al mundo Juan Gil-Albert un día de Viernes Santo: el 1 de abril de 1904. En realidad no se llamaba así. Su nombre era Juan de Mata Gil Simón; pero a los veintitrés años optó por firmar su primer libro, "La fascinación de lo irreal", con los apellidos de su padre unidos por un guión.

 

La influencia familiar y la presencia de periódicos en su domicilio de Valencia –donde residía desde 1912, alternando estancias veraniegas en la finca alcoyana de El Salt– fue decisiva en su formación. Hubo una imagen, para él premonitoria, que se repetía en su adolescencia. La contó en "Crónica General" (1974): "Acabada la cena, en el gabinete junto al comedor, mi padre se tendía en la 'chaisse-longue', alumbrado por una lámpara de pie con pantalla de raso salmón, y leía el periódico; mi madre, abría el piano y hacía música. Yo no sabía aún que, a partir de muy pronto, mi vida se debatiría entre esos dos campos que mis padres, bien ajenos a ello, me abrían como posibilidades, la música y la prensa, o sea, el arte y la vida". Esos diarios solían ser "Las Provincias" y "La Correspondencia", a los que estaban suscritos en casa, según su primo y biógrafo César Simón.

 

Como a muchos escritores, las publicaciones periódicas sirvieron a Gil-Albert para completar su presencia cultural. Su consagración como autor de un buen repertorio de libros no ensombrece su participación en diarios y revistas. Además de sus primeros artículos en "El Noticiero Regional" de Alcoy de 1927 a 1929, utilizó otras cabeceras para difundir reflexiones en prosa y poemas que luego incluía en libros. Dejó su firma, con colaboraciones ocasionales, en "El Mercantil Valenciano", en "Gaceta Literaria" y hasta fue premiado en un concurso de "Las Provincias". Su casa se convertiría, después, en el escenario de la fundación de una de las revistas culturales míticas de la guerra civil: "Hora de España", que contó entre sus redactores y colaboradores a Ramón Gaya, María Zambrano, León Felipe, Antonio Machado, Bergamín, Alberti, Dámaso Alonso, Cernuda y Corpus Barga. Ya en el exilio, fue secretario de la revista "Taller", que dirigía en México Octavio Paz. Su vinculación hasta 1941 la recordó en varias ocasiones: "Allí publiqué algún trabajo de crítica, además de ordenar y ordenar y preparar cosas". Escribió después en "Romance", donde se ocupó de la crítica de cine con textos firmados y sin firmar, reunidos en un reciente libro ("La mentira de las sombras", editado por el Instituto alicantino de Cultura Juan Gil-Albert y Pretextos), y colaboró en "Letras de México" y "El hijo pródigo". Un largo viaje por países suramericanos que emprendió en 1942 le deparó la oportunidad de verse en nuevas páginas, sobre todo en Argentina a partir de su llegada en 1944. "Correo Literario", "Sur" y "La Nación" de Buenos Aires le acogieron en alguna ocasión.

La invitación del rotativo bonaerense le sorprendió. "Creo que ése era entonces uno de los periódicos más importantes del mundo", declaraba en 1983. "Tenía un gran suplemento cultural, y yo había visto allí originales de Ortega y Gasset, cosas inéditas de Unamuno, así es que me extrañaba que se invitase a un escritor como yo, joven y poco conocido. Todo eso era una gran satisfacción, ciertamente. Publiqué un par de cosas en La Nación, y además un poema".

 

Tras regresar a México, dejó el exilio en 1947 para volver a España. Leído en círculos muy reducidos, pasaría entonces por lo que muchos han denominado su exilio interior –"Mi casa era mi mundo, el mundo", llegaría a decir– y no alcanzaría su consagración hasta los años setenta con la publicación de una antología poética, "Fuentes de la constancia" (1972), y la aparición de cuatro títulos inéditos en 1974. En el Centenario de su nacimiento, no está de más recordar que las revistas literarias fueron ventanas abiertas por donde se asomó a la búsqueda de los lectores.

 

 

Para saber más sobre Juan Gil-Albert

http://www.geocities.com/laespia/gilalbert01.htm

 

Sumario

 

 

 

Sin pasado no hay mañana
José Antonio Martín Pallín

 

 

Fuente: EL PAIS  |  Opinión - 15-06-2004

 

A Claudio Magris, que me inspiró este artículo

 

Hace algún tiempo, en este país, un grupo de ilustrados y de líderes del incipiente movimiento sindical consiguieron sentar las bases jurídicas, políticas y sociales para que los españoles pudieran recuperar el tiempo perdido que nos separaba de los Estados modernos y de la cultura democrática. La Constitución de 1931 recogió los valores sembrados por los liberales y añadió algunas aportaciones que habían sido extrañas a nuestra tradición, dominada por el pensamiento reaccionario.

Esta expansión política y cultural de nuestros estrechos y anticuados moldes no fue posible culminarla en un plazo razonable. No es el propósito de estas líneas, ni sería posible en el marco de un artículo periodístico, analizar y profundizar en las causas del fracaso y de la involución. Una vez más en nuestra historia, una parte del Ejército se puso al servicio del pensamiento más reaccionario y se erigió en valladar frente a la modernidad, defendiendo los intereses de los sectores sociales que veían peligrar sus privilegios. El fracaso que supone para una nación el enfrentamiento entre conciudadanos culminó con la victoria de los que se alzaron en armas contra la legalidad constitucional más avanzada de nuestra historia. El parte de guerra de los vencedores es premonitorio.

Su contenido resulta estremecedor. Nos retrotrae a las guerras expansionistas de la Roma imperial. No tiene precedentes en la historia contemporánea declarar cautivo a un ejército vencido. Los romanos ya advertían solemnemente a sus enemigos: ¡ay de los vencidos! Las mentes más arcaicas de nuestro panorama cultural consiguieron imponer sus concepciones e incorporar al ideario franquista "la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación. El ideal cristiano de la justicia social inspirará la política y las leyes". La venganza fue cruel y especialmente selectiva.

La obsesión del régimen personal de Franco se centró inicialmente en los masones y comunistas, estableciendo una ligazón entre ambos que causaría la hilaridad de cualquier historiador, ajeno a nuestras peculiares vicisitudes históricas. La reina de Inglaterra no llegó a visitar España, pero, en aplicación estricta de la ley, debería haber sido condenada a treinta años de reclusión. Resulta significativa la saña con la que se persiguió a los maestros que habían dedicado su vida a sembrar los valores de la cultura moderna en las aldeas y ciudades de nuestra Patria. Manuel Rivas, en su novela La lengua de las mariposas, refleja de manera patética y desoladora el contraste entre la cultura de los vencidos y la ignorancia de los vencedores. Hace unos días leí emocionado una esquela en este diario.

El único recuerdo, patrimonio y orgullo de la fallecida y de su familia era, haber sido "maestra de la República". Los consejos de guerra sumarísimos, sin las más mínimas garantías de un proceso de una sociedad civilizada, funcionaron como una maquinaria aniquiladora de la cultura o de las simples convicciones democráticas. Su furia e inhumanidad resultan verdaderamente sonrojantes, para los que participaron en aquellas parodias de juicios, que llevaron al paredón a más de cuarenta mil vencidos por el hecho de haber tomado parte en lo que sarcásticamente denominaban "auxilio a la rebelión". Incluso un criminal de guerra, como Himmler, en una visita a nuestro país, quedó impresionado por la ferocidad de la represión y aconsejó un poco más de templanza.

En la historia contemporánea no se conoce un genocidio con formas legales de mayor entidad y número de víctimas. Los historiadores han tenido la oportunidad de examinar las causas penales y su lectura creo que ilustra, mucho más que cualquier desahogo literario, la arbitrariedad con la que se persiguió a los vencidos cuando ya se había alcanzado el fin de la Guerra Civil. Para los nostálgicos del franquismo que idealizan la figura de una de las personas más sanguinarias e insensibles ante la tragedia de la muerte, convendría recomendarles su lectura. Si las cartas de la historia se hubieran barajado de distinta forma no hay duda de que el sitio del dictador hubiera sido el banquillo de un Núremberg español. Si esos asesinatos masivos se hubieran ejecutado en nuestros días su destino hubiera sido la Corte Penal Internacional.

Las cosas y las sendas de la historia contribuyeron a mantenerlo en el poder como baluarte contra el comunismo, sin importarles a sus vergonzantes aliados los crímenes contra la democracia que se habían cometido y continuaban ahora a menor ritmo e intensidad. Enrocado en el poder personal su megalomanía fue un obstáculo insuperable para dar paso a un cambio monárquico-liberal, que habría llevado a España a formar parte del embrión de la actual Unión Europea que se estaba gestando. Un mínimo gesto de grandeza le hubiera permitido facilitar la entrada de las libertades que sólo pudimos disfrutar después de su muerte. Días antes se despidió de este mundo ordenando cinco ejecuciones con el mismo tenebroso ritual de los tiempos iniciales.

Perdimos casi veinte años que nos habrían permitido haber avanzado en desarrollo industrial, tecnología e infraestructuras. En su prepotencia e impunidad realizaron la más asombrosa pirueta jurídica que recuerdan los siglos. Se autoamnistiaron en el Decreto de 23 de septiembre de 1939 declarando que los asesinatos cometidos entre el 14 de abril de 1931 y el 18 de julio de 1936 por "afinidad con la ideología del Movimiento Nacional", no eran delictivos. La Iglesia Católica asistió impasible y sin una sola crítica al fusilamiento de miles de compatriotas, alguno incluso de profundas convicciones religiosas. Se puso, sin dudarlo, del lado de los vencedores. Las campanas doblaron sólo por sus muertos y colocaron sus nombres en las fachadas de las iglesias.

Para los vencidos sólo quedaba el servicio de asistencia in artículo mortis antes de comparecer ante los pelotones de ejecución. Nunca han pedido perdón, ni realizaron la más mínima condena, individual o colectiva, contra la masacre a la que asistían impávidos y reconfortados por los auxilios espirituales que prestaban. Ahora, algunos pocos supervivientes y los familiares de los muertos reclaman, de manera serena y sin el menor espíritu de venganza, que les dejen enterrar a sus muertos y se restablezcan sus derechos. Si nadie ha tenido el valor de pedir perdón habría que recordarles las palabras de Manuel Azaña ante la tragedia que se estaba produciendo: paz, piedad y perdón.

El discurso del político republicano, al que la derecha de este país ha rendido tributo, pronunciado el 18 de julio de 1938, debería ser difundido en los centros escolares. Su materialización en el momento presente debe hacerse en el seno de la representación popular de todos los españoles. Una ley que anule todos los consejos de guerra sumarísimos como incompatibles con una sociedad civilizada y como tributo a los que sufrieron la muerte sin tener la más mínima posibilidad de defenderse, cerraría definitivamente las heridas del pasado. Los jueces del Tribunal de Núremberg dijeron claramente que, los países que asumen los valores universales de la paz, la justicia y el reconocimiento de la dignidad del ser humano, no pueden permanecer impasibles ante los actos de barbarie. Los familiares tienen derecho a este reconocimiento y deben contar con la ayuda del Estado para encontrar a los muertos desaparecidos.

Las sombras de su recuerdo necesitan encarnarse en los restos enterrados en la tierra común de todos los españoles. Algunos han intentado rescatar su memoria acudiendo a los tribunales para que revisen y anulen los procesos que les llevaron ante el pelotón de ejecución. La respuesta que han recibido no puede ser más desalentadora. El Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, escudándose en un descarnado formalismo legalista, les han contestado que, al fin y al cabo habían sido ejecutados "con sujeción al procedimiento que, en aquel momento, el ordenamiento jurídico tenía establecido". Más recientemente el Tribunal Constitucional en relación con los consejos de guerra, días antes de la muerte de Franco, rechaza el amparo, y declara que no puede revisar una "dramática condena a muerte" que fue un acto del "poder público" anterior a la entrada en vigor de la Constitución. La frase final es lapidaria: "La dura realidad de la Historia no puede soslayarse en lo jurídico con procesos de revisión indefinida".

El positivismo jurídico proporcionó a Hitler las bases teóricas de un "derecho" acorde con su proyecto de muerte. Prestigiosos juristas alemanes que consiguieron soslayar los juicios de Núremberg llegaron a sostener, sin rubor y sin rectificar, que entre los fines de la pena estaba "la eliminación de los elementos dañinos al pueblo y a la raza". En la legislatura pasada y la presente se han puesto en marcha "proposiciones no de ley", que tienen el propósito de condenar un golpe de Estado liberticida y promover las condiciones para restaurar a las víctimas en sus derechos expoliados. Al morir el dictador las fuerzas políticas alcanzaron un pacto ejemplar y alumbraron una Constitución que, lo admitan o no los nostálgicos del franquismo, supone el aniquilamiento político del entramado seudolegal del régimen. Paradójicamente el sistema democrático de la Segunda República, que habían derrocado por las armas, reaparece casi literalmente en muchos artículos de la Constitución de 1978. Los cautivos y desarmados de 1939 habían hecho renacer la democracia. Los consejos de guerra sumarísimos, celebrados durante la Guerra Civil y una vez terminada ésta, están al margen de cualquier sistema jurídico y carecen de la más mínima legitimidad. Su ilegitimidad resulta insubsanable al igual que toda la legislación nazi que consagró la eliminación de sectores de la población alemana. La fórmula derogatoria que anula todo el entramado "jurídico" del régimen franquista y su extensión analógica a cuantas disposiciones se opongan a la Constitución permiten dar este paso.

El derecho como encarnación de la justicia no puede soportar la convivencia con leyes aberrantes. John Rawls (Teoría de la Justicia) nos recuerda que un tirano puede cambiar las leyes sin previo aviso y castigar a sus súbditos con las leyes que le plazcan, pero nunca podrá construir un sistema jurídico respetable para las conciencias de los ciudadanos. Si las leyes son injustas deben ser abolidas. Recobrada la soberanía estamos en condiciones de anular las leyes dictadas por quien la secuestró durante cuarenta años. Hugh Thomas, uno de los hispanistas que más ha estudiado la Guerra y la pos-Guerra Civil española, nos advierte en una entrevista reciente que: "Quien olvida el pasado se enfrenta con un porvenir incierto".

 

 

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