El Sueño Igualitario

Recuperar la memoria de quienes soñaron con un mundo mejor para todos

 

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23 de noviembre de 2005

 

SUMARIO

 

- La tabla de noticias

- “República y republicanos. 75 aniversario de la Sublevación de Jaca”. Jaca, 12 al 16 de diciembre

- La Sublevación de Jaca: 12 de diciembre de 1930, por José María Azpiroz Pascual

- La escultura de Ramón Acín a los capitanes de Jaca: la cultura de la memoria republicana, por Nicolás Sesma Landrín

- Fernando Martínez de Baños : "Fermín Galán fue un hombre muy complejo"

- Félix Carrasquer, el hombre que sabía hacer pan, por Víctor Juan Borroy  

- Ramón Acín presenta “Siempre quedará París", el drama personal de los maquis

- José Luis Corral y Julián Casanova critican en Jaca la ola de revisionismo sobre la guerra civil
- Iván Heredia: "Torrero fue una de las cárceles más duras"

- Joaquín Mindán: en torno a la memoria de Pascual Castejón

- “La brigada de los toreros”: entrevista a Javier Pérez Gómez

- Más de cinco meses para revisar las 145 cajas de la sección Aragón

- Cine documental en las trincheras de la ciudad de Teruel, por Luis Rajadel

- Zaragoza aún cuenta con un centenar de referencias franquistas

- Antony Beevor: la gran crónica de la tragedia de 1936, por Sergio del Molino

- El Pirineo aragonés en la Segunda Guerra Mundial, por Carlos Bravo Suárez

- Entrevista a Rosalía Sender, autora de “Nos quitaron la miel. Memorias de una luchadora antifranquista”

- Lo que queda del franquismo, por Julián Casanova

- Marzo de 1938, lo que yo viví (II). Cerco y ocupación de Alcorisa, por Roberto Alquezar y David Alloza

- Aragoneses en el manifiesto de apoyo a Manuel Azaña de noviembre de 1934

- Pestaña, por Jesús Cirac

- Poderes terrenales, por Julián Casanova

- “Los años rojos” de Mariano Constante: la lucha a muerte por la vida, por Víctor Pardo Lancina

- Medicina y anarquismo en la Confederación Regional del Trabajo de Aragón, Rioja y Navarra durante los años treinta: los hermanos Alcrudo, por José Vicente Martí Boscà

 

- El naturismo libertario en la Península Ibérica (1890-1939), por Josep Maria Roselló

- Revolución y sanidad en España, 1931-1939, por José Vicente Martí Boscà

 

- El gobierno catalán asumirá las identificaciones en las fosas consideradas prioritarias
- El gobierno catalán gestiona 36.627 indemnizaciones para ex presos del franquismo

- La Generalitat recibe a los brigadistas y guerrilleros que lucharon en Cataluña

- Comunicado de la Comissió de la Dignitat tras la aprobación en el Senado de la ley de devolución

- Barcelona también quitará los símbolos franquistas de las viviendas de protección

- 1936, Barcelona según Connolly
- “Ebre 1938. Revista Internacional de la Guerra Civil” nº 2

- Seis cineastas nacidos a partir de 1975 filman “Entre el dictador y yo”

- Milton Wolff, de vuelta al Ebro

- La Associació TILBO de Torelló y la exposición “La guerra civil a la vall del Ges”

- La presencia de los hijos del exilio en la exposición del CCCB

- Julià Guillamon reconstruye la ruta del exilio a través de una antología de narradores

- “La verdad sobre el caso Savolta” cumple 30 años
- Un congreso en Barcelona revisa la relación entre arquitectura y política durante la II República

- En la muerte de Josep Peiró

- Por un museo del holocausto en Catalunya

- “La velada de Benicarló”, representada en el mismo lugar donde Azaña sitúa la acción

- El Manco de La Pesquera vuelve al monte: exhuman los restos del mítico guerrillero

- Nace la Coordinadora por la Reivindicación de la Memoria Histórica de Castilla y León

- “Memoria y Dignidad” advierte de la falta de medios en el Archivo de Salamanca

- “Manifiesto por la dignidad, 70 años después”: una declaración sobre las víctimas de La Rioja

- El Foro Santos Ochoa de Logroño inicia el ciclo “Guerra Civil, letras y cine”

- Cultura obrera, al hilo de Félix Morga. El posibilismo libertario en Nájera, por Jesús Ruiz Pérez

- Memoria de los libertarios "políticos", por Jesús Ruiz Pérez

- El Gobierno garantiza que llevará al Congreso una ley de Memoria Histórica

- ERC e IU-ICV presentan leyes de memoria histórica ante la "pasividad" del Ejecutivo 

- La Biblioteca Nacional rinde homenaje a quienes la protegieron durante la Guerra Civil
- Santos Juliá ha sido distinguido por 'Historia de las dos Españas'

- Comunicado de la ARMH con motivo del 30 aniversario del final de la dictadura

- Comunicado de AGE en torno a los guerrilleros antifranquistas

- Barrero novela una época convulsa en “El tiempo escondido”

- Dos libros que homenajean a las mujeres que en 1936 perdieron la paz

- Martínez Lázaro revivirá “Las Trece Rosas” en su próximo film

- Pío Baroja en la frontera

- “El paseo de las Delicias”: una guerra inverosímil, por Víctor Pardo Lancina

- Luis Díez evoca el primer combate de los norteamericanos en favor de la República

- En la muerte de David Marshall: un poema para España

- España. La memoria recuperada, por Marta Gómez Casas (Amnistía Internacional)

- La memoria en marcha, por Octavio Alberola y Antonio Martín
- Los silencios del franquismo, por Carlos Castilla del Pino

- Uso y abuso de la historia: la Guerra Civil, por Enrique Moradiellos

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La tabla de noticias

 

Pascual Castejón

Calanda

El viernes 18 de noviembre tuvo lugar en la Casa de Cultura de Calanda la presentación del libro "Memoria en carne viva" de  Pascual Castejón Aznar y Joaquín Mindán Navarro, que recoge la narración autobiográfica del primero en su periplo por los campos de concentración nazis. Se proyectó además el documental “El convoy de los 927” y el audiovisual “In memoriam” con imágenes de los aragoneses deportados. Durante estos días se ha ofrecido una exposición titulada “Republicanos españoles en Mauthausen” realizada por la Amical de Mauthausen.

 

Círculo Republicano de Jaca

El Círculo Republicano “Galán y García” de Jaca organizó la conferencia “La II República en el Alto Aragón”, que impartió el historiador Manuel Benito Moliner y sirvió como presentación a socios y simpatizantes del programa de las jornadas conmemorativas del 75 aniversario de la Sublevación de Jaca, que se celebrarán en esta ciudad entre el 12 y el 18 de diciembreEl Círculo Republicano jaqués lleva varios meses organizando la conmemoración de la Sublevación de Jaca, ocurrida el 12 de diciembre de 1930 y por la que fueron fusilados los capitales Fermín Galán y Ángel García Hernández. Con la intención de dar el eco que merece a la efeméride de este hecho histórico, decisivo para proclamación de la II República cuatro meses después, y reivindicar la figura de los dos fusilados, que pasaron a ser en mártires de la causa republicana, el Círculo Republicano puso en marcha en mayo su página web, www.republicayrepublicanos.com , en la que además se aborda la vigencia del discurso republicano como máxima expresión democrática.

 

Félix Carrasquer

El 8 de noviembre en el salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses tuvo lugar un acto de homenaje al pedagogo anarcosindicalista Félix Carrasquer en el centenario de su nacimiento (Albalate de Cinca, 1905 - Thil, Francia, 1993). En el mismo intervenieron Francisco Carrasquer Launed, que glosó la figura de su hermano, y Víctor Juan Borroy, historiador de la pedagogía y profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca, que impartió la conferencia “Félix Carrasquer (1905-1993): el compromiso militante con la libertad y la educación”.

 

“Nosotras que perdimos la guerra”

El 18 de noviembre tuvo lugar en el centro Ca Revolta de Valencia una presentación del libro de Llum Quiñonero, “Nosotras que perdimos la paz”. www.revolta.org

 

Represión en la Terra Alta

Dentro del programa “La tardor al Ecomuseu – 2005” del Ecomuseu dels Ports de Horta de San Joan (Tarragona) está prevista el 16 de diciembre la presentación del libro “La represió franquista a la Terra Alta (1938-1945)” de Josep Recansens i Llort, a cargo de Josep Sánchez Cervelló. http://www.elsports.org/

 

Terre de Fraternité

El proyecto Terre de Fraternité desarrolló los días 11 al 13 de noviembre unas jornadas de estudios en La Fatarella y Corbera d’Ebre (Tarragona), Barcelona y Foix donde tiene su sede.

terredefraternite@libertysurf.fr  http://asso.acer.free.fr/manifestations/Gandesa2005.html

 

El Trovador Trovado

Teruel

Bernabé Morrás ha ganado el primer premio de prosa de las Aulas de la Tercera Edad con la obra El Trovador Trovado cuyo argumento trata sobre dos hermanos de Teruel, hijos de republicanos. Tras la guerra civil, descubren un proyectil perdido. Lo desarman y lo venden, pero con el dinero, se introducen, con el tabaco, en el túnel del vicio, lo que les traerá amargas consecuencias.

 

Leonardo Balada

Brigadas Internacionales

El compositor catalán Leonardo Balada ha vuelto a unir evocación histórica y folklore en la obra que estrenó el 16 de noviembre en Pittsburgh (EE.UU.) bajo el título Caprichos n.º 3-Homenaje a las brigadas internacionales. La pieza, de veinte minutos, fue interpretada por la orquesta de cámara de la Sinfónica de Pittsburgh. "Tengo siempre un poco de obsesión histórica", reconoció Balada a este diario. Fiel a su estilo de contrastes y amalgamas, los cinco movimientos de la nueva composición están inspirados en canciones que cantaban los voluntarios de las brigadas internacionales para darse ánimos. Tres de las melodías son españolas, como la jota No hay quien pueda. Una es de origen alemán -la meditación sobre un camarada caído- y otra es un lamento extraído de una canción irlandesa. Balada, que trabaja a pleno rendimiento a sus 72 años, lleva más de tres decenios como profesor de composición en EE.UU. Pero en febrero estrenará en Barcelona la Sinfonía n.º 6 o Sinfonía de las penas, dedicada a las víctimas inocentes de la Guerra Civil. Y en verano estrenará en Texas su composición Caprichos n.º 1 para guitarra y cuarteto de cuerda, un homenaje a Federico García Lorca.

 

Fosas en Aranda de Duero

El 10 de diciembre a las 11 de la mañana tendrá lugar en el Ayuntamiento de Aranda de Duero el acto de entrega por parte de la ARMH de los cuerpos exhumados en una fosa de esta localidad.

 

Baix Llobregat

El 17 de noviembre tuvo lugar en Sant Joan Despí la presentación de la Associació per a la Memòria Històrica i Democràtica del Baix Llobregat. http://www.memoriacatalunya.org/assets/pdf/mem.pdf

 

Revista de Historia Actual

El segundo número de la "Revista de Historia Actual" un dossier sobre "Dictaduras y resistencias". aha@uca.es
Sumario:
-Francisco Cobo Romero y Teresa María Ortega López: "Movilización política, radicalización derechista y 'fascismo rural'. La
'fabricación' del consenso en la primera etapa del Régimen Franquista. El caso de la provincia de Granada, 1936-1948"
-Edurne Beaumont Esandi y Fernando Mendiola Gonzalo: "Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores: Castigo político,
trabajos forzados y cautividad"
-Iván López Cabello: "La silenciada resistencia de José Bergamín"
-Silvia Dutrénit Bielous: "Estrategias gubernamentales para las reconciliaciones nacionales en las pos-dictaduras: conflictos y
paradojas"
-Igor Goicovic Donoso: "La implacable persistencia de la memoria. Reflexiones en torno al informe de la Comisión de Prisión Política
y Tortura"
-Mohammed Kharchich: "L'expérience parlementaire (1963-1965) et la transition politique au Maroc"

 

Depósitos de la Guerra Civil

Alicante

La decisión definitiva se prevé para finales de mes pero ya hay un acuerdo previo de que el trazado del tranvía destruya los antiguos depósitos de combustible de la Guerra Civil situados junto a la cantera de la Serra Grossa en Alicante. Esta medida esta avalada por la Conselleria de Infraestructuras y Transportes pese a que el director general de Transporte, Vicente Domine, destacó su gran relevancia y anunció que se modificaría el trazado para salvar los depósitos y otras instalaciones civiles y militares existentes en la zona. Se perderá así una de las escasas y más destacadas instalaciones de la Guerra Civil que sobreviven en la ciudad. Las obras del trazado del tranvía ya se han echado encima, literalmente, de una de las paredes de los dos grandes depósitos adosados a la Serra Grossa, junto a la cantera de la avenida de Villajoyosa. Una gran plataforma de tierra, recién construida, se ha detenido en el mismo borde de estas instalaciones. Info: “Información”

 

Retablo de Artiés

Gracias a un trabajo de documentación encargado por el Conselh Generau  de la Val d’Aran con motivo de la restauración de la iglesia de Santa Maria de Arties, la arqueóloga Elisa Ros ha localizado una parte del retablo de Arties –hasta ahora constaba como desaparecida– en el Museu Maricel de Sitges. La historia arranca durante la Guerra Civil, cuando la República trasladó diversas obras de arte del Aran al Museu del Poble de Lleida para protegerlas de los avatares de la contienda. Para tal fin un camión transportó las obras desde la Val d’Aran hasta Lleida. Según explica Elisa Ros, las personas que fueron testigos de este traslado afirman que el retablo se envió en dos paquetes distintos a la capital del Segrià. Sea como fuere, durante el trayecto de Vielha a Lleida dos tablas del retablo de Arties, la Ascensión y la Pentecosta, desaparecieron y no se volvió a saber nunca más de ellas. En el Museu del Poble –como reflejan los documentos de entrada– sí se depositó el resto de esta obra gótica del siglo XV, que posteriormente se dividió entre la Ermita de Butsènit y Zaragoza junto con otras valiosas obras de arte. De hecho también se conserva el sello del Ejército Franquista en el que consta el traslado de este retablo a Zaragoza poco después de la entrada de las tropas nacionales a Lleida, aunque también sin estas dos tablas. En este caso se conserva el sello que da testimonio de la entrada de esta pieza a la iglesia del Carmen de Zaragoza –procedente del Museu del Poble– el 21 de agosto de 1938. Lo que pasó con estas dos partes del retablo es una incógnita. Al parecer, según documenta Elisa Ros en su trabajo, la tabla del retablo de Arties ingresó en el Museu Maricel de Sitges junto con el Pantocràtor del Cap d’Aran de Tredòs. Se da la circunstancia de que una de las tablas del retablo de Arties –a través de fotografía– forma parte actualmente de una exposición sobre el exilio en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. La muestra, titulada Literatura de l’Exili, incluye el retablo originario de la Val d’Aran para dar testimonio de la dispersión del arte catalán a causa de la Guerra Civil española. Info: La Mañana

 

Dictadura y Transición

La Universitat de Barcelona ha publicado el libro de Bernat Muniesa Brito titulado “Dictadura y Transición. I: La dictadura franquista 1939-1975”.

 

Arenys de Munt

El Ajuntament de Arenys de Munt presentó el 3 de noviembre el cuaderno "El cost humà de la guerra de 1936 a 1939 a Arenys de Munt" que es el número 9 de la colección “Fulls arenyencs de cultura”.

 

CEDOBI

BBC

El Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI) ha facilitado diverso material a un equipo de la televisión británica BBC, para la elaboración de un documental sobre los brigadistas galeses que participaron en la Guerra Civil Española. El director del Centro, profesor Manuel Requena, acompañó a la productora en su visita a Albacete para facilitarles datos sobre brigadistas, y fotografías de edificios ya desaparecidos en la actualidad, como el antiguo cuartel de la Guardia Civil. La mayor parte de las imágenes grabadas por la productora fueron obtenidas en el interior de la plaza de toros, pues en los inicios de la Guerra Civil este lugar actuó como centro de reunión y distribución de las Brigadas Internacionales. Allí se formaban los grupos por nacionalidades y lenguas, y después se reubicaban en secciones para la buena organización de las Brigadas. La productora, que anteriormente visitó el Castillo de Castelldefels y pueblos significativos en la Batalla del Ebro, también quiso conocer Madrigueras, sede del batallón británico de las Brigadas Internacionales. Tras su paso por Albacete, el equipo emprendió rumbo a localidades como Brunete, Villanueva de la Cañada o la Ciudad Universitaria de Madrid, donde transcurrieron parte de las acciones del XV Batallón, compuesto en su mayoría por ciudadanos de habla inglesa.

 

Lledó

El Ayuntamiento de Lledó tiene la intención de ordenar y clasificar su archivo municipal. El motivo es que los documentos existentes en este registro no se perdieron con motivo de la Guerra Civil española, como sí ocurrió en otros pueblos de la comarca del Matarraña.

 

Papeles de Salamanca

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado en su edición del viernes día 18 de noviembre, la ley 21/2005 de 17 de noviembre que acuerda la restitución a la Generalitat de Cataluña en un plazo de tres meses de los documentos incautados con motivo de la Guerra Civil que están custodiados en el Archivo General de la Guerra Civil Española con sede en Salamanca, así como la creación del Centro Documental de la Memoria Histórica en la capital charra.

 

Los Olvidados

Centro Buñuel Calanda

La exposición Los olvidados. Memoria del mundo, organizada por el Centro Buñuel de Calanda, se presentó en Barcelona tras haber sido exhibida el mes pasado en el Liceo Luis Buñuel de París. La muestra viajará el próximo año a México. La Casa de América, dependiente del Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana, es el lugar donde puede verse la exposición en la capital condal, que permanecerá abierta hasta el próximo día 18 de diciembre. Posteriormente Los olvidados. Memoria del mundo viajará a Pamplona en enero del próximo año y en primavera cruzará el Atlántico para exhibirse en México. Será la primera vez que la muestra viaje a América Latina para darse a conocer, y lo hará en el país donde Buñuel realizó la película y en el que desarrolló la mayor parte de su carrera cinematográfica. En principio está prevista su presentación entre el 24 de marzo y el 25 de abril del próximo año en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, uno de los más importantes que se celebran en el país azteca.

 

La memoria escolar perdida

Jacetania

Del 22 al 27 de noviembre el Hogar de Personas mayores de Jaca acoge las primeras Jornadas culturales “La memoria escolar perdida. De 1850 a 1950”, que promovidas por la comarca de la Jacetania, recorrerán posteriormente los distintos pueblos de la comarca. Enmarcado en estas jornadas, en la segunda planta del Hogar se podrá ver una exposición de fotografías, realizada por Pedro Juanín, de los colegios de diversos pueblos de la Jacetania. También se podrá ver material escolar, como mapas antiguos, huchas de barro del colegio, carteras, cuadernos o libros. También se ha programado la proyección de la película “La lengua de las mariposas”, el día 25, y un café tertulia para el día 26, en el que se hablará de los recuerdos de la escuela. Posteriormente, estas jornadas recorrerán distintos pueblos de la comarca, entre ellos, Castiello de Jaca, Villanúa o Santa Cruz de la Serós. Las vivencias relacionadas con la educación que se recojan en estas jornadas, serán utilizadas por la Asociación Cultural Jacetana, presidida por Pedro Juanín, para elaborar un libro titulado “Ex alumnos en la Jacetania ( la memoria perdida )”.

 

Manresa

El 27 de octubre se presentó en Manresa el libro del Centre d’Estudis del Bages "El caciquisme i el despertar de la societat de masses. Manresa, 1875-1901" de Maria Gemma Rubí i Casals.
cebages@manresa.mesvilaweb.com

 

“Entresiglos”

IES Fuenlabrada

El IES Sefarad de Fuenlabrada (Madrid) ha editado el número 1 de “Entresiglos”, Revista de Historia Oral, Investigación y Recuperación de la Memoria Histórica. Este es su índice:

- Presentación: José Luis Herranz Manzanares

- La necesidad de la memoria histórica en la práctica educativa: Agustín Izquierdo Alberca

- Trabajar la Historia Oral

- La guerra de los abuelos:

· Una experiencia autobiográfica: Gregoria S. H., una niña en el Madrid sitiado (1936-1939):

Ruth Rodríguez Gijón.

· Tomasa M.H., una fuenlabreña de 95 años: Edición: Jesús Sánchez Fernández; Rebeca

Mories e Irene Castillo.

· Tres historias de guerra: Edición: Jesús Sánchez Fernández; Elaboración: Patricia de Barrio, Mercedes Francisco e Inés Moreno.

- Carboneros, leñadores y maquis: Los guerrilleros españoles en Francia (1939-1945): Fernando Hernández Sánchez

- La memoria histórica en la prensa.

- Enlaces.

geohistoria_iessefarad@yahoo.es

 

Mujeres libres

IEA

El Instituto de Estudios Altoaragoneses, dentro de la convocatoria de ayudas para proyectos de investigación, ha acordado conceder una al proyecto de Helena Andrés Granel titulado “Discursos y experiencias femeninas en el anarquismo español: mujeres libres en la retaguardia oscense (1936-1938)”.

 

Manuel Buenacasa

El jueves  24 de noviembre  a las 19 horas en la Biblioteca Pública Arús  (Passeig de Sant Joan, 26) de Barcelona tendrá lugar una presentación del libro “Manuel Buenacasa Tomeo

Militancia, cultura y acción libertarias” a cargo de sus autores Jesús Cirac Febas  y  José Luis Ledesma. Presentará el acto Susanna Tavera,  doctora en historia contemporánea 

y profesora en la Universitat de Barcelona. arus@bpa.es  http://www.bpa.es

 

ARMH

Galicia

El miércoles 23 de noviembre, el programa 1 Equipo, que se emite en Canal Cuatro, justo después del informativo de Iñaki Gabilondo, ofrece un amplio reportaje sobre una exhumación llevada a cabo por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), en la localidad lucense de Portomarín. Allí fueron exhumados los restos del que fuera alcalde republicano de Castro de Rei, Severino Rivas. Su hijo, Darío Rivas, de 85 años, viajó desde Argentina para recuperar los restos de su padre y darles una digna sepultura. Se trataba de la primera exhumación de un gallego que llevó a cabo la ARMH. En esos mismos días también fueron exhumados los restos de dos hombres de la localidad lucense de O Vicedo.

http://www.memoriahistorica.org/modules.php?name=News&file=article&sid=204

http://www.clarin.com/diario/2005/08/21/elmundo/i-02801.htm

 

Estatua de Franco

Zaragoza

El Ministerio de Defensa "actuará de acuerdo con lo que determine la citada Comisión Interministerial" relativa a la situación de las víctimas de la Guerra Civil sobre la retirada de la estatua ecuestre del general Franco de la Academia General Militar de Zaragoza, según consta en una escueta respuesta parlamentaria dirigida al senador zaragozano del PP José Atarés. El documento recuerda que a principios de febrero la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley que instaba al Gobierno a retirar la estatua "durante el presente curso académico militar", extremo que finalmente no ha sido cumplido.

 

Franco en el 33

La segunda cadena autonómica catalana inicia hoy 23 de noviembre una serie de tres documentales sobre la figura de Francisco Franco y el régimen que surgió de la guerra civil. 60 minuts (El 33, 23.55) emite Franco, un nòvio de la mort, documental de 1994 que explica las interioridades de la agonía del dictador, a través de los testimonios de los médicos que le atendieron en los últimos meses, y retrata su relación con la muerte: la minuciosa preparación del lugar en el que reposarían sus restos en el Valle de los Caídos y su inflexibilidad a la hora de decidir la pena de muerte de sus opositores. Un macabro privilegio que utilizó sin dejar margen para la clemencia. El miércoles, 30 de noviembre, el espacio emitirá Ramón, l'altre Franco, una semblanza del hermano díscolo del dictador, y el 7 de diciembre la serie concluirá con la reposición del documental Carrero Blanco: el sumari secret, sobre el asesinato del almirante por un comando de ETA.

 

Franquismo en “Estravagario”

Hoy 23 de noviembre, en el espacio literario Estravagario (La 2, 0.00 horas), Javier Rioyo modera una mesa redonda sobre la literatura en el franquismo en la que participan los novelistas Manuel Rico y Ángela Vellvey y Raimon, proscrito de la televisión durante los años de Gobierno del PP. La entrevista de la semana es con Antonio Ferres, uno de los autores olvidados durante el franquismo. En los 50 se enfrentó al régimen, sufrió el exilio y, tras publicar varios libros (entre ellos, La piqueta), pasó al silencio. Compañero de Alfonso Grosso y Juan García Hortelano, también es autor del libro biográfico Memorias de un hombre perdido.

 

Alaró

El pròxim dia 25 de novembre es celebrarà a Alaró, un taula rodona/debat, sobre la "II República, la Guerra Civil i la Recuperació de la Memòria Històrica". Aquest acte s'enmarca dins el grapat d'activitats que volen dur a terme a Alaró, per tal de recuperar la memòria d'un temps i d'una gent molt de temps oblidats. Hi participaran:

     -Damià Quetgles, llicenciat en Ciències de l’informació, premi Ciutat de Palma de Periodisme l’any 1987, i coordinador sota la direcció de Llorenç Capellà, dels suplement del diari “Baleares” “Memòria Civil”, a on realitzà una sèrie de reportatges sota el títol “Aproximació al que passà amb la República..poble a poble”

     -Margalida Capellà, Doctora en dret internacional per la Universitat de les Illes Balears, portaveu d’amnistia Internacional, i  coordinadora i impulsora del grup de treball sobre desaparicions forçades a la Mallorca de la Guerra Civil.

     -Jaume Escales, llicenciat en Història per la universitat de les Illes Balears, director, editor i coordinador de la pàgina web memoriadelesilles.org i de la llista de correu electrònic, dedicada a la II República i la Guerra Civil a les Illes Balears.

 

Cárcel de Torrero

El 22 de noviembre, en el Salón de Actos del Centro Cívico Delicias de Zaragoza, el historiador Iván Heredia Urzáiz, impartió la conferencia titulada: “Historia de la prisión de Torrero: desde la II República a la Guerra Civil”. Iván Heredia Urzáiz, es autor del libro, de reciente aparición, “Delitos políticos y orden social: Historia de la Cárcel de Torrero 1928-1939” (Mira Editores). La conferencia estuvo organizada por la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza.

 

Bombardeo de Martorell

Hasta el 8 de enero puede visitarse en Martorell la exposición “Objectiu Martorell: L’atac aeri del 23 de gener de 1939” organizada por el Programa per al Memorial Democràtic, el Ajuntament de Martorell y el Centres d’Estudis Martorellencs. El 12 de noviembre se realizó un homenaje en recuerdo a las víctimas del bombardeo y se colocó una placa en recuerdo de las víctimas de aquella acción inútil, justo el día anterior a lo que durante 40 años se conoció como "la liberación" y que durante muchísimo tiempo se nego, atribuyendo oficialmente los daños a la voladura de los puentes realizada por el ejército republicano en retirada. Más de 18 personas perdieron la vida en aquella acción de la aviación alemana al servicio de Franco. El acto tuvo lugar cerca del refugio antiaereo de la Plaça de la Vila, enfrente del Ayuntamiento. Por este motivo el refugio antiaereo ha sido reabierto y acondicionado por los responsables municipales (PSC, IC, ERC) pudiéndose visitar.

 

Represión en Extremadura

En el blog que mantiene el profesor portugués Pacheco Pereira aparece, en una de sus últimas actualizaciones, una serie de fotografías inéditas sobre la represión fascista en Extremadura. Al parecer se encontraban en el archivo personal de un antiguo miembro de la oposición antisalazarista, y podrían haber sido realizadas por Mario Neves, el reportero que documentó las matanzas de Badajoz. http://estudossobrecomunismo.weblog.com.pt/arquivo/184811.php

 

Pasado y Memoria

Universidad de Alicante

En el siguiente enlace, se puede encontrar el número 3 de la "Revista de Historia Contemporánea. Pasado y Memoria" editada por la Universidad de Alicante, cuyo dossier titulado “La memoria del pasado” está dedicado al tema de la memoria y la recuperación del pasado por el historiador. http://publicaciones.ua.es/LibrosCap/1579-3311-3.asp

- Memoria, memoria histórica e historiografía. Precisión conceptual y uso por el historiador, de Julio Aróstegui Sánchez

- De fracasos y modernizaciones en la historia: agitaciones de la memoria y zozobras identitarias, de Juan Sisinio Pérez Garzón

- Las imágenes de la memoria. La fotografía en soporte digital, de Mario P. Díaz Barrado

- La representación de los intereses empresariales en el franquismo: los Consejos Provinciales de Empresarios, 1965-1975, de Ángeles González Fernández

- Experiencia histórica y construcción social de las memorias. La transición española a la democracia,  de Julio Pérez Serrano

 

Suiza y la Guerra de España

En la dirección http://home.worldcom.ch/dkunzi/ puede visitarse la ficha del documental “La Suisse et la guerre d’Espagne” del realizador Daniel Künzi, en el que presta especial relevancia a la participación de los voluntarios suizos en las Brigadas Internacionales (cerca de 800) y la actitud del estado helvético hacia la España republicana. Recientemente Daniel Künzi ha finalizado una versión castellana del documental que se le puede solicitar dkunzi@worldcom.ch  En estos momentos prepara una documental sobre los pilotos rusos en la Guerra Civil.

 

Guerra Civil en el Baix Cinca

El 12 de noviembre en Zaidín tuvo lugar el acto de concesión de la Beca de investigación Amanda Llebot que este año ha recaído en un trabajo del profesor Francisco Tejero sobre la Guerra Civil en la zona. Esta Beca la otorga el Institut d'Estudis del Baix Cinca junto con los premios Sis de Novembre.

 

Patricio P. Escobal

El 17 de noviembre tuvo lugar en Madrid la  presentación del libro “Las sacas”, memorias de Patricio P. Escobal, de la colección “Biblioteca del Exilio”. En el acto participaron José Esteban, Pablo Escondrillas y María Teresa González de Garay, autora de esta edición. Pedro Patricio Escobal, Perico, estuvo cuatro veces a punto de ser fusilado. Vivió hasta los 99 años. Murió en 2002 de viejo, al otro lado del Atlántico, en un apartamento de la isla de Manhattan. Antes, fue defensa diestro y capitán del Real Madrid, internacional con España en los Juegos de París de 1924, impulsor del primer sindicato de futbolistas españoles, prisionero condenado a treinta años durante la Guerra Civil, exiliado en Estados Unidos y Cuba, a donde marchó en barco desde la costa vizcaína, y responsable, como jefe de ingenieros, del alumbrado de Queens, el barrio más extenso de Nueva York. En 1968 escribió sus memorias, que aparecieron en inglés, en 1974, con el título de Death row (Fila de la muerte). Después de algunas ediciones casi clandestinas, que circularon desde 1981 por La Rioja, su tierra natal, se publica de nuevo el texto en español, “Las sacas” (Ediciós Do Castro). Picasso, admirado por las peripecias de Escobal, se ofreció a hacer unos dibujos para la primera edición. Nunca se concretó el proyecto. Pedro P. Escobal nunca quiso volver a España.

 

CNT Fraga

El domingo 20 de noviembre tuvo lugar en Fraga un homenaje titulado “Víctimas de la represión, víctimas del olvido. Homenaje a la dignidad. A nuestros abuelos y abuelas” organizado por CNT Fraga y el Centro de Estudios Libertarios José Alberola. En el mismo se colocó una “placa-homenaje” en la calle Alcázar de Toledo nº 24, donde estuvo la sede de la CNT de Fraga y de la Sociedad Cultural Aurora, en los años treinta.

 

Franco en Cataluña

TV3 dedicó su espacio 30 minuts, dirigido por Joan Salvat, a la visita de Francisco Franco a Catalunya en febrero de 1939, poco antes de concluir la Guerra Civil. La Diagonal, tras el apoteósico desfile del dictador, pasó a llamarse, durante 36 años, avenida del Generalísimo Franco. El historiador Josep Maria Ainaud de Lasarte, testigo del desfile, explicó que hubo mucha gente porque para una gran parte de la población aquello significaba el fin de la guerra, que era la aspiración más extendida.

 

Martín Patino

"Penso dedicar el meu discurs a la reivindicació d'un cinema lliure i independent respecte a les tendències dominants". Així de clar es manifesta Basilio Martín Patino poques hores abans que l'Acadèmia del Cinema Espanyol li va otorgar una Medalla d'Or que vol reconèixer "una obra que representa els valors inesgotables de l'aposta per un cinema intel·ligent, complex i immers en la realitat i l'evolució d'un país". Nueve cartas a Berta, els documentals Canciones para después de una guerra o Caudillo i Octavia tracen, efectivament, un arc que va des d'aquell Nou Cinema Espanyol dels 60 que reivindicava el realisme davant una censura obstinada a ocultar la realitat, fins al llargmetratge, rodat el 2002 a la seva Salamanca natal, amb el qual Patino va dir que es retirava del cinema. Pel camí queden alguns dels films més emblemàtics de l'antifranquisme o el documental Queridísimos verdugos, on posava cara als executors de la repressió de la dictadura. La seva obra cinematogràfica transpira un aire d'absoluta llibertat i constant vocació innovadora. Jove rebel de la generació dels 60, va desafiar la censura franquista amb documentals rodats clandestinament durant la primera meitat dels 70 que no van poder veure la llum fins a l'arribada de la democràcia. Aquest nou clima polític tampoc va apaivagar el seu inconformisme, que es va manifestar tant a la pantalla gran com a la televisió. Andalucía, un siglo de fascinación, sèrie rodada per Canal Sur, és un exemple del potencial creatiu que es podria desenvolupar des de les cadenes públiques i un certificat de la llibertat creadora del seu autor quan navega pels difosos corrents que separen el documental de la ficció. Info: Avui

 

Aviadores en El Molar

En El Molar (Tarragona) por segundo año consecutivo ha tenido lugar un homenaje a los aviadores republicanos con la presencia de la asociación A.D.A.R..

 

III Jornades Memoria Democràtic

UPC

La Universitat Politècnica de Catalunya, a través de la Càtedra Unesco de Tècnica i Cultura, amb la col·laboració del Programa per al Memorial Democràtic del Departament de Relacions Institucionals i de Participació de la Generalitat de Catalunya, ha organitzat les III Jornades Memorial Democràtic. En aquesta nova edició, les jornades, van tenir lloc 16 i 17 de novembre, analitzant la situació de la universitat sota l’època del franquisme així com el significat i l’herència d’aquest període de la història d’Espanya.  Web Memorial Democràtic   Programa de les jornades

 

Imágenes y Memoria de Mauthausen

Inaugurada el pasado día 10, e instalada en el Alcazar de Sevilla, hasta el próximo día 11 de Diciembre, se hace recomendable la visita a la Exposición “Imágenes y Memoria de Mauthausen”. Un montaje realizado por el Ministerio del Interior de Austria con la colaboración de la Asociación Amical de Mauthausen, donde figura una interesante colección de fotografías realizadas por la SS y robadas por los presos, además de un listado de más de 900 andaluces, asesinados en los campos de exterminio nazi.

 

Amical de Mauthausen

La Amical de Mauthausen ha editado el número 19 de su boletín “¡Nunca más!” correspondiente al mes de septiembre. A_MAUTHAUSEN@terra.es

 

La batalla del Jarama

La Asociación Cultural “Fuera de Foco” presentará en San Martín de la Vega (Madrid), el próximo lunes 28 de noviembre, el documental histórico “La batalla del Jarama", a las 19:00 horas en el centro municipal de la tercera edad (C/ Pablo Sorozábal). Al acto, organizado por el Ayuntamiento de San Martín de la Vega y A.C. Fuera de Foco, asistirá el historiador Severiano Montero para participar en una mesa redonda que dará lugar al finalizar la proyección. Además, se podrá visitar la exposición temática que presenta la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI). “La batalla del Jarama” se ha presentado recientemente, además de en Rivas Vaciamadrid, en las secciones oficiales del VI Festival de Cine de Pamplona, en el III Festival Internacional de Cine y documental de Carmona y en el XVII Festival de cinema de Girona. http://www.estedemadrid.com/  http://www.fueradefoco.org/

 

Fosa de Alcalá de la Selva

La Asociación Pozos de Caudé ha denunciado la desaparición de la lápida metálica que colocó el 1 de mayo de 2005 en recuerdo a las once víctimas que yacen desde 1947 en una fosa común de Alcalá de la Selva (Teruel) ejecutadas y sepultadas extrajudicialmente por su presunta vinculación con los maquis. Días antes ya había aparecido cubierta de pintadas.

 

“El vano ayer”

La Fundación Rey del Corral de Investigaciones Marxistas organizó el 8 de noviembre la presentación del libro El vano ayer” de Isaac Rosa (XIV Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos) a cargo de los historiadores Manuel Ballarín y Javier Rodrigo.

 

Diàleg

La revista electrónica “Diàleg” dedica el tema del mes de noviembre a “El franquisme, avui” con textos de Francesc Ferrer i Gironès, Hilari Raguer o Agustí Colomines i Companys entre otros. http://www.terricabras-filosofia.info/cat/dialeg.asp

 

Revista Turia

Buñuel

El número 76 de la revista cultural Turia dedica un amplio informe a los cineastas Luis Buñuel y Pedro Almodóvar mediante un conjunto de artículos inéditos escritos por amigos y expertos de ambos directores. Entre otros hay artículos de Jean Claude Carriére, Vicente Molina Foix, Román Gubern, Javier Herrera, Víctor Fuentes, Miguel Marías, Anne-Marie Jolivet, Jesús Ordovás, Fran A. Zurian o Javier Espada. La presentación de este nuevo número de la revista tuvo lugar el 21 de noviembre en el Museo de Teruel a cargo del periodista y director de documentales Javier Rioyo, quien actualmente es director y presentador del programa cultural de TVE 2 "Estravagario" y colaborador habitual de la cadena SER y "El País". Este nuevo número de Turia ha sido coeditado por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Teruel, el Gobierno de Aragón y la Caja de Ahorros de la Inmaculada.

 

Jornadas de Archivos

Castilla-La Mancha

Las Actas de las VI Jornadas de Castilla-La Mancha sobre Investigación en Archivos celebradas en Guadalajara entre el 4 y 7 de Noviembre de 2003 dedicadas a “La Transición a la Democracia en España. Historia y Fuentes Documentales” pueden consultarse en la dirección http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/websCECLM/transición/iniciar.htm

En las mismas figuran dos trabajos sobre recuperación de la memoria:

- “Lugares de memoria y transición española”, de Sergio Argul

http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/websCECLM/transición/PDF/04-01.%20Texto.pdf

- “La memoria recuperada, Alcalá de Henares 1940-2000, de Alfonso Mateos Cadenas y Gutmaro Gómez Bravo

http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/websCECLM/transición/PDF/05-03.%20Texto.pdf

 

Otoño Cultural

Jaca

La II edición del Otoño Cultural de la Librería La Unión de Jaca (Huesca) comenzó  con los historiadores y escritores José Luis Corral y Julián Casanova. Por segundo año consecutivo la librería La Unión, a través de la recién creada Asociación Cultural Pirineum, organiza el Otoño Cultural. Diálogos con el Autor, una iniciativa que acerca al territorio a escritores de ámbito nacional con el objetivo de establecer debates la literatura, la edición y la actualidad en su sentido más amplio.

 

Campo de Fossoli

Los días 2 y 3 de diciembre se celebra en Carpi (Italia) el congreso internacional “Il racconto del testimone. Dopo il ‘900: parole della memoria e discorso storico” organizado por el Comune di Carpi , la Fondazione ex-Campo Fossoli (www.fondazionefossoli.org ), la Fondazione Villa Emma (www.fondazionevillaemma.org) y el Istituto storico di Modena (www.istitutostorico.com).

 

Maquis

Universidad de Pau

Los días 20 y 21 de octubre tuvieron lugar en la Universidad de Pau unas jornadas tituladas

“Maquis españoles de Francia y maquis de España: similitudes y disimilitudes” organizadas por el Laboratorio de Investigaciones en Lenguas y Literaturas Románicas de la Facultad de Letras de Pau con la colaboración de la Amical del Campo de Gurs y la Amical de Guerrilleros Españoles (FFI). http://asso.acer.free.fr/manifestations/colloque%20programme.doc

 

Museos de la 2ª Guerra Mundial

Memoria de los Alpes

Los días 23 al 26 de noviembre se celebra en Turín y Grenoble el coloquio "Quel avenir pour les musées de la Seconde Guerre mondiale dans les Alpes occidentales ?" organizado en el marco del programa Interreg “Mémoires des Alpes / Mémoria delle Alpi, 1939-1945” (http://www.memoriadellealpi.net/). El coloquio está coordinado por el  Musée de la Résistance et de la Déportation de l’Isère http://www.resistance-en-isere.com/mr/index/num/1/lan/1 , la Association des Amis du Musée de la Résistance et de la Déportation de l’Isère ( colloqueamrdi@yahoo.fr ) y el Istituto Piemontese per la Storia della Resistenza e della Società Contemporanea. http://www.istoreto.it/ . El programa puede consultarse en:

http://www.resistance-en-isere.com/Commun/docs/1/Doc148.pdf

 

FUE

La Fundación Luis Bello organizó en Madrid los días 17 y 18 de noviembre unas jornadas tituladas “60 aniversario de la FUE clandestina y homenaje a Carmen Caamaño”.

http://www.izqrepublicana.es/comunicacion/convocatorias.htm#jornadas

 

Sant Feliu de Guixols

El Museu d’Història de Sant Feliu de Guixols ofrece hasta el 30 de noviembre la exposición “Memòria de la postguerra (1940-1960)” que forma parte de las actividades del Taller d'Història 2005, promovidas por maestros, profesores y técnicos municipales del Arxiu, el Museu, Educació y la Biblioteca de Sant Feliu de Guíxols. Informació: Museu d'Història de Sant Feliu de Guíxols  museuhistoria@guixols.net

 

CEDOBI

Radio Albacete Cadena Ser ha concedido sus premios Destacados, que en su undécima edición reconoce la labor de profesionales e instituciones en los ámbitos de la política, la cultura, los deportes o el mundo taurino. En el apartado de Universidad ha recaido en Manuel Ortiz y Manuel Requena por sus estudios sobre las Brigadas Internacionales.

 

Rolde

Rolde, Revista de Cultura Aragonesa, ha publicado su número 113. En él aparecen diversas referencias a la obra poética de Benjamín Jarnés o al historiador recientemente fallecido Miguel Asensio.

 

Sallent

El 26 de noviembre a las 19 horas se celebrará en Sallent (Barcelona) un homenaje al guerrillero sallentí Josep Sala Mitjans, organizado por el Ajuntament de Sallent, el Programa del Memorial Democràtic y el Consulado de Francia en Barcelona.

 

Cervezas Damm

Ni Damm se libró de la censura franquista. A principios de los años 40, Damm dejó de producir su popular cerveza Estrella Roja. Tenía resonancias comunistas. Durante la Guerra Civil, la fábrica fue colectivizada. La historia de la cervecera está llena de detalles y anécdotas que están recogidas de un modo u otro en un archivo histórico, que cuenta con miles de objetos y fotografías, y que será la base del futuro museo de la cerveza de Damm. Los posavasos que llevaban dibujados una Estrella Roja, por ejemplo, fueron reconvertidos en los años 40 en una rosa de los vientos. Actualmente, ambos modelos están guardados, junto al resto del archivo, en la sede de Damm en la calle Rosselló.

 

Literatura en el Exilio

La Habana

El Centro Provincial del Libro y la Literatura de La Habana y su Centro de Promoción Literaria "Félix Pita Rodríguez", convocan a participar en el VI Coloquio Internacional “La Literatura y la Cultura del Exilio Republicano Español de 1939” a celebrarse en La Habana entre los días del 18 al 21 de julio del 2006, con el propósito de tener un espacio de comunicación, reflexión y debate entre los interesados en el tema. En esta ocasión el Coloquio estará dedicado al aniversario 70 del inicio de la Guerra Civil Española.
Temas del Coloquio:
1       La Guerra Civil Española y su incidencia en la cultura y la literatura
2       El exilio literario, cultural y científico republicano de 1939
3       Trabajo bibliográfico (Recuperación del patrimonio)
4       Crítica literaria y cultural sobre el exilio
5       La mujer en el exilio
6       Arquitectura, pintura, escultura, música y cine. Pensamiento filosófico, pedagógico, científico y jurídico. Instituciones.
7       Estudios históricos sobre el exilio
8       Empresas editoriales en el exilio. Publicaciones
9       Proyecciones políticas de los exiliados
10  El exilio interior
11  El Fascismo - Corriente ideológica, política y social. Actualidad y presencia del pensamiento fascista. Consecuencias y ejemplos.
habgraf@cubarte.cult.cu

 

Rivesaltes

Rivesaltes es un lugar de memoria europeo. En este campo han convivido republicanos españoles y judíos de la Europa entera. La historia de los campos durante la Segunda Guerra Mundial representa un elemento que construye la conciencia cívica europea e universal. Debido a esto, Hebraica Madrid ha organizado para los días 8, 9 y 10 de diciembre un viaje didáctico que incluye visitas al ex campo y conferencias ilustrativas. rosacalvo@rfevb.com. jamardeil@telefonica.net.

 

Escolta Franco

Vilafranca del Penedès

El Museo del Vino de Vilafranca del Penedès ha instalado un busto de Francisco Franco en el patio de sus instalaciones para que las diferentes entidades y los ciudadanos de la localidad puedan expresar sus pensamientos sobre la dictadura del régimen franquista. La iniciativa forma parte de la exposición denominada Escolta Franco que pretende recoger los diferentes comentarios y opiniones que suscite el busto del dictador. La muestra permanecerá abierta hasta el 27 de noviembre y proyectó el domingo 20 de noviembre, en el que se conmemoró el 30 aniversario de la muerte del dictador, diversas actividades en el museo del Vino. La muestra, además, conservará todos los parlamentos, escritos que los ciudadanos efectúen sobre el dictador "como un patrimonio del presente que recupera la memoria histórica del pasado", según explicaron a Efe fuentes del museo del Vino. El acto de inauguración de la exposición participativa contó con la presencia del conseller de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura. Además, coincidiendo con el aniversario de la muerte del dictador, el museo ha organizado un acto al que ha invitado a diversas instituciones, asociaciones y entidades del Penedés para que depositen en la instalación museística sus opiniones sobre la época de la dictadura. Por la tarde, y en el cine Bogart de Vilafranca, está previsto proyectar la película Entre el dictador i jo, en la cual seis jóvenes directores plasman su mirada del régimen franquista. Fuente: La Vanguardia Digital

 

La Sènia

El 18 de novembre va tenir lloc una xerrada a La Sénia (Tarragona) sobre la repressió franquista a Catalunya (1938 -1953) a càrrec de Andreu Mayayo Artal, professor d´Història de la Universitat de Barcelona.

 

No Jubilem la Memòria

Marça

La Associació No Jubilem La Memòria, creada por los vecinos de Marçà, organizó una jornada para recordar a los brigadistas internacionales que lucharon junto al ejército republicano en la batalla del Ebro en la guerra civil española. En este municipio el presidente del Parlament, Ernest Benach, descubrió una placa en memoria de todos ellos, obra de Máximo Iaffa, hijo de Fernando Iaffa, brigadista de Buenos Aires. Al acto y la ofrenda floral, presididos por el brigadista norteamericano Milton Wolf, alias Lobo, y el italiano Giovanni Pesce, asistieron Máximo Iaffa y su hermano Miguel. La placa quedó instalada en el kilómetro 2,5 de la carretera que une Marçà y La Torre de Fontaubella, en el lugar donde yace el brigadista inglés John Cookson, identificado en la década de los 90 por el historiador Joan Maria Gómez. Máximo y Miguel Iaffa recordaron la historia familiar. Su padre se incorporó al hospital militar local de Mas Magrinyà, se casó en el pueblo con María Teresa y, perdida la guerra, fue de prisión en prisión hasta que en 1940 la familia pudo emigrar con la ayuda del cónsul argentino.

 

Símbolos del franquismo

El Gobierno destinará un millón de euros de los Presupuestos de 2006 a suprimir símbolos del franquismo de los edificios de la administración pública, tras el pacto de una enmienda transaccional entre el PSOE y el grupo de IU-ICV, que inicialmente pedía una cantidad cinco veces superior. El Ministerio de la Presidencia será el que dedique parte de sus fondos para este fin, según aprobó el Pleno del Congreso por 189 votos a favor, 129 abstenciones (la mayoría del PP) y 4 votos en contra, en el debate de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, mostró hoy su 'sensibilidad' con las peticiones de recuperación de la memoria histórica tanto de la formación que preside Gaspar Llamazares como del grupo de ERC. Se remitió, durante la defensa de los presupuestos de su departamento, al fin de los trabajos de la comisión interministerial que ella preside para adoptar ulteriores medidas, en respuesta a solicitudes tales como una cantidad para conmemorar el próximo año el 75 aniversario de la II República.

 

“Miliciano de guardia”

Córdoba

El 2 de diciembre será presentado en Córdoba el libro “Miliciano de guardia” de Antonio Ariza Montes publicado por Muñoz Moya Editores. http://www.mmoya.com editorial@mmoya.com
Se trata de una novela histórica basada en documentos (p. ej. se incluyen las órdenes de operaciones de la batalla de Pozoblanco y del ejército del Ebro) y en hechos reales relatados por los protagonistas.

 

 

 

Sumario

 

 

“República y republicanos. 75 aniversario de la Sublevación de Jaca”

Jaca, 12 al 16 de diciembre

 

El Círculo Republicano de Jaca, el Instituto de Estudios Altoaragoneses, la Fundación Sindicalismo y Cultura (CCOO), la Fundación Bernardo Aladrén (UGT) y la Fundación Rey del Corral de Investigaciones Marxistas (PCA-PCE), trabajan desde hace varios meses en la celebración del 75 Aniversario de la Sublevación de Jaca el próximo 12 de Diciembre de 2005. Bajo el título genérico de “República y Republicanos”, los organizadores preparan unas jornadas en las que se desarrollarán conferencias y mesas redondas, una gran exposición que dirige Manuel Benito y un ciclo de proyecciones.

 

La importancia histórica y la trascendencia nacional del episodio de la Sublevación antimonárquica de Jaca del 12 de Diciembre de 1930, decisivo para la proclamación cuatro meses después de la II República, obliga al Círculo Republicano de Jaca y a otras asociaciones y colectivos afines a conmemorar la efemérides con unas jornadas de relevancia nacional que contribuyan a recuperar la figura de la ciudad de Jaca como ejemplo faro y claro exponente de la sociedad de su época. Considerada durante medio siglo como una “militarada” ibérica decimonónica, las aportaciones historiográficas de los últimos veinte años han venido a contradecir esa versión. Es necesario, por ello, un congreso o jornadas que sitúen definitivamente la sublevación en el lugar histórico que le corresponde. Las consecuencias posteriores, desde el hecho de que los militares Galán y García Hernández se convirtieran en “mártires de la República” para todo el país, hasta el decreto del gobierno republicano por el que considera al alcalde sublevado, Pío Díaz Pradas, como “alcalde honorario de todos los pueblos de España”, colocaron a Jaca en la memoria colectiva de un gran número de españoles. Es pues importante que las jornadas conviertan esa memoria colectiva en memoria histórica de España.

 

La conmemoración de este acontecimiento quiere servir también para incidir en la vigencia absoluta del discurso republicano como máxima expresión de los valores democráticos. El Círculo Republicano de Jaca considera que la valiosa herencia de la II República Española debe de ser difundida entre las nuevas generaciones, y que es prioritario estimular serios y profundos debates sobre la necesidad de una regeneración democrática que sólo puede vertebrarse a través de una nueva República.

 

Los actos se desarrollarán en Jaca durante la semana del 12 al 16 de diciembre de 2005 en el Palacio de Congresos (exposición) y el Casino de Jaca (jornadas).

 

http://www.republicayrepublicanos.com/index.htm

 

Día 12 de diciembre

 

12.00 h.

Inauguración de la exposición "La libertad soñada"en el Palacio de Congresos de Jaca.

19.30 h.

Inauguración de las Jornadas.

Representación del Romance popular de Galán y García. Adaptación de Ángel Vergara y Paco Paricio. Titiriteros de Binéfar

20.00 h.

Mesa Redonda: El contexto social de la sublevación de Jaca ¿Por qué en Jaca?

Modera: Javier Fernández López. Delegado del Gobierno de Aragón. Intervienen: José M.ª Azpíroz Pascual, profesor de Historia Contemporánea del IES Ramón y Cajal de Huesca; Esteban Gómez Gómez, investigador, y Enrique Vicién Mañé, periodista.

 

Día 13 de diciembre

 

20.00 h.

Ponencia: España y la tradición republicana, por Antoni Doménech Figueras. Catedrático de Filosofía Moral. Facultad de Económicas. Universidad de Barcelona. Presenta: Alberto Sabio Alcutén. Profesor de Historia Contemporánea. Universidad de Zaragoza.

 

Día 14 de diciembre

 

20.00 h.

Ponencia La cultura y el exilio de las ideas, por José Carlos Mainer Baqué. Catedrático de Literatura. Universidad de Zaragoza

Presenta: José Domingo Dueñas Lorente. Profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación. Universidad de Zaragoza.

 

Día 15 de diciembre

 

20.00 h.

Ponencia: El cine y la República, por Ángel S. Garcés Constante. Proyección de los documentales Proclamación de la República en Madrid, de Daniel Jorro, Estampas 1932. Los pueblos, de José Val del Omar y Tierra sin pan (Las Hurdes), de Luis Buñuel, narrada por Francisco Rabal.

 

Día 16 de diciembre

 

20.00 h.

Mesa Redonda: La vigencia del pensamiento republicano. Modera: José Domínguez Solán. Presidente del Círculo Republicano "Galán y García" de Jaca. Intervienen: José Luis Pitarch, Unión Cívica Republicana, Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, y José Antonio Labordeta, diputado nacional por Chunta Aragonesista.

 

Todas las ponencias y Mesas Redondas serán a las 20.00 horas

 

La exposición tendrá lugar en el Palacio de Congresos de Jaca y las Jornadas en el Casino de Jaca C/ Echegaray nº 13.

 

Organiza: Instituto de Estudios Altoaragoneses, la Fundación Bernardo Aladrén, Fundación Sindicalismo y Cultura, Fundación Rey del Corral de Investigaciones Marxistas y Círculo Republicano de Jaca. Colabora: Ayuntamiento de Jaca y Comarca de La Jacetania.

 

 

 

Sumario

 

 

La Sublevación de Jaca: 12 de diciembre de 1930

José María Azpiroz Pascual

 

Fuente: Trébede nº 45 (diciembre 2000) http://www.redaragon.com/trebede/dic2000/articulo2.asp

 

El 12 de diciembre (viernes) de 1930, hace ahora setenta años, el capitán Fermín Galán sublevó en compañía de un significado número de oficiales y suboficiales a la tropa de los diferentes acuartelamientos de Jaca. En los preparativos habían participado también significados civiles jacetanos: Alfonso Rodríguez "El Relojero", Antonio Beltrán "El Esquinazau", los hermanos Palacios, Julián Borderas "El Sastre"...

 

Tras proclamar la República en Jaca y editar el bando correspondiente, los sublevados emprendieron en dos columnas, una por carretera y la otra por ferrocarril (ésta comandada por el capitán Sediles), la lenta marcha hacia Ayerbe, en donde les esperaban enardecidos. Una vez que los trescientos soldados dirigidos por Sediles hicieron andando el tramo Riglos-Ayerbe, ya que encontraron las vías del ferrocarril levantadas en aquel punto, quedó proclamada la República de aquella villa. A continuación, los sublevados se encaminaron hacia Huesca, en donde según los preparativos previos los artilleros complotados se sumarían a la rebelión. El mal tiempo y la excesiva lentitud con que avanzaban las columnas fueron elementos adversos para los sublevados.

 

Desde Capitanía General (de la V Región Militar), una vez confirmados los sucesos de Jaca, se organizó la contraofensiva militar gubernamental; se nombró al general Gay nuevo gobernador militar de Huesca dado que el general Lasheras había sido herido por los sublevados, en su intento de detener la columna de Fermín Galán en las proximidades de Anzánigo. Desde el atardecer del día 12, tropas procedentes de Zaragoza, dirigidas por los generales Dolla y Lazcano, y de Huesca, comenzaron a desplazarse hacia las lomas de Cillas, sorprendiendo a los oscenses por el volumen de piezas de artillería (ametralladoras, carros de combate...) y por el número de soldados movilizados.

 

En las lomas de Cillas

 

Amanecía cuando los sublevados de Jaca se aproximaban a las lomas de Cillas (a unos tres kilómetros de Huesca); a pocos metros divisaron cómo las lomas estaban silueteadas de soldados armados y de ametralladoras que les apuntaban. Ante el dilema de enfrentarse o parlamentar, no con los generales y los jefes allí apostados, sino con la oficialidad comprometida en la sublevación, Fermín Galán optó por lo segundo. El capitán de infantería con mando en compañía Ángel García Hernández y el capitán Salinas en un coche conducido por "El Esquinazau", con bandera blanca, fueron los elegidos a tal efecto. Tras expresar su deseo de que querían parlamentar con la oficialidad fueron detenidos de inmediato. A continuación, las tropas gubernamentales comenzaron a disparar ante la perplejidad de Fermín Galán que, incapaz de ordenar el contraataque, sumido en la desesperación, sólo pudo expresar a sus tropas que se retiraran porque «entre hermanos no se lucha».

 

Hubo tres muertos y veinticinco heridos como resultas del tiroteo; de inmediato se produjo la desbandada general; muchos soldados con sus mandos más inmediatos se dirigieron a Jaca, otros fueron detenidos, algunos oficiales, monte a través, escondiéndose en parideras, torres aisladas..., emprendieron una huida desconcertada. Los civiles venidos desde Madrid (estudiantes y ateneístas) hicieron lo propio procurando camuflarse en grandes poblaciones (Zaragoza, Barcelona, Madrid...). Algunos de los encartados permanecieron en la clandestinidad hasta la proclamación de la II República. Sobre las diez de la noche del día trece llegó a Ayerbe, detenido, Fermín Galán, quien voluntariamente se había entregado en Biscarrués junto a otros sublevados: Mendoza, Manzanares y el maestro armero.

 

El domingo catorce de diciembre, en Consejo de Guerra con carácter sumarísimo fueron condenados a muerte y fusilados los capitanes Galán y García Hernández; otros oficiales lo fueron a cadena perpetua en ese mismo juicio.

 

En marzo de 1931 serían juzgados y condenados un significado número de oficiales y suboficiales así como los militares que en Jaca no secundaron la sublevación pero tampoco ofrecieron resistencia (se les acusaba de negligencia). El capitán Sediles, que fue condenado a muerte, fue indultado ante las movilizaciones populares que se desencadenaron en toda España, aunque con mayor intensidad en Jaca, en Huesca y en Zaragoza; (eran vísperas de las elecciones municipales de abril de 1931). Los soldados en su mayor parte de pueblos aragoneses, fueron trasladados en castigo a diferentes guarniciones del norte de África (Melilla, Laucién, Tizitketac...)

 

Volviendo a los acontecimientos de diciembre, solamente en Aragón, con un día de retraso sobre lo pactado, el día trece se iniciaba una huelga, promovida esencialmente por la U.G.T. y la C.N.T., que tuvo cierta importancia en Zaragoza y en muchas localidades de las Cinco Villas y del Campo de Borja (Ejea, Tauste, Farasdués, Gallur, Borja...), siendo secundada también en Huesca capital y en algunos puntos de la provincia.

 

Hasta aquí un resumen de los hechos más significativos; se impone a continuación una reflexión sobre los mismos.

 

Acabar con la dictadura

 

En 1930, el general Dámaso Berenguer, por imperativo de Alfonso XIII y con el beneplácito de la cúpula militar, intentó, sin desguazar la Dictadura primorriverista, restablecer el antiguo sistema de la Restauración, desempolvando los partidos más representativos del mismo con sus políticos más relevantes. No obstante, desde que Primo de Rivera intentó institucionalizar la Dictadura, dotándola de sus correspondientes instrumentos de poder (Asamblea Nacional, anteproyecto de Constitución, economía corporativa...) se comenzó a gestar en torno a una alianza de republicanos (de diversas tendencias ideológicas) y por los sindicatos de clase, una embrionaria oposición que se fue articulando tímidamente entre 1927 y 1930. El P.S.O.E. se manifestaba renuente porque no veían claro en la Ejecutiva nacional el procedimiento para acabar con la Dictadura y cambiar el sistema político.

 

Los intentos para desmantelar la Dictadura y producir un cambio de régimen (Sanjuanada, conspiración andaluza de 1929...) no habían dejado de ser típicas cuarteladas al margen de los partidos políticos y de la sociedad civil; estas intentonas generaron desconfianza en un sector de la izquierda que veía falta de articulación entre los sectores opositores a la Dictadura y a la Corona. Por ello, desde que Fermín Galán fuera destinado a Jaca, junio de 1930, intentó vincular la sublevación militar con las organizaciones político-sociales que habían de configurar el nuevo poder político resultante. Todos los acontecimientos que se sucedieron a partir de la caída de Primo de Rivera le interesaron, especialmente el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930) y la formación de un Gobierno Provisional republicano en la sombra.

 

Nada más crearse el Comité Revolucionario Nacional (C.R.N.), en octubre de 1930, Fermín Galán viajó a Madrid para entrevistarse con los líderes republicanos y socialistas componentes de dicho C.R.N. (Lerroux, Marcelino Domingo, Fernando de los Ríos, Indalecio Prieto...), logrando de inmediato ser designado delegado del C.R.N. en Aragón. Paralelamente, desde el verano, Fermín Galán fue estableciendo contactos con representantes de la C.N.T. en Zaragoza y Huesca; con el líder sindicalista oscense Ramón Acín enseguida entabló una entrañable amistad; Acín fue para Galán hombre clave en su estrategia revolucionaria dada su gran influencia en la C.N.T. de Aragón.

 

A partir de octubre de 1930, el capitán jacetano tomó claramente la iniciativa organizativa en Aragón, contando siempre con el apoyo del C.R.N. y convencido de que al mismo tiempo se estaba preparando un proceso revolucionario en otras partes del Estado. Su papel a partir de aquella fecha fue el de estimular y presionar al C.R.N. para que apoyase una sublevación militar a nivel nacional con las movilizaciones populares correspondientes. Su obsesión en fijar una fecha concreta, que sucesivamente y muy a su pesar se iba aplazando, le desesperaba, llegando a comentar con ironía del C.R.N.: «los telefónicos quieren hacer la revolución con doble decímetro».

 

La fijación de la fecha para el día doce de diciembre se hizo desde Jaca de forma consensuada con el C.R.N., por lo que no tuvo sentido en su día interpretarla como un adelanto que contribuyó a desarticular el movimiento revolucionario en ciernes. El C.R.N. había establecido, y todos los delegados aceptado, que la salida de la tropa a la calle se hiciera coincidir con la protesta generalizada mediante la proclamación de la huelga general, las manifestaciones estudiantiles (algunos estudiantes de la Federación Universitaria Estudiantil (F.U.E.) estuvieron participando el día doce en la sublevación de Jaca) y, en definitiva, las movilizaciones callejeras. Todos, al unísono, debían contribuir a la caída de la Monarquía y la proclamación de la República.

 

Como es bien sabido, Galán se quedó solo; el C.R.N. no secundó, aplazó la fecha del doce de diciembre al quince; en este día, detenidos la mayor parte de los miembros del C.R.N., así como los dirigentes sindicalistas y vigilados estrechamente gran parte de los militares complotados que según determinadas fuentes lo estaban en veintisiete guarniciones, sólo se sublevó en Madrid parte de la tropa y oficialidad de Cuatro Vientos. El resultado fue un fracaso.

 

Graves desajustes

 

¿Cómo interpretar tan graves desajustes? ¿No estaba, en el fondo, convencido el C.R.N. de traer la República a través de una asonada militar? ¿En diciembre de 1930 los partidos políticos republicanos y el P.S.O.E. carecían de la entidad suficiente que tendrían unos meses después? ¿Fueron necesarios los fusilamientos de Fermín Galán y Ángel García Hernández, así como los Consejos de Guerra posteriores para vertebrar a la izquierda y concienciar a amplias capas populares y de las clases medias? En diciembre de 1930 todavía quedaba difuso el proceso electoral para recomponer el caduco régimen de la Restauración, sin duda, lo de Jaca tuvo una enorme repercusión político-social a nivel nacional. Muchos monárquicos no perdonaron a Alfonso XIII el que no indultara a los capitanes jacetanos fusilados; Maura, Alcalá Zamora, Ossorio y Gallardo..., optaron por la solución republicana como la mejor de las posibles, otros se confesaban monárquicos sin rey.

 

A partir de febrero de 1931, garantizadas las libertades mínimas para iniciar la precampaña electoral de unas elecciones que definitivamente serían municipales, se inició una movilización general popular atizada por los partidos políticos, sindicatos y por el movimiento estudiantil que fue en aumento al coincidir con los sucesivos procesos contra militares y civiles encartados en los hechos de Jaca. La lucha por la amnistía de los presos que se consideraban políticos, al no estar vigente en 1930 la Constitución ni garantizadas las libertades políticas, coincidió con la elaboración de las candidaturas para la conformación de ayuntamientos electos, y esta oportuna coincidencia se convirtió en un plebiscito Monarquía/República. Además, lo que no fue posible el doce de diciembre (la unidad) se lograba en marzo al ir en conjunción republicanos y socialistas frente a las candidaturas monárquicas y de derechas.

 

Según mi línea argumental, tuvo que suceder lo de Jaca para que se produjera la vertebración de la oposición (partidos republicanos con el P.S.O.E y con el beneplácito de la C.N.T.). Este entendimiento no se dio realmente en los meses previos al doce de diciembre: el P.S.O.E. mantuvo constantes reticencias, con la C.N.T. hubo que mantener contactos paralelos ya que no estaba presente en el C.R.N.; los diferentes dirigentes republicanos siempre le parecieron a Fermín Galán discrepantes entre sí. Los políticos del C.R.N. eran conscientes de esa realidad; por ello, en última instancia, a través de Casares Quiroga quisieron comunicar y convencer a Fermín Galán para que aplazara la sublevación al quince de diciembre (lunes); esa era la consigna de Graco Marsá y Casares Quiroga quienes, sorprendentemente, cuando pretendieron comunicar la misiva, vieron que las tropas de Jaca ya habían salido a la calle.

Fermín Galán y García Hernández se convirtieron en mártires por la República, sus retratos estuvieron presentes en las casas de obreros, políticos e intelectuales comprometidos. A Jaca se la consideró «cuna de la República» y a Pío Díaz, alcalde por un día, se le condecoraría en los días inmediatos al catorce de abril como "Alcalde Honorario de todos los Ayuntamientos de España".

 

En definitiva, con la sublevación de Jaca se inició una de las décadas de la historia contemporánea de España más controvertidas y agridulces a la vez. Si para muchos ciudadanos de Jaca fue el símbolo de la libertad y fraternidad, el fin de la década para esos mismos ciudadanos supuso represión, exilio y muerte. A los encartados en Jaca no se les perdonó su participación y fueron víctimas especiales de la trágica represión franquista que en Jaca se inició el mismo 18 de julio de 1936.

 

 

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La escultura de Ramón Acín a los capitanes de Jaca: la cultura de la memoria republicana

Nicolás Sesma Landrín

 

Fuente:  Trébede nº 75  (Mayo-Junio 2003)

 

Jaca, julio de 1936. Pocos días después de producirse el fallido golpe de Estado que daría comienzo a la guerra civil, un grupo de falangistas destroza a martillazos, en un zaguán del Ayuntamiento de la ciudad, unos relieves en escayola que, listos para ser fundidos en bronce, estaban destinados a completar el monumento que la ciudad había decidido levantar a la memoria de los capitanes Fermín Galán y Ángel García Hernández. Finalizaba así la historia de del proyecto diseñado por el artista oscense Ramón Acín, quien, apenas un mes después, el 6 de agosto de aquel sangriento verano, moriría ejecutado por las autoridades del nuevo orden nacionalista.

 

La historia de un monumento como el dedicado a los capitanes sublevados en diciembre de 1930 contra la monarquía de Alfonso XIII se inserta dentro de la reflexión sobre el uso del arte conmemorativo como práctica cultural dirigida a la utilización política de la imagen, a la transmisión de unos determinados valores y a la estimulación de lealtades por parte de la opinión pública de un país.

 

La escultura conmemorativa pronto se reveló como una de las fórmulas más eficaces en la conformación de una determinada cultura de la memoria, que servía de marco para la construcción de la identidad socio-política de una comunidad, a la vez que funcionaba como vínculo de conexión con un pasado, generalmente idealizado, que quería tomarse como referencia en el inmediato presente.
Referentes simbólicos

 

En este sentido, la joven República, instaurada en España en 1931, no fue ajena a ese proceso de construcción de una serie de mitos e iconos, referencias y modelos al servicio de la consolidación y legitimación del nuevo régimen, en los que la sociedad naciente podía reflejarse e identificarse emocionalmente. Esta dimensión era tanto más urgente para la II República cuanto que su advenimiento llevaba aparejado la sustitución de las legitimidades propias del sistema de la Restauración, entre las que se destacaban la dinástica y, en gran medida, la religiosa.

 

Dentro de este intento de sustitución de lealtades, el peso iconográfico de Galán y García Hernández fue realmente significativo, quizá debido a que tampoco la República contaba con excesivos referentes simbólicos a los que apelar. Ambos capitanes fueron inmediatamente incorporados al callejero de diversas ciudades; su imagen, reproducida hasta la extenuación en medallas, carteles, fotografías o estampas; incluso se llegó a proyectar el traslado a Madrid de sus restos para ser enterrados bajo el arco central de la Puerta de Alcalá.

 

El mito de los capitanes presentaba unas características definidas. Por un lado, y en línea con la tradición cultural republicana, se servía de un vocabulario cargado de valores éticos, sentimentales y hasta religiosos -sacrificio, mártires- aunque puestos ahora al servicio de nuevos objetivos políticos, como la igualdad social o la democratización del sistema. Por otro, se trataba de un referente de carácter claramente popular, y, por lo tanto, difícilmente trasladable al lenguaje institucional., como había demostrado el relativo «fracaso» tanto de Fermín Galán. Romance de ciego, obra de Rafael Alberti estrenado en el Teatro Español en junio de 1931, como de la película Fermín Galán, dirigida por Fernando Roldán, estrenada en el cine Royalty de Madrid en el primer aniversario de la sublevación jacetana.

 

A pesar de esta dificultad, las autoridades republicanas no podían renunciar a la potencialidad movilizadora del mito de Galán y García Hernández. Numerosas fueron las iniciativas monumentales destinadas a honrar su recuerdo. Entre ellas destacó la proyectada por Ramón Acín para la ciudad de Jaca. Dicho proyecto contaba con una doble dimensión emocional; por un lado, el lugar dónde iba a construirse era el mismo en el que se había producido la sublevación, la «cuna de la República»; por otro, su autor había sido uno de los participantes en ese mismo acontecimiento.

 

Enrique Vicién, en su obra La II República en Jaca, ha descrito el proceso por el cual el proyecto pasó del escultor zaragozano Ángel Bayod a Ramón Acín, y de cómo, a pesar de que ya se encontraba en marcha desde 1933, la construcción del monumento sufrió constantes retrasos a causa de la militancia anarcosindicalista de Acín.

 

En su proyecto, el artista oscense demostraba dominar el lenguaje intencional propio de los monumentos públicos y resolvía con maestría el reto formal e ideológico del encargo. Acín diseñó un conjunto escultórico de carácter neocubista, formado por una escalinata coronada por un gran relieve que representaba a Galán arengando a sus hombres, flanqueado en un plano inferior por otros dos relieves, inicialmente formados por dos alegóricas figuras femeninas que, en composición simétrica, señalaban en un globo terráqueo la ciudad de jaca. Acín modificaría posteriormente estas representaciones laterales, modelando finalmente sendos relieves de atléticas figuras femeninas recostadas. La destinada a la parte derecha incluía las tres estrellas representativas del grado de capitán, y la de la izquierda una paloma de alas desplegadas, en clara metáfora de la importancia de la sublevación para el pacífico advenimiento de la República.

 

A la manera de un nuevo David, Acín presentaba a Fermín Galán como el Marat de la revolución española. Al retratarlo durante el significativo momento de la arenga a los sublevados, instante máximo de tensión, el autor buscaba la inquietud, la admiración y el agradecimiento de un espectador conocedor del fatal desenlace del acontecimiento. Esta vinculación emocional se reforzaba por el hecho de que muchos de los ciudadanos de jaca habían sido partícipes directos del momento representado.

 

La identificación entre monumento y público se lograba igualmente por la propia concepción de la obra, situada a la entrada del actual Paseo de la Constitución. El libre acceso a la escalinata y a los relieves producía una fuerte interacción entre el conjunto escultórico y el público, al tiempo que provocaba una gran sensación igualitaria y de cercanía entre el pueblo y el héroe, muy alejada de la transmisión jerarquizada y autoritaria que provocaban los pedestales característicos de la escultura conmemorativa decimonónica.

 

Sin duda, Acín deseaba que el monumento a los capitanes sirviera no sólo como expresión de unos determinados valores de esfuerzo y sacrificio por la libertad atribuidos a los sublevados de Jaca, sino también como fuente activa de los mismos. Como advertía Acín a las autoridades oscenses, ante la perspectiva de realización de un nuevo proyecto de homenaje a Galán y García Hernández, «luego se os juzgará no por las piedras que amontone el bizarro artista (...) sino por los hechos que vosotros hayáis ido amontonando, si están o no en consonancia con el espíritu de la libertad y con el de Galán».

 

El lugar destinado al emplazamiento del monumento pronto se convirtió es un espacio político de socialización. En su escalinata -finalizada a principios de 1936- se llevaban a cabo, por ejemplo, las paradas militares organizadas por las autoridades republicanas. En esa misma escalinata se retrataron durante la campaña electoral de febrero de 1936, los militantes de los partidos que integraban el Frente Popular de la ciudad. Estas fotos serían posteriormente utilizadas durante la guerra civil para la identificación y fusilamiento de muchos de esos militantes, en una triste continuación de la desgracia que pareció perseguir al monumento a los capitanes que, junto a su autor, quedarían sumidos en el olvido.

 

Sirva este trabajo, junto a otros empeños actuales, para la recuperación de nuestra memoria perdida.

 

Bibliografía:

 

- J. Álvarez Junco, "Los amantes de la libertad: la cultura republicana española a principios del siglo XX" en N. Townson (ed.), El republicanismo en España (1830-1977), Madrid, Alianza Editorial, 1994, págs. 265-292.

- J. M. Azpíroz y F. Elboj, La sublevación de Jaca, Zaragoza, Guara Editorial, 1984.

- M. García Guatas (dir.), Ramón Acín. 1888-1936, Huesca-Zaragoza, Diputación Provincial de Huesca y Diputación Provincial de Zaragoza, 1988.

- E. C. Gómez, La insurrección de Jaca. Los hombres que trajeron la República, Barcelona, Escego, 1996.

- E. Vicién, La II república en Jaca (1931-1936). Una época diferente, Barcelona, Envima, 1998.

- E. C. Gómez, El eco de las descargas, Barcelona, Escego, 2002.

- C. Reyero, La escultura conmemorativa en España. La edad de oro del monumento público, 1820-1914, Madrid, Cátedra, 1999.

 

 

 

Sumario

 

 

Fernando Martínez de Baños : "Fermín Galán fue un hombre muy complejo"

 

Fuente: El Periódico de Aragón (Joaquín Carbonell)

 

“Fermín Galán Rodríguez. El capitán que sublevó Jaca” es el título del libro de Fernando Martínez de Baños Carrillo editado por Delsan Libros.

 

Fernando Martínez de Baños es profesor de historia de España siglos XIX y XX. Ha tratado la biografía del capitán Fermín Galán, que se sublevó en Jaca en diciembre de 1930 contra la monarquía de Alfonso XIII y a favor de la República.

 

--¿Fermín Galán se adelantó a su tiempo?

--El escribe un libro en el que relata el modelo de sociedad que desea para España, donde se autotitula máxima autoridad. Da opiniones económicas, admite la libertad de prensa, pero pasando su censura...

 

--¿Era un visionario?

--Yo creo que sufre una transformación; los horrores que ve en la guerra le impulsan a tomar otros caminos en la vida. Ve que lo que está gobernando en España no le gusta y decide cambiarlo, por eso escribe ese libro de título Nueva creación .

 

--Pero en ese libro y en la novela la barbarie organizada muestra una personalidad un tanto radical.

--Es un hombre muy complejo. En la época lo tachan de loco. Después de haberlo estudiado mi conclusión es que es un romántico, el típico héroe amigo de sus amigos, leal y fiel a sus amigos y responsable de sus decisiones: hizo algo, se equivocó y se entregó como responsable.

 

--Fue militar-militar.

--Sin duda; hijo de militar en San Fernando, Cádiz. De adolescente es enviado a Guadalajara al colegio de huérfanos, donde elige posteriormente la carrera militar, igual que sus dos hermanos. Es decir, tiene una mentalidad castrense. Cuando se subleva sabe lo que está haciendo.

 

--Estaba rencoroso por las medallas que no le concedieron.

--El sufre una herida en la pierna en Africa y confía en que le concedan la medalla de sufrimientos por la patria. Y no se la conceden. Solicita también la laureada que también se la deniegan. Eso le molesta profundamente.

 

--¿Por qué acaba siendo un mito?

--Porque lucha por la República y muere por ella. Lo de Jaca sucede el 12 de diciembre, el 13 se entrega, el 14 lo juzgan a las 9 de la mañana y a las 2 lo fusilan. Fue un juicio sumarísimo. Esta en duda que fuera un juicio con todas las garantías.

 

--¿Por qué se interesó por este personaje?

--Coincidiendo el aniversario que era este año y porque era militar. Y porque lo que había leído hasta ahora no me convencía, estaba seguro de que se podía ahondar mucho más en lo que se había escrito hasta la fecha. Y todavía creo que queda mucho por averiguar, especialmente sobre su personalidad.

 

--¿Qué está preparando ahora?

--Me gustaría abordar un tema con pocas fuentes, que es el tema de las cantineras, desde mediados del siglo XIX. Son madres de fallecidos, viudas de militares, la madre eritual de muchos soldados.

 

 

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Félix Carrasquer, el hombre que sabía hacer pan

Víctor Juan Borroy 

 

Fuente: http://www.unizar.es/cce/vjuan/estuvieron_aqui.htm

 

El día 4 de este mes se cumplió el centenario del nacimiento en Albalate de Cinca (Huesca) de Félix Carrasquer, un intelectual que apenas fue dos días a la escuela y que antes de cumplir los treinta años perdió definitivamente la visión. Su vida se explica por una serie de constantes entre las que es preciso destacar su amor por el conocimiento, su pasión por saber ("si no puedo leer, la vida me importa un comino", le contestó al doctor Barraquer cuando éste le aconsejó que dejara la lectura), la misma voluntad que expresaba Joaquín Costa cuando exclamaba "Si no puedo estudiar no quiero vivir"; su compromiso con los humildes; su fe en la bondad natural del ser humano; y, sobre todo, su profunda convicción de que sólo por la educación se alcanzaría la auténtica revolución. En Barcelona encontró tiempo para la lectura y para sus sueños. Allí oyó hablar por primera vez de la CNT, devoró los libros del Ateneo Enciclopédico, de las librerías de lance de las proximidades de las Atarazanas, dirigió la escuela Eliseo Reclus de la calle Vallespir... Barcelona, la ciudad que fue defendida el 18 de julio de 1936 por 10.000 libertarios entre los que se encontraban José y Francisco Carrasquer... Barcelona... Félix Carrasquer volvió a esta ciudad como volvemos al recuerdo de las caricias y de los besos que un día nos hicieron sentir vivos.

 

 

En internet puede leerse:

Las Colectividades de Aragón. Un vivir autogestionado, promesa de futuro, por Félix Carrasquer

http://kehuelga.org/biblioteca/colec/carrasquer.html

 

 

Félix Carrasquer Launed

 

Fuente: Miguel Íñiguez, “Esbozo de una Enciclopedia histórica del anarquismo español”

 

Albalate de Cinca (Huesca) 4-11-1905 – Thil (Francia) 7-10-1993

 

Miembro de una familia profundamente confederal (el mayor de tres hermanos también renombrados), a los catorce años se trasladó a Barcelona. En la ciudad condal trabajó de pastelero y panadero y se interesó por los teóricos anarquistas y la pedagogía; tempranamente en las luchas del socialismo libertario. En 1923 en Albalate trabaja en el horno familiar. En 1928 trabaja en Viladecans y, tras una corta estancia en Madrid, en 1929 retorna a Albalate, crea una agrupación cultural con biblioteca y escuela con gran éxito, plan extendido por toda la comarca y que será la base del fortísimo resurgir cenetista en el Aragón republicando; por los mismos años organiza colectividades agropecuarias y en 1933 huye a Lérida y Barcelona tras la sublevación anarquista de diciembre, donde reinicia su acción pedagógica (a pesar de la ceguera que por entonces era casi total): experiencias autogestionarias en el Ateneo de las Corts (en 1935 con sus hermanos fundó la escuela racionalista Eliseo Reclus). Miembro de la FAI, se integró en el comité peninsular de Sousa en 1936; iniciada la guerra es miembro del comité revolucionario de Sarriá, en agosto se encarga de organizar la Maternidad barcelonesa y a comienzos de 1937 se traslada a Monzón, donde materializa otro de sus grandes proyectos autogestionarios y pedagógicos: la Escuela de Militantes de Aragón con éxito solo roto por la represión estalinista sobre el colectivismo aragonés; comienza una larga peregrinación siempre con la intención de relanzar la escuela: Albelda, Caspe, Barcelona, Llansá y San Vicente dels Horts.

 

Luego el éxodo de los vencidos: cuatro años en los campos de Vernet, Argelés y Noé (19391943); retorna a España en 1944 dispuesto a reconstruir la CNT: monta el CR aragonés y después el catalán (1946) del que es secretario general; detenido en diciembre de 1946 se le libera en julio, para de nuevo ser detenido en noviembre (delegado catalán a la plenaria nacional de Madrid) tras la caída del comité Villar; condenado a 25 años, pasa doce en prisión (San Miguel, Carabanchel, muy unido a Nicolás Muñiz) y se le prohíbe residir en Cataluña, por lo que pasa a Francia en 1959 (ayuda a la reunificación en París) asentándose en la comarca tolosana (Thill) como granjero y preside la Comisión Coordinadora de los Grupos de Amigos de la CNT partidarios del cincopuntismo y de Royano; penetra en España en varias ocasiones (desde 1966 es uno de los animadores de los grupos Solidaridad) y por fin en 1970-1971 se domicilia en Cataluña, participando activísimamente en la reorganización de CNT (presente en la Asamblea de Sans). Tras el V congreso se alinea con la escisión, pero ya en 1982 era decidido partidario de la unificación. En estos últimos años se populariza como conferenciante sobre dos temas que le son especialmente queridos: autogestión y pedagogía.

 

Colaboraciones periodísticas en Ajoblanco, Asturias, Aula libre, Cultura y Acción, Cultura Libertaria, Debate Confederal, Diario del Alto Aragón, Euskadi Confederal, Mujeres Libertarias, Mundo Social, Nueva Senda, Polémica, La Revista Blanca, Sindicalismo, Solidaridad, Solidaridad Obrera, y en la Enciclopedia anarquista. Es autor de El anarcosindicalismo en el siglo XX (Barcelona 1978), ¡Ay si el maestro te coge! (teatro inédito), Canelo (cuento inédito), La CNT como alternativa social (s.l., [Barcelona 1987]), Las colectividades de Aragón (Barcelona 1986), Definición del sindicalismo (Barcelona 1977), La Escuela de Militantes de Aragón (Barcelona 1978), Estructura y dinámica federal. Una proyección de liberación humana (1979, inédito), Una experiencia de educación autogestionaria (Barcelona 1981), El grave peligro de las nucleares (inédito), La ley de fugas (1933, teatro inédito), ¿Marxismo o autogestión? (Barcelona 1977), Motivos del Cinca (Madrid 1974), Retazos del campo. Poesía social (1956, inédito), El riego (1933, teatro inédito), El triunfo de la pandilla (teatro inédito), La voz de la tierra (s. l. 1977) algunos publicados como Carles Launed. También autor de los anónimos El sindicato y la empresa, Sindicato humanista y revolucionario, El sindicato y la universidad, Sindicato y federaciones de industria (los cuatro editados en 1970 por el Centro investigador de sociología sindical). Dejó unas Memorias inéditas.

 

Contrario al radicalismo anarquista, cabe definirlo como un anarcosindicalista que recalca la faceta sindicalista y obrerista de CNT y como la inmensa mayoría de los luchadores clandestinos de los años cuarenta, profundamente crítico hacia la rama esgleísta.

 

 

 

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Ramón Acín presenta “Siempre quedará París", el drama personal de los maquis

 

Fuente: El Periódico de Aragón

 

"He querido huir del concepto épico para llegar al drama personal que vivieron estas personas". Así definía Ramón Acín la intención y, de alguna forma el contenido, de su nueva novela Siempre quedará París (Algaida), una obra en la que a través de una ficción literaria fundamentada en un gran trabajo de documentación se adentra en el mundo de los maquis y su dramática lucha contra el franquismo en la provincia de Huesca. La obra fue presentada en la sala Ambito Cultural de El Corte Inglés, con la participación del escritor Julio Llamazares y el delegado del gobierno, Javier Fernández.

 

"En esta novela afloran muchas historias que yo llevaba dentro desde pequeño, desde que mis abuelos me contaban historias de maquis, del miedo a aquellos bandoleros, de escuchar Radio Pirenaica...", apunta el autor. De ahí que los episodios y los paisajes se ciñan a su entorno más próximo, como es la provincia de Huesca y la zona piraneaica --es nacido en Piedrafita de Jaca--, y la trama pase por el Valle de Arán, Monegros, Sobrarbe, Barbastro y también Caspe.

 

"Es una novela para la que me he documentado muchísimo, y ha sido dura y difícil, pues he tenido que reestructurarla y quitarle hasta 70 páginas, algo que me ha costado mucho, pues para escribirla he conocido a muchos de los personajes que aparecen, aunque algunos lo hagan con otro nombre, como Villacampa, Montes e incluso la maestra existió", dice. Aunque para la gestación de la novela fue fundamental Angel Fernández, "al que conocí en Toulouse y es el único que vive. El conducía el coche de quienes iban a atentar contra Franco en Caspe, y al final no lo hicieron porque en el tren viajaban muchos civiles. Creo que así eran ellos por lo que yo he conocido y no gente cruel como nos han vendido".

 

Una historia de gente perdedora que, según explica Acín, trata de ir más allá de la imagen del guerrillero idealista "y aborda también el exilio interior, el de aquellos que tuvieron que quedarse, tragar y acostumbrarse a vivir con la tragedia y el dolor", apunta.

 

Acín estuvo muy bien acompañado en la presentación, ya que en una sala completamente repleta de público le arroparon y saludaron su nuevo trabajo escritores y políticos como Adolfo Burriel, José Luis Corral, Michel Royo, Félix Romeo, Ricardo Berdié, Pilar de la Vega, Cristina Palacín, Rosendo Tello o Félix Teira, entre muchos otros.

 

 

Ramón Acín presenta "Siempre quedará París"

 

Fuente: Heraldo de Aragón

 

"He escrito una historia de maquis, pero no por seguir la moda de los últimos tiempos, porque la novela surgió hace más de ocho años y está completamente acabada desde hace dos. Pero por diversas circunstancias no ha salido hasta ahora. He fabulado en torno al maquis y he huido todo lo que he podido del concepto épico, para centrarme en lo personal". El escritor Ramón Acín acaba de publicar una nueva novela, "Siempre quedará París", y en ella ha querido describir el océano personal en el que navegaron los maquis españoles, "todos los que lucharon por un país, por unas ideas, por los suyos, que hicieron tres guerras y no ganaron ninguna, aunque acabaran entrando en la capital de Francia", señala.

Algaida, como ya hiciera con "Cinco mujeres en la vida del hombre", es la editorial que ha publicado "Siempre quedará París". La presentación será hoy a las 19.00 en Ámbito Cultural del Corte Inglés, en un acto que contará con la participación de los escritores Julio Llamazares y Javier Fernández López.

 

El atentado frustrado a Franco

 

"La novela surge a través de mis recuerdos de infancia, de las historias sobre los maquis que se nos contaban en la familia, esas historias que se te quedan ancladas en la memoria para toda la vida". Fue, la suya, una infancia feliz, en un valle pirenaico en el que todo el mundo tenía familiares en el bando de los vencedores y en el de los vencidos, en el que no se conocía el hambre, en el que se escuchaba Radio Pirenaica, en el que se fabulaba, a menudo aterrorizando a los pequeños, sobre la llegada de los maquis.

Y en ese magma ha hundido sus manos Ramón Acín para preparar esta novela. Pero esos recuerdos han sido tamizados por la experiencia, la investigación, la documentación. "Para este libro ha sido determinante el hecho de que conociera a Ángel Fernández en Toulouse. Él era quien conducía el coche de quienes iban a atentar contra Franco en Caspe, un atentado que se suspendió cuando se enteraron de que en el tren iban muchos civiles. La novela debe mucho a Ángel Fernández, a mis conversaciones con él".

Ramón Acín ha huido de la mitificación y de la mixtificación. Pero no ha podido dar la espalda a la tristeza. "En realidad, es una historia triste, pero en ella queda evidente la hombría y la calidad impresionante de la mayoría de los que formaron parte del maquis, gente que, ya en el final de sus días, era capaz de pedir a cualquiera que les escuchara que no dejara hueco en su corazón para el odio o la venganza. Se cuenta la historia de hombres y mujeres que hablan desde dentro de sus almas, y por eso la novela no tiene un narrador evidente. Se cuenta desde dentro de ella misma".

Ramón Acín recorre en su nuevo libro la peripecia existencial del maquis español, desde la invasión del valle de Arán hasta las últimas llamaradas de la lucha armada contra el régimen de Franco, en tres hilos cronológicos que ofrecen una visión panorámica y ajustada del fenómeno. "Se desarrolla en Sobrarbe, Ribagorza, Somontano, Monegros y Caspe -apunta-. Y está muy documentada, aunque no lo parezca, porque he intentado que esa documentación se note lo menos posible".

 

La falsa imagen de bandoleros

 

Aparecen personajes que existieron en realidad, como Villacampa o Lasuén, pero Ramón Acín subraya que se desenvuelven en una novela, no en un ensayo literaturizado. "He leído mucho, he investigado mucho, he conversado mucho, pero luego he procurado vaciar de Historia el texto, porque me interesaban, sobre todo, las peripecias personales, los dramas internos".

¿Las peripecias de los perdedores? No. "Cuando hablas con los que formaron parte de la Resistencia española te das cuenta de que ellos se han sentido vencidos o engañados durante buena parte de sus vidas. Sus jefes les convencieron de invadir España por el valle de Arán, asegurándoles que serían recibidos con los brazos abiertos y que la población española les ayudaría, y se encontraron con la traición y la indiferencia general. Les engañaron, sufrieron, pero lograron reconstruir sus vidas desde el dolor. Porque atrás lo habían dejado todo. Pero luego, cuando ya no les quedó nada, no quisieron odiar. Los maquis dieron una lección para la Historia, lo suyo no tiene nada que ver con la imagen de bandoleros que se nos ha querido imponer".

 

 

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José Luis Corral y Julián Casanova critican en Jaca la ola de revisionismo sobre la guerra civil

 

Fuente: Diario del AltoAragón

 

Los historiadores y escritores José Luis Corral y Julián Casanova hicieron en Jaca una crítica argumentada sobre la ola de revisionismo que afecta sobre todo a la memoria de la guerra civil y la posguerra. Corral y Casanova eran el viernes protagonistas de la primera sesión del II Otoño Cultural de la librería La Unión y desde sus campos de trabajo en la Universidad de Zaragoza en periodos distintos -el primero es profesor de Historia Medieval y el segundo, catedrático de Historia Contemporánea-, coincidieron en que en demasiadas ocasiones la historia se falsea o se reinventa, a conveniencia de quien ejerce el poder.

Para José Luis Corral, “el historiador ha de comprometerse con el presente”, pero en nuestros días se están haciendo “alusiones a un pasado que se quiere justificar con un revisionismo mendaz y torpe”. Casanova añadió que lo que ocurre es que este revisionismo ha saltado a los medios de comunicación, y recordó que muerto Franco, hubo muchos libros sobre la guerra civil, aunque sin hablar de la represión franquista, cuestión que se abordó por vez primera en 1985, en sendas obras de particulares escritas en Cataluña y Andalucía. “Los archivos estaban cerrados, se amenazaba a los historiadores y había miedo a tocar estos temas”, hasta el punto de que el Gobierno de Aragón “no quiso asumir la publicación de nuestro proyecto “El pasado oculto”, que sacó a la luz una lista de 9.000 asesinados en esta tierra”.

Su explicación a la actual ola de revisionismo es que “la gente que había asistido a los alrededor de 50.000 asesinatos que hubo entre 1939 y 1945 estaba muy tranquila porque la reconciliación se había tragado las historias de violencia”, pero en el año 90 empezaron a salir historias individualizadas, en las que se identificaba con nombres y apellidos a los asesinos, y obras como “Víctimas de la guerra civil” -”sacamos con éste el primer best-seller”-, y también “se empezaron a buscar fosas de muertos que no habían sido registrados”. Ante todo ello empezaron a reaccionar “los círculos conectados con el franquismo”, a través de medios de comunicación afines. “Ricardo de la Cierva llevaba años diciendo lo mismo, pero sólo lo leían los ultraderechistas del 20-N. Autores como Pío Moa o César Vidal, con su obra divulgada mediáticamente, son el punto de partida del revisionismo”, indicó Casanova.

 

 

 

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Iván Heredia: "Torrero fue una de las cárceles más duras"

 

Fuente: El Periódico de Aragón (Joaquín Carbonell)

 

Nuestro invitado acaba de publicar una historia imprescindible: Delitos políticos y orden social. Historia de la cárcel de Torrero, 1928-1939 (Mira).

 

--¿Por qué sólo hasta el año 1939?

--Porque cuento con mucha información y próximamente pienso dedicar otro volumen, en el que incluiría una revisión del trabajo hecho y llegaría hasta 1948. Es el año en que se establece un nuevo reglamento de prisiones, y se relaja un poco la represión.

 

--En la época que usted estudia, Torrero qué tipo de reclusos acoge?

--Durante la República, hay más presos comunes que políticos, pero a partir de la Insurrección Cenetista del 33, el porcentaje de políticos supera al de comunes. Y durante la guerra, al principio, ingresan centenares de presos políticos, a la espera de o bien su salida para ser fusilados, su puesta en libertad o permanecer durante años esperando un consejo de guerra.

 

--¿Se caracterizó por algo la cárcel de Torrero?

--Sí, cualquier preso con el que hablases te diría que era una de las cárceles más duras de España, antes, durante y después de la guerra. En 1934, se sabe que algunos presos fueron apaleados, con el permiso del director. Violencia que se relaja en cuanto ingresan más presos comunes que políticos, a partir del 48.

 

--¿Por qué afrontó este estudio?

--Porque me parecía un tema muy interesante, ya que da una visión distinta de la historia de esta provincia durante esos años. Ver los conflictos sociales desde la prisión, ver cómo influyen en la calle, en los movimientos obreros y éstos en la vida penitenciaria.

 

--¿Dónde ha investigado?

--En el archivo histórico provincial, en el centro penitenciario de Zuera, donde se guardan expedientes de reclusos desde 1936. Hay mucha información en Madrid en el ministerio del Interior. Y en hemerotecas también se recogen muchas noticias.

 

--Es curioso que apenas se ha escrito sobre esta cárcel.

--Sí, en realidad no se ha escrito nada; sólo existen las memorias de Ramón Rufat, que hablan de su paso por la prisión, y del capuchino Gumersindo de Estella. Y no hay nada más. Ha sido un espacio a la sombra de la sociedad y por la dificultad de acceso a ciertas fuentes. A la hora de estudiarlo es un tema muy duro...

 

--¿El barrio de Torrero se vinculó a la prisión?

--En 1928, cuando se inaugura, hay algún vecino que protesta por la ubicación. Pero claro, cuando se hace no hay nada más alrededor, el barrio se crea alrededor de la cárcel.

 

 

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Joaquín Mindán: en torno a la memoria de Pascual Castejón

 

Fuente: El Periódico de Aragón (Joaquín Carbonell)

 

La pasada semana se presentó en Calanda el libro Memoria en carne viva , que recoge la vida de Pascual Castejón, un viejo luchador republicano de la localidad. El libro fue ordenado por Joaquín Mindán, hijo del pueblo pero profesor de lengua y literatura en Cataluña.

 

--Habría que empezar por saber quién era Pascual Castejón.

--Claro. Pascual fue un calandino que hizo la guerra con la República, que estuvo en Belchite, en Quinto, en la batalla del Ebro, y al final pasó a Francia, donde trabajó en varios campos y finalmente acabó en Mathaussen y otros campos de exterminio...

 

--Pero sobrevivió...

--Sí, sobrevivió y se quedó a vivir en Francia, donde trabajó en una fábrica. Finalmente regresó a morir a Calanda, a una residencia. Aquí me llegaron unos manuscritos suyos con sus memorias, y la concejala Julia Moya me invitó a poner todo eso en limpio, con cierto estilo literario.

 

--¿En primera persona, como si lo escribiera Pascual?

--Sí, sí, en primera persona. Yo me limité a darle su estilo, a corregir, a aclarar, y a poner incluso notas a pie de página y añadir una serie de fotos interesantes. El libro se presentó pero unos meses después de morir Pascual, un libro necesario para la memoria. Bueno, realmente murió el 3 de mayo y el 8 se celebró el aniversario de Matahussen, con la presencia de José Luis Zapatero, que al iniciar su intervención anunció que le habían comunicado que acababa de fallecer Pascual Castejón, por el que guardaron un minuto de silencio.

 

--Hace 15 años hubiera sido impensable presentar este libro en Calanda, ¿no le parece?

--¡Hace incluso un año! Después de la democracia ha habido familias encontradas, sin hablarse. Un rencor irreconciliable como no conozco. Hay que ir templando las conciencias porque si no es muy duro convivir. Y este tipo de actos son de justicia, para reconocer también al bando republicano su sufrimiento.

 

--¿Quedan más documentos por aparecer?

--Creo que sí; y sería interesante aprovechar la voz de los supervivientes. El libro de Castejón es ejemplar porque no induce a ninguna venganza. El era un hombre muy bueno, y en su libro se limita a contar los acontecimientos, evitando incluso pasajes muy duros.

 

--¿Cómo se presentó el libro en Calanda?

--El salón de actos estuvo a rebosar y todo el mundo asistió con mucho interés. Asistió Miguel Castejón, el hijo, Julia Moya, la concejala, Juan Calvo, que es de Ejulve y es responsable de la Asociación Amical de Mathaussen y Rosa Torán, que presentó el documental Convoy de los 927 , sobre los españoles en el campo de Mathaussen.

 

 

 

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“La brigada de los toreros”: entrevista a Javier Pérez Gómez

 

Fuente: Diario de Teruel

 

“La brigada de los toreros. Historia de la 96ª Brigada Mixta del Ejército Popular”

Javier Pérez Gómez

Almena Ediciones. Madrid. 2005

 

Veranea en El Castellar (Teruel) y desde pequeño ha oído hablar de la Guerra Civil. Buscando información sobre su pueblo adoptivo localizó una brigada, llamada de los toreros, que luchó durante toda la contienda en la provincia de Teruel.

 

-¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?

- Mi hermano y yo empezamos hace quince años a recopilar la historia e información sobre El Castellar. Uno de los capítulos versaba sobre la Guerra Civil y una de las undiades republicanas que combatió en la zona fue la 96 brigada mixta del ejército popular. De forma fortuita contacté con dos excombatientes que me dijeron que era la brigada de los toreros. Ahí empecé a investigar. En el Archivo de Salamanca encontré los nombres de los capitanes de esta brigada. Algunos de los apellidos no eran muy conocidos y busqué hasta que localicé a sus familiares, que me facilitaron muchos datos.

 

- ¿Por qué se llama la brigada de los toreros?

- Los principales jefes eran toreros y banderilleros profesionales antes de comenzar la guerra. Los toreros de izquierdas se alistaron a las milicias republicanas a través de la Asociación de matadores de toros y novillos y fueron ascendiendo dentro del ejército hasta ocupar cargos en las brigadas. Casi todos los que formaban parte de la brigada militaban en el Partido Comunista.

 

- ¿Había algún turolense entre los toreros?

- Algunos indicios apuntan a que estuvo en esta brigada Silvino Zafón, el Niño de la Estrella, que era de Mosqueruela. Fue torero profesional y tras la guerra se fue a Francia, donde murió.

 

- ¿Qué papel jugó esta brigada en la Batalla de Teruel?

- La 96 brigada combatió casi toda la guerra en la provincia de Teruel. Primero en la zona de Albarracín y después en la de Visiedo. Luego combatieron en la Batalla de Teruel, en la que en un primer momento estuvo en segunda línea y luego sustituyó a la 11 división. Los nacionales los barrieron prácticamente con un ataque de artillería muy fuerte. Tras esa batalla fueron a la parte de Allepuz y Escorihuela. También combatieron muy duramente en la Sierra del Pobo. Acabaron la guerra en la Sierra de Javalambre. Allí estuvieron ocho meses y en la zona aún quedan trincheras. La Batalla de Teruel duró desde diciembre de 1937 hasta febrero del 38 y siguiendo la trayectoria de esta brigada se observa la situación del frente en la provincia.

 

- ¿Sólo combatieron en Teruel?

- La 96 brigada se creó en julio del 37 y sólo combatió en la provincia, pero los jefes sí habían estado antes en algún otro frente. Los toreros estuvieron dos años en Teruel, desde junio del 37 hasta el 1 de abril del 39, fecha en la que acabó la guerra.

 

- ¿Qué papel jugó la brigada en el conjunto de la guerra civil?

- No fue muy relevante. Es una brigada que nunca ha llamado la atención de los historiadores, que normalmente nos fijamos en cosas más llamativas.

 

- ¿Qué aporta su libro al estudio del conflicto bélico?

- Rompe muchos tópicos en referencia al mundo de los toreros. Aunque es cierto que los toreros más famosos y ricos, como Marcial Lalanda y Domingo Ortega, pasaron al bando nacional, mi investigación rompe el tópico de que el mundo de los toros era algo del franquismo. Los toreros también se dividieron y lucharon en el frente dando su sangre por los dos bandos. También explico la vida cotidiana de la brigada, la intendencia, qué alimentos recibían.

 

- Pero usted dice que los toreros de primera fila pertenecían al bando nacional...

- Dentro del mundo de los toros, como en todos los sectores, había clases sociales. Los más famosos se asustaron de perder todas sus propiedades y se acercaron a los nacionales. Los que eran más sencillos vieron que en esa situación revolucionaria no tenían tanto que perder y sí algo que ganar. También influyeron sus ideales.

 

- ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en este libro?

- Alrededor de tres años. Cuando lo tuve acabado lo envié a tres editoriales hasta que me lo publicaron.

 

- ¿A quién va dirigido el libro?

- Por un lado a las personas por cualquier tema de la Guerra Civil. También puede gustar a los aficionados a los tema taurinos, aunque no hablo de toros sino de toreros. También creo que puede ser muy interesante para la gente de Teruel porque se habla de las batallas que tuvieron lugar en Teruel, Albarracín, Cedrillas, Manzanera o Torrijas, entre otros.

 

- ¿Qué estructura tiene la obra?

- Hay varios bloques, por un lado los orígenes de la brigada en los que se habla de las milicias taurinas. Luego está la historia de la brigada, que se centra en Teruel. También hay biografías de toreros republicanos. Como complemento están los índices onomásticos y toponímicos y las entrevistas. También hay apéndices con documentos transcritos sobre los juicios a Luis Prados, Litri II, o Juan Mazquiarán (Fortuna Chico).

 

- Habla al comienzo del libro de que pese al conflicto se seguían celebrando corridas taurinas...

- En las primeras semanas de guerra se suspendieron las corridas en ambos lados, pero a partir de mediados de agosto comenzaron a organizarse corridas y festivales taurinos sobre todo en la zona republicana. Después se sumó la zona nacional. A medida que transcurrió el conflicto y los republicanos iban perdiendo terreno en la zona republicana se dejaron de celebrar corridas en esta zona.

 

- Incluye testimonios de integrantes de esa brigada de los toreros. ¿Cree que a raíz de publicar el libro saldrán más participantes de la misma?

- Mi esperanza era que salieran más, pero lo veo dudoso porque los que he entrevistado eran los más jóvenes y ya tienen 86 y 87 años. Si el libro hubiera salido hace diez años seguramente hubiera contactado con más excombatientes, pero ahora la mayoría ya están muertos.

 

 

 

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Más de cinco meses para revisar las 145 cajas de la sección Aragón

 

Fuente: Tribuna de Salamanca

 

Ana Tris y Miguel Val han permanecido durante los últimos cinco meses peinando cada una de las 145 cajas pertenecientes a Aragón que se encuentran custodiadas en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca.

 

En un principio tenían pensado quedarse mucho menos tiempo pero la ingente cantidad de trabajo con la que se han encontrado les ha obligado a quedarse para revisar hasta el último legajo existente entre la documentación aragonesa. «Hemos revisado cada una de las 145 cajas pero lo cierto es que el volumen de trabajo nos ha desbordado. Ha sido mucho más de lo que nos esperábamos. Cada una de las cajas en las que estaba la documentación de Aragón contenía muchos registros y el proceso para poder inventariarlos es muy lento. Hay que hacerlo documento a documento». De hecho, los dos investigadores consideran que «deberíamos haber seguido unos cuantos meses más para poder cotejar toda la documentación existente de Aragón. Hemos tenido que generalizar bastante la información porque, de lo contrario, no hubiéramos podido terminar. Por ejemplo, la información que contiene documentos militares es imposible poder cogerla documento a documento y, de este modo, poder describirlo. Hay más de 100 oficios de la 153 Brigada Mixta y todo así. Además, existe mucha información de los sindicatos y de los ayuntamientos. Pensamos que deberíamos estar aquí dos o tres años más para poder hacerlo de una manera más concienzuda y más completa. En este tiempo hemos cotejado más de 12.000 registros».

 

El trabajo posterior La presencia de estos dos investigadores en el centro documental del Colegio de San Ambrosio responde a la puesta en marcha, por parte del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón del proyecto ‘Amarga Memoria’. Un proyecto que pretende, entre sus funciones principales, la selección de toda la documentación perteneciente a Aragón del periodo comprendido entre 1936 y 1939. El deseo del Gobierno aragonés es observar qué tipo de documentación existe de Aragón en centros como el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca y, de esta forma, poder microfilmarla y poder trasladarla a Zaragoza. Pero el proyecto es posible que se amplíe a otros centros como el Archivo Histórico Nacional, el Militar de Ávila y, además, otras cajas pertenecientes a otras provincias existentes, asimismo, dentro del propio Archivo de la Guerra Civil. Tal es el caso, por ejemplo, de las cajas de contenido político y social de Barcelona, Lleida, Castellón o Madrid puesto que, según explicaron tanto Miguel Val como Ana Tris, «habría que revisarlas porque también aparece información de gente de la Comunidad que en su repliegue hacia el este en el frente del Ebro también pasaron por estas provincias».

 

Los dos investigadores explican que en los trabajos llevados a cabo en el centro documental salmantino no han encontrado «nada extraño o fuera de lo normal. La documentación estaba ya muy trabajada desde Aragón. Lo que sí hemos encontrado son documentos muy importantes de los pueblos como las constituciones de sus consejos municipales, comisiones gestoras del Frente Popular, documentaciones internas, actas, estatutos de sindicatos, reglamentos». Respecto a la documentación personal, los dos investigadores enviados por el Gobierno de Aragón explicaron que «no hemos encontrado demasiada. La verdad es que tampoco nos hemos metido mucho con la documentación particular. Entre lo más destacado que hemos encontrado están los carteles de los carnés de los sindicatos porque aparecen las fotos de las personas que allí estaban y es muy interesante».

 

 

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Cine documental en las trincheras de la ciudad de Teruel

Luis Rajadel

 

Fuente: Heraldo Teruel

 

La exposición “La reconstrucción de Teruel” rescata cuatro películas sobre la Guerra Civil en la ciudad

 

Un narrador entusiasta anuncia en un documental republicano sobre la batalla de Teruel que “el frente de Aragón será el frente de la victoria”. La efímera conquista de la ciudad por las tropas gubernamentales insufló optimismo en el ejército fiel a la República hasta el punto de que la misma película concluye con un mensaje mezcla de voluntarismo e irrealidad: “Los soldados republicanos tienen la vista puesta en su próximo objetivo, Zaragoza”. Se trata de uno de los cuatro filmes rescatados del olvido con motivo de la exposición “La reconstrucción de Teruel”, que puede verse hasta el 11 de diciembre en la Escuela de Arte de la capital turolense.

 

Junto a dos documentales republicanos, realizados por una productora de la CNT, SIE Films, se proyectan ininterrumpidamente durante el horario de apertura de la exposición, dos reportajes elaborados por el bando franquista. Todos los materiales fueron localizados expresamente para la exposición por el comisario, José Manuel López, en la Filmoteca Nacional de Madrid.

 

En la primera cinta grabada por los ‘nacionales’, se observan los combates librados para conquistar la ciudad y los primeros momentos de su ocupación por las tropas franquistas. En medio de un paisaje rural, destaca el reducido caserio y, dentro de él, una torre de San Martín humeante debido al impacto de un proyectil de artillería. En su entorno, otras casas humean debido a las explosiones y los incendios. Este trabajo de primera hora muestra una ciudad reducida a escombros, salpicada de humaredas y cadáveres. Se observan los disparos de una bateria de artillería contra la ciudad y descargas de fusilería y ametralladoras.

 

El comisario de la exposición, José Manuel López, explica que el primer documental ‘nacional’, firmado por Antonio Calvache, refleja el fragor de la batalla. “Los cámaras estaban en primera línea y se jugaban el tipo con su trabajo”. Muestra con gran realismo los efectos de la contienda y “una visión cinematográfica insólita de la ciudad, con montones de cascotes por las calles, casas que arden y cadáveres tirados por el suelo y cubiertos de moscas”.

 

El último trabajo, cronológicamente, es el más conocido de los cuatro. Se trata de un NODO realizado con motivo de la visita a la provincia del general Franco en 1953. En su habitual tono grandilocuente, el locutor resalta, respecto a la población, “su entusiasmo de hoy y su heroísmo de ayer”. El discurso del dictador “está jalonado por los vítores y aplausos” del público. Las imágenes muestran la inauguración del Seminario, reconstruido por la Dirección General de Regiones Devastadas, y otras actuaciones del Gobierno para restañar las heridas abiertas por la Guerra Civil en la ciudad.

 

Las ansias propagandísticas se reflejan, por ejemplo, en la apresurada ejecución del primer documental de SIE Films, un trabajo de Félix Marquet con imágenes  del Ensanche y el Viaducto. José Manuel López apunta que “apenas aparecen tomas del Centro Histórico porque, cuando se filmó, todavía no habían caído los últimos reductos franquistas”. También el primer reportaje ‘nacional’, titulado “El derrumbamiento del Ejército Rojo” y realizado por Antonio Calvache, acusa las prisas por mostrar la recuperación de la ciudad. Lamentablemente, la banda sonora de esta filmación se ha perdido.

 

 

Un material inédito en la ciudad

 

El comisario de “La reconstrucción de Teruel”, José Manuel López, explica que, salvo el documental del NODO, las películas proyectadas en la exposición son totalmente inéditas en la ciudad, donde pueden verse por primera vez. En su momento se proyectaron en las retaguardias correspondientes, pero, dada la situación de la ciudad, nunca llegaron a sus salas de cine. Todo lo contrario del NODO, que generó gran expectación al estrenarse.

 

El apartado fílmico de la exposición ha constituido el principal reclamo de la exposición. “El público se sorprendió con las películas. Existen muchas fotos de Teruel durante la Guerra Civil y están presentes en la mente de los turolenses, pero las imágenes cinematográficas son insólitas y llaman la atención”, dice López. La localización de las cintas partió de la “sospecha” de que un acontecimiento clave para los dos bandos como la Batalla de Teruel no pudo pasar desapercibido para el cine propagandístico. Las pesquisas en la Filmoteca Nacional concluyeron con la localización de dos documentales republicanos y otros tantos franquistas.

 

Las películas

 

“La toma de Teruel”. Dirigida por Félix Marquet en 1937 para la productora SIE Films, de la CNT. Dura 4.26 minutos e incluye imágenes de la toma de la ciudad por el ejército republicano.

 

“Tres fechas gloriosas”. Dirigida por Félix Marquet en 1937 para la productora SIE Films. Dura 4.45 minutos e incluye imágenes de la evacuación de civiles.

 

“El derrumbamiento del Ejército Rojo”. De Antonio Calvache. Película de UFIFILMS de 1938 de 9.15 minutos. Muestra la conquista de la ciudad por las tropas franquistas.

 

“Franco en Aragón”. NODO de 3.58 minutos realizado en 1953 con motivo de la visita del dictador a Teruel.

 

La exposición

- Duración. Hasta el 11 de diciembre.

- Sede. Escuela de Arte.

- Horario. De lunes a sábados y festivos, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Los domingos, de 11.00 a 14.00.

- Contenidos. Planos, maquetas y otros materiales usados por Regiones Devastadas en la reconstrucción de Teruel.

 

 

La contienda, un tema con tirón para el público turolense

 

Durante la primera semana de actividad, ya han visitado la muestra casi mil personas

teruel. La proyección de los cuatro documentales sobre la Batalla de Teruel y sobre la visita de Franco a la provincia de 1953 constituye sólo una parte de la exposición “La reconstrucción de Teruel”. Junto al espacio reservado para poder ver las películas, se exponen en la misma sala distintos materiales relacionados con la actuación de la Dirección General de Regiones Devastadas para reparar en lo posible la destrucción causada por la Guerra Civil en el invierno de 1937 a 1938.

 

La espectacularidad y novedad de las imagenes cinematográficas ha captado la atención del público. Han sido numerosos los visitantes que se han interesado por la adquisición de un DVD que contenga los cuatro reportajes que se proyectan ininterrumpidamente en la exposición. Sin embargo, esta posibilidad es muy dificultosa, como explica el director del Archivo Histórico Provincial -organizador de la exposición-, José Carlos Puente. Conseguir los derechos para la proyección ya supuso un complejo trámite de varios meses.

 

La exposición sobre la reconstrucción de Teruel ha tenido muy buena acogida por el público. Durante la primera semana de actividad -del 8 al 15 de noviembre, han pasado por la sala de exposiciones de la Escuela de Arte unas mil personas. José Carlos Puente califica la afluencia de “muy buena”. Juega con ventaja porque, a su juicio, “se trata de un tema, la Guerra Civil y la posguerra, con mucho tirón en la ciudad”.

 

El dramático protagonismo jugado por Teruel en la guerra dejó una huella imborrable en la memoria de los turolenses. Se trata de la única capital de provincia tomada -aunque sólo durante un mes y medio- por el ejército republicano y fue escenario de un durísima batalla librada en un ambiente gélido entre finales de 1937 y principios de 1938.

 

Entre las piezas expuestas, destacan por su espectacularidad y cuidada elaboración las maquetas de la nueva plaza de San Juan y del Seminario antes de su reconstrucción. La DGA trabaja en un proyecto para montar en la nueva Delegación Territorial una exposición permanente sobre el mismo tema. El Ayuntamiento concedió la licencia de obras el pasado día 21 de octubre.

 

 

 

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Zaragoza aún cuenta con un centenar de referencias franquistas

 

http://www.20minutos.es/noticia/66520/0/zaragoza/centenar/franquistas/

 

La calle Comandante Santa Pau, en pleno centro urbano, no ha cambiado de nombre tras la dictadura.

 

La polémica estatua de Franco sigue en la Academia Militar, y en calles y urbanizaciones persisten rémoras del anterior régimen

 

El domingo se cumplieron 30 años de la muerte de Franco, pero su huella sigue presente en gran parte de las calles y monumentos de la ciudad.

 

Desde la estatua del dictador que preside la entrada de la Academia General Militar (AGM) hasta el aeropuerto de Zaragoza, cuyo nombre oficial es el de General Sanjurjo, la ciudad está salpicada de nombres y símbolos relacionados con el franquismo.

 

El caso de la estatua llegó al Congreso de los Diputados de mano de IU, y el Gobierno central se comprometió a retirarla en septiembre, pero a día de hoy sigue allí. De hecho, IU volvió a pedir su retirada hace 15 días.

 

Las calles dedicadas a mandos militares (General Sueiro, Comandante Santa Pau, Capitán Portolés), a fechas señaladas para el franquismo (Diez de Agosto, Tres de Agosto, Cinco de Noviembre) o a batallas de la Guerra Civil (Posición San Simón, Batalla del Ebro, Mártires de Simancas) proliferan por toda la ciudad.

Todavía existen también  los grupos de viviendas sindicales que se construyeron durante la dictadura y que llevan nombres de mandos militares, como Alférez Rojas, General Franco o Teniente Polanco.

 

Incluso el aeropuerto de Zaragoza lleva Sanjurjo como nombre oficial y la placa de entrada al parque Pignatelli por el paseo Cuéllar está presidida por un águila franquista.

 

En el ámbito de las leyes todavía contamos con normas de la época franquista, como la Ley de Expropiación Forzosa (1954), Ley de Minas (1953), Ley de Colegios Profesionales (1974) y Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales (1955).

 

Conflictos en los pueblos

 

Muchas localidades aragonesas mantienen referencias a Franco en sus calles y, en algunas, los concejales de CHA han solicitado el cambio de nombre, originando conflictos entre grupos políticos. El caso más flagrante es el de Ricla, donde el equipo de gobierno recuperó la placa con el nombre General Franco para una plaza que llevaba cinco años sin ella y estaba a la espera de recibir el nombre de plaza del Olmo, propuesto por CHA.

 

 

 

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Antony Beevor: la gran crónica de la tragedia de 1936

Sergio del Molino

 

Fuente: Heraldo de Aragón

 

“La Guerra Civil española. Antony Beevor. Trad. de GonzaloPontón. Crítica, 899 págs.

 

La Guerra Civil española”, del historiador británico Antony Beevor, es un texto pasado de moda, sin que esta apreciación sea necesariamente negativa. Con ella sólo se indica un hecho: el libro llega a España 23 años tarde, pues la primera edición inglesa data de 1982. En su día, se integró en el conjunto de grandes obras que abordaban el conflicto en términos absolutos y totalizadores, pero hace una década que la investigación de aspectos parciales y locales ha sustituido y superado esta primera

tendencia historiográfica.

 

Pese a todo, como más vale tarde que nunca, bienvenido sea el casi millar de páginas que nos ofrece ahora la editorial Crítica, en esmerada edición y traducción de Gonzalo Pontón, que, con su buen hacer, ha convertido el volumen en un objeto muy agradable a la vista y al tacto.

 

Como en otras obras del autor británico, apreciado hasta ahora por el público español por sus libros sobre la Segunda Guerra Mundial (“Stalingrado”, “Berlín. La caída. 1945”, ambas en Crítica), lo mejor de “La Guerra Civil española” es el pulso del relato. Beevor es un narrador eficaz, muy poco retórico, que domina el tempo y que, con una economía expresiva admirable y muy poco común en su gremio, sabe llevar al lector a su terreno y sumergirle en los acontecimientos. No es exagerado decir que, a tramos, se deja leer como una novela. Por eso, la obra se crece en los pormenores de las batallas y se desinfla cuando aborda los vericuetos políticos o se adentra en arenales económicos y sociales.

 

Son estas aptitudes divulgativas tan evidentes y pueden funcionar tan bien como reclamo para el gran público, que no me explico por qué la promoción editorial insisitió tanto en un aspecto bastante secundario de la monografía: las indagaciones del autor realizadas en los archivos de la Unión Soviética, actualizadas en los últimos años.

 

Beevor, pese a su rastreo archivístico, no desvela nada que no supiéramos de la presencia e influencia rusas en la España republicana. Es más, muchos de los datos que aporta en ese sentido, como el monto en divisas que consiguió la República a cambio del oro del Banco de España y las facturas que Moscú fue extendiéndole a cambio de la ayuda militar, son de segunda mano y proceden de otras investigaciones.

 

Actualizar y revisar

 

No es éste el único flanco en el que flojea el británico. Los grandes avances historiográficos sobre la República, la Guerra Civil y la inmediata posguerra se han producido en los 23 años que van de la primera edición inglesa a la actual, por lo que, más que una actualización, lo que le urgía a Beevor era una revisión a fondo. Sin conocer el texto inglés original no puedo valorar el alcance de esa revisión, pero, sea cual sea su profundidad, leyendo la actual edición chirrían algunas cuestiones. Todas ellas, relacionadas con esos aspectos ajenos al puro relato de las batallas.

 

Por ejemplo, no es honesto intelectualmente que el autor niegue sin más el carácter trotskista del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) sin ofrecer una sólida argumentación que lo apoye. Como tampoco es aceptable que califique al diputado monárquico José Calvo Sotelo, asesinado el 12 de julio de 1936, como un “fascista confeso”. No es una mera cuestión de matiz ideológico: al escribir sobre un conflicto cuyas secuelas todavía arrastra la sociedad española, cualquier escrúpulo es poco. La exigencia historiográfica debe ser altísima y, desgraciadamente, da la impresión de que, en ocasiones,  Beevor sacrifica el rigor conceptual a cambio de un efecto retórico o emocional.

 

Tampoco es de recibo, por insuficiente, su exposición de la política anarquista en el Aragón republicano. El británico presenta las colectivizaciones agrarias en unos términos casi idílicos. En el texto apenas hay rastro de las exhaustivas investigaciones –sobre el terreno y en el Archivo de Salamanca- que dirigió el historiador aragonés Julián Casanova en los años 80.

 

Pero, pese a estos y otros “peros” que se le podrían sacar al texto, hay que destacar que, en un momento en el que el interés del público por todo lo relacionado con el conflicto español es enorme, conviene que los lectores tengan a su disposición una obra de referencia que abarque el proceso histórico en su totalidad. Andamos sobrados de estudios parciales, pero nos faltan visiones de conjunto. “La Guerra Civil española” viene a cubrir ese hueco, y hay que alabar la oportunidad de la reedición.

 

En ese sentido, resulta especialmente valiosa para el debate sobre la memoria histórica en el que andamos inmersos la siguiente consideración contenida en la introducción, que algunos colegas suyos y muchos tertulianos y opinadores profesionales olvidan con ligereza: “No es sensato tratar de juzgar el terrible conflicto de hace setenta años con los valores y actitudes liberales que hoy en día aceptamos como normales”. A veces, hay que subrayar lo obvio.

 

 

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El Pirineo aragonés en la Segunda Guerra Mundial

Carlos Bravo Suárez

 

Fuente: Diario del AltoAragón

 

A pesar de sus altas e imponentes cumbres, sobre todo en su parte central, los Pirineos nunca han constituido una barrera infranqueable para el tránsito humano. Durante siglos han sido lugar de paso e intercambios, y entre las dos vertientes de la cordillera se han establecido relaciones humanas de todo tipo. A lo largo de los tiempos, las montañas pirenaicas han visto pasar gentes en ambas direcciones y por causas diversas: en busca de trabajo y de una vida mejor, huyendo de situaciones dramáticas motivadas por el hambre o por la guerra, formando parte de ejércitos invasores o de expediciones religiosas, escapando de intransigencias y persecuciones, o, simplemente, con el fin de comprar y de vender, estableciendo lazos comerciales entre ambos lados de una cadena montañosa que los avatares de la historia han hecho pertenecer a países diferentes. Durante mucho tiempo, buena parte de este comercio se ha efectuado al margen de las leyes económicas dictadas por las autoridades de España y de Francia. Fueron los contrabandistas quienes trazaron rutas y caminos que en algunos momentos de la historia se utilizaron también para otros fines. Así ocurrió entre 1939 y 1945, cuando Europa se estaba desangrando en una terrible guerra provocada por el expansionismo de la Alemania nazi. Atravesando los Pirineos, pudieron salvarse miles de personas que escapaban del terror para evitar la deportación y la muerte y que, en muchos casos, siguieron luchando contra él en otros frentes.

 

Este tránsito organizado de personas que pasaron de Francia a España durante los años de la Segunda Guerra Mundial ha sido tema de algunos libros recientes (1). Destaca entre ellos "Espías, contrabando, maquis y evasión. La II Guerra Mundial en los Pirineos" del historiador catalán Ferran Sánchez Agustí (Ed. Milenio, Biblioteca de los Pirineos, nº6, Lérida, 2003). El libro trata, principalmente, de las redes de evasión que operaban a lo largo de toda la cordillera y, aunque se extiende más en el paso registrado por el Pirineo catalán y, en menor medida, por el navarro (más utilizados por su menor dificultad), también hace referencias al Pirineo aragonés. En buena parte, he basado la confección de este artículo en los datos e informaciones que hacen alusión a nuestras montañas. Antes de centrarnos en ellas, es conveniente hacer algunas apreciaciones globales sobre quiénes y en qué número atravesaron las montañas pirenaicas durante ese convulso periodo de nuestra historia reciente.

 

Desde la ocupación del norte de Francia por los alemanes y el establecimiento en el sur del gobierno títere del mariscal Petain, las potencias aliadas crearon numerosas redes que permitieran cruzar a España tanto a sus espías en misiones secretas como a los resistentes "quemados" o a los pilotos derribados en territorio francés. Estas cadenas de evasión facilitaron además la huida de otros grupos perseguidos por los nazis: principalmente judíos y antifascistas de diversas nacionalidades (canadienses, belgas, holandeses, estadounidenses, británicos y, sobre todo, franceses). Su objetivo era alcanzar las embajadas o consulados en España del Reino Unido, Bélgica o los Estados Unidos, o las sedes que la Cruz Roja francesa tenía abiertas en Madrid y Barcelona. A continuación, era preciso llegar por tren a alguno de los puertos españoles o portugueses que permitieran abandonar la península hasta países más seguros. Muchos combatientes de la Resistencia francesa - fichados o "quemados" - continuaban en el Norte de Africa o desde Londres su lucha contra los nazis. Fueron más de doscientas las redes ("résaux") creadas por los aliados, cada una con su denominación correspondiente. Las hubo británicas, belgas y, sobre todo, francesas, financiadas en gran medida con dinero estadounidense. Al menos veinte mil voluntarios trabajaron en ellas y constituyeron, como escribe Sánchez Agustí, una  gran obra de ingeniería clandestina de los servicios secretos aliados.

 

En la organización y puesta en práctica del paso de los Pirineos participaron numerosos españoles, muchos de ellos instalados en el sur de Francia como emigrantes económicos primero y como exiliados políticos desde el final de la Guerra Civil. Casi todos luchaban en la Resistencia francesa contra los alemanes y un buen número murió ejecutado o fue deportado a campos de concentración. Otros participaron a partir del otoño de 1944 en las incursiones maquis que intentaban derrocar al régimen de Franco. Las personas que guiaban a los huidos por las montañas eran llamadas "passeurs" en Francia, pero muchos eran españoles que utilizaban las rutas usadas desde siempre por los contrabandistas, oficio que algunos de ellos practicaban o habían practicado en algún momento. Bastantes actuaron sin otro interés que sus ideales políticos y humanitarios; algunos otros vieron en esta actividad una manera de conseguir beneficios económicos. De todas maneras, su trabajo entrañaba enormes riesgos que eran tenidos en cuenta por quienes los contrataban.  

 

Según la historiadora francesa Émiliene Eychenne, fueron 33000 los franceses evadidos a través de los Pirineos. Otras fuentes estiman que los huidos galos pudieron ser unos 25000, a los que habría que sumar unos 500 oficiales en misiones secretas, varios cientos de polacos, unos 5000 aviadores (sobre 3800 británicos y canadienses y algo más de 1000 estadounidenses). Además de los muchos judíos, aunque algunos de ellos son incluidos en los franceses y polacos. Ante el baile de cifras, Sánchez Agustí sitúa el número de fugitivos por los Pirineos entre un mínimo de 30000 y un máximo de 50000; algún historiador como Daniel Arasa eleva la cifra hasta 80000. Al final de la guerra, cuando las tornas cambiaron, unos cuantos miles de alemanes buscaron también refugio en España. 

 

A las dificultades de la geografía y el clima, enormes en personas sin preparación para largas travesías, había que añadir el control cada vez mayor que nazis y colaboracionistas franceses realizaban en el sur del país vecino, la presencia de infiltrados y delatores y los muchos obstáculos que había que superar una vez en España. En el sur de Francia patrullaban los gendarmes, reforzados desde finales de 1942 por unos 12000 alemanes que perseguían con saña la desarticulación de las redes. La frontera española estaba vigilada casi exclusivamente por la Guardia Civil, aunque desde el otoño de 1944, tras las primeras incursiones de los maquis, se produjo el despliegue del Ejército. Para pasar al país vecino era necesario un salvoconducto cuya obtención no era fácil. Se estableció una línea de demarcación ( en Aragón seguía el trazado Canal de Berdún - Sabiñánigo - Fiscal - Aínsa -Campo - Pont de Suert) para acceder a la cual era necesario un pase autorizado. Si alguien era detenido a menos de cinco kilómetros de la frontera, podía ser inmediatamente devuelto a Francia; si no estaba tan cerca, era probable su encarcelamiento hasta aclarar su situación y decidir sobre él. El final más temido era el campo de concentración de Miranda de Ebro. Parece que el trato a los evadidos se flexibilizó a medida que los aliados ganaban la guerra y volvió a endurecerse cuando, con la contienda ya decidida, los maquis iniciaron sus incursiones en territorio español.

 

El paso por los Pirineos centrales era el más dificultoso y, por ello, el menos utilizado por las redes. Su complicada geografía hacía, sin embargo, más difícil su vigilancia. Fueron muchos los pasos utilizados y muchos los altoaragoneses que guiaron a los huidos en su arriesgada travesía. La forma más cómoda de cruzar la barrera fronteriza era llegar, en el único tren que la atravesaba, hasta la estación internacional de Canfranc, donde el jefe de aduanas francés al parecer facilitaba la tarea. Fue utilizada por algunas redes que desembocaban en Pamplona, aunque los aduaneros españoles siempre podían abortar el intento. Para evitar su detención, la mayoría de evadidos se encomendaba a las buenas artes de los guías o paqueteros. Ahora los fardos eran sustituidos por personas a quienes los guías seguían llamando "paquetes". Un famoso paquetero fue José Gistáu "Barranco", nacido en Chisagüés en 1910 y emigrado a Francia en 1927 para trabajar en la hidroeléctrica de Aspe. Fue militante comunista y abasteció a la 46 División republicana durante la Bolsa de Bielsa. En 1934 se había casado en Le Plan d'Aragnouet, muy cerca de la frontera, a 10 Km en línea recta desde Parzán. Durante la Segunda Guerra Mundial, Gistáu ayudó a pasar la frontera a muchos aliados, checos, polacos, franceses y a un buen número de judíos. Realizaba las travesías por la noche por los puertos de Barrosa, Viejo y Bielsa. Tuvo que suspender su actividad y esconderse cuando los nazis fueron a buscarlo. Ayudó después a los maquis y durante años la casa Barranco de Le Plan d'Aragnouet constituyó el punto de partida del contrabando de la zona (2). Otros paqueteros recordados fueron José Brun, de casa Xanca; Salvador y Jodías, en Bielsa; Domingo Vera Bandrés, "Domingón de Botaya", en Jaca; Juan Bernard, en Parzán; Francisco Pérez, en Ansó;  Juan de Tardán y los hermanos Antonio y Joaquín Ballarín, en Gistaín. Luis Auset "Moliner" pasó por Plan a evadidos procedentes del valle d'Aure y desapareció a finales de los años cuarenta en el sur de Francia.

 

El gallego Manuel Castro Rodríguez, teniente coronel de la Fuerzas Francesas del Interior, dirigió una red de evasión desde Sant-Lary-Soulan hacia el Sobrarbe por el puerto de Urdiceto. Entró en España con los maquis y fue fusilado en 1946. José Cortés, natural de Hecho y muerto en 1994 en Bizanos, cerca de Pau, dirigió un grupo que pasaba a polacos, aviadores aliados, resistentes franceses que se dirigían a África y judíos por el puerto de Plana Castet y el barranco de Trigoniero. El polifacético Joan de Riquer, nacido en Oloron, fue uno de los pilares de la Resistencia francesa y ayudó a huir a gente por el Pirineo navaro y el Somport. Desde el valle d'Ossau se intentaba pasar a Sallent de Gállego y Lanuza por el  vigilado Portalet; menos arriesgado era el Puerto Viejo. Los campeones de esquí Favé y Cazaux guiaron peligrosas expediciones por Vignemale, Marboré y la Brecha de Roland. Por Plan actuaban dos pasadores conocidos como Pujol y Ángel. También pastores de Gistaín y Pineta ayudaban a pasar a evadidos. Desde el puerto de Benasque se intentaba llegar a Seira y seguir en algún vehículo hasta Barbastro. La estación de tren de esta ciudad era una primera meta para muchos, pues desde allí podía alcanzarse pronto Barcelona. Sin embargo, las detenciones en la capital del Somontano eran frecuentes, y los prisioneros, recluidos en las cárceles que para hombres y mujeres se habían habilitado en las Capuchinas y las Clarisas respectivamente.

 

Una de las principales redes de evasión fue la dirigida por Francisco Ponzán Vidal, conocido como "el maestro de Huesca". A él dedicaré mi próximo artículo en estas páginas. 

           

NOTAS: (1) - "La guerra secreta del Pirineu (1936-1945)", Daniel Arasa, Llibres de l'index,  Barcelona, 2000; "Los senderos de la libertad (Europa 1936-1945)", Eduardo Pons Prades, Flor del Viento, Barcelona, 2002; "La línea de la libertad". P. Eisner, Taurus, Madrid, 2004. Citaré en mi próximo artículo los referidos a la red Ponzán.

(2) - Sobre el personaje: "José Gistáu, paquetero de suerte", Sergio Sánchez, en la revista El Mundo de los Pirineos, nº 3, mayo 1998.

 

 

 

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Entrevista a Rosalía Sender,

autora de “Nos quitaron la miel. Memorias de una luchadora antifranquista”

 

Fuente: Diario de Teruel


Rosalía Sender derrocha vitalidad y entusiasmo, horas antes de presentar Nos quitaron la miel. Memorias de una luchadora antifranquista, recuerda su azarosa vida(“casi como una novela”): su exilio en Francia cuando tenía algo más de cuatro años, su regreso 28 años después y, sobre todo, su constante lucha contra la dictadura.

- ¿Qué se cuenta en estas memorias de una aragonesa antifranquista?
- Recuerdo especialmente mis años en Francia. Lo relato porque es importantísimo. Se va hablando mucho estos últimos años de lo que fue la Guerra Civil, las guerrillas, que hubo mucha emigración,... Pero de lo que no se habla es de la vida de la inmigración. Sí se conocen las grandes figuras literarias, pero a Francia pasamos 250.000 personas y a México 25.000, eso es mucha gente. Es un hueco enorme que se dejó en España. La vanguardia luchadora y el grueso de la intelectualidad dejó un vacío en España.

- ¿Cómo era esa vida del exilio?
- Eso es lo que cuento en el libro, el día a día. El libro es Nos quitaron la miel porque me considero una abeja más de la colmena. Llamo abejas a los militantes y los luchadores de a pie. Su trabajo es lo que ha hecho que la lucha progresara. Una tercera parte de este libro pasa en Francia porque he vivido 28 años en París. Explico el día a día y la lucha recogiendo dinero para enviar a las mujeres de los presos, para montar aparatos de propaganda, pasé muchas maletas con propaganda a España y ayudé a muchos presos cuando salían de la cárcel a pasar de forma clandestina a Francia. Los militantes en la emigración hacían un trabajo siempre ayudando a España.


- Pero después regresó a España
- Comencé militando a los 16 años en las Juventudes Socialistas Unificadas y a los 18 entré en el Partido Comunista. Cuando pasaron unos años la dirección del partido dijo que todos los que pudieran regresar a España era preferible luchar en el interior. En aquella época ya era licenciada en empresariales, estaba dirigiendo empresas, y mi marido también, hubiéramos podido seguir viviendo en Francia muy cómodamente, sin embargo, nos vinimos en el año 1967. Fuimos a Valencia, porque mi marido dirigida toda aquella zona, y al año de llegar arrestaron a mi marido.

- ¿Cuánto tiempo estuvo preso?
- Fue corto pero lo torturaron muchísimo. Lo arrestaron en una caída de CC OO en la que hubo 36 detenidos. A mi marido lo destrozaron, estuvieron cuatro días seguidos torturándole y le pegaban 14 personas al mismo tiempo.

- ¿Por qué este libro?
- Cuando llegó la Transición, veía que estábamos ya en democracia, que la izquierda estaba en el Gobierno. Había una euforia enorme en toda España de cambio y seguíamos sin hablar de lo que fue el franquismo. Después de 40 años en los que Franco dio una versión completamente torcida de lo que había pasado en España, llega la democracia y seguimos sin saber lo que había pasado, una amnesia total. Es una injusticia contra los que han sufrido tantas cosas. No hay que pedir revanchas y hay que evitar guerras civiles pero otra cosa es el olvido, porque si uno olvida lo que ha pasado vuelve a cometer los mismos errores. Todos los que hemos participado en algo, que somos testigos, tenemos que escribirlo. Es un testimonio de lucha de lo que hemos sido.

- ¿Cómo ve la luz el libro?
- Precisamente estoy muy contenta de estar en Teruel porque fue aquí donde ha nació este libro, la idea y el guión surgió en Alcalá de la Selva en una vacaciones en el hotel de unos amigos. Lo terminé de escribir en 2002 y lo envié a varias editoriales pero el tema no les interesaba, hasta que me acordé de la editorial de la Universidad de Valencia y habían publicado ya cosas sobre la lucha antifranquista en la universidad

 

 

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Lo que queda del franquismo 

Julián Casanova

 

Fuente: El País

 

La dictadura de Franco recordó siempre su victoria en la Guerra Civil, llenando de lugares de memoria la geografía y la sociedad españolas. Comenzó ese recuerdo ya antes de finalizar la guerra, cuando un decreto de la Jefatura del Estado de 16 de noviembre de 1938 proclamaba "día de luto nacional" el 20 de noviembre, en memoria del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera un día como ése de 1936, y establecía, "previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas", que "en los muros de cada parroquia figurará una inscripción que contenga los nombres de los Caídos, ya en la presente Cruzada, ya víctimas de la revolución marxista".

 

Ése fue el origen de la colocación en las iglesias de placas e inscripciones conmemorativas de los "caídos por Dios y por la Patria", que el viajero puede ver todavía hoy pegadas o esculpidas en viejas piedras de singulares monumentos románicos, góticos o barrocos de muchos lugares de España. Y aunque no aparecía en el decreto, la mayoría de esas inscripciones acabaron encabezadas con el nombre de José Antonio, sagrada fusión de los muertos por causa política y religiosa, "mártires de la Cruzada" todos ellos. Porque, como escribía Aniceto Castro Albarrán, el canónigo magistral de Salamanca en su Guerra Santa, publicada ese mismo año, todas las víctimas de la "barbarie rusa" eran religiosas y no sólo el clero: "Los católicos más destacados, las personas más piadosas, los derechistas más apóstoles, todos aquellos, en fin, cuyo martirio significaba, exclusivamente, odio religioso y persecución a la Iglesia".

 

Acabada la guerra, en la paz incivil de Franco, los vencedores ajustaron cuentas con los vencidos, recordándoles durante décadas quiénes eran los patriotas y dónde estaban los traidores. Calles, plazas, colegios y hospitales de cientos de pueblos y ciudades llevaron desde entonces, y en bastantes casos presentes todavía hoy, los nombres de militares golpistas, dirigentes fascistas de primera o segunda fila y políticos católicos. Algunos se repiten mucho, como Franco, Yagüe, Millán Astray, Sanjurjo, Mola, José Antonio Primo de Rivera u Onésimo Redondo, uno de los fundadores de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), muerto en un combate en la sierra de Guadarrama el 24 de julio de 1936, apenas comenzados los disparos y sin tiempo para consolidar su marginal liderazgo fascista, a quien se le recuerda especialmente en su pueblo natal de Quintanilla de Abajo, todavía hoy, más que nunca, Quintanilla de Onésimo.

 

Hay provincias que se llevan la palma, como la de Murcia, donde es difícil encontrar una localidad que no conserve símbolos franquistas en calles, monumentos, cruces y lápidas. En Murcia precisamente inició su carrera política durante la República el turolense José Ibáñez Martín, ministro de Educación desde agosto de 1939 hasta 1951, al que se honra con su nombre en varios centros de enseñanza. Nada extraño, aparentemente, que un colegio lleve el nombre de un ministro de Educación, si no fuera porque ese ministro, Ibáñez Martín, y su equipo de ultracatólicos, echaron de sus puestos y sancionaron a miles de maestros y convirtieron a las escuelas españolas en un botín de guerra repartido entre familias católicas, falangistas y ex combatientes.

 

La consagración definitiva de la memoria de los vencedores de la Guerra Civil llegó, no obstante, con la construcción del Valle de los Caídos, "el panteón glorioso de los héroes", como lo llamaba fray Justo Pérez de Urbel, catedrático de historia en la Universidad de Madrid, apologista de la cruzada y de Franco y primer abad mitrado de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. El monumento fue inaugurado el 1 de abril de 1959, tras casi veinte años de construcción en la que trabajaron numerosos "rojos cautivos" y prisioneros políticos. Aquel era un lugar grandioso, para desafiar "al tiempo y al olvido", homenaje al sacrificio de "los héroes y mártires de la Cruzada".

 

Los otros muertos, los miles y miles de rojos e infieles asesinados durante la guerra y la posguerra, no existían, porque no se les había registrado o se había falseado la causa de su muerte ("fractura cráneo", "herida arma fuego", se escribió en los libros de defunción), asunto en el que algunos obispos y curas tuvieron una responsabilidad destacadísima. Habían sido abandonados en dehesas, extramuros, tapias de cementerios o fosas comunes. Por eso sus familias, sus hijos y nietos, todavía los buscan hoy, ayudados por diferentes asociaciones y foros "para la recuperación de la memoria histórica". Sólo quieren un poco de recuerdo y dignidad, bastante menos de lo que están obteniendo los cientos de "mártires de la cruzada" que la Iglesia católica española y el Vaticano se han empeñado en beatificar.

 

Calles, monumentos, símbolos, ritos y víctimas. Todo eso y mucho más nos queda del franquismo, treinta años después de la muerte del dictador, sin necesidad de mencionar aquí a los políticos y servidores de la dictadura todavía vivos, a esos que abrazaron con tanto tesón y convicción las ideas autoritarias y represoras. Hay quienes quieren ahora que la memoria saque a la luz hechos y personas que la historia no documentó. Otros dicen estar cansados ya de tanta historia y memoria de guerra y dictadura. El pasado se ha hecho presente, convertido ahora en un campo de batalla político y cultural, donde se da la voz con más fuerza que nunca, en libros, documentos y homenajes, a los supervivientes de aquellas experiencias tan traumáticas.

 

Estamos ahora, por lo que al franquismo se refiere, en la "era de la memoria", tan incómoda para muchos, en el regreso del pasado oculto y reprimido. Es una construcción social del recuerdo, que evoca con otros instrumentos, y a veces deforma, lo que los historiadores descubrimos. No sabemos qué quedará de todo ello para el conocimiento histórico de las generaciones futuras, de aquellos historiadores que ya no habrán vivido la dictadura. Pero para llegar hasta allí, necesitamos, y ésa es la responsabilidad de políticos y gobernantes, preservar los testimonios y documentos, crear un Museo-Archivo de la Memoria, al que deberían incorporarse como propiedad pública los fondos documentales de la Fundación Nacional Francisco Franco, y transmitir una educación democrática que impida que las nuevas generaciones de estudiantes reciban todavía el legado ideológico de la dictadura. Es un legado pesado, dominante durante mucho tiempo, e imposible de olvidar. Por eso regresa, vuelve con diferentes significados, lo actualizan sus herederos. Porque sólo han pasado treinta años desde el fin de una dictadura que duró cuarenta.

 

 

 

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Marzo de 1938, lo que yo viví (II). Cerco y ocupación de Alcorisa

Roberto Alquezar y David Alloza

 

Fuente: Revista “Balcei” nº 102

 

RESUMEN BOMBARDEOS

 

¿Es el pueblo de Alcorisa, un objetivo militar tan importante, como para sufrir el castigo de la aviación italo-fascista, durante cuatro días?

Prácticamente no quedan militares en el pueblo, y si hay objetivos, estos están fuera de la población.

¿Por qué tanto castigo?

Las autoridades italianas, al igual que los pilotos encargados de la misiones, siempre niegan el bombardeo a la población, y como ellos dicen, las ordenes incluyen exclusivamente objetivos militares.

Alcorisa, al igual que otros pueblos y ciudades bombardeados, es terriblemente castigado un día tras otro.

De los 36.000 Kg. Que es la cifra total de bombas arrojadas durante los cuatro días y cinco bombardeos, sobre Alcorisa, un tanto por ciento muy importante de bombas cae sobre la población y otras muchas a excasisimos  metros del casco viejo.

En este sentido si podemos dar la razón a los aviadores italianos, cuando se excusan diciendo que los fallos se deben, a ciertos problemas técnicos, como son errores de mira, la altura, la acción del viento, etc.  Porque si no a Alcorisa nos la hubieran borrado del mapa.  Con la información de la que ahora mismo disponemos podemos afirmar, que por muy pocos  metros Alcorisa se salva de la destrucción total.

Dignos de significar son los bombardeos del día 15 de Marzo.  Es el cuarto día consecutivo de bombardeos y en el espacio de menos de tres horas, se producen las dos más intensas descargas.

El primero de estos bombardeos del día 15 de Marzo se produce al mediodía 12’40 h.   Son 16 aviones Savoia Marchetti 81,  el resto de los bombardeos los había efectuado el modelo S.M. 79.  Este nuevo modelo en aparecer sobre Alcorisa dispone de más carga de bombas.  Divididos en cuatro patrullas, parten de Tudela con una orden concreta:

 

BOMBARDARE L’ABITATO DI ALCORISA E LA POSIZIONI SULLA QUOTA 691 A.E. DI ALCORISA.

Bombardeo del pueblo de Alcorisa y las posiciones de la cota 691 al este de Alcorisa.

 

En los anteriores bombardeos el parte oficial, de la aviación legionaria italiana, nunca habla del “L’abitato” de Alcorisa, siempre se refiere a concentraciones enemigas en Alcorisa, independientemente de la orden del parte siempre bombardean la población.

Son las 12’35 del día 15 de Marzo cuando 6 aviones S.M. 81, pasan de largo por la población a muy baja altura, se dirigen directos a su objetivo, la cota 691 al Este de Alcorisa. “El cabezo el Poyo”. 

El puesto de observación y de mando que allí se encuentran serán alcanzados de lleno y obligara a sus defensores a abandonar la posición, son las dos primeras patrullas, a continuación la III y IV descargaran su terrorífica carga sobre la población, como dice la orden el L’ABITATO  DI ALCORISA.

El total de Kg. De bombas arrojadas por la aviación italo-fascista ese mediodía será de 16.000 Kg. Se emplearan 58 bombas de 100 Kg. Y 214 bombas de 50Kg.

En el resto de los ataques aéreos, los aviones descargaban su mortífera carga a más de 4.000 m. de altura, en esta los aviones pasan a 2.500 m. sobre el nivel del mar.

Es el primer y único bombardeo, de los que se producen en Alcorisa, en el que se emplearan bombas de 100 Kg.

Puestos a establecer tan terribles comparaciones, son muy pocos los bombardeos a poblaciones los producidos hasta la fecha, en cuanto al número de bombas, de la magnitud de los que se producen en Alcorisa, tal vez ninguno.

En el bombardeo de Alcañiz, tan magníficamente documentado por J.A. Maldonado en su libro “El bombardeo olvidado”, el 3 de marzo la cantidad de bombas arrojadas por los 12 aviones italianos Savoia Marchetti S.M. 79 es de 10.000 Kg. Aunque las consecuencias fueron terribles al producirse en unas fechas en las que Alcañiz es un tranquilo pueblo de la retaguardia republicana, alejado de los peligros del frente.

Por si no hubiera sido poco, a las 15’21 h. se producirá un segundo bombardeo y serán 12 aviones los que dejaran 144 bombas de 50 Kg., 7.200 Kg.

Ese día 15 de Marzo la suma total de Kg. de bombas arrojadas por los ataques italianos será de 23.700 Kg.

Históricamente, son mas conocidos los bombardeos de la legión Cóndor alemana, Madrid, noviembre de 1936 y sobre todo el de Guernica en abril del 37, pero el mayor número de bombardeos a poblaciones se produce por parte de la aviación italiana.

Esa misma semana de los ataques sobre Alcorisa, se producen los mas intensos, de los muchos bombardeos a los que se ve sometido Barcelona y de todos ellos solamente hay uno que supera en numero de kilos de bombas al de Alcorisa y son los sangrientos bombardeos del día 17, donde los 26.800 Kg. de bombas lanzadas causaron mas de 500  víctimas alcanzando el centro de Barcelona.

 

SITUACION DE LOS FRENTES

 

Con la llegada de las tropas de la 4º División de Navarra al Lecinar y Carrascal, donde hacen noche y se preparan para el asalto, se completa el cerco de Alcorisa.  La única salida es la carretera que conduce al Mas de las Matas.

Alcorisa según la orden dictada por el general Franco y su Estado Mayor, instalado en el Palacio de Pedrola, debe de ser ocupada por las divisiones del Cuerpo de ejercito de Galicia, que dirige el general Aranda y mas concretamente por la 4º división de Navarra.

Pese a dicha orden la división italiana Littorio, deseosa de victorias con las que satisfacer a Mussolini, intenta el avance por la carretera de Andorra, siendo rechazada  una y otra vez  por los defensores republicanos.  En uno de estos avances habiendo tomado posiciones, pasado el río Alchoza sufrirán los italianos el contraataque por parte de los restos de un batallón de la XV Brigada Internacional que acompañados por una compañía de carros blindados y con el apoyo de una batería de artillería desalojaran a los italianos de sus posiciones para retroceder a su antiguo lugar de partida, en el Regatillo.

Estos brigadistas internacionales, son los restos del batallón canadiense Mackenzie-Papineaus, Mac Paps, que desde su posición defensiva días anteriores en Lecera han retrocedido organizadamente hasta Alcorisa donde se han reconcentrado lejos del resto de su división, que huyo desorganizada de la zona de Belchite y ahora se encuentra camino de Caspe.

Los casi tres días de defensa republicana del Regatillo y la Serratilla, serán de gran importancia para el ejercito popular.  Cubrirán la retirada de los cientos de soldados que van a la desbandada, permitiendo la concentración de estos, y se ganara el tiempo preciso para la incorporación de nuevas unidades provenientes de la reserva y de otros frentes, con los que se establecerán nuevas líneas defensivas.

Por el Noroeste hacía Calanda, la carretera sigue cortada a la altura del Km. 222, donde la I División de Caballería franquista domina la Sierra de la Galga y no se registra actividad.

Es curioso el hecho de que esos días el destino del pueblo de Alcorisa haya estado marcado por la intervención de estas fuerzas extranjeras.  Como también es curiosa la relación de las Brigadas Internaciones con Alcorisa.  Si ahora defendían valerosamente cada palmo de terreno, bajo una lluvia de plomo cerrando el paso de los batallones de la división italiana Littorio.  Unos días antes sobre el mismo terreno, pero en periodo de descanso después de la batalla de Teruel, disfrutaban americanos y canadienses de un emocionante partido de fútbol contra un equipo formado por las Juventudes Socialistas Unificadas.  Era el mes de Febrero, cuando descansaban en la tranquila retaguardia de Alcorisa.

 

17 DE MARZO

 

- “Habíamos sufrido todos los bombardeos y no queríamos abandonar la casa, eran las seis de la mañana y llaman a la puerta ¡Pom! ¡Pom!.

Hagan el favor de marchar de aquí, por que si no van a morir todos, nos dijeron unos militares.

Así que toda la familia con lo justo, los zagales  con una manta como bandolera,        camino de Seno, evacuados obligados”.

 

- “Refugiados en el Palomar de la Cueva Oscura pese al terror que allí se respiraba y las  advertencias de los abuelos acurrucados en un rincón, los zagales no podíamos parar, uno de nuestros pocos entretenimientos por nuestra privilegiada posición, que nos permitía ver todo el pueblo, era observar el movimiento de soldados republicanos por el camino de San Cristóbal.   A la misma hora todos los días, subían un grupo de soldados  con caballerías cargadas.  Eran el relevo o la intendencia de las posiciones de ametralladoras que defendían el alto.  Aquella mañana subieron los soldados pero las caballerías no iban cargadas”.

¿Por qué no iban cargadas las caballerías?, nos preguntábamos. Pronto se resolvieron nuestras curiosidades.  Vimos bajar a algún soldado corriendo y se rompió el silencio. ¡Ratatatata!, ¡Ratatatata!, era la ametralladora situada en lo alto de San Cristóbal.

Nos fuimos corriendo  al fondo de la cueva y vuelto el silencio nuestra siguiente visión fue la de un hormiguero de gente y caballerías bajando por la ladera de la montaña e invadiendo el pueblo”.

 

- “¡Vamos, Vamos, que vienen los fascistas!.

Bajaban corriendo y gritando, Eran los soldados republicanos que defendían San Cristóbal, que conocía por que todos los días venían a la vaquería a por leche, eran las 12 de la mañana del día 17.   Escondido en la bodega, oí como bajaban los cientos de soldados nacionales que ocupaban el pueblo. 

Cuando salí, la nube de polvo levantada por el paso de los soldados, no permitía ver el pueblo”.

                

LA MANIOBRA

 

Concentradas las Brigadas de la 4ª División de Navarra en el Lecinar y listas para intervenir con la llegada del nuevo día, a las 8 horas emprende el avance la 1º Brigada cruza la carretera y por el camino de la val de Escarraman se dirige hacía la Umbrías y cotas que dominan por el sur Alcorisa, que son ocupadas por el 3º batallón de Melilla, sin resistencia.  Seguidamente avanzaran el 2º y 3º batallón de Flandes, en rápida y decidida maniobra con la intención de rodear la peña del Tormo y cortar la retirada de la tropa republicana ocupando la cantera de la Cruz, se establecerán en el Km. 3 de la carretera del Mas de las Matas, venciendo la resistencia del enemigo.

- “Donde estaba la masada de los “Fabios”, en Valdenuez había un hospital de campaña, los pillaron por sorpresa y cuando se dieron cuenta los republicanos, los nacionales los tenían a tiro de fusil desde la Cantera de la Cruz, sacaron a los heridos como pudieron a la era y como ya no les dio tiempo para sacar mas material, se retiraron pegando fuego a la masada”

 

      A las 7’00 h. emprende la marcha la 3ª Brigada, que se encuentra acampada en el alto del Carrascal y dirigiéndose a la masada de los Panes, parte junto a los batallones de la 2ª Brigada, rodeando por el Norte.  Se dirige a San Cristóbal, al que atacan frontalmente los batallones 5º de la Victoria y 4º de San Quintín, que tras fuerte tiroteo desalojaran a golpe de mortero las posiciones de ametralladoras que dominan San Cristóbal, haciendo huir a sus defensores.  Con el camino despejado y dominado Alcorisa, desde las alturas de San Cristóbal ocupara el pueblo en un rápido  descenso el batallón de la Victoria.

Continuara el rápido avance el batallón de San Quintín, que se dirige al cabezo del Poyo y al Mas del Tío Charro.  Puesto de observación y de mando del ejercito republicano.  Uno de los principales objetivos, tanto por la aviación italiana, que lo alcanza de pleno en el bombardeo del día 15 al mediodía, como ahora por el ejercito del General Aranda, cuando allí llegan la posición ya ha sido evacuada.  El batallón de San Quintín, se establecerá en esa posición y el puesto de mando se instalara en la misma situación que se estableciera el republicano, el Mas del Tío Charro.

      Mas al norte de Alcorisa, los batallones de la 2ª Brigada ocuparan la Serratilla y se extenderán por el noroeste hasta el pueblo.  Donde se situara el batallón de Cazadores de las Navas.

      De la situación de Alcorisa a la entrada del ejercito Franquista, habla José de Arteche, que acompaña a la 4º División de Navarra, en su libro, “El abrazo de los muertos”:

- Alcorisa esta medio destruido.  El genio mercantil del los moros que acompañan al ejercito ha instalado en todo los portales, innumerables tenderetes, donde expenden de todo, desde anís, vino, sidra, hasta papel de cartas, pasando por galletas, tabaco y calamares en conserva.

Este pueblo feudo del anarquismo, en medio de una vega florecida, ha estado colectivizado totalmente, las muestra se multiplican encima de todas las puertas:

FABRICA DE JABONES COLECTIVA

FABRICA COLECTIVA DE ACEITES

COLECTIVIDAD, ALMACEN DE PATATAS.

Se prohíbe la entrada a mas de una mujer

 

EL PUENTE DE LA VEGA

 

-“El pueblo ya lo habían ocupado los nacionales, pero de la Solana bajaba un “hormiguero” de soldados republicanos que pasaban por la Vega delante de nosotros y se retiraban hacía Valdelamata”.

- Era un Nadal, había entrado con el ejercito nacional en Alcorisa y bajaba a la Vega con una moto buscando a Don Rogelio y su familia, a la altura del caseto de la “Pincha”, le salio al paso un soldado republicano con una bomba en la mano, este soldado republicano, se dice que si era natural de Molinos, había trabajado en las yeserías y era conocedor del terreno.

Como si de un duelo se tratase, Nadal con la pistola en la mano y el soldado republicano con la bomba frente a frente, los dos fueron retrocediendo y establecida una distancia,  el soldado tiro la granada haciendo explosión contra el puente, que previamente había sido dispuesto de cargas explosivas.

Salio corriendo cara la Espuela, por las viñas del Lucindo, sorteando los disparos que desde las posiciones del Cabezo del Poyo las recién instaladas ametralladoras de los nacionales le apuntaban, alertados por la explosión.  Se tiraba, se levantaba, hasta que se le perdió de vista.

- “La explosión del puente hizo temblar la masada, las gallinas se hicieron un pozo y se enrunaban la cabeza y el culo al aire, los machos locos.  Después de los bombardeos del Cabezo del Poyo y ahora esto del puente, los animalicos tenían mas miedo que nosotros”.

 

VUELTA A CASA Y SAQUEOS

 

Ese mismo día 17 son muchos los Alcorisanos que vuelven al pueblo, unos procedentes de zona nacional y que sabedores de la situación de los frentes siguen al ejército a la espera de que Alcorisa sea ocupado.

Esa noche en Andorra, hay ocupación total de Alcorisanos, esperando la tan ansiada noticia que les permita regresar al pueblo de donde marcharon algunos hace ya año y medio. 

Otros desde las masadas situadas en zona “liberada” regresan al pueblo apresuradamente y en muchos casos jugándose la vida, sabedores del azote al que ha sido sometido el pueblo por los bombardeos.   Y con la dolorosa incertidumbre, de que habrá sido de su casa y de lo que le espera con la llegada del nuevo y numeroso ejército que destruye a su paso.

La llegada de estos Alcorisanos impedirá el saqueo total de la población, impondrán el nuevo orden y tomaran posesión del ayuntamiento.  Protegen sus  propiedades, las de sus familias y amistades, el resto del pueblo quedara como botín de guerra del ejercito vencedor, que acabada la 1º fase de la ofensiva con la ocupación de Alcorisa y a la espera de nuevas ordenes disfruta de unos días de descanso.   Como un derecho histórico adquirido por los ejércitos vencedores los soldados arrasan y se cometen todo tipo de tropelías.

 

- “Si había vigilancia con un poco de suerte no te la tocaban, nuestra casa, gracias a mis abuelos, colocaron el cartelico ese de ocupada por su dueño y se pasaban a controlar en cada momento.  Abrían, cerraban las ventanas, escobaban la calle tenía que parecer que estaba habitada.  Engañaban a los soldados, pero a alguno del pueblo que también saqueaba, sabedor de lo que había, si había algo de valor, te entraban.

 

- “Ni sillas, ni colchones, vajillas, nada de nada  hasta lo mas insignificante.    Solo dejaron el banco del hogar, habían guisado pollos y conejos y todas las cabezas y menudos estaban debajo del banco.  Era buena casa, nos habíamos casado hacía cuatro años y nos iba muy bien la cosa,  lo teníamos todo nuevo.  La bodega con un  palmo de vino, abrían la “jeta” se amorraban y llenaban la cantimplora cuando habían acabado todos, allí nadie cerraba la “jeta”.  La parreta  envolvían los “bocaos” en periódicos y el aceite lo tiraban.  Teníamos más de 3.000 ptas de la República que era un dineral y tampoco valía.  De vivir acomodadamente a quedarme con los dos chicos pequeños y sin ningún recurso.   Para dormir una manta por arriba, otra por abajo y un chico a cada lado.  Mi marido llego de Francia a los 6 meses de haber acabado la guerra, aun conservaba su puesto de trabajo y lo primero que compramos fue un buen colchón”.

 

- “Los soldados, casi todos zagales y borrachos de vino destrozaban todo, con lo que valían las cosas, ellos no miraban nada cogían un colchón y lo tiraban dos calles mas abajo, y a nosotros que también nos lo habían quitado cogías ese y en paz.   Teníamos dos”puercos”y nos quitaron uno, pues bajando un día al huerto vimos  un “gorrino”suelto, uno por otro a casa, así eran las cosas”.

 

- “¡Roko matar!, ¡Roko matar!. - rojo matar -, gritaba el moro.  No se como no lo mato.  Estando tranquilamente en la cocina, se le presento un moro, que había entrado por el tejado.  Al concararse con él, este le amenazaba con el mausser y le gritaba.  Menos mal que se conformo con la gallina que llevaba debajo del brazo, y marcho corriendo por las escaleras”.

 

            Nuestro agradecimiento al casi centenar de testimonios.  Testigos directos de la tragedia que sufrieron las consecuencias del conflicto y que han abierto su dolorida memoria a nuestras preguntas.  Con su relato nos aportan la visión mas humana de la tragedia, que junto a nuestro trabajo de recuperación bibliográfica y de archivos nacionales e internacionales, hacen posible nuestro trabajo por la recuperación de la historia, materia tan olvidada de Alcorisa.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Aragoneses en el manifiesto de apoyo a Manuel Azaña de noviembre de 1934

 

A raiz del encarcelamiento y procesamiento de Manuel Azaña tras los hechos de octubre de 1934, un grupo de 87 intelectuales firma un manifiesto en contra de la decisión adoptada por el Gobierno dirigido a la opinión pública y al entonces ministro de Justicia, Angel Ossorio. 

 

Destaca entre los firmantes la presencia de diversos aragoneses. Es el caso de los hermanos Fernando y José García Mercadal, el oceanógrafo Odón de Buen o el doctor Jorge Francisco Tello, este último recientemente homenajeado por el Hospital Miguel Servet de Zaragoza (ver El Sueño Igualitario 20).

 

Editado en el libro: “Mi rebelión en Barcelona” de Manuel Azaña. Espasa-Calpe. Madrid. 1935

 

 

A LA OPINION PUBLICA

 

Al Excmo.Señor D. Angel Ossorio.

 

“Queremos, los firmantes de este escrito, confiar a nuestros compatriotas, de manera respetuosa y cordial, la preocupación y la amargura que nos inspira el caso de don Manuel Azaña. Con él tenemos mayores o menores concomitancias ideológicas, pero no somos sus correligionarios políticos ni estamos ligados a él por intereses de ninguna especie.

 

Lo que contra el señor Azaña se hace quizá no tenga precedente en nuestra Historia, y si lo tiene, de fijo valdrá más no recordarlo. No se ejercita en su contra una oposición, sino una persecución. No se le critica, sino que se le denosta, se le calumnia y se le amenaza. No se aspira a vencerle, sino a aniquilarle. Para vejarle se han agotado todos los dicterios. Se le presenta como un enemigo de su patria, como el causante de todas sus desdichas, como un ser monstruoso e indigno de vivir.

 

Y todos sabemos -incluso sus más apasionados detractores- que eso no es cierto; que el ideario y la conducta del señor Azaña son absolutamente opuestos a los sucesos luctuosos que recientemente han afligido al país; que ha seguido en el Poder y en la oposición una política de publicidad, honestidad y limpieza, y que constituye un valor moral y mental al que cualquiera puede negar la conformidad, pero nadie debe regatear el respeto.

 

Sus aciertos y sus yerros, son cosa aparte y cada cual puede estimarlos como guste. La persecución judicial de que se le quiere hacer objeto, también es problema distinto, pues nadie osará atravesarse ante la Justicia, mientras esta no demuestre que sirve a las pasiones antes que a las leyes. De suerte que no pretendemos recabar un asentimiento que sería imposible y absurdo ni entorpecer una acción depuradora, aunque se ejercite en términos de rigor inusitados y sorprendentes.

 

Nuestra protesta va encaminada simplemente contra los modos de ataque, llegados a tan ciego encono que no parecen propios para lograr una obra de severidad (incomprensible para nosotros), sino para cohibir la acción serena de los órganos del Estado, para provocar una revuelta obcecada o para armar el brazo de un asesino.

 

Comprendemos lo mucho que ciega la pasión política, pero también creemos que una gran parte de los que se suman a la campaña lo hacen por inconsciencia, por desconocimiento de la verdad, y por contagio.

 

Y como en caso de tanta gravedad para la persona atacada y para el decoro político no basta con que unos cuantos salven su responsabilidad personal, guareciéndose en la intimidad de su conciencia, hemos querido difundir este documento en el que, con mesura y ecuanimidad, defendemos, más que al señor Azaña, a la civilidad española.

 

 

Juan Adsuara, escultor; Hilario Alonso, meteorólogo; C. Arnal, periodista; “Azorín”, escritor; Luis Bagaría, dibujante; Francisco de las Barras, catedrático de la Universidad Central; doctor Manuel Bastos, medico; Leopoldo Bejarano, periodista; José Bergamín, escritor; Ignacio  Bolívar, catedrático y académico; Odón de Buen, catedrático; Manuel Busquets, industrial; doctor Luis Calandre, médico; Arturo Calzada, arquitecto; Carlos Capdevila, escritor; Américo Castro, catedrático de la Universidad Central; José Clará, escultor; Miguel Crespi Jaume, catedrático de la Universidad Central; Juan Cristóbal, escultor; Manuel Chaves Nogales, periodista; Juan de la Encina, escritor; Antonio Espina, escritor; Oscar Esplá, compositor; Enrique Fajardo (“Fabián Vidal”), escritor; León Felipe, escritor; Félix Feliú (“Apa”), dibujante; Antonio García Banús, catedrático de Universidad; Federico García Lorca, escritor; Fernando García Mercadal, arquitecto; José García Mercadal, escritor; Pedro Garfias, escritor; viuda de Giner de los Ríos, escritora; Gloria Giner de los Ríos, profesora de Normal; Julio Gómez, compositor; Juan González Olmedilla, periodista; Eusebio Gorbea, escritor; Antonio Hermosilla, periodista; doctor Teófilo Hernando, catedrático de la Universidad Central y académico; Juan Ramón Jiménez, escritor; Luis Lacasa, arquitecto; doctor Gonzalo R. Lafora, medico; Angel Lázaro, escritor; José M. López Mezquita, pintor; Juan Madinaveitia, médico; doctor Gregorio Marañón, catedrático de la Universidad Central y académico; doctor Manuel Márquez, catedrático de la Universidad Central y académico; Jesús Martí, arquitecto; Eduardo Marquina, escritor; Paulino Masip, escritor; Emeterio Mazorriaga, catedrático de la Universidad Central; Enrique Moles, catedrático de la Universidad Central y académico; Francisco Molina, periodista; Carlos Mosquera, arquitecto; Martín Navarro, catedrático; Elisa Morales de Giner de los Ríos; Matilde Muñoz, escritora; Manuel Núñez Arenas, catedrático; Antonio de Obregón escritor; Isabel de Palencia, escritora; Cástor Patiño, periodista; Miguel Pérez Ferrero, escritor; Timoteo Pérez Rubio, pintor; Augusto Pi y Suñer, catedrático de Universidad; Alejandro Plana, escritor; Jesús Pous y Pagés, escritor; doctor Pío del Rio Hortega, histólogo; José Rioja Martín, catedrático de la Universidad Central; Fernando de los Ríos, Presidente del Ateneo de Madrid y catedrático de la Universidad Central; doctor Aurelio Romeo, médico; Antonio Sacristán Zabala, catedrático; José María de Sagarra, escritor; Adolfo Salazar, escritor; Manuel Sánchez Arcas, arquitecto; Felipe Sánchez Román, catedrático de la Universidad Central; Diego San José, escritor; Luis de Tapia, escritor; doctor Manuel Tapia Martín, médico; doctor José Francisco Tello, catedrático de la Universidad Central y académico; Ramón del Valle Inclán, escritor; Francisco Vera, escritor; Miguel Viladrich, pintor; Francisco Villanueva, periodista; Joaquín Xiráu, catedrático de Universidad; Antonio Zozaya, escritor; Antonio de Zulueta, catedrático de la Universidad Central; doctor Carlos García Peláez, médico; Alejandro Casona, escritor.” (1)

 

 

(La censura no consintió que este documento, redactado y firmado en noviembre de 1934, se publicase en los periódicos de Madrid)

 

 

 

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Pestaña

Jesús Cirac

 

Fuente: La Comarca

 

Las memorias de Ángel Pestaña son demasiado modestas para ser incluidas en esas colecciones sobre la Guerra Civil que los kioscos vienen ofertando con pesada insistencia. Su historia es tan triste como la de millones de españoles de su época: Huérfano desde niño, vagabundeó por España, Francia y el norte de África de trabajo en trabajo. No asistió a la escuela pero consiguió vencer su analfabetismo a base de esforzadas lecturas a la salida de la mina llegando, con el tiempo, a dirigir el diario “Solidaridad Obrera”. Fue Secretario General de C.N.T. Enfrentado al caspolino Manuel Buenacasa, encabezó, junto a Peiró, la opción sindicalista lo que le llevó a combatir la hegemonía de la F.A.I. dentro del movimiento libertario. Fundó el Partido Sindicalista.

 

Pestaña se opuso siempre a la violencia como medio de expresión política. Él mismo la padeció a manos de la patronal catalana pero nunca fue amigo de practicarla. Es seguro que de haber tirado de gatillo la historia le habría tratado mejor. Parece que la violencia es lo único que interesa de aquellos años. La contabilidad de los muertos y los desmanes. Paracuellos. Badajoz. Asturias. Los curas asesinados. Las fosas comunes. Atendiendo a los títulos de los libros ofertados por el mercado editorial cabe pensar que, durante la Republica, apenas dio tiempo a otra cosa que a matar y a morir. Esa fue la versión que la historiografía franquista consiguió implantar en la conciencia de millones de españoles y la que, tristemente, sigue campeando treinta años después de la muerte del dictador.

 

Es un hecho que todavía hoy la Guerra Civil sigue quitando y poniendo legitimidades. Lo saben muy bien nuestros partidos políticos y sus entornos mediáticos, empeñados en vender libros y periódicos pero también en justificar los posicionamientos ideológicos de sus amos. La noche en que Urdaci anunció en el telediario de la primera la entrevista que Carlos Dávila iba a realizar al neofascista Pío Moa, autor del best-seller “Los mitos de la Guerra Civil”, se levantó para la derecha la veda de una carrera en pos de la legitimidad histórica que el PSOE ya había iniciado años antes.

 

Me niego a aceptar que la Republica fuera algo parecido a una ciudad fronteriza del lejano oeste. Siguen pesando más las escuelas construidas, el acceso de las clases populares a los resortes del poder o el ingente número de leyes avanzadas aprobadas en el Parlamento que los casquillos de bala y los relicarios pisoteados. Siguen impresionándome las historias de hombres como Pestaña, Buenacasa, Bosque, Machado o Azaña. O las de millones de españoles cuyos nombres ni siquiera llegaré a conocer para los que la Republica fue el tiempo en que los sueños colectivos pudieron haberse convertido en realidad. Prefiero hablar de ellos y de sus sueños.

 

 

 

Sumario

 

 

Poderes terrenales

Julián Casanova

 

Fuente: El País

 

La Iglesia católica española toca de nuevo a rebato. La causa es ahora la Ley Orgánica de Educación (LOE), elaborada por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Y frente a ella llama a los católicos a manifestarse. Tocar a rebato y manifestarse contra los gobiernos han sido instrumentos habituales de la Iglesia católica en momentos históricos de impulso secularizador. Una forma de resistir a los cambios. Sobre todo, si se trata de la educación. Ocurrió durante la Segunda República, durante la etapa de los gobiernos socialistas de Felipe González y, si nos atenemos a las abundantes declaraciones de los obispos efectuadas en los últimos días, la tormenta está a punto de desatarse otra vez.

 

Con la llegada de la República en 1931 salió a la luz una enconada lucha entre dos mundos culturales antagónicos, de católicos practicantes y de anticlericales convencidos, que cogió en medio a un amplio número de españoles que se habían mostrado hasta entonces indiferentes ante un conflicto de largo alcance y que hundía sus raíces en las décadas anteriores. Con el asunto de la religión no hubo posibilidad de entendimiento entre la Iglesia y el Gobierno de coalición republicano-socialista presidido por Manuel Azaña. Varios artículos de la Constitución republicana, aprobada el 9 de diciembre de 1931, declaraban la no confesionalidad del Estado, eliminaban la financiación estatal del clero, introducían el matrimonio civil y el divorcio, y, lo más doloroso para la Iglesia, prohibía el ejercicio de la enseñanza a las órdenes religiosas, algo que debía poner en práctica una Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas.

 

Esa ley, pasada por las Cortes el 17 de mayo de 1933 y sancionada el 2 de junio por Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la República, causó en la Iglesia una auténtica conmoción. Los obispos, dirigidos desde abril de ese año por el integrista Isidro Gomá, reaccionaron con una "Declaración del Episcopado", en la que sentían "el duro ultraje a los derechos divinos de la Iglesia" y rechazaban "las escuelas acatólicas, neutras o mixtas". El papa Pío XI le dedicó una encíclica, Dilectissima nobis, por atentar "contra los derechos imprescriptibles de la Iglesia". La CEDA, organizada ese mismo año bajo el amparo de la jerarquía eclesiástica, y la prensa católica se sumaron a la movilización general. Muchos llamaron a la rebeldía. Y no faltaron quienes, como el dirigente carlista Manuel Fal Conde, declararon ya entonces que los católicos debían defenderse de todos esos ataques "con su sangre incluso".

 

Es evidente que, de haberse cumplido todas esas medidas, la posición privilegiada de la Iglesia se hubiera tambaleado. Pero una guerra civil, provocada por una sublevación militar contra la República, y la victoria incondicional del ejército del general Franco ocasionaron el triunfo absoluto de la Iglesia católica. El catolicismo volvió a ser la religión oficial del Estado. Todas las medidas republicanas que la derecha y la Iglesia habían maldecido fueron derogadas. La Iglesia recuperó todos sus privilegios institucionales, impuso con los militares la unidad de la fe y de la nación, y controló durante décadas todos los resortes de la educación.

 

Cuando murió Franco, el 20 de noviembre de 1975, la Iglesia católica española ya no era el bloque monolítico que había apoyado la Cruzada y la venganza sangrienta de la posguerra. Pero el legado que le quedaba de esa época dorada de privilegios era, no obstante, impresionante en el sistema educativo, en los aparatos de propaganda y en los medios de comunicación. Lo que hizo la Iglesia en los últimos años del franquismo fue prepararse para la reforma política y la transición a la democracia que se avecinaba. Antes de morir Franco, la jerarquía eclesiástica había elaborado, según William J. Callahan, "una estrategia basada en el fin de la confesionalidad oficial, la protección de las finanzas de la Iglesia y de sus derechos en materia de educación y el reconocimiento de la influencia de la Iglesia en las cuestiones de orden moral". Treinta años después, parece evidente que esa estrategia se ha cumplido con creces, especialmente en la protección de sus finanzas y en el poder e influencia mantenidos, e incluso aumentados, en la enseñanza primaria y secundaria.

 

La democracia, sus gobiernos y sus instituciones le han dado a la Iglesia católica un trato exquisito. No hay ningún otro país democrático en el que la enseñanza privada católica, concertada la llaman ahora, cuente con el apoyo y financiación que tiene en España. La enseñanza de la religión, de cualquier tipo de religión, no suele impartirse en otros países en las escuelas, mientras que entre nosotros es de oferta obligatoria en todos los centros, públicos y privados, y la Iglesia pretende ahora, además, que se cumpla lo que proponía la Ley Orgánica de la Calidad de la Educación (LOCE), aprobada con los votos del Partido Popular y de Coalición Canaria por el Parlamento de la pasada legislatura y paralizada por el Gobierno de Zapatero: que se obligue a estudiar en todos los centros educativos religión católica o una asignatura alternativa llamada "Hecho Religioso" y que cuente en el expediente académico como una asignatura más a todos los efectos. Es decir, en una escuela pública de un Estado laico la religión tendría el mismo valor en el currículo que, por ejemplo, las asignaturas de lengua, matemáticas o historia.

 

Pasaron ya los tiempos en que la Iglesia católica podía considerarse fuente de verdad absoluta y el catolicismo como única religión de los españoles. Tampoco existe ya ningún anticlericalismo obsesivo y radical. No se discute ahora el futuro de la Iglesia, sus posiciones morales o cuál es la mejor forma de adaptarse a los tiempos manteniendo a la vez los privilegios. Se trata, por el contrario, de consolidar desde un Estado laico y democrático la libertad de creer o no creer y el rechazo del dogmatismo. Ésa es una parte esencial del mejor legado de la historia de las sociedades europeas y norteamericanas de los dos últimos siglos.

La Iglesia católica española puede asumir eso, que ya no vive en un Estado confesional rodeada de privilegios, o pasar a la ofensiva y utilizar sus muchos poderes y el púlpito para unir la defensa de la religión con su peculiar concepto de la libertad de enseñanza y con la política del Partido Popular. Si elige ese segundo camino, y sobre todo si desde sus influyentes medios de comunicación afamados periodistas siguen insultando a todos aquellos que no se plieguen a su cultura más autoritaria, contribuirá a avivar todavía más el fuego de la confrontación entre las diferentes posiciones políticas y a abrir grietas, de alcance impredecible, en la sociedad civil y en el Estado democrático. La historia del siglo XX español es muy clara en este sentido: nada bueno ocurrió cuando la Iglesia católica, poderosa o perseguida, verdugo o víctima, ocupó el primer plano de actualidad.

 

 

 

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“Los años rojos” de Mariano Constante: la lucha a muerte por la vida

Víctor Pardo Lancina

 

Fuente: Revista Turia (Instituto de Estudios Turolenses)

 

Mariano Constante tenía 16 años cuando estalló la Guerra Civil española. Su padre, socialista, maestro en Riglos (Huesca), tuvo que abandonar a la familia para salvarse y tomar las armas con el batallón de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE); su madre fue detenida e ingresada en la cárcel de Jaca. Mariano, el mayor de cuatro hermanos, se buscó la vida como pastor pero siguió los pasos del padre en evitación del cada vez más amenazante y denso ambiente que imperaba en el entorno de Ayerbe, donde había buscado refugio. Constante, como tantos miles de españoles, perdió la guerra en la que había alcanzado el grado de teniente, dio con sus huesos en un campo de concentración que le brindaba de este modo la bienvenida al exilio y recién comenzada la Segunda Guerra Mundial fue detenido por los nazis. El 5 de mayo de 1945 la 11 División Blindada americana liberó el campo de exterminio de Mauthausen y Mariano Constante recobró la libertad. Había perdido la juventud entre alambres de espino y la proximidad de la muerte, pero era un superviviente. Se hizo entonces la firme promesa de no dejar de contar ni un solo día de su vida, lo que había visto y sufrido, y continúa perseverando en su propósito.

 

La primera edición de Los años rojos vio la luz en 1974 y constituyó una revelación del horror nazi, una apología de la libertad y un grito de denuncia y exigencia de dignidad humana. Galaxia Gutenberg reedita ahora este volumen autobiográfico, que no ha perdido un ápice de la intensidad narrativa e intención divulgadora y de denuncia con que lo escribió su autor. Constante se ha dejado la voz durante estos sesenta años últimos, explicando que en todos y cada uno de los 186 peldaños de la escalera del campo de exterminio de Mauthausen hay sangre española, vidas de republicanos exterminados por el nazismo. Su libro es testimonio estremecedor de tanta amargura.

 

Pero el relato no sólo es la terrible crónica del mundo concentracionario, de la eliminación sistemática de judíos, gitanos, homosexuales o disidentes de cualquier procedencia, es también la constatación de una desesperada lucha por la vida cuando ésta ya casi no vale nada. Mariano Constante es un hombre reflexivo y consciente de que sin un sistema, sin una organización que determine objetivos y sume los esfuerzos dispersos, no se ganan grandes ni pequeñas batallas. Así ocurrió en España, y la lección no cayó en el olvido. Las condiciones de vida que hubo de soportar en el campo francés de Septfonds fueron más duras que las mismas del frente, pero la férrea organización clandestina adoptada por los republicanos españoles procuraba cierto sustento, algunas medicinas y amparo para los que lo necesitaran. Y por encima de todo ello, lograba que arraigara la idea de que había algo por lo que luchar, una esperanza para sobrevivir.

 

Idéntico objetivo se marcó el preso «Spanier 4584. Block [barracón] 13», el comunista Mariano Constante que llegó a Mauthausen el 7 de abril de 1941. Tras haber pasado la prueba de Septfonds y el rudo trabajo en la línea Maginot, a la que se envió a la Compañía de Trabajadores Españoles, fue hecho prisionero el 21 de junio de 1940, internado en un centro del pueblo galo de Baccarat y finalmente destinado al valle del Danubio, donde se había inaugurado aquel terrible complejo dedicado al exterminio de seres humanos.

 

El destino no ahorraba sufrimientos a los rojos españoles, sin embargo éstos tenían fe en la victoria final y en la recuperación de la libertad, y este propósito por el que valía la pena pelear, apuntalaba con firmeza sus convicciones. Los presos españoles constituyeron de nuevo su particular estructura estratégica en distintos campos de concentración, para tratar de salvar vidas –siquiera unas pocas–, arrancándolas de las garras carniceras del nazismo. La organización se hizo modélica y fue adoptada por otros grupos de presos hasta configurar un entramado internacional regido por un aparato político y otro militar. La disciplina se convirtió en arma de combate junto al sabotaje y la resistencia pasiva.

 

Mariano Constante narra las atrocidades a que eran sometidos los presos en las canteras, las torturas hasta morir, la arbitrariedad y el castigo permanentes, la carencia de las más elementales condiciones humanas de vida, el hambre, la aniquilación, el vehemente deseo de una muerte liberadora... pero también la fe en el ser humano, la solidaridad que rescata al hombre del infierno.

 

Con todo, una inquietante sombra de duda queda prendida siempre en la línea del horizonte. «En este libro –afirma en el prólogo el académico Antonio Muñoz Molina–se aprende mucho sobre la historia de Europa y sobre la vida y el carácter de un hombre ejemplar, pero también acerca del presente a medias alentador y a medias oscuro en el que nos encontramos». Efectivamente, no todos los campos han sido liberados.

 

Mariano Constante, Los años rojos, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2005, 275 págs.

 

 

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Medicina y anarquismo en la Confederación Regional del Trabajo de Aragón, Rioja y Navarra durante los años treinta: los hermanos Alcrudo

José Vicente Martí Boscà

 

Fuente: MARTÍ BOSCÀ, JV (2002): Medicina y anarquismo en la Confederación Regional del Trabajo de Aragón, Rioja y Navarra durante los años treinta: los hermanos Alcrudo, en: BRAVO VEGA, J (ed.), Actas del Congreso Internacional Eduardo Barriobero y Herrán (1875 – 1939): Sociedad y cultura radical. 1932: los sucesos de Arnedo, Logroño, Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Rioja, págs.: 179-190. (ISBN: 84-95301-65-2)

 

1.- INTRODUCCIÓN

 

En la tarde del 28 de enero de 1937, al iniciarse en Valencia la lectura del orden del día del Pleno Nacional de Sindicatos Únicos de Sanidad, de la CNT, la delegación madrileña propuso, y así se acordó, dedicar un recuerdo “a todos los sanitarios caídos en defensa de la libertad del pueblo, y especialmente a los hermanos Alcrudo y a Isaac Puente”[1].

Poco más de tres meses antes, en el informe que emitieron los directivos de Colegio de Abogados de Madrid, relativo a la represión en la España insurgente, al referirse a la situación en Zaragoza describieron, entre otros, un caso de especial crueldad: “Al doctor Alcrudo, un hombre generoso que se dedicó siempre a hacer el bien, le prendieron, así como a su hijo, joven de diecisiete años: fusilaron a éste en presencia de su padre, al que ejecutaron poco después, no sin gozarse antes en su dolor terrible”[2].

También, en un libro recopilatorio sobre las realizaciones libertarias durante la guerra civil[3], al texto original de Gaston Leval[4], dedicado al sector sanitario, en la pequeña relación de médicos señalados como precursores o actores de las transformaciones en el mundo sanitario (Pedro Vallina, Isaac Puente, Amparo Poch, Roberto Remartínez y Félix Martí Ibáñez) el compilador añadió, ahora en singular, el nombre de Alcrudo.

Desde hace unos años, estudiosos del movimiento libertario[5] han dedicado algunas líneas a los hermanos Miguel José y Augusto Moisés Alcrudo Solórzano. Creemos que ésta es una buena ocasión para iniciar el estudio biográfico que la proyección de sus actividades públicas, como veremos, exige.

 

2. LOS ALCRUDO: DOS MÉDICOS IMPLICADOS CON LA SOCIEDAD ZARAGOZANA DEL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX

Miguel José y Augusto Moisés Alcrudo Solórzano nacieron en La Puebla de Alfidén, en la provincia de Zaragoza, hijos del médico de esta población, José Alcrudo Roche, y de su esposa, Eugenia Solórzano. La familia tuvo que irse de allí por las ideas liberales del padre, que ejerció posteriormente la medicina en el hospital provincial de Nuestra Señora de Gracia, de Zaragoza.

 

2.1.- Miguel José Alcrudo, un masón republicano hacia el anarquismo

Miguel José, el segundo de los hermanos de una familia numerosa, nació el 30 de septiembre de 1884 y estudió medicina en la Universidad de Zaragoza, obteniendo el título de médico en enero de 1908. Tras unos meses de ejercicio profesional en Soria, retornó a la capital del Ebro en octubre de ese año, donde desarrolló su actividad dedicado a la ginecología, tocología y pediatría, especialidad que se practicaba conjuntamente en esa época.

Fue vocal de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de la provincia de Zaragoza[6] y parece que destacó su trabajo como médico en la Gota de Leche. Utilizó el seudónimo de Dr. Rick[7]. También fundó y ejerció de administrador, redactor jefe y redactor de una revista profesional, Hojas médicas, editada en Zaragoza entre los años 1914 y 1918[8], en la que también publicó diversos artículos científicos. Durante esos años ejerció en el Dispensario Antituberculoso de Zaragoza[9].

En su profesión fue generoso y desprendido, como era su forma de ser, enemigo acérrimo del mercantilismo médico. Su hijo José aún recuerda frases tan características de su personalidad como: “el dinero es el excremento del diablo” o “amarás al prójimo más que a ti mismo”[10]. Tras años de trabajar en su propia consulta, organizó un igualatorio médico, junto a su hermano Augusto Moisés, al que asistían trabajadores, sobre todo afiliados a la CNT; el cobro no era una prioridad en este consultorio e incluso los trabajadores en huelga no necesitaban abonar la cuota acordada.

También durante la segunda década del siglo XX desarrolló destacables actividades en el ámbito político y social, tanto en la masonería aragonesa como en las agrupaciones republicanas.

En la masonería[11], figuró entre los presentes en las reuniones previas a la creación de la logia zaragozana Constancia nº 348, en febrero de 1914. Estuvo afiliado a esta logia desde su constitución, que firmó con otros catorce hermanos masones en abril de ese año, hasta 1919. En la solicitud oficial remitida al Gran Oriente de Madrid el mes de mayo de 1914, Miguel José Alcrudo figuró con el nombre simbólico de “Cajal” y el grado masónico 1.

En diciembre de ese año se celebró la solemne instalación de la logia, motivo para el cual fue designado por el Supremo Consejo el ilustre hermano Barriobero y Herrán, que ocupó la presidencia del acto, al que acudió Miguel José.

Como sabemos por la correspondencia entre la logia y el Gran Maestre, Miguel José Alcrudo era Secretario Guarda Sellos de la logia en el verano de 1915. El año siguiente fue designado Orador, al tiempo que se incorporan a la Constancia nuevos miembros, como el periodista Samblacat, “Lucifer”. En el cuadro de la logia figura, en diciembre de 1916, como Segundo Vigilante, manteniendo el mismo nombre simbólico.

En el ámbito político, fue partidario del Lerroux revolucionario. Por sus actividades republicanas tuvo que esconderse, en el agitado verano de 1917, en una vaquería del barrio zaragozano de San José. En 1918 actuó como vicepresidente del Directorio local de la Federación Republicana, como miembro del Partido Republicano Autónomo de Aragón (PRA). Colaboró con el periódico La Idea y su continuador Ideal de Aragón, ambos órganos de expresión de los republicanos de Zaragoza.

Respetuoso, serio y culto, estuvo casado con una mujer de arraigadas creencias religiosas, aunque sin beaterías, Ángela Quintana Bellosta, con la que tuvo cinco hijos.

Al finalizar la Dictadura de Primo de Rivera se relanzó la masonería, tanto en Aragón como en el resto del país. En las Navidades de 1926, convocados por el Ilustre Gran Secretario de la Gran Logia Española, Gertsch, se reunieron en Zaragoza un grupo de masones, entre los que estaba Miguel José Alcrudo, con la intención de constituir una nueva logia, la Moncayo nº 50.

En junio de 1932 se celebró la primera iniciación de la logia Constancia en su segunda época, que tomó el nº 16; a este acto asistió Miguel José Alcrudo, miembro, como sabemos, de la logia Moncayo. Se inscribió como afiliado en la Constancia nº 16 en julio de 1932. En cuanto a obediencias, la situación era diferente entre ambas logias, la Moncayo nº 50 dependía de la Gran Logia Española, mientras la Constancia nº 16 lo hacía del Gran Oriente Español. Finalmente se terminó con la duplicidad: por Acuerdo de la Cámara de Maestros, “Cajal” se da de baja el 2 de enero de 1933 en la Constancia nº 16, permaneciendo en la Moncayo. En diciembre de 1935 fue nombrado Orador de esta logia, en un acto homenaje a Fermín Galán. Con todo, el 1 de abril de 1936, en la correspondencia de la logia Constancia nº 16 dirigida a la Gran Logia Regional del Centro, se solicita “(...) si es posible sea nombrado médico auxiliar del Dispensario Antituberculoso el hermano Miguel José Alcrudo Solórzano, hoy perteneciente a la Obediencia de la Gran Logia Española, el cual se encuentra muy necesitado de apoyo y nunca regateó su esfuerzo en defensa de los perseguidos, dando con ello alta prueba de consecuencia con nuestros principios”[12]. Por lo que sabemos, no le dieron ese puesto de trabajo, pero tampoco hubiese tenido apenas tiempo para ejercerlo.

Desde el inicio de la década de los treinta se vinculó al movimiento libertario, pero, a diferencia de su presencia en el ambiente masónico, intervino unido a las actuaciones de su hermano, por lo que las describiremos conjuntamente.

 

2.2.- Augusto Moisés Alcrudo, un teórico de la sanidad anarquista

Augusto Moisés nació, por los mismos motivos que su hermano, en La Puebla de Alfidén, el 7 de enero de 1892, estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Zaragoza. Como estudiante participó con el grupo más dinámico de la cultura de la época, siendo el impulsor de la revista universitaria Paraninfo (1913-1915), dirigida por Pedro Galán Berga, con su hermano Demetrio y Pedro Ramón y Cajal[13], actividades culturales que no le impidieron el interés por su formación científica[14].

Augusto Moisés fue amigo y también médico del pintor de origen uruguayo Barradas[15], introduciendo a éste en su círculo cultural, lo que le permitió realizar los dibujos de algunas portadas de Paraninfo. También era amigo del pintor José Zamora y del esmaltador Pedro Viñado.

Finalizó sus estudios en julio de 1916, comenzando su actividad profesional en Zaragoza de forma inmediata. Trabajó como médico de “secretas”, denominación de la época para las enfermedades venéreas. Ejercía en su consultorio de la calle de los Estébanes, 29, en la antigua clínica Chóliz, donde también residía. Allí organizaron ambos hermanos el igualatorio, basado en el pago de una cantidad acordada con los pacientes, trabajadores cenetistas en buena parte; no era una actividad muy lucrativa, por la orientación social que decidieron dar al consultorio los dos hermanos.

Augusto Moisés también militó en las agrupaciones republicanas, como el Partido Republicano Radical Socialista y, más tarde, en el pequeño partido liderado por el peruano Cesar Falcón[16], Izquierda Revolucionaria y Antiimperialista (IRYA); antes de la adscripción de éste en el PCE, Augusto Moisés y su hermano Miguel José se integraron en la CNT aragonesa, en 1930. Esta evolución puede seguirse en el periódico zaragozano de orientación regionalista-agrario Independencia. Diario gráfico de la noche, en cuyas páginas del segundo semestre de ese mismo año aparecen publicadas varias decenas de artículos de Augusto Moisés[17] con algunos de sus temas más queridos: la organización sanitaria del país o el escaso papel de los médicos en la denuncia de la situación de los obreros.

Ese mismo año de 1930, en junio, Augusto Moisés se inició en la logia Moncayo nº 50, aunque su obediencia masónica no tuvo tanta trascendencia como la de su hermano Miguel José, especialmente en su primera etapa.

 

3.- ACTIVISMO Y REPRESIÓN DEL ANARQUISMO EN ARAGÓN

 

La incorporación de Moisés a la CNT, hombre de gran cultura y espíritu generoso y desprendido, pero también atractivo, vitalista y seductor, supuso que pronto desarrolló un relevante papel la organización sindical libertaria. Publicó con frecuencia en prensa ácrata como Estudios, CNT y Solidaridad Obrera. También fue miembro del equipo de reacción de la cuarta época del semanario libertario Cultura y Acción. Participó en mítines e impartió conferencias en ateneos y sindicatos obreros. Puede suscribirse la calificación de “teórico anarquista” que le otorga KELSEY, pero un teórico consecuente que se implicó en las acciones revolucionarias.

Formó parte de la peña Salduba, tertulia ácrata que se organizó en el café del mismo nombre propiedad de Pepe Domenech, ubicado en la entonces plaza de la Constitución, de Zaragoza, que además era frecuentado por grupos de artistas. A la tertulia, que se reunía los domingos por la tarde, concurrieron acreditados libertarios de la Confederación Regional como Miguel Abós, Ramón Acín, los dos hermanos Alcrudo, Servet Martínez o Luis Mainar. En algunas ocasiones asistía el médico y teórico anarquista Isaac Puente.

En julio de 1931 participó como delegado del Sindicato de Higiene y Sanidad, de Zaragoza, al Tercer Congreso de la CNT, celebrado en Madrid, polémico por la aprobación de las Federaciones Nacionales de Industria como estructuras organizativas de la CNT.

En noviembre de ese año se reunió también en la capital el Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad[18]. Los sindicatos se adhirieron a la CNT. En él destacaron las ponencias de Augusto Moisés Alcrudo[19]. La propuesta era, conforme al modelo general, constituir la correspondiente Federación Nacional de Industria[20]. Orive[21], Alcrudo e Isaac Puente fueron designados para elaborar los estatutos de la Federación.

Augusto Moisés Alcrudo fue elegido vicepresidente de la Federación Nacional de Industria de Sanidad, pero lo cierto es que este organismo, en el que también participó su hermano, tendría una corta vida.

El enfrentamiento entre el gobierno republicano y la CNT iba en aumento y se acercaba el momento de las insurrecciones libertarias en diferentes zonas del país. Ante estos hechos los responsables gubernativos encarcelaban a los cenetistas más destacados. Así, el primer día de 1933 el gobernador de Zaragoza ordenó la detención de un destacado grupo de libertarios, entre ellos Moisés Alcrudo.

Pero la acción más importante, en la que iba a tener un papel relevante, se organizó en el último trimestre del año, en el contexto de las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933. La CNT había realizado una fuerte campaña abstencionista, muy superior a la de los comicios anteriores, amenazando con el levantamiento social ante el triunfo de las derechas. Éstas ganaron ampliamente, sirviendo su victoria de aviso a la insurgencia social. Agotadas Andalucía, Cataluña y Levante, la regional con más posibilidades de acción era la de Aragón, Rioja y Navarra y pese a los indicios de fracaso tenía que responder por toda la Confederación, arrastrando al resto al proceso revolucionario.

A tal efecto se constituyó en Zaragoza un Comité Nacional Revolucionario compuesto por Durruti, Cipriano Mera, Isaac Puente, que sustituyó al delegado de la FAI Eusebio Carbó, y los andaluces Rafael Casado Ojeda y Rafael García Chacón. Junto a ellos, los delegados de Aragón: Antonio Ejarque Pina, Felipe Orquín Aspas, Ramón Andrés Crespo, Joaquín Ascaso Budría y los dos hermanos Alcrudo Solórzano.

La sublevación del 8 al 14 de diciembre, muy intensa en el valle del Ebro y poco en el resto del país, es bien conocida. Ascaso y los Alcrudo fueron apresados el día 7 de diciembre y el 16 se detuvo al resto del Comité Revolucionario, excepto a Durruti que estaba en Barcelona. Dos días después Lerroux formó gobierno. Se agrupó a los principales responsables en la cárcel de Torrero, en Zaragoza, para que el correspondiente Tribunal de Urgencia instruyese la causa[22].

Moisés y Miguel José fueron a esta prisión. Por sugerencia de Durruti, el 24 de enero unos anarquistas asaltaron pistola en mano la sede del Tribunal y robaron el expediente judicial del Comité Revolucionario[23] para que los detenidos pudiesen modificar sus declaraciones.

A últimos de febrero, dada la conflictiva situación social en Zaragoza, los detenidos fueron llevados, fuertemente custodiados, a la cárcel de Burgos. La situación era muy diferente en la capital castellana y las penosas condiciones de la prisión se agravaban con el intenso frío. Miguel José le comentó a su hijo José al ser liberados que creía que fallecería en prisión[24]. Conocido el maltrato a los detenidos, la masonería zaragozana hizo algunas gestiones en favor del “hermano Alcrudo y su hijo”[25].

A finales de abril los miembros del Comité Revolucionario fueron liberados como resultado de una amnistía. Al llegar a Zaragoza los amnistiados aragoneses y Durruti se encontraron a la ciudad en huelga general que duraba casi un mes, con la consiguiente carencia de alimentos, lo que llevó a los comités de huelga a solicitar ayuda externa, incluyendo la acogida de niños durante el conflicto. Moisés Alcrudo formó parte del comité organizador para su traslado a Barcelona que contó con la oposición del gobierno civil de Zaragoza y el autónomo de Barcelona, pero causó un apoyo general que obligó a negociar una salida favorable a la huelga.

La conflictividad social fue en aumento en Aragón y especialmente en Zaragoza desde el final de la revolución de Asturias y durante todo del primer semestre de 1935, generando una espiral de acciones violentas que el nuevo gobernador, Francisco de Paula Duelo, quiso atajar con encarcelamientos selectivos. Entre otros, Moisés Alcrudo volvió a ser detenido en agosto. La amenaza de las durísimas condiciones carcelarias, que ya conocía de los dos años anteriores, así como su reciente unión libre con una joven maestra anarquista, Agustina Andrés, quebraron su vigor militante. El menor de los Alcrudo acordó retirarse públicamente de la CNT[26]. Volvería a militar en el sindicato libertario meses después, aunque ya no desarrollase un papel tan destacado.

En julio del 36, al estallar la rebelión militar y vencer en Zaragoza, los dos hermanos Alcrudo se encontraban en la ciudad. Con sus conocidos antecedentes políticos se escondieron por separado unos días, pero había amenaza de muerte a los que protegían a los buscados por las autoridades rebeldes y decidieron regresar a sus domicilios. No fueron detenidos inmediatamente, incluso a Miguel José las nuevas autoridades le facilitaron una escarapela amarilla para que siguiese actuando como médico, pero no la utilizó por la situación represiva. No pensó en huir por la delicada salud de su mujer, que falleció tras una intervención meses más tarde.

El 29 de julio nació Aurora, la hija de Moisés y su compañera Agustina. En septiembre, la represión fue terrible. En la misma madrugada son detenidos los dos hermanos: Miguel José en su casa de la calle López Allué, Moisés en la consulta donde residía. Esa noche le acompañaba su sobrino José, además de su compañera, su pequeña hija y su hermana. José Alcrudo Quintana considera que su aspecto juvenil, aparentaba menos de los 18 años que tenía, así como la presencia de la niña evitaron, su detención y la de Agustina, miembro de las Juventudes Libertarias, cuyo padre, el ferroviario de la CNT Juan Andrés Santuy, también fue asesinado. Pasaron a la comisaría y de ahí a la cárcel de la Falange, en la calle Ponzano.

Durante los cuatro o cinco días del internamiento, José Alcrudo, hijo y sobrino, respectivamente, de los dos detenidos, los visitó e intentó por todos los medios evitar su muerte. El jefe de Falange, Jesús Muro, había estado en la cárcel con Augusto Moisés y algunos de sus guardaespaldas eran conocidos como antiguos afiliados a la CNT, lo que le facilitó el acceso. También acudió al Colegio de Médicos. No obtuvo ayuda en ningún caso: en el mediodía del día 30 de septiembre de 1936 ambos hermanos fueron fusilados en el paraje de Valdespartera[27].

Dos médicos generosos y libres fallecieron con unos diagnósticos frecuentes en esa época: “fractura de cráneo por herida de arma de fuego”, en caso de Miguel José, “fractura de cráneo y hemorragia interna”, en el de Moisés Augusto. Para sus familiares, como para gran parte del país, quedaba por recorrer un largo camino de sufrimientos y penurias.

 

 

Sumario

 

 

 

El naturismo libertario en la Península Ibérica (1890-1939)

Josep Maria Roselló

 

Fuente: Ekintza Zuzena nº 32 http://www.nodo50.org/ekintza/article.php3?id_article=310

 

Josep Maria Roselló, en el libro La vuelta a la naturaleza, estudia las cinco corrientes principales del movimiento naturista, analizando sus aportaciones teóricas y prácticas, la trascendencia de sus propuestas, las revistas y publicaciones que sirvieron de soporte a la difusión de sus ideas, así como sus figuras más destacadas.

 

 

El Movimiento naturista

 

El pensamiento naturista en su conjunto o naturismo es una reacción ante el industrialismo inmoral -hoy, desarrollismo- que degrada la especie humana y destruye el planeta. Esta inmoralidad o falso progreso no se tiene de confundir con el verdadero pues, para el naturismo, tan natural es una lechuga como la electricidad, la cuestión radica en los usos poco adecuados de esta última o en su procedencia, por ejemplo, de fuentes nucleares.

 

El naturismo contemporáneo da sus primeras voces en las últimas décadas del XIX. Voces eminentemente terapéuticas y conservadoras a través del Almanaque Kneipp (1894-1898) o de la Farmacia Kneipp, fundada el año 1897 por Jaime Santiveri (1868-1938) y origen de la Casa de Productos de Régimen Santiveri. O voces más revolucionarias desde el naciente movimiento anarquista.

 

Se considera la primera asociación la Sociedad Vegetariana Española, fundada en Madrid en 1903, seguida de la Lliga Vegetariana de Catalunya, cinco años después. Con ellas también aparecen los primeros solariums y las primeras pensiones y restaurantes vegetarianos.

 

Esta inicial muestra asociativa nace desde arriba hacia abajo, pero en la segunda década del siglo, tendrá un cariz mucho más popular. La revista Helios (1916-1939) publica en 1925 una guía de ámbito estatal y muy exhaustiva del que es -entonces- el movimiento naturista en datos:

   Sociedades 17

   Grupos 38

   Prensa 12

   Consultorios médicos 28

   Masajistas, comadronas 4

   Pensiones, restaurantes 14

   Bibliotecas públicas naturistas 6

   Establecimientos de venta de pan integral 52

   Establecimientos de productos de régimen 35

 

Los años veinte y treinta son el período clásico del movimiento naturista, al cuajar en toda su complejidad y ser, a su vez, un movimiento de referencia social de todo lo que tenga que ver con preservar la naturaleza y volver a la vida natural. Especialmente durante estos años el naturismo está presente en toda la Península y, sin desdeñar cifras como las expuestas, en un movimiento con la regeneración del individuo como base, el sector orgánico solo representa una pequeña parte.

 

Los tres ejes

 

Los tres ejes básicos del pensamiento naturista son la creencia en un orden natural, la necesidad inmediata de volver a estar en armonía con él y el individuo como punto inicial de este retornar o regeneración. La existencia de un orden natural es la idea fundamental del naturismo; un orden en equilibrio que se perpetua así mismo y que tiene como principal elemento la equidad -la justicia-; es decir, en el caso de la agricultura, la biológica toma pero también da a la tierra mientras que la química solamente la expolia. El falso progreso nos aparta de este orden mediante una ficción, el artificialismo; causa de todos los odios, guerras o epidemias. El conjunto de leyes naturales que constituyen el orden natural son las mismas para la naturaleza, la sociedad y la humanidad. Motivo del que nace la necesidad del retorno del individuo hacia el mencionado orden el cual no es preciso explicar, pues, una vez se vuelve a estar en armonía todo deviene un fluir de la vida.

 

Caminos de regeneración

 

Para alcanzar este retorno son necesarios caminos de regeneración: el vegetarianismo trascendente y la desnudez física hacia la sicológica. El primero, considera la alimentación vegetariana como la propia de la especie humana, por las dos características inseparables que le da: la biológica y la moral, de aquí el carácter trascendente. El naturalista francés Georges Cuvier (1769-1832), considerado el padre de la anatomía comparada y la paleontología, elabora, para explicar la desaparición de los animales, la teoría de los catástrofes, diferente a la después mas aceptada del evolucionismo; sin embargo es muy valorado dentro del vegetarianismo, pues, sus estudios de anatomía comparada y fisiología son su argumentación biológica. Soledad Gustavo en "Jorge Cuvier" (1936) nos da una muestra de la consideración, en que se tenia y se tiene al naturalista. Las comparaciones anatómicas para determinar el carácter frugívoro de la especie son los siguientes:

  - aspecto no feroz.

  - manos y no garras, adecuadas para recoger frutos.

  - la dentadura preparada para cortar y triturar con una masticación más lenta y constante que requiere una producción de saliva al mismo ritmo.

 

Las comparaciones fisiológicas son tres:

- un estómago más grande y fuerte preparado para digerir especialmente los hidratos de carbono y la extensión del tubo digestivo que es de diez a doce veces la distancia de la boca al ano.

- más facilidad de digestión de las proteínas de origen vegetal sin creación de toxinas como las de origen animal.

- unas glándulas sudoríferas muy desarrolladas frente a su ausencia o poco desarrollo en los carnívoros.

 

El aspecto moral del vegetarianismo queda bien desarrollado en el pensamiento del filósofo venezolano, también naturista, Carlos Brandt (1875-?), especialmente en su obra El Vegetarismo (1909) la cual ha sido bastante reeditada a lo largo del siglo XX. En ella, se relacionan y argumentan todo un conjunto de razones de como el consumo de carne atenta contra el hecho de que todos los animales somos de la misma familia y, también, contra la ley natural de velar por la vida, alejándonos de las cualidades morales, propias de la especie humana, de justicia, bondad, solidaridad y tolerancia, fomentadas por el vegetarianismo.

 

El segundo camino, el de la desnudez, ve importante el desnudarse de nuestros vestidos por moralidad en contra de las obsesiones sexuales producidas por la ocultación del cuerpo, por salud por el contacto directo con los elementos naturales: tierra, aire, sol, agua y por estética, por ser la desnudez la belleza natural. Pero aún así, a pesar de su interés, no es lo más importante; para los decididamente partidarios de éste camino, la desnudez física es un paso hacia la desnudez sicológica, la decisiva en el momento de hacer desaparecer las barreras sociales que, separándonos por sexos o por roles sociales, imposibilitan la fraternidad entre humanos y de estos con la naturaleza.

 

Cinco corrientes

 

El pensamiento naturista toma diferentes vías según si al orden natural se le busca o no un origen y un destino divino, según si se considera o no que dentro del mundo capitalista es posible el naturismo o, bien, si se da una mayor tendencia hacia el vegetarianismo o hacia la desnudez.

 

Se dan cinco corrientes principales dentro del conjunto del movimiento naturista: el vegetarianismo naturista, la trofología, el vegetarianismo social, la librecultura o desnudismo y el naturismo libertario.

 

Las tres primeras tienen como guía el vegetarianismo trascendente y a pesar de las diferencias entre ellas, el punto en común es la tendencia a apartarse de la sociedad creando colonias en donde acoger a los nuevos adeptos. Esta actitud, por lo que respecta al vegetarianismo naturista y a la trofología queda reflejada en estos puntos:

   el individuo es visto en su dimensión biológica -física y psíquica- dejándose la social.

   la regeneración es vista como un apartarse de la sociedad para estar en armonía con las leyes naturales.

   la esperanza de que de unos padres naturistas nazcan hijos sanos y, de ésta forma, ir extendiéndose progresivamente como una mancha de aceite.

   la necesidad cristiana de querer ser bueno, es decir, de no reivindicar.

Estos planteamientos se recogen en la Asamblea Naturista de València (1922) y aún, hoy, son los hegemónicos dentro del movimiento naturista de tipo vegetariano.

 

Mientras el pensamiento anterior conduce, socialmente, a considerarse unos sabios que no deben tomar partido, pues, están llamados a poner paz entre las clases sociales enfrentadas para reducir la confrontación y mantener mejor la jerarquía clasista, entendida como el equilibrio natural entre las fuerzas evolutivas y las conservadoras, el vegetarianismo social contiene un cariz mucho más activo de difusión directamente vinculado con las corrientes progresistas de la época. El vegetarianismo social tiene escasa pero ruidosa incidencia dentro del movimiento, sólo un poco antes del Congreso Naturista de Bilbao (1925) a raíz de la publicación del manifiesto "A los naturistas españoles" (1924), donde el considerar la propiedad colectiva como ley natural levanta mucha polémica con las otras corrientes vegetarianas. La dictadura franquista borra posteriormente cualquier carácter reivindicativo mientras que, por otro lado, los más reaccionarios tienen campo abierto.

 

La librecultura tiene como punto principal el considerar la desnudez como el estado natural de la humanidad, por ello, la desnudez física es camino de la sicológica. Públicamente, en forma asociativa, tuvo de esperar hasta la II República española, proclamada el año 1931, para ser tolerada. Campos naturistas, revistas como Luz (1931), Nueva Vida (1931), Vita (1932), Febo (1933-?) y Biofília (1935-1937) en Barcelona, Natura (1932) en Madrid y Gimnos (1934-1937) en València o películas proyectadas en los circuitos comerciales como Desnudismo (1933) y Elysia (1936), son una buena muestra del auge de la librecultura que la dictadura franquista persigue y empuja a la clandestinidad.

La quinta corriente, el naturismo libertario, motivo del presente estudio se expone a continuación.

 

Naturismo y anarquismo: el naturismo libertario

 

El estudio del naturismo libertario es más complejo que el del resto de corrientes, pues, se da tanto en el movimiento anarquista como en el propiamente naturista, por eso es necesario analizar las diferentes perspectivas de relación entre las dos corrientes de pensamiento y, a la vez, hablar de Reclus y de Tolstoi precursores, ambos, de lo que poco después se denomina naturismo libertario. Eliseo Reclus (1830-1905), geógrafo y teórico del anarquismo, es muy influyente en el movimiento ibérico por la rapidez con que son traducidas sus obras, tal como ocurre con su gran estudio de geografía social El Hombre y la Tierra (1905-1908), material didáctico en la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia. En el volumen VI de este estudio se encuentran elementos de los cuales se nutre el naturismo libertario, Reclus, vegetariano, defiende, como un gran acontecimiento revolucionario, recuperar el derecho de los antiguos griegos a ir desnudos a la luz del sol, pasando a ser la ropa una cuestión exclusivamente climatológica. Si fuese necesario recomendar una obra del sabio geógrafo, breve, bella y didáctica de la interrelación entre naturaleza y sociedad sería, sin duda, El arroyo (1864).

 

También es pronto conocido en la Península, el escritor, pedagogo y revolucionario ruso León Tolstoi (1828-1910), promotor de un anarquismo basado en el mensaje social de la palabra de Cristo una vez desprovisto de todo aspecto religioso. Tolstoi, vegetariano y esperantista como Reclus, escribe en su postrer libro Últimas palabras (1909) que vivamos según la ley de Cristo: amandonos los unos a los otros, siendo vegetarianos y trabajando la tierra con nuestras propias manos.

 

A pesar de que no lo parezca, el naturismo y el anarquismo ibérico tienen los mismos puntos básicos en común: la idea de un orden natural del cual nos aleja el artificialismo, razón de la necesidad de retornar desde el individuo. Sin embargo esto no es motivo para que no se den más interpretaciones, pues, también, por ejemplo, se puede considerar un retorno a la sociedad natural -naturaleza- la insurrección para la instauración del comunismo libertario. Otra visión que no pasa por el naturismo libertario, así como, tampoco, guarda una relación necesariamente directa con él son las prácticas de los primeros anarquistas de la segunda mitad del siglo XIX, motivadas, quizás, por querer dar ejemplo de austeridad y de higiene social al no comer carne o no beber vino ni jugarse el sueldo a las cartas.

 

El naturismo libertario en su momento de más gran esplendor -los años veinte y treinta como el resto del movimiento naturista- tiene diferentes perspectivas:

   el naturismo y el anarquismo, dos puertas que dan al mismo lugar.

   el naturismo y el anarquismo, dos sistemas filosóficos diferentes pero obligadamente complementarios.

   el individualismo libertario.

   los anarquistas no naturistas Un mismo ideal

 

Dos maestros racionalistas, la madrileña Antonia Maymón y el sabadellense Albano Rosell, junto al barcelonés Adrián del Valle, son los partidarios más representativos de los que consideran naturismo y anarquismo un mismo ideal con dos entradas.

 

Antonia Maymon (1881-1959), es una destacada militante que se orienta en cuatro ejes: anarquismo, naturismo, liberación de la mujer y pedagogía racionalista. En el terreno del naturismo Maymon participa en el Congreso de Bilbao (1925), preside el de Málaga (1927), además de colaborar durante diez años en la revista Helios, hasta 1931, y seis, hasta 1932, en la revista Naturismo (1920-1934), es decir, es muy conocida y valorada tanto en el movimiento naturista como en el anarquista, con la visión que ella misma refleja, entre otros, en "Anarquismo y naturismo" (1925):

"(...) para mi no es naturismo aquel que no se preocupa de la vida integral del individuo y como ésta solo puede desarrollarse dentro de una sociedad igualitaria, sin leyes ni gobiernos, sin explotadores ni explotados, deduzco de aquí la consecuencia de que las ideas naturismo y anarquismo van tan íntimamente unidas, que no pueden separarse sin que a cada una de ellas les falte algo para ser completa." (p.12)

 

Y por si no ha quedado suficiente claro: "¿Que ley natural marca la explotación del hombre por el hombre?. ¿Puede ser naturista una colectividad donde exista esta anomalía?.Cualquier hombre libre al contestar a estas preguntas, habrá de unir los dos ideales tan íntimamente, que forzosamente se verán unidos, sin que puedan separarse uno de otro." (p.12)

 

El pionero del anarquismo en Catalunya, Albano Rosell (1888-1964), es también un activo naturista que a pesar de sus dos exilios en Montevideo, la capital uruguaya, uno a consecuencia de la Semana Trágica (1909) y otro, el definitivo, a causa de la represión previa a la dictadura de Primo de Rivera, participa muy activamente en los primeros años de la revista Helios. Igualmente, va de delegado al no llegado a celebrar Congreso Naturista Ibérico de Lisboa y edita, posteriormente, El Naturista (1922-1923) donde expone sus opiniones durante los años de definición del movimiento naturista. Su obra Naturismo en Acción (1922), es una crítica a la visión exclusivamente terapéutica sin una base filosófico social la cual desarrolla en El Naturismo Integral y el Hombre Libre (1918):

"(...) el Naturismo no es solamente un problema de higiene, de mesa, de terapia; (...) no son más que aspectos que estudia y razona el Naturismo; pero, además de estos aspectos estudia sus complementos que hacen relación con el medio social y económico vigente, con las necesidades de raza, de clima, de ambiente; con los sentimientos y lo que el hombre ha creado como ciencias, artes, lazos autóctonos, tradiciones modificables, afectos sanguíneos, bondades humanas, (...)." (p.69)

 

Rosell ve el naturismo integral o libertario como la ciencia del vivir felices que supera dogmas e "ismos", al ser producto del estudio de las leyes naturales. El naturismo integral abarca el aspecto físico-vital, el ético, el social, el artístico emotivo y el científico. La idea básica del aspecto social consiste no en resolver los efectos de la decadencia sino sus causas viendo como afrontar la resistencia del capital a la solución. Rosell, en su utopía naturista, En el país de Macrobia (1929), da un ejemplo de la importancia del aspecto artístico-emotivo, el sentido estético, el cual nos lleva a la identificación con las cosas y seres de la naturaleza.

 

Adrián del Valle (1872-?), periodista y escritor nace en Barcelona pero se instala definitivamente en la capital cubana después de la independencia de la isla, formando parte de la Sociedad Naturista "Pro-Vida". Su pluma, orientada por el anarquismo y el naturismo, escribe la novela Náufragos (1926) que aún sigue siendo la mejor descripción del naturismo libertario, a través de las vivencias del médico Octavio Alvar tanto ante las injusticias del mundo colonial como ante el retorno al orden natural que borra las clases sociales en la isla desierta que da título a la novela. En Naturismo (1931) expone su visión del naturismo a partir del aspecto sociológico y del filosófico:

"El objetivo del Naturismo sociológico es observar los obstáculos que ofrece la sociedad al desenvolvimiento natural del individuo y a la vez estudiar el modo de ir eliminándolos, hasta alcanzar un medio social que no esté en pugna con dicho desenvolvimiento." (p.24)

"El Naturismo filosófico debe proponerse unicamente el conocimiento de la naturaleza que circunda al hombre, la que constituye su medio. Estudiar al ser humano, en su naturaleza propia (constitucional) y con sus relaciones con el medio social (agregados humanos) y el medio natural (terrestre y cósmico). Y de semejante estudio deducir las reglas físicas, morales, sociales y naturales, más convenientes a la vida normal y armónica de los hombres." (p.27)

 

La Sociedad Naturista Cultural de Alcoi publica esta obra del escritor naturista, una muestra de que a pesar de vivir en la isla gran parte de su literatura se edita también en la península.

 

Diferentes pero complementarios

 

El Dr. Puente y el sindicalista montañés González Malo son dos ejemplos de considerar el anarquismo y el naturismo como dos sistemas filosóficos completos pero necesariamente complementarios.

 

Isaac Puente (1896-1936) nace en la población vizcaína de Las Carreras, se doctora en Medicina en 1918 y ejerce prácticamente toda su carrera en el municipio alavés de Maeztu. Puente es uno de los grandes difusores del naturismo libertario y el principal en dar a conocer la medicina naturista dentro del movimiento anarquista.

 

El médico libertario opina que anarquismo y naturismo son dos ideales diferentes que vistos como soluciones últimas crean dogmatismos -especialismos, dice él- en lugar de desarrollar nuestra libertad camino de la perfección humana. A pesar de todo, los considera compatibles y complementarios. Compatibles, por su idéntica finalidad de suprimir el dolor humano y su parentesco ideológico de encontrar la raíz del sufrimiento en el apartarse de la naturaleza.

 

Complementarios, al ocuparse de aspectos diferentes, el anarquismo libera el ser social y el naturismo libera el ser vivo. En "Generación Consciente" (1924), sigue esta exposición dando a ambos ideales una superioridad respecto al resto por:

   la disciplina a que someten los actos sociales y corporales.

   el entrenamiento consciente que esta produce en quien los realiza.

   La amplitud de miras que tienen a pesar de su especialismo.

   la exaltación del humanismo.

 

Jesús González Malo, sindicalista portuario, funda en 1930 un Grupo Naturista en el Ateneo Obrero de Santander afín a la C.N.T.. Un año antes había dado respuesta con el artículo "¿El Naturismo integral se basta a sí solo?", a otro de Silvestre del Campo partidario de las de un mismo ideal. González Malo pone el ejemplo de los tres brazos del mismo cuerpo, es decir, el anarquía es la meta -el comunismo libertario-, el sindicalismo es el medio colectivo para alcanzar dicho objetivo y, el naturismo, es el medio de perfección individual indisoluble del avance hacia la sociedad comunista libertaria.

 

El individualismo libertario

 

Costa Iscar, individualista libertario, realiza en su ensayo Crítica y concepto libertario del Naturismo (1923), una crítica al vegetarianismo naturista al relativizar el valor de la alimentación y de la medicina naturista, haciéndose partidario de la sobriedad más que de cualquier exclusivismo, a la vez que también critica la poca profundidad o el marcado conservadurismo de sus planteamientos sociales. En ésta línea, el concepto de naturismo libertario es un ideal de transformación social aunque, como buen individualista, le prevé un futuro de pequeñas colectividades agrícolas de afines, pues ningún ideal puede alcanzar el servir para todo el mundo y para todo momento.

 

Mientras que Costa Iscar no es naturista, el colectivo de la revista Iniciales (1929-1937) con sede en la barriada barcelonesa de Sants y, a su vez, heredera de Ética (1927-1929), sí que lo es, pero siempre con la idea de que es un empezar, no una finalidad, tal como simboliza su título y expone su primera editorial.

 

Para acabar éste apartado es necesario referirse a la familia Montseny y la segunda época de su publicación La Revista Blanca (1923-1936). Los Montseny consideran el individualismo como la interpretación más refinada de la anarquía siempre, eso sí, que no quiera imponerse en ella. Federica Montseny (1905-1994) ilustra bien el paso de "naturista" a "naturalista", máxime cuando el naturismo es uno de los ejes editoriales iniciales de su revista. En "El Naturismo" (1923), Federica escribe que éste necesita del anarquismo para tener un carácter transformador, mientras se decepciona por el auge, dentro del movimiento naturista, de posiciones más terapéuticas que sociales, lo cual la conduce a denominarse "naturalista" y a distanciarse, en la práctica, de los planteamientos naturistas, aunque no de ésta sensación en "Naturismo y naturalismo" (1927).

 

Anarquistas no naturistas

 

En el seno del movimiento libertario, no todos los anarquistas tienen la misma opinión. Los hay como Fortunato Barthe, maestro que coincide en las escuelas racionalistas de Alacant con Antonia Maymón, que afirma en "Como veo yo el naturismo" (1927) que un anarquista, a pesar de no ser naturista, nunca puede estar en su contra. Otros, sin embargo, le ven como una dispersión de las fuerzas o un retardar el objetivo principal de la revolución social que, una vez alcanzada, traerá consigo todo el resto añadido. Y, otros, hasta llegan a ridiculizarlo diciendo que es un querer hacer la revolución con coliflores y alcachofas.

 

La respuesta de los naturistas libertarios también es clara como se puede ver en "Algo sobre Naturismo" de Silvestre del Campo o "Se ríen de nosotros" de Julio Enrique, ambos de 1927. Tanto uno como otro, ven en el naturismo libertario un enriquecimiento del anarquismo y no ven en el hecho de que el capitalismo no permite serlo al cien por cien una justificación para dejar de intentar acercarnos a la naturaleza. Silvestre del Campo, añade que dado que ningún capitalista pide al obrero, para darle trabajo, la condición de alcohólico o de fumar tabaco, si uno no es capaz de afrontar sus propias debilidades o vicios difícilmente puede buscar la emancipación social.

 

Vegetarianismo y desnudismo

 

A diferencia del resto de corrientes, el naturismo libertario une ambos caminos. Del vegetarianismo no es necesario añadir nada a lo dicho en otros apartados, pero del desnudismo sí.

 

El naturismo libertario no comparte la idea de la librecultura de que el estado natural de la humanidad es la desnudez. El escritor Laura Brunet en la muy conocida Desnudismo Integral. Una nueva visión de la vida (1931), manifiesta la postura libertaria en tres aspectos: constata la existencia regulada de cuando ir vestido y cuando no en todas las sociedades, sitúa el problema en la transformación de una cuestión de abrigo en un tema de orden moral -el vestidismo- y muestra la simpatía hacia la librecultura por su carácter progresista.

 

Esta perspectiva está reflejada también en la encuesta de la revista Iniciales con colaboraciones desde septiembre de 1929 hasta abril de 1931. La encuesta recoge la crítica del vestidismo y su simbología clasista, defiende las ventajas higiénicas de la desnudez, su estética, su belleza como ejemplo de salud y combate guiada por la evolución contra el menosprecio del cuerpo por parte de la moral cristiana. Colaboran, entre otros, Puente, Maymón, Martínez Novella, Augusto Moisés Alcrudo y Pierre Vachet. Como no podía ser de otra manera en una publicación individualista no deja de señalar que, mientras que tomar el sol es saludable, el hecho de estar moreno no te hace ni mejor ni peor, por esto, en primer lugar es preciso despertar el espíritu de libertad del individuo el cual ya encontrará su propio camino para desarrollarlo.

 

La pedagogía naturista libertaria

 

La pedagogía libertaria también recibe aportaciones de Rosell y de Maymón, ambos pedagogos y maestros como ya se ha dicho. Rosell no cree, debido a la degeneración de la especie, que se venga a éste mundo como una página en blanco donde el resultado final es debido a lo que en ella se escriba. Él propone, en cambio, una reeducación de la infancia para devolverlos a la armonía con la naturaleza. En esta forma no es necesaria ninguna acumulación de materias o instrucción precisándose, en cambio, un sistema educativo mixto diferente donde el maestro es una especie de hermano mayor -iniciador- en una escuela al aire libre, sin vacunas y con una alimentación vegetariana, donde lejos de castigos y de premios, se potencia el darse cuenta de la trascendencia, en relación a los demás, de las propias acciones y su incidencia en la mencionada armonía. El pedagogo sabadellense, utiliza narraciones de otras experiencias educativas suyas -Albores (1932), la más conocida- como medio de fomento y percepción de dicha trascendencia. Su pensamiento queda expuesto en Naturismo y Educación de la Infancia (1918):

"Nuestra finalidad es dejar obrar a la Naturaleza, amortiguar en la infancia todo lo que de ilógico, y pernicioso aparezca, todo lo absurdo y violento que se presente, (...)." (p.6)

 

En 1912 se constituye en Vitoria-Gasteiz la primera tropa de la Asociación Nacional de los Exploradores de España (boy scouts españoles). Promotores de ésta asociación paramilitar son el capitán de Caballería, Teodoro Iridier, y el periodista y escritor barcelonés Artur Cuyàs afincado en Madrid y director de la revista El Hogar Español, el cual, tres años después, es nombrado su comisario general. Rosell consciente de la incidencia de la educación en el pacifismo o belicismo de los pueblos, señala y denuncia la presencia de los valores y la organización militar en el asociacionismo de Exploradores detrás de una fachada de camaradería y contacto con la naturaleza.

 

Maymón, cree que la educación es cosa de las mujeres y tiene de estar dentro del naturismo pues la salud física lleva al desarrollo de la inteligencia y la educación de los sentimientos. Esto representa una autoeducación de las mujeres adultas en el naturismo por su propia salud y el ejemplo que tienen de dar a los hijos, mientras que a las niñas les es necesaria una asignatura específica, maternología, capaz de desarrollar el amor de madre. Maymón escribe gran cantidad de artículos tanto en la prensa anarquista como en la naturista aunque su pensamiento educativo de escuela única para niños y niñas sin distinción de clases sociales se recoge en Esbozo Racionalista (1932).

 

Entre el naturismo libertario también es reconocida la obra del maestro de Azuaga (Badajoz), Daniel L. Coello, titulada El Naturismo y la educación (1924), mucho más cercana a los postulados vegetariano naturistas en cuestiones como que la finalidad propia de la mujer es la maternidad.

 

La ciudad-campo

 

El ingeniero y maestro racionalista murciano Alfonso Martínez Rizo (1877-1951), se considera a si mismo un naturista diletante por ello además de sus series de artículos, entre 1933 y 1934, en la revista Helios sobre la contaminación urbana y la contaminación agrícola, en la misma publicación, durante 1925, describe la vivienda base de la ciudad-campo que, después, desarrolla en La urbanística del porvenir (1932) desde una perspectiva colectiva. En ella incluye, también, una crítica a la ciudad inorgánica del crecimiento desorganizado del capitalismo, una ciudad -antieconómica por los gastos y la perdida de tiempo originados por las distancias, -antihigiénica por las condiciones de vida en aglomeración de las clases populares y, -antisocial por facilitar la neurastenia y el arribismo.

La estructura de la ciudad-campo, supera la división de los dos medios al formar un tejido integrado en la naturaleza. La distancia entre casa y casa es de cien metros de campo. Debido a la extensión, Martínez Rizo, planifica unas grandes avenidas bordeadas de árboles y con dos vías peatonales, formando una red octogonal que al entrecruzarse crean cruces y aspas para facilitar la forma triangular de las casas. A lo largo de las avenidas una línea de fachadas de edificios dedicados al comercio y no aptos para vivienda, mientras que el resto de servicios como escuelas o mercados de abastos están en núcleos, separados por un kilómetro de campo, en las plazas circulares resultantes de la confluencia de dos calles en cruz y dos en aspa. El tejido se completa con tres zonas: la industrial, la de estudios y la de ocio, exclusivamente dedicadas a estas finalidades. Los únicos límites de la ciudad-campo son los naturales.

 

La urbanística del porvenir significa adaptar la idea de ciudad-campo a una situación urbanística ya existente; por esto, Martínez Rizo, suponiendo la previa desaparición de la especulación inmobiliaria propone las siguientes medidas:

   demolición del ochenta por ciento de las viviendas de ciudades como Madrid y Barcelona.

   núcleos de población de cien mil habitantes.

   creación de un comité de regularización de la migración.

   reconversión de las casas adecuándolas a la nueva red.

 

La maternidad consciente

 

La teoría de Malthus del desigual crecimiento de la población en relación a los recursos para alimentarla, origina una nueva corriente, el neomalthusianismo, partidaria de difundir los métodos anticonceptivos.

 

El neomalthusianismo tiene eco en el movimiento libertario, pues permite la maternidad consciente -querida-, la cual, junto con la independencia económica de la mujer, representa los dos puntales de su liberación.

 

Isaac Puente es un gran difusor de los métodos anticonceptivos que, exceptuando la química, son los mismos de hoy en día. Aunque no todos en el mundo naturista opinan por igual, sí tomamos con referencia al colectivo de Iniciales y a Federico Urales, padre de Federica Montseny. Iniciales es partidaria del control de natalidad y distribuye el pesario "Fermita", pero esto no significa que no lo vea como algo antinatural, aunque menos natural es la miseria de las familias numerosas pobres, como dice Dróvar en "Quicio" (1934). Por otro lado, Urales no ve la necesidad del neomalthusianismo pues para él la naturaleza ya se regula sola y lo que le conviene al anarquista es librarse él y su descendencia de la explotación del capital, tal como expone en "Responsabilidad, personalidad, descendencia" (1925). El trofólogo Nicolás Capo tampoco es partidario de la anticoncepción, de hecho no le es necesaria pues la exclusiva función del copular -según él- es la reproducción. En "¿Somos los Naturistas Neomalthusianos o Tolstoianos?" (1934), trata de "anarquistas" a los adictos a los deberes matrimoniales. Capo, hace apología de la convivencia muy casta con una sola mujer, añadiendo que no se puede llamar hombre el que no aguanta un año sin relaciones. Ángel Benza en nombre de Pentalfa (1926-1937), la revista de Capo, dice en "El problema sexual y el Naturismo" (1935):

"El Naturismo aprueba, pues, que los que sepan transformar el exceso de la energía orgánica en energía superior, mental o espiritual, aprueba, digo, o se considera natural que no sientan necesidad del acto sexual, y que, en consecuencia, se abstengan de él." (p.4)

 

Desde que Galton funda la eugenesia en 1860, va enraizando la idea de que la selección natural tiene de ser sustituida por la social para garantizar la continuidad de la especie. La eugenesia se divide en positiva o potenciación de la reproducción de los más aptos y en eugenesia negativa o restricción de la procreación de los no aptos, también llamados degenerados. En la práctica y desde los estamentos estatales conduce a leyes de esterilización, por esto, desde el mundo libertario, primeramente neomalthusiano, se encuentran interesantes los conocimientos eugenésicos pero se está contra la esterilización y se reivindica el derecho a la salud que garantice una descendencia sana dentro de una sociedad sana.

 

Antonia Maymón lo plantea así en "Naturismo"(1925):

"Es, pues, evidente, que juntándose la ignorancia progenitora con la injusticia social, resultan de esta unión generaciones cada vez más degeneradas, y de aquí también se colige que no es bastante transformar la actual organización social por otra más justa y racional que la presente, ya que mientras el hombre sea esclavo de la alimentación antinatural y de muchos de los vicios que hoy se tienen, por distracción, placer o recreo, no será apto para perpetuar la especie en las condiciones que reclama la naturaleza, a fin de que resulten más sanos, no solamente física, sino intelectual y moralmente." (pp.21-22)

 

Desde las páginas de Generación Consciente/Estudios, revista libertaria emblemática, Puente, difunde extensamente el nomalthusianismo, la eugenesia y la medicina naturista en artículos como "Neomalthusianismo" (1930), "Eugenesia preventiva" (1925) o "Eugenia y Naturismo" (1928), popularizando, a su vez, el seudónimo "Un Médico Rural"

 

Las enfermedades sociales

 

Dentro del amplio abanico de médicos simpatizantes o militantes anarquistas, hay un sector interesado por la medicina naturista, de los cuales, José María Martínez Novella e Isaac Puente son los más destacados.

 

Martínez Novella nace en Alpuente (València) en 1896, se gradua como doctor naturópata en la escuela neoyorquina del Dr. Benedict Lust, para colaborar primero en el sanatorio de éste, hasta que abre uno propio en Cranburg, Nueva Jersey. Su actividad alcanza más allá del naturismo, es un difusor de la ciencia que escribe tanto en Helios y Naturismo como en Iniciales y Estudios.

 

Desde el naturismo y la medicina naturista, Isaac Puente, elabora dos conceptos antitéticos: el medicalismo y el sanitarismo. Puente cuestiona además la carrera y el papel del médico, se opone a la policía sanitaria y critica los absolutismos de algunos naturistas. Puente caracteriza el medicalismo como la fobia antimicrobiana necesitada de vacunas, lo cual le evita plantearse combatir el consumo de tabaco y de alcohol, la miseria y la ignorancia, transformando, de ésta forma, al medico en el único camino hacia la salud. En cambio, el sanitarismo supera las limitaciones de lo anterior, pues exalta la salud desarrollando las defensas del organismo, sin intentar adaptarlo a un medio social patógeno al que debemos derrocar y, a su vez, aumenta la cultura sanitaria en lugar del desarrollo de la complicación terapéutica.

 

El médico libertario cuestiona la carrera de medicina por su dogmatismo al ignorar la naturista pero, también, por su mercantilismo al dar a los conocimientos la característica de propiedad privada regulada por un código deontológico, sin hablar de la función social de la medicina.

 

Cuando, especialmente, los gobiernos republicanos promulgan leyes de policía sanitaria: declaración obligada de enfermedades infectocontagiosas o certificados prematrimoniales, Puente lo ve como un ataque a la libertad individual y a la integridad del organismo mediante las vacunas.

 

Los elementos de crítica de Isaac Puente a la medicina alopática también los hace extensivos a la naturista, es decir, los médicos naturistas no están libres de los vicios y defectos de los alópatas al tener que subsistir de sus conocimientos, aún que, a diferencia de aquellos, el autocontrol de la salud realiza la función de contrapeso. El médico libertario cuestiona, por ejemplo, dogmas como el del pan blanco, que es al que considera más una estafa -le quitan lo mejor de trigo- que un veneno. Igualmente relativiza el tópico de la eficacia de la vida natural, ya que en las grandes urbes no se puede ir más allá de una alimentación rigurosa y de tomar el sol los domingos que luce. Puente no le quiere restar importancia al naturismo, sino darle dimensión social en aspectos como el contemporizar con el uso de los medicamentos de la misma manera con que tenemos de contemporizar con un medio hostil.

 

Se pueden encontrar todas estas ideas en artículos como "Una falsa ruta de la medicina" (1931), "La libertad individual ante la Medicina""(1933), "La nueva Universidad. La medicina que se expende en las Facultades" (1926) o "Sanitarismo. Supervaloración de la salud" (1931). También en sus obras Embriología (1924), Los microbios y la infección (1931) o La Fiebre: sus causas, su tratamiento (1934), o La higiene, la salud y los microbios (1935).

 

Otros médicos libertarios, sin considerarse naturistas, apoyan las iniciativas de Puente en el sindicalismo sanitario, son el zaragozano Augusto Moisés Alcrudo, fusilado en 1936, y el sevillano Pedro Vallina (1879-1970), firmantes los tres de una ponencia al Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad en 1931.

Tanto Roberto Remartínez (1895-1977) como Eusebio Navas (1881-1966), médicos naturistas los dos, sin considerarse anarquistas, son, el primero, un colaborador continuado de Generación Consciente/Estudios y, el segundo, con menor frecuencia, es tenido por igual como un viejo amigo desde el ámbito libertario.

 

EPÍLOGO: Ecologistas, veganos y anarcoprimitivistas

 

Independientemente del interés de todo lo expuesto referente al naturismo libertario, éste desapareció como corriente en 1939. La dictadura franquista ya se preocupa lo suficiente de que sea así. Por ejemplo, la sociedad naturista de la población alicantina de Alcoi no puede legalizarse hasta los años setenta, casi veinte años más tarde que el resto, debido al recuerdo de la tradición libertaria de la Sociedad Naturista Cultural, ejemplo de asociación naturista harto reconocido en su momento.

 

A finales de los setenta se da alguna reanimación: aumenta la presencia libertaria dentro de las asociaciones naturistas y se publican boletines de algún colectivo vinculado a C.N.T. o a C.G.T., como el del Colectivo Naturismo y Ecología del Ateneo Libertario Carabanchel (Madrid) próximo a ésta última. De hecho son intentos basados en el pasado, mientras las jóvenes generaciones que despiertan socialmente en los años setenta u ochenta andan por otros caminos considerados parciales por la C.N.T. debido, según ella, a que el ecologismo o el feminismo no tienen una alternativa global. El espíritu que en una época se manifiesta como naturismo libertario, está presente -no digo continua-, por ejemplo, en marzo de 1989, en la VI Asamblea de la Coordinadora Asamblearia del Movimiento Ecologista (CAME) cuando se adhiere a los doce puntos del Manifiesto de Daimiel. El quinto, extraído de un estudio del autor (1989), es lo suficiente elocuente:

"Rechazamos, por tanto, el modelo de producción capitalista, y consideramos insatisfactorio todo socialismo burocrático y, en general, cualquier fórmula socio-económica basada en el productivismo y en la acumulación de poder." (pp.13-14)

 

Está presente, también, en toda la red vegana que desde la liberación animal aporta un vegetalismo de cariz social, muy relacionado con sectores del movimiento okupa: comedores, fanzines, música,...

 

Y, claro, no deja de estarlo, pero de otra manera, en la actual corriente anarcoprimitivista, la del Futuro Primitivo (1994) de John Zerzan que, desde los últimos estudios de antropología y arqueología, revitaliza la idea de la civilización como una degeneración portadora de estados y jerarquías.

 

Pero todo esto, realmente, ya es otro tema.

 

Bibliografía

 

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Josep Maria Roselló es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona

 

 

 

Sumario

 

 

Revolución y sanidad en España, 1931-1939

José Vicente Martí Boscà

 

Fuente: José Vicente Martí Boscà  jvmartibosca@wanadoo.es

 

Ponencia presentada en la I Trobada sobre Cultura Anarquista i Lliure Pensament “La Rosa Il.lustrada”. Universitat d’Alacant. Abril-Maig 2004. http://www.ua.es/cgt/rosa.htm


1.- Objetivo y contenidos.

 

El objetivo del presente trabajo es describir la aportación de los sanitarios libertarios durante el período de la IIª República y la Guerra Civil española. Forma parte de una investigación más amplia, iniciada hace varios años, destinada a conocer la medicina y la sanidad libertarias en España mediante la elaboración de una base de datos de biografías de sanitarios libertarios desde el inicio de la Iª Internacional en España, denominada Batas Negras, que desarrollamos con el profesor Antonio Rey González.

Este trabajo se divide en los seis apartados: objetivo y contenidos, generalidades, fuentes, antecedentes y contexto, apuntes biográficos, conclusiones y bibliografía.
 
2.- Generalidades.

 

Para la mejor comprensión de este trabajo, es necesario concretar algunos términos generales, aunque en aras de la necesaria brevedad, lo haré con la máxima concreción.

El primero es desechar el concepto de anarquismo como ideología acientífica, en la que, por tanto, no cabe expresión científico-técnica alguna, o cuanto mucho la participación de futuros científicos en su etapa juvenil, una especie de "zquierdismo infantil" que se cura en los años de madurez. No se trata tan sólo de una vieja afirmación desde el pensamiento marxista; es frecuente entre los historiadores del movimiento libertario, el español en este caso, ignorar cuando no menospreciar la participación entre los libertarios de militantes de amplia formación científica, en concreto, la medicina.

Esto nos lleva al segundo concepto que interesa acotar. El término medicina lo utilizamos como la expresión de las acciones que desarrolla la comunidad para proteger y restaurar su salud, más allá de una mera titulación universitaria. Lógicamente, con la incorporación del pensamiento científico, la medicina, como actividad profesional, se trasformó progresivamente en la actual ciencia social aplicada que no debemos reducir a una sola titulación sino considerar en conjunto (medicina en sentido estricto, enfermería, farmacia, veterinaria... entre las tradicionales).

La sanidad es la acción de gobierno para preservar la salud de una comunidad. Recalquemos las dos palabras subrayadas: acción, no mera teoría sino actuaciones concretas, y gobierno, en el sentido público, no sólo de acción gubernamental sino de ordenación colectiva de las acciones, opuesto a la actividad privada.

A partir de aquí hay que considerar las peculiaridades del movimiento libertario español, imposible en este espacio. Baste anotar, al menos, dos elementos en la etapa acotada: su gran implicación en el movimiento obrero, a través del anarcosindicalismo de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y su elevada afiliación, la mayor de cualquier organización política o sindical española.

Con estas premisas queda por expresar un último aspecto, propio de los estudios dedicados a la historia del movimiento libertario español. Es evidente que éste ha generado un gran número de trabajos, incluso más allá de su ideología y prácticas revolucionarios. La pedagogía, la prensa, la cultura, el teatro, el cine, la sociabilidad... han despertado, de forma paulatina, el interés de los historiadores. ¿Y sus componentes científicos? En ínfimo grado. ¿Y aspectos concretos de la actividad científica aplicados como son la medicina y la sanidad? Pocos también. ¿Pero es acaso hubo una medicina y una sanidad libertarias? Responder a esta cuestión es el objetivo del trabajo.

 

3.- Fuentes.

 

Para conocer la sanidad libertaria en este periodo histórico recurrimos a varias fuentes:

La comentada base de datos biográfica Batas Negras, en la que se recogen de cada sanitario tanto datos político-sindicales (artículos en prensa obrera, asociativa o libertaria, congresos sindicales, agrupaciones específicas, participación en hechos revolucionarios...), como científico-médicos (prensa y congresos médicos, colegios e instituciones profesionales, organismos sanitarios y asistenciales, órganos sanitarios de los gobiernos revolucionarios...).

Las propuestas y realizaciones sanitarias y asistenciales antes de la Guerra Civil, como la práctica médica en consultas y sanatorios libertarios, la Organización Sanitaria Obrera (JIMÉNEZ; MOLERO, 2003), de Barcelona, la mutua de la CNT en Madrid, la de Valencia...

Las agrupaciones sindicales con afiliación sanitaria: sindicatos de Oficios Varios, los sindicatos Únicos de Sanidad de la CNT, su intento de Federación de Industria en 1931 y su concreción en 1937, otras afiliaciones sindicales...

Las actuaciones sanitarias confederales en la Guerra Civil: las de la Cataluña revolucionaria (1936-37), del primer Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales con Federica Montseny (1936-37), del Ministerio de Instrucción Pública y Sanidad, con Segundo Blanco (1938-39), de otros gobiernos regionales, provinciales, comarcales o locales con participación de la CNT (Aragón, Valencia...).

La sanidad de guerra: prensa, organización y actuaciones sanitarias de las columnas milicianas y de las unidades de ejército con orientación cenetista.

 

4.- Antecedentes y contexto.

 

Lógicamente, las propuestas sanitarias de este periodo arrancan mucho antes de la proclamación de la IIª República. Sus antecedentes podemos ubicarlos en el inicio de la Iª Internacional (Asociación Internacional de los Trabajadores, AIT) en España (1869), de clara tendencia antiautoritaria. En el núcleo más destacado de la Sección Española de la AIT, el de Barcelona, un pequeño grupo de estudiantes desarrollaron un destacado papel en el desarrollo inicial de la AIT. Dos médicos ocuparon casi sucesivamente un primer plano en este núcleo del internacionalismo hispano: Gaspar Sentiñón y García Viñas.

 

4.1.- Gaspar Sentiñón Cerdaña (Barcelona, 1835?-1902) fue un personaje tan misterioso como esencial en los comienzos de la AIT en España. Muchas cosas seguimos ignorando sobre él: su origen, sus estudios, su juventud y, sobre todo, la causa de sus reservas, que sólo confió a su amigo Bakunin. Con una gran formación en ciencias, especialmente en medicina, pero también en filosofía, sociología e idiomas -se le atribuye un buen conocimiento de 29 idiomas- apareció ofreciéndose a la delegación española al IV Congreso de la AIT en Basilea (5-12 de septiembre de 1869) a la que representó con el delegado Farga Pellicer. Hasta junio de 1871, con su entrada en prisión, ocupó un papel destacado no sólo en la Sección Española de la AIT sino en el pequeño grupo de militantes e íntimos de Bakunin. Su epistolario con los miembros de la AIT es un verdadero repertorio de los más destacados de ellos, incluidos algunos partidarios de Marx. También fue el impulsor de la Asociación Libre-Pensadora, la más importante de su época, y de su órgano La Humanidad.

Tras su alejamiento de la militancia, Sentiñón volcó sus bastos conocimientos y las amplias relaciones en el ámbito médico, en el que fue un elemento insustituible en la introducción de la medicina internacional en España, como lo reconocieron Letamendi, Rodríguez Méndez o Giné i Partagás, entre los muchos destacados profesionales del último tercio del siglo XIX.

Traductor, autor de libros, artículos y de casi tres mil reseñas de artículos, sesiones científicas y congresos médicos de varios países e idiomas durante más de treinta años, su labor editorial y científica es superior a muchas instituciones de la época.

Desde 1885 volvió a colaborar como articulista, conferenciante y profesor de idiomas en la prensa y centros sociales, tanto libertarios como librepensadores: Acracia, La Luz, El Productor, en ateneos o en los inicios de La Escuela Moderna -fue introductor en España de la pedagogía integral de Paul Robin y mentor de Ferrer Guardia-.

Defensor de la higiene, del evolucionismo y de la medicina laboral, sustentó las bases del conocimiento científico en la estadística, la experimentación y la bibliografía exhaustiva.

 

4.2.- José García Viñas (Málaga, 1838-Melilla, 1931), hijo del conocido librero y editor progresista García Tabodaela, estudió medicina en Barcelona desde 1868, formando parte del dinámico grupo de estudiantes internacionalistas, aunque también militó en la Federación Local malagueña.

Cuando en 1871 Sentiñón abandonó la AIT, García Viñas se convirtió en uno de sus militantes más destacados y radicales. Participó en congresos obreros nacionales e internacionales (Ginebra, 1873; Berna, 1876; Verviers, 1887). En 1877 se doctoró con la tesis Apuntes para el estudio médico-higiénico de la miseria. Dirigió durante ese año y el siguiente La Revista Social, de Barcelona.

En 1881 abandonó la Internacional tras la polémica clasista y regresó a Málaga. Ejerció la medicina con el mismo espíritu social. A principio de siglo se trasladó a Melilla, al obtener plaza de médico de la Beneficencia Municipal, de la que fue director así como del hospital de la Cruz Roja de la esa ciudad. Fue fundador, delegado y colaborador de la organización georgista Liga para el Impuesto Único y publicó varios artículos en su periódico El Impuesto Único, siempre con una fuerte orientación social. En abril de 1931 obtuvo el acta de concejal en Melilla, falleciendo ese mismo año, el 7 de septiembre. Siempre fue defensor de la higiene y de sus implicaciones sociales.
 
4.3.- El pensamiento naturista. El naturismo libertario.

Aunque el naturismo es un pensamiento filosófico, tiene importantes implicaciones médicas. En España, en las primeras décadas del siglo XX, el naturismo tuvo especial arraigo popular entre los libertarios, sin que, en absoluto, se pueda adscribir a esta ideología todo el pensamiento naturista. Lo que sí es cierto es que en las publicaciones culturales libertarias, encontraron los naturistas un espacio abierto para la expresión de sus ideas. El caso más destacado es la mejor publicación cultural anarquista, Generación Consciente. Revista Ecléctica, nacida en Alcoy en 1923 y trasladada a Valencia en 1925, que por motivos de censura cambió su nombre por Estudios. Revista Ecléctica (1928-1937), manteniendo el mismo equipo editorial, coordinado por José Juan Pastor, y continuando la numeración. Tanto una como la otra, sin ser publicaciones naturistas, dedicaron a esta filosofía no sólo muchos artículos sino también libros; así la Biblioteca de Estudios, cuidada colección de textos culturales, científicos e ideológicos, tiene la serie Conocimientos Útiles de Medicina Natural, en la que publicaron, entre otros, los mejores autores naturistas de la época. Con todo, debemos resaltar que la identificación entre naturismo y anarquismo es errónea también en el ámbito sanitario, ya que los médicos libertarios, dentro de un gran respeto hacia esas ideas, no aplicaban de forma mayoritaria la medicina naturista.

También se editaron en estos años publicaciones periódicas que conjugaban tanto el pensamiento libertario como las ideas naturistas, es el caso, entre otras muchas, de la barcelonesa Ética-Iniciales (1927-1937), que cambió de nombre dentro de la misma publicación, o de la valenciana Gimnos (1934-1937), las dos con una orientación concreta dentro del naturismo, el naturonudismo.
 
4.4.- El neomaltusianismo y el anarquismo.

Los otros dos elementos determinantes de la práctica sanitaria libertaria vienen determinados por los problemas de la reproducción. El primero de ellos es el neomalthusianismo, concebido como la propuesta que proponía permitir la decisión de las personas, especialmente las mujeres, a decidir el control de la natalidad. Si esto hoy lo concebimos como un derecho esencial, su importancia era entonces mayor entre el proletariado dadas las penosas condiciones de vida que tenían los trabajadores y que se agravaban con el número de hijos. El exceso de hijos en las familias trabajadoras llevaban a la miseria, enfermedad y mano barata para la fábrica o los ejércitos.

Un personaje clave en el neomalthusianismo hispano es Luis Bulffi, que mediante el título de un conocido texto lanza la consigna frente a esta situación: ¡Huelga de vientres!. Ante esta postura, la Iglesia, los nacionalismos y la burguesía, por distintos motivos, coincidieron en oponerse. La propaganda de los métodos anticonceptivos estaba prohibida.

Buena parte del anarquismo español se adscribirá con acciones y escritos a esta tendencia, aunque también hay autores ácratas, sobre todo desde La Revista Blanca, que consideran que la disminución en el número de los trabajadores puede retrasar la revolución y se oponen al neomalthusianismo. El organismo que coordinaba las acciones en defensa de la generación consciente -lema que también utilizan las publicaciones libertarias- fue la sección española de la Liga para la Regeneración Humana. Desde los inicios del siglo XX, y vinculadas a la revista barcelonesa Salud y Fuerza, de la Liga, aparecen en la ciudad condal las primeras clínicas de planificación familiar, contando con la colaboración de médicos y matronas de ideas avanzadas. Todo ello desemboca en la llamada nueva moral sexual cuyo eje es la decisión de procreación y su sexualidad por las mujeres.
 

4.5.- La eugenesia y la nueva moral sexual en los años 30.

El último elemento que configura el pensamiento y la práctica médicas en el movimiento libertario español de la IIª República es la eugenesia, entendida como la mejora de la reproducción humana. Ajena a los planteamientos racistas de la eugenesia positiva, se trataba de eliminar el proceso de degeneración mediante la orientación médica, que los médicos libertarios proponían acompañar de medidas sociales y sanitarias, destinadas a la protección materno-infantil, entre ellas, regularizar la interrupción voluntaria del embarazo, sometida a los riesgos de la clandestinidad y la falta de recursos. Todo ellos marcó una nueva moral sexual en la que la mujer tuviese capacidad efectiva de decidir su sexualidad. Eugenesia y sexología tuvieron en el médico anarquista Martí Ibáñez a su mejor teórico desde la revista Estudios, las conferencias y cualquier medio de divulgación a su alcance.
 
5.- Algunos apuntes biográficos.

Hemos seleccionado un pequeño número de biografías que pueden resumir las características y actuaciones de los profesionales de la medicina ligados a anarquismo español de la IIª República.
 
5.1. Isaac Puente

Isaac Puente Amestoy, uno de los anarquistas más acreditados desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la Guerra Civil, nació en Las Carreras (Vizcaya) en 1896,hijo de un militar carlista. Estudió con los jesuitas de Orduña y la carrera de medicina en las Universidades de Santiago y Valladolid, entre 1914 y 1918, ejerciendo de médico en Cirueña (Logroño) y, desde 1919, en Maestu (Álava). Tal era su aprecio por su trabajo que firmó muchos artículos y folletos con el pseudónimo de "Un Médico Rural";. Desde 1923 colaboró asiduamente en la prensa libertaria, destacando sus artículos sobre neomalthusianismo, sexualidad y naturismo en la revista alcoyana Generación Consciente, colaboración que mantuvo en su sucesora Estudios,así como en la barcelonesa Ética / Iniciales En 1930 es nombrado diputado provincial de Álava, por designación del Colegio de Médicos, renunciando a los dos meses a ese cargo de representación política.

Como es un personaje conocido y estudiado, esquematizamos su presencia histórica en cuatro vertientes:

Fue uno de los principales teóricos anarquistas en el periodo republicano. Así, en octubre de 1933 el Pleno Peninsular de la FAI lo designó ponente para redactar el dictamen sobre el concepto de comunismo libertario. Sus folletos sobre este tema, especialmente El comunismo libertario, alcanzaron una gran difusión e incluso se reeditan hasta fechas muy recientes, siendo ése uno de los textos más divulgados del anarquismo hispano.

Propagador de temas sanitarios sobre todo de neomalthusianismo, higiene, sexología y naturismo.

Médico naturista y autor de publicaciones médicas. Fue muy apreciado por su humanidad entre los pacientes. Su naturismo no representa una oposición extrema a la medicina académica sino más bien a los excesos terapéuticos, mercantilistas y clasistas de ésta. Partidario de la prevención, de la información clara y veraz y del cuidado del cuerpo, defendía una potente asociación entre salud y revolución.

Militante revolucionario. Puente no fue sólo un teórico, sino que se implicó en actuaciones concretas como su pertenencia, por encargo del Comité Peninsular de la FAI, al Comité Nacional Revolucionario de 1933, responsable de coordinar el levantamiento en Aragón y La Rioja, con Durruti, Cipriano Mera, los hermanos Alcrudo, entre otros, motivo por el cual fue encarcelado, como el resto, hasta mayo de 1934, continuando luego con su militancia y las actuaciones de difusión.

En realidad, estas cuatro facetas se entrecruzaban de forma íntima en la actividad cotidiana de Puente. La rebelión militar del 18 de julio de 1936 le sorprendió en su trabajo en Maestu, donde fue arrestado y trasladado a Vitoria; el 1 de septiembre se le sacó de la cárcel y fue fusilado en Pancorbo (Burgos) junto a dos jóvenes compañeros de militancia. Después de haber sido ejecutado, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas, de Burgos, lo condenó a muerte.


5.2.- Félix Martí Ibáñez (Cartagena, 1911-Nueva York, 1972)

Félix Martí Ibáñez, hijo del destacado pedagogo valenciano Félix Martí Alpera, estudió medicina en Barcelona y se doctoró en 1934 en Madrid, con la tesis Historia de la psicología y fisiología místicas de la India. Ya desde muy joven se vinculó a organizaciones libertarias y fue escritor asiduo en la prensa ácrata. En el mismo año comenzó a colaborar en la Estudios. Revista Ecléctica, tanto con artículos y libros sobre eugenesia y educación sexual, así como en la aplicación práctica de sus conocimientos en la forma de un consultorio, el consultorio psico -.sexual. En octubre de 1936 fue nombrado director general de Sanidad y Asistencia Social en la Cataluña revolucionaria, y efectuó, durante los diez meses que detentó el cargo, una serie de transformaciones sanitarias, entre las que sobresale la liberalización del aborto en un contexto de servicios de atención sociosanitaria a la mujer y la infancia, desarrollando, además, programas sociales de lucha contra las enfermedades venéreas, la tuberculosis, la lepra o las enfermedades mentales. También, a principios de 1937, fue designado subsecretario del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, puesto al que renunció para desarrollar su actividad en Cataluña. Representó a las organizaciones libertarias en los congresos contra la guerra de Ginebra (1936) Nueva York y Méjico (ambos en 1938) estos dos últimos en el marco de un detenido recorrido por Norteamérica recabando apoyos.

Derrotada la República en Cataluña, cruzó los Pirineos con los restos del ejercito y, tras permanecer clandestinamente en Francia, se trasladó a los EEUU, donde pudo residir gracias al prestigioso historiador de la medicina Henry Sigerist. Allí inició una nueva etapa que le llevó a trabajar en varios laboratorios farmacéuticos. También fue profesor y director del Departamento de Historia de la Medicina en el New York Medical College, aunque su obra más relevante fue la creación de la editorial MD Publications Inc, origen de diversas colecciones de libros y revistas médicas, entre las que destacan las cinco ediciones de MD, cuadernos mensuales de más de cien páginas, creados en 1957 y que llegarían a distribuirse a más de 400.000 médicos de todo el mundo. Ha sido el editor español más importante de publicaciones médicas.
 
5.3.- Amparo Poch y Gascón (Zaragoza, 1902-Toulouse, 1968).

De origen familiar conservador -su padre era suboficial del ejército-, esta mujer, una de las escasas del colectivo médico, fue una magnífica estudiante de medicina en Zaragoza, la segunda mujer en licenciarse en medicina en esa universidad y premio extraordinario fin de carrera. Previamente, por imposición familiar, estudió magisterio.

Si como libertaria era de tendencia moderada, militó en el Partido Sindicalista de Ángel Pestaña, como feminista pensó, escribió y vivió de forma radical. Partidaria del aborto en condiciones especiales y defensora del amor libre, participó en la fundación de la organización Mujeres Libres, la última rama, no bien aceptada, del movimiento libertario español. También fue presidenta de las mujeres de la Sección Española de la organización pacifista War International Resister (IWR).

Durante el ministerio de Federica Montseny fue designada consejera médico del Consejo Nacional de Asistencia Social (1936). Dedicada a la pediatría y a la asistencia a los problemas de la mujer, dirigió en Barcelona, el Casal de la Dona Treballadora desde 1937. Al acabar la Guerra Civil partió al exilio en Francia, dedicándose a la asistencia de los exilados españoles. Es autora de deliciosos textos literarios y libros de divulgación médica (RODRIGO, 2002a).
 
5.4.- Javier Serrano Coello (Barcelona, 1897-1974)

Javier Serrano, hijo de emigrantes en Barcelona, estudió medicina en esa universidad (1928), y tras la práctica rural en l’Espulga Calba volvió a ejercer la medicina general en Barcelona, donde era muy conocido -a publicación naturista Helios le llama "el médico bienhechor" por su tendencia a no cobrar a los trabajadores-. Fue uno de los ideólogos de la sanidad libertaria, tanto por sus artículos como por sus acciones, como ser, el principal promotor de la Organización Sanitaria Obrera (OSO), ya citada. Fue un partidario claro de la educación sanitaria, la higiene y dietética, respetuoso con el naturismo, que consideraba complementario a la medicina tradicional y con límites terapéuticos claros aunque mucho futuro, era enemigo declarado del mercantilismo médico. En la Guerra, formó parte del equipo cenetista de la Consejería de Sanidad y Asistencia Social. Se exilió al acabar la contienda aunque volvió a España en 1946, ejerciendo en su consulta de Barcelona.

 

5.5.- Pedro Vallina Martínez (Guadalcanal, Sevilla, 1879-Veracruz, Méjico)

Pedro Vallina representa por sí mismo una parte esencial de la historiografía anarquista europea. Tras estudiar el bachillerato en Sevilla, pasó a Cádiz, ya convencido militante anarquista, para empezar los estudios de medicina. Allí tenía, y aún tiene, Fermín Salvochea una gran admiración y afecto populares, que Vallina sintió por él toda su vida. Contactó y tuvo gran amistad con el revolucionario gaditano en Madrid, donde estudió dos cursos de Medicina, siendo alumno de Cajal. En la capital conoció también a otros revolucionarios como Nicolás Estévanez, Soledad Gustavo, Urales, Corominas, Barriobero y a los parlamentarios Pi y Margall y Castelar, que influyeron reiteradamente para evitarle detenciones. Desde Madrid tuvo que partir al exilio por las amenazas recibidas de los militares al apoyar la independentista Segundino Delgado.

En París conoció a varios de los más destacados revolucionarios de la época, como Louise Michel, Éliseé Reclus, Grave, Faure, Malato, Robin, Guillaume o Ferrer Guardia. No cesaron allí en sus actividades, volviendo puntualmente a España para participar en acciones revolucionarias y siendo hostigado por la policía francesa que en 1906 lo expulsó, acusado de atentar contra Alfonso XIII el año anterior en París. Extraditado a Inglaterra, allí además de terminar sus estudios de medicina, continuó en el ambiente anarquista con Rocker, Malatesta y Tarrida del Mármol. En Londres, con una situación policial mucho menos opresiva, inició sus conferencias sobre neomalthusianismo, del que fue uno de los precursores en España, sin dejar sus actividades libertarias. Volvió en 1914 aprovechando la amnistía por la Guerra Mundial.

En España tuvo que revalidar los estudios médicos y continuó con su militancia libertaria desde Sevilla, lo que le provocó continuos destierros, detenciones y encarcelamientos. Entre sus destinos forzosos se encontraron los pueblos más inhóspitos de Extremadura, la comarca entonces denominada "la Siberia extremeña". Durante su destierro ellos, su ética anarquista y su buen hacer médico le garantizaban la simpatía de las poblaciones donde era trasladado a la fuerza, los caciques locales temían su presencia por la difusión del pensamiento libertario. También fue expulsado a Tánger, Casablanca y Lisboa.

Entre sus actuaciones médicas destaca la creación de un sanatorio antituberculoso en Cantillana, en terrenos de su familia, que funcionó hasta su destrucción por las tropas franquistas. En Cantillana no se cobraba a nadie, viviendo su familia de la huerta del sanatorio.

Con la proclamación de la República intentó movilizar los sentimientos revolucionarios, no siempre de acuerdo con la estructura confederal. Incluso apoyó la candidatura de Blas Infante en las primeras elecciones a diputados de la República.

Una vez iniciada la rebelión de 1936, organizó grupos de milicianos especialmente en las zonas donde había desarrollado su actividad profesional, impulsando la sustitución de ayuntamientos por consejos populares y la modificación de la estructura social y económica de los pueblos. También desarrolló muy activamente otras funciones: médico de las columnas de milicianos de Guadalajara, director del hospital miliciano de Cañete, médico en los hospitales militares. Con la caída de Barcelona se exilió a Francia y de allí a Santo Domingo. Su destino definitivo fue la población de Loma Bonita, en la región mejicana de Oaxaca. Sólo con la edad y el agotamiento consintió en marcharse a Veracruz, donde falleció con tan escasos bienes como los que había poseído en vida. Es uno de los mejores ejemplos de fidelidad durante toda su vida al ideal revolucionario.

Vallina hizo algunos comentarios sobre temas médicos en sus memorias, sobre todo sobre la degradación profesional de muchos de sus compañeros de oficio, los "médicos indignos" como él los llamaba. Su ejercicio profesional fue tanto en medicina general como en cardiología, especialidad que practicó con reconocida destreza. No era un médico naturista, pero su formación europea y su mentalidad libertaria le permitieron utilizar la terapéutica naturista para obtener los mejores resultados con sus pacientes. Representa no sólo el ejemplo del revolucionario infatigable, sino también el del facultativo honesto y riguroso con una inmenso sentido social de su práctica médica. Ha sido motivo de personajes literarios, tanto en su época (R. BARBOSA, reedición en 2003) como actualmente (TORTAJADA) e incluso aparece como personaje secundario en la cinematografía más reciente, en la película de Antonio Gonzalo, Una pasión singular (2002), dedicada a la biografía de su amigo Blas Infante.
 

5.6.- José Pardo Babarro (1911-1938)

Aunque otros médicos anarquistas gallegos más relevantes podrían estar en esta selección, la figura poco conocida de Pardo Babarro tiene un interés especial. Siendo estudiante de medicina en, se vinculo al Sindicato de Sanidad de la CNT, coordinado por el médico y escritor Álvaro Paradela. Se especializó en oftalmología en la clínica de ojos de la facultad de Madrid y con el doctor Marañón. Vuelto a Ourense colaboró en la prensa ácrata gallega, como Solidaridad Obrera, de la Confederación Regional Galaica o el coruñés Brazo y Cerebro, en el que se encargaba de la sección de sexualidad. Sus artículos tratan de propaganda libertaria, cultura y divulgación médica. Al mismo tiempo pasaba consulta, con un descuento del cincuenta por cien a los afiliados a la CNT. En 1936, al estallar la rebelión militar y triunfar en Ourense, es enrolado a la fuerza en las tropas fascistas como alférez médico y falleció en campaña, aunque parece que fue asesinado desde por los rebeldes.
 

5.7.- Juan Morata Cantón (Almería, 1899-1994)

Uno de los médicos libertarios de la regional del Centro, fue miembro del Sindicato de Sanidad de la CNT y como tal participó en la incautación del colegio de médicos de Madrid en julio de 1936, del que sería presidente meses después, aunque apenas ejerció ese puesto por sus vinculaciones a Valencia y Barcelona como sucesivas sedes del Gobierno Republicano. Así, fue director general de Sanidad y Asistencia Social con Federica Montseny, a propuesta del Sindicato de Sanidad de la CNT, y subsecretario del Ministerio, en sustitución de Martí Ibáñez. Durante la Guerra publicó textos de defensa frente a armas químicas. También era secretario general del Comité Central de la Cruz Roja Española, por lo que fue enviado con el libertario Fidel Miró tras la caída de Cataluña a la Ginebra, sede de la Cruz Roja Internacional, con intención de que ésta intercediera ante Francia, el Reino Unido y otros países democráticos en solicitud de barcos para los refugiados en el Mediterráneo español, misión , como sabemos, sin éxito.

Se exilió en París y luego en Méjico, donde colaboró en la fundación de la seguridad social. Luego vivió en Cuba para volver a Méjico y, en 1963, a España. Trabajó de médico titular en Alcalá de Henares.
 
5.8.- Augusto Moisés Alcrudo Solórzano (La Puebla de Alfidén, Zaragoza, 1892 - Zaragoza, 1936)

Augusto Moisés Alcrudo estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Zaragoza. Como estudiante participó con el grupo más dinámico de la cultura de la época, siendo el impulsor de la revista universitaria Paraninfo (1913-1915). Finalizó sus estudios en julio de 1916, comenzando su actividad profesional en Zaragoza de forma inmediata. Trabajó como médico de enfermedades venéreas. En su consultorio organizó con su hermano mayor Miguel José, también médico, un igualatorio basado en el pago de una cantidad acordada con los pacientes, trabajadores cenetistas en buena parte. No era una actividad muy lucrativa, por la orientación social que los dos hermanos decidieron dar al consultorio.

Augusto Moisés militó en las agrupaciones republicanas, como el Partido Republicano Radical Socialista y, más tarde, en Izquierda Revolucionaria y Antiimperialista (IRYA). En 1930 ambos hermanos se integraron en la CNT aragonesa.

Ese mismo año de 1930, en junio, Augusto Moisés se inició en la masonería de Zaragoza, aunque su obediencia masónica no tuvo tanta importancia como la de Miguel José.

La incorporación de Moisés a la CNT supuso que pronto desarrolló un relevante papel la organización sindical libertaria. Publicó con frecuencia en prensa ácrata como Estudios, CNT y Solidaridad Obrera.También fue miembro del equipo de reacción del semanario libertario Cultura y Acción. Participó en mítines e impartió conferencias en ateneos y sindicatos obreros. Formó parte de la peña Salduba, tertulia ácrata que se organizó en el café del mismo nombre en Zaragoza. A la tertulia, que se reunía los domingos por la tarde, concurrían acreditados libertarios de la CNT como Miguel Abós, Ramón Acín, los dos hermanos Alcrudo, Servet Martínez o Luis Mainar. En algunas ocasiones asistía Isaac Puente.

En julio de 1931 participó como delegado del Sindicato de Higiene y Sanidad, de Zaragoza, al Tercer Congreso de la CNT, celebrado en Madrid en el teatro del Conservatorio. En el último trimestre de ese año se reunió también en la capital el Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad. Los sindicatos se adhirieron a la CNT. En él destacaron las ponencias de Augusto Moisés Alcrudo. La propuesta era, conforme al modelo general, constituir la correspondiente Federación Nacional de Industria. Moisés Alcrudo e Isaac Puente, entre otros, fueron designados para elaborar los estatutos. Augusto Moisés fue elegido vicepresidente de la Federación Nacional de Industria de Sanidad, pero lo cierto es que este organismo, en el que también participó su hermano, tendría una corta vida.

El enfrentamiento entre el gobierno republicano y la CNT fue en aumento y se acercaba el momento de las insurrecciones libertarias en diferentes zonas del país. Ante estos hechos los responsables gubernativos encarcelaban a los cenetistas más destacados. Así, el primer día de 1933 el gobernador de Zaragoza ordenó la detención de un destacado grupo de libertarios, entre ellos Moisés Alcrudo.

Pero la acción más importante, en la que iba a tener un papel relevante, fue la sublevación del 8 al 14 de diciembre, muy intensa en el valle del Ebro y poco en el resto del país. Los Alcrudo fueron aprehendidos la noche del día 7 de diciembre, el 16 se detuvo al resto del Comité Revolucionario, excepto a Durruti que estaba en Barcelona. Se agrupó a los principales responsables en la cárcel de Torrero, en Zaragoza, para que el correspondiente Tribunal de Urgencia instruyese la causa. Moisés y Miguel José ingresaron en aquella prisión.

A últimos de febrero, dada la conflictiva situación social en Zaragoza, los detenidos fueron llevados, con fuerte custodia, a la cárcel de Burgos. Las penosas condiciones de la prisión se agravaron con el intenso frío. A finales de abril los miembros del Comité Revolucionario fueron liberados como resultado de una amnistía. A regresar a Zaragoza la ciudad estaba en huelga general que duraba casi un mes, con la consiguiente carencia de alimentos, lo que llevó a los comités de huelga a solicitar ayuda externa, incluyendo la acogida de niños durante el conflicto. Moisés Alcrudo formó parte del comité organizador para su traslado a Barcelona que contó con la oposición del gobierno civil de Zaragoza y del autónomo de Barcelona, pero causó un apoyo general que obligó a negociar una salida favorable a la huelga.

La conflictividad social fue en aumento en Aragón, especialmente en Zaragoza, desde el final de la revolución de Asturias y durante todo del primer semestre de 1935, generando una espiral de acciones violentas que el nuevo gobernador quiso atajar con encarcelamientos selectivos. Entre otros, Moisés Alcrudo volvió a ser detenido en agosto. La amenaza de las durísimas condiciones carcelarias, que ya conocía de los dos años anteriores, así como su reciente unión con una joven maestra anarquista, Agustina de Andrés, quebraron su vigor militante. El menor de los Alcrudo acordó retirarse públicamente de la CNT. Volvió a militar en el sindicato libertario meses después, aunque ya no desarrollase un papel tan destacado.

En julio de 1936, al vencer la rebelión militar en Zaragoza, los dos hermanos Alcrudo estaban en la ciudad. No fueron detenidos inmediatamente. No pensaron en huir por la delicada salud de la mujer de Miguel José, que falleció tras una intervención meses más tarde, y porque la compañera de Moisés iba a dar a luz en esas fechas: su hija nació el 29 de julio. En septiembre, la represión fue terrible. Detuvieron a los dos hermanos y el 30 de ese mes ambos fueron fusilados en el paraje de Valdespartera.
 
5.9.- El exilio interior como supervivencia: Roberto Remartínez Gallego (Madrid, 1895 - Valencia, 1977)

Este conocido médico naturista, aunque nunca se definió como libertario, estuvo vinculado al mundo cultural anarquista a través de sus publicaciones culturales, como Generación Consciente, en la que colaboró con artículos sobre naturismo y neomalthusianismo desde sus primeros números. Estudió las carreras de medicina y veterinaria en la Universidad Central de Madrid, siendo durante la primera condiscípulo y amigo de Eduardo Alfonso, su introductor años más tarde en el naturismo. También tenía el título de maestro. Ejerció la medicina académica en su consulta y en la clínica de la Cruz Roja, en Madrid, pero la experiencia tras un grave problema de salud le hizo adentrarse en el naturismo, trasladándose a vivir a Valencia, donde desarrolló casi toda su carrera profesional. Fue nombrado académico correspondiente de la Academia de Medicina de Barcelona por un trabajo científico premiado por la misma en 1925 y doctor honoris causa de la American School of Naturopathy, de Nueva York. Ocupó el puesto de director médico del Sanatorio Naturista Español de Beniatlà, en Dènia (Alicante). Era enemigo declarado de la trofología de los "profesores" Castro y Capo.

Asistió activamente a varios congresos naturistas, destacando su participación en el considerado el I Congreso Naturista Español, celebrado en Valencia en 1922, en el que actuó como secretario; en el III, de Busot (Alicante), en 1932 y en el IV, en Manzanares el Real (Madrid), en 1934, en el cual presentó una ponencia aunque no pudo asistir. Publicó artículos en Helios, Acción Naturista, Generación Consciente - Estudios, Kosmos, Hesperis, La Madre Tierra, Enciclopedia de la Salud y Cuadernos de Bionomía, entre otras.

Con Estudios, Remartínez continuó con sus artículos, con una sección de consultas por correspondencia, denominada "Preguntas y Respuestas", la única que podía competir en éxito con el "Consultorio Psíquico-Sexual" de Martí Ibáñez. También colaboró en el Consultorio médico por cupón de compra y en la publicación de libros y folletos en la editorial de la revista o de editoriales distribuidas por Estudios. La vinculación entre el mundo cultural libertario y Remartínez no tuvo interrupción hasta el final de la Guerra Civil.

Al acabar el conflicto bélico se le sometió a depuración por su pertenencia a la masonería, aunque no fue localizado pese a seguir en su consulta en Valencia. Luego estuvo obligado durante años a presentarse todos los meses ante la policía. Participó en las modestas publicaciones de medicina naturista de la postguerra, tanto las de José Juan Pastor, que editaba desde Valencia al salir de prisión, como en otras editoriales. Una faceta curiosa es su interés y dedicación profesional a los juegos de magia. Participó en congresos y reuniones, ganando el Primer Premio de Invención en el Ier Congreso Mágico Español, celebrado en Barcelona en 1949. También diseñó y vendió juegos y aparatos de magia, como el Telemando Faust, e incluso publicó varios libros de reconocido interés, utilizando en ocasiones el pseudónimo de Doctor Faust. Su actividad relacionada con el mundo de la magia tuvo mayor desarrollo en la postguerra, posiblemente debido a las dificultades con la censura en temas naturistas y médicos, sobre los que, en cualquier caso, publicó durante toda su vida. Librepensador con gran formación científica y filosófica, destinó los últimos años de su vida a preparar nuevas ediciones actualizadas de sus mejores textos.
 
6.1.- CONCLUSIONES. LAS TRANSFORMACIONES SANITARIAS CONFEDERALES EN LA GUERRA CIVIL

 

Aunque con grados muy variables de realización, en función del predominio libertario, podemos resumirlas en:

Control obrero de los centros sanitarios

Comarcalización sanitaria

Accesibilidad a los servicios sanitarios

Supresión de la beneficencia

Eugenesia: interrupción voluntaria del embarazo, protección a la infancia y protección a la mujer

Campañas sanitarias preventivas

Unificación de asistencia y prevención

Educación sanitaria mediante carteles, conferencias, folletos, radio, cine, exposiciones...

Incautación y posterior clausura de los colegios profesionales

 

6.2.- CONCLUSIONES. EL PAPEL COLECTIVO DE LOS MÉDICOS LIBERTARIOS

 

En los años centrales del siglo XIX, un buen algunos sanitarios actuaron como notarios de las durísimas condiciones de vida y trabajo del proletariado español (LÓPEZ PIÑERO, 1976). Con el desarrollo, tras la revolución de la Gloriosa, del asociacionismo obrero, éste toma un protagonismo propio en la denuncia de estas condiciones, no obstante un buen número de médicos, en cualquier zona de España, participaron en la difusión de la higiene en los centros y asociaciones obreras. En el caso concreto de los médicos de ideología libertaria podemos sintetizar en tres ejes su actuaciones:

higiene pública y privada

asistencia sanitaria para el proletariado

sexualidad y reproducción

Como colectivo, debemos concluir del estudio de sus biografías que estamos, en la mayoría de los casos, ante profesionales de destacado nivel académico, científico y profesional. Su extracción social es, como corresponde a los profesionales universitarios de las primeras décadas del siglo XX, mayoritariamente burguesa.


6.3.- CONCLUSIONES. LA PRÁCTICA MÉDICA DE LOS LIBERTARIOS

 

La práctica médica de estos profesionales se caracteriza por un rango de situaciones:

Aseguramiento a modo de iguala, mediante la cual los trabajadores abonan una cantidad periódica por su asistencia médica. Lo habitual era que de este pago estuviesen eximidos los parados y huelguistas en durante los periodos en que no obtenían remuneración. Esta iguala podía ser con un consultorio particular o, como en la Organización Sanitaria Obrera, con todo un equipo, incluyendo laboratorio y radiología.

Descuento acordado del coste por consulta a los afiliados a la CNT.

Gratuidad de la asistencia, total -incluyendo medicación y subsistencia en el centro- o parcial -sólo de la consulta-.

Un elemento común a todos os médicos era que complementaban su actividad asistencial con una destacada difusión de información higiénica y sanitaria por cualquier medio a su alcance: prensa obrera, charlas y conferencias en centros sindicales y ateneos obreros, folletos y libros..., lógicamente sin remuneración.

Por último, dentro de la variedad de situaciones de militancia sindical -sindicato de Sanidad de CNT o de Oficios Varios- o específica -grupos anarquistas y/o centros libertarios-, también era frecuente una adscripción orgánica, en cuyo caso, la difusión sanitaria se complementaba con la de carácter ideológico.

 

6.4.- CONCLUSIONES. NECESIDADES, MÉTODOS Y LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

 

Aunque para disponer de conclusiones consolidadas hay que completar las biografías y complementarlas con mayor conocimiento de las propuestas y acciones en el ámbito de la salud, apoyadas por estudios de historia local, podemos adelantar la existencia de un modelo sanitario orientado de forma clara por la ideología anarquista de un elevado número de médicos adscritos a este pensamiento político, que plasmaron la conjunción de su ideología en su contexto profesional. Podemos hablar, por tanto, de una medicina anarquista.

 

7.- BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

 

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Sumario

 

 

 

El gobierno catalán asumirá las identificaciones en las fosas consideradas prioritarias
 

Fuente: Europa Press


La Generalitat de Calaluña asumirá los estudios identificatorios de los cuerpos hallados en las fosas consideradas de interés prioritario, aquellas parcial o plenamente identificadas donde están enterrados civiles que contienen menos de veinte cadáveres, según contempla el proyecto de decreto que regula todas las actuaciones relativas a las fosas de la Guerra Civil y la Posguerra.

 

La nueva regulación fue presentada el pasado mes de junio y puesta a información pública. Con una serie de modificaciones que recogen diversas alegaciones presentadas, el proyecto está pendiente de su aprobación definitiva.

 

El objetivo del nuevo decreto es garantizar la dignificación de las víctimas y de los restos hallados, así como un proceso plenamente científico en su tratamiento arqueológico.

 

El Gobierno catalán pretende restablecer la dignidad de aquellas personas que desaparecieron durante la Guerra Civil y el régimen dictatorial que la prosiguió y no pudieron ser enterradas por sus familiares.

 

El nuevo decreto establece el procedimiento a seguir a la hora de exhumar una fosa común y facilitará que cualquier entidad o particular pueda iniciar la apertura de una fosa siempre que ésta cumpla los requisitos para garantizar la cientificidad del proceso y la dignificación de las víctimas.

 

Una de las novedades que presentará el decreto es que la Generalitat asumirá los análisis y estudios antropológicos de los restos y las pruebas necesarias para identificar a las personas presuntamente enterradas en una fosa declarada prioritaria cuando sus familiares lo soliciten.

 

La Generalitat decidirá entre las diversas alternativas existentes para realizar los estudios identificatorios, el Instituto de Medicina Legal, universidades o centros capacitados para realizar estas pruebas.

 

Una vez aprobado el decreto, la Generalitat se convertirá en el primer gobierno autonómico que regula específicamente la apertura de fosas comunes de la Guerra Civil y la Posguerra.

 

En Catalunya se calcula que 9.000 personas están enterradas en fosas comunes de estos periodos. La Generalitat ha confirmado 115 fosas y otras 42 son probables. La mayoría de las fosas en Catalunya contienen cuerpos de soldados muertos en la línea del frente en el transcurso de la guerra.

 

 

 

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El gobierno catalán gestiona 36.627 indemnizaciones para ex presos del franquismo

 

Fuente: La Mañana

 

El Govern ha recibido hasta el momento 36.627 solicitudes de toda Catalunya, de las cuales ha resuelto 30.561, un 83%.


Estas solicitudes han sido presentadas desde el año 2000, cuando el ejecutivo catalán decidió ampliar las indemnizaciones concedidas por el Govern estatal a los que fueron convictos políticos del franquismo.

 

El periodo se cerró en mayo del 2002, pero todavía fue reabierto excepcionalmente hasta mediados de 2003 por una ampliación del límite de edad de los solicitantes. Este nuevo criterio permitió que los que fueran menores de 65 años el año 2000 pudieran optar también a estas ayudas, un total de 691 solicitudes.

 

Además, este agosto pasado, el Govern incluyó el periodo de la Guerra Civil dentro los criterios de concesión de indemnizaciones a los ex presos políticos del franquismo con la voluntad de dar cumplimiento a las demandas hechas por varias asociaciones de ex combatientes y tras haber revisado los supuestos para acceder a las indemnizaciones y validar la viabilidad de esta ampliación.

 

Así, según los cálculos hechos previamente, unos 5.000 presos más se beneficiarán de estas nuevas ayudas, hecho que hará que el porcentaje de ex presos que han solicitado y que recibirán indemnizaciones pasen de un 46% a un 60% aproximadamente. El resto de solucitudes han sido denegadas.

 

Actualmente, de las solicitudes presentadas, el 46% se habían resuelto favorablemente y el resto se habían desestimado.

 

Hasta antes de esta última ampliación de criterio, el 93% de las solicitudes estaban resueltas, y de ellas, un 53% aproximadamente habían sido desestimadas.

 

Últimamente, el Govern ha optado por enviar cartas a los solicitantes e informarlos de otras formas de acreditar la privación de libertad como, por ejemplo, el testigo de dos personas ante el alcalde, el estudio de las memorias o la audiencia de las asociaciones representativas. Por este motivo, han podido beneficiarse de esta indemnización unas mil personas más.

 

 

Sólo Galicia y Extremadura no han dado aún ayudas a presos del franquismo

 

Fuente: La Opinión - A Coruña digital

 

Las compensaciones aprobadas por la mayoría de los Gobiernos autónomos están dirigidas a represaliados de cualquier punto de España residentes en la comunidad que convoca las ayudas.

Sólo dos autonomías no han indemnizado a los presos del franquismo. Galicia y Extremadura son las únicas que no han aprobado ningún tipo de ayuda económica para reparar el daño que sufrieron los represaliados políticos durante la Guerra Civil y los primeros años de la posguerra.

De las otras 15 autonomías, la mayoría han concedido compensaciones abiertas a ex presos que hayan acreditado haber estado empadronados en la comunidad que ofertó las ayudas, por lo que han abarcado a gente de toda España. Cientos de víctimas gallegas del franquismo, sus viudas o sus hijos se beneficiaron de las indemnizaciones convocadas, entre otras autonomías, por Cataluña, Andalucía, País Vasco, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Cantabria.

 

La reivindicación de víctimas y familiares es conocida, pero insisten. Colectivos de republicanos encarcelados durante el franquismo reclaman desde hace años que el Gobierno gallego siga los pasos dados por el resto de comunidades autónomas. El anterior Ejecutivo de Fraga no aprobó ninguna indemnización, a pesar de que en el penúltimo mandato del PP tanto PSdeG como Bloque presentaron varias proposiciones para compensar a los presos políticos. Ya en junio de 1999, el Parlamento gallego acordó instar a Xunta a elaborar un censo para determinar cuántos gallegos encarcelados durante el franquismo habían quedado fuera de las indemnizaciones del Gobierno central, aprobadas en 1990. La iniciativa, a proposición del Bloque, se quedó en el cajón de la Consellería da Presidencia, que en aquel entonces recibió el encargo de recopilar la información.

 

Para el nuevo Ejecutivo, la rehabilitación moral de los represaliados durante la dictadura será un asunto "prioritario". De ahí la decisión de la Consellería de Cultura de crear en la isla de San Simón un centro para la recuperación de la memoria histórica y elaborar un inventario de víctimas gallegas del franquismo. La iniciativa convertirá a Galicia en la primera autonomías con un listados de víctimas de la represión.

 

Apenas dos semanas después de que el bipartito se constituyera, el nuevo equipo de Gobierno hizo pública una declaración institucional en la que manifestaba el compromiso de resarcir moral y económicamente a las víctimas del franquismo. Tres meses después de hacerse pública esta declaración, todavía no ha trascendido si el bipartito prevé conceder ayudas a los presos políticos.

 

El primer paso con los represaliados del franquismo la tomó el Gobierno central. En 1990, el Ejecutivo aprobó una partida dentro de los Presupuestos Generales del Estado con el objetivo de resarcir de forma simbólica a las víctimas del franquismo. Para acceder a la indemnización, se exigía haber estado en prisión durante al menos tres años y cumplir los 65 años antes del 31 de diciembre de 1990.

 

Pero estos requisitos dejaron fuera de la convocatoria a muchos presos que, o bien por no poder acreditar los años pasados en la cárcel o por no tener la edad mínima exigida, no recibieron ayuda alguna ni en 1990 ni en 1992, cuando el Gobierno volvió a repetir las ayudas. Esto llevó a partidos políticos y diversos colectivos protestaron ante una medida que a su juicio establecía discriminaciones entre los presos. Incluso el Defensor del Pueblo recomendó en 1996 a los Gobiernos autónomos que estudiaran la posibilidad de adoptar las medidas necesarias para salvar las lagunas que dejaron las compensaciones del Estado. Casi 10 años después de la llamada del Defensor del Pueblo, Galicia y Extremadura son las únicas autonomías que todavía no han aprobado ayudas para los presos del franquismo.

 

 

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La Generalitat recibe a los brigadistas y guerrilleros que lucharon en Cataluña

 

Fuente: Europa Press

 

La Generalitat de Cataluña recibió a los guerrilleros y brigadistas que lucharon en Cataluña durante la Guerra Civil española en un acto al que asistieron más de cincuenta personas.

 

La recepción, organizada en el marco del Programa para el Memorial Democrático, se centró en el reconocimiento de los cerca de 40.000 voluntarios de las brigadas internacionales que llegaron desde diferentes puntos del mundo a España para luchar por la democracia, y a los guerrilleros catalanes que lucharon una vez terminada la Guerra Civil.

 

El conseller de Relaciones Internacionales y Participación, Joan Saura, presidió el acto, al que asistieron, entre otros, el presidente de Terra de Germanor, Pepe Gamero; el directivo de Unidad Cívica por la República, Antonio Lucchetti; la directiva de Antiguos Combatientes de la España Republicana, Laure Perrin; la presidenta de Descendientes del Exilio Español, Ludivina García; la presidenta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, Anna Pérez y el presidente de Terre de Fraternité --asociación que propuso el acto--, Guy Saurat.

 

Como invitados de honor estaba previsto que asistieran al acto los brigadistas internacionales Simón Radwanski, Vincenzo Tonelli y Theo Francos. Al final sólo el polaco Radwanski, de 94 años, pudo estar presente durante la recepción. Los otros dos brigadistas no pudieron asistir por cuestiones de salud.

 

Al finalizar el acto, la sala al completo, en la que se pudieron ver algunas banderas republicanas, rindió una cálida y emocionada ovación al anciano, que tuvo unas palabras de recordatorio "para todos aquellos que no habían podido asistir". En declaraciones posteriores, Radwanski explicó que lo que le motivó para ser brigadista fue "luchar por el orgullo de ser humano" y reconoció que la presencia de todas las personas que acudieron al acto "me permite creer que mi labor sirvió para algo".

 

Durante el acto se destacó la gran labor de estos combatientes en la defensa de la democracia y la importancia de actos como estos en la recuperación de la memoria histórica. Anna Pérez destacó que "desde hace algunos años, la sociedad civil ha empezado un proceso de recuperación histórica", y destacó la necesidad de apoyo por parte de las instituciones democráticas.

 

En este sentido, Joan Saura recordó la labor de "política pública de recuperación de la memoria histórica" que se está llevando a cabo durante esta legislatura, y como muestra de ello hizo referencia a al futuro proyecto de ley para constituir el 'Memorial Democrático', una institución dedicada a este fin. Aun así, admitió que que los reconocimientos llegan tarde.

 

Al término del acto se interpretó una pieza musical a cargo del violinista Francisco Javier Comesaña.

 

 

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Comunicado de la Comissió de la Dignitat tras la aprobación en el Senado de la ley de devolución

 

Fuente: COMISSIÓ DE LA DIGNITAT (Teléfonos de contacto  625370661  665727329)

 

Ante la aprobación por el Senado de la Ley de devolución de los documentos catalanes retenidos en Salamanca

 

La Comissió de la Dignitat celebra que hoy el pleno del Senado haya ratificado la Ley aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado día 15 de septiembre para la devolución a Cataluña de los documentos requisados por el ejército franquista hace 66 años. Entendemos que el Estado con este acto cumple con el contenido del Convenio de La Haya, del 14 de mayo de 1954, de Protección de bienes culturales en caso de conflictos armados. Tal como reconoce una ley de 1977, el Gobierno de Cataluña restablecido con el retorno del exilio del presidente legítimo, Josep Taradellas, tenía el derecho de recuperar su patrimonio documental. Desgraciadamente, han hecho falta 28 años desde esa fecha para que se hiciera efectivo ese derecho.

 

Queremos resaltar el valor que hoy tiene que, con esta Ley, el Estado español reconozca que la legitimidad del Govern de Cataluña, que nace del derecho al autogobierno de nuestra pueblo, va más allá de la actual Constitución de 1978. Celebramos igualmente que miles de catalanes y catalanas puedan ver como los documentos arrebatados a sus familiares, o a entidades, sindicatos o partidos a los que pertenecían, puedan ver corregido un acto cometido con intención represiva. Es positivo que el actual Estado democrático haya cumplido con un deber de dignidad hacia Catalunya y los que sufrieron la represión con esa requisa. Nos felicitamos por ello aunque el paso dado haya llegado tarde para muchos que hoy sólo podemos tener presentes en el recuerdo y en nuestra memoria.

 

Ahora lo que urge es que se haga efectiva en las semanas venideras la entrega a la Generalitat de su archivo institucional. También es necesario que, a partir de mañana, la Generalitat ponga a disposición todos los medios materiales y humanos para que se pueda hacer realidad, en los siguientes seis meses, el retorno a Cataluña del resto de documentación de toda índole que debe volver: la de  los particulares, entidades, partidos, sindicatos e instituciones etc. Ninguna institución puede verse excluída, tampoco los ayuntamientos, porqué los consistorios formaban y forman parte de las instituciones catalanas, como lo reconoce el propio Estatuto de Autonomía de 1932. 

 

Paralelamente, es importante que el Ministerio de Cultura ponga los medios para posibilitar el retorno de los documentos del País Valenciano, requisados en gran parte por las mismas unidades y en fechas muy próximas a las incautaciones realizadas en Cataluña. Igualmente, exigimos a la Generalitat del País Valenciano que tome conciencia de su responsabilidad y tome medidas para posibilitar el retorno de los documentos que fueron requisados en el País Valenciano. También deben ver devueltos sus documentos los ciudadanos y pueblos del resto del Estado (Euskadi, Aragón etc.), a los que la Ley aprobada reconoce explícitamente el derecho a recuperarlos. Esperamos que se haga un convenio en este sentido con los gobiernos autónomos correspondientes.

 

El voto expresado por una clara mayoría de las fuerzas políticas del Senado, como antes del Congreso, es una muestra de un reconocimiento de la voluntad de restablecer la memoria histórica de las instituciones suprimidas y ciudadanos represaliados por el franquismo, muchos de ellos no asistidos como hubiera sido de desear después de recuperarse la democracia.

 

Una vez más, la Comissió de la Dignitat quiere mostrar su agradecimiento a todas esas personas y colectivos que desde Castilla y León, y de otras comunidades del Estado, han sabido comprender la necesidad de ser solidarios y hacer justicia en este caso, haciendo caso omiso a los intentos de enfrentar a los pueblos con sórdidos fines electorales como único objetivo.

 

 

SECRETARIADO,  COMISSIÓ DE LA DIGNITAT.  4.11.2005    Teléfonos de contacto  625370661  665727329

 

 

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Barcelona también quitará los símbolos franquistas de las viviendas de protección

 

Fuente: La Vanguardia Digital


El Institut de Paisatge Urbà de de Barcelona pondrá en marcha en las próximas semanas una campaña para promover entre las comunidades de propietarios la retirada de las placas con símbolos franquistas instaladas durante la dictadura en las fachadas de las viviendas de protección oficial.

Con esta iniciativa se pretende eliminar las inscripciones en las que se muestra el símbolo falangista del yugo y las flechas, y otros escudos preconstitucionales que, treinta años después de la muerte del dictador, todavía pueden verse por centenares en las calles de Barcelona, han señalado desde el Institut de Paisatge Urbà , que preside el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella (ERC).

Un total de 44 municipios catalanes se han sumado hasta ahora a una campaña similar impulsada por el Departament de Medi Ambient i Habitatge, a través de la empresa pública Adigsa, para retirar estas placas.

Fuentes de este departamento informaron a Efe de que, en junio pasado, Adigsa envió cartas informativas a los 245 municipios con más de 3.000 habitantes ofreciéndose a pagar el cambio de estas placas franquistas. Adigsa emplazaba a los ayuntamientos a acordar en sus plenos municipales la retirada de este tipo de simbología incluido en las viviendas de protección oficial privadas y se ofrecía a entregarles nuevas placas.

La nueva placa que facilita la Generalitat contiene el anagrama HPO (Habitatge de Protecció Oficial) y el lema: Estas viviendas fueron construidas en régimen de protección oficial, además del emblema de la Generalitat.

Pese a la relación de cartas enviadas desde junio, sólo 44 municipios han trasladado a Adigsa su interés por participar en esta iniciativa, adoptada después de que el pasado año el Parlament aprobara una resolución que pedía la sustitución de dichas placas.

De los 44 municipios, 12 han acordado ya la retirada de las placas y han pedido a Adigsa un total de 306. Éstas serán repartidas entre los municipios de Abrera, Agramunt, Banyoles, Cubelles, Castellbell i el Vilar, La Garriga, Ripollet, Santa Coloma de Gramenet, Santpedor, Sant Joan de Vilatorrada, Torredembarra y Tossa de Mar.

 

 

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1936, Barcelona según Connolly

 

Fuente: ABC  (recopilación de artículos del periodista inglés Cyril Conolly publicados este año por Editorial Lumen como “Obra selecta”)

 

Lo primero que nota uno al viajar a Barcelona son los apretones de mano, peculiarmente significativos, de los amigos. Aunque van acompañados de alguna frase como «Ojalá yo también fuera», no se puede dejar de percibir en la despedida un toque de amabilidad de tanatorio, de elogio fúnebre. A primera hora de la mañana, entre las lagunas, el paisaje marrón y el lluvioso cielo del Languedoc, uno empieza a compartirlo; sólo desaparece por completo al llegar a la frontera española. Lo normal es que el paso de Cerbère a Portbou sea de la alegría y la comodidad a la tristeza y el vacío; hoy es la parte española la que está llena de vida. Lo primero que uno nota son los carteles, propaganda muy bien hecha, el más dramático es el que muestra el pie de un campesino calzado con alpargatas sobre una esvástica rota en una calle empedrada. La frontera está vigilada por antifascistas muy leídos, alemanes e italianos, y de inmediato comienzan esas discusiones sobre ideología política que son tan características de la España republicana actual. «Vosotros los periodistas sois los peores enemigos de una revolución ?explicaba el italiano?, todos venís con cartas como la tuya; luego volvéis y escribís propaganda derechista sobre nosotros». «¿Por qué no admitís que Inglaterra no está dispuesta a ayudar a ninguna democracia hasta que termine de rearmarse, cuando ya será demasiado tarde?», decía el otro. Abajo, en el pequeño puerto, los milicianos en sus uniformes azules pescaban usando pequeños trozos de estrellas de mar. Todos los vagones del sombrío tren español habían sido cubiertos por toscos dibujos de tropas en marcha y de la recolección de la cosecha. A medida que el tren se asomaba al sol otoñal, uno se daba cuenta por vez primera de la extraordinaria mezcla de fiebre bélica patriótica y fe revolucionaria, y de esa sensación totalmente nueva y omnipresente de elevación moral que desde la revolución es la nota más dominante en Cataluña. Y es que aquí nadie dice «desde la rebelión militar», «desde la revuelta fascista», sino sencillamente «desde la Revolución» o «desde el 19 de julio». [...]

 

Demasiadas banderas

 

La vida en Barcelona comienza muy temprano, es decir, en la madrugada, cuando los gallos empiezan a cantar, como en el trópico, y parte de los 16.000 soldados de refuerzo empiezan a salir para Madrid. Más tarde, después del desayuno, es agradable bajar por las Ramblas mientras el sol atraviesa cálidamente los húmedos árboles y hace brillar las largas hileras de puestos de flores, repletos de rosas, azucenas, violetas y nardos, hasta alcanzar el puerto. La mayoría de las casas muestran siglas y banderas; «Tenemos demasiadas banderas» es un comentario habitual. Está la roja y negra de la FAI y la CNT, la roja con las manos entrelazadas de la UGT (socialistas de Largo Caballero), la hoz y el martillo de los comunistas catalanes, la bandera separatista de Cataluña, y la de los trotskistas del POUM. [...]


De hecho sería difícil encontrar un ambiente más cargado de envidias, intrigas, rumores y líos que el que existe ahora mismo en las capitales de la España republicana. Mientras cae Málaga y Madrid lucha heroicamente, cuanto más se aleja uno del frente, más tenue se hace el recuerdo del 19 de julio, y más estridentes las acusaciones mutuas y los reproches entre los partidos. Ahora incluso están celosos de su única esperanza, las Brigadas Internacionales, y parece absurdo reclamar un mando unificado cuando no hay nadie que merezca ocuparlo. He aquí varios apuntes sobre conversaciones con diferentes personas. Muestran cuántos puntos de vista distintos están permitidos.


Un alemán: «Preguntan por qué no atacamos en el frente de Aragón. Te lo voy a decir. Estoy en la columna internacional. En mi compañía quedamos doce con vida, y cien en mi batallón. Si decidimos atacar, el otro bando se entera casi antes que nosotros mismos. Los españoles nunca atacan de noche, en ninguna circunstancia. Carecemos de artillería, tenemos pocas ametralladoras y rifles obsoletos de 1870, viejos modelos alemanes comprados en México».

 

Los españoles son así

 

Un húngaro del POUM: «Mira a esa gente. Mira a esas mujeres. Es una vergüenza. Son todos burgueses, el tipo de gente que compra en las rebajas y empuja carritos de bebé. ¿Ésta es la gente por la que lucho? Te digo que sólo estamos al principio, así es. Llegará el día en que el padre será asesinado por el hijo y la hermana por el hermano, no sólo en el frente, sino también aquí, ¡en las calles de Barcelona! Al menos eso espero. Pero los españoles son así». Enciende una cerilla y la sujeta vertical hasta que se apaga.


Un alto cargo (de la izquierda catalana): «En Barcelona estamos todos hartos de la guerra. El frente es sólo para aquéllos a quienes les gusta combatir, creo. La mayor parte de la gente en este bando no sabe lo que significa el comunismo, la mayor parte de la gente del otro bando no sabe lo que significa el fascismo. Los curas no eran fascistas, la mayoría de ellos no sabían nada de las grandes cantidades de dinero escondido en sus iglesias, sólo lo sabían los obispos, y al arzobispo le pillamos de verdad. Ni siquiera creo que Franco sea fascista».


Otro (de la izquierda catalana): «Ésta es una revolución muy interesante porque es la primera revolución occidental desde 1789, pero no hay que exagerarla. Hemos tomado el control de unas cuantas grandes fábricas y varias extensas fincas, pero sólo hemos socializado el transporte, los hoteles, los cafés, los teatros, los cines, las barberías y los limpiabotas; no es mucho, la verdad. Verás, somos una nación de pequeñoburgueses, y naturalmente los hemos dejado tal como estaban. No, me parece mejor describir nuestro actual régimen como un "capitalismo sin capitalistas"».

 

Comunistas y anarquistas

 

Comunista inglés: «Pero ¿cómo se puede colaborar con esta gente? Los del POUM, por supuesto, son sencillamente fascistas: en cuanto a los anarquistas, en 1937 ya no se puede ir pegando tiros a la gente. Y además, son ineficaces, antimilitaristas, no aceptan tener oficiales, no pueden seguir la marcha. Ya sabes que a Durruti le asesinó un anarquista, tenían celos de su amistad con los rusos, sus opiniones eran muy impopulares. Y mira el frente de Aragón, si ataca el enemigo llegarán hasta Lérida, y será una cosa muy buena además, hará que la gente despierte. Eso y un duro bombardeo de Barcelona es lo que todos hemos estado deseando los últimos dos meses».


Comunista español: «No veo ninguna razón por la que los anarquistas y los comunistas no debieran estar unidos. Los anarquistas son gente muy simple, no son conscientes de cuánto tardarán sus ideas en poder ser puestas en práctica. Sus ministros sí se dan cuenta de ello, y a menudo se vuelven comunistas cuando lo hacen».


Anarquista en el «Shanghai»: «El anarquismo entre nosotros es muy antiguo, realmente muy antiguo, y muy internacional. Mírame a mí, yo conducía un tranvía cuando la huelga de 1933. Llevé a cabo algunos sabotajes, era un idealista. Así que escapé a Inglaterra, y luego a Bélgica. Conocí a García Oliver, una vez le llevé en mi furgoneta inconsciente durante ocho horas, después de que la policía le diera una paliza. ¿Te pareció simpático? Nosotros los de la revolución somos así, además, ¿a quién le preocupa la muerte? Me puede caer una teja encima ahora mismo; en cualquier caso, morir por un ideal no es morir». «¿Y acabar ciego o cojo por un ideal?» «España no olvidaría a sus hijos». «¿Dirías que aquí hay todavía una revolución?» «No te preocupes por la revolución, la FAI se encargará de ello, ni por Rusia, Oliver duerme en la embajada rusa, así son las relaciones que tenemos con ellos. Preocúpate de Inglaterra y de Francia, son ellas quienes se equivocan sobre dónde están sus intereses. Inglaterra y España, ¡qué no podríamos hacer juntas, dos democracias ricas como las nuestras!» [...].

 

 

Sumario

 

 

 

“Ebre 1938. Revista Internacional de la Guerra Civil” nº 2

 

Acaba de publicarse el segundo número de "Ebre. Revista Internacional de la Guerra Civil: 1936-1939" editada por la Universidad de Barcelona. Está coordinada por Francesc Xavier Hernández Cardona y Pelai Pagès i Blanchi. www.publicacions.ub.es   lcuenca@ub.edu

 

ÍNDICE. Número 2.

 

a)       Historia

 

- "Die Internationalen Brigaden: politische überwachung und repression nach sichtung der russichen und westlichen archivatken" por Petre Huber and Michael Uhl
-"La justícia revolucionària i popular a Catalunya (1936-1939)" por Pelai Pagès
-"Repressió, salvament i fugida a la reraguarda catalana (1936-1939)"`por Rubèn Doll-Petit
-"Guerra Civil española. Año 1936. Hechos acaecidos en Zamora y provincia. Memorias de Ángel Espías Bermúdez" por Gabriel Jackson
-"La represión franquista en la provincia de Sevilla. Estado de la cuestión" por José María García Márquez
b) Cultura, patrimonio y didáctica
-Apotaciones de A.G.E. a l memoria colectiva: los dibujos de los niños de la guerra" por Dolores Cabra

-"Fondos del Arxiu Nacional de catalunya sobre la Guerra Civil española y el primer

exilio: 1936-1945" por Josep Fernández

-"La revolució esportiva: el Sindicat de boxejadors professionals de la CNT" por Gerard Pedret
-"Carlota o'Neill: una mujer en la guerra de España" por Pelai Pagès
-"El capitán Virgilio Leret" por David Íñiguez
-"La recuperación de la memoria. Otros documentos" por Vicenta Cortés
-"Cinema as a political propaganda during the Spanish Civil War: España 1936" por Magí Crusells
-"Entre l'oblit i la memòria: el Patrimoni de la Guerra" por Joan Santacana
-"Los refugios antiaéreos de Barcelona: pasado y presente de un patrimonio arcano" por Andreu Besolí

 

b)       Miscelania

 

-"Nueve propuestas sobre la memoria histórica" por Francisco Espinosa
-"Lorca (1936-1939). El control de Armas en una ciudad murciana de retaguardia" por Florencio Dimas
-"No Jubilem la Memòria Association" por Ratchel Ritchie
-"Proyecto SCW: la aviación de la Guerra Civil española vuelve a volar" por Ernest Artigas
-"Dones empresonades: República, guerra i franquisme" por Ricard Torres
-"Més enllà del camp de batalla. Testimoni, memoria i record d'una cova hospital en la Guerra Civil española, d'Angela Jackson" por Joan carles Luque
-"A vueltas con los papeles de Salamanca" por Luis Castro
-"Bibliografia recent sobre la Guerra Civil, la postguerra, l'exili i la resistència"

 

 

 

Sumario

 

 

 

Seis cineastas nacidos a partir de 1975 filman “Entre el dictador y yo”

 

Fuente: El País (Teresa Cendrós)
       
"¿Cómo es posible que yo sepa más de Pinochet que de Franco?", se pregunta Sandra Ruesga
"Para la gente de mi generación el 'Azor' no ha navegado nunca", dice Juan Antonio Barrero


Sus nombres: Juan Antonio Barrero, Raúl Cuevas, Guillem López, Mònica Rovira, Sandra Ruesga y Elia Urquiza. Comparten generación: todos tienen menos de 30 años. Y vocación: han elegido el cine como oficio. Los seis, además, se han embarcado en los últimos meses en un singular proyecto: un filme documental, Entre el dictador y yo, que firman colectivamente. En él, cada uno de manera individual -la película hilvana sus cortometrajes- indaga en la figura de Franco, muerto antes de nacer ellos. Pese a que no hubo intercambio de ideas entre los cineastas previamente al rodaje -algunos ni se conocían-, los seis coinciden a través de sus piezas y por distintas vías en un sorprendente desconcierto ante el generalísimo y su huella. El resultado de su trabajo es la suma de seis miradas personales, y muy originales, a los vestigios de la historia reciente no vivida, a veces ni tan siquiera contada. La cinta se estrenará el próximo 20 de noviembre, fecha del 30º aniversario del fallecimiento de Franco, en un centenar de centros culturales de toda España y en los de varios países extranjeros. Francia, Italia y Portugal, por ejemplo.

Pero no únicamente los directores de Entre el dictador y yo nacieron a partir de 1975; sus artífices, desde los integrantes del equipo de producción hasta los técnicos, están por debajo de los 30 años. La propuesta de la película, financiada sobre todo por el programa Memorial Democrático, de la Generalitat catalana y producida por Estudi Playtime -empresa que se estrena con este inusual proyecto-, buscaba esa distancia generacional. "Les pedimos a seis realizadores nacidos en la democracia que representaran fílmicamente aquello que Franco les sugería, con dos límites: que en sus trabajos no usaran imágenes de archivos oficiales y que obviaran el periodo de la Guerra Civil, porque la idea era que colocaran el foco en la figura del dictador", explica Tània Balló, coordinadora del proyecto y productora de cuatro de las piezas.

A pesar de la idea de partida, la evocación de una oscura etapa de nuestro pasado, que nadie espere ver una película histórica o política. Las seis jóvenes promesas del documental -elegidas por la solidez de su incipiente producción- han optado por hurgar en su propio interior. "Lo curioso es que sin que se produjera contacto entre ellos hay un hilo conductor común: una evidente desorientación ante el personaje objeto de su filme, que procede, en parte, de los silencios sobre él que han recogido en su entorno cercano. Diría que, al final, Entre el dictador y yo acaba suscitando más preguntas que respuestas", apunta Marta Andreu, directora de Estudi Playtime.

Juan Antonio Barrero, sevillano nacido en 1980, "pianista frustrado", según propia definición, y autor del cortometraje 1939, seleccionado en numerosos festivales, abre el filme. El director recurre a una estampa contundente, la del yate Azor -destinado al asueto de Franco-, desde hace años varado en una explanada burgalesa, "no sólo como metáfora o símbolo de una época", comenta, "sino también como imagen desnuda de esa especie de viaje al absurdo que emprende el tipo que decidió arrastrar el barco desde el mar hasta la cima de una lejana montaña para convertirlo en un motel". A juicio de Barrero, que descubrió la embarcación siendo niño en un viaje con su padre a tierras castellanas y que identifica ese momento como el primer recuerdo que guarda de la existencia del dictador -"en la memoria de mi generación el Azor nunca ha navegado"-, la coincidencia en la perplejidad de los autores ante Franco "es reveladora" de las reservas con las que se ha transmitido la historia.

Sandra Ruesga, nacida en Madrid en 1975, comparte la impresión de su colega. "¿Cómo es posible que yo sepa más de Pinochet que de Franco?", se interroga. Y remacha: "Sobre la transición hay una versión única y estupenda que todavía no se puede tocar". La contribución de Ruesga -que participó en la película 200 Km, en la que 14 jóvenes directores retrataron la marcha de los trabajadores de Sintel a Madrid- a Entre el dictador y yo es una pieza valiente, en la que la realizadora descarta ponerse tras de la cámara y elige "la fuerza" de las escenas de películas domésticas donde ella, de pequeña, aparece junto a su familia en excursiones festivas al Valle de los Caídos y al cerro de San Cristóbal. La banda sonora: una estremecedora conversación telefónica con sus padres, en la que la directora les interpela y, a través de ellos, a la sociedad, sobre su mutismo alrededor del dictador. Como Ruesga, el barcelonés Guillem López, de su misma edad, emplea en su trabajo, el más poético, cintas caseras, y la pamplonesa Elia Urquiza, de 26 años, se inclina por la charla telefónica, en su caso con su abuela. Raúl Cuevas (1978) parte de una placa, con el símbolo del yugo y las flechas del régimen, que siempre ha visto clavada en la puerta de su edificio de Bellvitge, en el extrarradio de Barcelona, y se lanza en busca de otros barrios como el suyo, "vistos desde fuera, duros, feos y uniformes, pero humanizados por sus habitantes". Cierra el filme la también catalana Mònica Rovira, con un cortometraje que se apoya en el silencio como signo inequívoco de su mensaje.

Los centros donde está previsto que se proyecte Entre el dictador y yo pueden consultarse en la web www.entreeldictadoryyo.com.

 

 

Ciudades y municipios europeos proyectan el documental “Entre el dictador y yo”

 

Fuente: Terra

 

El documental 'Entre el dictador y yo', en el que seis jóvenes realizadores nacidos en democracia recrean sus recuerdos y su relación con la figura de Franco, será estrenado el próximo día 20, simultáneamente, en 100 municipios catalanes, quince ciudades españolas y otras tantas del resto de Europa.

 

Según ha informado hoy la Generalitat en un comunicado, esta iniciativa forma parte del programa Memorial Democrático promovido por la administración autonómica para impulsar una política pública de recuperación de la memoria histórica.

El documental, que se estrenará de forma gratuita, ha sido elaborado por seis jóvenes realizadores que relatan sus recuerdos, vivencia y relación personal con la figura de Franco, además de la memoria que les han transmitido sus padres y abuelos.

El objetivo de esta iniciativa es 'abrir un debate sobre la figura del dictador' con motivo del treinta aniversario de su muerte y lograr, con un formato audiovisual, atraer a un público amplio.

El documental es una coproducción de Televisión de Cataluña y EstudiPlaytime y tras su proyección se organizarán coloquios para promover el debate.

El Memorial Democrático ha organizado, además, una exposición 'Escucha Franco', que se puede visitar en el Museo del Vino de Vilafranca del Penedés (Barcelona), en la que ante un busto de Franco se invita a los ciudadanos a expresarse, de forma escrita o gráfica, sobre las reflexiones que les suscita esta figura.

 

 

 

Sumario

 

 

 

Milton Wolff, de vuelta al Ebro

 

Fuente: La Vanguardia Digital (Toni Orensanz)

 

Llegado a la ribera del Ebro, junto al agua, en Flix, el que fuera el último comandante del batallón Lincoln, Milton Wolff, a sus noventa años, reclamó un poco de recogimiento. Una maraña de autoridades, fotógrafos y curiosos lo acompañaba en su retorno al Ebro 67 años después de cruzarlo en la ofensiva republicana del Ebro que diera inicio a la batalla más sangrienta de la guerra civil española, la noche del 25 de julio de 1938. El viejo comandante siguió pidiendo recogimiento, sin éxito, y al final gritó "silencio" con una fuerza como sólo los militares, o los que lo fueron, deben de saber hacerlo.

Milton Wolff, una de las últimas leyendas vivas de la Guerrra Civil, sigue siendo todo un carácter, como debió de serlo cuando le pispó una novia a Hemingway en Madrid (o eso cuenta la leyenda) o cuando Robert Capa lo convirtió con sus fotos en un héroe en toda regla. Nacido el 8 de octubre de 1915, alto como una alta torre, pese a la edad, Milton Wolff anduvo por los escenarios de la batalla del Ebro el primer fin de semana de noviembre. Deseaba celebrar así, volviendo a cruzar el río, su reciente aniversario. A sus 22 años le tocó comandar las tropas norteamericanas, agrupadas en el batallón Lincoln, en la XV brigada, en la batalla del Ebro. Había llegado a España como voluntario desde Estados Unidos para unirse a la lucha antifascista en mayo de 1937. Wolff, para no disgustar a su madre, le dijo que se trasladaba a trabajar una temporada a Europa. Pero la prensa, en aquel entonces, empezaba a construir un mundo global y la santa madre terminó por saber que su inquieto hijo andaba de comandante con las Brigadas Internacionales al ver su foto, codo con codo con Hemingway, en el diario que leía habitualmente allá, a lo lejos, al otro lado del océano.

Ésta no era la primera vez que Milton Wolff regresaba a los escenarios de la batalla del Ebro. Pero también es verdad que el periplo cobró en esta ocasión una significación especial por varios motivos. Principalmente por la presencia del cónsul norteamericano, en lo que representó un reconocmiento oficial del Gobierno de Estados Unidos a los brigadistas de ese país. No ha sido lo habitual. Al regresar a su patria tras la Guerra Civil, muchos de ellos - y Wolff no fue una excepción- fueron llamados a declarar como sospechosos de actividades antiamericanas por su militancia comunista. Y ya en los años cincuenta, el último comandante de los Lincoln y otros fueron sospechosos de actividades subversivas, en la locura de la caza de brujas de McCarthy.

Es por todo ello que palabras como las pronunciadas por el cónsul general de Estados Unidos, Juan A. Alsace, junto a Wolff en el Ebro tienen un cierto valor histórico. Dijo el cónsul: "El señor Wolff y aquellos jóvenes norteamericanos fueron una vanguardia, si quieren, de los cientos de miles de jóvenes norteamericanos que les siguieron a Europa a luchar contra Hitler y los nazis en la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de aquéllos, que serían considerados como parte de la generación más notable de Estados Unidos, los sacrificios del señor Wolff y su tropa no fueron reconocidos durante mucho tiempo". Y añadió: "Agradezco que este olvido haya sido subsanado". Fueron antifascistas prematuros, como alguien dejó sentado años después de la Guerra Civil.

Pero, más allá de las palabras, el recorrrido de Milton Wolff por el Ebro llega en unos momentos en los que hablar de la guerra empieza a no ser tabú, aunque sobrevivan aún una infinidad - se mire la guerra desde el lado que se mire- y las pasiones sigan desbordándose con una facilidad pasmosa. Mas es verdad que, en los escenarios de la batalla del Ebro, en la Terra Alta, en la Ribera d´Ebre, en los pueblos ribereños, hablar de la Guerra Civil era casi un imposible hace dos días. Como en muchos otros lugares, el silencio lo copaba absolutamente todo. La memoria debía de restar en conserva. Punto en boca.

Hoy las cosas han cambiado y, aunque la presencia de Milton Wolff y los homenajes a los brigadistas sigan molestando a según quiénes, al menos pueden celebrarse con normalidad. Surgen por doquier iniciativas de recuperación de la memoria colectiva y local, y en la Terra Alta, donde la guerra no podía ni mentarse, hoy se impulsan museos, centros de interpretación histórica y hasta rutas por los escenarios de la batalla del Ebro.

Por si todo ello fuera poco, Milton Wolff acaba de ver traducida al español su novela Another hill,publicada en inglés en 1994. La obra, titulada Otra colina,es una novela autobiográfica, bien escrita, con buenos diálogos y, encima, equilibrada. No es una historia de buenos y malos, ni de héroes idealistas que nada temen. También están los cobardes, los miedosos, los mezquinos. O mejor aún: están los héroes cobardes y los miedosos valientes. Están los hombres, tal cual.

Wolff tiene un recuerdo muy vívido de la Guerra Civil, aunque se diría que en España se contagió de un humor socarrón muy al estilo de Berlanga. Impresiona oírle contar, entre sonrisas y carcajadas, las semanas que precedieron a la batalla del Ebro, los días previos a cruzar el río. "Preparamos la gran ofensiva sin agua de ninguna clase. Entrenábamos en el lecho de riachuelos que estaban completamente secos, con sacos, y simulábamos que remábamos y nos reíamos mucho, y nos gastábamos bromas continuamente", cuenta. La mayoría eran jóvenes, tenían veintitantos. Luego vino el Ebro, pero a fin de cuentas, ¿qué es nuestro Ebro al lado del Mississippi o del río Hudson, que eran los ríos de esas gentes del batallón Lincoln?

Como dice un personaje de la novela de Milton Wolff: "¿Qué es esta mierda de río comparado con el Atlántico?". La frase da que pensar. Desde nuestra perspectiva de hoy en día cuesta entender qué hacían estos tipos, brigadistas de veinte y pocos años llegados desde la otra punta del mundo, en la España de los años treinta. Luchar contra el fascismo, de acuerdo. Pero si para nosotros Estados Unidos pilla lejos, en los años treinta eran puro exotismo, el más allá, las quimbambas.

 

 

El ex brigadista Milton Wolff relata en 'Otra colina' su experiencia en la Guerra Civil

 

Fuente: Europa Press

 

El ex brigadista Milton Wolff, último comandante del Batallón Lincoln de las Brigadas Internacionales, relata en 'Otra colina' (Ediciones Barataria) su experiencia como combatiente en la Guerra Civil española.

 

Wolff, de 90 años de edad, aseguró hoy en Barcelona que los países democráticos "fracasaron" al no resistir la "agresión fascista" y eso "no puede volver a repetirse". El ex combatiente recordó que poco después de la caída de Madrid, Alemania invadió Polonia que era lo que los brigadistas "queríamos evitar".

 

'Otra colina' es una novela autobiográfica que narra la peripecia heroica de los voluntarios norteamericanos que lucharon junto a la República española y teje trama paralelas a partir de los soldados Leo Rogin y Mitch Castle.

 

Milton Wolff afirmó que empezó a escribir este libro en 1967 porque "lo que se estaba publicando no estaban contando la historia verdadera, sólo la historia de cada bando", que costó mucho que se publicara y no vio la luz hasta 1994 auspiciado por la Universidad de Illinois.

 

El ex combatiente esperó que de la lectura de este libro se saque la conclusión de "dejar las armas" y "no volver a la guerra a no ser que tengas enfrente a un personaje como Adolf Hitler" que la justifica.

 

Wolff explicó su experiencia como brigadista internacional, a la que se alistó desde su Brooklyn natal. Era un activista social en plena Depresión norteamericana y miembro de la Liga de Juventud Comunista que estaba "muy interesado" por la situación en España.

 

El ex brigadista aseguró que en el momento que se estaban formando las Brigadas Internacionales decidió alistarse y para ello tuvo que "inventarse la leyenda" de que iba a estudiar arte a París porque en aquel momento los pasaportes que gestionaba el Gobierno norteamericano "no permitían ir a España".

 

Milton Wolff llegó a España a través de los Pirineos y fue en Madrid donde conoció a Ernest Hemingway --con quien tuvo una disputa a causa de la historia "irreal" de 'Por quién doblan las campanas'--, en plena contienda bélica.

 

Cuando regresó a Estados Unidos, las autoridades le quitaron su pasaporte y le obligaron a prestar declaración ante la Comisión de Actividades Antiamericanas. Wolff explicó que "tenía una declaración preparada, pero no me dejaron hablar, me levanté y me fui".

 

El ex combatiente no quiso pronunciarse en exceso sobre el presidente norteamericano, George W.Bush, porque no le gusta hablar contra su país cuando está en el extranjero, "ya lo hago allí". Sin embargo, aseguró que "está tratando de hacer cualquier cosa para evitar los escándalos".

 

 

 

Sumario

 

 

La Associació TILBO de Torelló y la exposición “La guerra civil a la vall del Ges”

 

Fuente: http://www.osona.com/GuerraCivilVallges.htm

 

Exposició: "La guerra civil a la vall del Ges"

T27 de novembre, 2, 3 i 4 de desembre de 2005. Foyer del Teatre Cirvianum. Torelló
Horari: dia 27 de novembre, de 12 a 14 h i de 18 a 20 h, dia 2 de desembre, de 18 a 20 h, dia 3, de 18 a 20 h, i dia 4, de 12 a 14 h i de 18 a 20 h. Per concertar visites de grups escolars o altres durant la setmana, poseu-vos en contacte amb la regidoria de Cultura (93 859 36 12).

 

 

Quan es parla de la necessitat de superar amb l’oblit les ferides de la guerra civil i del franquisme es comet un error i una injustícia. Perquè l’oblit només s’ha de produir després que s’hagi establert la realitat del que va passar i s’hagi fet justícia, almenys en la seva memòria, a les víctimes.

 

Una cosa és renunciar a la venjança, que s’ha de fer, i una altra de molt diferent promoure l’oblit donant per vàlides les mentides i les deformacions amb les quals es va amagar acuradament la veritat. (Traduït de: Josep Fontana. Pròleg a La columna de la muerte)


PRESENTACIÓ

 

Les paraules del professor Fontana que precedeixen aquesta presentació justifiquen plenament perquè és necessària la recuperació de la memòria històrica de la guerra civil i el franquisme i perquè no podem deixar que els fets ocorreguts durant aquest temps caiguin en l’oblit.

 

TILBO. Associació per a la Recuperació de la Memòria Històrica va néixer a Torelló ara fa aproximadament un parell d’anys, amb l’objectiu de contribuir a la recuperació i la restitució de la memòria històrica del període que va des de la IIa República fins a l’Assemblea de Catalunya i, també, per intentar preser¬var el testimoni oral de les persones de la Vall del Ges que van viure aques¬ta època.

 

Al llarg d’aquest temps s’han organitzat diverses sessions del cicle que porta per títol ‘La Història que no ens van explicar. De la IIa República a l’Assemblea de Catalunya’. A les sessions, que han comptat amb una assistència i participació importants, s’han combinat les projeccions audiovisuals (elabo¬rades per la pròpia Associació), les ponències d’experts, el testimoni de per¬so¬nes que van viure els períodes tractats i el debat amb el públic assistent.

També s’han organitzat d’altres activitats, no incloses pròpiament al cicle, conjuntament amb altres entitats de la comarca.

 

Tenint en compte l’interès i el debat que han anat generant aquestes prime¬res sessions i activitats, i després d’analitzar-les i valorar-les molt positivament, ara des de TILBO ens proposem d’organitzar una exposició sobre la guerra civil que serveixi per conèixer millor aquest període de la nostra història i per contribuir a fomentar la cultura democràtica.

L’objectiu és que l’exposició es pugui visitar durant els mesos de novembre i desembre de 2005, i de manera itinerant, als diferents municipis de la Vall del Ges.

Torelló, 10 d’octubre de 2005

 

EXPOSICIÓ 2LA GUERRA CIVIL A LA VALL DEL GES (1936-1939)”

 

Descripció de l’activitat

 

Des de TILBO. Associació per a la recuperació de la memòria històrica pretenem organitzar una exposició sobre la guerra civil als municipis de la Vall del Ges (Sant Pere de Torelló, Sant Vicenç de Torelló i Torelló). Mitjançant un recorregut històric i pedagògic, volem donar a conèixer la realitat dels nostres municipis durant aquest episodi cabdal de la història recent.

A través de diferents espais diferenciats, però relacionats entre si pel fil conductor de la guerra civil, l’exposició oferirà, a totes aquelles persones que la visitin, la possibilitat de fer-se una idea del que va passar en aquells moments en aquests tres pobles de la reraguarda republicana i com s’hi vivien els esdeveniments de l’època. Els apartats seran els següents:

- El nou ordre revolucionari
- Violència revolucionària
- El front
- La fi de l’experiència revolucionària
- Economia de guerra
- Proveïments i mercat negre
- Solidaritat
- Els refugiats de guerra
- Vencedors i vençuts

 

Cada zona disposarà d’un plafó explicatiu que parlarà d’un aspecte concret de la guerra civil.

Cadascuna d’aquestes explicacions vincularà la situació de la Vall del Ges amb la de Catalunya, d’aquesta manera pretenem aconseguir oferir una visió local del conflicte, acompanyada d’una visió més àmplia, d’abast nacional.

 

Alhora, aquests plafons s’acompanyaran de documents i objectes històrics, ubicats en expositors i vitrines i relacionats amb la temàtica exposada. No volem que sigui una mostra de col•leccionista, per això cada material o document exposat tindrà la finalitat de complementar l’àrea en què s’ubiqui. S’exposaran des d’articles i documents del moment fins a cartes de soldats al front o carnets d’afiliació sindical. Evidentment també hi haurà objectes més vistosos com ara un uniforme complet de l’exèrcit popular o una bomba. Cadascun d’aquests materials tindrà una explicació específica i detallada.

 

L’exposició comptarà, a més, amb una breu síntesi del període i del conflicte a cadascun dels tres municipis, redactada per diferents historiadors.

 

Mitjançant el so i la llum intentarem crear, també, una atmosfera especial, reproduint determinats documents convertits a format sonor. Mitjançant aquest recurs es reproduirà, per exemple, una carta d’un combatent republicà que demana informació dels refugiats afincats a la Vall per mirar de trobar-hi la seva parella. Igualment, procurarem completar aquest context local amb discursos d’època de personatges com ara el President Companys.

 

Per nodrir l’exposició amb tots aquests continguts, s’ha fet un treball de recerca i buidatge dels arxius municipals i parroquials dels tres pobles. També s’ha demanat la col•laboració dels ciutadans i ciutadanes dels tres municipis, a través d’una convocatòria a la premsa local i de la participació de l’entitat en activitats obertes, perquè aportin objectes o documents personals.

 

El resultat de la recerca han estat més de 300 documents i materials, dels quals pensem que caldria exposar-ne uns 150, però que serà difícil per qüestions d’espai.

Objectius

 

Amb l’exposició pretenem ajudar els ciutadans i ciutadanes a conèixer millor la història més recent dels nostres pobles en el període de la guerra civil. Trencar amb determinats tabús, despertar curiositats, fomentar el debat i el diàleg... qualsevol d’aquestes finalitats és vàlida per assolir l’objectiu principal de col•laborar a desenvolupar una autèntica cultura democràtica. Especialment significatiu pretenem que sigui l’últim plafó, el que farà referència als vencedors i vençuts. Aquí es contraposarà l’exaltació del règim franquista cap als seus màrtirs, davant de l’oblit i la repressió que van patir tots aquells que van quedar vinculats al bàndol perdedor, a través d’una obra de l’artista torellonenc Quim Rifà.

 

Per tal d’assolir aquests objectius, hem de ser capaços d’arribar a un públic molt divers i de moltes edats. Per això treballarem, sense defugir del rigor històric, amb textos molt planers i recolzant-nos en tot moment en imatges gràfiques significatives, que juntament amb els materials exposats facilitaran la comprensió per part del públic.

 

Cada franja d’edat podrà experimentar diverses sensacions i treure partit de l’exposició de maneres diverses. Els records produïts en el públic de més edat, actuaran de motor per reviure una època molt significativa per a ells i per poder confrontar la visió que donarà l’exposició amb les seves pròpies vivències, records o idees. Per a totes aquelles persones que no van viure la guerra i que se’ls va ocultar aquesta part de la història (ja sigui a l’escola o en el mateix entorn familiar), l’exposició haurà de tenir una funció cabdal per apropar-los a uns episodis que han condicionat el curs de la història més recent del nostre país, i que encara avui és en bona part desconeguda. Per a les generacions nascudes en la democràcia, intentarem plantejar la mostra com un reforç atractiu del que puguin haver après o estiguin aprenent als centres escolars.

S’ha contactat amb els diferents centres escolars de primària, secundària i batxillerat, el cursos de català, el PTT, l’escola d’adults, el Casal de la Gent Gran, la residència...

 

Alhora, també volem que l’exposició serveixi per reivindicar o donar a conèixer la important tasca i funció de conservació que fan els arxius, remarcant d’on prové cadascun dels materials exposats.

 

D’altra banda, i pensant en el conjunt d’objectius de la nostra associació, l’exposició també ha de servir per fer nous contactes i conèixer noves dades a través del boca-orella que es generarà en els diferents espais on es presentarà l’exposició, tal i com ha passat en cadascun dels actes que hem organitzat fins ara. Aquests espais de trobades derivaran, de ben segur, cap a entrevistes i investigacions posteriors, que passaran a ampliar la nostra base de dades i a estar al servei dels ciutadans i ciutadanes.

 

RELACIÓ D’ACTIVITATS REALITZADES PER TILBO

 

CICLE “LA HISTÒRIA QUE NO ENS VAN EXPLICAR. DE LA 2A REPÚBLICA A L’ASSEMBLEA DE CATALUNYA”

 

Els primers anys de la 2a República. De l’esperança a la frustració
Projecció audiovisual de creació pròpia (amb testimonis de l’època), xerrada a càrrec de l’historiador i professor de la Universitat Pompeu Fabra, Jaume Claret, i debat amb el públic assitent
Diumenge, 11 de maig de 2003
Sala d’actes de Gestiomat (Torelló)

 

La Guerra Civil (1936-1939). Del triomf del front d’esquerres a l’esfondrament de la República
Projecció audiovisual de creació pròpia (síntesis del conflicte), lectura de textos històrics locals de l’època per introduir el debat moderat pel periodista i professor de la Universitat Ramon Llull, Enric Xicoy
Diumenge, 5 d’octubre de 2003
Foyer del Teatre Cirvianum (Torelló)

 

1936-1939. Dones en temps de guerra
Projecció audiovisual amb testimonis femenins de l’època. Introducció a càrrec de Bet Soldevila, historiadora i directora del Setmanari Torelló, i debat moderat per Rosa Sayós, filòloga i professora de la Universitat de Barcelona. Edició de material pedagògic i informatiu per distribuir entre els assistents
Amb la col•laboració d’Irene Jofre i el GAT (Grup Actiu de Torelló)
Diumenge, 7 de març de 2004
Sala d’actes de Gestiomat (Torelló)

 

Sortida a Barcelona per anar a teatre
Homenatge a Catalunya. Direcció de Josep Galindo
Edició de material per contextualitzar l’obra, l’autor i els Fets de maig
Diumenge, 23 de maig de 2004
Teatre Romea (Barcelona)

Sant Jordi 2004

 

Participació en les activitats obertes organitzades per l’Ajuntament
Difusió de les activitats de l’entitat, ampliació de la base de dades i recollida de materials per a la futura exposició sobre la guerra civil
Plaça Vella (Torelló)

 

Homenatge a les víctimes dels bombardejos. 1938-1939
Les bombes silenciades
Descobriment tres plaques commemoratives en memòria de les víctimes dels bombardejos de la comarca d’Osona, grafit commemoratiu, recopilació de la informació històrica i contacte amb els familiars de les víctimes. Projecció de la pel•lícula La ciutat foradada i taula rodona posterior
En col•laboració amb grup de joves de Torelló (grafit), l’Associació Cultural Pro-Ateneu de Manlleu, Òmnium Cultural, el Consell Comarcal d’Osona i els Ajuntaments de Manlleu, Torelló i Vic
Dissabte, 15 de maig de 2004

 

Torelló, Manlleu i Vic

Crear X Recuperar
Les arts i la recuperació de la memòria històrica
Cafè-tertúlia amb Quico Pi de la Serra (músic) i Feliu Formosa (poeta, traductor i dramaturg), moderat pel periodista Martí Castells
Diumenge, 4 de juliol de 2004
En el marc del Festus. Festival Jove de Torelló

 

Buidatge dels Arxius Municipals i Parroquials de Sant Pere de Torelló, Sant Vicenç de Torelló i Torelló per seleccionar documents per a la futura exposició sobre la guerra civil

Des de l’estiu de 2004

 

Breu recerca sobre Segimon Canudas i Bosser

Recerca feta a petició dels familiars, que sabien que aquest torellonenc havia hagut de marxar a l’exili després de la guerra civil però no en tenien més informació.

 

Breu recerca sobre Maria Guillot i Andreu
Recerca feta a petició de l’historiador de l’educació i professor de la Universitat de Girona, Salomó Marquès i Sureda, que està recollint les dades biogràfiques de nois i noies nascuts a L’Escala durant la primera meitat del segle XX i que van exercir com a mestres. Les dades serviran com a base per elaborar un llibre. Maria Guillot i Andreu, nascuda a L’Escala, va exercir com a mestra a Torelló durant la guerra civil i el primer franquisme.

 

 

Tilbo desgrana la trajectòria de Maria Guillot i Segimon Canudas de Torelló

 

http://www.elter.net/index.php?apartat=1&id=1241

 

Maria Guillot era una professora de Torelló durant la Guerra Civil i Segimon Canudas un exiliat de Torelló: aquestes dues persones han estat l'eix de la darrera investigació que s'ha impulsat des de Tilbo, l'associació per la recuperació de la memòria històrica de Torelló.
En el cas de Guillot, la recerca s'ha engegat a partir de la petició del professor de la Universitat de Girona Salomó Marqués: ell va ser qui es va posar en contacte amb Tilbo perquè està elaborant un estudi sobre persones que tenen l'origen a l'Escala, com Guillot, que van estar relacionades amb el magisteri en els primers trenta anys del segle XX.

La segona recerca que s'ha fet darrerament des de Tilbo és d'un veí de Torelló, Segimon Canudas. Ho va encarregar a l'entitat la pròpia família d'aquest senyor, de qui sabien que s'havia hagut d'exiliar en acabar la guerra civil espanyola, però sense conèixer exactament quins eren els motius que ho havien provocat. La investigació en aquest cas de Canudas va ser força laboriosa pels integrants de Tilbo, que van haver de recórrer a testimonis orals, arxius, o publicacions de l'època com La Veu del Ter. Les conclusions que en van extreure van ser que Canudas havia tingut una implicació directa amb el moviment obrer de Torelló.

Mantenint la vinculació de Tilbo amb la recerca històrica, a hores d'ara estan preparant una exposició per relatar com es va desenvolupar el període de Guerra Civil a la Vall del Ges, per donar-li una funció clarament divulgativa. De moment, han fet demanar una convocatòria de subvencions de la Generalitat de 8.100 euros, tot i que encara no se'ls ha confirmat.

 

Sumario

 

 

 

 

La presencia de los hijos del exilio en la exposición del CCCB

 

Fuente: Avui (Aina Mercader)

 

Fills de polítics i intel·lectuals exiliats han tornat uns dies a Catalunya per compartir records i redescobrir el país que van haver d'abandonar els pares

 

Els darrers dies del mes de gener de 1939, poc abans que entressin les tropes franquistes a la ciutat de Barcelona, més de 400.000 civils van creuar la frontera francesa. Les persones que van formar part d'aquesta fugida massiva, que els llibres d'història han batejat com l'exiliada o l'èxode francès, representen la història en minúscula, aquesta lletra petita feta a través de la quotidianitat i farcida d'anècdotes, que coneixem ara a través de dietaris i blocs de notes, però sobretot gràcies a l'esforç de memòria que fan els supervivents de la diàspora, els fills d'aquell exili.

 

El cicle Literatures de l'exili: testimonis, que s'ha desenvolupat al Palau de la Virreina, s'emmarca dins l'exposició sobre aquesta temàtica que es mostra al Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) fins al 29 de gener. La trobada ha donat veu, al llarg de la setmana, a aquells que quan eren infants o adolescents -fills d'escriptors i intel·lectuals- van haver d'abandonar Catalunya com a refugiats i als qui ja van néixer a l'altra banda de l'Atlàntic, en terres americanes.

 

S'ha tractat de fer un viatge en el temps i resituar-los seixanta anys enrere, per tal d'induir-los a buscar entre els seus records i poder conèixer una mica més aquell període que va deixar la cultura catalana coixa d'una generació d'intel·lectuals, que en la majoria dels casos no van tornar mai més a casa.

 
El primer exili

 

Amadeu Cuito, fill del polític d'Acció Catalana Ferran Cuito, va marxar cap a França als tres anys. Amadeu afirma amb rotunditat: "Formo part d'una família d'exiliats, però jo no he sigut mai un desterrat ni un exiliat, perquè no havia viscut pràcticament aquí abans de l'exili".

 

Igual que Núria Pi-Sunyer, filla del conseller de Cultura de la Generalitat Republicana Carles Pi-Sunyer, Amadeu forma part del que es coneix com la segona generació d'aquell exili col·lectiu que va emigrar en família. Núria explica que, en parlar de la diàspora, se sent "un poc acomplexada perquè jo era filla de polític i no vaig haver de fer la retirada". "Nosaltres ja érem a França des de l'abril del 1938, després anàrem a Londres i finalment a Veneçuela". L'Amadeu i la Núria es van conèixer en aquell primer exili, quan eren molt joves, i no s'havien tornat a trobar fins ara. La Núria, però, sempre se'n va recordar de l'Amadeu perquè li havien fet una bufanda que mai li van poder regalar. "Li dèiem la bufanda de l'Amadeuet, però ell no la va veure mai, tot i que la portàvem sempre que ens desplaçàvem", recorda. Ara, més de seixanta anys després, l'Amadeu assenteix que "gràcies a aquest objecte, que desconeixia del tot, m'he sentit per primera vegada un exiliat".

 

D'aquell primer èxode també en queden records més amargs. L'exposició del CCCB, Literatures de l'exili, acull la carta que l'any 1944 Pompeu Fabra va enviar al pare de l'Amadeu per demanar-li menjar. Aquest document epistolar, una de les peces que més atreu els visitants i que dijous passat van llegir Montserrat Carulla i Joan Margarit, exemplifica les penúries i misèries a les quals es van veure abocats molts dels refugiats en terres franceses.

 
Un món desconegut

 

Fins al 1940, l'exili republicà es va concentrar al país veí. Alguns intel·lectuals, com Riba, Obiols i Soldevila, no es volien allunyar d'Europa, però amb l'inici de la Segona Guerra Mundial comença la diàspora americana, que va portar molts escriptors cap a Xile, Mèxic, Argentina i la República Dominicana. Molts republicans van arribar a Xile amb el vaixell Winipeg, organitzat pel poeta Pablo Neruda, d'altres, com Cristian Aguadé, fill de Jaume Aiguader, alcalde republicà de Barcelona, van arribar més tard amb el vaixell Formosa. Allà, Cristian va fer fortuna amb un negoci de mobles de gran prestigi: l'empresa Muebles Sur, que encara existeix.

Per la seva banda, Anna Maria Prat, filla de l'escriptor Armand Obiols i neboda de l'autor Francesc Trabal, va arribar a Santiago amb nou anys, el 1948, "quan vam veure que Franco no queia per efecte dominó amb Hitler i Mussolini".

 

Per a molts, la immersió en un país d'una cultura completament desconeguda com era Xile es plantejava com un tràngol passatger, com unes vacances, però per a molts va ser un viatge sense retorn. "Em van assegurar que només hi seríem uns anys, però el Francesc va morir el 1957 i vam decidir quedar-nos, tant que encara hi vivim", recorda l'Anna Maria.

 

D'altres, com els escriptors Josep Soler Vidal, Pere Calders, Odó Hurtado i Ferran de Pol -avui es fa un recorregut per la seva vida i obra al seu poble natal, Arenys de Mar- es van decidir per Mèxic, un país que fins al restabliment de la democràcia a Espanya mai no va mantenir relacions diplomàtiques amb cap altre govern espanyol que no fos el republicà.

 

La cultura i la literatura catalana van beure, sens dubte, de tota aquella experiència americana, de la mateixa manera que aquelles terres es van beneficiar del bo i millor del panorama intel·lectual català. Els fills d'aquests personatges il·lustres són les veus que queden ara d'aquell viatge forçat que oferia la possibilitat de viure en llibertat i protegia els escriptors de la censura feixista que dominava aleshores Espanya. Per uns dies els hem pogut escoltar a casa.

 

 

 

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Julià Guillamon reconstruye la ruta del exilio a través de una antología de narradores

 

Fuente: La Vanguardia Digital


Durante más de dos años, el escritor y crítico Julià Guillamon ha trabajado intensamente en torno a la literatura generada por los escritores catalanes que tuvieron que exiliarse. Uno de los frutos de esa investigación es la exposición Literatures de l´exili que se presenta en el CCCB, complementada con un libro catálogo del propio Guillamon que sigue la trayectoria de los distintos autores. Otra aportación importante es el volumen Narrativa catalana de l´exili, una selección de obras de diez escritores que Guillamon ha preparado y que acaba de publicar Galàxia Gutenberg / Cercle de Lectors.

Narrativa catalana de l´exili (un libro de más de 1.200 páginas) reconstruye la historia del exilio a la manera de una ficción documental a partir de un conjunto de textos narrativos de Avel·lí Artís-Gener (Tísner), Agustí Bartra, Xavier Benguerel, Pere Calders, Lluís Ferran de Pol, Cèsar-August Jordana, Vicenç Riera Llorca, Mercè Rodoreda, Francesc Trabal y Ramon Vinyes. La antología cuenta con textos de los estudiosos Maria Campillo y el mexicano Carlos Guzmán Moncada.

"Algunos de los libros básicos del exilio catalán eran difíciles de encontrar o estaban en ediciones de poca circulación -dijo ayer Guillamon al presentar el volumen-. Esta obra es un puzzle que recupera algunos textos indispensables o que ofrece de otros una nueva interpretación. La idea es presentar al público general la literatura del exilio, normalmente convertida en materia de estudio de especialistas".

Los relatos que abren la obra reflejan la experiencia de los campos de concentración (la novela de Bartra Crist de 200.000 braços, ambientada en el campo de Argelers) y los primeros tiempos del exilio francés, como los cuentos de Rodoreda Orleans, 3 quilòmetres, Cop de lluna y Nit i boira. De Riera Llorca se ha elegido la novela Tots tres surten per l´Ozama, que muestra el choque cultural con el trópico. Los dos principales núcleos americanos que acogieron a autores catalanes -México y Chile- reviven a través de la novela de Tísner Paraules d´Opòton el vell (una falsa crónica precolombina escrita desde el punto de vista de un guerrero mexicano que participó en el descubrimiento de Europa), los relatos de Calders Aquí descansa Nevares i altres narracions mexicanes, o el libro de Ferran de Pol La ciutat i el tròpic; varios cuentos de Vinyes (como La mulata Penélope o Una Pasqua de Resurrecció en el tròpic) o la novela de El Rusio i el Pelao, de Cèsar-August Jordana, un autor en cuyo legado (depositado en el Arxiu Nacional de Catalunya) "hay aún mucho material inédito".

Guillamon recupera también tres cuentos de Benguerel que "hablan del tema del exilio de una manera elíptica: tratan de personajes huidos y de ausencias dolorosas": El desaparegut, L´home dels prismàtics y La dama del parc i la meva ombra. Asimismo, ha seleccionado la única novela que Francesc Trabal publicó en el exilio, Temperatura, "un libro que leído en este contexto adquiere una simbología emocionante".

Para el crítico y ensayista, la literatura del exilio "conserva su vigencia" y en estas obras pueden descubrirse "detalles sorprendentes". "El exilio fue ciertamente una experiencia traumática, pero también abrió un abanico de nuevos mundos que enriquecen mucho la literatura catalana", añadió Guillamon.

 

 

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“La verdad sobre el caso Savolta” cumple 30 años

 

Fuente: El Periódico de Catalunya
 
El 23 de abril de 1975, Seix Barral publicó la novela primeriza de un abogado de nombre Eduardo Mendoza, que por entonces llevaba un año en Nueva York como traductor en las Naciones Unidas. La obra, La verdad sobre el caso Savolta, se hizo rápido con un lugar en el panorama literario, hasta el extremo de ser calificada, años después, como la primera novela de la transición española. Treinta años más tarde, ha vendido más de 300.000 ejemplares, se ha traducido a unos 10 idiomas y, ayer, se doctoró como obra clásica al salir a la calle la primera edición anotada y crítica. El escritor y la editora de la obra, Nuria Plaza, hicieron la presentación de esta versión, publicada por Crítica, en la librería La Central del Raval.

 

Mendoza (Barcelona 1943) ha dicho en varias ocasiones que comenzó La verdad sobre el caso Savolta como un divertimento, como la novela que le hubiera gustado leer.

La obra, casi en clave de novela negra, narra el asesinato de un industrial catalán, traficante de armas durante la primera guerra mundial. La trama es el telón de fondo de una crónica social y política en la convulsa Barcelona de inicios del siglo XX.

 

El autor se mostró agradecido con el resultado de la edición de Plaza, que facilitará los trabajos que sobre La verdad sobre el caso Savolta se realizan en institutos y universidades. Comentó la condición de clásico alcanzada, y lo hizo con su habitual humor sutil, con humildad, como si debiera excusarse por la pervivencia de su novela. "Un clásico es una obra que exige una guía para entrar en un territorio que no es el de hoy --añadió--; en la que no se puede entrar de manera inocente y también un libro que no hace falta leer, que basta con tenerlo en las estanterías".

 

Plaza (Madrid, 1967) profesora de la Universitat de Barcelona, ha hecho una edición crítica que facilitará el uso académico de la novela y la comprensión de una época a lectores menos avezados. El trabajo comienza con una larga introducción de más de 100 páginas dedicadas a la trayectoria literaria del autor y a analizar la obra en su contexto histórico y literario, e incluye, además, las críticas recibidas y la bibliografía utilizada. A pie de página figuran las habituales notas que explican la información que Mendoza introduce en el texto.

 

Tras la presentación del libro, el escritor recordó lo difícil que le resultó seguir la trayectoria de su primera novela: "En 1975 no llegaban diarios españoles a Nueva York y sólo en una librería de Times Square encontraba algún ABC y La Vanguardia atrasados, así que me costó leer las críticas que recibía".

 

Mendoza hizo una corta visita a España en 1976 para recoger el Premio de la Crítica y no regresó a Barcelona hasta 1983, por lo que vivió el éxito desde la distancia: "fui el último en enterarme". Discrepa de quienes consideran que la aparición de La verdad del caso Savolta supuso la recuperación de la narrativa, de los géneros literarios y de la intriga. "Javier Marías había publicado por entonces La travesía del horizonte y Manuel Vázquez Montalbán ya había creado a Pepe Carvalho; yo me limité a absorber lo que estaba en el aire", concluye.

 

 

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Un congreso en Barcelona revisa la relación entre arquitectura y política durante la II República

 

Fuente: El País (Catalina Serra)

 

Hace ahora 75 años, en el Gran Hotel de Zaragoza, 13 jóvenes arquitectos escribieron una de las páginas más legendarias de la arquitectura de vanguardia en España. Los días 25 y 26 de octubre de 1930 se fundó allí el Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea, más conocido por sus siglas, GATEPAC. Se dividió en tres áreas: el grupo Norte, liderado por José Manuel Aizpúrua; el grupo Centro, cuyo delegado era Fernando García Mercadal, y el grupo Este, abanderado por Josep Lluís Sert. Este último, el catalán, fue el más activo y a él dedicó la Fundación Docomomo Ibérico, entidad dedicada a recuperar la arquitectura del Movimiento Moderno, su quinto congreso desarrollado en Barcelona.

 

El congreso llevó por título El Gatepac y su tiempo. Política, cultura y arquitectura en los años treinta. Explica su director, Antonio Pizza, que se decidió centrar el encuentro en el grupo catalán (de ahí el cambio de la sigla E por la C) porque la mayoría de expertos reconocen que como colectivo fueron los más activos, si no los únicos, ya que, además, fueron los responsables de la edición de la revista del grupo, A. C. Documentos de Actividad Contemporánea, de la que se publicaron 25 números entre 1931 y 1937 y que, con una tirada de 2.000 ejemplares, fue la responsable de la divulgación y promoción del ideario y las propuestas estéticas del colectivo. En esto, como en otras cosas, los "gatepacos" (como cariñosamente los definen los estudiosos) se adelantaron a su tiempo ya que fueron conscientes de la importancia que tendrían las revistas en la difusión de las nuevas tendencias arquitectónicas. El Colegio de Arquitectos de Aragón, que celebró el aniversario con la colocación de una placa en el Gran Hotel, ha organizado tres exposiciones sobre el acontecimiento y publica una carpeta dedicada al Gatepac que incluye un DVD con la colección completa de la revista que también publicará la Caja de Arquitectos en formato papel.

 

Con todo, lo más interesante del congreso es el subtítulo porque plantea una mirada amplia a las relaciones entre política, cultura y arquitectura en el convulso periodo de los años treinta en España. El mito del Gatepac creció a la sombra de la relación de este grupo de arquitectos con las políticas reformadoras de la II República. Su preocupación por el urbanismo, la vivienda social, el higienismo o las nuevas tipologías de escuelas y hospitales avalan esta supuesta relación tan estrecha que desde entonces se establece entre la izquierda y la arquitectura moderna de vanguardia, y que influyeron de forma directa en las generaciones de arquitectos que diseñaron la arquitectura de la transición. El congreso, a tenor de lo que adelantan algunas de las ponencias presentadas, pone en cuestión algunas de estas tesis y hace augurar unas interesantes mesas redondas al final de las sesiones previstas cuyo objetivo principal, explica Pizza, es poner en común las nuevas investigaciones sobre el movimiento y sus integrantes que se han realizado en los últimos 30 años. "El Gatepac siempre ha sido considerado una excepción de modernidad en su época, pero con los años creo que se tendrían que reconsiderar otras aportaciones al racionalismo que, sin ser tan radicales, también tuvieron su importancia", indica Oriol Bohigas, uno de los principales estudiosos del movimiento y autor de una de las ponencias del congreso. "La diferencia es sobre todo estilística, porque el Gatepac defendía de forma militante las ideas de Le Corbusier, y, en cierta manera, también de compromiso social, pero existen estos otros racionalismos que hay que empezar a valorar, como la Colonia El Viso, de Rafael Bergamín, o una parte de las obras de Rubió i Tudurí", concluye Bohigas, que había sido de los primeros en reivindicar la vertiente política del grupo.

 

Y es que, más allá del compromiso de todos sus miembros con los presupuestos estéticos sobre los materiales industriales y las formas funcionales del Movimiento Moderno -el Gatepac se constituyó precisamente para poder entrar a formar parte del exclusivo club de la arquitectura racionalista que figuras como Le Corbusier o Walter Gropius habían creado a través de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM)-, las diferencias ideológicas entre ellos eran más que notables. El delegado del Gatepac en la zona Norte, José Manuel Aizpúrua -que firmó en 1929 junto a Joaquín Labayén el Real Club Náutico de San Sebastián, emblemático edificio pionero del racionalismo español-, fue fusilado en septiembre de 1936, a los 33 años, en represalia por su activa militancia falangista (amigo de José Antonio Primo de Rivera, fue cofundador de Falange Española). El principal responsable de la revista A. C., Josep Torres Clavé, que firmó junto a Sert y Subirana obras igualmente emblemáticas del movimiento como la Casa Bloc de Barcelona, murió en el frente de Aragón durante la retirada del ejército republicano en 1939, también a los 33 años. Tanto uno como otro mantuvieron intensas actividades políticas antagónicas, pero ambos son figuras relevantes de la vanguardia española tanto por sus arquitecturas como por sus trabajos en el campo de la fotografía (Aizpúrua) y el diseño (Torres Clavé).

 

El espectro del resto del grupo era también amplio. Josep Lluís Sert -impulsor de un revolucionario y demoledor plan urbanístico para Barcelona, el Plan Macià, que firmaron estos jóvenes arquitectos junto a Le Corbusier, y autor junto a Lacasa del Pabellón de la República Española en la Expo de París de 1937- militaba en ERC y se exilió a Estados Unidos tras la guerra, en donde continuó defendiendo la validez del Movimiento Moderno. El pionero Fernando García Mercadal -que en 1929 firmó la que se considera la primera obra moderna española, el Rincón de Goya de Zaragoza- se quedó en España y como muchos de sus colegas esquivó como pudo la arquitectura "imperial" y regionalista que impulsaron los vencedores hasta que en los años cincuenta el racionalismo resurgió de sus cenizas. Con el tiempo, el Gatepac, considerado para algunos un grupúsculo elitista e intelectual, y para otros el mayor ejemplo de la arquitectura social, se convertiría en un mito, una leyenda que ahora este congreso y la exposición que sobre el movimiento se celebrará en mayo en el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona intentan revisar.

 

En su libro sobre el Dispensario Antituberculoso de Barcelona, Antonio Pizza cita lo esencial del editorial del número 1 de la revista A.C., en la que puede leerse: "La arquitectura responde a una utilidad, a un fin. Debe satisfacer la razón. Partir de elementos, programa, materiales, espacio, luz... desarrollándose racionalmente del interior (función) al exterior (fachada) de una manera simple y constructiva, buscando la belleza en la proporción, en el orden, en el equilibrio. Suprimir la decoración superflua superpuesta. [...]. Llevar la arquitectura a su medio natural, es decir, al técnico, social y económico del que está actualmente separada, es el programa que el grupo Gatepac se propone llevar a la práctica coordinando esfuerzos y trabajando colectivamente".

 

Quedan aquí bastante claras las intenciones del colectivo que se materializó en unos 120 proyectos documentados de los que muy pocos llegaron a construirse. Entre ellos figura el citado Dispensario Antituberculoso -que actualmente funciona como ambulatorio- y que Pizza define como "una especie de manifiesto de la arquitectura moderna".

 

El centro, diseñado por Sert, Torres y Subirana, fue la única pieza singular del plan ideado por el colectivo que llegó a construirse en el casco antiguo de Barcelona, una zona que en los años treinta tenía "la densidad más alta del mundo después de Calcuta" y en la que la primera causa de muerte en la época era precisamente la tuberculosis.

 

El Gatepac proponía diversas actuaciones urbanísticas que incluían la demolición de algunas de las zonas históricas más degradadas -una idea que se recuperó, con otros presupuestos, en los años ochenta- y la construcción al mismo tiempo de varios equipamientos públicos para solucionar sus problemas endémicos.

 

 

 

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En la muerte de Josep Peiró

 

Fuente: Terra Actualitat

               

El fill de Joan Peiró, Josep Peiró Olives, que, com son pare, va ser dirigent de CNT en l'exili y un destacat membre de la Resistència francesa, ha mort a París als 88 anys d'edat, han informat EFE els seus propparents a Barcelona.

Josep Peiró, el cos del qual serà incinerat diumenge que ve al cementiri de Pére Lachaise de París, era el segon dels tres fills i quatre filles del dirigent anarcosindicalista de la CNT i ministre d'Indústria de la Segona República,
Joan Peiró, i residia a la capital francesa des que es va exiliar amb son pare en 1939.

 

El difunt, que va nàixer a Badalona en 1917, va entrar a treballar als 15 anys a l'empresa Cristalleries de Mataró, que dirigia son pare, es va allistar com a voluntari de la Brigada Ascaso en iniciar-se la Guerra Civil i va lluitar al front d'Aragó abans d'ingressar en el Cos de Trens.

 

Conduint el cotxe de son pare, llavors comissari d'Electricitat del Govern republicà, el 5 de febrer de 1939 va creuar la frontera de França.

 

Quan l'Exèrcit alemany va avançar cap a París, la família Peiró va fugir cap al sud fins que son pare va ser descobert i lliurat a la Gestapo , que ho va posar en mans de la policia franquista i va ser afusellat en 1942.

 

Durant l'ocupació nazi, el català Josep Peiró va ser un destacat membre de la Resistència francesa i va participar en diferents missions, com enllaç i passant propaganda.

 

Va treballar durant més de quinze anys a les cristalleries de Courbevoie i després de tenir altres ocupacions, es va jubilar com a arxiver del Ministeri d'Exteriors francès.

Durant tot el seu exili va militar sense interrupció en la CNT, va ser secretari del comitè peninsular de les Joventuts Llibertàries, quan el comitè nacional del sindicat anarquista espanyol estava a París.

 

També va ser secretari general de la Federació Local de la CNT a la capital francesa i assistia amb regularitat a les reunions de l'Aliança per la República amb representants dels partits republicans.

 

Josep Peiró posseïa la Medalla de la Defensa de París amb distintiu de palmes i les medalles de la resistència francesa i polonesa, a més de la Medalla d'Europa i la distinció de Gentilhome de la República Espanyola, que li va atorgar El Govern republicà a l'exili.

 

És l'autor del llibre 'Juan Peiró. Teórico y militante del anarcosindicalismo español ' (editorial Foil , Barcelona 1978) i de la biografia inèdita 'La vida ejemplar y la muerte heroica de Juan Peiró Belis', que va escriure l'any 2000 i els originals del qual es troben dipositats al Centre d'Història Contemporània de Catalunya i a l'Arxiu Municipal de Mataró.

 

Era casat amb Olga Rodríguez, procedent d'una família de cenetistes asturians, i tenia una filla, Amapola.

 

 

 

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Por un museo del holocausto en Catalunya

 

Fuente: La Vanguardia Digital (Norbert Bilbeny)

 

“A la hora de hacer un trabajo de curso he descubierto que en Catalunya no existe ningún museo del holocausto. ¿Hay que exigirlo?”
AIDA R. FUENTES (Barcelona)


No creo que sea una exigencia, pero es razonable plantearse si lo ha de ser. Aparecerían argumentos a favor y en contra, tanto en lo político como en lo moral. Me quedo con esto último. Creo que es éticamente justificable que en Barcelona o cualquier otro lugar de Catalunya se establezca un museo del holocausto, es decir, del exterminio metódico, durante la Segunda Guerra Mundial, de millones de judíos y personas de otras minorías a cargo del nazismo. Se cumplen ahora 60 años de la liberación de los campos nazis. Al fin y al cabo, el propio presidente del gobierno catalán, Companys, fue detenido en el exilio por la Gestapo y pudo haber acabado en uno de esos campos.

El libro de Montserrat Roig, Els catalans als camps nazis, de 1976, fue pionero en dar a conocer las muchas víctimas del nazismo con nombres y apellidos catalanes y españoles en general. Fueron más de doce mil, de los cuales al menos diez mil murieron en aquellos siniestros campamentos. Eran ciudadanos de la República española, y después, tras la Guerra Civil, estuvieron de un modo u otro implicados en la lucha contra el nazismo. Todos, hombres, mujeres, niños incluso, llevaban una insignia cosida en su traje de prisionero. Consistía en un triángulo azul con la letra S bien destacada. Ello representaba que eran apátridas. De lo cual fue responsable el ministro franquista Ramón Serrano Súñer (tuvo hasta hace poco una calle en Gandesa), que no les quiso reconocer, cuando se le pidió, la nacionalidad española.

Durante el franquismo, en 1962, se creó en Barcelona la asociación Amical Mauthausen, de la que forman parte, hasta hoy, antiguos deportados y sus familiares. Por supuesto tuvo que actuar en la clandestinidad. Ahora sigue realizando una tarea necesaria en memoria de la dignidad de las víctimas y por la sensibilización contra una nueva barbarie parecida a la de entonces. La historia puede repetirse. De hecho, lo hace a veces. En España mismo vuelven a soplar vientos de xenofobia y racismo, o peor: el silencio por miedo a hablar. Así empezó el fascismo. Y la limpieza étnica, en Yugoslavia. Gritos y silencio, nada más, y nuevos campos de exterminio, en el corazón de la Europa civilizada.

Por ello me permito contestarle que juzgo muy razonable crear una institución pública de recuerdo y homenaje a las víctimas catalanas y españolas del nazismo, no con el fin tan sólo de recordar, sino de prevenir, en especial pensando en los más jóvenes. Que sepan hasta donde puede conducir la mentira y la deformación de la realidad, tan peligrosas como el ignorarla o renunciar a hablar sobre ella. Lo que ya no pueden decir las víctimas del nazismo, y algunos de sus supervivientes, incluso escritores de profesión, no se atreven a decir, por el impacto que les causó la deportación, debe decirlo, en nuestro país, un museo sobre el holocausto. Ahí debería haber un fondo documental permanente que recordara a los deportados de nuestro país, y poder celebrarse exposiciones, conferencias, debates, representaciones teatrales, etcétera, y por ejemplo pasar una y otra vez la mítica película Noche y niebla.

Catalunya se debe una lista completa de todos los catalanes víctimas del nazismo, a los que hay que devolver su rostro y ejemplaridad. Todo ello pensando en el futuro, para que la historia no se vuelva a repetir: no es la memoria por la memoria, "recuperar la historia" sin más. "Decidimos contar la historia para que el mundo sea mejor, para que aprenda y recuerde", palabras de Elie Wiesel, premio Nobel de la paz y superviviente de Auschwitz.

 

 

 

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“La velada de Benicarló”, representada en el mismo lugar donde Azaña sitúa la acción

 

Fuente: Vinaròs News

 

La velada en Benicarló, el testament polític de Manuel Azaña, ha estat representat en el mateix lloc on el president de la Republica Espanyola situa l´acció de l´obra: l´albergue de Benicarló, avui Parador de Turisme.

 

Set ciutadans, representants de diferents sensibilitats polítiques, en el paper de set personatges pressoners d´un destí tràgic. Una producció de "Teatro de Guardia", dirigida per Josi Ganzenmüller. La velada en Benicarló va ser escrita entre abril i maig de 1937, en plena Guerra Civil. Es tracta d´un diàleg entre diferents personatges que coincideixen en l´antic albergue de carretera, punt estratègic d´encontre de revellants reunions mantingudes al llarg del conflicte.

 

A través de l´intercanvi d´opinions entre els actors, Azaña representa les diferents sensibilitats polítiques que es van posar del costat de la República. Des dels socialistes moderats als anarquistas de la CNT, Azaña mostra les contradiccions d´uns essers humans atrapats en la difícil circumstància històrica que els va tocar viure. La velada en Benicarló, mostra tambè el conflicte intern del president de la República, abocat a liderar un enfrontament bèlic que el propi Azaña atribueix menys al conflicte entre idees, que al propi carácter dels espanyols. La velada en Benicarló és una recreació amarga de les causes d´una guerra entre germans. Però entre les cendres de la devastació, Azaña veu possible la redempció. Resumeix la recepta en tres paraules que tanquen l’obra: “Pa! u, pietat, i perdó”.

 

ENCLAVE ESTRATÉGICO

 

Enclavado a medio camino entre Barcelona y Valencia, el albergue benicarlando fue estratégico punto de encuentro de relevantes reuniones mantenidas durante la Guerra Civil, como la del 3 de mayo de 1937 entre el Presidente de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, y el primer ministro del Gobierno de la República, Largo Caballero. La velada en Benicarló discurre en una noche de guerra. Varios personajes que representan las corrientes de la España republicana empiezan un diálogo sobre la contienda y las ideas. Su obra La velada en Benicarló, puede considerarse como la más importante reflexión acerca de la década de los años treinta en nuestro país.

En un país en ruinas, Azaña escribía por las noches en los refugios su reflexión. La velada en Benicarló se considera, con sus otros escritos, una indagación lúcida de la realidad española. En su huída llegó a Francia, donde dimitió como presidente, perdida ya la guerra y murió meses después. Ha sido el político más vilipendiado de España. Por la derecha fue tildado de ateo y antimilitarista y la izquierda le consideró débil y culpable de perder la guerra. La objetividad intelectual, el raciocinio, la humanidad y los miedos de la guerra se pudo revivir en esta cena-representación este sábado 5.

 

Bajo la dirección de Josi Ganzenmüller, un reparto de actores y actrices encarnaron a Pastrana, un prohombre socialista (Ángel Rodríguez de Mier), Marón, un abogado (Juanma Cerdá), la escritora Elisa Morales (Conchu Jovaní), el ex ministro Garcés (José María Fibla), el diputado a Cortes Rivera (Patri Sastriques), la actriz Paquita Vargas (Anna Foix), el doctor Lluch (Jordi Cid) y el militar Blanchart (Ximo Vizcarro), en el que Anna Foix actuó de narradora y Joan Peiró fue el encargado de la banda y efectos sonoros. La violonchelista Anna Pitarch acompañó algunos pasajes de la obra. La Fundación Compte-Fibla colabora en esta obra que está patrocinada por Oremar y la Caixa Rural-Fundació Caixa Benicarló.

 

 

 

 

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El Manco de La Pesquera vuelve al monte: exhuman los restos del mítico guerrillero

 

Fuente: http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=153324&pIdSeccion=19&pNumEjemplar=2982

 

«Si no te portas bien, vendrá el Manco de la Pesquera y te llevará», les dicen todavía las madres de los pueblos de las Hoces del Cabriel a sus hijos. El mito de este guerrillero anarquista sigue vivo al cumplirse los 50 años de su fusilamiento en Paterna. La Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica exhumará sus restos el 8 de diciembre para cumplir su último deseo de descansar en su pueblo.

 

La luz volverá a entrar en el nicho 475 del cementerio de Paterna en la mañana del próximo jueves 8 de diciembre, 50 años menos dos días después de que tras ser pasado por las armas se depositara allí el cuerpo de Basiliso Serrano Valero, el Manco de La Pesquera, el mítico guerrillero anarquista cuya leyenda aún perdura en los pueblos las Hoces del Cabriel, en la comarca de Requena-Utiel y La Manchuela conquense.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, La Gavilla Verde, el grupo socialista del Ayuntamiento de La Pesquera, la localidad conquense de 268 habitantes que vio nacer a este maquis republicano, y sus sobrinos [murió sin descendencia] exhumarán los restos de El Manco (apodado así porque le faltaban unos dedos de su mano izquierda) para evitar que acaben en un osario y cumplir así su última voluntad de descansar en su pueblo.

 

El sábado 10 de diciembre, a las 9 horas, se entregarán los restos de Basiliso a sus familiares en una ceremonia que tendrá lugar en el cementerio de Paterna. Después, la comitiva partirá hacia La Pesquera para, a las 12, depositarlos en el cementerio.

 

Será un acto civil en la que estarán presentes las instituciones de Cuenca y de Castilla La Mancha, guerrilleros compañeros suyos como Pedro Alcoriza Matías, residente en Valencia, además de dirigentes del PSOE e IU. Por la tarde, después de una comida en la que ya hay casi 200 inscritos, se desarrollarán conferencias sobre la figura de El Manco.

 

El investigador, Salvador Fernández Cava, dice del penúltimo guerrillero fusilado de la Agrupación de Levante y Aragón (AGLA) que en «el entorno del río Cabriel, y sus hermanos Turia y Júcar, surge la leyenda de El Manco: como cenetista activo y guardián de tal espíritu en su pueblo donde hubo de oponerse en calzoncillos a milicianos de otros rincones que ya habían montado en el camión de los paseos a varios vecinos; donde hasta el cura pudo vivir tranquilamente, eso sí, milicianizado y hasta casado y con hijos durante la guerra; donde tras el fin de la misma hubo de mantenerse huido al saber de las numerosas detenciones que los falangistas estaban realizando».

 

Conocedor del terreno, pues durante había trabajado en Requena, ingresa en el primer grupo guerrillero que se asienta en esta zona en febrero de 1946. La Guardia Civil lo detiene el 27 de abril de 1952 en un combate en Cofrentes, donde se troncha una pierna. Bajo el nombre de guerra de Fortuna participa, según explica el presidente de la Gavilla, Pedro Peinado, en «asaltos y secuestros de hacendados, de gente con dinero», lo que hace que se le identifique, añade Fernández Cava, con un «asaltacaminos del bandolerismo decimonónico, aquel que robaba a los ricos para dárselo a los pobres».

Personaje controvertido

Sin embargo, como todo personaje de leyenda no escapa a la controversia. Así, Peinado recalca que su figura «también es muy odiada puesto que tras caer preso en plena operación de retirada de la guerrilla a Francia lo "canta" todo al juez militar de Valencia, Rafael Broco, que dirige la represión del maquis».

 

Matías lo recuerda a sus 85 años como «un hombre fuerte y alto, que tenía que hacer las cosas siempre a su manera». «Al ser detenido lo contó todo, por su culpa mataron a Paisano, el jefe de los campamentos de Cuenca, una buena persona por cuya cabeza ofrecían mucho dinero. Le esperaron en una estafeta -lugares de intercambio de mensajes-y lo asesinaron. Creía que hablando podría escapar del pelotón, pero él tampoco se salvó», dice sin rencor.

 

Cava, sin embargo, resta valor a tal confesión: «Habló cuando los guerrilleros ya habían huido a Francia y Paisano cayo 20 días después de su detención, con lo que es difícil relacionar ambos hechos».

 

 

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Nace la Coordinadora por la Reivindicación de la Memoria Histórica de Castilla y León

 

Fuente: Coordinadora por la Reivindicación de la Memoria Histórica de Castilla y León

 

Esta Coordinadora por la reivindicación de la memoria histórica de Castilla y León nace con el propósito de compartir recursos y colaborar en las tareas de recuperación de la memoria histórica de las víctimas de la Guerra civil y del franquismo en el ámbito de nuestra región. Uno de los requisitos imprescindibles para ello es el fácil acceso de investigadores y particulares interesados a fondos de todo tipo que documenten la historia de esas épocas y ayuden a detallar y contextualizar los efectos de la represión franquista. Lamentablemente, una de las muchas trabas que afrontan las asociaciones existentes en Castilla y León tiene que ver con las dificultades de acceso a dicha documentación.

 

En algunos casos, los fondos se hallan almacenados fuera de nuestro territorio, como ocurre con los expedientes de los consejos de guerra celebrados en las provincias de las antiguas 6ª y 7ª regiones militares (Burgos y Valladolid), desde hace años almacenados en El Ferrol bajo la dependencia de una autoridad militar muy reacia a facilitar copias de los expedientes.

 

En otras ocasiones, los documentos se encuentran en un deficiente o muy deficiente estado de catalogación y y conservación, como sucede con los expedientes carcelarios de la prisión de Villanubla (Valladolid), Burgos (prisión Central y provincial) o los de Valdenoceda, entre otros. Lo mismo se puede decir de la documentación de los gobiernos civiles, allí donde existe.

 

Otras veces afrontamos el obstruccionismo de ciertas instituciones y autoridades, que dificultan o impiden el acceso a los documentos. La propia Ley de archivos y patrimonio documental de Castilla y León fija criterios muy restrictivos en cuanto a plazos vencidos para la consulta de documentos personales (100 años desde la fecha del documento o, alternativamente, 50 desde el fallecimiento de la persona), siendo mucho más exigente en este aspecto que las demás normativas autonómicas o estatales.

 

Los funcionarios encargados de los registros civiles a veces niegan ese acceso cuando se desea investigar las inscripciones de defunción; otras veces son los alcaldes o funcionarios locales los que arbitrariamente dan o niegan permiso para consultar fondos municipales; por no hablar de la documentación de la policía y de la Guardia Civil, de la que ni siquiera sabemos si se conserva. (Pues tampoco son escasos los ejemplos de documentación destruida o desaparecida, como ocurrió en algunos gobiernos civiles al acabar la propia Guerra Civil o en las secretarías del Movimiento durante la transición).

 

En resumen, como señalaba recientemente un documento de Amnistía Internacional, "ni las víctimas ni las familias han encontrado recursos ni facilidades para conocer la verdad acerca de las circunstancias en que se cometieron los abusos. (…) Han sido numerosos los obstáculos para el acceso de las víctimas y las familias a archivos y fuentes documentales. Desde normas que impiden su acceso o son interpretadas en términos restrictivos por los funcionarios a cargo de su custodia, actuaciones negligentes por parte de tales funcionarios, hasta el hecho de su pérdida, sea por el transcurso del tiempo o por sustracción y en ausencia de medidas para la preservación de archivos y fuentes documentales” (Amnistía Internacional. España: poner fin al silencio y a la injusticia. La deuda pendiente con las víctimas de la Guerra Civil Española y del régimen franquista. Julio de 2005).

 

Siendo esta la deficiente situación de los archivos y de la documentación en Castilla y León, estimamos incomprensible la campaña orquestada por ciertas fuerzas políticas e instituciones oponiéndose a la restitución de los documentos de la Generalitat u otros de tipo personal, que se hallan actualmente en el archivo denominado "de la Guerra Civil" en Salamanca. Dicho traslado, finalmente decidido por las Cortes Españolas, es un signo de respeto y reconocimiento a las instituciones propias de otra comunidad, que así reivindican la unidad de sus archivos y la consolidación de su propia memoria histórica, ambos machacados por la brutal acción represiva del régimen franquista. La comunidad de Castilla y León de ningún modo verá afectada la integridad de su propio patrimonio documental a consecuencia de esa decisión, antes al contrario, si se logra transformar el archivo de Salamanca en un verdadero centro de documentación sobre la Guerra Civil y la dictadura, con aportación de fondos ahora dispersos en el extranjero o en manos de particulares.

 

Esta Coordinadora solicita a las autoridades y responsables políticos que pongan fin a la citada campaña, la cual sólo sirve para fomentar el enfrentamiento entre distintas comunidades y dar una penosa imagen de intolerancia por parte de nuestra región hacia otras. Con la misma energía reclama soluciones para los muchos problemas que aquejan a nuestros propios fondos documentales, esos sí, afectados por la falta de unidad y el descuido.

 

Sólo de este modo se podrá garantizar a las víctimas el “derecho a saber”, tal como lo planteaba el citado informe de Amnistía Internacional cuando recomendaba a las autoridades del Estado Español "adoptar todas las medidas para preservar los archivos y otras pruebas relativas a crímenes contra el derecho internacional, perpetrados durante la Guerra Civil española y el régimen franquista. A tal efecto se dispondrán medidas técnicas y de otra índole para impedir la sustracción, la destrucción, la disimulación o falsificación de los archivos. Se deberá proceder a un inventario, catalogación y reorganización, de ser el caso, con medios adecuados a la tecnología actual de los diversos archivos de contengan información relevante para recuperación de la memoria colectiva y para que las víctimas de abusos graves puedan ejercer sus derechos”.

 

Esta Coordinadora asume en su integridad dichas recomendaciones, cuya satisfacción es un requisito imprescindible para las demás actividades de recuperación de la memoria histórica del pueblo de Castilla y León.

 

Palencia, a 19 de noviembre de 2005

 

ARMH Valladolid
ARMH Palencia
Asociación Foro por la Memoria (Ávila)
Asociación Foro por la Memoria (Segovia)
Memoria y Justicia (Salamanca)
Coordinadora Provincial por la Recuperación de la Memoria (Burgos)
Asociación Foro por la Memoria (León)

 

 

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“Memoria y Dignidad” advierte de la falta de medios en el Archivo de Salamanca

 

Fuente: El Norte de Castilla

El grupo 'Memoria y Dignidad', creado hace un año en Salamanca con el fin de arrojar luz sobre los casos de desaparición durante la Guerra Civil, denunció ayer la «falta de medios» para catalogar los documentos existentes en el Archivo de la Guerra Civil con sede en Salamanca, que se encuentran «almacenados en cajas».

En este sentido, el coordinador del grupo, Luis Calvo, alertó ante la «posible pérdida de información que se puede producir, ya que se trata de documentos que se estropean , perdiéndose así la historia que encierran». El portavoz criticó que mientras desde el Ayuntamiento «están reclamando la unidad del Archivo, los papeles referentes a Salamanca y sus vecinos no están catalogados», denunció Calvo, asegurando que la información referente a la provincia se encuentra «sin catalogar y estudiar», al tiempo que señaló que en lugar de «gastar el dinero en actos y autobuses procedentes de otras regiones para la defensa del Archivo, se debería invertir en nuestros papeles, que están abandonados».

Actualmente, el grupo se encuentra investigando 509 casos de fusilamientos clandestinos durante la contienda en distintos puntos de la provincia y especialmente en la capital, la comarca de La Armuña y la zona de Peñaranda.

El director del grupo de trabajo, señaló que los 509 casos encontrados hasta ahora se han localizado a partir de las denuncias de familiares de víctimas que durante todos estos años «habían permanecido con la certeza de saber que habían matado a alguno de sus parientes, pero no sabían ni dónde ni cómo».

Casos que, según asegura este grupo, son solo la punta del iceberg «de una gran tragedia en años que corrió el rencor con juicios sumarísimos, fusilamientos y entierros apresurados de los que apenas se conservan datos».

Calvo Rengel asegura que este grupo quiere precisamente «recuperar la memoria de las víctimas, pero sin ningún ánimo de venganza o de rencor», así como proceder «a la exhumación de los cadáveres y su entrega a los familiares en aquellos casos en los que sea posible».

Asimismo, explicó que en aquellos casos en que la exhumación no sea posible, y «contando con el consentimiento de los familiares», se colocará una placa o monolito en el lugar donde se hallen, con los nombres de los compañeros víctimas y con la inscripción «a los que les fue arrebatada su vida por la Libertad», así como la fecha del «asesinato». Entre estos 509 casos se encuentran el de Cándido Álvarez, secretario del Ayuntamiento de Lumbrales; Césareo Moreno, vendedor de 'El Socialista' en la Plaza Mayor de Salamanca; Cesáreo Muñoz, abuelo de la procuradora socialista Ana Muñoz de la Peña; o Ramón Garrido, tío del portavoz del PSOE en Béjar, Ramón Hernández.

 

 

Localizados más de 500 casos de represaliados durante la Guerra Civil

 

El grupo de trabajo ‘Memoria y Dignidad’, que inició sus investigaciones en el mes de septiembre de 2004 con el fin de conocer y documentar las detenciones y muertes producidas a partir de 18 de julio de 1936, ha localizado un total de 509 casos de desapariciones y asesinatos cometidos en Salamanca durante la Guerra Civil, según el coordinador del mismo, Luis Calvo Rengel, que indicó que lo que se persigue es «recuperar la dignidad de aquellas personas cuya defunción no figura en ningún sitio».


El portavoz aseguró que el perfil de los asesinados responde al de personas con inquietudes, sentimientos progresistas y con afán por salir de la situación en la que se encontraban en aquellos momentos.

Además, y pese a que en Salamanca «nunca hubo rebelión, porque fue franquista», el grupo ha detectado más de 200 casos de asesinados o sometidos a pena de muerte por adhesión a la rebelión en la capital. Una de las comarcas más afectadas fue Ciudad Rodrigo, mientras que el resto de los casos, hasta llegar a un total de 509, están vinculados a diferentes municipios de la provincia salmantina.

Tras cerca de dos intensos años de trabajo, el portavoz del grupo sostuvo que no ha observado en la ciudadanía «ningún deseo de venganza», sin embargo, «la gente todavía está muy remisa a contar lo sucedido». Ello lo justificó en que todavía viven personas que participaron en este tipo de actividades y en el malestar que esta actividad debe generar en sus descendientes.
 
La asociación ‘Memoria y Dignidad’ reconoció asimismo que la mayor parte de los casos esclarecidos han salido a la luz gracias a la información oral recabada en los pueblos.

Así las cosas, en este sentido, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que transmita la información de que disponga ya que si no la historia se perderá, aseguró.

Por otro lado, el historiador José María Collados precisó que gran parte de la información que resultaría necesaria, con la finalidad de acreditar los casos de asesinatos y desaparecidos, está custodiada en la actualidad en el Archivo Provincial de Salamanca. Sin embargo, no puede accederse a ella porque se encuentra depositada en cajas sin catalogar.

Por este motivo, el grupo pidió a los responsables de la Junta de Castilla y León que «espabilen» y que en lugar de preocuparse tanto por el Archivo de la Guerra Civil preste algo más de atención a este otro centro documental.

 

 

 

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Manifiesto por la dignidad, 70 años después”: una declaración sobre las víctimas de La Rioja

 

"Declaración sobre el recuerdo, reconocimiento y reparación moral de las personas asesinadas y represaliadas durante la Guerra Civil en La Rioja", también conocida como "Manifiesto por la Dignidad, 70 años después", que se presentó el pasado 28 de octubre, a las 8 de la tarde, en el Ateneo Riojano. Como verás, el texto está disponible en la página web www.represionrioja.com, mantenida por Jesús Vicente Aguirre, uno de los responsables de la redacción del manifiesto (aunque ésta ha sido en última instancia colectiva)

 

Como todos sabemos, el 18 de julio de 1936 una parte del ejército español se levantó en armas contra el Gobierno democrático y constitucional de la República, causando una  trágica guerra civil que duró tres años. La Rioja, adscrita desde el principio al que se llamó "bando nacional", fue una provincia de retaguardia. Y, sin embargo, a pesar de esa lejanía del frente, unos dos mil riojanos fueron asesinados por haber utilizado la legalidad republicana para pensar, votar y actuar en libertad. Muchos de ellos, elegidos por sus conciudadanos como concejales y alcaldes de nuestros pueblos; otros,  gentes que ejercían sus trabajos en el campo, en la ciudad, en el comercio, en la administración.

Pero la tragedia y las muertes no acabaron el 1 de abril de 1939. La Dictadura siguió venciendo a los vencidos, como canta Pedro Guerra, durante 40 años, machacando a las familias de los asesinados y de los muertos en el frente que eran contrarios al alzamiento, y después, a los no afectos al régimen dictatorial, castigándoles a todos ellos una y mil veces con  multas, cárcel, desprecio y persecución.

Tantas agresiones, tantas injusticias, tanto dolor no se puede olvidar. A mucha gente le sigue doliendo esa injusticia, no sólo la que llevó a los suyos a tapias y cunetas y los aplastó durante esos 40 años, sino la injusticia posterior cuando, al recuperar la libertad y la democracia, este país quiso hacer borrón y cuenta nueva y se olvidó (al menos oficialmente) de la cuestión. Como señala el reciente y rotundo informe de Amnistía Internacional “Poner fin al silencio y a la injusticia”: “El conjunto de abusos y crímenes contra el derecho internacional que fueron perpetrados durante la guerra civil y el franquismo no fue abordado por la transición, como tampoco lo fueron los derechos de las víctimas, que fueron privadas de verdad, justicia y reparación, y a contar con recursos efectivos para hacer valer sus derechos”.

¿Qué esperan, por tanto? Justicia. El reconocimiento oficial de que aquello fue un atropello a la razón, a los derechos humanos y a la vida; y la restitución de la dignidad y del buen nombre de los asesinados y represaliados.

Necesitamos recordar y conocer nuestra historia. Necesitamos aprender de nuestros errores para no repetirlos. La memoria está ahí, fluyendo como el agua. Y no se puede retener, porque acabaría por desbordarse. Debemos conocer lo que pasó también, evidentemente, en toda España, reconociendo que asesinados y verdugos los hubo en todas partes, en los dos bandos, pero aquí y ahora hablamos de La Rioja, de los asesinados por los "nacionales".

En estos últimos años algo se ha movido. El Gobierno de La Rioja, aprobando en el año 2003 indemnizaciones complementarias a las concedidas en la Ley de amnistía de 1977; el Ayuntamiento de Logroño, al recordar en 1999 a sus funcionarios "represaliados", unos 250, aunque no se mencionara que de ellos más de 20 fueron asesinados. El de Pradejón, que al rememorar su historia dedica un capítulo a la guerra civil, recordando a sus muertos. Algún otro Ayuntamiento, que han facilitado los trámites para conseguir o construir panteones. Pero lo cierto es que, aparte de estos pequeños gestos y pese al esfuerzo constante de los familiares, es poco lo hecho.

Por eso, familiares, compañeros, amigos y convecinos de los dos mil asesinados durante la guerra civil, así como de muchos otros represaliados por la dictadura franquista, animados por la Resolución aprobada el 26 de noviembre de 2002 por la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, se reafirman una vez más en los valores de la justicia a la vez que solicitan al Parlamento de La Rioja

 

- Que avale y suscriba la presente Declaración sobre el RECUERDO, RECONOCIMIENTO Y REPARACIÓN MORAL DE LAS PERSONAS ASESINADAS Y REPRESALIADAS DURANTE LA GUERRA CIVIL EN LA RIOJA, e inste a los Ayuntamientos riojanos para que esta iniciativa y esta misma Declaración reciban todo su apoyo,  y para que, en su caso, repongan simbólicamente en su puesto a los alcaldes y concejales asesinados.

 

Apartado de Correos nº 1197

26080 Logroño - La Rioja

 

Página Web: www.represionrioja.com 

Correo electrónico: represionrioja@represionrioja.com

 

 

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El Foro Santos Ochoa de Logroño inicia el ciclo “Guerra Civil, letras y cine”

 

Fuente: www.larioja.com

 

Dio comienzo en el 'Foro Santos Ochoa-Fundación Can', el Ciclo Guerra Civil, letras y cine, que Santos Ochoa organiza junto con los Cines Moderno y Arcca. El ciclo de letras estará coordinado por Francisco Bermejo y tiene lugar los días 9, 16, 23 y 30 de Noviembre. La primera ponencia, que se celebró ayer, corrió a cargo del catedrático de la Universidad de Salamanca José Luis Gavilanes Laso, quien presentó el libro Mi vida en los campos de la muerte nazis, obra de Prisciliano García Gaitero, después de haberlo hecho a nivel nacional en el telediario de las 15 horas de la TVE1 del pasado sábado día 5. José Luis Gavilanes Laso trabajó desde los 14 a los 25 años como empleado de comercio. En 1968 pasó varios meses de prisión y posterior Consejo de Guerra por su activa oposición al régimen franquista. Recobrada la libertad, se licenció y doctoró en la Universidad de Salamanca de la que es actualmente profesor. Colabora asiduamente en revistas especializadas y periódicos de ámbito nacional. En Mi vida en los campos de la muerte nazis, Prisciliano García Gaitero relata su paso por los campos de concentración de Mauthausen, Gusen y Dachau. En esta obra se relata el paso de este republicano por estos campos de concentración de los que logró salir con vida aunque murió poco después en Francia. Su historia se puede conocer ahora porque su propia madre logró traer a España, escondidas entre sus ropas, las páginas que Prisciliano García Gaitero, picador de una mina de Asturias, escribió convaleciente en un hospital de las afueras de París.

El Foro Santos Ochoa-Fundación Can, celebró la segunda ponencia del ciclo 'Guerra Civil, letras y cine', que corrió a cargo de Carlos Gil Andrés, bajo el título 'Guerra Civil, entre el recuerdo y la memoria'. Carlos Gil Andrés (Logroño, 1968), doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza, es investigador agregado del Instituto de Estudios Riojanos (IER) y trabaja como profesor de Secundaria. Entre sus publicaciones sobre la historia social de la España contemporánea destacan los libros Protesta popular y orden social en La Rioja de fin de siglo, 1890-1905 ( 1995), Echarse a la calle. Amotinados, huelguistas y revolucionarios (2000) y su última obra La República en la plaza: los sucesos de Arnedo de 1932 (2002). Tras los sucesos de Castilblanco, ocurridos el 31 de diciembre de 1931, en la primera semana de 1932 se produjeron choques violentos entre la Guardia Civil y grupos de campesinos y obreros, con un saldo de varias víctimas mortales, en Zalamea de la Serena, Épila y Jeresa. Dentro de esta serie se inscriben los sucesos de Arnedo, ocurridos el 5 de enero de 1932, que destacaron de los anteriores por el número de víctimas (once muertos y en torno a treinta heridos, algunos de ellos lisiados para siempre). El ciclo de conferencias lo cerrará el 30 de noviembre, José Luis Rodríguez Jiménez con la charla titulada Franco. Historia de un conspirador.

 

Películas como Soldados de Salamina, Tierra y Libertad o El florido pénsil, junto a una serie de charlas, centran las actividades del I Ciclo sobre la Guerra Civil Española, que se desarrolla hasta el 1 de diciembre. Los pases se realizan en los cines Moderno y Arcca.

Los 'Arcca' y los 'Moderno' exhibirán el 22 y 24 de noviembre, respectivamente, a las 20.30 horas, El pianista, del catalán Mario Gas. En la cinta se presenta a Doria y Rosell, dos pianistas que se conocen desde que pasaron su infancia juntos en Barcelona y que coinciden en el París de los años 30 y forman parte de la vanguardia musical de la época.

El apartado de cine lo clausurará la comedia El florido pénsil, protagonizada por 'El Gran Wyoming', y que se exhibirá el martes, 29 de noviembre, a las 20.30 horas, en los cines 'Arcca' de Calahorra y dos días después, el 1 de diciembre, se exhibirá en los cines 'Moderno' de Logroño.

El florido pénsil es un reflejo, en clave de humor, de la educación de varias generaciones de españoles de la posguerra, entre las décadas de los cuarenta a los sesenta en la que se desarrolla la acción. La película, basada en el libro homónimo de Andrés Sopeña, que ya fue llevada al teatro por la compañía 'Tanttaka Teatroa', narra la infancia de autor, cómo era su quehacer en la escuela y en el pueblo, con especial énfasis en el sistema educativo nacional-católico.

 

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Cultura obrera, al hilo de Félix Morga. El posibilismo libertario en Nájera

Jesús Ruiz Pérez

 

Fuente: Jesús RUIZ PÉREZ, "Cultura obrera, al hilo de Félix Morga", en Piedra de rayo. Revista riojana de cultura popular, Nº16 (abril 2005), Pp. 36-41

http://www.terra.es/personal2/cap.nemo/home.htm

 

Cuando me ofrecieron la oportunidad de escribir un breve artículo sobre el libro que acabo de publicar, la biografía del líder anarcosindicalista najerino Félix Morga, dudé en principio que encajara en estas páginas. Estaba equivocado.

 

Piedra de Rayo, “revista riojana de cultura popular”, se suele asomar al pasado en busca de tradiciones antiguas, unas que renacen, otras que se conservan, con mayor o menor éxito, y algunas que ya se han perdido. Y reflexionando desde este punto de vista, el de la cultura popular, me he dado cuenta de que en mi libro se refleja un modo de vida ya desaparecido, y que en algunos aspectos nos resulta a nosotros, hombres del presente, difícil de comprender. Entre otras cosas porque una sublevación del Ejército, y largos años de dictadura, se encargaron de eliminar a sus principales protagonistas, convertir en delito sus experiencias y borrar su recuerdo.

 

Si centré mi trabajo en la figura de Félix Morga, zapatero y campesino de familia humilde, fue porque era la cabeza visible y el portavoz de todo un grupo de habitantes de Nájera que compartían con él una forma de ver el mundo y la organización de la sociedad. Y es que desde principios del siglo XX y hasta el final de la Segunda República, época en la que Morga llegó a convertirse en Alcalde, existió entre los trabajadores de Nájera una forma propia de ver y vivir la vida, que puede llamarse con todo derecho cultura obrera.

 

Ellos, y como ellos muchos otros riojanos, veían el mundo dividido en dos clases: de un lado, quienes vivían de sus manos, del otro, quienes ganaban el dinero gracias a sus propiedades, ya fueran tierras, fábricas, comercios o viviendas. Y estaban convencidos de que si los trabajadores sufrían la pobreza era porque los propietarios, los patronos en particular, se quedaban con lo que producían, se aprovechaban de su esfuerzo de modo parasitario. Este pensamiento puede parecer hoy en día un ejercicio retórico y demagógico o el diagnóstico de un intelectual universitario, pero a principios del siglo pasado era un convicción que se vivía, a menudo a contracorriente, y formaba parte de lo cotidiano. Intentaré mostrarlo a través de varias de sus expresiones, separadas en el tiempo y de distinta naturaleza.

 

En diciembre de 1913, hace más de 90 años, se creó en Nájera el sindicato Fraternidad Obrera. En 1914, unos días después del Primero Mayo, organizó un mitin al aire libre con oradores anarquistas venidos de Zaragoza y Fuenmayor, que se vio bastante concurrido. Para anunciarlo, el sindicato imprimió unas hojas, en las que avisaba que el objetivo de la reunión sería “poner de manifiesto las penalidades y fatigas que sufre la clase trabajadora y los medios que emplea la burguesía para explotarla”.

 

La hoja estaba escrita por los dirigentes de Fraternidad Obrera, entre los que se contaba Félix Morga, personas de mayor formación intelectual y más politizados. Pero las palabras que utilizaba, clase trabajadora y burguesía explotadora, debían de ser comprensibles para sus vecinos, a quienes iba dirigida la propaganda.

 

El siguiente ejemplo es algo de naturaleza típicamente popular: una canción. Según recuerda Francisca Acracia Morga, la letra, que cantaban su padre Félix y sus compañeros sindicalistas, era como sigue: “Es un crimen monstruoso / que los hijos pidan pan / y los padres trabajando / que no les podamos dar”. No sé aún si este cantar, de fuerte sabor, nació en Nájera o vino de fuera. De cualquier modo, era la expresión tradicional de un sentimiento colectivo, el de que los propietarios les robaban el fruto de su propio esfuerzo, al que tenían derecho.

 

Por último, recurriré a un testimonio oral. Una de las personas a las que entrevisté me contó que trabajó durante 21 años de carpintero para otros. Cuando se independizó y abrió su propio taller no contrató a ningún empleado, y eso que hubiera podido hacerlo, “porque entonces se pensaba que el que tenía obreros era un explotador, y no quería explotar a nadie”. Hacía poco había asegurado que nunca se interesó por la política (para mi decepción), y simplemente estábamos conversando sobre cómo se vivía cuando él era joven. No le pregunté nada: él mismo destacó, como algo peculiar de la época, esta visión del asalariado.

 

Es importante tener en cuenta que en Nájera la mayor parte de la gente se dedicaba a la agricultura. Era muy alto el número de jornaleros, grupo de vecinos de indiscutible precariedad,  y cuyo duro oficio vemos ahora ejercido por inmigrantes extranjeros en situación parecida. No obstante, abundaban también los pequeños propietarios y los campesinos que cogían tierras en arriendo, como era el caso de Félix Morga. Las grandes empresas escaseaban: unas cuantas fábricas de harina, serrerías y carpinterías. La industria la formaban casi en exclusiva talleres familiares o de pequeño tamaño, donde quienes empleaban obreros trabajaban a menudo tanto como ellos, dedicados a oficios artesanales: zapateros y carpinteros, pero también alpargateros, herreros, hojalateros, sastres, carreteros, sogueros, tejedores, curtidores, guarnicioneros, albarderos que hacían aparejos para las caballerías y modestos fabricantes de jabón, chocolate o gaseosa. Es importante tener esto en cuenta, repito, porque al hablar de explotación los najerinos protestaban no tanto contra los abusos que pudieran conocer debidos a la organización del trabajo, sino contra la organización del trabajo como algo injusto en sí mismo.

 

Acabaré apuntando un último rasgo de la cultura obrera, la solidaridad entre compañeros. El ejemplo más llamativo son aquellas ocasiones en las que se realizaban trabajos colectivos para atender a las familias de aquellos que estaban presos, temporalmente inválidos o habían fallecido. Una muestra de fraternidad específicamente obrera, distinta de las colectas o los actos benéficos, y de la que podemos encontrar varios ejemplos durante la Segunda República.

 

Espero que este repaso apresurado haya conseguido ayudar a los lectores a ponerse en la piel de tantos de aquellos hombres que, junto a Félix Morga, vivieron en Nájera en las primera décadas del siglo XX, protagonistas anónimos de ese fragmento de la historia, tan cercano y tan lejano, que he pretendido reconstruir con mi libro Posibilismo libertario.

 

 

 

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Memoria de los libertarios "políticos"

Jesús Ruiz Pérez

 

Fuente: Jesús Ruiz Pérez, “Memoria de los libertarios «políticos»”, en Rojo y Negro, Nº178 ( Mayo 2005), p. 14 

http://www.terra.es/personal2/cap.nemo/home.htm

 

Si un libertario presta su apoyo a la democracia (capitalista burguesa) porque desea fortalecerla, si llega a ingresar en un partido, si acepta incluso ostentar cargos políticos, ¿cómo puede seguir siendo considerado libertario? Habrá quien opine, y no le faltará su parte de razón, que ha cruzado un límite, más allá del cuál no hay anarquismo que valga, aunque se empeñe en lo contrario. Hay un antes y un después, y el "político" abandona, por fuerza, el anarquismo, para arribar a otra cosa. Si insiste en llamarse libertario, será por ignorancia o, más bien, por afán impostor.

 

Llevo años dedicado a investigar este asunto, difícil y polémico, de los libertarios “políticos”. Mi tema, en concreto, son las expresiones del posibilismo libertario durante la Segunda República (1931-1936), un periodo de la historia de España donde se dieron al mismo tiempo dos condiciones propicias. En primer lugar, una enorme fuerza del anarcosindicalismo y el anarquismo, fruto de décadas de esfuerzos y sacrificios. Y, en segundo lugar, la existencia de un Estado democrático y de derecho, en algunos aspectos autoritario y represivo, cierto, que demostró casi continua intransigencia hacia la acción directa de la CNT, también cierto, pero más o menos respetuoso con la voluntad electoral y las libertades de los ciudadanos, lo que supuso un margen amplio para el fair play político y social dentro de los límites de la legalidad (liberal capitalista burguesa). En tales circunstancias, muchos libertarios, en un momento u otro, decidieron apoyar la Segunda República, para defender el espacio de libertades que les ofrecía, y algunos llegaron a dar el paso de aceptar la militancia en partidos políticos y el ejercicio del poder a escala municipal, regional y nacional.

 

La definición exacta de "posibilismo", de acuerdo con la Real Academia, es:  "Tendencia a aprovechar para la realización de determinados fines o ideales, las posibilidades existentes en doctrinas, instituciones, circunstancias, etc., aunque no sean afines a aquellos". Empleo este término tanto por precisión como por fidelidad hacia los historiadores que me han precedido y, más importante aún, hacia la misma historia. No en vano quien habló en primer lugar de “posibilismo libertario”, si creemos a Federico Urales, fue Salvador Seguí, cuando a finales de 1922 propuso que la CNT prestara su apoyo a los candidatos republicanos. El posibilismo se ha dado a lo largo de toda la historia del movimiento libertario, y ha tenido distintas expresiones, quizá la más conocida de ellas, y una de las más polémicas, la partipación de anarquistas, durante la Guerra Civil (1936-1939), en el Gobierno nacional, la Generalitat y el Consejo de Aragón.

 

Puede argumentarse, y no sin razón, que el posibilismo condujo, y retomo aquí la (auto)crítica con la que empezaba el artículo, a abandonar los principios anarquistas. Hubo libertarios que entraron en política y que en el trayecto dejaron de serlo, pese a su formación y su pasado; y debo tenerlo en cuenta al estudiar el posibilismo, si quiero definir con precisión los límites de todas sus manifestaciones. Pero también hubo entre los libertarios “políticos” otros que siguieron manteniendo como principios irrenunciables el antiestatismo, es decir, la convicción de que la revolución nunca se haría desde el Estado, y el anticapitalismo, llámese socialismo o comunismo (no autoritarios). Libertarios que, a pesar de optar por el posibilismo, no abandonaron sus rasgos de identidad anarquista.

 

Ahora estoy escribiendo mi Tesis Doctoral; hubiera sido preferible hacer este artículo después de haberla acabado, no un año antes de darle redacción definitiva. Me limitaré aquí a una breve y provisional noticia sobre el posibilismo libertario a partir de algunas de mis investigaciones que ya han visto la luz: las dedicadas a Félix Morga, Alcalde de Nájera, "comunista y libertario" (por usar sus propias palabras), sobre quien escribí el libro Posibilismo libertario (2003), Marín Civera, el célebre director de la revista Orto, dirigente y teórico del Partido Sindicalista y, por lo que se refiere al espacio común, ideológico y de acción, compartido por el republicanismo de extrema izquierda y el mundo libertario, la figura del abogado, político y literato Eduardo Barriobero y Herrán. Ejemplos a los que puede añadirse, sin ir más lejos, el del periodista libertario Eduardo de Guzmán, biografiado en este mismo número de Rojo y Negro, que se presentó candidato a diputado por Sevilla en las elecciones generales de noviembre de 1933.

 

Eduardo Barriobero intentó captar el voto de los anarcosindicalistas, la base de su electorado, con la promesa de que transformaría la Segunda República en una auténtica democracia republicana, donde podrían desarrollar sus actividades sin temor a la represión gubernamental. Los políticos, como él, se reservarían dicha tarea, y era a los trabajadores a los que correspondería, a partir de entonces,  llevar a cabo la revolución por su cuenta. Encontramos un planteamiento parecido en Félix Morga y en Marín Civera, quienes mantuvieron los principios irrenunciables de los que hablaba más arriba, el antiestatismo y el anticapitalismo, y limitaron su apoyo a la democracia a la salvaguarda de un espacio de libertad, al margen de las instituciones, donde poder trabajar por la revolución, desde el sindicalismo y la divulgación de la cultura. Éste era un equilibrio difícil de mantener, un equilibrio que en ocasiones se acabó perdiendo, por cuanto todo posibilismo arrastra consigo la paradoja de reforzar aquello que se quiere destruir. Pero el compromiso con la política se asumió, desde tales supuestos, sin renunciar al compromiso con la revolución, una revolución, de signo libertario, puesta en marcha al mismo tiempo y de modo paralelo, y cuyo triunfo se creía más o menos cercano.

 

La memoria de los libertarios "políticos" pone en primer plano un problema constante en la historia del anarquismo, los dilemas que plantea la oposición a la participación política en el seno de una democracia (capitalista burguesa). Eso no significa que salde los debates al respecto: no demuestra la mayor o menor eficacia histórica del posibilismo, o que se tratara de una postura preferible, necesaria o correcta. Como siempre, las conclusiones dependerán de las convicciones de cada lector, de la fe, en suma. No voy a negar que como autor también tengo mis propias simpatías. Si no pensara que el posibilismo libertario merece ser rescatado del olvido y estudiado, porque ofrece un conocimiento valioso, no le hubiera dedicado las horas de trabajo que supone escribir una Tesis Doctoral. Pero, en aras de la honestidad intelectual, pienso que el autor, en tanto autor, debe abstenerse de opinar sobre el tema que trata: no puede invocarse la “autoridad” para respaldar juicios de valor. Y no sólo desapruebo tomar los “hechos probados” y agitarlos, igual que una bandera: me parece, además, improcedente y frustrante.

 

Como historiador de vocación y, hoy por hoy, de profesión, siempre me ha disgustado el empleo partidista de la historia, y su manipulación. Resulta frecuente ver cómo se recurre a los hechos del pasado para usarlos como argumento irrefutable en favor de una determinada postura, convirtiéndolos en fuente de legitimidad o impugnación. Considero que hay que evitar este fetichismo: la historia no ofrece planes infalibles o profecías consoladoras, ni otorga a lo verificado otro prestigio que el de haber llegado a suceder. Extraer enseñanzas exige siempre un trabajo de análisis y de reflexión, y tener presente la peculiaridad de cada situación histórica. Siempre que lo que se desee es aprender, adquirir conocimientos científicos, y no utilizar el pasado para hacer propaganda.

 

El estudio del posibilismo libertario permite rescatar del olvido, del relato de los vencedores y del discurso de la inmutabilidad del Todo, a personas de carne y hueso que dedicaron sus esfuerzos a transformar la sociedad, conscientes de que la historia la hacen los hombres. Recuperar sus experiencias y sus esperanzas, sus vidas y sus nombres; comprobar cómo estos libertarios “políticos” organizaron la sociedad cuando tuvieron oportunidad de ejercer el poder, cuáles fueron sus programas de acción  inmediata y el papel que les concedieron dentro de una perspectiva revolucionaria. Y comprobar también cuáles fueron las renuncias y las concesiones que debieron aceptar, los límites con los que toparon y sus fracasos.

 

Quedaría satisfecho si mi investigación sirviera para que los libertarios del presente sumen la experiencia de los posibilistas a ese patrimonio colectivo formado por el conjunto de sus predecesores, no necesariamente anarquistas: aquellos que trabajaron por la emancipación humana, la justicia y la libertad.

 

 

 

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El Gobierno garantiza que llevará al Congreso una ley de Memoria Histórica

 

Fuente: Europa Press

 

La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hoy que la comisión interministerial que ella misma preside sigue trabajando en un proyecto de ley de Memoria Histórica y garantizó que se terminará elevando al Congreso de los Diputados. Añadió que le gustaría que se aprobase con el máximo consenso, también con el PP.

 

Durante la rueda de prensa que prosiguió a la reunión del Consejo de Ministros, recordó que la comisión citada "no ha dejado de trabajar ni un solo día" en este asunto, atendiendo así al requerimiento que se les hizo desde la Cámara Baja. 

 

"Es un trabajo de un ámbito bastante amplio porque abarca la realización de un informe en relación con la situación de las víctimas; todo lo que refiere al tema de archivos, situación y acceso a los mismos y un tercer punto: un proyecto de ley de solidaridad para la rehabilitación jurídica y moral", explicó.

 

En este contexto, agregó que el Ejecutivo está en contacto con asociaciones de distinta naturaleza y que, en los últimos tiempos, se han constituido para abordar cuestiones vinculadas a la recuperación de la memoria histórica.

 

"Estamos trabajando y cuando tengamos todo el trabajo terminado y cerrado el Gobierno informará. Vamos a cumplir con nuestro compromiso, aunque no puedo dar todavía una fecha concreta --aseveró--. Pero lo estamos haciendo, no se ha parado, no se ha dejado de trabajar, y se elevará la Congreso el conjunto de estas medidas contenidas en esa moción parlamentaria, no tenga usted la más mínima duda".

 

Preguntada por si buscarán el acuerdo con el principal partido de la oposición para aprobar ese proyecto legislativo, subrayó que el Ejecutivo pretende que salga adelante "con el mayor consenso posible" y con el respaldo de todas las fuerzas políticas, "incluido el Partido Popular".

 

 

La Comisión Interministerial ha recibido en su primer año más de 800 propuestas

 

La Comisión Interministerial para el estudio de la situación de las víctimas del franquismo y la Guerra Civil ha recibido en su primer año de funcionamiento más de 800 escritos procedentes de distintas asociaciones, instituciones autonómicas y locales. Según explica el Gobierno, este órgano podrá presentar "en breve" los informes que le ha encomendado el Ejecutivo y el anteproyecto de Ley de Memoria Histórica que se remitirá al Parlamento.

 

Así consta en una respuesta parlamentaria del Ejecutivo al portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Jordi Jané, quien se había interesado sobre cuándo tiene previsto el Gobierno publicar el informe de la comisión.

 

En su contestación, a la que tuvo acceso Europa Press, el Ejecutivo detalla que este órgano ha celebrado numerosas reuniones, unas de carácter interno y otras con asociaciones y organizaciones representativas de los colectivos afectados, que han aportado información complementaria a la que ya habían remitido al Gobierno.

 

La abundante documentación recibida por la comisión ha obligado a la misma a realizar un "análisis exhaustivo", tanto de las propuestas de las asociaciones como de los numerosos escritos remitidos por particulares.

 

Asimismo, para abordar la primera fase de sus trabajos --el estudio de los derechos que las víctimas tienen ya reconocidos-- este órgano interministerial tuvo que solicitar varios informes a todos los órganos directivos de la Administración General con competencias en esta materia, así como a las comunidades autónomas y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

 

Según detallaba el Gobierno el pasado mes de mayo en una respuesta al diputado de CiU Jordi Xuclá muchos de los documentos recibidos por la Comisión Interministerial vienen acompañados de libros y ensayos de carácter historiográfico y de documentales sobre las cuestiones planteadas, lo que implica una "intensa tarea de análisis y estudio jurídico, en su caso, de las peticiones y cuestiones planteadas". 

 

A esta documentación, la comisión ha tenido que incorporar el estudio de otros aspectos incluidos en algunas proposiciones no de ley sobre este asunto que las Cortes han ido aprobado en los últimos meses. Por ejemplo, hace unos meses la Comisión Constitucional del Congreso aprobó una propuesta pactada por ERC y PSOE para que la comisión estudie cómo reparar "moral, jurídica y, en su caso, económicamente" a las víctimas españolas de Holocausto nazi.

 

Pese a esta ingente tarea, el Ejecutivo asegura que la Comisión Interministerial "continúa trabajando para dar respuesta a todas las peticiones, sugerencias y propuestas, a fin de cumplir su cometido y, en breve podrá presentar los informes encomendados y el anteproyecto de ley que se remitirá al Parlamento".

 

 

 

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ERC e IU-ICV presentan leyes de memoria histórica ante la "pasividad" del Ejecutivo 

 

Fuente: El País (Carlos E. Cué)

 

Los socios preferentes del Gobierno, Esquerra Republicana de Cataluña e Izquierda Verde (IU-ICV) han decidido no esperar más la ley de recuperación de la memoria histórica prometida por el Gobierno hace más de un año y retrasada en tres ocasiones. Esta semana, previsiblemente el viernes, tres días antes de que se cumplan 30 años de la muerte de Francisco Franco, ambos presentarán sendas proposiciones de ley en las que se promueve la recuperación de la memoria histórica, se resuelve la anulación de los juicios sumarísimos del franquismo, se rehabilita moral y económicamente a las víctimas y se prohíben o reconvierten los símbolos aún visibles de la dictadura, como el Valle de los Caídos.

 

Ambos grupos tenían estas iniciativas en el cajón, porque esperaban que la Comisión Interministerial para el Estudio de las Víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo concluyera sus trabajos y fuera el propio Gobierno quien, con más documentación y medios, presentara una ley sobre un asunto complejo que abarca múltiples facetas. Pero ante la "pasividad" del Ejecutivo, en palabras de los diputados Joan Tardà (ERC) y Joan Herrera (Izquierda Verde), la llegada del aniversario, y como medida de presión, han redactado las propuestas y se preparan para introducirlas en el registro.

 

Represaliados ancianos

 

Ambos grupos explican también que tienen muchas presiones de grupos de represaliados y familiares, muchos de ellos muy ancianos, y por tanto con una necesidad urgente de que se resuelva ya este asunto. Además, temen que si no se comienza ya la tramitación de una ley tan compleja la legislatura acabará sin que se haya aprobado. En cualquier caso, tanto ERC como Izquierda Verde se muestran dispuestas a retirar sus propuestas si el Ejecutivo presenta la suya.

 

El Gobierno ha trabajado intensamente durante más de un año sobre este asunto, en una comisión encabezada por la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. Desde este departamento se limitan a comentar que "no hay novedades" sobre este proyecto y recuerdan que es algo que requiere "calma y trabajo por su complejidad". Los socios creen que son más bien razones de oportunidad política, y el deseo de no abrir otro frente con la oposición en este momento, las que llevan al Ejecutivo a retrasar la aprobación del proyecto.

 

La propuesta de ERC tiene 12 títulos, cuyos aspectos más novedosos consisten en anular todos los juicios franquistas, entregar 12.000 euros a los familiares de fusilados, restitución de bienes a la masonería, reparación a homosexuales, judíos, gitanos, testigos de jehová o similares. Se propone restituir a los ciudadanos el dinero incautado por el franquismo y a todas las instituciones republicanas, los bienes requisados. Además, se exige identificar los centros de la represión y su recuperación arqueológica como lugar para recordar a los represaliados.

Por último, ERC escribe: "Corresponderá al jefe del Estado formalizar en nombre del Estado español las demandas de perdón a las víctimas del levantamiento militar".

 

Izquierda Verde propone cuestiones similares, aunque está realizando con más detalle la parte de la anulación de los juicios, tal vez la más compleja técnicamente. Para ello ha contado con la ayuda de Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal anticorrupción, que se ha encargado de redactar esta parte de la proposición de ley. IU-ICV propone además la creación de un Instituto de la Memoria Democrática, situado en el Valle de los Caídos -de donde propone sacar las tumbas de Franco y José Antonio Primo de Rivera- que se ocupe de difundir la historia de la represión. Además, la iniciativa de este grupo contempla la retirada de todos los símbolos franquistas, incluidos los nombres del callejero dedicados a representantes del régimen.

 

 

 

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La Biblioteca Nacional rinde homenaje a quienes la protegieron durante la Guerra Civil

 

Fuente: Heraldo de Aragón

 

Las bombas incendiarias de la aviación y los isiles se cebaron en dos ocasiones con la Biblioteca Nacional en el Madrid asediado por los nacionales. Pero ni llamas ni explosiones destruyeron sus fondos. Un tesoro bibliográfico, entre 200.000 y 400.000 libros, que se salvó gracias a las medidas adoptadas por quienes fueron sus máximos responsables durante la Guerra Civil y la II República. A ellos y a su labor se rinde homenaje en la muestra "Biblioteca en guerra", que revisa sus logros y su vidas. La inauguró ayer la ministra de Cultura, Carmen Calvo, y podrá verse hasta el 19 de febrero.

Su memoria queda además salvaguardada en un placa que Calvo descubrió en el vestíbulo de la institución. En ella se recuerda a "todos los bibliotecarios que en tan difíciles circunstancias dieron lo mejor de sí mismos por los libros y la cultura".

Los también bibliotecarios Ramón Salaberría y Blanca Calvo han sido los comisarios encargados de resucitar la labor de sus colegas a base de fotografías, cartas, documentos y diverso material gráfico y bibliográfico.

La muestra se centra en la labor crucial de Tomás Navarro Tomás, director de la Biblioteca Nacional entre 1936 y 1939 y celebrado investigador fonográfico, que organizó los traslados de libros a través del frente y rescató las valiosas bibliotecas puestas por muchos nobles a recaudo de la Nacional. Navarro Tomás se exilió a Francia junto a Antonio Machado para ir después a EE UU, donde murió a los 95 años sin haber regresado nunca a España.

"Biblioteca en guerra" se ocupa también de otros cuatro directores: Juan Vicens, presidente de la Residencia de Estudiantes y amigo de Lorca y Dalí; Teresa Andrés, directora de las Bibliotecas Populares en frentes y trincheras; Jordi Rubió, que hizo rodar el primer "bibliobús"; y María Moliner, que diseñó el más ambicioso plan bibliotecario concebido en España bajo el lema "cualquier ciudadano, viva donde viva, tiene derecho a cualquier libro, esté donde esté".

 

 

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Santos Juliá ha sido distinguido por 'Historia de las dos Españas'

 

Fuente: El Periódico de Catalunya

 

Santos Juliá, catedrático de Ciencias Políticas y Sociología, fue galardonado ayer con el Premio Nacional de Historia por su obra Historia de las dos Españas, dotado con 15.000 euros. Publicada el pasado año por Taurus, este ensayo dibuja un mapa de los intelectuales españoles de los dos últimos siglos que han reflexionado y polemizado sobre el concepto de España.


La obra de Juliá siempre ha estado comprometida con una idea plural de España. En sus primeras declaraciones tras conocer la noticia, este historiador nacido en Ferrol en 1940, no dudó en participar en el debate sobre la configuración del estado, abierto tras el proyecto de Estatut elaborado por el tripartito. El historiador se muestra partidario del Estatut y niega la existencia de un supuesto peligro para la unidad de España. En su opinión, las identidades colectivas fijas, "son una invención y están abocadas al enfrentamiento". También cree posible tener diferentes tipos de estado sin que desaparezca la identidad española.

Cuando alguien define su identidad nacional, según Juliá, lo hace "en contra de los demás" cuando lo que se debería es "desacralizar la identidad y quitarle ese carácter de trascendencia". El historiador afirma que en sectores de la derecha política y social española existe una corriente intelectual que postula una "esencia" de España.

 

El historiador premiado se refirió a un reciente discurso del cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, en el que relacionaba la identidad española con la religión católica. A Juliá, esto le recuerda la proclama de Menéndez Pidal según la cual si España no seguía siendo católica, desaparecería. "España es plural desde el punto de vista religioso y sin embargo no desaparece", afirma el premiado como un ejemplo que se puede extender al ámbito político.

 

Varios años ha tardado Juliá en escribir Historia de las dos Españas, una obra que ha puesto en manos de los lectores mientras varios escritores conservadores están reinventando la reciente historia de España, y especialmente la guerra civil. Sin citar nombres --se refería a César Vidal y Pío Moa, entre otros-- Juliá afirmó que esos libros defienden "tesis muy antiguas". Para él, no se trata de "revisiones" históricas sino que "intentan recuperar la versión más estricta o canónica de los vencedores".

 

 

 

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Comunicado de la ARMH con motivo del 30 aniversario del final de la dictadura

 

Fuente: ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica)

 

30 AÑOS DESPUÉS DEL FINAL DE LA DICTADURA FRANQUISTA QUEDAN MILES DE VÍCTIMAS PENDIENTES DE UNA REPARACIÓN DEL ESTADO

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica busca, desde hace cinco años, a las victimas del franquismo desaparecidas durante la guerra civil y la dictadura franquista. Ante la conmemoración del 30 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco queremos hacer algunas aclaraciones:

-Que en estos cinco años han sido exhumados los restos de más de 500 personas sin que el Estado haya colaborado con un solo euro en la citada labor.

-Que todavía existen en España miles de familia de republicanos y republicanas que desconocen lo que les sucedió a sus seres queridos y que el gobierno español tiene obligaciones, como la resolución de la ONU, 47/133 de 18 de diciembre de 1992, para buscarlos y erradicar esas desapariciones forzadas.

-Que una vez terminada la guerra civil, el gobierno franquista puso numerosos recursos para la búsqueda de los muertos franquistas, así como su dignificación. Con el dinero de los que ganaron y perdieron la guerra Franco ordenó instruir la Causa General (adjuntamos más abajo el enlace con el decreto de creación) que fue una "comisión de su verdad" acerca de los sucesos acontecidos durante la guerra civil.

- Que durante la dictadura franquista los huérfanos de los muertos que lucharon en las filas del dictador tuvieron todo tipo de ayudas del Estado: becas, puntos para oposiciones, puestos en la administración, etc,.; mientras los huérfanos de los muertos republicanos eran abandonados a su suerte y necesitaban con diez o doce años un informe del sacerdote de su pueblo para acceder a un trabajo miserable.

-Que decenas de niños les fueron secuestrados a las presas republicanas para ser reeducados, en los valores de la dictadura, por "buenas familias".

-Que en los años cincuenta, cuando las autoridades de la dictadura compran las primeras vacunas contra la poliomielitis; estas sólo están disponibles para los adeptos al régimen. En España viven miles de afectados por la poliomielitis que fueron expuestos a la enfermedad siendo niños por el simple hecho de pertenecer a familias republicanas.

-Que cuando terminó la guerra las autoridades franquistas pusieron en marcha la ley y los tribunales de responsabilidades políticas, por las que les fueron incautados sus bienes a miles de republicanos y republicanas incluso después de muertos.

-Que el actual gobierno anunció, en julio de 2004 la creación de una Comisión Interministerial para las víctimas de la guerra civil y del franquismo que todavía no ha tomado ninguna medida. Que la citada comisión aceptó reunirse con la Falange, el partido que en tiempos de la guerra y la posguerra asesinó a las mayoría de las personas que hemos encontrado en las fosas comunes. Y que la citada Comisión, encabezada por la vicepresidenta primera, Maria Teresa Fernández de la Vega, no para de retrasar sus resoluciones en las que están afectadas personas de muy avanzada edad que no pueden esperar más tiempo a recibir una reparación a la que tienen derecho.

-Que la fecha del 20 de noviembre debería ser conmemorada institucionalmente, pues se trata del día en que se puso fin a la dictadura se abrió el camino para el regreso de la democracia.

-Que la Fiscalía General del Estado debería investigar los negocios de la familia Franco, que al abrigo de la dictadura inició la acumulación de una gran fortuna, incoherente con el sueldo de un general del ejército y jefe de Estado.

-Que el 20 de noviembre de 2002 hubo una condena a la dictadura en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, pero no la ha habido en el hemiciclo donde está reunidos todos los representantes de la soberanía popular.

-Que el Gobierno debería realizar un homenaje de Estado a las víctimas de la dictadura y un reconocimiento público a todos aquellos hombres y mujeres que lucharon contra el régimen franquista para conseguir el regreso de la democracia.

-Que la apología del dictador Francisco Franco y de su dictadura sean consideradas por jueces y fiscales como apología de la violencia y la rebelión y tratadas como tales.

-Que en los contenidos de la enseñanza obligatoria se haga especial énfasis en que las nuevas generaciones de jóvenes conozcan lo que fue la dictadura con la crudeza y veracidad necesaria como para que vacunemos a la sociedad contra el olvido y la falta de valoración de la democracia.

-Que el gobierno debe anular los miles de sumarios militares instruidos por los militares franquistas tras el final de la guerra, por los cuales fueron fusilados más de 45.000 republicanos entre los años 1939 y 1945.

 

 

 

 

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Comunicado de AGE en torno a los guerrilleros antifranquistas

 

Fuente: AGE (Archivo Guerra y Exilio)

 

El día 23 de octubre los guerrilleros antifranquistas, organizados en las asociaciones AGLA y AGE, lanzaron un reto al sistema democrático de derecho que vela por los destinos de los ciudadanos libres, según la Constitución Española.

 

Cientos de personas comprometidas con la paz, la verdad y la justicia recibieron a los guerrilleros al pie del monumento situado en Santa Cruz de Moya, haciendo honor a las palabras talladas sobre la piedra que recordarán siempre la sangre y el dolor que sufrió la resistencia al franquismo y sobre los que se asienta el sistema democrático en España.

 

Uno a uno los guerrilleros, porque así se tienen que seguir denominando para defender la causa que les llevó a la lucha con las armas en la mano, dieron a conocer su identidad en este acto de combate necesario. Ellos no pueden denominarse exguerrilleros ya que aún, después de cuarenta años de dictadura, treinta años desde la muerte del dictador y veintiseis años desde la vigencia de la Constitución, siguen estando considerados fuera de la ley, es decir conceptuados, según el sistema, como bandoleros, malhechores y terroristas. Las leyes de un sistema golpista basado en el terror siguen marcando las vidas de estas mujeres y hombres, las de sus hijos y nietos.

 

Por eso el reto de nuevo en las palabras de los guerrilleros, estas fueron las ideas tranmitidas:

¿Acaso esta democracia se considerará plena y fecunda de los valores por las que tantos dieron su vida, sin reconocer los derechos morales, sociales, políticos y jurídicos de la guerrilla antifranquista?

 

¿Acaso hay que permanecer con los brazos cruzados, acunando los años hasta la muerte, mientras contemplamos como de nuevo se nos secuestra la historia, que es nuestra vida, para reinterpretarla al gusto de la memoria conservadora y cómplice?

 

No, los guerrilleros antifranquistas siguen en pie, con las armas de la memoria en el corazón y en la palabra para seguir demandando en el Congreso de los Diputados su reconocimiento moral, social, político y jurídico. Ellos no necesitan el dictamen que se acuerde en el Congreso o en la famosa, extrañamente chocante e inexistente Comisión Interministerial de la Memoria Historica, ellos ya tienen el reconocimiento moral, cada día se lo demuestran los ciudadanos, como el día 23 en Santa Cruz de Moya,  pero sí lo necesita nuestra ya no tan joven democracia.

 

Las ausencias de reconocimiento, motivadas por voluntades cómplices, demuestran que las lagunas de la transición afloran y los ciudadanos de bien reclaman la verdad que se dejó sumida en las tinieblas de una transición con muertos, que no se olvide.

 

El reto para la democracia está ahora en el debate sobre la PNL de reconocimiento de los guerrilleros en el Congreso de los Diputados. Ahí se verá claramente cual es la posición de los ciudadanos que se sientan en los escaños y que deciden la política y los presupuestos de todos.

 

Nuestro agradecimiento para ERC por la presentación de la PNL y a  PNV, IC-IU, EA, CHA, BNG, Na-Bai por su adhesión

 

Madrid 27 de octubre 2005

 

 

 

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Barrero novela una época convulsa en “El tiempo escondido”

 

Fuente: El Periódico de Catalunya

Joaquín M. Barrero dice no saber cuándo aprendió a leer, lo hace desde que tenía uso de razón, y que se recuerda de niño, y de adulto, escribiendo de todo, artículos, crónicas deportivas y relatos, que nunca intentó publicar. Hasta que un día, cumplidos los 60 años, casi como un reto, y a partir de una discusión sobre el agotamiento, o no, de las ideas en la novela, optó por intentar que un texto suyo se sometiera al juicio del lector. Así nació El tiempo escondido, novela primeriza de autor tardío que a las pocas semanas de llegar a las librerías ha forzado la tercera edición.


Barrero nació en Madrid en un año que prefiere no fijar --"en plena guerra civil, entre el 36 y el 39"--, hijo de familia asturiana. Emigró a Venezuela en 1965 con la profesión de analista químico y regresó cuando le convencieron de que para hacer las Américas había que trabajar en España. Y fue cierto porque, añade, "aquí estaba todo por hacer". Lo que él hizo fue crear una empresa de maquinaria industrial que le llevó a viajar por todo el mundo, y escribir, a mano, con bolígrafo, folios que sólo leían familiares y amigos.

El tiempo escondido (Ediciones B) es el primer título de Libros con Huella, colección que cuenta con la recomendación de seis librerías españolas. La obra, en clave de thriller, es en realidad dos novelas. La primera, en capítulos pares, sigue a un detective, que debe averiguar quién mató a dos hombres cuyos cadáveres se descubren en 1998, casi 60 años después de cometerse los asesinatos. En los capítulos pares aparece la historia paralela, los porqués de aquellas muertes cuyo origen hay que buscar en la historia de un pueblo asturiano en el periodo comprendido entre dos conflictos bélicos, el de Marruecos, en 1923, y el periodo que siguió a la guerra civil.


El autor afirma que los personajes de su libro no son reales, "pero pudieron haber existido", porque la novela refleja épocas de la vida de España muy conflictivas, que dieron paso a "situaciones de injusticia y violencia que nunca debieron darse". No obstante, Barrero no se ha planteado con su obra la denuncia de hechos pasados. "He querido significar el cambio vital de la gente --insiste--, una acumulación de paisajes en el tiempo y en la realidad, y el ambiente de intriga me ha servido para vestir la novela".

 

El autor destaca al personaje que encarna al detective, un expolicía apolítico, duro, tenaz, escéptico y un tanto amargado, cuyo nombre, Corazón, --"ese nombre existe, no es un recurso literario"-- tiene al final del libro una cierta explicación. El tiempo escondido está ambientada en Madrid y en Asturias, con modismos que parecen querer rendir homenaje a los antepasados del autor.

 

Barrero no cree haber llegado tarde a la literatura porque, explica, "he hecho siempre lo que quería y esta novela lo único que ha logrado es culminar mi afición por la escritura". Se reconoce fiel lector de Juan Marsé, Antonio Muñoz Molina y Eduardo Mendoza, y aún no sabe si colocará más obras en las librerías. "Lo único cierto es que continuaré escribiendo, y si lo escrito me emociona, intentaré que se publique; de lo contrario, lo guardaré".

 

 

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Dos libros que homenajean a las mujeres que en 1936 perdieron la paz

 

Fuente: El País (Pilar Ortega Bargueño)

 

Mujeres del 36. Anónimas y famosas. De distintas ideas y opiniones políticas, pero todas mujeres de paz. Ahora han encontrado quienes reivindiquen su lugar en la Guerra Civil tras décadas de silencio y una vida empobrecida y hasta arruinada por la fuerza de las armas. En los últimos meses, son varios los títulos aparecidos que tratan de arrojar luz al papel desempeñado por la mujer durante el conflicto armado surgido en 1936, un tema que la escritora desaparecida Dulce Chacón puso al descubierto con una novela sobre las presas de la cárcel de Ventas. Todavía hoy, casi tres años después de su aparición, aquella novela, La voz dormida (Alfaguara), sigue vendiéndose y ha alcanzado ya la 24ª edición.

 

Ahora, las escritoras Juana Salabert (París, 1962) y Llum Quiñonero (Alicante, 1954) han querido rendir un homenaje a ese colectivo de mujeres que despertaban a la vida cuando les sorprendió la Guerra Civil, con los libros Hijas de la ira (Plaza y Janés) y Nosotras que perdimos la paz (Foca Ediciones), respectivamente.Sus textos coinciden en las librerías con el libro de Carlota O’Neill Una mujer en la guerra (RBA), narrado en primera persona, al que seguirán en breve La brigadista, de Elizabeta Parshina; Presas políticas, de Ricard Vinyes, y Mujeres en las cárceles franquistas, obra de Tomasa Cuevas.

 

Nosotras que perdimos la paz surge, según Quiñonero, de la necesidad de dar la voz a ese caudal de mujeres que, pese a la adversidad, derrocharon valentía y fuerza en defensa de la libertad. «Quería entender mi propia historia, porque ellas eran las jóvenes de entonces», comienza Llum Quiñonero. «Yo crecí en Alicante y jugaba en un campo de almendros que después supe que había albergado a un numeroso grupo de gente que esperaba subir a un barco que nunca llegó, para salir de España, y que en ese espacio había también un refugio para las bombas».

 

Riesgo continuo

 

Nosotras que perdimos la paz, obra que la autora dedica a su madre, rescata el testimonio vital de cuatro personas emblemáticas, todas octogenarias, a las que la guerra les colocó en una situación de riesgo continuo. «La memoria que yo tenía de la guerra sólo tenía que ver con el hambre y el miedo. Cuando llegué a la universidad, detecté que esas mujeres necesitaban un reconocimiento, porque detrás del enfrentamiento político, había un drama humano. Porque había un gran silencio provocado por el terror, un silencio que no daba paso a las emociones y a la vida. Fueron mujeres sometidas en una sociedad enferma donde la libertad estaba encerrada».

 

La primera mujer que aparece en Nosotras que perdimos la paz es Trinidad Gallego, nieta de una portera del barrio de Salamanca.«Era matrona cuando empezó la guerra y luchó en un comité como enfermera en el Hospital de San Carlos. Por eso, estuvo repetidamente en la cárcel. Es la historia de la resistencia de una mujer que es casi nadie y que en un momento creyó que podría ser capaz de cambiar el mundo, por lo que tuvo que resistir las situaciones más dificiles», relata Llum Quiñonero, quien considera que el suyo «no es un libro triste, sino en defensa de la valentía de estas mujeres arrinconadas contra la pared que salieron adelante».Trinidad Gallego ahora tiene 92 años y sigue siendo la presidenta de la asociación Mujeres del 36, cuyos miembros han recorrido las escuelas de Cataluña narrando su experiencia de la guerra.

 

La historia de Rosa Cremón nace en Francia. Llegó a España con las Brigadas Internacionales procedente de una familia de mineros.«Se enamoró de un soldado español y se casó en Benicasim. En el campo de los almendros de Alicante dio a luz a su única hija mientras esperaba el barco que nunca le sacaría del escenario bélico. Siguió militando en el PCE y esa circunstancia le condujo 14 años a la cárcel. Ahora Rosa tiene 90 años y está perdiendo la memoria. Su hija está a su cuidado».

 

La peripecia vital de Concha Péres es la de una militante miembro de la FAI, obrera de artes gráficas, que estuvo en el frente y organizó en Barcelona una empresa colectivizada. «En enero del 39 salió de España y cuando regresó a Barcelona tuvo que dejar a su hijo, por falta de medios, en la maternidad. Luego lo recuperó. Al final, pudo sobrevivir con un puesto en el mercado de San Antonio de Barcelona. Aquello fue su salvación y su espacio de libertad, porque, hasta hace dos años estuvo allí trabajando y allí recibía a los militantes anarquistas, muchos de ellos llegados del exilio».

 

Conchita Liaño Gil, la cuarta mujer que aparece en Nosotras que perdimos la guerra, fundó la asociación Mujeres Libres. Tuvo una intensa experiencia de la guerra y finalmente salió exiliada primero a Francia y después a Venezuela, en cuya capital vive hoy: «Es una enamorada de la literatura e hizo todo tipo de piruetas para sobrevivir. Entró una vez clandestinamente y la detuvieron.Ella dice que es un personaje de Dostoievski. Ahora casi no ve ni oye, pero sigue todas las causas del mundo contra los poderosos.Su historia es la de la resistencia». Llum Quiñonero, que ha querido incluir en su libro un DVD con el documental Mujeres del 36, que ella mismo produjo para TVE, afirma que «los españoles nos merecemos saber que existían. Algunas han desvelado por primera vez episodios de su vida. Lo peor es el silencio. Tuvieron muy mala suerte y es obligado recordarlas».

 

Niñas bajo las bombas

 

Crecieron bajo las bombas, la especulación, el miedo, el terror...Eran niñas cuando llegó con su carga de fuego la Guerra Civil y hoy, casi 70 años después, la escritora Juana Salabert les ha dado voz en su libro ’Hijas de la ira’. Muchas de ellas no habían contado en alta voz su tragedia personal desde el principio hasta el fin. Todas las que aparecen en su libro son imprescindibles, dice, como lo son el resto de mujeres que hubieron de enfrentarse con resistencia y coraje a los malos vientos de la Historia.

 

En ’Hijas de la ira’, Juana Salabert recupera los nombres de Julia Gutiérrez Caba, Josefina Aldecoa, Ana María Matute, Juana Ginzo, Angeles Losada, Margarita La Villa, Victòria Pujolar Amat, María Jesús Posada, Susana del Castillo y Teresa Azcárate.

 

«No percibí odio ni amargura en ninguna de ellas, sino dolor y deseos de expresar una memoria», afirma Juana Salabert, quien considera que «las víctimas de las opresiones procuran, por un acto de pudor, minimizar lo que les ha sucedido, pero llega un momento en que tienen que contarlo. Nunca noté revancha, sí emoción contenida, combinada con una frescura juvenil sorprendente».

 

Juana Salabert, cuyas novelas suelen tener como trasfondo la Guerra Civil y la posguerra, quiso traspasar esta vez la frontera de la ficción para dejar en primer plano a las protagonistas reales de un drama histórico. «Decidí que este libro no sería una novela y que yo me agazaparía tras estas mujeres, limitándome a ordenar y a poner por escrito su memoria, sus palabras, su discurso de emoción, coraje y resistencia», explica la también autora de ’Páginas amarillas’ y ’El sueño de un verano’.

Dedica el libro a su propia hija, Irina, que siendo muy pequeña tuvo noticia de que una tía abuela estuvo en una cárcel franquista.«¿Por qué?», preguntó la niña.

 

 

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Martínez Lázaro revivirá “Las Trece Rosas” en su próximo film

 

Fuente: EFE

 

Emilio Martínez Lázaro es un fan confeso de la Guerra Civil, pero admite que todavía no ha visto ningún film sobre ella. "No hay películas sobre nuestra Guerra, sólo aproximaciones", afirma el cineasta, que rodará próximamente "Las Trece Rosas", basada en un trágico hecho ocurrido en los primeros años del franquismo.

 

"Las Trece Rosas" fueron 13 jóvenes, conocidas primero como "Las menores", por ser muchas de ellas menores de edad, fusiladas por los franquistas, en lo que Martínez Lázaro considera "una venganza nada casual, un suceso trágico de una arbitrariedad terrible" acaecido en los primeros días de ocupación de Madrid.

 

Este hecho aparece en todos los libros y tesis doctorales que se han escrito sobre esos años, ha dado pie a una Fundación que lleva su nombre y a un espectáculo teatral que se estrenará la próxima semana en Madrid.

 

Por ahora sólo existe un primer argumento extenso, aunque Martínez Lázaro, el productor Pedro Costa y el guionista Ignacio Martínez de Pisón están ya escribiendo el texto definitivo. Todavía no hay fecha de rodaje ya que Costa hizo la propuesta al cineasta cuando éste iba a comenzar a rodar "Los 2 lados de la cama", que se estrenará de cara a las Navidades.

 

"Después de una comedia me gusta cambiar de tono, pero no me meteré en reivindicaciones históricas o políticas, porque ésa no es la misión de una película", señala Martínez Lázaro.

"Una biografía modelada"


En "Las Trece Rosas", Martínez Lázaro se plantea la pregunta: "¿Qué pasa en los primeros días de la Guerra?" y, para responderla, elige a estas jóvenes, en lo que será una "biografía modelada" que comienza "el penúltimo día de la contienda, con el último bombardeo sobre Madrid" y que quiere plasmar "el ambiente terrible que se vivía entonces"

 

De las 13 jóvenes ejecutadas en la madrugada del 5 de agosto de 1939, Martínez Lázaro ha elegido "un abanico" de todas ellas, a través de cinco personajes.

 

"No eran militantes destacadas, alguna no era ni siquiera de izquierdas, pero un joven cabecilla del PC, cuya misión era reeorganizar el partido, fue detenido y durante las torturas cantó sus nombres. Fueron llevadas a la cárcel de Ventas y juzgadas junto a más de 40 hombres", explica el realizador.

 

Actrices jóvenes con experiencia en el cine


Dos días después, las Trece Rosas recorrieron de madrugada "cantando", los 500 metros que separaban la cárcel de la tapia del cementerio de La Almudena, para ser fusiladas. En la noche previa, Martínez Lázaro hará especial hincapié.

 

"Es muy cinematográfica porque fue emocionante. Escribieron cartas a sus familias; luego se arreglaron y se peinaron. No todas tenían el mismo valor, pero las otras las apoyaban", cuenta Martínez Lázaro, quien ha elegido para el reparto "actrices jóvenes a quienes ya he visto en cine, donde han demostrado su valía". Aunque prefiere no dar nombres antes de firmar con ellas.

 

Dado el dramatismo de los hechos, el cineasta aclara que el tono "no cargará las tintas en el drama, sino en la emoción". Y aclara que su película, al igual que casi todas las que se han hecho en España sobre la contienda civil, "no es una historia sobre la guerra, sino sobre la postguerra", mientras dice que espera rodar más filmes sobre este conflicto.

 

 

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Pío Baroja en la frontera

 

Fuente: El Periódico de Aragón (Hipólito Gómez)

 

No me atrevo a llamar novela a un libro de Pío Baroja que se publica ahora titulado La guerra civil en la frontera ; no es propiamente una novela y cabe que sólo fueran apuntes para un posterior relato que cuadrase mejor con el conjunto de la obra de Don Pío; pudo ser también que quisiera dejarlo todo conforme a la honda impresión que recibió en aquellos días iniciales de nuestra guerra civil.

 

Ese libro nos trae la patética estampa de un hombre desnortado, por no decir al borde de la desesperación, como les ocurriera a otros compatriotas que se resistían a creer que "no era posible la paz" según escribiera, bastante años después y no sin razones, Gil Robles que también vio la guerra desde el exterior. El mismo perfil de Pío Baroja en la portada del libro revela el espíritu de una persona atormentada y dolida, con un gesto de decepción y una pena casi infinitas; era su estado de ánimo. Don Pío no parece mirar a nadie sino despreciar o maldecir de todo, renegando de la guerra.

 

A Baroja le detuvo una columna carlista, pero estando en la cárcel de Vera, "un oficial del ejército español" ordenó su libertad. Baroja opta por marcharse de inmediato a Francia y desde el lado de allá va viendo y anotando lo que sucede: sobre todo, "la inclinación homicida de unos y otros". Don Pío ironizaba cuando escribe que era más lógico lo que hacían los comunistas, que no presumían de amar al prójimo, que lo de los carlistas que si decían amarle.

 

Irún fue incendiado por los republicanos sin motivo militar alguno (lo mismo que Guernica, pero a cargo del otro bando); "nadie obedecía", dice Don Pío. Piensa Baroja que prevaleció en los dos bandos "el afán por acabar con los otros"; él ya tenía asumida la idea "de que la política española marchaba mal" y recordaba el incendio de la Iglesia de San Luis en la calle de la Montera de Madrid a unos 300 metros del Ministerio encargado de la seguridad y sin que ni un guardia se moviera". Y Baroja concluye con un pronóstico pesimista, sin duda añadido más tarde, cuando escribe que: "los republicanos del 36 al 39 acabaron en España con la posibilidad de un gobierno decoroso, digno y civilizado, mostrando una estupidez, una desgana y una necedad verdaderamente extrañas".

 

"No se comprende, aseguraba Don Pío, cómo se va a salir de esta terrible convulsión que es la enfermedad más grave que ha tenido España desde hace siglos"; que uno sepa al menos, no se ha estudiado de dónde procede la incapacidad instituyente de las llamadas izquierdas que saben ejercer la oposición y pueden acompañar a otras fuerzas en eso de instituir, pero no saben hacerlo de propia iniciativa; cabe que ahora volvamos a notarlo. Pío Baroja no creía que pudiera salir nada bueno de lo que estaba viendo y proponía, de cara al futuro de entonces, el establecimiento de "una dictadura liberal" (sic), pero advertía que "los que no somos (en aquel momento) ni comunistas ni fascistas, no pintamos nada en España... y no hallamos simpatía ni consideración en ninguna parte".

 

Todo era extremismo. "Un fascista me ha dicho que yo estoy en las listas negras de los comunistas... puede ser verdad en una época tan estúpida como ésta, pero si así fuera, ¿qué diría aquel otro comunista que sostenía que yo había inspirado a los suyos?".

 

A Baroja, una vez en San Juan de Luz, le ocurría lo que al murciélago del cuento que cuando iba con los pájaros le decían que él no lo era y cuando iba con los ratones que tampoco era ratón. La intransigencia de todos era terrible, observaba Don Pío, "no aceptan nada bueno en los enemigos"; "hay que exterminarlos" decían los unos de los otros y los otros de los unos.... Baroja se fiaba poco de los obreros de entonces "que presumían de tener soluciones para los problemas más arduos" y menos aun de los comunistas: "eso de que digan en sus periódicos que luchan por la causa de la libertad, escribe, es una mala broma".

 

Don Pío no veía la "República tranquila y discreta" que había soñado y menos, si tomaba "un carácter anticlerical y medio socialista". Leyendo ese testimonio doloroso, comprende cualquiera lo importante que resulta no caer otra vez en tan bárbaros excesos. Hoy las circunstancias parecen distintas, pero los rescoldos pueden encender hogueras. Sí; se trata de perdonar el que no lo haya hecho todavía, cuanto sucedió illo témpore, aunque, por supuesto, sin homenajear a nadie por su pasado sanguinario; basta guardarnos respeto y no hurgar en las heridas que todos y muchos, a dos bandas, llevamos en el corazón y en la cabeza haciendo de ello norma de conducta no causa de vindicación perpetua. Baroja regresaba a España en 1940 y aquí murió años después, en 1956.

 

 

 

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“El paseo de las Delicias”: una guerra inverosímil

Víctor Pardo Lancina

 

Fuente: Revista Turia nº 76  (Instituto de Estudios Turolenses)

 

El paseo de las Delicias es un libro de relatos breves ambientados en la Guerra Civil española, pero no es un buen libro. Mercedes Deambrosis, su autora, una madrileña periodista y filóloga afincada en Francia desde los doce años, aunque criada en Portugal, no parece haber leído a los grandes narradores que se han ocupado de la contienda –Max Aub, Juan Eduardo Zúñiga, Juan Iturralde, Arturo Barea...– y que además la han vivido. Quizá tampoco ha hablado con exiliados, ni ha recurrido a los densos volúmenes de autor que recogen experiencias personales mal que bien escritas a menudo, reflexiones y vivencias en las líneas del frente. Su obra no echa cimientos en esta tradición.

 

Deambrosis se sirve de la realidad, una materia muy delicada, para armar sus historias, pero tuerce los desarrollos y tropieza en los resultados. En la guerra –y en la posguerra, de la que también se ocupa la autora– hubo violaciones, robos, asesinatos, atropellos, delaciones siempre interesadas, torturas... pero incluso la maldad, la abyección, el más horrendo de los crímenes, tiene su propia coherencia interna, una intrínseca lógica del mal que, invariablemente, se quiebra en casi todos los cuentos que componen el volumen.

 

El cacique de pueblo Óscar Laín, para ocultar los fracasos estudiantiles de su hijo le amaña una boda por todo lo alto el mismo 18 de julio de 1936. El novio, un patán ignorante, viste el uniforme de Falange, aunque para acatar tal disciplina y ceñirse sus ropajes, el padre haya tenido que marcarle el cuerpo a correazos. La transformación mental del recién desposado y la asunción de su nuevo rol político cuando se anuncia la sublevación franquista es de tal naturaleza, que ese mismo día y en compañía de otros invitados igualmente vestidos de azul mahón, violarán y asesinarán a la hija de un «propagador de ideas rebeldes», la hermosa María de la O, «la primera de la clase».

 

Más lenta es la evolución anímica de una portera que busca un matrimonio ventajoso para su hija, fea, medio calva y gorda, en la persona de un delicado vecino, hijo de buena familia. La portera será capaz de esperar casi treinta años para tomarse cumplida venganza ante el desdén obstinado del pretendido yerno. Lo denunciará al sindicato de porteros, cuyo comité de milicias tras prenderlo e ingresarlo en una checa, le dará el correspondiente «paseo», precisamente en el cuento que da nombre al libro, el de las Delicias.

 

«Un matrimonio sin mancha» es el título de una historia de posguerra, en la que una esposa amante de su marido, y celosa cumplidora de sus deberes domésticos, habrá de enfrentar la insistente obstinación sus nuevos vecinos por no dirigirle la palabra. Venciendo el miedo que les produce el marido, éstos informarán finalmente a la mujer de que la vivienda que ocupan perteneció a un matrimonio con dos hijos asesinados todos por los nacionales, esto es, su marido y sus amigos. Sólo entonces empieza a comprender y se atreverá a preguntarle a su esposo por el origen de las difíciles manchas de su ropa, sobre todo, los pertinaces manchurrones de las camisas blancas: «Dios mío, Virgilio, ¿pero qué haces en la Dirección General de Seguridad para mancharte así todos los días?».

 

Historias inverosímiles, señalamos, como la de una buena mujer católica y nacional a machamartillo, que ante la entrada de los rojos a su ciudad sitiada, adoptará ademanes y apariencia desmañados y confundiéndose con éstos, se dedicará al saqueo en las casas de los derechistas y propietarios de la localidad. Además, no tiene ningún empacho en confesarlo a sus propios correligionarios nacionales entonces ya clandestinos: «Mientras aquellos imbéciles se peleaban por un jamón, por unos huevos o por unos cubiertos chapados, me lancé directa a los escondites: ¡Para mí las joyas y el dinero! No lo olviden ustedes: ¡Soy una mujer de recursos y muy, muy bien relacionada!». El título del relato, «A mal tiempo, buena cara».

 

Quizá habría que señalar en este punto que no todo vale para volver la vista a esa inagotable fuente de interpretación histórica e inspiración literaria que es la Guerra Civil. Lo venimos comprobando con la estomagante actitud revisionista de autores de moda que, emboscados bajo el marchamo de historiadores, arriman el ascua a su sardina política. Tampoco las cosas pintan mejor en ciertos predios literarios. La escasamente canónica edición a que nos referimos es prueba de ello.

 

La guerra, como materia nutritiva para la creación es hontanar inagotable, ciertamente, incluso puede ofrecer en medio de la barbarie y el horror, perfiles irónicos y trazos bufos de gran valor como recurso y artificio narrativo, pero el umbral de la zafiedad puede rozarse si el autor no está muy atento, o no es un escritor avisado.

 

El paseo de las Delicias, por otra parte, no es una de los más afortunados trabajos de ese gran traductor que es Manuel Talens, quizá contagiado por la anémica musculatura de las historias narradas.

 

Mercedes Deambrosis, El paseo de las Delicias, Madrid, Alianza Editorial, 2005, 133 páginas.

 

 

 

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Luis Díez evoca el primer combate de los norteamericanos en favor de la República

 

Fuente: Europa Press

 

Los primeros norteamericanos que acudieron a luchar por la democracia al lado de la República española tuvieron su bautismo de fuego en la Batalla del Jarama, uno de los combates más largos e intensos de la defensa de Madrid durante la Guerra Civil ante la ofensiva de las tropas de los generales sublevados Franco, Mola, Orgaz y Varela.

 

El escritor y periodista Luis Díez relata en su nuevo libro "La Batalla del Jarama" (Editorial Anaya-Oberón) la entrada en combate de los primeros cuatrocientos estadounidenses del Batallón Lincoln, del que también formaban parte un centenar de jóvenes cubanos, mexicanos e irlandeses. Los mandaba Robert Merriman, quien fue inmortalizado por Ernest Heminway en "Por quién doblan las campanas" con el nombre de Robert Jordan.

 

Los norteamericanos llegaron a mediados de febrero de 1937 al teatro de operaciones. Viajaban de noche en varios camiones desde Albacete, sede de las Brigadas Internacionales. Uno de los camiones que formaban el convoy  tomó una carretera equivocada en Chinchón (Madrid) y fue a parar a las líneas franquistas que, en vez de hacerlos prisioneros, los ametrallaron allí mismo.

 

Algunos historiadores del franquismo sostienen que eran veinte y que se hizo algún prisionero, cuyo nombre no consta en documento alguno de las unidades que estaban bajo el mando de los generales Luis Orgaz Yoldi y José Varela Iglesias. Luis Díez ofrece también la versión norteamericana de que eran cuarenta y los franquistas no hicieron ningún prisionero.

 

El libro explica que algunos pasaportes que les fueron recogidos a los combatientes norteamericanos y nunca les fueron devueltos con el argumento de que viajaban en el camión que había caído en manos del enemigo, fueron empleados más tarde por los servicios secretos de Stalin durante la guerra fría. Está confirmado que Ramón Mercader, el elegido por los soviéticos para viajar a México a matar a Leon Trotski llevaba dos de aquellos pasaportes falsificados.

 

El relato de Luis Díez es ponderado, equilibrado y ameno. Narra la primera gran batalla de la Guerra Civil con un aporte bibliográfico y documental muy elevado y no olvida la claridad expositiva, las historias heroicas, entrañables y significativas. Después de los combates en el valle bajo del río madrileño, con más de 15.000 bajas de cada bando, los generales sublevados y sus aliados Mussolini y Hitler supieron que la República tenía un Ejército y que la guerra que habían emprendido iba a ser larga.

 

 

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En la muerte de David Marshall: un poema para España

 

Fuente: Diario de Sevilla

 

Días pasados, los periódicos dieron la necrológica del poeta David Marshall, uno de los voluntarios británicos que vinieron a España a defender con las armas –muchos de ellos, sin haber visto un fusil en su vida– la causa o causas –pues que eran varias, a su vez enfrentadas– de la República. Marshall llegó a Barcelona en septiembre del 36, integrado en la Centuria Inglesa Antifascista Tom Mann, precursora de las Brigadas Internacionales. En la foto, es un muchacho flaco y repeinado, de aspecto distinguido, que sostiene con su escopeta una pancarta donde se lee, junto al nombre de la Centuria, una consigna incumplida y por ello premonitoria: "La disciplina proletaria vencerá al fascismo".

 

La fragilidad del joven contrasta con la rudeza de sus compañeros, que parecen veteranos bragados en la lucha sindical: Marshall, por el contrario, se asemeja más a un miembro de las juventudes hitlerianas que a un aprendiz de miliciano. Cuenta Paul Preston cómo el aún adolescente pasó, cuando abandonó el colegio, de las suaves cadencias de Keats, su autor predilecto, a las oficinas del Ministerio de Trabajo, en los tiempos misérrimos de la Gran Depresión.

 

En España, donde fue herido, creyó defender un nuevo modelo de sociedad frente a la amenaza gemela, igualmente revolucionaria y brutal del fascismo. Ya de vuelta, escribió uno de los más celebrados poemas de la guerra civil, Retrospect, incluido por Stephen Spender y John Lehmann en su famosa antología Poems for Spain, junto a otros de autores como Auden, MacNeice, Day Lewis o el propio Spender.

 

En San Camilo, 1936, una de sus buenas novelas, arremetía Cela contra los aventureros foráneos que se sumaron a cualquiera de los dos bandos en liza para matar españoles, pero el gallego, que había hecho la guerra, olvidaba o pasaba por alto que casi todos, extranjeros como nativos, se dedicaron a ese triste menester por aquellos días, y que muy poco después miles de españoles participarían en los frentes de otra gran guerra que fue, como el ensayo previo, una contienda internacional. Un respeto para ellos, los combatientes de cualquier nacionalidad, condición, bando o ideología: son sus historias personales las que mejor ilustran la tragedia de la guerra –de cualquier guerra–, más allá de las afinidades, los análisis y las estadísticas.

 

 

 

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España. La memoria recuperada

Marta Gómez Casas (Amnistía Internacional)

 

Fuente: Amnistía nº 75 (Octubre 2005)

 

Amnistía Internacional publica un informe sobre la deuda pendiente con las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo

 

EL 26 de abril de 1937, toneladas de bombas fueron arrojadas sobre la población de Guernica por la Legión Cóndor de la Luftwaffe, a modo de ensayo para la blitzkrieg aérea de Hitler. Fue uno de los ataques dirigidos contra civiles durante la Guerra Civil española, que dejaron miles de personas muertas y mutiladas detrás.

 

Con el fin del franquismo, y con la llegada de la transición política y de la democracia, las viejas heridas quedaron ocultas bajo un barniz de reconciliación. Sin embargo, para Amnistía Internacional los crímenes contra la humanidad no pueden ser borrados por actos de perdón ni olvido, y es preciso que los Estados ofrezcan verdad, justicia y reparación a sus víctimas.

 

Éste es el eje vertebrador del último informe de Amnistía Internacional, España: poner fin al silencio y a la injusticia. La deuda pendiente con las víctimas de la Guerra Civil y el régimen franquista. El país que pidió la extradición de Pinochet, y cuya Audiencia Nacional ha condenado recientemente al ex militar argentino Scilingo por crímenes de lesa humanidad, aplicando el principio de jurisdicción universal, no ha sido capaz de reparar la deuda existente con sus propias víctimas.

 

En España ha proseguido hasta nuestros días el silencio y la impunidad de todos aquellos que nunca rindieron cuentas ante el régimen franquista por los abusos cometidos bajo su amparo. Esteban Beltrán, director de Amnistía en España, afirma que «en ningún caso ha habido una investigación imparcial que aclare los hechos y establezca responsabilidades; y ése es uno de los objetivos que perseguimos con este informe».

 

MECANISMOS

 

Amnistía pide al gobierno español que adopte mecanismos para garantizar la memoria colectiva respecto a los crímenes del pasado, afirmando el derecho a saber y el deber de no olvidar. La preservación de archivos, su acceso y la inclusión de medidas en el ámbito educativo, son aspectos que el Estado debe asegurar. Además, considera necesaria la creación de un órgano oficial temporal de carácter no judicial para que se investiguen los atentados contra el derecho internacional cometidos durante la Guerra Civil y el régimen franquista.

 

Por lo que se refiere a las víctimas de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, AI cree que el Gobierno debe asumir su responsabilidad y aportar los recursos suficientes para localizar las fosas, exhumar los cadáveres, identificar los restos y restituirlos a sus familias. También pide la creación de una Fiscalía Especializada para impulsar la investigación y contribuir a esclarecer la suerte de los desaparecidos.

 

Aunque el Congreso de los Diputados acordó el 1 de junio de 2004 instar al Gobierno a elaborar un informe sobre «las reparaciones morales, sociales y económicas » a las víctimas, y en septiembre se creó una comisión interministerial encargada de ponerlo en marcha, un año después todavía no conocemos el resultado efectivo de su trabajo. Entre las recomendaciones que Amnistía plantea al Gobierno figuran, entre otras, que España se adhiera a una resolución de Naciones Unidas, en vigor desde 1970, que declara que los crímenes de lesa humanidad no prescriben.

 

Era previsible que tras la presentación del informe algunos medios de comunicación acusarían a Amnistía Internacional de haber realizado una investigación sesgada y partidista, olvidando a las víctimas del bando nacional; sin embargo, esto no es así. AI conoce la existencia de crímenes atribuidos a autores de ambos bandos durante la Guerra Civil, y por eso exige el más alto respeto por la dignidad de todas las víctimas. Esteban Beltrán recuerda que «en España, las víctimas estuvieron divididas. Durante el régimen franquista, la pertenencia real o presunta a un bando o ideología estableció la diferencia entre conseguir beneficios o penalidades, condición que se mantuvo a lo largo de cuarenta años».

 

En opinión de Beltrán, una vez finalizada la dictadura, «la transición y los gobiernos posteriores no modificaron sustancialmente las posiciones establecidas por el régimen franquista con relación a las víctimas» y, a excepción de reparaciones parciales y administrativas hasta la fecha, «la inmensa mayoría de las familias no han tenido nada, desconocen dónde están sus seres queridos, no han podido interponer recursos ante los tribunales y no han recibido un solo euro».

 

OBSTÁCULOS

 

El director de AI denuncia también que «más allá de que muchas fuentes primarias desaparecieran durante los primeros años de la transición a la democracia, todavía existen obstáculos para aclarar lo .sucedido, por ejemplo cuando un juez considera prescrito el delito sin que haya investigación de por medio, o cuando los restos mortales hallados se declaran restos arqueológicos».

 

José Antonio Martín Pallín, magistrado del Tribunal Supremo, afirma que en este tema concreto «la jurisprudencia se ha aferrado a un formalismo jurídico desfasado, diciendo que para que haya revisión tiene que haber un hecho nuevo». Además le preocupa el hecho de que para algunos sectores «la legalidad emanada del franquismo sea considerada igual a la de un parlamento democrático».

 

Un ejemplo claro de cómo debe resolverse a nivel legal una deuda histórica es el de Argentina. La Corte Suprema de este país declaró la inconstitucionalidad de las leyes de punto final y obediencia debida, que protegían a quienes habían cometido violaciones de derechos humanos durante el último régimen militar (1976-1983).

 

MODELO DE OLVIDO

 

Este caso, como el de El Salvador, Guatemala y Uruguay, son para Amnistía el camino a seguir. Según Esteban Beltrán, «tenemos mucho que aprender de los procesos contra la impunidad en América Latina; no se pueden poner puertas al campo cuando hablamos de tragedias humanas tan grandes». Fuera de España, «ningún otro país del mundo ha seguido este modelo de olvido tan completo ». Para AI «las normas internacionales son claras y el Estado no puede elegir dar un poquito de verdad, nada de justicia y algo de reparación, no es algo que se pueda elegir como un menú a la carta».

 

Todas las guerras son crueles e injustas. Siempre hay quien sufre y quien oficia de verdugo, pero hay que intentar que el disco duro de la historia grabe los errores humanos para que no estemos condenados a repetirnos.

 

 

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La memoria en marcha

Octavio Alberola y Antonio Martín

 

Fuente: "Grupo pro revisión del proceso Granado-Delgado" http://www.cgt.es/granadoydelgado/intro/intro.html

Tras la muerte de Franco y la restauración de la Monarquía, nos dicen que la Democracia fue posible gracias a los pactos de la Moncloa. Esos pactos que las fuerzas de la “oposición democrática” suscribieron con el “franquismo aperturista” en 1977. Efectivamente, todos sabemos que el encadenamiento de la memoria, la  amnesia histórica, fue el precio que tuvimos que pagar por la  “transición” de la Dictadura a la Democracia…


Como también sabemos que han sido necesarias casi tres décadas para que un Gobierno socialista se decidiera a abordar la materia pendiente de la “transición” : la rehabilitación de las víctimas del franquismo. Efectivamente, el gobierno del señor Zapatero creó el 10 de septiembre del 2004 una Comisión Interministerial con el objetivo de estudiar y proponer medidas institucionales concretas para “la completa rehabilitación moral y jurídica de las víctimas de la guerra civil y de la posterior represión franquista”. Pero, esta Comisión, presidida por Maria Teresa Fernández de la Vega, Vicepresidenta Primera del Gobierno, no ha presentado aún el Informe prometido... Prometido para finales de enero, primero, y para finales de febrero de 2005 después. Ignoramos las causas del retraso, pero todo parece indicar, que el gobierno vacila, que teme o no sabe cómo asumir la responsabilidad política e histórica de poner punto final a la “Transición”. Es decir: la de enterrar los pactos de “olvido e impunidad” que el PSOE firmó en la Moncloa. ¡Y eso a pesar de que ya van a cumplirse treinta años de la desaparición del Dictador!


Por supuesto, no ha sido fácil llegar hasta aquí… Para algunos, la “Transición” es la “Democracia” y punto final. Para ellos, los actos del régimen anterior no son cuestionables, y ni hubo ni debe haber ruptura institucional. Se firmó y no hay por qué echar marcha atrás. Y los otros, vergonzosamente, no han tenido el coraje político suficiente… De ahí que, para poder llegar hasta aquí, haya sido necesario librar un duro combate para que los socialistas y los demás partidos se decidieran a comprometerse en el proceso de recuperación de la memoria histórica y de rehabilitación de las víctimas del franquismo. Un proceso al que el PP, como era de suponer, se ha opuesto y se sigue oponiendo firmemente.


Sí, librar un duro y largo combate para sensibilizar a la “sociedad civil” y obligar a la clase política a asumir el proceso… Un proceso que en realidad comienza con el filme « Granado y Delgado : un crimen legal », difundido par ARTE el 4 de diciembre de 1996 y finalmente difundido por TVE el 7 de noviembre de 1997. La primera denuncia pública de la brutalidad y arbitrariedad de la “Justicia” franquista. Una denuncia imposible de hacer antes, por lo menos públicamente. Baste con recordar que ni la Televisión catalana ni la española se atrevieron a financiar este filme, y que fue necesario que viniera a Barcelona un director de ARTE a dar una conferencia de prensa para que la televisión española lo emitiera.  Y no hablemos de las campañas para que el Tribunal Constitucional no rechazara el Recurso de amparo contra la decisión del Tribunal Supremo denegando el Recurso de revisión presentado por las familias de Granado y de Delgado el 3 de febrero de 1998. Campañas que incitaron a otras familias de antifranquistas ejecutados a presentar también Recursos de revisión…

 

Y así llegamos al 2000, año decisivo para la activación del proceso con la creación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que reclama la apertura de las “fosas comunes”, y la “Caravana de la memoria” organizada por la “Asociación Guerra Civil y Exilio”. No cabe la menor duda de que el proceso de recuperación de la memoria y de rehabilitación de las víctimas del franquismo adquiere, a partir de entonces, un nuevo impulso con las campañas de estas dos asociaciones y otras que van surgiendo en los años 2001 y 2002. Además, claro está, de las del “Grupo pro revisión del proceso Granado-Delgado” para que los Grupos parlamentarios de la oposición (de entonces) se comprometan en el proceso.

 

Y es así que se consigue un primer éxito institucional : la histórica Resolución del Parlamento condenando, el 20 de noviembre de 2002, el golpe militar de 1936 y afirmando el deber de “reconocimiento moral hacia todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de la guerra civil española así que de todas aquellas que sufrieron mas tarde la represión de la dictadura franquista”.No obstante, dada la intransigente oposición del PP a traducir esta resolución en medidas administrativas concretas, fue necesario proseguir el combate para conseguirlas y crear las condiciones políticas y jurídicas que hicieran irreversible el proceso de recuperación de la memoria. Y, al parecer, estas condiciones se han creado…


Primero, con el triunfo electoral socialista del 14-M y después con la resolución del Tribunal Constitucional del 13 de julio de 2004 aprobando el Recurso de amparo  presentado por las familias Granado y Delgado en 1999 contra el Auto del Tribunal Supremo denegando el Recurso de revisión presentado por ellas en 1998. El triunfo electoral socialista, porque es el que ha permitido la creación de la Comisión Interministerial que debe plasmar en medidas concretas la resolución del 20 de noviembre de 2002.

 

La decisión del Tribunal Constitucional, porque ahora si es posible la revisión del proceso Granado-Delgado de 1963 y porque acaba con el tabú de la anulación de las sentencias pronunciadas por los tribunales represivos de la dictadura franquista. De ahí que se hayan producido rápidamente acontecimientos y presentado iniciativas que hasta hace poco eran impensables: El espectacular homenaje de la Generalitat de Cataluña a Lluis Companys y la decisión de su actual Presidente, Lluis Maragall, de pedir al Gobierno que se proceda “prioritariamente” a la revisión del juicio del “Presidente mártir” fusilado en 1941 en Montjuic. La devolución de los archivos confiscados por los franquistas y depositados en Salamanca después de la guerra civil. La prohibición y retiro de monumentos a la memoria de Franco y de símbolos de la Dictadura en edificios públicos, calles y plazas. Proposición de algún grupo parlamentario de un acto de desagravio a la República sacrificada en 1936. El homenaje y aumento de las pensiones a los “niños de la guerra”, etc. Hasta la última iniciativa mediática de Baltasar Garzón reclamando la  creación de una “Comisión de la verdad” para investigar los crímenes  contra la humanidad cometidos durante la dictadura franquista. Sólo falta pues que la Comisión Interministerial presente su Informe y  que el gobierno del señor Zapatero cumpla la palabra dada.

 

 

 

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Los silencios del franquismo

Carlos Castilla del Pino

 

Fuente: La Vanguardia Digital

 

El silencio se prolongó tras la muerte del dictador: hablar no sólo era doloroso, a muchos les parecía inútil. En el silencio del vencedor está el temor a su memoria, y a la memoria que puedan guardar de él los demás.

 

Durante siete años recorrí pensiones de Madrid con un compañero de curso de la Facultad de Medicina de Madrid. Nos considerábamos íntimos. Después de muchos años, indirectamente supe que era hijo de uno de los fusilados por los falangistas en el monasterio de San Marcos en León... Muerto Franco, grabé una entrevista a Concha Castillo (que publiqué en el primer volumen de mi autobiografía, Pretérito imperfecto), testigo de la matanza que moros y falangistas llevaron a cabo en San Roque en 1936: el miedo a hablar la paralizaba; los hijos la incitaban a seguir hablando, advirtiéndole que hacia dos años que había muerto Franco, que estábamos ya en democracia, etc. El silencio de los vencidos se prolongó hasta después de la muerte del dictador. No había necesidad de decirles que callaran: lo estaban desde hacía más de cuarenta años. Tenía, pues, su lógica (una lógica personal) que permanecieran en silencio.

Pero hubo muchos a los que hablar, además de doloroso, les parecía inútil, porque ¿era posible hacerles comprender a los demás lo que realmente sintieron? Tengo la convicción interna de que el suicidio de Primo Levi fue motivado (lo infiero de sus textos) por la imposibilidad de hallar palabras para la descripción del universo que le fue dado vivir.

 

Fueron tantos los años de la dictadura franquista que muchos de los silenciados han desaparecido sin que hayan tenido ocasión de decir. Pero no se puede decir por ellos. No es posible hablar por otro de lo que, por las razones que fuera, calló. Que cada cual diga lo suyo. La memoria es personal; no hay otra. Y lo perdido, perdido está.

 

Como metáfora (impropia, por lo demás) se dice que la historia es la memoria colectiva. No lo es; por eso no sustituye a la memoria en sentido estricto que, convertida en discurso oral o escrito, se denomina testimonio. Mientras el testimonio lo es de la vida de uno, y por lo tanto drama, la historia es crónica, necesariamente despersonalizada, de una sociedad y en una época determinada. El testimonio, pues, no suple a la historia. Y sin embargo, ésta precisa y se nutre de testimonios. Estas líneas mías son, pues, una invitación no a recordar -seguro que nada de cuanto habría que decir ha sido olvidado- sino a testimoniar. El testimonio es una manera de seguir viviendo. Uno no muere del todo mientras reside en el recuerdo de los demás. Sólo cuando estos han desaparecido y nadie nos recuerda, nos hemos muerto definitivamente. Dar testimonio como respuesta a aquel silencio forzoso es un requerimiento que en todo caso nace de uno mismo para sobrevivir en sus palabras; y es también una obligación moral, la de hacer saber a los demás lo que es el miedo, el dolor, el sufrimiento personal, que así pueden transferir a los que se fueron sin contarlo.

 

He tenido el privilegio de oír lo que algunos contaban de aquellos años, los veinte primeros de franquismo, cuando una mínima ruptura del silencio (una imprudencia) entrañaba el máximo riesgo.Y he visto, y no me tenía que ser contado, el miedo a que se oyera la más leve crítica del régimen, o que se supiera de una amistad peligrosa, incluso a que, no ya no con palabras, sino por una forma de mirar se sospechase "desafección al régimen" (ésta era la temida calificación). No sólo no se podía decir; había también que disimular cuando se oía.

 

Porque, ¿qué hacer si alguien criticaba al régimen? ¿Asentir? Era un riesgo temerario y gratuito. ¿Callar? Podía ser una manera oculta de asentir. Se podrá aducir, en contra del paisaje de terror que describo, que jamás hubo suficiente policía para conseguir el silencio generalizado de los vencidos. No era necesaria, porque en funciones lo fue buena parte de la sociedad civil, que podía obligar a callar, o marcaba haciendo saber dónde parece que éste está, y dejarlo así en el punto de mira. Es cierto que pasados los primeros veinticinco años el riesgo inmediato disminuyó, pero (los mayores se encargaban de advertirlo) "¿y si la situación volviera a ser la de antes?". España en silencio...

 

Toda dictadura hace silencios, distintos silencios. Desde luego el de los vencidos, al que me acabo de referir. Pero también el de los vencedores, de otra índole, pero inquietante y desde luego perturbador. Si son pocos los testimonios de vencidos, los de los vencedores, en tanto que tales, no existen. (Los recuerdos de éstos se refieren a la época en la que eran también vencidos: refugios en embajadas, ocultaciones, etc.). Pero ¿qué nos dicen de ellos como vencedores? Nada. El libro de Ronald Fraser (Recuérdalo tu, Recuérdalo a otros) es una prueba del contraste, ya en las postrimerías del franquismo, entre el discurso dramático del vencido y el mutismo del vencedor. Si el discurso de los vencidos es el del perseguido o encarcelado, o el del hijo o la esposa del ejecutado, ¿cuál es el de los que, como vencedores, persiguieron, encarcelaron o ejecutaron? Después de terminada la Guerra Civil, los franquistas podían seguir gritando "Franco, Franco, Franco" en los actos del régimen (el último, en la plaza de Oriente, unas semanas antes de la muerte del dictador). Pero con cualquiera de ellos, a solas, apenas logré hacerles hablar de qué hicieron en la retaguardia durante aquellos años de la Guerra Civil. ¿Por qué no hablar si podían hacerlo? ¿Qué tenían que callar? Tenían que guardar silencio. Ojalá hubieran podido borrar o cuando menos olvidar su pasado. Serrano Súñer lo intentó, inventándoselo; Ridruejo también, pero calló dolorosamente lo que pudo; Laín nos invitó a aceptar que él ignoró.Son sólo ejemplos que podría multiplicar. El franquismo, que no acabó con la memoria, hizo callar, desde luego, a los vencidos. Pero, aunque parezca paradójico, provocó, poco después de su victoria, el silencio (de otro carácter, claro está) de los vencedores. A ese silencio le llamo mutismo. (Un ejemplo de ello, sobre otro lado del problema, fue La Muralla,de Joaquín Calvo Sotelo, de 1954. Pero es interesante saber acerca de la repercusión social que por entonces tuvo). En Casa delOlivo he descrito con alguna amplitud este tipo de silencio que viví en la intimidad de la consulta en muy contadas ocasiones. ¿Por qué el mutismo? La calma en la retaguardia franquista fue absoluta. Tras las bandas de ejecutores estaban las de los que ordenaban ejecutar; más atrás, las de los que señalaban a los que deberían ser ejecutados; a espalda de ambos, los que asentían sobre las ejecuciones.

 

En esta pirámide social invertida se asentó la paz que el franquismo otorgó a todos los españoles. Porque una actividad tan frenética como la que acabo de describir no es obra de unos pocos, ni siquiera de las autoridades de entonces: es tarea de muchos. El franquismo tuvo, además, buen cuidado en complicar (aunque algunos no lo necesitaran) a cuantos más mejor en esa tarea de pacificación, de la que algunos comenzaron a distanciarse. De esta forma quedaron moralmente tullidos muchos miles de personas, y aún hoy los supervivientes lo están, pero en secreto (hace poco me enteré de las actividades de una persona que durante años he tenido cerca de mí). Pasados los años en los que se hizo lo que había que hacer, sin reproche social ostensible, incluso más bien como mérito, emergió un malestar interior ante el que no cabía otra defensa que el mutismo y el deseo de que lo supieran los menos posibles, de olvidar todo ante la repugnancia del recuerdo. Un silencio activo, un "aquello ya pasó y mejor no hablar"; o esa forma de defensa que es la disolución de la culpa en el grupo ("todos hicimos lo mismo"); o la de la obediencia debida ("hicimos lo que nos mandaban"). Porque los vencedores, pasados los años en los que se podía decir en voz alta que lo que se había hecho tenía que hacerse,y utilizaron su victoria como prueba de que la razón estaba de su lado, iniciaron su íntima reconsideración. No todos hicieron, ni todos hicieron lo mismo. También en esa dramática tarea hubo una división social del trabajo. La tarea de los vencedores hasta lograr el silencio absoluto y prolongado de los vencidos fue de tal magnitud que resulta ridículo pensar que fuera labor de unos cuantos... Si hablo de ello ahora no es con ánimo de un tardío ajuste de cuentas, sino para señalar la imposibilidad de completar, en la conjunción vencedor/vencido, la del vencedor, hasta ahora poco conocida, saber qué fue lo que este último hizo, sintió y pensó como para que, años después, no quiera o no pueda reconocerse en ese sector de su pasado. Si el vencido temía al de fuera, el vencedor ha temido siempre al de dentro,a su memoria, y a la memoria que de ellos puedan guardar los demás.

 

 

 

 

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Uso y abuso de la historia: la Guerra Civil
Enrique Moradiellos

 

Fuente: EL PAIS   
 
Por varias razones confluyentes, la llamada "memoria histórica" de la Guerra Civil española ha regresado al primer plano del debate mediático y del ámbito público. Es un fenómeno apreciable en el creciente volumen de publicaciones y polémicas registradas en los últimos años. Sin duda, este resurgir conlleva indudable importancia sociopolítica porque dicha contienda se sitúa en el origen de nuestro tiempo (aunque sólo sea porque aún viven protagonistas de un inmenso cataclismo con una cosecha de medio millón de muertos y otro medio millón de exiliados).

El confuso perfil que está cobrando este debate sobre la génesis, curso y desenlace del conflicto, sobre todo por el enconamiento de algunas manifestaciones, hace recomendable establecer unos parámetros historiográficos para su discusión razonada. Es una tarea difícil como sucede en todas las sociedades que deben afrontar un pasado traumático y divisivo (véase el peso del Holocausto en Alemania). Pero es también una tarea imprescindible para lograr que el conocimiento histórico desapasionado se convierta en fundamento de una convivencia social equilibrada y libre de hipotecas legadas del pasado. Los siguientes parámetros facilitarían ese encauzamiento del debate en términos propios de una ciencia histórica que tiene como divisa actuar bona fides, sine ira et studio (con buena fe, sin encono sectario y tras reflexión sobre la información disponible).

Primero. Cabría empezar orillando por absurdo el concepto de "memoria histórica". La memoria de cualquier persona, como facultad de recordar, es un atributo dado a escala individual: yo recuerdo mi infancia y el exiliado recuerda su partida al exilio. Lo que llamamos "memoria histórica" no es recuerdo biográfico sino "conciencia" formada por un tejido de experiencias, ideas recibidas, valores asumidos y lecturas mediadas: materiales de distinta procedencia que tanto se nutren de las propias vivencias biográficas como de las interacciones con otros iguales. Como ha recordado Todorov, la memoria es individual y las ideas que abrigamos sobre acontecimientos que no hemos vivido son parte de una conciencia que discurre en una esfera pública de discursos contrapuestos. Yo, nacido en 1961, tengo memoria de la llegada de la televisión en color, pero no puedo tener memoria del 18 de julio de 1936 porque no estaba allí. Y puesto que la "memoria histórica" no es tal sino conciencia, discurso o imagen, no puede ser unívoca sino plural. Me permito recordar una anécdota relatada por el padre Hilari Raguer sobre su conversación con el general Salas Larrazábal. Ambos tenían "memoria" de los bombardeos de Barcelona en marzo de 1938: el primero porque estaba a ras de suelo y corría a refugiarse para evitar la muerte; el segundo porque pilotaba aviones y buscaba los objetivos a batir.

Segundo. El reciente revival de ideas filofranquistas que justifican la legitimidad de la sublevación militar de julio de 1936 por el carácter anárquico-comunista del régimen republicano suele atribuirse al contexto político favorable que supuso la segunda etapa de Gobierno del presidente Aznar. Sin descontar esa posibilidad, creo que dicho fenómeno responde igualmente al cambio generacional registrado en la pirámide social española: el predominio en sus segmentos activos (de 25 a 45 años) de generaciones de "nietos" de la guerra, que ya no ven las cosas como los "abuelos" (soporte físico del difundido mito de la guerra como una "gesta heroica": ya sea franquista o republicana), ni tampoco como los "hijos" (base humana del mito del olvido necesario frente a una "tragedia colectiva" vergonzante). Este cambio de mirada correlativo al cambio generacional no es un fenómeno singular del caso español. Se encuentra en todas las sociedades de nuestro tiempo: ahí está la "desmitificación" de la heroica resistencia al nazismo en Francia o en Italia. Por otro lado, puesto que toda historia es historia contemporánea (en el sentido de que el pasado se mira e interroga desde la última generación viviente), ¿cómo cabe sorprenderse de que haya nuevas preguntas sobre la multifacética entidad de la Guerra Civil?

Tercero. La puesta en cuestión de imágenes consagradas sobre la guerra por relevo generacional se ha producido en un contexto social en el que era casi dominante, en el discurso público, una visión de la época de la Segunda República (1931-1936) que podríamos llamar "arcádica". Dicha visión fue resultado de un proceso iniciado en la década de los sesenta y tuvo grandes virtudes cívicas en la transición del franquismo a la democracia, en la medida en que restablecía la legitimidad de una demanda de restauración democrática y contrapesaba la masiva difamación que había constituido la razón de ser legitimadora de la propia dictadura. Pero era una visión filorrepublicana que la lenta labor de la historiografía nunca dejó de someter a crítica porque su labor es siempre sacrílega y nunca santificante. ¿De qué visión filorrepublicana hablamos? De aquella que supone que allá por 1936 había una tranquila y pacífica república democrática y, súbitamente, cuatro generales, otros tantos obispos y terratenientes, todos ellos alentados por Hitler y Mussolini, se lanzaron al asalto contra el régimen constitucional que tenía el apoyo de "todo" el pueblo español.

Contra esa visión simplista, que eclipsaba la profunda escisión social existente y la crisis de autoridad pública del primer semestre de 1936, se metieron a fondo unos nuevos historiadores profranquistas que vieron su oportunidad intelectual y aprovecharon el contexto político. Y lo hicieron maniqueamente y con abuso presentista de sus argumentos porque su propósito no era meramente historiográfico. Hay que recordar que esos nuevos autores ya no eran los viejos historiadores oficiales del franquismo, cuya legitimidad para pontificar sobre el tema estaba lastrada por su compromiso con un régimen hostil a las libertades y basado en la censura. Al contrario, algunos de ellos fueron activos y armados opositores a la dictadura. Y en esa novedad del neófito (aparte de su facundia y eficacia narrativa) reside buena parte de su fortuna. Aunque quepa dudar de su leal compromiso historiográfico. De otro modo, ¿cómo es posible que ignoren el análisis de Santos Juliá sobre la futilidad suicida de la Izquierda Socialista entre 1934 y 1936 y su efecto sobre la estabilidad del sistema democrático republicano? ¿Por qué desprecian los estudios de Martin Blinkhorn, Gil Pecharromán y otros sobre las vetas violentamente totalitarias e insurreccionales que definían a grupos derechistas como el carlismo, el falangismo o el monarquismo alfonsino?

Cuarto. El contexto político del revival del discurso oficial franquista (porque de eso trata el sedicente "revisionismo") es un factor clave de su fortuna mediática y pública. Con anterioridad a la etapa del último Gobierno del presidente Aznar, sus trabajos (todavía escasos) tenían el mismo éxito (para convencidos) de sus predecesores. Pero desde finales de los años noventa empezaron a recibir un apoyo mediático y parapolítico indudable (que no fue obra de todas las derechas existentes, en el poder o al margen de él). ¿Qué había detrás de esa cobertura? Creo que una voluntad amorfa e inconsciente de poner coto a las demandas del llamado movimiento de recuperación de la "Memoria Histórica" de los represaliados por el franquismo. Y ello sobre la base de impugnar la crueldad de los crímenes cometidos con el argumento de que eran parte de un proceso general de violencia "de ambas partes y por igual". Y también atribuyendo la exclusiva responsabilidad del fracaso de la democracia republicana a las víctimas de la represión y los partidos de la izquierda "irresponsable y antidemocrática".

Era una posición inteligente y previsible. Porque si la recuperación de la dignidad de aquellos muertos se hacía con la voluntad de señalar que "la nueva derecha en el poder era la heredera de los asesinos de 1936", no cabía esperar sino que los aludidos respondieran que "los reclamantes de ahora son los herederos de los subversivos que dieron al traste con la paz entre 1934 y 1936". Y así volvemos a las andadas de la generación de los "abuelos": los muertos como arma arrojadiza de legitimación propia y demonización ajena.

Me temo que estamos ante unos derroteros sociopolíticos peligrosos. Porque, si bien las responsabilidades de 1936 están claras en términos historiográficos (los militares que inician un golpe de Estado faccional son los primeros y máximos responsables de lo que viene después), también es verdad que la gradación de responsabilidades no deja inmaculado a ningún personaje, grupo político u organismo social, por acción u omisión. Y por eso "recordar" la Guerra Civil y "honrar" a sus víctimas requiere tanto sentido de la justicia como sentido de la prudencia. De hecho, sin entrar en primacías temporales o grados de vesania criminal, por cada "paseado" como García Lorca a manos militares siempre cabría presentar otro "paseado" como Muñoz Seca a manos milicianas.

Quinto. ¿Qué cabe hacer, entonces, con la "memoria" de la guerra y sus víctimas? Pues lo mismo que han hecho distintas sociedades enfrentadas a un pasado traumático, cercano y divisivo. Cabría poner punto final a la amnistía de 1977 y abrir un proceso para ajustar cuentas penales, como se hizo en 1945 en muchos países tras la liberación aliada del yugo nazi. El peligro es que sus resultados fueron muchas veces discutibles porque las responsabilidades afectaban a tantos millones que no cabía proseguir su curso hasta el extremo dado que ponía en cuestión la supervivencia del país. También cabría resignarse a saber únicamente lo que pasó mediante una comisión de encuesta que renunciara a ajustar cuentas y sólo compensara moral o materialmente a las víctimas. Es la opción asumida en la Suráfrica posterior al apartheid de la mano del informe del obispo Desmond Tutú y la preferida desde 1990 por los países ex soviéticos. Se trata, en fin, de un dilema clásico: o bien suscribimos el principio Fiat Iustitia, Pereat Mundo (Hágase justicia aunque se hunda el mundo); o bien nos inclinamos por la máxima Salus Publica, Suprema Lex (El bienestar de la sociedad es la ley suprema).

Honestamente, yo preferiría la segunda alternativa. Sin que por ello dejara de lado la necesaria restitución oficial de la "memoria" de los represaliados por el franquismo. ¿Por qué motivo? Porque sería una mera equiparación de situaciones entre víctimas. Porque es indigno no ayudar a los familiares actuales a localizar los restos de sus antepasados enterrados en fosas anónimas. Porque las otras víctimas de la violencia republicana (muchas inocentes y bien contadas gracias a la eficacia de la Causa General incoada por el franquismo) ya tuvieron su restitución oficial, sus muertes reconocidas, sus tumbas honradas, sus deudos gratificados. Se trata, en esencia, de una mera cuestión de justicia equitativa. Y deberíamos dejarla estar así, sin mayores polémicas sociopolíticas donde todas las partes, me temo, tendrían mucho que perder y más que lamentar.

 

Enrique Moradiellos es profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura.

 

 

Sumario

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

[1] CNT-AIT. Memorias del Primer Congreso Nacional de Sanidad, Valencia, Guerri colectivizada, 1937: 12. Incluye la transcripción de las actas del Pleno Nacional al que nos referimos, ya que fueron aprobadas en el Congreso y el Pleno se convocó para preparar éste, también celebrado en Valencia, en marzo del mismo año.

[2] Reproducido en: PEIRATS, J. La CNT en la revolución española, I, Paris, Ruedo ibérico, 1971: 176-179. Como veremos, el informante del Colegio de Abogados debió confundir al hijo de Miguel José, José Alcrudo Quintana, entonces de dieciocho años de edad y que sobrevivió a la guerra, con el hermano pequeño, Augusto Moisés, fusilado junto a aquél a los cuarenta y cuatro. Miguel José cumplía cincuenta y dos el día de su fusilamiento.

[3] LEVAL, G; SOUCHY, A; CANO RUIZ, B. La obra constructiva de la revolución española, México, Editorial Ideas - Editores Mexicanos Unidos, 1982: 138.

[4] Usamos su edición argentina: LEVAL, G. Colectividades libertarias en España, 2v, Buenos Aires, Proyección, 1974. En el libro anterior, el capítulo sobre “Los servicios sanitarios” es una copia del homónimo de este libro con el añadido de la frase “y al doctor Alcrudo”; véase II: 64, en la obra original de LEVAL.

[5] Entre otros: M(ARTÍNEZ) LORENZO, C. Los anarquistas y el poder. 1868-1969, Paris, Ruedo ibérico, 1972; PAZ, A. Durruti. El proletariado en armas, Barcelona, Bruguera, 1978; BORRÁS, J. Aragón en la revolución española, Barcelona, César Viguera, 1983; CASANOVA, J. Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa, 1936-1938, Madrid, Siglo XXI, 1985; KELSEY, G. Anarcosindicalismo y estado en Aragón: 1930-1938, Zaragoza - Madrid, Diputación General de Aragón - Institución “Fernando el Católico” - Fundación Salvador Seguí, 1994; ÍÑIGUEZ, M; GÓMEZ, J. Isaac Puente. Médico rural, divulgador científico y revolucionario, Papeles de Zabalanda, Vitoria-Gasteiz, 1996; NAVARRO NAVARRO, FJ. “El Paraíso de la Razón”. La revista Estudios (1928-1937) y el mundo cultural anarquista, València, Edicions Alfons el Magnànim, 1997; CLEMINSON, R. Hygiène publique, santé et sexualité, quelques concepts anarchistes, Réfractions, 1, 1997. TORRES PLANELLS, S. Ramón Acín (1888-1936) Una estética anarquista y de vanguardia, Barcelona, Virus, 1998; VALLINA, DR. P. Mis memorias, Madrid - Sevilla, Libre Pensamiento - Centro Andaluz del Libro, 2000; ROSELLÓ, JMª. “L’Enquesta sobre el nudisme a la revista Iniciales”, Enciclopèdic Noticiari, 23 (mayo de 2000); DUEÑAS LORENTE, JD. Costismo y anarquismo en las letras aragonesas. El grupo de Talión (Samblancat, Alaiz, Bel, Maurín), Zaragoza, Edizions de l’Astral, 2000; MARTÍ BOSCÀ, JV. Medicina, naturismo y anarquismo en la Segunda República: seis apuntes biográficos, República, 70 anys després, València (en prensa); IÑIGUEZ, M. Esbozo de una enciclopedia histórica del anarquismo español, Madrid, Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, 2001. Estos textos contienen informaciones muy desiguales sobre los hermanos Alcrudo, la mayoría una mera mención, por el contrario KELSEY proporciona los datos biográficos más completos, que deben complementarse con los aportados por DUEÑAS para la segunda década del siglo XX.

[6] No hemos podido encontrar más documentación en el Colegio que la ficha de colegiado de ambos hermanos, ni si quiera la de su padre, el también médico José Alcrudo Roche, pese a la eficiente ayuda de Clara Lobera, de la Secretaría General del Colegio de Médicos de Zaragoza. Tampoco en el libro BLASCO IJAZO, J. Historia del Colegio de Médicos de la provincia de Zaragoza, 1455-1961, Zaragoza, Talleres Editoriales “El Noticiero”, 1961, facilitado, con otros datos de prensa, por la profesora de la Universidad de Zaragoza, Asunción Fernández Doctor. Por la lista de electores para la junta directiva publicada en el Boletín del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, 1/2 Lista de colegiados (marzo de 1914), publicación anexa a la revista Hojas médicas, sabemos que en esa fecha José Alcrudo Roche llevaba 42 años de ejercicio profesional, el tercero más antiguo del colegio en Zaragoza, y que cesó como médico poco después: Boletín del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, 1/4, Extracto de actas. Sesión del 26 de abril de 1914 (junio de 1914).

[7] DUEÑAS, JD. Op. cit.: 138, atribuye este nombre a su hermano Augusto Moisés pero José Alcrudo nos ha asegurado reiteradamente que corresponde a su padre, Miguel José. El profesor Dueñas nos confirmó que se trata de una errata de su libro.

[8] En la ficha de colegiado de Miguel José consta como fundador y director de Hojas médicas, pero según figura en ésta el director era A. Martín Martínez, desarrollando Alcrudo las funciones comentadas. El último número que hemos localizado de esta publicación es el 5/51, de marzo de 1918.

[9] Hojas médicas, 4/37 (enero de 1917).

[10] CASTRO, A. El milagro de la cultura (entrevista con José Alcrudo Quintana) El Periódico de la semana de Aragón, 26 de septiembre al 2 de octubre de 1984: 13.

[11] Para la información sobre la masonería y los hermanos Alcrudo: FERRER BENIMELI, JA. La masonería en Aragón, 3v, Zaragoza, Librería General, 1979 y la información facilitada por José Alcrudo Quintana de sus recuerdos familiares.

[12] Vid: FERRER BENIMELI, JA. Op. cit. III: 46.

[13] FERNÁNDEZ CLEMENTE, E; FONCADELL, C. Historia de la prensa aragonesa, Zaragoza, Guara, 1979.

[14] Su primer trabajo médico que conocemos lo publicó poco antes de finalizar sus estudios, en la revista que fundó su hermano: Hojas méd. 1, 127-132 (junio de 1914), firmando como “alumno de la Facultad de Medicina de Zaragoza”.

[15] Rafael Pérez Jiménez, Barradas (Montevideo, 1890-1929) conocido pintor vibracionista que ha pasado a la posteridad con su segundo apellido paterno. Tras su estancia en Francia, Italia y, finalmente, en Barcelona, viajó a pie hacia Madrid para acabar exhausto y enfermo en el pueblo aragonés de Luco de Jiloca, donde fue atendido y contrajo matrimonio. Ver: A(ISA) PAMPOLS, M. Rafael Barradas, El Vaixell Blanc, 16 -17, 1982.

[16] Selección de textos, biografía, bibliografía y referencias en: ESTEBAN, J; SANTONJA, G. Los novelistas sociales españoles (1928-1936) Antología, Barcelona, Anthropos, 1988.

[17] Además de algunos artículos sueltos hay que destacar sus secciones “De re sanitaria” e “Historia nueva. España” (que la censura impidió llamar, como él quería, “Historia nueva, España SA” y acabó denominando “Historia nueva”).

[18] Ver: Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad, Estudios, 100 (diciembre de 1931): 5. Aunque fue éste un congreso minoritario -asistieron 15 delegados- fue el antecedente del Pleno de Valencia de 1937. Por la actividad sindical desarrollada en el ámbito sanitario, los delegados de éste rindieron homenaje a los hermanos Alcrudo y a Puente.

[19] Pueden consultarse en: ALCRUDO, AM. Temas del Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad, Estudios, 101 (enero de 1932): 25-27 y 103 (marzo de 1932): 25-27.

[20] La propuesta de Federación de Industria de Sanidad, Estudios, 100 (diciembre de 1931): 8. Presentada por Pedro Vallina, Isaac Puente y Moisés Augusto Alcrudo.

[21] Orive, comandante médico en la guerra civil, encargó a Pedro Vallina la dirección del hospital militar de Cañete, en la Serranía de Cuenca. Los recuerdos de éste recogen su actividad sindical en el ámbito sanitario con Orive y los hermanos Alcrudo, ver VALLINA, P. Op. cit.: 311 y 328.

[22] Se ha publicado al menos en dos ocasiones una fotografía de los miembros del Comité Revolucionario en esta prisión con una divergencia en la identificación de los detenidos: PAZ, A. Op. cit: junto a pág. 240, reconoce en la fila de pie al doctor Alcrudo, junto al asturiano Ramón Álvarez; en su lugar KELSEY, G. Op. cit: 229, dice que es Isaac Puente. Ramón Álvarez que fue detenido en su domicilio en Gijón e incorporado al sumario pese a no haber participado en la revuelta, es el único superviviente de ese grupo y nos ha confirmado que junto a él no está ninguno de los dos médicos, sino Felipe Orquín, recordando alguna anécdota personal con entre éste y Durruti. Entrevista telefónica con Ramón Álvarez, 9 de mayo de 2002.

[23] La Voz de Aragón (25 de enero de 1934) Citado por PAZ, A. Op. cit: 272.

[24] CASTRO, A. Op. cit: 12.

[25] El mismo error de parentesco entre ambos hermanos de la nota 2, quizá porque el mayor era más serio y padre de cinco hijos y Moisés aún no tenía ninguno. Véase FERRER BENIMELI, JA. Op. cit: III, 26, donde se recogen las diversas gestiones e indagaciones entre enero y abril de 1934.

[26] Publicó una carta en La Voz de Aragón el 28 de agosto, reproducida parcialmente por KELSEY, G. Op. cit: 307. Detallada descripción de la conflictividad social en las páginas anteriores de esta obra.

[27] La última carta de Miguel José a su familia, fechada el mismo 30 de septiembre, fue publicada por CASTRO, A. Op. cit.: 13. Sorprende la claridad de la letra conociendo el inminente final del autor.