Cazarabet conversa con... Juan J.
Alcalde, autor de “Tiempos de Plomo. Grupos de Acción
y Defensa Confederal” (Fundación Salvador Seguí)
Juan J. Alcalde ha escrito este libro que hace historia, desde el
apoyo de la Fundación Salvador Seguí y del departamento de formación de la CGT.
Juan J Alcalde se sumerge en la
historia de unos días, lejanos, en los que actuaban los Grupos de Acción y de
Defensa Confederal desde el Anarcosindicalismo…Alcalde profundiza sobre este
movimiento argumentando que estos grupos de autodefensa y sus integrantes no
eran profesionales de la pistola, ni de la revolución(personalmente, necesito
que me expliquen esto último, lo de la revolución)…porque eran, simplemente
Obreros….Lo que leyendo el libro me queda bastante claro es que ,en aquellos
días, a los obreros y a los anarcosindicalistas les era francamente difícil
sobrevivir con sus ideas frente a la “otra fuerza” que les atacaba y que, por
ejemplo , desde Barcelona tenía como cabecilla a Martínez Anido…Anido, vestido
de “mirlo blanco” empleaba una dureza y una violencia sin igual, deshumana y
que atentaba contra todos los derechos humanos y ante esto buena parte de las
bases anarcosindicalistas y del obrerismo respondió con la violencia….Las
calles se convirtieron en un peligro y a aquellos tiempos se les reconoce como
los del “pistolerismo”, aunque no nos guste a nadie….no creo que ni les gustase
a los propios obreros porque a nadie le gusta defender sus ideas(o a casi nadie
con dos dedos de frente) con la pistola en la mano…otra cosa, es que las
circunstancias te la hagan coger como parece ser el caso….Tiempos, aquellos, en
que la desigualdad estaba a pie de calle, en que los pobres tenían que mendigar
por sus derechos más elementales y fundamentales y, encima, sometidos por
prácticas como las que implantaba Martínez Anido…..no me extraña la reacción de
autodefensa, aunque no comparto los métodos violentos…a veces tienen cierta
comprensión y más cuando vienen a responder a las tenazas y a los abusos del poder.
Que el título del libro, Tiempos
de plomo. Grupos de acción y Defensa Confederal… no les lleve a engaño
porque el libro, desde la pluma de Juan J Alcalde analiza además más cosas,
como son los Comités de Defensa Confederales, organismo (por llamarlo de alguna
manera) que surgieron en la II República y que se prolongaron hasta la Guerra
Civil… y es que este historiador es experto es experto y ha indagado mucho en
los Comités de Defensa y en las Milicias Confederales, así que nadie mejor que
él para acercarnos a este fenómeno y a todo aquello que converge o difiere del
mismo.
Lo que nos dice
la editorial:
Las Asociaciones
obreras y en especial las libertarias, dispusieron siempre de esas estructuras
de autodefensa no paramilitares que se nutrían de los numerosos grupos de
afinidad que existían en las mismas. La historia de los Grupos de Defensa del
Anarcosindicalismo es tan antigua como la historia del asociacionismo obrero.
Los militantes que los integraban no eran profesionales de la pistola ni de la
revolución. Sus miembros no eran profesionales de la violencia. Eran, simple y
llanamente, Obreros.
Eran trabajadores
manuales e intelectuales anónimos, en la mayoría de los casos. Los nombres de
la mayor parte de sus componentes no han trascendido, solo los de aquellos en
quienes recayó la responsabilidad del cargo. Sus herramientas de combate, más
que la pistola o la dinamita, fueron la solidaridad y el apoyo mutuo.
Entrevistas con
el autor que te pueden gustar e ir bien...
Interesantísimo
esto que nos acerca Juan J. Alcalde:
http://www.cazarabet.com/idea/anarquistas/comitesdefensa.pdf
Cazarabet
conversa con Juan J. Alcalde:
-Juan, para aquellos que no están muy al día de la cuestión o que,
simplemente, podemos llegar a confundirnos con argumentos o demás cosas que
hemos ido leyendo…queremos presentar y definir bien el libro con sus límites y
demás: ¿Qué son para ti los Tiempos de Plomo, o
sea: cuando hablas o escribes sobre los Tiempos de Plomo a qué días te refieres
y cuáles fueron sus principales protagonistas? ¿Qué misión y bajo qué premisas
nacieron los Grupos de Acción y Defensa Confederal?
- Vamos a
ver, hubo grupos afines al anarcosindicalismo que emplearon la violencia… pero
tú no les calificas de profesionales de la pistola…. ¿por qué? ¿Se vieron ciertos grupos y colectivos
anarquistas a pasar a la acción más directa para conseguir hacerse, ¿cómo te
diría?, como con un sitio…como para ser escuchados?
-¿En qué consistió la “gimnasia revolucionaria”?
-Creo que
lo mejor es leerlo en el libro, que recoge textualmente lo dicho por Juan
García Oliver que es el “inventor” del término
-Ni mucho menos
todos los anarquistas, anarcosindicalistas, libertarios eran violentos ni partidarios
de la violencia como primera arma de choque para llevar a cabo sus
ideas…Coméntanos.
-Tú lo has
dicho muy bien. Así, también, no todos los que creían que hacía falta una
revolución para conseguir una sociedad más igualitaria y mejor argumentaban que
para llevarla a cabo hacía falta la acción violenta, pero…coméntanos en algún
momento estallan las cosas para que personas que creen que sus ideas, idearios,
planes, pensamientos y hasta “el hacer una revolución” pase de las palabras a
una, o más, acciones violentas…
Tienes
toda la razón del mundo y la verdad, no sé qué decirte. Posiblemente, en muchos
casos, se daría el puro instinto de autodefensa.
-Háblanos, Juan, de ¿cómo se constituyen los Comités de Defensa
Confederal (ya asentada la II República) y cuál era su principal objetivo?... ¿Cómo
lo hicieron, lo de ir subsistiendo en la Guerra y qué papel fueron adoptando?.
Con todo lo que cayó en la guerra y los hechos de Barcelona en el 37, que
marcan un antes y después ¿Cómo se resintieron los Comités de Defensa?
-Fueron
disueltos oficialmente, no orgánicamente. Se mantuvieron como Secciones con
otros nombres: Coordinación, Estadística. Desgraciadamente, sus informes no
fueron lo suficientemente valorados durante la Guerra, Estos informes eran
trasladados a las autoridades republicanas por los máximos responsables de la
CNT.
García
Oliver, Ministro de Justicia con Lago Caballero llega
a pensar que en los hechos de mayo de 1937 en Barcelona influyó notablemente el
informe de la Sección exterior de Defensa que descubrió las conexiones y
conversaciones de destacados nacionalistas vascos y catalanes con la OVRA de
Mussolini y con Franco, así como los planes que se estaban preparando para
desestabilizar la retaguardia republicana en Cataluña. Este tema está relatado
en el libro más extensamente.
-¿Tanta diferencia había entre los Comités de las diferentes
regiones….?.
-Si debía
haberlas.
-Cuando la guerra termina o va terminando
con todo el aparato represor de los franquistas ¿cómo se afronta esta represión desde los Comités de Defensa? ¿Qué son para ti los Tiempos de Plomo, o sea: cuando hablas
o escribes sobre los Tiempos de Plomo a qué días te refieres y cuáles fueron
sus principales protagonistas?
-Tiempos de plomo
es el título del libro. El plomo, en este país durante siglos, ha sido la
moneda destinada a remunerar a todos/as aquellos que se rebelaron contra la
injusticia, el hambre cualquier tipo de explotación. El sumun de esa lluvia de
plomo serían la Guerra Civil y la represión posterior
El espacio
de tiempo que se cubre en este trabajo comenzaría con el origen de las primeras
sociedades obreras (finales del siglo IXX y su primer desarrollo a principio
del siglo XX), continuando con el periodo 1913-1923, el periodo más cruento del
pistolerismo contra la CNT y los anarquistas, hasta (en este caso); Guerra
Civil y primeros años de la represión franquista (1947). De todas maneras existe numerosa bibliografía sobre estos temas
escrita por sus auténticos protagonistas. Yo me he limitado a resumir y ordenar
de alguna manera esa información.
Los
protagonistas, por un lado, los represores: El capital, la iglesia, el estado
caciquil y el ejército con sus diferentes brazos operativos (pistoleros,
confidentes, sindicatos amarillos, la iglesia clerical, la policía, somatén y
guardia civil) y por el otro los reprimidos y explotados/as: obreros,
jornaleros, sindicalistas, anarquistas y la población más explotada.
-Hubo grupos afines al
anarcosindicalismo que emplearon la violencia… pero tú no les calificas de
profesionales de la pistola… ¿por qué?
Evidentemente, no
se puede calificar de “profesional” a alguien que no vive del uso “profesional”
de la pistola o de la violencia. En la gran mayoría de los casos los
integrantes de los grupos de defensa vivían de su oficio. Incluso aquellos que
por razones de clandestinidad ocasional debían dejarlo, volvían a él en cuanto
terminaba esa situación. Algunos llegaron a compaginarla con épocas de
clandestinidad, algo realmente difícil.
Esos grupos
afines, a los que creo te refieres, no estaban controlados por la CNT, no eran
sindicales. Este tema originó numerosos problemas orgánicos. En el libro se
mencionan algunos y la postura de algunos militantes como Durruti o García
Oliver. La FAI en un Pleno se desvinculó de las acciones individuales y
condenaron los atracos. La CNT condenó expresamente las acciones individuales
en el Congreso del año1931, en el mismo congreso en que se aprueban las Secretarías
de defensa, los Comités de barriada y las Federaciones de Industria.
Sobre este tema y
la acusación de profesionales de la violencia a los anarquistas se ha lanzado
mucha basura y calumnia. He llegado a leer que se ofrecían hasta 500 pts. en
los sindicatos a aquellos que se prestaran a poner bombas. Dudo, que dada la
extrema penuria en que se encontraban los trabajadores y la organización
sindical en los años veinte y el dineral que representaban 500 ptas. de la
época, se pueda dar veracidad a semejante patraña. Con esos pagos, muchos se
habrían hecho ricos poniendo bombas y eso habría dejado constancia. Hay alguna
pseudobiografía de Salvador Seguí donde ponen al destacado anarcosindicalista
como fuente para sustentar la grave acusación, algo que es falso totalmente.
Heleno Saña, que
realizó el prólogo de esa obra y que conocía muchas referencias de Seguí dada
la enorme amistad que mantuvo su padre con él al igual que con Juan Peiró, se
quedó tan sorprendido -como yo- con ese tema. Por supuesto, no le dio validez
alguna.
-¿Qué misión y bajo qué premisas nacieron los Grupos de Acción y
Defensa Confederal?
Los grupos
de acción en el asociacionismo obrero español aparecen o mejor dicho tenemos
constancia de su existencia desde que se crea la Federación Regional española
(FRE) de la Internacional (AIT) en 1870. En España tuvieron mucha mejor acogida
las ideas bakuninistas (libertarias) que las
marxistas(autoritarias) por lo que la influencia libertaria en el
asociacionismo obrero español es incuestionable. Eso se reflejó en su
trayectoria ideológica (anarquista) y organizativa(federalista). Sería obvio
decir que la Internacional fue perseguida a sangre, fuego y cuchillo por todos
los Estados existentes y la Iglesia. Sus militantes y secciones serían perseguidos
a muerte.
En el
Congreso fundacional de 1870 se decidió crear un órgano de autodefensa que se
denominó “los defensores de la libertad”, que sería el órgano responsable de
“garantizar la existencia de la Federación en la clandestinidad y ejercitar las
acciones de represalia y autodefensa en la medida de sus posibilidades”
(pág.49). Destacados personajes como Pablo Iglesias, Anselmo Lorenzo, Ricardo
Mella o Salvochea, formaron parte de ese organismo
secreto. En la Conferencia Comarcal de la FRE del año 1876 se acordó la
formación de grupos de acción y propaganda.
En la CNT,
que se crea en 1910 y que se declara continuadora de la FRE-AIT, estos grupos
existían desde su creación aunque no tengamos
constancia documental. A primeros de siglo comenzaron a tomar cuerpo en las
grandes ciudades los “comités de barriada”, que agrupaban a mujeres, jóvenes y
trabajadores de los barrios (casi todos afiliados a la CNT). Se abrían locales
donde se organizaban ateneos, escuelas racionalistas, asociaciones veganistas, naturistas, nudistas, de parados… Podríamos
considerarles como los antecedentes de las primeras Asociaciones de Vecinos o
las Asambleas de Barrios actuales (15M, 22M). Estos Comités de barriada también
disponían de sus grupos de acción, que debe dejarse bien claro no eran
terroristas, todo lo contrario. Participaban en jornadas culturales, contra
desahucios, de apoyo y solidaridad a los más necesitados del barrio por su
edad, exclusión laboral, o marginalidad. Sus componentes eran gente joven que
se formaba en los ateneos y más adelante formarían las Juventudes Libertarias.
A los Comités de Barriada se les daría reconocimiento orgánico por la CNT en el
Congreso de Madrid de 1931, el mismo que estableció la creación de la
Secretarías de defensa a nivel nacional y las Federaciones de Industria.
García
Oliver, “en el eco de los pasos” nos dice que los Comités de acción sindicales
estaban estructurados a nivel local, comarcal, regional y nacional en 1919.
Estos Comités estaban enfocados a garantizar la victoria en los conflictos con
los empresarios y fueron claves para el triunfo en la huelga de la Canadiense, gracias a la cual se conseguiría más adelante la
jornada de ocho horas en el país.
Las vicisitudes
orgánicas de esta estructura orgánica confederal, que se denominará Defensa,
están recogidas en el libro y su máxima expresividad se manifestó al derrotar a
los militares sublevados en 1936 en muchas ciudades y pueblos de la península.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)