Cazarabet conversa con... Gonzalo
Montes Amayo, sobre “Naura” (Letra Minúscula)
La ironía que pone
a una generación la “X” al descubierto desde la pluma de Gonzalo Montes Amayo.
La sinopsis:
Alejandro, un
ejecutivo de un Fondo de Inversión, se encuentra a sus cuarenta y cinco años
atrapado en un leviatán económico y familiar. Un día recibe una llamada
sorpresiva para invitarle a una fiesta de disfraces. Una semana después y, a
pesar de sus dudas iniciales, Alejandro se presenta en la fiesta con un
irreverente disfraz para reencontrarse con sus amigos de la infancia, algún que
otro desamor y rememorar, junto a ellos, la juventud perdida de la generación
X. A medida que la noche avanza, el efecto desinhibidor del alcohol y las
drogas ayuda a que el protagonista, un profesional de éxito, se nos presente
como un espíritu enjaulado que ha convertido su vida en un viaje de ida y
vuelta entre un pasado indecoroso y un futuro incierto.
Naura es un libro
que, con una voz cenital, trata de cuestiones tan actuales como la pérdida de
los valores de la sociedad contemporánea o la angustia del hombre moderno,
ahondando en las contradicciones de un sistema financiero que nos ha permitido
alcanzar unas cotas de bienestar cuantitativamente incuestionables pero que,
por el contrario, nos arrastra a vivir como norias que giran a través de un
único eje y, al mismo tiempo, nos hace dudar sobre la existencia del verdadero
e individual libre albedrío.
El autor, Gonzalo Montes Amayo:
Gonzalo Montes
Amayo nació en 1973, año de la primera crisis del petróleo, presagio de su
futura profesión como asesor de compañías con problemas financieros. Compagina
esta actividad con la docencia; es profesor de universidad y diversos masters,
y la literatura, que cayó en su poza a los once años con su primer premio
literario por el relato «Las cosas se revolucionan», pasión de la que todavía continúa
tragando su agua.
Es miembro
honorífico de la generación X, club que se distingue por la indudable capacidad
que tienen sus miembros para adaptarse a los nuevos retos de la sociedad, pero
también por la ausencia de un sueño colectivo que les permita avanzar en una
misma quimérica dirección.
Cazarabet
conversa con Gonzalo Montes Amayo:
-¿Qué te ha llevado a escribir esta obra
narrativa, Naura?
-¿Una necesidad vital? ¿Para evitar el psicólogo? Tal vez...
La verdad: la
escritura ha sido mi pasión desde pequeño, más allá de ser un gran lector, he
escrito multitud de relatos y un par de novelas no publicadas. No obstante,
hace ocho años decidí tomarme la literatura de una forma “profesional”, y
contacté con numerosos cursos, escritores, etcétera, hasta que me puse manos a
la obra.
Respecto a Naura,
el origen de la novela está en dos relatos colgados en mi blog. El primero lo
escribí hace diez años después de una fiesta por el cuarenta cumpleaños de un
amigo músico. Recuerdo de aquella celebración, a un grupo de amigos hablando en
una cocina cargada de humo sobre los sin sabores de los matrimonios y amores
perdidos, de quienes eran y en lo que se habían convertido, sobre el jodido
paso del tiempo, de sus miedos colectivos, y de música. En resumen, de los
códigos de mi generación.
El otro relato
trata sobre un profesional del mundo financiero que se siente atrapado en su
vida y que reflexiona sobre quién hace mover la rueda de la jaula: el hámster o
nuestras circunstancias. Un escritor que leyó el relato, me dijo: “te invito a
que no abandones esta voz y a que profundices en el personaje acercándolo a un
horizonte más próximo, no necesariamente basado en o contaminado por referentes
alejados de nuestro aquí y ahora…”
Y eso hice, desarrollé
la voz del personaje y lo trasladé a una fiesta de un amigo por los cuarenta y
cinco años.
-Por cierto, ¿por
qué Naura?
-Noria proviene
del término árabe, Na-urah, y la novela no deja de
ser una metáfora sobre cómo a veces nos vemos arrastrados a vivir como norias
que giran a través de un único eje y, por tanto, nos hace dudar sobre la
existencia del verdadero e individual libre albedrío… porque… ¿quién no se ha
visto atrapado alguna vez en su propia noria?
-¿Qué es para ti , amigo, la narración y
el “ejercicio narrativo”?
-Buena pregunta
sin una respuesta clara. No obstante, durante todo este largo proceso de
escritura de la novela, me he preguntado numerosas veces sobre el significado
precisamente de lo que preguntas, y también de “escribir bien”, y si Naura cumpliría con este objetivo.
Reconozco que siempre le di importancia a este aspecto, sin embargo, después de
que la leyeran varias personas de confianza y con conocimientos literarios
contrastados, me he dado cuenta de que lo importante es que Naura fue
concebida como un proyecto vital, escrita a tumba abierta y que ahora, una vez
terminada, no cambiaría nada de lo escrito.
-En tus creaciones ¿qué papel quieres
darles a los personajes porque aquí, desde el minuto cero, la tienen y mucho,
¿no?, prioritario frente a la trama y al escenario?
-Sí, es una
novela en la que la trama transcurre a través de los pensamientos y diálogos de
los personajes. La obra está escrita en primera persona y eso permite plasmar
con facilidades monólogos interiores y que, además, todo lo que ocurre en la
novela sea visto y escuchado a través del protagonista. Intenté, gracias a
esto, que la novela tuviera rasgos cinematográficos y que el propio
protagonista fuera la cámara que enfoca y cuenta la historia.
Además, los
personajes me permitían desarrollar un cronograma preciso de mi generación,
nuestros logros y fracasos, nuestros miedos y conquistas, nuestra puerilidad y
encanto, que era uno de los retos de la novela.
-Aunque aquí la
trama los personajes la llevan “como dentro” e interaccionan con sus
personalidades y viceversa, ¿verdad?
-Nunca lo había
pensado hasta ahora, pero me doy cuenta de que Naura es una novela intimista,
que pretende recoger y adentrarse líricamente en la personalidad frustrada de
los personajes, en su búsqueda existencial, en intentar dar un sentido a sus
vidas, por lo que sí, estoy de acuerdo.
Sin duda, es una
novela de personajes y la trama la van desarrollando ellos mismos con su
interacción.
-Porque, amigo
Gonzalo, parece que el papel de la trama siempre es el eje sobre el que gira
todo lo demás---hasta la paciencia, satisfacciones e insatisfacciones del
escritor o escritora--, pero a veces la ósmosis entre personajes y trama es tan
fuerte que interaccionan de una manera…
-Es cierto. Si
bien intento mantener una indisciplina lectura para tener mi mirada indemne y
no del todo domesticada, quizá en el momento de escribir la novela tuve ciertas
influencias de Roberto Bolaño, aunque también de Thomas Bernhard.
Creo que el
primero nos ofrece siempre unos personajes reconocibles, extravagantes, con
toques autobiográficos. El segundo, quizá un mundo interior complejo, oscuro,
sofocante. Tal vez pudiera decir que muchos de los personajes recogen todas
estas características.
No obstante, el
propio escenario donde trascurre la novela (una fiesta), obliga a que la trama
sea desarrollada a través de la interacción de los personajes en la propia
fiesta, a pesar de que haya idas y venidas al pasado. Podríamos decir que la
fiesta es el rio, y las historias paralelas y pasadas de los personajes, sus
afluentes.
-¿Cuál y cómo es el papel que le otorgas
al escenario en el que se pasean los personajes y se desarrolla la trama? El
escenario es fundamental. La casa, el colegio, un grupo de una zona
-Es fundamental. Para
recrear a parte de mi generación, era necesario enmarcar su condición social
(gente de clase media -alta, con un elevado nivel económico y cultural, y
padres conservadores). De ahí que la fiesta trascurra en una casa del barrio
Salamanca, los personajes fueran a un colegio católico icónico de la ciudad, y
que después de la fiesta fueran a un local conocido de Madrid.
-Amigo, pero en
realidad ¿qué pretendías al sumergirnos en este ejercicio narrativo…? porque es
un “ejercicio narrativo” que puede que se base o que se inspire con los
miles de miles de “encuentros de alumnos y exalumnos”, ¿verdad?; ¿qué nos
puedes contar?
-Lo dicho también
en las otras preguntas y que menciono en la sección de agradecimientos: “Mi
intención al afrontar este proyecto no fue adoctrinar, moralizar, evangelizar a
nadie (o como lo queramos llamar. Eso se lo dejo a los grupos bien
organizados), sino escribir un libro de ficción sobre un grupo de amigos que
buscan su redención a través de caminos peligrosamente angostos”.
No creo que
hubiera más ambición que esa al escribir la novela.
-Háblanos, quizás, de esta
inspiración…que como dicen los sabios te tiene que “pillar” trabajando, ¿no?
-Sin duda, pero
como eso es imposible, lo que hacía era estar al tanto de todo lo que me
rodeaba, y lo que veía que sería interesante para la novela, lo apuntaba en el
teléfono. Y esto podría ser, desde palabras hermosas, hasta conversaciones con
amigos, o ideas que me surgían viendo la televisión. Cualquier cosa que me ha
rodeado durante los dos años que tardé en escribir la novela, la ha alimentado.
-¿Hay mucho de tu experiencia desde “tus movidas
personales”?
-Un escrito
amigo, me dijo: “Hay en lo que escribes cierta combinación que no es fácil de
lograr entre una mala leche embridada con ironía y una capacidad innegable de
conmover. Y que, quiero pensar, en tu caso es espontánea, tu forma “literaria”
de respirar. Otros lo llamarán tono, estilo, voz. No importa el alias. Lo
importante es tenerla. Eso y, por descontado, cosas que contar. Tu confiesas
poseerlas: un mundo propio."
En este sentido,
podría parecer que algunos pasajes son autobiográficos, y muchos me lo han
preguntado, pero con sinceridad, no. Hay personajes con ciertas características
de gente conocida, pero el personaje es cien por cien de ficción, pues eso me
permitió escribir con escopeta recortada. Ahora bien, como toda novela, recoge
frases escuchadas, conversaciones tenidas, reflexiones soñadas, etcétera.
-Se nota que te
lo has pasado muy bien escribiendo, creando e imaginando esta historia, ¿no?
-Muchísimo. La he
escrito a quema ropa y como me ha dado la gana. He sacado todo lo que tenía
dentro. Como alguien me dijo (algo parecido), quizá en el libro puedas
encontrar el recipiente en el que volcar parte de las claves de tus trabajos. Y
me atrevo a citar tres: malestar, ironía y nostalgia.
Y creo que así
fue. Ahora no sería capaz de escribir esta novela. Me pilló en un momento vital
con necesidad de “sacar cosas al exterior”. También en medio de la pandemia,
que intuyo algo tuvo que ver.
-¿Son personajes que muestras y haces desfilar en
tu historia han ido cambiando tal como los pensaste en un inicio bajo el
influjo de la trama o es más bien algunos rasgos de la trama los que
cambian bajo el influjo, influencia o enamoramiento al que te someten, como
escritor, algunos de los personajes...?
-Complicada
pregunta. Diría que ha sido bidireccional. Es decir, ha habido personajes que
inicialmente nacieron como secundarios y poco a poco se fueron convirtiendo en
principales, y viceversa. Y eso viene porque hay aventuras que ocurren en la
novela que no tenía pensadas cuando la inicié, y que hizo cambiar la
materialidad e influencia de los personajes. Como digo al comienzo de la
novela: Naura es una obra de ficción y, por consiguiente, su autor no
necesariamente comparte y/o aprueba los comentarios, actos u opiniones de los
personajes, en especial los de Alejandro Velarde, protagonista de la historia,
quien ya en la primera página decidió emanciparse de su creador.
Pues eso también
ha ocurrido con el resto de personajes.
-Amigo, ¿nos
puedes hablar del proceso de documentación, búsqueda de fuentes, lecturas de
libro y demás que hay detrás de este libro? Período apasionante, pero muy
afanoso y trabajoso que, a veces, incluso os puede sumergir a los autores en
cierta ansiedad, ¿no?
-En este caso,
reconozco que no ha sido muy complicado. Me apoyé mucho en internet, donde
también me ha dado muchas ideas.
También leía
novelas que entendía me podían ayudar con la mía, y vi muchas películas para
coger ideas narrativas. En este sentido, reconozco que durante un tiempo me
enfoqué en las películas de Christopher Nolan. Me obsesionaba que todo lo que
se contara en la novela tuviera un sentido circular. Es decir, que hubieran diferentes historias dentro de la novela, pero que
todas tuvieran un objetivo narrativo común.
-Y, ¿cómo ha sido el día a día de
trabajo, tu metodología de trabajo para construir este libro de ensayo /
narración?
-Complicado, pues
tengo otro trabajo con el que pago mis facturas recurrentes. Me metodología ha
sido algo anárquica y no se la recomendaría a nadie, pero si tuviera que
resumirla sería: 1) Preparar un guion de lo que se pretender escribir, sin
miedo a incumplirlo en el futuro, porque así ocurrirá. 2) Madrugar para
escribir un rato antes de ir al otro trabajo. 3) Soltar todo lo que se tenga
sin miedo, ya se tendrá tiempo de corregir y podar. Diría que he escrito más de
cien mil palabras en borradores para dejar la novela en aproximadamente setenta
mil. 4) Y lo más importante: escribir y escribir y escribir, y leer y leer y
leer. Todo lo que el cuerpo aguante.
-Este trabajo,
¿te ha abierto la mente y la curiosidad a indagar más sobre algunos de los
aspectos tratados en el mismo?
-Sin duda. Pero
siempre me ocurre cuando escribo, ya sea un relato, un poema, o una novela.
Quiero pensar que la literatura debiera mostrar la realidad en la que vivimos y
para ello, los escritores tenemos que estar actualizados sobre lo que ocurre a
nuestro alrededor. No hay nada peor que leer una novela y descubrir que el
escritor relata temas que no tiene ni la menor idea, o lo que es peor, que no
tiene una visión propia.
-¿Nos puedes hablar de trabajos en los
que estás sumergido ahora?
-Continuo con mis
relatos, estoy también experimentando con poemas, y escribiendo mi próxima
novela que, espero, la pueda terminar en un año. Es una novela distópica que
trata sobre los miedos existenciales y la necesidad obligatoria que la sociedad
nos impone para que busquemos obligatoriamente la felicidad.
-Amigo, ¿cómo ha
sido trabajar con la editorial Letra Minúscula y con el Gabinete
de Comunicación Bibiana Ripol?
-Excelente.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)