Cazarabet conversa con... Julián
Vadillo Muñoz, autor de “Historia del movimiento libertario español. Del
franquismo a la democracia” (La Catarata)
Julián Vadillo
sigue estudiando al movimiento libertario y ahora lo hace estudiando e
investigando desde el franquismo a la democracia.
El libro viene,
desde La Catarata, con el prólogo de Fernando Hernández Sánchez.
La sinopsis del
libro: La historia del anarquismo en España, largamente estudiada desde el
origen de la Internacional hasta el final de la Guerra Civil, es mucho menos
conocida durante la dictadura, la transición y la democracia. Por un lado, el
movimiento libertario, a través de sus dos organizaciones principales, la CNT y
la FAI, vivió una enorme diáspora y dispersión, sin por ello dejar de aportar
una visión particular y una solución al problema español. Este libro trata de
recomponer sus debates, divisiones y estrategias a lo largo del tiempo y de
cómo se gestaron en distintos lugares, como Francia, eje fundamental del exilio
anarquista, pero también en espacios más ignorados, como el norte de África.
Por otro lado, reconstruye el desarrollo del movimiento libertario en el
interior del país, en el que la CNT sufrió una brutal represión, mermando la
influencia del que había sido uno de los sindicatos más poderosos del obrerismo
español. A pesar de su fracaso a lo largo de cuatro décadas, la lucha contra el
franquismo fue el objetivo principal del movimiento libertario en España. Con
la muerte del dictador, la CNT vuelve a la legalidad, soportando sin embargo
una complicada escisión. Ampliamente documentada, esta obra recorre la estela
del movimiento libertario hasta el presente.
El autor, Julián
Vadillo: es historiador y profesor de enseñanza media y universitario. Esta
obra completa sus dos libros anteriores, Historia de la CNT. Utopía,
pragmatismo y revolución (2019) e Historia de la FAI. El anarquismo
organizado (2021), dedicados a la trayectoria del anarquismo español,
publicados también en Catarata.
Julián Vadillo ya
ha estado con nosotros:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/brecha.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/historiacntvadillo.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/historiafai.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/porelpanlatierra.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/socialismosigloXIX.htm
Cazarabet
conversa con Julián Vadillo:
-Julián ¿el motivo de este libro es el
desconocimiento que tenemos de la historia del movimiento libertario en torno a
la posguerra, dictadura, transición y democracia?;¿puede que sea el período más
desconocido de la historia del movimiento libertario?
-Este libro
estaba pensado desde hace más de tres años. Dado que tanto en Historia de la
CNT como en Historia de la FAI los capítulos sobre la dictadura
franquista y la democracia eran unos meros epílogos, se hacía necesaria una
monografía que hablase solo de este periodo. Desde luego es un periodo menos
trabajo sobre la historia del anarquismo, aunque últimamente, sobre todo en lo
que respecta a la Transición, están apareciendo muchos y buenos trabajos.
En definitiva, es
el tercer libro de síntesis sobre la historia de la CNT y la FAI, en un momento
complicado para dichas organizaciones.
-¿Porque el movimiento libertario es, podríamos
decir ,el perdedor entre los perdedores de la Guerra de España?
-Básicamente
porque su proyecto político fue derrotado en 1939. El Movimiento Libertario
defendió la retaguardia republicana hasta el último momento y con la derrota de
la República también se produjo la derrota del proyecto revolucionario que los
libertarios venían defendiendo desde los inicios de su desarrollo. Y a pesar de
ello nunca dieron su brazo a torcer.
-De
esta manera y estando todas y todos señalados por el régimen dictatorial, ¿qué
hacen…huyen al exilio?
-Una parte se marchó al exilio, en una
dispersión total por todos los continentes. Otros se quedaron en el interior y
trabajaron por la recomposición en la clandestinidad con todo el peligro que
entrañaba la represión sin cuartel de la dictadura franquista. Y otros tantos
sufrieron prisión y campos de concentración, muchos de los cuales fueron
fusilados y asesinados por una dictadura que no paró de matar en sus casi
cuatro décadas de existencia.
-¿Y qué se encuentran allí…solidaridad,
conflictos entre otros exiliados, campos de concentración franceses, batallones
de trabajo, los campos de concentración alemanes…?
-El exilio fue
una etapa muy difícil para los libertarios. A pesar de los intentos de
reestructuración, las diferencias afloraron entre distintas visiones de como afrontar la oposición al franquismo. Además, nada más
terminar la guerra de España se encontraron con la Segunda Guerra Mundial,
donde no cejaron en su empeño de combatir a nazis y fascistas, porque para
ellos era combatir también a Franco. Pero el recibimiento a los españoles no
fue bueno. En Francia o el norte de África siniestros campos de concentración
les esperaba y en muchos casos deportaciones a los campos nazis donde muchos de
ellos murieron.
-¿Cómo se organizan porque por lo que
sé, he leído y me han contado el movimiento libertario no se queda quieto?
-Era imposible
que un movimiento que no concebía la inactividad se quedase quieto en una
situación extrema. Los anarquistas se alistaron en todas las resistencias,
fueran militares o civiles, para destruir el fascismo. Para ellos la lucha
contra Hitler y Mussolini era la lucha contra Franco, dado que los dos primeros
habían apoyado al tercero en la Guerra de España y Franco estaba ayudando sin
fisuras a los nazis y fascistas en la Segunda Guerra Mundial. Las estructuras
libertarias se rehicieron en todos los lugares y se adhirieron a todas las
resistencias contra el fascismo. De hecho, unidades militares del ejército
francés como fue la compañía La Nueve de Philippe Leclerc estaba compuesta por
un buen número de anarquistas.
-Pero
creo que se llevan una severa decepción, ¿qué nos pueden decir?
-Desde luego. Lo
que esperaban los anarquistas (como otros sectores del exilio) es que las
fuerzas aliadas, en este caso sí, les ayudasen a derrocar a Franco como ellos
habían contribuido a liberar Europa. Pero no fue así. Una vez más las fuerzas
europeas se iban a inhibir del problema español, y aunque se condenó a la
dictadura de Franco no hubo atisbos de una intervención militar contra el
régimen fascista español. Aquello fue un nuevo jarro de agua fría.
-¿Cómo es el exilio que toman los y las
anarquistas españoles después de la II Guerra Mundial?
-Fue una
diáspora. El Movimiento Libertario se dispersó por Francia, Inglaterra, Norte
de África (Marruecos, Argelia y Túnez), diversos países de Sudamérica, México,
EEUU, Canadá, Australia, etc. Una dispersión que, a pesar de los intentos de
coordinación, pesó como una losa. Y a medida que pasaba el tiempo, se iba a
haciendo más complicado mantener por las pérdidas de efectivos.
Y luego estaba el
interior, donde a cada reorganización de las estructuras libertarias se
producía una caída de la misma. Las fuerzas fueron flaqueando y muchos comités
nacionales de la CNT coincidieron en la prisión. Los años de plomo de la década
de 1940-1950 pasaron factura.
-Pero
en el exilio y desde él se desprenden no pocas escisiones dentro del movimiento
librepensador, ¿qué nos puede decir?
-Las distintas
visiones de cómo oponerse al franquismo, de cómo coordinarse con el resto de
fuerzas antifranquistas y las acusaciones de responsabilidades por la derrota
de 1939 fueron determinantes para la ruptura de un movimiento que había sido
una roca hasta el final de la Guerra de España. Aunque en París, en mayo de
1945 y bajo el signo de la victoria contra el nazismo en Europa, el congreso de
la MLE-CNT parecía que unificaba tendencias, lo cierto es que fue el principio
de una ruptura que se hizo demasiado larga.
-¿A qué se debe “esa crisis que se
cierra en falso”?
-Pues que, aunque
parecía que los acuerdos fueron comunes a todas las tendencias al final no fue
así. ¿Dónde tenía que residir las decisiones del movimiento libertario? ¿En
Francia? ¿En España? ¿Quién sufría más la represión? ¿En qué estructuras tenía
que estar representado los libertarios? ¿En el gobierno republicano en el
exilio? ¿En otras estructuras amplias antifascistas? ¿En organismos impulsados
por los propios libertarios? Demasiadas preguntas y demasiadas visiones
encontradas.
-¿Por qué no se puede subsanar hasta que
descarrila en una ruptura que se escenifica en una división, explícanos?
-Porque fue
imposible poner de acuerdo a un exilio disperso. Para algunos la política de
colaboración abierta con la Guerra de España quedaba cerrada y para otros la
guerra no acababa hasta que Franco fuera desalojado de España. Para otros las
estrategias era liquidar al propio dictador. Un buen cúmulo de opciones que fue
imposible conciliar.
-¿Cómo son los congresos de unificación de
Limoges?
-El congreso de
unificación de Limoges de 1961 fue un intento de conciliar las posturas. Pero
el problema es que llegaba 16 años después de aquel congreso de París donde las
fuerzas del movimiento libertario eran menores. Además, comenzó a verse ese
choque generacional entre los más avezados militantes y los más jóvenes. Al
final esa unidad duró muy poco y en el congreso de Montpellier de 1965 se
volvió a partir el movimiento.
-¿Cómo se organiza el movimiento libertario ante
el final del franquismo y desde ahí cómo es el camino que emprenden los
libertarios hacia la democracia?
-Los libertarios
se organizaron en varios frentes. La liquidación de Franco se cierra con los
fracasos de Defensa Interior. Otros ven que es el momento de reconstruir las
estructuras sindicales y grupos encabezados por personajes como Juan Gómez
Casas o Pedro Barrios ya apuntan a una reorganización de la CNT. En esas nuevas
luchas obreras, la CNT quiere mantener un modelo sindical alternativo y con
alianzas firmes con los sindicatos históricos, como era la UGT y el ELA-STV.
Ahí se sitúa la Alianza Sindical que no logra calar tanto como el modelo
sindical de CCOO.
-Porque
para ellos suponía un cambio sustancial y más brusco, ¿verdad?
; ¿más que para otros idearios políticos?
-Desde luego el
objetivo era volver a España para reactivar en el interior del país un
movimiento vigoroso que recuperase los esquemas hundidos en la década de 1930
pero actualizados al modelo del momento.
-¿Cómo viven los primeros tiempos de la
transición?
-Se vivieron
entre la ilusión de la reorganización y de un nuevo tiempo y la desesperanza de
no conseguir los objetivos marcados. Los choques generaciones fueron muy
difíciles y los debates enriquecedores que se plantearon acabaron por ser
excluyentes y volver a dividir al movimiento libertario. En aquellas lides sus
rivales políticos no perdieron la oportunidad de poder eliminar a un competidor
en el campo sindical. El Estado, poco amigo de la acción directa libertaria,
también contribuyó a este naufragio. Con las escisiones de 1979 y 1983, la
alternativa sindical quedaba seriamente erosionada.
-¿Y qué tienen a decir en cuanto a la
Constitución del 78?,porque,me da, que debieron haber e hicieron sentir algunas
discrepancias y serias, ¿no?—discrepancias que aún hoy está patentes---
-Bueno, en el
debate constitucional la CNT no entró. Como organización libertaria se centró
en una crítica al capitalismo y en considerar insuficiente el texto
constitucional a las luchas planteadas por los libertarios.
-¿Cómo afronta y cómo vive el movimiento
libertario la victoria, en el 82, del socialismo con Felipe González y Alfonso
Guerra a la cabeza?
-La victoria
socialista de 1982 cogió a la CNT en un momento complicado. Había sufrido tres
años antes una escisión y unos meses después se produjo la de 1983, que dejó al
sindicalismo revolucionario muy debilitado. Por la prensa de la época, para los
libertarios la victoria de González y del PSOE no significaba nada.
-Y
ante la democracia ya instalada, ¿cómo se estructura el movimiento libertario?,
porque ellos debates siguen…
-Como decía más
arriba, la CNT quedó dividida y escindida, en medio de un juicio de siglas
contra el sector renovador y en una titánica lucha por conservar el patrimonio
histórico y la memoria libertaria. Con el paso del tiempo, surgió una nueva
organización, la CGT (en 1989), Solidaridad Obrera posteriormente, y la
histórica CNT-AIT.
-¿Cómo se afronta el anarcosindicalismo
,ya, en el siglo XXI, porque debe ser muy complejo ante el capitalismo voraz,
el consumismo descarrilado….?
-Las luchas
sindicales han continuado. En la década de 1990 hubo un crecimiento de las
opciones libertarias, y al calor de la crisis de 2008 la alternativa libertaria
en un amplio espectro se volvió a presentar como protagonista. Su modelo de
organización fue protagonista en el 15-M, que facilitó un acercamiento de las
fuerzas anarcosindicalistas tanto en 2012 como en actual momento de
interseccionalidad.
-Amigo,
Julián, ¿cómo ha sido el proceso de documentación, estudio e
investigación?;presumo que, quizás hayas podido tomar el pulso de algún
testimonio oral, de manera directa o indirecta, ¿es así? ¿Y cuál ha sido tu
metodología de trabajo? Nos puedes avanzar, querido amigo, ¿en qué estás
trabajando ahora?
-Aquí he tenido
un grave problema de dispersión fuentes, pues en cada lugar del exilio se
generó focos de documentación. Ello me ha posibilidad visitar o consultar
archivos en todos los continentes para este trabajo. Hay que agradecer que
tengamos los archivos de la CNT y de la CGT al alcance de los investigadores
con todas las facilidades del mundo. Además, los datos extraídos de los
archivos franceses son fundamentales.
Actualmente, ando
en varias cosas, escribiendo algunos artículos de distintas etapas de la
historia del anarquismo y del movimiento obrero. En investigación, y siguiendo
con el tema del exilio, ando desde hace más de cinco años con un proyecto sobre
el exilio español en el norte de África, que ya ha dado algún capítulo de libro
y que en breve se ofrecerán nuevos resultados. El objetivo final es una
monografía sobre el tema.
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Cazarabet
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