La
Librería de Alarifes
Editorial Trea es de esas que te sorprenden (cada
vez que sacan algo nuevo), es una editorial que
se afinca en el norte, más concretamente, en la verde Asturias y nos ofrece títulos la mar de sugerentes . Tienen varias
especializaciones, pero la gestión cultural y el “tratamiento” que les damos a
los museos son una de las cosas más
recurrentes de las que nos hablan, mediante las letras que componen palabras; mediante las palabras
que componen frases y mediante las frases que van componiendo, como poco a poco
los párrafos, los capítulos y los libros. Así es Trea.
Trea, además, escoge muy bien a sus plumas…es por eso
que todos sus libros son más que un libro compuesto de palabras….son un “canto
didáctico”, un arrojo de informaciones que nos abren los ojos sobre cuestiones
que están ahí delante, casi pegándonos, pero que, muy a menudo, ni somos
capaces de ver, ni casi sentir….
Lo que más me gusta, aunque me repita, de TREA es que siempre te
sorprende. Ustedes mismos: http://www.trea.es/
Para este reportaje del Cazarabet conversa con de hoy, nos acercamos al libro La Cultura
museística en tiempos difíciles de Tànica Martínez
Gil y Joan Santacana Mestre.
Cazarabet conversa con
Tània Martínez Gil y con Joan Santacana
Mestre
-Hay muchos
museos, quiero pensar que todos necesarios (porque de hecho, a los que he ido
en todos los que he entrado, he salido con algo nuevo en mi “caja desastre “
que es mi cajón de conocimientos), pero sí que es verdad que hubo una época que
para construir un museo de “tiraba” excesivamente de cemento, de
infraestructura, de “carcasa…..y luego dentro se contaba lo que se
contaba…En resumidas cuentas que había más continente que contenido. ¿Cómo lo
veis….es esa la impresión que queréis reflejar en lo que llamáis “museos loro”?
-(TANIA) Si, efectivamente. Este país enfermó de mal
de la “piedra” y al parecer este mal no solo afectó a especuladores,
constructores y promotores. La cultura también estuvo afectada por una burbuja,
en donde lo más importante de un nuevo museo era el negocio que generaba su
construcción, al margen de su utilidad… Y así nos fue.
-¿Ha habido un
auténtico despilfarro, una auténtica burbuja de la construcción de museos?. ¿Y
luego en qué quedan esos “mamotretos”?.....porque gestionar ciertas
infraestructuras y mantenerlas es o debe ser una auténtica odisea.
-(JOAN) A los gestores de una cadena de supermercados
o de grandes almacenes no se les ocurre construir infraestructuras sin
planificación previa porque esto conduce al fracaso y a la ruina. Nuestros
políticos (no se les puede llamar gestores del patrimonio a semejantes
especímenes) no se percataron de esto que parece muy elemental. Por lo tanto,
ahora es imposible gestionar tanta inutilidad… Por esto concluyen que “la
cultura no es rentable”, cuando lo que deberíamos concluir es que “ellos no
fueron rentables”
-¿Algunos museos
constituyen una estafa para el ciudadano?
-(TANIA) Sí, hay museos e instituciones culturales que
son una estafa porque fueron encargados a empresas que solo sabían diseñar; no
disponían de “conocimiento” sobre el objeto que se musealizaba
y, obviamente, nadie puede enseñar aquello que no sabe.
-Después, como
explicáis, están el resto de museos….digamos que los que se han hecho casi a sí
mismos, con un esfuerzo abismal casi descomunal…un esfuerzo del día a día y
que, a menudo, como no han sido “rentables dentro de la burbuja” quedan como
ninguneados, incluso por las administraciones públicas… en los pueblos más
pequeños esto es muy evidente…..es como si, lo verdaderamente cultural, no les
importase. ¿Qué nos podéis decir?
-(TANIA) Si, tienes razón; si lo que interesa es
generar negocio de constructor, el museo local, pequeño, que no necesita obra
nueva, que no es necesario “inaugurar”, el que han construido las personas
diletantes de cada lugar, no les interesan a estos “gestores”. Y sin embargo,
allí hay conocimiento atesorado y almacenado, pero no se puede exponer ni
exhibir, ya que se les niegan los fondos mínimos necesarios para ello.
-Soy de las que
piensa que ni la cultura, ni la educación ni otros sectores como la sanidad
deben ser rentables ( me refiero a la rentabilidad del dinero) porque su
verdadera rentabilidad la dan con el enriquecimiento personal, el del
conocimiento, la satisfacción de ver, observar y sentirse por un momento en
otro tiempo, en otra dimensión, el de salir sintiéndote como con ganas de saber
más o con , incluso, dudas resueltas…¿ es eso parte de la “rentabilidad”
verdadera que debería haber detrás de un museo?
-(JOAN) Hay muchas cosas que no son rentables pero son
necesarias para vivir. ¿Es rentable cantar? ¿Es rentable contemplar una puesta
de sol? ¿Es rentable el canto de un pájaro?
Un museo nos pone en contacto con las fuentes primarias del conocimiento
y ello es insustituible. De la misma
forma que el día que no existan los museos del Holocausto y los campos de
concentración nazis, alguien dirá que el holocausto no existió, cuando no
existan los objetos del pasado, será mucha más fácil manipular impunemente este
pasado. Hoy el pasado se manipula, pero resulta más difícil, y a la larga, se descubre
el engaño. También el día que no
existieran los fósiles humanos se negaría la evolución….
-¿Tenéis idea, en
estos tiempos de crisis, de la gran cantidad de Museos, Centros de
Interpretación…también asociaciones culturales que se están apretando el
cinturón hasta llegar a cortase la circulación y no poder
ni dar un paso?
-(TANIA) Si, esto ocurre por lo que hemos dicho antes;
nosotros en el grupo de investigación hemos estudiado este fenómeno mediante la
tesis doctoral de la Dra. Carolina Martin (ha publicado un libro titulado
Manual del Centro de Interpretación) ;
la mayoría de centros creados bajo el efecto burbuja se están cerrando o
están cerrados. Si quieren sobrevivir tienen que reinventarse, buscar un lugar
en el universo de la cultura.
-En tiempos de crisis
hay que reinventarse sí que sí o nos vamos, de manera irremediable, por la
borda…en el libro exponéis 25 razones…casi a manera de manual ¿Es una tabla de
salvación?, pero, insisto, ¿qué hacer si “el poder” nos ignora?
-(JOAN) Bueno,
un manual siempre pretende ser una “recetario” pero no hay recetas
universales. Damos 25 fórmulas, pero el “poder”, siempre suele ignorar a la
cultura que nace desde abajo. Hay que buscar aliados y transformar estos
lugares nacidos muertos en centros vivos, como han tenido que hacer otros
sectores de la cultura; el teatro a respondido a la
crisis creando muchos teatros de bolsillo con obras de uno o dos actores, muy
próximas al público, muy directas… Las discográficas están quebrando, pero la
música subsiste…
-En estos tiempos: ¿cómo hacer que la gente a la que,
ya frecuentemente, le cuesta entrar en un museo, venga y se le iluminen los
ojos en él?
-(JOAN) A la gente le cuesta entrar en los museos en
algunos países, como el nuestro por la simple razón que los museos no suelen
estar hechos para ellos. Son aburridos; no renuevan sus ideas y, a veces,
incluso resultan hostiles al visitante; si yo soy un padre de familia y visito
un museo con niños, ¿me ofrecerán algo para los niños?; si voy con la suegra,
¿le ofrecerán una silla para descansar? La gente debe sentirse cómoda cuando
entra en un lugar así; igual que cuando entramos en un bar o un restaurante,
deberían ofrecernos el menú y preguntarnos que nos gustaría ver o hacer… Cuando
a un museo entran tres visitas al día, el lema del museólogo debería ser: “A
estos tres les tengo que ofrecer una visita inolvidable” y no decir: “Bueno,
solo tres… ¡no merece la pena levantarme de la silla!”
-Verdaderamente, un
museo, es más que una exposición de objetos, paneles explicativos,
audiovisuales, interactivos…para vosotros que sois expertos: ¿qué es un museo?
Y qué soñáis (recordad que soñar es gratis) que siga siendo y en
que vaya evolucionando…
-(TANIA) Un museo en el fondo debería ser un
laboratorio de ideas, de conocimiento, de emociones… este es nuestro sueño.
-Como quiero finalizar
la entrevista vuestra “con buen rollito”, pues no me queda más que preguntaros
y que me hagáis un “extra” con esos fallos que los gestores de un museo, los
administradores, los que aman eso de abrir y cerrar un museo todos los días del
año o el estar a pie de teléfono para enseñarlo casi a cualquier hora…..pues
aquello que no deben hacer…
-(JOAN) Nosotros planteamos lo que no debiera ser.
Pero la solución siempre está en lo concreto.
Las fórmulas de éxito de un museo no son distintas de las de una
peluquería… En el museo, como en las peluquerías no nos “llevamos nada”; ya que
se trata de servicios: salimos transformados de alguna manera. En unos
equipamientos nos arreglan la cabeza por dentro y en otros por fuera. ¡Pero
ambos son servicios! En ambos hay que buscar el cliente uno a uno…debe salir
satisfecho y si es preciso le debemos ofrecer el café y la revista para leer…
-Los gestores de un
museo, y sobre todo en tiempos de crisis, no deben perder para nada ni el humor
ni el apego a las emociones, así lo reflejáis en un capítulo de este libro…
Venga, dadnos una linterna que pueda iluminar este caminillo que parece no
terminar nunca….¡¡¡Ideas, ideas!!!
-(TANIA) En el libro hay muchas ideas; es un libro de
ideas… Las pusimos casi todas allí.
-¿En estos días es más
que evidente y necesario aquello de que “¡¡¡La imaginación al poder!!!”?
-(JOAN) Sí, pero esto ha sido así siempre
15657
La cultura museística
en tiempos difíciles.
Tània Martínez Gil, Joan Santacana
Mestre
136 páginas 15 x 21 cms.
20,00 euros
Trea
En el pasado, los museos fueron
el resultado de la paciente labor investigadora de eruditos, sabios o
diletantes; pero en España hubo otro tiempo, no tan lejano, en que fueron los
ignorantes y los arrogantes quienes construyeron y diseñaron los museos. De
esta forma, se pasó de un tipo de museo con objetos pacientemente recuperados e
investigados, pero deficientemente expuestos, a un museo sin objetos, sin
investigación que avalara ninguna idea, pero con un magnífico plumaje. Museos
que, al igual que los loros, hablaban al público, pero no le transmitían nada.
Y de la misma forma en que se construyeron autopistas y trenes de alta
velocidad sin pasajeros y aeropuertos sin aviones, en España se construyeron
también museos sin ideas ni objetos. El resultado de este aquelarre cultural,
auténtico festín de brujas, han sido magníficos edificios habitados por las
telarañas. Insostenibles, inútiles, sin otra función que alimentar los
bolsillos de la especulación que atenaza no ya el crecimiento de la cultura,
sino también su propia existencia.
Y en este panorama subsisten los
museos, los de siempre, aquellos que habían nacido de la labor esforzada de
sabios trabajadores de la cultura. Ellos no estuvieron presentes en el
aquelarre cultural. Tampoco se beneficiaron de la especulación. Apenas se
sostuvieron con sus andrajos frente al insultante despilfarro de los ricos.
Frente a ello, hay que levantar
la voz del Museo Pobre, del que no tiene recursos y nunca los ha tenido; del
museo que ha sobrevivido a las guerras, a las bombas, al hambre y a los
inviernos sin calefacción; aquellos museos cuyo director abre por la mañana y
cierra por la noche, lleva la administración y atiende a las visitas, y cuyas
vitrinas fueron compradas a base de las miajas que caían del despilfarro de los
ricos.
Índice:
http://www.trea.es/material/descargas/IndiceLaculturamuseistica.pdf
A modo de introducción: http://www.trea.es/material/descargas/IntroLaculturamuseistica.pdf
Tània Martínez Gil y Joan Santacana
Mestre, profesores e investigadores de la
Universidad de Barcelona, son miembros del Taller de Projectes
de la mencionada universidad y del grupo de investigación DidPatri.
Han desarrollado en los últimos años una intensa actividad en el campo de la
museografía didáctica e interactiva. Su trayectoria profesional está jalonada
por el diseño y planificación de numerosos equipamientos museísticos y
patrimoniales en España. Su labor en el campo de la museografía en los últimos
tiempos se ha desarrollado en el ámbito del patrimonio digital, de la
virtualidad aplicada a la interpretación del pasado y también al museo como
actor importante del proceso educativo de la ciudadanía.
Junto con otros investigadores
del mismo grupo, son autores de numerosos trabajos, entre los cuales citamos: Museografía
didáctica (J. Santacana y N. Serrat, Ariel,
2005), Museología crítica (J. Santacana y F.
X. Hernàndez, Trea, 2006), Museo
local: la cenicienta de la cultura (J. Santacana
y N. Llonch, Trea, 2008), Manual
de museografía interactiva (J. Santacana y C.
Martín, Trea, 2010), Ciudad educadora y
patrimonio. Cookbook of heritage
(L. Coma y J. Santacana, Trea,
2010), Museografía didáctica e interpretación de espacios arqueológicos (F.
X. Hernàndez y M.ª C. Rojo, Trea,
2012), Manual de didáctica del objeto en el museo (J. Santacana y N. Llonch, Trea, 2012), La arqueología reconstructiva y el factor
didáctico (J. Santacana y C. Masriera,
Trea, 2012), y forman parte además del consejo
editorial de la revista Her&Mus. Heritage& Museography (Trea).
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