La Librería de El Sueño Igualitario

Cazarabet conversa con...   Laura Vicente, autora de "Historia del anarquismo en España" (La Catarata)

Sin título-2.jpgLa Catarata Ediciones sacaba  a la luz un libro pequeño, breve y conciso, pero grandioso que nos aproximaba a la historia del anarquismo en España desde la pluma de Laura Vicente. Un libro que les recomendamos, y mucho, porque es breve, muy claro y muy, muy digno, Si queréis acercaros o saber más del anarquismo, anarcosindicalismo en España….esta es la ocasión de hacerlo….yo no me lo perdería….



 

Cazarabet conversa con Laura Vicente

-Laura, ¿qué hay de utopía y qué de realidad en el anarquismo?

-De utopía el sueño de una sociedad basada en la libertad, la solidaridad, la igualdad y el apoyo mutuo. De realidad, los alrededor de 140 años de historia llenos de lucha, organización, apuesta por la educación y la cultura, etc.

-¿Por qué, todavía hoy el anarquismo está impregnado de ese “halo  de mala reputación: violencia, exaltación mal llevada….etc.?

-Ese halo ha sido la apuesta que el poder político y mediático ha hecho para desprestigiarlo y reducirlo a la simpleza de que es un movimiento que se mueve por instintos y que es tan primerio y espontaneista que solo genera violencia ciega.

-¿Es el anarquismo lo más parecido a una lucha, inconformista siempre, por cambiar aquello que es injusto?

-El anarquismo tiene un sustrato de rebelión, inconformismo y heterodoxia porque no cuestiona solo el sistema económico sino que siempre vio que no solo había explotación sino también opresión que procede de múltiples instituciones y/o realidades sociales que limitan la libertad y por ello tan rechazables como la propia explotación económica.

-Has escrito un libro que trata de la historia del anarquismo en España…bueno, pues, vamos a intentar profundizar un poco en él: ¿cuáles y cómo fueron los comienzos de este movimiento en España?

-Los inicios están ligados, por un lado, a la tradición del republicanismo federal español y, por otro lado, al internacionalismo de la AIT y el obrerismo que fue conformando con una tendencia bakuninista clara.

-Explícanos, Laura, cuáles son las principales diferencias con los movimientos anarquistas, los más notorios, que tenían lugar en el resto de Europa.

-Hasta 1916, el anarquismo español es muy parecido al europeo y estaba ligado como he dicho al obrerismo internacionalista de la AIT, sin descartar la aparición de otro tipo de organizaciones, los grupos de afinidad, que se centraban en otros temas más allá de la lucha sindical.

El cambio transcendental que convirtió al anarquismo español en un movimiento excepcional, distanciado del resto de Europa, fue el sindicalismo revolucionario  que, al transformarse en un movimiento de masas, dio protagonismo al anarquismo que siempre fue minoritario.

En el resto de Europa este sindicalismo desapareció en aras del sindicalismo de gestión posibilista y negociador unido al crecimiento de partidos socialdemócratas que soltaban el lastre del marxismo para, desde posturas reformistas, aceptar el capitalismo y la sociedad de clases.

La revolución rusa en 1917 pareció ser una alternativa revolucionaria, y por eso resultó tan atractiva para el anarco-sindicalismo en un primer momento. Pero pronto el fascismo condujo a los comunistas a la defensa de la democracia y el capitalismo que conllevaba (a partir de 1932).

-¿Cuál era el ideal en los comienzos del anarquismo…aquello que movía a los más inconformistas del anclaje histórico?

-El ideal fue la revolución social: el fin de la explotación y la opresión. La libertad entendida como libertad individual para después propagarse al ámbito social. La libertad para actuar según los dictados de la propia voluntad, lo cual deriva en la soberanía individual, es decir, en el poder que cada persona debería preservar sobre su presente y su destino.

-¿No hay anarquismo sin lucha ni sin revolución social?

-No hay anarquismo sin utopía.

Imagen.jpg-¿Cómo fueron y cuáles fueron los años álgidos  del movimiento anarquista? ¿Cuál fue la clave  que llevó a esos momentos álgidos?

-En España hay momentos álgidos a lo largo de todo el sistema de la Restauración (1875-1931), II República y Guerra Civil, pero los años veinte fueron especialmente tensos y permitieron madurar al anarquismo y a su versión sindicalista.

Desde el último tercio del siglo XIX hubo capas importantes de la población de Barcelona y de otros lugares de España (en el campo andaluz, en Zaragoza, por poner dos ejemplos destacados) que soñaron una manera de organizar la sociedad desde abajo, muy distinta a los proyectos de la burguesía liberal. Esas capas fueron laminadas, desactivadas, perseguidas periódicamente mediante la represión aprovechando estallidos de ira individual (en 1896 el atentado de Canvis Nous) o colectiva (1909 o durante y después de la Guerra Civil). Con el aplauso de las clases dirigentes, en especial la catalana.

En este contexto, el antipoliticismo y la acción directa resultaron más útiles y atractivos para una parte importante de los asalariados que la táctica política. La construcción de un sindicalismo revolucionario, moderno y efectivo en sus objetivos, convirtió a la CNT en una amenaza para la Restauración y en un problema para la IIª República.

Pero tan importante como el sindicalismo fue la importancia de la cultura y la educación como elementos de emancipación personal y colectiva. En estos tiempos de descrédito de lo público conviene recordar la lucha que hicieron, con muy pocos recursos, por el progreso cultural de las capas más desfavorecidas creando ateneos y escuelas.

-Describe cómo fue la decadencia del movimiento y a tu parecer a qué se debió.

-La guerra y el franquismo asestaron un duro correctivo al anarquismo (muerte, represión y exilio) y el mundo, tras la II GM, cambió sin que este movimiento, y la izquierda en general, fueran capaces de parar la deriva individualista y las preocupaciones particulares e identitarias que sustituyeron a los propósitos sociales comunes.

La “transición democrática” hizo pagar una cuota muy elevada a las víctimas del franquismo para asentar la democracia: el olvido de lo sucedido en la memoria social (no en el ámbito académico).

Pero además, la existencia misma del anarquismo se ha convertido en un hecho de difícil encaje en proyectos nacionales conservadores que exigen una cuota parecida a la que exigieron los políticos de la “transición”: más olvido, si es preciso manipulando el pasado para que todo encaje en su sitio, la construcción de una especie de arcadia feliz, victimizada por el enemigo, en la que se quiere convertir a la propia nación.

-¿Por qué crees que el anarquismo en Aragón, más concretamente en Zaragoza tuvo tanta fuerza antes de la Guerra Civil Española?

-Por las mismas razones que en otras zonas. El anarquismo en España es más urbano que rural, en Zaragoza el obrerismo internacionalista arraigo pronto y aunque se produjo un intento de mantener el sindicalismo revolucionario alejado de la influencia anarquista y, por tanto, de la CNT (las mayoría de las sociedades obreras de la FLSO, Federación Local de Sociedades Obreras, ingresaron tarde en la CNT, hacia 1919), la violencia del enfrentamiento con la Patronal les llevó a buscar la coordinación con otras organizaciones y su ingreso en la CNT.

-¿Por qué crees, Laura, que el anarquismo en España se ha visto tan dramáticamente dividido (además de manera tan agria) entre la CGT y la CNT?

-Dos maneras diferentes de entender el papel del sindicalismo en la transición, participar o no en las elecciones sindicales. Las actitudes que se generaron en ese proceso dio lugar a rencores personales y ahí está el tema.

 -¿Cuál fue el factor determinante para que se diera esa fragmentación ante al anarcosindicalismo español?; ¿puede haber algún día una reunificación?

-No conozco tanto las interioridades de ambas organizaciones. Veo absurda esta separación y creo que debería haber más grandeza de miras para que fuera posible la diversidad que se acepta respecto a otras corrientes que no tienen nada que ver con la tradición anarquista y se niega a la otra organización con la que tanto se comparte.

-Fuera del Estado Español, ¿hay en otros países de fuerte arraigo anarquista como Italia o Alemania esta división?

-Lo desconozco, pero no sé si hay países hoy de “fuerte arraigo anarquista”, yo diría que no.

-Hoy por hoy: ¿estamos ante un auge, una expansión,  de ciertas ideas o ideales anarquistas fruto del ambiente crispado y de indignación a pie de calle?

-Los movimientos que han ido surgiendo, como es el caso del 15M, utilizan ideas y formas organizativas de tradición anarquista. Son “rastros” del anarquismo que hoy podrían estar vivos como un racimo de actitudes antidogmáticas basadas en la defensa de la libertad frente a la autoridad y a las relaciones de poder; una idea de la democracia real y directa y de fórmulas organizativas descentralizadas; la importancia de la rebelión a través de la “revolución interior” basada en comportamientos fraternales, solidarios y de apoyo mutuo.

-¿Cómo se compagina la presencia o la participación de las corrientes anarquistas en el 15M?

-Lo desconozco, sé que se han producido debates respecto a si los miembros de organizaciones debían mostrar sus siglas en público o no, pero no sé mucho más.

 

Un enlace interesantísimo que les aconsejamos, es del día en que presentó el libro en l a Librería La Malatesta:

https://www.youtube.com/watch?v=-CURcfvL_Ps&feature=player_detailpage

 

 

Sin título-2.jpg15530
Historia del anarquismo en España. Utopía y realidad. Laura Vicente Villanueva
224 páginas        13,5 x 21 cms.
17,00 euros
La Catarata



El anarquismo ha sido un elemento innegable de la cultura política española de los últimos dos siglos. Los “ideales” que lo sustentaron fueron definiendo un movimiento complejo, poliédrico, contradictorio y con un gran potencial disgregador que supo encontrar su unidad. Tanto por sus dimensiones como por su pervivencia en el tiempo, tuvo en España un desarrollo excepcionalmente fuerte, gracias al sindicalismo revolucionario, que le dio protagonismo al transformarse en movimiento de masas. Este libro recorre los hitos principales de un movimiento con una larga tradición de desconfianza hacia la política parlamentaria y que fue capaz de arropar a su militancia con una cultura propia que supo construir al margen del Estado. Laura Vicente reflexiona sobre la posibilidad de que el anarquismo subsista a partir de unas ideas que son una amalgama de actitudes antidogmáticas inspiradas en la libertad pura y que pueden aportar su estela a los nuevos movimientos que luchan contra el pensamiento único.

Laura Vicente Villanueva

Doctora en Historia por la Universidad de Zaragoza, máster en “Estudis de la Dona” por la Universidad de Barcelona y catedrática de Historia de enseñanza secundaria. Es especialista en historia social e historia de la mujer y autora de los libros Sindicalismo y conflictividad social en Zaragoza (1916-1923) (1993); Teresa Claramunt (1862-1931). Pionera del feminismo obrerista anarquista (2006); Aproximación a Mujeres Libres. Pròleg i Antecedents de Mujeres Libres (2008), y el capítulo “Rafaela Torrents. Los ‘poderes’ de una mujer de clase acomodada en la Cataluña decimonónica”, en el libro La participación de las mujeres en lo político. Mediación, representación y toma de decisiones (2011). Ha publicado diversos artículos en revistas especializadas como Historia Social, Cercles, Arenal o Arraona.

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