La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Julio Gálvez Barraza, autor de "Winnipeg. Testimonios de un exilio" (Renacimiento)
Un libro
desde la pluma de Julio Gálvez Barraza desde la
colección Biblioteca del Exilio de Editorial Renacimiento.
Cada vez
que visionamos películas como La Lista de Schindler
nos emocionamos de manera particular y unánime. No creo ser especial si digo
que una de las partes de la película que más me emociona es cuando al final el
magnate Oskar Schindler,
venido a menos y arruinado, se despide de “sus trabajadores” en el andén, justo
antes de marcharse, vestido junto con su mujer de prisionero nazi ….la escena
tiene una fuerza sin igual….y te salpica la emoción al ver cómo de impotente se
siente por no poder haber salvado ni una vida más……..Oskar
Schindler estaba , ya, tan rebasado por la inmundicia
humana en la que se había bañado año tras año…por esa hipocresía que el ir
llegando al mundo más real, el de sin máscaras .le produce una reacción más
allá de lo humano…es cuando se produce algo parejo a la catarsis……..Vamos a
dejar a Schindler con sus rémoras….y vamos a
acercarnos a otros Schindler que actuaron , en este
caso, en la Guerra Española motivados por las ideas, por la razón humana, por
la compasión….o por todo un poco, no importa….porque lo hicieron bien…. porque
salvaron vidas y esas vidas, de alguna manera, son directa o indirectamente
propulsoras de muchas más vidas, iniciativas y proyectos y eso es lo que nos hace a todos un poco más grandes y más
humanos…..nos retroalimentamos de estas valentías y de estas conductas….
Neruda,
el poeta chileno, el gran domador de versos y palabras….aquel poeta de una casa
en Valparaíso que murió en Chile a los pocos días de iniciada la andadura de la
dictadura de Pinochet…seguramente que, para no ver más desastres a manos de
dictadores traidores…pues ese poeta fletó, con la ayuda del diplomático español
Rodrigo Soriano un barco el Winnipeg que salvó a unos 2000 españoles de la dictadura
franquista y quien sabe de cuántos males y atropellos…Esta es la historia,
desde la pluma , la investigación y la conducción de Julio Gálvez Barraza
, de un barco, de sus valientes valedores y de todos un poco porque todos
tuvieron responsabilidad de que todo
saliese un poco bien, aún en tiempos tristes y pleno de desesperación…..
Hace
falta leer este libro porque con él nos reencontraremos con la dignidad de
llamarnos humanos.
¿Qué nos
dice Renacimiento del libro?
«La
aventura del barco “Winnipeg” constituye una de las odiseas marinas más
impactantes del siglo pasado. Julio Gálvez Barraza,
autor de Neruda y España (2003), sigue la estela de la embarcación en el
presente ensayo, parte de la literatura testimonial. No deja rastro por seguir,
entrevista a los sobrevivientes de los hechos acaecidos hace más de setenta
años, se sumerge en archivos, cartas y documentos; husmea, deduce, relaciona y
excluye el criterio sentencioso para dejar la ventana, o el ojo de buey,
abierta a otras investigaciones. Su documentado estudio no soslaya –imposible
hacerlo– la participación en los hechos del cónsul especial para la inmigración
española, Pablo Neruda, considerado por este solo suceso un héroe civil, un
humanista y un luchador por la causa de los derechos fundamentales. Dice el
poeta en sus memorias que la crítica puede negar toda su poesía, pero la
empresa homérica del “Winnipeg” no la borra nadie. […]
A Chile llegaron, en edad adolescente, Roser Bru,
José Balmes, el crítico y caricaturista Antonio R. Romera, el diseñador
Mauricio Amster, el profesor Eleazar Huerta y el
dramaturgo José Ricardo Morales, uno de los fundadores del Teatro Experimental
de la Universidad de Chile, en 1941, a quien le escuché en una clase del
Pedagógico decir que los del “Winnipeg” habían venido no a hacerse la América,
sino a contribuir a que América se hiciese».
Mario Valdovinos, Revista de Libros. El Mercurio
El autor,
Julio Gálvez:
Julio Gálvez Barraza (Santiago de Chile, 1949). Escritor, ensayista, especializado en el
exilio republicano español a Chile. Residió en Castelldefels
(Barcelona) desde 1973 hasta 1995. En 1990 fue galardonado con el primer premio
Sant Jordi, Narrativa Castellana de Castelldefels por el cuento Los muertos no se venden. En
1998, en Chile, obtiene el primer premio en el Concurso Internacional de Ensayo
«Neruda, el ser americano», convocado por la Fundación Pablo Neruda, por su
ensayo biográfico Neruda: Testigo ardiente de una época.
En septiembre de 1999 participa en la organización de los actos conmemorativos
de los 60 años de la llegada del «Winnipeg», patrocinada por el Centro Cultural
de España en Chile. En junio de 2001, bajo el patrocinio de la Embajada de
Chile en España, se presenta en Madrid la propuesta poético musical Neruda
vuelve a la Casa de las Flores, de la que es coautor. En enero de 2003 fue el
primer finalista en la VI Edición del Premio Así fue. La historia rescatada
2002, con su obra Neruda: aunque nadie recuerde, concurso convocado por la
Editorial Plaza y Janés de Barcelona, España. En octubre
del mismo año, en Chile, obtiene una Mención Honrosa en el concurso Premio José
Nuez Martín y Centro Cultural de España, por su trabajo El aporte del exilio.
En diciembre de 2003 la Corporación Sintesys y la
Fundación Delia del Carril presentan su libro Neruda y España (Santiago de
Chile, Ril Editores). En septiembre de 2004, en
Barcelona, coordina los actos conmemorativos de los 65 años de la llegada del
«Winnipeg» a Chile, organizados por el Consulado de Chile en Barcelona y el
Instituto catalán de Cooperación Iberoamericana. En noviembre de 2010, en la
30º Feria Internacional del Libro de Santiago, participa como panelista en «Los
cien años de un poeta. Homenaje a Miguel Hernández», organizado por la
Consejería Cultural de la Embajada de España en Chile y la Fundación Pablo
Neruda. En diciembre de 2012 es galardonado con el 1º Premio, categoría
inédita, en el concurso «Escrituras de la Memoria», convocado por el Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, por su libro Juvencio Valle. El
hijo del molinero. En el mismo concurso es acreedor de la Primera Mención
Honrosa por su libro Winnipeg. Testimonios de un exilio.
Ha ofrecido innumerables charlas y conferencias en Chile, España y Suecia,
sobre Neruda, el «Winnipeg» y sobre los escritores Luis Enrique Délano, Juvencio Valle y Miguel Hernández. Ha publicado
artículos en diversos periódicos y revistas chilenas, en algunos medios
españoles y en varias páginas de Internet.
Un poco
la historia del barco:
http://es.wikipedia.org/wiki/Winnipeg_%28barco%29
EL
WINNIPEG, el barco fletado por el poeta Pablo Neruda(junto con el diplomático
español Rodrigo Soriano) para auxiliar a los republicanos y defensores de la II
República Española…siempre está bien recordar la figura del poeta chileno…
http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Neruda
http://es.wikipedia.org/wiki/Rodrigo_Soriano
Te pueden
gustar:
http://clio.rediris.es/exilio/chile/exilioenchile.htm
Cazarabet conversa con Julio Gálvez.
-Julio,
el Winnipeg pasa de ser un “barco – escuela” de la CGT francesa a un barco
refugio… ¿cómo fue el camino? ¿y qué destacarías del Winnipeg como
“barco-escuela” y el Winnipeg como refugio y tabla de salvación para muchos republicanos
españoles?
-En mi libro hay un capítulo dedicado a la historia
del “Winnipeg”, desde su construcción en
los astilleros de Dunkerque, en 1918, con el nombre de "Jacques Cartier", hasta su hundimiento, la noche del 22 de
octubre de 1942. El convoy del que formaba parte el “Winnipeg II” fue atacado
por submarinos alemanes, entre ellos el U443, al mando del capitán Konstantin von Puttkamer, quién
fue el que lo torpedeó haciendo blanco en el casco del paquebote.
El barco se botó en 1919 y su labor como
“barco-escuela” corresponde a una práctica de la época que consistía en “rodar”
al barco a la vez que se usaba como práctica de los jóvenes oficiales de la
compañía armadora. En esos viajes, la joven oficialidad en prácticas, también
prestaban un servicio en la observación meteorológica.
Sin embargo, el traslado de los exiliados republicanos españoles fue lo que
hizo célebre a este navío, que a diferencia de otros barcos que también
transportaron republicanos a América, tuvo un poeta que cantara su odisea y,
como dice el doctor Castanedo, Pablo Neruda
hizo crecer la leyenda del Winnipeg. Además de eso, esta nave tiene otros
hechos destacables, entre ellas el haber sido un paquebot
mixto construido para no más de ciento cincuenta personas y su reacondicionamiento
permitió llevar cerca de dos mil quinientas personas, entre pasajeros y
tripulantes, fue, por otro lado, el barco que mayor número de pasajeros llevó
en un viaje y, por último, en el que durante el viaje nacieron dos bebes, un
niño y una niña.
-Julio, eres un experto en
el exilio español: ¿qué aporta de particular la “aventura” del Winnipeg al
concepto de exilio…?
-Eso de que soy un experto en el exilio español corre
por tu cuenta. Si tuviera que resumir un eventual aporte al concepto del exilio
de la aventura del Winnipeg, buscaría la noción más básica, la más elemental de
las lecciones, y es que los exilios, las transmigraciones, en general son
positivas si están organizadas. El exiliado político, el emigrante económico,
no opta voluntariamente por el abandono de su tierra, de su familia, de sus
amigos. Es un ser condicionado, obligado a buscar su vida en otro sitio y,
muchas veces, en ese otro sitio se encuentra con una realidad muy distinta a lo
que había soñado o a lo que le habían contado. Además de empezar de cero,
muchas veces tiene que luchar contra el desprecio y la intolerancia de los
demás. Sé, me consta, que el exilio de los republicanos españoles, (por lo
menos a Chile), fue distinto a eso. Por esta razón su integración y su aporte a
la nueva sociedad fue mucho más rápido y positivo. El Winnipeg es el símbolo
del exilio republicano español a Chile, pero antes y después de este barco,
llegaron varios cientos de exiliados. Toda esta emigración se produjo de una
forma organizada, en la que participó el Gobierno, los intelectuales y el
pueblo chileno. Por tanto, deduzco que, mientras más organizados sean los
exilio, mientras más se practique la palabra solidaridad, más positivos serán
ambos; para los inmigrados y para la sociedad receptora. Aunque sigo pensando
que lo deseable es que nunca un ser humano tuviera que abandonar su tierra por
motivos políticos y económicos.
-Sí, te has acercado al exilio como fenómeno
tomándolo en diferentes perspectivas y dimensiones, pero lo has hecho, también,
al poeta Neruda porque fue uno de las personas que fletó el barco para auxiliar
a los defensores de la II República….acércanos, por favor, Julio a ése Neruda
comprometido con la causa republicana…
-Pienso que el orden de los factores es diferente.
Primero me interesó la poesía de Neruda y luego su trayectoria vital, como
poeta y como persona. De ahí que mi primer libro sea una biografía del poeta
(Neruda y España, 2003). Después, cuando comenzó mi exilio en España, apareció
mi interés por la odisea del Winnipeg y del exilio republicano español en Chile.
De Neruda me interesó, sobre todo, esa evolución que desarrolló en la
España de la pre guerra y los años siguientes. Como sabes, el poeta llegó a España
en el año 1934, con un creciente genio poético, pero con poco conocimiento
sociopolítico. En la España convulsionada y cambiante de aquellos años y en los
meses en que vivió la guerra civil, hasta el II Congreso de Escritores
Antifascistas, Neruda vivió su propia metamorfosis. A partir de esa
experiencia, el poeta que regresó a su país en 1937 fue muy distinto del que
unos años antes había salido de Chile. El poeta que regresaba, a su llegada fundó la Alianza de Intelectuales de Chile, que aparte de unir a sus
pares, tuvo una fuerte incidencia en la elección del Presidente Pedro Aguirre
Cerda, representante del Frente Popular; fue fundador y director de la revista Aurora
de Chile, órgano de la intelectualidad de aquella época; realizó gestiones
en favor de los refugiados españoles y organizó el viaje del Winnipeg, según él
su más bello poema.
-Explícanos, Julio, ¿cómo
ha sido el proceso de documentación para hacer este libro; cuánto tiempo te
llevó? ¿Y cómo fue la metodología de trabajo?, teniendo en cuenta que el
presente ensayo aúna y suma entrevistas, mucha búsqueda de material, como
decíamos, el proceso de documentación, la investigación y las relaciones y
deducciones que de todo trabajo y proceso de investigación se derivan….
-Tengo, necesariamente, que comenzar por decir que mis
estudios formales van más por el lado de la construcción, que por el área de la
investigación histórica. Incluso en el oficio de escritor, soy autodidacta.
También añado que creo tener un especial talento para “descubrir la pólvora”,
es decir, disfruto cuando en la recopilación de datos y documentos, en la
organización de archivos y en la preparación de entrevistas, descubro que estoy
usando métodos que se enseñan en las universidades y que son antiguos y
archiconocidos, pero que en mi caso los he aprendido solo. Esas
características, sin duda, sólo te las puede dar la lectura, indiscriminada y
cuantiosa.
En el caso de éste libro que hablamos, el proceso de escritura fue corto y
relativamente fácil, más que nada porque el proceso de recopilación de
testimonios y documentos, sin saber todavía que serían para este libro, lo
vengo realizando desde hace más de veinte años. Sobre metodología de trabajo,
no sabría qué decirte, sólo lo hice. Recuerdo que hace años atrás leí una
entrevista que le hacían a la escritora Isabel Allende y contaba que cuando en
España iban a editar su primer libro, le preguntaron por el tono y por otros
términos del oficio y la autora de La Casa de los Espíritus, llena de risa,
contestaba que en ese momento no tenía idea de qué es lo que le hablaban.
Cuando en 1998 participé con un trabajo en un concurso de ensayos convocado por
la Fundación Neruda, yo ni siquiera tenía muy claro en qué consistía este
género tan ambiguo llamado ensayo. En este concurso participaron los más
connotados nerudianos; pero yo gané el concurso. Y todo este cuento no es
soberbia, es sólo una forma de contestar una pregunta que habla de metodología,
proceso de investigación, etc. y no sé cómo contestar. Esto para mí es como
nadar, simplemente nado, no me preguntes que estilo practico, porque estoy más
preocupado de flotar y avanzar, que de saber el nombre del estilo.
-¿Tenía como más facilidades para “tocar según
que resortes” que llevaron a la salvación a refugiados españoles…Pablo Neruda
al ser, en aquellos años, Cónsul General para la Inmigración Española?
-Tendríamos que enfocar esta pregunta de una manera
inversa. Neruda, consciente de las dificultades que le traería esta labor,
primero se hizo nombrar, por el Gobierno chileno, Cónsul Especial para la
Inmigración Española para, precisamente, poder “tocar muchos más resortes” que
le facilitaran su labor. Sin embargo, es bien sabido que las dificultades
vinieron de organismos y personas que tenían el deber de facilitar su labor,
como algunos personeros de la Embajada de Chile en Francia; la notoria división
de grupos y partidos políticos de los españoles en el exilio; la intransigencia
e impaciencia de muchos de los refugiados, incluso, la burocracia del propio gobierno
del Frente Popular en Chile. Sin embargo, es de justicia decir que también tuvo
valiosos colaboradores, como el Comité Chileno de Ayuda a los Refugiados (CchARE), del cual formaban parte personalidades de los
distintos partidos políticos que integraban el Frente Popular; el Partido
Comunista de Chile, principal impulsor y sostenedor de la voluntad de llevar
republicanos españoles a su país; el mismo Rodrigo Soriano, Embajador de la
República en Chile; Luis Enrique Délano, periodista y
director de revistas y medios, que sostuvieron una prolongada campaña de prensa
para concienciar a la gente en la solidaridad con la España republicana. Hay en
esta odisea muchos héroes anónimos que aun no están reconocidos. Algunos de
ellos aparecen en mi libro.
- ¿Fue Neruda un héroe
humanista lo suficientemente reconocido? Son muchos los que conocen la valía de
Neruda como poeta, pero este chileno era ante todo un ser humano muy, muy
comprometido con la humanidad y con sus derechos….un luchador por las causas
perdidas(o por lo que podíamos conocer como “causas perdidas”)… ¿qué nos puedes
comentar?
-En Neruda se da un fenómeno curioso, es un personajes
públicos que concita odio o amor, no hay término medio, no te deja indiferente.
A partir de ahí, las opiniones del público lector (incluso los que no lo han
leído) y de los críticos, corresponden a este enunciado; lo alaban o lo denostan. Los ataques al poeta vienen por diferentes
motivos, no hay consenso en eso. Algunos lo critican por su faceta lúdica,
otros por su afición a la gastronomía, por sus amoríos y por sus matrimonios, y
más de una vez he escuchado decir de él que “era un buen poeta, pero lástima
que fuera comunista...”.
Sin embargo, aparte de su inmensa genialidad poética, fuera de toda discusión,
Neruda fue, como hemos dicho, un organizador de sus pares, un gremialista, un
parlamentario defensor de los trabajadores mineros, un solidario con los
republicanos españoles, un excelente diplomático, un poeta noble y casamentero
(se dice que cuando ganó el Premio Nacional de Literatura, en 1946, compartió
el dinero con su amigo, el poeta Ángel Cruchaga Santa
María, que se casaba con su ex novia, Albertina Azócar);
un buen amigo para con sus amigos (también fue feroz enemigo con los que le
hacían mal). En el año 2004 se cumplieron cien años de su nacimiento. En
diversas ciudades del mundo se organizaron eventos conmemorativos. Su poesía se
celebró con seminarios y con nuevas ediciones. Sin embargo, para los medios de
derecha, que son los mayoritarios, la noticia fundamental del centenario
nerudiano fue que encontraron la sepultura de su hija, nacida con hidrocefalia
y muerta a los ocho años de edad y el muy comentado mal comportamiento que tuvo
para con ella.
-Aquellos
que salvan una vida…salvan la humanidad…..De esta epopeya del Winnipeg salieron
con vida personas que, muy posiblemente, no hubiesen sobrevivido de no haber
tomado el exilio…Por ejemplo, a Chile llegaron Roser Bru,
José Balmes, Antonio R Romera (crítico y caricaturista), Mauricio Amster (diseñador), el profesor Eleazar Huerta o el
dramaturgo, José Ricardo Morales (cofundador del Teatro Experimental de la
Universidad de Chile). Además de humanamente, que es lo que importa…salvando a
estas personas se contribuyó, y mucho, en el devenir humano, cultural del mundo…coméntanos.
-Si lo ves desde una perspectiva de hoy, parece
exagerado decir que para muchos de los refugiados que estaba en los campos de
concentración de Francia, embarcar en el Winnipeg o en el Sinaia
o en otras naves que les llevaban a América, significaba la vida o la muerte.
Era así, y el caso del poeta Miguel Hernández, como miles de otros casos de
fusilamientos en la postguerra, lo demuestran.
Es cierto que estos exiliados que nombras, y muchos otros, si bien no podemos
decir que salvaron vidas, en el sentido literal, si contribuyeron mucho al
desarrollo del Chile de aquella época. Uno de los capítulos de este libro
destaca precisamente eso, el aporte de los republicanos españoles al país que
les dio cobijo. También explico esto en un largo artículo que circula en la
Red. ( http://clio.rediris.es/exilio/chile/exilioenchile.htm)
-¿Qué principales hombres y
mujeres…aportaron a la humanidad su “particular don” a partir de ser salvados
por el Winnipeg…?
-Es una pregunta amplia ya que son muchos los nombres
de pasajeros del Winnipeg que entregaron un gran aporte y fueron personajes
destacados en la sociedad chilena. Sin embargo, me gustaría destacar la labor
de uno de aquellos pasajeros, del que se habla muy poco y que de verdad, sí que
salvo la vida de Pablo Neruda. Con esto devolvió la mano por lo que el poeta
había hecho por él y su familia. Se trata de mi amigo Víctor Pey Casado, (esta entrevista tendría que haber sido
grabada, ahí notarías el orgullo y el énfasis de mi voz cuando digo “mi
amigo”), quién refugió al poeta en su casa, cuando a Neruda lo buscaba toda la
policía chilena, por encargo del presidente traidor Gabriel González Videla. Pey lo asiló y luego, al ver que los intentos por sacar a
Neruda del país fracasaban, organizó un proyecto de evasión que resultó exitoso
y así, el poeta clandestino, logró llegar a París y se presentó en un mítico
Congreso Mundial por la Paz. También Pey fue muy
amigo del Presidente Salvador Allende. Cuando triunfó la Unidad Popular y
Allende llegó al palacio de La Moneda, llamó a Víctor Pey
para que fuera su colaborador en las sombras, sin cargo oficial. Pey y el abogado Joan Garcés fueron los dos colaboradores
españoles de Allende durante su mandato. Luego del golpe de Estado, de la
muerte de Allende y de todo lo que sabemos, Víctor Pey
y Joan Garcés crearon en España la Fundación Presidente Allende quien fue la
que, en julio de 1996, interpuso ante la Audiencia Nacional de España una
querella contra Augusto Pinochet y otros, por los presuntos delitos de
genocidio, terrorismo y torturas cometidos entre el 11 de septiembre de 1973 y
el 11 de marzo de 1990. Solicitaron en ella su detención y el embargo de sus
bienes para garantizar el pago de su responsabilidad civil. En octubre de 1998
la Fundación solicitó la detención de Augusto Pinochet a efectos de su
extradición, que fue otorgada por el Juzgado y ejecutada en Londres con los
resultados que todos conocemos. Pienso, al recordar estos datos, que una vez Pey me contó que él y su familia viajaron en el Winnipeg
gracias a un cupo personal de unas cien personas, que se reservó Neruda. El
poeta, directamente, los eligió para asilarse en Chile. Creo que nunca la
palabra vate (el que vaticina, usada como sinónimo de poeta) había tenido tanta
validez como en el caso del poeta Pablo Neruda al seleccionar a los pasajeros.
-¿Que muchas de esas personas se dedicasen al
mundo del arte, la cultura…a qué lo atribuyes…?
-Primero he de decir que, tomando en cuenta un pasaje
de alrededor de 2.350 personas, más los refugiados que llegaron antes y después
del arribo del Winnipeg, que podrían sumar unos cinco mil republicanos
españoles en el transcurso de pocos años, (algunos investigadores cifran la
cantidad en tres mil quinientas
personas), podría resultar engañoso decir que “muchas” de esas personas se
dedicaron al mundo del arte y la cultura. Si pudiésemos que hacer un cálculo
porcentual de la cantidad de exiliados que se dedicaron al mundo del arte y la
cultura, no creo que llegásemos ni a un 5%, un porcentaje bastante cercano a lo
que se da en cualquier sociedad. Esta creencia sobre las “muchas” personas con
esta dedicación se puede deber a que el mundo de las artes y de la academia
deja mucho más registro, en forma escrita o audiovisual, que el mundo de los
oficios o del comercio. Creo, además, que este porcentaje también se da en el
exilio republicano español en México, donde cualitativa y cuantitativamente
existen muchos más estudios al respecto.
-Estas personas, menos
trascendentes, pero no por eso menos importantes a las que te refieres, de las
que has recogido testimonios, la recolección de sus historias para poder
elaborar esta historia global sobre el Winnipeg…¿qué has aprendido a través de
ellas?
-Toda situación y toda persona siempre es una fuente
de aprendizaje. En este caso, en el de la gente sencilla, es donde está la
esencia del exilio; en su desarraigo, en el sufrimiento, en el sacrificio para
volver a ponerse de pie y para integrarse a la nueva situación. Escribir sobre
ellos fue escribir sobre mi propia experiencia de exiliado. Cuando repasaba sus
testimonios y leía que muchos no deshacían sus maletas porque pensaban que su
destierro sería por un tiempo corto; que a veces inconscientemente se oponían a
adquirir las nuevas costumbres para no encariñarse con los nuevos amigos y con
la nueva tierra, con la contradicción de necesitar un abrazo u una palmada en
el hombro para no sentirte “otro”, cuando de noche ocultaban la pena y el
llanto por el resto de la familia que estaba lejos, cuando leía o escuchaba
todo eso, estaba repasando mi propio exilio. Si tuviera que resumir esta
experiencia en un aprendizaje, diría que, sin dejar de lado la singularidad de
cada ser humano, sin dejar de lado la personalidad de cada uno, pienso que el
desarraigo provoca un trauma muy similar en todos los exiliados. De la misma
forma, el proceso de integración también es similar. Hace poco tiempo estuve
haciendo un trámite en el Consulado de España en Santiago de Chile. Había
muchos ciudadanos españoles inscribiéndose ahí como requisito para tramitar su
residencia en Chile. Me sorprendió y me emocionó las conversaciones que se
daban entre ellos. “Mi hijo ya tiene acento chileno”, decía una; “Los míos ya
tienen muchos amiguitos de aquí”, decía otra. “Mi marido y yo ya nos hemos
adaptado a las comidas chilenas”, decía una tercera. Decían exactamente lo
mismo que conversábamos los chilenos, en los años setenta, en el Consulado de
Chile en Barcelona.
La experiencia en este sentido también ha sido variada. Recuerdo que en el
pueblo catalán donde he pasado gran parte de mi vida, había un personaje muy
xenófobo, que no soportaba a los sudacas. Hoy está muy orgulloso de que un hijo
suyo esté trabajando en un país sudamericano.
-Julio,
Chile vivió tiempos, desde mi punto de vista, ilusionantes con la llegada al
gobierno de Salvador Allende, pero se vivieron truncados por los poderes
facticos: grandes empresas, ejército, gobierno USA…todo desembocó en aquel 11
de Septiembre del 73 porque no interesaba que las ideas y las políticas de
Allende llegasen a la práctica….¿cómo vivieron los “hijos del
Winnipeg” a Allende y a la dictadura…?
-La mayor parte de aquellos españoles, los “hijos del
Winnipeg”, en el año 1973 ya se sentían y eran chilenos y muchos de ellos aun
mantenían intactas las convicciones por las que fueron obligados a dejar su
país de origen. Algunos de esos “muchos” que señalamos, colaboraron directa o
indirectamente con el Gobierno de Salvador Allende. Es el caso del escultor Rafel Bellange, quien trabajó en el Ministerio de Agricultura y, con el golpe de
Pinochet tuvo que exiliarse en Suecia. En Estocolmo montó la Bellange Gallery. Una de sus
obras se instaló en una plaza de Barcelona como homenaje al pueblo catalán y a
los Derechos Humanos. Falleció en Estocolmo, el año 2002.
Entre los que tuvieron que salir a un nuevo exilio está el pintor José Balmes,
quién, como sabemos, entró como oyente a la Escuela de Bellas Artes en 1939, a
la edad de doce años. En 1973, cuando era Decano de la Escuela, tuvo que
emprender viaje a Francia junto a su familia para vivir su segundo exilio.
Similar es el caso de la pianista Diana Pey, quién
era vice decana de la Facultad de Artes Musicales cuando en 1973 tuvo que salir
de Chile camino de un nuevo exilio. La verdad es que son muchos los casos de
republicanos españoles que sufrieron un segundo exilio. Entre esos, una de las
historias que me ha impresionado es el caso del valenciano José Llagaria, un combatiente comunista
en la guerra civil española. En Chile tuvo tres hijos, el golpe de estado
convulsionó la vida de toda la familia, uno de los hijos tuvo que dejar sus
estudios, otro huyó del país y el otro fue hecho prisionero. La familia adoptó
la decisión de abandonar Chile. De esta manera, José Llagaria
regresó al puerto de Valparaíso para iniciar la misma travesía que realizó 35
años antes, pero a la inversa. Las coincidencias no podían ser más macabras; la
misma represión militar, la misma derrota política, el mismo muelle de
Valparaíso y el mismo mes, septiembre. Sin embargo, esta vez no había banda de
música como en el año 39, ni había una multitud vitoreándolos, ni autoridades
que los recibían alborozados. Tampoco el recibimiento en Barcelona fue como
aquel de Valparaíso. José Llagaria se fue apagando
poco a poco. Falleció a los tres años de volver a España.
También se dan varios casos de refugiados españoles que olvidaron las
razones que los trajeron a Chile. Algunos de ellos aplaudieron la llegada de
Pinochet al poder, como fue el caso del crítico de arte y caricaturista Antonio
R, Romera, quién ejercía la crítica con el seudónimo de “Critilo”.
-Más o menos la historia se
repite: en Grecia y en España ahora que asoman en el horizonte otras
alternativas con la manera de “hacer política” enseguida los poderes monetarios,
el capital más desaforado se pone en guardia y amenaza, difunde el miedo y
desparrama la política del escarmiento:¿podremos hacerle frente?
-Llegué a España cuando todavía estaba viva la
dictadura de Franco. Recuerdo aun los fusilamientos del año 75. Luego vino la
muerte del dictador y la incipiente democracia, con sus aciertos y sus errores,
algunos de ellos aun los pagamos en España, sobre todo los que refieren a las
autonomía. Ya en la década de los ochenta muchos vieron que a la nueva democracia
le faltaba empuje, le faltaba ambición, era una democracia encorsetada. La
representación popular no era plena, no se hablaba ni se investigaban los
crímenes de guerra, sobre todo los de la post guerra. Lo peor era que las
fuerzas de izquierda se dividían cada vez más y con ello se perdía efectividad
en el necesario proceso de cambios. Se acuño por esos años un slogan que
parecía una vana humorada, pero que tenía una clarividencia enorme: “Contra
Franco vivíamos mejor”. Luego vino una canción de Lluis
Llach que decía: “No era això,/ companys,
no era això/ pel que varen
morir tantes flors, pel que vàrem plorar tants anhels...”
Resultaría vano y latoso intentar hacer un análisis político económico de la
situación actual, pero me gustaría decir que me llama la atención el hecho
constatable del fracaso de los partidos vigentes, los que han sostenido y
sostienen el actual sistema, hasta llegar a la crisis en que se vive, contra
los que se manifestó ese gran movimiento de los indignados. Indignados con la
banca, con esos mismos políticos, con el sistema en general. Y me llama la
atención que, aquellos que fueran parte del gran fracaso, se arroguen hoy el
ser parte de la solución del problema. Es posible, o mejor dicho, es necesario
que, como dice el mismo cantautor en su canción: “Quizás haya que ser valientes
otra vez/ y decir no, amigos míos, no es esto.”
Creo, siguiendo tu pregunta, que es hora ya de los movimientos que en su día
llamamos “alternativos”. Es la hora de la renovación, es la hora de dar la
oportunidad a aquellos que no están involucrados ni han sido parte de esta
enorme crisis, que ha hecho que otra vez España sea un país emisor de
emigrantes.
-Julio, al término de la Guerra Civil Española
fueron muchos los que marcharon al exilio….se perdió mucho y mucho “material
cerebral” bueno…cabezas que piensan, construyen y definen un mundo …muchas
veces mejor…los exilios no son buenos para los países que lo sufren, ahora
España sufre “exilios” por la crisis económica y te puedo asegurar que “no
voluntariamente” estamos perdiendo un “capital humano” enorme….¿de qué manera,
crees, que lo podemos o lo debemos recuperar…?
-España derrochó mucho de su talento no sólo al
final de la guerra civil, también se fueron creadores y mentes pensantes antes
del final de la guerra y durante la postguerra. Nunca antes, ni después, el
despilfarro de lo mejor de su gente se hizo tan evidente como en la guerra
civil. Los españoles libres y pensantes de aquella época, tuvieron sólo dos
alternativas: la de enmudecer allí para siempre o adherirse al nuevo régimen o
emprender el camino del éxodo e intentar desarrollarse en otra tierra.
Me resulta interesante tu pregunta porque me toca un aspecto vivencial curioso
que tiene que ver con la etapa de investigación y con la de la presentación de
este libro. Como sabes, yo llegué a España en los años setenta huyendo de otra
dictadura. Durante los años ochenta, ya muy integrado en España, aun me
resultaba chocante que gran parte de la sociedad española, su juventud, sobre
todo, viviera como nuevos ricos, despreciando a los sudacas que en el fondo
habíamos sido los que les tendimos una mano durante la noche negra española.
Peor aún, la juventud española ignoraba que su país había sido emisor de
emigrantes, no asumía que España había pasado por una cruel guerra y que se
había sufrido hambre y frío.
Por esos años fue que comencé a reunir documentación sobre este tema. Aun no
sabía que el resultado sería un libro, pero sí sabía que quería mostrarle a esa
juventud española que la vida da muchas vueltas.
En la actualidad, cuando presento este libro, sucede lo que tu señalas, España
otra vez es emisor de emigrados y Chile, entre varios otros países, es el
receptor de esos españoles que tienen que ganarse el pan lejos de su patria.
Cuando el Gobierno chileno dio por concluida la labor de Neruda como encargado
de la inmigración española, en una entrevista hecha en París, el poeta
comentaba que en ese momento lo que terminaba era su misión como Cónsul
Especial, pero que las migraciones y los exilios entre España y América no
terminarían nunca, porque son cíclicos, por todo lo que nos une.
-¿Qué ha supuesto, para ti,
acercarte a las personas que compusieron el universo particular del Winnipeg…?
-Así, de
entrada, debo decir que significó un gran enriquecimiento personal. Conocí
personas maravillosas, que me enseñaron mucho, por su ejemplo de vida, por su
coherencia, por su entereza. Hoy en día estoy muy orgulloso de tener amigos
como Víctor Pey, José Balmes, Roser Bru, entre tantos otros, y también muy orgulloso de haber
compartido con personas como el valenciano Ovidio Oltra,
quién fue fundador de la Agrupación Amigos del Winnipeg, el historiador
Leopoldo Castedo o José Calvet, que fue la persona
que guardó la bandera chilena y española que confeccionaron los refugiados
durante el viaje. Debo decir que quizá tuve la suerte de conocer a algunos de
los mejores seres humanos que formaron parte de ese maravilloso contingente de
pasajeros que llegó a Chile en el año 39, sin embargo, sé, me consta, que no todos
tuvieron un comportamiento tan coherente como los que he nombrado.
Por otro lado, debo decir que mis tres libros editados, los tres que permanecen
inéditos y los más de sesenta artículos publicados en diferentes medios, forman
todos ellos un mismo libro, único y monotemático. Hablan todos ellos de la
relación entre mis dos países. Por lo personajes descritos, por las
circunstancias narradas, siempre en ellos está la relación de Chile y España.
Personajes
del Winnipeg…
http://es.wikipedia.org/wiki/Roser_Bru
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Balmes
http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Rodr%C3%ADguez_Romera
http://es.wikipedia.org/wiki/Mauricio_Amster_Cats
http://es.wikipedia.org/wiki/Eleazar_Huerta_Valc%C3%A1rcel
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Ricardo_Morales
18029
Winnipeg. Testimonios
de un exilio. Julio
Gálvez Barraza
428 páginas 17 x 24 cms.
25,00 euros
Renacimiento
«La aventura del barco
“Winnipeg” constituye una de las odiseas marinas más impactantes del siglo
pasado. Julio Gálvez Barraza, autor de Neruda y
España (2003), sigue la estela de la embarcación en el presente ensayo, parte
de la literatura testimonial. No deja rastro por seguir, entrevista a los
sobrevivientes de los hechos acaecidos hace más de setenta años, se sumerge en
archivos, cartas y documentos; husmea, deduce, relaciona y excluye el criterio
sentencioso para dejar la ventana, o el ojo de buey, abierta a otras
investigaciones. Su documentado estudio no soslaya –imposible hacerlo– la
participación en los hechos del cónsul especial para la inmigración española,
Pablo Neruda, considerado por este solo suceso un héroe civil, un humanista y
un luchador por la causa de los derechos fundamentales. Dice el poeta en sus
memorias que la crítica puede negar toda su poesía, pero la empresa homérica
del “Winnipeg” no la borra nadie. […]
A Chile llegaron, en edad adolescente, Roser Bru,
José Balmes, el crítico y caricaturista Antonio R. Romera, el diseñador
Mauricio Amster, el profesor Eleazar Huerta y el
dramaturgo José Ricardo Morales, uno de los fundadores del Teatro Experimental
de la Universidad de Chile, en 1941, a quien le escuché en una clase del
Pedagógico decir que los del “Winnipeg” habían venido no a hacerse la América,
sino a contribuir a que América se hiciese».
Mario Valdovinos, Revista de Libros. El Mercurio
Julio Gálvez Barraza (Santiago de Chile,
1949). Escritor, ensayista, especializado en el exilio republicano español a
Chile. Residió en Castelldefels (Barcelona) desde
1973 hasta 1995. En 1990 fue galardonado con el primer premio Sant Jordi, Narrativa Castellana de Castelldefels
por el cuento Los muertos no se venden. En 1998, en Chile, obtiene el primer
premio en el Concurso Internacional de Ensayo «Neruda, el ser americano»,
convocado por la Fundación Pablo Neruda, por su ensayo biográfico Neruda:
Testigo ardiente de una época.
En septiembre de 1999 participa en la organización de los actos conmemorativos
de los 60 años de la llegada del «Winnipeg», patrocinada por el Centro Cultural
de España en Chile. En junio de 2001, bajo el patrocinio de la Embajada de
Chile en España, se presenta en Madrid la propuesta poético musical Neruda
vuelve a la Casa de las Flores, de la que es coautor. En enero de 2003 fue el
primer finalista en la VI Edición del Premio Así fue. La historia rescatada
2002, con su obra Neruda: aunque nadie recuerde, concurso convocado por la
Editorial Plaza y Janés de Barcelona, España. En
octubre del mismo año, en Chile, obtiene una Mención Honrosa en el concurso
Premio José Nuez Martín y Centro Cultural de España, por su trabajo El aporte
del exilio. En diciembre de 2003 la Corporación Sintesys
y la Fundación Delia del Carril presentan su libro Neruda y España (Santiago de
Chile, Ril Editores). En septiembre de 2004, en
Barcelona, coordina los actos conmemorativos de los 65 años de la llegada del
«Winnipeg» a Chile, organizados por el Consulado de Chile en Barcelona y el
Instituto catalán de Cooperación Iberoamericana. En noviembre de 2010, en la
30º Feria Internacional del Libro de Santiago, participa como panelista en «Los
cien años de un poeta. Homenaje a Miguel Hernández», organizado por la
Consejería Cultural de la Embajada de España en Chile y la Fundación Pablo
Neruda. En diciembre de 2012 es galardonado con el 1º Premio, categoría
inédita, en el concurso «Escrituras de la Memoria», convocado por el Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, por su libro Juvencio Valle. El
hijo del molinero. En el mismo concurso es acreedor de la Primera Mención
Honrosa por su libro Winnipeg. Testimonios de un exilio.
Ha ofrecido innumerables charlas y conferencias en Chile, España y Suecia,
sobre Neruda, el «Winnipeg» y sobre los escritores Luis Enrique Délano, Juvencio Valle y Miguel Hernández. Ha publicado
artículos en diversos periódicos y revistas chilenas, en algunos medios
españoles y en varias páginas de Internet.
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