Cazarabet conversa con... Renato Simoni, autor de “Walter Katz.
Aviador al servicio de la República (1936-1938)”
(Universitat Rovira i Virgili)
El libro lo edita el departamento de
publicaciones de la Universitat Rovira i Virgili, dentro
de la colección “Estudis sobre Conflictes
Socials”.
Lo que nos cuenta la sinopsis:
Walter Katz (1913-1938), judío alemán,
luchó como estudiante universitario contra el ascenso del nazismo desde
principio de los años treinta. Por motivos raciales, en 1933 tuvo que abandonar
su carrera académica y llegó a España, donde completó sus estudios en la
Universidad de Madrid y obtuvo la nacionalidad española. Al estallar la Guerra
Civil se alistó como aviador y se formó en el centro aeronáutico de Los Alcázares
(Murcia). Desde 1937 participó en las principales batallas aéreas. Como jefe de
vuelos nocturnos defendió en particular el litoral mediterráneo (Levante y
Cataluña) contra los bombardeos de la aviación fascista y nazi al servicio de
Franco. El capitán Katz murió combatiendo con su Chato CA-155 en el frente de Serós el 11 de noviembre de 1938.
La biografía de Walter y la de su
madre Antonia Katz se hallan meticulosamente trazadas gracias a las fuentes
primarias conservadas en el archivo familiar. Pasados más de 80 años,
centenares de cartas han permitido reconstruir un perfil del hombre y del
aviador que dio su vida para proteger de la agresión enemiga a la República y a
su indefensa población civil.
Sobre Renato y Encarnita Simoni en
nuestras entrevistas:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/mulitaroja.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/queretes.htm
Cazarabet conversa con Renato
Simoni:
Gracias a la documentación conservada
por sus familiares, en particular por su madre Antonia (Toni) Katz Strauss, que
pudo emigrar a México en 1942, se ha
podido reconstruir un perfil más completo de la vida de ese joven
idealista.
La sobrina de Walter Sylvie Katz Crotti me expresó hace
tiempo el deseo de ver ordenados e interpretados los papeles de su tío que se
conservaban en una maleta en París. He trabajado sobre las más de cuatrocientas
páginas que sobrevivieron a las turbulentas vicisitudes de su familia durante
la guerra civil española y europea (1936-1945). La maleta, que viajó con Toni a
México y que volvió a Europa tras su fallecimiento, contiene decenas de
documentos oficiales (pasaportes, certificados, recibos), una veintena de fotos
de Walter y sobre todo mucha correspondencia manuscrita entre familiares y
amigos.
-Pero, ¿quién era Walter Katz?,
¿nos puedes hacer una presentación y acercarnos un poco a él?
Desde 1932 se pueden observar las
numerosas relaciones personales que entretejen para asegurar a sus hijos una
formación de calidad, libre de amenazas totalitarias. Willi
frecuenta un instituto cerca de París, Walter empieza su formación académica en
Freiburg, Munich y Ginebra.
En 1933 su exclusión de la Universidad de Giessen por
motivos raciales no halla desprevenidos a sus padres que ya habían activado sus
relaciones para permitirle realizar su sueño profesional en España.
-¿Podríamos decir que no le es
difícil el conseguir la nacionalidad española?, ¿quizás porque se integra con
una enorme facilidad?
Su destino todavía es incierto: H. Laski lo invita a Londres, O. Lapie
se lo recomienda al prof. R. Demogue
en París (donde se traslada durante algunos meses para conseguir un diploma) y
L. Recaséns lo presenta a su colega H. Kelsen en Ginebra. En Madrid su maestro y gran amigo don
Luis le ofrece también trabajos de traducción que le permiten integrar la
cantidad de dinero que le envían sus padres.
-El auge e implantación del
nazismo es el que le aleja de su Alemania por ser judío, ¿verdad?; pero si no
hubiese sido por ser judío hubiese sido, seguramente por sus ideas….¿cómo era Walter
Katz?
-Walter era sobre todo un
demócrata que tenía sólidos principios de libertad, tolerancia, justicia. Era
profundamente hostil a cualquier forma de totalitarismo y se identificó
inmediatamente con los valores de la Segunda República. Su sueño, mientras
realizaba su doctorado en París y Ginebra, era la carrera diplomática. Dominaba
el alemán, el inglés, el francés y al final el castellano, idiomas en que
escribió las cartas que se han conservado.
-Era un apasionado deportista y
practicaba, con excelentes resultados, la natación, el esquí, el tenis, la
hípica, el alpinismo. En Frankfurt, con un primo suyo, consiguió un diploma de
aviador y en el verano de 1936 se alistó en la aviación republicana. Frecuentó
con éxito la formación de piloto en Los Alcázares (Ribera del Mar Menor) y participó desde 1937, como teniente, en las
principales batallas de la Guerra civil. En el mes de septiembre de aquel año,
por ejemplo, se hallaba en al aeródromo de Caspe, dirigiendo un cuerpo de 108
hombres (21 pilotos, personal técnico,
de seguridad y de transporte terrestre).
-Un
hábil aviador que pronto se especializa en vuelos nocturnos, ¿por qué?
-Se convierte en un héroe de la
aviación republicana...pero eso, por lo que vamos leyendo, se debe no tan solo
a su habilidad y astucia a los mandos del avión…eso se debe, también, a su
personalidad y a su humanidad, ¿verdad?, ¿qué nos puedes explicar?
-En la biografía de Walter
se entrelazan íntimamente el competente aviador y el hombre culto y sociable
que sufre ante la interrupción de sus relaciones familiares y académicas, por
lo cual decide entregarse totalmente a la causa de la victoria militar. Aplaza
las posibles opciones de su carrera diplomática aunque asume algunos encargos
especiales viajando a París para aprovisionar la aviación republicana.
-¿Es más conocido, quizás, por
haber protegido Barcelona de los ataques de la aviación fascista?
-Walter encuentra la muerte
defendiendo los valores de la II República en Seròs…
¿cómo fue aquel último combate?
-Durante la batalla del Ebro, su Patrulla operaba generalmente en defensa
del litoral catalán (en particular de los centros habitados), despegando de los
aeropuertos de Prat de Llobregat (Canudas) y de
Sabadell para combatir contra los bombarderos alemanes e italianos.
El viernes
11 de noviembre, a las 6.50 horas, el ten. Walter Katz, con el Chato matrícula CA-155, sale de Bellpuig para el que será su último vuelo. El objetivo es
la cabeza de puente de Serós en la orilla izquierda
del Segre. Con el sargento López Fernández ametralla las posiciones enemigas
durante un cuarto de hora. Tras diversos sobrevuelos su compañero lo pierde de
vista.
El fuego antiaéreo enemigo lo había
abatido en proximidad de Granyena de les Garrigues, a unos
veinte km. al Sur de Lleida. Sus restos fueron trasladados probablemente al
aeródromo de Ódena, cerca de Igualada.
-Fue
enterrado en el cementerio de Les Corts, ¿todavía se
le puede visitar su tumba?, pero antes pasó por el cementerio de Igualada,
¿verdad?...en la Comarca de l’Anoia…
-El mando de la 3a Región
Aérea de la Aviación militar de Barcelona, el 16 de noviembre, comunicó el
fallecimiento a su hermano Willi, informándole de que
la documentación personal del difunto y su billetero con
Walter fue en efecto inhumado en el
viejo cementerio de Igualada, capital de l’Anoia, en
el nicho n° 3115 el 12 de noviembre de 1938, pero sólo por pocos días. Sus
allegados hicieron que la salma fuera trasladada al sector judío del Cementerio
de Les Corts de Barcelona. La lápida lleva una
inscripción en hebraico clásico y en castellano, con fecha 18 de noviembre de
1938.
-¿Qué propósito tenías cuando
empezaste con este libro y cuáles piensas que se han visto satisfechos?
-Mi trabajo (con Encarnita que me aconseja
y me corrige) oscila continuamente entre España y la Suiza italiana. Las dos
próximas publicaciones serán en italiano pero tienen una relación con España.
En otoño saldrán dos estudios sobre tres antifascistas que participaron en la
Guerra civil.
El primero era un falso médico que
ejerció como tal y con mucho éxito en el hospital de Bellinzona durante cinco
años, bajo el nombre de “Primo Fratelli”. Cuando se
descubrió la irregularidad, para evitar el juicio y la cárcel, en junio de 1937
Roberto Crespi (su nombre real) y su compañera, la
bacterióloga Graziella Berta, huyeron a España. Los
dos trabajaron hasta 1938 en el Hospital Militar Internacional de Ontinyent
(Valencia): él como director, bajo el nuevo apellido “Crespy-Ducleau”,
ella como enfermera.
El segundo trabajo, realizado en
colaboración con Patrizia Candolfi
y Danilo Baratti para la Fondazione
Pellegrini-Canevascini, concierne la edición de las
memorias de otro médico, Elio Canevascini. Estudiante
en París, en septiembre de 1936 el joven se alistó en la columna Ascaso en Aragón. Regresó a Suiza al año siguiente y
completó su formación profesional. Entre 1944 y 1945 participó como cirujano en
una misión de la Central Sanitaria Suiza en Montenegro. Allí el Ejército
Partisano de Liberación de Tito luchó victoriosamente contra las fuerzas del
Eje y los regímenes títeres locales.
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