La
Librería de El Sueño Igualitario
Ediciones B acaba de publicar y sacar de
la imprenta (la verdad que sus lomos y páginas todavía están calientes y huelen
a esa mágica mezcla de papel impregnado de tinta) un libro de excelente
factura, pero además muy bien escrito. De entrada, nos puede parecer que ya
casi no hay nada qué contar de lo que fueron los campos de concentración , en
particular del de Mauthausen, el campo donde la gran
mayoría de los republicanos españoles se dejó la vida a manos de los que, en
aquellos días , eran los verdugos de Franco, los nazis. …pues cuando parece que
ya casi no hay nada qué contar o qué leer al margen de las diferentes miradas
desde los propios supervivientes y algún que otro trabajo e investigación más
específico…va y nos llega este libro que combina entrevistas y testimonios de
los que sobrevivieron al infierno nazi con diferentes “informes” que el autor,
el periodista Carlos Hernández de Miguel, nos va dispensado. Así que hay que
“tragarse” aquello que les decía anteriormente….en este tema nunca estará todo
contado, nunca y menos cuando hayan personas comprometidas como el propio
Hernández de Miguel y mientras hayan personas que sepan escuchar, leer
entrelíneas, comprender…y sobretodo mientras haya entre nosotros personas que
sobrevivieron a los campos, la represión…y otros, sus familiares y amigos, que
hayan recogido ese testimonio de vida para hacer de él algo que tenga que ver
con la Memoria Histórica. …porque como recoge el propio Hernández de Miguel de
Antonio Hernández Marín—prisionero nº 4.443 del campo de concentración de Mauthausen---: “Siempre alerta, hermano de infortunio y
sufrimiento. Siempre alerta si queremos que aquellos años de agonía no
vuelvan.”
Es un
libro muy trabajado y no sé casi siempre se diría que es un libro que tiene
mucho a ver con el oficio de periodista, de estar escrito por un periodista….en
este caso, es verdad. Carlos Hernández de Miguel es periodista y esto se nota,
aunque también se nota, y esto es muy positivo, su propio estilo….no es que
haya leído mucho de este periodista(aunque lo recuerdo de su paso por Antena
3), pero desde que tengo el libro, desde que me encomendé la faena de leerlo,
estudiarlo, comentarlo y reflexionarlo…desde ese instante he querido estar más
cerca de lo que ha ido haciendo con el tiempo Carlos Hernández de Miguel y no
me arrepiento.
El libro
nos llega en el año en que se cumple el setenta aniversario de la
liberación de este campo austríaco, por
parte de las tropas de los EEUU (en este año también se liberaron el resto de
campos dispersados por Alemania, Austria, Polonia y otros países de centro
Europa). Este nuevo libro nos aportará
cosas y datos muy determinantes a la hora de hacernos una mejor idea del camino
de muchos republicanos hacia la muerte o hacia una manara de sobrevivir para lo
que debían invertir una energía como “extra”.
Aquello que nos cuenta la editorial sobre este
libro:
La historia de nuestros deportados, sus verdugos y sus cómplices.
Un libro único cuando se cumple el setenta aniversario de la liberación de los
campos nazis.
«Tenía que intentar contar nueve mil historias, una por cada uno de los
españoles y españolas que pasaron por los campos de concentración nazis. Sentía
la necesidad de reflejar sus anhelos, viajar con ellos en esos fatídicos trenes
de la muerte, acercarme a su sufrimiento en los campos, a la solidaridad en que
se apoyaron para tratar de sobrevivir, a su alegría durante la liberación y a
su frustración ante la imposibilidad de volver a su patria. Para ello visité a
los pocos supervivientes que aún pueden hablar en primera persona. Conocerles
ha sido uno de los mayores privilegios que me ha dado la vida.
No es un libro fácil, nunca pretendió serlo, pero espero que resulte útil ya
que la historia de nuestros deportados no tiene fecha de caducidad. La
intolerancia, el racismo, el populismo, las traiciones que sufrieron, los
pactos que hicieron sus verdugos, la pasividad de «los hombres buenos»… casi
todo lo ocurrido se puede extrapolar hasta nuestros días. En este caso, quizás
más que en ningún otro, mirar hacia el pasado es la mejor forma de comprender
el presente y de prever nuestro futuro.» Carlos Hernández de Miguel
En este libro se habla de víctimas y de verdugos. Los últimos españoles
supervivientes de los campos de exterminio nazis nos recuerdan su sufrimiento y
la forma en que perdieron a miles de compañeros a manos de los siniestros
miembros de las SS. Sus palabras nos llevan a un mundo de torturas
inimaginables, pero también de dignidad, solidaridad y resistencia.
Esta es la historia de esos hombres y mujeres que sobrevivieron o murieron
entre las alambradas de Mauthausen, Buchenwald, Ravensbrück o Dachau. Y es también la crónica periodística que denuncia a
los políticos, militares, empresarios y naciones que hicieron posible que más
de nueve mil españoles fueran deportados a los campos de la muerte.
El autor:
Carlos Hernández de Miguel es periodista y experto en comunicación empresarial
y política. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense
de Madrid, inició su carrera profesional en Antena 3 Televisión como cronista
parlamentario en el Congreso de los Diputados. Posteriormente ejerció de
corresponsal de guerra en diversos conflictos internacionales, como Kosovo,
Palestina, Afganistán o Iraq.
En los últimos años ha ocupado los puestos de redactor jefe del semanario La
Clave, director de comunicación del PSOE y asesor de imagen en diversas
empresas. En la actualidad colabora con publicaciones y diarios digitales como
El Mundo y la revista Viajar.
Enlaces
que te pueden interesar:
http://www.huffingtonpost.es/carlos-hernandez-de-miguel/condenar-a-franco-una_b_6515594.html
http://www.huffingtonpost.es/carlos-hernandez-de-miguel/
Cazarabet conversa con Carlos Hernández de
Miguel:
-Carlos, voy a hacerte una pregunta nada original, pero…¿por qué un
libro sobre los deportados republicanos españoles a los campos nazis…qué te
motivó a ello, más allá de la experiencia de tu tío…? ,te habría podido dar por
escribir otras cosas…aunque, entiendo que, desde tu experiencia como
corresponsal y la sensibilidad que se levanto con ello, tengas cierta afinidad
para con temas como el presente.
-Me
empujaron a escribirlo dos sentimientos: emoción y un profundo cabreo. Emoción
porque, a raíz de investigar la vida de mi tío, conocí decenas de historias de
otros prisioneros que, como él, pasaron por Mauthausen
y otros campos nazis. Me sumergí en sus vivencias, traté de acercarme a su
sufrimiento y descubrí su grandeza, su increíble compromiso político y su
solidaridad con sus compañeros de cautiverio. El cabreo me llegó al ahondar en
las causas por las que terminaron entre las alambradas. Al darme cuenta de que
en nuestro país no se ha condenado nunca a sus verdaderos verdugos. Por eso me
decidí a reunir en una obra toda la información sobre la deportación española:
contar sus historias pero también señalar con el dedo a sus verdugos y a los
cómplices de estos
-La sombra de la familia: ese peso que solo soportan los derrotados,
los recuerdos, los muchos silencios, los ojos enrojecidos y empañados, aquello
que se contesta demasiado a menudo cuando se coge a alguien emocionado : ”no,
tranquilos, no pasa nada es que estaba pensando….se me había metido una mota en
el ojo…”, la desaparición y ejecución de tu abuelo( que desgraciadamente
todavía no puede descansar allá donde la familia hubiese determinado) y el
sufrimiento de tu tío en Mauthausen, aunque
sobreviviese…¿qué hace la familia, una familia, con tanto peso…con tanto
dolor…cómo lo va reciclando?; ¿lo que estás haciendo tú es reciclar ese dolor?
; ¿pides , casi gritas, como una
reivindicación, para con las víctimas , en el ejercicio de escribir, y justicia
para con los que nunca la vieron ni experimentaron…?
-Mi familia afrontó, como tantas otras, todos estos
acontecimientos en silencio. Mi madre, después de que su padre fuera fusilado
en los primeros días del golpe de Estado, vivió señalada y marcada como
"roja". Su historia es similar a la de miles y miles de víctimas del
franquismo. Años más tarde, cuando rehizo su vida y
formó una familia, prefirió guardar silencio. Mejor dicho, el miedo que tenía
metido en el cuerpo le llevó a no hablar sobre el tema. Solo bastantes años
después de la muerte de Franco, me contó cuál había sido el destino de mi
abuelo y la historia de mi tío en los campos de la muerte. Me quedo con las
palabras de Joseph González, historiador e hijo de exiliados que me dijo
«Nuestros padres ya se han callado bastante; así que nosotros debemos hablar
alto y claro». Y eso es lo que estoy haciendo: decir la verdad y dar voz a los
que no la tuvieron. Es hora de poner las cosas en su sitio. Este 2015 se
cumplen 70 años de la liberación de los campos nazis y 40 de la muerte del
dictador. Es el momento de acabar con la manipulación histórica que hemos
sufrido, de sacar de las cunetas a nuestros muertos y de reivindicar la memoria
de quienes lucharon por la libertad no solo de España sino de toda Europa.
-Nosotros tenemos, desde hace
muchos años, un boletín (recopilatorio de noticias en torno a la Memoria
Histórica) que se llama El Sueño Igualitario. Y en el primer capítulo del libro
te adentras en ese concepto, con lo de “El despertar del sueño
igualitario”…Creo que es un concepto que se da cuando a una sociedad se le ha
escapado o se le escapa la igualdad; los conceptos más afines a la fraternidad,
a la justicia social, a la libertad…los republicanos españoles, englobados bajo
diferentes siglas, debieron experimentar esa sensación demasiadas veces, ¿no?.
Me refiero que ante la traición y el alzamiento de los militares y la
incomprensión y aprensión de otros conciudadanos debieron anhelar, otra vez ,
el retomar el camino del sueño igualitario que se había perdido, (como lo
hicieron tiempos antes de conseguir alzar la II República) …pero después vino
otro hachazo cuando una de las sociedades que presumía de andar por la historia
con los valores republicanos como con
“excelencia” más firmes y consolidada…va y te recibe tratándote como
cualquier cosa ajena a un ser humano,
encerrándote como ganado entre el mar y las alambradas con colchones,
bipolares ambientalmente, de arena…Y
volvemos a anhelar “el sueño igualitario”. Coméntanos.
-Os tengo que confesar que os debo "derechos
de autor" porque el título de ese capítulo viene inspirado por vuestro
boletín. Algunos de los libros con los que me he documentado los conseguí en
vuestra librería y se me quedó grabada esa idea del "sueño
igualitario". Creo que define perfectamente los ideales que movieron a
varias generaciones de españoles a renunciar a sus vidas por defender la
democracia y la República. Y de ese sueño, se pasó a una pesadilla fascista que
provocó la destrucción de Europa y la muerte de muchos de ellos. Pero además,
esos jóvenes idealistas chocaron, como tú dices, con varias traiciones
inesperadas. La primera fue ese mal trato criminal al que les sometió la
democracia francesa en 1939. Varios supervivientes me transmitieron su enorme
decepción y la gran tristeza que les produjo recibir ese recibimiento del país
al que tanto admiraban, el de la Revolución, el de la Liberté, Egalité y Fraternité. Y esa
decepción con las democracias se repitió tras la rendición de Alemania. Los
deportados supervivientes y el resto de exiliados estaban convencidos de que
los Aliados acabarían con el último aliado de Hitler. No contaban con que
Estados Unidos y Gran Bretaña pensaban ya más en la Guerra Fría que se
avecinaba y preferían tener en España un dictador anti comunista que una
democracia que pudiera estrechar lazos con Moscú. El despertar del sueño
igualitario fue por tanto muy pero que muy amargo para esos miles de
republicanos.
-Por favor, Carlos, explícanos cómo fue el proceso
de recopilación de datos, documentación; cómo fue el ponerte en contacto con
tanta gente, cómo y de qué manera….fue esta experiencia que, como dices, te ha
enriquecido y mucho.
-Ha sido una tarea complicada, por el tiempo
transcurrido y porque la inmensa mayoría de los testigos han fallecido. En
paralelo abrí dos vías de investigación: una para localizar a los
supervivientes que pudieran seguir relatando los hechos en primera persona; y
otra para bucear en decenas de archivos. En este tiempo he sentido envidia de
otras naciones europeas. Aquí, parte de los documentos se encuentran en
archivos militares o en dos fundaciones que, en mi opinión, deberían ser
ilegales: Fundación Francisco Franco y Fundación Ramón Serrano Suñer. También
en el tema documental tenemos nuestra memoria secuestrada. Y los archivos que
realmente funcionan, como el Archivo de la Memoria Histórica de Salamanca y el
General de la Administración, no disponen de medios ni de personal para sacar
el trabajo adelante. Pese a estos problemas, la colaboración de funcionarios
eficaces y la aportación de archivos alemanes, austriacos, franceses, polacos y
estadounidenses, me ha permitido armar documentalmente mi obra. El resto me lo
han aportado los supervivientes y otros deportados, ya fallecidos, cuyos
testimonios he recuperado gracias a la ayuda de sus familiares. Tengo que decir
que también he rescatado testimonios de otras obras publicadas por otros
historiadores y periodistas. Creo que, a veces, caemos en el error de
limitarnos a contar lo que solo nosotros descubrimos. Yo he querido contar los
hechos más relevantes que rodearon la deportación española y, por ello, no he
tenido reparos en recoger parte de las investigaciones desarrolladas por
compañeros tan admirados como Montserrat Roig, Eduardo Martín de Pozuelo,
Montse Armengou o Ricard Bellis.
-Intercalas tus informes con las
entrevistas y “los acercamientos” a aquellos ciudadanos los que padecieron el infierno nazi…cómo fue
la metodología de trabajo; de dónde surge esta idea de acercar lo acontecido(creo
que te ha influido bastante el haber trabajado durante unos cuando años para un
medio audiovisual…) algo de “aquella particular manera de comunicarse” se te ha
ido quedando y algo de aquel lenguaje se ha insertado aquí…¿no?
-Tienes razón. Este es mi primer libro y mi
experiencia principal en el campo periodístico ha sido en el mundo de la
televisión. Te confieso que me planteé un reto: escribir un libro de
historiador pero con lenguaje de periodista. Es decir, he pretendido ser
exhaustivo, no escatimar datos, fechas... Pero, a la vez, transmitir esa
cercanía que nos da el poner rostros, nombres y apellidos a las víctimas. Hemos
hablado mucho y tenemos que seguir haciéndolo, de lo que sufrió la población
hebrea durante el Holocausto. Pero hemos ignorado a esos hombres y mujeres
españoles que pasaron por los campos nazis. Personas que hablaban castellano,
catalán o gallego y que murieron en las cámaras de gas, fusilados, ahorcados o
torturados exactamente igual que los judíos. Y con el agravante de que,
nuestros compatriotas murieron por decisión y orden del Estado español que, en
esos momentos, estaba gobernado por el dictador Franco.
-¿Hitler se convirtió en la amenaza, en el brazo ejecutor, en el verdugo de los republicanos españoles en el exilio,
bajo la “bendición” de Franco?
-Hasta ahora siempre se ha dicho que Franco fue
cómplice pasivo en la deportación de los españoles a los campos de
concentración nazis. Yo, ahora, mantengo y trato de demostrar con pruebas
documentales que Franco fue el principal responsable de lo ocurrido. No fue un
cómplice necesario, fue el instigador de todo. El dictador y su Régimen tenían
una relación estrecha y privilegiada con el Reich y
la aprovecharon para eliminar a esos "rojos peligrosos" que habían
sido capturados por el Ejército alemán durante la invasión de Francia. Hitler
jamás habría deportado a un solo ciudadano español sin consultarlo antes con
Franco. Es decir, que el Régimen franquista no miró para otro lado mientras los
nazis eliminaban a los españoles; el Régimen franquista habló con la cúpula
nazi y le pidió que mandara a los republicanos a campos de concentración para
que murieran.
El Régimen franquista llegó, directamente, a decidir
quién debía morir y quién podía vivir en los campos. Digo esto porque está
demostrado documentalmente que Madrid medió ante Berlín para liberar a algunos
españoles que estaban presos en Mauthausen y cuyas
familias tenían contactos con las altas esferas de la "Nueva España".
Y no solo medió, sino que el Reich accedió a esas
peticiones y llegó a liberar a dos de estos prisioneros. Una prueba más de que
Franco conocía perfectamente la situación de aquellos españoles que permanecían
encerrados entre las alambradas y que, sencillamente, solo salvó a quienes
consideraba recuperables para su Régimen.
-A la vez, desde sus propias fobias, obsesiones, desde
su fanatismo y particular concepción del fascismo…Franco no impidió que muchos
judíos sefardíes encontrasen la muerte, más bien puso facilidades….y otro
fanático, al otro lado de un telón de acero y de un muro, todavía sin
construir, Stalin jugó a varias manos y traicionó por partida doble la nobleza
de unos hombres y mujeres que solo luchaban por una sociedad más justa,
igualitaria…¿Qué nos puedes comentar?
-Franco se decía católico pero demostró muy poca
piedad cristiana con los judíos. Si hubiera movido un solo dedo, habría podido
salvar de las cámaras de gas a decenas de miles de sefardíes. Y le hubiera
resultado sencillo hacerlo porque Hitler tenía muchos defectos pero también una
virtud: era muy leal con sus aliados. Y a todas las naciones amigas les ofreció
salvar a "sus judíos". Sin embargo, el Régimen franquista respondió a
esa oferta con una frialdad y una indiferencia que realmente produce
escalofríos. Mientras se estaba asesinando a millones de judíos, Madrid ordenó
a sus diplomáticos que solo se preocuparan de aquellos judíos de
"indudable nacionalidad española" y que abandonaran al resto. Esa
decisión provocó decenas de miles de muertes.
El caso de Stalin también es sangrante y tampoco se ha
denunciado suficientemente. Primero firmó un pacto con Hitler para repartirse
Europa y fue indiferente al inicio del genocidio y a la destrucción del
Continente. Años más tarde, tras el final de la guerra, determinó que los
supervivientes de los campos de concentración solo podían haber salvado su vida
traicionando sus ideales y siendo cómplices de los SS. Les criminalizó de tal
manera que los partidos comunistas europeos, incluido el PCE, expulsó de sus
filas a los deportados supervivientes. Una verdadera locura que solo se reparó
años después.
Podemos concluir que nuestros deportados fueron
abandonados y traicionados por todos (si excluimos a Méjico). Sus verdugos
fueron Franco, Hitler y Pétain. Los cómplices de estos fueron los empresarios
alemanas y estadounidenses que financiaron a los nazis y que utilizaron como
trabajadores esclavos a los prisioneros de los campos. Y los traidores fueron
Stalin, del que ya hemos hablado, y las democracias occidentales que primero
maltrataron a los exiliados españoles en 1939 y, tras la guerra, permitieron
que Franco permaneciera en el poder. Y, por último, tenemos que mencionar y
censurar la actitud de la democracia española que también les dejó tirados por
culpa de aquella Transición que llevó aparejada mucha impunidad y un enorme
olvido. La historia de nuestros deportados es, por tanto, la historia de
unos hombres y mujeres que lucharon por nuestra libertad y que fueron
traicionados por todos.
18937
Los últimos españoles
de Mauthausen. Carlos Hernández de Miguel
576 páginas 15 x 23 cms.
25,00 euros
Ediciones B
La historia de nuestros
deportados, sus verdugos y sus cómplices.
Un libro único cuando se cumple el setenta aniversario de la liberación de los
campos nazis.
«Tenía que intentar contar nueve mil historias, una por cada uno de los
españoles y españolas que pasaron por los campos de concentración nazis. Sentía
la necesidad de reflejar sus anhelos, viajar con ellos en esos fatídicos trenes
de la muerte, acercarme a su sufrimiento en los campos, a la solidaridad en que
se apoyaron para tratar de sobrevivir, a su alegría durante la liberación y a
su frustración ante la imposibilidad de volver a su patria. Para ello visité a
los pocos supervivientes que aún pueden hablar en primera persona. Conocerles
ha sido uno de los mayores privilegios que me ha dado la vida.
No es un libro fácil, nunca pretendió serlo, pero espero que resulte útil ya
que la historia de nuestros deportados no tiene fecha de caducidad. La
intolerancia, el racismo, el populismo, las traiciones que sufrieron, los
pactos que hicieron sus verdugos, la pasividad de «los hombres buenos»… casi
todo lo ocurrido se puede extrapolar hasta nuestros días. En este caso, quizás más
que en ningún otro, mirar hacia el pasado es la mejor forma de comprender el
presente y de prever nuestro futuro.» Carlos Hernández de Miguel
En este libro se habla de víctimas y de verdugos. Los últimos españoles
supervivientes de los campos de exterminio nazis nos recuerdan su sufrimiento y
la forma en que perdieron a miles de compañeros a manos de los siniestros
miembros de las SS. Sus palabras nos llevan a un mundo de torturas
inimaginables, pero también de dignidad, solidaridad y resistencia.
Esta es la historia de esos hombres y mujeres que sobrevivieron o murieron
entre las alambradas de Mauthausen, Buchenwald, Ravensbrück o Dachau. Y es también la crónica periodística que denuncia a
los políticos, militares, empresarios y naciones que hicieron posible que más
de nueve mil españoles fueran deportados a los campos de la muerte.
Carlos Hernández de Miguel es periodista y experto en comunicación
empresarial y política. Licenciado en Ciencias de la Información por la
Universidad Complutense de Madrid, inició su carrera profesional en Antena 3
Televisión como cronista parlamentario en el Congreso de los Diputados.
Posteriormente ejerció de corresponsal de guerra en diversos conflictos
internacionales, como Kosovo, Palestina, Afganistán o Iraq.
En los últimos años ha ocupado los puestos de redactor jefe del semanario La
Clave, director de comunicación del PSOE y asesor de imagen en diversas
empresas. En la actualidad colabora con publicaciones y diarios digitales como
El Mundo y la revista Viajar.
Premio Víctor de la Serna al mejor periodista del año 2003, concedido por la
Asociación de la Prensa de Madrid. Premio Ortega y Gasset de periodismo
concedido a los enviados especiales a Iraq como mejor cobertura informativa del
año 2003.
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