La
Librería de El Sueño Igualitario
El nuevo libro del educador y antropólogo
Enrique Satué rebosa “aventura”, vocación, entusiasmo
e ilusión por la educación más allá de las arenas de un desierto casi inhóspito.
Lo que nos cuenta la Diputación de Huesca de
este libro:
Tiza y arena, de Enrique Satué, es un viaje por las escuelas del Sáhara español a
través de testimonios que su autor ha ido recogiendo de numerosos maestros y
profesores que habían ejercido su profesión en la antigua provincia española
durante el periodo que va desde 1960 hasta 1975. Hoy la responsable provincial
de Cultura, Berta Fernández, y el propio Satué han
presentado la publicación editada por la Diputación de Huesca ante un repleto
salón de actos en el IEA, acompañados por su director, Fernando Alvira.
A la hora de presentarlo, la responsable de Cultura, Berta
Fernández, se ha referido al énfasis que pone el libro en "dotar de valor
los aspectos que tienden puentes entre las diversas culturas", según
Fernández. "Ahora más que nunca son imprescindibles este tipo de acciones
decididas que tratan de superar los miedos culturales y acercar las sociedades
al diálogo", ha destacado la diputada, quien añadía que no hay mejor herramienta
para luchar contra la desigualdad y la exclusión social que la educación
pública.
Tiza y arena es también fruto
de la colaboración entre distintos departamentos de la sección de Cultura de la
DPH, pues se ha realizado gracias al trabajo complementario del área de
publicaciones y la Fototeca. Berta Fernández también ha querido dar las gracias
a Satué por depositar las 400 fotografías que han
servido para documentar la publicación y cuyo "valor etnográfico es
indiscutible", ha apuntado.
La idea de escribir este libro surgió hace treinta años a través
del programa Vacaciones en paz, que promueve la asociación Alouda
para que niños refugiados saharahuis pasen el verano
con familias de la provincia altoaragonesa. A raíz de acoger a una niña
saharaui, el autor tomó contacto con un tema que, dice, siempre le había
interesado. "No había nada escrito sobre la educación en aquella zona del
Sáhara y eso me daba mucha pena -señalaba Satué-, así
que me propuse paliarlo".
Para ello, se puso en contacto con cantidad de maestros,
educadores y otros técnicos o personas que vivieron en el Sáhara cuando fue
provincia española. Entre otros testimonios el libro recoge conversaciones con
Félix Erviti, que fue el prefecto apostólico
designado por Roma en el Sáhara, o Carmelo Moya Maestu,
"un personaje muy querido allí, que fue director del colegio menor de El
Aaiún".
Gracias a ellos y a otros que han hablado con Satué a lo largo de estas tres décadas de trabajo
constante, ha sido posible este libro que recorre desde la educación primaria
en el Sáhara hasta el instituto o la educación de adultos a través de las ondas
hertzianas, convirtiéndose en una ventana para entender la historia de este
territorio a través de la educación, con hechos curiosos como las escuelas
nómadas o los contrastes entre la OJE (Organización Juvenil Española) y la
Sección Femenina, en su labor realizada en la península frente a lo que hacían
en el Sáhara.
En cuanto a que la Institución provincial haya sido la que ha
editado el libro, Enrique Satué muestra su
satisfacción: "Considero que no es un hecho aislado en la política de la
DPH, pues por ejemplo ahora con Pirineos Sur se apuesta por esa idea de saltar
las barreras y entender las fronteras como una oportunidad de intercambio
cultural", comentaba, añadiendo que eso es lo que pretende esta
publicación.
Ya
hablamos con Enrique Satué por otro de sus libros:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/contado.htm
Cazarabet
conversa con Enrique Satué:
-Enrique,¿ qué
te hizo escribir un libro, de investigación, viaje, estudio, sobre las escuelas
del Sáhara español?, porque hubo de inspírate algo..
-Hace 20 años escribí Tfarrah, el Sáhara desde aquí, un libro editado desde el Museo de Serrablo para cristalizar el ideario que este tenía. Una
salida desde lo local hacia lo unviersal y a través
de la solidaridad. Con la venta de aquel libro se obtuvo dinero para que el
MPDL crease un proyecto para la infancia de los campamentos de refugiados
saharauis en Tindouf. El libro se hizo a través de
testimonios recogidos por toda España con personas que habían estado en el
Sáhara. Fue primorosamente ilustrado por Roberto L´Hotellerie.
El trabajo también estuvo vinculado a una niña, Tfarrah
que vivió dos años con mi familia.
De aquella experiencia, a través de una pormenorizada
investigación documental y testimonial, me especialicé en la historia de la
educación de la antigua provincia. Así ha nacido Tiza y Arena. Un viaje por las escuelas del Sáhara Español. El
primer libro que se ocupa de la globalidad del fenómeno.
-¿Es este un
libro en el que se hermana tus dos pasiones, la de pedagogo y antropólogo?
Efectivamente, el libro funde dos miradas, la de un pedadagogo y la de un antropólogo, hecho que enriquece la
obra. El libro no sólo se ha hecho a través de informantes y documentos, sino
también a través de mi trabajo de campo en los campamentos de Tindouf y en la antigua provincia.
-¿Cuánto
tiempo te ha llevado la realización de este proyecto?
-A mí me gusta saltar de un tema a otro. Para madurar
un libro, hay que tenerlo mucho tiempo en la cabeza, lo que no quiere decir que
trabajes todos los años en él. En particular este libro ha estado presente en mí
desde 1996 hasta hoy, es decir, veinte años.
-¿Cómo eran
las escuelas del Sáhara?
Depende si hablamos del interior de la “provincia” o
de la costa, donde estaban las mayores poblaciones –AAIÚN Y Villa Cisneros–. En
el interior primaba el carácter asistencial sobre lo pedagógico y en las dos
poblaciones citadas, la enseñanza era similar al resto de España. Los edificios
escolares del Sáhara interior, primero fueron construidos como parte de las
instalaciones militares y, más tarde, adquirieron personalidad propia al
compartir, junto al dispensario médico, y la casa del maestro una pequeña
estructura bien ideada. En cambio, los edificios de las dos grandes poblaciones
no diferían mucho de los colegios graduados de la Península.
-¿Y el perfil
de los maestros destinados allí?
-La mayor parte poseían familiares o amigos en el
Sáhara. Además el componente económico y el espíritu de aventura tenían un peso
importante.
-Supongo que
la experiencia les deparaba un “antes y un después”; lo que quiero decir que
después de esta experiencia nada volvía a ser igual…la visión y el sentir la
profesión de educadores les debió cambiar?
Aquel ejercicio profesional les marcó favorablemente
para el ejercicio posterior en España ya que en el Sáhara eran educadores en el
sentido integral de la palabra.
-Pero ellos también sacaron su propia lectura, ¿cómo
fue esto?
-Vivieron la experiencia con intensidad pero el final
de la “película” les dejó muy mal sabor de boca.
-¿Cómo fue la
apasionante, supongo, tarea de documentación?
-La labor ha durado treinta años. No todos los días,
pero sin dejar el tema de lado. He trabajado diversas fuentes. Las orales han
sido las más importantes, y su valor estriba en que he dado con personajes
básicos. Con algunos he trabado una sólida amistad.
-¿Cómo te las
encargaste para poner orden en todo; cómo fue la metodología de trabajo?
-La metodología ha consistido en crear armonía y
complementariedad entre las fuentes. Todo ello complementado con mis viajes al
Sáhara.
-¿Qué ha sido
lo más apasionante de escribir Tiza y arena?
-El vivir las experiencias de los informantes como si
fueran mías, el hacer una aportación en un terreno en el que no se había hecho
nada, y, sobre todo, haber hecho grandes amistades.
-Háblanos de
la documentación de fotos…
-He recogido 600 fotografías antiguas que dibujan el
mundo escolar de la antigua del Sáhara. Estaban en cajones o álbumes
particulares. Casi doscientas se publican en el libro y, con el resto, van al
Museo Pedagógico de Aragón y la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca.
Estoy contento porque es una aportación importante. Hasta la fecha, del Sáhara,
sólo conocíamos fotografía militar.
-Apasionantes,
supongo, la recopilación y encuentros, así como las conversaciones con los
testigos de aquella experiencia en el Sáhara….
-Por supuesto, destaco a Joaquín Ferraz, maestro de
Cabo Bojador, a Félix Erviti, prelado apostólico, y a
Carmelo Moya, director del colegio menor de Aaiún –estos dos últimos, ya
fallecidos–.
-¿Qué es
aquello que te apasiona del desierto, del Sahara?, dicen que los desiertos
despiertan sentimientos especiales, fuertes, inquebrantables..
-Es algo inexplicable. La universalidad y amplitud de
sus horizontes, lejos de abrumarme, me dan paz y seguridad.
-Amigo Satué ,
eres incansable, ¿nos puedes dar alguna pista de algo que estés trabajando
ahora?
-Hago lo que puedo. En la siguiente vuelvo al Pirineo
con un trabajo extensísimo y costoso sobre la tradición oral. Estoy muy
orgulloso de la labor hecha. Todavía no sé cuándo saldrá a la luz.
23978
Tiza y arena. Un
viaje por las escuelas del Sáhara español. Enrique Satué Oliván
229 páginas 17 x 25 cms.
20.00 euros
Diputación de Huesca
Tiza y arena, de Enrique Satué, es un viaje por las escuelas del Sáhara español a
través de testimonios que su autor ha ido recogiendo de numerosos maestros y
profesores que habían ejercido su profesión en la antigua provincia española
durante el periodo que va desde 1960 hasta 1975. Hoy la responsable provincial
de Cultura, Berta Fernández, y el propio Satué han
presentado la publicación editada por la Diputación de Huesca ante un repleto
salón de actos en el IEA, acompañados por su director, Fernando Alvira.
A la hora de presentarlo, la responsable de Cultura, Berta Fernández, se ha
referido al énfasis que pone el libro en "dotar de valor los aspectos que
tienden puentes entre las diversas culturas", según Fernández. "Ahora
más que nunca son imprescindibles este tipo de acciones decididas que tratan de
superar los miedos culturales y acercar las sociedades al diálogo", ha
destacado la diputada, quien añadía que no hay mejor herramienta para luchar
contra la desigualdad y la exclusión social que la educación pública.
Tiza y arena es también fruto de la colaboración entre distintos departamentos
de la sección de Cultura de la DPH, pues se ha realizado gracias al trabajo
complementario del área de publicaciones y la Fototeca. Berta Fernández también
ha querido dar las gracias a Satué por depositar las
400 fotografías que han servido para documentar la publicación y cuyo
"valor etnográfico es indiscutible", ha apuntado.
La idea de escribir este libro surgió hace treinta años a través del programa
Vacaciones en paz, que promueve la asociación Alouda
para que niños refugiados saharahuis pasen el verano
con familias de la provincia altoaragonesa. A raíz de acoger a una niña
saharaui, el autor tomó contacto con un tema que, dice, siempre le había
interesado. "No había nada escrito sobre la educación en aquella zona del
Sáhara y eso me daba mucha pena -señalaba Satué-, así
que me propuse paliarlo".
Para ello, se puso en contacto con cantidad de maestros, educadores y otros
técnicos o personas que vivieron en el Sáhara cuando fue provincia española.
Entre otros testimonios el libro recoge conversaciones con Félix Erviti, que fue el prefecto apostólico designado por Roma
en el Sáhara, o Carmelo Moya Maestu, "un
personaje muy querido allí, que fue director del colegio menor de El
Aaiún".
Gracias a ellos y a otros que han hablado con Satué a
lo largo de estas tres décadas de trabajo constante, ha sido posible este libro
que recorre desde la educación primaria en el Sáhara hasta el instituto o la
educación de adultos a través de las ondas hertzianas, convirtiéndose en una
ventana para entender la historia de este territorio a través de la educación,
con hechos curiosos como las escuelas nómadas o los contrastes entre la OJE
(Organización Juvenil Española) y la Sección Femenina, en su labor realizada en
la península frente a lo que hacían en el Sáhara.
En cuanto a que la Institución provincial haya sido la que ha editado el libro,
Enrique Satué muestra su satisfacción:
"Considero que no es un hecho aislado en la política de la DPH, pues por
ejemplo ahora con Pirineos Sur se apuesta por esa idea de saltar las barreras y
entender las fronteras como una oportunidad de intercambio cultural",
comentaba, añadiendo que eso es lo que pretende esta publicación.
Diputación de Huesca
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