La
Librería de Cazarabet Indignado
La editorial Virus nos hace
regalos, pero esta vez con el regalo viene un mensaje tan especial como es el
deseo de paz y el de la revolución no violenta….todo desde la pluma de Jesús
Castañar. Nos encanta este nueva propuesta desde Virus y es una lectura que
vamos exprimir estas próximas fechas de de un libro muy, muy necesario y más en días
como hoy en los que la violencia es algo, todavía y por desgracia, tan
cotidiano como el afán de “agasajarse con el poder” e impregnarse de él. Son tiempos,
éstos, los presentes que estamos viviendo muy difíciles y es por esto que
debemos cargarnos de muchas razanos para afiliarnos más que nunca con hacer la
revolución de todo, de todos y para todos, pero de manera pacífica y no
violenta….El prefacio de esta obra se lo ha realizado Howard Clark( del que
pondremos un enlace para que podáis seguirlo un poco…) y el prólogo Pedro
Oliver Olmo (http://blog.uclm.es/pedrooliver/2013/01/25/pedro-oliver-olmo/ ; .
Enlaces que te pueden interesar: http://es.wikipedia.org/wiki/Resistencia_no_violenta
http://desconexioneconomica.com/teoria-e-historia-de-la-revolucion-no-violenta/
http://salamancartvaldia.es/not/10638/-teoria-e-historia-de-la-revolucion-no-violenta-/
El “padre de la no violencia activa”:
http://es.wikipedia.org/wiki/Gandhi
Otro de los más conocidos:
http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Luther_King
Verdaderos hombres y mujeres de la noviolencia, eclipsados por los
anteriores…..
http://es.wikipedia.org/wiki/Khan_Abdul_Ghaffar_Khan
http://en.wikipedia.org/wiki/Bart_de_Ligt
Sobre el MOC y AA-MOC:
http://www.antimilitaristas.org/
El autor del libro: Jesús Castañar Pérez, conocido como Cthuchi Zamarra, es Licenciado en Sociología, y Diploma de
Estudios Avanzados en Conflicto Político, con una tesina sobre los movimientos
noviolentos en Sri Lanka.
En la actualidad está ultimando una tesis doctoral sobre los factores que
inciden en el éxito de los movimientos noviolentos en entornos de conflicto
armado. Durante
más de diez años ha militado en el ya desaparecido Grupo Antimilitarista de
Carabanchel, donde además de participar en numerosas protestas noviolentas ha ejercido como entrenador para la acción
directa noviolenta.
Su militancia antimilitarista le ha llevado también a participar en acciones y
seminarios en países tan diferentes como Colombia, Palestina, Filipinas,Sri Lanka, Bélgica, Francia, Grecia o Australia,
así como conocer a algunos de los personajes, experiencias y debates del
panorama actual de la noviolencia También es conocido por sus actividades
en el mundo de la música tradicional de su zona de origen, la comarca extremeña
de La Vera, y ha publicado varios discos de folklore o inspirados en los
sonidos tradicionales. Uno de ellos “Sueños de Paz” (2009 ) es un compendio de
canciones pacifistas.
El prefacio
del libro se lo hace Howard Clark. Y el prólogo es de Pedro Oliver Olmo….nosotros
nos queremos acercar a estas dos plumas:
http://blog.uclm.es/pedrooliver/2013/01/25/pedro-oliver-olmo/
Lo que nos dice Virus sobre el libro:
A pesar de las discusiones que sigue provocando la noviolencia entre sus
partidarios y detractores, pocos conocen el intrincado camino que han seguido
las ideas de la noviolencia, y las diferentes corrientes de las que ha bebido y
que se han ido fraguando a partir de las experiencias históricas y las
discusiones teóricas de múltiples protagonistas.
Las discusiones entre la izquierda revolucionaria sobre la legitimidad del uso
de la violencia y sobre la eficacia de las estrategias noviolentas
atraviesan toda la historia del movimiento obrero y de los movimientos
sociales.
En el Estado español esa discusión se vio renovada y potenciada con la
irrupción de un potente movimiento antimilitarista y la campaña de insumisión,
en los años ochenta y noventa. La capacidad de movilización, así como la
creatividad y originalidad de sus acciones ayudaron a renovar por completo las
herramientas de acción y agitación de los movimientos sociales, y su legado
sigue estando muy presente en las movilizaciones del 15M, las diferentes
campañas por la sanidad y la educación públicas, y, especialmente, en las
acciones de la PAH.
Detrás del concepto de noviolencia
se esconde una riquísima tradición teórica, que abarca desde corrientes que la
entienden como un todo (corriente holista), sobre la
base de concepciones filosóficas y/o religiosas, hasta corrientes que la
entienden como una praxis integral político-social, de carácter revolucionario,
de influencia principalmente anarquista, pasando por aquellas que apuestan por
razones meramente pragmáticas por la acción noviolenta para el cambio político.
El presente libro nos hace partícipes de las discusiones y discrepancias
existentes entre las corrientes defensoras de la noviolencia, a la hora de
definir qué se entiende por acción noviolenta y cuáles son sus límites (el
sabotaje o destrucción de bienes, la presión psicológica o la coacción, la
violencia a nivel simbólico...), y nos presenta la noviolencia como una
herramienta eficaz de la que se han apropiado numerosos movimientos políticos a
lo largo de la historia, sin declararse noviolentos y sin renunciar a otras
formas de lucha.
Cazarabet
conversa con Cthuchi Zamarra (Jesús Castañar Pérez):
-Cthuchi, ¿de dónde o desde
dónde surge este libro este inmenso, concienzudo y minucioso trabajo en pro de
argumentar la revolución noviolenta?
-El libro
surge como una respuesta ante la falta de publicaciones sobre historia de la
noviolencia en idioma castellano. En él procuro presentar al lector o lectora
la historia y los hilos conductores entre las diversas y a veces contrapuestas
argumentaciones y formas de entender la noviolencia para que se dé cuenta de
que hay una gran diversidad de formas de entenderlas y que debe buscar por sí
misma, con su grupo de afinidad y su colectivo político, su interpretación
propia. Otra reflexión que hay detrás del libro es que si tenemos en cuenta la
historia de la noviolencia podemos interpretar de forma muy diferente los
conflictos actuales que nos va a tocar vivir, y estaremos mejor provistas para
elaborar estrategias efectivas y coherentes que nos lleven hacia la justicia
por la que luchamos.
-Muy brevemente, ¿cómo es
el camino de la historia de la idea de la noviolencia?
-Las
prácticas noviolentas se han dado en todos los
contextos y culturas, pero es a partir de la modernidad cuando se funde con la
idea de revolución, en sus diferentes acepciones de transformación política y
transformación social, para alcanzar su potencial pleno. En general primero se
ha experimentado en movimientos políticos de la más diversa índole y luego se
ha reflexionado sobre las posibilidades de eliminar por completo la violencia
del repertorio de acción política. Por ejemplo, las revoluciones nacionalistas
como la de Hungría de finales del segundo tercio del siglo XIX, los éxitos del
movimiento sufragista en Inglaterra y Estados Unidos, los fracasos de las
luchas indigenistas noviolentas de los maoríes de
Nueva Zelanda, o las diferentes estrategias del movimiento obrero europeo para
luchar por sus derechos, junto con la negativa pacifista a realizar el servicio
militar inspiraron diversas reflexiones sobre la conveniencia de eliminar la
violencia de la lucha política para ser coherente y efectivo en la misma.
-Se ha
"demonizado" mucho al anarquismo y se le ha puesto mucho lo de la
etiqueta de "mata curas" y "quema Iglesias", pero creo que
ha habido, y hay, mucho colectivo de ideas libertarias y anarquistas que beben,
más bien de la noviolencia. ¿Qué hay que hacer para que se quiten esas
etiquetas?
-El
anarquismo es una doctrina de transformación global de la sociedad basándose en
principios éticos que no obstante no ha mantenido una posición unánime con
respecto al uso o no de diversos métodos violentos. A pesar de que
históricamente ha sido y es un movimiento predominantemente noviolento
todavía hay jóvenes que creen que el anarquismo consiste en organizar una
batalla campal contra la policía, cuando al hacer eso lo que estás haciendo es
copiar las formas de lucha que convierten al opresor en opresor. El anarquismo
tiene más que ver con autogestión, la eliminación de autoritarismo, la
horizontalidad, los medios para llegar a tomar decisiones colectivas teniendo
en cuenta emociones y opinión que con un enfrentamiento cuerpo a cuerpo contra
el brazo armado del opresor, que tal vez en algún momento tenga que hacerse
pero que habrá que plantearlo de forma inteligente para que sea eficaz
instrumental y comunicativamente.
-Porque, como bien se desprende el libro y desde lo
que en él se "va pensando", es posible "cambiar el mundo",
pero siempre desde la revolución noviolenta, ¿no?
-No sólo
es posible sino que es imprescindible, y dado que el uso de la violencia no
sólo hace menos efectiva la lucha sino que también imposibilita la justicia
social, la revolución ha de ser noviolenta para poder ser. Como decía Bart de Ligt en los años 30, “a más violencia, menos revolución”.
-¿De qué debe rodearse una
revolución para no "caer en el torbellino "de la violencia?
-Lo
primero de lo que tiene que dotarse un movimiento para efectuar cualquier tipo
de lucha social es de una posición clara respecto a los medios que quiere
emplear, si recurre a la noviolencia por motivos pragmáticos o por coherencia
con el fin que está buscando. Esto le permitirá elaborar estrategias de acción
más eficaces.
-Cuéntanos a tu parecer
cuáles han sido, en nuestra historia (más o menos reciente) los grandes nombres
de la revolución noviolenta?
-Para mí
hay una serie de grandes vidas apasionantes que son muy poco conocidas y que en
el libro trato de poner al mismo nivel que otros teóricos o activistas más
famosos. Me refiero al paquistaní Abdul Gaffar Khan, eclipsado por Gandhi, al anarquista holandés Bart de Ligt, al pacifista norteamericano David Dellinger
o la feminista Barbara Deming.
Es sorprendente lo poco que se sabe de estas grandes personalidades de la lucha
noviolenta y lo mucho que se ha idealizado a Gandhi o Luther
King, que fueron figuras más mediáticas en vida, pero no más comprometidas.
-Siempre digo y mantengo
que en un Estado como el Español (y ojalá esto se plantease desde todos los
Estados) el Ejército no sé muy bien qué pinta… ¿qué nos puedes decir tú,
teniendo en cuenta que militaste en el Movimiento de Objeción de Conciencia?
Porque las guerras, los ejércitos y
demás no son otra cosa que una manera de hacer negocio a costa de vidas y
sufrimiento, ¿no?
-En el
MOC peleábamos y en ahora en AA-MOC peleamos por la eliminación de todos los
ejércitos, empezando por el del Estado español. Si supiéramos lo que realmente
hacen los militares con esas inmensas cantidades de dinero público que les
llega y a qué se dedican realmente estudiaríamos otras estrategias más
demócratas y menos corruptas para
garantizar la seguridad de la población. El ejército es una institución
acostumbrada desde siempre a la corrupción y el despilfarro, a vivir a costa
del dinero público. Por ejemplo los fabricantes de armas ponen en sus consejos
de administración a generales que firman por la mañana la compra de armamento desde
el cuartel y por la tarde la venta desde el edificio corporativo. Armas,
aviones, fragatas, tanques que se amontonan sin usarse o bien que de vez en
cuando se prueban contra población civil de países lejanos para justificar el
gasto y aumentar los pedidos. No creemos que eso sólo pasa en Estados Unidos
pero también sucede en España.
-Palestina en estos días, por desgracia, es más
noticia que nunca, es el conflicto del nunca acabar ¿Qué debería pasar para que
la situación diese un giro y poder plantearse un atisbo de paz para las
generaciones futuras porque hay que tener en cuenta que, desde hace años, no
hay generación que no haya crecido sin violencia, odio, rencor, sentimiento de
venganza?
-En
Palestina hay un gran movimiento noviolento de gran
trayectoria histórica, pero no es un movimiento cuyo objetivo será la paz,
porque no es una situación de guerra lo
que viven sino una agresión militar. Es un movimiento por la propia
supervivencia que cuenta como aliados a los y las pacifistas israelíes y a los
luchadores/as por los derechos humanos de todo el mundo. También hay dos
grandes movimientos que desde dos puntos de vista opuestos (el nacionalista y
el islamista) luchan no sólo contra la ocupación sino por establecerse como
poder, y muchas veces se acaban reproduciendo las mismas prácticas que sus
ocupadores, aunque a mucha menor escala. Por tanto hay que apoyar a los
movimientos noviolentos palestinos que se enfrentan muchas veces a sus propias
estructuras de poder y conectar una red internacional de solidaridad que sea
más poderosa que la red de solidaridad que tiene el sionismo y que genera los fondos con los que se paga
el genocidio, así como a las de los fedayines o los muyahidines que rinden
tributo a otros intereses políticos alejados del verdadero bienestar y
seguridad del pueblo palestino. Si eso se lograra se podría cambiar el rumbo
del conflicto y empezar a plantearse cuestiones previas a la reconciliación,
como la justicia y el respeto. Una
acción de presión por la que podemos empezar ahora mismo es el boicot comercial
a marcas israelíes y a DANONE, MacDonald,
Starbucks, Cocacola y Nestlé, que son marcas que
financian directa o indirectamente al ejército israelí y señaladas como blanco por las campañas de boicot
internacional en solidaridad con Palestina.
-Siempre es más fácil el
"recurso" de ante un problema, una reivindicación o una respuesta a
un estímulo violento responder con la
violencia. Es una tentación más fácil que el pararse a pensar, reflexionar, dar
con un sistema que imprima un desgaste al que nos ha dañado sin emplear
recursos violentos. ¿Cómo lo podemos lograr?;
-Tal y
como ha demostrado la socióloga Wendy Pearlman con el
caso de Palestina, para adoptar formas de acción noviolenta es necesario no
sólo una reflexión previa sino también una capacidad organizativa compleja.
Cuando no se tiene esta, lo más sencillo para luchar por sobrevivir es recurrir
a la violencia, a pesar de las escasas probabilidades de éxito de la misma. Es
preciso por tanto empezar procesos de autogestión colectiva para acostumbrarnos
a la vida en grupo, a no delegar de las
decisiones que nos afectan a todas para de esta manera crear redes capaces de
poner en marcha verdaderas movilizaciones noviolentas.
-¿Debería ser la educación para la noviolencia una asignatura muy a tener en cuenta desde
la escuela pública? En la asignatura
Educación para la ciudadanía, ¿crees que se recogía de forma suficiente una
educación para no emplear la violencia? Porque si se educa, personalmente, creo
que se acaba aprendiendo y creyendo en esto. ¿Qué nos puedes decir?
-La
noviolencia es una forma de acción política que compagina ética democrática con
coerción y resistencia, por lo tanto al Estado no le interesa que se imparta
desde sus instituciones, todo lo contrario que a la ciudadanía, que se dotaría
de elementos para poder transformar el sistema y acabar con la corrupción
institucionalizada. Una de las tareas que tenemos que hacer es recuperar la
educación para que no sea una institución impuesta desde arriba, y sea
autogestionada para que nos permita educarnos como ciudadanos, aunque eso
implique poner en jaque al actual sistema político.
-Has viajado y has
"palpado" muchos lugares como "preñados" por la violencia,
el odio, el rencor, la venganza. ¿Cómo los definirías?; ¿qué mapa mundial nos
encontramos actualmente del odio?, ¿cuáles son los lugares más calientes y
cuáles los que, aunque aparentemente fríos o tibios, esconden escenarios de
violencia, odio, rencor, sentimiento de venganza?
-En mis
viajes a zonas en conflicto he tratado de evitar los contextos de odio para
centrarme en la gran fuerza que tienen los movimientos noviolentos y en el tipo
de emociones y contextos positivos que generan. Imagino que cuanto más largo es
un conflicto más emociones enquistadas generan y más difícil es crear dinámicas
de respuesta que traten de superarlas para buscar soluciones efectivas a los
problemas de la violencia. En Colombia cientos de pequeñas comunidades
campesinas están llevando a cabo estrategias de no colaboración con guerrillas,
paramilitares y ejército, incluyendo objeción de conciencia e incluso a veces
con la fuerza de arrebatarle noviolentamente secuestrados a las guerrillas o a
los paramilitares, o desarmara a las fuerzas del Estado que se postran a los
intereses de los terratenientes. Todo el mundo deberíamos aprender de los
indígenas nasa (paezes) y su lucha noviolenta para
recuperar su territorio.
-Vamos a ir, en un punto,
por partes porque del odio y del sentimiento de venganza a la acción violenta
hay una fina y delgada línea roja, pero la hay. ¿Cómo hay que reciclar los
sentimientos de odio y de venganza para
que caminen hacia una revolución noviolenta y no hacia la violencia?
-El
sufrimiento genera intensas emociones negativas, como la ira, que muchas veces
suponen una motivación para la lucha. Pero movilizarse para satisfacer deseos
de ira no conseguirá traer un mundo más justo, ni permitirá que las injusticias
contra las que luchas cesen. Cuando una comunidad está organizada es capaz de
enfrentar solidariamente el dolor compartido y evitar ese tipo de emociones
creando una atmósfera positiva que lleva a plantear otro tipo de acciones más
coherentes con los fines buscados. Si por el contrario el objetivo de tu lucha
es la venganza, entonces ya habrás sucumbido antes de empezar. Si algo está muy
demostrado entre los teóricos de la acción política, violenta y noviolenta, es
que hay que tener claros los objetivos.
-¿Por qué las revoluciones noviolentas
son las que más éxito han tenido, pero, en contra, cuestan tanto de acercar a
la gente?
-Maria Chenoweth y Erika Stephan
acaban de lanzar un balance de éxitos y fracasos de revoluciones noviolentas en los últimos cien años, y para explicar la
predominancia de los éxitos de las revoluciones noviolentas
(un 60%) sobre los de las violentas (apenas un 30%) argumentan que es gracias a
que las movilizaciones sin violencia permiten mayor implicación ciudadana, y a
mayor implicación ciudadana más poder para el movimiento. Según estas autoras
existen una serie de barreras para la movilización violenta que hace que muchas
personas sin la preparación adecuada puedan lanzarse a la misma, mientas que
una campaña de boicot o no colaboración puede ser mantenida por casi cualquier
persona.
-En estos tiempos de
pérdida de los derechos sociales, de parados, de aumento de la pobreza, aumenta
la violencia o el sentimiento de violencia, al menos el verbal (de esto soy
testimonio, aunque no se pase a la violencia, porque la gente habla mucho,
pero, al tiempo, creo que es prudente... ¿Qué hay de aquí a una posible
"explosión" violenta?; ¿qué debemos hacer los ciudadanos para
contribuir a una reivindicación digna y efectiva, pero noviolenta?
-En mi
opinión lo primero que hay que tener claro son los objetivos del movimiento,
pues todavía no hay el consenso necesario en torno a ello ya que si bien están
funcionando muy bien las luchas “defensivas” de las diversas mareas, falta un
consenso en torno al cambio institucional necesario. Luego hay que organizarse para luchar por
esos objetivos y una vez participando en algún colectivo no dejar la lucha, que
es un modo de vida, no una etapa ni algo coyuntura, sino una forma de entender
la participación democrática en política, sin delegar tu poder.
15898
Teoría e historia de
la revolución noviolenta. Jesús Castañar Pérez
328 páginas
20,00 euros
Virus
Prefacio de Howard Clark.
Prólogo de Pedro Oliver Olmo.
A pesar de las discusiones que sigue provocando la noviolencia entre sus
partidarios y detractores, pocos conocen el intrincado camino que han seguido
las ideas de la noviolencia, y las diferentes corrientes de las que ha bebido y
que se han ido fraguando a partir de las experiencias históricas y las
discusiones teóricas de múltiples protagonistas.
Las discusiones entre la izquierda revolucionaria sobre la legitimidad del uso
de la violencia y sobre la eficacia de las estrategias noviolentas
atraviesan toda la historia del movimiento obrero y de los movimientos
sociales.
En el Estado español esa discusión se vio renovada y potenciada con la
irrupción de un potente movimiento antimilitarista y la campaña de insumisión,
en los años ochenta y noventa. La capacidad de movilización, así como la
creatividad y originalidad de sus acciones ayudaron a renovar por completo las
herramientas de acción y agitación de los movimientos sociales, y su legado
sigue estando muy presente en las movilizaciones del 15M, las diferentes
campañas por la sanidad y la educación públicas, y, especialmente, en las
acciones de la PAH.
Detrás del concepto de noviolencia se esconde una riquísima tradición teórica,
que abarca desde corrientes que la entienden como un todo (corriente holista), sobre la base de concepciones filosóficas y/o
religiosas, hasta corrientes que la entienden como una praxis integral
político-social, de carácter revolucionario, de influencia principalmente
anarquista, pasando por aquellas que apuestan por razones meramente pragmáticas
por la acción noviolenta para el cambio político.
El presente libro nos hace partícipes de las discusiones y discrepancias
existentes entre las corrientes defensoras de la noviolencia, a la hora de
definir qué se entiende por acción noviolenta y cuáles son sus límites (el
sabotaje o destrucción de bienes, la presión psicológica o la coacción, la
violencia a nivel simbólico...), y nos presenta la noviolencia como una
herramienta eficaz de la que se han apropiado numerosos movimientos políticos a
lo largo de la historia, sin declararse noviolentos y sin renunciar a otras
formas de lucha.
Jesús Castañar Pérez (1974), conocido como Cthuchi
Zamarra, es licenciado en Sociología, y diploma de Estudios Avanzados en
Conflicto Político, con una tesina sobre los movimientos noviolentos en Sri
Lanka. Se declaró insumiso en el año 93 y ha militado en el Movimiento de
Objeción de Conciencia y en la Internacional de Resistentes a la Guerra. Ha
publicado Crónicas del apartheid. Derechos humanos en Palestina (2004) y
Breve historia de la noviolencia (2010), ha traducido algunos textos
clásicos sobre noviolencia y organiza talleres sobre estrategias y tácticas de
acción noviolenta. En la actualidad está ultimando una tesis doctoral sobre los
factores que inciden en el éxito de los movimientos noviolentos en entornos de
conflicto armado.
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