Cazarabet conversa con... Juan Fueyo, autor de “Te dirán que es imposible” (Planeta)
Te dirán que es imposible.
El éxito es el viaje, ser feliz es
definitivamente la meta.
Juan Fueyo
edita en Planeta toda una declaración de intenciones…
No diríamos que es un libro “típico de
autoayuda” (cuidado, no tenemos nada en contra de las lecturas calificadas de
“autoayuda) es algo más, tiene como otra vuelta de tuerca…
Este autor, profesor e investigador en
neurooncología en el Centro Oncológico M D Anderson
de la Universidad de Texas.
La sinopsis del libro:
Este libro nos demuestra, gracias a
las propias vivencias de Fueyo y a sus lecturas, que
el ser humano está programado para desear y conseguir el éxito, y que
alcanzarlo y disfrutarlo es bueno tanto para el individuo como para la sociedad.
El éxito se puede cultivar en múltiples facetas, no nos debemos limitar a un
solo talento. Tal y como dice Fueyo, «conseguir tener
éxito es un viaje, y ser feliz es definitivamente la meta». Esforzarnos por ser
los mejores nos lleva a adquirir un sentido más profundo de la existencia, con
lo cual ayudamos también a otras personas.
Cada capítulo del libro se centra en una actitud que debemos cultivar para ser
ganadores. Pero lo más importante es que el éxito sea legítimo, es decir, que
se sustente en una ética y una bondad, ya que triunfar a cualquier precio no es
el tipo de éxito que promueve Fueyo.
• Tienes que estar preparado para el fracaso, porque tendrás que aprender de él
y superarlo sin compadecerte de ti mismo ni perder el tiempo.
• Rodéate de personas que te animen de verdad y genera tú también estos buenos
sentimientos en los demás.
• Piensa que tienes el control de la situación en la que te encuentras, aunque
te genere tensión. Las personas más exitosas son capaces de trabajar
calmadamente bajo presión, actúan y, si algo no les gusta, intentan
transformarlo.
El autor, Juan Fueyo; (Oviedo, Asturias, 1957) es un neurólogo y
escritor español afincado en Estados Unidos. Es profesor e investigador de Neurooncología en el Centro Oncológico M. D. Anderson de la
Universidad de Texas, uno de los más prestigiosos del mundo en el tratamiento
del cáncer, y ha participado en la fundación de la compañía biotecnológica DNATrix. Junto con su mujer, Candelaria Gómez Manzano,
desarrolló en 2003 un virus modificado que está siendo investigado en estudios
clínicos para el tratamiento de las modalidades más agresivas de cáncer
cerebral. Su investigación ha tenido gran impacto en la comunidad científica y
se han hecho reportajes sobre su trabajo en los mayores canales internacionales
de prensa, radio y televisión, como la CNN, HBO y RTVE. Colabora frecuentemente
en medios de comunicación con artículos de divulgación científica y de opinión.
En 2017 debutó como escritor de ficción con Exilios y odiseas. La historia secreta
de Severo Ochoa. En su vida, ha tenido que ignorar muchas veces a
quienes le decían que «eso es imposible».
Nosotros ya conversamos con este autor
sobre ese libro que tenía en “la mira” a Severo Ochoa: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/juanfueyo.htmCazarabet
El autor, Juan Fueyo:
Más sobre el autor desde la prensa:
https://www.quo.es/ciencia/a25288289/juan-fueyo-y-candelaria-gomez/
Cazarabet conversa
con Juan Fueyo:
-Amigo Juan,
vaya cambio de ritmo, en lo narrativo, y de rumbo, en cuanto al contenido,
has dado con esta nueva aventura dentro del mundo de la escritura, ¿cómo ha
sido que pensaras sumergirte en un libro de “acompañamiento”..?
-Mi actividad didáctica me ha llevado
a comentar sobre estrategias de carrera profesional con estudiantes de
biología, médicos residentes, fellows clínicos y colegas que empiezan en este campo.
Cuando decía cosas como: has de integrar los fracasos en tu camino hacia el
éxito o usa las palabras claves del iPhone, del
ordenador, de los websites
que visitas para motivarte, notaba que me escuchaban con mucha atención. Un día
me decidí a compilar las notas de esas conferencias en un libro. Así nació Te dirán que es imposible. Los consejos
se basan en mi experiencia personal y en la idea principal de que a todos nos
gusta ganar. Ganar, tener éxito, triunfar, ser el número uno hay que quitar el
estigma de esas palabras y sus significados.
-Fíjate que digo acompañamiento porque me da
que es más un libro soporte y un apoyo a ciertas dudas que un libro de
autoayuda, pero coméntanos, amigo, ¿tú cómo lo ves?; ¿cómo lo definirías?
-Es una mezcla de fragmentos
biográficos y notas sobre estrategias para manejarse en diferentes situaciones
en la vida personal y profesional. Por ejemplo, es importante saber que si
quieres aumentar el número de amistades tienes que evitar criticar y juzgar y
desarrollar un interés auténtico por las vidas de los demás; pregúntate en qué
puedo ser útil a esta persona o en esta situación. Autoayuda tiene una fama
regular, pero he consumido y consumo mucha autoayuda —sobre todo en forma de
audio libros y podcast cuando hago jogging por el
barrio o en el gimnasio— y estoy dispuesto a asumir esa etiqueta. Quiero decir,
si alguien encuentra algo útil en el libro pues mejor que mejor. En Te dirán
que es imposible repaso este género y comento que el primer libro de autoayuda
se tituló Selfhelp
y lo escribió un coetáneo de Dickens. En ese libro se explica que para
progresar en la vida profesional no hay que depender del gobierno, ni de la
familia ni de la escuela, sino que uno debe hacer el esfuerzo por sí mismo.
Estoy de acuerdo con ello, y Te dirán que
es imposible va en esa línea.
-Creo que hay una inmensa horquilla de edades
que pueden acercarse a esta lectura, ¿verdad?....
-Eso me gustaría. Hay capítulos que
pueden interesar más a jóvenes que comienzan sus carreras, como cuando comento
el poema If
de Kipling o los recuerdos de El Principito o Juan Salvador
Gaviota; pero hay otros fragmentos, como los Aforismos de Kafka o los consejos de Baltasar Gracián que deberían
resonar con mayor intensidad en otras edades. Pero en general, la mayoría de
las estrategias de comportamiento y de actitud pueden ser útiles a cualquier
edad.
-Pero mientras escribías este libro, ¿en quién
pensabas?, ¿por qué?
-Pensaba en los estudiantes, por un
lado, y también en los compañeros de los que he aprendido patrones de conducta
y comportamiento que me han ayudado a tirar adelante. Mi jefe estando bajo
tratamiento con quimioterapia por un cáncer y sintiéndose muy débil venía a
trabajar cada día. También recordé las Charlas
de Café de Ramón y Cajal, un libro que ha tenido una gran influencia en mi
vida. Y conceptos de la filosofía oriental, sobre todo de Lao Tse, que complementan muy bien nuestra educación
occidental. En fin, ya ve, pensaba en personas, libros y filosofías.
-A veces los libros de autoayuda “pecan” de
pretenciosos…No todos, pero sí hay cierta tendencia a constantemente enseñarte
de todo y en todo, ¿por qué? - ¿Puede haber enseñanza compensada si no hay
vivencia directa o indirecta?
-A mí me sirven los libros. Esos
amigos buenos y sabios que nos hablan al oído antes dormir. En cuanto a pecar
de pretencioso…. Para un científico que ha escrito una novela sobre la
biografía de Severo Ochoa, titulado Exilios
y Odiseas, escribir un libro de autoayuda es asumir un riesgo y más que
volar muy alto, es volar a ras de tierra, pero está bien así porque así me
siento más cerca de la Tierra y de quienes viven en ella. Es difícil superar el
aprendizaje de la vivencia, ellas marcan tu vida profundamente, pero puede
haber aprendizaje complementario: no necesitamos vivirlo todo en primera
persona para entender la vida.
-De todas formas, lo de dar lecciones es casi
algo inherente a todo ser humano…
-¡Y más si se es profesor muchos años!
Pero Te dirán que es imposible no
habla ex cathedra. El leguaje se
parece más a: mira, esto me pasó a mí e hice esto para solucionarlo y tuve este
resultado. Lao Tse recomienda que nos deshagamos del
conocimiento para progresar, así que siguiendo su consejo no pretendo enseñar
en el sentido estricto de la palabra. En Te
dirán que es imposible no hay axiomas, no hay modos únicos de obrar. Y el
lector es el alumno y el maestro al mismo tiempo.
-No hay nada
imposible de entrada, pero hay cosas que, lógicamente yo puedo conseguir por,
digamos, mis características físicas que otra persona no pueda y viceversa o
por otro tipo de aptitudes, pero , me da, que cuando
hablas de posibles y de “esos imposibles”, te refieres a…
-Me refiero a la reacción casi
“natural” que experimentamos primero en nuestro cerebro cuando planeamos hacer
algo distinto, fuera de nuestra área de confort. Una vocecita nos dice: es
imposible. Si superamos esa barrera y verbalizamos nuestros planes, la repuesta
de quienes nos rodean suele ser: es imposible. ¡Y casi nunca lo es! Hablo de
las cosas diarias o los planes de carrera o de acabar unos estudios o de
liderar un grupo… Todo eso es posible si se quiere hacer y se está dispuesto a
prepararse para conseguirlo.
-A priori y si cometemos el error, grave, de
entrar en prejuicios sin leer el libro ni saber quién hay detrás de su
escritura lectura pensaremos que
es un libro más de ayuda o de acompañamiento, pero nada de esto porque detrás
hay un médico que sabe mucho de las reacciones humanas, de nuestra manera de
comportarnos, casi del por qué y de cómo todo ello interfiere en la salud, ¿qué
nos puedes reflexionar en torno a esto?
-No es el libro de un médico y trata
de la salud de un modo tangencial. Te
dirán que es imposible es la autobiografía y los consejos de un profesional
que de alguna manera ha progresado en su vida profesional y en su vida
personal. El cuaderno de bitácora de una persona que piensa que ha alcanzado
cierto éxito. Me refiero a que estudié medicina, soy neurólogo, estoy haciendo
investigación en el centro médico más grande del mundo y en el mejor hospital e
cáncer de los Estados Unidos, he fundado una compañía de biotech y he publicado dos
libros. Esa persona es el autor del
libro. Quizá debería escribir sobre salud en el futuro…
-Amigo Juan, entiendes la salud desde la
perspectiva integral, holística?
-Soy un adepto a la meditación y me
interesa mucho la filosofía oriental, pero mi visión de la medicina es más
tradicional. He estudiado en la Universidad Autónoma de Barcelona y trabajo en
Houston y eso marca mis puntos de vista. Debo confesar, sin embargo, que hay un
aspecto muy interesante en los nuevos tratamientos del cáncer como la viroterapia. Cuando inyectamos un virus en un tumor se
produce primero una respuesta inmune contra el virus que termina erradicándolo,
sin embargo, en un tanto por ciento bajo de pacientes, después de esta primera
ola de inmunidad, aparece una segunda respuesta y esta
está dirigida contra el tumor. Esta segunda respuesta inmune se dispara una vez
el virus ha desaparecido, una vez el tratamiento, por decirlo así ha
desaparecido. Por lo tanto, el paciente se “cura” mediante un “despertar” del
poder de su sistema inmune. Y es algo fantástico, porque el paciente se cura
sin los efectos secundarios que tienen la quimioterapia o la radioterapia. Pero
eso es ciencia médica y el tratamiento se administra en los hospitales.
-¿De qué manera interfiere en la salud que te digan
y que te afecte, esto de: “esto es imposible”?-¿Por qué y de qué manera?
-La relación que establece el paciente
con su enfermedad es importante, no porque esto tenga que ver con mejores
resultados de la terapia, pero si con la calidad de vida. Pensar que mejorar es
posible, que curarse es posible hace que los pacientes cumplan mejor las
instrucciones de los médicos, acudan a las visitas y sean más rigurosos con los
tratamientos.
-Nada es imposible si no lo intentamos y en el
intento está ese secreto de pasar por la vida y de conseguir la compensación
necesaria… ¿qué nos puedes decir?
-Estoy completamente de acuerdo con
esa afirmación. Hay que tener la ambición, hay que intentarlo… Y el viaje es lo
importante. Solo existe el presente. Las compensaciones, como los fracasos, a
veces solo se entienden cuando ha pasado un tiempo, en ocasiones años. Su
significado puede no ser obvio inmediatamente. Es interesante el concepto del Wu Wei tal y
como se explica en el Tao Te Ching, que ocupa un
capitulo completo en Te dirán que es
imposible. Aunque muchos lo refieren como No Acción, en una traducción
sencilla Wu Wei vendría a
ser no fuerces las cosas, no te opongas a la realidad. Esto concepto indica que
debemos intentarlo, pero también que debemos ser conscientes de quiénes somos y
que como funciona el mundo. Y hay otra cosa importante a la hora de intentarlo:
muchos quieren ganar, pero eso no es garantía de nada. Debemos querer prepararnos para ganar, eso es lo que
hará que el intento tenga significado y posibilidades de éxito.
-Si estamos, ¿cómo lo digo? No sé más a gusto
con nosotros mismos es más difícil de que enfermemos y estoy hablando desde una
gripe a un cáncer..?
-No, creo que no. Pero si hacemos
ejercicio físico, seguimos unas reglas higiénicas básicas, cuidamos las horas
de sueño, tenemos una dieta equilibrada y eliminamos los hábitos tóxicos como
el tabaco y el alcohol, si que tenemos muchas más posibilidades de estar sanos
más tiempo, de llevar más jóvenes a nuestra vejez.
-¿Cómo influye la insatisfacción, el miedo, la
frustración, el enfado, el estrés…en ser más propensa o propenso a caer
enfermo?
El estrés excesivo —porque un poco de
ansiedad es necesaria para poder hacer las cosas de la vida diaria— puede
participar, junto a otros factores a empeora la calidad de vida e incluso el
pronóstico de algunas enfermedades como las cardiovasculares. Vivir con la
mayor calma posible es deseable y un signo de sabiduría. La vida se disfruta en
calma.
-¿Se consideran estos factores lo
suficientemente en la medicina?
-Probablemente,
no. Aunque las cosas están cambiando y ahora en mi hospital, por ejemplo, hay
clases de mindfulness
y yoga para los enfermos de cáncer. Lo que no sirve es recetar sedantes y
somníferos a diestro y siniestro. Una sociedad que consumiese prozac a diario no es una sociedad sana. A
veces, para calmar el estrés no se necesita al médico. En Te dirán que es imposible comento que muchas veces la frustración,
el enfado y demás aspectos que mencionaba usted, aparecen o se agudizan cuando
no atendemos una serie de necesidades personales mínimas: pasar tiempo con los
amigos, cuidar a los que te quieren, tener hobbies, oír música, pasear: saca el
perro a pasear, aunque no tengas uno… Si uno descuida esos aspectos el stress
puede ocupar demasiado espacio y tiempo en el cerebro.
-Aquí la medicina preventiva jugaría un papel
muy, muy importante… ¿es así?; la medicina preventiva y la educación, ¿lo ves así ? ; ¿cómo crees que se debe y se puede implicar la
educación en esto?
-Si fuera por mí debería explicarse
qué es el estrés, cuáles son sus mecanismos y causas y cómo se combaten no ya
en la consulta del médico —los médicos de familia saben mucho de esto— sino en
las escuelas. Debería ser parte de la educación elemental del individuo.
-La palabra éxito, no es de las que más me
gusta porque, amigo, ¿qué define?...lo que es conseguir cierto “éxito” para mí,
quizás para otras personas solamente sea…o al contrario…
-Tiene razón, porque el éxito es
diferente para cada persona. Hay, primero que quitarle la mala fama a la
palabra éxito. Cuando éramos niños y jugábamos lo hacíamos para ganar, no había
que pedir disculpas por eso. Ganar es divertido, desde luego mucho más que
perder. Hemos nacido para ganar. Pero tener éxito es una cosa personal, para mi
consiste en poder llegar a alcanzar nuestro potencial, en desarrollar nuestros
talentos al máximo. Stephen King se queja de los compañeros escritores que
teniendo inmenso talento apenas escriben… Te
dirán que es imposible exhorta al lector a examinarse a descubrir sus
talentos naturales y a dedicarles tiempo para hacerlos crecer y progresar en la
vida profesional y en la personal. Cuando uno consigue progresar, ser mejor en
algo, evolucionar ya tiene éxito o ya ha emprendido el camino del éxito. Lo que
los demás piensen de si uno ha tenido o dejado de tener de éxito no es
importante. Como dice Lao Tse: quien conoce a los
demás es inteligente, quien se conoce a sí mismo tiene la sabiduría; quien
vence a los demás es fuerte, quien se vence a sí mismo posee la Fuerza. Tú
defines tu propio éxito llegando a ser el máximo de ti mismo.
-Y la manera de “hacer el éxito” o de intentar
llegar a él, también depende mucho de la personalidad de cada uno de nosotros.
¿Qué nos puedes decir?
La personalidad que tengas es
indiferente para alcanzar el éxito. Una cosa curiosa, que comento en el libro,
es que normalmente pensamos que las personas poco agresivas no pueden tener
éxito. Esto es un error. Un roble que se enfrenta a un huracán puede ser
arrancado de cuajo, mientras que un junco puede plegarse mientras pasa el
ciclón y luego volver a alzarse. Cualquier personalidad es buena para triunfar,
el camino que sigue cada uno es diferente, eso sí, pero el resultado es el
mismo. Una excepción: los violentos y los tramposos, en mi experiencia, no
alcanzan un éxito duradero. El valor ético de nuestras acciones condiciona
llegar a ser feliz y por tanto a tener éxito. Y eso ya estaba descrito en Selfhelp, hace
varios siglos.
-En esta constante de frases, casi
“proclamas” en las que “tú mismo” eres
“ese propio camino del éxito”…no corremos casi el problema de tener la
autoestima a niveles
demasiado altos en tiempos en los que….No sé, ya de por sí, nos miramos mucho
el ombligo…
-Aceptarse a uno mismo es importante
para ser feliz. Eso no quiere decir que haya que volverse vanidoso, pedante o
arrogante. Al contrario, aceptar nuestros defectos y querernos de todas maneras
es muy sano. De alguna manera, quien se acepta a sí mismo acepta a los demás.
Tener autoestima no es pensar que uno es el número uno, sino que soy un ser que
puede y merece ser amado y que puede y quiere amar a sus semejantes. Es verdad
que el camino del éxito se basa en la transformación personal, pero nadie llega
arriba con éxito si no es aupado voluntariamente por los demás. Nadie gana
solo. En Te dirán que es imposible
una de las frases que más se repiten es: no somos islas. Usted lo sabe: no
somos islas.
-¿El poder, muchos lobbies nos quieren como
infelices, como prisioneros de “lo imposible” para que siempre nos conformemos
por debajo de nuestras posibilidades verdaderas?; ¿Qué estrategias utilizan
para ello?
-Tenemos tal lavado de cerebro que no
queremos usar la palabra éxito, la palabra progresar y expresiones como “ser
ambicioso” tienen connotaciones negativas. Hemos olvidado nuestra infancia. Los
niños juegan a ganar. Nadie bajaba a la calle o iba al parque a jugar a perder.
Muchos querían marcar el gol o ganar la partida del juego de mesa. Luego la
escuela, el trabajo, los bullies, los familiares y
amigos que nos sabotean —hay un capítulo sobre eso en Te dirán que es imposible— y el gobierno nos convencen que hay
guetos, clases altas y bajas, castas y que no podemos soñar. Los refuerzos
negativos son poderosos y ubicuos. En el libro se convence al lector que ha de
ver esta matrix
y recuperar la intención de ganar, aceptar que tener éxito es divertido, que
podemos progresar, que hemos nacido para triunfar. Y una cosa importante es
alejarnos de quienes sabotean nuestras aspiraciones.
-¿Cómo podemos y debemos plantarles cara?
-Hay que revelarse contra el lenguaje,
volver aceptar que nos gusta ganar, porque eso es bueno para todos e impedir
que nos etiqueten. En el libro cito a Albert Camus cuando dice que, aunque
estemos pasando un invierno muy malo, hay un verano dentro de nosotros que es
capaz de empujar fuerte contra él. Llevamos la semilla del éxito dentro y
podemos llegar muy lejos en nuestro camino personal, aunque nos digan que es
imposible. Hemos nacido para ganar. Todos y cada uno de nosotros.
-Juan, ¿nos puedes explicar en qué estás
trabajando en la actualidad…no sé si es que estás pensando en algo relacionado
con la escritura los libros?
-En el campo profesional de la
medicina estamos haciendo cada vez más estudios clínicos y cada día que pasa
hay más pacientes tratados con el virus en Estados Unidos y España: hay que
mantener ese ritmo. En el ámbito del escritor, he acabado una novela sobre los
aspectos éticos de la creación y el uso de las dos primeras bombas atómicas. Si
Te dirán que es imposible tiene éxito
probablemente encontraré una editorial que quiera publicarla…
-Porque la escritura y los libros, ¿qué
significan para vos….una válvula de escape o complemento de tu actividad
profesional?
-No necesito válvulas de escape. Ahora
mismo vivo una situación de calma y felicidad. No es raro que los médicos
escriban, al revés es casi una tradición en España. Escribir es una manera de
conocerme, una herramienta que contribuye a que me entienda y me entiendan, me
hace sentir que no estoy solo y que además de estar rodeado de personas que me
quieren y a las que quiero, puedo llegar al oído de otras mentes que vibran
como la mía, que están en mi misma longitud de onda. Esa comunicación ensancha
mi mundo, un mundo en el que cada vez hay menos extraños y que, por lo tanto,
cada día estoy menos solo. Y cuando escribo un libro, tengo el honor de que
usted me entreviste y esto se está convirtiendo en una tradición enriquecedora
a la que no estoy dispuesto a renunciar. Muchas gracias por sus preguntas.
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