Cazarabet conversa con... Pol Dunyó i Ruhí, autor de “Romper la tierra. Contra las
mentiras del mundo rural” (Rayo Verde)
Contra las mentiras del mundo rural. Rayo Verde publica toda una
serie de propuestas para conocer cuestiones alrededor del equilibrio y la
sostenibilidad en rechazo a la rentabilidad obsesiva y la prisa.
Está escrito por el agricultor-agroecológico y enamorado del campo
de una manera holística, integral e integrada, Pol Dunyó i Ruhí.
El libro lo traduce Víctor Sabaté.
Las propuestas de Pol Dunyó son de las más estimulantes, sentidas
y sensibles.
El libro, casi sin querer, destila como una serie de pautas que
"nos retornarían" a otro tiempo en el que todo y todas y todos íbamos
un poco más poco a poco...sin prisas, pero sin pausas...
Podríamos intentar trabajar en ello, en estas reflexiones versus
casi instrucciones desde la pluma y el pensamiento de Pol Dunyó, para no tener
que complicarnos más dentro de un bucle de barullos, ruidos y demasiados
estímulos por los que terminamos por no pensar en lo que deberíamos de pensar,
las pequeñas cosas que importan en la vida y no lo que, en realidad, sí que
importa en la vida, vivir simplemente y sencillamente.
La sinopsis del libro: Romper la tierra expone las mentiras del mundo rural
y reflexiona sobre la percepción engañosa que tenemos de nuestro entorno. A
través de varios capítulos, y en un formato inspirado en el manifiesto, Dunyó
estimula al lector a repensar cómo nos relacionamos con el tiempo, la tierra y
lo que producimos. El autor analiza también nuestras formas de consumo y el
vínculo con nuestro estilo de vida, mientras rechaza la sobreexplotación, la
prisa y la violencia contra la naturaleza y contra nosotros mismos.
Con un lenguaje evocador y poético, pero a la vez con un estilo
provocador y sin complejos, nos hace replantear las prioridades para combatir
los discursos de la lógica del capitalismo.
Es una obra imprescindible para conocer y entender aspectos
entorno a la diversidad, el equilibrio y la sostenibilidad que nos hará
cuestionar nuestras propias dinámicas y pasar a la acción.
El autor, Pol Dunyó, es campesino agroecológico de profesión y
vocación, autodidacta y trabaja con tracción animal y con criterios de manejo
holístico. Apasionado de la vida al campo, siempre le ha interesado la
divulgación de aspectos relacionados con el día a día de su oficio y el entorno
rural. Tiene el sentimiento de que estamos perdiendo buena parte de lo que
necesitaremos en un futuro muy inmediato.
Cazarabet conversa con Pol Dunyó i Ruhí:
-Amigo,
¿qué te llevó a escribir Romper la tierra/"Estripar el camp"?; ¿por
qué motivos...qué te hizo escribirlo...qué necesidad de necesidades te
llevaron a esto?;¿es una especie de manifiesto o tus ideas puestas negro sobre
blanco a modo de "hoja de ruta" a seguir?
-La idea surgió como una necesidad de ordenar mis ideas y, por qué
no, disfrutar del placer de escribir. Es un conjunto de ideas y reflexiones
personales en base a la perspectiva agrícola y rural. No pretendo que sea un
método, ni una ruta, solo una reflexión compartida.
-Presentas y estructuras el libro como vive y palpita el campo, la
tierra...que es como tú vives, ¿verdad? ¿por qué la pensaste así la estructura?
-Francamente, no pensé en ninguna estructura hasta terminar el
texto. Escribí en base a mis ganas y mis ideas, sin pretensiones.
-Vivimos en un mundo en que las peores pandemias son las que nos
imponemos nosotros como sociedad: las prisas, el neoliberalismo y el
capitalismo feroz que acaban con toda una especie de armonía, ¿no?: es como una
especie de patología de la civilización actual, ¿no?
-No sé si la peor, pero seguro que no es una buena inercia
cultural. Creo que estamos llegando al techo de la capacidad de nuestro entorno
y más temprano o más tarde vamos a tener que revertir la situación, y
posiblemente no por decisión propia.
-Patología de patologías de la que muy pocos saben o sabemos
escapar—creo que todos estamos atrapados en algo- ...¿qué puntos o ejes crees
que deberíamos seguir o romper, nunca mejor dicho, para armonizar más ,el día a
día ,con el pálpito de la naturaleza?.- Desde un pueblo, aunque no lleves a
cabo actividad directa con el campo trabajando la tierra, teniendo animales que
te den "sus frutos" para que tú te alimentes y demás, sí que puedes
seguir ese ritmo y ayudar a los que directamente trabajan la tierra...-Y desde
las ciudades,¿ cómo lo ves?, a priori lo veo más difícil...
-No creo que sea necesario vivir en un pueblo o trabajar con
plantas o animales para vivir cerca de la naturaleza y a su ritmo. Los pueblos
y ciudades deberían relacionarse más con su entorno, ruralizar sus espacios
urbanos, conocer lo que comen y como se produce lo que usan, generar una
relación directa con los entornos rurales y poder así integrar los ritmos
naturales en los espacios urbanos. ¿Por qué no?
-El trabajar las tierras con tracción animal ¿qué satisfacciones
para ti y para el campo, así como qué dividendos nos llegan a los consumidores
que puedan comer...no sé hortalizas tuyas?, pero te habrás oído toda clase de
comentarios, aunque pasando... -Lo que es seguro, Pol es que tú tienes una
relación con los animales que muchos hemos perdido, aunque todavía conocí a mi
abuelo trabajando la tierra con el macho
-Para mí es una oportunidad de construir una relación distinta con
el trabajo, más humilde y más emotiva. No me interesan las opiniones de los que
no conocen a lo que se enfrentan, y me encanta debatir con los que sí conocen
los entornos pero discrepan en los usos. Creo que es una oportunidad de futuro
para vivir en un entorno más limpio, más sano y más respetuoso.
- Toda una especie de contubernio que tiene su punto culminante
con esta globalización que se lo está comiendo todo hasta las pocas
dividendos...me explico, fíjate la globalización llega como llegó a golpe de
porra—me acuerdo cómo repartieron a los manifestantes antiglobalización en una
Cumbre en Seattle--, se establecen—precarizando a la mano de obro y echando al
pequeño y mediano comercio-, desubicando comercios...-- y ahora, entre otras
muchas cosas, esta globalización de la que beben unos pocos para chupar la
sangre a muchos es la que se sigue enriqueciendo ,ahora mismo, con el problema
del desabastecimiento… Es la pescadilla que se muerde la cola. ¿Desconectamos
demasiado del ritmo que la naturaleza nos brinda?;¿por qué nos hemos alejado de
la naturaleza?
-No lo sé, francamente. Pienso que la obsesión por economizarlo
todo nos ha hecho perder de vista lo que es real y lo que no. ¿Demasiada
vanidad, quizás? De toda manera, es verdad es que en todo se busca la
rentabilidad y que esta sea inmediata...
-Porque otra cosa es la inmediatez, esa necesidad imperiosa, de
que todo se produzca de manera rápida y demás...las prisas, las dichosas prisas…
¿Cómo pensaste o en qué momento pensaste en parar o siempre tuviste claro que
"seguir lo que se dictaminaba" no era lo hecho para ti?
-Empecé con 21 años. Siempre me había gustado la idea, aunque desconocía
absolutamente este mundo. Determinados cambios en mi vida supongo que me
empujaron a tomar ciertas decisiones. ¡Como en todo!
-Hay mucha gente por ahí que transitan—quizás hasta yo transite--
como auténticos "zombies" porque está atrapados en una oscura
telaraña que, hagan lo que hagan y trabajen de lo que trabajen, aunque les
guste... están sumidos en una especie de rutina que no les aporta,
quedándose sin más…
-Amigo Pol, ¿por qué elegiste vivir y trabajar en la tierra, entre
las raíces y vivir de los frutos que te da…?
-Porque me gusta la posibilidad de vivir de mi entorno, de
contribuir con algo sano, de estar rodeado de animales y plantas y de poder
tomar mis propias decisiones.
-Estas corrientes que se viven, de vez en cuando y que hemos
vivido estos días de que el medio rural se hace atractivo de repente...hasta
qué punto es bueno y hasta qué punto puede ser "no tan bueno" o
incluso "como molesto"?
-Es una inercia. Como todas ellas, ascienden y descienden de forma
variable. Tenemos que aprender a sacar el lado constructivo de ellas y punto,
creo yo.
- ¿Por qué lo decides hacer con la ayuda de los animales y le
paras los pies a la maquinaria? ¿Qué ganas y qué crees que el resto se pierde
con ello?
-La idea me parecía muy romántica hasta que pude comprobar que era
una autentica pasada lo bien que se trabaja con ellos, sus resultados, y su
ahorro económico. ¡No me lo pensé demasiado! Creo que es una opción personal.
Aunque me gustaría poder difundir que es una realidad moderna y para nada un
anacronismo.
-Con este libro, ¿quieres o pretendes que el lector o lectora se
estimule para plantearnos a cómo relacionarnos con el campo, la naturaleza, los
animales, las plantas…? --¡¡ostras es que ni las piedras sobran!!--. Hay que
tener en cuenta de que en la naturaleza todo está por algo y que todo, por
insignificante que parezca, tiene su función y su misión, ¿no?
-No creo que exista nada que sea prescindible. No pretendo nada en
concreto, ¡solo espero que quien lo lea lo disfrute!
-Hay que retomar la idea de que somos parte de todo y del que ese
todo es parte de cada uno de nosotros, ¿verdad?; es aquí donde entra el modo de
vida integro e integral que queremos tomar en todo y que, creo, que es lo que
más nos conviene a nosotros porque estamos influenciados por todo lo que nos
rodea y, a la vez, nosotros también influenciamos a todos y a todas...
- ¿Por qué caemos en la trampa de las prisas porque, me da, que
nos lo "fabricamos" nosotros mismos y solitos...?
- ¿No crees que es una inercia general? No sabría puntualizar, ¡yo
solo soy una víctima de la prisa! Jajaja
-Pol, tu libro puede ser como una especie de "hoja de ruta"
para los que vivimos en el campo, en el medio rural---de la tierra o de la no
tierra--, en la ciudad—sean más o menos grandes--...-Amigo, ¿en qué estás
trabajando en la actualidad, además del trabajo campo, en el cuidado de
tus animales que te ayudan en el campo y demás...?
-Pues me gusta escribir y divulgar mi trabajo, y ahora estamos
dando pasos para empezar a hacer pruebas de cría extensiva de Vacas de la
Albera, una especie en riesgo de extinción, para aprovechas espacios abandonas
y hacer prevención de incendios y captura de carbono.
-Porque, tú amigo, ¿qué cultivas? ¿cuáles son los animales que te
rodean –gallinas o similar...---o que te ayuden en el trabajo o te
acompañen en el día a día? ¿cómo es un día a día en un agricultor que rompe la
tierra... que realiza como una especie de contrarrevolución dentro de la
revolución?
- ¡Normal y corriente, cultivo mi campo, busco la manera de vivir
de mi oficio y pretendo disfrutar de la vida! ¡Poco más! Jaja
- ¿Tu sentido de la vida integral y holístico lo podemos aplicar
todas y todas desde una masía hasta el medio rural, los pequeños pueblos, los
medianos, las ciudades de diferentes tamaños y las grandes urbes?
-Claro que sí, yo expongo una perspectiva basada en mi experiencia
personal, no creo que exista un método, solo una actitud, una ilusión. Y eso es
aplicable a cualquier parte, persona o entorno. ¿No?
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