La Librería de El Sueño Igualitario

rebilion2016.jpgCazarabet conversa con...   Juan Clemente Sánchez, autor de “La rebelión del olvido” (Aconcagua)

 

 

 

 

 

Juan Clemente Sánchez se acerca, gracias a Aconcagua Ediciones, a cómo hacer frente al olvido, mediante la rebelión….y lo hace mediante una novela sencilla, cercana a las personas y a su capacidad de hacer frente a todo lo relacionado con la memoria y, cómo no, el olvido…

En realidad estamos ante una novela que cautivó en su día, en su primera edición en Editorial Huerga y Fierro, y que ahora lo vuelve a hacer…

Hay muchas maneras de hacer memoria: dignas y no tan dignas….quizás algunas de las que tienen menos de hermandad con la dignidad son las que más se acercan al olvido…

Lo que nos cuenta la editorial del libro:

En La rebelión del Olvido de Juan Clemente Sánchez, el protagonista es el pasado que se niega a morir, es todo aquello que se resiste a quedar aparcado en no se sabe qué espacios de la inconsciencia, rebelándose y tomando cuerpo a través del papel, es el niño que vive en cada uno de nosotros y que quiere hacer presente, un superviviente que sabe sobreponerse a las mayores adversidades, un luchador que supera las catástrofes naturales, las hecatombes artificiales y a todas las fantasías que derrumba el tiempo. Es un viaje a un mundo conocido, con toda la magia que mueve la infancia y que no quiere quedar preso en las heridas del olvido.

En palabras de Antonio Rodríguez Almodóvar “es una novela estremecedora y hermosa, un testimonio lucido del sufrimiento de los oprimidos y marginados de una época terrible de nuestra historia, contribuirá a que no se oxide el pesado, un lirismo sabiamente contenido vuelve más eficaz el relato en un mundo que a muchos parecerá increíble. Intuyo que hay elementos personales que han sabido trascender al lector. Me ha gustado especialmente la imagen los cuentos alrededor de la fogata, por razones obvias”.

Esta novela ha sido utilizada como documentación para el libro El Canal de los Presos (1940-1962), con el subtítulo “Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica”.

Leer más: http://www.aconcagualibros.net/news/rebelion-del-olvido/

El autor, Juan Clemente Sánchez:

Este poeta y novelista, estudia Derecho en la Universidad de Sevilla, trabaja en el Juzgado Decano de Sevilla y en la Delegación de Gobierno en Sevilla de la Junta de Andalucía. En 1997, publica El Calor del Sur y la Soledad (Madrid, ed. Huelga y Fierro). En 2001 publica La rebelión del Olvido (Madrid, ed. Huelva y Fierro) que ahora se edita de nuevo por Aconcagua Libros.

Leer más: http://www.aconcagualibros.net/news/rebelion-del-olvido/

 

 

 

Cazarabet conversa con Juan Clemente Sánchez:

Juan-11_469x605-233x300.jpg-Juan, a menudo, más a menudo de lo que nos pueda parecer, hay resistencia contra el olvido…bueno, tú esto lo planteas y los trasladas a la novela…

-El olvido es la oscuridad, la resistencia es la antorcha que mantiene viva la luz, la identidad se construye sobre la memoria, es saber quiénes somos, es arrancarle  un trocito de conciencia a esa nebulosa de la inconsciencia, es la única oportunidad que tenemos de pensarnos y sabernos que somos, que existimos, por eso La rebelión del olvido, es la no negación, la afirmación de la conciencia de saber quiénes somos, que nos ha traído hasta aquí, hasta este momento, en la que nos reconocemos con nuestra propia trayectoria vital, con nuestra esencia.

-¿Por qué eliges, dicho sea de paso, la novela para plantarle cara al olvido?

-Surge como un poema largo, que conforme se va volcando en el papel, la lírica va salpicando cada frase, aunque la voy plasmando en prosa, la novela es la forma que coge cuando voy trasladando al papel todo mi mundo interior,  los recuerdos brotan con fuerza y con el afecto que se expresa en una narrativa llena de una terrible ternura, en una emoción sostenida en el relato, que necesitaba hacerse forma y se materializa en el relato que encuentra como mejor vehículo de expresión la novela.

-¿Cómo te planteaste, ya en su día la historia?

-La historia me llama a la conciencia como una aldaba constantemente, lanzándome imágenes poderosas y casi mágicas, yo solo tengo que construir un rompecabezas, unir recuerdos, enlazar vidas, encontrar la mirada del niño que desde una ingenuidad aparente puede entender un mundo donde las cosas que parecen imposibles ocurren todos los días. Las imágenes se me venían a la cabeza y desbordaban todas las barreras espacio temporales, todos los límites formales e imaginarios, para poder ser compartido, para poder ser entendido en un complejo proceso creativo y que se sintetice en un resultado compresivo. 

-¿Y cómo ha sido, ahora, esta nueva edición?

-Esta ha sido un impulso que esta obra necesitaba, desde la humildad esta era una novela ambiciosa en objetivos, como aportación literaria, desde su lenguaje intentando incorporar cierto realismo hiperbólico, fusionándolo con elementos líricos y una forma de narrar que pretende ser original, conectándola con la forma única que cada persona tenemos de ser, con una forma de contar rica y al mismo tiempo conectada con la sabiduría popular, además de intentar contar lo que parece increíble o inverosímil pero que realmente ocurre, plasmando no solo una realidad que supera a la ficción, sino que la ficción es pura realidad, la reedición de La rebelión del olvido  supone esa apuesta por mantener viva y plena de interés una obra que en los quince años de vida ha permanecido intacta en su vigencia y creo humildemente que también en su belleza.

-En otra dimensión, desde otra mirada y perspectiva,  y aunque no me gustan para nada las comparaciones este libro me da que bebe de títulos como Los Santos Inocentes; La familia de Pascual Duarte… no sé, es como si retuviese algo de ellas…. Coméntanos, por favor

-Creo que está lejos de ambas, del tremendismo de Pascual Duarte y de ese leguaje de Cela,  y del intento del personaje de justificar la culpa que siente, por no haber podido responder el personaje ante los retos que le plantea la vida. En La rebelión del olvido no está tan presente la culpa, más bien lo contrario, la alegría, la esperanza y el esfuerzo por afrontar las adversidades. Algo menos distante estaría de Los santos inocentes, Delibes se refiere a hechos de los sesenta desde la perspectiva de los ochenta. El personaje liberador de la opresión, Zacarías lo hace desde un intento de restablecer la justicia, pero desde cierta inconsciencia instintiva o desde la locura inocente. En La rebelión del olvido, los personajes liberadores surgen de la conciencia, tanto Papajusto, como Remedios Pelayo, lo hacen desde la determinación, desde los recursos creativos, no desde el ajuste de cuentas, incluso el personaje opresor Antonio Majoleto se estrella contra sus propias contradicciones, se choca con la antítesis de sí mismo. En definitiva no veo paralelismos con estas obras, ni con ninguna otra, hay una apuesta por la originalidad, no sé si acertada o no, pero he intentado,  aportar algo diferente, con una forma de contar nueva, como creo que la he contado.

-Bueno y escribiendo, o componiendo poesía cuando un poeta se pasa a la prosa, a la narrativa o a la novela…se nota que hay mucho de poesía, de algo especial en la composición que solo se ofrece desde la poesía. ¿Qué nos puedes decir?

-Entiendo que la poesía está en toda la novela y en mi vida, ésta es tan desbordante en mi, que en este caso, necesitaba un continente más amplio que el poema, no solo necesitaba el verso libre, sino el párrafo libre, el capitulo libre etc.. en este sentido es una novela con lirica,  uno cuando encuentra su voz, esa voz que le es propia, que está conectada con esa forma propia que cada ser humano tenemos de ser, es cuando puede dar una narración emotiva, transmitir verdad, sencillez, es una narración fundamentalmente sentida, reflexionada con claridad, a partir de ahí, de esa conexión entre la conciencia de lo vivido, lo pensado, lo sentido y es cuando uno intenta encontrar el canal, el  formato para expresarlo, que en este caso coge forma de novela.

-La historia, nuestra memoria, necesita rescatar mucho de la ignorancia, ¿no crees? 

-Tenemos que estar constantemente creciendo como personas y eso se acomete incrementando nuestra conciencia, arrojando luz sobre la ignorancia y hurtándole trocitos de lucidez a la inconsciencia, rescatar la memoria, repararla, mantenerla presente y reluciente, es un ejercicio necesario para que nuestra historia, nuestras vidas tengan sentido y nos podamos sentir reconciliados con nosotros mismos y con nuestros seres queridos,  que son parte de nuestra identidad, forman parte de nosotros mismos, y su ejemplo presente  nos alumbra como un patrimonio rico e innegable. Por eso esta obra a pesar de que coge forma de novela, de ficción, aporta su pequeño granito de arena a la Memoria Histórica y es utilizada como fuente documental en el libro Canal de los presos (1942-1962) Trabajos Forzados: de la represión política a la explotación económica. Ed. Crítica de Gonzalo Acosta, José Luis Gutiérrez, Lola Martínez y Ángel del Río.

-Y cualquier método es bueno: la investigación, estudio y reflexión con la realización del ensayo; la poesía---no puedo evitar acordarme de Marcos Ana--, la novela como tú has hecho. Reflexionemos.

-Citar a Marcos Ana, todo un ejemplo, sin odio y sin olvido, al que le dedico un poema en la Antología de Figuras literarias “Abrazo de árbol a Marcos Ana” para reflejar su dignidad indomable, es indudable que se recurre al poema, pero para adentrarse en otras realidades, cada autor busca las fuentes que cree más adecuadas y casi siempre hay un poco de todo, yo no puedo, ni quiero renunciar a ninguna aportación que honestamente enriquezca cualquier obra, y todas ellas son herramientas potentes para poder crear, para poder construir una obra que arroje luz sobre la memoria o sobre otros aspectos, yo investigo con una curiosidad infinita, imagino reflexiono, converso, pido opiniones, busco testimonios, me dejo empapa, escucho atentamente, utilizo todas las herramientas posibles y luego lo plasmo en el soporte que mejor pueda trasladarlo, para que pueda ser compartido, un poema, teatro, novela, ensayo, micro relato etc.. 

-Pero en esta novela presiento al ir leyéndola trabajo de investigación, conversaciones con gentes… ¿qué nos puedes decir?

-Muchos recuerdos, es una novela muy introspectiva, muchas conversaciones, prestando mucha atención a los relatos del entorno, algo de imaginación, contrastar muchos elementos, estar muy abierto a todo lo que te envuelve, separar el grano de la paja quedarte con lo que uno cree más eficaz y más rico para la narración, con lo más esencial, tiene un componente duro de trabajo muy concienzudo y selectivo, pero todo ello pasado por el alambique del gozo, el disfrutar en el proceso creativo, como disfrutan los personajes y se retroalimentan con ello en el mismo proceso, a pesar de la dureza y la aridez del camino y del esfuerzo por superar todos los obstáculos.

-Amigo, ¿nos puedes comentar en qué estás metido ahora, nos puedes dar alguna pista?

-Estoy terminando otra novela, esta está relacionada con otra temática que a mí me ha sobrecogido de una forma tremenda y en  sobremanera, que es el robo de niños en las clínicas nada más nacer, con la frialdad y la impunidad que se han llevado a cabo en nuestro país y en otros, es una realidad que he necesitado digerir, elaborar, para poder entender algo tan descarnadamente cruel, y como hay gente que intenta justificar lo injustificable, no sé si aquí habrá alguna conexión inconsciente con la confesión de Pascual Duarte, aunque en lo demás no tiene nada que ver.

 

 

 

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La rebelión del olvido. Juan Clemente Sánchez. Prólogo de Antonio Rodríguez Almodóvar, introducción de Pedro Luis Ibáñez Lérida y epílogo de Francisco Vélez Nieto   
152 páginas
12.00 euros
Aconcagua

 

En La rebelión del Olvido de Juan Clemente Sánchez, el protagonista es el pasado que se niega a morir, es todo aquello que se resiste a quedar aparcado en no se sabe qué espacios de la inconsciencia, rebelándose y tomando cuerpo a través del papel, es el niño que vive en cada uno de nosotros y que quiere hacer presente, un superviviente que sabe sobreponerse a las mayores adversidades, un luchador que supera las catástrofes naturales, las hecatombes artificiales y a todas las fantasías que derrumba el tiempo. Es un viaje a un mundo conocido, con toda la magia que mueve la infancia y que no quiere quedar preso en las heridas del olvido.

 

En palabras de Antonio Rodríguez Almodóvar “es una novela estremecedora y hermosa, un testimonio lucido del sufrimiento de los oprimidos y marginados de una época terrible de nuestra historia, contribuirá a que no se oxide el pesado, un lirismo sabiamente contenido vuelve más eficaz el relato en un mundo que a muchos parecerá increíble. Intuyo que hay elementos personales que han sabido trascender al lector. Me ha gustado especialmente la imagen los cuentos alrededor de la fogata, por razones obvias”.

Esta novela ha sido utilizada como documentación para el libro El Canal de los Presos (1940-1962), con el subtítulo “Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica”.

 

Juan Clemente Sánchez (1960) es poeta y novelista, estudia Derecho en la Universidad de Sevilla, trabaja en el Juzgado Decano de Sevilla y en la Delegación de Gobierno en Sevilla de la Junta de Andalucía. En 1997, publica El Calor del Sur y la Soledad (Madrid, ed. Huelga y Fierro). En 2001 publica La rebelión del Olvido (Madrid, ed. Huelva y Fierro) que ahora se edita de nuevo por Aconcagua Libros.

 

 

 

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