La
Librería de El Sueño Igualitario
Juan Clemente Sánchez se acerca, gracias a
Aconcagua Ediciones, a cómo hacer frente al olvido, mediante la rebelión….y lo
hace mediante una novela sencilla, cercana a las personas y a su capacidad de
hacer frente a todo lo relacionado con la memoria y, cómo no, el olvido…
En realidad estamos ante una novela que
cautivó en su día, en su primera edición en Editorial Huerga
y Fierro, y que ahora lo vuelve a hacer…
Hay muchas maneras de hacer memoria: dignas y
no tan dignas….quizás algunas de las que tienen menos de hermandad con la
dignidad son las que más se acercan al olvido…
Lo que nos cuenta la editorial del libro:
En La rebelión
del Olvido de Juan Clemente Sánchez, el protagonista es el pasado que
se niega a morir, es todo aquello que se resiste a quedar aparcado en no se
sabe qué espacios de la inconsciencia, rebelándose y tomando cuerpo a través
del papel, es el niño que vive en cada uno de nosotros y que quiere hacer
presente, un superviviente que sabe sobreponerse a las mayores adversidades, un
luchador que supera las catástrofes naturales, las hecatombes artificiales y a
todas las fantasías que derrumba el tiempo. Es un viaje a un mundo conocido,
con toda la magia que mueve la infancia y que no quiere quedar preso en las
heridas del olvido.
En palabras de Antonio
Rodríguez Almodóvar “es una novela estremecedora y hermosa, un testimonio lucido
del sufrimiento de los oprimidos y marginados de una época terrible de nuestra
historia, contribuirá a que no se oxide el pesado, un lirismo sabiamente
contenido vuelve más eficaz el relato en un mundo que a muchos parecerá
increíble. Intuyo que hay elementos personales que han sabido trascender al
lector. Me ha gustado especialmente la imagen los cuentos alrededor de la
fogata, por razones obvias”.
Esta novela ha sido
utilizada como documentación para el libro El Canal de los Presos
(1940-1962), con el subtítulo “Trabajos forzados: de la represión política
a la explotación económica”.
Leer más: http://www.aconcagualibros.net/news/rebelion-del-olvido/
El autor, Juan Clemente Sánchez:
Este
poeta y novelista, estudia Derecho en la Universidad de Sevilla, trabaja en el
Juzgado Decano de Sevilla y en la Delegación de Gobierno en Sevilla de la Junta
de Andalucía. En 1997, publica El Calor del Sur y la Soledad (Madrid, ed. Huelga y
Fierro). En 2001 publica La rebelión del Olvido (Madrid, ed. Huelva y
Fierro) que ahora se edita de nuevo por Aconcagua Libros.
Leer más: http://www.aconcagualibros.net/news/rebelion-del-olvido/
Cazarabet conversa con Juan Clemente Sánchez:
-Juan, a menudo, más a menudo de lo que nos pueda parecer, hay
resistencia contra el olvido…bueno, tú esto lo planteas y los trasladas a la
novela…
-El olvido es la oscuridad, la
resistencia es la antorcha que mantiene viva la luz, la identidad se construye
sobre la memoria, es saber quiénes somos, es arrancarle un trocito de conciencia a esa nebulosa de la
inconsciencia, es la única oportunidad que tenemos de pensarnos y sabernos que
somos, que existimos, por eso La rebelión del olvido, es la no negación, la
afirmación de la conciencia de saber quiénes somos, que nos ha traído hasta
aquí, hasta este momento, en la que nos reconocemos con nuestra propia
trayectoria vital, con nuestra esencia.
-¿Por
qué eliges, dicho sea de paso, la novela para plantarle cara al olvido?
-Surge como un poema largo, que
conforme se va volcando en el papel, la lírica va salpicando cada frase, aunque
la voy plasmando en prosa, la novela es la forma que coge cuando voy
trasladando al papel todo mi mundo interior,
los recuerdos brotan con fuerza y con el afecto que se expresa en una
narrativa llena de una terrible ternura, en una emoción sostenida en el relato,
que necesitaba hacerse forma y se materializa en el relato que encuentra como
mejor vehículo de expresión la novela.
-¿Cómo
te planteaste, ya en su día la historia?
-La historia me llama a la
conciencia como una aldaba constantemente, lanzándome imágenes poderosas y casi
mágicas, yo solo tengo que construir un rompecabezas, unir recuerdos, enlazar
vidas, encontrar la mirada del niño que desde una ingenuidad aparente puede
entender un mundo donde las cosas que parecen imposibles ocurren todos los
días. Las imágenes se me venían a la cabeza y desbordaban todas las barreras
espacio temporales, todos los límites formales e imaginarios, para poder ser
compartido, para poder ser entendido en un complejo proceso creativo y que se
sintetice en un resultado compresivo.
-¿Y
cómo ha sido, ahora, esta nueva edición?
-Esta ha sido un impulso que esta
obra necesitaba, desde la humildad esta era una novela ambiciosa en objetivos,
como aportación literaria, desde su lenguaje intentando incorporar cierto realismo
hiperbólico, fusionándolo con elementos líricos y una forma de narrar que
pretende ser original, conectándola con la forma única que cada persona tenemos
de ser, con una forma de contar rica y al mismo tiempo conectada con la
sabiduría popular, además de intentar contar lo que parece increíble o
inverosímil pero que realmente ocurre, plasmando no solo una realidad que
supera a la ficción, sino que la ficción es pura realidad, la reedición de La
rebelión del olvido supone esa apuesta
por mantener viva y plena de interés una obra que en los quince años de vida ha
permanecido intacta en su vigencia y creo humildemente que también en su
belleza.
-En
otra dimensión, desde otra mirada y perspectiva, y aunque no me
gustan para nada las comparaciones este libro me da que bebe de títulos como
Los Santos Inocentes; La familia de Pascual Duarte… no sé, es como si retuviese
algo de ellas…. Coméntanos, por favor
-Creo que está lejos de ambas, del
tremendismo de Pascual Duarte y de ese leguaje de Cela, y del intento del personaje de justificar la
culpa que siente, por no haber podido responder el personaje ante los retos que
le plantea la vida. En La rebelión del olvido no está tan presente la culpa,
más bien lo contrario, la alegría, la esperanza y el esfuerzo por afrontar las
adversidades. Algo menos distante estaría de Los santos inocentes, Delibes se
refiere a hechos de los sesenta desde la perspectiva de los ochenta. El
personaje liberador de la opresión, Zacarías lo hace desde un intento de
restablecer la justicia, pero desde cierta inconsciencia instintiva o desde la
locura inocente. En La rebelión del olvido, los personajes liberadores surgen
de la conciencia, tanto Papajusto, como Remedios
Pelayo, lo hacen desde la determinación, desde los recursos creativos, no desde
el ajuste de cuentas, incluso el personaje opresor Antonio Majoleto se estrella
contra sus propias contradicciones, se choca con la antítesis de sí mismo. En
definitiva no veo paralelismos con estas obras, ni con ninguna otra, hay una
apuesta por la originalidad, no sé si acertada o no, pero he intentado, aportar algo diferente, con una forma de
contar nueva, como creo que la he contado.
-Bueno
y escribiendo, o componiendo poesía cuando un poeta se pasa a la prosa, a la
narrativa o a la novela…se nota que hay mucho de poesía, de algo especial en la
composición que solo se ofrece desde la poesía. ¿Qué nos puedes decir?
-Entiendo que la poesía está en
toda la novela y en mi vida, ésta es tan desbordante en mi, que en este caso, necesitaba
un continente más amplio que el poema, no solo necesitaba el verso libre, sino
el párrafo libre, el capitulo libre etc.. en este sentido es una novela con
lirica, uno cuando encuentra su voz, esa
voz que le es propia, que está conectada con esa forma propia que cada ser
humano tenemos de ser, es cuando puede dar una narración emotiva, transmitir
verdad, sencillez, es una narración fundamentalmente sentida, reflexionada con
claridad, a partir de ahí, de esa conexión entre la conciencia de lo vivido, lo
pensado, lo sentido y es cuando uno intenta encontrar el canal, el formato para expresarlo, que en este caso
coge forma de novela.
-La
historia, nuestra memoria, necesita rescatar mucho de la ignorancia, ¿no
crees?
-Tenemos que estar constantemente
creciendo como personas y eso se acomete incrementando nuestra conciencia,
arrojando luz sobre la ignorancia y hurtándole trocitos de lucidez a la
inconsciencia, rescatar la memoria, repararla, mantenerla presente y reluciente,
es un ejercicio necesario para que nuestra historia, nuestras vidas tengan
sentido y nos podamos sentir reconciliados con nosotros mismos y con nuestros
seres queridos, que son parte de nuestra
identidad, forman parte de nosotros mismos, y su ejemplo presente nos alumbra como un patrimonio rico e
innegable. Por eso esta obra a pesar de que coge forma de novela, de ficción,
aporta su pequeño granito de arena a la Memoria Histórica y es utilizada como
fuente documental en el libro Canal de los presos (1942-1962) Trabajos
Forzados: de la represión política a la explotación económica. Ed. Crítica de
Gonzalo Acosta, José Luis Gutiérrez, Lola Martínez y Ángel del Río.
-Y
cualquier método es bueno: la investigación, estudio y reflexión con la
realización del ensayo; la poesía---no puedo evitar acordarme de Marcos Ana--,
la novela como tú has hecho. Reflexionemos.
-Citar a Marcos Ana, todo un
ejemplo, sin odio y sin olvido, al que le dedico un poema en la Antología de
Figuras literarias “Abrazo de árbol a Marcos Ana” para reflejar su dignidad
indomable, es indudable que se recurre al poema, pero para adentrarse en otras
realidades, cada autor busca las fuentes que cree más adecuadas y casi siempre
hay un poco de todo, yo no puedo, ni quiero renunciar a ninguna aportación que
honestamente enriquezca cualquier obra, y todas ellas son herramientas potentes
para poder crear, para poder construir una obra que arroje luz sobre la memoria
o sobre otros aspectos, yo investigo con una curiosidad infinita, imagino reflexiono,
converso, pido opiniones, busco testimonios, me dejo empapa, escucho
atentamente, utilizo todas las herramientas posibles y luego lo plasmo en el
soporte que mejor pueda trasladarlo, para que pueda ser compartido, un poema,
teatro, novela, ensayo, micro relato etc..
-Pero
en esta novela presiento al ir leyéndola trabajo de investigación,
conversaciones con gentes… ¿qué nos puedes decir?
-Muchos recuerdos, es una novela
muy introspectiva, muchas conversaciones, prestando mucha atención a los
relatos del entorno, algo de imaginación, contrastar muchos elementos, estar
muy abierto a todo lo que te envuelve, separar el grano de la paja quedarte con
lo que uno cree más eficaz y más rico para la narración, con lo más esencial,
tiene un componente duro de trabajo muy concienzudo y selectivo, pero todo ello
pasado por el alambique del gozo, el disfrutar en el proceso creativo, como
disfrutan los personajes y se retroalimentan con ello en el mismo proceso, a
pesar de la dureza y la aridez del camino y del esfuerzo por superar todos los
obstáculos.
-Amigo,
¿nos puedes comentar en qué estás metido ahora, nos puedes dar alguna pista?
-Estoy terminando otra novela, esta está relacionada
con otra temática que a mí me ha sobrecogido de una forma tremenda y en sobremanera, que es el robo de niños en las
clínicas nada más nacer, con la frialdad y la impunidad que se han llevado a
cabo en nuestro país y en otros, es una realidad que he necesitado digerir,
elaborar, para poder entender algo tan descarnadamente cruel, y como hay gente
que intenta justificar lo injustificable, no sé si aquí habrá alguna conexión
inconsciente con la confesión de Pascual Duarte, aunque en lo demás no tiene
nada que ver.
24738
La rebelión del
olvido. Juan Clemente
Sánchez. Prólogo de Antonio Rodríguez Almodóvar, introducción de Pedro Luis
Ibáñez Lérida y epílogo de Francisco Vélez Nieto
152 páginas
12.00 euros
Aconcagua
En La
rebelión del Olvido de Juan Clemente Sánchez, el protagonista es el
pasado que se niega a morir, es todo aquello que se resiste a quedar aparcado
en no se sabe qué espacios de la inconsciencia, rebelándose y tomando cuerpo a
través del papel, es el niño que vive en cada uno de nosotros y que quiere
hacer presente, un superviviente que sabe sobreponerse a las mayores
adversidades, un luchador que supera las catástrofes naturales, las hecatombes
artificiales y a todas las fantasías que derrumba el tiempo. Es un viaje a un
mundo conocido, con toda la magia que mueve la infancia y que no quiere quedar
preso en las heridas del olvido.
En
palabras de Antonio Rodríguez Almodóvar “es una novela estremecedora y hermosa,
un testimonio lucido del sufrimiento de los oprimidos y marginados de una época
terrible de nuestra historia, contribuirá a que no se oxide el pesado, un
lirismo sabiamente contenido vuelve más eficaz el relato en un mundo que a
muchos parecerá increíble. Intuyo que hay elementos personales que han sabido
trascender al lector. Me ha gustado especialmente la imagen los cuentos
alrededor de la fogata, por razones obvias”.
Esta
novela ha sido utilizada como documentación para el libro El Canal de
los Presos (1940-1962), con el subtítulo “Trabajos forzados: de la
represión política a la explotación económica”.
Juan Clemente Sánchez (1960) es poeta y
novelista, estudia Derecho en la Universidad de Sevilla, trabaja en el Juzgado
Decano de Sevilla y en la Delegación de Gobierno en Sevilla de la Junta de
Andalucía. En 1997, publica El Calor del Sur y la Soledad (Madrid,
ed. Huelga y Fierro). En 2001 publica La rebelión del Olvido (Madrid,
ed. Huelva y Fierro) que ahora se edita de nuevo por Aconcagua Libros.
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