La
Librería de El Sueño Igualitario
Félix Tundidor relata en primera persona su
particular cruzada, su lucha antifranquista, entre 1950-1968 de manera crítica
y, también, acusadora.
Lo edita Milenio.
Qué nos cuenta esta editorial sobre el
presente libro, la sinopsis:
En este libro se narra la experiencia sufrida
por uno de los millones de jóvenes españoles atrapados en las redes del
franquismo, faltos de cualquier tipo de libertad y con un futuro totalmente
gris, al igual que el resto de la población. El protagonista, de catorce años,
intenta alcanzar dentro del encorsetamiento de la dictadura y del trabajo
fabril una mínima vivencia digna, procurando arañar algunos estudios después de
la jornada laboral. Los acontecimientos familiares empeoran y el joven se
rebela contra el sistema ante tanta indefensión. La lucha le lleva a la cárcel,
previo paso por las temidas comisarías, con palizas y torturas por parte de la
policía social (Brigada Político Social). Todos los avatares son almacenados en
su memoria, jurando difundirlos una vez superada la dictadura. Sin rencores,
pero sin olvido, el protagonista traza la negra historia sufrida, fiel a los
acontecimientos históricos y a la documentación archivística correspondiente.
El autor:
Félix Tundidor Diaus.
Compagina estudios de Maestría Industrial con el trabajo. En 1963 es detenido,
apaleado y torturado por la policía de la BPS. Es condenado a seis años de
prisión. Pasa por las cárceles de Zaragoza, Carabanchel y Burgos. A la salida,
la BPS hace que le despidan de cada empresa donde entra a trabajar, por lo que
se autoextradita a Barcelona, donde vive en el
anonimato y continúa su lucha dentro del PSUC. Vuelve a Zaragoza en 1981.
Durante los últimos veinte años trabaja como ingeniero en la fábrica zaragozana
OPEL. Ahora, ya jubilado, se dedica a la investigación histórica y el 2014
publica La Agrupación Guerrillera del Alto Aragón (1939-1949)
Nosotros ya mantuvimos una conversación con él
a raíz de la publicación de su libro, La Agrupación Guerrillera del Alto
Aragón:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/tundidor.htm
Cazarabet conversa con Félix Tundidor:
-Félix, ¿te consideras un rebelde?; y por supuesto,
con causa o causas, ¿no?
-Puede ser
que la palabra rebelde parezca altanera o impactante. La verdad es que encajaba
perfectamente para lo que yo quiero explicar, que es la odisea que pasamos
durante todo el franquismo, en especial todos los jóvenes que vimos totalmente
frustradas nuestras vidas. A cambio solamente podíamos ver frente a nosotros un
futuro inexistente. A veces, llegué a pensar que no era real la vida que me
tocaba vivir, al igual que a todos los demás. Ignoro si a ellos la desazón y la
angustia les impactaba igual o simplemente intentaban
abstraerse a ella.
-Muy joven para crecer, vivir, convivir bajo una
dictadura, no te conformabas con ello. Había algo en tu interior que se te
rebelaba minuto a minuto, ¿no?
-Había
algunas cosas que me hacían tener miedo o me asustaban, como por ejemplo el ver
a mi padre trabajar 16 horas diarias, en dos empresas distintas y no poder
disfrutar de su presencia cada día. También, en la escuela conforme iba
ascendiendo en edad y conocimientos, desde los ocho o nueve años. Al gustarme
los estudios y tener ciertas condiciones iba pensando en poder examinarme a los
diez, para comenzar el bachiller. La gran decepción fue el no poder hacerlo. La razón inexplicable pero
cierta: las escasas posibilidades de mis padres y el deseo de que pudiese tener
un oficio con que ganarme la vida hicieron que en casa fijaran, como mal menor, el conseguir
colocarme como aprendiz en alguna empresa de cierto interés, que por cierto
eran pocas. De igual forma, el ver que algunos niños podían comer ciertos
alimentos que en casa nunca entraban, o en muy escasas ocasiones, como el pan
blanco, las naranjas, los plátanos el chocolate etc. etc. El no poder calzar
zapatos o sandalias. Siempre iba con
alpargatas de lona y suela de goma que con el uso diario llegaban a oler
pésimamente y en la casa solo había una fregadera en la cocina para todo.
Muchas cosas más que me producían sensación de un castigo constante.
-¿Qué era lo más amargo de aquellos primeros años?
-Siempre
la sensación de una condena impuesta, que iba en aumento en la medida que
crecía y me daba cuenta. Sobre todo, el gran sacrificio de mi padre con esas
terribles jornadas de trabajo, sin apenas tiempo para dormir, ya que el segundo
trabajo era de noche, de vigilante. En aquellos tiempos, años 40, las creencias
en Dios y la práctica impuesta de la religión junto con la exposición a
castigos terribles para toda la eternidad, en el caso de morir en pecado
mortal, hacía todavía más terrorífico e inexplicable ese mundo en la mente de
un niño de seis a doce años.
-Tu entorno más inmediato, el más familiar, ¿cómo lo
vivía todo, en conjunto?. A veces nos afecta más ver
el desánimo de nuestros seres queridos, la impotencia o la lucha sin recompensa
de éstos. Reflexiónanos, por favor.
-Recuerdo
perfectamente los desacuerdos, llámense disgustos, entre mis padres y siempre,
por las dificultades para poder llegar a final de mes. El punto responsable
siempre era el mismo: la escasez de dinero para cualquier cosa, alimento, ropa,
carbón o un simple cuaderno para la escuela. Mi padre no podía traer más dinero
a casa. Mi madre nos confeccionaba la ropa interior, los vestidos etc. y a
pesar de todo ello, no aparecía ningún milagro, aspecto este que en mi
ingenuidad de niño yo le pedía a ese Dios, pero nunca me escuchó. Pensaba,
cuando todavía creía poder estudiar que yo conseguiría sacarles de aquella
situación. Deseaba ser médico, era mi ilusión poder realizarla. El primer día
de entrada al trabajo justo con catorce años fue un golpe terrible que todavía
recuerdo. El mundo se me vino encima. Fue algo así como el decirte que estabas
condenado a muerte. Esa fue la primera sensación.
-¿Cómo veías, tú, al resto de jóvenes como tú en
aquellos años cincuenta?
-En la
mayor parte de los aprendices, es decir, los compañeros de 14 a 20 años con los
que entré a formar parte en ese ejército de niños que pasamos de escolares a
hombres de la noche a la mañana, vi en ellos una adecuación al sistema, algo
así como los castigados por un delito, que aceptan el tiempo de pena en la
cárcel donde les han encerrado. Unos pensaban en poder salir del país antes de
la inserción a filas para cumplir el servicio militar, contando con la formación
de oficial de tercera, al que accedían a los 18, en el oficio que les hubiese
tocado, después de cuatro años de aprendizaje. Pensaban irse con algo de dinero
ahorrado, de turista a Francia y allí conseguir un trabajo y no volver. Otros
aceptaban ser unos buenos profesionales y casarse. Otro de los problemas era la
gran represión a todos los niveles: escolares, sociales, políticos, sexuales
etc. Las relaciones entre chicos y chicas, tal y como las conocemos hoy día
eran inimaginables, con lo que el mantener algún tipo de contacto o relaciones
sexuales con una mujer solamente era lícito y normal conseguirlo por el camino
del matrimonio. Y teniendo en cuenta que en la mujer, las represiones eran
igual o de mayor calado, hay que pensar que este camino era una especie de
tabla de salvación para ellas, aunque fuese para introducirse en problemas
mayores; pero la juventud les hacía ser intrépidas. A la vez, el sistema
introdujo en sus libros de escuela y en la práctica diaria de la vida, el ser
consideradas como personas inferiores, sumisas y entregadas al hombre que
elegían por marido. Por lo tanto, los jóvenes que se hacían pronto hombres
maduros, tomaban estas directrices como normas impuestas. Solamente hace falta
echarle un vistazo a corolario editado en forma de libro por la falange en
concomitancia con la Iglesia, para intentar otear cómo era objetivada y
manipulada la mujer de entonces. Añado aquí dicho panfleto de los años 50,
solamente a modo de ejemplo.
Manual de la esposa perfecta
según la Falange española y la dictadura.
Autor: Nuria | Publicado en Curiosidades
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REGLAS PARA SER LA ESPOSA PERFECTA
Hoy en día las mujeres normalmente
intentan convertirse en esposas perfectas para agradar a su pareja. Si creen
que han fracasado en esto, se sienten frustradas y se someten más a los deseos
y peticiones del hombre.
La situación de la mujer en la
sociedad ha cambiado pero no en todos los aspectos y en todas las regiones del
mundo.
En los años cuarenta y cincuenta,
durante la dictadura de Franco, se vivía en una sociedad machista, la mujer era
considerada como la que incitaba al pecado y había un dominio del hombre sobre
la mujer en los temas referentes a las concepciones sociales y científicas, ya
que existía una supuesta inferioridad mental en ésta. La Falange hizo
hincapié en la posición de las mujeres creando un manual de la esposa perfecta
en 1953, el cual se entregaba en España a todas las mujeres que hacían Servicio
Social en la sección femenina, algo que ahora es considerado como machista en
aquella época eran normas que las mujeres tenían que cumplir. Las reglas iban
desde las tareas de la casa hasta las relaciones sexuales.
La
Sección Femenina estaba dominada por Pilar Primo de Rivera, hermana del
fundador de la falange José Antonio Primo de Rivera. Estas mujeres hicieron
muchas labores, crearon campamentos de alimentación para niños y cuando se las
empezó a conocer, en 1937, se les entregó el Servicio Social de la Mujer, que
por aquellos tiempos ya era obligatorio, por lo que eran las encargadas de la
formación femenina.
La acción que realizaba la Sección
Femenina durante el Franquismo era la de enseñar a las jóvenes a ser buenas
patriotas, buenas cristianas y buenas esposas, subordinándose totalmente a los
hombres. Se esperaba de las mujeres su sumisión y docilidad cuya función
principal era la maternidad. Así se encontraron las mujeres tras la Guerra,
teniéndose que adaptar a ser mujer y madre y dedicarse exclusivamente al
cuidado de éstos bajo la moral católica del franquismo.
Después de la Segunda República las
mujeres ya habían conseguido el derecho al voto y su ocupación en lugares
públicos, pero el régimen franquista las condujo de nuevo a sus hogares y a
considerarlas únicamente como procreadoras, como consecuencia de las muertes
causadas. Su función era mantener el orden tradicional del hogar, cuidar al
hombre, protegerlo y satisfacerlo, pero no extralimitarse.
La guía de la esposa perfecta trataba
todos los temas, recogía los valores tradicionales católicos que se asentaron
en 1939 tras la Guerra Civil y desarrollados desde sus inicios.
–
Ten preparada una comida deliciosa para cuando el llegue del trabajo.
Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en
tono bajo, relajado y placentero. Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una
cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de
trabajo quizás necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es
proporcionárselo. Durante los días más fríos deberías preparar y encender un
fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo,
preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal
inmensa.
– Minimiza cualquier ruido. En el
momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con
cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerlo. Escúchalo, déjale hablar
primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los
tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de
diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés,
y sus necesidades reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón
cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o
caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o
cuestiones, su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.
– Anima a tu marido a poner en
práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente
insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de
ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de
los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo
en la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del almuerzo. El
almuerzo es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo exterior con
talante positivo.
–
Una vez que ambos os retiréis a la habitación, prepárate para la cama lo antes
posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima
importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes
tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama… si debes
aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté
dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la
noche. En cuanto respecto a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido,
es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la
necesidad de dormir, que sea así, no lo presiones o estimules en la intimidad.
Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre
en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando
alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente
para indicar cualquiera goce que pudieses experimentar. Si tu marido te pidiera
prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu
marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa,
refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el
cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes
que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando
despierte.
Para mejorar la guía, entre 1953 y
1954, se optó por resumirla en un libro compuesto por once normas con imágenes
para las mujeres españolas. Se repartían para que éstas fueran las esposas
perfectas, estaban resumidas de la siguiente manera:
1. Ten
lista la cena: planea con tiempo una deliciosa cena
para su llegada. Esta es una forma de dejarle saber que has estado pensando en
él y que te preocupan sus necesidades. La mayoría de los hombres están
hambrientos cuando llegan a casa.
2. ¡Luce
hermosa!: descansa cinco minutos antes de su llegada para que te encuentre
fresca y reluciente. Retoca tu maquillaje, ponte un listón en el cabello y luce
lo mejor posible para él. Recuerda que ha tenido un día duro y solo ha tratado
con compañeros de trabajo.
3. Se
dulce e interesante: una de tus obligaciones es distraerlo. Su aburrido día
de trabajo quizás necesite mejorar. Tú debes hacer todo lo posible por hacerlo.
4. Arregla
tu casa: debe lucir impecable. Haz una última
ronda por las principales áreas de la casa, justo antes de que tu marido
llegue. Levanta libros de escuela, juguetes, etc. y limpia con plumero las
mesas.
5. Hazlo
sentir en el paraíso: después de todo, cuidar de su
comodidad te brindará una enorme satisfacción personal. Durante los meses más
fríos del año, prepara la chimenea antes de su llegada. Tu marido sentirá que
ha llegado a un paraíso de descanso y orden, esto te levantará el ánimo a ti
también.
6. Prepara
a los niños: tomate unos minutos para arreglar a
los niños. Cepíllales el cabello, lava sus manos y cámbiales la ropa en caso de
ser necesario. Son sus pequeños tesoros y él los querrá ver relucientes.
7. Miniminiza
el ruido: a la hora de su llegada apaga la
lavadora, secadora y aspiradora e intenta que los niños estén callados. Piensa
en todo el ruido que ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina.
8. Procura
verte feliz: Regálale una gran sonrisa y muestra
sinceridad en tu deseo de complacerlo. Tu felicidad es su recompensa por su
esfuerzo diario.
9. Escúchalo:
déjalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos.
Puede que tengas una docena de cosas importantes que decirle, pero a su llegada
no es el mejor momento para hablarlas.
10.
Ponte en sus zapatos:
no te quejes si llega tarde o si va a divertirse sin ti o si no llega en toda
la noche. Trata de entender su mundo de presión y compromisos, y su verdadera
necesidad de estar relajado en casa.
11.
¡No te quejes!:
No lo satures con problemas insignificantes. Cualquier problema tuyo, es un
pequeño detalle con lo que él tuvo que pasar.
¡Extra! Hazlo sentir a sus
anchas: déjale que se acomode en un sillón o
se recueste en la habitación. Ten una bebida caliente lista para él. Arregla su
almohada y ofrece quitarle sus zapatos. Habla con voz suave y placentera.
Una buena esposa siempre sabe cuál es
su lugar.
Las
enseñanzas del hogar fueron obligatorias para todos los centros de primera y
segunda enseñanza por orden del ministerio el 16 de octubre de 1941. Estas
enseñanzas provocarían una mejor disposición de la mujer hacia el hombre,
buscando un hogar adecuado y de utilidad, asegurando la permanencia de la mujer
en la casa y evitando el trabajo asalariado de la mujer. La mujer tenía razón
de existir, solo para cumplir con sus funciones reproductivas, como mantenedora
de la familia y, como consecuencia, reproductora del sistema.
La mujer en el franquismo fue apartada
de la sociedad, privándola de todos los logros conseguidos en la etapa
republicana.
En el ámbito civil, la mujer casada
perdía su nacionalidad propia, su marido tenía autoridad de representación
sobre ella y si no estuviese casada la tendría el padre o, en su defecto, el
hermano. No podía acceder a los puestos de Estado y estaba aceptada la
prostitución, pero prohibidos los métodos anticonceptivos y el aborto.
En el ámbito familiar, estaba
prohibido el matrimonio civil, el adulterio era considerado delito solo para la
mujer y se derogó la ley del divorcio. El hombre tenía la patria potestad de la
mujer y ésta no podía irse de casa antes de los veinticinco si no era para
casarse.
En el ámbito educativo, las escuelas
estaban separadas y existían asignaturas domésticas y religiosas para las
mujeres.
En el ámbito laboral, se le impidió el
acceso a muchos puestos de trabajo ya que debía ser buena ama de casa y cuidar
de su marido y sus hijos. La educación de las mujeres españolas estaba creada
para mitigar cualquier pensamiento de rebeldía o emancipación.
Después de tres corrientes feministas,
estas ideas quedaron finalmente en el olvido. La primera oleada consistía en la
igualdad entre hombres y mujeres de la capacidad de obrar, del derecho de
propiedad y en el matrimonio. La segunda oleada trató los temas de la
desigualdad no oficial, los lugares de trabajo, la sexualidad, la familia y los
derechos de la mujer en la reproducción. Finalmente, en la tercera oleada las
mujeres se centraron en la “micropolítica”,
discrepando sobre lo que es bueno y malo para ellas de lo tratado en la segunda
oleada.
-Pronto ves que debes
compaginar el trabajo con los estudios. Una primera decisión (plenamente
autónoma) que, de alguna manera, te llevará a las demás porque la formación
conlleva eso, ¿no?...por eso todos los regímenes dictatoriales lo que quieren
es mandar, manipular y encorsetar a la educación ¿no?
-Estaba
totalmente demostrado que lo que le interesaba al régimen dictatorial era tener
buenos especialistas, y a ser posible, con alguna formación teórica, pero
solamente la justa, para impedir que ese
oficial pudiese subir el escalón superior en estudios y alcanzase un estamento
óptimo. Cosa difícil de por sí, ya que solamente una parte de los aprendices
estudiaban después de una jornada de ocho horas de trabajo: Sí empezaban, pero
difícilmente terminaban esos cuatro años que consistían los estudios de la
Maestría Industrial. Para esos estudios, en algunos cursos, era necesario
asistir a partir de las cinco de la tarde y la salida de la fábrica era a las
seis. Esa hora y media, (trayecto más clase), sí que era abonada al aprendiz
por parte de la empresa, por orden de Ley orgánica del franquismo. Esta es la
prueba irrefutable de los intereses que perseguía el Estado y que he apuntado más arriba. Yo pude
comprobarlo en carne propia cuando accedí mediante examen de ingreso al
estamento superior: Escuela de Peritos Industriales me fue denegado el permiso no retribuido de siete horas
semanales para poder asistir a las clases matutinas. Más claro no puede
explicarse. La idea fija de la dictadura era la de mantener de padres a hijos, de los vencedores, los puestos de mando
de cualquier estamento, institución o empresa importante del país.
-Por supuesto, la dignidad, apuntalar la que es
nuestra y de nadie es un hecho más que importante y un factor imprescindible…
-Ignoro si
la dignidad era en aquellos momentos un sentimiento a defender. Lo que imperaba
era una especie de miedo a todo. Cualquier situación, carencia o dificultad
podía empeorar. Las insuficiencias eran todas, el futuro inexistente, el fundar
una familia casi un suicidio, el mejorar la situación económica un verdadero
sacrificio tras el esfuerzo de las horas extras o el trabajo añadido en otra
empresa, etc. etc. Lo que sí existía era un espíritu de supervivencia. Sin
embargo, en una minoría sí que existía esa dignidad, a prueba de cualquier
sacrificio, y a algunas de esas personas, yo tuve el orgullo de poder conocer,
tratar y admirar. De esto hablo largamente en este libro, de las situaciones en
los tajos y las imposibilidades de adquirir una educación más extensa, así como
del crimen de Estado que es el mandar a los niños de 14 años a trabajar.
Naturalmente, estaba refrendado por las correspondientes leyes de la dictadura..
-Pero, por favor, amigo Félix cuéntales a nuestros
amigos lectores qué es lo que te hace ir más allá…lo que te hace moverte más
hacia la activación política y lo que tte
convierte en activista…
-Conforme
iba cumpliendo años, los 15, los 16... iba adquiriendo conciencia de lo que me
rodeaba, de las personas , pocas, pero las más cualificadas, las más
respetuosas, las que, a pesar de sus limitaciones escolares, disponían de un
conocimiento de los problemas que eran explicados de forma clara, demostrando
que estaban directamente enfrentados con los intereses que defendían las
empresas, apoyados totalmente por la única política posible: la franquista, por
el único Sindicato: el Vertical, por una Iglesia que educaba, conducía,
presionaba con su catecismo impuesto, con la obligatoriedad de asistir a su
explicación, a ir a misa todos los días de fiesta; invitando a ingresar en los
círculos de Acción Católica..., (había
juegos, y los domingos cine y algún regalo, (calcetines, alguna camisa etc.),
por parte de la juventud que detentaba esos puestos. Eran jóvenes estudiantes
de Universidad, buenos muchachos, que deseaban hacer el bien desde su punto de
vista. Pero solo era eso, un pez para poder olvidar un rato el hambre. No
podían o no tenían el permiso para enseñarnos a pescar, estando en total
connivencia y apoyo del Gobierno. Esa minoría de personas dignas, las de la
fábricas y tajos fueron el fermento a través del tiempo, años de cárcel, palizas, torturas, asesinatos,
(todo demostrable), de los plantes y huelgas, de lo que serían en un futuro de
10 años el origen de los sindicatos verdaderos. Visto esto y las experiencias
sufridas en solamente dos años, a los 16, ya estaba imbricado en la lucha por
defender un camino hacia la libertad, es decir, en las filas del PC, para
intentar apoyar un cambio en el país, que nos conducía directamente al
ostracismo y a pasar por este mundo únicamente dando todo, inclusive la vida,
en favor de los que asfixiaban a la gran mayoría. Esa fue mi determinación, de
la que nunca me he arrepentido.
-Hablas de indefensión, pero la impotencia que uno debe sentir en esas
circunstancias debe ser brutal, ¿no?
-Puede que insista,
pero cada día que me levantaba a las seis de la mañana cogía la bicicleta, los
bártulos de la escuela, la fiambrera con la comida y enfilaba de noche hacia la
fábrica, me infundía la misma sensación de oscuridad e inseguridad ante mi
futuro. Cuando ya estuve apoyando a lo que intuía como lo único racional que
podía hacer, estaba contento conmigo mismo. Sin embargo, sentía la comezón de
una posible caída o error, cosa que sería terrible tanto para mí, como para mi
familia. Significaba que la situación anímica seguía siendo temerosa, pero en
ese tiempo, sabiendo que estaba apoyando algo por lo que merecía la pena vivir
y luchar, la sensación cambiaba de color.
-Pero claro aparece ante tu respuesta, la respuesta de la Brigada
Político-Social y de un Estado que es una Dictadura durísima y consentida, ya
no solo por dentro, también por fuera…terminas en las comisarías, entre
torturas y en la cárcel. Coméntanos.
-Es algo difícil y
cruento de pensar, de recordar y sobre todo el sentirte solo ante tanta
iniquidad y aberración de seres ¿humanos?, sabiendo que ante las brutalidades
nadie, nadie, puede ser criticado, pero sí hay que estar preparado, es decir,
estudiar una y otra vez los métodos de seguridad, conocer lo mínimo
imprescindible relativo a tu encomienda o trabajo, para no poder delatar a
nadie etc. La regla de oro es esa: conocer lo mínimo imprescindible." Lo
que no se conoce, no se puede decir". En la caída, hubo algo de esto, y
así lo explico, a la vez que detallo los errores para corregirlos y evitar los mismos posteriormente.
Para mí,
siempre ha sido un error el entrar en la cárcel. Hay que evitarlo a todo
trance, y si llega, que sea por imperativos no previstos u otras causas no
consideradas. Otro motivo de tratar este
tema es por hacer la denuncia directa de los torturadores, con nombres y
apellidos. Pero insisto, que ante la tortura te encuentras solo, solo delante
de bestias obsesas por obtener el pírrico triunfo de sacar la delación por el
sistema infrahumano de la prepotencia, terror, brutalidad y chantaje. Si por el
contrario, hay personas, que las ha habido, hay y habrá, capaces de soportar
semejante trato, solamente hay que tenerlas en el lugar más alto de nuestra
consideración, pero esto no es tabla rasa para exigir a todos la misma
conducta. Cada persona es un mundo y hay que respetarlo.
En la cárcel la
estancia era diferente. En general, las personas adquirían la dimensión
verdadera de su conducta en cualquiera de los sentidos que hubiese sido.
Aceptaban su condición, la pérdida de presencia en la sociedad, incluso algo
tan esencial como el trabajo, único sostén para continuar, pero aquí entraba la
solidaridad, el mutuo apoyo y eso es algo que jamás podrán asimilar las bestias
que acorralaban, destruían y asesinaban a los luchadores por la libertad.
Incluso hoy día estamos atravesando unos tiempos en los que poco a poco, día a
día, nos vamos adaptando al conocimiento inocuo, déspota e hipócrita de la
destrucción de pueblos por los amos o directores hegemónicos del planeta. Es un
peligro que estamos corriendo haciéndonos partícipes, casi sin darnos cuenta, a
través de políticas, caminos mediáticos y forma del desigual reparto social,
que puede hacernos desembocar en un problema de una envergadura no
imaginable.
-¿Qué te encuentras en la cárcel? (me refiero entre los tuyos, entre los
que estaban allí por la búsqueda de la libertad y por protestar contra el
sistema dictatorial)
-Allí
había muchas personas, la casi totalidad personas honestas, con formación
política, en su mayor parte trabajadores, aunque también había médicos,
abogados, intelectuales, inclusive el hijo de un ministro. Hasta la década de
los 50, los presos eran la mayoría, personas que se habían escapado del pelotón
de ejecución, mediante la conmutación de la pena de muerte por la de 30 años de
reclusión. Había miles de ellos, pero en la década de los 60 empiezan a
engrosar las poblaciones penales los trabajadores, sobre todo de asturianos y
de los cinturones industriales de las principales ciudades. Era la época del
desarrollo, esa época que el dictador no deseaba, pero que la situación de bancarrota
del país en 1959, le hicieron ver los inteligentes ministros o ministrables del Opus Dei,
cercanos a él. Franco, no teniendo otro remedio que aceptar la realidad
impuesta, lo admite, pero sabiendo que con el desarrollo, la masificación y la
expansión industrial. El fenómeno lógico de la agrupación de muchos
trabajadores con sus familias y con problemas similares, la posibilidad de
aunar esfuerzos y luchar sería mucho más fácil, como así fue.
Las personas presas por motivos políticos,
(huelgas, propaganda ilegal, reuniones etc.), todas ellas habían sido apalizadas y o torturadas. Pude ver a cientos de ellos en
Carabanchel, personas honestísimas, con ímpetu de lucha y deseos de conseguir
lo que poco tiempo después fue un hecho: los sindicatos de clase. La
solidaridad era el denominador común, aún estando en una especie de limbo. La
mayor parte de los presos al no haber más imputaciones que las de la oposición
en forma de propaganda y plantes de huelga y haber traspasado las fronteras, la
situación laboral y estudiantil de España, los juicios les hacía daño al
franquismo, sabiendo que en ellos saldrían a relucir las torturas y las
palizas. Esta era la razón por la cual, la mayor parte de ellos estaban 10, 12
y hasta 15 meses en prisión sin ser procesados, siendo puestos en libertad sin
juicio. Sin embargo, con la retirada de la ley de 1947 contra la masonería y el comunismo, en el año 1963, pasó a
encargarse de la situación jurídica el TOP, (Tribunal de Orden Público) el
Agujero negro del franquismo como lo designó el magistrado Juan José del
Águila. ( ver libro EL TOP, la represión de la
libertad, 1963-1977) Entre 1964 y 1976 el TOP aplicó 7417 penas a 6748
condenados, lo que dice que algunas personas represaliadas lo fueron por más de
un delito, con un total de 10.146 años, 18.870 meses, 4.758 días y 31.580.000
multas pp. 256 y ss.
NÚMERO DE PRESOS POLÍTICOS HASTA 1948 EN LAS CÁRCELES FRANQUISTAS
A quienes la cifra les parezca desmesurada
vamos a aportarles una prueba nada sospechosa. Procede del propio don Francisco
Franco Bahamonde, Caudillo de España, quien en una
carta dirigida a don Juan de Borbón el 27 de mayo de 1943, dice textualmente
entre otras cosas: "¿Es que no tiene trascendencia para Vuestra Alteza la
obra de liquidación del problema de la justicia que da comienzo con más de
cuatrocientos mil procesados para acabar a fuerza de generosidad, pero sin claudicaciones,
ni mengua de la ejemplaridad, reducido a menos de setenta mil presos, autores
principales de crímenes o con gravísimas responsabilidades?". Si pensamos
que en los años de guerra y de la inmediata posguerra menos de la mitad de los
detenidos llegaban a ser procesados, tendremos que cuando aún faltaban treinta
y dos años para el final de su dictadura, Franco admite de manera expresa que
fueron cientos de miles los hombres que pasaron por las prisiones de su
régimen. ¿Y cuántos de los trescientos treinta mil procesados, que ya no
estaban recluidos en mayo de 1943, fueron ejecutados con anterioridad a dicha
fecha? Por muy optimistas que queramos ser, forzoso será convenir en que los
ejecutados de entre ellos multiplican varias veces las 23.000 víctimas que
ahora quieren presentársenos como el total de las ocasionadas por la represión
franquista.
Publicado originalmente en la revista Tiempo de Historia (Abril de
1978).
-¿Se aprende, aún, en las peores circunstancias, significados como el de la
solidaridad, la dignidad y la fraternidad…?
-Aún en
los más negados casos, que alguno hubo, la ejemplaridad, el apoyo mutuo, la
ayuda a discreción y los ejemplos diarios hacían que esto que llamamos dignidad
o conciencia de clase subiese muchos enteros. Todo ello, no se puede olvidar
fácilmente y lo llevas contigo de por vida. Y no solamente eso, sino el
apreciar que entras en la cárcel con una pena de 6 años y te vas, dejando a
muchas de las personas que viste al
entrar. Eso te da fuerzas para seguir y continuar, para arrancar de las
mazmorras del dictador a tanta gente honesta, que pasaron 20 años y algunas más
de 20, por haber defendido a un gobierno legalmente elegido y ser víctimas de
unos asesinos golpistas.
-Pero tú no te rindes sigues en la lucha clandestina
hasta el final…
-Quizá fue
un conjunto de circunstancias. Las
carencias de todo, la pérdida del padre, la imposición sistemática a una vida
relegada al trabajo sin opción a una educación y posteriormente, el despido sistemático de trabajos conseguidos por alta
cualificación por las vivitas de la fatídica BPS a los empresarios, obligando a
despedirme, hizo que la rebeldía subiese y fuese a más. Sin embargo hubo
algunos empresarios que plantaron cara a la temida policía. En mi próximo libro
aparecerán, (final de los años 60 y parte de los 70), es algo difícil de
olvidar, hasta el extremo de tener que extraditarme a Barcelona, para separarme
del tufo apestoso de estos impresentables seres, que se ganaban la vida con el
terror y la tortura.
-Dices no guardar rencor, eso debe de ser
difícil pasando lo que has pasado, no?, ¿cómo te lo
has hecho?
-Con
rencor no se puede vivir. Sería ponerse a la altura de los torturadores. Era
emocionante el ver el resultado de una acción dentro de la cárcel, en setiembre
de 1964, por ejemplo: conseguir que nuestras cartas pusieran en el remite
Fulano de tal, Preso político. Eso costó muchas semanas de celdas de castigo.
Cuando salieron los que todavía estaban en ellas el día que se consiguió, fue
magnífico. Sin embargo en la cara de la mayor parte de los oficiales más
acérrimos franquistas se veía un odio irreprimible. No deseo tener esos sentimientos. En esa acción las mujeres
y las Radios extranjeras nos ayudaron y un domingo determinado, a una hora
fijada todas las familias con los niños, que estaban en Burgos visitando a sus familiares, salieron, por el centro en
manifestación, con pancartas y tirando octavillas. A la vez, por la noche Radio
París la BBC y Radio España Independiente dieron la noticia. Al siguiente día
todos los que estaban en celdas de castigo salieron de ellas, y las cartas con
el remite de preso político. Para nosotros fue un triunfo, para ellos un golpe
que no supieron digerir. Sencillamente, es infinitamente mejor vivir sin
rencores.
-No olvidas, claro que no y ese “no olvido” cómo lo manifiestas, cómo lo
prolongas, cómo lo enseñas: con la denuncia, contando lo que pasó,
reivindicando a otros…
-¿Cómo vamos a olvidar
nuestra propia Historia? Sería algo parecido a intentar borrar nuestros
orígenes, nuestro desarrollo, nuestros errores en los que poder vernos para
mejorar. Recordemos lo que dijo Abraham Lincoln. "Un país que olvida su
Historia está condenado a repetirla". ¿Se ha olvidado el Holocausto?, ¿Y
las cercanas y vergonzosas Dictaduras de Chile y Argentina?.
Y yéndonos más lejos. ¿Es que no leemos los sucesos griegos, su Historia?... y
así hasta el inmenso acerbo histórico
del ser humano. Sin embargo, en casos de determinadas dictaduras y hechos
genocidas, sí tratan sus herederos más próximos de que sean olvidados. ¿Cómo lo
hacen? Pues ya lo vemos, tratando de desprestigiar los hechos, diciendo que son intentos de abrir heridas, que
lo mejor es olvidar... Son mentiras pueriles, que a estas alturas de nuestro
desarrollo, ya no convencen ni a los niños. No obstante, las políticas,
mediáticas, escolares, muchas leyes, recortes, insuficiencias, tendencias en lo
concreto y cotidiano, tratando de distraer de las mil formas posibles a la
juventud, poniendo a su disposición infinidad de formas de diversión: fútbol,
fiestas sin fin, botellones, vivir al día, haciéndolos compradores compulsivos
y, en el límite, ofreciendo a diestro y siniestro todos los préstamos posibles
para cualquier tipo de destino y sin evaluar ese fin. Acordémonos de los años
2000 al 2005, donde personas al servicio de los Bancos nos ofrecían por las
calles y con propaganda escrita "La gran ocasión para hacer todos negocios
con esos préstamos a interés bajo para comprar lo que fuere (sobre todo
"ladrillo" en esas fechas), y así, pronto vender y hacer negocio" Simplemente era el cuento
de la lechera. Y así salió. Pero para entonces millones de personas estaban ya
encadenados a algo de por vida. Después vino la crisis y... tenemos lo que estamos
padeciendo. Esa es la forma PREDETERMINADA, con que han obtenido estas
generaciones bien formadas, abiertas, solidarias, pero totalmente amnésicas y
con las manos atadas y lo más grave, sin trabajo o con uno tan precario que
hace que estén condenados de por vida. Esta es la única forma de enseñar a no
olvidar, aportando mi grano de arena, intentando hacer ver lo que durante 39
años de una Transición, tutelada y dirigida por la mayor parte de los mismos
que, a partir de la muerte del dictador, se erigieron en demócratas de toda la
vida y que han pretendido, y conseguido,
en nuestra sociedad. Han tratado de
ocultar esa Historia en los mismos centros de cultura etc. etc. De esto, una
simple prueba al alcance de cualquier
ciudadano de bien lo puede comprobar. Solamente es preciso, con naturalidad y objetividad,
preguntar a cualquier persona entre 20 y 35 años algo referente a nuestra
cercana Historia: Personajes,: Alfonso XIII, Manuel
Azaña, Julián Besteiro, Juan Negrín, Largo
Caballero, Franco, Emilio Mola Queipo de Llano, José Sanjurjo,
conflictos, guerras, golpes de estado... etc. en los últimos 80 años, es decir
en esta nuestra historia cercana a la que yo defino como "La Gran
Desconocida" y veremos los resultados arriba apuntados.
-Y en los tiempos democráticos, ¿cómo ha sido tu participación?, (creo que
hay ciudadanos que no dejan de participar para construir)
-Naturalmente que
siempre ha habido y hay un porcentaje de personas que han visto la verdadera
dimensión del nuevo futuro que se abría con la desaparición del dictador y la
aparición de la Democracia. Pero no fue un camino llano, ni sin problemas, sino
todo lo contrario y además, con el siempre peligro en el aire de los no
conformes, de los que todavía no aceptaban que el franquismo había
desaparecido, (no olvidar el 23 F) De los que pretendían que algo cambiase para
que todo continuase igual. Fue, ha sido una dura, durísima batalla, en la que
todavía vemos perfectamente cómo el tejido financiero y los puestos más
importantes han seguido y siguen en las
mismas manos. Familias y grupos que defienden y detentan el tipo de política
que salvaguardan sus intereses, Esto daría para toda una conferencia con
posibilidad de coloquio, pero ciñéndome a la pregunta he de decir que:
aportando lo mejor de cada persona que cree y ve que nuestro país tiene que
cambiar y en ese cambio ha de estar involucrada nuestra juventud, bien formada,
pero que tiene que abrir los ojos y tomar las riendas del pensamiento con la
máxima honestidad y ejemplaridad, yendo por delante de infatilismos,
con programas lógicos y defendibles, con el convencimiento de conseguir una
justa reforma fiscal, reforma de la Ley electoral, un reparto social íntegro
etc. etc. Ese y no otro ha de ser el camino que
deberemos apoyar la mayoría del país cuando desaparezca la amnesia inducida, y
liderar la formación de toda esa otra que viene y está creciendo en este
cenagal de problemas, cada vez más cercano
a la pérdida de todo lo conseguido. Parece ser que el 15M fue un germen
que puede crecer si se clarifica su
destino y aúna esfuerzos con tantas personas jóvenes y no, que han visto la
salida a tanta putrefacción e intercambio del poder, similar al del siglo
XIX: Cánovas--Sagasta,
Sagasta--Cánovas.
-Supongo que en todo este viaje hay decepciones, traiciones, se ven las
“típicas actitudes de los trepas”. Hombre, eso tampoco se puede olvidar de
ninguna de las formas….
-De todo ha habido y habrá. Pero prefiero
quedarme con todo lo mejor de tanta gente que vivió para defender lo que debe
de ser algo a preservar por encima de todo: LIBERTAD dentro de un reparto social, es decir de total
solidaridad. Este sistema de segregación donde crecen los ricos al mismo ritmo que aumentan de una forma
exponencial los pobres, que hace tan solo 10 años eran el conjunto que había
alcanzado un nivel digno de vida y con futuro para sus hijos. PAZ para todos los componentes de este
y todos los países, para lo cual, en esos parlamentos han de estar presentes la
parte proporcional de los componentes de los más desfavorecidos, con programas
de verdadera inclusión, con una nueva Ley electoral, con posibilidad de hacer
dimitir a todo aquel que transgreda cualquier tema punible... es decir, un
nuevo camino, una nueva política que en definitiva es el desarrollo normal de
lo que llamamos Historia, aunque sepamos que este desarrollo siempre, siempre
es con el pago y sacrificio del PUEBLO LLANO. Y SOLIDARIDAD no solamente entre nosotros, sino con todos y tantas
personas como nuestro país pueda soportar, y no más, pero necesario el ayudar a
acabar con las guerras impuestas por países hegemónicos del planeta. Mientras
tanto, no queda más remedio que ayudar a tantas personas que han sido el
soporte de sus países hasta que una guerra no deseada destruyó, arrebató y
asesinó a miles de ellos.
Eran y son personas con conocimientos,
instrucción y formación a todos los niveles, viéndose ahora en la más
destructible forma de ser abandonados en el fango de los campos de
internamiento y de la hipocresía de los países. Hay que pensar además, que
estas personas cuando en sus países de origen haya unas condiciones de paz y
trabajo, retornarán a ellos, donde están sus orígenes y todo por lo que han
luchado, sufrido y amado. ¡No nos engañemos! La inmensa mayoría no han venido
para quedarse.
Pero, y con esto acabo, recuerdo y expongo una
máxima que siempre tenía en la boca Ambrosio Ortega Alonso, el pintor de los
mineros, uno de los grandes pintores españoles, autodidacta, desconocido en nuestro país. Sin embargo,
conocido y habiendo expuesto en Norteamérica, y en Europa. Se hizo artista en
la cárcel, pasando 23 años en ellas (desde los 17 años, de él hago una
semblanza y biografía en mi libro, ya que tuve la fortuna de poder convivir con
él cerca de dos años). Él decía: "Siempre merece la pena luchar,
siempre".
24390
Rebelde con causa. La lucha
antifranquista, 1950-1968. Una mirada crítica y acusadora. Félix Tundidor Diaus
318 páginas
15 x 22cms.
19,00 euros
Milenio
En este libro se narra la
experiencia sufrida por uno de los millones de jóvenes españoles atrapados en
las redes del franquismo, faltos de cualquier tipo de libertad y con un futuro
totalmente gris, al igual que el resto de la población. El protagonista, de
catorce años, intenta alcanzar dentro del encorsetamiento de la dictadura y del
trabajo fabril una mínima vivencia digna, procurando arañar algunos estudios
después de la jornada laboral. Los acontecimientos familiares empeoran y el
joven se rebela contra el sistema ante tanta indefensión. La lucha le lleva a
la cárcel, previo paso por las temidas comisarías, con palizas y torturas por
parte de la policía social (Brigada Político Social). Todos los avatares son
almacenados en su memoria, jurando difundirlos una vez superada la dictadura.
Sin rencores, pero sin olvido, el protagonista traza la negra historia sufrida,
fiel a los acontecimientos históricos y a la documentación archivística
correspondiente.
Ver primeras páginas: http://www.pageseditors.cat/ftp/pdf/5429_9788497437400_L33_23.pdf
Félix Tundidor Diaus. Compagina estudios de
Maestría Industrial con el trabajo. En 1963 es detenido, apaleado y torturado
por la policía de la BPS. Es condenado a seis años de prisión. Pasa por las
cárceles de Zaragoza, Carabanchel y Burgos. A la salida, la BPS hace que le
despidan de cada empresa donde entra a trabajar, por lo que se autoextradita a Barcelona, donde vive en el anonimato y
continúa su lucha dentro del PSUC. Vuelve a Zaragoza en 1981. Durante los
últimos veinte años trabaja como ingeniero en la fábrica zaragozana OPEL.
Ahora, ya jubilado, se dedica a la investigación histórica y el 2014 publica La
Agrupación Guerrillera del Alto Aragón (1939-1949).
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