La
Librería de El Sueño Igualitario
Una
excelente novela de Raúl Monteagudo sobre los republicanos españoles que
liberaron París
Este
escritor, afincado en Sevilla pone las tildes allí donde la historia las había
omitido…
Una novela cargada de una tarea ingente de
documentación e investigación, con un
trabajo bien trazado y contado y eso se nota mucho….
Se
nota, como en pocas novelas, que el escritor es historiador y “bebe” de una
metodología muy rigurosa y eficiente.
La
narrativa de Monteagudo está, además muy cuidada y lograr tener al lector muy
atrapado, desde un primer momento…
Otro
escritor “desconocido” que llega a nosotros para sorprendernos, gustarnos y
quedarse con nosotros…
Cazarabet conversa con Raúl
Monteagudo:
-Raúl, ¿por qué un libro que se
acerca a los Republicanos españoles que liberaron París, Francia?
París,
Francia y el mundo, pues su lucha no era nacionalista. "Cuando los
pingüinos entraron en París" pretende ser un homenaje dedicado a todas las
personas que durante los años 30 y 40 dieron lo mejor de su vida por librarnos
del fascismo. Hay muchas historias que contar sobre esas mujeres y hombres.
Esta es solo una de ellas.
-¿Puede que el olvido al que
han estado sometidos durante mucho, muchos años sea una de las causas causa…?
A
quienes, como dije antes, se dejaron la vida para librarnos del fascismo, les
debemos nuestro agradecimiento para siempre. Sin embargo, en este país,
significativamente, se les ha hecho luz de gas primero por el franquismo y
posteriormente en la Transición a la Democracia. Debido a las servidumbres del
nuevo régimen nacido de la muerte de Franco, buena parte de las personas que se
había significado en defensa de la República o en contra del fascismo, fueron
ninguneadas y olvidadas. La memoria creada por los demócratas del 78 pasaba de
puntillas por las hazañas de las clases populares. Las mismas clases que
propiciaron la caída de una monarquía alejada del sentir del país, trayendo la
República. De nuevo durante la Guerra Civil, armados con más ilusión que
fusiles, plantaron cara durante tres años a las fuerzas que posteriormente
harían añicos el continente. Esas gentes son hoy un orgullo para toda Europa, a
excepción de su país: España, que las sigue ignorando, en el mejor de los
casos.
-¿Fueron, en conjunto, los
republicanos españoles los vencidos entre “los vencedores” de la II
Guerra Mundial?
Los
republicanos experimentaron una victoria agridulce. Por un lado, derrotaron a
un enemigo que parecía inexpugnable, Hitler; pero fueron incapaces de derribar
al achaparrado dictador de voz aflautada, Francisco Franco. Esta victoria no
culminada, se ha convertido en una especie de malditismo
entre las filas del antifascismo, en el que muchos se han regodeado durante
demasiado tiempo. Por eso, es hora de que empecemos a restituir el nombre y
conocer las proezas los primero que crearon la resistencia en Francia,
liberaron París o llegaron al Nido del Águila de Hitler. Modestamente
"Cuando los pingüinos entraron en París", quiere vencer esa tendencia
manifestada desde la Guerra Civil en la que solo nos hemos fijado en la pérdida
sin darnos cuenta de que la obra titánica de encararse a los poderosos es, en
sí mismo, algo positivo digno de ser celebrado.
-Cuéntanos la mayoría de ellos,
después de entrar en París y proseguir con los avatares de La Nueve…a la
mayoría, ¿qué les esperó?
Los
pocos integrantes que acabaron la guerra en tierras alemanas tuvieron una
existencia en el anonimato pues el país de acogida, Francia, no ha recuperado
su nombre hasta hace una década. Por eso, aunque fueran condecorados y tuvieran
pensiones del estado francés, nunca obtuvieron el estatus de grandes héroes que
debieron haber merecido. Que unos españoles republicanos y de izquierdas
liberaran su capital ha sido una especie de realidad incomoda que merecía ser
velada por la propaganda nacionalista francesa que refundó el país después de
su vergonzante respuesta al nazismo. El mito de la resistencia francesa, que
tanto juego ha dado a la literatura y al cine casaba muy mal con los grupos de
antifascistas españoles que aquí y allá se opusieron desde la primera hora al
nazismo. Los integrantes de La Nueve emergieron en la historia de forma
sorprendente y de igual modo volvieron a entrar en el anonimato. Solo unos
pocos refugiados españoles en Francia eran conocedores de la verdadera
importancia de aquellas personas.
-Bueno, hasta no hace mucho,
menos especialistas, historiadores y los típicos lectores que gustan de leer
historia…ignoraban qué era La Nueve, qué hicieron y en qué se convirtieron.
Explícanos algo, por favor, para que nuestro lector pueda ir haciendo boca…por
ejemplo, empezando,¿ de dónde salieron?
Cuando
uno se pone a analizar las historias de los integrantes de La Nueve y su
considerable aporte a la lucha contra el fascismo, se da cuenta de que si no
hubieran sido ellos, se habría tratado de otros españoles que en los años 40
abundaban en las luchas contra Hitler y Petain. El pueblo francés era incapaz
de reaccionar ante lo que se le venía encima. Bien por complacencia -la
derecha- o por estrategia -los comunistas debido al Tratado Ribbentrop-Molotov-,
la sociedad francesa se vio sumida en la parálisis que fue rota, en buena
parte, por las actividades antifascistas del exilio español. Por eso, no es
extraño pensar que fueran los republicanos derrotados del 39 los que primero se
alzaran contra la invasión nazi y se enrolaran en las filas de las fuerzas de la
Francia Libre. En realidad, es imposible que la resistencia no se aglutinara en
primer momento entre los exiliados españoles, pues desde febrero del 39 ya
estaban organizados.
-Creo
que en la guerra y en los conflictos…no existen los héroes tal como la sociedad
actual los tiene conceptuados…Creo, más bien, que existen las personas que, en
determinados momentos, toman las decisiones acertadas….a menudo, impregnadas de
influencias o de casi casualidades o de según cómo te coja el cuerpo
cualquiera de las situaciones…¿Qué piensas?
En
mi novela los héroes y heroínas son a su pesar. Ninguno de los personajes, como
es lógico sabía que un día pasearía por las calles de París desfilando delante
de los grandes mandatarios franceses. Siempre, ellos y cualquiera de nosotros,
va dando palos de ciego hacia un avenir incierto. Lo importante de las personas
que se declararon insumisas a la realidad que se les presentaba por delante fue
que eligieron el camino que esos individuos creyeron el correcto, el justo.
Otros prefirieron unirse al bando fascista, pero los republicanos españoles
fueron desde un primer momento conscientes de quienes eran ellos y quienes sus
enemigos. Creo que en términos generales no se puede dudar de sus acciones.
Otra cosa es que se les tenga en consideración todos sus actos. Por eso escribí
esta novela.
-Construyes una novela, pero la
base se sustenta, toda ella, en hechos reales, se nota mucho que te has
empapado de los hechos históricos, que has investigado…cuéntanos, un poco, esta
faceta…
La
novela surge de una tesis doctoral nunca terminada. Quizás mi alma ácrata no me
haya permitido ajustarme a las contriciones de la academia. También es verdad
que desde que estudie una asignatura de cine en la facultad, me di cuenta de la
importancia del texto literario o la ficción para acercar la verdad histórica.
En muchos casos los libros d historia dicen palabra pero no trasmiten emoción.
La literatura, en cambio, es como meterte en la piel del personaje. No
obstante, pienso que la rigurosidad es fundamental por eso, a la hora de hacer
una novela histórica es preciso que no parezca como en esas películas de época
en las que se ve el pelucón. Uno debe leer bastante y tener buena base. En mi
caso me he ido haciendo a lo largo de mi vida con una buena colección de
lecturas sobre el tema en las que no faltan libros como el de Evelyn Mesquida, Dreufuss-Armand o
Preston. Es igualmente necesario tener un cierto dominio del marco histórico
por lo que recurrir a Eric Hobsbawm es siempre
necesario. Creo que cualquiera que quiera escribir sobre el s.XX
debe de haber leído antes este autor.
-Este libro, amigo Raúl, quiere
rendir homenaje a los miembros de la Nueve…a aquellos que estuvieron “in situ”
allí, pero, creo, que también mira a todos los republicanos españoles que,
exiliados o no…formando o no formando parte de la lucha activa, directa y
demás…vieron sus libertades sesgadas en todos los sentidos…
Si
bien La Nueve es uno de los ejes más importantes, o el que más, de la novela, he
pretendido extenderme en lo que he podido y sabido para tocar los distintos
puntos de esa resistencia que tanto en Europa como en España se ofreció al
fascismo. La novela recorre un periodo de tiempo de unos 80 años -el siglo
corto de Hobsbawm-centrándose más en el periodo de
entreguerras, Guerra Civil Española y 2ª GM. Se pretende dar una panorámica lo
más extensa posible de la situación que desemboca en la guerra mundial en la
que nuestra guerra forma una pieza clave. De igual modo, se pretende explicar
cómo personas que no estaban llamadas a entrar en la "Gran Historia"
acabaron formando parte de la foto y primer plano. Es importante que los
lectores sepan que detrás de los que pasaron la frontera a Francia en el 39 hay
una historia que explica su comportamiento y dedicación sincera y tenaz para
derrotar al fascismo. Ellas y ellos, en la medida de sus posibilidades, fueron
los que mejor encarnaron la lucha contra el monstruo Nazi. Es cierto que
perdieron nuestra guerra, y que los que se quedaron en el interior lo pasaron
extremadamente mal, pero no es menos cierto que pudieron ver el fin al menos en
el resto del mundo de Hitler y Mussolini.
-En realidad el libro es un
canto a la libertad y casi diría que pretende ser un grano de arena en la
recuperación de la Memoria Histórica
Tienes
toda la razón. La libertad en tiempos turbulentos como los años 30 y 40 del s.
XX se convierte en rebeldía. Las luchas sociales de la época mostraron la
rebeldía de los pueblos ante los que les quisieron imponer el dogal. Si te das
cuenta el libro está lleno de fugas, escapadas, clandestinidad, etc. Ese es una
de las lecciones que debemos sacar de este tiempo, y es que, el espíritu de
aquellas personas nunca fue completamente doblegado, fueron unos "espartacos" que, aunque en ocasiones perdieron la
vida, no perdieron la dignidad plantando cara al totalitarismo. Incluso en los
peores años de la España Franquista había organizaciones de resistencia o de
apoyo al interior. La red de enlaces de Francisco Ponzán
se distribuía desde Gibraltar hasta Calais. Esas hazañas y heroicidades han
sido durante décadas negadas, desdeñadas y olvidadas, por eso como dice Celaya:
"¡A la calle!, que ya es hora/de pasearnos a cuerpo/y mostrar que, pues
vivimos, anunciamos algo nuevo".
-Por cierto, para ti qué significa el concepto de Memoria
Histórica y luchar, trabajando por ella y por su recuperación y reivindicación…
La
Memoria Histórica no es ni más ni menos que un acto de justicia, es un deber
hacia nuestros antepasados, pero también para con nosotros y las generaciones
venideras. ¿Qué democracia se puede construir sobre los cimientos de una
dictadura fascista? Yo digo que no, que los cimientos de la democracia española
en el 78 se cimentaron de forma endeble y errónea dejando de lado nuestra valiosísima
herencia democrática del antifranquismo. Mientras en
el resto de Europa después de la guerra se ensalzo el coraje de partisanos y
resistentes, en España se ninguneó a aquellos que lucharon para traer la
democracia a nuestro país. Es hoy día sangrante que después de que se
promulgara hace casi una década una ley de memoria histórica sigan existiendo
calles con nombres de los asesinos del franquismo. Es hoy día sangrante que
torturadores y jefes de torturadores del régimen franquista sigan paseando por
la calle impunemente, o que incluso ocupen puestos de responsabilidad en
algunas compañías señeras de nuestro país. Todo esto es consecuencia de una
Transición en la que el pacto de silencio se enseñorea de la vida pública,
cuando lo que debió haber habido era una ruptura democrática. Es posible, por
la amenaza militar, que no se pudiera hacer de otra manera, pero es hora de
romper las ataduras que el franquismo nos ha puesto durante 40 años y
desenmascarar un proceso de Transición nada modélico, como diría el profesor Francesç Navarro.
-Volvamos un poco hacia una
cuestión que habíamos tratado anteriormente…el proceso de investigación y
documentación. En nuestros cuestionarios hablamos mucho sobre estas cuestiones…
¿cómo fue?( creo que , aunque ingente, debe de
tratarse de una labor muy gratificante). ¿Qué nos puedes decir?
He
tenido que consultar muchísimas fuentes escritas y audiovisuales. También he
incluido alguna investigación propia. Anteriormente he esbozado algunas de las
más importantes pero como te puedes imaginar las referencias son muchísimas.
Para empezar lo que hice fue escribir todas las notas que pude en un cuaderno
que me guió para dar la mayor veracidad posible a las situaciones que se
relatan. Por supuesto, hay licencias y dramatizaciones, pero en todo momento me
he querido ceñir a la realidad histórica relatada por los que vivieron los
acontecimientos siempre apoyada en el trabajo profesional de historiadores. En
este sentido es necesario tener cuidado con las versiones que en los últimos
años se vienen dando por seudohistoriadores o
auténticos publicistas del franquismo.
-Me gustaría hablar, también,
de los personajes, de cómo has ido integrando la ficción en la trama de
no ficción…
La
verdad es que los personajes no me ha sido muy difícil encauzarles dentro del
relato literario e histórico. Si partimos de la base de que la historia es una
construcción social en la que intervienen todos los seres humanos que viven en
un tiempo y un lugar determinado, no es difícil ir colocando a los personajes
en cada uno de los escenarios. Entresacando de las notas de los textos
manejados anécdotas e ideas, es fácil pergeñar un personaje. En todo momento he
intentado ceñirme a la Historia y a los lugares. Tanto la una como la otra te
van guiando de forma que la novela se escribe sola. Eso sí, la documentación
histórica debe ser mínimamente sólida.
- Y de la metodología de
trabajo, ¿qué nos puedes contar?
Yo
soy de ese tipo de personas que para llevar un hueso de aceituna necesita un
camión de 18 ejes. Con esto quiero decir
que es importante empaparse de la época en cuestión lo mejor que se pueda. Una
vez que se ha hecho un intenso y extenso trabajo de documentación se van
hilando cabos para sacar tramas y situaciones. Al final acabas conviviendo con
los personajes día y noche intentando resolver situaciones y obstáculos que se
ponen delante de ellos y de ti.
24222
Cuando los republicanos liberaron
París. Raúl Monteagudo
246 páginas
16,00 euros
Libros.com
El libro es un homenaje a los republicanos
españoles que formaron La Nueve compañía y contribuyeron a derrotar al nazismo,
entrando en París el 24 de agosto de 1944. Es un acto de memoria y justicia con
una parte de nuestra historia de la que debemos sentirnos muy orgullosos.
A través de los ojos de un miliciano que cruza la frontera con Francia se
relatan los acontecimientos que le llevaron a él, y a muchos hombres y mujeres
en el siglo XX, a adquirir un compromiso político. La suerte fue muy dispar y,
en muchos casos, trágica.
El protagonista se enfrenta a la tarea de salvar su vida y de intentar la
liberación de España del franquismo. Todo eso le encamina a pasar por
innumerables situaciones de riesgo y escenarios históricos por todos conocidos,
entre ellos la liberación de Paris por la Nueve compañía.
Raúl Monteagudo
Nací en Madrid en una familia marcada por la lucha política, y siempre me he
visto muy atraído por la Historia y su divulgación. Por ello estudié Geografía
e Historia en la Universidad Complutense. Gracias a mis padres, tíos y amigos
familiares en el exilio, he sido testigo dede niño de
infinitas discusiones políticas en las que las turbulencias del siglo XX teñían
el discurso.
La deficiente representación de personas y hechos relacionados con la lucha por
la democracia y el fin del régimen franquista en la sociedad española, además
del análisis divulgativo de los cómos y los porqués de procesos tan
trascendentes como la República, la Guerra Civil y el Exilio, me llevaron a
escribir la novela de Cuando los pingüinos entraron en París.
«Esta novela relata una de las millones de historias relacionados con nuestro
pasado que aún quedan por contar. Representado en ocasiones por el cine,
prensa, etc. con un sesgo ideológico en el que se escamotea la versión de
aquellos que dejaron su vida en la lucha contra el fascismo, desde las tapias
de Badajoz hasta el Hôtel de Ville
de París. La Democracia Española ha acumulado desde 1975/78 una gran deuda con
la lucha antifranquista y el exilio acallando, a veces bajo tierra en las
cunetas de todo el país, un legado que en cualquier país de Europa se
encontraría con letras mayúsculas en libros de texto y medios de comunicación
de masas».
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