La
Librería de El Sueño Igualitario
Un libro que se adentra, con una investigación
y estudio muy concienzudo y esmerado, en el anarquismo y sus ideas en el
corazón de la Revolución Rusa.
El libro lo escribe, para Volapük Ediciones,
el historiador, Julián Vadillo….experto en el estudio e investigación del
anarquismo.
Un libro magnífico, de investigación y
estudio, que pone luz allá donde algunos la habían quitado… o donde,
simplemente, no la había y no sabíamos ni podíamos mirar…
Lo que nos cuenta la editorial del libro:
Por el pan, la tierra
y la libertad es un detenido estudio sobre el protagonismo que
tuvo el anarquismo en “el acontecimiento que cambió el mundo”: la Revolución
rusa. El libro repasa los antecedentes del movimiento revolucionario y
anarquista, a través de sus grandes figuras como Bakunin
o Kropotkin, o de procesos precursores casi inéditos
como los que se desarrollaron en Bialystok y Krinki que trascienden la propia Revolución de 1905.
Se analizan las
enconadas posturas del anarquismo ruso e internacional ante la Primera Guerra
Mundial, la que nos pone en relación con los estallidos revolucionarios de
febrero y octubre de 1917, en los que el anarquismo va a tener especial
relevancia, lo que se fraguó en las décadas previas. Una vez que los
bolcheviques toman el poder en octubre de 1917, el anarquismo se convertirá en
la fuerza alternativa. Posteriormente, inmersos en el contexto de guerra civil
se produce en Ucrania la experiencia comunista libertaria majnovista
y, por otro lado, la insurrección de Kronstadt que
mostraban el desencanto de buena parte de las fuerzas revolucionarias con el
nuevo dominio imperante que no dudó en aplicar una feroz represión contra
aquellos que habían estado a su lado liquidando el régimen zarista.
Casi a modo de
epílogo el libro expone las actividades y discusiones que perduran en el
movimiento anarquista ruso del interior y el exilio al que se verían abocados
muchos de ellos.
El historiador
Julián Vadillo Muñoz logra analizar el anarquismo ruso en su justa medida, ya
que como movimiento derrotado en este proceso ha tenido siempre una atención
tergiversada de su historia cuando no condenada al olvido. Con una firme
pretensión divulgativa, acercando estos hechos a todo tipo de público y sin
perder rigor por ello, con una clara contextualización histórica, nos presenta
en el estudio a los personajes, organizaciones y grupos, prensa, las dificultades,
los debates y posiciones, las realizaciones revolucionarias… que alcanzó el
anarquismo ruso en este periodo.
El autor Julián Vadillo, al que nosotros ya
entrevistamos con el libro Abriendo brecha: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/brecha.htm
El autor, Julián Vadillo, nos acercamos un
poco más:
Este madrileño es Doctor en Historia por la
Universidad Complutense de Madrid, es
especialista en historia del movimiento obrero y autor de numerosas obras sobre
ese mismo tema: Aproximación a Mujeres Libres; La explosión del polvorín en
Alcalá de Henares—1947--; Mauro Bajatierra. Anarquista
y periodista de acción; El hilo rojinegro de la prensa confederal; Abriendo
brecha. Los inicios de la lucha de las mujeres por su emancipación e Historia
del movimiento obrero en Alcalá de Henares 1868-1939. Además también escribe
numerosos artículos en revistas especializadas y participa en numerosos
congresos nacionales e internacionales. Su interés por la historia de Rusia y
su movimiento obrero le ha llevado a recopilar durante años información y
numerosas fuentes que dan lugar a este trabajo.
Entre otras cosas es colaborador habitual del
periódico Diagonal: https://www.diagonalperiodico.net/taxonomy/term/22689
Cazarabet
conversa con Julián Vadillo:
-Julián,
¿qué fue lo que te hizo acercarte al anarquismo y a sus seguidores en Rusia?
-La verdad es que ha sido una investigación de
muchos años, aunque no haya sido mi línea principal de investigación, que es el
movimiento obrero en España. Sin embargo, la Revolución rusa siempre fue un
proceso que me interesó y he estado al día de todas las novedades editoriales
que se han publicado al respecto. Igualmente, en el proceso de elaboración de
mis investigaciones sobre el movimiento obrero español, di con documentación de
los anarquistas rusos, lo que hizo que mi interés por el asunto creciese. En
Francia localicé muchos datos de los anarquistas rusos exiliados en varios
periodos. También, en 2009 cuando viajé a Rusia, pude hacerme con algunos
libros y documentos del anarquismo ruso. Otro foco de investigación fueron los
papeles que Avrich utilizó para sus libros Los anarquistas rusos y Kronstadt 1921, depositados en diversas
bibliotecas y archivos norteamericanos.
Además, la Revolución rusa siempre fue una
cuenta pendiente para mí. En mis años universitarios desarrollé junto a otros
compañeros un documental sobre la Revolución rusa como trabajo de clase, lo que
nos llevó varias horas de investigación y montaje.
Aunque es un libro atemporal, lo cierto es que
quise aprovechar el centenario de la Revolución de 1917 para poder publicar
este libro sobre el papel del anarquismo en la misma. Un libro basado en todos
los años de recopilación documental y bibliográfica. Aunque, como indico en la introducción del libro, creo que la historia
del anarquismo ruso aun está por escribir.
-Porque se tiene
“la imagen” que la revolución, la fuerza de la izquierda en Rusia solo la han
ostentado los comunistas, aunque para nada es así…
-Porque son lo que ganan. El problema que
tiene cualquier acontecimiento histórico son los lugares comunes y las
simplificaciones que se generan alrededor de él, lo que sirve, sobre todo, para
deformar la realidad. Los comunistas (o bolcheviques) fueron un grupo más
dentro de la Revolución. Y lo que pasó finalmente es que ganaron, mientras el
resto de fuerzas fueron derrotadas. El problema que nos encontramos con el
estudio de la Revolución rusa (como de cualquier otro), son las grandes lagunas
que nos han legado las historias oficiales desde muy distintos puntos de vista.
Muchos de los derrotados en la Revolución tuvieron coberturas en los países
donde se exiliaron y pudieron también plasmar su concepto del proceso
revolucionario. Los anarquistas no encontraron esas facilidades y su literatura
no pasó de ser marginal. Y esto no quiero decir que no sea tan importante como
otras. Pero la impronta que se generó en los círculos de la izquierda es la
legada por una parte por Trotsky en su Historia de la Revolución rusa o la de
los seguidores de Stalin que re-escribieron la historia de la propia
Revolución.
-Bueno, con todo
esto se puede afirmar, más que nunca viendo este ejemplo, que la historia la
escriben y la dejan escrita los que
ganan las batallas, tanto directa como indirectamente….
-Absolutamente, como he marcado más arriba. El
problema es saber distinguir que esa historia oficial no tiene que ser la
historia real. O las muchas historias reales que rodean cualquier
acontecimiento.
-Cuando empezó la
Revolución de Octubre del 17, ¿en qué estado se encontraba el anarquismo en
Rusia?
-En el octubre revolucionario de 1917 el
anarquismo era una tendencia en pleno desarrollo. Tenía varios grupos dispersos
por distintos centros poblaciones de importancia. Su mayor fuerza se centraba
en Petrogrado, Moscú, Kronstadt,
Ivanovo-Vonesenks y amplias zonas de Ucrania.
Curiosamente, aunque desde los medios libertarios rusos se criticaba al
bolchevismo, lo cierto es que existían muchas coincidencias programáticas a
corto plazo entre bolcheviques, anarquistas y socialistas revolucionarios de
izquierda. Su oposición al gobierno provisional de Kerensky,
la oposición a la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, el reparto
de la tierra y el control obrero de la producción, el poder de los soviets,
etc., eran puntos que hacía que para las masas obreras la diferencias entre
anarquistas y bolcheviques no eran tantas. Sin embargo en realidad no era así,
y aunque los anarquistas apoyaron la caída del gobierno provisional en octubre
de 1917, muy pronto afloraron las diferencias en cada uno de los conceptos lo
que llevó a una colisión entre dos formas de entender el proceso
revolucionario. Pero frente a un Partido Bolchevique muy bien estructurado, el
anarquismo se plantó en estos debates con una importante dispersión de fuerzas.
Ahí radicó uno de los grandes problemas que tuvo el anarquismo en Rusia.
-Y el comunismo
en Rusia barrió no tan solo con el modo de vida casi medieval---o medieval del
todo—que imperaba en una sociedad concebida como una pirámide sino también con
las otras opciones revolucionarias….¿qué nos puedes
reflexionar?
-Ciertamente Rusia guardaba muchas cosas
relacionadas con el Antiguo Régimen, cuestión que logra eliminar la Revolución.
Ese mérito no es solo de los comunistas, sino de todas las fuerzas
revolucionarias que participaron en un proceso revolucionario a largo plazo. De
todas esas fuerzas, fueron los bolcheviques los que se hicieron con el poder, y
en un contexto de Guerra Civil fue construyendo un régimen cada vez más
autoritario que acabó engullendo a la propia Revolución. Para los bolcheviques
la correlación de fuerzas revolucionarias solo pasaba por la laminación de sus
rivales políticos. Y aunque hubo acuerdos circunstanciales, lo cierto fue que
finalmente se hicieron con el control total del poder en detrimento del resto
de fuerzas revolucionarias.
-De todas formas,
después, el partido Comunista fue construyendo a su manera una sociedad también
paralela a su concepción de partido un partido patriarcal y vertical, dominador
y dominante hasta la asfixia…
-Evidentemente la revolución degeneró en una
dictadura, que si nos atenemos incluso a los propios conceptos teóricos nada
tenía que ver con la dictadura del proletariado. Era más bien un proletariado
sometido a dictadura. Si bien los primeros años se desarrolla un interesante
debate sobre principios revolucionarios, tras la derrota de Majnó
y el aplastamiento de la revuelta de Kronstadt el
debate solo se circunscribe al propio Partido Comunista, para finalmente acabar
incluso laminado por el ascenso de Stalin al poder. Hubo un momento en que cualquier
disidencia era un delito.
-¿Y por qué le
ganó la partida el comunismo al anarquismo?
-Básicamente porque el bolchevismo se mantuvo
compacto el anarquismo disperso. Es una de las razones a la que llegaron en
conclusión los propios anarquistas rusos en el exilio. Si bien entre ellos
ofrecían distintas soluciones. También porque el comunismo consiguió el poder
del Estado y utilizó los medios que le ofreció para poder reprimir a los
movimientos que se oponían a su concepción revolucionaria. Entre ellos el
anarquismo. Los bolcheviques supieron leer muy bien el contexto histórico que
les tocó vivir. El anarquismo también, pero no encontró una fórmula que le
mantuviese unido. Además hay que tener en cuenta que la posibilidad de
alternativa anarquista en la Revolución rusa se focaliza en el periodo de la
Guerra Civil (1918-1921), un momento donde hay un importante dilema: dar un
paso a lo que denominaron los anarquistas la “Tercera Revolución” o vencer a
las fuerzas contrarrevolucionarias que con apoyo extrajeron combatían los
principios de la revolución en el que los propios anarquistas estaban
insertados. Y a pesar del debate de ideas, el anarquismo eligió la segunda
opción para postergar la primera. Una cuestión que también aprovechó el
bolchevismo para hacerse más fuerte. No hay que olvidar que en diciembre de
1917 los bolcheviques crean la Cheka, su policía
política, que actuó desde muy pronto contra los anarquistas. Ya en abril de
1918 se producen cierre de periódicos y detenciones de militantes anarquistas
acusados de bandidaje. Personajes como Volin, Maximov,
Barmash, etc., se vieron en prisión. Algo que
consternó a muchos delegados de los congresos de la III Internacional
(Komintern) o de la Internacional Sindical Roja (Profintern),
entre ellos Ángel Pestaña de la CNT o Fernando de los Ríos del PSOE. Al final,
Lenin decide en 1921 poner en libertad a varios anarquistas con la única
condición que abandonen el país. Así lo hace Volin, Maximov,
Berkman, Goldman, etc.
Aquí habría que remarcar también una cuestión
más. No todos los anarquistas se exilian. Muchos se quedaron en el interior de
la URSS y acabaron por unirse a las filas del Partido Comunista. Hubo un
momento que el campo de la propaganda y la persuasión de ideas también fueron
ganando por el bolchevismo.
-¿Cómo lo
hicieron para acallar casi que hasta cualquier eco de revolución, protesta y
reivindicación que no tuviese que ver con el comunismo…?
-El Estado soviético se dotó de mecanismos
represivos, como la ya citada Cheka, encabezada por
Félix Zerzhinsky (personaje que luego fue laminado
por Stalin). La Cheka actuó contra lo que consideró
“elementos contrarrevolucionarios”, y los anarquistas fueron entrando
paulatinamente en esa categoría.
Sin embargo, aunque la actividad organizativa
anarquista era ya inexistente en la primavera de 1921 y las cárceles rebosaban
de prisioneros libertarios, la literatura anarquista siguió circulando
libremente por Rusia hasta final de la década de 1920 e incluso un pequeño
núcleo de anarquistas pudo organizar un acto a favor de Sacco y Vanzetti en
Moscú en 1927.
Lo que no toleró el gobierno soviético fue la
existencia de organizaciones anarquistas que pudieran poner en tela de juicio
las actuaciones del gobierno.
-De
todas formas los anarquistas sí que les dieron más de un quebradero de cabeza a
los bolcheviques se infiltraron en su estructura…coméntanos…
-Infiltrados como tal no estuvieron. Lo
cierto fue que hubo anarquistas que tras el triunfo revolucionario de 1917
participaron de algunas estructuras de poder. Apollon
Karelin fue uno de ellos. Defendió el comunismo
libertario dentro de estructuras soviéticas. Otros como Shatov
o Zhelezniakov participaron en las filas del Ejército
Rojo en los combates contra los blancos. Incluso Volin llegó a participar en el
Departamento Soviético de Educación de Voronezh y Jarkov. El dilema vino cuando muchos de ellos abjuraron de
sus principios anarquistas y acabaron uniéndose al Partido Comunista. Fue el
caso e Danil Novomirsky o Efim Yarchuk, uno de los más
emblemáticos anarquistas rusos que había participado en la revolución de 1905
en Bialystok.
Todas estas cuestiones de participación en
estructuras soviéticas como anarquistas se produjeron en el periodo que media
entre 1918 y 1921. Posteriormente o se unían al Partido o estaban excluidos.
-¿Podríamos decir
que fue Stalin quien apuntilló más que nada y más que nadie al anarquismo en
Rusia?
-Sí, podría decirse sin ningún género de
dudas. Los pocos focos y conatos de anarquismo que quedaban en Rusia tras la
muerte de Lenin en 1924 (la editorial Golos Trudá o el Museo Kropotkin)
acaban con la dictadura estalinista.
-Bakunin, Kropotkin fueron los dos
hombres más destacados en las ideas y en la “expansión” de las mismas tanto en
Rusia, su tierra, como fuera de este
país….¿cómo crees que les afectó a sus seguidores, de
manera directa e indirecta, el llevar a cabo esas ideas tan distantes en el
contenido, formas y maneras frente a los otros revolucionarios que eran los
comunistas? (Bakunin, murió en Berna en 1876,
mientras que Kropotkin murió en 1921)
-Bakunin y Kropotkin ayudaron a conformar las ideas anarquistas tanto
en el interior como fuera de Rusia. Ellos fueron la referencia fundamental de
los movimiento anarquistas en el último tercio del siglo XIX y la primera mitad
del XX (habría que unir a ellos a Proudhon y a Malatesta). Aquí habría que destacar una curiosidad. En
Moscú hay una columna en forma de obelisco frente a los muros de Kremlim, donde vienen los personajes que influyeron
ideológicamente a Lenin. Entre ellos está Bakunin.
Igualmente, Lenin admiraba y respetaba a la figura de Kropotkin,
al que llegó a proponer un cargo en el gobierno y que nunca fue molestado. Se
cartearon en varias ocasiones y en esa correspondencia se ve como Kropotkin está afeando a Lenin muchas disposiciones de su
gobierno. Y el Museo Kropotkin funcionó durante años
en la URSS. Con esto se quiere mostrar la importancia que tuvieron Bakunin y Kropotkin para la
revolución en general. Pero fueron los anarquistas quienes defendieron sus
principios en plena revolución. Y, evidentemente, su frustración fue máxima
cuando salieron derrotados de una revolución en que habían visto posibilidad de
triunfo.
-El hecho de que
viniesen los dos de familias aristócratas:¿qué crees
que les supuso?, al menos, de entrada, una formación buena que además pusieron
al servicio de sus ideas, pero reflexiónanos un poco más…
-En principio la extracción social de Bakunin y Kropotkin no
predisponía nada. Quizá eso que marcas. Que tuvieron un mejor acceso a la
educación. Pero pasó con muchos revolucionarios del siglo XIX, que procedían de
la aristocracia o de la burguesía acomodada y se unieron a la revolución. Bakunin y Kropotkin son ejemplo
de ello. Pero también Engels o Cafiero. Muchos otros
pertenecieron a los que denominaron la “aristocracia obrera”, que no dejaban de
ser obreros en contacto con la cultura del libro y del periódico (los
tipógrafos, por ejemplo). Lo único destacable del tema de su extracción social
es que a Kropotkin siempre se le conoció como “el
Príncipe anarquista”.
-Pero quizás por
la correlación cronológica con las ideas comunistas es Kropotkin
quien tiene como más incidencia con sus ideas por formular la teoría del anarco
comunismo. Coméntanos…
-Sí, Kropotkin fue
el iniciador de las corrientes comunistas en el anarquismo. Bakunin
se denominó colectivista y Proudhon mutualista. Hay
coincidencia de principios pero también diferencias. Para el comunismo de Kropotkin la máxima era su lema “de cada cual según sus
posibilidad y a cada cual según sus necesidades”. Además, la amplia obra de Kropotkin está muy bien sistematizada y son principios muy
claramente expuestos. Destacaría La moral
anarquista, Campos, fábricas y
talleres, El Apoyo Mutuo, La gran Revolución francesa, La ciencia y el anarquismo, etc. Además Kropotkin no solo era un activista anarquista. También fue
uno de los geógrafos más importante de su tiempo, junto al también anarquista Élisée Reclus. Era una
personalidad muy respetada por todos. En los viajes que los españoles hicieron
a Rusia por los congresos de la Profintern y la
Komintern, aprovecharon para ir a conocer a Kropotkin.
Así lo hizo Ángel Pestaña y también Fernando de los Ríos.
-También están
los idealistas nihilistas:¿qué nos puedes decir de
estos y de su influencia en el inconformismo ruso…? ; ¿y
qué decir de los dujoboris o “luchadores
espirituales”?
-Es evidente que sin conocer el siglo XIX es
imposible entender la revolución rusa en su amplio contexto. Los nihilistas
fueron unos rupturistas. Personajes que cambiaron la forma de pensar y actuar
en un país que estaba bajo aspectos del pasado. Las obras literarias de los
nihilistas influyeron mucho en los movimientos de protesta. Pero tampoco
podemos olvidar a los narodnikis, el nacimiento de
movimientos como Narodnaïa Volia,
o el origen de todo, que en el libro lo he marcado en la revolución decembrista
de 1825.
De los dujobory no
he hablado, pero si de un personaje que estuvo muy cercano a ellos: León
Tolstoi. Más que nada porque para el anarquismo fue Tolstoi en realidad quien
más influencia. El movimiento tolstoiano si que tiene
mayor trascendencia. Tolstoi llegó a fundar una escuela en Yasnaïa
Poliana bajo principios antiautoritarios. Las ideas
de Tolstoi son deudoras de las de Thoreau y luego
influenciarán en personajes como Gandhi o Martin Luther
King.
-Qué influencia
tuvieron todos los de ideario anarquista en Rusia y en su primera revolución,
la de 1905?, aunque continuaron siempre en cada embate en el que se recurría a
la revolución.
-La Revolución de 1905 es la gran desconocida.
Y, por lo tanto, la participación de los anarquistas en la misma también. En
aquel momento es cuando los anarquistas comienzan a desarrollar un movimiento
más evidente. Los focos de influencia fueron Ucrania, donde se comenzó a
desarrollar las corrientes sindicales, San Petersburgo donde existió un grupo
llamado Beznachalie
que pivotó entre el anarquismo y el terrorismo más deudor de Nechaev y, sobre todo, Bialystok
y Krinki. En estas dos ciudades el anarquismo venía
desarrollando una importante actividad desde 1904 hasta tal punto que superaron
en número a socialdemócratas, socialistas revolucionarios, al Bund judío y a
los socialistas polacos. Bialystok se convirtió en el
epicentro del anarquismo y el soviet de la ciudad siempre fue de mayoría de
anarquista. Además, son los anarquistas de Bialystok
los que comienzan a presentar el debate que será nodal para los años del exilio
antes de la Revolución de 1917. Las estrategias a seguir por los anarquistas,
donde consideran que el cuerpo a cuerpo con los representantes del Estado solo
les llevará a la destrucción.
Además, la Revolución de 1905 es importante
también por un acontecimiento capital en la historia de la Revolución rusa: el
nacimiento del soviet. En el libro se plantean las diversas hipótesis que hay
al respecto. Desde el nacimiento en febrero de 1905 cuyo primer presidente es Nossar-Jrustalev (tal como nos narra Volin en La revolución desconocida), hasta las
hipótesis que ponen el nacimiento del soviet en la Comisión Chidlovsky
o en Ivanovo-Vonozensk, tal como dice Oskar Anweiler.
Las lecturas que sacó el anarquismo en la
revolución de 1905, marcaron los años siguientes y sus posiciones de cara a
1917.
-Y,
muy brevemente, ¿cuál fue su evolución hasta llegar a las guerrillas, afines al
anarquismo, Majnovistas? Porque sufrieron mucha
represión en forma de combate, muerte, cárcel o exilio hasta el año 1917…¿no?
-El exilio, como comentaba, fue el
momento en el que los anarquistas debaten en las formas organizativas, pivotado
su influencia entre el interior de Rusia, el exilio en Francia y en EEUU. Allí
se fueron conformando que las corrientes sindicalistas y las comunistas
anarquistas eran mayoritarias. Y así se presentaron en
febrero de 1917 cuando el zarismo fue derrocado. Comenzaron a reorganizarse los
núcleos de Moscú, Petrogrado, Kronstadt,
etc. Aunque la represión había sido muy intensa contra el anarquismo, lo cierto
fue que se reorganizaron con más fuerza que en 1905, aunque la dispersión fue
lo que marcó la norma.
Caso especial es Ucrania, con la figura de
Néstor Majnó. Majnó, que
había participado en la revolución de 1905 y había sido encarcelado y condenado
a muerte por ello. Cuando fue liberado en febrero de 1917 regreso a su Gulai Polé natal y se puso al
frente del soviet local. Pero debido a las hostilidades generadas por la Guerra
Civil que se desató tras la revolución de octubre, hizo que Majnó
conformase un ejército guerrillero de campesinos que combatió a las fuerzas
pro-alemanas que habían invadido Ucrania, a los nacionalistas de Simón Petlura, a los blancos de Denikin
y Wrangel y, en último termino,
también a los bolcheviques. Porque lo de Majnó no fue
solo un ejército. En su zona de influencia se desarrolló toda una sociedad
basada en principios libertarios. Esa cuestión política fue lo que chocó
frontalmente con el modelo de revolución bolchevique. Tal como Majnó nos legó en sus memorias, el anarquismo siempre tuvo
enorme influencia en Ucrania. Además, aparejado al movimiento majnovista se creo la
Confederación de Organizaciones Anarquistas “Nabat”,
que fue, con diferencia, la estructura anarquista mejor asentada en toda la
revolución.
La derrotada de las fuerzas de Majnó fue un golpe del que los anarquistas no se
recuperaron jamás.
-¿Cómo fueron o
viajaron las ideas anarquistas durante “el imperio de los zares comunistas”?
-Como comenté más arriba, hasta bien entrada
la década de 1920 la literatura anarquista se siguió imprimiendo en Rusia por
el sello editorial Golos Trudá.
A partir de ese momento, solo por medio de la clandestinidad se puedo
introducir propaganda, que fue realmente escasa. Aun así, muchos de los
anarquistas que se habían pasado a las filas comunistas, fueron purgados con el
estalinismo. Un caso paradigmático fue el de Piort Archinov. Primero bolchevique y luego anarquista, Archinov fue una de las personas de confianza de Majnó. Tras la derrota majnovista,
Archinov se exilio también primero a Alemania y luego
a Francia donde intentó desarrollar una Plataforma de organización anarquista
que chocó frontalmente con los intereses de otros anarquistas rusos y también
de otras nacionalidades. En ese momento, Archinov
decidió volver a la URSS. Abjuró de sus principios anarquistas y se incorporó a
la PCUS. Fue purgado en 1937 acusado de “intentar restablecer el anarquismo en
la URSS”.
-Y su pudiésemos
hablar de cuál es la salud del anarquismo en Rusia y algunas de las ex
repúblicas de la extinta es-URSS en la actualidad, ¿cómo la calificarías?
-Ningún protagonista anarquista de la revolución de 1917 (que
yo conozca) vivió la desaparición de la URSS en 1991. Cuestión normal pues
había pasado más de 70 años. Los movimientos anarquistas que se conformaron
después solo tenían las referencias de las obras escritas en el exilio. Es la
situación actual. Hay grupos anarquistas en varias ciudades pero no son muy
numerosos.
25122
Por el pan, la tierra
y la libertad. El anarquismo en la Revolución rusa. Julián Vadillo Muñoz
333 páginas 13 x 20 cms.
14.00 euros
Volapük
Por el pan, la tierra y la
libertad es un
detenido estudio sobre el protagonismo que tuvo el anarquismo en "el
acontecimiento que cambió el mundo": la Revolución rusa. El libro repasa
los antecedentes del movimiento revolucionario y anarquista, a través de sus
grandes figuras como Bakunin o Kropotkin,
o de procesos precursores casi inéditos como los que se desarrollaron en Bialystok y Krinki que
trascienden la propia Revolución de 1905.
Se analizan las enconadas posturas del anarquismo ruso e internacional
ante la Primera Guerra Mundial, la que nos pone en relación con los estallidos
revolucionarios de febrero y octubre de 1917, en los que el anarquismo va a
tener especial relevancia, lo que se fraguó en las décadas previas. Una vez que
los bolcheviques toman el poder en octubre de 1917, el anarquismo se convertirá
en la fuerza alternativa. Posteriormente, inmersos en el contexto de guerra
civil se produce en Ucrania la experiencia comunista libertaria majnovista y, por otro lado, la insurrección de Kronstadt que mostraban el desencanto de buena parte de las
fuerzas revolucionarias con el nuevo dominio imperante que no dudó en aplicar
una feroz represión contra aquellos que habían estado a su lado liquidando el
régimen zarista.
Casi a modo de epílogo el libro expone las actividades y discusiones que
perduran en el movimiento anarquista ruso del interior y el exilio al que se
verían abocados muchos de ellos.
El historiador Julián Vadillo Muñoz logra analizar el anarquismo ruso en
su justa medida, ya que como movimiento derrotado en este proceso ha tenido
siempre una atención tergiversada de su historia cuando no condenada al olvido.
Con una firme pretensión divulgativa, acercando estos hechos a todo tipo de
público y sin perder rigor por ello, con una clara contextualización histórica,
nos presenta en el estudio a los personajes, organizaciones y grupos, prensa,
las dificultades, los debates y posiciones, las realizaciones
revolucionarias... que alcanzó el anarquismo ruso en este periodo.
JULIÁN VADILLO MUÑOZ (Madrid, 1981), doctor en Historia por la
Universidad Complutense de Madrid. Especializado en historia del movimiento
obrero, es autor de numerosas obras sobre el tema como Aproximación a Mujeres
Libres; La explosión del polvorín en Alcalá de Henares (1947); Mauro Bajatierra. Anarquista y periodista de acción; El
hilo rojinegro de la prensa confederal. Ochenta aniversario del periódico CNT;
Abriendo brecha. Los inicios de la lucha de las mujeres por su emancipación. El
ejemplo de Soledad Gustavo (editado también por Volapük) e Historia del
movimiento obrero en Alcalá de Henares (1868-1939). Autor de numerosos
artículos en revistas especializadas españolas y francesas, ha participado en
diversos congresos nacionales e internacionales. Ha realizado
conferencias sobre la historia del anarquismo y del movimiento
obrero en Londres (invitado por Paul Preston en London School
of Economics), Francia y España. Su campo de estudio
también se sitúa en la recuperación de la memoria histórica colaborando con
movimientos memorialistas. Su interés sobre la historia de Rusia y su movimiento
obrero le ha llevado a recopilar durante años una importante cantidad de
documentos y libros que ha dado lugar a este estudio.
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