La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Toya
Fernández, coeditora de “Poemas del
diez de marzo (escritos en la cárcel)” (Alvarellos),
de Rafael Bárez
Editorial Alvarellos publicó este invierno pasado los poemas que
Rafael Bárez escribió durante el tiempo que estuvo recluido en la cárcel.
Son poemas en castellano
escritos desde el desasosiego, casi desarraigo, que dejaba el aire irrespirable
de la falta de libertad física porque el sindicalista, metido a poeta, ya
estaba falto de libertad viviendo en una dictadura, la franquista.
Lo que nos dice la
editorial sobre el libro:
La
puesta en marcha de esta cuidada edición, que cuenta con el diseño de Pepe Barro, ha sido posible gracias a la
colaboración económica de más de 400 personas –y colectivos– que han apoyado el proyecto (diez euros
por persona) mediante una amplia y exitosa campaña de suscripción.
POEMAS
DESCUBIERTOS EN UN CAJÓN
Xesús Alonso Montero, Manuel Rivas y Toya
Fernández, responsables del cuidado de la edición, afirman en la nota
editorial: “Pocas personas en Galicia, del ámbito político, han dejado una
impronta de simpatía personal, de adhesión moral y de admiración como lo ha
hecho Rafael Bárez. Como fue además un ciudadano esclarecido del mundo de la
cultura, cada vez eran más las voces, en estos tiempos de miseria, que
reclamaban un digno reconocimiento a su biografía. Aquí las cosas, Toya
Fernández, su compañera, descubre en un cajón, semiolvidado,
un libro, un libro de poemas de Rafael, escrito en la prisión de A Coruña en
los meses que siguen al Diez de Marzo de 1972, aquel suceso que es un timbre de
gloria en la historia de la clase obrera gallega. Este es el poemario que hoy
ofrecemos, en edición facsimilar, a amigos, camaradas y admiradores de Rafael
Bárez y de cuantas personas gusten de la poesía escrita desde dentro de un gran
acontecer histórico”.
Enlaces
que te pueden ir bien:
http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2016/09/03/luz-versos-escritos-rafael-barez/1103088.html
Sobre Rafael Bárez:
https://gl.wikipedia.org/wiki/Rafael_B%C3%A1rez
Cazarabet
conversa con Toya Fernández:
-Amiga, nos interesa,
sobretodo, en este caso el “factor humano” que hay detrás de esta compilación
de poemas. Así que cabe acercarse al Rafael Báez desde su faceta más humana,
¿cómo lo definirías?
-Cuando Rafael escribe estos poemas tiene 27 años. Había nacido en un
pequeño pueblo próximo a la Coruña donde su padre, guardia civil, estaba
destinado en 1945. Pero su infancia transcurre en la ciudad de Lugo de
donde es originaria su madre. Desde pequeño fue un chico despierto, hábil e
inquieto. Su acercamiento a la poesía fue a muy temprana edad pues cuentan, ésto nunca me lo contó él, que siendo niño su madre lo
llevaba con su hermana a una emisora radiofónica de Lugo a recitar poemas.
Siempre he pensado que su madre tuvo una gran influencia en su vida y esta
anécdota lo corrobora. Fue un apasionado de la literatura y la poesía. Gran
lector desde joven, era un excelente declamador; amaba profundamente el arte en
todas sus expresiones como una forma de entender y compartir el mundo. Me
cuesta definir a Rafael en dos palabras. Era una persona conciliadora,
generosa, con un sentido inquebrantable de la justicia, honesto, leal.
Sensible y creativo. Con un gran carisma personal despertaba simpatías entre
los que le rodeaban. Esto se hizo patente en la presentación del libro “poemas
del diez de marzo” que tuvo lugar en Coruña veintiún años después de su
fallecimiento, acto multitudinario en el que más de quinientas personas
abarrotaron el Teatro Rosalía de Castro. Fue un gran homenaje a una persona
íntegra en sus convicciones y en la defensa de las libertades y de los derechos
de los más desfavorecidos.
-Después estaba el Rafael Bárez del compromiso, con su
particular visión social, la que empatizaba mucho con
el entorno social…
-Su vida está ligada al compromiso desde su juventud. No es extraño que se
decidiera por los estudios de Derecho. Acude a la Universidad de Santiago de
Compostela y pronto se distingue como líder estudiantil en las revueltas que
llegan a las aulas en mayo del 68. Por ese motivo es expedientado y desterrado
de las aulas. Obtenida la licenciatura, abre el primer despacho
laboralista en la ciudad de Ferrol, llamada por aquel entonces “del Caudillo”.
Su compromiso político, asumido en las aulas le lleva a inclinarse por la
defensa de los derechos y las libertades en general, y muy en particular, de
los trabajadores. Ferrol contaba, y cuenta todavía, con
importantes astilleros y una gran clase trabajadora que empezaba a
concienciarse. Es la negociación de un convenio colectivo de la Empresa
Nacional Bazán de Construcciones Militares lo que une a la clase trabajadora
del astillero. El despido injusto de varios compañeros y la
reivindicación de un convenio colectivo propio que redujera interminables
jornadas de doce horas de trabajo por una situación laboral más justa, es
el detonante de una gran manifestación en la que los trabajadores son
brutalmente reprimidos por la policía, causando dos muertos y decenas de
heridos de bala. Por esos hechos, por asesorar a los trabajadores
en sus derechos, Rafael acabó en la cárcel junto con otros muchos
compañeros. Y es allí, en una fría y húmeda celda de la cárcel de A Coruña muy
próxima al mar donde escribe estos poemas. Al salir de la cárcel se establece en A
Coruña donde continúa con su actividad profesional como abogado laboralista. En
1979 es elegido concejal por el Partido Comunista de Galicia y al frente de la
Concejalía de Urbanismo de esta ciudad diseña el primer Plan General de
Urbanismo de la democracia que finalmente no llega a aprobarse. Vuelve de nuevo
a su profesión y abandona la política activa. Su despacho se convierte en un
oasis al que acuden desde alcaldes progresistas a pequeños delincuentes en
permanente libertad provisional. Funda la asociación Xusticia
e Sociedade de la que es secretario general en la
fecha de su fallecimiento. Creo que su vida profesional siempre la encauzó de
forma generosa con las causas más justas.
-Quizás esa “empatización”, le proporcionó esa especial sensibilidad
para acercarse a la poesía. ¿Qué piensas?
-Yo pienso que fue justo al contrario. Su pasión por la literatura y la
poesía comienza en sus tiempos de bachiller. En el Instituto donde cursa
estudios tiene la fortuna de encontrarse con dos excelentes profesores, Xosé Luis Méndez Ferrín y Xesús Alonso Montero. Ambos hombres comprometidos
políticamente y ambos escritores. Pronto descubren en él a un joven inquieto,
interesado por la cultura, sensible. Para Alonso Montero fue un alumno
dilecto y su amistad perduró a lo largo de los años.
Aquellos admirados profesores no sólo influyeron en su formación
humanística sino también en su formación cívica y política. Estos años son el
germen de su compromiso con la defensa de las libertades, de la lucha contra la
dictadura y el restablecimiento de la democracia. Y la cultura.
-Pienso que la poesía tiene mucho a ver con la reflexión.
Yo no tuve el placer de conocer a Rafael, pero estoy casi segura que era una
persona sumamente reflexiva
-Sí, si lo era. Creo que tenía un mundo interior
muy rico. Pienso en él y veo a un hombre sereno, lleno de paz,
concentrado en su trabajo, en sus múltiples aficiones. Reservado pero
también explícito cuando había algo que decir. Era una persona ecuánime y esa
cualidad que hace referencia a la imparcialidad de juicio y a la constancia de
ánimo no se adquieren si no es a través, pienso yo, de una profunda reflexión.
-¿El compromiso, su compromiso está metido en cada
verso, cada poema….?
-Por supuesto. Para entenderlo es bueno recordar que en tiempos no muy
lejanos vivimos bajo una dictadura, un poco vieja y algo apolillada pero
todavía temible. Resulta duro recordar que en 1975, meses antes de la
muerte del dictador y a pocos años de la llegada de las libertades a España, se
fusilaran a cinco personas. En ese clima de violencia eran muchos los que arriesgaban la
vida por defender los derechos más elementales. Esto y muchas cosas más están
recogidas en sus poemas. Su compromiso personal con la lucha por las libertades
y por la construcción de un país libre. Con la lucha de los trabajadores que
fueron brutalmente reprimidos aquel 10 de marzo de 1972. Hay varios
poemas dedicados a compañeros de reclusión. Otro dedicado a Pedro Patiño,
trabajador afiliado a las Comisiones Obreras que fue asesinado por disparos de
la Guardia Civil cuando repartía octavillas convocando a la huelga.
-Es muy elocuente que titulara su poemario “poemas
del diez de marzo”.
-El poema “marzo”, el primero de ellos, está dedicado a los
dos trabajadores muertos, Amador y Daniel. Es conmovedor y también
profético. Porque estos dos nombres han pasado a la Historia y porque el
día 10 de marzo ha quedado instituido en la sociedad como el Día de la Clase
Obrera Gallega.
Tienen además el valor de documento al narrarnos la vida en la cárcel, los
registros, la censura de las cartas, la convivencia entre los presos.
-Cuando se descubrió el original desde el cajón; al
leerlo por primera vez:¿qué sentiste?
-Fue un encuentro casual, preparando una mudanza. Sentí desconcierto
y cierta incredulidad, en un primer momento, ya que no tenía noticas de
su existencia. Con la lectura pausada de los versos, los recuerdos, las
emociones y las lágrimas se agolpaban. Fue conmovedor encontrar este
documento que definía tan bien al hombre valiente y generoso que siempre fue.
Y así permanecieron estos recuerdos guardados en un cajón durante casi veinte
años como algo personal, íntimo, hasta que el profesor Alonso Montero y
otros amigos me convencieron de la necesidad de su publicación. Hoy les
agradezco su apoyo y generosidad. A ellos y a todos los que han contribuido a
la realización de este proyecto.
-¿Cómo crees, amiga, que vería Rafael a nuestra
sociedad actual…?
-Es una pregunta que me hago en muchas ocasiones y que no resulta fácil de
responder ya que es imposible ponerse en su lugar, pero conociendo su
historia y su pasado creo que con optimismo a pesar de todo. Optimismo
entendido como una actitud que impide caer en la apatía o la falta de
acción, y como valor ético en el deseo de alcanzar siempre lo mejor para
construir una sociedad más justa.
La utopía, dice Eduardo Galeano, está en el horizonte. Camino dos
pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Vivimos momentos complejos
y difíciles pero nunca la vida ha sido fácil y la Historia está ahí para recordárnoslo. Sólo el compromiso con la paz, la igualdad
de oportunidades de los seres humanos y el respeto
a la diversidad nos puede convertir en hombres libres. Creo
que Rafael vería así las cosas.
En nuestra web
hay una muestra digital del libro, con la que, si queréis, también podéis
enlazar. Está en español y en gallego:
http://alvarellos.info/tenda_catalogo.asp?id=189
25174
Poemas del diez de marzo
(escritos en la cárcel). Rafael Bárez
160 páginas 14 x 21 cms.
17.00 euros
Alvarellos
UNHA COIDADA EDICIÓN FACSIMILAR ONDE TAMÉN
ESCRIBEN MANUEL RIVAS, XESÚS ALONSO MONTERO, VICENTE ÁLVAREZ ARECES E JESÚS
GÓMEZ ALÉN
Unha exepcional edición
facsimilar para estes Poemas del diez de marzo
(escritos en la cárcel), os versos inéditos do avogado
laboralista e político coruñés Rafael Bárez (Cambre,
1946-A Coruña, 1996). Unha obra escrita na prisión d’A Coruña durante os
nove meses que Bárez permaneceu confinado tras ser
procesado polos sucesos do Dez de Marzo de 1972 (a
protesta sindical nos estaleiros de Ferrol onde morrerían, a disparos da
policía franquista, dous traballadores
de Comisións Obreiras. Hoxe, o Dez de Marzo é o Día da
Clase Obreira Galega).
Además da reproducción fiel do mecanoscrito íntegro e
inédito orixinal, esta edición conta
con colaboradores de excepción: nunha primera parte
escriben Manuel Rivas; o catedrático emérito da Universidade
de Santiago, Xesús Alonso Montero; o senador e
ex-presidente do Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, e o
historiador José Gómez Alén. Ademais,
participou directamente a compañeira
de Rafael, Toya Fernández, e o colectivo cidadán “Proxecto Cárcere”, que loita pola transformación do edificio
do vello cárcere d’A Coruña
nun espazo para a liberdade e a convivencia.
A posta en marcha desta coidada
edición, que conta co deseño de Pepe Barro, foi posible
grazas á colaboración económica de máis de 400 personas –e colectivos– que apoiaron
o proxecto (dez euros por persoa) mediante unha ampla e exitosa campaña de subscripción.
POEMAS DESCUBERTOS NUN
CAIXÓN
Xesús Alonso Montero, Manuel Rivas e Toya Fernández,
responsables do coidado da edición, afirman na nota editorial: “Poucas persoas en Galicia, do
ámbito político, deixaron un ronsel
de simpatía persoal, de adhesión moral e de
admiración como o que deixou Rafael Bárez. Como tamén foi un cidadán
esclarecido do eido da cultura, cada vez eran máis as voces, nestes tempos de
miseria, que reclamaban un recoñecemento digno da súa biografía. Aquí as cousas,
Toya Fernández, a súa compañeira,
descobre nun caixón semiesquecido, un libro,
un libro de poemas de Rafael, escrito na prisión da
Coruña nos meses que seguen ó Dez
de Marzo de 1972, aquel suceso que é un timbre de gloria na
historia da clase obreira galega. Este é o poemario
que hoxe ofrecemos a amigos, camaradas e admiradores
de Rafael Bárez e a cantas persoas gusten da poesía
escrita desde dentro dun gran acontecer histórico”.
Toya Fernández: "Con este libro honramos a memoria de Rafael Bárez, amigo
e compañeiro, que exerceu o
dereito e a avogacía como
instrumentos de loita política, de loita a favor das liberdades sindicais, de loita contra a desigualdade e a inxustiza.
El, e moitos máis, sufriron cárcere e represión por
esta causa. E é alí no cárcere,
entre reixas, onde nace
este libro de poemas. Porque poden privarche da liberdade de movemento pero nunca
da liberdade de pensar como un home libre”.
Rafael Bárez (Cambre, 1946-A Coruña, 1996).Biografía,
aquí.
Xesús Alonso Montero: “Este poemario, más allá del
documento, es un conjunto de textos de notable valía poética. El género –la
poesía carcelaria– cuenta en España, desde ahora, con un título muy valioso”.
Manuel Rivas: “Agora sei
que non estabamos totalmente indefensos. Nalgún recanto da súa terra escondida, Rafael Bárez
tiña un arsenal serodio, un depósito de humanidade que levedaba dende 1972”.
Vicente Álvarez Areces: “Estábamos aislados de los presos comunes, y nuestra
vida transcurría entre un patio interior y las celdas que estaban en una
galería con acceso directo al patio, por lo que disponíamos de cierta libertad
de movimientos durante el día”.
_____________________________________________________________________
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069