Cazarabet conversa con... Pilar Aguarón
Ezpeleta, escritora.
Conversamos con la escritora Pilar Aguarón Ezpeleta.
La escritora es también ilustradora y pintora.
Hablamos de escritura, literatura, pintura con
esta escritora aragonesa que es, además, la secretaria general de la Asociación
Aragonesa de Escritores con la que conversamos hace relativamente poco,
Nos acercamos a ella, sobretodo como escritora
desde las novelas: La vida que vendrá y
El hombre de camisa blanca y pies descalzos; pero también tomamos el pulso de
la relatista que es Pilar Aguarón
Ezpeleta con Las verdaderas HISTORIAS de amor son
pasajeras.
Estos tres títulos son editados por LA FRAGUA
DEL TROVADOR.
Lo que nos dice la editorial de los títulos en
los que nos fijamos para realizarle el Conversa con la autora:
El hombre de camisa blanca y pies descalzos: Cuarta
novela de Pilar Aguarón Ezpeleta.
Nos narra la vida de la familia Arteaga en
cinco de sus generaciones. Como es habitual en la autora, lo que ya se puede
conocer como el estilo «aguaroniano», viste con su
certera pluma esas historias truculentas, de idas y vueltas físicas y
emocionales, con un depurado lenguaje para que nada sobre y nada falte,
golpeándonos de vez en cuando con sentencias que hacen vibrar las carnes.
La vida que vendrá: Como en obras anteriores,
la autora, vuelve a destapar la hipocresía, la doble moral y la decadencia de
unos seres impúdicos y obscenos, donde el dinero no siempre lo puede comprar
todo. Esta vez el hilo conductor, la pieza clave que hace que al final todo
encaje, es la hermosa valquiria que llega España con el nuevo siglo, buscando
una oportunidad, quizá la tierra prometida. Como un guiño narrativo, ya desde
las primeras líneas de la novela, sabemos que nada fue como ella lo había
imaginado. Pero no hay que desesperar, porque lo que nos enseña este magnífico
relato es que lo importante no es lo vivido, ni siquiera lo soñado, sino la
vida que vendrá y que todo estará bien, si bien acaba.
Las verdaderas HISTORIAS de amor son pasajeras:
Nuevo libro de Pilar Aguarón Ezpeleta,
donde además, nos sorprende con un puñado de ilustraciones realizadas en blanco
y negro, que añaden valor y expresividad al libro.
Ahora sólo le queda al lector adentrarse en ellas y discernir si, las
verdaderas historias de amor, son o no pasajeras.
Cazarabet
conversa con Pilar Aguarón Ezpeleta:
-Amiga
Pilar, fuiste primero pintora que
escritora, ¿cómo nace esa pasión por el arte pictórico?
-Supongo que por
la necesidad de expresar mis sentimientos. Sobre todo la libertad, a veces, enmascarada
de cierta soledad deseada y creativa. Pinto paisajes sin árboles y sin gentes,
pero muy ricos en color y en texturas. También grandes rostros con miradas
profundas. Treinta años más tarde me di
cuenta que también podía expresar eso mismo con las palabras, pero primero
fueron los pinceles.
-¿Cómo la pasión
por pintar viaja luego hacia la escritura?
-Soy una
escritora de vocación tardía. Por mis circunstancias familiares hubo un momento
en mi vida en que no tenía acceso a mis pinceles y me puse a escribir pequeños
relatos y se me abrió un mundo nuevo y maravilloso.
-¿Escribes como
viendo imágenes o como si ilustrases antes?.- A partir
de tus ilustraciones puedes salir muchas historias, pero claro tú las haces
tuyas…
-Las
ilustraciones nacen para plasmar en imágenes los personajes que habitan en mi
cabeza. Suelo dibujar a los protagonistas de mis historias en primer lugar para
conocerlos mejor y luego para acercarlos a los lectores, para que sean mis
cómplices.
-Tus novelas se
centran mucho en los personajes…son como radiografías de los personajes y a
través de ellos o desde ellos tiras de los diferentes hilos y la trama se
convierte en una trama de tramas porque cada uno de nosotros, por nosotros
mismos, ya es una historia, ¿no?;¿cómo lo ves?
-Pues lo has
explicado muy bien. Me alegro mucho que te hayas adentrado en mi forma de
narrar. Mis personajes no son lineales,
todos tienen muchas facetas, muchas aristas, muchos recovecos, al igual que
nuestras propias vidas. Me gusta que el lector vaya poco a poco
descubriéndolos. Todos guardamos secretos en el armario.
-Cuando los
personajes toman esa dimensión tan especial, con sus submundos conviviendo
dentro de uno mismo, me acuerdo mucho de la literatura rusa; de Dostoievski, de
Chejov, del propio Tolstoi, pero sobre todo, por cómo dibujaba a los personajes, de Dostoievski…
-Si me estás comparando con ellos, te doy las
gracias. Yo no voy a ser tan petulante de creérmelo, pero como he explicado
antes, cada uno de mis personajes tienen una vida interior intensa, con muchos
recovecos que el lector ha de descubrir, disfrutará al hacerlo.
-En la
novela El hombre de camisa blanca y pies descalzos… te adentras en una
familia, los Arteaga, y aquí me
recuerda un poco a García Márquez con los personajes con sus tiras y afloja;
con las gestiones emocionales cada uno a su manera, con un montón de secretos
dentro de cada uno de nosotros…
-Eso es. Me encantan las sagas familiares.
Disfruto mucho tejiendo y destejiendo los temperamentos de cada uno de ellos, y
la forma en que van tejiendo la tela de araña que determinará sus destinos, a
veces sorprendentes para el lector.
-Tus narraciones
son como muñecas rusas, cada una tiene un montón de mundos y secretos dentro de
ellas mismas, ¿no?
-Eso es lo divertido, hay que descubrirlas.
-¿Es
lo que defines como “el estilo aguaroniano”?
-Supongo que sí.
El estilo “aguaroniano” se basa sobre todo en el
lenguaje sobrio, pero a la vez contundente, de personajes cotidianos
enfrentados a episodios complicados y dentro de la ambientación histórica de la
primeras seis décadas del siglo XX. Me apasiona.
-Y luego hay que
saber leer muy bien las emociones, ¿no?
-Primero hay que sentirlas, profundizar en
ellas y saber mostrarlas al lector, para
que se haga partícipe de las mismas.
-¿Cómo se aprende
esto?
-Como todo en la vida se consigue a través del
esfuerzo, pero cada autor, cada artista tiene que nacer con un don personal,
que lo distinga de los demás, ha de tener su propio sello. Eso no se aprende,
has de nacer con ello.
-Pilar empezaste,
dentro de la escritura, como escritora de relatos cortos y luego fuiste pasando
al relato más largo o a la novela, ¿cómo es ese viaje de transición y luego
consolidación en la novela?
-Es un camino de
aprendizaje, como en todo oficio, como en toda disciplina a la que te
enfrentas. El más grande de los
cocineros empezó rompiendo un primer un huevo.
-El relato es más
de concretar e ir a lo que queremos contar, ¿no? Y¿
qué requiere más la narración conforme se va alargando…?
-En mi caso solo es la distensión de la
historia, porque la forma de escribir es la misma. Siempre busco el adjetivo,
la palabra que más se ajusta al tono de la narración o del personaje. Huyo de
lo que coloquialmente llamamos “meter paja”. Tranquilamente te digo que en
todas las novelas de más de quinientas páginas sobran, al menos, un tercio de
las mismas.
-Amiga, todos
somos personajes de una novela de
novelas, ¿no?; ¿es esto el motor de tus
novelas?; ¿tus prioridades, como escritora, somos las personas que, aunque
insignificantes, somos capaces de almacenas las historias más atractivas?
-En cada una de
nuestras vidas hay una novela dentro. Todas las vidas son apasionantes, hasta
las que creemos más insignificantes, si nos adentramos en ellas seremos capaces
de descubrir renuncias, frustraciones, sueños, los mezclamos bien y ya tenemos
una estupenda novela.
-En los relatos,
como en los que forman parte del libro Las
verdaderas HISTORIAS de amor son pasajeras con una soltura y un realismo
que casi podemos tocar, que casi podemos palpar, ¿no?
-Eso que tú dices es lo que quiero que sientan
los lectores, si ha sido tu caso, me haces completamente feliz, con la
sensación de la misión cumplida.
-En La vida que vendrá…me da que pretendes
saldar cuentas con un mundo que viaja demasiado a tientas con la hipocresía,
¿es así?
-No solamente en esta novela, en todas mis
historias, ya sean relatos breves o novelas, está presente la doble moral, el
paso del tiempo, la muerte y, por encima de cualquier otra cosa, la libertad.
-Amiga, tus dos
mundos artísticos, el pictórico y el literario se retroalimentan, pero ¿cómo y
de qué manera?
-Yo pinto y
escribo de la misma manera, es decir con pinceladas fuertes, similares a frases
breves, contundentes, que te hagan parar la lectura y volverla a leer. Simplemente yo soy como escribo y soy como
pinto, me abro en canal en cada una de
mis obras.
-Tu estilo, tanto
en el relato corto como en la narración más larga es como muy realista, ¿no?
-El añorado
Fernando Aínsa, así lo dijo. Escribió que mis
narraciones están dentro de la mejor tradición del realismo histórico español.
Insertas en los grises años de la posguerra, contextualizados históricamente y
con personajes transidos de humanidad y ternura.
-Y en tus
personajes podemos encontrar todos los matices que conforman las diferentes
personalidades, ¿verdad?; Esos matices---aquí se delata la interacción con el
mundo pictórico--- también se dejan ver en las ilustraciones de tus propios
libros y en las portadas…por poner un ejemplo hablan mucho de las historias que
cuentas y de “ellas” dentro de las historias las mujeres y esas miradas que
aparecen en las portadas de: La vida que vendrá y Las verdaderas HISTORIAS de amor son
pasajeras..
-Me defino como
pintora y escritora, en realizad no diferencio ninguna de las dos disciplinas a
la hora de expresarme, es más creo que se complementan y que son la
continuación la una de la otra.
-¿Se documenta e
investiga una escritora para escribir este libro de relatos que tengo en las
manos, Las verdaderas HISTORIAS de amor
son pasajeras o las novelas: La vida
que vendrá y El hombre de camisa
blanca y pies descalzos?; ¿cómo lo haces?
-¿la mejor documentación para este tipo de narrativa es la lectura, la
observación y el saber cómo viajamos hoy por hoy por el camino de la vida?
-No quiero pecar de pedante, pero eso es la
cultura, saber cosas, que muchas veces no sirven para nada, excepto para
escribir historias.
-Como escritora,
¿cómo es tu metodología de trabajo?
-Disciplina, disciplina y disciplina. Trabajo,
esfuerzo. Nada de lo que merece la pena en esta vida se nos da sin esfuerzo.
Todos los grandes escritores que en el mundo han sido, han sido muy
trabajadores.
-En estos
momentos, Pilar, ¿nos puedes explicar en qué estás trabajando?
-Este verano ha
sido muy fructífero. He terminado una nueva novela que verá la luz, si el
editor lo considera oportuno, en la primavera próxima. Es otra novela que narra
una nueva saga familiar, en la descubriremos los esqueletos familiares que se guardan en los
armarios.
Ya queda poco
para que lo puedas descubrir
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