Cazarabet conversa con... Javier Plaza Beiztegui, coautor de “Piedra
seca. Piedra sentida. Estudio de las casetas y otros elementos de piedra seca en el término
municipal de La Muela (Zaragoza)” (Prames)
Fernando
Sánchez Grassa y Javier Plaza Beiztegui escriben para
Prames un estudio, muy minucioso sobre las casetas y otros elementos de piedra
seca en el término municipal de La Muela en Zaragoza.
Lo
que nos explica este libro: este libro refleja la herencia etnográfica de los
habitantes de La Muela, los testimonios presentes de un saber milenario
transmitido durante generaciones a través de la palabra y el ejemplo.
Las
construcciones en “piedra en seco” diseminadas por todo el territorio nos
muestran el duro esfuerzo de adaptación a un entorno bello, seco y azotado por
el viento que han venido realizando los muélanos durante siglos desde que Gil
Tarín decidiera colonizar el territorio allá en el siglo XIII.
La
sinopsis añade esta “cita” de Saramago: “Las piedras tienen una vida larga, no
hemos asistido a su nacimiento y no asistiremos a su muerte”.
Los
autores, Fernando Sánchez Grassa y Javier plaza
Beiztegui:
Fernando
Sánchez Grassa: este zaragozano era licenciado en
Historia del Arte y con amplia experiencia en proyectos de campo de cartografía
e inventariado de bienes culturales. Falleció el año pasado mientras descendía
del pico Himlung en el Himalaya nepalí.
https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2019/11/02/muere-zaragozano-himalaya-nepal-fernando-sanchez-grassa-1341777.html
Javier
Plaza Beiztegui: pamplonica afincado y vecino de la Muela. Es etnógrafo
aficionado y como escritor tiene publicadas: La urraca en la nieve y Canción de
otoño.
Cazarabet
conversa con Javier Plaza Beiztegui:
-Amigo,
¿qué presencia más allá de lo físico tiene la piedra en seco en el término
municipal de La Muela? Esa presencia tendrá que ver con que se trabajaba y se
vivía de una determinada manera en cuanto al campo se refiere… ¿de qué
características etnográficas podemos hablar?
-En
la Muela la importancia de la Piedra Seca viene determinada por dos factores,
la ausencia de madera al ser un territorio estepario o semiestepario
y la presencia constante de viento frío, el cierzo. Los árboles que hay son
demasiado valiosos como para utilizarlos en la fabricación de casetas o abrigos
y por eso estos elementos se construyen exclusivamente en piedra. Por otro lado
el cierzo, tan presente, condiciona bastante el conjunto haciendo que las
casetas casi siempre se construyan con el acceso en el lado opuesto al Moncayo (la zona de donde viene este viento) y que se
encuentren numerosos paravientos en los campos y con esa misma orientación
-Pero
la piedra en seco no se utilizaba solamente para construir casetas… ¿en qué
otras construcciones estaba tan presente la piedra en seco?
-Las
casetas son el elemento de mayor complejidad técnica, pero en La Muela se
utilizaba esta técnica también para la construcción de bancales, paravientos,
corrales, pocetes de recogida de agua e incluso
algunos mojones. Es significativo el tema de los pocetes
ya que en La Muela no hay río y por ello la recogida de la escasa agua que caía
en forma de lluvia era de vital importancia
-¿Hay
un patrón parecido en la construcción de las casetas?
-Hay
una tipología variada en función del dominio del constructor, el uso de la
caseta e incluso, en algún caso criterios estéticos, pero la tipología dominante
es la de una caseta tipo “tambor” cubierta por falsa bóveda por aproximación de
hiladas y con la parte trasera de la caseta (la opuesta al hueco de acceso)
semienterrada aprovechando una loma.
-¿A
qué condiciones debían de adaptarse las casetas construidas en piedra en seco? ¿y el resto de construcciones?
-Principalmente,
como he comentado, a la imposibilidad de utilizar madera al viento tan presente
e intenso y a la utilización de la piedra caliza que es la existente en el
entorno.
-¿Qué
historia arrastran estas construcciones que, hoy por hoy, todavía se pueden
ver?
-Sobre
la historia habría que hacer dos valoraciones:
Por
un lado la historia de la técnica que es milenaria y no sabemos cuándo comenzó
a aplicarse en La Muela aunque, sin duda, muchas de las casetas que vemos son
la reconstrucción o mejora de otras anteriores.
Por
otro la historia concreta de las casetas que vemos que en general datan de los
dos primeros tercios del siglo XX aunque también se han localizado algunas
casetas con al menos doscientos años de antigüedad en una zona destinada hasta
principios del siglo XVIII a la extracción de sílex para la fabricación de
piedras de chispa.
Sobre
la posibilidad de verlas hay que decir que han inventariado 237 casetas, aparte
de otros elementos construidos con la técnica de la Piedra Seca, que he
mencionado antes. De este conjunto aproximadamente el 30 o 40 % están
derruidas, el resto siguen en pie. Todas ellas son visitables, en el libro se
indican las coordenadas de cada una. También creamos una página en Facebook en
la que se publicó la ficha de cada caseta con sus coordenadas y un mapa
interactivo en el que se ven sobre el terreno real.
https://www.facebook.com/La-Piedra-Seca-en-La-Muela-393483781386540/
-¿Qué denominaciones de cuántas maneras se las llamaba a
estas casetas de piedra en seco?
-Dependiendo de quién sea el interlocutor y cuál sea
su procedencia se les llama “casetas”, “mallatas”,
“majadas”, “chozos”, “txabolas”, “eras”, “bordas”,
“cabañas”, “bujíos”, “chafardos”, “arkoak”, “barracas”, “cacherulos”,
“borjas” o “garnachos”.
-Estas
construcciones de piedra en seco, ¿tienen elementos en
común con las de otras comunidades limítrofes y vecinas en las que la piedra en
seco es un elemento diferencial y que marca el carácter del territorio.
-Sí,
la técnica es similar a las de otras zonas, la peculiaridad de las casetas de
La Muela es el enorme número de construcciones que encontramos en un terreno reducido,
el que se hallen en un paisaje estepario y el que sea el viento quien determine
la orientación de todo el conjunto.
-¿De
qué construcciones más allá de las típicas y muy numerosas parideras estamos
hablando en base a las necesidades humanas?
-Hay
construcciones de pequeño tamaño que sirven tan solo para guardar aperos de
labranza o como refugio de emergencia, otras de tamaño medio que servían de
refugio para pasar el día e incluso, en el caso de algún pastor para hacer
noche, en muchas de estas se hacía fuego. Por último están las bordas, o
casetas de gran tamaño, en las que podían estar varias personas durante
estancias más prolongadas, generalmente están más alejadas del municipio y
tienen algún elemento añadido, como banco, chimenea o alacena, construidos
también con la misma técnica.
-También
dejan huella, inquebrantable, en el paisaje de las diferentes regiones, ¿qué
nos podéis explicar al respecto?
-Así
es suponían la adaptación del ser humano a un terreno seco, frío y ventoso y al
pasear por el término municipal de La Muela vemos en el paisaje testimonios de
esa dura lucha de sus habitantes,
durante siglos, para tratar de sacar rendimiento a un paisaje árido.
-¿Cómo
era el proceso de construcción… es de pensar que se apañaban con el tipo de piedra
que hay o había en la zona y que en base y según las características de la
misma construían un tipo de casetas y no otras y con unas características y no
otras, qué nos podéis decir? ¿De qué tipos de piedra estamos hablando?
-El
proceso de construcción era complejo y para construir la falsa bóveda había que
dominar bien la técnica. La piedra utilizada era la que se extraía de los
campos al “limpiar” y en algunos casos se completaba con rocas de cualquier
loma cercana. Había que seleccionar bien las piedras útiles y en algunos casos
tallarlas. Los muros tienen un grosor medio en su base de entre sesenta y
setenta centímetros, eso nos da ya la idea del enorme esfuerzo que conllevaba
levantar una de estas casetas. Eugenio Monesma grabó
la construcción de alguna y sus reportajes nos permiten ver el proceso que,
como digo, es complejo y laborioso.
-El
estudio de las construcciones de la piedra en seco de La Muela, ¿qué aporta
como “de nuevo o novedoso” y qué aporta respecto a otras construcciones que por
no ser de La Muela no podrá aportar a cualquier otro estudio?
-La
idea con la que se hizo, su aportación principal, es que quede recogida en un
inventario de calidad, con ubicaciones, fotografías y datos, esa parte de la
historia de La Muela que es singular y que, por desgracia, se deteriora día a
día. Es un testimonio de un conjunto que poco a poco desaparece, su memoria
queda en este libro. No había un estudio anterior en el término municipal.
-Amigo
Javier las construcciones de piedra en seco deben coexistir con el entorno,
estar sometido a las condiciones climáticas y ser parte del ecosistema, ¿qué
nos podéis decir al respecto?
-Decía
mi compañero, Fernando, que, hablando en terminología actual, las casetas son
construcciones bioclimáticas y ecológicas. Se construían con las piedras
desechadas de los campos (reutilizando) y sin utilizar ningún tipo de
combustible más allá de personas, mulos y herramientas manuales. Por otro lado,
la piedra guarda calor en invierno y frescor en verano, aparte de proteger del
viento. Además en muchas casetas medianas se encendía fuego en su interior
durante las labores agrarias, quemando hierbas y ramas, así cuando se entraba
después la piedra conservaba el calor, por eso en muchas la piedra interior se
encuentra casi totalmente cubierta de hollín. Se construían para protegerse de
esas condiciones climáticas y cada elemento de la construcción estaba calculado
hasta al mínimo detalle para hacerlas más funcionales.
-Al
margen de las casetas refugio de los campesinos, pastores, rebaños ¿a qué otras
construcciones se derivaba la piedra en seco?
-Como
he comentado hay bancales, paravientos, corrales, pocetes
de recogida de agua e incluso algunos mojones. De entre ellos los más
habituales son bancales y paravientos. Los paravientos son muy numerosos, eran
de sencilla construcción y permitían descansar un rato a almorzar con
comodidad. La Muela es un lugar soleado, en los días de cierzo, que son muchos,
si te sientas al abrigo de un paravientos se está muy bien. Los bancales se
utilizaban para ganar terreno y retener la tierra y el agua, su construcción
era un trabajo duro y requerían mantenimiento, en la actualidad muchos están
abandonados
-Amigo
Javier, por desgracia Fernando nos dejó el otoño pasado, después de un accidente
en el descenso del pico Himlung en el Himalaya
nepalí… pero este trabajo quedó preparado y listo para ser editado, ¿verdad? ¿cómo ha sido ponerse con la fase de edición y ahora con la
de dar a conocer el libro sin él…?. Javier ¿cómo recuerdas el trabajo a dúo?
¿cómo se repartió el trabajo o cómo se
abordó?
-Me
da pena hablar de mi amigo Fernando, no me apetece hablar de esto.
-¿Qué
valoración merece la piedra en seco y su presencia en el término municipal de
La Muela? Jurídicamente hablando valorando esa riqueza en el patrimonio
cultural, ¿cómo está de protegida la piedra en seco y sus construcciones?
-En los últimos años se ha avanzado
mucho en la protección del patrimonio construido con Piedra Seca, en 2018 la UNESCO declaró patrimonio inmaterial de la humanidad
el arte de construir muros de piedra seca, su conocimiento y sus técnicas. Para
entonces Aragón ya había declarado bien catalogado inmaterial la técnica
constructiva de la piedra seca en Aragón y recientemente se ha declarado Bien
de Interés Cultural los bancales de Piedra Seca de Escartín. En el caso de La
Muela se hizo una reunión con el departamento correspondiente de la DGA, que
inventarió los elementos encontrados y se está valorando qué protección
jurídica otorgar al conjunto.
-¿Cómo
fue investigar sobre las construcciones de piedra en seco? ¿Qué
os deparó el proceso de documentación? Trabajo minucioso y laborioso
pero que, a la vez, conlleva mucha recompensa, ¿verdad?
-Como
dices fue laborioso y minuciosos, pero fue un placer
porque nos encanta estar por el monte, buscar y aprender.
-Este
trabajo no sería el mismo si no estuviese tan presente la fotografía,
¿verdad?... ¿la podríamos calificar, me refiero a la aportación
gráfica de imprescindible?
-Desde
luego, trabajamos mucho la fotografía, porque aporta calidad al trabajo, porque
nos gusta y porque de aquí a unos años será el único testimonio que quede de
muchas casetas.
-Pero
la piedra en seco es algo más que una presencia física, ¿verdad? y necesario
desde el punto de vista etnográfico, ¿no? La presencia de la piedra en seco… tiene
mucho de sentir, de sentimiento, tiene una fuerza especial que se la infunde al
territorio, aunque esto sea recíproco…
-La
Piedra Seca es el testimonio de cómo vivían (y construían) los habitantes de La
Muela. Son construcciones en las que se refugiaron, durmieron, comieron y
encontraron descanso los muelanos durante siglos.
Algunos de ellos dejaron grabados y escritos que aún se conservan en los
sillares de las casetas, esas inscripciones nos unen a ellos.
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