Cazarabet conversa con... Agustín Comotto, autor de “El
peso de las estrellas. Vida del anarquista Octavio
Alberola” (Rayo Verde)
La vida del
anarquista Octavio Alberola discurre por delante de nuestros ojos lectores
gracias al acercamiento de Agustín Comotto y de la
apuesta editorial de Rayo Verde.
La sinopsis del libro
Octavio Alberola lleva ochenta años pensando,
viviendo y reformulando su vida desde la perspectiva ácrata, y no ha dudado en
cuestionar cada uno de sus actos al punto de afectar de manera dramática su
existencia.
Pertenece a
una generación de luchadores que vivió los acontecimientos del siglo xx de manera directa y como protagonista: la guerra, la
dictadura, el exilio, la precariedad de la clandestinidad, las luchas internas
dentro del anarquismo de la posguerra y las grandes luchas sociales alrededor
del mundo. Su actividad lo llevó a conocer a personas como García Oliver, el
Che Guevara, Cipriano Mera, Federica Montseny, Félix Guattari, Daniel Cohn-Bendit, Régis Debray o Giangiacomo Feltrinelli.
Agustín Comotto recoge la esencia de los pensamientos, los valores,
las contradicciones, los miedos y las esperanzas de Octavio Alberola. Juntos
recorren la experiencia anarquista del siglo xx para
centrarse en aquellas vivencias imprescindibles de las que Octavio fue testigo
y actor, desde la tensión y escisión de la CNT hasta su participación en varios
intentos de atentado a Franco.
Alberola
reflexiona no solamente sobre la experiencia social vivida sino que también
profundiza sobre la represión al disidente, la viabilidad de la revolución o la
legitimidad de la violencia. Más allá de la política, su infinita curiosidad lo
llevó a interesarse por la física o el arte, disciplinas que lo ayudaron a
reformular conceptos como la familia, el autoritarismo o el sentido de la vida
bajo el privilegio de ser una parte consciente del universo.
El autor de
este libro que nos acerca a Octavio Alberola, Agustín Comotto:
Nació en la
parte de abajo del globo, en Argentina, pero, por alguna razón que se
desconoce, ha pasado media vida subiendo y bajando de una parte del planeta a
la otra. Le gusta el norte, el norte de los vikingos y las auroras boreales.
Escribe para dibujar y dibuja para EEUU, Francia, México, Argentina y España.
Autor o
ilustrador de diversos libros, ha ganado el premio A la Orilla del Viento del
Fondo de Cultura Económica (México) con el libro Siete millones de
escarabajos -obra que es mención de la lista White Raven
del 2002 de la Biblioteca de Munich (Alemania)-, y la
Mención mejor álbum ilustrado de ALIJA (IBBY-Argentina 2006) con El Comelibros.
Alberola, Octavi: https://kaosenlared.net/entrevista-a-octavio-alberola/
Kaos en la red y “su entrevista” con Octavio Alberola:
https://kaosenlared.net/entrevista-a-octavio-alberola/
Y al Vilaweb:
https://www.vilaweb.cat/noticies/octavio-alberola-joc-de-miralls/
Un poco más
sobre Alberola: https://www.lahaine.org/est_espanol.php/octavio-alberola-lhay-que-dejar
Nosotros ya
conversamos con Octavio Alberola:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/revolucioncolapso.htm
Cazarabet conversa
con Agustín Comotto:
-Amigo, ¿qué es lo que te ha hecho escribir este
libro…? ¿Por qué elegiste o qué te acercó a Octavio Alberola?, ¿Qué
te llamó la atención de él?, ¿su manera de entender, vivir y convivir con el
anarquismo?
-Diversos
motivos. Por una parte mis propias convicciones en cuanto qué es el anarquismo,
que suscribo, y la necesidad de dar a conocer al lector no anarquista la figura
de Octavio Alberola. Por otra parte, el propio Octavio Alberola: desde mi punto
de vista, además de ser un testigo de los momentos más importantes post segunda
guerra mundial del siglo XX, es una de las mentes más lúcidas desde un punto de
vista transversal que he conocido; siempre tiene una opinión interesante sobre
muy diversos temas; siempre tiene una respuesta serena, meditada y,
probablemente, disruptiva a la pregunta.
-¿Cómo conociste a Octavio Alberola?; ¿cómo
pensador y activista “perenne”?, ¿qué te atrajo?, pero, amigo Agustín, Octavio
conjuga muy bien lo que es como persona con lo que es como pensador, ¿verdad?
-Lo conocí
como personaje de mi última novela gráfica sobre la vida de Simón Radowitzky. Estaba acabando el libro cuando, de manera
fortuita, surgió la figura de Octavio, que conoció a Radowitzky
en México en el año 1956. A partir de este descubrimiento supe que estaba vivo,
en Perpignan. Me puse en contacto con él y lo que fue
una entrevista en Perpignan a su persona, devino una
amistad que se ha prolongado hasta el presente. Hablo con él seguido y constato
que lleva una actividad intelectual intensa a sus 92 años de vida.
-El peso de las estrellas es un título,
permíteme, “bello”, “bonito”, “contundente”… de esos que llaman la atención cuando te lo mencionan…
y cuando ves la portada, de veras, te convences… se da en el clavo ¿qué nos
puedes decir?; ¿fue premeditado?
-El peso de
las estrellas… le dimos muchas vueltas al título del libro porque la idea era
una frase que descolocara al lector, que lo haga reflexionar sobre algo que
nunca ha hecho. ¿Cuánto pesa una estrella? Paralelamente, es una metáfora sobre
el sentido del libro, esto es la utopía. ¿Qué es la utopía? ¿Cómo se define?
Este es el sentido del título del libro. Tener presente que lo primero es
reconocer que no hay respuestas firmes, sólo aproximaciones. Esto es lo que lo
define a Octavio.
Y la
portada, simplemente lo que se ve. Los dos locutores del libro mirando lo que
no se comprende y se intenta: el universo en toda su expresión. Universo como
algo tangible (aunque no lo toquemos) y como expresión del ser humano.
-¿Qué encuentra el lector y la lectora? en El
peso de las estrellas?, ¿aquello que podemos y debemos
soportar parar ir tirando adelante” con esa dignidad que aporta, según explica
y aplica Octavio Alberola, los valores librepensadores y libertarios?
-El lector
encontrará la narración de una vida apasionante a través de más de 70 años de
militancia activa. También un intento de explicar todas (dentro de lo que
se puede) las capas que conforman un ser humano. No pretendimos narrar la vida
militante solamente. Simplemente queríamos contar el punto de vista de Octavio
sobre temas dispares como el Tiempo, la Familia o la militancia en grupos de
acción directa. Es raro encontrar una persona que asume sus contradicciones,
reflexiona sobre ellas y lleva a cabo en primera persona y hacia los demás su
ideal con todas sus consecuencias. Octavio es uno de ellos.
-Libro que no
deja de ser de intensa investigación porque tú te tienes que acercar a Octavio
y allá donde hay investigación debe de haber previa documentación, estudio,
reflexión, analítica… ¿cómo te has apañado en eso?, ¿cómo ha sido este viaje
que, presumimos, siempre es trabajoso, pero dando sus frutos?
-Fue un
trabajo apasionante y extenuante. Lo complicado no radica en
investigar, cosa que me apasiona. La dificultad radica en no ahogar al lector
con datos y erudiciones innecesarias. No es fácil contar la militancia, con
todas sus particularidades, a un lector a priori no militante y no aburrirlo.
Pasé muchas horas investigando las pistas que la prodigiosa memoria de Octavio
relataba. Incluir el sentido del humor fue cosa fundamental.
-En esta investigación ¿has encontrado trabas
por tocar “cosas” que unos pocos piensan que mejor que el común de los mortales
no sepamos?, además que tratar de indagar y de analizar sobre la vida de
personas que viven y piensan libremente suele ser digamos que “molesto”…
-Trabas no
creo sea la palabra para definirlo. Una de las premisas del libro era que yo
participara de manera activa, es decir, opinase sin invadir el foco del libro,
que es Octavio. Él, nunca negó hablar de temas espinosos que, podría decirse,
son en donde él entra en contradicciones, por ejemplo la no violencia
practicante y asumir la violencia como metodología. Por otra parte, Octavio
nunca quiso dar opiniones que él denomina “folclóricas”, es decir: las
miserias en primera persona de la militancia. Pienso que fue muy osado a la
hora de hablar de compañeros con los que tuvo poco o nada que ver y
militó, como Esgleas o la Montseny.
Pero, si lo que el lector espera es que él, como histórico del movimiento,
revele quién mató a Durruti o cosas por el estilo, no encontrará nada al
respecto porque poco le importa a Octavio ese tipo de cosas.
-Agustín, ¿cómo era y cómo es Octavio Alberola?,
decimos “era” y “es” porque Octavio es de las personas que evoluciona con los
tiempos, días, minutos…
-Como era y
como es… Octavio Alberola era y es una persona con dos de los aspectos más
difíciles de encontrar en un ser humano. Por una parte la flexibilidad. Sabe
escuchar al que oye y puede modificar su reflexión en función de lo que
escucha. Por otra parte, es un hombre en construcción permanente. Nunca para ni
descansa al respecto. Tiene un cerebro formidable forjado en el autoaprendizaje. Él, en si mismo,
es una obra absoluta de la pedagogía anarquista. “No le des pescados,
enséñales a pescar” dicen que dijo Jesús. Octavio aprendió siendo niño a
aprender, a auto aprender, basando todo el aprendizaje en el motor de la
curiosidad. Y aún va por ahí, aprendiendo.
-Aunque en
este caso es un camino doloroso, porque las personas que viven en “la idea librepensadora”
lo han sufrido… han sufrido ,cómo te diría, el privilegio
de ser y practicar la libertad... todo lo que rodea a la libertad porque a la
libertad se la ha cercado… La situación global del humano
conviviendo se ha vuelto como decepcionante por la
situación o situaciones, háblanos por favor… ¿cómo la ha ido viviendo Octavio
desde tu observación?; ¿se pueden reciclar tantas decepciones?
-Octavio es
un optimista nato. Siempre cree que, de base, el ser humano mejora. En el libro
se topó con uno que no lo tiene tan claro como él y diré que por momentos su
optimismo es contagioso. La historia del siglo XX, donde él participó de manera
intensa, es la historia de una derrota porque todo lo que se avanzó
humanamente, el neoliberalismo lo recuperó y avanzó en sus intensiones
depredadoras. Pero lo andado allí está y no se pierde. Desde ese punto de vista
se explican reacciones en cadena que vemos o vivimos delante a injusticias o
arbitrariedades. Octavio ve las decepciones como aprendizajes, espacios para
sacar conclusiones. Una de las decepciones más grandes (y aprendizaje también)
fue la eterna fragmentación de las fuerzas afines de la izquierda. Allí, el
aprendizaje para él fue doloroso y siempre trató de aportar una visión
polifónica: somos distintos y ese es nuestro valor. Sabiéndolo y respetándolo
vamos juntos.
-Hay muchísima injusticia y en estos tiempos de
deshumanización todo se incrementa de una manera casi vergonzosa, casi
insultante…y Octavio seguramente no se quedará indiferente, ¿verdad?
-Por
supuesto. Allí está peleando por la memoria histórica o viendo como una
oportunidad la crisis del COVID 19. De hecho, escribe y divulga, en la medida
de sus posibilidades porque es muy mayor, en medios
anarquistas opiniones sobre la actualidad.
-¿Nos puedes hablar de cómo vuelcas lo
documentado, lo investigado…cómo es tu metodología de trabajo …cómo trabajas?. ¿Cómo ha sido acercarte a Octavio?
-En el caso
de este libro, porque trabajo de manera diferente los libros, el desafío
era “entrar” en Octavio. No quería una persona encarcarada
que respondiera de manera “oficial” las cosas. Tampoco quería preparar las
preguntas de manera rígida. Mi deseo era que él y yo nos olvidásemos de la
entrevista, hablásemos de manera fluida. Claro que había una arquitectura
debajo de cada sesión. Porque hay más de 12 horas grabadas de charla en
diversas sesiones. Sacar conclusiones de ello, mezclarlo con la investigación
histórica e insertar tus opiniones fue laborioso y no olvido el enorme trabajo
del equipo editorial criticando y aportando ideas allí donde yo no llegaba
porque uno de los riesgos de un libro como este es perder el rumbo en el medio
del trabajo.
Mi apuesta
fue que, cuando el lector tuviera el libro en la mano, todos esos parámetros
citados no se notaran. Literalmente, que leyera una especie de novela que,
pienso, es lo más atractivo de leer.
-¿Cómo definirías, así de primeras y brevemente,
la vida de Octavio Alberola?
-La vida de
Octavio es compleja y rica en episodios. Dichos episodios lo llevaron a conocer
personas casi míticas del imaginario del lector al uso como el Che Guevara o
García Oliver. También notables del universo francés, como Guatari
o Debray. Octavio transitó buena parte de la
intelectualidad y el arte comprometido del siglo XX.
La vida de
Octavio, diría yo es una conjunción perfecta (porque es espontánea) de lo apolíneo
y la práctica del ideal. Octavio fue y es un obrero esteta de la utopía. Pocas
veces he visto una persona tan elegante en la palabra elaborando y haciendo
fácil de comprender conceptos tan complejos como la justicia, la solidaridad,
la vida o la muerte como él. En eso radica su esencia. Sabe contar y te hace un
apasionado oyente de su vida y su camino.
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