Cazarabet conversa con... Francisco Gragera, autor de “Pájaros
y pajareros. Retrato de una época”
(Tundra)
Tundra Ediciones
nos aproxima no solamente a los pájaros sino a las personas que se implican por
y con ellos, los pajareros…
Lo que nos explica
la sinopsis:
El autor, pionero
pajarero extremeño, traza un retrato de la Ornitología en la década de 1970 en
el centro y suroeste ibéricos, y de la influencia de Félix Rodríguez de la
Fuente. Y , a través de sus recuerdos, anécdotas y anotaciones
de los cuadernos de campo, relata su experiencia en aquella época y en las
décadas posteriores con la observación de aves, el sueño de Doñana
o las luchas en defensa de la naturaleza .Concluye con una panorámica sobre la
alarmante disminución de la abundancia de numerosas aves y la recuperación de
algunas otras desde entonces hasta nuestros días.
El autor, Francisco
Gragera:
Naturalista de
vocación y escritor autodidacta. Su primer libro estuvo dedicado a los pájaros,
su gran afición: Las aves de presa en la provincia de Badajoz (Ayuntamiento de
Zafra, 1994). Ese mismo año comenzaría a colaborar en la revista de Naturaleza
con más solera a nivel nacional, Quercus, donde ha publicado más de una
veintena de artículos hasta la fecha; sin olvidar su contribución en otras
revistas como Trofeo, Vida Silvestre, Caza Extremadura, Veredas, Nuevo
Guadiana, Luparia, El Corzo, Foresta, Aegypius, etcétera. Toda la riqueza natural que atesora su
provincia natal, Badajoz, quedó plasmada en un lujoso libro titulado De San
Pedro a Sierra Morena (Diputación Provincial de Badajoz, 1999). Su curiosidad
innata le llevó a centrarse en el estudio del lobo, publicando El lobo ibérico
en la Baja Extremadura (Universitas Editorial,1996) y la clásica obra El legado del lobo (Editora
Regional de Extremadura, 2001 y Editorial Canchales, 2017). Sobre el cánido
salvaje también escribió sendos capítulos en los libros colectivos La Sierra de
San Pedro, huellas y vivencias (Junta de Extremadura, 2009) y Encuentros con
lobos (Tundra Ediciones, 2016). Igualmente ha participado en condición de
experto en la materia en documentales, jornadas, exposiciones y programas de
radio y televisión. Como fotógrafo ha colaborado en los libros Veletas de la Axarquía. Un ensayo antropológico (Editorial La Brújula de
la Sierra, 2017) y De la palabra a la imagen. El entorno natural en la poesía
de Luís Chamizo. Otra mirada (Editorial La Brújula de la Sierra, 2019).
Cazarabet
conversa con Francisco Gragera:
-Amigo
Francisco, ¿qué fue lo que, definitivamente, hace que como pajarero vuelques
tus experiencias en el campo y tu “vocación” como amante, pero muy entendido,
con nuestros amigos los pájaros en forma de libro?
- La metódica anotación de los apuntes en los cuadernos de campo
desde hace casi medio siglo acabó convirtiéndome en un aficionado a la
escritura, primero en forma de artículos y después vinieron los libros, el
primero titulado Las aves de presa en la
provincia de Badajoz, publicado en el lejano año de 1994, y aunque luego
escribí más libros, ha sido ahora con Pájaros
y Pajareros, editado por Tundra, cuando he vuelto a los orígenes,
aprovechando la ocasión para compartir aquellas experiencias con los restantes
pajareros. Aquel primer libro se hizo de manera artesanal: los
folios redactados a bolígrafo eran luego mecanografiados. La lectura del
borrador, que suponía estupendo, me provocó una gran decepción y sin pensarlo
dos veces lo rompí y empecé a partir de cero. Ser exigente con uno mismo tal
vez sea una forma de superación. En el libro jugó un papel destacado mi
excelente amigo el doctor en biología Federico Suárez Caballero, uno de los
adelantados en el estudio de las aves extremeñas en la década de 1970.
-¿Qué
ingredientes, amigo Francisco, crees que debe de tener y retener un pajarero?,
pero tú te consideras un “naturalista” que, además, vuelca sus experiencias escribiendo…
- La afición por
los pájaros puede venir de dos maneras. La primera, que es mi caso, nacer con
dicha vocación, y la segunda aficionarse con los años. El estudio y la
observación de las aves acaban convirtiéndose en un vicio sano porque es una
manera de estar en contacto directo con la naturaleza, respirar aire puro y
hacer ejercicio. Además el sólo disfrute del amanecer hace rentable el madrugón
y el desplazamiento. ¿Por qué me considero naturalista? Podría contestar que
sin renunciar a los pájaros he ampliado el estudio a otras especies animales y
me he ocupado también de los problemas que afectan al medio ambiente.
-Y
lo de escribir es autodidacta, pero hay que tener cualidades, disciplina,
constancia… ¿en alguien te miras o tienes en referencia? ; ¿desde algún rincón
te has ayudado? ; ¿Qué nos puedes contar y o reflexionar como escritor?
- La lectura
siempre precede a la escritura. Desde niño he sido un devorador de libros, en
especial los relacionados con la fauna, y esa es la senda que transforma al
lector en futuro escritor. Mi referencia ha sido don Miguel Delibes, un hombre
capaz de combinar la sencillez de su escritura, asequible a todos los públicos,
con los paisajes y los paisanos extraídos de su Castilla profunda. La escritura
ha supuesto una válvula de escape para evocar gratos recuerdos como ocurrió con
el relato corto titulado La Garduña
que evoca a mi pueblo natal, Almendralejo, a comienzos de los años 60, y que
termina de la siguiente manera: <<He tenido la oportunidad de visitar de
nuevo la antigua casa de mis abuelos, pero prefiero seguir conservando la
visión, casi idílica, que retuvieron mis retinas infantiles y que, sin duda, ya
no existe. Con el paso del tiempo, la garduña, que esperaba pacientemente en el
interior del pozo, acabó devorando al niño que yo, sin saberlo, llevaba
dentro>>. Pura nostalgia o saudades, como decía el bueno de mi amigo
Juancho Viola.
-Hablábamos
de “ingredientes” y de “cualidades” entre ellas me da que la paciencia, la
perseverancia, el no “ir con prisas”….son madres de un mismo hilo del que hay
que tirar sí o sí, ¿no? .-Si te quieres dedicar a observarla y escribir sobre
la naturaleza se observa que ésta lleva su propio ritmo visto desde ojos
humanos más lento que nuestro deambular y si quieres describirla…. bien te
tienes que camuflar con ese ritmo o es imposible, ¿qué nos puedes reflexionar?
y luego está la curiosidad , ¿qué sería de un escritor sin curiosidad?
- Se suele decir
que la paciencia es la madre de la ciencia. Cada libro es un mundo y cada uno
se lleva el tiempo que precise. No se puede escribir contra reloj. Al
contrario, lo normal es que algo que ayer te pareció estupendo hoy te parezca
una birria y lo rompas sin contemplaciones. La investigación previa a la
escritura, sobre todo si se trata de un ensayo, es enorme y uno sabe cuando la
comienza pero nunca cuando la acabará. Mi cuarto libro titulado El legado del lobo supuso un salto
cualitativo y cuantitativo en mi carrera como investigador y escritor. Fue la
primera obra que recibió una crítica excelente y se agotó en un tiempo récord.
Le dediqué años a la recopilación de datos en archivos municipales,
bibliotecas, hemerotecas y entrevistas personales, pudiendo citar como anécdota
que cuando me presenté en la biblioteca del IX Marqués de la Encomienda, en
Almendralejo, una de las mejores sobre bibliografía extremeña, me preguntaron
cuál iba a ser mi método de trabajo a la hora de revisar varias decenas de
miles de títulos y mi respuesta fue bien sencilla: comenzaré por la A y
terminaré por la Z. Así de fácil y de complicado a la vez. La curiosidad es
imprescindible para el escritor y el investigador. Nunca sospeché que la
experiencia adquirida en la búsqueda de datos en archivos durante la
preparación de El legado del lobo
sería vital para afrontar con éxito el siguiente reto: escribir sobre la guerra
civil española desde la perspectiva de los niños soldados, entre ellos mi
padre. Los quintos del pelargón fue una apuesta muy arriesgada pero salió
bien. Era la primera vez que escribía sobre la historia menuda de personas
anónimas que hicieron su particular historia dentro de la Historia oficial.
Entrevistarlos me cambió la perspectiva de los ancianos, esos que vemos a
menudo tomando el sol en una esquina cualquiera de un pueblo, sin sospechar las
vivencias que atesoran. También la curiosidad y las ganas de experimentar me
llevaron a colaborar en varios documentales sobre el lobo, a escribir crítica
literaria y a intervenir como ponente o comunicante en diversos eventos
culturales. Y esa curiosidad sigue muy viva hoy en día sin saber cuál será el
próximo proyecto.
-Ser
articulista ¿te ha facilitado mucho la tarea de meterte a escribir un libro?,
¿cómo y de qué manera?, teniendo en cuenta que, además, has colaborado en
numerosas publicaciones que tienen un abanico bien disperso…---háblanos si te
apetece de esa faceta---
- Por lógica
resulta imprescindible, salvo excepciones, comenzar por escribir artículos para
conseguir el rodaje previo antes de publicar el primer libro. La extensión
limitada de los artículos supone una ventaja para el escritor novato porque le
permite abarcar temas muy variados sin necesidad de disponer de mucha
información. Por ejemplo, en el más de un centenar y medio de artículos
publicados hasta la fecha en Quercus,
Trofeo, Luparia, El Corzo, Vida Silvestre,
etcétera, han tenido cabida, además de los pájaros, algunos carnívoros ibéricos
como el lobo, el oso pardo, el lince, el meloncillo y la nutria, sin olvidar
las historias protagonizadas por personajes pintorescos de los que hoy en día,
por desgracia, no abundamos. Me refiero, por sólo citar un par de casos, al
último lobero que hubo en la Sierra de Gata cacereña o a un cazador furtivo de
conejos y de perdices de oficio zapatero remendón, de los que destaqué su
faceta más humana, puesto que ambos cazaban más por necesidad que por afición.
-Este
trabajo tiene su semilla en muchas observaciones y mucho trabajo de campo en el
que el bloc del naturalista te debía de hacer mucha, mucha compañía, ¿no? ;¿qué metodología de trabajo tiene un naturalista que es
pajarero?
- Para llevar
adelante los cuadernos de campo durante décadas hay que ser muy exigente
consigo mismo. Uno no puede dejar que pasen varios días para anotar las
observaciones porque en ese intervalo de tiempo se nos habrán olvidado algunos
detalles o incluso especies. Por ello lo más aconsejable es anotar a diario
todo cuanto observamos en el campo. Sobre la compañía que da un cuaderno de
campo sólo puedo decir que vino conmigo en el petate a Melilla para cumplir el
servicio militar obligatorio y que no lo olvidé durante el viaje de novios.
-Nos
ponemos un poco más con el libro, ¿qué te dio la idea de plasmar tus
experiencias…por ejemplo el estar y vivir en una Extremadura que es una tierra
privilegiada en cuanto a los pájaros que van, vienen y residen es uno de esos
ingredientes que hace que pases de la acción y la observación a la escritura?
-Llevaba mucho
tiempo dándole vueltas a la idea de plasmar en un libro mis observaciones sobre
pájaros. Temía que el medio centenar largo de cuadernos de campo se pudieran
perder y por eso comencé a revisarlos para decidir qué datos merecía la pena
destacar. Las aves, en particular, y la naturaleza del sur de Extremadura, en
general, eran muy diferentes a mediados de la década de 1970, y eso que vivía
en un entorno eminentemente agrícola, alejado de las principales sierras donde
aún sobrevivían a duras penas los buitres negros, las águilas imperiales y las
cigüeñas negras.
-En
esta zona de la Ibérica, ¿qué aves, pájaros tenéis el privilegio de observar?
- Extremadura es un
paraíso ornitológico. A lo largo y ancho de su geografía hay espacio suficiente
para aves esteparias como la avutarda y el sisón, grandes rapaces como las
águilas y los buitres, extensas dehesas de encina y alcornoque donde cría la
cigüeña negra e invernan por millares las grullas procedentes del norte de
Europa, y embalses que dan cobijo a multitud de patos y otras aves acuáticas.
Incluso en el interior de los pueblos hay pequeños halcones llamados primillas
y el crotoreo de la cigüeña blanca <<haciendo
el gazpacho>> es uno de los sonidos más característicos.
-¿Qué
son para ti los pájaros, amigo? , ¿y qué significan
para ti esa faceta tanto de naturalista como de escritor?
- En la
introducción de Pájaros y Pajareros
comento que nací con la cabeza llena de pájaros y sin duda han sido ellos los
que acercaron a la escritura. Los pájaros son los responsables de algunos de
los momentos más felices de mi vida. Si existe esa teórica mochila que todos
cargamos a cuestas, la mía, si se abriese, estaría repleta de pájaros.
-Observo,
en muchos naturalistas varios denominadores comunes, pero hay en muchos de
vosotros una influencia humana, la de Félix Rodríguez de la Fuente, ¿por qué
crees que un solo hombre os haya influido a todos de esa manera tan singular,
explícanos por favor?...
-Félix es
irrepetible. No me imagino a mi generación sin la figura de Félix. Fue como el
guía espiritual de una nueva religión basada en el estudio y el respeto por la
naturaleza. Nos descubrió un mundo maravilloso que había a nuestro alrededor y
del que no éramos conscientes de su alto valor. Al contrario, el paisanaje se
dedicaba a matar águilas porque en los ayuntamientos les daban unas buenas
pesetas por ellas. Así de simple. Y Félix consiguió darle la vuelta a la
tortilla, convertir en defensores de las alimañas a los que las habían
perseguido con saña, y si hoy en día sigue habiendo lobos en algunas zonas de
la península Ibérica es gracias a su empeño personal que le costó no pocos
enemigos. A pesar de haber transcurrido cuarenta años desde su trágica muerte
en Alaska a Félix no lo hemos olvidado.
-¿En
qué momento vital ves a la Ornitología, comparándola con la de la década en la
que arranca este libro 1970?
- La ornitología en
España ha experimentado un cambio tremendo a lo largo del último medio siglo,
lo mismo que ha ocurrido con nuestra sociedad. De ser una afición minoritaria
se ha convertido en un fenómeno de masas a lo que ha contribuido, y mucho, los
adelantos en la fotografía que han puesto al alcance de los aficionados una
óptica que antes sólo usaban los fotógrafos profesionales. Una prueba de ello
son la cantidad y la calidad de las imágenes que se suben a las redes sociales.
-Hay
aves y pájaros que están en la cuerda floja y en verdadero peligro…los
gorriones que tanto nos alegran los días en los pueblos, ciudades está
desapareciendo, ¿por qué?; ¿qué podemos hacer para revertir esto?
- Los cambios,
algunos muy bruscos, que hemos experimentado en las últimas décadas han tenido
repercusiones sobre las aves silvestres. El uso indiscriminado de sustancias
venenosas, la eliminación de los cultivos tradicionales y la telaraña que
forman los tendidos eléctricos, por sólo citar algunos problemas, han
arrinconado a determinados pájaros especializados en vivir en determinados
ambientes que se han reducido a la mínima expresión. Todos estamos conectados
entre sí y la pérdida de alguno de los eslabones repercute de manera negativa
en el resto de la cadena. Los gorriones comunes, antaño tan abundantes, son un
buen ejemplo de que algo está ocurriendo en nuestras ciudades y que por su
tamaño gigantesco no son seguramente el lugar más idóneo para vivir personas y
aves.
-Amigo,
tenemos la experiencia de haber sabido dar la vuelta a situaciones dramáticas y
al borde de la extinción de otras aves—creo recordar, por haber leído algún
artículo o visionado algún documental que el alimoche, el quebrantahuesos son
dos ejemplos, pero yo no soy para nada especialista---por favor háblanos de
algunas de esas luchas que se han ganado….
- Efectivamente. No
todo han sido malas noticias a lo largo del último medio siglo. Las campañas
lanzadas por las asociaciones conservacionistas han conseguido salvar in
extremis a especies tan emblemáticas como el oso pardo, el lince ibérico, el
quebrantahuesos, el águila imperial y el buitre negro, que además de no
desaparecer han proliferado en algún caso de manera espectacular. Es una
muestra de que no todo está perdido. Que estamos a tiempo y contamos con las
herramientas necesarias para salvar a más especies que atraviesan una situación
delicada y de paso salvarnos a nosotros mismos, que al paso que vamos, también
acabaremos figurando en la lista de seres en peligro de extinción.
-Aunque
la Defensa del Medio Ambiente requiere de mucha paciencia y de no pocos
sacrificios con poco, apenas o ninguna recompensa porque muchas veces los
naturalistas se convierten en defensores del Medio Ambiente y de la Naturaleza
que luchan contra todos los poderes fácticos a la vez---sois Quijotes contra
Molinos de Vientos--- ¿Qué nos puedes reflexionar?
- La lucha entre
David y Goliat sigue muy vigente. El Goliat actual adquiere la forma del
capital que busca el mayor beneficio en el menor tiempo posible a costa de unos
recursos naturales que no le pertenece en exclusiva. Somos tierra de Quijotes,
sin duda, y es curioso que dos de los parques nacionales más importantes, Doñana y Monfragüe, estuvieron a punto de desaparecer por culpa del
eucalipto, un árbol traído desde la
lejana Australia, destinado a la industria papelera. Contra aquellos nefatos
proyectos se alzaron José Antonio Valverde y su discípulo Jesús Garzón. Dos Quijotes
con muchos Sanchos a su alrededor fueron capaces de impedir los cultivos
madereros para salvar unas tierras salvajes que forman parte de nuestro
patrimonio natural y cultural.
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