La
Librería de El Sueño Igualitario
Yván Pozuelo Andrés escribe sobre todo aquello
que contribuyó a “la tumba de la República”, calificándolo como “se hizo
medianoche en España”.
Lo que nos dice la editorial Sapere Aude del libro, la sinopsis:
Octubre de 1937
es la historia de un desgarro nacional, la historia de un error político
mayúsculo, aun por valorar, si de los gobiernos republicanos de España, Francia
y del liberal monárquico británico, o si de los dirigentes frente populistas
asturianos o incluso en parte de todos ellos. Es la historia de mentiras
asesinas. Es la historia de un bando rebelde cuyas controversias internas no
afectaron a la eficacia de la acción militar ayudado por Hitler y Mussolini y
la de un bando que defendía el régimen republicano cuyas controversias internas
afectaron a la eficacia de la acción militar, pésimamente ayudado por Stalin.
Es la historia de una huida a la desesperada, una historia de traiciones,
deserciones y heroicidades... Con la entrada en Gijón de las tropas rebeldes el
21 de octubre de 1937 se derrumbó el Frente Norte. El bando frente populista
recibió una herida mortal y las demás naciones europeas lo dieron por
derrotado. España y Europa sortearon aquí su futuro inmediato.
Se trata de un
ensayo histórico muy audaz, atrevido y directo que nos hará estar muy atentos
en la lectura y más allá de ella:
El autor, Yván Pozuelo Andrés:
Doctor en Historia por la
Universidad de Oviedo, licenciado por La Sorbona-París I. Editor de la Revista
de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña
(www.rehmlac.com). Miembro del Centro de Estudios Históricos de la Masonería
Española (CEHME). Sus principales ejes de investigación son la historia de la
masonería asturiana, la historia de la masonería en relación con el movimiento
obrero y las relaciones entre las masonerías españolas e hispanoamericanas.
Un ensayista que “mira” mucho
al mundo de la masonería: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=783486
http://www.claseshistoria.com/revista/2009/articulos/pozuelo-masoneria.html
Cazarabet
conversa con Yván Pozuelo:
-Yván, ¿cuéntanos del porqué de este libro; qué
te ha llevado a ello o preguntado de otra manera lo que te ha inspirado a ello?. Tú o tus propósitos.
-En octubre de 2017 se
iban a cumplir los 80 años del fin del Frente Norte que durante la guerra civil
española marcó la conquista completa, un año después del Golpe de Estado, de todo
el norte de España por parte del bando sublevado. Pensaba que se iba a publicar
o reeditar libros sobre la cuestión aprovechando la efeméride y pretendía
presentar lo que creía no iban a escribir dichos autores, sobre todo a raíz de
haber consultado el archivo personal de José Giral,
ministro en los diferentes gobiernos de la República durante el conflicto. Pero
no, no se publicó nada (un par de artículos en prensa), me encontré así, sólo,
pues la caída de Asturias no parece que haya llamado la atención de los
historiadores a pesar de la documentación consultada en la que los
protagonistas españoles e internacionales la trataron de tragedia mayúscula
para el devenir de la república y de bendición para el bando rebelde. Asimismo,
todavía viven personas que sufrieron la angustia de esos días, me parecía un
momento pertinente para abordar el tema desde la investigación histórica para
el gran público, para los historiadores y para los supervivientes de aquella
dramática huida de octubre de 1937.
-Amigo, ¿no crees que antes de ese Octubre ya estaba
desgarrada la República; ya era medianoche para sus ilusiones y ya estaba
cavada la tumba de la República y, por lo tanto, lanzada a su suerte la guerra?
-"Rendición"
fue y es una palabra maldita en el seno del bando verdaderamente nacional que
era la República. Los defensores de la República lo tuvieron todo en contra
desde el primer momento inclusive a sus dirigentes. Los políticos del bando
republicano, los intelectuales no son buenos guerreros. No obstante, si comparamos
los mapas del antes y después de la batalla del norte, preservar el dominio
sobre ese territorio era para la República de vital importancia por las
fábricas, en particular por las de armas, por la cantidad de población y por
tener puertos en el Atlántico. La conquista del norte por parte de Franco fue
como cuando en una balanza le pones en un lado el peso que hace que ese lado
toque suelo y el otro queda en lo alto sin ya poder moverse. Aquí se
desequilibró por completo las fuerzas en conflicto. Esa medianoche que se
abatió sobre España en ese momento ha sido poco estudiado por los grandes
historiadores de la guerra civil. Tanto es así que ni tan siquiera se dio a
conocer el mapa de la guerra civil española tras su caída en octubre de 1937.
La caída de Asturias (objetivo principal del ataque del bando sublevado cuando
decidió conquistar el norte empezando por el flanco más endeble, por el País
Vasco, para paralizar y desarmar el potencial combatiente de los mineros) no
tuvo un Hemingway, un Bernanos, un Picasso, un Capa o
un historiador foráneo. Gijón ha sido sino la que más, una de las tres ciudades
más bombardeas de la guerra civil. "Sola en mitad de la tierra" acuñó
Pedro Garfias en su poema titulado "Asturias" e historiográficamente
hablando, 80 años después lo sigue siendo. Además, presentar ese episodio como
la "medianoche en España" y como la "tumba de la República"
responde a la propaganda difundida por el bando republicano en esas últimas
semanas donde los dirigentes dieron por perdido el norte (lo dejaron por
escrito en algunos casos durante y en otros después de ese episodio) aunque a
los combatientes les arengaron diciéndoles que iban a cavar "la tumba del
fascismo". Si no fue la tumba del fascismo, como así fue ¿qué tumba cavaron?
Si esa era la perspectiva en caso de victoria ¿qué valor dar a su pérdida?
Reconozco que desde el
primer momento, y desde el título del libro he tenido la intención de sino
provocar sí remover el escenario historiográfico para despertar la
investigación y abrir un nuevo debate que la documentación consultada me ha
obligado a mí a volver a revisar en torno a este crucial episodio de la guerra
civil española. Espero que ese debate se abra en algún momento.
-Bueno, entiendo que te refieres a la “rotura” del
Frente Norte, en Octubre del 37, no?
-Tras octubre del 37,
el bando sublevado controlaba todo el atlántico español, por consiguiente le
fue aún más fácil el control de la entrada y salida del mediterráneo. Casi
nada. Entre octubre de 1937 y el final de la guerra civil en los primeros meses
de 1939 el mapa de los dos bandos no sufrió grandes transformaciones.
-Se habla mucho, siempre, de “la desorganización” de los que defendían la
República, pero se habla menos de la desorganización en el “bando de los
rebeldes”¿qué nos puedes comentar al respecto…?
-Esa desorganización
no transparentó aun en los libros de historia. Tapada por la machacona
propaganda de los "vencedores" durante los cuarenta años de la
Dictadura. Digo vencedores con comillas porque hoy se vive, a pesar de tener un
rey jubilado y otro titular, cómo quisieron que viviésemos los partidarios de
la República. Por tanto, el término de "vencedores" caducó el día de
la muerte de Franco pasando la realidad, fuera del marco de lo que fue la
guerra en sí, a la victoria de los "perdedores", deslegitimando aún
más si cabe el Golpe de Estado. Asimismo, la desorganización del bando rebelde
fue compensada por la violencia extrema, sin piedad, que instrumentó su acción
guerrera. Guernica no estaba prevista tal cual ocurrió por el bando rebelde
pero su brutalidad conllevó unos resultados, según para cada bando, de ánimo y
de desánimo, que escondió la desorganización existente. Repito, la cuestión
está aún por esclarecerse.
-Más que de desorganización, tendríamos que estar hablando
de “las controversias internas”, las políticas me refiero que hacían
tambalear una respuesta más dinámica, eficaz….
-El tridente del
infierno, Hitler-Mussolini-Franco, se juntó teniendo objetivos inmediatos y a
largo plazo distintos. Esas discusiones internas no se han estudiado a fondo
aún, o al menos no he tenido la ocasión de encontrar las monografías al
respecto. En la documentación que consulté sí aparece la impaciencia de Hilter y Mussolini por cobrar el material enviado y acabar
más rápido con el conflicto. No obstante, a la hora de la potencia destructora
a utilizar, los tres no dudaron: lo que hiciera falta. A veces para provocar
una mayor reflexión y crítica sobre lo acontecido explico que se logró vencer a
los nazis durante la segunda guerra mundial cuando se decidió ser al menos como
ellos, es decir, actuar sin piedad. Controversias siempre las hay en
coaliciones de esta envergadura pero cuando el denominador común es la
violencia sin límites atraes la victoria de tu lado.
-Porque, además, tú pones muy en entredicho “esa
ayuda” que enviaba Stalin. Explícanos
-La revolución de
Asturias de octubre de 1934 no sólo horrorizó, como impresionó en su época la
revolución de los esclavos de Haïti, a las
democracias europeas y a los totalitarismos italiano y alemán sino también a
Stalin. ¿Por qué entonces ayudar a esa población capaz de sublevarse-¡y de qué
forma!- contra el régimen republicano? Stalin no apoyó una revolución
proletaria, con adn bolchevique, como la del 34 y
durante la guerra "apoyó" a la República a cambio de dinero y
propaganda gratuita a escala mundial. La República tenía dinero, mucho, y gastó
gran parte en pagar la "ayuda" a Stalin. En cuanto a la propaganda,
allí están los carteles que retratan a Stalin con niños en los brazos. Es
curioso, Francia acogió diez veces más "niños de la
guerra" que Rusia y en cambio parece desde el imaginario colectivo
creado y aceptado que fue lo contrario, entre otros, por la propaganda que
difundió Stalin a través de la guerra en España que utilizó para seguir
persiguiendo a sus "enemigos internos", es decir, a trotskistas y
anarquistas, precisamente los combatientes más convencidos y preparados del
bando de la República. En concreto en el norte, muy pocos soviéticos, pilotos
de avión, vinieron a luchar pues no hubo orden sino que se dejó que lo
eligieran de forma voluntaria. Sus superiores les despidieron con un
"¡Mucha suerte!". Hay que repetirlo, el único país que ha ayudado sin
intereses fundamentales internos a la defensa del régimen republicano español
fue el México del presidente Lázaro Cárdenas. Quedaba algo lejos.
-¿Había mucho de “juego de entre telones” en
esta guerra verdad?—de geopolítica y de mirar a la España en guerra como si
fuese una tablero de guerra, de la que sabían que les esperaba al resto…
-Sí, fue el centro del
mundo, que compartió con otros escenarios como el de China. En eso, los
dirigentes republicanos lo tuvieron muy claro y así lo explicaron miles de
veces a los gobiernos con regímenes democráticos y a la SDN sin que les
hicieran caso. El comité de "no intervención" hizo más caso a Hitler
y Mussolini que a los dirigentes republicanos españoles. El tridente del
infierno no solo ganó la guerra en el campo militar sino incluso en el
diplomático. Inglaterra y Francia no se creyeron lo que les iba a venir encima.
Recordemos que los nazis llegan a París rápidamente y sin plan de resistencia
real. ¿No tuvieron tiempo para prepararse?
-Solo que algunos, como Alemania e Italia, participaron de
ella, con los ensayos de armamento y de estrategia y otros se quedaron
viendo como la democracia, que venía del voto del pueblo, fue cómplice viendo
cómo la República se perdía….
-Los gobiernos
francés e inglés se rieron de los republicanos españoles.
Inconscientes (eran los próximos objetivos de Hitler y Mussolini) y temerosos
de la puesta en escena de una revolución de tipo socialista, jugaron a echar
balones fuera. De verdad, lo sorprendente es la paciencia que ha tenido el
gobierno de la República con estos gobiernos, manteniendo a pesar de todas las
pruebas en contra una esperanza, no ya de "ayuda" sino simplemente de
mantener una relación comercial, dispuestos a pagar cada una de las armas y de
los servicios prestados. El gobierno de la República pagó por cada refugiado recogido
en alta mar, las tasas portuarias correspondientes a todas las embarcaciones
amarradas en sus puertos, cada barco contratado para llevar comida y sacar a la
población civil. Ni recibiendo directamente las embarcaciones francesas e
inglesas ataques del bando sublevado cambiaron su intervención de "no
intervención". La documentación conservada sobre las intervenciones de los
embajadores de España en Londres y París para lograr ya no una intervención
sino tan siquiera la evacuación del ejército y de la población asturianos
desgarra. La respuesta real fue clara: no y punto.
-¿No crees que “la suerte de la República” ya estaba
echada antes de Octubre de 1937?
-No y sí. No, porque
allí habían combatientes fieles y abnegados, obreros curtidos en la dureza del
trabajo y de la guerra, fábricas de armas, y grandes puertos. La estrategia de
la República fue el de esperar que nevase, y no nevó, estrategia más propia de
la superstición que de estrategia de guerra. Ni rendición ni resistencia
numantina ¿entonces? Pues lo que ocurrió. En el "no" también entra el
hecho de que los asturianos era una fuerza activa que generaba confianza, ánimo
en el resto de los combatientes de la España republicana. Ese crédito, obtenido
tras el octubre del 34, una vez derrumbado en octubre del 37, afectó la moral y
la confianza del resto dada la idealización del minero del 34. Si él no pudo
¿los demás?
Sí, porque los
"mismos" dirigentes que perdieron en octubre de 1934 difícilmente
iban a estar preparados para aguantar un Golpe de Estado con Hitler y Mussolini
en frente. Difícilmente, los "mismos" que no supieron reaccionar
durante los tres primeros días de la sublevación militar, que no convencieron a
sus "amigos" demócratas y republicanos europeos, iban no solo
aguantar sino vencer a un enemigo sediento de venganza moral y corporal. Miedo
al fascismo y miedo a la revolución, perdió el gobierno republicano esfuerzos y
tiempo en frenar al segundo de sus miedos, aprovechándose de ello el
primero.
-Háblanos de esas “mentiras asesinas”….
-Perdido todo, rezando
para que los temporales llegasen a tiempo para estancar los avances de las
tropas sublevadas, los dirigentes republicanos arengaron a los combatientes con
falsas esperanzas, con falsas victorias, con grandilocuentes declaraciones sobre
bravuras y heroicidades, haciendo creer, incluso el mismo día de la estampida
final, que iban a cavar la "tumba del fascismo". Muchos de los
batallones no fueron informados de la situación real. Se machacó en la prensa
republicana que no iba a haber rendición alguna, es decir, que la alternativa
era "luchar o morir", ninguna otra escapatoria. Al final, los
dirigentes y los que escribían en ese "frente tipográfico" que
formaba la prensa se salvaron, in extremis, pero se salvaron.
-En todas las guerras hay miedos, huidas, miedos
encerrados en uno mismo, deserciones, desesperaciones, algunas heroicidades…y
lo que conlleva la rotura en octubre del 37 en el Frente Norte no escatima en
todo ella, tan humano, ¿no?; ¿qué nos puedes explicar?; ¿alguna peculiaridad?
-En la presentación
del libro que organizó el Ateneo español de México y la consejería de Educación
de la embajada española en la capital azteca tuve la suerte de escuchar al
profesor de la Universidad de Costa Rica, Miguel Guzmán-Stein,
aconsejar especial y emocionalmente la lectura del capítulo dedicado
precisamente al capítulo sobre octubre del 37, donde todos esos angustiosos
sentimientos se dieron cita en la ratonera en la que se convirtió Gijón. Para
valorar la importancia del octubre de 1937 y la intensidad de esos sentimientos
tan solo hace falta leer lo que escribieron durante esos días en la prensa los
periodistas y diversos autores de las demás regiones españolas sobre lo que
estaba ocurriendo. La catástrofe de la caída de Asturias inspiró proclamas,
poemas, artículos, aún desconocidos hoy, que muestran cómo se vivió, cómo se
sufrió por parte de los combatientes y la retaguardia en el resto de España, y
no solo en zona republicana. A los 80 años de dicho episodio, parece que
seguimos viviendo en tiempos de los "vencedores" por el injusto
silencio historiográfico vivido en octubre de 2017. El 21 de octubre, día de la
entrada de las tropas sublevadas en Gijón hace 80 años, se celebraban los
premios Princesa de Asturias en Oviedo.
-¿Cavó Europa parte de su destino en esta contienda
interna?
-Por supuesto. La
balanza de fuerzas que se desequilibró en octubre del 37 a favor del tridente
del infierno, permitió a uno de los mejores ejércitos del momento, el del
III Reich ver a "Europa" como objetivo inmediato del delirio de
su líder. Asimismo, resulta realmente impresionante descubrir cómo obreros, y
no solo obreros, de todo el mundo, sobre todo de Europa, se levantaron para
combatir y ayudar a defender el orden democrático en la España que había logrado
en un año de república el voto para las mujeres, derecho fundamental que no
había implantado, por ejemplo, la república francesa tras 60 años de su tercera
república, y cómo sus gobiernos lo menospreciaron y maltrataron. Fue la mayor
prueba de solidaridad internacional del siglo XX. Si fuera poco, engañaron a
los refugiados, a los exiliados para luchar en el bando aliado durante la II
Guerra Mundial hasta llegar a ser los que entran en París para liberar la
capital gala del nazismo que no quisieron parar, al menos enfrentar, ocho años
antes ante las advertencias de los dirigentes republicanos españoles. A cambio
de nada, dejando España sin amanecer. ¡Qué generosidad! ¿No?
26555
Octubre de 1937. La
tumba de la República. Se hizo medianoche en España. Yván
Pozuelo Andrés
172 páginas 16 x 24 euros
12.00 euros
Sapere Aude
Octubre de 1937 es la historia de un desgarro
nacional, la historia de un error político mayúsculo, aun por valorar, si de
los gobiernos republicanos de España, Francia y del liberal monárquico
británico, o si de los dirigentes frentepopulistas asturianos o incluso en
parte de todos ellos. Es la historia de mentiras asesinas. Es la historia de un
bando rebelde cuyas controversias internas no afectaron a la eficacia de la acción
militar ayudado por Hitler y Mussolini y la de un bando que defendía el régimen
republicano cuyas controversias internas afectaron a la eficacia de la acción
militar, pésimamente ayudado por Stalin. Es la historia de una huida a la
desesperada, una historia de traiciones, deserciones y heroicidades... Con la
entrada en Gijón de las tropas rebeldes el 21 de octubre de 1937 se derrumbó el
Frente Norte. El bando frentepopulista recibió una herida mortal y las demás
naciones europeas lo dieron por derrotado. España y Europa sortearon aquí su
futuro inmediato.
Yván Pozuelo Andrés
Doctor en Historia por la Universidad de Oviedo, licenciado por La
Sorbona-París I. Editor de la Revista de Estudios Históricos de la Masonería
Latinoamericana y Caribeña (www.rehmlac.com). Miembro del Centro de Estudios
Históricos de la Masonería Española (CEHME). Sus principales ejes de
investigación son la historia de la masonería asturiana, la historia de la
masonería en relación con el movimiento obrero y las relaciones entre las masonerías
españolas e hispanoamericanas.
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