Cazarabet conversa con... Isa
Gaspar Calero y Carmen Freixa, dos de las autoras de “Nietas de la Memoria”
(Bala Perdida)
Bala Perdida edita
un libro, desde la pluma de varias autoras, que rescata de la memoria a las voces
y testimonios de esas mujeres cuyo coraje es recordado y homenajeado por sus
nietas…
Diez periodistas,
diez relatos en busca de memoria para esas mujeres silenciadas que también son
historia.
El 8 de marzo de
2018 surgieron y se afianzaron muchas cosas. En medio de la energía que
aglutinó el colectivo de Las Periodistas Paramos, un grupo de periodistas
feministas empezó a darle vueltas a la idea de traer del pasado las historias
de sus abuelas, de las mujeres que nos precedieron en estos mismos pedazos de
tierra que hoy habitamos. De esa reflexión, de las lágrimas que derramaron
recordando sus historias nació Nietas de la Memoria. Las vidas de esas
mujeres en su día no significaron oficialmente nada y lo fueron todo para sus
familias. Mujeres silenciadas e incluso menoscabadas, que pelearon contra mil
dificultades en la guerra civil y en el inmenso páramo que le sucedió. Esas
mujeres que sin doblegarse se levantaron mil veces, que rabiaron y que
sonrieron, que enterraron a los suyos y siguieron adelante: Isabel, Juana,
Coronada, Juliana, María, Angelines, Luz, Lola, Benita, Vicenta, María Cristina…
Los relatos de sus vidas constituyen un mosaico que une experiencias de lugares
diversos del territorio, de diferentes orígenes, ideologías y clases sociales.
Las
Nietas, como ya las llaman sus amistades, son mujeres también muy diversas,
como Carolina Pecharromán que lleva toda una vida en
TVE; Concha San Francisco que ejerce el periodismo en su tierra natal de
Zamora; Cristina Prieto periodista madrileña afincada en Andalucía y dedicada a
la comunicación política e institucional; Isa Gaspar, de Extremadura y
periodista en Madrid; María Grijelmo, burgalesa especialista en comunicación
corporativa y que ha sido dircom en La Caixa; Isabel Donet, que ha
pasado por Canal 9, el Congreso y es en la actualidad Dircom
en la Generalitat Valenciana; Noemí San Juan, aragonesa, relata desde Madrid la
actualidad para el público de la Televisión Autonómica de Aragón; Sara Plaza,
periodista madrileña, activista que escribe en El Salto; Marian Álvarez
periodista de Barakaldo, desde Diario16 hasta Localia, ahora es consultora de comunicación y desde
Cataluña Carmen Freixa, también psicóloga especialista en sexualidad humana.
Diez periodistas, diez relatos en busca de memoria para esas mujeres que
también son historia.
Cazarabet
conversa con Isa Gaspar Calero y Carmen Freixa:
-Amigas
se podría definir Nietas de la memoria como un libro testimonial que levanta de
“ese casi olvido” a vuestras y las que podrían ser nuestras abuelas? -¿De qué está hecho y constituido ese olvido?
Isa
Gaspar Calero:-Desde mi punto de vista de miedo. El hombre siempre ha tenido
miedo de lo que podía hacer mujer, de lo que podía conquistar si vivía en
libertad. Dejarlas en un segundo plano y hacerlas invisibles es una de las
mejores estrategias para que el patriarcado continúe dominando. Al fin y al
cabo si no conoces referentes u otras historias puedes pensar que no hay
alternativa y que tienes que vivir la vida que otros han elegido para ti.
-¿Qué
es lo que os hizo escribir este libro de acercamiento a estas mujeres que todo
libertad y coraje?
-A raíz del
movimiento Las Periodistas Paramos, un grupo de compañeras hablábamos sobre las
cosas que habían vivido nuestros abuelos, experiencias que hoy nos parecerían
increíbles en un lugar como España. Comenzamos a bromear sobre que tendríamos
que escribir un libro y una compañera nos indicó que más que de nuestros
abuelos, habría que escribir sobre nuestras abuelas, que eran las
verdaderamente olvidadas. Y ese fue el germen de Nietas de la Memoria.
-¿Hasta
qué punto ese 8 de marzo del 2018 es un verdadero punto de inflexión; un antes
y un después…?
-Creo que nos
despertó y nos unió como nunca antes. Todas somos víctimas del machismo a
diario en multitud de situaciones y creo que ese 2018 nos hizo despertar más
que nunca y nos dio la fuerza para alzar la voz. Para luchar y comenzar un
camino que no tiene vuelta atrás.
-¿Pero
el punto de inflexión va mucho más allá de la memoria que les debemos a
nuestras abuelas?
-Por supuesto, no es
solo la memoria que le debemos a nuestras abuelas, sino el mundo que les
dejaremos a nuestras hijas. No sé si llegaremos a ver un mundo igualitario como
soñamos, ni siquiera en un país como España (en otros países la infidelidad de
la mujer se sigue siendo castigada con pena de cárcel, se les mutilan los
genitales, el aborto es penalizado, no tienen derechos a decidir sobre sus
propias vidas…) pero merece la pena luchar por ello.
-Cada
memoria es una mirada, una historia, una persona y una suma de vivencias que,
de alguna manera y desde muchas maneras nos siguen condicionando, ¿verdad?
-Sí. No es lo mismo
vivir en un pueblo que en una gran ciudad. Provenir de una familia más
acomodada a una que no tiene prácticamente nada. Todas son muy diferentes pero
a la vez muy iguales porque representan la opresión más absoluta.
-¿Qué puntos en común, amigas, presentan estas
abuelas, además de ese coraje que tiene tantas formas como personalidades le
albergan?
Isa Gaspar Calero:
-Pues desde mi punto de vista, la aceptación de su destino. Con el lema era
lo que había que hacer y ese era mi deber se olvidaron de ellas
mismas, de lo que querían, de sus deseos... Desempeñaban el papel que se
esperaba de ellas.
-Cada
historia desvelada y rescatada del olvido en cada uno de estos ejercicios de memoria
es un trozo de nuestra existencia como propósitos de mujeres del
presente…
-Desde luego, creo
que muchas de nosotras no seríamos feministas sin la influencia de estas
mujeres. Ver como batallaron contra viento y marea y con todas las injusticias
en una sociedad que las consideraba de segunda. Cada lucha, cada batalla, es
una semilla de libertad en futuras generaciones.
-¿Es de pensar que ,unas y otras ,las recuperadoras de estas
diez historias –vosotras periodistas—os hacéis partícipes de cierta interacción,
cierta ósmosis entre s diferentes historias recordadas, ¿no?..—me refiero a que
cuando una lee lo que han escrito sus compañeras hasta puede recordar otras
historias…--…
-Esta es la
magia de este libro. Te diría que cualquier persona que lea el libro y conozca
la historia de su familia encontrará similitudes en las mujeres de su familia.
Al final no retratamos solo a estas mujeres, sino a toda una sociedad en la que
todas de algún modo u otro tuvieron que luchar y soportar toneladas de machismo.
-Entre
ese enmarañado mosaico de historias hay lugares en común, referentes e ideales
en común y no tan en común, pero sí afines; ideas fuertes y aferradas a utopías
que todas compartían, miedos, carencias, querencias, manías, desengaños…todo
converge en ese mosaico, pero a la vez todo es divisible…lo que hace doblemente
atractivo el libro de testimonios desde el fondo a la forma y viceversa, ¿qué
nos puedes comentar?
-Como te comentaba
antes, todas tuvieron que vivir una época muy dura, pero a la vez arrojan
historias muy diferentes. Tienen en común, principalmente, cómo se podía ser
mujer cuando los demás consideraban qué tenías un papel muy concreto del que no
podías salir y cuando prácticamente no tenían ni voz propia. Pero a la vez
podemos asomarnos al sufrimiento de una madre como Juana o a la inocencia de
una niña como Coronada. Por otro lado, quisimos que cada una tuviera su lugar y
de ahí nació esta organización coral en la que se pueden leer los capítulos en
el orden que se quiera.
-Muchos vacíos hay que rellenar todavía y darle
forma al día a día de nuestro deambular por la senda de la vida para sentar en
las mujeres donde merece la igualdad, ¿verdad?…
-Te diría que para
ser el año 2020 demasiados. Ni siquiera en las escuelas hay equidad en los autores
que se enseñan o en los personajes que se estudian. La mayoría siguen siendo
hombres. Y esto es un país como España, en otros países del mundo a día de hoy
se siguen cometiendo salvajadas en contra de las mujeres y muchas ni siquiera
pueden decidir sobre su propia vida.
-Amigas,
¿cómo fue el trabajo de coordinación para llevar a cabo este trabajo coral?,
además todos estos libros testimoniales, aunque se basen en la memoria
recordada de las abuelas donde sean sus recuerdos el hilo conductor hay también
que “abrazarlo” todo de lecturas, documentación…
-Algunas, como es mi
caso---nos habla Isa Gaspar Calero--, hemos tenido la suerte de contar con
nuestras protagonistas, porque aún están vivas, lo que nos ha permitido beber
de la fuente principal. En otros casos se ha tirado de recuerdos, mientras que
en otros ha sido necesaria la investigación y documentación para poder
reconstruir esos relatos.
-Después
está el hecho de conjugar la metodología de metodologías, ¿no?...porque cada
una de vosotras tiene su manera de hacer para hacer algo igual de compacto….
-Decidimos que siendo
un libro que llama a la libertad de las mujeres, nosotras no íbamos a poner
cortapisas de ningún tipo. Como comentas, cada una tiene un estilo, una manera
de expresar, por lo que hemos tenido libertad absoluta para crear nuestros
relatos.
-Amigas,
¿pensáis en hacer algún que otro trabajo coral más…?,
porque el resultado del que tengo entre manos es realmente bueno…
-No es algo que se
pueda descartar. Son muchas las mujeres que merecen que sus historias sean
contadas.
-
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Bala Perdida?
-Magnífica. Desde el
principio nos abrieron las puertas de su casa y nos han proporcionado todas las
facilidades para construir este libro, siendo muy conscientes de que era un
proyecto tremendamente personal y que teníamos ya muy claro como queríamos
construirlo. No habríamos podido encontrar mejor compañera de viaje que Lorena,
la mujer al frente de Bala Perdida.
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