La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Dimas Vaquero,
autor de “Mussolini y España, Franco y
Mussolini. Unas relaciones difíciles” (Comuniter)
La colección Es un
decir de Investigaciones históricas de Editorial Comuniter
acaba de editar un esmerado y minucioso trabajo de Dimas Vaquero.
Lo que nos dice la editorial Comuniter del libro:
Desde que Mussolini accedió al poder
en 1922, entre sus grandes objetivos estaba hacerse dueño y señor del
Mediterráneo y para lograrlo, España era una pieza clave. Comenzó a fomentar
sus relaciones y a poner el ojo en España durante el gobierno de la Dictadura
de Primo de Rivera, pero la llegada de la República le supuso un gran
contratiempo e hizo todo lo posible por acabar con ella. Ayudó, siempre que se
lo pidieron, a los conspiradores, y les prometió ayuda llegado el momento de
acabar con ella, tal y como sucedió en julio de 1936.
Franco fue el hombre que buscaba
Mussolini para sus proyectos y éste, la persona que el general rebelde español
necesitaba para ganar la guerra, un complemento perfecto, pero formaron una
sociedad que atravesó por frecuentes discrepancias entre los socios. Tenían
objetivos comunes y ambos se necesitaban e iniciaron una estrecha colaboración,
pero esta amistad no les resultó nunca fácil. Sus relaciones nunca estuvieron
exentas de conflictos, de conspiraciones, de sospechas, de dudas y temores del
uno respecto al otro, desde los inicios de la guerra civil española hasta la
caída del gobierno fascista italiano. Nunca supieron coordinar bien sus
acciones, ni políticas ni militares, y se desprestigiaban mutuamente cuando
tenían ocasión de burlarse el uno del otro, criticándose ambos la forma de
conducir la guerra (Málaga, Guadalajara, Frente del Norte, Bombardeos aéreos,
Levante…).
Son éstas las situaciones por las que
atraviesan las páginas de este libro, las complejas relaciones de la Italia de
Mussolini con España: durante la Dictadura de Primo de Rivera, con la República,
a lo largo de la guerra civil en las diferentes acciones militares y momentos
políticos que compartió con el general Franco, y después de finalizada, hasta
la caída del fascismo en Italia. Una nueva mirada poliédrica de las relaciones
de Mussolini con España.
El autor, Dimas Vaquero:
Es Doctor en
Historia Contemporánea y Profesor Asociado de la Universidad de Zaragoza.
Licenciado en Geografía e Historia por la U.N.E.D y maestro especialista en
Ciencias Humanas y Educación Física Escolar. Trabaja igualmente como maestro
funcionario del Gobierno de Aragón en el C.E.I.P. San Jorge.
Cazarabet conversa con Dimas Vaquero:
-Dimas, ¿qué es lo que te ha llevado a escribir este ensayo?, ¿qué te inspiró
a ello?
-Tras varios años dedicando mi investigación histórica
al estudio de la intervención italiana en la guerra civil española, y de haber
consultado varios archivos siguiendo las
pistas a la documentación, te das cuenta que esas relaciones idílicas y de
ensueño que muchos piensan que existió entre Mussolini y Franco no fueron así.
Las relaciones de Mussolini con España nunca fueron fáciles, incluso ya en los
años de la dictadura de Primo de Rivera, y por supuesto muy dificultosas en la
II República. Hacía falta un estudio trasversal que analizara estas relaciones
y que desmitificaran muchas creencias.
-He partido de una amplia revisión bibliográfica sobre
todo lo escrito acerca de Mussolini y sus contactos con España desde que
accediera al poder en 1922. Analizando las dudas que surgían y los vacíos
existentes en muchos casos en las
respuestas, pasé a buscarlas en los archivos italianos y contrastar documentos con otras fuentes
primarias de archivos españoles. Un proceso muy largo, dada la amplia
bibliografía existente, tener que consultar diferentes archivos y posteriormente
organizar la documentación. Todo este proceso ha supuesto una dedicación de más
tres años, hasta la elaboración definitiva del trabajo final.
-Bueno,
así de pronto no me pilla muy de sorpresa que la España de la dictadura de
Franco no se llevase muy bien con Mussolini. Al fin y al cabo fue José Antonio
Primo de Rivera y su Falange la que sí te fijó en Mussolini y, sobretodo, en
todo su simbolismo y estética, ¿no?
-Sí, José Antonio ya de joven había acudido con su
padre a Italia y había tenido en Mussolini y
su fascismo una referencia que luego intentó trasladar a España,
llegando incluso a recibir una subvención de parte del Duce. Estuvo al lado de
los conspiradores contra la República y durante la guerra civil y postguerra
fueron los símbolos del fascismo italianos prácticamente los mismos que la
Falange adoptaría. Franco no era un fascista de ideología, sí de conveniencia,
y utilizaría a la Falange como espacio político que aglutinara a las ideologías
políticas de la derecha para conseguir sus objetivos personales.
-Así de
primeras, ¿qué era lo que más les unía y qué lo que más les desunía?. Por ejemplo, es muy fácil que el marxismo fuera el
principal enemigo, pero debe de haber mucho más…
-Los dos eran anticomunistas acérrimos y los dos veían
en Francia un enemigo común por su gobierno de izquierdas. Les separaban muchas
cosas, entre otras que Mussolini se apoyaba en un partido que había fundado y
había llegado al poder apoyado por el
pueblo italiano. Franco fue un
militar que se había sublevado contra la República, accediendo al poder tras un
cruenta guerra civil y el apoyo que tenía lo consiguió con las armas y la
represión, sobre todo en los años posteriores a la guerra civil. Les también une la idea de ganar la guerra, a uno
para tener en España un amigo del que servirse para su conquista del
mediterráneo, y a Franco un apoyo militar decisivo para ganar la guerra que
había iniciado. Y les separaba, entre otros temas también, sobre todo la manera de llevar la guerra.
-Se
utilizaron mutuamente; por ejemplo Franco necesitaba de armamento y de ayuda en
el campo de batalla y Mussolini “hacer prácticas” (España fue el ensayo de una
guerra) para una Segunda contienda mundial que se aventuraba próxima
cronológicamente hablando…
-Fue una ayuda mutua, recíproca, con intereses muy
particulares de uno y del otro. Mussolini no es que pensara en España como
lugar de práctica militar, ya tenía las colonias el norte de África para ello,
aunque su armamento y material humano fueran decisivos. Sí que podríamos decir
que si su intervención en España hubiera sido más corta, como él quería, su
participación en la Segunda Guerra Mundial hubiera sido más notable.
-Es muy
conocido el encuentro en la Estación de Hendaya entre Franco Y Hitler, pero qué
sabemos del encuentro de Bordighera ,
una localidad italiana¿ qué nos puedes decir de ella?, el propio hispanista
inglés Paul Preston la calificaba de “anodina”… ¿tú que nos puedes decir? . Cabe decir que Italia había sufrido, antes de ese encuentro,
dos derrotas en el Norte de África y en los Balcanes..
-Bordiguera fue un encuentro
“inutile” y una pérdida de tiempo para Mussolini.
Mussolini se había llenado de ilusiones con las intenciones de Franco de participar
en la guerra mundial, como se lo había comunicado por carta seis meses antes,
una gran sorpresa de Caudillo que llenó también de ilusión al Führer. Pero este ofrecimiento no era gratuito dada la situación española y
las pretensiones territoriales de Franco, y este encuentro histórico en la
localidad italiana terminaría decepcionando al Duce. Tanto los encuentros de Hendaya como
el de Bordiguera representaron el interés de las dos
potencias del Eje para que España entrara en guerra. Franco no quiso, pero
únicamente porque sus dos aliados no
accedieron a sus pretensiones, que su idea era otra.
-Sí, por supuesto. Tanto Hitler como Mussolini estaban
convencidos de que Franco les devolvería la ayuda que antes ellos le habían
prestado y así contar con un nuevo aliado, si bien eran conocedores de la
difícil situación militar y económica en la que se encontraban España tras los
años de guerra civil. En Bordiguerra Mussolini no le
insistió demasiado, pues sabía las pretensiones de Franco y su negativa a
participar si no le concedían lo que pretendía. No obstante España y Franco sí
que colaboraron al lado del Eje en esa guerra, ahí tenemos la División Azul o
la puesta al servicio del Eje de sus puertos y aeródromos. Fue una gran
decepción tanto para Mussolini como para Hitler la no implicación directa.
-Renzo de Felice definió, con gran cierto, que la participación
italiana en la guerra civil española había sido meterse en “arenas movedizas”
que poco a poco fueron engullendo a Italia. A Mussolini no le salió como quería
esta participación, que él consideró que iba a ser fácil y muy rápida en el
tiempo, pero su “guerra celere” aquí no pudo desarrollarse como lo estaba haciendo en
otros campos de batalla, y Franco tampoco se lo permitió. Mussolini se hundió y
dedicó mucho material y muchos hombres que le hubieran sido de gran ayuda en la
posterior guerra mundial.
-Pero
Mussolini que se creía el “nuevo emperador mediterráneo”, pretendía a España:¿pero de qué manera y hasta cómo?
-Desde que accedió al poder puso los ojos en España,
mejor dicho, en las islas Baleares. Era el gran portaviones en el Mediterráneo
que podía servirle para sus avances en el norte de África, y sobre todo para
que no se sirviera de él su gran enemiga, Francia. Finalmente puso también los pies en la guerra civil e hizo todo lo
posible para consolidar su presencia. Pretendió hacer un virreinato italiano,
no tanto desde el punto de vista ideológico (el fascismo en España sólo le
interesaba para ganarse la voluntad política de los dirigentes y facilitar las
relaciones), como desde el punto de vista geoestratégico.
-De la batalla de Guadalajara se creó un mito, tanto
por la propaganda de la República como
por los llamados nacionales, y no todo fue cierto. Fue sobre todo una derrota
moral, sicológica y política, de la que se ha hizo un gran mito, tanto por
parte de la República como por parte de los propios nacionales. Guadalajara fue
un éxito militar menor de la República, su verdadera importancia fue
que un ejército popular había frenado el avance fascista para conquistar
la capital de España, Madrid, y que por vez primera se había detenido y
derrotado a un ejército fascista, recordando, como escribió Hemingway, a la
derrota italiana del Caporetto. Fue un gran fracaso
del ejército fascista invicto, de su táctica de
guerra relámpago, “guerra celere”, que tantos
éxitos le habían proporcionado. A partir de este momento Mussolini sucumbiría a
las pretensiones del general Franco.
-Franco, como se dice en Italia, fue un “volta gabanna”, un chaquetero que se sirvió de Mussolini hasta
que vio que este iba a perder la guerra mundial. Astuto y taimado como siempre,
poco a poco dejó de asumir compromisos con el gobierno fascista italiana y se
fue volviendo proaliado. Se acordó más bien poco del
que tanto le había ayudado en los momentos finales de la Republica Social
Italiana. El idilio de Franco con Mussolini se iba diluyendo hasta llegar a
desvanecerse.
-Mucho. Franco no era un político, Mussolini sí.
Franco era un militarista, un mediocre militar, pero un militar africanista que
concebía la guerra como una acción lenta,
que no dejara enemigos a su espalda que le pudieran causar problemas en
el avance. Mussolini veía la guerra como una intervención rápida, aprovechar y
explotar las victorias militares para conquistar el terreno enemigo. Estas
maneras tan diferentes de concebir la guerra fueron los grandes obstáculos que
tantos problemas les causaron a uno y a otro en sus relaciones.
-Se fijó en 8.500 millones de liras el coste de la
operación en España, si bien la cifra quedó reducida a 5.857 millones en el
acuerdo final de pagos. Pero esta aparente generosidad de Mussolini y ayuda desinteresada no fue tal. El Duce la
cobró de otras maneras, además de los pagos económicos: influyendo en el nuevo
régimen para que adoptara muchos de sus organizaciones políticos y signos
externos, asentado empresas e industrias
italianas en España, con la adquisición de materias primas, utilizando
las bases y los puertos españoles en la guerra mundial, con un tratado
comercial muy favorables frente a otros países o participando en la
reconstrucción de lo destruido. La participación de Mussolini en la guerra
civil fue una gran inversión para Italia y que supo mantener contentos a una
buena parte de los empresarios italianos.
-La contienda española sirvió también a los italianos
para experimentar el ataque aéreo, cuya finalidad era producir en el adversario
el máximo daño, lo más rápidamente posible. Mussolini exigió que fuera “martellamento dilluito nel tempo” para cursar los mayores daños posibles en la
población civil, desmoralizar, sembrar
el terror y anular cualquier posible resistencia a sus tropas de infantería en el
posterior avance. Su Aviazione Legionaria actuó con
total libertad y agresividad, produciendo efectos devastadores en numerosas
localidades y entre la población civil. En Aragón hubo numerosos y
trágicos ejemplos de lo señalado.
-Franco fue un chaquetero, un veleta que poco a poco
fue girando su postura y posición política. Los falangistas españoles siguieron
con gran preocupación e interés la
precipitación y caída del fascismo italiano. Hubo sentimientos de de
preocupación e indignación por la caída
del régimen fascista y porque Italia comenzaba a ser antifascista, se iba
haciendo amiga de los ingleses y de los rusos y su ejército no tenía la buena
consideración que había tenido. La
situación de los italianos en España comenzó a ser confusa al estar Italia
sumida en una guerra civil y duplicar sus embajadas y consulados. Franco
finalmente se decantaría por la Italia de Badoglio,
pero manteniendo unas relaciones informales con los representantes fascistas.
Franco finalmente, viendo el desenlace de la situación, dejó de asumir
compromisos con el gobierno fascista y prefirió mirar de reojo a la nueva
situación de los aliados en Europa. La conducta de Franco y sus actitudes con
las “dos Italias” fue bastante humillante para su
amigo Mussolini y para los combatientes que habían dejado su sangre y su vida
en suelo español.
-¿Nos
puedes dar, Dimas, alguna pista sobre lo que andas trabajando ahora?
-Dejaremos pasar un tiempo y volveré con el amigo e historiador Blas
Vicente, a trabajar sobre la Batalla de Aragón.
25903
Mussolini y España,
Franco y Mussolini. Unas relaciones difíciles. Dimas Vaquero
630 páginas 15 x 23 cms.
22,00 euros
Comuniter
Desde que Mussolini accedió al
poder en 1922, entre sus grandes objetivos estaba hacerse dueño y señor del
Mediterráneo y para lograrlo, España era una pieza clave. Comenzó a fomentar
sus relaciones y a poner el ojo en España durante el gobierno de la Dictadura
de Primo de Rivera, pero la llegada de la República le supuso un gran
contratiempo e hizo todo lo posible por acabar con ella. Ayudó, siempre que se
lo pidieron, a los conspiradores, y les prometió ayuda llegado el momento de
acabar con ella, tal y como sucedió en julio de 1936.
Franco fue el hombre que buscaba Mussolini para sus proyectos y éste, la
persona que el general rebelde español necesitaba para ganar la guerra, un
complemento perfecto, pero formaron una sociedad que atravesó por frecuentes discrepancias
entre los socios. Tenían objetivos comunes y ambos se necesitaban e iniciaron
una estrecha colaboración, pero esta amistad no les resultó nunca fácil. Sus
relaciones nunca estuvieron exentas de conflictos, de conspiraciones, de
sospechas, de dudas y temores del uno respecto al otro, desde los inicios de la
guerra civil española hasta la caída del gobierno fascista italiano. Nunca
supieron coordinar bien sus acciones, ni políticas ni militares, y se
desprestigiaban mutuamente cuando tenían ocasión de burlarse el uno del otro,
criticándose ambos la forma de conducir la guerra (Málaga, Guadalajara, Frente
del Norte, Bombardeos aéreos, Levante…).
Son éstas las situaciones por las que atraviesan las páginas de este libro, las
complejas relaciones de la Italia de Mussolini con España: durante la Dictadura
de Primo de Rivera, con la República, a lo largo de la guerra civil en las
diferentes acciones militares y momentos políticos que compartió con el general
Franco, y después de finalizada, hasta la caída del fascismo en Italia. Una
nueva mirada poliédrica de las relaciones de Mussolini con España.
Dimas Vaquero
Fuentes de Ropel (Zamora)
Es Doctor en Historia Contemporánea y Profesor Asociado de la Universidad de
Zaragoza. Licenciado en Geografía e Historia por la U.N.E.D y maestro
especialista en Ciencias Humanas y Educación Física Escolar. Trabaja igualmente
como maestro funcionario del Gobierno de Aragón en el C.E.I.P. San Jorge.
Historiador especializado en la intervención italiana durante la guerra civil
española, sobre la que realizó su Tesis Doctoral con la calificación de “cum
laude”. Primer Premio Nacional de Innovación Educativa “ex aequo”, año 2.005.
La principal aportación científica e histórica sobre la participación fascista
italiana está recogida en sus libros “Credere, Obbedire, Combattere, fascistas
italianos en la guerra civil española” (Mira Editores, Zaragoza 2007), y en
“Aragón con camisa negra: las huellas de Mussolini” (Rolde de Estudios
Aragoneses, Zaragoza 2011). Escritor de Relatos, y ha escrito la novela “A la
sombra de la sabina” (Libros Certeza, Zaragoza 2011), sobre la memoria y
represión en la guerra civil española. Mantiene el blog “Guerra civil y
memoria”, http://zaragozaciudad.net/dimas
, con aportaciones sobre la historia de la guerra civil española.
.- Prólogo de Blas Vicente Marco
.- Introducción. Estado de la cuestión.
Capít. 1: Mussolini y el fascismo:
España su objetivo
1.1. Fascismo-Mussolini:
- Contexto político-internacional después de la Gran
Guerra
- Fascismo y Mussolini
- Mussolini, el Duce
1.2. España, objetivo de la política exterior de Mussolini
1.3. Mussolini y Primo de Rivera:
- El origen de las ansias de expansión
- La España de Primo de Rivera en la mira de Mussolini
- Primer objetivo de Mussolini: las Baleares
- Del turismo a las maniobras navales en las Baleares
- Temor italiano por la presencia de otras potencias en las
islas
Capít. 2: Mussolini contra la
República española
2.1. El fascismo italiano y España:
- El fascismo de Mussolini y su repercusión en España
- Simpatías en España por el fascismo italiano
2.2. “Misión Guariglia”:
- Primeros contactos de Mussolini con los
conspiradores
2.3. Contra la República:
- Otros contactos anteriores al 18 de julio
2.4. Política cultural italiana en España:
- La política cultural de Mussolini, un arma contra España
2.5. Evolución de la trama golpista:
- Conspiraciones previas al 18 de Julio
- Los contratos de Pedro Saínz
Rodríguez y sus relaciones con Italia
Capít. 3: Franco&Mussolini
3.1. Las dudas y precauciones de Mussolini antes de ayudar a Franco:
- El posicionamiento de las naciones ante la sublevación
militar
- Mussolini y su estrategia para llevar a cabo desde
España
- Primeros días del golpe tras la sublevación militar
3.2. Franco y Mussolini hundidos en la guerra. Ramón Franco y su mala relación
con Italia.
3.3. Mussolini y Franco: estrategias muy diferentes
3.4. Fascistas y material de guerra contra la República.. Los primeros conflictos entre Franco y Mussolini:
- Primeras ayudas a Franco
- Nuevos suministros para la causa y primeras
acciones terrestres
- Comienzan las discrepancias entre ambos
- Intentos alemán e italiano por dirigir la política de
guerra de Franco
Capít. 4: Bajo las armas y la
política italiana
4.1. El conde Rossi: el “dragón de la muerte” enviado
por Mussolini:
- Mallorca por los italianos, e italianos a por Mallorca
- El agresivo Conde Rossi
- Mallorca ocupada por Mussolini
4.2. Los proyectos de Farinacci para España
4.3. Franco, Mussolini y el Comité de No Intervención:
- La llegada de la ayuda italiana para Franco
- La burla al Comité de No Intervención
- La postura del Vaticano ante la sublevación
4.4. La traición de Mussolini a Franco y sus negocios con la República:
- La guerra de España y el contrabando de Mussolini con la
República
- Desde el Danubio y Cagliari hasta Cataluña
Capít. 5: Intereses y estrategias
diferentes en las batallas.
5.1. Málaga, desacuerdos antes y después de la batalla
5.2. Análisis sobre Guadalajara. Un gran pulso entre Franco y Mussolini
5.3. Frente del Norte. Bastico contra Franco:
- La batalla de Vizcaya y la sombra de Guadalajara en Bermeo
- La responsabilidad italiana en el bombardeo de Guernica
- La batalla de Santander y los desacuerdos de Santoña
- Las malas relaciones del general Bastico con Franco
5.4. Frente de Aragón: Franco bautiza antes que Mussolini sus banderas en el
Mediterráneo.
5.5. Teruel y el gran enfado de Mussolini:
- La lentitud de las operaciones franquistas
- Teruel decepciona a Mussolini: Franco,
un magnífico comandante de batallón.
- Franco justifica su estrategia y nuevas críticas.
5.6. Batalla del Ebro: “este hombre o no sabe hacer la guerra o no quiere
hacerla”:
- Mussolini: “Te profetizo la derrota de Franco”
- Tras la conferencia de Munich
5.7. Tensiones en Levante:
- Los acuerdos de Semana Santa entre Italia e Inglaterra
- La batalla de Levante marcada por el acercamiento de
Mussolini a Inglaterra
- Berti se enfrenta a Franco
5.8. Cataluña y los sucesos de Alicante:
- Gambara se muestra prepotente frente a los nacionales
- Franco se reafirma llegando primero a Barcelona
- Los últimos sucesos entre italianos y nacionales en
Alicante
5.9. Bombardeos de Barcelona, “encantado de que los italianos aterren al mundo
con su agresividad”:
- Barcelona masacrada por Mussolini
- La postura de Franco y las reacciones internacionales
- Otros métodos inhumanos para acabar cuanto antes la guerra
Capít. 6: ¿La generosidad de
Mussolini?
6.1. El pago de la deuda a Italia. Mussolini ganó mucho.
- La deuda con Italia y el pago de España
- Siguiendo los pasos de las diferentes negociaciones:
Las primeras ayudas italianas.
- Otras formas de pago: empresas italianas, instituciones y cultura fascista en
España.
6.2. Los planes de Mussolini para con España tras su intervención:
- Objetivos y aspiraciones con su intervención
- Intervenir en la política interior española
- Monarquía para el futuro de España
- Posibilidad de colaboración española con la política de
Italia en Europa
- Franco junto a Mussolini: de la No beligerancia a la
beligerancia activa
- Planes de la inteligencia militar italiana y las acciones
de sabotaje en Gibraltar.
- Otros momentos de tensión en Italia y España
6.3. Franco, Mussolini y Hitler entre dos guerras:
- El engaño a Mussolini de que España entrará en
la guerra
- Las Baleares continúan entre sus objetivos
imperialistas
Capít. 7: España ante Italia y
Alemania: alejamiento de la política del Eje
7.1. Del Pacto Antikonmintern al mito Hendaya:
Franco, Mussolini y Hitler:
- Franco y el Pacto Antikonmintern
- Hendaya y la adhesión al Tripartito: “Franco el ingrato y
Suñer el jesuítico”
- Franco no fue un buen camarada
7.2. Franco en Bordighera: un encuentro “inútile” para Mussolini
7.3. Ciano-Suñer. Dos privilegiados y una gran
amistad.
- Ciano, el niño mimado de la
fortuna
- Ciano visita España: “Franco es
un militar todavía más jefe de un ejército que de un Estado”.
- Suñer visita Italia: “Por sentimientos y por razón España
estará siempre al lado del Eje”
- La caída de los validos
Capít. 8: Italia y la política
interior española
8.1. Franco y Mussolini enfrentados por la cuestión monárquica:
- Malestar de los monárquicos ante la situación española
- ¿Restauración monárquica en España?
- Preocupación italiana por la sucesión española
- Franco y Mussolini ante el regreso de la monarquía en
España
8.2. Intentos de Mussolini por “fascistizar” más el
nuevo régimen .
Capít. 9. El balance de sus
relaciones
9.1. El orgullo nacional frente al orgullo fascista
9.3. Franco y la caída de Mussolini.
10.- Epílogo.
11.- Fuentes Primarias.
Bibliografía.
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Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069