La
Librería de El Sueño Igualitario
Fernando Mikelarena desentraña la red de
contrabandistas, de evasión y de asesinatos políticos en el País de Bidasoa
1936.
Aquello que nos cuenta Pamiela del libro:
A partir de un análisis microanalítico
exhaustivo, casi detectivesco, que incluye retazos de historia familiar, Muertes
oscuras estudia los asesinatos y la represión
que por causas políticas tuvieron lugar a
partir de julio de 1936 en el País del Bidasoa.
Esta zona, muy mayoritariamente carlista, acogió
con notable abulia el golpe de Estado, aportando poquísimos voluntarios al
bando golpista en los primeros momentos. Los asesinatos políticos
se cebaron, principalmente, con los escasos izquierdistas existentes, aunque también golpearon al PNV/EAJ.
El carácter
subterráneo y oscuro de muchos de esos crímenes respondía al
supuesto propósito de dar ejemplo, pero también a que la comarca era un ecosistema social peculiar,
dada la tradicional presencia en la zona de los contrabandistas, que
practicaban un juego a múltiples bandas, ya que
además de pasar armas, documentos y billetes
estampillados, crearon nuevas redes de evasión
de desafectos por los montes de la zona a través
de las cuales cientos de ellos lograron evadirse.
El libro estudia también el crimen de Gaztelu,
por el que una mujer y seis de sus hijos fueron asesinados y arrojados a una
sima, incorporando nuevos datos que conducen a pensar que este cruel episodio obedeció a unas motivaciones de carácter
ideológico.
El autor, Fernando Mikelarena:
Es doctor en Historia por la UNED
(1992), profesor titular de la Universidad de Zaragoza y autor de más de un centenar de artículos
sobre temas relacionados con la historia de la población,
la historia agraria, la historia social, la antropología
histórica, la historia de las mentalidades y de
las ideologías, la historia política,
la historia constitucional, la historia de las identidades y la historia de la
Guerra Civil y la represión fascista,
preferentemente centrados en la Navarra en los siglos XVIII, XIX y XX,
publicados en revistas regionales, nacionales e internacionales.
Su trayectoria investigadora hasta
el momento ha sido reconocida por la Comisión Nacional Evaluadora de la
Actividad Investigadora con cuatro tramos de investigación (sexenios).
Coautor de los libros Historia
del navarrismo (1841-1936). Sus relaciones con el
vasquismo (Pamplona, 2002) y Sartaguda 1936. El Pueblo de las
Viudas (Pamiela, 2008), es también autor de:
- Demografía y familia en la
Navarra tradicional (Pamplona, 1995)
- Sin piedad. Limpieza política en Navarra, 1936 (Pamiela,
2015, Premio Euskadi de Ensayo en castellano)
- Muertes oscuras. Contrabandistas, redes de evasión y asesinatos
políticos en el País del Bidasoa (Pamiela, 2017)
Cazarabet
conversa con Fernando Mikelarena:
-Fernando,
tenía tu libro en mi mesa—me acababa de llegar-- para leerlo, trabajarlo y lo
primero que me preguntó un amigo fue ¿qué era el País del Bidasoa…?,para mí es bastante evidente, pero…
-El País del Bidasoa es la denominación
literaria, acuñada por Baroja, de la zona de los valles cantábricos navarros (Baztán, Bertizarana, Maldaerreka y Cinco Villas o Bortziriak)
por los que serpentea el río de aquel nombre o sus afluentes. Es una zona
fronteriza en la que desde mediados del siglo XIX el contrabando ha sido una
práctica corriente, estimulada por la continuidad cultural y lingüística que
hay los habitantes de ambos lados de la frontera ya que hablan la misma
variedad dialectal del euskara.
-Es claramente un
libro de estudio e investigación de las tramas de contrabandistas y de las
redes de evasión. ¿Cómo te lo has hecho para establecer como un organigrama y
mapa de todo ello?
-Bueno, en principio el libro se planteó como
una investigación sobre los hechos represivos y los asesinatos políticos
registrados en la zona, muchos de los cuales tenían un carácter oscuro y
subterráneo. Al profundizar en el trasfondo de los mismos me percaté de que
muchos de ellos tenían que ver con las redes de contrabando (de documentos y de
billetes estampillados), así como de evasión de izquierdistas y nacionalistas
vascos que existían en la zona. Y por lo tanto,la investigación, en aras de la completitud, también
ahondó en esas realidades tan difíciles de investigar. Para ello me fui guiando
de los innumerables hilos que iban saliendo a mi encuentro al trabajar sobre
expedientes de resposabilidades políticas y
procedimientos sumariales militares que fui localizando tras solicitar
información a los responsables de la base de datos del Tribunal Militar
Territorial de Barcelona sobre todas aquellas personas de la zona encarceladas
en la Prisión Provincial de Pamplona.
-¿Cómo ha sido el
proceso de documentación para la elaboración de este libro?, imagino que tan
trabajoso como arduo, pero, a la vez, apasionante, ¿no?.
-En efecto. El lirbo
es una investigación microanalítica sobre una
realidad comarcal a la que se ha aplicado la máxima intensidad posible. Se ha
buceado en la totalidad de los archivos municipales de la zona; en la totalidad
de los archivos judiciales locales, y en los fondos del Archivo del Juzgado de
Primera Instrucción, de la Audiencia Provincial de Pamplona y del Tribunal
Regional de Responsabilidades Políticas conservados en el Archivo Real y
General de Navarra; en la totalidad de la prensa de la época (Diario de
Navarra, El Pensamiento Navarro, La Voz de Navarra, Arriba España y
Trabajadores ); y, como ha quedado dicho, se ha solicitado información al
Tribunal Territorial Militar de Barcelona para localizar expedientes de
procedimientos judiciales militares conservados en el Archivo de la Comandancia
Militar de Pamplona. Los hilos que me iban saliendo me obligaban en muchas
ocasiones a retroceder y a buscar nuevos hilos. Ha sido una labor detectivesca.
-Y una vez tienes o ves reuniendo
datos, documentos, entrevistas y demás ¿cómo lo ordenas, cómo es tu método de
trabajo?
-La investigación ha sido complicada porque
los hilos que iba encontrando me revelaban que los fenómenos objeto de estudio
eran de una enorme complejidad. A causa de la extremada complejidad de algunos
hechos, me he sentido más que nunca un detective tirando de hilos que pocas
veces encajaban rápidamente con una lógica evidente. En muchas ocasiones los
hilos que salían a mi encuentro no llevaban a ningún sitio, y solo en algunos
casos terminaban siendo inteligibles tras encontrar nuevos datos de forma
afortunada e inesperada y que me obligaban a destejer caminos recorridos y a
recuperar pistas inicialmente abandonadas.
Todo ello me obligaba a reflexionar sobre el
status científico de la investigación histórica y su relación con la
literatura, sobre el contrato de lectura con el lector propio de la narración
histórica y sobre las formas de afrontar las barreras con las que nos topamos
al intentar profundizar en las personas y por los episodios en los que nos
interesamos y comprobar que localizamos solamente unos pocos datos, ese “bloque
de desconocimiento y silencio” como dice Modiano en
Dora Bruder.
-Con lo de los
asesinatos, creo, hay punto y aparte porque la investigación y el deshacer
nudos tiene otra lectura, ¿no?.
-Efectivamente, porque a la hora de la
investigación tenemos que tratar de superar los problemas que conlleva la
eliminación concienzuda y sistemática de gran parte de la documentación y
porque, en el caso de algunos sumarios conservados, hay que afrontar la
realidad de que ni los investigados, ni los testigos ni los jueves ni la
policía decían la verdad.
-¿Cómo fue la
selección y la represión política en Malda Erreka y Bertizarana?
-Fue numéricamente escasa porque había muy
poca población izquierdista y porque en su mayoría esta última pudo trasladarse
temporalmente a Francia pudiendo escapar de la limpieza política de los
primeros meses. De cualquier forma, se centró en la UGT y trato de atemorizar a
la militancia nacionalista con el asesinato ejemplificador
de los tres nacionalistas de Ituren en septiembre de
1936, uno de ellos el médico Pedro Gorostidi, una
persona de gran bondad y muy considerada en toda la zona..
-Destacas
aquí la beligerancia de los Requetés…
-Efectivamente, todos los denunciantes fueron
requetés autóctonos.
-Lo que me llama
la atención del hilo del que, para ti, surge o te inspira la historia, lo que
llamas “el incidente Baroja”, ¿nos puedes explicar?
-En 2012 accedí al sumario del crimen de Gaztelu que era inicialmente el principal foco de la
investigación. Desde el principio me dí cuenta que el
sumario del crimen de Gaztelu tenía muchas
limitaciones en relación con la veracidad de lo investigado y con los sumarios
de otros asesinatos me pasó lo mismo, así como con otros sumarios que tenían
que ver con las redes de contrabando, con consejos de guerra o con otras
cuestiones en principio menores. Durante muchos meses sufrí un bloqueo a la
hora de enfocar la investigación. El estancamiento sólo pudo ser superado al
conseguir entender las raíces del problema a la luz del célebre incidente sufrido
por Baroja, cuando fue detenido y encarcelado el 22 de julio por parte de una
columna de militares y requetés sublevados que se encaminaban de Pamplona al
frente de la frontera con Gipuzkoa, llegando, según
su propio relato, a ser amenazado hasta el punto de ver peligrar su vida antes
de ser encarcelado en la cárcel municipal de Doneztebe/Santesteban. Al investigar sobre lo sucedido a una de las
personas que acompañaba a Baroja y a las demás personas que estuvieron en los
días posteriores en aquella celda, comprendí que los actores que aparecían en
los documentos muchas veces mentían. Tanto los interpelados en los expedientes
como las autoridades que les juzgaban estaban instalados en una mentira
compartida cuyo significado conocían unos y otros: había que trascender su
relato mediante otros indicios porque la verdad estaba en otra parte, solo
apenas cognoscible mediante la introducción de otros puntos de vista.
- ¿Por qué lo
titulas Muertes oscuras?
-Por las especiales características que en
dicha comarca tuvieron los asesinatos políticos registrados, en muchos casos
con rasgos extraños, y en algunos de ellos incluso oscuros y subterráneos.
-¿Se puede decir
que el contrabando de ganado fuese una práctica bastante habitual en Navarra?
-En esta zona sí, sobre todo desde la Primera
Guerra Mundial en la que los contrabandistas de ganado de la zona surtieron de
miles de mulos y de caballos al ejército francés, siendo algunos de ellos
condecorados con la Legión de Honor. Ese contrabando siguió en las décadas posteriores.
-No sé, pero así
de entrada, veo muchísimo más complicado lo de los billetes estampillados y su
contrabando, ¿qué nos puedes decir?.
-El bando golpista creó su propia moneda
estampillando con un sello los billetes republicanos. Conforme el bando
golpista fue apoderándose de más territorios los billetes estampillados de ese
bando golpista fueron adquiriendo mucho más valor que los billletes
del bando republicano. A los pocos meses se cotizaban en una proporción de 50 a
1. Reunir billetes republicanos en grandes cantidades y darles el estampillado
en troquetes de fabricación propia fue un negocio más
que redondo en el que los antiguos contrabandistas de ganado tuvieron un papel
central, pudiendo adquirir múltiples complicidades con las nuevas autoridades.
-¿Cómo se establecieron esas otras redes, estas veces de
evasión, durante y en plena contienda, teniendo en cuenta que Navarra y su
inmediato entorno cayeron pronto bajo el dominio de los golpistas.
-Las redes de contrabando tradicionales de
ganado experimentaron reconversiones en cuanto a sus nichos de negocio con
motivo del contexto abierto con la guerra civil, pasando a traficar con armas,
documentos, billetes estampillados. También impulsaron redes de evasión de
cientos de republicanos e izquierdistas. He reconstruido tres redes de evasión,
una directamente dirigida por aquellos contrabandistas. En las otras redes (más
aparentemente políticas) los contrabandistas de ganado también tuvieron gran
importante según los diversos indicios recopilados y racionalizados.
-Hay algún caso entre la red de
evasión, contrabandistas, entre los asesinatos y represiones—limpieza—política
que te haya llamado más la atención?
-Hay muchísimas cuestiones llamativas porque
la realidad que he podido reconstruir es sumamente enmarañada y poliédrica
tanto por el lado de quienes formaban parte de las redes de contrabando y de
evasión citadas como por el de quienes debían investigarlas.
-La policía
local, las delaciones, los miedos, las coacciones, ¿qué papel juegan en todo esto?
-Uno de los motivos de la gran complejidad del
asunto tiene que ver con la circunstancia de que las desarticulaciones de las
redes de contrabando y de evasión reseñadas estuvieron sujetas a la acción de
determinados agentes que inquirieron más allá de lo que investigaron otras
personas que debían también haber actuado contra aquellas.
-La piel se te
eriza cuando entras en casos como el que narras en el capítulo VII, El crimen
de Gaztelu…¿qué nos puedes
comentar?
-El libro estudia también el crimen de Gaztelu, por el que una mujer (Juana Josefa Goñi Sagardía) y seis de sus
hijos fueron asesinados y arrojados a la sima de Legarrea,
incorporando nuevos datos que conducen a pensar que este cruel episodio
obedeció a unas motivaciones de carácter ideológico. Dicho suceso dio lugar a
un sumario, incoado a partir de agosto de 1937 a partir de la denuncia del
marido y padre de los asesinados (Pedro Sagardía
Agesta) y que se prolongó durante nueve años, por el que fueron procesados once
vecinos por el delito de coacciones y que constituye la única causa abierta en
relación con personas desaparecidas durante aquellos años. Se complementan las
informaciones del sumario con muchas otras informaciones relativas a las
versiones del asunto, a las andanzas de los protagonistas desde varios años
atrás (con inclusión de las del hijo sobreviviente, José Martín Sagardía Goñi), a los perfiles de
los testigos y de los abogados y a las redes sociales y familiares de los
asesinados y de las personas involucradas y al contexto de la zona en general.
También se examinan otros casos similares de expulsiones y de personas
expulsadas de sus pueblos en la zona y en otras comarcas de Navarra, así como
otros casos de personas relacionadas con redes de evasión a las que se hicieron
acusaciones similares a los asesinados. Al igual que sucede con todos los
procedimientos judiciales civiles o militares vistos en este libro, dicho
sumario debe ser contemplado con precaución dado que los relatos de los
testigos o inculpados presentes en él, así como la actitud de los jueces y
abogados, están afectados por sesgos ligados al afán de encubrimiento y a las
dobles intenciones.
La familia habría sido expulsada por
motivaciones ideológicas, atendiendo a aquella orden superior. La expulsión
habría tenido lugar, en razón no solo del perfil izquierdista y de las
conexiones con los ugetistas y republicanos doneztebarras
de Pedro Sagardía, sino también, como veremos, por la
percepción, verbalizada por algunos vecinos de Gaztelu,
de que trabajaba como «espía», es decir, que era un izquierdista activo que
participaba en actividades asimilables a las de espionaje, es decir, en las
redes de evasión de desafectos y de paso de documentos.
Al igual que sucedía con la mayoría de los
demás sumarios que hemos visto en este libro, el sumario por el crimen de Gaztelu no se preocupó por indagar la verdad de lo que
sucedió. Siendo el único sumario activado en Navarra por unas desapariciones en
aquellos años, todo parece indicar que su puesta en marcha fue a consecuencia
de una reacción dimanada de los poderes en la sombra que actuaban en el
contrabando de la zona y que buscaban hacer daño a los requetés del entorno que
se comportaron en contra de aquellos y que habrían sido los responsables
últimos, dentro del clima que desarrollaron de persecución subterránea de los
escasos izquierdistas comarcales, de aquel crimen en virtud de rumores que
provocaron la desacreditación pública de Pedro Sagardía
y de su familia.
- El último
capítulo reúne historias que te incumben personalmente…
-Sí, en el último capítulo del libro se
presentan retazos de historia familiar que ilustran asimismo lo complejo del
tema investigado. Los episodios de detención y encarcelamiento de izquierdistas
durante siete meses en Doneztebe/Santesteban; de eliminación, transparente o subterránea,
de ugetistas en Bertizarana, o con el crimen de Gaztelu extendieron el miedo en la sociedad de la zona o,
al menos, en los sectores que entendían que, por su posicionamiento ideológico
o sindical, tenían razones para tenerlo. Años después, el crimen de Otaltzu serviría para recordar su vigencia. Además del
posicionamiento, otro motivo para ser perseguido o para temer un destino
funesto era la posible relación con las redes de evasión y con las redes de
contrabando, tal y como sucedió con varias personas detenidas o asesinadas,
sobre todo, si se daban determinadas conjunciones fatales que incrementaran la
voluntad punitiva de quienes eran los encargados de vigilar la frontera en sus
más diversas instancias. También se atestigua que aquellas personas eran mucho
más conocedoras de lo que estaba pasando de lo que nos imaginamos y que la vida
en retaguardia en la guerra y las relaciones en los pueblos en las posguerra en
los años cuarenta y cincuenta son un tema apasionante que, como sucede en el
libro, pueden dar lugar a episodios de mucho interés, sobre todo en una zona
tan compleja como esta.
-Amigo, eres muy
prolífico, ¿nos puedes dar alguna pista sobre lo que andas trabajando ahora?
-Este libro ha sido como un parto muy, muy
largo. Hay que tener en cuenta que desde 2009 he trabajado paralelamente en Sin
Piedad. Limpieza Política en Navarra 1936. Responsables, Colaboradores y
Ejecutores (libro que obtuvo el Premio Euskadi de Ensayo en Castellano 2016) y
en este libro Muertes Oscuras. Con los dos libros finaliza un ciclo. De cara al
futuro cercano estoy interesado en los procesos de gestión de la memoria de la
limpieza política de 1936-1937 en Navarra y de la huella de esta en la
política, la sociedad y la economía de Navarra durante el franquismo y el
postfranquismo.
25805
Muertes oscuras.
Contrabandistas, redes de evasión y asesinatos políticos en el País del Bidasoa
1936. Fernando
Mikelarena
464 páginas
25.00 euros
Pamiela
A partir de un análisis
microanalítico exhaustivo, casi detectivesco, que
incluye retazos de historia familiar, Muertes oscuras estudia los asesinatos y
la represión que por causas políticas
tuvieron lugar a partir de julio de 1936 en el País
del Bidasoa. Esta zona, muy mayoritariamente carlista, acogió
con notable abulia el golpe de Estado, aportando poquísimos
voluntarios al bando golpista en los primeros momentos. Los asesinatos políticos se cebaron, principalmente, con los escasos
izquierdistas existentes, aunque también
golpearon al PNV/EAJ.
El carácter subterráneo
y oscuro de muchos de esos crímenes respondía al supuesto propósito
de dar ejemplo, pero también a que la comarca
era un ecosistema social peculiar, dada la tradicional presencia en la zona de
los contrabandistas, que practicaban un juego a múltiples
bandas, ya que además de pasar armas,
documentos y billetes estampillados, crearon nuevas redes de evasión de desafectos por los montes de la zona a través de las cuales cientos de ellos lograron
evadirse.
El libro estudia también el crimen de Gaztelu, por el que una mujer y seis de sus hijos fueron
asesinados y arrojados a una sima, incorporando nuevos datos que conducen a
pensar que este cruel episodio obedeció a unas
motivaciones de carácter ideológico.
Fernando Mikelarena Peña (Bera, 1962)
Es doctor en Historia por la UNED (1992), profesor
titular de la Universidad de Zaragoza y autor de más
de un centenar de artículos sobre temas
relacionados con la historia de la población,
la historia agraria, la historia social, la antropología
histórica, la historia de las mentalidades y de
las ideologías, la historia política,
la historia constitucional, la historia de las identidades y la historia de la
Guerra Civil y la represión fascista,
preferentemente centrados en la Navarra en los siglos XVIII, XIX y XX,
publicados en revistas regionales, nacionales e internacionales.
Su trayectoria investigadora hasta el momento ha sido
reconocida por la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora
con cuatro tramos de investigación (sexenios).
Coautor de los libros Historia del navarrismo (1841-1936). Sus
relaciones con el vasquismo (Pamplona,
2002) y Sartaguda
1936. El Pueblo de las Viudas (Pamiela,
2008), es también autor de:
- Demografía y familia en
la Navarra tradicional (Pamplona,
1995)
- Sin piedad. Limpieza política en
Navarra, 1936 (Pamiela,
2015, Premio Euskadi de Ensayo en castellano)
- Muertes oscuras. Contrabandistas,
redes de evasión y asesinatos políticos en el País del Bidasoa (Pamiela, 2017)
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