Cazarabet conversa con... Pilar Catalán y Javier Magallón, autores de “Lítica. 100 piedras singulares de Teruel” (Prames)
Prames edita un
paseo largo, pero para nada tedioso y muy entretenido, por las cien piedras más
singulares de la provincia de Teruel.
Un libro que se
titula (Lítica), sin recovecos sobre lo que va, ya que la definición de Lítica
es “De la piedra. Relacionado con ella”.
Pilar Catalán y
Javier Magallón nos brindan un recorrido inesperado, pero que crece paso a paso, piedra a piedra…
Cazarabet
conversa con Pilar Catalán y Javier Magallón:
-Amigos, ¿qué es lo que os ha llevado a pasearos
Teruel, toda su geografía, para buscar estas 100 piedras singulares?; ¿por qué
Lítica?
-Lítica surge inicialmente a raíz
de un proyecto de escalada desarrollado por Javier, y que le llevó por toda la
geografía turolense en busca de formaciones puntiagudas que fueran inaccesibles
a pie. A raíz de este, se dio cuenta que la gente de los municipios le enseñaba
otro tipo piedras que eran importantes o llamativas para ellos a pesar de no
cumplir la característica que buscaba, e inició poco a poco una compilación de
todas ellas. Al trasladar esta información a Pilar surgió la inquietud de
indagar bajo una perspectiva más antropológica, dada su formación académica.
-Bueno y es que la gente,
normalmente, se suele acercar, así más de primeras a los árboles singulares,
las aves, los vertebrados, la fauna de cualquier familia…o luego, ya hay
estudios más o menos profundos sobre la geología, paleontología…disciplinas
sobre los que especialistas y aficionados pueden ahondar y mucho en territorio
Teruel… pero vosotros habéis escogido “las piedras singulares”… ¿Queríais
romper barreras con ello?
-Probablemente sí, aunque sin
saberlo. Nosotros siempre nos hemos sentido atraídos por las piedras, las
definimos como un recurso turístico, patrimonial y cultural. Aunque cualquier
excusa es buena para acercarse al medio natural. Al final Lítica constituye una
idea innovadora, un estudio que consideramos necesario y perentorio ya que la
mayoría de las historias asociadas a las rocas solo son conocidas por las
personas de mayor edad, y actualmente debido al proceso constante de
despoblación se encuentran en peligro de desaparecer. Nos podríamos haber
embarcado en una publicación científica más
extensa, pero consideramos más importante que tuviera un formato muy visual y divulgativo que lo
acercase a todos los públicos.
-Además, es un libro que es una
especie de guía de convivencia con la naturaleza, ¿verdad?, de otra forma que las
clásicas, pero una vez en la senda…lo único que os diferencia es la búsqueda de
“la piedra filosofal, ¿no?. ¿Cómo surge la propuesta
vuestra y cómo se va haciendo realidad?
-Nuestra propuesta es una metáfora,
un recorrido geográfico vinculado al turismo como experiencia personal y al
análisis histórico del ser humano a través de lo que las piedras cuentan.
-¿Cómo os lo habéis hechos, me
refiero a eso de ir viajando por la provincia turolense y haceros con los
lugares donde citaros con estas piedras?
-Queríamos tener una imagen
representativa de toda la provincia, así que la metodología que utilizamos fue
sencilla, imprimimos un mapa con todos los municipios y fuimos agrupándolos, de
esta forma trabajamos a través de un cronograma más o menos planificado. Como
puedes imaginar el proceso fue tedioso, la mayoría de las visitas a los pueblos
requerían de varios viajes, uno inicial de aproximación y contacto con los
informadores clave y al menos otro (aunque en ocasiones fueron dos o incluso
tres) para visitar las zonas, ya que algunas se encontraban aisladas y no
marcadas.
-Las tendríais ya “fichadas” con
anterioridad, ¿no? o ¿cómo fue?
-Como hemos comentado, el proyecto
surge a raíz de la búsqueda de otro tipo de rocas, en este caso para la
escalada, que nos llevó a descubrir la existencia de un buen número de piedras
singulares como punto de partida para lanzarnos a una búsqueda más orientada al
análisis etnográfico asociado a la utilización de las piedras. Para hacer
etnografía es necesario adentrarse en el grupo y esa es una labor que consume
mucho tiempo. Trabajamos siguiendo las siguientes etapas: observación
participante, interacción real con los sujetos para obtener los datos a través
de sus discursos recogiendo los mismos de manera naturalista y posteriormente
el tratamiento cualitativo y búsqueda de documentación en bases de datos
escritas. Consideramos muy importante combinar la observación con las
entrevistas abiertas a la mayor parte de sujetos posibles o a informantes
claves de la comunidad.
-Vosotros amigos: Pilar y Javier,
¿cómo os habéis distribuido el trabajo? -¿Cómo ha sido el trabajo de
documentación?, ¿y el de campo? -La fotografía y el trasladarnos a qué ruta
tomar, también tiene su importancia capital y su idiosincrasia, ¿verdad? -Me da
que ha tenido que haber un trabajo de selección de piedras singulares… un
verdadero quebradero de cabeza…
-Lítica es el resultado de un
proceso de documentación y de trabajo de campo muy amplio, que dio como
resultado un buen número de elementos líticos, pequeños tesoros, si bien, solo
un limitado número poseen el simbolismo necesario para formar parte de este
libro, porque muestran la diversidad, disparidad y riqueza cultural de toda una
provincia y de las historias escondidas que guardan para que nos atrevamos a
preguntar y descubrirlas. La selección definitiva fue realmente complicada,
pero finalmente se presenta como un recorrido geográfico vinculado al estudio
de las piedras.
De igual modo, a través de este
proyecto intentamos poner en valor al informante y contrastar las fuentes de
datos encontradas tanto orales como escritas, describiendo al final brevemente
las distintas hipótesis de las historias o creencias populares.
Y otro punto que consideramos muy
importante y que cuidamos con detalle fue la fotografía, intentando captar la
esencia de cada lugar, y las aproximaciones entendiendo que constituyen un
elemento vital, sin la cual muchas seguirían siendo invisibles.
-Para vosotros ¿qué
son estas piedras o qué vale esta “catalogación” o sea: ¿qué debe de
tener una piedra para ser considerada como “piedra singular”?
-Nuestra idea era hacer un catálogo
de piedras singulares entendiendo como tal, aquellas extraordinarias, raras o
que podríamos definirse como únicas, al menos para la gente que le otorga esa
identidad. Tras un largo proceso y varios cambios, finalmente las agrupamos las
piedras en 10 tipologías que definen los motivos por los que las piedras poseen
un sentido propio que las hace únicas. Estas son las siguientes: tradición y
leyendas, ritos populares, formas, naturaleza, religión y lugares de culto,
hitos, arte rupestre, cuentos y fábulas, sanación y lugares de sacrificio.
-Estas piedras, muchas de ellas,
han dado sentido a muchas personas que se acercan a ellas en la búsqueda de no
pocas respuestas y, a la vez, haciéndose, aún algunas preguntas, ¿qué nos
podéis comentar?…
-Las piedras han constituido un
símbolo de fuerza, perdurabilidad e invariabilidad para los hombres de las
distintas épocas, siendo usadas en función de su forma, tamaño o localización
como herramientas, ritos funerarios, lugares de sacrificio, hitos o incluso
para el juego. Su visibilidad es la mejor manera de luchar contra la amenaza
del olvido y la despoblación, además Teruel constituye un terreno poco alterado
por el ser humano que aún guarda multitud de lugares con las huellas del
pasado.
-¿En qué “campos” o subcampos, según características o lo que “se busca” en
ellas, se pueden catalogar estas piedras?, ¿desde qué perspectivas habéis
trabajado?
-El marco teórico ha sido la
perspectiva etnográfica. Estudiamos y analizamos los elementos pétreos
significativos para un grupo de individuos mediante la observación directa de
los lugares y la descripción de lo que la gente nos cuenta, cómo se comportan y
cómo interactúan con ellas, intentando describir las creencias asociadas, cómo
han podido ser reutilizados en diferentes momentos, si bien no se dispone una
datación científica de la inmensa mayoría de ellas. Podríamos decir que
describe las múltiples formas de vida de los seres humanos.
-Investigación, documentación,
aproximamiento, ruta, dar con ellas, documentarse “in situ”, hablar con gentes…
amigos, después, ¿cómo ponéis ritmo y orden al trabajo; cómo ha sido
vuestra metodología de trabajo?. -Y ¿cómo os habéis
distribuido el trabajo?
-El trabajo de campo ha sido frenético, con
largas jornadas de aprovechamiento en el periodo estival, ya que los pueblos
cobran vida. Las incursiones en invierno han sido muy duras no solo por la
climatología, sino por lo dificultoso de encontrar habitantes en algunos
pueblos casi deshabitados. Nuestro gran aliado en la recogida de información es el cuaderno de campo, en él anotamos los apuntes de
las observaciones, topónimos y dibujos que obtuvimos sobre el terreno. Y
finalmente, el proceso de redacción intentamos que no fuera acumulativo,
distribuyéndolo de manera más o menos homogénea, cada uno se centraba en la
redacción de un tipo de piedras, considerando primordial la complementariedad
en una segunda revisión o evaluación que enriquecía ampliamente los textos
dándole otra perspectiva que un solo autor no es capaz de dar.
-Las formas, las leyendas, los
lugares de culto, la religión, ritos… todas son consideraciones que habéis
tenido muy, muy en cuenta… Contadnos cuáles os han dado como más fascinación
para luego trasladarlo al libro.
-Realmente no ha habido ninguna
categoría que nos haya parecido mejor que otra, la mayoría de estas piedras se
encuentran en parajes extraordinarios, senderos marcados o caminos de
herradura, cercanas a yacimientos neolíticos o asentamientos íberos cuya
datación podría relacionarse con la adoración a una deidad de la naturaleza
como el sol o la simple evocación en el contexto de la pareidolia.
Si bien, cada vez que encontrábamos una piedra incluida en alguna de las
categorías menos comunes, como la sanación, lugares de sacrificio o tradiciones
y leyendas, lo vivíamos como un gran descubrimiento.
-Las piedras son veneradas de
manera que tiene que ver más con el culto o no tanto… pero las hay que, de
veras, ya de entrada solamente por su presencia y “ese saber estar” merecen una
especie de culto a la belleza… sin entrar en lo que religiosamente algunas
culturas les quieren dar…
-Tanto las tradiciones como las
formas de culto pueden tener una datación más o menos antigua, ya que es el ser
humano el que le otorga esa característica y hemos comprobado que los valores
de las distintas sociedades van cambiando, incluyendo en ellos la manera de
relacionarse con el paisaje. Las formas y lugares singulares constituyen en sí
mismas una forma de culto, al darles nombre e identidad y aproximarse a ellos,
se inicia a veces sin quererlo un culto al paisaje y al medio natural.
Consideramos que cada una de estas propuestas es una buena alternativa de ocio,
conocimiento y descubrimiento para grandes y pequeños que se sale de los
cánones establecidos y que permite acercarse a nuestra tierra bajo otra mirada,
la de la toponimia, la importancia y respeto del medio natural entendiéndolo
como parte fundamental para el desarrollo humano.
-Con todo esto, yo percibo a las
piedras como algo mucho más vivo… seres sin latido, pero que forman parte de la
vida, de los ecosistemas, de todo y en todo porque, además, evolucionan con los
días y el paso de los tiempos ¿Cómo lo veis?
-Sí, los materiales pétreos han
formado parte del universo del ser humano desde su origen, como parte activa de
una vida orientada a la supervivencia o para entender el espacio, se fijó en
las formas del paisaje y de las piedras y las asoció a formas capaces de
reconocer. Al interactuar con ellas las incluyó como parte activa del medio,
pero con la alfabetización, leer y aprender a través de las rocas y otros
elementos naturales cayó en desuso, por
lo que volver a prestar interés a estos elementos
nos dará una información muy valiosa.
-Casi, casi se podrían hacer no
pocas indagaciones sobre la historia del hombre en la tierra, desde lo
antropológico, en paralelo o mirando a las piedras…
-Las piedras constituyen uno de los
principales depósitos de tradiciones e historias de la provincia de Teruel. La
geografía y el clima conforman la realidad individual y social de los individuos por medio de las relaciones con la
naturaleza, la propia forma de ser, el arte y la religión. Podemos decir que la
historicidad del ser humano es inseparable del medio ambiente en que se
desarrolla.
-Cabe pensar, amiga Pilar y amigo
Javier, que habrá más viajes a la búsqueda de piedras, para más ediciones de
Líticas en Zaragoza y en Huesca… ¿qué nos podéis contar?.
Por cierto, muy bien ha quedado la edición con Prames se nota que ellos están
acostumbrados a trabajar con este tipo de propuestas y que son garantía de una
edición bonita, vistosa y que tenga todos esos contenidos…
-Tenemos que agradecer enormemente
a la editorial Prames SA que avalara y apoyara este
proyecto enmarcándolo en uno de sus formatos editoriales, ya que le dio esa
esencia de propuesta divulgativa y de turismo de naturaleza que nosotros
buscábamos. En relación con tu pregunta, estamos iniciando un nuevo proyecto,
otro recorrido geográfico que vuelve a enmarcarse en la provincia de Teruel, la consideramos lo suficiente amplia y dispersa
como para trabajar en el resto de provincias aragonesas,
además tenemos compañeros que están llevando a cabo estudios sobre piedras
sagradas, principalmente en la zona de Huesca.
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