La
Librería de El Sueño Igualitario
Un libro desde la exigente pluma de Luis
Antonio Palacio Pilacés y Kike García Francés que
regirá y mira con lupa la vida, y la suerte, de Francisco Ascaso desde 1901 a
1936.
El subtítulo, creemos muy acertado de este
libro, editado por La Malatesta, escribe: “Vida
accidental de un anarquista”.
Un anarquista que encontró la muerte luchando
contra los alzados en las atarazanas y las barricadas de los libertarios que
defendías la República con los anhelos de “hacer su revolución”.
Lo
que nos dice La Malatesta de este libro: Francisco
Ascaso, sin ningún género de dudas, una de las más renombradas, y, a la vez,
menos conocidas figuras del universo libertario ibérico.
La
información sobre su apasionante y desconocida vida siempre ha estado reducida
a los escasos y contradictorios datos que pueden entresacarse de las
autobiografías raramente objetivas de sus compañeros de militancia.
Entró
en contacto con el poderoso ideario ácrata en la ciudad de Zaragoza, donde fue
encarcelado injustamente durante dos años por el asesinato de un periodista en
el que no tuvo ninguna participación.
Una
vez en libertad se tomó la revancha cuando, ya formando en las filas de Los
Solidarios, acabó con la vida del cardenal Juan Soldevila,
bastión de las posturas ultraconservadoras en el seno de la Iglesia española.
Detenido
al cabo de pocos días se fugó de la cárcel y buscó refugio en Francia, país
desde el que, junto a Durruti y otros compañeros, atravesó el Atlántico para
emprender un increíble periplo que a través de media América les llevaría desde
Cuba hasta Argentina, actuando por un igual como agitadores de masas o como
expropiadores de bancos.
De
vuelta a Francia, un intento fallido para acabar con la vida de Alfonso XIII
les llevó a dar con sus huesos en Bruselas, deportados por las autoridades
galas tras un tortuoso proceso judicial que no pudo imponerse a una
impresionante campaña internacional de apoyo. Francisco regresó a la nueva
España republicana convertido en una figura política de primer orden y durante
esos años compaginó su trabajo en el grupo Nosotros con su cargo de secretario
general del Comité Regional de Cataluña de la CNT.
Su
faceta pública nunca le impulsó a renunciar a su papel como hombre de acción y
no dudó en implicarse a fondo en las insurrecciones de enero y diciembre de
1933. Las autoridades no perdonaron su presente ni olvidaron su pasado, por lo
que fue víctima de torturas, cárcel y hasta deportación en las colonias
africanas.
Murió
el 20 de julio de 1936 cuando luchaba al frente del pueblo en armas ante el
cuartel de Atarazanas, el último obstáculo que le separaba de la victoria y del
inicio de la Revolución por la que tanto había entregado desde su primera
juventud. Este trabajo, primera monografía extensa sobre la formidable aventura
de su vida, saca a la luz nuevos detalles en torno a su figura, resuelve
algunas contradicciones historiográficas y arroja luz sobre una personalidad
digna del mejor guión cinematográfico.
Estos dos autores ya se han encontrado en nuestro
conversa con. Aquí os apuntamos algunos enlaces:
Luis
Antonio con
Caballos de hielo.- http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/alforjero.htm
El horizonte infinito.- http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/isidorolahoz.htm
Tal vez el día.- http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/palacio.htm
Un zuerano tras las rejas del fascismo .Memorias.- http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/zuerano.htm
Y a Kike García
Francés en Diario de una ciudad libertaria.- http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/kike.htm
Los autores Luis Antonio Palacio.- Este
escritor, investigador y divulgador, es licenciado en Historia Contemporánea y
en Trabajo Social por la Universidad de Zaragoza. En los últimos tiempos ha
estado trabajando en la recuperación de la memoria histórica, sobretodo de las
comarcas aragonesas de la Violada y el Bajo Gállego. Es coautor de los
volúmenes Entre raíces—2003-, De hombres y sueños—2006--, Rueda, rueda
palomera—2008--. Con el programa Amarga Memoria publicó el libro La nación del
olvido—2011—sobre cómo vivieron los aragoneses exiliados su “estancia” en el
norte de África cuando terminó la Guerra Civil…también ha elaborado un mapa,
después de un extenso recorrido que le llevó por más de un millas de
localidades, de las Fosas de la Comunidad Aragonesa. Extraordinario
investigador, se puso “la capa de sabueso” para escribir Carbón rojo. Crónica
del crimen de los carboneros—2011--, en torno a un trágico suceso ocurrido en
Cetina en 1905 y Caballos de hielo. El doble crimen del Alforjero—2012--, donde
se narra la increíble historia de Román Lacambra,
ejecutado en Huesca en 1949 y última persona a la que se le aplicaría la pena
capital en la provincia altoaragonesa. En los últimos años ha colaborado
asimismo con diversas publicaciones y reportajes audiovisuales…Suponemos, y
creo que suponemos más que bien, que ya trabaja en la elaboración de nuevos
proyectos. Ha colaborado, asimismo, en diversas publicaciones y reportajes audiovisuales .
Kike García Francés.- Kike es autor,
anteriormente, de otro libro que nos enamoró….Suelas de caucho, lo escribió con
Raquel Cuartero; aquí os podéis hacer una idea: http://www.cgtaragon.org/presentacion-libro-suelas-de. Es historiador,
antropólogo y doctor en arqueología forense. Anarcosindicalista, zapatista y
antifascista, profesor de Geografía e Historia que compagina esta labor docente
con la militancia en la CGT y con
investigaciones en torno a la memoria
histórica libertaria. Es, además, colaborador de medios de contrainfo como el diario Rojo y negro de CGT o
Arainfo.org. Estamos ante su tercer trabajo tras la investigación de la
represión fascista que asoló la Comarca de la Aranda ,
nos referimos a la anteriormente mencionada Suelas de Caucho y después a Diario
de una ciudad libertaria.
El presente trabajo es el reflejo
por el interés en la figura de Francisco Ascaso, uno de los máximos exponentes
del movimiento libertario y uno de los grandes olvidados por la historiografía
“oficial”. www.zaragozamemoriahistorica.com
Cazarabet
conversa con Luis Antonio Palacio y Kike García
Francés:
-Amigos,
¿qué es aquello que os ha inspirado a escribir este libro en el que, muy
sigilosamente, os acercáis a la vida, casi dual, de Francisco Ascaso? Digo lo
de “dual” porque me da que era un hombre de palabra y de diálogo, pero que se
ve empujado a defender esa palabra, ese pensamiento construido por medio
del “naranjero” y la bala….hasta que una bala que defendía otros intereses se
cruza y se construye el silencio…
Luis: Ciertamente es así. Los anarquistas
en general, y Francisco Ascaso en particular, no utilizaron la violencia porque
fueran los “locos iluminados” que algunos han querido hacernos ver por
intereses más o menos espurios. Fueron violentos porque se vieron obligados a
serlo, dejando de lado otras facetas de la vida mucho más constructivas -la
educación y la cultura- que debían constituir las bases de una transformación
profunda de la sociedad y del propio ser humano. Dicho eso, el uso de la
violencia engendra graves problemas morales para quienes la utilizan, incluso
en el caso de que se hayan visto impelidos a ello. De allí el enorme atractivo
de este tipo de figuras, a las que rodea un halo de ambigüedad moral: capaces
de la mayor generosidad para con personas absolutamente desconocidas a las que
solo les unía un vínculo de clase, pero capaces también de actuar de forma
despiadada contra quienes ellos consideraban que actuaban como enemigos
voluntarios de la clase trabajadora.
-Silencio,
es lo que rodea, desde el momento de su muerte, a este anarquista que defendió
sus ideas ya la república en cuanto la vio amenazada en las calles de
Barcelona, recordemos que dejó su vida en las atarazanas, allí en aquellas
emblemáticas, y casi olvidadas, barricadas…
Kike: Quizás es debido a que murió justo en
el momento en que se sofocaba el golpe fascista en Barcelona. La vorágine de la
Guerra Civil, de la revolución anarquista y la posterior dictadura condenaron
al silencio a Francisco; a un silencio injusto. Primero la propaganda fascista
del régimen y luego una memoria histórica "oficial" y selectiva que
condena al silencio al movimiento libertario y a sus protagonistas. La falta de
documentos y material con el que poder rehacer su vida también han ayudado a ese silencio. Con este trabajo tratamos de
rescatar y reivindicar la memoria de una de las grandes figuras del movimiento
libertario.
-¿Por
qué lo de “vida accidental…”?
-Bueno, la idea obvia viene de la conocida
obra de Darío Fo “Muerte accidental de un
anarquista”, claro está. Sólo que en el caso de Francisco lo que fue accidental
fue toda su vida, porque como bien dijo alguien, fue uno de esos hombres que
vivieron vidas de cien años en una existencia que apenas duró 35 años… Todo fue
tan novelesco, su implicación en acciones y conspiraciones de alto riesgo fue
tan constante que la muerte le podía haber llegado en cualquier momento. Lo
raro es que no muriera antes del estallido de la Guerra Civil. Todo en torno a
su vida estuvo marcado por la contingencia, por la suerte del destino que podía
serle adversa en cualquier momento. Él mismo era plenamente consciente de
ello y creo que no hubiera vacilado en calificar de “accidental” toda su
existencia; al menos por lo que a sus últimos quince años se refiere.
-Había
en personas como Ascaso mucha determinación, de esa que es auténtica, la que
sale y surge desde la raíz… ¿Lo veis así?
Kike: Totalmente. En los Ascaso, Ricardo
Sanz, Gregorio Jover, Juliana López y muchos otras y
otras... Era otra época, en la que los sueños y la decisión de alcanzar La
Idea y de luchar por un mundo mejor llevaban a estos hombres y mujeres a
dar sus vidas sin la menor duda.
-Francisco
Ascaso hombre y persona, merece un capítulo aparte… ¿no? ¿Cuánto tiempo
os ha llevado la realización de este libro y cómo ha sido el proceso de
documentación en torno a este hombre? ¿Y cómo os lo habéis hecho al ser un
libro realizado por dos plumas?
Kike: Han sido dos años de trabajo. Luís
investigó desde el nacimiento de Franciso hasta la
llegada de la República y yo desde ahí hasta su muerte durante el golpe
fascista. Ha sido un trabajo de leer decenas de biografías de personajes
contemporáneos a Francisco, de horas y horas leyendo las noticias de Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad, ABC,
La Vanguardia, Diario de Huesca, Heraldo de Aragón…. Y el trabajo obligado
de buscar en los archivos policiales, tanto franceses como españoles. Solo en
lo que se refiere a las actas judiciales, cabe citar las casi 1900 páginas del
sumario referido al atentado contra el Cardenal Soldevila.
Ascaso.
Un hombre como otros muchos que era muy de ideas y que se encontró en el
punto de tener que defenderlas utilizando la bala….creo que a algunos esa
decisión más que costarles les dolía, ¿era de esos Ascaso?
Luis:
Pues para ser sinceros yo creo que no. Una cosa es que para ellos el uso de la
violencia fuera un mal necesario y otra muy distinta que les doliera en exceso
su utilización. Francisco dijo muchas veces, por activa y por pasiva, que la
destrucción del sistema capitalista nunca llegaría por vías pacíficas, ni de
manos de un régimen republicano que no dejaba de tener un origen burgués.
Digamos que la violencia podía ser lamentable, pero era estrictamente necesaria
y por lo tanto no había lugar para dolerse de su utilización. Y con ello
volvemos al tema de la ambigüedad moral que se deriva del uso de la violencia,
claro.
-¿Cómo
llega Ascaso al anarquismo y cómo se establece en él?
Luis: No existen testimonios directos al
respecto escritos por su propia mano, pero no cabe duda de que tuvo que se muy importante la influencia ejercida por sus dos
hermanos mayores, Domingo y Alejandro, avezados militantes juveniles de La Idea
en la Zaragoza de la segunda década del siglo XX que tendrían su propia
historia azarosa que relatar. Después está la asistencia a las actividades al
Centro de Estudios Sociales y la permanente agitación callejera que vivió la
capital aragonesa durante esos años. No olvidemos que Francisco fue detenido
por primera vez a los 17 por formar parte de un piquete de huelguistas, lo que
demuestra su precocidad como militante. Una precocidad que, dicho sea de paso,
no era nada rara por esos días…
-Dentro del grupo de Los Solidarios-
--formado por Juan García Oliver, Buenaventura Durruti…-- ,
¿qué lugar ocupa Ascaso, qué pieza fundamental es…?
Kike: Es una pieza muy destacada. Tanto él como
Durruti son las dos cabezas más visibles del grupo -queda demostrado en algunas
de las acciones que desarrolla Francisco, como el fallido atentado contra Martínez
Anido o el asesinato del Cardenal Soldevila-, o por
las iniciativas de ambos tendentes a rehacer el grupo una vez instaurada
la República bajo el nuevo nombre de Nosotros.
Pero no era un simple grupo de personalidades por más que fuese inevitable el
papel protagonista de alguno de sus miembros debido a la fama que tenían; era
un grupo compacto de hombres y mujeres. Importante destacar que hubo cuatro mujeres:
Juliana López Mainar, Pepita Not,
Ramona Berni y Marial Luisa Tejedor, mujeres de las que se ha olvidado la
historiografía.
-Eran
gente que si venía el caso, y vino, pagaban con su vida o la consagraban y la
arriesgaban…Francisco Ascaso pagó por ello con su vida…nos han puesto el listón
muy alto…ya no es que nos sintamos como en deuda por lo que nos dejaron sino
por cómo lo hicieron…Amigos, se nos ha puesto el listón muy alto, tenían una
dignidad y una generosidad que no cabía en su cuerpo…y no sé, me temo que no
cumplimos… ¿Tan mal ha viajado la transición humano versus la educación?
-Bueno, la preguntita se las trae. Si
somos un poco “misericordiosos” con nosotros mismos, podríamos decir que más por
fortuna que por desgracia nosotros no hemos tenido ni la oportunidad ni la
necesidad de ponernos a prueba de la manera tan rigurosa en la que se vio
puesta a prueba esa generación de militantes. Por suerte para nosotros, creo
yo… Por lo demás viendo la escasa calidad moral de la sociedad de hoy en día -y
cuando hablo de sociedad me refiero a los individuos que la conforman-, se
pueden hacer reflexiones muy amargas: particularmente la de que la mejora en la
calidad de vida no comporta necesariamente un incremento de las
cualidades morales de las personas que sienten sus necesidades primarias
satisfechas de forma casi “natural”. En esos momentos mucha gente tenía mucho
que perder –teniendo muy poco podían perderlo todo, e incluso podían perder sus
vidas-, y aun así su sentido de la solidaridad fraterna era admirable. En claro
contraste con una sociedad auto satisfecha en la que la abundancia de bienes
materiales no basta para compensar la pérdida de los grandes valores sociales.
Eso es tan obvio como lamentable.
26390
La bala y la palabra.
Francisco Ascaso (1901-1936). Vida accidental de un anarquista. Luis Antonio Palacio Pilacés, Kike García Francés
454 páginas 21 x 15 cms.
15.00 euros
La Malatesta
Francisco Ascaso, sin ningún género
de dudas, una de las más renombradas, y, a la vez, menos conocidas figuras del
universo libertario ibérico.
La información sobre su apasionante y desconocida vida siempre ha estado
reducida a los escasos y contradictorios datos que pueden entresacarse de las
autobiografías raramente objetivas de sus compañeros de militancia.
Entró en contacto con el poderoso ideario ácrata en la ciudad de Zaragoza,
donde fue encarcelado injustamente durante dos años por el asesinato de un
periodista en el que no tuvo ninguna participación.
Una vez en libertad se tomó la revancha cuando, ya formando en las filas de Los
Solidarios, acabó con la vida del cardenal Juan Soldevila,
bastión de las posturas ultraconservadoras en el seno de la Iglesia española.
Detenido al cabo de pocos días se fugó de la cárcel y buscó refugio en Francia,
país desde el que, junto a Durruti y otros compañeros, atravesó el Atlántico
para emprender un increíble periplo que a través de media América les llevaría
desde Cuba hasta Argentina, actuando por un igual como agitadores de masas o
como expropiadores de bancos.
De vuelta a Francia, un intento fallido para acabar con la vida de Alfonso XIII
les llevó a dar con sus huesos en Bruselas, deportados por las autoridades
galas tras un tortuoso proceso judicial que no pudo imponerse a una
impresionante campaña internacional de apoyo. Francisco regresó a la nueva
España republicana convertido en una figura política de primer orden y durante
esos años compaginó su trabajo en el grupo Nosotros con su cargo de secretario
general del Comité Regional de Cataluña de la CNT.
Su faceta pública nunca le impulsó a renunciar a su papel como hombre de acción
y no dudó en implicarse a fondo en las insurrecciones de enero y diciembre de
1933. Las autoridades no perdonaron su presente ni olvidaron su pasado, por lo
que fue víctima de torturas, cárcel y hasta deportación en las colonias
africanas.
Murió el 20 de julio de 1936 cuando luchaba al frente del pueblo en armas ante
el cuartel de Atarazanas, el último obstáculo que le separaba de la victoria y
del inicio de la Revolución por la que tanto había entregado desde su primera
juventud. Este trabajo, primera monografía extensa sobre la formidable aventura
de su vida, saca a la luz nuevos detalles en torno a su figura, resuelve
algunas contradicciones historiográficas y arroja luz sobre una personalidad
digna del mejor guión cinematográfico.
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