La
Librería de Cazarabet
La fotoperiodista, abogada y especialista en Derechos
Humanos , expone en la actualidad en la sala virtual del Museo de Mas de las
Matas.
-Judith, eres fotógrafa,
pero algo más que fotógrafa porque detrás de ti hay mucho compromiso. ¿Cuándo
nace en ti esa especie de necesidad?
Siempre tuve mucha curiosidad por conocer y entender
lo que ocurre en el mundo. Estudié derecho y enseguida me interesé
especialmente por los derechos humanos. Comencé a viajar y a colaborar con
algunas organizaciones lo que me permitió ampliar mi perspectiva tanto de las
realidades más cercanas como de aquellas más alejadas que iba conociendo.
-¿De qué forma te adentraste
en el fotoperiodismo, pero en el de “denuncia” y “compromiso”?
-Pronto me di cuenta no solo de mi pasión por la
fotografía sino de su poder como herramienta para contar, para mostrar aquellas
realidades tantas veces silenciadas, o simplemente desconocidas. Tuve claro que
mi camino era la fotografía documental, el fotoperiodismo, que efectivamente
utilizo a menudo como herramienta de denuncia.
-¿Cómo fue que te interesaste por el mundo y
toda la problemática social, ambiental y de explotación que rodea al coltan?
-Llevaba mucho tiempo siguiendo conflicto de la RD del
Congo. Un conflicto que dura ya más de 20 años, con multitud de grupos armados
operando con impunidad en Kivu Norte y Kivu Sur, y con cifras tan dramáticas
como 5 millones de muertos o más de 1,5 millones de desplazados internos. Pensé
que tenía que ir y adentrarme en esa realidad tan compleja para poder entender
y contar que estaba ocurriendo. Así fue
como conocí de primera mano las terribles consecuencias de este conflicto, la
violencia sexual contra las mujeres que se utiliza como arma de guerra y como
forma de destrucción de la sociedad, el secuestro de niños para convertirlos en
soldados, la vida en los enormes campos de desplazados. Pero quería también ahondar en las causas del
conflicto, y en la actualidad la principal causa de que esta guerra no llegue a
su fin es sin duda el expolio de las riquezas naturales del país, especialmente
del coltan. Pensé que si podía acceder a una mina de coltan y fotografiar lo que allí ocurría, ese reportaje me
permitiría hablar y poner encima de la mesa una realidad mucho más amplia. Existe una intrincada red de intereses internacionales
creados para saquear la zona, países vecinos como Ruanda a través de los cuales
sale el coltan del país, multinacionales de todo el
mundo, destinatarios últimos de este expolio ilegal o los propios gobernantes
congoleños, corruptos e incapaces de atajar el problema, son los responsables
de lo que está ocurriendo en el país.
-Los
reportajes que he visto por TV, algún documental y el tuyo propio dan buena
muestra de una condiciones de esclavitud, inhumanas y que vulneran los DDHH,
pero visto "en directo" debe ser una barbaridad….¿cómo se logra
soportar para luego transmitirlo tan bien y tan objetivamente?
-Las
condiciones de trabajo de los mineros son extremadamente duras y peligrosas,
dado que la extracción del mineral se sigue realizando de manera tradicional.
Muchos son desplazados internos del conflicto que acuden a las minas huyendo de
otras zonas de mayor violencia con el objetivo de encontrar un modo de
subsistencia.
Trabajan
durante más de 15 horas al día, son frecuentes los derrumbes de las galerías
subterráneas donde a menudo pierden la vida, realizan trayectos de varias horas
transportando sobre sus hombros sacos de coltán de
unos 50 kilos en un terreno escarpado y resbaladizo. Todo ello por apenas 7
dólares diarios, cuando el precio de una tonelada de este mineral en el mercado
internacional alcanza los 400.000 dólares. Son condiciones de semiesclavitud.
Cuando te
enfrentas a realidades tan duras, hay que ser extremadamente respetuoso con las
personas que vas a fotografiar y desde
luego tener empatía con ellas y con su situación.
-En esta exposición de la Sala Virtual del
Museo de Mas de las Matas, también se expone tu investigación fotoperiodística en los campos de refugiados:
Cuéntanos:¿qué te encontrarse allí y de qué manera?
-Según cifras del ACNUR hay más de 3 millones de refugiados
sirios en los países vecinos, la mayoría de ellos en Líbano, Jordania y
Turquía, que son los países que yo visité. Tras cuatro años de guerra, lo que
está ocurriendo con la población siria es una catástrofe humanitaria. Las
condiciones de los refugiados son durísimas en general. En Jordania se
encuentran algunos de los campos de refugiados más grandes del mundo, como al Zaatari, que ha llegado a albergar a 120.000 personas en
algunos momentos. Un enorme campo en medio del desierto, con graves problemas
de abastecimiento de agua. Cuando visité el campo, los hospitales que se habían
creado estaban inactivos por falta de medicinas e instrumental. En Líbano el
gobierno no ha autorizado la creación de campos de refugiados, por lo que se
han ido creando multitud de pequeños
asentamientos informales por todo el país, lo que dificulta el trabajo de las
organizaciones internacionales que dan soporte a la población refugiada. En
estos países se ha disparo el precio de la vivienda de alquiler, especialmente
para los sirios y hay graves problemas de acceso al mercado laboral… Casi la
mitad de los refugiados sirios son niños, los más vulnerables en medio de este
horror. Muchos de ellos vagan y trabajan por las calles de grandes ciudades
como Gaziantep o Beirut, a merced de mafias relacionadas con la explotación infantil.
-Es
teniendo en cuenta, por ejemplo, estas dos situaciones, de vulneración de DDHH
cuando una persona se da cuenta que en este mundo sigue mandando el poder, la
ambición, la avaricia….y que organismos como la ONU dejan mucho que desear,
¿no?
-Debemos entender quién compone la ONU y quien tiene
capacidad de decisión en ella. Por ejemplo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene la responsabilidad principal, de mantener la paz
y seguridad internacionales. De sus quince miembros, los cinco
permanentes tienen derecho de veto sobre las decisiones que se toman. Es decir
cinco países deciden las actuaciones de la ONU en ese ámbito. Creo
sinceramente, que las decisiones que toman solo persiguen defender sus propios
intereses, no buscar la paz. Creo que los países poderosos, esos cuyo voto es
decisivo en las resoluciones que adopta la ONU, son los que en muchas ocasiones
provocan o al menos consienten muchas de las atrocidades que ocurren a nivel
internacional y lo hacen porque beneficia a sus propios intereses.
-¿Cómo es la vida, el día a día de un/a
fotoperiodista?
-En mi caso, para cada proyecto paso mucho tiempo
documentándome, estudiando la situación política, económica, social, del lugar
que voy a visitar, al tiempo que voy definiendo y concretando cada vez más cómo
realizaré el trabajo. Es muy importante la preparación previa, sobre todo
cuando trabajas en países que no conoces en profundidad. Es necesario
establecer contactos locales que puedan ayudarte en tu trabajo, que sepan
moverse bien en el terreno y que tengan un conocimiento profundo de la realidad
que quieres contar. Una vez allí, me gusta trabajar sin prisas, procuro estar
el máximo tiempo posible para ir empapándome de lo que ocurre, para poder
profundizar en los temas. A menudo realizo varios viajes al mismo país, antes
de dar un trabajo por finalizado. No me gusta quedarme en lo superficial, en lo
estético o en la noticia puntual. Luego toca difundir el trabajo, tratar de
publicarlo y dar a conocer esas realidades que tanto nos esforzamos en contar.
Curiosamente esta suele ser la parte más difícil, debido al escaso interés de
la mayoría de los medios de nuestro país en publicar reportajes fotográficos de
calidad y mucho menos pagar por ellos una cantidad razonable. Es una lástima, pero esa es la situación dle periodismo en España.
-¿En qué andas trabajando
ahora?
-En unos días viajo a Nigeria, que en la actualidad es
la primera potencia económica de África, aunque
existen grandes diferencias entre
el sur, rico en petróleo y el norte,
empobrecido y soportando la violencia de Boko Haram.
_____________________________________________________________________
LA LIBRERÍA DE CAZARABET - CASA SORO (Turismo cultural)
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069