Cazarabet conversa con... Jesús Tejel, autor de “Aragón a flor de piel” (Prames)
Este libro de fotografía sobre los
rincones de nuestra tierra nos lo enseña desde arriba, desde el aire, como
montados en un globo o a lomos de nuestra ave preferida…
Que esta tierra, Aragón es tierra de
contraste y contrastes no cabe la menor
duda…de norte a sur; de este a oeste
guarda en sus entrañas verdaderos tesoros que rompen moldes por su belleza.
¿Ejemplos? Pues sería interminable e inabarcable ese listado…pero para ello están
los trabajos como el que nos ofrece Jesús Tejel una
de las miradas más generosas que nos acerca esta nuestra tierra con un mimo y
equilibrio impresionantes….Tejel sorprende y en cada
fotograma te enseña una vida, un abanico de posibilidades explota ante nuestra
mirada y se convierte en algo que nos halaga nuestros sentidos y nos hace
sentir orgullosos de la tierra que pisamos-, del aire que respiramos, de la luz
que nos acompaña y satisface nuestras
sobras; de las aguas que nos rodean y de todos esos matices en la paleta de
colores…todo ello conforma un paisaje de texturas y que son “esas pieles” que
atraviesan nuestro territorio , mostrándose en todo su esplender. Esto Tejel lo capta muchísimo mejor que nosotros podamos
narrarlo. Lo capta y nos lo brida, además gracias a Prames
y gracias a integrar en este trabajo esa mirada que
como a vista de pájaro nos muestra una perspectiva muy, muy diferente a la que
estamos acostumbrados de ver y de disfrutar. Tejel se
ha servido del ultraligero, del dron, del globo para mostrarnos las mejores perspectivas de
ese Aragón que está, pero que permanece enigmático y muy activo porque esta
tierra lo tiene todo para enamorar y mostrarse enamorada, solamente tenemos que dejarnos acompañar de miiradas sensibles y generosas como la de Tejel.
La mirada parte del fotógrafo Jesús Tejel.
Colaboran en esta magnífica edición de
Prames: Teresa Azcona, directora de la Corporación
Aragonesa de Radio y Televisión; Ángela Labordeta, periodista y escritora ;
Jorge Marqueta, director gerente de Turismo de Aragón, y Modesto Pascau
presidente del Patronato del Parque Nacional de Ordesa
y Monte Perdido,.
La sinopsis:
El escritor Marcel Proust decía que el
verdadero viaje de descubrimiento no consiste en visitar lugares nuevos, sino
en mirarlos de distinta manera. y eso es lo que ocurre
cuando esa distinta manera de mirar el mundo consiste en hacerlo desde arriba.
Incluso los lugares más conocidos y familiares transmiten sensaciones nuevas y
diferentes elevando el punto de vista, aunque sea solo unos pocos metros por
encima del suelo.
El fotógrafo y la mirada exquisita de
Jesús Tejel:
Cazarabet conversa con Jesús Tejel:
-Jesús, hay que estimar mucho una
tierra, en este caso Aragón, para haber firmado este fabuloso libro dedicado a
ella, ¿no?; ¿por qué un libro de fotos a vista de pájaro?
-Efectivamente, me
considero un gran amante de esta bella tierra que es Aragón, no solo por haber
nacido y vivido en ella, sino también porque creo sinceramente que tiene todos
los condicionantes para enamorarse de ella.
Había muy poco publicado
sobre una visión desde el aire de Aragón y, sin embargo, la mirada desde la
altura siempre produce sensaciones diferentes y aporta una visión nueva (y muchas
veces espectacular) de cualquier lugar.
Es por ello que me decidí, hace ya más de cuatro años, a acometer este
proyecto.
-¿Qué te hizo pensar en este
proyecto?.Un proyecto de esta magnitud necesita de
producción, apoyo después de tener y confeccionar la idea o el guión, ¿es lo
primero que buscaste?, ¿es lo primero que te preocupó?
-Efectivamente, una cosa
es fotografiar y otra muy diferente publicar un libro de fotografía.
Desde el principio tuve
claro que iba a necesitar el soporte de una editorial que creyera en mi
proyecto. La verdad es que no me costó
mucho decidirme a qué editorial dirigirme.
PRAMES reunía todos los requisitos que yo consideraba necesarios para
ser mi preferida: editorial aragonesa, especializada en paisaje y rutas turísticas,
ediciones de gran calidad... Por suerte,
a PRAMES también le pareció desde el primer momento que la idea del proyecto
podía ser interesante para el público y apostó por él incondicionalmente.
No puedo dejar de
mencionar, por supuesto, a Aragón Turismo, cuyo apoyo ha sido fundamental para
que esta obra viese la luz. Espero
contribuir modestamente con ella a su labor de dar a conocer la belleza de
nuestra Comunidad.
-¿Te
emociona mucho Aragón?; ¿qué te aporta inmortalizar y paralizar esas miradas
que te atraen?
-Me emociona profundamente
Aragón, así es. Tenemos una riqueza paisajística y monumental que ni los
propios aragoneses conocemos en toda su amplitud.
Inmortalizar y paralizar,
como dices, esas miradas es un privilegio. Alguien dijo una vez que no se puede
detener el tiempo, pero que un fogógrafo es alguien
capaz de hacerlo. De hecho, mis palabras en la introducción del libro las
termino recomendando al lector detener brevemente el tiempo en cada imagen,
para experimentar así una sensación única y emocionante: la de mirar Aragón
desde el aire.
-¿Cómo pensaste en la estructura
del libro? Así como por capítulos sobre lo que te inspiraba el paisaje de Aragón
desde el aire
-Ya las primeras imágenes
aéreas que tomé del paisaje de Aragón me evocaban la epidermis de un inmenso
gigante. Las formas y la composición de
los campos me recordaban la retícula que conforman las células de la piel.
Cuando comencé a organizar
y agrupar las fotografías por temas, una y otra vez me venía a la mente ese símil. Así, cuando veía las imágnes
que había tomado de simas, grutas y celadas, me parecían los poros de la piel
de ese gigante. Cuando veía los
desfiladeros, vaguadas y cañones, se me asimilaban a las arrugas y las grietas
de su piel. Cuando lo que veía era una
pequeña ermita en medio de un espectacular paisaje, creía estar viendo un
adorno con el que ese gigante hubiera embellecido su cutis.
Todas las fotografías, en
definitiva, me reforzaban esa visión.
Unas veces, era la propia naturaleza la que había forjado durante siglos
esa imagen. Otas,
había sido el hombre el que había dejado su huella. Por ello, decidí organizar el libro en dos
grandes partes: la
piel y la huella sobre la piel. A su
vez, cada una de esas partes la subdividí en diferentes capítulos, pero siempre
con la piel como punto de referencia.
-Te acompañas o acompañas las imágenes
de frases, pensamientos breves, pero precisos, algunos poéticos de plumas que
conocen bien las entrañas de Aragón. Ellas y ellos son: Teresa Azcona, Ángela
Labordeta, Jorge Marqueta y Modesto Pascau. ¿Cómo ha
sido esa colaboración?
-Creo sinceramente que los
textos que acompañan mis imágenes enriquecen enormemente el valor de éstas.
Son siempre textos cortos
pero profundos. Nunca estará mejor dicho
aquello de que más vale la calidad que la cantidad.
Fue muy fácil la
colaboración con estos autores. Yo me
tuve que limitar a facilitarles las imágenes agrupadas en los diferentes capítulos,
sin darles ningún tipo de condicionante.
Ellas y ellos, con su enorme talento y sensibilidad, expresaron magníficamente
lo que les inspiraba su visión.
-Acordasteis
que cada uno aportase lo que mejor sabía, aunque tú ya sabías que cada una de
estas plumas puede aportar algo nuevo y diferentes, ¿verdad?.¿Qué
nos puedes comentar?
-Yo conocía el perfil de
cada uno de ellos, pero he de decir, para ser honesto, que el equipo de la
editorial PRAMES tuvo en este aspecto, como en muchos otros, un papel
fundamental. Con su visión y su
experiencia, fue relativamente sencilla la agrupación y asignación de las imágenes
entre los cuatro autores, basándonos en lo que creímos que cada uno mejor podía
aportar.
-Aragón siempre es una sorpresa y
me da que visualmente lo es más ¿crees que aún gana más a vista de pájaros,
desde el aire?
-Hasta los lugares más
conocidos adquieren un percepción diferente cuando se
les observa desde el aire. El cambio de
perspectiva siempre nos sorprende, porque no estamos acostumbrados a esa mirada
hacia abajo.
Es cierto que hay muchos
lugares en Aragón que podemos observar desde lo alto de un monte o una
colina. Pero también hay zonas planas
donde esa visión desde las alturas no es tan fácil de conseguir. Suelen ser estos lugares, a veces tan
sencillos como una sembrados, unos cerezos en flor, la corriente de un río,
etc. los que nos sorprenden gratamente al mirarlos desde arriba.
-Además, nos descubres, desde el
aire, lugares que, aunque conocidos, no los creíamos tan contundentes. ¿Tienes
también esa percepción?. Como fotógrafo, como capturador y casi secuestrador de esos lugares e instantes
¿te sorprendiste con la fotografía final?
-Tanto como secuestrador
no, permíteme la broma. De hecho, lo que
he intentado con esta obra es dar a conocer, desde un punto de vista diferente
al habitual, las maravillas de nuestra tierra, y compartirlas con todo el que
quiera dedicar un tiempo a observarlas.
Es cierto, eso sí, que en
algunos casos me sorprendió el resultado final.
Precisamente, cuando más me ocurrió esto fue en las escenas aparentemente
más sencillas, que adquirían una fuerza visual y una plasticidad que no hubiera
imaginado desde tierra. La fotografía de
la portada del libro es, posiblemente, una de las que más me impactó al verla
posteriormente en la pantalla del ordenador.
-¿Cómo te lo hiciste para elaborar
el guión para visitar esos lugares a los que ir, contemplar e
inmortalizar?
-La verdad es que cuando
comencé el proyecto, empecé fotografiando los lugares más concocidos
y característicos de Aragón: Loarre, San Juan de la
Peña, Albarracín... Pero veía que no sería
suficiente para un libro completo que recogiera toda la diversidad de Aragón.
Basándome en guías,
libros, mapas y, por supuesto, internet, fui elaborando una lista que nunca
disminuía: por mucho que hiciese desplazamientos a esos lugares para
fotografiarlos, los que iba añadiendo a la lista conforme investigaba nuevos
lugares era siempre superior a los que eliminaba de la lista por haberlo ya
fotografiado. Esto es lo que me hizo
tomar realmente conciencia de la enorme riqueza paisajística y monumental que
tenemos en Aragón.
Por ello, cuando desde la
editorial me plantearon fechas para le edición y publicación del libro, tuve
que hacer un esfuerzo final en recorrer lugares que todavía me faltaban por
fotografiar. Soy consciente de que podría
haber muchos más, pero sería inacabable una obra que pretendiese incluirlos
todos. Espero, no obstante, que la obra
sea una muestra representativa de la variedad de esta tierra y que se me
disculpe de cualquier omisión que el lector pueda observar.
-¿De
qué aparatos te ayudaste o cómo te las has compuesto para llegar a
ciertos lugares y poder hacer ciertas fotos?
Porque no es lo mismo, no sé pregunto desde la
ignorancia, fotografiar ni trabajar desde un ultraligero que
manipulando un dron o hacerte al vuelo con un globo.
¿Qué diferencias hay, si las hay? Y ¿Cómo ha sido la experiencia?.Bueno, demuestras amigo Jesús que no tienes mal de altura.
-He utilizado,
efectivamente, diversos medios para tomar las imágenes: avioneta, ultraligero,
globo aerostático, dron...
Todos los medios tienen,
como siempre, ventajas e inconvenientes.
La avioneta te permite alcanzar alturas y distancias difíciles de
conseguir con otros medios. El dron te permite, por el contario, acercarte más a los lugares
y, con muy pocos metros de altura, conseguir imágenes sorprendentes y de mucho
detalle.
-¿Cuántas fotografías, Jesús has
empleado?; .menos seguramente de las que has realizado, ¿no? , ¿Cuántos
fotogramas has hecho?
-En los cuatro años que he
dedicado al proyecto he tomado unas ocho mil fotografías. En el libro se
incluyen cerca de trescientas.
No obstante, hay que decir
que desde el aire muchas fotografías son muy similares. Si, por ejemplo, vas a Albarracín a
fotografiar la localidad, en tierra puedes hacer cientos de
fotografías de monumentos, edificios, detalles arquitectónicos, etc. y todas
serán diferentes. Pero si lo fotografías
desde el aire, posiblemente no podrás tomar más de media docena que sean
realmente diferentes.
Quiero decir que muchas de
esas ocho mil footgrafías que he tomado y no están en
el libro no aportarían realmente una visión muy diferente a la conseguida en la
obra.
-¿Parte del propósito del libro es
dar a conocer más a Aragón?
-Por supuesto. Y no solo darlo a conocer a los que no son de
Aragón, sino también a los propios aragoneses.
Creo sinceramente que muchos de nosotros no somos plenamente conscientes
de lo que tenemos en nuestra Comunidad.
De hecho, muchas personas me han reconocido, después de ver el libro,
que no habían estado nunca en muchos de los lugares en él reflejados.
-Tus fotos muestran muchos los
campos, como tal , de Aragón con sus contrates, su texturas,lo
que tú denominas pieles,
¿verdad?. Campos que esconden verdaderos tesoros para
que nosotros nos reencontremos con ellos o los encontremos por primera vez ¿qué
nos puedes comentar?
-Efectivamente, tal como he comentado
anteriormente, el paisaje de Aragón, incluidos sus campos y cultivos, se
asemejan a la piel de un inmenso gigante.
Es verdad que el libro no intenta ser
una guía de Aragón, sino un libro de fotografía, podríamos decir que un
"retrato" de Aragón. En este
sentido, he intentado que las imágenes incorporasen un contenido artístico,
fotográficamente hablando, buscando las mejores luces, la composición más
impactante, la plasticidad de los colores...
En este sentido, debo reconocer que el "modelo" me lo ha
puesto fácil. Como dice el magnífico fotógrafo
francés Yann Arthus
Bertrand, que ha fotografiado
el mundo entero desde el aire, "la Tierra es arte, el fotógrafo es sólo un
testigo". Considero, por ello,
haber sido un testigo privilegiado de esta maravillosa tierra que es Aragón.
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