Cazarabet conversa con... Luis del Romero Renau, autor de “Los ingenios hidráulicos de las bailías.
Patrimonio industrial y despoblación en el Maestrazgo” (CEMAT Centro de
Estudios del Maestrazgo Turolense)
La colección del CEMAT-- Centro de Estudios del Maestrazgo Turolense--, Un
Patrimonio por descubrir suma su cuarta aportación al “rescate” de
nuestro patrimonio más cercano” y quizás, solo quizás, más ignorado o no por
menos ignorado…así que el libro pondrá no pocas respuestas a las muchas dudas,
interrogantes y argumentos en torno a los ingenios hidráulicos de las Bailías.
La colección tiene otras tres
publicaciones que cursan a modo de inventariado de “bienes naturales y
materiales” que atesora o se dan cita en estas tierras como son los árboles
monumentales, las torres y masías fortificadas, y los puntos de interés en el
Maestrazgo de carácter paleontológico.
Una más de valiosa aportación al
Patrimonio Industrial, y también a la despoblación del Maestrazgo.
Para la publicación de
este completo trabajo el CEMAT ha contado con la colaboración del Instituto de
Estudios Turolenses y de la Comarca del Maestrazgo, con la que tiene suscrito
un convenio anual.
Este libro es el resultado del trabajo
realizado por Luis del Romero Renau con la Beca de
investigación concedida por el CEMAT en el año 2018.
El Centro de Estudios del
Maestrazgo Turolense (CEMAT) convoca regularmente desde el año 2008 la
beca de investigación “Comarca del Maestrazgo”, cuyo objetivo es fomentar el estudio sobre el Maestrazgo, sobre cualquier aspecto
relativo a su patrimonio cultural, natural, su historia, cultura, etc., siempre
con el marco referencial de la comarca. La beca tiene una dotación de 1.000 euros y un
plazo para la realización del trabajo de un año.
Lo que nos dice el CEMAT
de esta publicación que guarda cuidado del Patrimonio Industrial y también de
la Memoria del Trabajo:
Del Romero ha realizado un inventario
exhaustivo de los ingenios hidráulicos de la comarca del Maestrazgo, dividiendo
éstos entre la molinería hidráulica básicamente dedicada al procesamiento de
grano, la fabricación textil mediante batanes, y las fábricas de luz. El inventario de los ingenios hidráulicos del
Maestrazgo ha revelado la gran riqueza protoindustrial que atesora este
territorio
La propuesta de Luis del Romero no partía de cero, sino que
continuaba y profundizaba otra investigación promovida por el Instituto de
Estudios Turolenses que ya pretendía inventariar parte del patrimonio
industrial de toda la provincia de Teruel.
Esta investigación ha
arrojado muy interesantes resultados, inventariando Luis un total de ochenta y
cinco estructuras, unas en estado de ruina y abandono, otras mejor conservadas,
y otras incluso rehabilitas y en funcionamiento. Este estudio sirve de base
para valorar la importancia que tiene el mantenimiento de nuestro patrimonio y
pensar que se hace con él, de la mano de los propietarios de los molinos y de
los Ayuntamientos, algunos de los cuales ya se han interesado por ponerlos en
valor.
El autor, Luis del Romero
es geógrafo, investigador y activista. Es Doctor en Geografía por la
Universitat Autònoma de Barcelona con una tesis sobre
planificación territorial durante el boom económico 1996-2007. Ha trabajado
como investigador postdoctoral en la Universidad Laval y en la de Quebec en
Montreal en Canadá y profesor visitante en la Universidad de Friburgo
(Alemania), Universidad de Chile y Universidad Católica de Temuco (Chile).
Ha coordinado diferentes
proyectos de investigación sobre conflictos territoriales, urbanos y
ambientales ligados a la planificación urbanística y territorial en España, así
como conflictos sobre el agua. Recientemente está trabajando en la
planificación desde la perspectiva de los comunes, como herramienta de gobierno
y gestión urbana y rural.
Es uno de los fundadores
de Recartografías, una asociación de custodia del
territorio que se dedica al estudio del problema de la despoblación rural.
Actualmente, combina su trabajo como profesor e investigador con el proyecto de
recuperación sostenible del pueblo de Mas Blanco en San Agustín (Teruel).
Denominaciones para
enterarnos mejor: No acercamos al término bailía; que son las tierras bajo la jurisdicción de un
bailío se llamaron bailiaje, bailiazgo o bailía y un bailío es un agente de la administración real o señorial
en un territorio determinado. El de categoría superior era «gran bailío de
espada», que administraba justicia en nombre del rey o de un señor
En cuanto a la Bailía de
Maestrazgo podríamos apuntar lo siguiente que las Tres Bailías
o Las Bailías era el nombre que recibía hasta la Primera Guerra Carlista la zona en poder de
la Orden del Hospital en estas tierras y sierras de Teruel que hacen o eran
frontera con Castellón en la parte del río Guadalope. Los Hospitalarios poseían
tres bailías: la de Aliaga, la de Cantavieja y la de Castellote.
En las guerras carlistas, en la
primera de ellas, en esta zona estas zonas se hicieron famosas por ser casi,
casi un irreductible enclave de enclaves carlista por mando del general Cabrera---conocido por el Tigre del
Maestrazgo-- con su Cuartel General en Cantavieja. Los medios en aquellos años
empezaron a omitir el término de bailías y a emplear el genérico de Maestrazgo
para hablar o referirse a todo el núcleo carlista. De esta manera esa denominación
de bailías se empieza a perder. Muchos más adelante cuando la comarcalización
de Aragón gran parte de estas antiguas bailías son atribuidas a la comarca del
Maestrazgo, menos Aliaga que pasa a ser parte de Cuencas Mineras.(pensamos que esta pequeña aclaración y explicación les
puede ir bien en la lectura de este Conversa con…)
Este cuarto libro de la
colección Un patrimonio por descubrir nos muestra como explica el CEMAT:” El
inventario de los ingenios hidráulicos del Maestrazgo ha revelado la gran riqueza
protoindustrial—se refiere a algo precursor de lo industrial o de los primeros
pasos de la industrialización, atisbos de la industrialización muy elemental---
que atesora nuestro territorio. Hoy en día pasan desapercibidos, en muchos
casos se esconden bajo la maleza, pero cuando se “rasca” un poco aparecen sus
restos, su memoria y nos muestran la importancia que tuvieron en la economía
del pasado.
¿Y qué pretenden con esta
publicación? , “Con este libro queremos hacer justicia al trabajo de nuestros
antepasados, que aprovecharon cualquier pequeño hilo de agua para producir luz,
moler, abatanar lanas y mover tintes. Esperamos que este trabajo pueda ser el
germen de futuras investigaciones que profundicen en su estudio, y que de
alguna manera contribuya a ponerlos en valor, que incluso volviesen a funcionar
los que quedan en buen estado ya que. además de ser
parte de nuestra identidad, pueden ser un interesante recurso didáctico,
turístico e incluso industrial.
Recursos que pueden bien
para saciar más curiosidades:
http://cemaestrazgo.blogspot.com/
Nosotros ya conversamos
una vez con Luis del Romero Renau:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/delromero.htm
Cazarabet conversa con Luis del
Romero:
-La
mayoría de los ingenios que se encuentran como desperdigados por ahí fuera
están vinculados al agua ¿por qué?, nunca mejor dicho que el agua mueve la vida,
¿verdad? y la vida en todas sus dimensiones
-En este trabajo sobre
patrimonio industrial en las Bailías nos centramos en el patrimonio industrial
hidráulico en forma de molinos, batanes, fábricas textiles o de luz
básicamente. El agua mueve la vida y ha sido siempre un elemento indispensable
para poder desarrollarla y este tipo de industria es un ejemplo más. La
molinería tuvo un importante desarrollo histórico en el Maestrazgo porque tenía
dos condiciones indispensables: saltos de agua y caudales durante todo el año
con ríos como el Guadalope o el Cantavieja. Gracias a estos pequeños cursos
fluviales la población pudo durante siglos transformar los cereales en harinas
y la lana en prendas de vestir, así que en efecto ha sido y es indispensable.
-¿Qué te motivó o qué fue lo que
te hizo recorrerte el Maestrazgo para inventariar todos estos recursos e
ingenios hidráulicos de las antiguas bailías del Maestrazgo?
-El Maestrazgo es bien
conocido por su gastronomía, sus paisajes, su patrimonio monumental o su historia,
pero además contiene un patrimonio industrial muy poco conocido, y que como
muchos otros está en una situación de peligro extremo, tanto desde el punto de
vista de lo material en cuanto a estructuras y edificios, como de lo inmaterial
en cuanto testimonios, tradiciones o leyendas en torno a un molino o fábrica.
Además, conviene destacar que el patrimonio industrial está muy repartido por
el territorio. Pocos son los municipios que no cuentan con algún ingenio
hidráulico, ya que constituían actividades de primera necesidad para la
población, y por las dificultades de comunicación que históricamente ha tenido
el Maestrazgo, debían de estar ubicadas cerca de las poblaciones.
-¿Cómo eran esos ingenios?;
¿cuáles son los más recurrentes?
-El mecanismo era muy
sencillo, pero muy complejo de construir. Dada la escasez de agua en la zona,
la inmensa mayoría de ingenios contaban con un azud que retenía las aguas y las
desviaba por un canal. Estas aguas eran almacenadas en una balsa y precipitadas
por el salto o cubo cuya energía servía para poner en movimiento la maquinaria.
Los ingenios más comunes son los molinos harineros, seguidos de los batanes y
fábricas textiles, fábricas de luz, almazaras y por último aserraderos o
fábricas de harina.
-Estos
ingenios hidráulicos llevaban al asentamiento poblacional en las bailías del
Maestrazgo, pero qué fue lo que hizo que todo marchase cuesta abajo:
abandonando asentamientos y los ingenios hidráulicos?
-En el caso de los
asentamientos, estamos hablando del fenómeno de la despoblación. La tesis que
sigo en este y otros trabajos es que en la despoblación, además de factores
económicos o tecnológicos, hay que tener en cuenta factores políticos, sociales
y culturales. Dicho muy sintéticamente: a la gente se la echó de los pueblos
porque hasta hace bien poco había demandas urbanas e industriales de mano de
obra. En el caso de los ingenios la causa principal de su cierre fue la
despoblación. El enorme vaciamiento demográfico que sufrió la comarca dejó sin
clientela a numerosos ingenios, por no hablar de la competencia creciente de
fábricas más modernas que se fueron instalando en grandes ciudades, que
permitieron producir alimentos o lana a un precio mucho más reducido hundiendo
así las industrias que dominaban en este territorio.
-Volvamos a los ingenios
hidráulicos pongamos, desde mi ignorancia, que el denominador común es la
fuerza del agua generalmente tanto si eran molinos harineros, como batanes,
pequeñas centrales de luz, lugares para teñir telas, papeleras qué otras cosas tenías
en común?
-Muchos de estos ingenios
estaban ubicados necesariamente en lugares aislados, en territorios masoveros.
Las formas de vida de molineros, bataneros o fabriqueros era
distinta a la de los habitantes de los pueblos, más próxima a la cultura masovera
que a la incipiente cultura industrial. Con la construcción de las primeras
colonias industriales de nuevo hubo una importante dicotomía, en este caso
entre los habitantes de las colonias, con poca relación en muchos respecto a
los habitantes del pueblo de toda la vida.
-¿Y qué diferencias principalmente
tenían unas instalaciones respecto a las otras?
-Los molinos harineros
tenían todos unos componentes muy parecidos para la molturación de harinas:
rodete, juego de muelas volandera y durmiente, cabria con pinzas para dar la
vuelta a las muelas y poder rayonarlas y máquinas de
limpia. En general suelen estar muchos de ellos bastante bien conservados. Los
batanes en cambio utilizaban básicamente grandes mazos de madera para abatanar
los vellones de lana y su evolución posterior como fábricas textiles incluían
otra maquinaria muy distinta para el lavado, cardado e hilado de lanas. A
diferencia de los molinos apenas se ha conservado en la comarca y en toda
Teruel maquinaria o estructuras sobre estas industrias. Por otro lado, otras
industrias como las fábricas de aceites empleaban una prensa de capilla o con
muela cónica en vez de muelas como las de los molinos y algunas aún se
conservan. Por último, el fundamento de las fábricas de luz era la turbina. En general
las diferencias la maquinaria que empleaban y su estado de conservación.
-¿Qué te ha sorprendido
más de lo investigado y lo encontrado porque ha habido de haber hallazgos que
te han debido de sorprender?
-Ha habido bastantes
hallazgos sorprendentes, tanto del buen estado y gran valor histórico de la
parte material de este patrimonio como de su parte inmaterial en forma de
testimonios, anécdotas, leyendas y tradiciones en torno al molino. Tanto es así
que he terminado una novela que habla de este patrimonio a partir de las
leyendas y cuentas que algunos de los últimos molineros o trabajadores tuvieron
a bien contarme. Hay molinos que esconden historias bastante interesantes sobre
la Santa Inquisición, los templarios, carlistas o maquis, por ejemplo.
-¿Qué es más costoso el trabajo de
campo o la investigación previa porque debe a de haber un trabajo descomunal
dentro y fuera del campo de trabajo?
-Es más costoso realmente
el trabajo de campo. El trabajo de archivo no fue demasiado extenso ya que por
desgracia en muchas poblaciones del Maestrazgo hay poca documentación histórica
porque muchos archivos desaparecieron durante la guerra de España o guerra
civil. El trabajo de campo consistió en primer lugar en localizar a
propietarios y antiguos molineros o fabriqueros, para lo cual la ayuda de
Cristina Mallén fue fundamental y en segundo lugar en
realizar una investigación in situ de estos elementos. A veces acceder a ellos
fue una auténtica aventura dado que se hallan junto a tramos de río
completamente inaccesibles o por caminos que la vegetación había eliminado por
completo. En esta empresa las entrevistas realizadas a molineros o propietarios
fueron fundamentales para poder tener ya no solo nociones sobre su
localización, sino pistas para llegar a ellos y fotografiarlos y alguna idea
sobre su funcionamiento.
-¿Cómo fue la época álgida de los
ingenios hidráulicos y en torno a que ríos se llevaban a cabo?
-Estos ingenios se
establecieron en los principales cursos fluviales de la comarca y cerca de las
poblaciones más importantes, como el Guadalope cerca de Castellote, o el río
Cantavieja cerca de su población homónima o de Mirambel. Su época dorada
podríamos decir que va desde finales del siglo XVIII cuando comienzan a
aparecer las primeras fábricas textiles, a mediados del siglo XX justo antes
del Gran Éxodo de los años 60 y 70. Esta época dorada coincide con el auge del
mundo masovero en un contexto de la primera fase de la transición demográfica
en la que gracias a los primeros adelantos de la medicina moderna comienza a
reducirse la mortalidad.
-¿Por qué se entra en crisis y
cómo es o se produce el abandono?
-Por la crisis
generalizada de las bases económicas de estos territorios que durante siglos
vivieron de la trashumancia, las economías masoveras y la agricultura de
secano. A esto hay que añadir la construcción de un estado liberal desde el
final de la Guerra de Independencia que desincentivó, y aún hoy en día sigue
pasando en cierta medida, la vida en el campo. Primero entraron en crisis los
batanes, que cerraron casi todos a finales del siglo XIX por su incapacidad de
competir con las fábricas textiles. Posteriormente sucedió lo mismo con las
propias fábricas textiles y más tarde con los molinos harineros, almazaras y
fábricas de luz. Hubo un fuerte proceso de concentración industrial y
empresarial en ciudades, que con matices aún sigue produciéndose en España.
-Tú
que te has pateado estos lugares en donde se cita el patrimonio hidráulico,
industrial y la historia del trabajo, ¿crees que se pueden instalar y
confeccionar rutas y hacer que estas sean didácticas?
-Por supuesto, de hecho al
final del libro hay una propuesta de rutas didácticas para que el lector o la
lectora pueda pasear y conocer de primera mano algunos de los ingenios que se
recogen en este trabajo. Además, algunas de estas rutas se podrían poner en
marcha simplemente con una actuación de panelización,
desbroce y señalización. Creo que algunos ayuntamientos podrían poner en marcha
estas actuaciones por ser poco costosas y muy interesantes, aunque sea como
complemento para su oferta turística, aunque creo que deben de ser pensadas
como lugar de ocio y paseo para el propio habitante de los pueblos, cuyas
familias durante generaciones, acudieron, trabajaron o vivieron en estas
fábricas.
-¿Algunos de estos lugares,
podrían recuperarse?, ¿cómo debemos hacerlo?
-Se podrían y se deberían
porque son un patrimonio muy importante. Se trata de patrimonio que normalmente
está en manos privadas. Una manera de proceder sería dando algún tipo de ayudas
al propietario/a para animar a su restauración. Otra manera podría ser a través
de la custodia del territorio para que colectivos o asociaciones se encargasen
de su gestión, siempre en el caso de ingenios que no necesiten de reformas
estructurales.
-La educación a todos lo niveles debería de jugar un papel imprescindible…
-Por supuesto, este
patrimonio supone un importante recurso didáctico para formar a las nuevas
generaciones en artes y oficios ya por desgracia desaparecidos pero que forman
parte de la identidad del Maestrazgo, concretamente la industria textil. Además
al mismo tiempo la sensibilización hacia la conservación de este y cualquier
otro patrimonio solo la conseguiremos si hay una mayor y mejor educación y concienciación
de la población no solamente en edad escolar, sino en general.
-¿Piensas que todo esto puede
ayudar con la ansiada repoblación?
-Tres de los grandes
problemas que impiden la ansiada repoblación es la falta de vivienda, de
trabajo, pero sobre todo de orgullo o sentimiento de pertenencia a una
comunidad o un pueblo. Un molino o batán era un espacio de vivienda con lo que
se podría rehabilitar como tal. Además, algunos de ellos podrían volver a
funcionar, ya que vuelve a haber una cierta demanda de harinas naturales por
ejemplo. En una época en la que se habla tanto de aerogeneradores y energías
renovables convendría recordar que más de una fábrica de luz de la comarca está
esperando a que alguien la ponga de nuevo en marcha con reformas menores. Por
último, recuperar la historia y tradiciones en torno a un molino supone también
reforzar la identidad y el orgullo de ser de pueblo. Puede que pocos sepan en
Villarluengo que aquí se instaló la primera fábrica de papel moneda de España a
finales del siglo XVIII por ejemplo.
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